Estudios de Cultura Náhuatl 22
Estudios de Cultura Náhuatl 22
Estudios de Cultura Náhuatl 22
DECULTURA
22
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ARTHUR J. O. ANDERSC
H.
ASCENSIÓN DE LEÓN.
UNAM)
JANET LONG-SOUS (Insl
EDUARDo MATOS MOCTE
toria)
HANNS J. PREM (Univc
FREDERICK. SCHWALLER
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
,
ESTUDIOS DE CULTURA NAHUATL
PUBLICACIÓN EVENTUAL DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
SUMARIO
Volumen 22:
Dos conmemoraciones 11
Encuentro de Dos Mundos
Miguel Le6n-Portilla 15
Yaocuicatl: cantos de guerra y guerra de cantos
Patrick johansson 29
{.
DOS CONMEMORACIONES
sentido comunitario y visión del mundo ancestrales. Estudios de Cultura H~ce cerca de ve
N áhuatl ha ofrecido en sus 22 volúmenes un gran número de testi nación de Humanida
monios tanto de la antigua palabra como de las nuevas formas de por el doctor Mario I
expresión, arte y pensamiento de hombres y mujeres que mantienen tóricas dedicó a Ánge
viva la lengua náhuatl, hablada por más de millón y medio de per el conjunto de aporl
sonas. Lo que ha ocurrido entre los nahuas, se ha dado también entre Estudios de Cultura 1
otros muchos grupos de nuestro país y de fuera de él. Cabe mencionar de don Ángel, querell
al menos a los distintos pueblos mayenses, a los zapotecas, mixtecas, se incluyen aquí una
otomíes, t~rascos, mixes, coras, huicholes, tepehuanes, yaquis, tarahuma tado de los trabajos
ras ... En otra publicación periódica, editada también por la Univer Biblioteca Nacional d(
sidad Nacional Autónoma de México, Tlalocan, Revista de fuentes La obra de Garibay,
para el pensamientO' de las culturas indígenas de México, se ha dado incluye lo náhuatl, l(
acogida a testimonios antiguos y modernos de esos otros pueblos que en su enfoque ecumé
mantienen vivas sus lenguas y culturas. aspecto el más positi
Se ha alcanzado ya que en otros muchos ámbitos, dentro y fuera como acercamiento de
de México, instituciones oficiales y privadas, así como organismos Rendir homenaje
internacionales, se abrieran al fin a la perspectiva del "Encuentro de también el deseo de 1
Dos Mundos" para dar su lugar, con la plenitud de su significación, sus obras. En homen
a los protagonistas indígenas, descendientes de quienes hace quinientos ricas tiene en prensa
años se vieron invadidos y despojados. Hoy la palabra indígena vuelve por él e intitulados Pe
a resonar vigorosa. Así, como una muestra, la UNESCO ha invi el manuscrito de "Rf
tado a no pocos indígenas a participar en reuniones en las que pre parte de "Cantares n
cisamente el tema central ha sido reflexionar sobre la situación con En este volumen, I
temporánea de sus comunidades, quinientos años después del encuentro se ofrecen diversos tra
original. Estudios de Cultura N áhuatl conmemora con este mismo incluyen también ape
criterio el V Centenario. Un artículo introductorio se incluye aqui in cantos, maestros nahu
vitando a la reflexión. En él se apela en última instancia a la sabi a quinientos años del
duria de Mesoamérica para repensar y reescribir esta historia que sino que continúa sienl
tanto nos concierne. dinariamente rica y (
Decíamos al principio que son varios los centenarios que se cum luchó el maestro que :
plen en este 1992. Aqui mencionaremos tan sólo otro. Es el del
primer centenario del nacimiento de don Ángel María Garibay K.,
fundador, con quien esto escribe, de Estudios de CultU'l'a N áhuatl y
maestro que mostró para siempre el profundo humanismo, raíz y flo
ración de las culturas de Mesoamérica. Su estudio acucioso de los
textos nahuas de la tradición indigena, sus versiones en las que trans
vasó al castellano la poesía náhuatl, su producción copiosa en la que
sobresale su Historia d'l! la literatura náhuatl, obra que ha sido guía
para muchos y, en suma, su labor de maestro dan testimonio de que
Ángel María Garibay fue hombre que, como pocos, ha contribuido
a enriquecer sustancialmente la cultura patria.
DOS CONMEMORACIONES 13
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
MIGUEL LEÓN-PORTILLA *
Muchos de nosotros -allá por los años cuarentas y cincuenta&- para
estudiar historia universal teníamos como texto un libro de dos autores
franceses llamados Albert Malet y J. Isaac. Nos proporcionaban ellos
información sobre todo acerca de los aconteceres históricos del Viejo
Mundo y en particular de Europa. Cuanto alli se exponía se nos
presentaba desde una perspectiva francesa. Así hubimos de acercar
nos al tema intitulado "Los descubrimientos de los portugueses y
de los españoles".
Los autores, hasta donde puedo recordarlo, ofrecían un cuadro
de la situación prevalente en Europa. Dedicaban amplio espacio,
como debió parecerles natural, a Francia. De España y Portugal,
señalaban que, no obstante su atraso, había en ellas hombres arries
gados, dispuestos a lanzarse a la aventura. Un personaje aún más
esforzado, el genovés Cristóbal Colón, venciendo dificultades, había
logrado convencer a Isabel la Católica y, con su patrocinio, se adentró
en el Atlántico. i A Colón correspondía la gloria de haber descu
bierto el Nuevo Mundo!
De lo que existía en ese otro continente, nada habían dicho Malet
e Isaac hasta llegar a ese capítulo de su Historia. Ésta, aunque in
titulada universal, se centraba en Europa y los antecedentes cultu
rales de ella. Por eso habían tratado de los egipcios y los mesopotamios.
Los indígenas del continente que había permanecido desconocido para
los europeos, sólo entran en escena cuando ocurre que "son descu
biertos", "son conquistados", "son cristianizados" y son "colonizados".
De lo que antes habían sido, Malet e Isaac -así me parece recor
darlo- sólo decían que la gran mayoría eran gentes primitivas cuya
requerida conversión abría al cristianismo nuevo campo.
Algunos de los que estudiábamos en el dicho libro de Malet e
Isaac, tuvimos la buena suerte de que otro de los maestros nos reco
* Este trabajo, con algunas variantes, fue presentado en la Conferencia Inter
nacional: Reescribiendo la Historia, San Antonio del Mar, Baja California, 8 de
febrero, 1992.
2
16 MIGUEL LEÓN-PORTILLA EN(
mendara por ese mismo tiempo que leyéramos la Historia antigua Acudir a los fil6s0fOl
de México, de Francisco Xavier Clavijero. Comparar lo que éste genas de las Américas y
decía sobre los pueblos nahuas con lo expresado por Malet e Isaac tanteo Jorge Guillermo F
nos dejó perplejos y perturbados. Y, sin embargo, para responder al eulturas del Nuevo Mun
maestro y pasar los exámenes, teníamos que recitar lo que había traba aún más radiCal. A
escrito Malet. La Histon'(]; de Clavijero nos interesó mucho por su sentenci6:
claridad y por la forma como mostraba las creaciones culturales de "América ha estado
los pueblos prehispánicos. No podíamos explicarnos el contraste que ha deBalTOllado la histor
había entre las obras de Clavijero y de los señores Malet e Isaac. dido en ella es sólo eco
Por mi parte, en lo escrito por Clavijero encontré luego una pista al Nuevo Mundo y a la
para entender ese tan radical contraste. Clavijero aludía varias veces mos en el Viejo Mun<
al inglés William Robertson y al prusiano Cornelius de Paw. Los dos escenario verdadero de
se referían a los indígenas de México y en general de América pintán De este modo, no :
dolos como seres primitivos, casi carentes de cultura. De Paw decía el pasado prehispánico <l
entre otras cosas que los indios de México sólo podían contar sin francés y alemán, Kant .
equivocarse hasta tres. Y curiosamente Robertson y De Paw critica muy de su agrado, no ~
ban también mucho la acción de españoles y portugueses en el Nuevo trabajo, de procrear y al
Mundo. animales". Y, en tanto
Sonaré tal vez pedante, pero tengo que decir que la filosofía me de las curdilleras y de
América describía con :
ha atraído mucho y que Kant dejó honda huella en mí. Como otros
y en su Ensayo político
muchos, estudiándolo, creo haber captado las limitaciones del cono
promisorio para Méxic(J
cÍmiento racional en los seres humanos. Algún tiempo después me historia a todo el conti:
enteré de que Kant también había dicho algo sobre los indígenas Leyendo años despu
del Nuevo Mundo. En su obra Ciencia del hombre o antropología disputa del Nuevo M Ul
filos6fica según las prelecciones manuscritas, entre otras cosas afirma los germanos, sucedió t
ba que "los indígenas americanos no hacen suya cultura alguna ... , gleses como en Robem
carecen de afectos y pasiones... , no sienten amor y debido a ello Joseph de Maistre. Ést(
no son fecundos ... , casi no hablan ... , no se preocupan de nada, verdad en la primera ,
son perezosos".~ Más drástico aún se mostró Kant al referirse otra siglo de Colón reconDCe!
vez a los nativos del Nuevo Mundo en sus Reflexiones sobre la Antro dados que poblaban el
pología. ''Toda una parte del mundo [es decir América] --escribió- El desconocimiento .
está mal poblada y es medio animal".'2 Tales afirmaciones hasta to de las trayectorias
ahora me dejan asombrado. Lo dicho por él contrasta con la admira Mundo se vio luego ac
ción que no mucho después mostró Alejandro de Humboldt ante las las colonias que allí se
culturas de Mesoamérica y el área andina. alcanzaron la independ
Estados Unidos de Am
~ Immanuel Kant, Menschenkunde oder philosophische Anthropologie nach
handschriflichen vorlesungen, herausgegeben von Friederich Ch. Starke, Leipzig, 8 G. W. F. Hegel, "Vor]
1831, p. 353. tUche Werke, Stuttgart, 196
2 Immanuel Kant, "Reflexionen zur Anthropologie", Gesammelte Schriften, ~ El pensanllento de J~
Akademie der Wissenschaften, G. Reimer und W. de Gruyter, Berlin und Leipzig, por AntoneIlo Gerbi en Lo.
22 vols., 1900·1942, vol. xv, p. 635. Econ6mica 1960, p. 358-364
ENCUENTRO DE DOS MUNDOS 17
guerra mundial, interesó ya a los europeos. En los Estados Unidos El acontecer que
vieron ellos el trasplante exitoso de la cultura occidental, en parti relación con la histor.
cular en su versión anglo-germánica. La historia americana, así sin se ha escrito y reescri
adjetivos, se presentó a sus ojos como prototípica de lo que el trasplante celebrarlo y festejarlo,
de europeos nórdicos podía realizar: la creación de un gran país. tema en torno al cua:
Éste había surgido y se ensanchaba haciendo a un lado a los con pasi6n, innumera
indios. Nada menos que George Washington hizo notar esto escri y al presente.
biendo a James Duane el 7 de septiembre de 1783. La expansión
de los establecimientos angloamericanos -le decÍa- "provocará cier
tamente que el salvaje [es decir el indio] como el lobo se retiren, Los cecumplecentenarit
ya que ambos son bestias de rapiña aunque puedan diferenciarse en
apariencia". 5 Creo que será de
Ciertamente que los pareceres de Cornelius de Paw, Kant, Hegel, empezó a hablarse d
De Maistre y Washington hablando acerca de los amerindios, se pre nente? Obviamente 11
sentaban como del todo contrarios no ya sólo a lo expuesto por Clavi costumbre", pero tam
jero y Humboldt, sino también a lo que en el siglo XVI escribieron corresponde a los fra
muchos de los frailes cronistas. Quienes han leído a Motolinía re importante al que se
cordarán cómo alaba el ingenio de los indios. En el caso de Sahagún, la Academie Fran~ais
empeñado en conocer las tradiciones y la perspectiva de los nahuas Revolución Francesa,
acerca de sí mismos, y que recogió un impresionante conjunto docu pondiera a esta pteg1
mental, bastará con evocar un juicio suyo: los indios "echan el pie sobre la política, el e
delante a muchas naciones que tienen gran presunción de políticas". Los varios trabajO!!
y no será necesario citar aquí a Bartolomé de las Casas que, de haber zas a Co16n- puede1
podido escuchar a Cornelius de Paw, Kant, Hegel, De Maistre y cía de España en el :
Washington, hubiera arremetido contra ellos como lo había hecho con aquellos otros que de
Juan Ginés de Sepúlveda. Europa más bien COI
bajo galardonado, cll1
Interrumpiré un momento estas reflexiones para preguntarme por
como influencia mu)
qué las estoy expresando. Nos hallamos no en un año cualquiera
Europa y al mundo
sino en el de 1992. Por todas partes se habla de que en este año
recordar que, además
alguien muy importante cumple años, o mejor, aunque dicen que conoció por mucho t
no es viejo sino nuevo, que cumple centenarios. Me refiero a nuestro Es posible que el ané
continente que, hasta donde sé, es el único que tiene este feliz o conmemoraci6n de los
triste privilegio. Nadie ha hablado del cuarto, décimo o vigésimo cen su trabajo el prestigi<l
tenario de Europa o de Asia o África, ni siquiera de Oceanía. En Del cuarto centen
cambio, las Américas cumplen en este 1992 su quinto centenario. España a la cabeza, ¡
americanos, y tambié
5 "The gradual extension of our settIements will cause the savage as the wolf
to retire; both being beasts of prey though they differ in shape." exposiciones, congreso
"Letter to James Duane, 7 September, 1783", Writings o[ George Washington, merables 10 que se pr
edited by George C. Fitzpatrick, v. 27, p. 140. (Citado por N. Delanoe y J. Rost
kowski, Les indiens dans t'histoire américaine, Nancy, Presses Universitaires de 6 Exponen esto con D
Nancy, 1991, p. 52.) morule ftOflvetzUt, París, I
ENCUENTRO DE DOS MUNDOS 19
miento de América". Mas, como en la tierra nunca hay felicidad Ileyes' Heroles y otro,
perfecta ni cabal convergencia de opiniones, ya entonces se dejaron ifcda,. me pidieron un
sentir algunos descontentos que hicieron dura crítica de los entuertos pmp6sito del famoso O
que habían traído consigo las conquistas. Un ejemplo de esto lo dio te metas en esto; es u
el peruano Ricardo Palma que, representando a su país durante los flIltOnces a algunos colq
festejos en España, se sintió indignado con los ditirambos de algunos berto Moreno de los ),
oradores y optó por retirarse de una particular ceremonia. sumó el también record
Ahora estamos en 1992 y puesto que los cumple centenarios de
nuestro continente se tienen como cosa natural, nos encontramos con
que ha llegado ya el Quinto. Aunque muchos recordarán aquello En busca de una. pers~
de que "no hay quinto malo", en éste hay más de un problema. De
manera mucho más amplia, las cuestiones que evoqué en mi reflexión DeliberamoS iargarne
inicial, y otras muchas más, se han tornado presentes, reencendién que se inici6 con el de
dose con gran fuerza la que llamó Gerbi "disputa del Nuevo Mundo". mismo sino por SUS inn
Entre las cuestiones materia del debate mencionaré éstas: ¿por la humanidad entera, de
qué se dice que Colón deseubrió a América? ¿No la habían descu esta. . palabra para señáI
bierto mucho antes los propios indígenas que, a través de milenios necesario era traer a' L
la habían poblado y habían creado en ella culturas como la teotihua dual sino colectivament
cana, la maya, la mexica, la incaica? ¿Cómo es posible hablar de de él y sobre todo de 8
descubrimiento si Colón nunca tuvo conciencia de lo que eran las la distinci6n entre com
tierras a las que llegó? tejar). Para mostrar SÜl
Atendiendo a las consecuencias del proceso que se desencadenó y debe conmemorar la
en 1492, enfocan otros de modos radicalmente diferentes la cuestión. no celebrarla.
Mientras unos sostienen que en 1992 debe celebrarse el V Centenario Entre las consecuenl
de la introducción de la cultura occidental en el hemisferio antes en no' pocas de génerCl
aislado, otros lo execran como el medio milenio de las invasiones y comienzo el proceso de
genocidios perpetrados por los europeos en tierras de indígenas. Y en dos hemisferios antes ai:
tanto que unos reiteran la idea de celebración como V Centenario aHá de las aguas inmen
de la predicación del Cristianismo en América, otros lo condenan en secuencia que no podfa
cuanto imposición de creencias y prácticas ajenas en detrimento de indígenas como invasiÓl
las religiones nativas que fueron perseguidas y, en muchos casos, muertes sin número, en
aniquiladas. y en otros situaciones d
El debate no circunscrito ya al campo de solas las ideas, se ha ces cuando los europeo!!
encendido y levanta' llamas muy grandes. Ojalá que éstas, en vez holandeses.- dieron al,
de quemar, arrojen nueva luz que ilumine a quienes con ardor parti mentó además, como nl
cipan en la disputa y también a los que piensan en las significaciones Pero las invasiones ~
que puede tener reescribir la historia tocante a tan controvertido ron lugar en las Améri
proceso. á. cabo los romanos m
Fue a principios de 1984 cuando, como dirían los nahuas, entró germanos y eslavos, tl
en mi tonalli o destino verme abocado a la temática del V Centena Entre ellas están la fu
rio. Dos secretarios de estado, el de Educación, el recordado don Jesús todas clases. En este ca:
I
¡
ENCUENTRO DE DOS MUNDOS 21
varios colegas historiadores, la presentamos no como una teoría sino existir. Inquirían los J
como un marco para tomar en cuenta en plan de igualdad a todos del presente vivido p
los participantes y para dar entrada a connotaciones que van desde en la que podría ser h
el choque, o encontronazo y confrontación violentos, hasta la conver a su vez hablaban COI
gencia, diálogo y acercamiento.' Tal perspectiva se abrió así a la ciaciones las dirigían
reflcxión y al debate. Al adoptarse por la Unesco, ella ha propiciado lo que estaban viviend(
lo que, auque parezca increíble pocas veces había ocurrido, el diálogo de causa y efecto en
y debate con representantes de grupos indígenas contemporáneos. Bajo suceder lo contemplat
el rubro de "Amerindia-92" varias reuniones se han tenido en Canadá, tiempo sin rupturas, etJ
México, Guatemala, Chile y otros lugares en los que el V Centenario En nuestro caso, in
se vuelve ocasión para escuchar la palabra indígena que, si evoca podrá dirigirse al proc
500 años de injusticias, hace planteamientos de cara al presente y al palabras de los que p
futuro. Tales planteamientos han llegado al menos a la atención de los gananciosos, sino tal
todos los jefes de Estado iberoamericanos que, en la junta cumbre tabinos-arabuacos de
que tuvieron en Guadalajara en julio de 1991, se comprometieron a 10 que fue para ellos
tomarlos en cuenta. relatos de quienes se el
teJnala y en el mund
notaron los frailes cron
¿Otra forma d'C historiografía? atiendan al testimonio
que fueron su lucha y
Al llegar a este punto, creo que debo preguntarme: y, ¿todo esto detendrá en los relatos
del V Centenario, qué relación tiene con la idea, conveniencia o nece luego para atender al
sidad, mera posibilidad acaso, de reescribir la historia, hurgando en historia de lo que dice
la significación del proceso que se inició en 1492? Desde luego que ilumina escuchando las
existe una relación. La coyuntura es propicia para salir de arraigados existencia diferentes COI
etnocentrismos y tomar en cuenta al otro. Y también es favorable el de hace siglos. Present
momento para imaginar siquiera una cierta forma de historiografía fh-.ura, se presentan así I
abierta plenamente a cuantos piensan que sus vidas tienen que ver Los indígenas de h
con lo que en ella se relata. Los mayas, creadores de un arte extraordi ción oral y con la viver
nario y descubridores del concepto del cero, practicaron ya de algún en gran parte de lo 4
modo una semejante historiografía.
nuevos participantes en
Implicó ella abrir al máximo la mira para abarcar y valorar las y también podrán hace
significaciones de los tiempos, no ya sólo las del pasado, sino también de quienes fueron arra:
las del presente y las que podían vislumbrarse en el porvenir, ya que
flexión y el diálogo m
pasado, presente y futuro se conciben como flujo ininterrumpido del
fusiones de gentes, invO:
TSe han publicado ya asimismo varios libros con titulas como estos: sus antepasados fueron
María del Carmen Martín Rubio, En el Encuentro de Dos Afundos: los Incas tes, al expresarse se im1
de Vilcabamba, 2 v., Madrid, Ediciones Atlas, 1988. Es cierto que la hU
S. Lyman Tyler, Two W01'lds, The Indian Encounter with the European,
1492-1509, Salt Lake City, University of Utah Press, 1988. idos. Pero, en cuanto t(
Daniel Levine (editor), La Rencontre de Deux Mondes, Paris, Musée de de un tal acontecer, b
I'Homme, 1992. el de quienes inquieren
ENCUENTRO DE DOS MUNDOS 25
ran acerca de ella. Ahora bien, en un presente que cambia sin cesar, referida por {
inevitablemente surgen nuevas perspectivas de comprensión de esos ese pasado y
tiempos idos. De modo particular interesan aquí las de quienes medi y atisbar siqui
tando sobre los viejos documentos y cualquier otro vestigio del pasado, sólo de erudit
sintiendo que viven en su propia existencia consecuencias de los acon memoria, vida
teceres objeto de su atención, confrontan pasado y presente, y expresan tal vez, algún
la necesidad de introducir cambios en lo que ahora es, concebido entera.
como fruto de lo que fue. Sus deseos, imágenes, pronósticos o qui Misión m~
meras acerca del futuro se toman elemento inseparable del presente formado ya eE
que se nutre del pasado. Ese pasado no habrá de descifrarse ya mera presente, se val
mente en los viejos papeles. Adoptando, en suma, otras perspectivas, nicación masiv:
como en un caleidoscopio de figuras antiguas y nuevas, se busca es cumentos y la
clarecer el pasado atribuyéndole significaciones en función de las blemente vincu
que aparecen como sus consecuencias en el presente y con el enun presente, quierCJ
ciado de destinos que se anticipan para el futuro. quehacer, diríaE
La historiografía maya de los chilames, como el Chilam Balam será abrirse de
de Chumayel, el de Tizimín o de Maní, se reescribió sin cesar de ella con sus an
esta manera.8 El registro de aconteceres pasados, de experiencias pre interesará profur
sentes y de profecías se hizo en papeles que se iban deteriorando con es ir sin cesar er
el uso continuo a través de los años. Quienes cuidaban de ellos, les tal vez en medio
hacían añadidos. Atendiendo a su presente, al de la comunidad entera, fuentes de posibl,
modificaban los relatos acerca del pasado, y expresaban nuevas pro Quizás todo
fecías. Según éstas se cumplían o parecían posponerse, volvía a modi practicaron. De l{
ficarse la interpretación de los hechos. Cuando los viejos papeles se V Centenario pU(
desgarraban ya, por haber sido leídos y reescritos en innumerables veniencia de atina
ocasiones, la antigua palabra se copiaba en hojas nuevas. Así se pro ellas de estar abi.
cedió a través de los siglos, hasta fechas muy recientes. Probablemente los unos y a los
aún hoy existen comunidades mayas en las que se guarda y acrecienta que han sido y le
este género de papeles. Éstos, como el tiempo mismo, se renuevan y venir y querrán g¡
reescriben. Al rehacerse con añadiduras y variantes, se toman porta
dores de nuevas significaciones. La comunidad que escucha su lec
tura, participa en las enmiendas, sugiere cambios, reescribe la historia,
que es su vida, transcurrir de su tiempo y de su ser.
¿Es acaso una locura, en ocasiones como ésta, diría yo que emble
mática del V Centenario, imaginar siquiera una forma tal de historio
grafía, si es que puede designarse así a este modo de proceder?
Apoyado estaría el mismo no ya sólo en el documento testimonio
del pasado, sino también en la experiencia del presente, sentida y
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
PAT~CK JOHANSSON
de luz (occidental) en los "arcabucos breñosos" que eran los can del dinamismo psico-mo
tares, desgarraban el texto (tejido) expresivo náhuatl en harapos ve definido en su estruct'
taxonómicos poco pertinentes. La clasificación de los cantares es a Para tener una ideá
veces verdaderamente "borgesca", en cuanto a la heterogeneidad de funcional de guerra es
los criterios clasificatorios: cantos de Chalco, de Huexotzinco, cantos tiempos prehi~tó1~a; ~
tristes, cantos de tambores, cantos floridos, cantos de guerra, can expedición dé cacena (
tos verdaderos, etcétera. Ningún criterio funcional preside a la pers gestos que tenían come
pectiva adoptada. El cuadro cognoscitivo del vencedor se aplica in la cacería o de la bat
discriminadamente al vencido, y 10 ordena según sus valores propios una imitación previa de
dejando escapar el sentido profundo del texto recopilado. expedición cinegética o 1
En esta babel taxonómica, una de las confusiones más claras es tico teatral realizaba, ere
la que asimila el "Canto de guerra" Yaocuicatl, expresión sumamente Con la adquisición 1
funcional dentro de la colectividad náhuatl, al "canto lírico", X ochi vieron más complejos y
cuicatl, sobre el tema de la guerra. Pero, el canto lírico es ante todo función mágica de indu
"canto" mientras que el canto de guerra es primordialmente "guerra". el antagonista humano. j
En el primer caso el tema de la guerra modula el canto, en el segundo importancia más grande
el canto brota de los determinismos agonísticos '1 del mundo indígena el aspecto gestual de el!
prehispánico. que nos interesa aquí, el
Si buscamos más profundamente hacia las raíces de ambos géneros "teatral" y funge, 10 v
vemos que éstos se distinguen radicalmente por su origen. El canto victoria.
Con el afán de estal
lírico (sobre el tema de la guerra o cualquier otro tema) brota del
lírico sobre el tema de
desgarre primordial del hombre entre el llamado de la esencia y los
integrante del acto be1i(
imperativos de la existencia, entre el cielo y la tierra, la luz y las ti expresan modalidádbr;iriJ
nieblas. Es el grito primordial angustiado de una conciencia que se a los dos primeros, rev
percibe fuera de la intimidad del mundo, que se vislumbra en su irre Yaocuicatl en el último.
versible dualidad ontológica.
Con la evolución del hombre, el "grito" se va modulando en 1. Un canto lírico (.
canto y se tiñe de colores existenciales. El lirismo ontológico original Chalchihuitl
'se aplica a los valores de la vida: amor, muerte, destino, tristeza, teocuicatl O()
guerra ... pero esta mutación adaptativa del canto lírico en los dis moxochiuh
tintos rubros afectivos que distingue la existencia, no debe hacer 'Ohuaya~ma
olvidar que el canto como tal, es presencia, es voz preñada de matices , :' ..
. Zen ye Tftonecuiltonol
ipaJnem'oh~~ni •' ,
in itzmiquixochití '
Yaomiquiztica Yehuaya
am han miximatitiyazque.
Yaotempan ín tlai:hi1wln~huác'
j
32 PATRICK ¡OHANSSON
In euix ce nelli
jade, on
on neiximaehoyan
Zan ye ¡
in quenamican Yahohuaya yehuaya yaohuaya. itzmiqu~
Zaniyo in teyotl
ayya aya
(tla)tocayotl Aya
Tu rique
yaomilco,hua Yehuaya de obsidi;
achi in ihuic XimQhuaya
a in Ohuaya Ohuaya. 2
U nas repeticion
Esmeraldas, oro Yaomiqui
tus flores. Yacnempa
Sólo tu riqueza
Chimaiteuhtli mo
la muerte en guerra.
Tlacochcayahuitl
Con muerte en guerra
... enfatizan los
os daréis a conocer.
Polvo de escudos se tiende, Por fin un esqt
niebla de dardos se tiende. con carácter existen.
por su oposición PI
¿ Acaso en verdad es lugar a darse a conocer este suspiro en fonn
el sitio del misterio?
5610 el renombre 2. Un canto elej
el señorío Ya tic ehi
muere en la guerra: a in teepi1l
un poco se lleva hacia
el sitio de los descorporizados. 3 Niman ye
in timoXCOl
En este primer canto sobre el tema de la guerra, el lirismo es iea tonyaz ·
manifiesto en el alto grado de "musicalización" del texto. Las voca O anca ye
lisas: Okuaya ayya aya ohuaya ... enmarcan melódicamente el canto in Tlaeahu
y determinan Iíricamente el orden de las palabras, cargadas de sen
tido, que tienen que conformarse al patrón dis-táctico 4, así esta In camacp
blecido. muz on yG
in tototl JI
Los sustantivos sin verbo se suceden, se yuxtaponen como en un
mapipitzo
largo suspiro:
in Quen01i
2 Romances de los señores de la Nueva España, fol. 36r y v. O eeloicuilil
8 Traducci6n de Ángel Ma. Garibay.
40 Distáctico: Con poco rigor sintáctico. euauhintzei
'YAOCUlCATL: CANTOS DE GUERRA 33
o de rima:
Chimalteuhtli moteca yehuaya . .. polvo de escudo se tiende
Tlacoeheayahuitl zan moteea yehuaya . .. niebla de dardos se tiende .
. . . enfatizan los movimientos del alma.
Por fin un esquema típico del X ochicuicatl: pregunta/respuesta,
con carácter existencial que vale tanto por su valor semántico como
por su oposición prosódica: subida/bajada; prótasis/apódosis, cierra
este suspiro en forma de canto.
in Tlacahuepam Huiya.
Ocetoicuiliuhqu,¡ a Mocuie
r
YAOCÜI'
¿ En tu interior :
in ti nopiltz~rr y,ch.wJ,ma,c;euhqui Ay~ ', .. , ¿ N o te atreVes?
chimalcocoma ye mohuehuey,/¡. .tic, ya, huel.. m ¿No irás en verd
tzotzona. Ayahue. ¡Vete hacia allá
Allá es deleitade
Zan tic cuahuixochilacatzoa" re huaya.
in tecpillotl inicniuyotl,' .;', . "
y eh'uan Maceúhqur'Ayaéacáhúaoctli En este canto, elevadj
ye onteihuintia on tequimiloa. Aya yehuaya: punto de salir a una expe
ficatoria 7 el yo encuentra
Yehuaya 'incuic yehuaya inxochiuh elegíaco teñido de épica. :
in conmochiuhtia QuenlOnamican "
verdadera exhalación. líric
in mach ehua in mexica, in.
. talla en el lenguaje mism
11-[t>yolic zan timahui noyollo ,semántico-verbales, ,que tej
ah tonmotlapaloa ye oncan alhuiltilo in teotl de flechas y escudose El
realidad bélica, permanec
Ca nel atonyaz im ompa Ximoa
ye oncan xon micuani ye oncan ahuiltilo m teotJ.5 y se conforma con recle:
tablecida.
Ya con escudos pintas la nobleza,
El campo de batalla 1
y con dardos escribes la batálla.
bellísimas imágenes metal
Ya te aderezas luego con plumas
y a tic chimalil
y con greda te tiñes el, rostro,
a in tecpillotl ,
oh Tlacahueparr,porque te itás al Lugar del Misterio.
oh "Thicahuepan.
con dardos escr
Ya a boca llena gritas
o celoicuiliuhqul
y te responde el águila r,oja,
cuauhintzetzeliu
oh Maéeuhqui, ya silba con 'la mano
Tu tambor es
Con las flores del Aguila:
tú lo tañes.
ya ciñes la nobleza y la amistad:
a los hombres.
El canto lanza un
intimidad natural.
Sus cantos y sus flores
Oeeloieuiliuhqui a mocuie
Chima!coooTna in mohuehueuh
Tu tambor es un escudo,
tú 10 tañes.
delóS grupos humanos nahuas a tal grado que Tlacaelel, éscasós días Su práctica ausenci;
.después de la catastrófica expedición de Axayacatl' contra los tarascos españoles se comprende
que cóstó la vida a miles de mexicas, no dudó en establecer un en donde la guerra babia
cuentrobélico con' el pueblo de Tliliuhquitepec . a fin de proveer las vidad cultural con ella
solemnidades correspondientes a la "inauguración" de la piedra del cualquier intento de ele,
sol, con víctimas sacrificatorias: bélico, aun iüe'Pa de cin
tigado por las autoridad
Acabada la ceremonia y el llanto de la ciudad y echado ya el lloro
fuera de. ella, envió Tlacaelel a decir al rey que no hubiese descuido Creemos haber enco:
en lo que convenía a la estrena de la piedra y semejanza del sol, que recopilados por Sahagún
aunque había sucedido mal, que no por eso se le había de dejar de tenemos de un canto de
hacer la fiesta y solemnidad que convenía; que diese orden de ira
otra entrada para traer hombres para sacrificar otra gente, si no' era VitzPfZoa& l'tl
habida en guerra. 9 Ahviat Tlac(
ivi in nocaql
La guerra florida tampoco resulta muy exitosa para Axayacatl ya tlacatl ya ne
que si bien el agresor consigue los prisioneros deseados, pierde mu ca oomati ni
chos hombres en manos de los de Tliliuhquitepec que tienen así su AhvioJ Aya.
dotación de víctimas para sacrificios. Ambas partes se conforman con Oc italoc
el resultado y los señores de Tliliuhquitepec dirigiéndose al tlatoani Tlacochca.lco
mexica le dicen: in vetzca tia.
Ihiyaqu.etl te
Señor poderoso, ya hemos jugado y recreáqonos un poco en esta cuaviquemitl
escaramuza, y si vosotros vais llorosos, nosotros lo quedamos más. huitzelan.
Empero, consolémonos que no ha sido sino por vía de hecho de hom
bres; cesen por ahora vuestras espadas' y andad, íos norabuena. El HuiyoJ Ohol
rey lo vio con mucho amor y le dijo que le placía hasta otra vez que iviyoc in 1W7I
los dioses tuviesen necesidad de ellos. 1Q ye nimavia )
iviyoc in n01
Como consuelo para esta nueva hemorragia del potencial humano Huiya! In 1
mexica, 11acaelel subraya el carácter sagrado de estas expediciones iviyac i.n nO!
y la satisfacción del astro rey: ye nimavia )1
iviya<; in nop:
Callad hijos, que el sol es que ha
querido comer de ambas partes Y V itznavac ttrl
machiyotlan ,
En este contexto el canto de guerra es un' himno sagrado con Ahvia! O ya
variantes de· estimulación psico-motoras con carácter paroxístico que machiyotlan
busca inducir mágicamente una victoria y estimular los guerreros T acuilitlan t~
antes de la batalla. machiyotlan ¡
AhvioJ O ya
.9 Durán, n, p. 290•.
machiyotlan ,
10 ¡bid., p. 291.
11 ¡bid.
12 Sahagún, p. 173."
Su práctica ausencia en el material recopilado por los religiosos
españoles se comprende ppt las nuevas circunstancias socio-culturales
donde la guerra había sido erradicada, nulificando así toda la acti
vidad cultural con ella vinculada. Además, es muy· probable que
cualquier intento de elevar un éltnto sospechoso· de tenér un carácter
bélico, aun fue'l'a de circunstancias corresp6ndientes, hubiese sido fus
tigado por las autoridades españolas.
