Empirismo Hume
Empirismo Hume
Empirismo Hume
Unidad
HISTORIA FILOSOFÍA 2º BACH
Empirismo: Hume
HUME Y EL EMPIRISMO
Marco histórico y cultural.
Hume aparece en el mismo bloque temático que Descartes, sin embargo vive un siglo después, por lo
tanto no se le puede aplicar la misma contextualización. El Renacimiento y la Reforma le quedan ya lo
suficientemente lejos como para vincularlo más a la siguiente época: la Ilustración. Cara al examen,
encuentro muy dudoso pedir una contextualización de Hume en relación con el Renacimiento, si acaso,
sería más probable que os pidan “vinculación del empirismo y el racionalismo con la revolución científica”.
Esa contextualización ya la tenéis en el tema anterior. Para el caso de Hume, yo añadiría que la revolución
científica ya había concluido y se había institucionalizado el método científico hipotético-deductivo de
Galileo. De tal modo que para la época de Hume la física de Newton estaba plenamente desarrollada y
estaba en proceso de aparición la química moderna. Hume es el último autor empirista, recoge las
conclusiones finales del empirismo y forma parte de la filosofía ilustrada más que la renacentista. Hasta tal
punto que I.Kant (el filósofo representativo de la Ilustración que vamos a estudiar) va a decir que la lectura
de Hume le “despierta del sueño dogmático de la razón”. De hecho Kant va a compartir con Hume una de
las misiones fundamentales para ambos que la Filosofía ha de cumplir: ser crítica con el conocimiento
humano, con la razón (con su “sueño dogmático” racionalista, con sus pretensiones de ser fuente de
conocimiento necesario).
I. Kant : 1724-1804
Descartes: 1596-1650
Rousseau : 1712-1778
Empirismo
J Locke: 1632-1704
D. Hume : 1711-1776
Revolución científica
Aunque J. Locke sea anterior cronológicamente a David Hume (1711-1776), por la temática de los
textos vamos a continuar el curso con él. Hume recibe como herencia el análisis que empiristas anteriores
han realizado sobre el proceso de conocimiento y la ontología, especialmente John Locke. Es un autor que
pertenece al siglo XVIII y se nota por su proximidad a las nuevas ideas de la Ilustración. De hecho se
considera el autor representativo de la ilustración escocesa (inglesa en general). Su pensamiento es
inquietante puesto que plantea más preguntas que respuestas, nos lleva a muchas dudas. Aunque es
empirista y, por lo tanto contrario a los principios del racionalismo, está claro que reflexiona precisamente
sobre temas que el racionalismo, Descartes, ha puesto sobre la mesa. Es imposible entender a los autores
empiristas sin tener en cuenta el racionalismo. No es que sea una mera reacción anti racionalista pero sí
continúa con la temática abierta: el origen de mi conocimiento, de mis ideas. La importancia de Hume
quizá estriba en la influencia que tendrá sobre Immanuel kant. Tenemos que estudiar a Hume con un
ojo puesto en kant, y merece la pena explicarlo porque ello nos hará mucho más fácil entender la compleja
filosofía kantiana
Hume es un autor ilustrado y está en contacto con ilustrados franceses, viaja a Francia y conoce a
Rousseau que, en su vida un tanto errante, acabará pasando una temporada en su casa.
EL PROYECTO DE HUME
Hume se plantea escribir un “Tratado sobre la naturaleza Humana” porque piensa que la ciencia y el
conocimiento son productos de esa naturaleza humana y quiere edificar una nueva ciencia a partir de los
mecanismos de funcionamiento de la mente humana. No le interesa crear una nueva ciencia natural: la
ciencia natural ya había encontrado su método: el de Galileo, luego aplicado por Newton y sus sucesores.
La ciencia ya avanzaba con fuerza en la época de Hume, ya había encontrado su camino.
Era la filosofía la que tenía que encontrar el suyo: la lógica, la política, la moral… Hume cree que
aplicando en lo posible el método experimental de la ciencia al ser humano (hoy en día diríamos,
estudiando la psicología del ser humano) era posible edificar esa nueva ética, lógica y política.
Años después escribe la “Investigación sobre el conocimiento humano” y afirma que es una obra mas
profunda y que supera al “Tratado”.
No es una pregunta nueva puesto que desde Platón ya se había intentado responder a esto. Lo nuevo
es el enfoque, aunque no del todo nuevo puesto que ya Locke había realizado algo parecido.
