Estandares de Bibliotecas
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Estandares de Bibliotecas
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Catalina Nau,nis Peña Definición de espacios arquitectónicos para bibliotecas acad6oicas
sión de trabajo, de manera que todos los demás usuarios interesados estén
al tanto y puedan participar.
3: “Si alguien ha de integrarse al equ¿-
Dice el maestro Garza Mercado
po de planeamiento, es mejor que lo haga desde el comienzo de sus activi-
dades.
Y en atención a este precepto es conveniente que se incorpore un ase-
sor bibliotecario, especializado en el planeamiento de bibliotecas, el cual
obviamente comienza por un estudio de las necesidades y un planteo de las
soluciones posibles.
En su reporte titulado: “The planning team”, I-loyt Galvin4, ha insisti-
do en la necesidad de que el bibliotecario actúe como coordinador del
proyecto, y por lo tanto (más tarde) como secretario ejecutivo de la Co-
misión.
También Raymond bIt5, en 1989, aconseja constituir un “Equipo pa-
ra el Estudio de las Necesidades” que en su integración traduzca fuerte-
mente las inquietudes de los usuarios y del personal que trabaja en la bi-
blioteca.
Ya en 1963, Jean Bleton6 señalaba que en los Estados Unidos estaba
consolidada entre las autoridades universitarias la idea de que es necesario
contratar a un asesor bibliotecario. Incluso, también, la conveniencia de
consultar a otros bibliotecarios afines de la zona, que ya hubiesen partici-
pado en algún proyecto.
Al respecto, Bleton cita a su vez a John Bluchard7, quien en 1946 es-
cribió que: “quien decide construir un edificio para una biblioteca univer-
sitario ve erguirse ante sí tres apariciones: el espectro del arquitecto, el es-
peCtro del crecimiento futuro y el espectro de los posibles cambios
Galvin8 resaltó asimismo que un principio fundamental para el buen
funcionamiento del equipo interdisciplinario consiste en que, desde el co-
y
Revista Genero) de Injánnnch5n Docu,nentacíon 1 38
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Catalina Nau,nis Peña Definición de espacios arquitectónicos para bibliotecas académicas
Debido a que toda reforma habrá de partir desde los recursos con que
cuenta la biblioteca, es imprescindible el proceder a su identificación, des-
cripción, enumeración y sistematización. Previamente a toda formulación
para el desarrollo, es preciso conocer con precisión la situación actual. A
continuación, se consideran por separado los diferentes elementos a ser te-
nidos en cuenta para este Inventario.
Holt9 insiste en que los problemas para acomodar y utilizar bien lo
existente es fundamental para determinar las deficiencias actuales, y para
después disponer de esto como base para la estimación de necesidades en
el futuro.
Al efectuar la descripción de lo existente, la Comisión se enfrenta a la
disyuntiva de no imprimir a aquella un sesgo de ‘intencionalidad de re-
INVENTARIO DE ACERVOS
INVENTA RIO DE RECURSOS HUMANOS
USUARIOS
USUARIOS INTERNOS ACTIVOS
USUARIOS POTENCIALES
PERSONAL
ACADÉMICO PROFESIONAL
ADMINISTRATIVO
INVENTARIO DE MOBILIARIO
INVENTARIO DE EQUIPOS
INVENTARIOS DE LOCALES
Ejemplo:
7. PROYECTOS DE LA INSTITUCIÓN
‘4 Bruce SHUMÁN (1989): TIte library of tIte futu re. Michigan: Libraries Unlimited, 140
PP.
‘5 Lee B. BIuÁwNER (1989): “Designing library buildings for the 2lst. century”, PP.
221-232.
16 Roy J. AOÁMs (1986): Information tecItnology and libraries: afuturefor academic
libraries. London: Croom HeIm, 192 pp. (Information technology series).
‘~ Frederick LÁNCÁsTER (1975): ‘The paperless society revisited”, Pp. 18-32. Reader
on tIte library building. Hal B. Sehelí, Englewood, Col: Microcard.
I~ Godfrey TtíoMPsoN (1989): Planning and design of libraty buildings, 3~ ed., Lon-
don: Butterworth, p. 13.
19 Susan Baerg EPsTEIN (1991): “Technology, buildings and the future’. Library Jour-
nal,vol.116,n.021,p. 112,
20 fl, It Ln~cu (1981): “Standards for university libraries” lELA loarnal, vol. 13, nf
2, p. 121.
21 Peter HÁvÁRD-Wu.L.IÁMs (1968): “Standards of surface needed for univcrsity libra-
ries”. Lihri, vVol. 21, n.0 4, Pp. 373-385.
22 Heather M. EowARos (1990): lJniversitv librar y building planning. Metuchen, N.J.:
The Scarecrow Press Inc., pp. 9-23.