Creemos haber encontrado sin embargo en los himnos sagrados
recopilados por Sahagún un texto que corresponde a la noción que
tenemos de un canto de guerra: el huifznah.uac yaotl icuic:
Vitznavac teuaqui
machiyotlan tetemoya
Ahvia! O ya tonac huia, o ya tonac Aya
machiyotlan tetemoya
Tocuilitlan teuaqui
machiyotlan tetemoya
Ahvia! O ya tonac huia, a ya tonac. Aya
machiyotlan tetemoyaYJ
12 Sahagún, p. ] 73.
40 PATRICK JOHANSSON YAO
el acto de guerra: el I
2~ Parte: Los dos cuadros de
frase que no deje luga:
i Huiya! joven de Oholpan
tido exhortativo:
mi prisionero, está emplumado.
ción de armas.
Mi prisionero está emplumado.
Un actor represent~
i Huiya! joven de Itzcoatlan
pués expresar el sentim
Mi prisionero está emplumado
LO!
tengo miedo (ya Nimahuia)
El segundo cuadro
Guerreros de Tocuillan
1. El drama liminar
Para justificar el ritual mágico propedéutico al combate, el canto
establece en su primera parte, una situaci6n psicol6gica que justifica
el acto de guerra: el Dios está humillado.
Los dos cuadros de este micro-drama están articulados sobre una
frase que no deje lugar a duda, a nivel paradigmático, sobre su sen
tido exhortativo:
En la casa de las flechas
Mis guerreros...
tos' gUéfretos están listos'para la guerra: "Sé reúnén las capas de 3. El llamado al COl
águila, los, dardos ... '" • ',' ,'
Esta primera parte fingió dramáticamente una vergiienza del dios La tercera parte se
tribal, y una burla de los enemigos para establecer Una trama in podrían multiplicarse se
mediata ytrear un espacio/tiempo en el que se va á realizar el ritual al enemigo al combate
sagrado de la guerra. '
Los
2. Ritual mimético mágico
La segunda parte representa el meollo funcional del canto de
guerra, puesto que aquí se sitúa el ritual mágico que busca anticipar Conviene recalcar ta
teatralm~nte la derrota del enemigo. Para ello, los "actores" fingen el cosmos, es decir con
los preparativos pára el sacrificio del prisionero. El fingir,que ya está dentro del marco de la
emph.lmadQ su prisionero implica haber logrado la victoria. La hipó Para a preciar a su
tesis según la cual un guerrero representa dramáticamente al enemigo mados en cuanto a su e
se colige de lá expresión nimahui "tengo miedo" P Pues es muy im manuscritos, conviene al
probable que un combatiente manifieste su miedo antes de salir al en global de la producción
cuentro. En este yaocuicatl un guerrero representa ritualmente al enemi del alma, y un canto
go y capta así la energía mágica que busca debilitarlo por analogía cuerda sensible de la d
mimética anticipatoria. en el ámbito de la "Cll
La repetición casi obsesiva de las expresiones "Mi prisionero está los distintos temas del s
emplumado" revela también el carácter de trance que adquiere la guerra funcional, tal y
pala1:>ra mágica en acción. , tructura existencial agol
, És probable además que distintos guerreros evoquen enemigos de de Anáhuac, y por lo t
los diferentes pueblos enemigos. guerra tiene, en la men
La acción mimética es doble: que el arco o la flecha;
- Debilita mágicamente al enemigo haciéndole decir que tiene Las particularidades
miedo por medio del guerrero que lo representa.
Anticipa mágicamente la victoria, reproduciendo una escena
preparación al sacrificio de ,un prisionero identificado con precision
,* ción circunstancial, es (
de maquillajes, de atuen
un lugar exiguo en el
(Oholpan, Huitznahuac, Itzcoatlan). breñoso" según la exp1
diablo, sino que la dime
Todos los pueblos enemigos se veían representados así en este ritual mente vinculada con l.
antes de la batalla, y triturados en, las mandíbulas mágicas: rreros y que su linear
Mi ,prisionero está emplumado nulific6 totalmente la re
Nimahuia (tengo miedo) performativo que le era
'Mi prisionero está emplumado. El hecho de reubic.
prehispánica no restituy
13 Nimahuia: significa de hecho "masturbarse". que ríos parece fuera de 'conO. por lo menos, permite
,texto ,aqui. No se' descarta tampoco una 'travesura por parte del recopilador
-'indígena al juntar una onomatopeya (ya) al verbo (mahui), para crear esta reina en la transcripciól
ambigüedad. acertadamente el esplen
YAOCUICATL: CANTOS DE GUERRA 43
3. El llamado al combate
Conviene recalcar también los laros que vinculan esta guerra con
el cosmos, es decir con los dioses y que integran la guerra florida
dentro del marco de la agcmía cósmica.
Para apreciar a su justo valor los textos orales náhuatl ya mer
mados en cuanto a su expresión por su transcripción alfabética en los
manuscritos, conviene ante todo situarlos funcionalmente en el marco
global de la producción verbal prehispánica. Un canto lírico, gemido
del alma, y un canto elegíaco con su receptor potencial, tocan la
cuerda sensible de la dimensión afectiva, pero ambos se mantienen
en el ámbito de la "ex-presión" humana que modula sobre su lira
los distintos temas del ser y de la existencia. En cambio el canto de
guerra funcional, tal y como lo definimos aquí, es parte de una es
tructura existencial agonística en la cual está sumergido el hombre
de Anáhuac, y por 10 tanto lo determina culturalmente. El canto de
guerra tiene, en la mente indígena prehispánica, la misma eficiencia
que el arco o la flecha; es parte constitutiva del acto bélico.
Las particularidades expresivas del canto de guerra en su enuncia
ción circunstancial, es decir, con todo el aparato gestual, dancístico,
de maquillajes, de atuendos, de música y de ritmos, deja a la palabra
un lugar exiguo en el acto ritual. Si el canto parece un "arcabuco
breñoso" según la expresión de Sahagún, no es que lo inspiró el
diablo, sino que la dimensión propiamente lingüística estaba estrecha
mente vinculada con la presencia dramática de varios actores gue
rreros y que su linearización posterior en el manuscrito alfabético
nulific6 totalmente la resonancia polidimensional y el carácter mágico
performativo que le eran propios.
El hecho de reubicar el canto en el cuadro de su funcionalidad
prehispánica no restituye la voz viva en su expresión original, pero
por lo menos, permite explicar frecuentemente el caos sintáctico que
reina en la transcripción gráfica que tenemos de él, e imaginar más
acertadamente el esplendor de lo que fue.
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
SUSAN SCHROEDER
the small, parochial, much puzzled-over unit, the calpulli, but a full Kings, portrays "qul
fledged confederation of Indian kingdoms in operation for nearly four nflSties?4. This may i
centuries. From his sources Chimalpahin was able to construct a that most of the M
dynastic history of the kingdoms of Amecameca Cha1co, tracing the attribution and/or t1
origins of the royal houses back to 1261, when Cha1co was perma they were ennoblers
nently settled.B Intending to glorify Chalco's tlatocatlacamecayotl whether they were a
"kingly lineages" to show what a great place his home was, he lated specifie Nahua
occasionalIy would inelude information about other places as well. corroborate the offict
He demonstrates continuity of several royal lineages through the six useful; for example,
teenth century. installed as rulers (
Elsewhere I have made an exhaustive study of the Chalca kings icpaUi) and wore ero
and their kingdoms. 9 The lists of kings are many and long; only caitl) and passed tha
twice over a period of nearly four hundred years did women have To be certain, in
actual authority in Chalco, and then, Chimalpahin says, it was only yet undetermined,'16 v
because there were no suitable men at the time.'1O To distinguish these maintaining political ;
two women, Chimalpahin uses the Nahuatl cihuatlatoani (pI. cihua because of Chimalp~
tlatoque) and cihuapillatoani "woman-ruler", "noblewoman-ruler", or, basis for female autl
perhaps, "queen". The significance of the two cihuatlatoque to the endure. Because no e
study of Mesoamerican dynastic histories cannot be overstated, for any region exists, wh
there is little other direct, detailed evidence about women with execu pahin's accounts warr
tive authority?'1 As noted, I have
In general, Chimalpahin tends to say little that is explicit about sociopolitical structurt
the importance of females in political and interdynastic machinations. as Chimalpahin portr
His interest, definitely, is in promoting the leadership of men.t 2 At one in information,18 it is
point he goes so far as to state that shortly after the Spanish con well serve as the mode
quest a young, sole-surving nobleman was judged ineligible to succeed To summarize as bril
as ruler in his kingdom because his only elaim was through his Nahuatl term altepetl
mother's line.U! On the other hand, Susan D. Gillespie, in The Aztec a federation of four
14. Susan D. GilIespie
8 1-31-30.
as interpreted in pre-Span
11 It may be that Spanish histories and patriarchal rulership inIluenced Chimal
authority but "wife of a
pahin. Certainly he was familiar with Spain's background and even translated large below, p. 42). See GilIes]
sections pertaining to the subject into Nahuatl frem Spanish, incorporating al! of 16 Schroeder, ChimalJ
it right into rus annals (el. Fig. 1, fifth line up from the bottom). But he lauds 11 Of aH, the Nahu:
Spain's and Portugal's female rulers as well, 1-175-178. closest in genre to Chim
12 This is my perception which comes from, among other things, Chimal been considered Tezozom(
pahin's facility in listing the names of kings and other important male figures. too is in ChimaIpahín's b
Thls is not to say he does not name women as welI, but if one were to quantify Ms. 374, vol. 3. Also, th,
them, it would be immediately apparent that his sources and his own record s to that by Chimalpahin,
come up short. It is common for him to say "her (or their) name(s) is/are not infonnation on the precOl
known", where the men's names, for some reason, are more readiIy available; 18 _RonaId Spores's pu
see the tables in this artiele for numerous examples. p1ete. See especialIy Rona
13 1-172-18.
1967, and The Mixtecs il
NOBLEWOMEN OF CHALCO 49
tlayacatl". The data are richest for the altepetl of Tlalmanaleo and •
Amecameca, though there is enough information to construct a fairIy
complete portrait of greater Chaleo.
The altepetl, over time and in its various forms, was fundamental
to indigenous sociopolitical organization. Yet somewhat confusingly,
Chimalpahin revealed the altepetl as malleable, even destructible, but
always viable, as long as the tlatocayotl "kingship", "rulership", was
intacto Thus the altepetl could be compromised or relocated or con
quered, and the entity continued as long as the kingship, meaning
the traditional, dynastic-based lineage and polity-specific royal office
and titIe, was operative. A house can bum, but the home is not
necessarily destroyed.
Chimalpahin conceived Chalea society as composed of two basic
groups -the pipiltin "nobles" and the macehualtin "commoners", with
lineal-descended rulers or kings (the tlatoque) the most important
segment of the nobility. He was almost singly preoccupied with the
tlatoque. Women, of course, were part of both social spectra.19
What factors contributed to the durability of the Chalca king
doms? Chimalpahin's history, essentially, is that of kings, i. e., male
rulers, and centuries oí their rule. He says little, if anything, about
ordinary life, and he constantly overIooks the role of women, even
noblewomen. But careful study of his writings reveaIs numerous excep
tions to official pmcedures. 20 In spite of what he would like us to
believe, women were critical to the integrity of the altepetl, and they
were key agents in the preservation of the rulerships. Thus while
Chimalpahin consciously champions Chal ca kings, he subtly reveals
19 June Nash describes the early Aztec calpulli as kinshlp based and egalitarian
regarding gender activities. In the Nahuatl record by Chimalpahin there is no
evidence about such kinship organization. Instead, the royal lineages (tlatocatla
camecayotl) of the altepetl are the basis for all social and political relations. June
Nash, "Aztec Women: The Transition from State to Class in Empire and Colony",
in Women and Colonízation, edited by Mona Etienne and Eleanor Leacock, New
York, 1980, 134-148.
2() Chimalpahin idealizes adherence to tradition while subtly revealing practices
, . z
, ,IZTACC!HUATL
tOO
+
-
TENANCO (Terlango del Aire) 19"'10'
ot:!l
t'"
tJ:j
~
o
. . San MateoTepopola ¡(
tJ:j
"Santiago Tepopola Panohaya z
o
"1
(')
A."A."# ti:
>
t'"
(')
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19" O!!t¡
+ .~,,::::~!:;¿¡;?!~~i:.
TEPETLIXPAN ATLAUHTLA .i"''''''''':'':';''';';;:;:;:¿~:: .,,
11( t" .!c:<;::·"::::·:~~~OéA"EP'ETL
! U1
: l_o.; e......... ~~:;#!t~ ·I..ro .....
Wf1,1 911"4Il' 911'40
TABLE 1
CHALCO ORGANIZATION CA. 15TH-EARLY 16TH CENTURY
t
DpochllUIICan Colilico
(teohua teuhctli) Quacuilco Concepts of po,,"
(tetzauhquacuilli) pahin's reporting, l
Itzcotlan
? (xochpoyan, tIacochcalcatl, teuhctli) kings. 21 Chalca worr
the title of office al1
Tlalmanalco T/iJcochcalco ltu:ahuacan
i
XiCocaICO
(tlatquic teuhctli) Cabnimilolco
noblewomen definit(
? (teuhcxolotl) for royal marriages,
Tzaqualco
?(tlaCateuhctli, cac<;ole)
and subjects; as wi,
? (aquetzqui),? (xocotecatl) privileged successiol1
Acxotlan of maximizing their
? Chalchiuhtepec
(tecuachcauhtli) ?Xicco positions capitalized
{ ?Calnahuac Cochtocan offspring.
?Cihuateopan
Increasingly, the
lt%llaco,auhcan
(Chichimeca teuhctli)
{? both the past and
women were stereol
(
{? nation and the like
~
TlailctlacclI
(teohua teuhctli)
torical evidence to
Amaguemecan TzaquaUitlan Tenanco Tecpan TIailotlacan independent, as auth
(tlailotlac teuhctli) AtlaUbtlan and private spheres.
(atlauhtecatl teuhctli, Amilco
ofdubiousstatus) (amilcatl teuhctli) cause of the source, .
11acatecpan
(tlacateuhctli)
Teuhctipan
Tepaman Women's Roles
Tequanipan {HuiXtoco In the course e
(Chichiinecateuhctli) Tzompahuacan ?same
(tzompahuacanteuhctli) Pochtlan women in several w¡
?teohua teuhctli roles. In the earliest
Panohuayan women accompanied
(tlamaocatl teuhctli) place.2 4. '''omen als<
(Tenanco TepopoUa Amilco
21 For more on the
(tlailotlac teuhctli) (amilcatl teuhctli)
1
Coamilco N. Adams (eds.), The,
Tenanco Tepopolla ?TenancoAtencoAyotzinco (coamilcatlteuhctli) 22 For example, M
TeXQcpalco (?) Thcatecpan Colonization, New York,
(tlacateuchtli) 1deologies and Class in
?Xochitepec TIailotlacan "lndian Women 01 El
(?) (tlailotlac teul1ctli) Americas, 1988, 46(3):
? (tepaltochtlitequihua)
Tepaman (eds.), Women of the .
23 For the developl
(tepamecatl)
"A Note on the Divi
XOChimilcO { ? (xochpoyon) 72: 1073-1078.
(teohua teuhctli) 24 1-13-39; 1-21-28;
ChimalhUIICan Schele and Mary Eller
Tepelli:cpan Ma.'Ya Art, Fort Wortl
{ tecpanecatl teuhctli) vessels show "emotiona
NOBLEWOMEN OF CHALCO 53
that noblewomen, through their various roles, are the matrices of the
local and extended altepetL
Concepts of power, authority, and prestige were built into Chimal
pahin's reporting, but they were not the exclusive province of the
kings.21 Chalca women, especialIy, had authority --once they assumed
the title of office and a given rulership. And, due to their birthrights,
noblewomen definitely had prestige- as daughters, with the potential
for royal marriages, creating new political allianees and wealth in land
and subjects; as wives, with primary wives accorded high status and
privileged succession for their children, and secondary wives capable
of maximizing their particular situations; and as mothers, with their
positions capitalized to ensure rulerships for themselves and their
offspring.
Increasingly, there is new scholarship about indigenous women of
both the past and the present. 22 Until fairly recent times, too often
women were stereotyped, fixed in theories about universal subordi
nation and the like.23 There is considerable archaeological and his
torÍc::t1 evidence to the contrary, however, that reveals women as
independent, as authoritative, and as having initiative in political, social,
and private spheres. This paper, although focused on noblewomen be
cause of the source, by no means necessarily excludes other women.
Women's Roles
21 For more on the concept of power, see Raymond D. Fogelson and Richard
N. Adams (eds.), The Anthropology ol Power, New York, 1977.
22 For example, Mona Etienne and Leonor Leacock (eds.), Women and
Colonization, New York, 1980; Irene Silverblatt, Moon, Sun, and Witches: Gender
Ideologies and Class in Inca and Colonial Peru, Princeton, 1987; Frank Salomon,
"Indian 1Vomen of Early Colonial Quito as seen through their Testaments",
Americas, 1988,46(3): 325-341; and Susan C. Bourque and Kay Barbara Warren
(eds.), Women of the Andes, Ann Arbor, 1981.
23 For the development of some theoretical attitudes, see Judith K. Brown,
"A Note on the Division of Labor by Sex", American Anthropologist, 1970,
72: 1073-1078.
2+ 1-13-39; 1-21-28; 1-62-58. From the ceramic record, in particular, Linda
Schele and Mary Ellen Miller, in The Blood of Kings - Dynasty and Ritual in
Maya Art, Fort Worth, 1'986, observe that elite women as portrayed on Maya
vessels show "emotional and intimate relations with men", p. 143. Among some
N(
54 SUSAN SCHROEDER
matque "old women" /5 tonanhuan, and tocihuan "mothers", "grand example, however, is not
mothers", "aneestors",2<l surely among the keepers of the huehuetlatolli is considerably smaller.
"ancient histories", "oral traditions" of their people. 27 And women fact, in many cases we 1:
were given as prizes in eonquest (between the Chalca and Mexica Chalca women, their sta
in 1465 28 and the Chalea and Spanish in 1519).29 But most often, we have for the other a
as we would expeet in the writings of Chimalpahin, we see women Tables 2, 3, and 4
first of all as mothers, wives, eonsorts, sisters, and daughters of kings. marriages in central Me
Then, regardless of what Chimalpahin intended, we find mothers and and continues through .
daughters as cihuatlatoque, establishing or maintaining their own royal report all weddings (ne
lineages and becoming respected rulers. We find daughters and sisters for Chalco. But of the
as tlatocacihuapipiltin "prineesses", and cihuapipiltin (sing. cihuapilli) we see the trend is defin
"ladies" or "noblewomen", marrying rulers within and beyond their instances of female nobh
kingdoms and securing political alliances with other dominions. These in groups with an ind
unions produced royal offspring who confinned the political associa alIiances with dite womt
tion and consolidated the dynasties. As well, there is information on fathers' towns, becomin~
polygamy, succession, a possible dowry, and even love and sensuality traced from the mothers
between royal couples. We will first examine the all important role These noblewomen ,
that daughters and sisters enjoyed as brides. Because of the annals' ships. For example, tht
style and Chimalpahin's purpose, often there is nowhere near the marriage of a royal lad
infonnation and explanation that we would prefer; nevertheless, in and the birth of their S(
most cases, it is more than we have had before. Table 2a). Unfortunatel
his sisters were killed in
The surviving Mexica
Royal M arriages lineage with female dt'1
huacan. Here, again, (
In 1984 Pedro Carrasco published his important analysis of royal noblewomen in the po]
marriages in Mexico Tenochtitlan and TexcocoYo This study of Chal Mexico. There ¡s, how(
co was initiated, in part, to eomplement that by Carrasco. The Chalco one shows the genealol
Mexica commoner and
Maya, royal togetherness included bloodletting rituals. Bishop de Landa wrote least two generations of
"The ruler. and rus wi.fe ~ould emerge from within a building rugh above th;
court, and In full pubhc Vlew, he would lacerate rus penis, she her tongue, with and Culhua noblewome
ropes drawn through the ~ounds carried the flowing blood to paper strips." marriage of a Culhua ki
Quoted from Schele and Mdler, 178. And from the Spanish chronic1es Francisco
L6pez de G6mar~ w~ote that In~ans refused to accompany the Spaniard's cam 31 Research by Pedro e
pa¡gn,s unless ~he¡r Wlves and mlstresses :vere taken along, Lesley Byrd Simpson,
Mixtec Kings, 1967 and
Cortes, The Lt/e 01 the Conqueror by HIS Secretary, Francisco L6pez de G6mara,
Berkeley, 1966, 313. Polítical Integration of Mixt
25 II-47-2.
316, details marriages amon
2>6 1-32-6; 1-146-19; 1-153-22; n-65-50.
contradicting their studies !
tices wruch were employed
21 Karttunen and Lockhart, The Art 01 Nahuatl Speech, 7.
Z2 n-21-39. See GilIespi
28 1-106-27.
29 Chirnalpahin says two Chalca kings gave Hernando Cortés forty fine, well
and relationships of certa
dressed, and well-adorned women, 1-164-3. Gillespie misinterprets Chil
30 ~edro Carrasco, "Royal Marriages in Ancient Mexico", in Explorations in:
understanding the nature 01
33 1-60-28; r-76-40; r-79
Ethnohmory, Herbert R. Harvey (ed.), Albuquerque, 1984, 41-81.
NOBLEWOMEN OF CHALCO 55
example, however, is not only very different in nature, but the sample
is considerably smaller. That does not invalidate its significance. In
fact, in many cases we have a more complete social history about the
Chalea women, their status, their marriages, and their progeny than
we have for the other areas.
Tables 2, 3, and 4 illustrate what can be gleaned about royal
marriages in central Mexico and Chaleo. The record begins in 987
and continues through the sixteenth century. Chimalpahin does not
report all weddings (nor was it his intention to do so), not even
for Chaleo. But of the near eighty royal marriages in his history,
we see the trend is definitely within the nobility.31 There are only four
instances of female nobles marrying commoners; here, two were males.
in groups with an inchoate stage of political development, seeking
alliances with elite women of superior polities -their offspring, in the
fathers' towns, becoming founding tlatoque of noble lineal dynasties
traced from the mothers' side.
These noblewomen were crucial to the establishment of the ruler-
ships. For example, the first Mexica royal lineage began with the
marriage of a royal lady from Tzompanco and a Mexica commoner
and the birth of their son, the first tlatoani, Huehue Huitzilihuitl (see
Table 2a). Unfortunately, the line died out because Huitzilihuitl and
his sisters were killed in a conflict at Chapultepec (ca. 1272-1298).32
The surviving Mexica moved on and later founded another royal
lineage with female descendants of the prestigious kingdom of Cul
huacan. Here, again, Chimalpahin demonstrates the importance of
noblewomen in the political development of the altepetl of centraL
Mexico. There is, however, a discrepancy in Chimalpahin's sources:
one shows the genealogy starting with, as before, the union of a
Mexica commoner and a Culhua princess; 33 the other reveals at
least two generations of interdynastic marriages between Mexica men
and Culhua noblewomen, with the heir apparent the product of the
marriage of a Culhua king and his aunt, a Mexica "cihuapilli" (th~)Ugh
Royal......" as EacIl _ ' s Provenience S}xlw;e: NanE Seat _ Date 1l'..,ir Children Reference
Mife or <:onsart and Dynastjc Affiliation and Status ar of Ru1ership
Nar:re _ Status Title
Cha1chiuhcihuatzin 3 1-18-30, 41
Tlailot1acan l\mecameca Quiyauhtzin, Ruexotla
daughter of Ruehue Cacamatzin tlatocapi 11i (ca. 1204)
tlateani, and COhuaxochtzin
T1aquilxochtz1n, Tzarpanco, dallghter of na.w not known, ~,<ica, still Huehue Huitzilihuitl 1-20-45
cihuapilli Tlahuizcalpotonqui teuhctli, macehualli traveling first t1ateani of the n-21-36
tlateani (ca. 1227) ~xica (1272-1298)
NaIre not known. CU1huacan, daughter of Il1ancueitl atlatih At1auhtlan Coxcoxtli, 4 grandson, 1-38-1;
cihuapilli Huehue 'l'eI;;Cx;CmX:tli, tlato tecatl teuhctli, Tzaqua1titlan tlatoani of CU1huacan 1-44-49;
capilli of CU1huacan tlatoani (1273-1290) Tena.nco l\mecameca (1281-1307) 1-46-16
(at Ateneo) Itzquauhtzin l<OCOyOtl,
son of l11a'1Cl.leitl,
tlatoani of Atlauhtlan
(1290-1341 )
1. l'tlate'Jer informaÍ:ion Chima1pahin has provided Ils to date (or approximation), title, rank, polítical affiliation, and successioll has
been inc1uded. Marriages with incarp1ete information have not been Usted.
2", t-.lote of fCP'lale narleS in Culhuacan.
3. 'I11ere a discrepancy, because T1ailot1acan ('I'eohuacan) was not formally establlshed as an alte¡>etl tlaya.catl until 1335, and,
accot-ding to Chima1pahin, Huehue Cacamatzin did not officiate until 1352-1367, cL 1-74-31; 1-76-33.
4. Coxcoxtli had three children: Huet,ue TeIyo<;aroctli, tlatocapilli and later t1atoani of Azcapotza1co, Huehue l\camapichtlí, who became
tlateani of CU1huacan, and Matotztli, rrother of the first t1atoani of ~xico Tcnochtitlan.
5. l\camapichtli the second established the ru1ership and royal lineage tll..,t endured in ~xico 'leoochtitlan. NOte the discrepancy in tlle
sources (3, 5, and 7 Relaciones) regarding his par"ntage, and see p.12.
'l'able ¿l;¡
1nterdynastic Marriages in and around Central M!!xico according to Chima1pahin, ca. 987-1615 (continuedl
Interdynastic Mc:.rríages in and <:lround Central f.ot:!xico according to Chitniilpuhin,. ca. 967·~1615 ((""Ofltinued)
Rny<ll iII':man: as &;¡eh _ ' 6 ProIIeniCIICC ~: 11M'" Sed!. and Oatc 'ltle i. Children n",f"""""""
n:>zquentzin cOdtlich<:m, daughter (jf 'I{x::hollalatzin Coxcox r.rexcc"co Eu"¡",,, Ixtlilxochitl 1-74-7
Acolmiztli. tlateani tU. tlatean! (1351- ?)
Nane110t k.n.c1Nri, AZcapotza1co CuauhcaItitlan J\camapichtli too second, M8xico Teno::h 1t""ahuatzin,1 1-96-39
eihuapilli tlateani ti tlan tlatoani of Mexico
(1367-1389) Tenochtitlan (1427-1440)
Xilloxochtzin, fullan, daughter of CUetlachtzin (one ef 1\>11an, esta Mi. zquixahual t zin
cihuapilli CuetlachihuitI, tlatoani several sons of J\cama- blíslk."<l first
pichtli), originally frcm tlatocayotl
M8xico Tenochtitlan (ca. 1389)
Matla1eihuatzin Mexíco Tenochtit)~, .daughter llueh"", Ixtlilxochitzin Tcxcoco Ne<;nhualcoyotl J\co1- 1-94-36
of Huitzilihuitl the second. Nopa1tel~let1i, tlatoani miztli Yoyontzin, tla
tlateani ' toan! TexcOCO (1431- ?)
1. Chima1pahin identifies Itzcohuatzin as "bastardo,· but adds that Acamapichtli too secorld left 23 legitimate children. SL'e 1-79-17.
Tab1e 2c
Interaynastic Karri4ges in and dround Central Kexico accordinq to Chima.1pahin, ca. 987-1615 (continued)
Royal MomalU a8 Bach Woman' s Provenience 6pouse: Kaae S&at aOO Date Their Children Iteference
Wlfe or COnsort lUId oynastic Affiliatlon aOO Status or of Ru1ership
N_ and Status Tit1e
Hui tzilxochi tzi n, Tlacopan, daughter ol Huehue Itzcohuatzin J tlatoani Mexico Tenochtitlan Huehue Te904Womoc- 1 1-97-10
cihuapilli Cuitlahuatzin, tlatoani of tzin, tlatocapilli
Tiliuhcan Huehue CUi t1ahuatz in f
tlatoanl, It&tapallapan
Mot known Hexico Tenochtitlan, dauqhter Name not known, mace Atotonilco, esta- Itzcohuatzln. becaae 1-97-5
of Itzcohuatzin. t1atoani hualli f ("tlatoque") b1ished rulership tlatoani of Atotonilco
?joint rule
Hizquixahual tzin t Tullant daU')hter of Cuet1ach- Axayacatzin,2 tlateani Hexico Tenochtit1an Ixt1i1cuechahuac, 1-117-25, 55
cilluapilli tzin, first tlatoani, (son of tlatoani of Tullan
Acamapichtli the second) Huehue Tlacahuepontzin
1. Ooes not rule, but three sons~ A)(ayacatzin, Tis:oc. and Ahuitzotl (q:randsons o~f ltzcohuatzin) all rule Kexico t'enochtitlan.
2. NumerOUfi children ara listad by Chima1pahin. 1 have 1ncluded only those whose mar" Llqes are noted.
11.... unk_. lledeo Tenochtitlan, l\oquantzin the .econd It,.tl..c~auhc..n Cihuailacatzin ¡-110-1
tlatocaclhuapilli 4auqhter ofAxayacatzin, Chichilleca teuhctli, (in Amecameca) Chichimeca teuhctli,
older aiBter of tlatoani (1499-15111 tlatoani. inetallad
IIot.. uhc~""", Xocoyotl ..hile oti11 An infant
1 PaRohuayan (in Amecameca). 1 tZQu!yauhtzin tlacOC:h Caltecoyan
Atototl.in Acacitzin, Bonifacio Il-35-49
daU9hter of Quauheececui caIcatl, tIatoani Quauhcececuitzin,
tzin, tlatoani (14I1B-1519) Martín Anunciaci6n
Tab1e 2d
Interdynastíc Marriaqes in and around Central Mexico accordinij to Chimalpahin f ca~ 9B.7- 1615 (continued
Royal 1Ik:aan; as Kach 1k.laIan' s Provenience Spouso: N(I.IIIe Seat a.nd Date Tbair Child.ren Referenc.e
vito or COJlsort an4 Dynastic Aftiliation aB4 Status or nf Rulership
NaJIMIt a.nd Status '1'it1..
Name unknown, Mexico Tenochtitlan, Aoquantzin the second Itztlac~auhcan Cihuai1acatzin 1-170-1
tlatocacihuapilli dau'lhter afAxayacatzin. Chiehimeca teuhetli, (i n Amecameca) Chichímeca teuhct1 i,
older sister of t1atoani (1499-1511) tlatoani# lnstal1ed
Moteuhc¡;ama Xocoyotl while stíl1 an infant
1
Atototzin Panohuayan (in Amecameca). ltzquiyauhtzin t1acoch Caltecoyan Acaeitzin. Sonifaeio 11-35-49
dauqhter of Quauhcececui ealcatl J tlatoani Quauhceceeuitzin,
tzin, t1atoani (l48B-1519) Martín Anunciaci6n
Name unknown Ecatepec (see imrnediately Te90~omoct1i Mexico Tenochtit1an don Diego de A1varado 1-133-39;
aboye) Aco1nahuacat1,
Huanitzin, t1atoani 11-12-10
t1atocapi11i
of Eeatepee, and first
qovernor of Mexieo
Tenochtitlan (ca. 1538)
Tomiyauhtzín 1tzt1aco<;auhcan (in Ameca Chiauhcoatzin~ Chiauhtzineo (in Aoquantzin the r-133-55
meeal., daughter af Huehue t1atoani (ca. 1499) Huexotzinco) second, tlatoani of r-134-1
AoquanU:in. tlataani 1 tztlacot;3uhcan,
11411-1465) Totoltecat1 4 and
Huehuetzín
Na~ not known Ecatepec Ahuitzotzin¡ tlatodni Mexíco Tenochtit1an the 1-133-20,
(1486-1502) t1atoani ol 1-142-40
Ecatepec 11498-1520)
Q'Jet,za1petlatzln,2' Mexico Tenochtitlan, Quetzalmac;atzin Chich i Itztlaco¡;auhcan (in don ,Juan de Santo n-4-49
c ihuapilli daughter of Tlilpoton teuhctli. t1atoani Amecameca) Domingo de Mendoza
catzin, cihoacoat1 (1522-1547) T1aeaeleltzin, tlatoani
Df Itzt1aco<;auhcan
11548-1563)
Interdynastíc Marridges in and around Central Mexico according to Chimdlpahin. ca. 987-161S (eontinued)
Royal .aman; 48 Bach ""'n's Provenience Spouse: HAlle Seat and Date Their Children Reference
Wife or COnaort arad Dynaatic:: Affiliation and Status or of Jtulership
r!a.JIIIe &nd Status Title ~ ___ . _ _
Mame unltnown f 1 Kexico Tenochtítlan, Quetzalmac;atzin (see Xtzt1acoc;~uhcan don Martín 14oc;o lX"'4-56
cihuapilli daughter of Totomochtzin above. 'rable 2d) (in Amecameca) quinellohuatzin
doña Juana, Cuitlahuac don Juan aautista Toyao- Tequanipan (in II-16-1S
cihuapilli (he tzin Chichimeca teuhct1i, Amecameca)
kiUed her) tlatoani (1548-1555)
doña FranCé$ca de" la spain don Diego Luis de Moteuhc- Hexico Tenochti tlan eix mestizo II-63-45
cueva, cihuapilli goma Ilhui t1 temoctzin, children; four
española t1atocapllli. (grandson 80n&. two
of tlatoani Hoteuhco;om.a da\l9hters
Xocoyotl
doña 1 sabel de Hexico Tenochtitlan, Huehue don Antonio Mexico Tenochti tlan qrandson, don XI 101-44
Alvarado, cihuapilli dauqhter or don Diego de Valeriano. juez gobernador, Antonio Valeriana
Alv,¡¡rado Huanitzin, orlginally from AzcaflOtza1co the aecond (see below)
tlatoani
doí'ia Mar La Cerón, Xochimilco t daughter don Hernando de la Cerda, T1almanalco don Alonso de la II-66-3
eihuapilli ol don Martín Cerón, tldtocapilli Cerda, pi1tzint1i
(d. 1608) tlatoani
doña Isabel Tecui ch ,'ecafttiln. ?Mexico Tenoch- Gonz;~ 10 Cano, conque}: or I frofU Spain dcña Isabel de I r~143-20
pot~in dé Hot&uhct;orna, titloln, daq~;rhtf:'r of Hotenhc HoteuhcC;OW;l, e ihua
t littocacihuapi11 i ¡;;orna Xocoyot 1, t latoanl ¡¡tt~::.t iza,
1
Interdyna8tic Marriaqes in Chaleo accordinq to Chimalpahin
Royal _A... . .011 _ ' • •1.'0veftJ.ance Spouset lIIa.e s....t and Date Thei r Children Reference
Mite 01.' CoI-.:t ud DyD.utic Affilutioa a.nd Status or of Itulership
11...., ud Stat... 'fiUe
Tomiyauhtzin" Tzaqualtitlan Tenaneo (in Ecaxayaca:tzin (or) Itz:omi 1tzcahuacan Tlacoch r-61-50
cihuapil1i Amecameca)" dau9hter of ten~4lyacatzin t1atquic 1 ca1co/Tlalman4l1co
Quahuitzatzin tlailotlac teuhc Uatoani (1317-1322)
tH, tlatoani 11238-1338)
(doria catalina) 1 tzcahuaean Tlacochcalcol Huehueyotz.intlí tlai1o Tzaqualtít1an don Josef del 11-5-19
ctüma1IDoílnt!in, Tlalmanalco. daughter of 1szca" t1ac teuhctli, tlatoani Tenilnco (in Amecdmeca) Cast.illí Ecaxoxeuh
cihuapi11i huatzin tlatqulc. t1atoani {l468-1520l qui. tlat04ni ef
(1486-1520) Tzaqualtít1an Tenanco
(1 548-1576)
Not known 1 tzcahuacan '1"lacochealcol Tlaco •• ~. tlailotlac Tenanco xoyac don Juan Itzt1iten 11-6-6
(aeeond daughter) T1almanalcol se. l&Mtediately teuhetli, tlatoani (? in Tenaneo ttin. t1at04n1 at
Aboye '1"e~ocpalca) "Tenanco chaleo"
( 7-1550)
Table 3
1
1nterdynastic l'larriages in Chalco aecording to Chimalpahin
Royal lItO.ala:: a. &&eh w..an •• Provenien.ce Spouae: N...... fZeat a.nd Date Tbeir Children Reference
vife Or Cor$Ort _ DyoaBtiC Affiliatioa i!Uld Statlia OE oí Ru1erahip
!I...... _ Status Tit1..
