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Evaluación IA Conesa

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I.1.

METODOLOGÍA PARA IDENTIFICAR Y EVALUAR LOS IMPACTOS AMBIENTALES

Cualquier tipo de proyecto debe evaluarse desde el punto de vista de su interacción recíproca con
el medio y, por tanto, en términos de la capacidad de acogida del proyecto por el mismo y de los
efectos de éste sobre aquél (Conesa Fernández, 1997)1. En ese sentido, la evaluación del impacto
ambiental debe partir del análisis de las diferentes etapas del proyecto, y del estudio del entorno o
área de influencia de aquél. Tales consideraciones se han hecho en los capítulos precedentes.

Siguiendo las metodologías propuestas por Conesa Fernández (1997) y Gómez Orea (1999)2, en el
proceso de evaluación del impacto ambiental es necesario primero identificar las acciones que
pueden causar impactos sobre uno o más factores del medio susceptibles de recibirlos; en
segundo término se procede a valorar los impactos para determinar su grado de significancia y,
por último, se establecen las medidas preventivas, correctivas o compensatorias necesarias.

No se debe perder de vista que el propósito de la evaluación del impacto ambiental, según el
Artículo 28 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente es establecer las
condiciones a que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar desequilibrio
ecológico o rebasar los límites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para
proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo
sus efectos negativos sobre el ambiente.

Por lo tanto, en el proceso de evaluación del impacto ambiental únicamente se está interesado en
identificar y mitigar aquellas modificaciones imputables al proyecto que potencialmente puedan
ser causantes de contingencia ambiental3, desequilibrio ecológico4, emergencia ecológica5 o daño
ambiental irreversible6, puesto que son éstas y no otras las que se consideran significativas para
determinar la viabilidad del proyecto.

I.1.1 Identificación de las acciones del proyecto que pueden causar impactos

De entre toda la gama de acciones que intervienen en la relación causa-efecto que define un
impacto ambiental, susceptibles de producir impactos concretos en cualquiera de las etapas del
proyecto, se deben seleccionar aquellas que sean relevantes, excluyentes/independientes,

1
Conesa Fernández-Vítora, V., 1997. Guía Metodológica para la Evaluación del Impacto Ambiental. 3ª. ed.
Ediciones Mundi-Prensa. 412 p.
2
Gómez Orea, D., 1999. Evaluación del Impacto Ambiental: un instrumento preventivo para la gestión
ambiental. Coedición Ediciones Multi-Prensa y Editorial Agrícola Española, S.A. 701 p.
3
Situación de riesgo, derivada de actividades humanas o fenómenos naturales, que puede poner en peligro
la integridad de uno o varios ecosistemas (LGEEPA, Art. 3, frac. VIII).
4
La alteración de las relaciones de interdependencia entre los elementos naturales que conforman el
ambiente, que afecta negativamente la existencia, transformación y desarrollo del hombre y demás seres
vivos (LGEEPA, Art. 3, frac. XII).
5
Situación derivada de actividades humanas o fenómenos naturales que al afectar severamente a sus
elementos, pone en peligro a uno o varios ecosistemas (LGEEPA, Art. 3, frac. XVI).
6
Toda pérdida, deterioro o menoscabo que se realice en cualquiera de los elementos que conforman un
ecosistema, un recurso biológico o natural, o en los que condicionan la salud o la calidad de vida de la
población, como resultado de la actividad humana, que no es posible revertir o restaurar.

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fácilmente identificables, localizables y cuantificables (Gómez Orea, 1999)7, ya que algunas de ellas
no son significativas desde el punto de vista ambiental porque no modifican o alteran el ambiente
o los recursos naturales, o bien porque su efecto es bajo o se puede anular con la adecuada y
oportuna aplicación de medidas de prevención o mitigación.

Por otro lado, para la identificación de acciones, según Conesa Fernández (1997), se deben
diferenciar los elementos del Proyecto de manera estructurada, atendiendo entre otros los
aspectos que modifican el uso del suelo, que implican emisión de contaminantes, acciones
derivadas de almacenamiento de residuos, acciones que implican sobreexplotación de recursos,
acciones que implican sub-explotación de recursos, acciones que actúan sobre el medio biótico,
acciones que dan lugar al deterioro del paisaje, acciones que repercuten sobre las infraestructuras,
acciones que modifican el entorno social, económico y cultural, acciones derivadas del
incumplimiento de la normatividad ambiental vigente.

