Introducción - Conclusiones
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Introducción - Conclusiones
Desde los tiempos de la colonia Bolivia ha sido un país minero. Por décadas, el
cerro rico de Potosí ha sido el yacimiento de minerales de plata más importante del
mundo. Su descubrimiento en 1545 inicia el ciclo de la minería en el territorio que
hoy constituye Bolivia. Para aprovechar la plata de Potosí se introducen tecnologías
de punta para su tiempo; pero no se toman en cuenta ni los efectos para la población
originaria ni los impactos para el medio ambiente. Las utilidades generadas no son
distribuidas equitativamente y la minería colonial no resulta en una amplia corriente
de desarrollo regional. Tampoco se crean empresas que duren en el tiempo, ya que
los beneficios obtenidos no son reinvertidos en las zonas de aprovechamiento
minero. Sin embargo, la minería colonial inicia un circuito económico en el cual el
transporte y el comercio asumen un rol determinante. La producción se basa en el
trabajo de los indígenas bajo el régimen de la mita. Cada año llegan a Potosí
alrededor de 13.500 mitayos con sus familias, formando un contingente de 40.000
personas. La ciudad se convierte en uno de los principales centros urbanos del
mundo y cuenta con unos 160.000 habitantes en 1560, mientras Madrid solo tiene
45.000 habitantes. Este fenómeno migratorio deshabita las 16 provincias sometidas
a la mita y afecta severamente a su producción agropecuaria.
Una de ellas fue la Misión Topográfica de la Casa Hachette y Cía. de París, Francia,
invitada por el Gobierno de Bolivia y contratada por Avelino Aramayo, para el
relevamiento cartográfico de nuestro país. También, el 7 de mayo de ese año, se
anunciaba la llegada del Dr. Steinmann de Freiburg y Badem (Alemania) para
"estudiar las formaciones geológicas y topográficas del país, por lo que, se propone
pasar por Tarija y Cinti a Potosí, y luego viajar a Colquechaca, Cochabamba, Oruro,
La Paz, Corocoro, Pulacayo, Uyuni", entre otros puntos.
A partir de 1899 a los paceños y los empresarios vinculados con la minería del
estaño sólo les faltaba imponerse económica y comercialmente a los políticos y
empresarios sureños de La Plata, y ello, sólo se alcanzaría conectando La Paz con
su principal salida natural al comercio internacional, es decir, Arica. Por ende, las
bases que presentó Aramayo a Chile en 1902 implicaban la construcción de un
ferrocarril que ligara a La Paz con el Pacífico, desplazando con ello a las ciudades
de Oruro, Potosí y Sucre, cuyo puerto había sido Antofagasta. Para alcanzar tal
objetivo, los paceños y los empresarios del estaño no escatimaron ofrecer el antiguo
departamento Litoral a cambio de vías férreas que les otorgaran la indiscutida
hegemonía comercial en Bolivia. Al respecto podemos citar al historiador boliviano
José Luis Roca: “La República no tenía oídos para los argumentos nacionalistas…
los mineros del estaño, quienes formaron aquello que apropiadamente se llamó
‘superestado’ o ‘rosca’ tenían ideas muy distintas sobre el desarrollo de Bolivia, y
se lanzaron con ímpetu a construir ferrocarriles hacia la costa del Pacífico, no sin
antes haber cedido a Chile ‘a perpetuidad’ todo el Litoral boliviano”
Como queda demostrado, el sindicalismo minero surgió entre los primeros sectores
que se organizaron en el país. Su primera motivación histórica a principios del siglo
XX (1904), fue la defensa de la vida de los trabajadores mineros. defensa que fue y
es a costa de la vida misma, porque las masacres mineras llenan muchas páginas
de nuestra historia boliviana.