TOl'l1iyauhtzin. Tzaqualtitlan Tenanca (in Ecaxayacatzin (or) Itzomi- Itzcahuacan Tlacoch 1-61~50
cihuapilli ~cameca), daughter of tenxayacatzin tlatquic t calco/Tla1manalco
Quahuitzatzin tlailotlac teuhc t1atoani (1317-1322)
tIi, t1atoani (1238-1338)
(doña Catalina) Itzcahuacan T1aeaehca1co/ Huehueyot2.intli tlailo Tzaqualtitlan don Josef del 11-5-19
dñimalmant in, Tlalmana1co, daughter of tlac teuhctli, tlatoani Tenanco (in AttlecaaecaJ Castilli Ecaxoxouh'"
cihuapilli
2 huatzin tlatquic. (1488-1520) qui, tlatoani of
(1486-1520) 1'zaqualtitlan Tenanco
(1548-1576)
Not known 1tzcahuacan Tlacochcaleo/ Tlaco. • •• tlailotlac Tenanco Xoyac don Juan Itztliten 11-6-6
(second daughter) Tlalmana1coI sea immediately teuhctli f tlatoani '"¡ i n Tenanco tzin t tlatoani of
above Te1Cocpalco) "Tenanco Chaleo"
( 7-1550)
Not known Itzcahuaean Tlacochcalco/ Not k,nown, l'lama1huazilohuacan don Carlos, tlatoani 11 6-1Q
(third daughter) Tlalmanalco¡ aee aboye tlatoani (1in Chimalhuacan) of Mamalhuaz~ocan
doña Haría Tenanco Texocpalco Tepopolla, don Josef del Castillo Tzaqualtitlan Tenanco n-24-)2
1 tzmiquilxochi tzin, daughter of don Juan Itztliten- Ecaxoxouhqui tlailotlac (in Mecameca)
cihuapilli tzin tlailotlac teuhctli, teuhctli, tlatoani (1548-1576)
t1atoani ( ? - 1550)
~apaloxoch¡zin, Panohuayan (in Amecameca), don Hernando de Guzmán Opochhuacan Tlacoch don Juan de Ojeda Il-35-29
cihuapilli daughter Qf Quauhcacecuitzin teohua teuhctli, tlatoani calco/Tlalmanalco Quauhcececui tzin
tlamaocatl teuhctli, tlatoani (1521-1534)
(1488-1519)
doña Catalina 1 tzcahU3can T.1.acochcalco/ don Tomás de San Martín ltz.tlaeo~auhcan don Gregorio de 11-6-43
chimalmantzin, Tlalmanalco; see aboye Quetzalma<;atzin Chichimeca Amecameca los Angeles Tepoz
cihuapilIi, v~dowed teuhctli, tl.toani (1522-1547) tlixayacatzin, tla
siater-in-Iav toani of 1tztlaco
~auhcan (1564-1580)
Two other children,
but neither ruled.
doña Marta de 'l'cnanco r,'exocpalco ,"e:P<lI""u, dOA Ul>r:.in¡;;;o Hernández. Tzaqualtitlan Tenanco II-59-18
Santiago Amaxoch J.aughtcr oE don Juan pi1li and (in Amecamúca)
tzin, cihuapil1i ~oto:int Fill i t;randlather
(d. 1606)
l. chaleo i5 comprised al four ranked f loosely confaderated altepetl: (in order) Tlacochcalco/Tlalmanco. Amecameca, Tenanco Te1Cocpalco
'l'lipopolla,. and Chimalhuacan.
2. See P ... ~ for dlscussion abou~ Chimalmantzin's husbands, both of whom ori9inated from Totaqualtitlan Tenanco.
3. Tlacochcalco/T1almanalco vas also affiliated with Kexico Tenochtitlan oocau'!:e !tzcahuatzin became a co-parent in-law wlth Hoteuhcc;oma
XO¡;oyotl whan the latter gave one of his daughters to Necuametzin teohua teuhctli, tlatoani of Opochhuacan Tlacochcalco,
ltzcohuatzin's son, who vas also the older brother of (doña Catalina) Chimalmantzin, listed twice above.
4. This represents only the first generation offspring of who had interdynastic marital affiliations in cha1eo.
Howlitver~ suusequent generations continued to tlayacatl as well as with the Cha1eo a1tepetl of
'flalrnanalco and 'l'enanco. See Tabla 6 and information about the famil}' of tlatoani Quauhcececuit:dn..
'tab1e 4a
Royal Ik:Jmanl as "'eb Ik:Jman· e Provenience Spo\lse: Hamo Seat a.nd Date Their Children Reference
tlife 01' conaort. and DynasUc Affil1ation and Status or of Rul.,uh i p
11.... andStatWl Tit1e
bihuacxotzin ChicOl1lOztoc, daughter of~~ChI:': Huehue teuhct,li formative- It?!tla Tliltecatzin. Xoch- Il-157-28
cahuaztli Chichimeca teuhctli coqauhcan (ca. 1174)
Referred to as 11 in traveling about, of Tliltecatzin Chichi I tz:t1acoqauhcan Tziuhte<:atzin f be 1-47-58,
hueltiuh Tequanipan Tziuhtlacauhqui meca yaotequihua carne tlatoani of 1-48-50
t1aca u (older sister of the people of ·'·e<,ua.n'IDan (second-in-rank tlatoani) Tzompahuacan
of the Tequanipan peoplel Tequanipan (1304- 1)
Xiuhtoztzin, Tzaqual t itlan Tenanco, ?Nochhuetzin tlailotlac Tzaqua1tit1an ItztlQtzin r became 1-73-32
cihuatlatoani dauqhter of Quahuit:zatzin: teuhctli f tlatoani Tenanco tlatoani of Tzaqual
see aoove tit1an Tenanco (l348-l417)
Ci.l.cuetz in Matlal tzin, Tzaqualtitlan Tenanco, Tziuhtecatzin tzom Acoltzin, Tzillin- 1-58-1
cihuapill1 daughter of pahuacan teuhctli f tocatzin, Xonecuiltzin,
tlailotlac tlatoani and Hiztliyauhtzin
(1218-1318)
Tlacocihuatzin, (the Not stated Huehue Quetzalmaqatzin Itzt1ac0<;3uhcan Tomiyauhtzin, Huetzin- 1-84-46
first), cihuoIlpilli Chichimeca teuhctli f (1392-14101 tzín. Haquiztzin (marcied
tlatoani Tlacaelel tzin), and
Cohua,<;acatzin, who viII 6
be designated te succeed.
l. Original rank and order ol altepetl tlayacatl in Amecameca: Itztlaco<;auhcan, Tzaqua1tit1an Tenanco, Tequanipan, and Panohuayan.
Tlailotlacan Teohuacan will la ter be established and eventually displace Tzaqualtitlan Tenanco as the second-in-rank altepetl tlayacat1.
2. These ehildren are listed in order of their birth and with their tit1es~ Tli1tecatzin Chichimeca yaotequihua, Xochitzin cohua
yaotequihua, and Atonaltzin Chichimeca teuhetlL These three men and an uncle, Mapihuat:zin, f'ounded the altepetl of AmecaJ1\Gca and the
Son, Atonaltzin, vas insta11ed Aa tlatoani of the first and highest-ranked a1tepétl tlayacatl ItztlacO<¡l1uhcAn.
3~ notes that tlatoani Quahuitzatzin had children with Cilcuetzin as well AS his consorts (icalpanpilhuan). He liata ol\ly
these three daughters by his legitimate wife, two of which will be responsible for establishinq royal genealO9'ies~
4. Since Quahuitzatzin had only dauqhters, Nochhuetzin probably was brought in te succeedw As tlatoanl, he lived only six months, and th.
t.h!!'>?t\. f'~n::G:o:d t'.:~ xiur.t'.:o!ft'.:.in.
5. Royal genealoqy tor Tequanipan formally established \lith this marriaqe, I-58-32.
6. Cohuac;acatzin's father íthe tlatoani of ItztlacoyauhcanJ died when the hoy was an infant and his mother served as regent~ Te ensure
that the office of Chichirneca teuhct1i was occupied, Coa¡;;acatzin exchanged rulerships and titles with the branch kingdom, Tlailotlacan
Teohuacan, and hecame teohua teuhct1i there.
Table 4b
ROYAl Wouft, as "cb W<D1n I s Provenlence spouae< ..... aeat &lid Dato 'ftIeir Cld14r.n . .r .......,..
"ife or Consort iIlId oynaatic Affi11aUon and Status o'" of lINle",ship
N...... and Status Titls
MiiiIryautitzin, Tzolllpahuacan Tequan1pan, Iztlotzin tlailotlac T..aqualtit1an Quauhtlehuanltr.fn. I-SS-55
cihuapl1li dauqhter of Tziuhtecatzin l teuchtli. tlatoani Tenanco {1348-1417) !>ec....... Uatoani of TZa
tlatoani of Tzol'Jlpahuacan qual.titlan Tenanco
Tequanipan (1304 - 1) (1418-1465)
R0)'41 Woma.R: as: &lch Woman I s Vcovenience Spouse: N4.IDe Seat and Dato Theic Ch11dren Reference
wiía oc COnsort and oyn.;aUe Affiliation and Status oc of Rulecohip
N~ anc:l Status 'l'itle
ioÜ z t1iyauhtzin, I:ttlotzin tiáilotlac - Tzaqua1 ti t lan Qua·ühtlfJhUanitzin, X-S8-55
cihuapilli teuchtli f tlatoaoi Tenoneo (1348-1417) became tlatoani of Tza
tlatoani of Tzompahuacan qualtit1ao Tenanco
Tequanipdn {1304 - ?} (1418-1465)
Cohuanentzin 1 T1ai lot1acall Teohuacan I Po¡;:.ocatzin atlauhtecatl Atlauhtlan 'l'zaqual Cacamatzin xocoyotl. 1-98-30.
t latocac ihuapU 1 i daughter of Coa~acatzin teohua teullct1i, macehualli. ti t1 ao Teoao(:o became tlatoani of 1-150-25
teuhctli. tlatoani (1411-1465) tlatoani (1443-1465) Tla i lot lacan Teohuacan
(1486-1519) through his
mother and hit) marriag6
lztdc Xochitzin f 1 Tentzon¡;:.olccan Panhuacan cacamatzin xocoyotl Tlailotlacan Teo Huehueyotz intl i 1-154-17
cihuatzintli (?nedc oc in Amecamecal , 2 teoltua teuhctll ~ hm.lcan (originally (adopted). tlatoani
"daughter oC the Panhuaque'l t latoani from Tzaqual ti tlan in Tzaqualtitlan
Tenanco (1486-1519) Tenanco (1488-15211)
Teoxut.tin, T.taqualtitlan Tenanco, cacamatzin xocoyotl See aboye don Alonso Gregor io 1-161-58
cihuat.:dntl i daughter of Quauhtlehuani tzin teohua teuhctli 1 see Quauhtlehuanitzin
tlailotlac teuhctli I tlatoani imme:diately aboye tlacochcalcatl teuhctli
(1418-1465)
T1acocihuatzin¡ Itztlaco~auhcant daughter Cacamat zin xocoyot 1 See aboye Quetzalnul:f;atzin I tla 1-113-24,
tlatocacihuapil1i of Toyaotzin Chichimeca teohua teuhctli; see toani of ItztlacOliauh 40,
teuhct1i, tlatoani aboYe con 11522-1547), 1-142-31,
(1486-1499) Tequanxayacatzin , tla 1-164-56
toani of T1allotlacan
Teohuacan (1525-1S65) J ond
Ilhuü;01cihua tzin
S',a;quantlapal tzin Panohu,a;yan, dauqhtec of Tzihuacatzin tlamaocatl ?Panohuayan Miguel de San Mateo II-35-36
Quauhcece~uitzin tlamaocatl teuhctli Mateo ticometl
teuhctli. tlatoani (1488-1519) teuhctli
Chimalmantzin Panohuayan, dauqh5er of Chimoltzin, tiyacauh 1Panohuayan don Pedro Tlahuanca U-35-45
Quauhcecccui tzin; !iee above tzin tlar.::aocat1 teuhc
tli ( tlatoani of (lano
hua¡lan (1520-153C?)
Possibly same situation as while not identiflerl as "wives,H did produce 50ns that will assumc
the latter is puzzling, since the Mexica supposedly did not, as yet,
have a noble lineage established) .84 In both cases (Tables 2a and b),
the child is named Acamapichtli the second, and is recognized as the
founding tlatoani (1367-1387) of the great kingdom of Mexico
Tenochtitlan.
A third male commoner (Table 2c) shared joint rule wÍth his
wife from ]\·:fexico Tenochtitlan in his home region, Atotonilco. 35
Their son became tlatoani (probably the first) in his father's town.
In Arnecameca, another macehualli (Table 4b), an affluent one
named Popocatzin, married a cihuapilli because her father, a tla
toani, had his eye on Popocatzin's wealth. The time was right for
Popocatzin, for he received the title and office of king in Atlauhtlan
Tzaqualtitlan Tenanco, which was without a legitimate heir to its
throne. The couple's son, however, succeeded to the title and office
of tlatoani in his mother's altepetl tlayacatl, l1ailotlacan Teohuacan>
which was higher in rank. 36 It is significant that the practice of male
macehualtin marrying high-status women usualIy occurred during the
formative years of altepetl development, or in times of crisis. While
not common, the existence of such unions chalIenges traditional notions
regarding marriage exclusivity arnong royalty.S1
Without exception, the marriages listed on Tables 2a-e represent
unions of individuals from differing altepetl (interdynastic ) , sorne
quite beyond the immediate Mexico Tenochtitlan realm. 3s Most often
3~ 1-77-28. We are reminded that Chimalpahin's annals are annals per se and
oíten reflect noncritical data.
35 1-97-5. There is another although somewhat confusing reference to joint
rule of some sort in Amecameca. Apparently, a widowed mother, serving as regent
Ior her young son, went to Uve with her xoehipixqui (flower gardener), and they,
as "tlatoque", held sway until her son was installed as lcing. Chimalpahin assures
us that the mother served as íull-fledged queen and the royal lineage and title
passed through her side. He does not elaborate on her relationship with the flower
gardener, 1-84-15; 1-85-47.
3~ 1-150-9 to 38.
31 For example, among the Mixtec cacicazgos, Spores reports no marriages.
with commoners, Míxtee Kings, 1967, and The Míxtees, 1984, nor does Carrasco.
"Royal Marriages", 1984, note any in his study oI Mexico Tenochtitlan andl
Texcoco.
38 Among the Mixtecs and Zapotecs, studies by Joyce Marcus, Kent Flannery,.
and Ronald Spores reveal the importance oí marriage arrangements to optimize:
polítical affiliations and consolidate royal hegemony, Kent V. Flannery and Joyce
Marcus (eds.), The Claud Peaple, Divergent Evolution ai the Zapatee and Míxtee
Civilizations, New York, 1983, 191-197, 301-308; Ronald Spores and Kent V.
Flannery, "Sixteenth-Century Kingship and Social Organization", in The Cloud
People, 339-342; and Ronald Spores, ''Marital Alliances", 302, 306-307. For the
Maya, Joyce Marcus has identified 36 monuments which were carved to comme
morate women. Usual1y the women are paired with men and are believed to be.
66 SUSAN SCHROEDER
the marriage was politieally advantageous for one partner or the other Operating at an I
-the royal offspring (usually only sons are noted) inheriting the offiee plexity of rank, royal
of tlatoani in either the mother's or the father's kingdom. Tlalmanalco was linke
For the altepetl of the Triple Allianee, Carrasco's (1984) study both kings became v
is exeellent, with detailed sehema on hyper-, iso-, and hypogamous parents-in-law". Motel
marriages. He gives numerous examples for this regíon and period ters to Neeuametzin te
of reeurring marriage allianees based on dynastic rank. Chimalpahin calco jTlalmanaleo, an
is much broader, both in time and space, but less detailed. The wed Tlacochealco kingdorr
dings that he noted range over the centuries and the Valley of Mexico. mantzin;U a young 'Yo
Henee, precise eorrelation with Carrasco's model is not possible, consí eventualIy bear kingl}
dering that the rank and status of many polities fluetuated over the Her two sisters would
extensive period of time that he eovered. 39 Certainly, Tables 2a-e altepetl, fanning the 4
corroborate Carraseo's general findings; however, Chimalpahin does trend of a superordim
not elaborate about the rank and order of the Mexico polities that subordinate kings and
he lists, the kings' wíves, or their ehildren, or give specifics about as brides went from :M
existing conditions that would determine why at given times an heir There is also an i
would succeed in his mother's altepetl and not his father's, and vice the higher-ranked alt{
versa. There are numerous examples oI both. Considering Chimal altepetl tlayacatl in A
pabin's preoeeupation with rank and prestige in the kingdoms of that both Tenanca grc
Chaleo, about which he furnished a wealth of informatíon, it may be occurring way back ir
that parallel data from other regions are not available. traditional ligature wel
In the altepetl of Chaleo (Table 3), which was made up of Iour As noted on Tabl~
separate kingdoms, there were interdynastic marriages within the fede outside the altepetl of .
ratíon as well as beyond (as already noted on Tables 2a-e). The the altepetl tlayacatl (
sample is limited to eight marriages, but, nevertheless, there is a altepetl tlayacatl in P
definite tendency toward interdynastie hypogamy (royal daughter of Tzaqualtitlan Tenanco,
a higher-in-rank king and kingdom marrying a ruler from a lower genealogy of highest-rar
ranked dynasty) /(J revealing what was likely a typical pattern of of TIailotlacan Teohua
royal daughters oI highest-ranked Tlalmanaleo marrying tlatoque in resulted in a change it
other Chaleo altepetl with an affinity toward eonneetions between never quite addressed, 1
the two leading kingdoms, Tlalmanalco and Ameeameca. was definitely displaee(
While Chimalpahin
either mothers or wives. Inscriptions show that most women were nonlocal, Joyce of the kingly lineages,
Marcus, Emblem and State in the Classic Maya Lowlands, An EPigraphic Approoch
.to Territorial Organization, Washington, D. C., 1976, 157, 166, and 192; Schele unions between two o
and Miller, Blood 01 Kings, 3, 128, report similar findings for numerous Maya
:groups. 4,1 Women named Chi
89 An altepetl could "be established", "move", "be abandoned", "disappear", Amecameca; within the la1
<and "be conquered". See Schroeder, ChimalPahin, for díscussíon about Nahuatl Table 6. The repetition (
terminology relatíng to altepetl organization and location. provide enough informatiorl
4() According to Carrasco, interdynastíc hypogamy "relates two dynasties of 41! Carrasco, "Roya! M
'unequal rank: the superordinate ruler gives a daughter in marriage to a subor 4,a See Schroeder, Chim
.dinate king or other ruler oí lower status", "Royal Marriages", 1984, 45. altepetl of Tenanco.
NOBLEWOMEN OF CHALCO 67
course of cight generations, íirst cousins marrying on four occasiOns.44 were named Chimalman
Compounding an already complicated situation, one oí these king ccicalpanpiltzin", but ne
doms, Tequanipan, became official as the product of a "marital" good marriages, the ele
affiliation with Itztlaco¡;auhcan (the highest-ranked unit), which at manalco. But since her
almost the sarne time was in the process oí íorming the above is likely she was not ti
mentioned dynastíc branch (as another altepetl tlayacatl), Tlailotlacan to have married men of
Teohuacan. The data are most complete for Chimalpahin's town ing the title by various
TzaqualtitIan Tenanco, but intermarriage among other Amecameca quest, until all royal !in
altepetl tlayacatl occurred and was probably preferred íor thc integrity in 1548.w At that tirnt
oí the altepetl. Indeed, marrying outside the kingdom may have becn centrated in one daugh
a special polítical or economic circumstance. The íiíth and last tIaya the deaths of many mIel
catl in Amecameca, Panohuayan, seems to be an exception,45 with for that reason, the mI
most oí the reported marriages contracted within the polity, probably to her son, maintaining
among the subunits, or calpultlaxilacalli (Tables 4b and c). judgment causing consÍ
In addition, Chimalpahin provided a detailed genealogy 46 of the mantzin married a mal
royal lineage oí Panohuayan (Table 6), \vhich is unusual, for other good marriages were Ir
wise he has the least to say about this oí all Amecameca's altepetl doza) at least, and aut
tlayacatl:n The genealogy is noteworthy because the king's lineage over two hundred and
continues well into the colonial period, and, especially, it shows the teenth century, Chimaln
regal title and authority oí the polity being passed through royal great-grandchildren even
daughters. as noted by the absence
This is the genealogy of tlatoani Quauhcececuitzin, who was mling or doña. Even so, most
Panohuayan when Hemando Cortés arrived in Mexico. The king had tlayacatl, Chimalpahin hi
at lea"t nine children, seven of whom were daughters, two of which
48 Neither of the two
44 Barbro Dahlgren de Jordan, La mixteca: su cultura e historia prehispánica, relationship to the Chimab
Mcxico City, 1954, 149-151, has observed a long series of close-cousin marriages Tzaqualtitlan Tenanco and ]
among some Mixtec kingdoms, and Rebecca Rom, "Postconquest Coyaacan: in identifying the recurrence
Aspects of Indigenous Sociopolitical and Econonllc Organization in Central Mexieo, dynastic rulership cycles.
1550-1650", Los Angeles, 1989, 90, reports at least one first cousin union in .9 Even so, when called
Coyoacan. of tlatoani in 1548, he refus1
45 According to Chimalpahin, the people of Panohuayan were the last to so AH the kingships in A
arrive in Amecameca. Unlike the other groups, they did not have a "Chichimeca" who held 5way until Vicetoy
background, but instead had an earlier affiliatíon (though not exp!ained) in TuJa, of aH rulerships to rightful •
with a market and the Iike. See Schroeder, Chimalpahin, 65-71, for information u The husband's title wa
about the altepetl tlayacatl of Panohuayan. merit rather than hereditary
46 Once thought unique to Chimalpahin's writings, Arthur J. O. Anderson has pilli", 1-172-3, 14, 20; 1-173.
identified additional genealogies by Chimalpahin in the British and Foreign BibJe . great lengths to find an he
Society Ms. 374, vol. 3, but they have nothing to do with Chalco. It is unfortunate father's sides. But Spanish 1
that we do not have genealogies for other Chalco poli ti es; they would enrich the ditional practices, the churc
marriage data about Amecameca considerably. commoners marrying, see '\\
41 Of all the Amecameca altepetl tlayacatl discussed by Chimalpahin, Pano and Legitimacy in Mexican
huayan is the only place that exists today. Long a working hacienda, as noted in Review, 1966, 54:946-1008.
the testament of Sor Juana Inés de la Cruz's mother, it is also today one oí six lI:2 The arch over the 1
districts (Panohaya) in the municipality of Amecameca. A translation oí Sor dicated in 1781 and bears
Juana's mother's wil! (11 January, 1687) can be found in DorÍs M. Ladd, de Amecameca d(on). Luis]
Me;¡¡;ican Women in Anahuac and New Spain, Austin, 1979, 62-64. cipal, agosto de 1781" •
NOBLEWOMEN OF CRALCO 69
Ion Luis 'JXpintzin don Diego Hernández Moxochintze-I;:; don B~ltas¡)r don Franciscd Cuet:z.paltzin
(tl.tocapilliJ tzeloatzin I .1 Ahuili<;atzin tlailotl"" teuhctli
1I-155-4ij) (1-155-4a)
~.«o,_" i. , ••, ~ ,,- ,. ,".".,00 .1 ,"o -,~. ,,' ;,.,., ','"",,,'"''
tzín {quauhpilli Am""ochtzin (cihuapillill Xiuhtezcatl (tlatocapilli)
·r tlacochcalpilli (Il-59-18)
Juan Agustín Jxpintzin 1 .Mar ia' Jerónima don Dieqo' HcrnÁndez don Cris'tóbal de
(teuhctli) Xiuhtoztzin (1-15L-2S) Castañeda
(!I -Sij-54) (I-156-25)
(don) Doainqo ~lancisco de San An~MUfi&~Chi. .lpahin Quawltlehuanitzin Lucas MiqUfJ 1 Castañeda=~ Haría'
(Il-2U-47) (U-35-41¡
Il-34-41)
a. Unless otherwise noted, all infocmation (exceptinq periods of rulership) is contained in this
one citation. Rulerships dre found on the appropriate dynastic tables.
Table 6
1st Papaloxochtzin don Hecnando de don Juan de Ojeda don Alejo de Ojeda Antonia, mattied Juan ftoa
Daught:er Guz~án Omacatzin Quauhcececuitzin Quauhcececuitzin Mihuacan, macehualli
teohua teuhctli"
younqer, Quauhcececuitzin
Tab1e 6
Order and H""", Spouse, Rank., 'l'heir Children 'l'heir Grandchil~ren 'l'heir Great Grandchildren
Gender and Provenience and Great Great Grandchildren
1st Papaloxochtzin don Hernando de don Juan de Ojeda don Alejo de Ojeda Antonia, married Juan from
Daughter Guzmán Omacatzin Quauhcececuitzin Quauhcececuitzin Mihuacan, macehualli
teohua teuhctli,
tlatoani (1534 don Luis de Ojeda
Tlalmanalco telpochtli, i ~e .. I the
younger, Quauhcececuitzin
2nd Caquantla Tzihuacatzin tla Miguel de San Mateo Petronila María, Dominga María,
Dau'lhter paltzin maocatl teuhctli, ticomecatl teuhctli, married Migu~l de San married Lucas de Castañeda, a
?Panohuayan married María, daugh Juan of Itztlac~auhcan " nobleman'* of Tenanco (Chi
ter of Cristóbal Tlal- r.telpahin's brother}
pitzatzin, great Name unknown, married
warrior from Tlal- Juan Crisóstomo Castro
tecahuacan Tlalmanalco of Tequanipan
III-)S-29 to )6-20)
Order and _ S¡k')use, Rank, Tbeir Chlldren Their Grandchildren Tbeir Grea\; Grandchildren
GeDder and Provenieoce aDd Great Great Grandchildren
6th Chimalmantzin Chalchiuhecatzin don Jasef de Santa don Felipe Páez de don f'rancisco Páez de
Oauqhter (second oí tequihua quauh María Teuhctlaco~auh Mendoza tlamaocatl Mendoza
this name) pilli J macehualli catzin tlamaocatl teuhctli, tlatoani don Pedro Páez de
teuhctll, tl.~toani of (1564-16041 and governor Mendoza
Panohuayan (1548-1564), (1583) af Panohuayan, don Diego Páez de
u:arried doña Maria de married doña Mendoza
Castilla Tzonatzin, Petroni la de Torcia don Felipe Fáez de
dauqhter Df Icnoixtzin Hendoza
grandaughter of Quauh
cececuitzin
7th Not known Quahe10tzin t1a Bonifacio de San Beatriz, married Diego Quahalotl,
"Oaughter cochquencatl Denito ¡"rancisco de San Juan, ("he 15 living")
teuhctli nizquitecatl; both resi
dents af 'tlaltecahuacan
7Tlalmanalco
table 1
the Wives Gf don Tomás de San Martín Quetzalma9atzin, ca. 1529
(11-4-44)
5th doña catalina Itzcahuacan Tlacochcalco don Josef del Castillo Ecaxoxouhqui,
l
Chimalmantzin
(Tlalmanalco), daughter of tlatoani oE Tecpan Tlailotlacan
cihuapilli, his
Itzcahuatzin tlatquic Tzaqualtitlan Tenanco (1548-1576) ,
sister-in-law
tlatoani (1486-1520), a stepson
widow oE Huehueyotzintli
tlailotlac teuhctli, tlatoani don Gregorio de los Angeles
in Tzaqualtitlan Tenanco Tepoztlixayacatzin (born to Chima1mantzin
(1488-1520) and Quetzalma9atzin before their marriage
was formalized by the church), t1atoani of
Itztlac09auhcan {lS64-15BOI
Thus, the hypogamous pattern that Carrasco has so ably shown except lor one pa.ssage in
for Mexico Tenochtitlan and Texcoco exists but is contained within Xocoyotl bad just taken o,
The Nahuatl term that Chimalpahin used to describe wives is the There were other cihUl
possessed form of the noun cihuatl "woman", icihuauh "his woman", names are not known.s'
"his wife". The marriage arrangement terminology is usually limited
to just three verbs: ana "to take", itlania "to ask for", and maca "to (ed.), The Conquistadores, Ne'
give". The first two refer to a nobleman's method for getting a wife; of this head wife they have
weddings of others".
the third, maea, describes the aet of fathers giving daughters to nobl~ l>I I-137-49, and see aOOve
in marriage. A typical entry might be: (cihuatlal, "woman's" or "wif«
and Polities in Aztee Texcoc,
In this year [1508] cihllapilli Ilhui~olcihuatzin xocoyotl "the yOllngest" Proskouriakoff notes that a bw
was born. She is the daughter of Cacamatzin teohua teuhctli, the may indicate that she is a IIllU
tlatoani of Tlailotlacan Teohllacan Amaqllemecan Chaleo. Later, tbis or bride price, Proskouriakoff,
PrlJ'-CBlumbian Art and ArchD
cihllapilli was asked for by tlatoani Telpochtellhctli of Yacapichtlan. bridge, 1961, p. 90.
She went there to have children. 53 58 n-4-44. Similar pressure
"Marital Allianees", 1974, 303,
Chimalpahin says nothing about the wedding ceremonies per se,s" in extensive litigation. We kn
and we know Httle of what a bride might bring to the marriage, except for the presence of 1m
in celebration of the great d
53 1-137-3. Among more reeent TzeItal groups in Chiapas, June Nash reports. account of the court of the M
that regarding the selection of a mate, the interest and intent of males pre 117 n-5-7. The Anonyrnous
domina te. She say8, " ... although there is no term for romantic love, the closest as they ean support .•• , but
approximation being "want" or "ask for" a woman. June Nash, In thc Eyes of children inherit whereas the
the Ancestors, Belief and Behavior in a Maya Community, New Haven, 1970, 272. considered as bastards", in FUI
l>4. That there were formalities and eeremonies, see Karttunen and Lockhart~ practiced among the Maya a
Art 01 Nahuatl Speeeh, and the Anonyrnous Conqueror in Patricia de Fuentes.. 9f the lings' most important
NOBLEWOMEN OF CHALCO 75
(ed.), The Conquistadores, New York, 1963, 181, who reported "at the wedding
oí this head wife they have certain ceremonies that are not observed at the
weddings of others".
¡j¡j 1-137-49, and see aboye, pp. 23-24. Plots of land were given as dowry
(cihuatlal, "woman's" or "wife's-land") in Texcoco, see Jerome A. Offner, Law
and Politics in Aztec Texcoco, Cambridge, 1983, 126. At Bonampak, Tatiana
Proskouriakoff notes that a bundle carried by a young girl in a subordinate place
may indicate that she is a marriageable daughter, the bundle signifying· her dowry
or bride price, Proskouriakoff, "Portraits of Women in Maya Art"" in Essays in
Pre-Cf!)lumbian Art and Archaeology, ed. by Samuel Lothrop and others, Cam
bridge, 1961, p. 90.
!le n-4-44. Similar pressures were put on Mixtec kings, according to Spores,
"Marital Alliances", 1974, 303, which confounded succession practices and resulted
in extensive litigation. We know little of the culture of a Nahua king's court,
except for the presence oí rnany wives and the occasional singing of war songs
in celebration of the great deeds of the rulero See 1-115-22 for. Chimalpahin's
account of the court of the Mexica tlatoani Axayacatl.
.57 11-5-7. The Anonymous Conqueror wrote, "they have rnany wives, as rnany
as they can support ... , but as 1 have said, one is the principal wife and her
children inherit whereas the others do not, since they cannot since they are
considered as bastards", in Fuentes, The Conquistadores, 1963, 181. Polygamy was
practiced among the Maya as well, and nurnerous inscriptions bear the narnes
pf the kings' most important wives. In Yaxchilan, title passed to the son of a
76 SUSAN SCHROEDER N'
Of all rus women Quetzalma<;atzin chose the widow of his half male descendants throug
brother, Huehueyotzintli, late king of Tzaqualtitlan Tenanco. Huehue catlachihualtin (derived
yotzintli had married Chimalmantzin, the daugther of the tlatoani of "male kingly creations"
higher-ranked Tlalmanalco [Itzcahuacan TlacochcalcoJ when shc was heirs were to officiate iI
seven years old. The marriage was not consummated until she was with SO much else in (
mature. Of this marriage, one child was bom, don Josef del Cas Actual kingships were e:
tillo Ecaxoxouhqui, who later ascended the throne at Tzaqualtitlan occasion, and some men
Tenanco (1548-1576). Chimalpahin states tlatoani Quetzalmac;;atzin women of rugher station
selected Chimalmantzin because of love; it may have been the levirate, their wives' kingdoms, b
but it was most likely politically smart since Tlalmanalco was higher right was not forgotten.
ranked and would be designated the colonial cabecera.~8 And Chimal An example of the l~
pahin adds umoch iuhque catea y ye huecauh tlatoque miecacihuahua the Atlauhtlan Tzaqualtil
que catea" "all the rulers of long ago werc that way, with many Tlacocihuatzin, daughter
wives".S9 With Quetzalmac;;atzin Chimalmantzin had three more chil <;auhcan, and was install
dreno The eldest, don Gregorio de los Ángeles Tepoztlixayacatzin, who higher-ranked polity tba!
was bom befo re the offidal marriage, became Chichimeca teuhctli and camatzin had three childr
tlatoani of Itztlacoc;auhcan in 1564. The othcr two children, although importantly in the politi(
baptized by Hemando Cortés, seem not to have hcld office. Of par
alter the conquest.61 The
ticular interest, showing adherence to pre-Spanish tradition, the first
above) and T equanxayac
of all to inherit the tlatoani throne and title for Itztlacoc;;auhcan was
Quetzalmac;;atzin's son by his primary wife, the \Voman from Mexico to die, he admonished the
Tenochtitlan. Nothing at all is said as to the fate of the rest of Tzaqualtitlan Tenanco, al
Quctzalmac;;atzin's wives.