è Hume es empirista luego se niega a aceptar como afirmaban los racionalistas, que la razón
tuviera en sí ideas innatas. Todo lo que hay en nuestra mente procede de la experiencia, de la
empereia que dirían los griegos. Y ese ha de ser nuestro límite: si manejo una idea, un
concepto, y no soy capaz de explicar de qué experiencia sensible la he sacado es que no
es en absoluto fiable. Esa es una concepción fundamental.
A los contenidos de nuestra mente Hume los llama “percepciones” Las hay de dos tipos: impresiones
e ideas. Las impresiones son vivas y nos las transmiten los sentidos. Las ideas son copias, recuerdos
cuando el objeto que produjo la impresión ya no está presente. Si miro mi habitación tengo impresiones, “
Cuando cierro los ojos y pienso en mi habitación, las ideas que formo son copias de las impresiones que he
tenido” dice Hume.
Volviendo a formular lo anterior en términos de Hume: si tengo una idea, tiene que estar basada en
impresiones o conjuntos de impresiones que tuve en su momento. De lo contrario esa idea es algo
vacío, una fantasía que mi entendimiento ha creado por su cuenta, algo incierto. Solo puedo estar
verdaderamente seguro de algo de lo cual haya tenido una impresión.
A su vez hay impresiones simples y complejas: una mancha roja es una impresión simple, una
manzana es una impresión compleja: una forma mas un color mas un sabor etc. También hay ideas
simples como la idea de “frío”, “redondo”, “rojo”. Pero hay ideas complejas que son las que mas nos
interesan.
La idea de manzana es una idea compleja que yo he construido con las impresiones que he ido
teniendo a lo largo de mi vida: redondas, rojas, verdes con este o aquel sabor. Voy sumando impresiones
hasta llegar a una idea cada vez más compleja. Esa suma de impresiones se produce por una asociación
que mi entendimiento realiza por tres mecanismos: contigüidad, semejanza y causa-efecto. Sigamos
con el ejemplo de la manzana (que es mío pero sirve para un examen) si repetidamente tengo juntas varias
impresiones simples como redondo, rojo, olor a manzana, sabor a manzana las asocio por contigüidad
puesto que siempre aparecen juntas. Es la costumbre, el hábito, la base psicológica de esa asociación.
Hasta ahora siempre iban juntas, pero pueden cambiar en cualquier momento, yo no voy a estar seguro de
que sabe a manzana hasta que le de un mordisco, hasta que no tenga la impresión correspondiente. Puede
tener el aspecto y el olor de una manzana y saber a melón. Hasta que no la muerda no estaré seguro.
Hasta ahora siempre sabía a manzana pero no puedo saber con certeza qué pasará en el futuro, solo con
probabilidad. Si tiene ese aspecto y huele así es probable, solo probable que sepa a manzana, pero
seguro solo voy a estar cuando la muerda. Sobre el futuro solo tengo probabilidades, nunca certezas. Ese
es el límite de mi conocimiento. Hasta ahora el sol siempre ha salido y lo más probable es que mañana
vuelva a hacerlo, pero nunca estaré seguro hasta verlo. Un ejemplo conexión causa-efecto: hasta ahora
siempre que visto humo había una combustión. Eso no me garantiza que si mañana vea humo la causa sea
necesariamente una combustión.
En la terminología de Hume eso le llaman cuestiones de hecho y son meramente probables. Por la
experiencia y el hábito, voy estableciendo conexiones entre hechos, así construyo mi conocimiento, pero he
de ser consciente que entre ellas no existe necesidad. (Ejemplo mío: en una ocasión jugando al Padel sentí
un golpe en el gemelo. Se le llama “la pedrada” y es común entre los futbolistas. El futbolista se da la vuelta,
como hice yo para ver quien le ha lanzado una pedrada porque produce la misma impresión. En realidad es
una rotura de fibras y no existe piedra. Cuando alguien siente un golpe en el gemelo, lo mas probable es
que alguien se lo haya dado, sin embargo un día os puede pasar que miréis para atrás, no haya nadie y se
trate de una rotura de fibras. No necesariamente ha de haber “piedra”.)
Además de cuestiones de hecho nuestro conocimiento avanza estableciendo relaciones entre ideas.
Estas sí son necesarias pero eso no tiene que ver con su existencia real. Las matemáticas están
construidas exclusivamente sobre relaciones entre ideas. Yo puedo hacer una demostración en álgebra sin
saber si existe algún objeto real que se corresponda con esos símbolos.