Tales acciones y sus efectos deben quedar determinados al menos en intensidad, extensión,
persistencia, reversibilidad, recuperabilidad y momento en que intervienen en el proceso8.
Para la identificación de las acciones susceptibles de causar impactos se tomó en cuenta la
descripción del proceso constructivo, en sus tres etapas, incluida en el capítulo II de este
manifiesto.

7
Según Gómez Orea (1999) estos términos deben entenderse como sigue:
Relevantes: han de ajustarse a la realidad del proyecto y ser capaces de desencadenar efectos
notables; Excluyentes/independientes: para evitar solapamientos que puedan dar lugar a duplicaciones
en la contabilidad de los impactos; Fácilmente identificables: susceptibles de una definición nítida y de
una identificación fácil sobre planos o diagramas de proceso; Localizables: atribuibles a una zona o
punto concreto del espacio en que se ubica el proyecto; Cuantificables: en la medida de lo posible,
deben ser medibles en magnitudes físicas, y quedar descritas con la mayor aproximación posible en
términos de magnitud: superficie y volumen ocupados; localización espacial; flujo; y momento en que
se produce la acción y plazo temporal en que opera.
8
Según Conesa Fernández (1997), estos términos deben entenderse como sigue:
Intensidad. Se refiere al grado de incidencia de la acción sobre el factor, en el ámbito específico en que
actúa. La escala de valoración está comprendida entre 1 y 12, en el que 12 expresa una destrucción
total del factor en el área en la que se produce el efecto, y 1 indica una afectación mínima.
Extensión. Se refiere al área de influencia teórica del impacto en relación con el entorno del proyecto,
es decir, el porcentaje de área respecto al entorno en que se manifiesta el efecto.
Persistencia. Se refiere al tiempo que, supuestamente, permanecería el efecto desde su aparición y, a
partir del cual el factor afectado retornaría a las condiciones iniciales previas a la acción por medios
naturales o mediante la introducción de medidas correctoras.
Reversibilidad. Se refiere a la posibilidad de reconstrucción del factor afectado por el proyecto, es
decir, la posibilidad de retornar a las condiciones iniciales previas a la acción, por medios naturales, una
vez aquella deja de actuar sobre el medio.
Recuperabilidad. Se refiere a la posibilidad de reconstrucción, total o parcial, del factor afectado como
consecuencia del proyecto, es decir, la posibilidad de retornar a las condiciones iniciales previas a la
actuación, por medio de la intervención humana.
Momento en que interviene. Se refiere a la etapa del proceso constructivo en donde tiene lugar: fase
pre-constructiva, constructiva u operacional.

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I.1.2 Identificación de los factores ambientales del entorno susceptibles de recibir impactos

Los factores ambientales, son los elementos y procesos del medio que suele diferenciarse en dos
Sistemas: Medio Físico y Medio Socioeconómico. El Medio Físico incluye tres subsistemas que son
el Medio Inerte o Físico propiamente dicho, el Medio Biótico y el Medio Perceptual; en tanto que
el Medio Socioeconómico incluye el Medio Socio-Cultural y el Medio Económico.

A cada uno de los subsistemas pertenece una serie de componentes ambientales susceptibles de
recibir impactos, entendidos como elementos, cualidades y procesos del entorno que pueden ser
afectados por el proyecto. La afectación, puede ser negativa o positiva.

Para seleccionar los componentes ambientales, tanto Gómez Orea (1999), como Conesa
Fernández (1997), coinciden en que éstos han de ser representativos del entorno afectado, y por
tanto del impacto total producido por la ejecución del Proyecto sobre el Medio; relevantes, es
decir, portadores de información significativa sobre la magnitud e importancia del impacto;
excluyentes, es decir, sin solapamientos ni redundancias; de fácil identificación tanto en su
concepto como en su apreciación sobre información estadística, cartográfica o trabajos de campo;
de fácil cuantificación, dentro de lo posible, ya que muchos de ellos serán intangibles o
inconmensurables.