Come here my sons an
our home at Tzaqualt
Succession altepetl and to rule the.
home; it is only our
Chimalpahin idealizes descent practíces and always stresses the
mother]. Our horne is :
importance of patrilineal patrilocal tradition. And, in the course of is traced through the 1
tracing the rulerships in Amecameca Chalco, it becomes apparent that
sons usually do succeed fathers.oo The term used to describe legitimate Quetzalma~atzin and 1
third wife, who honored his mother upon his installation, Schele and Miller, went to their patrimonial
Blood of Kings, 1986, 28, 143. Barbro Dahlgren reports plural wives among the with the elders of Itztlaco
Mixtecs as well, but first wives always ranked highest and their children inherited
their tides, La mixteca, 1966, 135-136. In Quito, Frank Salomon, "Indian matrilineal affiliation and
Women", 1988, 327, notes plural wives existing among both the nobility and kingdom, exchanged rule
commoners. usurped the rulerships of
58 Not atypical, the levirate was practiced in Yanhuitlan when the Mixtec
cacique's brother died, the ruler mamed his sister-in-law, Dahlgren, La mixteca,
they then held for 25 yea
1966, 136-137.
59 n-6-26. While surely restricting the alliance options for the kings, as we their houses", La mixteca 196
would expect, Chimalpahin provides no specific information other than what has ''Yax-Pac, last king of Copan,
'
been included on the tables. See, especially, the discussion about Panohuayan, had come from Palenque", Blc
p. 25-26, 28-29. 61 They were alIies of He
00 Demonstrated in the dynastic lists for Chaleo; Schroeder, Chimalpahin. even serving as compadre for •
For the Mixtecs, Dahlgren reports that "Mixtec caciques brought the women to 6! 1-165-5.
NOBLEWOMEN OF CHALeo
Come here rny sons and listen to me. When 1 die you are to go tÜ'
our horne at Tzaqualtitlan Tenanco. You are to take care of the
altepetl and to rule there ... This [Tlailotlacan Teohuacan] is not our
horne; it is only our wornan's horne [the place of rny wife, your
rnotherJ. Our horne is in Tzaqualtitlan Tenanco where the genealogy
is traced through the rnale line."'2
their houses", La mixteca, 1966, 137, and in Copan, Schele and MilIer note that
"Yax-Pac, last king of Copan, recorded that his mother, the previous king's wifc,
had come from Palenque", Blood of Kings, 1986, 143.
.(11 They were allies of Hernando Cortés and benefitted greatIy, the Captain,
69 Although probably of Ji
Schele a~d M¡JI~r, Blood 01 Kmgs, 1986, 1'53, find Jaina figurines showing Maya Partidas} of the colonial perlad
women (m partIcular, the courtesans) with "all sorts of mates from Underworld macy". See W oodrow Borah a
dei ties to oversized rabbits". Fray Bernardino de Sahagún disc~sses the courtesans
Ín Mexican Culture: Mexico a
or women of passion, but does not usually deal with them kindly Anderson and
946-1008.
Dibble (eds.), Florentine Codex, Book IO-The People. ' 70 1-142-42.
'65 This i8 the same Huehueyotzintli mentioned aboye p 32. 71 1-117-26.
6'6 I-154-1 to 42. ' .
72 1-108-1; 1-119-25; 1-128-<
67 1-155-l.
73 1-170-5.
'68 1-79-17 and 1-96-41, and el. Carrasco, 1984, 59-61, 63-65.
NOBLEWOMEN OF CHALCO 79
Royal M others
6
80 SUSAN SCHROEDER NOE
tion and immediately installed the dynastic heir, who was his nephew aIready. with rulers, a deit
as well.) finally reached Amecamec
Later, and tragically for the wife, in 1548, don Juan Bautista de they· were in the area. 1
Sandoval Toyaotzin became tlatoani of Pochtlan Tequanipan because .Tequanipan tIaca "the 01
bis mother was a cihuapilli from there. 74 His father, don Juan de Later we leam that inhue1
Sandoval Tequanxayacatzin teohua teuhctli, had been ruling as supreme to serve as sorne sort of :
tlatoani of all Amaquemecan altepetl tlayacatl, and installed his son recognize the newcomers
on the Tequanipan throne. Toyaotzin married a cihuapilli from Cui tú settle in Amecameca. .
tlahuac, but killed her after a short while. 75 But then, upon his father's preliminary exchanges Tlil
death in 1565, Toyaotzin retumed to Tlailotlacan and assumed the in-rank tlatoani of Itztla
important title and rulership held previously by his father. 76 people. He then took "t1
It should be noted that a mother's political affiliation could also pregnated her. The peop
have devastating effects on her son's aspirations to high office. Huehue stay and establish their
Chimalpahin, whose name Chimalpahin took as one of his own, may .Amecameca. The leader
well have become a tlatoani had it not been that his mother was from ruler, and he and bis da'
a town [Atlauhtlan Tzaqualtitlan TenancoJ where the royal genealogy union with Tliltecatzin. ~
was de1iberately terminated. His candidacy was rendered ineligible and in the kingship of TequaI
the tlatoani office and title passed to a brother (Quauhtlehuanitzin), of the then second-in-ral
whose mother presumably was from a different town. n (see Chimalpahin's gene.
The -hueltiuh of the
Sisters and Consorts wife of Tliltecatzin's, OIl
a term Chimalpahin se1c
Another term that Chimalpahin used to describe women 18 huel hueltiuh" is not explainl
tiuhtli "older sister", which is found in the possessed form, i-, inhueltiuh, We have just looked
"his", "their older sister". Most often it indicates sibling relationships, lnothers, daughters, and I
i. e., Acolnauatl, son of Huehue Huitzilihuitl, had three older sisters/ 8 pbvious that the roles o:
or the tlatocacihuapilli from Mexico Tenochtitlan, who was the older portant than Chimalpahi
sÍster of Moteuhcc;oma Xocoyot¡:r9 position of high responsit
There is one instance, however, where hueltiuhtli takes an entirely of bis family. It is at tl
different meaning; it is when Chimalpahin speaks of the establishment :88 males definitely ruled
of a rulership during the formative years of Amecameca. In this case
the people of Tequanipan have been traveling about for many years, The first cihuapillatc
toztzin, who was installf
74r-I71-50; n-14--22. her father, Quahuitzatzi
75Chimalpahin tells the exact period of the marriage, one year, six months, Quahuitzatzin, the foun
and twenty days, but gives no reason for the murder, u-16-15; II-19-43.
76 Looking back, we are reminded that these men were descendants of tIa
8ucceeded by a Nochht
toaru Cacamatzin, whose lineage was of the Atlauhtlan Tzaqualtitlan Tenanco ;X¡uhtoztzin immediately
dynasty. But it was 1565, many kings had died, and rightful rulers were hard to ·that there was no one eh
come by. No one seemed to challenge Toyaotzin's assuming the Tlailotlacan throne
by this time, although there had been much unhappiness with his father's rule. 84) 1-47-36.
n r-98-44. 81 Pedro Carrasco report
78 1-54-36.
that "if there were no malc
79 1-170-7.
c:ould succeed to the rulershi¡
NOBLEWOMEN OF CHALCO 81
"Andean Wornen", 1980, 152, 157, observes parallel lines of descent were the Persistence, Adaptation, and
order arnong prehispanic Andean groups, and Frank Salomon, "Indian Women", 1987, 203-231.
1988, 327, c1airns that parallel descent and inheritance practices are stilI in 87 Salomon, "Indian W(
operation today in Quito. 88 See Haskett, "Living
84 n-165-54; n-166-3; or el. Carrasco, "Royal Marrlages", 1984, 57. Carrasco among Cuernavaca's Colonia
notes that the names of nobility often recur in a given lineage, 69. See Gillespie 34..159, for a careful and th4
fot additional information on Illancueitl as a possible female ruler, Aztecs, 1989, accrued by means of succe
19-21, 28-56. Unfortunately, details about the content of rulership are lacking in Cuernavaca.
once again. 89 u-19-5; rr-22-32. For
85 1-84-12; 1-89-21; 1-174-20. See Schroeder, Chimalpahin, 184.185, for addi pahin, see Susan Schroede:
tional discussion. Colonial Mexico", in India"
by Susan Ramírez, Syracuse,
NOBLEWOMEN OF CHALCO 83
Colonial Noblewomen
Well alter the conquest royal wive3, daughters, and mothers en
joyed prestige, by then recognized by the Spanish honorific "doña",
with or without the "cihuapilli" in the Nahuatl accounts. These women
received Christian names upon baptism, but they retained their ludian
names and clung to their political affiliations. There is evidence that
lndian noblewomen had authority during the colonial period, but more
work needs to be done in tbis area. In Tepoztlan, Robert S. Haskett
notes a cacica "wife oI a cacique" o "ruler" with considerable political
influence in the early years of the eighteenth century.~ Even earlier,
in distant Quito, Frank Saloman tells oI [doña] Beatriz Ango, a noble
woman who married Topatauchi Atahualpa, son of Atahualpa Inca.
From her widowhood to the time of her death (1583-1601), because
oI her own lineage, her marriage, and the wealth and prestige froID
both, [doña] Beatriz Ango was considered at least "symbolically a
sovereign to the republic of Indians".87 And lndian noblewomen were
still coveted as brides in the colonial periodo In another instance, Has
kett gives the example in the sixteenth century oI a mestizo (perhaps)
who married a Cuernavaca lndian woman oI bigh position and was
able to secure the governorship oI the polity for thcir two sonso Both
sons married lndian women with the title doña, which may have
served to secure the family's prominence in local politics. These women
brought both wea1th and political influence to their marriages. 88
Elite mestizas (still "cihuapipiltin"), notably the descendants of
Moteuho;oma Xocoyotl, distinguished themselves by entering convents.
Chimalpahin refers to them as monjastin or cihuateopixque "nuns" or
"women-priests".89 1 have Iound no pre-Spanish counterpart for these
women in Chimalpahin's history. lndian women of the early colonial
period, elite or otherwise, did not become nuns, and Asunción Lavrin.
reports there were no convents for lndian women until the eighteeenth date for marriage. 9tl Thf
century.90 Another mode of self-assertion and independence is seen in and enjoyed being re4
sixteenth-century testamentary practices by lndian women who went territories.
to great lengths to assure that their personal property went to pre To succeed to officc
ferred heirs. 91 birth of the noble das
through direct deseent j
Any deviation from the
Comparisons and Conclusions One way that could h
claBS, which may carry
We have already noted the similarities between interdynastic
have happened at sorne
marriages in the Triple Alliance and what Chimalpahin records for
In spite of what he W4
Chalco. However, of all recent scholarship on Mesoamerica, the Mixtec
parents, his brother, nor
cacicazgo "kingdom", upon comparison, comes closest to the Chaleo
the Spanish "don" tm
altepet1 in both its social and polítical composition. Headed by heredi
especially for the Mixte
tary rulers who apparently stuck to traditions much better than the
natives; hence, its dural
Chalca kings, Ronald Spores has been able to trace líneages in nume
IOUS Mixtec cacicazgos that endured for centuries, even through the
Keeping in mind al"
colonial period.92 He believes the success of cacicazgo operations can tive and his bias, neve
be attributed to strict adherence to marriage and succession procedures, survivals of social and
which ensured survival for the políty.93 Charles Gibson too attributes but continuity at least
the persistence of many lndian towns in central Mexico to traditional 10nger. 99 His failures to
leadership and interregional associations.94 to altepetl and rulership
Most of Spores's information concern the nobilíty. What is unique bility exists that the Na
about the Mixtecs, though, is that women seem to have equal standing to reflect the feminine (
with meno Kings married queens who brought their own titles and be attributed to concert4
inheritance to the marriage, and then passed them intact to specific procedures for inheritan
offspring, depending on the marriage arrangement.95 Kings purpose Mixtecs. Distinguishing
fully sought entitled women of high status (and perhaps vice versa), 906 Spores, Mixtec Kings,
and were advised by cacicazgo nobles about an appropriates candi huehuetque, as town elders
Quetzalmac;atzin politicked t
90 Asunción Lavrin, "Female Religious", in Citíes and SDciety in ColDnial and succeeded, 1-167-4 to
Latín America, ed by Louise Sehell Hoberman and Susan Migden Socolow, camatzin's promoting an ado
Albuquerque, 1986, 176. Ameeameca elders CIllmalpa
91 See especialIy S. L. Cline, CDlonial Culhuacan, 1580-1600, A SDcial HistDry no right to act as he did al
DI an Aztec TDwn, Albuquerque, 1986; Susan Kellogg, "Aztec Inhentanee in altepetl tlayacatl rulerships
Sixteenth-Century Mexico City: Colonial Patterns, PreIllspanic Influences", Ethno concerted effort by colonial <
hisfory, 33(3), 1986, 313-330; and Frank Salomon, "Indian Women of Early meea rulersIllps to proper he
Colonial Quito as seen through their Testaments", Americas, 46(3), 1988, 97 Spores, The Mixtecs,
325-341. . 98 CIllmalpahin is very
112 See Ronald Spores, Mixtec Kings, 1967, "Marital Allianees", 1974, and marriage to a secondary· wi
The Mixtecs, 1984. along the lineo Originally ca
93 Spores, Mixtec Kings, 1967, 29. himself "don Domingo de :
9~ Charles Gibson, "The Aztec Aristocracy in Colonial Mexíco",CDmparotive he did not aetually take tl
Studies in Society and History, 2, 1960, 169-196. privately, when he was writiJ
95 Spores, "Royal Marriage", 1974, 303-304, reports, "daughters were eligible 99 Chimalpahin stopped
and could succeed even when they had malesiblings". "Diario" and his "La conqu
NOBLEWOMEN OF CHALCO 85
date for marriage. 96 These women he1d sway over their own cacicazgos
and enjoyed being recognized as the supreme authority in their
territories.
To succeed to office or inherit title one had to be a member by
birth of the noble class, wbich, according to Spores, "was attained
through direct descent from titled-royal class parents and ancestors". 97
Any deviation frorn the norm meant permanent loss of royalty status.
One way that could happen was by marrying someone out of your
class, which may carry over to the Nahuas, for that is what must
have happened at sorne point in Chimalpahin's own family (Table 5).
In spite of what he would like us to believe, neither Chimalpahln's
parents, his brother, nor he himself have legitimate indigenous titles or
the Spanish "don" that appeared earlier in the family line.9s But
especially for the Mixtec cacicazgo, there were no exceptions or alter
nativesj hence, its durability through the colonial periodo
Keeping in mind always that bis bistory reflects his mental perspec
tive and his bias, nevertheless, Cbimalpahin demonstrates not only
survivals of social and polítical practices in the kingdoms of Chalco,
but continuity at least to the end of the sixteenth century, if not
longer. 99 His failures to acknowledge the significan ce of noblewomen
to altepetl and rulership conservation need not be overstated; the possi
bility exists that the Nahua perspective of bis time lacked the facility
to reflect the feminine dimensiono Surely much of the persisten ce can
be attributed to concerted efforts by the nobility to follow established
procedures for inheritance and succession, as we have seenwith the
Mixtecs. Distinguishlng Chalco, however, and perhaps typical of
00 Spores, Mixtec Kings, 1967, 115. In Chalco there is sorne evidence' that
huehuetque, as town elders, had a say in succession procedures al! when
QuetzaImat;;atzin politicked to exchange his kingdom for a more prestigious one
and succeeded, 1-167-4 to 50. But sorne kings acted independently, i. e., Ca
camatzin's promoting an adopted son to his rulership (see above, pp. 34-35). The
Amecameca elders Chimalpahin interviewed maintained that Huehueyotzintli bad
no right to act as he did and that his half-brothers who usurped all Amecameca
altepetl tlayacatl rulerships were never considered legitimate rulers. In 1548, a
cQncerted effort by colonial and Indian authorities was made to restore all Ameca
meca rulerships to proper heirs, 1-155-35 to 157; II-14-4.
97 Spores, The Mixtecs, 1984, 65.
98Chimalpahin is very up front about this. lt may have been due to a
marriage to a secondary wife, or the absence of a titled royal heir somewhere
along the lineo Originally called just "Domingo Francisco", but eventually calling
himself "don Domingo de San Ant6n Muñ6n Chimalpahin Quauhtlehuanitzin",
he did not actually take the "don" or his many other names until late and
privately, when he was writing his history (ca. 1610-1620).
99 Chimalpahin stopped writing abruptly, leaving at least two works, his
"Diario" and his "La conquista de México", in midsentence, unfinished.
86 SUSAN SCHROEDER
de su dios. TI
altepetl kingdom, city state
y mala que el
altepetl tla:yacatl kingdom, large subdivision within a.
eón muchos agravi,
eomplex altepetl ~~e usava para después
calpulli "barrio", see ealpultlaxilaealli 'Ji A los sacerdotes qui(
calpultlaxilacalli barrio, distriet, jurisdietíon; subdivisioTh . .iÍWtzilopochtli respondi6
within a tlayaeatl
Chichimeca teuhctli * Chichimeca lord (royal title) ~;, aquella
noche al prime
cihuapillatoani noblewoman-ruler, queen ayos y señores la dele
cihuapilli, pI. cihuapipiltin noblewoman, lady _¡ quien le pudiesse dar J
cihuatl; poss. icihuauh woman; his wife voluntad porque su Ve]
cihuatlatoani, pI. cihuatlatoque woman-ruler, queen nes, trayéndolas a SUI
huehuetlatolli ancient story, hístorical accounts de coraz6n y brazos,
hutlhuetque elders, ancestors nombre y levantar la
hueltiuhtli "elder síster" ? itéñores del oro y de 1:
huexiuhtli co-parents-in-Iaw plumas ricas [ ...].
icalpanpilhuan ehildren of a eoncubine
rruu;ehualli, pI. macehualtin eommoner Malinalx6chitl y los s
mecatl; poss. imecauh cord, rope; his eoneubine . ' Malinalco, que vino
pilli, pI. pipiltin noble, nobleman taMes fueron temidos ce
tcohua teuhctli * divinity-possessor lord (royal title> . el' Siglo XVI. Más tarde
teuhctlatoani lord-king; subordinate ruler acercarse a la Tierra PI
tlatoani, pI. tlatoque king, ruler una coalici6n de poblac
tlatocacihuapilli kingly noblewoman, queen Malinalx6chitl.:1
tlatocatlacamecayotl royal genealogy
tlatocayotl
El incidente, a prim
kingship, rulership
*
Nahuatl tenns following personal names of nobles often indicate a royal title 1878: 23-24, 26, 225-227; 'I
or office; unfortunately, literal translations seldom convey exact meanings. 37-38; parecen todas depend
LAS BRUJAS DE LAS PEREGRINACIONES AZTECAS
MICHEL GRAULICH
(jaguar, serpiente, lechuza, murciélago ... ) o en cualquier otra enti meneas se asimilan a su
y le acompañan en su im
dad animada, por ejemplo en fuego. Si el buen nahualli era conside
arrancarse del seno de }¡
rado como un sabio, un consejero, un depositario de conocimientos
cambio representa la ascur
un auxiliar preciado, el nahualli malvado en cambio era temido po;
sus hechizos, en particular cuando obraba como "hombre-buho", "des
de la laguna simboliza 1
porque está dominada por
tructor de gente ... que los mata con pociones, que hace imágenes
de madera de la gente, que se sangra sobre ellas".~ll Las metamorfosis dominada por la tierra )
llanuras áridas del norte,
c~racterísticas del nahualli juegan un papel importante en una va
tierra irrigada por los agl
nante del episodio de la bruja transmitida por Torquemada.20 En
Para los mexicas, el :
lugar de MalinaIxóchitl es Cihuacóatl Quilaztli la que Torquemada
sobre los autóctonos son (
pone en la escena, una diosa de la tierra, de los nacimientos mons
nes son un viaje durante .
truosos y de los partos, de la cual decían que era también la hermana
mundo. La época del val
de Huitzilopochtli. Un día, dos capitanes de los mexicas errantes
M~cóat.l y Xiuhnel en,::ontraron durante una cacería a la bruj~ tiempo de los orígenes del
reinaba sólo la oscuridad,
Quilazth que, para enganarlos, apareció transformada en águila sobre
única en recibir tributo (
un n?pal. Los cazadores quisieron tirarle sus flechas cuando Quilaztli
Desde luego no ha de eJ
les. d1Jo que ~ra su herr;tana y de su pueblo y que quiso burlarles.
armas son la brujería y .
Mlxcoatl y Xmhnel enopdos contestaron que era digna de muerte y
servar solas el poder, iml
se fueron.
los migran tes. Son la ine
Los estudiosos no se han preocupado mucho con este episodio ya
mexicas penetran en el V~
que no se puede reducir en ningún modo a un hecho histórico. Sin
zando una coalición de :
embargo el acontecimiento es extremadamente revelador. 'Qué es lo
fuerzo por prohibirles a }<
que en Quilaztli, cuyos talentos de hechicera y sus transformaciones
parte, siglos más tarde f
repentinas no debían de sorprender a nadie -sabemos que el nahualli
sedentarios ricos y opulent
P?ede ser bueno -y q~iso engañar a los mexicas hasta el grado de ser
llegados particularmente vi
dI?na de muerte? Al IgUal que MalinaIxóchitl quiso detenerles en el
hizo Moctezuma? ¿qué p1
nusmo lugar, hacerles abandonar su búsqueda, esta vez persuadién
valor, es decir a los hech
doles de que habían llegado ya a la Tierra prometida. Un águila
sus "grandes encantadore
sob:e un nopal era en efecto el signo de la Tierra prometida. Donde
como la tierra que procur
tUVIera lugar esta visión debía fundarse México Tenochtitlan. Si la
superchería hubiera salido bien, los migrantes se hubieran asentado que nunca les pudiere
s?~re el terr:no, el sol. no hubiera nacido nunca y la Tierra y las nes íque cemer. .. ] y 1
tlmeblas hubIeran contmuado reinando. con esto otros, los que
El bien conocido emblema de México Tenochtitlan hoy emblema poco les pudieron emp1
de la nación mexicana, representa el águila devorando u~la culebra y pantorrillas, y tampo<
sobre un nopal que surge de la laguna. Simboliza el triunfo del a la postre los que ene
sc:l sobre las tinieblas así como el triunfo de los migrantes o de los despeñar ( ... ] y jamá:
nomadas sobre los autóctonos agricultores. El águila es el sol Huitzilo 21 Graulich, 1984.
pochtli, que jamás se para, al igual que los migrantes. Al s~guir1o los 22 En la mayorla de las. I
ilustran mejor los esfuerzos dI
una isla en medio de una lagt
19 Sahagún, 1950-1969: 10:31; López Austin 1967: 95-c.;c.;.
estuvieron convencidos de que
2Q Torquemada, 1975: 1: 80-81. '
Tenemos aquí un raro ejemplo histórico de tentativas de reactuali histórica, lo demuestra am]
zación de datos míticos. que no fue seducido y de,
Los nombres de los jefes mexicas que vieron a Quilaztli sobre el Venado, que se sedentarizé
nopal, Mixcóatl y Xiuhnel, fueron sacados por los mexicas de mitos pálotl poco después.21
más antiguos relativos a los toltecas, pueblo glorioso del pasado. De la Xiuhnel se inmovilizó 1
misma manera que los demás pueblos mesoamericanos, los toltecas radora de sus amantes. Lo
tuvieron igualmente que errar por mucho tiempo antes de encontrar a los toltecas y triunfaba
una tierra favorable. Y en los mitos tocantes a los toltecas también mujer que se presentó del
hay relatos acerca de brujos que confirman las interpretaciones suge luego hizo el amor con e
ridas y dejan entrever un aspecto de la brujería en el pensamiento energía y su vivacidad y
·del México antiguo. seductora le había quitado
Durante una cacería dos jefes de los toltecas peregrinan tes, Xiuhnel suceso equiparable ocurri!
y Mimich, vieron caer del cielo dos venados bicéfalos. Los persiguie quichés.29 Narran pues las
ron bastante tiempo tirándoles flechas. De pronto los venados se contento el ambo a Guatel
transformaron en mujeres. Xiuhnel las llamó: "venid, hermanas ma llegados. Deseosos de tempc
yores". Una de ellas le invitó a beber una copa de sangre.23 Xiuhnel a sus hijas más hermosas
10 hizo y luego se acostó a su lado. Al instante la mujer se acostó que les animaba. Pero lru
sobre él, le horadó el hígado y se lo comió. En cuanto a Mimich en vano: al contrario de
que había desconfiado, fue perseguido durante horas por la otra dejaron seducir.
mujer, Itzpapálotl. Por fin, tras varias peripecias consiguió matar a En todos estos mitos ~
la "diablesa" y quemarla con la ayuda de las deidades del fuego. grantes, de transformarles
Itzpapálotl estalló en pedernales de diversos colores. Mixcóatl, jefe que dominen a los autóctl
principal de los toltecas errantes, cogió el pedernal blanco y lo llevó ello porque son ellas las ~
en adelante a cuestas a guisa de diosa protectora.\!4 la noche, la pasividad, las
En un himno náhuatl muy antiguo Itzpapálotl aparece como están del lado del cielo,
la que se mostró a Xiuhnel y Mimich bajo el aspecto de un ve ora la brujería, ora su feIl
nado, "Nuestra Madre", "Madre de dioses", la "Diosa Tierra" .25 eficaz. La mujer disoluta
En el mito, su compañera y ella misma están calificadas de "perver su gusto por devorar con;
sas", al igual que Malinalxóchitl, ya que ellas también utilizan mala anhela por tonalli. so Ya I
mente sus poderes de nahualli. Después de metamorfoseadas se hacen pozos sin fondo en los (
.seductoras para devorar luego el hígado de sus víctimas. Para los encuentra en "las enaguas
antiguos mexicanos el hígado era una sede de la energía y de la dad,u como entre los bru}
razón: el que estaba privado del hígado se volvía perezoso y como tierra" (itechnaci in Tlalt.
10co.26 Aparentemente, las fuerzas telúricas intentan otra vez detener La mujer es pues sierr
a los migrantes en el mismo lugar. Otro texto, de apariencia más brujería parece ser más bJ
-por supuesto una. hennana de Huitzilopochtli-, quiso asentarse sobre el terreno
mas fue muerta con los partidarios de su hennano. El episodio es muy rico en 21 Muñoz Camargo, 1892:
connotaciones de toda clase y merece un estudio por sí mismo. 28 Leyenda de los Soles, 1
23 Ver los consejos de un padre a su hijo: no se puede aceptar la copa ofre pinturas, 1965: 37.
<cida por una. prostituta. Sahagún, 1950-1969: 6: 125. 29 Título de los señores de
24. Leyenda de los Soles, 1938: 358-362.
80 López Austin, 1980: 1: ~
25 Seler, 1902-1923: 2:994-1003.
S1 Sahagún, 1956: 2:146.
26 López Austin, 1980: 1 :209-210.
32 L6pez Austin, 1980: 1: ~
LAS BRU J AS DE LAS PEREGRINACIONES AZTECAS 95
,,lli'
histórica, lo demuestra ampliamente ya que dice acerca de Xiuhnel,
que no fue seducido y devorado sino que se asentó en el Cerro del
el Venado, que se sedentarizó allí mientras que Mimich mató a Itzpa
tos pálotl poco después.!21
la Xiuhnel se inmovilizó porque fue embaucado por la mujer devo
;as
radora de sus amantes. Lo mismo ocurrió después a MixcóatL Guiaba
rar a los toltecas y triunfaba continuamente hasta que encontró a una
én mujer que se presentó desnuda ante él. Primero le tiró sus flechas,
~e
luego hizo el amor con ella. A partir de este momento perdió su
ltO
energía y su vivacidad y poco después fue vencido y muerto. 28 La
seductora le había quitado su fuego interior, como 10 comprueba un
lel suceso equiparable ocurrido en las peregrinaciones de los mayas
le quichés. 29 Narran pues las fuentes que los autóctonos vieron con des
se contento el arribo a Guatemala meridional de aquellos belicosos recién
la llegados. Deseosos de temperar su ardor mandaron a los guías quichés
Id a sus hijas más hermosas a fin de que les quitasen el fuego divino
tó que les animaba. Pero las "hijas infernales" se mostraron desnudas
eh en vano: al contrario de Mixcóatl o Xiuhnel, los quichés no se
ra dejaron seducir.
a En todos estos mitos se trata pues siempre de paralizar a los mi
o. grantes, de transformarles prematuramente en sedentarios para evitar
fe que dominen a los autóctonos. Son mujeres las que se encargan de
'ó ello porque son ellas las que representan la autoctonidad, la tierra,
la noche, la pasividad, las diosas telúricas; los hombres por su parte
10
están del lado del cielo, de la luz, de la energía. Sus medios son
e ora la brujería, ora su feminidad desbordante, al parecer igualmente
25
eficaz. La mujer disoluta se caracteriza por su falta de corazón y
f
su gusto por devorar corazones; al igual que las deidades telúricas,
Il
anhela por tonalli. so Ya son insaciables las mujeres ordinarias, son
m pozos sin fondo en los que se agotan los hombres.31 Lo que se
~
encuentra en "las enaguas, la camisa" no es sino muerte y enferme
la dad,s2 como entre los brujos. Además, morir es "copular con la diosa
10 tierra" (itechnaci in Tlaltecuhtli), la tierra que lo devora todo.
La mujer es pues siempre un poco hechicera. Si en los mitos la
brujería parece ser más bien su dominio es porque en el sistema de
10
11 21 Muñoz Camargo, 1892: 40.
28 Leyenda de los Soles, 1938: 363-365; Historia de los mexicanos por sus
pinturas, 1965: 37.
29 Título de los señores de Totonicapán, 1950: 220-222.
:lQ López Austin, 1980: 1: 248; 2: 228.
31 Sahagún, 1956: 2: 146.
32 L6pez Austin, 1980: 1: 331.
7
•
opOSiCIOnes característico del pensamiento azteca, sistema que en mu IXTLlLXÓCHlTL, Don Fernalll
chos aspectos recuerda el )in y el yang, está indudablemente del lado 1975-1977 Obras históricas,
femenino-nocturno. Como los antiguos chinos, los mexicas hubieran KLEIN, Cecilia F.
podido decir que la bruja es yin pero el brujo yin-yang: por hombre 1980 Rethinking Cihl.l
y por brujo. quered Woman.
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98 MICREl. GRAULICH
JONATHAN KENDALL
Introduction
The few codices, or native pictorial books, left behind by the Aztecs
are remnants of a much larger tapestry of symbolism and philosophy
which, before European contact, was passed on to every new gene
ration, which in tum wove more onto it, making it richer and more
beautiful. Sine e the Spanish Conquest, the fabric of this ideological
system has beep tom, and íts disintegrating threads have become inter
woven with those of Westem thought. N evertheless, small pieces, when
interpreted together, can provide a glimpse of the whole.
With this larger purpose in mind, 1 will focus on one particular
theme in this essay. On page 71 of the Codex Borgia, twelve birds
and one butterfly are shown around a central image of the sun god,
Tonatiuh (see color fig. 1). Since not all of them are strictly birds,
they are referred to collectively as the thirteen volatiles. These volatiles
appear in the Codex Borgia and other codices in a certain order, and
they are numbered from one to thirteen. Early in this century, Eduard
Se1er proposed that these volatiles represent the thirteen 'hours" of the
day, with the first volatile presiding over the hour of dawn, the seventh
over midday, and the last over dusk (1963, 2:237-243): Although
this may be true, it is more likely that these volatiles are associated
with the trecena, the thirteen-day "week" of the ritual calendar.
H. B. Nicholson has suggested that they symbolized the thirteen
heavens, as well, giving the volatiles symbolism of both time and
space (1971 :407).
The Codex Borgia is a most valuable and reliable source, since it
is certainly a pre-Conquest document, whose detailed representations
of the volatiles are not tainted by Spanish influence. The problem is
that these representations are not naturalistic, but rather stylized, making
their identification very difficult. Even though about forty Central
Mexican ritual-calendrical codices are known to exist (Glass, 1975: 39),
,
the thirteen volatiles appear in only three other codices -the Codex the study of the Aztec ch
Borbonicus, the Codex Tudela, and the Aubin Tonalamatl. The Aubin in N ew S pain was writt
T onalamatl is a screenfold book which may be of pre-Conquest origino specificalIy refer to the
Unfortunately, its representations of the thirteen volatiles are crude cribes plants and animals
and not useful, and it is not used in tms essay. The background in nomenclature.
formation on the other two codices is important to the interpretation Seler wIOte his comme
of the thirteen volatiles, so 1 will briefly describe their merits and ago. It still stands as thf
liabilities. puts the thirteen volatiles
Although the Codex Borbonicus is a sereenfold book and was un His article, "The Anima
doubtedly painted by a native artist, it was probably made in the first Manuscripts" (1939), is :
two deeades after the Conquest (1521-1541) (Glass and Robertson, the scientific knowledge tl
1975: 97), making it less authoritative than the Borgia. lt shows the nor did he have access
tmrteen volatiles on each of what used to be the first twenty pages publication of Sahagún's (
(the first two have been lost). lt depicts each volatile with a numbered discovery was announced
day of the trecena and one of thirteen gods called Lords of the Day. For this reason, his identi
Although these associations are useful, the representatíons of the volatiles his intuitive interpretatio
are not readily identifiable, since they are crudely drawn and in revised.
consistent, varying from page to page. Martín del Campo's
The Codex Tudela is dated 1553; it was made on European paper Biología is an interpretat
and bound like a European book (Glass and Robertson, 1975: 172). quotes Sahagún's entries
lts late date indicates that it is not very authoritative, since over thirty birds with scientific nom
years had passed since the Conquest. For example, the gods shown the reasoning bemnd his •
with the tmrteen volatiles in the Codex Tudela are not the Thirteen nized.
Lords of the Day, as would be consistent with earlier codices, but 1LJhe interest 1 take in
rather the Nine Lords of the Night, with the first four repeated tencies that exist among t
(Nicholson, 1971: 406). Although the discoverer of this codex, for presentations of the volat
whom it is named, wants to attribute both the written text and the greatIy, and scholars disagl
pictorial work to Roman Catholic missionaries (Tudela, 1980:40,49), flicts warrant closer examÍl
it is more likely that the Spanish author was working in collaboration thirteen volatiles with the
with a native artist, since the illustrations display Aztec artistic con conflicting arguments and
ventions. The representations of the thirteen volatiles on pages 98v and Of course, these identific,
99 of this codex are much more naturalistic than those of the other sentations in the codices d
codices, and aboye the volatiles appears a Nahuatl gloss, naming earh and since the Aztec religi,
volatile (see fig. 2). Although Nicholson (1971) lists these names as inconsistent. Having estat
the names of the thirteen volatiles, the integrity of this information 1 will then examine its sy
is questionable and must be used in conjunction with other sourees. of the thirteen volatiles, bl
By and large, the seholarship on the thirteen volatiles is brief and than present every conneet
sketchy, and only a few sources are useful in tms study. The most only its major symbolism, I
important of these are works by Bernardino de Sahagún, Seler, and attributes like coloration a
Rafael Martín del Campo. Sahagún, a missionary who lived in Mexico
from 1529 until his death in 1590, created a corpus fundamental to
THE THIRTEEN VOLATILES 101
the study of the Aztec civilization. His General History 01 the Things
in New Spain was written in Nahuatl, and although it does not
specifically refer to the thirteen volatiles, the eleventh volume des
cribes plants and animals from the Aztec point of view, with Nahuatl
nomenclature.
Seler wrate his commentary on the Codex Borgia almost a century
ago. lt still stands as the chief interpretation of that codex, and it
puts the thirteen volatiles in the larger context of Aztec iconography.
His article, "The Animal Pictures of the Mexican and the Maya
Manuscripts" (1939), is also of great help. N evertheless, Seler lacked
the scientific knowledge that has been gathered over the past decades,
nor did he have access to sources such as Dibble and Anderson's
publication of Sahagún's General History or the Codex Tudela, whose
discovery was announced in 1947 (Glass and Robertson, 1975: 172) .
For this re asan, his identifications of the volatiles are unreliable, and
his intuitive interpretation of their symbolic significance must be
revised.