Para distinguir lo necesario de lo probable basta hacer la siguiente prueba: si algo es necesario, lo
opuesto es imposible, impensable. No puedo pensar o imaginar un círculo cuyos puntos no sean
equidistantes del centro, ya no es un círculo. Por ella, en un círculo, sus puntos necesariamente han de ser
equidistantes del centro.
Sin embargo, sí puedo imaginar que el sol no salga mañana, luego no necesariamente saldrá,
probablemente sí, pero no necesariamente.
Las ciencias basadas en la experiencia nos proporcionan probabilidad, nada mas, puesto que se
basan en cuestiones de hecho: Solo las ciencias formales como las matemáticas aseguran necesidad,
pero, a cambio, no son capaces de garantizarnos la existencia real de lo que hablan, tratan de relaciones
entre ideas.
Hume va aplicar este principio a algunas de las ideas que manejamos y va a comprobar hasta qué
punto podemos encontrar impresiones en las que apoyarlas.
FENOMENALISMO
Siendo coherente con lo que hemos visto hasta ahora de la filosofía de Hume, cabe preguntarse ¿cómo
son las cosas en sí? No lo podemos saber, sabemos solo las impresiones que producen en nosotros.
Ejemplo mío: para nosotros el aire no es sólido, para un insecto que vuela dentro de él será mucho mas
sólido puesto que puede apoyarse y volar. Para una partícula alfa que viene desde el sol tranquilamente y
choca contra una molécula que forma parte del aire y se rompe contra ella, el aire es muy sólido, casi un m
muro. No conocemos los objetos “en sí” sino cómo son “para nosotros”. Ese es el concepto de “fenómeno”
que usan estos filósofos: algo tal y como alguien lo capta. Todo nuestro conocimiento se basa en
impresiones, en cómo captamos los objetos o fenómenos por nuestros sentidos. Pero esas impresiones
están ya dentro de nuestra mente, No sabemos cómo son en sí los objetos que las han producido ni
llegaremos a saberlo nunca. En realidad tampoco debería preocuparnos mucho, pero eso sí, tenemos que
ser conscientes de los límites de nuestro conocimiento. Esa es la actitud de Hume que expone en parte en
el texto 8. Allí analiza el concepto de sustancia y accidente que nos remite inevitablemente a Aristóteles y
que Descartes usa frecuentemente. La distinción entre sustancia, algo que permanece, un sujeto que tiene
una existencia autónoma, como diría Descartes: “algo que no necesita de otra cosa para existir” y el
accidente entendido como las propiedades que vemos y pueden cambiar, es una distinción sin base
ninguna. No captamos sustancias sino accidentes, en terminología de Hume sería mejor decir que
captamos impresiones y punto. Y yo no tengo la impresión de “mesa” o “manzana”, tengo una colección de
impresiones que suelen ir juntas y que en cualquier momento puede cambiar porque puedo descubrir una
nueva propiedad. El ejemplo de Hume es el del oro: algo amarillo, maleable, que se funde con el calor… y
un día descubro que se disuelve en agua regia y a partir de ese momento le atribuyo esa propiedad a su
esencia o sustancia. No hay tal sustancia, hay solo propiedades que voy descubriendo, fenómenos,
impresiones que mi memoria y entendimiento unen porque suelen ir juntas. Este planteamiento es
inquietante porque deja abierta la pregunta sobre cómo será el mundo en sí mismo, al margen de cómo lo
conocemos a través de las impresiones que tenemos de él. Pero ya Kant aceptará que tenemos que
renunciar a saberlo.
MENTE
IMPRESIONES
IDEAS
Objeto en
sí
¿?
EL CONCEPTO DE CAUSALIDAD.
Es un concepto que usamos sistemáticamente en nuestros razonamientos y con el cual explicamos
relaciones entre fenómenos. Es el tema desarrollado en el texto 7. No puedo saber sin haber tenido
experiencia cuando algo es causa de otra cosa.
Sé que el fuego es causa del calor porque
repetidamente he sentido calor al acercar la mano
al fuego. Sé que mi amigo ha ido de viaje porque
antes me había avisado. Si encontramos un reloj
en una isla razonaremos que antes hubo ahí una
persona. Estos razonamientos nunca son
necesarios, son solo probables. Estaré seguro de
algo si lo he percibido, si he tenido una impresión
de ello. Y mis razonamientos causales acertarán
con probabilidad pero pueden fallar: no puedo
estar seguro de cómo llegó el reloj hasta la isla,
es sólo probable que alguien estuviera allí antes,
pero podría haber llegado por otros medios
desconocidos para mí.