La valoración de los componentes ambientales, toma en cuenta la importancia y magnitud del


mismo. Sin embargo, en muchos casos no es posible medir objetivamente tales parámetros y es
necesario aplicar criterios subjetivos en su valoración. Cuando este es el caso, se puede adoptar el
criterio sugerido por Conesa Fernández (1997), en el que el valor ambiental de un factor o de una
unidad de inventario es directamente proporcional al grado cualitativo de su extensión: área de
influencia en relación con el entorno; complejidad: compuesto de elementos diversos; rareza: no
frecuente en el entorno; representatividad: carácter simbólico. Incluye carácter endémico;
naturalidad: natural, no artificial; abundancia: en gran cantidad en el entorno; diversidad:
abundancia de elementos distintos en el entorno; estabilidad: permanencia en el entorno;
singularidad: valor adicional por la condición de distinto o distinguido; irreversibilidad:
imposibilidad de que cualquier alteración sea asimilada por el medio debido a mecanismos de
autodepuración; fragilidad: endeblez, vulnerabilidad y carácter perecedero de la cualidad del
factor; continuidad: necesidad de conservación; insustituibilidad: imposibilidad de ser sustituido;
clímax: proximidad al punto más alto de valor ambiental de un proceso; interés ecológico: por su
peculiaridad ecológica; interés histórico-cultural: Por su peculiaridad histórico-monumental-
cultural; interés individual: por su peculiaridad a título individual (carácter epónimo, mutante);
dificultad de conservación: dificultad de subsistencia en buen estado; y significación: importancia
para la zona del entorno.

Los distintos factores del medio presentan importancias distintas de unos respecto a otros, en
cuanto a su mayor o menor contribución a la situación ambiental. Considerando que cada factor
representa sólo una parte del medio ambiente, es importante disponer de un mecanismo según el
cual todos ellos se puedan contemplar en conjunto, y además ofrezcan una imagen coherente de
la situación al hacerlo, o sea, ponderar la importancia relativa de los factores en cuanto a su mayor
o menor contribución a la situación del medio ambiente.

Con este fin se atribuye a cada factor un peso o índice ponderal, expresado en unidades de
importancia (UIP), y el valor asignado a cada factor resulta de la distribución relativa de mil

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unidades asignadas al total de factores ambientales (Medio Ambiente de Calidad Óptima) (Estevan
Bolea, 1984, En: Conesa Fernández, 1997).

I.1.3 Identificación, descripción y valoración de impactos potenciales

El estudio de impacto ambiental es una herramienta fundamentalmente analítica, de investigación


prospectiva de lo que puede ocurrir, por lo que la clarificación de todos los aspectos que lo
definen y en definitiva de los impactos (interrelación Acción del Proyecto-Factor del medio), es
absolutamente necesaria. Por lo tanto, no es válido pasar a un proceso de evaluación de impactos
sin un análisis previo en el que se enuncien, describan y examinen los factores más importantes
constatados, justificando por qué merecen una determinada valoración.

En esta fase se cruzan las dos informaciones (factores del medio, acciones del proyecto), con el fin
de prever las incidencias ambientales derivadas tanto de la ejecución del proyecto, como de su
operación, para poder valorar su importancia. En aquellas casillas de cruce que correspondan a los
impactos más importantes, a los que se produzcan en lugares o momentos críticos y sean de
imposible corrección y que darán lugar a las mayores puntuaciones en el recuadro relativo a la
importancia, se le superpondrán las llamadas Alertas o Banderas Rojas, para llamar la atención
sobre el efecto y buscar alternativas en el proyecto que eliminen la causa y la permuten por otra
de efectos menos nocivos. Si no es posible modificar la actividad o acción impactante, deben
buscarse medidas correctivas, de mitigación o de compensación que anulen, palien o mitiguen los
efectos negativos.

La valoración cualitativa se efectúa a partir de la matriz de impactos en la que en cada casilla de


cruce se anota la importancia del impacto determinada como se indicará más adelante. Con esta
matriz se mide el impacto ambiental (Iij) generado por una acción simple de una actividad (Ai)
sobre un factor ambiental considerado (Fj), es decir, que se medirá el impacto con base al grado
de manifestación cualitativa del efecto que quedará reflejado en lo que definimos como
importancia del impacto.