Martín del Campo's 1940 article in the Anales del Instituto de
Biología is an interpretation of Sahagún's descriptions of birds. He
quotes Sahagún's entries and identifies the Nahuatl names of the
birds with scientific nomenclature. Unfortunately, he does not give
the reasoning behind his assertions, so his conclusions must be scruti
nized.
The interest 1 take in writing this essay stems fram the inconsis
tencies that exist among the codices and the scholarIy works. The re
presentations of the volatiles differ from codex to codex, sometimes
greatly, and scholars disagree on their correct identification. These con
flicts warrant closer examination. 1 will attempt to identify each of the
thirteen volatiles with the greatest certainty possible, by synthesizing
conflicting arguments and presenting evidence from outside sources.
Of course, these identifications cannot be definitive, since the repre
sentations in the codices do not lend themselves to exact classification,
and since the Aztec religion varied geographically and was intemally
inconsistent. Having established the probable idrntity d a volatile,
1 will then examine its symbolic significan ce, not only in the context
of the thirteen volatiles, but also in Aztec religion as a whole. Rather
than present every connection a volatile may have, 1 prefer to analyze
only its major symbolism, especially symbolism derived fram its natural
attributes like coloration and behavior.
102 JONATHAN KENDALL THl
Symbolic significance
volatile, quetzalhuitzilin, is connected to this god by name. The Codex stops and hovers at thl
M agliabecchiano shows a hummingbird sucking a flower connected it returns once more te
to Quetzalcoatl's headdress (1903: 61). In two instances, the Codex Light and color irr
Borgia (1963: 40, 44) portrays Quetzalcoatl without his usual Ehecatl ween the hummingbifl
mask, looking out oí the bill of a hummingbird, instead. Both images ( 1899: 34) depicts Hl
occur in the cnigmatic section of the Borgia which Seler labels "The symbolic of the daytim
Voyage oí Venus through the Underworld", and the meaning of huitzilin, and Sahagún'
thc association between bird and god is not readily apparent. like fine turquoise". ]
The hummingbird's chicf symbolic association, however, is with commonly have a met
the Tezcatlipoca of the South, Huitzilopocht1i. The name oí this god in the sunlight (Skutd
can be broken down into its components, huitzilin, or "humming~ Sahagún mentions ha..
bird", and opochtli, which can mean either "south" or "leít"; they the feathers oí the R
are usually read together as "Hummingbird-on-the-Ieft" (Davies, 1973: fire. They glisten, they l
17). As part of his na me, the hummingbird was symbolically linked symbolize the dawning
to Huitzilopochtli through his three divine roles: ( 1) as migratory Sahagún specifies: "\\i
tribal god, (2) as the god oí the morning mn, and (3) as god oí blood-colored, bright rl
war and sacrifice. Thirdly, the hummi
First of aH, the hummingbird bears important similarities to Huitzi his role as god of war
lopochtli in his role as the migratory tribal godo As shown by the and sacrifice were intÍ!
to capture enemy warr
Codex Boturini (1944), Huitzilopochtli led the Aztecs from their
hearts offered to the
homeland, Aztlan, and guided them on more than a dozen migrations
the heart provided the
before finally reaching Mexico-Tenochtitlan. Notably, this codex does
journey across the sky. ~
not depict Huitzilopochtli anthropomorphically, but rather as the head
recipient of such sacrif
of a hummingbird. Like this god, the hummingbird is migratory, too.
waged war on other ¡:
During the day, the bird "migrates" from flower to flower, and during
10gists to be quite wal
the year, it migrates north and south. Most species mentioned by
that hummingbirds we
Sahagún spend the summer months in the Valley of Mexico, and then
long, sharp bilis as we
fly to warmer latitudes for the wintertime (Montes de Oca, 1963:
belligerent and hostile
15-40). context, the bill is also
Secondly, the hummingbirds symbolically connected to Huitzilo
The hummingbird's
pochtli by way of his role as god of the morning sun. To begin with, represent a thorn, whi
the hummingbird is diurnal, awake and flying only during the day, and draw blood, or it (
just as the sun 'flies" only at daytime (Hunt, 1977: 68 ). Humming used to extract the he:
birds were believed to be the souIs of dead warriors who accompanied "black, slender, small a
the new sun across the morning sky (Davies, 1973: 18). Interestingly 11 : 24). The root of tI
enough, Eva Hunt suggests that the hummingbird's unique method of derived from huitztli,
flying is analogous to the movement oí the sun across the seasons. The horst, 1985: 143), so 1
hurnmingbird can fly forwards, stop and hover, and fly backwards, too. "thorn bird". With its
Hunt reasons that the sun exhibits the same behavior through the of two important thon
ecliptic: it hovers at the summer solstice, "flies backward" until it cactus, which is part (
THE THIRTEEN VOLATILES 105
stops and hovers at the winter solstice, and then "flies forward" until
it retums once more to the summer solstice (Hunt, ibid.).
Light and color imagery also help to explain the assocÍation bet
ween the hummingbird and this solar godo The Codex Borbonicus
(1899: 34) depicts Huitzilopochtli with his en tire body painted blue,
symbolic of the daytime sky. This recalls the blue hummingbird, xiu
huitzilin, and Sahagún's description of it: "resplendent like turquoise,
like fine turquoise". Hummingbirds' throat, crest and tail feathers
commonly have a metallic sheen which makes them glint and shine
in the sunlight (Skutch, 1973: 17, 30). Several hummingbirds which
Sahagún mentions have strong, red metallic markings. He describes
the feathers of the Ruby-throated Hummingbird as "flaming, like
fire. They glisten, they glow" (1963, 11: 26 ). These red markings could
symbolize the dawning sun, since it was often the same color, as
Sahagún specifies: "When [the sun] issued forth, sometimes he was
blood-colored, bright red, ruby-red" (1953, 7: 1 ).
Thirdly, the hummingbird is also linked to Huitzilopochtli through
his role as god of war and sacrifice. In the mind of the Mexica, war
alld sacrifice were intimatcly connected. The purpose of warfare was
to capture enemy warriors, so that they could be sacrificed and their
hearts offered to the sun. Symbolically, the pulsating movement of
the heart provided the sun with the energy it needed to continue its
joumey across the sky. Since Huitzilopochtli was a solar deity, he was a
recipient of such sacrifices, and it was in his name that the Mexica
waged war on other pcop1es. Hummingbirds are known by omitho
logists to be quite warrior-like, which provides reason for the belief
that hummingbirds were the souls of dead warriors. Males use their
long, sharp bilIs as weapons to defend their territory, and they are
belligerent and hostile to outsiders (Johnsgard, 1983: 56). In this
context, the bill is also like the xiuhcoatl, Huitzilopochtli's weapon.
The hummingbird's bill is also a symbolic sacrificial too1. It can
represent a thom, which the Mexica used to pierce their own skin
and draw blood, or it can represent itztli, an obsidian sacrificial blade,
used to extract the hearts of captives. Sahagún describes the bill as
"black, slender, small and pointed, needle-pointed, needle like" (1963,
11: 24). The root of the Nahuatl word for hummingbird, huitzilin, is
derived from huitztli, which means "spine, point, or thom" (Bier
horst, 1985: 143), so the Mexica thought oí the hurnmingbird as the
"thom bird". With its thomy bill, the hummingbird is the pollinator
of two important thomy plants. It ia the sole pollinator of the nopal
cactus, which is part of the aymbol of Mexico-Tenochtitlan (Gibson,
106 ]ONATHAN KENDALL
1968: 219-220). With the bat it pollinates several species of the agave, hummingbird would
which is the source of the sacred drink oclli (Grant and Grant, hearts.
1968: 24). The hummingbir4
A variant form oí huitzilin is huilzitzilin (Macazaga, 1982: 56), lopochtli at first ap
which ineludes the root oí itztli. This makes the bill of the humming creatíon myth. After
bird an "obsidian thorn". There is a strong analogy between the and Huitzilopochtli
man and woman, anc
narrow bill as it enters a flower and draws nectar from it, and
must have required t
the thin obsidian knife as it enters the body oí a captive and draws
birds are metaphoric~
blood from it. Coincidentally, most flowers pollinated by hummingbirds
symbolically connecte
are red, because the birds have developed a color preference for red
through natural selection (Grant, 1968: 77, 78) -a fact which rein
forces the idea that flowers (of any color) "represented Uve or sacri
ficial blood" (Hunt, 1977: 92). These symbolic associations may have
roots in other Mesoamerican cultures. The Olmec had jade perforators Representatíon and il
carved in the shape of hummingbirds, so that the beak would be the
The third volatill
wounding instrument (Michael Coe, personal communication). The his commentary on t:
hummingbird even appears in the Maya Codex Dresden (5b, 6b) this bird appears in t
"with Íts beak boring out the blood of a victim" (Davies, 1973: 18; else; so there are no
Seler, 1939: 41). 1t has brown plumag4
The hummingbird can represent the sacrificed heart of a captive, apparently raptorial. 1
as well, which is held up to the sun still beating. The hummingbird is Seler does refer to i
somewhat smaller than an adult's heart. lts high metabolism makes Mexican and the M
it very warm -up to 108°F (Skutch, 1973: 39), and the beating volatileJ is distinguísl
of its wings would be like the frenzied beating of a captive's heart characterístic of man)
during sacrifice. The Nahuatl word for heart is yollotl, derived from drawn elearly too Ion!
ollin, which in general means pulsating or undulant motion. One can Seler believes that tht
apply this term to the beating of a heart, the sun's cyclical journey head "alIude to its n
across the sky, or a bird's wingbeat. Interestingly enough, a bird listed itztli blades may also
directly after the hummingbird section in Sahagún is the yollototOll, possible identification
or "heart-bird" (1963, 11: 25 ) : itztli is the second sy}
from all, or "water",
It lives there in [the province of] Teot1ixco, toward the southern sea. It paíring of the third 1
is quite small, the same as a quail. As for its being called yollotototl, standing water.
the people there say thus: that when we die, our hearts tum into Nicholson (1971),
[these birds] ... is a raptor. He refers
above the third volati
Martín del Campo suggests that this is the species Hedymeles ludo honorific form of coce
vicianus, but there is a chance that the yollotototl is simply another 11 :48):
reference to the hummingbird. The myth of hearts transforming into
these birds seems quite similar to the myth of the souls of warriors It is small and squa
turning into hummingbirds. The identification of the yollotototl as a Iike quail, smooth..
THE THIRTEEN VOLATILES 107
that it is called cocotli; its song says coco, coco. " When [its mate] dies, "zolin" (n.d.: 97v) Saha~
it always goes about as if weeping, saying coco, coco . .. tions -tecuzolin and oua.
traits and habits (1963, 1
From the information in this entry, Martín del Campo proposes
that the cocotli is Scardafella inca, the Inca Dove (1940: 405). Such [Zolin]
an identification would agree with the Codex Tudela's illustration of Its bill is pinted, ashen É
this volatile as the smallest of the thirteen volatiles, with a innOcuouS are called chia-spotted.
nib instead of the predacious hooked beak.
[Tecuzolin]
Symb()lic significance ... I t is large, smoky-bn
s, "zolin" (n.d.: 97v) Sahagún describes the zolin and two of its varia
tions -tecuzolin and ouaton- writing extensively on its appearance,
traits and habits (1963, 11: 49 ) :
:s
h [Zolin]
If
Its bill is pinted, ashen green. lts breast is spotted with white; its wings
L'I
are called chia-spotted. lt is a runner. ..
[Tecuzolin]
... 1t is large, smoky-breasted, well spotted, much spotted, crested.
1 [Ouaton]
s ... It is small, quite ashen, only a little spotted ...
With this information, Martín del Campo states that the term
zolin "certainly designated all quails", a1though the tecuzolin, whose
name means "lordly quail" (Michael Coe, personal communication),
is probably the male of the species Cyrtonyx montezumae, the Mon
tezuma Quail (1940: 405). This species is clearly marked with the
spots that the depictions in the codices suggest (Peterson and Chalif,
1974: pI. 8).
Symbolic significan ce
The quail is calendrically linked to the sun god, Tonatiuh. The Lord
of the Day paired with the quail is Tonatiuh, and the fourth heaven,
which the quail oversees, is the heaven of the sun (Nicholson 1971:
Table 2). In addition, the day name of Tonatiuh is Four Ollin, and
since the quail is the fourth volatile, it governs over that day, as well.
The most important connection between quail and sun is illustrated
by the central scene oí the page of the thirtcen volatiles in the Codex
Borgia (1963: 71). This picture shows a sacrificed quail, with blood
streaming from its beheaded body into the mouth of Tonatiuh. Like
human sacrifice, the sacrifice of quail gave energy to the sun to con
tinue its movement through the sky. Although human sacrifice was
of much greater worth, it was also highly sacred, and only priests and
high officials couId perform one. On the other hand, anyone could
purchase or raise quail for sacrifice; in this way, even the humbIest
household could make an offering to the sun. Sahagún tells of many
rituals that requircd quail sacrifice, and he even describes the act
(1981, 2: 198):
110 JONATHAN KENDALL TI:.
. . . when they twisted the necks of small birds. .. They cast [the body] thers are completely bla<
there before the devil. There the body of the small bird lay beating a Golden Eagle.
its wings. N evertheless, the sha
fifth volatile is not the G
Here the sacrificed quail is equivalent to the sacrificed human heart,
1963, 2:242). The appal
which was he1d up to the sun, still beating and streaming blood, until
are a frequent attribute (
it stopped. The name zolin might even be derived from oUin, the term
described by Sahagún is 1
for the pulsating motion of the heart.
This, along with its dark
According to Se1er, the conspicuous spots on the quail represent
volatile (Sahagún, 1963,
the stars of the night sky, which seems odd, given its obvious solar
symbolism. Seler explains, however, that the pictured beheading of . .'. It is namecl "reed
the quail for Tonatiuh is like the beheading of Coyolxauhqui, the quite long and nart"O\\I
lunar goddess, for Huitzilopochtli (1963, 2: 238). That is, the death smoky, dark. And its
of the starry-plumed quail symbolizes the defeat of night in the face of blackJ.
;
the dawning sun.
Martín del Campo u
in his !nterpretation. Ne'\
VOLATILE V: THE RAVEN OR THE BLACK EAGLE known great raptors. 11
crested head feathers 3Jl
Representatíon and identification white band on the tail (1
bird is the Black Hawk
The identity of the fifth volatile is ambiguous and controversia!. underside, and which also
In the Codex Borgia (1963: 71), this bird is pictured with black Even though these birds
plumage. Its head feathers project outwards, as if in a crest, and itztli before the Conquest and
blades surround the bird, attached to its wings and head. Although In the Codex Tudela
most of the bird's head is effaced in this representation, the same bird plumage, but it posse1!8 a
appears again, in full, on page 18, where it is shown with a yellow and the Nahuatl gloss ah
99r). The description Sá
raptorial beak. Seler wants to identify this bird as the cuauhtli, or
cacalotl, which matches t:
eagle, which is described by Sahagún (1963, 11: 40) :
black, rea1ly charcoal-colc
The eagle is yellow-billed - very yellow; the bill is yellow, very feathers glisten" (1963,.
yellow. The bill is thick, curved, humped, hard. The legs are yellow, cacalotl as Corvus corax, 1
an intense yellow, very yellow, exceedingly yellow ... The claws are .is a viable choice, since il
curved, hooked. The eyes are like coals of fire. It is large, big ... spread, occurring as far
It is ashen, brown ... 1973: 162), and the "(
present the raven's conspi
Even though cuauhtli may have been a broad term for "eagle", .As in the case oí the 1
Sahagún himself writes that it refers specifical1y to the Golden Eagle Borgia and the Codex 7
(1963, 11 :40). The fifth volatile does indeed have the intensely yellow one distinct bird -a n
markings Sahagún mentions, but judging from the other depictions of manners, or do the codi(
birds in the Borgia, the yellow beak and legs must be another artistic all likelihood, the Codel
convention rather than a diagnostic attribute. Furthermore, its fea- conventions such as the ~
THE THIRTEEN VOLATlLES 111
r] thers are completely black, not ashen or brown like the plumage of
g a Golden Eagle.
Nevertheless, the sharp itztli blades indicate that, although the
fifth volatile is not the Golden Eagle, it might still be a raptor (Seler,
1963, 2: 242). The apparent crested head feathers of the fifth volatile
11
are a frequent attribute of raptorial birds, as well. One of the raptors
described by Sahagún is the itztlhotli which includes the root of itztli.
J
This, along with its dark plumage, make it a candidate for the fifth
t
volatile (Sahagún, 1963, 11: 45 ) :
r
f ... It is named "reed faleori" or "obsidian faleon" because its bill is
quite long and narrow like an obsidian point. Its feathers are quite
smoky, dark. And its tail is somewhat long, white mingled [with
black].
I
appears on the other birds. That notwithstanding, the possibility still kltently, only allowing hin
exists that, with its itztli blades and raised crest, the fifth volatile is basasymmetrical outer eal
a raptor such as the Black Hawk.eagle. 80 that it constantly cocks
better to the intruder (An
Since there are obvioUl
Symbolic significance tenth volatiles, they must 1
The upper register on page 18 of the Codex Borgia is the only volatile tecolotl and the te
place this bird appears, other than on the page of the thirteen volatiles. iocludes in his writings
In that scene, the fifth volatile and the turkey are shown on either (1963, 11: 42,46) :
side of the moon, suspended or descending in the night sky. The [Tecolotl]
turkey is holding a severed arm in its beak, and the fifth volatile is
1t is round, like a hall. .
touching a large itztli blade. The itztli blade, besides indicating the
whorls; shiny. It has h(
possible identity of this bird as itztlhotli, is a symbol of Tezcatlipoca, j;
the feathers thick, heavy
who often appears as a deified itztli knife. Tezcatlipoca is also associa· well in the dark. I t ha:
ted with the color black and with the night. It is highly possible, then, tecolo, 0, o.
that the fifth volatile, being a black bird and associated in this scene
with the night, is a representative of Tezcatlipoca.
[Chicuatl~
It has thick feathers, ey
VOLATILES VI AND X: THE OWLS kempt, fluffy. Its feather
headed, stuhhy.tailed, r
Representation and identification are weak by day. It is ;
it lives by hunting ...
As with the two hummingbirds, the codices portray two varieties
of owls among the thirteen volatiles. Unfortunately, the sixth volatile From these descriptioIl
is partially effaced in the Codex Borgia, and it does not appear again corred names for the tw
in the codex. Its ruffled head feathers project outward, and itztli feathers, should be the '
blades are attached to these feathers and to the wings. The tenth .volatile, which has "horos
volatile cIear1y has "horns" or "ears" and is depicted here with a are, in fact, the identifica
skull-face and ear ornaments. This owl appears many times through birds in the Codex Tudelt
out the Codex Borgia, and except on pages 71 and 14, it is pictured Martín del Campo re.
with the normal face of an owl. . tuatli indicates the species
The Borgia representations of these two owls have two unusual 404). Corroborating tbis,
attributes in common. FirstIy, their faces are depicted in full frontal Barn Owl (1971: Table
view, whereas all other birds are shown in profile, without exception. upon the tecolotl, and Dib
The Codex Borbonicus, although inconsistent, also depicts the heads term for owl (Sahagún,
of owls in this fashion. Secondly, the owls' heads are tilted to one described as having hom
side, at about a forty-five degree angle. Perhaps the reason for these group oí horned owIs, tt
conventions is that the face of an owl is shallow, and a profile view Screech Owl and the Grea
would not show good detail. In addition, this representation may show The Great Horned is twi(
the mast common view of an owl -when someone encounters an Screech Owl, and its ca]]
owl in nature, the owl regards him as a threat and watches him Owl's call is a varied "ass
THE THIRTEEN VOLATILES 113
ill intently, only allowing him a frontal view of its head. AIso, the owl
is has asymmetrical outer ears which help it locate the source of sounds,
so that it constantly cocks its head from side to side in order to listen
better to the intruder (Angell, 1974: 17).
Since there are obvious physical differences between the sixth and
tenth volatiles, they must be distinct birds. Seler simply labels the sixth
Iy volatile tecolotl and the tenth chicuatli (1963, 2: 242; 243). Sahagún
s. includes in his writings revealing descriptions for both these birds
:r (1963, 11 :42,46):
le
is [Tecolotl]
le It is round, like a ball. The back is rounded. The eyes are like spindle
whorIs; shiny. It has horns of feathers. The head is ball-like, round;
l,
1-
the feathers thick, heavy. " It feeds by night, because it sees especially
well in the dark. I t has a deep voice when it hoots; it says, tecolo,
1,
tecolo, o, o.
;e
[Chicuatl¡J
It has thick feathers, eyes like spindle whorls, a curved bill. It is un
kempt, fluffy. Its feathers are ashen, blotched like a quail's. It is round
headed, stubby-tailed, round-winged. The eyes shine by night; they
are weak by day. It is a night traveler which sees at night; it feeds,
it lives by hunting, ..
s
e From these descriptions, it appears that Seler has transposed the
correct names for the two owls. The sixth volatile, with its ruffled
feathers, should be the "unkempt, fluffy" chicuatli, and the tenth
volatile, which has "horn3 of feathers", should be the tecolotl. These
are, in fact, the idcntifications which appear in the gloss aboye these
birds in the Codex Tud'(da (n. d.: 97v, 98).
Martín del Campo reasons that Sahagún's description of the chi
cuatli indicates the species Tyto alba, the Common Barn Owl (1940:
404). Corroborating this, Nicholson identifies the fifth volatile as a
Barn Owl (1971: Table 2). Martín del Campo does not comment
upon the tecololl, and Dibble and Anderson suggest that it is a generic
term for owl (Sahagún, 1963, 11: 42). Nevertheless, the tecolotl is
described as having homs, which limits the possibilities to a small
group of homed ow1s, the onIy likely candidates of which are the
Screech OwI and the Great Horned OwI (Peterson and Chalif, 1973).
The Great Horned is twice as tal} and several times as heavy as the
Screech Ow1, and its caH is a "throaty hoot", whereas the Screech
Owl's call is a varied "assortment of hoots, whistles, and high-pitched
114 10NATHAN KENDALL
cackles" (Angell, 1974: 27, 33). The "tecolo, 0, o", íor which the Tezcatlipoca means
tecolotl is named, is more likely the consistent hoot oí the Great god appears in the COI
Horned, rather than the highly varied call oí the Screech Owl. The mirror pectoral, and o
tenth volatile is probably the Great Horned OwI íor the íurther reason Although they are dar
that it is much Iarger and more conspicuous, although this identifica reflect light very well; t
tion is still speculation. which can eerily reflect
Sahagún's description (
Symbolic significance
recognizes tltis attribute.
eyes, with a special lay
1t seems slightly odd that the owl would be a bird oí the day, tapetum lu.cidu.m, whid
sínce it is basically nocturnal. Nicholson states that the Lords .oí the the retina (Sanders, 19
Day paired wíth the sixth and tenth volatiles are Mictlantecuhtli and retina' to gather as much
Tezcatlipoca, respectively, both oí whom are also lords oí the night but it also reflects light
( 1971: Ta[¡le 2). The owl appropriate1y appears on page 14 oí the owls 'eye's appear to
the Codex BQTgia with Mictlantecuhtli in his role as íiíth Lord oí the
Night. Owls also appear on page 42, in Chiuhcuauhnmictlan, the deep YOLA
est level oí Mictlantecuhtli's underworld domain, and on page 52,
an owI is shown inside a temple oí bones, drinking the blood oí a Representation and idel
sacriíiced captive which Mictlantecuhtli is holding. Not seldom do
owls appear in the cocHees, such as the Fejervary-Mayer, with skull The depiction of ti
heads, connecting them to the skull-headed god Mictlantecuhtli. The iJorgia is highly stylized
Mexíca thought oí the owls as messengers oí the underworld, and to sti11 identify. it as a bu
encounter one was abad omen, as illustrate the íollowing descriptions ~d . painted white wit:
írom Sahagún's fiíth volume, on omens (1979, 5: 161, 163): itztli ,blades surrounding
its wings. :'i'
They said that when [the tecolotl] was heard, it signiíied death or It is interesting tp nc
sickness; it was an omen oí death. fly. with birds, as the .:
among other insects,. Be
It was thought that this [chicuatli] was the messenger, the envoy of brief notes on eight Val
Mictlan tecutIi and oí MictecacÍuatl. 1t knew the land of the dead ...
because it was the one who caBed and summoned people for Mictlan
18 described as having tlJ
tecutli and MictecacÍuatl. descriptioQ is neverthe
(1963,.11 :49) :
The owl also has strong symbolic connections with Tezcatlipoca, .. ~ Itis fuzzy, like fa
who ís not only a god of the night, but he can also roaro íreely between a constant flyer, a fll
our world and the world of the dead. The conspicuous itztli blades of liquido 1t is fu~
on the sixth volatile are symbols oí Tezcatlipoca. Furthermore, one of constantIy mes, ..
Tezcatlipoca's epithets is "The Night, the Wínd", a difrasismo which
refers to bis imperceptibility (Sahagún, 1969, 6: 1 ). The owl is also Symbolic significance
imperceptible, since it can hide in the darlmess, and since its specialized
fringed feathers allow its nearly soundless flight before striking prey .' Much of the butte
(Angell, 1974: 19). oruy do butterflies lan(
THE THIRTEEN VOLATILES 115
le
Tezcatlipoca means "Smoking Mirror" in Nahuatl, and when this
at god appears in the Codex Borgia, he is represcnted with an obsidian
le
mirror pectoral, and obsidian mirrors in his head and at his foot.
111
Although they are dark, such mirrors have glassy surfaces and can
t-
reflect light very well; the same can be said of the black eyes of owls,
which can eerily reflcct the beam of a flashlight or the light of a Hre.
Sahagún's description of the owls' eyes as "spindle whorls; shiny",
recognizes tRis attribute. Nocturnal animals such as the owl have large
eyes, with a spedal layer of tissue lying behind the retina called the
r, tapetilm lucidum which reflects any light entering the eye back over
J
e the retina (Sanders, 1988: 144 ). Not only does this layer allow the
d retina to gather as much light at possible, so as to see better in the dark,
but it also reflects light back out of the eye, as a mirror, often making
f the owlseye's appear to glow in the dark (Sanders, 1990: 103).
e
VOLATILE VII: THE BUTTERFLY
Symbolic significance
Mexica conceived of them as "moving flowers". Evidence is given by The butterfly is assoc:
Sahagún, who apparent1y groups the omate varieties of butterflies Xochipilli and Xochique1
under the heading xochiPapalotl, or "flower butterfly" (1963: 11: 95) : paired with the butterfl~
(1963: 242), and Nich(
Sorne are large, sorne srnall. Many kinds of colors are on thern, so that tecuhtli, whose name me
they are varicolored, rnuch like flowers, of very intricate design, and poetic reference to maize
truly sought after, truly wonderful. They are of intricate design, sought
fly may have been high
after, flower-like.
which were the staple of
The butterfly appears in the iconography of the two flower By way of its name,
deities, Xochipilli, the "Flower Prince", and Xochiquetzal, the goddess the "Obsidian Butterfly".
of love. Xochipilli, the Lord of the Day paired with the butterfly has clawed hands and fee
l Seler, 1963, 2: 242), is consistently depicted with a butterfly design Itzpapalotl as part of ti
painted around his mouth. Throughout the Codex Borgia, but most deities (1971: 420-421).
clear1y on page 9, stylized butterflies are sucking nectar from the voracious earth monster, '
flowers in Xochiquetzal's headdress (see fig. 3a). Her lunar nose inspired ollin symbol in tlJ
omament, too, is modified to make it butterfly-like. ing hearts in its fists (sel
The butterfly symbol and the oUin day-sign symbol are very much characteristically carved (
alike. This ollin symbol, which is the visual representation of the con that side faces the earth
cept of motion, is pictured in two different ways in the Codex Borgia are sometimes painted on .
(see figs. 3b and 3c). One example of the ollin symbol which bears One stone relief carving
remarkable resemblance to the butterfly symbol. The similarities are butterflies in Xochiquetza:
obvious in the Codex Magliabecchiano (1903). The "mande of the just as the earth monster
butterfly" on page 10 shows a stylized butterfly with four squarish comrnents that Itzpapalo
wings and a large eye in the middle of its body (see Hg. 3d). The (eodex Bargia, 1963: 11
oUin day-sign on page 13 aIso has four squarish appendages and an ween Itzpapalotl and the
identical eye in the center (see fig. 3e). Furthermore, the two bulbs literary support in the SOl
on either side of the ollin symbol, the triangular point on top, and
the pendant on the bottom are all repeated in the butterfly symbol The goddess on the baJ
Is our, mother
on page 9 of the Borgia.
The obsidian butterfly I
¿ Why should the butterfly and the oUin symbols appear so similar?
Michael Coe (personal communication) suggests that since earlier Let us find her
oUin and butterfly symbols were quite unlike each other, their later In the ninefold steppes
sirnilarity is a product of convergent evolution. That is, at sorne point She'll be feeding on de
the Mexica must have mentally linked the two and then began drawing She our mother
their symbols more and more alike. There is good reason for the She the goddess of the I
butterfly and oUin to be linked ideologically. The butterfly exemplifies
ollin, pulsating, undulant movement. As Sahagún writes, it is a "con This passage basically
stant flier", which "trembles" and "beats its wings together". Like cuhtli. This may simply J
the hummingbird, it sucks the "blood" of flowers for sustenance to goddesses, or perhaps that
fly, just as the sun sucks the blood of sacrificed humans in order The butterfly's strong
sustain its ollin, its daily movement across the heavens. young gods of vegetation,
THE THIRTEEN VOLATILES 117
Fliyed One". This god was highly symbolic of spring, and during his
feast, warriors would impersonate him and wear the flayed skins of
human sacrifices, which 'signified that when spring arrives, the earth
must cover itself with a new coat oí vegetation" (Caso, 1953: 51).
These Xipe impersonators were honored with garlands of flowers
(Sahagún, 1963, 1: 40). The priests wore flayed skins for weeks, while 11. 1M. IIL .... LA LUIIM.
they rotted, and the eventual removal was also symbolic of renewal.
Tbis is like the metamorphosis of abutterfly, which encases itself in
a skin-like chrysalis, to be reborn weeks later, in beautiful colors like
the flowers of spring.
The eagle is by far the most frequently illustrated bird in the Codex
Borgia. Whether only its head is depicted or it appears in full figure,
the conventions of its representation are consistent. Its raptorial beak
and its legs are yellow. Its plumage is painted in a pattern which
Seler eloquently describes as "chestnut and white transvetse stripes"
(1963,2:242), although the overall effect produced is a mottled gray.
It has the same crested head feathers as the fifth volatile. The itztli
blades which surround the eagle on page 71 appear only in full-figure
representations; the head shown by itself ríever ineludes them.
Other codices in the Borgia Group, sucli as tlie Fejervary-Mayer
and Vaticanus B contain very similar representations of the 'eagle, with
crested head and mottled plumage. Mixtec sources, too, show the same
conventions. Tbe eagle in the Codex Borbonicus is inconsistently· de
picted, but recognizably the same bird. The Codex Tudela (n. d.: 98),
on the other hand, shows for the eighth volatíle a raptorial bird
without a crest and with even greenish plumage, and the gloss aboye
it reads ((tlot!i", which is Nahuatl for "faleon" (Martín del Campo,
1940: 402). In this case, the Codex Tudela depicts a bird completely
differcnt from the bird in the Codex Borgia, not simply a different
representation of the same bird .. Tbe eighth volatile in the Borgia ....."."'.
I
......1 ....
must be an eagle; the only question, howcver, is what kind of
eagle it is.
Many scholars believe the Mexican day-signs to be denved from
the Maya calendar. The monkey, the· jaguar, and the King Vulture,
three of the twcnty day-sign symbols, are certainly indigenous to the
Maya tropics, not found naturally in the Central Highlands of Mexico.
71. M a. ... LA LUM, IL LUCillO DlL ALIA Y L.OS TIIICE , Á.IMOa
(LAS HOIIAS DlL. DíA)
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Borgia
§ Fig. 3a : Xoch iqll!!lzal wilh IJUtterflic, Codcx
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o Borgia p. 9
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Fig. 3d: Butterfly mantle Codex Fig. 3e: ol/in day-sign Codex
Magliabecchiano p. 10 Magliabecc hi ano p. 13
Top ofthe
directional
poimer.
1-Tecpad.
4-Quauhuíd. Atl
r-1¡..;;:;;;...-;....".~\ possibly an immature
Bottom ta.ssel Blaek Hawk-eagle. As r
of che direc the adult Blaek Hawk-e
tional pointer;
X..maped 4
a round chalchi
form has streaked bro'
OHin glyph.
modífled 10
hui¡/ separa tes the eighth volatile's "eh!
endose the
1-Quiahuitl and If this is the eorrect bi
dawed exuem ¡tieso
7..ozomatli. be the younger and 01
ities.
the Blaek' Hawk-eagIe i
Fig. 4a: The earth monster (Calender Stone) into the highIands (Pet
after Townsend (1979) nificanee that the Mexil
to a more eommon speci
As with the third al
the eagle may have bu
this reasan, Seler Iabels ti
eagIe" (1963,2:242).
(1963, 11: 41 ) :
It Ís large... The l
itzcua.uhtli because th
beautiful; they glisten
are blotehed with whit
of a faleon. And it is el
It prays on, it slays th
It is possible, then, that the eagle, whieh is both the fifteenth day-sign
and the eighth volatile, is the Harpy Eagle from the rain forests of
Guatemala and Chiapas. Seler states that the erect erest shown in
the eodices "suggests the Harpy Eagle... on which the elongated
feathers at back of head forming a long, wide erect crest are very
conspicuous" (1939: 44). In spite of this, the Harpy Eagle is probably
not the eagle of the Codex Borgia. Its beak is black, not yellow, and
its plumage is not mottled; the upper chest, wings, and tail feathers
are a uniform dark gray, and thelower chest is white (Burton, 1983:
57). These marks are quite inconsistent with the Borgia depiction.
Seler aloo suggests that the mottled pattem might indicate, if not
the Harpy Eagle, a member of the gerius S pizaetus (1939: 44) ,
possibly an immature specimen of Spizaetus tyrannus,· the crested
BIack Hawk-eagle. As mentioned in the discussion of the fifth volatile,
the adult BIack Hawk-eagle has very dark plumage, but the immature
form has streaked brown and white plumage, which is much like
the eighth volatile's "chestnut and white" pattem in the Codex Borgia.
If this is the correct bird, the fifth and eighth volatiles eould simply
be the younger and older versions of the same bird. AH thesame,
the Blaek Hawk-eagle is a rain-forest dweller which seldom ventures
into the highlands (Peterson and Chalif, 1973: 36). The great sig
nificanee that the Mexiea plaeed on the eagle seems· to point instead
to a more common species, one indigenous to the Valley of Mexico.
As with the third and fifth volatiles, the itztli blades surrounding
the eagle may have been a. mnemonic clue to its name. Perhaps for
this reason, Seler labels the eighth volatile itzcuauhtli, lite rally "obsidian
eagle" (1963, 2:242). Sahagún's account of this bird is quite useful
(1963,11:41):
-.
It is large... The bill is yellow; its legs are yellow.· It is called
itzcuauhtli because the feathers of its breast, of its back are very
beautifuI; they glisten as if blotched with gold. .. Its wings, its tail
aI:'e blotched with whité. .. they are some>yhat goIden like the feathers
of a fálcon. And it is caIled itzcuauhtli because it is a great bird of prey.