El reloj de la isla
La tesis fundamental que hay que desarrollar en relación al texto 7 y al concepto de causalidad es que la
relación entre una causa y su efecto no puede ser nunca conocida por un razonamiento (a priori dirá Kant)
sino por la experiencia. Nadie, puesto frente a un objeto nuevo puede descubrir sus causas y sus efectos
antes de haberlos experimentado y solo razonando sobre ellos. Un texto de Hume explica esto mejor que
nadie: “Adán, aun suponiendo que sus facultades racionales fueran desde el principio perfectas, no hubiera
jamás podido inferir de la fluidez y transparencia del agua que podría ahogarle…” Esta tesis es frontalmente
opuesta al proyecto racionalista de Descartes de construir una ciencia deductiva. Solo descubrimos nuevos
conocimientos por experiencia y solo conocemos las causas y efectos de algo por experiencia.
Coincidencias:
· Ambas corrientes filosóficas buscan un fundamento para la ciencia.
· Ambas se centran en el sujeto, en cómo razona y en los contenidos de su mente: Ideas en Descartes,
Percepciones en Hume.
· Lo que conocemos son ideas o percepciones que se encuentran en nuestra mente. Ya Descartes deja
muy claro y Hume coincide con él (veremos que Kant también) que no podemos saber con certeza
cómo es el objeto que ha producido esas impresiones o ideas. Fue Descartes quien descubrió este
problema para la filosofía moderna.
Diferencias:
· El Racionalismo confía en la capaz deductiva de la Razón, en su capacidad para producir
conocimiento nuevo por sí misma . El Empirismo por el contrario cree que nuestros razonamientos se
realizan siempre sobre la experiencia y la información que nos dan los sentidos.
· El Racionalismo afirma que la razón produce conocimiento necesariamente verdadero, el Empirismo
defiende que en el campo de las cuestiones de hecho no hay necesidad, solo probabilidad. Hay
necesidad en las relaciones entre ideas: un triángulo ha de tener necesariamente tres lados. Pero eso
nada me dice sobre si existe un solo triángulo en el universo, para saberlo tengo que recurrir a la
experiencia.
· Descartes concluye que mis conocimientos se van a corresponder con el mundo real: la existencia de
un Dios perfecto y bueno que me ha creado me lo garantiza. Hume no confía en tal cosa. (No es
tampoco declaradamente ateo) por lo que es escéptico sobre si el mundo es tal y como lo conozco a
través de mis impresiones e ideas.
Historia Filosofía 2º Bach
7
CGJordán
E M P I R I S M O : H U M E
Hasta aquí lo estrictamente necesario para una respuesta mínima al programa de la CIUG. Ahora bien,
vamos a profundizar un poco en una cuestión que relaciona a Descartes, Hume y, como luego veremos,
Kant. Es el tema de las tres substancias de las que hablaba Descartes.
è Dios
No mejor suerte corre la “sustancia infinita”, Dios. ¿Tengo alguna impresión de Dios? Se supone que es
la causa de todo pero eso es una suposición sin garantías. Es como ver humo y asegurar que hay un fuego.
Para estar seguro tendré que tener una impresión, ir y comprobarlo, mientras tanto es una mera suposición.
Cuando yo pienso en Dios, cuando yo lo pienso como existente y cuando creo que
existe, mi idea de él ni aumenta ni disminuye. Pero como es cierto que existe una
gran diferencia entre la simple concepción de la existencia de un objeto y la creencia
en él… Tratado de la naturaleza humana. David Hume, p 84 “De la naturaleza de la idea o creencia”
No puedo por lo tanto estar seguro de la existencia de lo que Descartes llama las tres sustancias y
Hume llama “mundo”, “yo” y “Dios”. No tengo certeza de ninguna de las tres.
Con ese escepticismo termina la filosofía de Hume. Veremos cómo resuelve esto Kant
D.HUME –texto 7
Investigación sobre o coñecemento humano, S. IV; Part I
D.HUME –texto 8
Tratado da natureza humana; L- I; Parte I; Sec. VI.
Contexto específico
Proyecto de Hume
Teoría del conocimiento
Fenomenismo, escepticismo.
Empirismo frente a racionalismo, antecedentes (Aristóteles, Locke).
Coincidencias y diferencias.
Análisis de Hume de las tres sustancias cartesianas. Una vez explicado Kant, respuesta
de éste al problema