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    Cinco Poemas - Carlos Katan

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    Carlos Katan
    Este poema describe la locura como un pájaro triste que se escabulle silenciosamente y anida en el corazón y el cuerpo humanos, despertando miedo y ceguera. La locura no toca la puerta sino que se introduce sin ser notada. El poema también sugiere que la locura lleva a que la persona se sienta un extraño, ya no reconocible para los demás.

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    Cinco Poemas - Carlos Katan

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    Carlos Katan
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    Este poema describe la locura como un pájaro triste que se escabulle silenciosamente y anida en el corazón y el cuerpo humanos, despertando miedo y ceguera. La locura no toca la puerta sino que se introduce sin ser notada. El poema también sugiere que la locura lleva a que la persona se sienta un extraño, ya no reconocible para los demás.

    Descripción original:

    Poetry

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    Este poema describe la locura como un pájaro triste que se escabulle silenciosamente y anida en el corazón y el cuerpo humanos, despertando miedo y ceguera. La locura no toca la puerta sino que se introduce sin ser notada. El poema también sugiere que la locura lleva a que la persona se sienta un extraño, ya no reconocible para los demás.

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    I (Pájaros)

    La locura es un pájaro triste


    que no toca
    la puerta.
    Silenciosamente
    se escabulle,
    algunos lo confunden
    con serpientes.
    Sólo vuela
    hacía el centro de la tierra,
    allí, debajo del corazón.
    Y anida
    pacientemente,
    esperando cruzar la línea
    Para entonces será muy tarde,
    ya todos conocen
    tú canto de ave Marina.

    IV (Pájaros)
    “Tiene pues un nido mi corazón
    suspendido en la oscuridad, una voz;
    está también, a la escucha, la noche.”
    Salvatore Quasimodo

    El cielo se quiebra
    en un graznido ante tus manos
    abandonadas,
    cual terrible urraca.

    El miedo
    se apodera de tu aliento,
    y callas en la ceguera de haber visto la noche
    anidar en tu cuerpo.

    VII (Pájaros)
    “¡Ojalá me toleraseis un poco de locura!
    Sí, toleradme.”
    Pablo de Tarso - Segunda Carta a los Corintios 11:1

    “... los alienados tranquilos, los alienados llamados


    incurables se confunden con los indigentes, los pobres.”
    Jean-Étienne Dominique Esquirol
    (texto tomado de “Historia de la Locura
    en la Época Clásica” de Michel Foucault).

    Algo dentro de ti
    se ha roto en los otros
    - ellos que conocen el terror,
    miran en tu ojo crepuscular -

    Se cierra la casa
    ante el espanto,
    ya nadie podrá
    reconocerte.

    Te detienes, oscuro,
    en el frío de no saberte
    algo más que aquello
    que gime en el fondo
    del paraíso.

    La locura
    es un pájaro triste
    que no toca la puerta.

    Cronograma:

    12:30 Am: Caigo hacia el esférico silencio de mi cuerpo.


    1:30 Am: Mis huesos dialogan entre sí, concuerdan en que cada estremecimiento es como
    primer latido del ser.

    2:30 Am: El espacio se torna unidimensional, una imagen superpone a la otra. Plenitud

    3:30 Am: No hay lugar para conciliaciones, todo sonido es una alarma que anuncia la llegada
    del fuego.

    4:30 Am: Detrás de mis ojos yace el resplandor.

    5:30 Am: Se repiten los primeros movimientos del mundo, las sutiles maniobras se ponen en
    marcha.

    6:30 Am: El simulacro ha terminado, todos pueden volver a sus respectivos puestos.

    7:30 Am: Todas las cosas recuperan su magnitud.

    8:30 Am: Me percato de mi fragilidad. Sigo vivo.

    VI

    De aquella casa
    conservamos
    los signos,
    el estupor de madrugada,
    y un sabor a ceniza
    impregnado en la boca

    Las paredes
    aún mantienen
    la humedad
    de lo que fuimos

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