It prays on, it slays the deer, the wild beasts.
as the Golden Eagle, as wel1. It is possible, then, that both cuauhtli as well, with sacrificial
and itzcuauhtli are names for this species. ( 1963: 50). In additio:
The Golden Eagle does not have a crest, nor is its plumage mottled of an eagle-skin mat al
gray like that of the eagle in the Codex Borgia. However, the less 123). The eagle and j
conventionalized, more naturalistic representations of the eagle in the specific sense, these two
post-Conquest sources, such as the Codex Borbonicus (1899: 11 h Aztec sta te that providl
the Codex Magliabecchiano (1903: 8), and the Codex Mcndoza (n. Jaguar Order was loyal
d.) clearly display an eagle with brown plumage and yellow beak and night, whereas the Eag
legs, unmistakably the Golden Eagle. Possibly the most authoritative who was a solar deity
depiction of the eagle, although unfortunately without color, is the in the C odex Borgia in
image carved on the back of the Teocalli of Sacred Warfare, which beak. According to Sel
shows the symbol of Mexico-Tenochtitlan (see fig. 4c). Not only is badge of the spirit of 1
the eagle crestless, but it also perches atop a cactus, identifying it as well with the eagle as a
a bird native to the arid highlands. The eagle and the
The troubling conflict between the depiction of the eagle in the creation of the sun and
Borgia Grou p and depictions from other sources leads to the following throw themselves on th
hypothesis: The codex prototypes of the Borgia Group carne from a moon, the eagle and th
southern region where the Black Hawk-eagle is indigenous. When 1953, 7:6). This can 1
new codices were made, the depiction of the immature Black Hawk the eagle represents the
eagle was copied faithfully and passed on. These new cocHces made The eagle's affiliatior
their way into the Central Mexican Highlands, duplicated by Mixtec in Sahagún's descriptiol
and Aztec copyists, who continued to follow the traditional depiction the yellow legs and bill
of the Black Hawk-eagle as a model, even though that eagle did not disk of the sun, which i
live in the highlands. It was simply understood that this conven The rising sun was calJ
tionalized image represented "the eagle" -Í. e., the eagle with which while the setting sun Wé
they were familiar, the Golden Eagle. 1958: 33).
The eagle appears in
Mayer (n. d.: 42), Valí
Symbolic significance In this motif; and eagl
their jaws, and they apF
The importance of the eagle in religious symbolism cannot be the rabbit (or the lizar,
emphasized enough. To the Mexica, it was the greatest and most "celestial serpent" (196~
powerful creature of the sky, and it could "kill whatever kind of bird sun, this motif probably I
flies in the air" (Sahagún, 1963, 11: 41 ). The eagle, then, represented such as sunrise and the
supremacy, and its predatory nature also gave in the connotations of The eagle, with its i
war and sacrifice. the direction of the risin:
The eagle's supremacy in the air was matched only by the jaguar's of the fifteenth day-sign:
supremacy on land, and the two are often paired. In the Codex (Seler, 1939: 45), who
Borbonicus (1899: 11), for example, the eagle and the jaguar are the eagle's chief directic
represented as warriors, with rope on their backs for tying the limbs in the Codices Fejervary
of captured enemies. They are shown together in the Codex Borgia, and Borgia (1963: 50),
THE THIRTEEN VOLATILES 121
is the same, Iamous image as is shown on the Teocalli of Sacred War instead the Ocellated Tu
fare, the symbol of Mexico-Tenochtitlan head and iridescent gre
Tudelá. This species, whi
red warts on its head, 01
VOLATILE IX: THE TURKEY the dewlap oc chest "be.
ChaliI, 1973: 48). It aF
Representation and identification dividual varieties 01 turk,
Because of the conspicuous wattle aboye its beak, it is easy to
identify the ninth volatile as a turkey, although determining which Symbolic significan ce
variety of turkey is more complexo Its depiction on page 71 of the
Codex Borgia is so small, and it is more helpful to work from the large, The term chalchiuht(
highly detailed version on page 64. In this picture, the turkey's head of Tezeatlipoca's (Nichol
is painted red, with blue circles, and the scalloped outline of the head
this symbolism. On page
suggests featherless skin. A long wattle with a blue tassel hangs in as patron of the eight(
front of the beak, which is black except for a white tipo The wings Tecpatl sign has an eye ¡
appear to be painted a mottled pattem 01 bluish gray and white. of Tezcatlipoca. The Co
It wears loase medallions on its plumage and a necklace 01 medallions Tezeatlipoca in the guise
around its neck, and it has the stylized chest "beard" of a turkey.
bird's beak, and the sme
This depiction is inconsistent with those 01 the Codex BiJrbonicus
·jll8ignia. Furthermore, thl
(1899: 14, 15) and the Codex Tudela (n.d.: 98), in which the
( 1896 : 65) with smoke
ninth volatile has a blue head with red spots and green body feathers.
Tezcatlipoea. It is ínter
Seler labels this bird huexolotl (1963, 2: 243), the male turkey
(Sahagún, 1963, 11: 53), and the gloss aboye the Tudela depiction described by Sahagún a
reads "chalchi totoli", a misspelling of chal¿hiuhtotolin, which means of Tezcatlipoea's appella
"jade turkey"( n. d.: 98). Although no entry appears for either of (Sahagún, 1969, 6:1). }
these birds per se, Sahagún writes a very long entry for the totoUn, original-Nahuad, the idea
a general term for turkey (1963, 7: 53) : and the god together.
The medallions which
It is a dweller in one's homé, which can be raised in one's horne, lo be stylized. quíneunx .
which livesnear and by one. The feathers are thick, the tail rounded. cious stone or jade. This
It has wings; it i5 heavy, not aflyer. It is edible. It leads the rneats; it Besides indicating jade, e
is the master. It is faí, savory ... Sorne turkeys are srnoky, sorne quite is blue-green. The ehaleh
black, sorne like crow feathers, glistening, sorne white, sorne ashen, ash "One Water", for that re:
colored, sorne tawny, sorne srnoky. .. The stalky neck has a necklace, plumage is even painted
a neck-coral. The head is blue; it is dewlapped; it has a dewlap. The blue-gray stripes.
turkey hen is of average size, of mediurn size, low, low-bácked. She has
a neeklaee; she is coral-headed, with a coraI[-colored] head. In several ways, the t
C odex Fejervary-M ayer I
Martín del Campo identifies this bird as Meleagris gallopavo, the eoatl, who is holding a
Common Turkey (1940: 408), which has the dewlap and "neek (n. d.: 6). Quetzalcoatl
lace" which Sahagún mentions. This is the species whieh the Borgia the Day in the Codex BOJ
representation illustrates, as well. The other two codices probably show As the nínth volatile, the
THE THffiTEEN VOLATILES 123
Symbolic significance
or "Nine Wind", which is the name-day oi Eheeatl, the wind god 390). The name ior ti
aspect oi Quetzalcoatl. which litera1ly means
Because oi this afiiliation between the turkey and Quetzalcoatl, referring to the Scarj
there is a possibility that the head oi the turkey is the model ior the plumage. The artÍst (
Ehecatl mask, described by Caso as "a red mask in the iorm oi a with these colors, but
bird's beak, which in sorne representations is also set with the iangs to show scales; he paí
oi a serpent" (1958: 22). The beak oi the mask is straight and he depicts its eye wit
pointed, probably out oi eonvention. There is also an appendage aboye wrinkled skin that Sea
the beak, sometimes drawn with a scalloped outline, as if it were and Chalii, 1973: PI.
rubbery or flexible, which possibly represents the fleshy wattle oi a the Maya representati,
turkey. There is no way to prove this point, however, and it can only oi circ1es. Not only i
be ofiered as a hypothesis. macaw, mo'o in Yuca
The quetzaltototl a
VOLATILES XI, XII AND XIII: THE TROPICAL BIRDS This entry is long and
feathers this precious J
Representation and ldentification [Quetzaltototl]
The last three volatiles are grouped together here because they 1ts bill is pointed, ye
are all exotic irom the rain iorests oí Guatemala and much oi the [The feathers] on its
turquoise-colored. TI
symbolism linked to each bird is common to aH. The artist oí the Codex
quetzal spines, of qu
Tudela (n. d.: 98) painted these three birds in bright eolors: the very glistening... A
e1eventh volatile is green, the twelfth is red, and the last is yellow. reddish - well colol
Above their respective pictures are the glossed Nahuatl words "quetzal breeding place of tht:
totod", "chiconcuetzali" and "toznene". The Codex Borgia and the
Codex Borbonicus, on the other hand, depict these birds in a difierent Tecolotlan, meaning
order, with the red bird as the e1eventh volatile, the green bird as again by Sahagún, but
the twe1ith, and the yellow as the thirteenth. Seler identiiies them c10ud forests oí Guat
respective1y as the ala, the quetzaltototl and the cocho. The quetzaltototl is idel
A description oí the ala appears in Sahagún's work (1963, 11: 23) : mocinno, the Resplendc
(1940: 388). The cod
[A lo] long tail feathers, alth
It lives especialIy in (the province oi] Cuextlan, in crags and in the the length oí its body (1
dense foresto lt is tamable. Yellow, curved is its bill; rough are its feet, Borgia does not show th,
with callosities,.. Flaming red are its eyes; yellow are its breast be, probably because ti;
[and] belly. although plain to see ir
Its back is dark; its wing [feathers] are ruddy, reddish, a well-textured the Codex Borgia, eith,
even color... The wing coverts and tail coverts are blue, becoming
ruddy, reddish, bright reddish, orange.
The cocho, too, is d
[Cocho]
Cuexdan, according to Sahagún is the Gulf Coast homeland oi the It resembles the [toZll
Huaxteca (1961, 10: 185). Martín del Campo identifies the ala, on 1ts feathers are dark ~
the basÍs oi its plumage, as Ara macao, the Scarlet Macaw (1940: 1t is a singer, a consu
THE THIRTEEN VOLATILES 125
i 390). The name íor this bird in the Codex Tudela was chiconcuetzali,
which literalIy means "bird oí seven colors" (Tudela, 1980: 168) ,
referring to the Scarlet Macaw's very bright red, yelIow and blue
plumage. The artist oí the Codex Borgia not only pictures the alo
with these colors, but he also draws its rough íeet with crosshatching
to show scales; he paints its beak white, as it appears in nature; and
he depicts its eye with a sectioned ring around it, to represent the
wrinkled skin that Scarlet Macaws possess around their eyes (Peterson
and Chalií, 1973: PI. 13). This depiction oí the eye is analogous to
the Maya representations, which show the macaw's eye with a ring
y oí circ1es. Not only is this glyph the diagnostic logograph oí the
macaw, mo'o in Yucatec Mayan, but aloo the phonetic syllable mo'.
The quetzaltototl appears first among Sahagún's bird descriptions.
This entry is long and preoccupied with the many different types of
feathers this precious bird has (1963, 11: 19) .
[Quetzaltotot~
Jts bill is pointed, yellow; its legs yellow. Jt has a crest, wings, a tail ...
[The feathers] on its tail are green, herb green, very green, fresh green,
turquoise-colored. They are like wide reeds. . . This bird is crested; of
quetzal spines, of quetzal thread feathers is its erest, very resplendent,
very glistening... About its throat, and its breast [the feathers], are
reddish well eolored, even eolored, well textured, chili-red... The
breeding place of these birds is [the provinee of] Tecolotlan .
.e
tt Tecolotlan, meanÍng "Place of the Horned Owl", is not mentioned
lS again by Sahagún, but it must be a region of the tropics, such as the
n doud forests of Guatemala, where the quetzal bird lives today.
The quetzaltototl is identified by Martin del Campo as Pharomachrus
mocinno, the Resplendent Trogon, commonly called the quetzal bird
( 1940: 388). The codices depict the quetzal bird with its crest and
long tail feathers, although in actuality, its tail feathers are twice
e the length of its body (Peterson and Chalif, 1973: PI. 21). The Codex
1, Borgia does not show the quetzal bird as being the vivid green it should
;t be, probably because the hues have faded over time. The red breast,
although plain to see in the Codex Tudela, does not really appear in
d the Codex Borgia, either.
g The cocho, too, is described by Sahagún (1963, 11: 23) :
[Cocho]
,e
It resembles the [toznene]. Jt has a yellow, curved bill; it is crested .. .
n Its feathers are dark green; its coverts are dark red [and] dark yellow .. .
Jt is a singer, a constant singer, a talker, a speaker, a mimic ...
126 JONATHAN KENDALL TE
Martín del Campo states that this bird is Amazona albifrons, the in the same category, and
White-fronted Parrot. This parrot, though, has no yellow plumage The directions of South
whatsoever, and so could not possibly be the yellow bird whieh is Mexica would have to 1
pictured in the codiees. Since the description of the cocho and the the lands in which these
gloss of the Godex Tudela both indieate the toznene, it should be The brilliant coloring
worthwhile to examine Sahagún's description of that bird ( 1963, to their symbolism. Se1er
11 :22): feathers with blue tips are
(1939: 34), and the Ma
[Toznene]
Xiuhtecuhtli (Seler, 1963
It has a yellow, curved bill, like that of the [cocho]; the head is crested.
ing also represented blood
Its breeding place is especially [the province of] Cuextlan. These are its
a sacrifieed heart and a
chick feathers - herb-green, dark, dark green on its back, and about
The red breast of the o
its neck, and its tail, and its wings. And those at the tip of its wing
bend are green [and] yellow; they cover its flight feathers. And on its
symbolize the red rising Sl
breast, on its belly, its feathers are yellow, dark yellow ... And its tail
chest of a sacrificed capti'
and its wings are ruddy.
to sacrifiee and is often I
Symbolic significan ce
Conclusion
Since these birds are jungle dwellers, they were only known to
the Mexica by way of long-distance trade. The Godex Fejervary-Mayer In this essay, the con
frequently depicts the quetzal bird on top of a backpack, carried by on the thirteen volatiles I
a person with a long staff, and the Godex Borgia has a similar re them have been solved, b
presentation (1963: 55). Both the backpack and the staff are symbols synthesis of knowledge on
of the pochteca, the long-distance traders of the Aztec Empire, who a topie, is that by the ca
would venture into the tropics and retum to Tenochtitlan with, among of the whole becomes sli
other riches, quetzal birds and their feathers. greater corpus of codices
AH three tropical birds appear in the codices as birds on the better understood.
directional trees. The codices Borgia (1963: 49), Vaticanus B (1896: The danger of the stul
17) and F ejervary-Mayer (n. d.: 1) depict the quetzal bird sitting fundamental scholarship
on the Tree of the East (Seler, 1939: 37). This is consistent with the heavily. For example, Se1~
pairing of the quetzal bird with the twelfth Lord of the Day, Tlahuiz the Codex Borgia has be(
calpantecuhtli, god of the Morning Star, which rises in the East in the century since its PI
before dawn (Nicholson, 1971: Table 2). On the Tree of the South, can, and should, be don
the Godex Borgia depicts the Scarlet Macaw (1963: XI, 52), while the search, the discovery of th
other two codíces show the Yellow-headed Parrot. This apparent con lation of Sahagún's Nahl
tradiction simply shows that the Mexica conceived both birds to be sources and others must 1
THE THlRTEEN VOLATILES 127
.e in the same category, and that directional associations are not universal.
e The directions of South and East may have been chosen because a
is Mexica would have to travel in those directions in order to reach
e the lands in which these birds are found.
e The brilliant coloring of these tropical birds is highly important
to their symbolism. Seler notes that the Scarlet Macaw's "long, red
feathers with blue tips are called by the Mexicans cuezalin [or] "flame"
( 1939: 34), and the Macaw was also the avatar of the old fire god,
XiuhtecuhtIi (Seler, 1963: II, 243). Needless to say, this bird's color
ing also represented blood; one depiction of the Macaw shows it with
a sacrificed heart and a stream of blood (Codex Borgia, 1963: 6).
The red breast of the otherwise vividgreen quetzal bird could well
symbolize the red rising sun in the turquoise sky, or equally the bloody
chest of a sacrificed captive. The quetzal bird was certainly connected
to sacrifice and is often depicted in the Codex Borgia descending to
receive the extracted hearts in an eagle vessel. The tail feathers of the
quetzal bird, as Sahagún notes, are "like wide reeds", "herb-green,
very green, fresh green"; this plumage easily symbolizes vegetation.
The yellow-headed parrot, whose otherwise green plumage has similar
connotations, was most likely symbolic of the daytime sun.·
ConcluJÍon
so that tomorrow's scholars can more easily understand the Codex DAVIES, Nigel
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1,
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
DE LA CIUDAD DE MÉXICO
éste tuvo un carácter esencialmente sagrado. Fue el asiento que albergó etapa y cómo devim
a los 78 edificios de que nos habla Sahagún en su Historia de las dato arqueológico, al
cosas de la Nueva España,l es decir, el espacio sagrado por excelencia, están preparando pla:
tal como lo ha definido León-Portilla recientemente. 2 El centro lo tura correspondientes
ocupaba el Templo Mayor, corazón y ombligo del universo mexica. a lo largo de varios
Por él se ascendía a los niveles celestes o cielos y se bajaba al infra con los siglos que ce
mundo. De él partían los cuatro rumbos del universo y se constituía las casas y monumeI
en el centro de centros, el lugar de mayor sacralidad en donde con perímetro, para lo cm
vergían todos los puntos de su cosmovisión. A esto se une la dis tos preparado por la :
posición de los otros edificios que correspondían en buena medida a Se están recopilando
esa concepción universal:'! etapa prehispánica ha
Al momento de la conquista española, no dudamos que los con que nos permita sabe
quistadores, a través de sus informantes indígenas, conocieron este trascendentales que }
carácter de sacralidad y lo que simbolizaba el Templo Mayor y los A todo lo anterior se
otros edificios del recinto ceremonial. La reacción no se hizo esperar espacio, en donde la f,
y trajo como consecuencia la destrucción violenta de todos ellos. Se das como auxiliares 1
logró así borrar por varios siglos lo que había sido este espacio sa ~o será acompañado
grado. El conquistador lo convierte en espacio profano y construye uso del suelo y otros a
las primeras casas coloniales. Sólo la esquina suroeste va a conservar varios aspectos inter~
su carácter de sagrado al asentarse en ella la catedral cristiana. nalmente hemos denoll
Al paso del tiempo lo que fueron solariegas mansiones se convir lar qué es lo que se ,
tieron en nuevas casas de gente pudiente que habitaron el centro más adelante, en el e
de la ciudad. El siglo XIX fue testigo de ello. Sin embargo, en la hoy en la Ciudad de :
primera mitad del siglo xx este espacio empezó a cambiar radical vez para ver algunos
mente. La ciudad se extendió de manera notoria especialmente hacia cuando nos referimos ¡¡
el poniente, en donde surgieron colonias como la Roma, Condesa, Como puede verse
Cuauhtémoc, Polanco, las Lomas ... y nuestro espacio se transformó bicioso y cubre diferel
en un área de pequeños comercios, hoteles de poca monta --o mucha dispensable contar con
y las casonas del siglo pasado y de principios del xx se convirtieron de cada una de ellas. ,
en vecindades. Actualmente, la presencia de un comercio callejero ha historiadores, antropólc
invadido de manera impresionante el antes orgulloso espacio sagrado para lograr que el est
del pueblo mexica. algunos arqueólogos de
El Programa de Arqueología Urbana pretende, por lo tanto, el 1991 en varias excava
estudio de las transformaciones ocurridas en este espacio; porqué y arqueológico de difem
cómo se desarrolló; los cambios cualitativos y cuantitativos de cada Cuentan con la ayuda
Académicos del mismo
1 Fray Bernardino de Sahagún, Historia de las cosas de la Nueva España, Ed. lugares que, en el aspe
Porrúa, México, 1956 (cuatro tomos).
2 Miguel León-Portilla, México-Tenochtitlan: su espacio y tiempo sagrado,
de investigación:
INAH, México, 1978. 1. Justo Sierra 33.
3 Eduardo Matos Moctezuma, Vida y muerte en el Templo Mayor, Ed. Océano,
México, 1986. Ver la nota que salió en Tinta negra y Toja, Instituto de Inves de Justo Sierra ;t escWl
tigaciones Antropológicas, número 13, México, 1991. como estacionamiento I
ARQUEOLOGÍA DEL CENTRO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 135
construir por lo que conforme a la ley tuvo que pagar la labor de efectuar las labores de rl
rescate correspondiente. El trabajo se le enc~mendó a Francisco Hino se comisionó al P. A. D
josa, del Proyecto Templo Mayor, quien contó con la colaboración Los trabajos se cono
de fotógrafos, dibujantes, restauradores y biólogos de la Subdirec tanto en el interior coml
ción de Servidos Académicos (INAH). Vimos la necesidad de cua así como en la Puerta
dricular el terreno en unidades de 2 por 2 metros, a partir del límite se accede. Las calas d
con la banqueta hacia el fondo empleando números, y del límite prácticamente se llegó, :
oeste al este con letras. Se marcó el nivel "O" para las referencias más recientes. Entre los
de profundidad. El trabajo de excavación se desarrolló entre los monedas, entierros, un
meses de mayo y agosto de 1991. No pretendemos en esta nota mentas, etcétera... ade
agobiar al lector con aspecto técnicos que serán incluidos en su mo se pudo obtener una ese
mento en los informes correspondientes, por lo que de manera somera un enorme tecpatl o cue
paso a mencionar algunos de los hallazgos interesantes. ceso y esperamos en bI
Se localizó un piso prehispánico de lajas similar al de la plaza datos recabados.
principal encontrado en nuestras excavaciones del Templo Mayor.
Catedral. El trabajo
Hay un muro grueso que corre de norte a sur y que conserva recubri
Catedral Metropolitana.
miento de estuco, muro que se ubica casi a la mitad del terreno.
este importante edificio
Un dato interesante es la utilización de este muro con la primera
ha visto afectada de man
presencia colonial, consistente en los restos de una casa asentada
que en 1975-76 la enb
directamente sobre los vestigios prehispánicos y haciendo uso de ellos.
pilotes -alrededor de·
Así, el muro de la casa muestra varios vanos o entradas que daban
1942 ya se había practi
a habitaciones. Se llegaba a ellas por un patio empedrado que es
que según los pormenor
taba de la mitad del terreno hacia el este. No dudamos que estos
por SEDUE han afectac
restos correspondan al siglo XVI.
a) Abatimiento del
Superpuesto a 10 anterior tenemos varios niveles de ocupación
coloniales hasta llegar al siglo xx, en donde vemos un cambio radical porte de SEDUE: "La.
el agua de los estratos 1
en la construcción. Muros delgados de tabiques dividen cuartos pe
queños, indicándonos que ahora se trata de habitaciones para una mental del hundimiento
sola familia y el carácter de vecindad es evidente. mente establecido duran
Nabar Carrillo, Leonafi
Los materiales están en proceso de estudio y no es de dudar que
adelante agrega el infor
se obtenga información importante. Monedas, cerámica, cuentas de
das de emergencia par¡
collares, restos de madera. .. todo ello nos dará el panorama de quie
perforaron nuevos pozo
nes habitaron aquel lugar a lo largo de los años. De la parte que
ubicada al sur del Vall(
parece ser la cocina se obtuvieron diferentes materiales que segura
"El efecto de esta n
mente ampliarán el conocimiento en lo que se refiere a la alimenta
cremento de la velocidac
ción, una vez que los biólogos realicen el análisis respectivo.
entre 1982 a 1986." 4
2. Palacio N aciana!. Es de sobra conocido el problema que desde b) Cajón del Metr
hace muchos años enfrenta la estructura del Palacio Nacional. Sin mas actúan como drenes
querer entrar en pormenores del caso, sólo mencionaremos que actual deración en su estudio.
mente la SEDUE lleva a cabo trabajos de cimentación para darle soli al nivel freático: "La in
dez al inmueble. Desde el mes de octubre de 1991 intervenimos para todo el Interceptor Sem
ARQUEOLOGÍA DEL CENTRO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 137
Catedral. Restos del piso de lajas y la banqueta del posible juego de pelota (cabezal su r ) .
Lumbrera I
e
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:..:
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Foto 2
Catedral. Re.~tos del edificio (posible juego de pelota) de la lumbrera I
Foto 3
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PEINTURES FAC]
SYSTE ME CHRO
EDlTH GALDEMAR
-
Lt")
- t.t
...O·!::
S textes bien précis, est bien attestée dans les sources anciennes. Les
&'f documents ethnohistoriquesJ textes des chroniqueurs et codices nahuas
e coloniaux, constituent notre seule source d'informations. En effet, le
~ matériel archéologique (textiles, céramique, sculptures etpeintures
t.t
..c: murales) n'a pa,s foumí d'indications a ce sujeto '
~
..c: Pour étudier les peíntures faciales de la femme. meX1ca et plus
.
os
os particulierement le systeme chromatique des cosmétiques, noos nous
o fondons sur l'hypothese suivante: les couleurs formaient ul(1 .éode
cohérent et signifiant, et fonctionnaient comme un langage. La' valeur
sémantique d'une couleur pouvait etre liée 1) a sa position sur l'échelle
chromatique: valeur et teinte, 2 et/ou a l'origine des cosmétiq~es,
animale, végétale et minérale (Galdemar, 1987).
Cet article a pour objectif de caractériser le systeme chromatique
des cosmétiques de la femme mexica, en s'intéressant uniquement a
ses deux composantes principales ( teintes et origine des fards) et
d'aborder plus généralement le probleme des couleurs chez les Nahuas:
Néanmoins, le lecteur qui souhaiterait avoir une idée complete du
sujet, peut se reporter a mon mémoire de maitrise: Le Maquillage
et la Femme Azteque (1987), qui traite de tous les aspects du
maquillage (identification des produits tinctoriaux, des femmes far M
L'ethnohistoire a permis aussi bien d'identifier les noms des cou (Sahagún, 1988, 11: 623).
leurs que l'origine des fards. Les noms des couleurs des chroniqueurs couleur jaune de Naples,
ont été comparés a la terminologie contemporaine et a la charte des brillant" ou "jaune des fleu
~ouleu:s ?e .Mu~sell \1969). Une fois le systeme chromatique défini, de Munsell; et le "jaune tr
11 a fa~t lobJe.t d u~e etude détaillée, avec l'analyse des peintures facia foncé, Y 7/8 a y 7/10, Y
les qm pouvalent etre de deux couleurs ou d'une seule couleur. égalementtrois termes pOI
millon" (Oviedo, 1977: :
(Codex Florentino, 1975-:
NOMS DES COULEURS ET ORIGINE DES COSMÉTIQUES
1971: 53). Le vocabulair(
correspondre a la terminO
, L,es text~ d~s chronique~~s espagnols qui mentionnent des cas précis venuillons, R 5/5 et R 5
ou 1 on UtIhsalt les cosmetIques, en indiquant leurs couleurs avec R 6/13 de Munsell. POUI
éventuelIement la teinte, et leur origine sont les suivants: le Codex d'un "noir brillant" (COl
Florentino (1975-1982,1, n, VI, VIII, x), I'Historia General de las Cosas
"noir avec des reflets blonl
de Nueva España, de Sahagún (1988, 2 tomes) et l'Historia de las tres noir" (Oviedo, 1977:
Indias de Nueva España, de Durán (1967,1), Oviedo (1977), Vetan tenues correspondent a la
curt (1971), Hernandez (1959-1960, 3 tomes) et Gómez de Orozco Les couleurs des peinl
.( 1~45) nous renseignent de fac;on beaucoup plus fragmentaire ou codices peuvent etre mises
mdlrecte. queurs. Nous retrouvons
1980, f. 21r). Pour la COl
, Les. données i~onographiques, peu nombreuses, proviennent pour
moyen, y 9/4 a y 9/8
1 essentI~l? des C odzces M endcza (1964), M atritens~ (1905), del Museo
dans le Codex Mendoza (
de A~erzca ou Tudela (198?), Tellerzano-Remensls (1964) et M aglia
becchzano (1970). Ces COdlCes appartiennent au groupe nahuatl, du
"jaune brillant" ou "jaum
haut plateau mexicain et sont postérieurs a la Conquete. S'ils nous avons également des peint
tense, 1905: 7; Codex Va
renseignent sur les norns des couleurs, il n' en est pas de meme pour
Magliabecchiano, 1970, f.
l'origine des fards. En effet, les produits tinctoriaux des manuscrits
Codex Mendoza, 1964: I
indigenes pris en compte ici, comme d'ailleurs l'ensemble des codices
du groupe nahuatl, n'ont fait l'objet d'aucune analyse micro-chimique chroniqueurs.
Nous obtenons ainsi
a ce jour, a notre connaissance. terminologie des coloristCli
jaune de Naples, du jaur
rouges: du vermillon et
1. Noms des Couleurs des Cosmétiques
cette derniere couleur, les
de noir. Cette distinctior
Les cosmétiques .
.Jaunes, utilisés
, par les femmes mexicas étaient blancs, nous avons donc décidé
rouges et nOlrs. Hernandez (1959-1960; nI: 410) parle d'un cette couleur, afin de ne
fard "tres blanc", que Molina (1977: 113) qualifie de "blanc" ces
termes correspondent a' la couleur blanche, 10 de Munsell. Les chroni
'
queurs distinguent trois jaunes: un "jaune blanchatre" (Codex Floren 2. Origine des Cosmétiql
tino, 1975-1982, XI: 286), un "jaune brillant" (Codex Florentino,
1975-1982, n: 242) ou "jaune des fleurs de mais" (Codex Florenti Les cosmétiques étai,
no, 1975-1982, n: 86) et un "jaune tres jaune doux et chaud" colorants, ou des produi
PEINTURES DE LA FEMME MEXICA 145
p
.3
=1 B
~
Le tableau 1, ci-dessous, présente les noms des couleurs et l'origine
des cosmétiques, d'apres les documents ethnohistoriques, avec la corres
¡ it • M
'lIJe Iii
pon dance des termes des couleurs dans le vocabulaire des spécialistes
contemporains et le code M unsell (1969).
Voyons a présent comment fonctionnaient ces couleurs, comment '.'
w it""" n ~ .;-" ~ ;:::¡ 7 e P;;"' ~ ...." ñ ""'~ R' ~ a ~ ~ , ~ ~ ',r-' R" "S;> ~ ;a "~
'l'ABLBAU 1. ..... lID· oow .-.s .. OIUGJII& DII8 ClalllTXQUBS DE LA FEHME MEXXCA
COSMETIQUES
NOMS
!lI aJ aJ !lI
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PES COULEURS NOMS ..... !lI !lI aJ ~ .~ §
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d'apr~s les contem 5 .<: ¡.¡ t.>
.t. . (odie••. porains et Munsell ~I § a ~t.> ...~ "'a" t¡> ¡.¡ t.> U 3 o g
M
BLANC pur, tréa blanc blanc: 10
V
blanchltre jaune de Naples
IY 9/1, y 9/21
M
JAUNE brillant ou jaune moyen
des fleurs de mala 119/4, y 9/81
vermillon vermillon M
R 5/5 et R 5/10
ROUGE vermillon fin V
et lumineux
carmin carmin
IR 4/11, R 6/131 A
M
brillant-
NOIR reflets blonda no1r: :) M
,v V V
purl tras noir
elles s'articulaient, s'organisaient et ce qu'elles signifiaient. Les sources comme par exemple Tlal4
mentionnent deux types de peintures faciales: bichrome et mono les Tepicton (ibid.: 47).
chrome, le second type étant le moins fréquent. posait done d'un jaune
d'origine végétale. Pend.
femme-déesse llamatecuhl
PEINTURES FACIALES BICOLORES
en noir pur et la partie
un noir d'origine végét
Nous possédons quatorze exemples de peintures faciales bicolores: (Sahagún, 1988, 1: 169)
cinq jaunes-noires, quatre jaunes-rouges, trois blanches-noires et deux qui allaient au tlaloean, 1
rouges-noires. du jaune de N aples sur
Les peintures faciales sont étudiées d' apres le schéma suivant: (Codex Florentino, 1975
présentation des données avec le nom des couleurs et de leurs teintes, Le jaune était la co
le nom des cosmétiques pour connaitre leur origine, l'identité des (Codex Borbonicus, 197'
femmes fardées; la signification des couleurs, ou nous exposons brieve Codex Tellenano-Remen
ment les différentes notions qui étaient généralement associées a une de la planche 40 du COl
couleur, en se fondant sur les documents ethnohistoriques; l'inter l'élément cihuan-, de dI
prétation, qui a consisté a replacer chaque peinture faciale, considérée est représenté par une t¡
comme un ensemble cohérent, dans son contexte; et les conclusions. Jltoyen. Le jaune était «
excellence (Codex Flor~
bcmieus, 1974). Ces del
1. Peintures Faciales ¡aunes-Naires dans le Popol V uh (in
s'appelle Xk'anil, "la f
Pour les paires jaunes-noires, nous avons identifié les assoclatlOns (1967, 1, pI. 34), la rt
suivantes: jaune moyen-noir brillant, jaune moyen-noir pur et jaune la couleur jaune (el. n<
de ~aples-noir puro Le jaune moyen provenait de l'ocre jaune, teco Les Mexicas et d'u
zauztl, le noir brillant de la marcassite, apeztli, le noir pur du caout biennes de Mésoamériqu
chouc, ulti, et le jaune de Naples de l'amarante, huautli. Le jour Dans le Codex B01'gia (
de son mariage, la femme mexica avait tout le visage peint en jaune ténebres, l'intérieur de 1
moyen, avec sur chaque joue une barre en noir brillant, soit· deux que le centre de l'infr
fards d'origine minérale (Codex M endoza, 1964: 61; identification des hispanique n' appartient
cosmétiques d'apres Sahagún, 1988, 1: 389). Lors des f(~tes de la utilisé comme référence,
veintena uei tecuilhuitl, les femmes qui dansaient seules avaient elles associé a la fertilité et
aussi le visage peint de ces deux couleurs, le noir recouvrant le jaune végétaux, des dieux et
(Sahagún, 1988, 1: 140). Dans le Codex Telleriano-Remensis (1964: 1976: Sr, 16r, grotte n
7), la divinité du sel Uixtocihuatl, que l'on fétait lors de la septieme sept peuples toltéco-chi(
:eintena, tecuilhuitontli, a le visage, ainsi que tout le corps, peint en Pour comprendre la
Jaune moyen, avec sur les joues et les tempes des éclaboussures noires. mexica, il nous faut S~
D'apres le Codex Florentino (1975-1982, 11: 91), la femme qui in la vie de cette femme.
carnait cette divinité avait le visage recouvert d'ocre jaune. En temps les personnes agées de 1
que soeur ainée des dieux de la pluie (ibid.), le fard noir devait etre au nombre des femmes
du caoutchouc liquide, qui était utilisé par les divinités de ce groupe, commences a i!tre vieiU
PEINTURES DE LA FEMME MEXICA 149
done au monde des adultes, en devenant la compagne d'un homme. -du \fOUCOU, achiotl;' BOít mi
Sa peinture faciale devait la caractériser comme un étre responsable, .tfGrigine végétale: Le jalJ
e'est..a-dire id comme épouse (jaune moyen d'origine minérale) por ,le rouge la parti.e' supériet:
teuse de la semence humaine (noir brillant d' origine minérale). Elle .eertaines femmes de la di
traduisait donc le nouveau statut de cette femme dans la société quotídíennement le visage
mexica. Lors de la veintena uei tecuilhuitl on célébraÍt les jeunes Y':i:Qf;hetrille,; nQéke~tli (il
pousses de mais et la croissanee du végétal. La peinture íaciale des Pe,'lllÜ\ér~e' associé aun
fcmmes qui dansaient seules semblait mettre en valeur la rapport du JMUt: eo"-rtisanes, 0).1 (luiani
maisadulte (jaune moyen d'origine minérale) aux graines de mais :II~t r~n, cosmétiqul
(noir brillant d'origine minérale), c'est-a-dire la croissance de la plante. .w.agc el: la cochenille pou
Uuixtocihuatl, que l'on célébrait lors des fétes de la septieme veintena, ..¡: ',La~ cou1eur rouge était
était une divinité porteuse des' grains de sel et soeur des dieux de la i)q.ns ltCodex Borgia(l
pluie, associée a la nourriture et a l'infra-monde. Sa peinture faciale ?dii'ectement: a:ssociés a .ce
la présentait comme une divinité terrestre de lanourriture (noir pur -al :fbrme d~ coutean de s;
d'origine végétale et jaune moyen d'origine minérale). La peinture ..(pLdil},. Macuilxóchitl !
faciale d'Ilamatecúhtli, patronne de la veintena tititl, devait indiquer dDinité du' péché (pL31
que cette divinité appartenait a l'infra-monde, a la terre (noir pUf ~ de l'amour chame
d'origine végétale) etqu'elle était associée au mais' adulte (jaune eoJll~me ordre d'idées, ..le
moyen d'origine minérale). Elle pouvait aussi traduire le rapport du ~ .étaientpeints en
mais a l'infra-monde, c'est-a-dire id la croissance de la plante. Le aaduisait par: ailleurs la
mais adulte dépendait· de la divinité terrestre Ilamatecuhtli. Pour les ~tés avaientdespein
femmes mortes qui allaient au tlalocan, le fard noirpur d'origine comme c'était le cas par
végétale de leur peinture fadaJe pouvait représenter !'infra-monde et ~ (CoJes Borbpniot;
le fard jaune de Naples d'origine végétale, la végétation abondante ~). ·,Cettedlvinité pen
(Sahagún, 1988, 1: 222). lIs indiquaient par conséquent le lieu de _~ce dé la. végét
résidence funéraire de ces femmes, auttement dit leur appartenance au '*imóÍlie qe l'écorcheme:
tlalocan (el. statuffunéraire). lIsl:=pehu.aliztli, inSalu
Durán (1967, 1, pI. 34:
UIOCiée a la couleur rouf
2. Peintures Faciales jaunes-Rouges La peinture fadale (
fcmme, épouse destinée i
Nous avons identifié trois couples de couleurs jaune~rouge: un "arighie~minérale et rOll
jaune moyen-rou.ge vermillon, un jaune moyen-rouge carmin et un jaune ... _~te;·.d·apres leurs
cadmium foncé-rouge carmin. Dans la partie inférieure de la plan ~e .7des épouses: qúi II
che 61 du Codex Mendoza (1964), nous voyons unernariée avec " ' e moyen d'origine
le visage peint en jaune moyen, il s'agirait de l'ocre jaune,selon le .~e le maquillagl
Codex Florentino (1975-1982, VI: 130), et le tour de la bouche en flaC&..qúe ces femmes OCI
rouge vermillon, l'origine de ce fard demeurant inconnue. Par contre, ~':les 'éOmpagnes ofj
nous savons que pour la peinture faciale de la femme-déesse Xilonen 1J(ai.ea~.:une .véritable in!
et de ses proches, pendant les fétes de la veintena uei teeuilhuitl, le "'t)" Lel;trpeiriture ,faci
fard jaune moyen provenait de l'ocre jaune et le fard rouge verrnillon Ciabine et de "femmes q
PEINTURES DE LA FEMME MEXICA 151
León-Portilla, 1967: 30), qui satisfaisaient les désirs charnels de leurs La couleur blanche é
compagnons. Le couple de couleurs jaune cadmium foncé-carmin, du panthéon mexica, co
d'origine animale, devaít traduire lestatut particulier de ces femmes, (Codex Ixtlilxóehitl, 19i
lié a une conception fonctionnelle des prostituées dans la société mexica porelles de cette coulem
(ej. Gruzinskí, 1979). pret a etre récolté (cf.
