Cap 45 Efectos Adversos de Los Aminoglucósidos
Cap 45 Efectos Adversos de Los Aminoglucósidos
Cap 45 Efectos Adversos de Los Aminoglucósidos
AMINOGLUCÓSIDOS
El grupo de los aminoglucósidos está formado por:
● gentamicina
● tobramicina,
● amikacina
● netilmicina
● kanamicina
● estreptomicina
● neomicina.
Estos medicamentos se utilizan principalmente para el tratamiento de las infecciones
causadas por bacterias aerobias gramnegativas; la estreptomicina es un fármaco
importante en el tratamiento de la tuberculosis.
A diferencia de la mayor parte de los inhibidores de la síntesis microbiana de
proteínas, que son bacteriostáticos, los aminoglucósidos son inhibidores bactericidas de
la síntesis proteica.
Antecedentes históricos y origen. Los aminoglucósidos son productos naturales o
derivados semisintéticos de los compuestos producidos por una gran variedad de
actinomicetos del suelo. griseus. La gentamicina y netilmicina son antibióticos de
amplio espectro derivados de ciertas especies del actinomiceto Micromonospora.
Mecanismo de acción. Los antibióticos aminoglucósidos son bactericidas rápidos. La
destrucción bacteriana depende de la concentración: cuanto más alta es, tanto mayor
la rapidez con que destruye microorganismos.
Los aminoglucósidos difunden por medio de canales acuosos formados por porinas,
proteínas que se encuentran en la membrana externa de bacterias gramnegativas y
penetran en el espacio periplásmico.
El transporte ulterior de los aminoglucósidos por la membrana citoplásmica (interna)
depende del transporte de electrones, en parte por la necesidad de que haya un
potencial eléctrico de membrana (negativo interior) que impulse el paso de estos
antibióticos al interior de la bacteria. Esta fase de transporte se denomina fase 1
dependiente de energía.
EFECTOS ADVERSOS DE LOS AMINOGLUCÓSIDOS
Ototoxicidad.- Puede haber disfunción vestibular y auditiva. Estudios en animales y en seres
humanos han corroborado la acumulación progresiva de estos fármacos en la perilinfa y endolinfa
del oído interno.
La acumulación surge ante todo cuando son altas sus concentraciones en plasma. Es lenta la
difusión retrógrada hacia el flujo de sangre; la semivida de los aminoglucósidos son cinco a seis
veces mayores en los líquidos del oído que en plasma. Es más probable que ocurra otoxicosis en
individuos con cifras siempre altas del medicamento en plasma.
La otoxicosis, que en gran medida es reversible, resulta de destrucción progresiva de las neuronas
sensoriales vestibulares o cocleares, que son muy sensibles a daño por aminoglucósidos.
Se ha demostrado, en casos de otoxicosis experimental, que los cambios incipientes inducidos por
aminoglucósidos son reversibles por acción del calcio. Sin embargo, una vez que se pierden las
neuronas sensoriales, no hay regeneración y ocurre degeneración retrógrada del nervio auditivo y la
sordera es irreversible.
Fármacos como el ácido etacrínico y la furosemida potencian los efectos ototóxicos de los
aminoglucósidos.
Investigar meticulosamente una otoxicosis en los pacientes que reciben una dosis alta o un régimen
prolongado de aminoglucósidos; no obstante, en ocasiones la sordera se manifiesta varias semanas
después de interrumpir el tratamiento.
La acumulación surge ante todo cuando son altas sus concentraciones en plasma. Es lenta la
difusión retrógrada hacia el flujo de sangre; la semivida de los aminoglucósidos son cinco a seis
veces mayores en los líquidos del oído que en plasma. Es más probable que ocurra otoxicosis en
individuos con cifras siempre altas del medicamento en plasma.
La otoxicosis, que en gran medida es reversible, resulta de destrucción progresiva de las neuronas
sensoriales vestibulares o cocleares, que son muy sensibles a daño por aminoglucósidos.
Se ha demostrado, en casos de otoxicosis experimental, que los cambios incipientes inducidos por
aminoglucósidos son reversibles por acción del calcio. Sin embargo, una vez que se pierden las
neuronas sensoriales, no hay regeneración y ocurre degeneración retrógrada del nervio auditivo y la
sordera es irreversible.
Fármacos como el ácido etacrínico y la furosemida potencian los efectos ototóxicos de los
aminoglucósidos.
Investigar meticulosamente una otoxicosis en los pacientes que reciben una dosis alta o un régimen
prolongado de aminoglucósidos; no obstante, en ocasiones la sordera se manifiesta varias semanas
después de interrumpir el tratamiento.
Nefrotoxicidad. Se sabe que 8 a 26% de individuos que reciben un aminoglucósido por más de
varios días mostrarán trastorno renal leve, casi siempre reversible. El daño inicial en este sitio se
manifi esta por la excreción de enzimas en el borde en cepillo del túbulo renal.
