Jesus y El Numero 8
Jesus y El Numero 8
Jesus y El Numero 8
EL NUMERO 8 Y JESUS
Como el siete fue llamado así por el hecho de que el séptimo día es el de... la conclusión o
descanso; el ocho, como el octavo día, estaba por encima de este número perfecto, y fue el
primero de un nuevo período. Representa así dos números en uno, el primero y el octavo. En lo
que se refiere al primer período, representa la «resurrección», porque el antiguo orden de las
cosas terminó, un nuevo número surge entonces para tipificar la vida salida de la muerte.
Además de eso, en lo que concierne a la cualidad de esa vida resucitada, 8 = 7+1, habla de
algo más que lo perfecto. Si observamos el segundo período después del siete, entonces el
número ocho expresa lo que es nuevo, en contraste con lo antiguo que fue ahora eliminado,
indicando así que la serie anterior se completó. Se trata del sello del nuevo pacto, de la nueva
creación, caracterizándolas de esa forma. En resumen, el número ocho es el número
especialmente asociado con la «resurrección» y la «regeneración», y con el comienzo de una
nueva era u orden.
Cristo resucitó de los muertos «el primer día de la semana», que necesariamente fue el octavo
día. Es notable que la Biblia contenga el registro de otras ocho resurrecciones individuales
además de las del Señor y de los santos. Cuando la tierra estaba cubierta por el diluvio, Noé
fue la ‘octava persona’ (2 Pd.2:5) que pisó la tierra a fin de dar inicio a un nuevo orden de
cosas. «Ocho personas» (1 Pd.3:20), incluido él, pasaron al nuevo mundo regenerado. Esas
ocho almas fueron salvas y resucitadas en el arca que es un tipo de Cristo.
El primogénito debía ser dado al Señor el octavo día (Ex.22:29-30). En este tipo, significa que
nuestra consagración es realizada en base a la resurrección. De acuerdo a esto, vemos que
Aarón y sus hijos fueron consagrados durante siete días y comenzaron su ministerio el octavo
(Lv.8:31-36).
Por causa de que Cristo es «el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia» (Cl.1:18), el número ocho también está ligado al Señorío y Soberanía de
Jesucristo. Por la gematría,1 los siguientes nombres de Jesús están marcados con el número
ocho como un factor:
La fiesta de los Tabernáculos duraba ocho días (Lv.23:36). La fiesta propiamente dicha duraba
siete días, pero a los siete fue agregado un octavo; y por la ley levítica ese día era siempre
observado como un día de descanso (Lv.23:39). Esta fiesta es tipo del júbilo y descanso del
milenio, cuando Cristo reine sobre toda la tierra. Fue en el último día de la fiesta de los
Tabernáculos que Jesús se levantó exclamando: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba»
(Jn.7:37). Este último día –el octavo– era, como tipo, el gran día, pues en él dejaban las tiendas
y regresaban a sus casas. De la misma forma, después del milenio, la gloria temporal será
sustituida por la entrada en los nuevos cielos y la nueva tierra; y tendrá inicio el día eterno –el
gran día– en que el tabernáculo de Dios estará con los hombres, y Dios, en Cristo, será todo en
todos.
Fue probablemente con la idea de la fiesta de los Tabernáculos en mente que Pedro sugirió al
Señor en el Monte de la Transfiguración hacer tres tiendas, para Jesús, Moisés y Elías. Moisés
y Elías no fueron mostrados en el mismo plano de Jesús. Cristo, el Rey, es incomparable y se
halla sin duda por encima de todos. Esta visión del reino de Dios a Pedro y sus compañeros
tuvo lugar el octavo día (inclusive) después del primer anuncio de los sufrimientos de Cristo
(Lc.9:28). «Pasados ocho días» (Jn.20:26) otro discípulo, Tomás, que todavía tenía dudas, fue
llevado a reconocer la soberanía de Jesús.
Existen ocho cánticos en el Antiguo Testamento además de los contenidos en los Salmos
(Ex.15; Nm.21:17; Dt.32; Jue.5;2; S.22; el Cantar de los cantares; Is.5; Is.26). Estos ocho
cánticos aguardan para ser cantados después de la resurrección, pues eso sólo sucederá
cuando «destruya la muerte para siempre» (Is.25:8).