La similarité de ces trois types de peintures faciales nous amene 1982, n: 226). D'autre
a certaines conelusions: le jaune était la Couleur de la femme mexíca empaqueté dans un ling
adulte qui avait sa place aux cotes de l'homme; le jaune moyen codices (Codex del Mu
d'origine mínérale semblait marquer plus précisément un statut d'épouse traient qu'il existait un 1
(mariage), tandis que le jaune cadmium foncé d'origine animale sem générale, la couleur blaI
blait indiq uer un statut de concubine (non mariage). La couleur d'un eyele.
rouge était associée a l'amour charnel, le vermillon pouvait se rapporter La femme-déesse To
plus particulierement aux rapports sexucls qui avaicnt pour finalité terre ou de l'infra-monc
la procréation (fécondation), tandis que le carmin pouvait se référcr sa peinture faciale du
a un autre aspect de la sexualité: aux plaisirs charnels (pas de fécon arrivé a maturité était
dation). A ce propos et compte tenu de la ressemblance des peintures l'infra-monde pouvant
faciales de certaines femmes de la dasse dirigeante et des courtisanes, est possible d'établir un
qui ne différaient que par la teinte et l'origine du fard jaune, nous Toci et la fin du cycle
nous demandons si les femmes de la elassc dirige ante fardées ne pour fard noir sur la partie
raient pas etre d'anciennes courtÍsanes épousées. Les deux jaunes l' élément dé du coupl<
pourraient alors matérialiser un lien chronologique entre ces deux séquent id de privilégier
groupes de femmes. noire-jaune d'Ilamateeu
Les peintures faciales de la femme-déesse Xilonen et de ses pro ches, ches). Selon d'autres se
a l'occasion des fetes de la veintena uei teeuilhuitl, indiquaient que 21r; Cadex Magliabect
ces femmes représentaient la croissance, la jeunesse du mais, c'est-a en blanc, avec la boucl
dire les pousses de malS aux stigmates rouges (un jaune moyen d'origine portant dans ce cas-Ia.
mínérale associé a un verrnillon d'origine végétale. devait les présenter con
a-dire comme de probal
Elle définissait done es.'!
3. Peintures Faciales Blanehes-Noires
et par conséquent entre les couleurs. Pour en revenir a la veintena uei >~
..,z
»10
..,z
>~
,.,~
faisaient allusion au paradis terrestre comme lieu ou la végétation qui se mariaient avaient
abondait (ef. couple noir-jaune). D'autre part, les peintures faciales 1: 389), de meme que
associées au cycle du mais, se composaient d'un cosmétique d'origine mecoatl, a l'occasion de
minérale, qui désignait la plante comme un produit de l'infra-monde, rentino, 1975-1982, n;
et d'un cosmétique d'origine végétale, qui faisait référence a la fer pote sur les joues des je'
tilité associée a l'infra-monde (ef. couples jaune-noir, jaune-rouge et la veintena uei tozoztli
blanc-noir) . (ibid.: 63), soit deux fe
Les notions attribuées aux couleurs des peintures faciales bicolores La peinture faciale
renvoyaient a deux themes principaux: la femme et sa place dans pouvait caractériser la f¡
la société mexica, et le mais et son cycle végétal. Le jaune était la qui portait la semence
couleur de la femme adulte, entrée dans l'ige de la maturité, et du célébrait la récolte du
mais, de la nourriture en général. La couleur jaune moyen d'origine Chicomecoatl, in Codex
minérale désignait plus particulierement, a la fois la femme adulte semailles du nouveau n
comme épouse et le mais comme plante adulte, arrivée a maturité, qui étaient chargées de
la couleur jaune cadmium foncé d'origine animale la femme adulte La peinture faciale de
comme concubine, et la couleur jaune de Naples d'origine végétale indiquer qu'elles repr~
l'abondance de plantes. Pour la couleur noire, il semblerait que le noir ment dit le recommenc
brillant d'origine minérale marquait l'origine par rapport a la femme de la veintena uei tozo;
(femme porteuse de la semence humaine) et au mais (naissance de Chicomecoatl pour y di
la plante, graines de maIs), tandis que le noir pur d'origine végétale arrivées, elles jetaient 1
pouvait représenter l'infra-monde, c'est-a-dire le lieu de la fertilité. motif en chapopote de
Dans ce cas, la valeur sémantique de la couleur était attribuée essen les graines de mais (cf
tiellement en fonction de l'origine des cosmétiques. Le rouge était la présentaient les graines I
couleur des relations sexuelles des femmes et de la fertilité des plantes.
La couleur vermillon d'origine non identifiée était associée plus précisé
a
ment l'acte charneI a but procréatif, d'origine végétale a la fécon 2. Peintures Faciales Ji
dation et a la croissance du mais, la couleur carmín d'origine animale
aux plaisirs charnels. En ce qui concerne la couleur blanche, le fard A l' occasion de la
d'origine minérale désignait la vieillesse et la mort des femmes, des mecoatl avait le visage
femmes-déesses et du mais. (ibid.: 65; Codice Ma
342r) mentionne que les
elles aussi le visage far¿
PEINTURES FACIALES MONOCHROMES
rouge. La courtisane se
Nous avons relevé huit peintures faciales d'une seule couleur, qui le nom du fard n'étant 1
pouvaient étre noires (trois cas), rouges (trois cas) ou jaunes Florentino, 1978-1982,
(deux cas). la femme-déesse Chico]
vermillon sur les joues
déesse Xochiquetzal, lO!
1. Peintures Faciales Noires (ibid.: 154). Ces fards
Pour les peintures faciales noires, nous savons que les femmes Apres avoir semé le:
mexicas utilisaient la marcassite et le chapopote. Les femmes igées a travers Chicomecoatl,
PEINTURES DE LA FEMME MEXICA 157
'. pote sur les joues des jeunes filles qui participaient a la célébration de
:t la veintena uei tozoztli, et on mettait de la marcassite par dessus
(ibid.: 63), soit deux fards d'origine minerale.
La peinture faciale de la mariée "qui n'était plus une enfant"
pouvait caractériser la femme mexica en tant que personne responsable
qui portait la semence humaine. Lors de la onzieme veintena, on
célébrait la récolte du mais (el. la décapitation de la femme-déesse
Chicomecoatl, in Codex Florentino, 1975-1982, ll: 120) ainsi que les
semailles du nouveau mais. C'étaient les pretresses de Chicomecoatl,
qui étaient chargées de disperser les graines de mais, geste de semaille.
La peinture faciale de ces femmes, également de marcassite, devait
indiquer qu'elles représentaient les graines de mais elles-memes, autre
ment dit le recommencement du cycle du végétaI. Pendant les fetes
de la veintena uei tozoztli, les jeunes filIes se rendaient au temple de
Chicomecoatl pour y déposer le mais qui devait ctre semé. Une foís
arrivées, elles jetaient les graines aux quatre vents (ibid.: 63). Le
motif en chapopote devait indiquer la fécondation et la marcassite
l les graines de mais (el. peinture facial e précédente), ces femmes re
a présentaient les graines de mais fécondées, la naissance de la plante.
l.
,
~.
vermHlon M ocre rouge Chicomecoa tl visaqe jeunes plantes 1eunes pousses de mals=
et proches cycle du mals
4l!a1e veintena
femme-adulte épouse
J j eune rroriée = statut social
A moyen M ocre jaufle visaqe
lJ Uixtocihuatl divinité de la nourriture
N maís tgrains de sell
et LJixtoci nourriture
E 7eme veintena = cyele du mals
,
1
s' g. G" il e.
aH ~ ~~nn.J~~~l ~n! H~1Ho! !~H ..
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PEINTURES DE LA FEMME MEXICA 161
REFERl
TABLEAU 4. SYSTEME CHROMATIQUE DES COSMETIQUES DE LA FEMME MEXlCA
Code.r: Borbonicus
COOLEORS NOIR ROUGE JAUNE BLANC 1974 Codices Selec
..., Austria.
NOTIONS ORIGINE
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Codex FllYrentino
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1975-1982 Florentine e
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164
a,
to
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le
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SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
DE SU NACIMIENTO
Infancia y juventud
Ángel María Garibay Kintana nació en la ciudad de Toluca el
18 de junio de 1892. Fue segundo hijo del matrimonio formado por
don Manuel Garibay y doña María de la Soledad Kintana. La fami
lia Garibay vivió siempre en forma sencilla. "Mi padre -así se expre
saba don Angel- era hombre de condición modesta; era un obrero,
un mecánico, aunque, eso sí, de grande habilidad." La familia inte
grada por el matrimonio, una hermana mayor, María de la Luz,
Angel María y Natalia, la más pequeña, se había establecido en el
pueblo de Santa Fe, en las orillas del Distrito Federal. Allí pasó su
ÁNGEL
168 MIGUEL LEÓN-PORTILLA
infancia el padre Garibay. De ese tiempo data la siguiente anécdota al mundo de los clásico
que será como un símbolo en su vida. Ángel María tenía aproximada y de la historia, de la
mente cinco años. Curioso e interesado por saberlo todo, recogía cuanto taron en él los ideales
papel impreso veía a su alrededor. Iba luego en busca de su hermana En el seminario fue n
mayor para pedirle que le leyera 10 que decía el papel. Tantas veces pasaba largas horas ley
importunaba con esto a su hermana, que un día la madre le dio un los meses en que se SUS]
consejo válido para el resto de sus días: traían consigo los hecl
por ese tiempo comenzc
No ande preguntando, le dijo, aprenda a leer y usted mismo sabrá y la cultura náhuatl. ~
lo que dicen los papeles. realmente conocer alg<
En la biblioteca del seI
Angel María aprendi6 a leer y, por cierto, en una escuela oficial. nos c6dices y de mam
En sus años posteriores habría de dar sentido universal al consejo Garibay comenz6 a pOI
materno, y para no andar siempre preguntando, que a esto viene a vez al caso del náhua
reducirse fiarse de comentarios y versiones ajenas, el padre Garibay los manuscritos.
aprendi6 también a leer latín, griego, hebreo, francés, italiano, alemán, Durante estos años
inglés, náhuatl y otomÍ. Leyendo por sí mismo algo de lo que en esas ci6n de humanista. Pe
lenguas está escrito, iba a convertirse con los años en humanista, superiores quisieron en
hebre610go y helenista y, por encima de todo, en descubridor del tudios. La respuesta d
legado literario de los antiguos mexicanos.
Don Manuel Garibay, el padre y sostén de la familia, muri6 Estar en Roma sig¡
cuando Ángel María tenía sólo seis años. La familia quedó en condi forzar su libertad. .A
la carrera eclesiást
ciones bien difíciles y tuvo que pasar a vivir con la tía Romualda
afectaran su deterrr
Garibay, que tenía un pequeño rancho en las cercanías del Molino
de Bezares. Angel María continuaba yendo a la escuela primaria y De hecho, el padre
ayudando a su familia en los trabajos del rancho. otro país, ya que sieI
A mediados de 1906, cuando contaba catorce de edad, el joven viajar no le faltaron.
Garibay decidi6 seguir la carrera eclesiástica. Bastante enfermizo, tuvo países de Europa, in
que ser examinado por un médico. La sentencia del galeno fue que que no se alej6 nunca
si entraba al seminario, se volvería loco. Angel María desoy6 el con siempre en Prusia, el
sejo y a los setenta años de edad lo comentaba con regocijo: cientos kil6metros de
Con su pensamiento ~
Loco ° no, aquí me tiene usted trabajando. El consejo que a mí cido en los más dist:
mismo me di y que siempre he practicado, ha sido el de que si en vez
de trabajar, descanso, más que enloquecer, me muero. siempre sus raíces en
Labor de misionero
El 28 de octubre de 1917 se ordenó de sacerdote. Un mes más
tarde iba a comenzar sus labores, que recuerdan las de varios misio
neros eximios como Motolinía, Sahagún y Durán, cuyas obras había
de estudiar y en cierto modo emular. Primero fue a Xilotepec, en
170 MIGUEL LEÓN-PORTILLA
el estado de Hidalgo, en donde estuvo hasta marzo de 1919. Fue Otumba continual
entonces cuando comenzó a aprender el otomÍ y a recoger textos y tos, en los que se I
tradiciones en esa lengua. En 1919 tuvo que interrumpir sus labores Perfeccionó al mil
de misionero al ser nombrado profesor del seminario. Cinco años sarias para el estu
permaneció allí y pudo formar a una generación de estudiantes, ya italiano, el alemáI
que, en vez de enseñar siempre los mismos cursos, acompañó a sus riencia del movirr
discípulos a través de los cinco años, desde los principios de la gramá investigaciones mru
tica latina y griega, hasta las humanidades y la retórica. Entre sus Siendo todavía
discípulos se cuentan hombres bien conocidos: don Sergio Méndez revistas. Su prime
Arceo, doctor en historia y obispo de Cuernavaca, el licenciado y es de aquella época,
critor Guillermo Tardiff, el académico e historiador padre Octaviano Ozanam, el célebr,
Valdés. Todos ellos guardan grato recuerdo del maestro Garibay. Por varios poemas y al
encima de todo, fue él, y continuó siéndolo en la Universidad Nacio dirigía don Julio 1
nal, el hombre que supo despertar vocaciones y que puso siempre el suya un poco más
acento en los valores propios y en las raíces de la cultura en México. la finura y sensibi
De 1924 a 1941 volvió el padre a su vida de párroco misionero. dones en la revis
Primero fue San Martín de las Pirámides, después Huizquilucan, más prematuramente dI
tarde Tenancingo y finalmente Otumba. Al igual que sus predecesores, En Abside dio a
los misioneros humanistas del siglo XVI, él también aunó sus labores poesías y cantares
eclesiásticas con el interés por comprender el alma indígena y el em como un símbolo (
peño por introducir mejoras sociales y económicas en las diversas en verdad importt
comunidades donde le toCó trabajar. Abside, México, 19
Muchas anécdotas podrían referirse acerca de su vida de párroco de o restes, de E~
durante diecisiete años. Entre otras, vale la pena recordar las palabras Abside").
de gentes sencillas que decían: Estando en Otu
conocidos, entre el
Parece que este padre no ha terminado sus estudios, porque siempre como los doctores .~
10 encontramos leyendo en sus libros, haciendo preguntas y tomando Yáñez. Gracias a :
notas ... 1940 publicada pe
de su Poesía indíge1
Pero si el padre Garibay estudiaba en los libros y recogía tradi muchas reimpresion
ciones y leyendas, todo ello iba dirigido a adentrarse más en la reali salió también ese rr
dad y los problemas del mundo indígena. Le preocupaba no sólo su ha servido a muer.
bien espiritual, sino también su mejoramiento material. Estando en lengua de los anti~
San Martín de las Pirámides, no descansó hasta conseguir en bene
ficio del pueblo la introducción de agua potable. En otros lugares,
reunía también a los campesinos jóvenes para enseñarles diversas Villa de GuadaluP.
técnicas que podrían ayudarlos a mejorar sus cultivos y pequeñas
industrias. Un año más tal
Fue precisamente durante el tiempo de su aCClOn como párroco biar en su aspecto (
misionero, cuando profundizó aún más en el estudio de los idiomas de Guadalupe, tuv 1
otomí y náhuatl. En su aislamiento de lugares como San Martín y tantos años había •
ÁNGEL MA. GARIBAY K. (1892-1992) 171
¡ue Otumba continuaba por la noche el estudio de códices y manuscri
Iy tos, en los que se conserva el legado cultural del mundo precolombino.
[es Perfeccionó al mismo tiempo el conocimiento de otras lenguas nece
lOS sarias para el estudio de las culturas clásicas. Poseyendo el francés, el
.ya italiano, el alemán y el inglés, a pesar de hallarse apartado en apa
sus riencia del movimiento científico y literario, estaba al tanto de las
m- investigaciones más recientes, gracias a las revistas y libros que recibía.
IUS Siendo todavía muy joven habían comenzado a escribir en varias
lez revistas. Su primer artículo apareció en 1913 en una publicación
es de aquella época, Lábaro. Trataba en él de la figura de Federico
DO Ozanam, el célebre filántropo y pensador francés. Más tarde publicó
'or varios poemas y artículos, entre otras, en la revista El estudiante, que
jo dirigía don Julio Jiménez Rueda. En 1932 apareció una publicación
el suya un poco más amplia. Fue el Poema de los árboles, que reflejaba
la finura y sensibilidad de su espíritu. Vinieron luego sus colabora
ro. ciones en la revista Ábside, dirigida por dos discípulos suyos, los
tás prematuramente desaparecidos Alfonso y Gabriel Méndez Plancarte.
es, En Ábside dio a conocer por vez primera algunas traducciones de
res poesías y cantares del mundo náhuatl. Poco después salieron a luz,
n como un símbolo de su profunda actitud humanista, dos libros suyos
Wl en verdad importantes: La, poesía lírica azteca (Bajo el Signo de
Ábside, México, 1937), y su versión directa y en verso de la Trilogía
co de o restes, de Esquilo (publicada igualmente "Bajo el Signo de
as Ábside").
Estando en Otumba recibía el padre Garibay la visita de amigos y
conocidos, entre ellos varios maestros de la Universidad Nacional,
re como los doctores Justino Fernández, Edmundo O'Gorman y Agustín
!o Yáñez. Gracias a las gestiones que realizó este último, apareció en
1940 publicada por la Imprenta Universitaria, la primera edición
de su Poesía indígena de la altiplanicie, obra clásica que ha alcanzado
muchas reimpresiones. Igualmente, y con pie de imprenta de Otumba,
salió también ese mismo año de 1940 su Llave del náhuatl, óbra que
ha servido a muchos estudiosos como instrumento para aprender la
e lengua de los antiguos mexicanos.
s,
lS Villa de .Guadalupe y la Universidad
lS
Un año más tarde, en 1941, la vida del padre Garibay iba a cam
o biar en su aspecto externo. Nombrado Canónigo Lectoral de la Basílica
IS de Guadalupe, tuvo que abandonar las comunidades indígenas donde
y tantos años había pasado. Su oficio principal en la Basílica iba a ser
ÁNGE
172 MIGUEL LEÓN-PORTILLA
desde entonces el estudio y explicación de la Biblia. Fruto de esa giosa y lírica, los hir
nueva ocupación fueron centenares de lecciones sobre las escrituras formas de prosa, entre
sagradas, así como una versión, desgraciadamente inédita, de varios de los ancianos, los te
textos bíblicos, a partir de las lenguas originales, hebreo, arameo y producción en la mis:
griego. A todo esto hay que añadir los comentarios filológicos e his hasta el año de 1750.
tóricos, con apoyo en los autores de la antigüedad clásica, que pre con apoyo en fuentes
paró acerca de esos textos de la Biblia. Entre sus comentarios, reunidos ducciones preparadas 1
en más de veinte volúmenes, se encuentran estudios verdaderamente La publicación de
magistrales, como el que se refiere al libro del Eclesiastés, en el que la vieja objeción, hech
analiza el pensamiento del sabio hebreo que supo captar y expresar los gún. Sostenían algunos
problemas del existir humano y del enigma de Dios. antiguos mexicanos era
Pero siendo, como lo repetía el mismo padre, el estudio de la valor literario, pero im
Biblia su oficio principal, encontró siempre tiempo para continuar sus fue mostrar los docun
trabajos acerca del mundo indígena. Alejado de reuniones sociales y traducciones de los to
cocteles, y con supuesta fama de personaje solitario y de trato difícil, pañada de un chispaz'
pero teniendo siempre abiertas sus puertas a sus discípulos y a todo Garibay estas objecion.
aquel que buscaba su consejo o ayuda, pasó los últimos veintisiete
años de su vida, consagrado enteramente al estudio y a la investigación. Ojalá que yo hubier¡
El único contacto que mantuvo permanentemente Garibay a través s610 las he traducide
de todos estos años fue el de su vinculación con la Universidad Na
cional de México. Como dijimos, desde 1940 empezó a publicar sus Para Garibay trad
estudios sobre el mundo náhuatl en la Biblioteca del Estudiante Uni mera empresa de erue
versitario. En 1951, con ocasión del cuarto centenario de la Univer En verdad creía y ter
sidad Nacional, recibió, junto con otros cinco mexicanos ilustres, como a todos los rumbos de
justo reconocimiento a sus labores, el grado de Doctor Honoris Causa. romanos o tlahtoUi, la
Un año más tarde fue nombrado Profesor Extraordinario de la Fa bra y lagos fue siem:
cultad de Filosofía y Letras y, a partir de 1956, fue director del literaria o mero discur:
Seminario de Cultura Náhuatl, dentro del Instituto de Historia de la y sensato. Era la suya .
propia universidad. vez un poco el velo d.
Academia Mexicana d
ción en tomo a las aIl
Copiosas publicaciones
No suenen iconoclal
Trabajador incansable, publicó varias obras fundamentales. Entre de una facultad, qUE
ellas están su Épica náhuatl (Biblioteca del Estudiante Universitario, constitutivo de la e:
1945); numerosos textos de los infonnantes indígenas de Sahagún, amargo, si se quiere
aparecidos en fonna no interrumpida en la revista Tlalocan, desde zoón logikón, anim.
el año de 1943, hasta el de 1957. Pero, entre todos estos trabajos ginativo...
destaca sin duda la monumental Historia de la literatura náhuatl, ¿ Seguir, quizá, 1
publicada por la Editorial Porrúa, en dos gruesos volúmenes (1953 téril, aunque raz6n :
1954). Magistralmente estudia en ella Garibay los diversos aspectos será camino que )
de la producción literaria de los antiguos mexicanos: la poesía reli- hombre ...
ÁNGEL MA. GARIBAY K. (1892-1992) 173
Sólo la muerte pudo impedir al maestro Garibay la realización íntegra y se acalle la voz ~~l
y se debiliten las hIjaS
de sus deseos, o sea el rescate completo de la poesía náhuatl.
No siendo propósito de esta recordación ofrecer el largo elenco de Antes que se rompa el
su bibliografía, me limito a mencionar sólo su pennanente interés y se quiebre el vaso, d
y sus siempre valiosas contribuciones en los siete primeros volúmenes y se despedace el canl
de Estudios de cultura náhuatl, publicación en la que también tuve y se precipite la garrw
la fortuna de laborar a su lado. El último de sus trabajos en dicha y vuelva el polvo a 1:
serie fue el comentario y la edición del Códice carolino, con impor hálito vital retorne a 1
tantesadiciones a la primera edición del Vocabulario . .. de fray Alonso i Vanidad de vanidadei
de Molina, la de 1555.
Así puso él a nuestro
La sabiduría de Israel la sabiduría de esas tres fo
de pueblo mestizo, indígen¡
El padre Garibay, que así ahondó en creaciones -las de griegos y lo judío ciertamente SOl
y las de nahuas-- tan distintas, aunque afines por humanas, quiso camino, había que volver
acercarnos también a la intuición que llamó "sabiduría de Israel". tales sería tarea imposib~e
Los textos que escogió y tradujo del hebreo al castellano son igual sin rodeos, a mundos tan
mente diálogo del corazón, contraste de luz y tinieblas, divinas pala cogió para sí la soledad, (
bras y fe· que también es misterio. El mensaje del pueblo escogido, nuevo acercamiento. En !
aunque diferente, no es opuesto a la afinnación del logos griego, de la mensaje de tantas voces.
diké que es la justicia y de la eufrosine, el anhelo de gozo pleno. comunicarlo· fue su poesía
También las flores y los cantos, el deseo de la amistad, el temor a la
muerte, y, por encima de todos los dioses, la figura de Tloque Nahua Un atisbo de su proPio p.
que; M oyocoyani, el Inventor de sí mismo y dueño del cerca y del
junto, hubieran tenido un sentido para el seguidor de jah'Ué. Del libro Quien tuvo tanto que (
de Qohélet, que llamamos Eclesiastés, hizo traducción Garibay y para nes lo que llegó a ser el p€
nosotros continuó el diálogo universal y de verdad humano. en sus introducciones Y c,
y profanas, y en multitud I
Dulce es, empero, la luz y grato a los ojos ver al Sol;
pertenecen los poemas qu
aun cuando viviere el hombre muchos años y en todos ellos
gozare, recuerde los días de tinieblas, que serán muchos, quiso publicar. Entre ello
y cuando acaeciere, será vanidad. . de los árboles. Escojo y le
tal vez en él está la metá:
Acuérdate de tu creador
en los días de tu juventud, antes que venga el Patriarca de
tiempo malo y se acerquen los años de los cuales habrás sacudidas pe
de decir "¡ No hay en ellos placer para mí!" asemejan jir
o nupciales,
Antes que se entenebrezca el Sol,
y la luz y la Luna y las estrellas, ¿Quién dirá
y retomen las nubes después de la lluvia ... ¿quién los l
y se cierren las dos hojas exteriores de la puerta
y se amortigüe el son del molino, 5 Sabiduría de Israel •.. ,·
ÁNGEL MA. GARIBAYK. (1892-1992) 179
1 Dolores Roldán, Biografía de Ángel María Garibay K., México, 1985, Edi.
torial Ori6n, p. 9.
Otras biografías del Dr. Garibay que pueden consultarse:
Miguel León-Portilla, "Bio bibliografía de Ángel María ••• ", en Estudios de
cultura Náhuatl, México, 1963, v. IV. .
Octaviano Valdés, Ángel María Garibay K., México, 1985, Ediciones Las Hojas
de Mate.
Mario Colín, Ángel María Garibay, Toluca, Estado de México, 1979, Ed.
FONAPAS.
--
ARCHIVO I
182 ALBERTO HERR soLÉ
Hay quien critica las traducciones de Garibay, igualmente su ela En el Archivo Garibay,
boración como estudioso de la literatura en lengua náhuatl. Estas crí burocráticos", no es exacto
ticas suelen ignorar el trabajo invertido en una vasta obra, ejemplo de chos de ellos están UtiliZadl
humanismo, elaborada en condiciones en las que no había anteceden igualmente equívoco SUpoI
tes inmediatos dignos de consideración, una labor autodidacta, que exi exclusivamente personal, S1.
gió plantear claramente problemas y proponer soluciones, algunas de curiosidad intelectual, de 11
ellas, innovadoras y trascendentes. enciclopedia que reclama
Si bien el joven Ángel María aprendió el latín y el griego escolar que guardó Garibay fue:
mente en el Seminario Conciliar de México (1906-1917), la compe a) Papeles que servían
tencia lingüística en estas y otras lenguas, la obtuvo por su cuenta. históricos.
Totalmente autodidacta el aprendizaje del náhuatl y del hebreo; hizo b) Sus propios trabajos
estudios de sánscrito, de arameo, de árabe. El autodidacta tiene que e) Una nutrida corresp
construir sus propios andamios, a veces comete errores superados por d) Recortes de periódic
otros. Pero en este caso, el fundador del Seminario de Cultura Náhuatl,
¿ Qué temas ocuparon 2
cuenta con una base, como la de la pirámide del Sol, para cimentar
escuela en el conocimiento del náhuatl: conoce dlrectamente los textos
1.1 CULTURA NÁHUATL (01
de las principales literaturas antiguas fundadoras de Occidente: los
nes, testimonios): 217 refe
Clásicos griegos y la Biblia.
Garibay tuvo el "don de lenguas" sin milagros metafísicos. Lo tuvo 1.2. Lingüística. Náhuatl:
por una labor tenaz: su archivo personal lo demuestra. guos): 317 referencias, 5 91
2.1 EVANGELIZACIÓN BILlNC
11. Composición del Archivo otras Ordenes religiosas):
Parece lógico el que la antigua Biblioteca Nacional guarde en su bó 2.2 Guadalupanismo mexic
veda al Archivo Garibay. Es sugestivo el templo de San Agustín para cias, 185 páginas.
suspender el paso del tiempo e imaginar una escena de los años 30's:
el padre Garibay vestido de seglar, escudriñando meticulosamente el 3 TRADUCCIONES:
catálogo (hoy dispuesto en los mismos muebles de madera de entonces).
El hombre venía de Otumba, de manera que aprovecha y pregunta; 3.1 Del griego: 141 refere
describe libros muy peculiares. El padre Garibay investigó en este lugar; 3.2 Del latín: 15 referem
identificó y estudió los documentos en náhuatl de la colección y acreditó
3.3 Del hebreo: 56 refen:
a la Biblioteca citando sus fuentes.
El aprecio que Garibay tuvo por la Universidad se patentizó en la 3.4 Del otoIhÍ: 20 referen
donación de su biblioteca personal y su archivo, los cuales llegaron a 3.5 Estudios de lenguas ir
la Biblioteca Nacional dos años después de su muerte, en 1969. Parte de
este patrimonio ha permanecido mudo desde hace 23 años. Muchos 3.6 Lenguas modernas: 8
años en relación con el ritmo acelerado de los cambios y con un objeto 4.1 RELIGIÓN (Teología y
-como el Archivo--- poseedor de tantos mensajes. ginas.
Tal como ahora se encuentra, el Archivo consta de 37 cajas com
puesta por 410 expedientes numerados, y una veintena de expedientes 4.2 Praxis religiosa (relac
con papeles localizados después. 1 099 páginas.
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 183
''s:
el 3 TRADUCCIONES:
s).
ar;
la
3.4 Del otomí: 20. referencias, 188 páginas .
.a
3.5 Estudios de lenguas indígenas: 24 referencias, 159 páginas.
de
~to
4.1 RELIGIÓN (Teología y Hermenéutica bíblica): 50 referencias, 303 pá
ill
gmas.
tes 4.2 Praxis religiosa (relación Estado-Iglesia en México): 148 referencias,
1 099 páginas.
184 ALBERTO HERR soLÉ ARCHIVe
solicita recursos para .llevar a efecto, con gran celebración, la corona panas de sumo interés paI
ción que le ha sido autorizada. Garibay- es un ejemplc
Si bien estos documentos no tienen relación directa con la cultura talidad indígena" .
Los anteriores son asp
náhuatl; no debemos olvidar que gracias al vínculo que vio don Lo
los que el Archivo Gariba
renzo Boturini entre la imagen del Tepeyac y la cultura indígena, co
menzó su gran labor por recuperar documentos indígenas prehispáni
coso En el fondo, Boturini trajo a México una concepción' histórica IV. Cultura N áhuatl
vanguardista para su ihiminista época, gracias a la cual, contamos con
documentos de gran valor histórico. .Demos paso ahora, a le
Sin duda alguna, uno de los documentos más valiosos del Archivo va Garibay. Para clasifica
Garibay es un pequeño libro' héC;ho a mano: "Orderianza de un hos 1. Paleografías.
pital de indios y de su cofradía." El texto náhuatl fue elaborado por 2. Paleografías con traducl
fray Alonso de Malina; la realización del libro fechada en 1692. 3. Traducciones.
Resulta de gran interés el contar con la paleografía y dos versiones 4. Notas y articulas sobre
del padre Garibay de un libro de Sebastián García llamado exactamen 5. Notas y articulas sobre
te igual al anterior, pero de 1584.4 En este libro se describe cómo debe 6. Ensayos, artículos y not
organizarse la wfradía de Nuestra Señora de la Concepción para rea 7. Ensayos, artículos y not
lizar beneficencia. El interés de estos documentos es doble, por una 8. Ensayos, artículos y not
parte la descripción del modo en que se organizó la medicina social Además, "GÉNERO"
desde el siglo XVI: por otra parte, demuestra cómo iba floreciendo el ( =BO), un artículo (=
culto mariano en México. (= CA), o un document
En más de un sentidot el ddctor Garibay representa la reconcilia expediente en el Archivo.
ción de México con su pasado,' Con su espiritualidad. Los documentos
antes referidos tienen especial valor para la comprensión del Guadalu:.. 1. PALEOGRAFÍAS (y j o tex
panismb mexicano.