La importancia del impacto es pues, el ratio mediante el cual medimos cualitativamente el


impacto ambiental, en función, tanto del grado de incidencia o intensidad de la alteración
producida, como de la caracterización del efecto, que responde a su vez a una serie de atributos
de tipo cuantitativo. El valor de importancia del impacto, se establece en función de 11
características. La primera de ellas se refiere a la naturaleza del efecto (positivo o negativo), en
tanto que la segunda representa el grado de incidencia o intensidad del mismo y los nueve
restantes (extensión, tipo de efecto, plazo de manifestación, persistencia, reversibilidad,
recuperabilidad, sinergia, acumulación y periodicidad), los atributos que caracterizan a dicho
efecto. Dichas características se representan por símbolos que ayudan a visualizar e identificar
rápidamente a cada una y forman parte de una ecuación que indica la importancia del efecto de
una acción sobre un factor ambiental. A saber:

I =  (3IN + 2EX + MO + PE + RV + SI + AC + EF + PR + MC)

Dónde: I = Importancia del impacto


 = Signo
IN = Intensidad
EX = Extensión

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MO = Momento
PE = Persistencia
RV = Reversibilidad
SI = Sinergia
AC = Acumulación
EF = Efecto
PR = Periodicidad
MC = Recuperabilidad

La importancia del impacto se representa por un número que se deduce de dicha ecuación, en
función del valor asignado a los símbolos considerados. La importancia del impacto toma valores
entre 13 y 92. En términos generales puede afirmarse que los valores inferiores a 25 son
irrelevantes, entre 25 y 50 moderados, entre 50 y 75 severos y superiores a 75 deben considerarse
críticos.

El signo hace referencia al carácter benéfico (+) o perjudicial (-) de las distintas acciones que van a
actuar sobre los factores considerados. Sin embargo, en ocasiones no es fácil predecir el efecto
por lo que se puede incluir un tercer valor (x), que refleja efectos cambiantes difíciles de predecir.

Para calificar la intensidad, que se refiere al grado de incidencia de la acción sobre el factor, en el
ámbito específico en que actúa, la escala de valoración está comprendida entre 1 y 12, en el que
12 expresa una destrucción total del factor en el área en la que se produce el efecto, y 1 indica una
afectación mínima.

Para calificar la extensión que se refiere al área de influencia teórica del impacto en relación con el
entorno del proyecto, es decir, el porcentaje de área respecto al entorno en que se manifiesta el
efecto, se valora con escala entre 1 y 8 en la que 1 representa un efecto muy localizado o puntual
y 8 representa una ubicación de influencia generalizada en todo el entorno del proyecto. Esta
característica introduce un valor adicional que aplica si el impacto se produce en un lugar crítico.
En este caso se deben sumar cuatro unidades al número que resultó de la valoración del
porcentaje de extensión en que se manifiesta. Cuando éste es el caso, y además se trata de un
impacto peligroso para el cual no es posible introducir medidas correctoras, deberá buscarse otra
alternativa a la actividad.

Para calificar el momento, es decir, el plazo de manifestación del impacto que alude al tiempo que
transcurre entre la aparición de la acción y el comienzo del efecto sobre el factor del medio
considerado, se considera lo siguiente: cuando el tiempo transcurrido sea nulo, el momento será
inmediato, y si es inferior a un año, corto plazo, asignándole en ambos casos un valor de 4. Si el
período de tiempo va de 1 a 5 años, medio plazo, se asigna el valor 2 y si el efecto tarda en
manifestarse más de 5 años se califica con 1, largo plazo. Si ocurriese alguna circunstancia que
hiciese crítico el momento del impacto, cabría atribuirle un valor de 1 a 4 unidades que se suman
al valor obtenido previamente, según su momento de acción.

Para calificar la persistencia, que se refiere al tiempo que, supuestamente, permanecería el efecto
desde su aparición y, a partir del cual el factor afectado retornaría a las condiciones iniciales
previas a la acción por medios naturales o mediante la introducción de medidas correctoras, se
considera si la persistencia del efecto tiene lugar durante menos de 1 año, en cuyo caso se
considera que la acción produce un efecto fugaz, asignándole un valor de 1; si dura entre 1 y 10

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años, se califica como temporal (2) y si el efecto tiene una duración superior a 10 años, se
considera permanente y debe calificarse con un valor de 4.

Para evaluar la reversibilidad o posibilidad de reconstrucción del factor afectado por el proyecto,
es decir, la posibilidad de retornar a las condiciones iniciales previas a la acción, por medios
naturales, una vez aquella deja de actuar sobre el medio, se califica siguiendo los intervalos de
tiempo expresados para la característica previa, al corto plazo, se le asigna un valor de 1, si es a
medio plazo 2 y si el efecto es irreversible 4.