23 José ORozco TENoRIo (1979): “Normas para la planeación de edificios para biblio-
tecas universitarias”. En Seminario de Arquitectura para las Bibliotecas (Morelia, Mich.:6-8
sep. 1979), Memorias. México D. F.: ABIFSI.
24 Isabelle CRosNIER, Marie BísnRoueK y Pierre MERtIN (1993): “Lélaboration de pro-
gramme théorique des besoins”. En Construire une Bibliothéque universitaire: de la con-
ception a la realization. Sons la direction de Marie-Francoise Bisbrouck et Daniel Renoult.
Paris: Editions du Cercle de la librairie (Collection bibliorhéques 1 sons la direction de Mar-
Une Ponlain), p. 75.
25 Raymond M. HoL¡ (1989): Planning íibrary buildings andfaciíities. From concepí
to completion. Metuchcn, Ni.: The Scarecrow Prcss,lnc. (The Searecrow Library Adminis-
tration Series, 9), p. 59.
26 “Standards for college libraries, 1995 edition: final version approved by the Asso-
ciation of College & Research Libraries News Board and tbe ALA Standards Committee, Fe-
bruary 1995”, p. 248, College & Research Libraries News, vol. 56, n.0 1 (Jan. 1995).
Los cálculos en este rubro exhiben las mismas características de los li-
bros y los autores relacionan la cantidad de títulos, con el número de in-
vestigadores, la cantidad de grupos de trabajo o para casos de bibliotecas
universitarias en general, con el tamaño de la población estudiantil. La
ABIESI recomienda 15 ó 20 títulos por carrera impartida en la Universi-
dad.
Se considerarán por título, y por año, al que pueden corresponder uno
o más volúmenes, ya que se compra, como mínimo, una suscripción anual
del título. Puede calcularse el crecimiento realizando inferencias estadísti-
cas a partir de las observaciones de los incrementos anuales de los últimos
años. Una cifra recomendable es 1,5 títulos por investigador, promedio ob-
servado en las bibliotecas del área de la investigación científica de la
UNAM. Ésta norma requiere revisión por el incremento de los títulos elec-
trónicos que no se adquieren en papel.
a) Norma de anaquel
b) Norma de carrito
promedio parada. Su ancho será menor que el de los pasillos entre anaque-
les y carecerá de salientes que puedan engancharse.Constará de una barra
para empujarlo. Las ruedas y sus articulaciones estarán diseñadas para per-
mitir un desplazamiento lo más silencioso posible. Ancho total: 45 cm, con
una panel en medio, para colocar materiales de los dos lados. Altura de la
barra para empujar; 105 cm. del piso. Ruedas:diámetro deiS a 20 cm, con
llanta de hule de 2 cm de ancho o más. Construido en aluminio, para que
resulte liviano y no se oxide.
Permitirá que un usuario, al estar sentado en una silla, pueda leer có-
modamente un libro y a la vez disponga de superficie para escribir en un
cuaderno y la computadora, consultar dos libros, disponer de lápices y plu-
mas.
La altura de la mesa será la conveniente para que al estar, las piernas en
posición vertical y los muslos horizontales, éstos pasen holgadamente por
debajo de aquellaEI ancho de la mesa será suficiente para apoyar ambos
codos sobre ella, y la profundidad corresponderá al alcance de la mano, sin
levantarse de la silla. Altura del tablero de la mesa respecto al piso: 75 cm
(para México). Ancho del tablero: 75 cm. Profundidad del tablero: 120 cm.
Construida en madera fuerte, con patas en sus cuatro extremos. Superficie
de color claro y acabado no reflejante. El ángulo formado por el recubri-
miento del tablero y el costado del mismo deberá ser cuidado porque allí
se produce el roce con los antebrazos del usuario. Existirá una conexión
cercana a la red, para conectar su computadora.
Será una mesa igual a la descrita por la norma anterior, incluida la po-
sibilidad de acceso remoto, pero con el añadido de una mampara al frente
y otras laterales si es necesario, para aislar visualmente al lector y aumen-
tar la atenuación acústica. Además constará de un entrepaño al alcance de
Las características generales son las mismas que las anteriores, varian-
do el el ancho y el largo. Estas medidas están relacionadas con la cantidad
de sitios que se dispondrán en cada mesa. Thompson34, describe los ta-
maños correspondientes Para mesas de 6 lectores propone 250 cm. por 120
cm, para 8 lectores el tamaño corresponde a 335 por 120 cm., para 4 lec-
tores de un solo lado presenta mesas de 335 por 60 cm. Las posibilidades
de conexión remota serán por lo menos la mitad de la correspondiente a ca-
da lugar posible en la mesa colectiva.
d) Norma de silla
33 Paola VIOuLLI (1998): Diseño de bibliotecas: guía para plantficar y proyectar bi-
hliotecasptiblicas. Gijón:Trea, p. 215.
