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Empresa Emsal

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Empresa emsal

DESCRIPCIÓN
Se entiende por sal de calidad alimentaria el producto cristalino que consiste
predominantemente en cloruro de sodio. Se obtiene del mar, de depósitos subterráneos de sal
mineral o de salmuera natural.

COMPOSICIÓN ESENCIAL Y FACTORES DE CALIDAD

CONTENIDO MÍNIMO DE NACL

El contenido de NaCl no debe ser inferior al 97 por ciento de la materia seca, con exclusión de
los aditivos.

PRODUCTOS SECUNDARIOS Y CONTAMINANTES NATURALMENTE PRESENTES

El resto estará integrado por productos secundarios naturales, presentes en cantidades


diversas según el origen y el método de producción de la sal, y compuestos sobre todo de
sulfatos, carbonatos y bromuros y cloruros de calcio, potasio, magnesio y sodio. Puede
contener también contaminantes naturales en cantidades diversas según el origen y el método
de producción de la sal.

UTILIZACIÓN COMO VEHÍCULO


Cuando la sal se emplee como vehículo de aditivos alimentarios o nutrientes por razones
tecnológicas o de salud pública se utilizará sal de calidad alimentaria. Ejemplos de tales
preparados son las mezclas de sal con nitrato y/o nitrito (sal de curado) y la sal mezclada con
pequeñas cantidades de fluoruro, yoduro, hierro, vitaminas, etc., y aditivos utilizados para
transportar o estabilizar tales adiciones.

YODACIÓN DE LA SAL DE CALIDAD ALIMENTARIA

En las zonas afectadas por la carencia de yodo, la sal de calidad alimentaria se yodará para
prevenir los trastornos yodo carencial (TCY) por motivos de salud pública.

Compuestos de yodo Dosis máxima y mínima

Las dosis máxima y mínima utilizadas para la yodación de la sal de calidad alimentaria se
calcularán como yodo (expresado en mg/kg) y serán establecidas por las autoridades sanitarias
nacionales teniendo en cuenta la situación local con respecto a la carencia de yodo.

Garantía de la calidad

La sal yodada de calidad alimentaria será producida exclusivamente por fabricantes de


confianza que posean los conocimientos y el equipo necesarios para la producción adecuada
de sal yodada de calidad alimentaria y, en concreto, para dosificarla correctamente e incluso
entremezclarla.

CONTAMINANTES
La sal de calidad alimentaria no podrá contener contaminantes en cantidades y formas que
resulten nocivas para la salud del consumidor. En particular, no deberán superarse los
siguientes límites máximos:

1 ARSÉNICO

- no más de 0,5 mg/kg, expresados como As.

2 COBRE

- no más de 2 mg/kg, expresados como Cu.

3 PLOMO

- no más de 2 mg/kg, expresados como Pb.

4 CADMIO

- no más de 0,5 mg/kg, expresados como Cd.

5 MERCURIO

- no más de 0,1 mg/kg, expresados como Hg.


La Contaminación de Cerro de Pasco

como una las 16 ciudades más críticas del país, frente a lo cual es urgente
asumir responsabilidades y no continuar en la indiferencia y conducta pasiva
que muestran las autoridades de los gobiernos locales.

Responsables de la Contaminación de Cerro de Pasco

Una reflexión sobre la contaminación en Cerro de Pasco

Estos son los responsables del daño ambiental en Cerro de Pasco:

Programas de Manejo y Adecuación Ambiental (PAMAS) no se cumplen porque


no hay fiscalización gubernamental ni participación ciudadana

Inversiones mineras no han significado progreso ni desarrollo social pero sí


aumento de la pobreza y toda clase de lacras sociales
¿Por qué la riqueza minera de Cerro de Pasco no ha producido desarrollo de la
región y progreso social y humano de sus habitantes? Hugo Sosa Santiago,
investigador del Centro Labor en Cerro de Pasco, cree que en los 475 años de
actividad minera en esta provincia, las empresas mineras han actuado de
espaldas a la realidad, amparadas en una profunda insensibilidad de las
instituciones del Estado y gobiernos locales.

Estos nunca fiscalizaron el respeto al medio ambiente ni hicieron los esfuerzos


para que las millonarias ganancias de las empresas significaran también el
progreso de la región.