Para evaluar la recuperabilidad o posibilidad de reconstrucción, total o parcial, del factor afectado
como consecuencia del proyecto, es decir, la posibilidad de retornar a las condiciones iniciales
previas a la actuación, por medio de la intervención humana, se califica valorando si el efecto es
totalmente recuperable, en cuyo caso se le asigna un valor de 1 ó 2, según lo sea de manera
inmediata o a medio plazo; si lo es parcialmente, el efecto es mitigable y toma un valor de 4, que
se resta al valor de importancia total. Cuando el efecto es irrecuperable se le asigna el valor de 8.
Si el efecto es irrecuperable pero existe la posibilidad de aplicar medidas compensatorias,
entonces el valor que se adopta es 4.

La sinergia contempla el reforzamiento de dos o más efectos simples. La componente total de la


manifestación de los efectos simples, provocados por acciones que actúan simultáneamente, es
superior a la que cabría esperar de la manifestación de efectos cuando las acciones que las
provocan actúan de manera independiente no simultánea. Cuando una acción actuando sobre un
factor, no es sinérgica con otras acciones que actúan sobre el mismo factor, el atributo toma valor
1, si se presenta un sinergismo moderado 2 y si es altamente sinérgico 4.

El atributo acumulación da idea del incremento progresivo de la manifestación del efecto, cuando
persiste de forma continuada o reiterada la acción que lo genera. Cuando una acción no produce
efectos acumulativos, el efecto se valora como 1 y si el efecto es acumulativo se califica con 4.

El efecto se refiere a la relación causa-efecto, o sea a la forma de manifestación del efecto sobre
un factor, como consecuencia de una acción. El efecto puede ser directo o primario, siendo en
este caso la repercusión de la acción a consecuencia directa de ésta y se califica con el valor 4. En
el caso de que el efecto sea indirecto o secundario, su manifestación no es consecuencia directa
de la acción, sino que tiene lugar a partir de un efecto primario, actuando éste como una acción de
segundo orden. En este caso se califica con 1.

Para medir la regularidad de manifestación del efecto, es decir, su periodicidad, se determina si


este ocurrirá de manera cíclica o recurrente (efecto periódico), de forma impredecible en el
tiempo (efecto irregular), o constante en el tiempo (efecto continuo). A los efectos continuos se
les asigna un valor de 4, a los periódicos 2 y a los de aparición irregular y a los discontinuos con 1.

En resumen:

NATURALEZA INTENSIDAD (IN)


(grado de destrucción)
- Impacto Beneficioso + - Baja 1
- Impacto Perjudicial - - Media 2
- Alta 4

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- Muy Alta 8
- Total 12
EXTENSIÓN (EX) MOMENTO (MO)
(Área de influencia) (Plazo de la manifestación)
- Puntual 1 - Largo Plazo 1
- Parcial 2 - Medio Plazo 2
- Extenso 4 - Inmediato 4
- Total 8 - Crítico (+4)
- Crítica (+4)
PERSISTENCIA (PE) REVERSIBILIDAD (RV)
(Permanencia del efecto)
- Fugaz 1 - Corto Plazo 1
- Temporal 2 - Medio Plazo 2
- Permanente 4 - Irreversible 4
SINERGIA (SI) ACUMULACIÓN (AC)
(Regularidad de la manifestación) (Incremento progresivo)
- Sin sinergismo (simple) 1 - Simple 1
- Sinérgico 2 - Acumulativo 4
- Muy sinérgico 4
EFECTO (EF) PERIODICIDAD (PR)
(Relación causa-efecto) (Regularidad de la manifestación)
- Indirecto 1 - irregular o aperiódico y discontinuo 1
- Directo 4 - Periódico 2
- Continuo 4
RECUPERABILIDAD (MC) IMPORTANCIA (I)
(Reconstrucción por medios humanos)
- Recuperable de manera inmediata 1
- Recuperable a medio plazo 2 I =  (3IN + 2EX + MO + PE + RV + SI + AC +
- Mitigable 4 EF + PR + MC)
- Irrecuperable 8

I.1.4 Medidas de prevención y/o corrección de impactos potenciales

No se debe pasar a las conclusiones respecto de la evaluación de los impactos, sin tomar en
cuenta que éstos pueden ser mitigados o compensados por las acciones propuestas. Sin embargo,
la eficiencia y eficacia de tales medidas, dependerá de la adecuada y oportuna aplicación de las
mismas en los momentos sugeridos.