Adquisiciones: 9 m2 1 empleado
Análisis de información: 9 m2 1 empleado
Procesos físicos: 9 m2 1 empleado
(mínimo espacio 23 m2)
Preparación encuadernado: 23 m2 1 empleado
(mínimo espacio: 30 m2)
Jefe de sección: 14 m2
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Catalina Nau,nis Peña Definición de espacios arquitectónicos para bibliotecas académicas
Bibliotecario: 9 m2
Jefe de sección: 12 m2
Dado que las fotocopiadoras desprenden gas ozono y éste posee un li-
gero efecto sobre el sistema nervioso (sensación de fatiga precoz), es ne-
cesaria una amplia ventilacion.
Oficina director: 22 m2
Oficina: secretarial: 3 m2 1 secretaria (espacio mínimo: 9 m2)
Salita para el personal: 12 m2
a) Norma de bodega
b) Norma de vestíbulo
c) Norma de guardabultos
Será considerado “no asignado” todo aquel sector de edificio que no es-
té destinado directamente a la realización de una función bibliotecaria.
Estos espacios son conocidos también como circulaciones o espacios
vacíos y son calculados por los arquitectos en proporción a los espacios lle-
nos y de acuerdo con las circulaciones esperadas. En bibliotecas acadé-
micas con un promedio bajo de circulación, se recomienda considerar un
15% para espacios no asignados en proporción a los espacios llenos.
Está destinada al ingreso a una planta por la fachada posterior, con fi-
nes de desplazar materiales o equipos. Asimismo servirá como salida de
emergencia, lo cual resultará garantizada si se la usa cotidianamente.
NECESIDAD ESTIMADA
REQUERIMIENTO = ________________________
60 (usuarios)
= 10 (mesas)
6 (usuarios 1 mesa)
Debe tenerse claro que, en ciertas ocasiones, el solo estudio sobre ne-
cesidades puede hacer luz acerca de cómo mejorar el funcionamiento de
una biblioteca, sin realizar grandes inversiones.
Es aconsejable trabajar con esta mentalidad y elaborar el documento de
manera transparente y objetiva. A lo sumo, se podría ver al documento co-
mo un resumen del estudio de factibilidad para la mejora sustancial de la
biblioteca. Pero se debe evitar el formularlo como un plan de acciones
(programa), lo cual resultaría prematuro.
Sobre todo, porque durante la etapa que culmina no se manejaron va-
riables económicas, sino estrictamente técnicas de Bibliotecología.
Tanto las necesidades como los requerimientos para satisfacerlas son
presentados como emergentes directos de una realidad institucional.
OBRAS CONSULTADAS
ADAMs, Roy J.: Information technology and libraries: afuturefor acadernic libra-
ries, London: Croom Helm, 1986, 192 pp. (Information technology series).
BIIToN, Jean: “La construcción de la biblioteca universitaria: cómo preparar un0
proyecto”. Boletín de la UNESCO para las bibliotecas, Pp. 319-328, vol. 17, n.
6, 1963.
BRAwNER, Lee B.: “Designing library buildings for tbe 2Ist. century”, Pp. 221-232.
London: Harwortb Press, 1989.
LYNcH, B. P.: Standardsfor university libraries, p. 121. IFLA Journal, vol. 13, n.0
2, 1987.
METCALF, Keyes D.: Planning academic and research library buildings. Ed. Philip
Leighton and David Weber, 2.~ ed. Chicago (Illinois): ALA, 1986, 630 pp.: il.
NAuMIs PEÑA, Catalina: Contribución bibliotecológica al diseño de los edificios pa-
ra bibliotecas académicas. México: La autora, 1995, ix, 335 pp. Tesis (Maes-
tría en Bibliotecología) UNAM.
NAUMIs PEÑA, Catalina: Nueva biblioteca para el Instituto de Física: proyecto bi-
bliotecológico. México: Instituto de Física, UNAM, 1987, 78 pp.: il.
ORozco TENORIO, José: Determinación de necesidades de espacio: segunda etapa.
México: UAM-Iztapalapa. Coord. Sen. Doc., 1984, 7 pp. (Fotocopias).
ORozco TENORIO, José: Normas para la planeación de ed<ficios para bibliotecas
universitarias. En Seminario de Arquitectura para las Bibliotecas (Morelia,
Mich.: 6-8 sep.: 1979). Memorias. México D. F.: ABIESI, 1979.
“Standards for college libraries, 1995 edition: final version approved by the Asso-
ciation of College & Research Libraries News Board aud Éhe ALA Standards
Committee, February 1995”, Pp. 245-257. College & Research Libraries News,
vol. 56, n.0 1 (Jan. 1995)
THoxíPsoN, Godfrey: Planning and design of library buildings, 3.~ ed. London: But-
terworth, 1989, vii, 224 Pp.
VIDULLI, Paola:Diseño de bibliotecas: guía para planificar y proyectar bibliotecas
públicas. Traducción Xilberto Llano Cadíes. Gijón: Trea, 1998, 295 pp.: il. (Bi-
blioteconomía y administración cultural, 15).