Antecedentes:

Desde que la minería fue definida como actividad económica, se ha constituido


como una fuente de recursos para su desarrollo, sin embargo desde mediados
del siglo pasado la humanidad a empezado a pensar seriamente en el costo
social, ambiental y de salud que generan los sistemas de explotación y
transformación de los recursos mineros no renovables, no sólo por destruir la
tierra, sino especialmente por la gran cantidad de desmontes, relaves, gases
tóxicos, polvos, aguas ácidas y otros que consecuentemente destruyen los
recursos naturales del planeta, sumándose a esto el deterioro de la salud y la
inestabilidad emocional y social de las poblaciones que viven al entorno del
trabajo minero.

La historia de la ciudad del Cerro de Pasco no es ajena a la situación descrita,


desde 1630 en que Santiago Huaricapcha dio a conocer la existencia de una
riqueza argentífera en esta zona, pasando por la llegada en 1900 de la empresa
norteamericana Cerro de Pasco Cooper Corporation, que en muestra clara de
abuso y prepotencia no solo explotó los recursos mineros, sino también los
hídricos y ganaderos. En 1976 fue estatizada y pasó a ser la Empresa Minera
del Centro (CENTROMIN PERU), catalogada entonces como una de las
principales de América Latina en producción minera, hasta que fue traspasada,
mediante un dudoso proceso de privatización, a la empresa privada Volcan Cia.
Minera.

En los distritos de Chaupimarca, Yanacancha, Simón Bolívar, Tinyahuarco,


Huayllay y Yarusyacán, actualmente vienen operando doce empresas mineras y
siete plantas de beneficio mineral, todas ellas producen una gran diversidad de
agentes contaminantes que son fuentes importantes de impactos directos e
indirectos para el medio ambiente y la vida humana de Cerro de Pasco y de las
zonas periféricas donde se desarrollan estas actividades.

Al crecimiento irregular y desordenado de Cerro de Pasco y sus capitales


distritales, hay que agregar la carencia de servicios básicos (agua, desagüe)
suficientes y adecuados, y los servicios de saneamiento y limpieza no son
asumidos de manera prioritaria por las autoridades locales y comunales.
En el estudio realizado por CISEPA- PUCP en 1996 se menciona que todo este
proceso de asentamiento de la minería en Cerro de Pasco, ha generado
profundas distorsiones negativas en la identidad socio cultural de la población,
pérdida de la memoria histórica, destrucción de símbolos y de valores
ancestrales; a lo cual complementaríamos que la población a consecuencia de
estos impactos asume como algo natural y cotidiano, y parte de si vida, convivir
con la contaminación.

Si bien es cierto que la minería como actividad económica es significativa para


el país, lamentablemente no lo es socialmente. En todas las épocas, la actividad
del trabajador minero se ha desarrollado en un ambiente signado por
enfermedades ocupacionales, deterioro de las relaciones sociales, pérdida de la
identidad, incremento de madres adolescentes o madres solteras, aparición de
bares, cantinas y discotecas como resultado de la presencia de “las contratas”
de gente foránea, los cuáles suelen emigrar a otros lares al culminar su periodo
laboral.

Tajo abierto ocupa el 50% de la capital

Contaminación del aire y plomo en la sangre de los habitantes, son los


problemas crónicas de Cerro de Pasco

Las zonas urbanas de los distritos de Simón Bolívar, Yanacancha y toda la


circunscripción de Chaupimarca están directamente perjudicadas por los
procesos de contaminación ambiental minero, observándose los siguientes
problemas:

– Permanencia de conflictos por uso de suelo: el tajo abierto ocupa el 50 % de


polígono de la ciudad, el desalojo de pobladores y moradores, destrucción de
viviendas, tugurización, hundimientos, modificación del paisaje, destrucción de
calles e infraestructura.

– Persistencia de la contaminación del recurso hídrico con relaves, desmontes,


residuos sólidos y líquidos y aguas ácidas, que entre otros aspectos, trae como
consecuencia la destrucción de la flora y fauna. Adicionalmente se presenta el
déficit de suministro de agua para consumo humano, porque el abastecimiento
es compartido con la empresa minera.

– La contaminación del aire no ha sido mitigada, y es fuente directa de


enfermedades en la población, particularmente de los niños menores de cinco
años, a lo que hay que sumar la contaminación producida por las canchas de
relaves, botaderos de basura, desmonte al aire libre, lluvia ácida y las fuentes
de aguas contaminadas móviles y fijas.

– La presencia de plomo en sangre, en valores que superan los límites


permisibles dispuestos por la Organización Mundial de la Salud (10ug/dl)
especialmente en niños menores de doce años en zonas como Paragsha,
Champamarca y Huayllay.
– Se mantiene el déficit de viviendas y dotación de servicios, con áreas verdes
mínimas y escasas zonas de recreación.