De acuerdo con Conesa Fernández (1997), prevenir, paliar o corregir el impacto ambiental significa
introducir medidas preventivas y/o correctoras durante y después de implementar el proyecto a
fin de explotar en mayor medida las oportunidades que brinda el medio en aras al mejor logro
ambiental del proyecto o actividad; anular, atenuar, evitar, corregir o compensar los efectos
negativos que las acciones derivadas del proyecto producen sobre el medio ambiente, en el
entorno de aquellas; e incrementar, mejorar y potenciar los efectos positivos que pudieran existir.

Adicionalmente, Gómez Orea (1999) señala que para la identificación y adopción de las medidas se
deben tener en cuenta la viabilidad técnica, eficacia y eficiencia ambiental, viabilidad económica y
financiera, y facilidad de implantación, mantenimiento, seguimiento y control. Las medidas a

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tomar pueden ser de varios tipos. Protectoras, es decir, que evitan la aparición del efecto
modificando los elementos que definen la actividad. Correctoras de impactos recuperables,
dirigidas a anular, atenuar, corregir o modificar las acciones y efectos sobre los procesos
productivos, condiciones de funcionamiento, factores del medio como agente transmisor, factores
del medio como agente receptor u otros parámetros, como la modificación del efecto hacia otro
de menos magnitud o importancia. Compensatorias, de impactos irrecuperables e inevitables, que
no evitan la aparición del efecto, ni lo anulan o atenúan, pero contrapesan de alguna manera la
alteración del factor.

En cualquiera de los casos se debe incluir un apartado en el que se presente un informe de las
medidas que se aplicarán incluyendo al menos el impacto al que se dirige o efecto que pretende
corregir, prevenir o compensar; la definición de la medida; el objetivo; el momento óptimo para la
introducción de la medida; prioridad y urgencia; y eficacia y/o eficiencia.

El valor de importancia de la acción mitigadora se establece en función de cuatro características.


La primera de ellas se refiere al grado de incidencia o intensidad de la acción que mide la eficacia
de la acción; la segunda mide su extensión respecto de su área de influencia teórica; la tercera
valora la persistencia de la acción; y la cuarta mide su reversibilidad. Dichas características se
representan por símbolos que ayudan a visualizar e identificar rápidamente a cada una y forman
parte de una ecuación que indica la importancia de la acción sobre el efecto de un impacto
ambiental potencial. A saber:

M = (3 (IN) + 2 (EX) + PE + RV)

Dónde: M = Importancia de la acción


IN = Intensidad
EX = Extensión
PE = Persistencia
RV = Reversibilidad

La importancia de la acción se representa por un número que se deduce de dicha ecuación, en


función del valor asignado a los símbolos considerados. Dicho valor se resta al valor de
importancia del impacto al cual está destinado a prevenir o mitigar para obtener el valor
ponderado del impacto ambiental. La importancia de la acción mitigadora toma valores entre 7 y
68. En términos generales puede afirmarse que los valores inferiores a 18 son irrelevantes, entre
18 y 36 son moderados, entre 37 y 54 importantes; y por arriba de este valor deben considerarse
críticos y su aplicación se hace imperativa.

Para calificar la intensidad la escala de valoración está comprendida entre 1 y 12, en el que 12
expresa una prevención total del impacto en el área en la que se produce el efecto, y 1 indica una
prevención mínima. Si la medida es protectora, es decir, que evita la aparición del efecto
modificando los elementos que definen la actividad, se asigna un valor de 12. Si la medida sólo es
capaz de atenuar o modificar las acciones y efectos sobre los procesos productivos, condiciones de
funcionamiento, factores del medio como agente transmisor, factores del medio como agente
receptor u otros parámetros, como la modificación del efecto hacia otro de menos magnitud o
importancia, entonces se califica con los valores de 8 si su intensidad es alta (75 % o más), 6 si la
intensidad es moderada (50 % o más), 4 si la intensidad es baja (25 % o más) y 2 si la intensidad es
muy baja (menos de 25 %). Si la medida es compensatoria, es decir, es incapaz de evitar la

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aparición del efecto, ni lo anula o atenúa, pero contrapesa de alguna manera la alteración del
factor, entonces se califica con 1.