La toxicidad guarda relación con la cantidad total del fármaco administrado. El potencial
nefrotóxico varía según el aminoglucósido de que se trate.
*La neomicina, que muestra concentración en máximo grado, es fuertemente nefrotóxica en el ser
humano y no debe administrarse por vía sistémica.
*La estreptomicina no se concentra en la corteza renal, de modo que es la menos nefrotóxica. Gran
parte de la controversia ha girado alrededor de las toxicidades relativas de gentamicina y
tobramicina.
*La gentamicina se concentra en el riñón en mayor grado que la tobramicina. Otros fármacos, como
anfotericina B, vancomicina, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, cisplatino y
ciclosporina potencian los efectos nefrotóxicos de los aminoglucósidos.
Se ha atribuido a los aminoglucósidos una reacción tóxica infrecuente que incluye bloqueo
neuromuscular agudo y apnea. El orden decreciente de capacidad para producir bloqueo es:
neomicina, kanamicina, amikacina, gentamicina y tobramicina. Las personas con miastenia grave
son particularmente sensibles al bloqueo neuromuscular mediante aminoglucósidos.
Los aminoglucósidos son capaces de inhibir la liberación presináptica de acetilcolina, en tanto que
también aminoran la sensibilidad postsináptica a dicho transmisor.
En términos generales, los aminoglucósidos poseen escaso potencial alergénico y son infrecuentes
la anafi laxia y las erupciones. Se han señalado reacciones ocasionales de hipersensibilidad, como
erupciones cutáneas, eosinofiia, fi ebre, discrasias sanguíneas, angioedema, dermatitis exfoliativa,
estomatitis y choque anafi láctico.
ESTREPTOMICINA
Utilizada para el tratamiento de ciertas infecciones esporádicas, casi siempre combinada con otros
antimicrobianos. Menos activa que otros miembros de la clase, utilizada contra los bacilos aerobios
gramnegativos, mediantela inyección intramuscular profunda o por vía intravenosa.
Tuberculosis. debe utilizarse siempre en combinación con uno o dos compuestos antifímicos, más
aquellos a los que sea sensible la cepa patógena. La dosis para pacientes con función renal normal
es de 15 mg/kg/día en una sola inyección intramuscular durante dos a tres meses, después de lo cual
continúa dándose dos a tres veces por semana.
GENTAMICINA
mportante para tratar muchas infecciones graves por bacilos gramnegativos. Es el aminoglucósido
de primera elección actividad fi able contra casi todos los aerobios gramnegati-
vos, excepto los más resistentes.
Estos aminoglucósidos son efi caces en una gran variedad de infecciones, pero sus efectos adversos
limitan su aplicación a las infecciones más graves y aquéllas en las que un medicamento menos
tóxico esté contraindicado o sea menos efi caz.
Los aminoglucósidos no deben mezclarse en la misma solución con penicilinas, porque éstas los
inactivan.
Infecciones urinarias. Los aminoglucósidos no suelen estar indicados en las infecciones urinarias
no complicadas, aunque una sola inyección ntramuscular de gentamicina (5 mg/kg) es efi caz en
más de 90% de las infecciones urinarias no complicadas.
Neumonía. casi siempre son sensibles a los antibióticos lactámicos β, macrólidos o una fl
uoroquinolona y no suele ser necesario recurrir a los aminoglucósidos, la gentamicina no se utilizan
como único fármaco en el tratamiento de la neumonía extrahospitalaria.
Aplicación tópica
TOBRAMICINA
Semejantes a los de la gentamicina. Puede aplicarse por vía intramuscular o intravenosa. Sus dosis y
concentraciones séricas son idénticas a las de la gentamicina. La tobramicina también se distribuye
en forma de pomadas y soluciones oftálmicas.
AMIKACINA
De espectro amplio de todo el grupo y, por su peculiar resistencia a las enzimas que inactivan
aminoglucósidos, es de particular utilidad en hospitales donde prevalecen microorganismos
resistentes a gentamicina y tobramicina.
El fármaco se absorbe al poco tiempo de su aplicación intramuscular, y luego de inyectar 7.5 mg/kg
las concentraciones máximas en plasma se acercan a 20 μg/ml. El goteo intravenoso de la misma
dosis en un lapso de 30 min produce una concentración máxima en plasma cercana a 40 μg/ml al
finalizar la venoclisis; la cifra disminuye a 20 μg/ml unos 30 min más tarde.
La concentración 12 h después de una dosis de 7.5 mg/kg típicamente es de 5 a 10 μg/ml. Una dosis
de 15 mg/kg una vez al día produce concentraciones máximas de 50 a 60 μg/ml, y un punto más
bajo de 1 μg/mililitro.
Aplicaciones terapéuticas.