Empresas cumplen PAMAS solo por obligación, no por convicción

La ciudad de Cerro de Pasco está considerada como una las 16 ciudades más
críticas del país (Evaluación de la Situación Urbano Ambiental de la Ciudad
Minera de Cerro de Pasco”, LABOR, 2003 pp10), frente a lo cual es urgente
asumir responsabilidades y no continuar en la indiferencia y conducta pasiva
que muestran los siguientes protagonistas:

– Las autoridades de los gobiernos locales, tanto provincial como distritales, así
como los funcionarios que representan a los ministerios de Educación,
Agricultura, Energía y Minas y otros, no consideran al tema ambiental como
prioritario, lo que ocasiona que la población (niños y adultos) tampoco valoren
los recursos naturales ni la preservación de los mismos.

– De igual manera nos atrevemos a indicar que las autoridades regionales,


locales y comunales, igualmente, se sienten ajenos a la problemática de
contaminación de sus localidades, pero a la vez nosotros también contribuimos
con nuestra pasividad y posición de simples observadores.

– Los responsables de las empresas mineras existentes en la región, amparados


por un marco legal inadecuado y parcializado, no se conmueven por los graves
los impactos ambientales y sociales que ocasionan y lamentablemente nunca ha
tomado la iniciativa de superar y reparar los daños causados sobre los recursos
naturales pertenecientes a las comunidades campesinas.

Las empresas mineras, en la actualidad sólo se limitan a cumplir “por


obligación” sus Programas de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), sin que
existan iniciativas ni políticas empresariales ambientales propias, donde
participen por igual, las organizaciones sociales afectadas, las autoridades
locales y la población.

– Poca o ninguna difusión de las normas vigentes, esto es una deficiencia que
se observa en todo el país. El grueso de la población en el ámbito nacional
recibe poca información de los medios de comunicación masiva, a ello se suma
la falta de iniciativa de los pobladores por acceder a esa información, por lo
cual se recomienda que la educación ambiental se imparta en todos los niveles
educativos en forma permanente y a nivel nacional.

Contaminación atmosférica, relaves y plomo en la sangre abaten a


Cerro de Pasco

De otro lado, en éstos últimos años, algunas instituciones como el Centro de


Cultura Popular LABOR, vienen trabajando en los procesos prioritarios de
sensibilización de la problemática ambiental y hacer evidente el estado de
contaminación aguda que afecta a nuestras localidades.
Actualmente, los trabajos consisten en apoyar procesos de participación,
promoviendo que la población genere propuestas para identificar la
contaminación, desarrollar sus capacidades organizativas para exigir sus
derechos, impulsar otras actividades económicas y preservar los recursos
naturales.

En el primer año de gobierno municipal, la Comuna Provincial de Pasco ha


convocado a reuniones de trabajo a los funcionarios de las empresas mineras
del entorno, pero lamentablemente, luego de cuatro sesiones no hubo
resultados positivos ni participativos.

Por el contrario, los conflictos entre las empresas y las comunidades se han
agudizado, muestra de ello es lo que ocurre entre la comunidad urbana de
Ayapoto y Volcan Cia. Minera o el acontecimiento entre las comunidades
campesinas de Lalaquia y Ticlacayán y la empresa Atacocha, ante los cuáles, las
autoridades no tienen ningún rol protagónico para favorecer una solución a
favor de las comunidades.

La contaminación ambiental es general. La ciudad del Cerro de Pasco, las zonas


de Yanacancha, Paragsha, Ayapoto y Champamarca están contaminadas por la
presencia de desmontes mineros y plomo en sangre; Quiulacocha, las cuencas
de los ríos San Juan y Huallaga afectados por relaves, mientras que la
microcuenca del Río Tingo es un cadáver. Sus aguas totalmente contaminadas
no albergan ningún tipo de vida.

Es hora de unirnos y luchar contra la contaminación del plomo, arsénico y gases


tóxicos que afectan de manera crónica a las generaciones presentes y futuras.
Es hora de luchar por la recuperación de nuestros recursos naturales, y hacer
de Pasco un lugar digno y sano donde vivir. ES TAREA
PRIORITARIA. www.EcoPortal.net

* Responsable del Area Medio Ambiente y Desarrollo Regional del Centro


LABOR / Titulares y subtítulos periodísticos son de la Redacción de LA RAZON.

** Publicado en el diario LA RAZON el lunes 04 de julio del 2005

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