Para calificar la extensión se valora con escala entre 1 y 8 en la que 1 representa un efecto muy
localizado o puntual y 8 representa una ubicación de influencia generalizada en todo el entorno
del proyecto. Esta característica introduce un valor adicional que aplica si la acción mitigadora se
aplica para prevenir un impacto en un lugar crítico. En este caso se deben sumar cuatro unidades
al número que resultó de la valoración del porcentaje de extensión en que se manifiesta.
Para califica la persistencia se considera el tiempo que, supuestamente, permanecería el efecto
desde su aparición y, a partir del cual el factor afectado retornaría a las condiciones iniciales
previas a la acción por medios naturales o mediante la introducción de medidas correctoras. Si la
persistencia de la acción introducida para mitigar el impacto tiene lugar durante menos de 1 año,
consideramos que la acción produce un efecto fugaz, asignándole un valor de 1. Si dura entre 1 y
10 años, se califica como temporal (2) y si el efecto tiene una duración superior a 10 años, se
considera permanente y debe calificarse con un valor de 4.

Para calificar la reversibilidad, es decir, la posibilidad de retornar a la condición de impacto previa


a la acción, una vez esta deja de actuar sobre el impacto, se debe considerar si al cesar la medida
el impacto se presenta de manera inmediata, entonces se asigna un valor de 1 y se considera una
reversibilidad alta. Si el impacto reaparece en el corto plazo considerado menor a 1 año, se asigna
el valor de 2; si es en el mediano plazo, es decir, entre 1 y 10 años se asigna el valor de 4 y si la
reversibilidad es baja, o sea, mayor a 10 años, entonces se considera irreversible y se le asigna un
valor de 8.

I.1.5 Valoración cualitativa de las acciones impactantes y de los factores ambientales


impactados

I.1.5.1. Valoración relativa

Una vez determinada la importancia de los impactos y efectuada la ponderación de los distintos
factores del medio, se está en la posibilidad de desarrollar el modelo de valoración cualitativa
propuesto por Conesa Fernández (1997), con base en la importancia Ii de los efectos que cada
Acción Ai de la actividad produce sobre cada factor del medio Fj.

Dicho modelo, contempla el análisis de los impactos negativos mediante el empleo de una matriz,
en las que las filas indican los factores ambientales que recibirían las alteraciones más
significativas; y las columnas las acciones relevantes causantes de éstos. Se omiten las acciones
cuyo efecto no es relevante y los factores que son inalterados o lo son débilmente o de manera
temporal, capaces de retornar a las condiciones previas.

La suma ponderada de la importancia del impacto negativo de cada elemento tipo, por columnas
(IRi), identificará las acciones más agresivas (altos valores negativos) y las poco agresivas (bajos
valores negativos), pudiendo analizarse las mismas según sus efectos sobre los distintos
subsistemas. Así mismo, la suma ponderada de la importancia del efecto de cada elemento tipo,
por filas (IRj), indicará los factores ambientales que reciben en mayor o menor medida, las
consecuencias del funcionamiento de la actividad considerando su peso específico, o lo que es lo
mismo, el grado de participación que dichos factores tienen en el deterioro del medio ambiente.

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El impacto neto de una nueva actividad, en cada una de las fases o situaciones temporales
estudiadas, es la diferencia entre la situación del medio ambiente modificado por causa del
proyecto, considerando las medias de mitigación aplicables y la situación tal y como habría
evolucionado sin la presencia de aquel.

Ahora bien, la calidad final del medio ambiente es debida, no sólo a la consecuencia de las
acciones impactantes en la propia fase de funcionamiento del proyecto, sino también a la
existencia previa de alguna acción causante de efectos irreversibles o de efectos continuos
producidos y estudiados en otra fase anterior. Este tipo de efectos (IRPj), se destacan y su
importancia total ponderada se indica en la columna correspondiente de la matriz de importancia.

En la última columna de la matriz se relacionan las importancias totales de los efectos finales
sobre los factores ambientales (IRj) obtenidas como suma algebraica de la importancia relativa del
impacto en la fase de funcionamiento del proyecto y la importancia relativa del impacto de las
acciones cuyo efecto es irreversible o permanece durante largo plazo o a lo largo de la vida del
proyecto.

La importancia total de los efectos causados en los distintos componentes y subsistemas


presentes en la matriz de impactos (IRi) se calcula como la suma ponderada por columnas de los
efectos de cada uno de los elementos tipo correspondientes a los componentes y subsistemas
estudiados. No es válida la suma algebraica.

I.1.5.2. Valoración absoluta

La suma algebraica de la importancia del impacto de cada elemento tipo por columnas (Ii),
constituye otro modo, aunque menos representativo y sujeto a sesgos importantes, de identificar
la mayor o menor agresividad de las acciones (Conesa Fernández, 1997).

De la misma manera que la establecida previamente, la suma algebraica de la importancia del


impacto de cada elemento por filas (Ij), indica los factores ambientales que sufren en mayor o
menor medida las consecuencias de la actividad. De forma análoga a la dispuesta para la
valoración relativa, se incluye una columna en la matriz de importancia para reflejar la importancia
absoluta del efecto causado durante la fase de construcción o funcionamiento, y otra columna en
la que se reflejan los efectos totales permanentes (IPj), obtenidos en este caso por suma
algebraica. Se incluye una tercera columna para indicar la importancia de los efectos absolutos
totales (Ij), sobre cada uno de los factores considerados, mediante suma algebraica de todas las
columnas.

No debe olvidarse que los valores obtenidos de la importancia del impacto en los elementos tipo
de la matriz, no son comparables entre sí, o sea, en la proporción que sus valores numéricos lo
indican puesto que se trata de variables no proporcionales. Sin embargo, el hecho que una
importancia sea mayor que otra, sí implica que el impacto de la primera acción sobre el factor
considerado es mayor que el de la segunda sobre el mismo factor, pues se trata de variables
ordinales.

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I.1.6 Análisis del modelo

Siguiendo con Conesa Fernández (1997), una vez realizada la valoración cualitativa por los dos
métodos descritos quedan definidas:

La importancia total Ii, de los efectos debidos a cada acción i


Ii = j Iij

La importancia total ponderada IRi, de los mismos

IRi = j Iij  Pj/jPj

La importancia total Ij, de los efectos causados a cada factor j

Ij = i Iij

La importancia total ponderada IRj, de los mismos

IRj = i Iij  Pj/jPj

La importancia total I, de los efectos debidos a la actuación

I = i Ij = i I’i + IP = I’ + IP

La importancia total ponderada IR, de los mismos

IR = j IRj = j I’Ri + IPR = I’R + IPR

Con esta metodología el modelo de la suma ponderada en función del peso específico de un factor
sobre los demás, se aproxima suficientemente a la realidad medioambiental estudiada, haciendo
siempre la salvedad que en esta valoración cualitativa se consideran aspectos de los efectos con
un grado de manifestación cualitativo y por tanto sujeto a errores de mayor magnitud que los que
se podrían cometer al llevar a cabo una valoración cuantitativa. En el Cuadro 1 se muestra
gráficamente la estructura de la matriz de importancia resultante del análisis descrito.

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Cuadro 1. Matriz de Importancia. En busca de una mayor claridad y comprensión de la metodología descrita, se muestra la estructura de la matriz
de importancia que resultaría de su aplicación. FUENTE: Conesa Fernández, 1997.
Situación 1 Situación 2
n+1 n+1 n+2 n+3
Acciones Acciones Total efectos
Factores UIP Importancia
Total Total permanentes
total
de la Sit. 1
1 2 i n 1 2 1 2 i n 1 2 1 2 1 2
A1 A2 Ai An Ab. Rel. A1 A2 Ai An Ab. Rel. Ab. Rel. Ab. Rel.
F1 P1
F2 P2

Fj Pj Iij Inj Ij IRj I’ij I’nj I’j I’Rj IPj IRPj Ij IRJ

Fm Pm
Absoluto Ii I - I’i - I’ - I -
Total
Relativo IRi - IR I’Ri - - I’R - IR

Ab. = Importancia absoluta; Rel. = Importancia relativa

Ii = j Iij IRi = j Iij  Pj/jPj Ij = i Iij IRj = i Iij  Pj/jPj IPj = i<n Ipij IRPj = i<n Irpij Ij = I’j + IPj IRj = I’Rj +
IRPj

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