Para completar este tópico es preciso mencionar la versión del doc Exp. Autor/T
tor al libro llamado: Anales de juan Bautista, un manuscrito náhuatl
del siglo XVI escrito por un indio, vecino del barrio de San Juan en 223 Garibay
"Inscripción de Tzinacant
la ciudad de México. El manuscrito original formó parte de la colec
ción de Boturini/ actualmente está en el Archivo Capitular de Gua 223 Garibay
dalupe. No he podido ver el original. La versión del padre Garibay "Timal icuic"
existente en la Biblioteca Nacional es un borrador que seguramente 241 Garibay
sería la base para una publicación, prometida por él, pero que no se " ... (Sah. lib. IV jMs. R.
llevó a efecto. Probablemente influyó la censura religiosa, lo cual es 241 Garibay
lamentable debido a que el libró brinda muchas noticias no-guadalu " ... miquicyatoc. idjtetzo
241 Garibay
4 Sebastián García, "Ordenanza de un hospital de indios y de su cofradra", "(Sah. AC. 158r.)"
también llamado por Garibay "Documento Garibi-Ribera" por haber pertenecido 250 Garibay
a dicho obispo de Guadalajara. Anota Garibay que el documento está en el Archi 'Nican ompehua in mot
vo Capitular de Guadalupe.
5 'Inventario y catálogo razonado de la colecci6n de don Lorenzo Boturini". cuicatl. .. "
Manuscrito de la Biblioteca Boturini de la Basílica de Guadalupe.
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 187
[la- panas de sumo interés para la historia nacional, puesto que -apunta
Garibay- es un ejemplo de la "infiltración hispánica en la men
Ira talidad indígena".
..0- Los anteriores son aspectos cualitativos de uno de los temas para
:0- los que el Archivo Garibay aporta documentación.
ni
lca IV. Cultura N áhuatl
on ¡
.Demos paso ahora, a las referencias sobre cultura náhuatl del Archi·
VD va Garibay. Para clasificarlas se estableció la siguiente división:
)S 1. Paleografías.
or 2. Paleografías con traducción.
3. Traducciones.
.es 4. Notas y artículos sobre códices.
n 5. Notas y artículos sobre topónimos y palabras nahuas.
le 6. Ensayos, artículos y notas sobre historia y arqueología.
al
290 Sahagún/Garibay
BO
s-f 5 173
337 SahagúnjGarib
"Hijo pródigo" (2
290 Sahagún/Garibay
BO
s-f 5 174
1833)
"Sah. col. 2 (f. 321r)"
337 SahagúnjGarib
290 Sahagún/Garibay
BO
s-f 3 175 "Culto a los dioses.
"Arte gemario (Ms. Ac. f. 45v.)"
y ss."
290 Sahagún
BO
s-f 6 176 337 Sahagún/Garib
"Orfebrería (Ms. Ac. f. 44v.)"
"Insignias de los te:
290 Sahagún/Garibay
BO
s-f 10 177 ed. 1949)
"Amanteca intlatollo" (Ms. Ac. f. 46v.)
338 Anónimo/Garil:
290 Sahagún/Garibay
BO
s-f 13 178 "2-Texto Náhuatl"
"Atavíos de los dioses" (Ms. Pal. 261r. ss.)"
389 Anónimo/Garil:
290 Sahagún/Garibay
BO
s-f 68 179 "Manuscrito núm. 6
"Plantas y árboles (Ms. Ac. f. 200r.)"
395 Garibay
309 Sahagún/Garibay
BO
s-f 54 205 'Ms. 1576" (nota ro
"Mitos y ritos" (R. Pa!' f. 132v.)
66 Olmos, Fr. And
310 Sahagún/Garibay
BO
s-f 78 206 "Tratado sobre hec
"Botánica"
(fotografías )
313 Sahagún/Garibay
BO
s-f 82 209 66 An6nimo
"Botánica"
'Credo deo patre
fotografías)
314 Sahagún/Garibay
BO
62-00-00 16 210
97 Garibay
"Enfermedades y remedios" (Ac. f. 69r.)
"Salemo in izazanil'
314 Sahagún/Garibay
BO
s-f 5 211 101 Anónimo/Garil
"Cortesía" (Ac. f. 70r.)
"Anales de Cuauhul
315 Anónimo/Garibay
NO
s-f 1 214 malpopoca"
Exp. Autor/Tlt
Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. Reg.
172 Anónimo/Garibay
110 An6nimo/Garibay NO s-f 14 1163 "Un poema sobre el sentid(
"Manuscritos de Tepepulco. Pal." (fs. 283 y f. 35 r.*CM)
-301 ) 177 Olmos Fr. A./Gariba~
113 An6nimo/Garibay BO s-f 9 1171 "Huehuetlatolli. Ms. de Fr.
"Romanses de los señores de la Nueba España" 177 Olmos Fr. A./Gariba
(sic) (Ms. de García, G.) "Huehuetlatolli. Ms. de Fr.
115 An6nimo/Garibay NO s-f 8 1178 177 Olmos (?) /Garibay
"Cantares Mexicanos. f. 7v. ss." (*CM) "Huehuetlatolli. Documenb
115 An6nimo/Garibay BO s-f 1 1180 188 Anónimo/Garibay
"Cantares Mexicano. f. 62r." (*CM) "Documento 'Carrillo y Gl
117 An6nimo/Garibay BO s-f 1 1192 182 Olmos, Andrés Fr./G
"Poema de Yohyontzin" (f. 64v. y f. 68r.) "Tratado de las hechicería
154 An6nimo BO s-f 12 1246 187 Garibay
"Documento de Santa María Flaitaya" "Antología de textos en Ni
155 García, Sebastián/Garibay BO s-f. 40 1247 192 Garibay
"Ordenanza de un Hospital de indios y de su "Zoología de la documen
cofradía" Sahagún"
156 Garibay NO s-f 2 1251 199 Garibay
"7/32 Yecoc xochitl! Man nequimilolo, man "Tonac. Zan no ... "
necuiltonolo" 199 Garibay
163 An6nimo/Garibay BO 43.06-11 22 1265 (lista de palabras Nahuas~
"Huehuetlatolli de la Biblioteca Nal. de 204 McAfee, B.
México" "Quequa pitzoy nuaambe:
163 Garibay BO 61-05-22 17 1266 (C6dice Huichapan)
"Paleografía del Huehuetlatolli de la B. N. 204 Alba IxtlixochitI, B.
de México" "Auto sacramental de D. I
165 Anónimo/Garibay BO s-f 4 1273 ESP
"Himnos litúrgicos" (Sahagún, primeros me- "Sellos qvarto, vn qvartil
moriales, f. 48 Y ss.) y 63"
170 Alameda, Fray Juan de TO s-f 2 1300 ESP Nolasco, Pedro
"Aztec proclamation 1554 at Huexotcingo" "Sello qvarto, vn qvartill
(1554, fotografías) y (83)"
172 Sahagún/Garibay NO s-f 3 1318
"El hombre ante Dios"
172 Sahagún/Garibay NO s-f 1319 Alguien podrá critica
"Destino del hombre" rece excesiva e innecesal
172 Sahagún/Garibay NO g....f 3 1321 crítico debo responderle:
"Cód. Flor. Lib. IV pal/78" mite significación a un tj
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 191
ten, hecho que implica versiones o citas que Garibay tuvo que efectuar; Exp. Autor/
problemas o soluciones.
No puedo comentar algunas de estas referencias por no entretener 315 Garibay
la marcha aún pendiente. Destacan aquí, documentos de los siglos XVII "Cant posth.-2"
y XVIII, diversos en aportaciones informativas: el "qvartillo" de Pedro 315 Anónimo/Garibay
Nolasco, y un documento en náhuatl de la región de Honduras: "Ma "Icuic don Remando d,
nuscrito de Monseñor Lunardi" un testimonio para el litigio de tierras. 50r.)
315 Anónimo/Garibay
"Poemas de evocación d
2. Estas son las traducciones acompañadas de paleografías: tos" (CM. f. 17v.)
330 Garibay
Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. Item "Saga de Iztac tototl"
331 Garibay
240 Garibay y McAfee, R. BO 57-00-00 42 86 "Poema de Cuacuahtzh
"Libro VII de Sahagún" 335 Garibay
242 Garibay NO 57-00-00 1 100 "Castillo y Piña" (pror
"Texto de Chimalpain" 335 Garíbay
242 SahagúD /Garibay BO 57-00-00 2 101 ''Documento del Exmo
"Documentos del Pal. 268r." 335 Manso y Zúñiga,
252 Garibay NO s-f 116 "Confesionario mayor
"15 reglas" mexicana ( ... ) y (
259 Garibay NO s-f 11 127 335 Garibay
"Tlapapal Cuextecayotl" (CM. f. 36) "Vivir aquí y evocacíé
263 Garibay NO s-f 139 132 337 Garibay
"Poemas de Tlaxcala y Ruexotzingo de los "Anales de Tecamach;;
C. M." 387 Garibay
265 Garibay NO s-f 53 133 "Nahuatlatol Nemach
"Materiales para la poesía indígena posterior 389 Ruiz de Alarcón,
a la conquista ... " "Tratado de las super
266 Garibay NO s-f 27 140 389 Anónimo/Gariba·
"Texto acerca de Quetzalcoatl" "Anales de Tecamacl
282 Pomar, Juan de - Garibay BO 61-00-00 28 157 de Tenochtitlan")
"Romance de los Señores de la Nueva 392 Garibay
España" "Cocoliztli" (f. 163r.)
283 Pomar, Juan de - Garíbay BO 61-00-00 28 158 393 Garibay
"Romance de los Señores... ESTUDIO" "Códice de Metepec'
286 Sahagún/Garibay NO s-f 12 163 393 Garibay
"Muerte. Sahagún, Academia f. 84" "Chimalpain. Textos
307 Sahagún/Garibay BO s-f 15 203 395 AnónimojGarir
"Proverbios" (fichas) "Documento Alamec
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARIllAY K. 193
tuar;
Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. Item
XVII
"Cant posth.-2"
ledro 315 Anónimo/Garibay NO
s-f 12 217
86
"Poema de Cuacuahtzin"
335 Garibay NO 47-00-00
4 271
100
"Castillo y Piña" (probable 1650)
335 Garibay NO 44-00-00
14 275
101
"Documento del Exmo. Sr. Lunardi"
335 Manso y Zúñiga, F. y de Alua. B/G NO s-f
4 276
116
"Confesionario mayor y menor en lengua
mexicana ( ... ) y contra supersticiones
127
335 Garibay NO s-f
4 278
"Anales de Tecamachalco"
387 Garibay BO s-f
100 390
133
"Nahuatlatol Nemachtilamatl"
389 Ruiz de Alarcón, Br./Garibay BO 54-00-00
40 392
"Códice de Metepec"
163
393 Garibay NO
s-f
4 429
-
,em
¡.ro
Exp. Autor/Título
BO 59-03-25
Pp.
8
11cm
1175
'44 15 CM)
115 AnónimojGaribay BO s-f 10 1176
t57 "Cantares Mexicanos. Cozcacuicatl" (f. 37v.
(CM)
f59 115 AnónimojGaribay BO s-f 1179
"Cantares Mexicanos f. 61, 27 ss." (CM)
:72 115 Anónimo jGaribay BO 57-09-25 4 1181
"Nezahua1coyotl icuicayo" (Romanses. 19v.
67 23)
116 AnónimojGaribay BO 56-12-03 . 4 1182
"Cantares Mexicanos. f. 9r." '(l~3j3)'
90 (CM)
116 Anónimo jGaribay BO s-f 4 1183
"Cantares Mexicanos. f. 21r." (CM)
91 116 Anónimo jGaribay BO s-f 5 1184
"Cantares Mexicanos. Triple alianza. f. 21"
(CM)
57 116 Anónimo j Garibay BO 56-10-26 37 1185
"Cantares :Mexicanos. f. 23, 24, 25" (CM)
51 116 Anónimo / Garibay BO s-f 10 1186
"Cantares Mexicanos. f. 9, 10" (CM)
117 Anónimo jGaribay BO s-f 29 1187
58 "Cantares Mexicanos. Icnocuicatl. f. 12 a
14" (CM)
117 Anónimo jGaribay BO s-f 5 1188
59 "Cantares Mexicanos. f. 52v. lin 18 ss."
(CM)
117 Anónimo j Garibay BO s-f 1 1189
/O "Cahcuahtzinj7" (f. 26 v-6)
117 Anónimo jGaribay BO s-f 1 1190
'2 "Cantares lvIexicanos. f. 61r y v" (CM)
117 Anónimo / Garibay BO s-f 2 1191
"Cantares Mexicanos. f. 62r y s. (n. 6)"
4 117 Anónimo jGaribay BO 56·08-25 12 1193
"Yaocuicatl" (f. 65 Y 66. CM)
196 ALBERTO HERR SOLÉ
3. Traducciones:
02
165 Anónimo/Garibay NO 3&-11-12 20 1274
03 "Himnos litúrgicos"
115 Anónimo /Garibay BO 37-03-05 13 1177
04 "Himnos rituales" (Ms. del Real Palacio
ff. 273-81)
114 Anónimo/Garibay BO 37-10-27 223 1173
05 "Cantares Mexicanos. Versión literal del Ms.
de .. ," (CM)
204 Garibay NO 38-00-00 2 1429
D6 "Tamoanchan" (Sahagún 1938)
97 Garibay NO 40-02-21 1 1083
~ "El culto a la lluvia"
401 Anónimo/Garibay HO 43-05--00 61 470
11 "Manuscritos de la Biblioteca Bancroft
(14269) "
12 152 García, Sebastián/Garibay BO 47-00-00 23 1236
"Ordenanza de un hospital de indios y de
:4 su cofradía"
337 Sahagún/Garibay/McAfee BO 50-00-00 15 304
"IIl Arte Plumaria"
ARCHIVO E
198 ALBERTO HERR soLÉ
223 McAfee, B.
110 Anónimo/Garibay BO 53-00-00 38 1160
"Poemas Nahuas contempor
"Cantares Mexicanos"
223 Anónimo/Garibay
239 Garibay y McAfee, R. BO 54-00-00 9 82
"Poemas cortos de los canta
"Adagios de los manuscritos del palacio real
223 Garibay
de Madrid"
"Chaloadhuatl"
239 Garibay y McAfee, R. BO 54-00-00 26 83
223 Anónimo/Garibay
"Libro de los agüeros de los Ms. del Palacio
"Cantares ... (f. 55r.) [In
Real de Madrid"
223 Garibay
337 Anónimo/Garibay BO 56-00-00 19 303
"Tiempo segundo"
"Anales de Tlatelolco" ("Relatos de la
223 Garibay
conquista")
"Versión xIX-Curandera"
172 Zantwijk, Rudolf A. CA 56-06-15 2 1332
223 Garibay
(Informa sobre la traducción de un libro
"Tlapapal cuextecayotl" (f
en honlandés)
223 Garibay
54 Garibay NO 56-12-00 22 874
"Reconstrucción probable '
"Cap. 32. L148R." (t radUCClon
., m·anuscrlta
. )
tzalcoatl (Ms. de Cual
241 Garibay NO 60-00-00 1 94
228 Garibay
"Visión de los vencidos" (traducción al ná
" . .. quequa pitzoy nUaII
huatl)
233 Garibay
60 Garibay NO 60-05-00 3 921
"Sahagún. Suplemento Mi
"Fórmulas primarias de la doctrina" (traduc.
244 Garibay
al náhuatl)
"Personas, animales y cos;
273 Pomar, Juan - Garibay BO 61...QO-OO 83 147
Nahuas" (fichas)
"Romances de los Señores de la Nueva Es
277 Garibay
paña"
"Notas explicativas a los
198 Anónimo/Garibay NO 61-01-08 1 1391
279 Pomar, Juan de/Gal
"301 R. Esta 13a. se llama 1 lagarto ... "
"Relación de Juan de p(
(ms.)
280 Garibay
198 An6nimo/Garibay NO 61-01-25 1390
"Opúsculo acerca< de las
"Esta 13na. no dias buenos. Se decía signos
(Códice Badiano)"
feroces"
311 Sahagún/Garibay
276 Garibay BO 63-00-00 57 149
"Introducción notas y apéndices a los 'Ro "Botánica"
m·a,nces ... ' " 312 Sahagún/Garibay
"Botánica"
112 Garíbay BO 64-00-00 9 1166
"Cantares Mexicanos. Historia y descrip 315 Garibay
ción del Ms. de ... " (CM) "Cantares mexicanos. 2~
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 199
I 1570
45 Garibay HO s-f 3 814
"Hacia la unidad" (López Austin, tesis con
federación de los nhs.)
128
48 Garibay HO s-f 3 839
"Régimen dual" (formas de gobierno az
tecas)
161
49 Garibay HO s-f 3 852
"Tesis magistral" (López Austin, Alfredo "La
constitución de Tenochtitlan)
411
50 Garibay HO sof 3 859
"Un paso más" (Séjourné, L. "Un palacio
567
en la cd. de los dioses")
607 78 Garibay HO s-f 3 977
"Valiosa guía" (Guzmán, Eulalia "Guía de
608 investigaciones en Europa")
99 Garibay NO s-f 11 1098
657 "Obra histórica de Don Fernando de Alva
Ixtilixochitl, tomo 1"
204 Garibay NO s-f 1 1435
658 "Estaciones de la peregrinación azteca"
204 Garibay NO s-f 1 1436
"D. Luis Cortés Calozita"
659 213 Anónimo HO s-f 1 1575
"Nueva carta inédita de Hernán Cortés"
207 s-a HO 29-07-20 1 1482
660 "Edad de los monumentos arqueológicos"
663
7. Ensayos, Mtículos y notas sobre Lite'ratura y Arte:
689
213 Méndez Plancarte, G. HO 46-01-14 1 1578
713 "La poesía azteca"
237 Garibay CO 55-DO-DO 25 76
Tres conferencias: (formación, influjo, su
741 pervivencia) "
239 Garibay CO 55-DO-DO 31 81
"Ámbito de la poesía Náhuatl"
1--
14
ARCHIVO DI
208 ALBERTO HERR SOLÉ
237 Garibay
145 Nícholson, Irene CA 56-03-25 3 1216
"Dos conferencias" (poesía
(La BBC realizará un programa de Lit. Nh.
genas)
pide poemas y notas)
238 Garibay
262 Garibay ca 57-00-00 21 130 "Poesía Náhuatl"
"Poetas de Anáhuac"
241 Garibay
315 s-a Ha 57-00-00 235 " ... a pág. 35, después de
" ... sobre Samuel Martí" N ezah ualcóyotl ) "
213 Anónimo Ha 57-03-04 1 1581 242 Garibay
"Se establece un seminario sobre la cultura "Temas de estudio de la cul
Náhuatl" 253 Garibay
213 León-Portilla, Miguel Ha 57-04-15 1585 "Poetas del Anáhuac"
"El Arte Náhuatl" 257 Garibay
376 Garibay BO 58-00-00 71 366 "Proyecto de lecciones: prol
"El Arte de Anáhuac. I Artes dinámicas" ratura Náhuatl"
377 Garibay 80 58-00-00 25 368 257 Garibay
"Esquema del 'Arte de Anáhuac' " "Problemas de la literatura
377 Garibay BO 58-00-00 3 369 ciones y anexos"
"El arte de Anáhuac" 315 Gómez de Orozco, F.
378 Garibay BO 58-00-00 68 370 "Apostillas al tema del ala}
"El Arte de Anáhuac. JI Arquitectura" 315 Garibay
213 León-Portilla, Miguel Ha 58-02-00 1 1584 "La Épica Azteca"
"Visión indígena de la cultura Náhuatl" 77 Garibay
215 León-Portilla, Miguel Ha 58-05-05 1 1674 "El Arte de Anáhuac. IV
"El cuadro de kt escritura Náhuatl" ("No 93 Garibay
vedades") "Proemio de estudios de la
393 Zavala, Silvio CA 59-00-00 1 423 2 Garibay
(Informa de la traducción al francés de "Lope en Náhuatl"
la "Historia ... ") 2 Garibay
393 Garibay NO 59-00-00 10 426 "Dos barrocos"
"La música como medio de formación de 2 Garibay
los niños" "Teatro híbrido"
393 Garibay NO 59-00-00 3 427 5 Garibay
"Las pinturas mexicanas y sus relaciones; "Mensaje a colores"
de Alcina Franch, J." 5 Garibay
235 Garibay Ha s-f 41 74 "Tesoros dilapidados" (U1
"Perfiles de la cultura Náhuatl" sic-a prehispánica)
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARlBAY K. 209
Exp. AutoT/Títu
Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. Item
84 Garibay
6 Garibay HO s-f 3 555 "De afuera" (ediciones ale
"Poesía de México" ("Les Poesías Mexicai prehispánicos)
nes" de Lambert, J. C.) 98 Garibay
18 Garibay HO s-f 4 609 "El alma del Anáhuac. la.
"Contrastes" (traducción al inglés de la poe grama de radio)
sía náhuatl) 98 Garibay
18 Garibay HO s-f 4 612 "Tenochtitlan revivida" (~
"Música, Maestro ... " (Vicente T. Mendoza) programa de radio)
18 Garibay HO s-f 4 613 99 Garibay
"Mirada de águila" "Apuntes de Barlow. Cant:
41 Garibay HO s-f 3 789 145 Garibay
"Arte y letras" "Ropas de"MéXICO ' "( ms..'e
41 Garibay HO s-f 3 790 156 Garibay
"Arqueología con alma" (Alcina Franch, ('Versos de seis sílabas y se
José "Las pintaderas mejicanas y sus re 170 Garibay
laciones" "Günter Zimmermann, 1
47 Garibay HO s-f 4 831 ( ... ) Chimalpahin"
"Pequeñez y grandeza" (Alcina Franch, ar 172 s-a
queología) "First draft. Book IV. On
42 Garibay HO s-f 3 793 telling"
"La cabra y el monte" (Nicholson, Irene 196 Garibay
"FirefIy in the night") "Poesía Náhuatl"
62 Garibay HO s-f 3 915 197 Garibay/tr. Nicholso
"Simb6lica de México" (Beyer, Hermann "(Náhuatl Poetry) (?)"
"Símbolos prehispánicos") 206 s-a
63 Garibay HO s-f 3 955 (incompleto) " ... the Pr
"U n caso típico" (Chimalpahin) have ... " (p. 14)
78 Garibay HO s-f 3 981 208 Garibay
"Viejas raíces" (s/vol. 5 del Seminario de C. "Proyecto del Libro par.:
Náhuatl) cación"
84 Garibay HO s-f 3 1042 387 Garibay
¡
'--
212 ALBERTO HERR SOLÉ ARCHIVO
En este apartado han sido suprimidas las referencias de la Historia Exp. AutOf'/Tí
de la Literatura Náhuatl para no abultar más la lista. Naturalmente,
la documentación del Archivo brinda mucha información para inves 170 Garibay
tigar cómo se proyectó y elaboró la obra más importante del doctor "Lugares mencionados en
Garibay, e incluso, el impacto que causó su publicación. 208 Garibay
"Ideas religiosas de los N¡;
208 Garibay
8. Ensayos, artículos )' notas sobre Religión náhuatl: "Reglas para determinar
el sistema Náhuatl"
213 Avilés Solares, José
Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. ltem
"Los glifos cronográficos (
399 Garibay NO s-f 466 214b Seminario de Pro
"Mitología Náhuatl a base de textos" y ... FA
35 Garibay HO s-f 3 761 (Invitación a la conferer
"Abismos del alma" (Díaz Infante, Fernando janza de Conceptos ..
"Quetza1cóatl ... ") 214b Garibay
35 Garibay HO s-f 3 762 "El espejo de Quetzalcóa1
"La: selva oscura" (Díaz Infante ... ) 190 Niza, Fray Marcos d
40 Garibay BO 58-00-00 2 778 "Mitografía náhuatl"
"Prólogo" (a la Tesis de Estrada S., Geor
gina)
44 Garibay HO s-f 4 807 V. Evangelizadores
"En el misterio" (Hvidtfeldt, Arild. Nahua- La bibliografía anter
tlólogos europeos) bay, no estaría completl
44 Garibay HO s-f 5 809 bilingües.
"El espejo de Quetzalcóatl" Las ediciones que prt
46 Garibay HO s-f 3 823
y de Durán son muy COI
"Misterios cósmicos" (sobre "Coatlicue ... "
ratura, el Archivo contif
de Justino Fernández)
ediciones; no voy a cit~
46 Garibay HO s-f 3 824
cionales.
"Mitos y ritos" (Hvidtfeldt)
807 V. Evangelizadores
La bibliografía anterior, que concierne a la Nahuatlología de Gari
bay, no estaría completa sin considerar el tema de los evangelizadores
809
bilingües.
823 Las ediciones que preparó el Padre Garibay de las obras de Sahagún
y de Durán son muy completas. Al igual que de la Historia de la Lite
ratura, el Archivo contiene los originales que sirvieron a estas generosas
824 ediciones; no voy a citar tales referencias a continuación sólo las adi
cionales.
878 Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. ltem
En 1937 elaboró ve
Exp. Autor/Título Gen. Fecha Pp. Item
(280 a. de J.C.), de M
4 Garibay HO s-f 4 505 J.C.). De Herondas (m
"Núcleos culturales" zas teatrales. A esta el
4 Garibay HO s-f 4 506 poetas bizantinos como
"Desfile de blancuras" Esta labor preludió
4 Garibay HO s-f 4 508 quilo, editada por la re'
"El enigma Chacala" ( cristianismo "prehis Durante la década
pánico") nes del náhuatl, de mal
4 Garibay HO s-f 3 509 gunos artículos.6 No de
"En la otra banda" estrofa bella, al griego, a
35 Garibay HO s-f 3 729 namente analogar la eu:
"Acotaciones" (Palomera, sobre Valadés: tras académicos, despre
"Retórica Cristiana") De 1956 el Archive
35 Garibay HO s-f 3 733 intelectual de Garibay:
"Mestizos triunfantes" (Palomera, Esteban gico que compara texte
sobre Diego de Valadés) evangelios. Asimismo en
nos de los poetas antes
neos como Kabafis y N
V. Garibay políglota En la década de los
Las sorpresas reservadas al consultar algunos de estos documentos tante; elaborará las veI
son múltiples; a veces una broma muy académica) otras veces luz o fanes, las cuales -tal c
misterio. Es düícil renunciar a comentar algunos de los documentos lación popular.
anteriores) pero la diversidad temática del Archivo Garibay nos merece Dichas obras han n
atención. como de personas que:
A continuación reseño, por cada tema) algunos de los textos dispo es la del maestro SalVli
nibles que a mi entender son los de mayor interés. griego con la traducciól
el "helenismo" de Gari
Traducciones del Griego (3.1) : basándose exclusivamer
aún mínimamente, un
Desde joven) Ángel María se entusiasmó por el griego. A lo largo ha quedado descrito.
de su vida realizó traducciones que abarcan distintas etapas de la lite
ratura en esta lengua.
El Archivo conserva algunas de las traducciones juveniles de Gari Traducciones del HebI'4
bay realizadas en el Seminario: del Evangelio de San Juan, del texto Del hebreo, al igua
griego de los "Salmos mesiánicos" y de las "Homilías de Juan Crisós de instrumentos de tra
tomo", uno de los padres de la Iglesia) célebre retórico. Tal es el caso de "O<
A finales de la década de los veintes, como párroco en Otumba)
6 Ángel María Gariba
Garibay realizó algunas traducciones muy importantes y prácticamente
Eros", Abside, v. XI, núm,
desconocidas: una versión en verso de la Odisea, así como otros poemas 1 Salvador Díaz Cinto
atribuidos a Homero. Instituto de Investigacionel
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARlBAY K. 217
506 poetas bizantinos como Pablo Silenciario (s. VI) Y Agatías (536-582).
nes del náhuatl, de manera que sólo tratará a la cultura griega en al
729 namente analogar la eufonía de las lenguas (cosa que algunos de nues
k'e- e incluso, textos críticos de los lectores que marcaban omisiones o su
muy variados de la historia mexicana en un tono más personal, ameno Lengua, la coordinación 1
y a veces polémico, en sus artículos periodísticos. o bien, las nuevas ediciOI
En dos tópicos: el español de México y la historia del catolicismo, ces polémicamente, en e
el Archivo aporta información suficiente para trazar una línea continua tuvo Garibay por la cm
desde siglos pasados hasta años recientes; consecuciones interesantes y Mexicana de la Lengua
provechosas. Gracias a que el sal
El Padre vivió momentos muy distintos en la relación del Estado monios muy variados d
y la Iglesia. No es usual que el Estado reconozca aportaciones de miem ¿ Cómo fue el ambiente
bros del clero; Garibay recibió felicitaciones personales de parte del monos a la respuesta a tI
presidente López Mateos y el Premio Nacional de Literatura (1966) vivio aparece un esplénc
entregado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz. postre, tal como si fuer<
La otra cara de la moneda, la persecución religiosa, está docu hubiera disfrutado de }¡
mentada en el Archivo; de 1928, un comunicado del Vicario general con el documento. Valg:
intitulado: "Normas sobre el uso de los privilegios que la Santa Sede ne vehículo en la memc
se ha dignado conceder a la Iglesia en México." Hay documentos si aquí y el ahora; pedag(
milares, en latín, firmados por el arzobispo José Mora y del Río, quien las diferencias con la ac
murió en el exilio suscitado por la persecución. Garibay escribió una Tres son los aspectos
"Demanda de amparo" contra el gobierno por la prohibición del culto. tes en el Archivo Garil
Fechada en diciembre de 1930, ignoro si procedió ante los tribunales. tura. A ésta le reservam
Como sacerdote Garibay fue célebre, gozó del aprecio de muchas digenismo.
personas de muy distinta condición, con muchas tuvo trato individual. Garibay trabajó COI
Fue muy solicitado para misas, para impartir sacramentos o como pa Piránúdes, HuizquilucaIl
drino; siempre cumplió con sus deberes religiosos. Algunos de sus ser fue una mera simpatía
mones fueron objeto de comentarios periodísticos, otros fueron publi riodísticas de esta probl
cados. Dos escritos muy poco conocido nos muestran el cuidado de fue: "Algunos aspectos
Garibay en materia de culto: "Sacra Himnodia", acerca del uso de la la actualidad" publicade
música en la iglesia, y "Ejercicios para varones" dirigido a los futuros Destaca también: "
sacerdotes. los pioneros de la arque
El otro tópico de interés por su consecutividad histórica es el espa por las causas indígena.!
ñol de México. Como ya ha sido mencionado, Garibay analizó el es El indigenismo de I
pañol de Durán, pero también comentó algunos de los términos ya inu vínculos que guardan 1<
suales empleados por Sahagún -en un artículo de título peculiar: tinente y apreció sus ro:
"Cuestión de pelos". 8 núsma locura" (sobre (
Han sido localizados 70 artículos periodísticos en los que Garibay "Raza de bronce" (sob:
trató distintos aspectos: los mexicanismos y el diccionario de Santa América" ), "Mosaico Íl
maría; las palabras árabes y sefaradís incorporadas al español; los neo tres indios" (sobre el '
logismos; las formas incorrectas de pluralizar o acentuar palabras. lo~o de Garibay a la 01
Muchas de las cuestiones discutidas por la Academia Mexicana de la Para terminar este
en que Garibay particip
8 Ángel María Garibay K., "Cuesti6n de pelos", expediente 6 de Archivo Ga
ribay. ración entre Oriente y l
ARCHIVO DE ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 221
con el patrocinio del Colegio Mexiquense para conmemorar el centenario del na 2 La ponencia que siI1
cimiento de Angel María Garibay. Memorias de la XX~ Reuní
lente,
doc
ám ERÉNDIRA NANSEN DÍAz
me
Para ofrecer una imagen cabal de la lingüística
moderna es necesario, ante todo, situarla en su
'32), contexto histórico, tanto inmediato como mediato
a lo y, tras haber buscado qué motivos e intuiciones
ento del pasado son fundamentos de teonas y orienta
ciones actuales, presentar una síntesis orgánica de
éstas que permita formular una serie de propues
tuvo tas satisfactorias con respecto al problema básico:
>ala ¿Cómo se entienden hoy día y cómo cabe entender
J en el lenguaje y las lenguas?
esu Eugenio Coseriu 1
dar
n el Antes de abordar el tema central de este trabajo,2 que es el de resaltar
: las la importancia de los estudios sobre la historia de la lingüística en
)mo México, es necesario exponer algunas consideraciones en tomo al en
1 la foque que se debe dar a un estudio de este tipo, con el fin de lograr
ex una mejor evaluación de las diferentes corrientes teórico-metodológicas
Ga actualmente presentes en 10 que podemos llamar la lingüística mexi
Iite- cana, con sus aportaciones al conocimiento del lenguaje humano, en
general.
Ante todo, cabe formular la siguiente pregunta: ¿qué significa y
hasta dónde debe estudiarse la historia de la lingüística?
La respuesta a lo anterior es, sin duda, que estudiar esta historia
implica una profunda evaluación acerca del desarrollo de lo que es
el lenguaje humano, todo ello desde luego, con el fin de reconstruir
los diferentes modelos teóricos y metodológicos creados a través del
tiempo, para explicar los fenómenos lingüísticos. También implica una
reflexión sobre las presentes condiciones histórico-científicas que han
Ibay 1Coseriu (1981: 15).
'na· 2La ponencia que sirvió de base al presente trabajo será publicada en las
Memorias de la XX'1- Reunión de Mesa Redonda de la SMA.
15
LAS LENGUAS AMEF
224 ERÉNDIRA NANSEN DÍAZ
producido las distintas corrientes, sus resultados, la repercuslOn de mundo son: el aislamiento
éstos y las principales líneas de influencia de estas corrientes entre ci6n' este último, vendría
los lingüistas. Á lo largo del trabajo
Definitivamente, hacer historia de la lingüística no consiste en la lo anteriormente expuestc
simple observación de una cadena interminable de éxitos y avances lingüístico?, 2) ¿De qué n
de escuelas o individuos, ni tampoco basta con integrar una colec miento del náhuatl?, es d
ción de momentos o hechos monumentales acerca de los descubri porante, tan característic(
mientos sobre algunas lenguas; ni sobre los logros de los autores. ricanas.
Por todo lo anterior, el objetivo principal de este trabajo, es
mostrar cómo se puede hacer la síntesis de las aportaciones de un
lingüista a la teoría del lenguaje en general, mediante el examen El tipo lingüístico en Ht
de su obra. En este caso, se ha tomado como ejemplo a \Vilhelm von
Humboldt. Para ello, también se seleccionó un aspecto específico de Efectivamente, Humb
su obra, la parte que trata sobre la noción de tiPo lingüístico. También puesto por los Schlegel, Al
se verá que la teoría de Humboldt sobre el tipo lingüístico se cons ruptura todavía no ha ~
truyó a partir de sus observaciones de los fenómenos estructurales sido interpretada a partr
característicos de las lenguas indígenas de América, en particular del de Humboldt, sino que 1
náhuatl, que le sirvió como modelo especial para explicar el fenómeno Por ejemplo, en la (
de la incorporación verbal como tipo lingüístico particular. en el apartado anterior
mismo problema:
a) Parecería que un
El tipo lingüístico ci6n de lenguas;
b) Como consecuen
Una de las definiciones más generalizadas sobre la nOClOn de tipo o característico de una .
lingüístico es la siguiente: con junto de rasgos estructurales -morfo
lógicos y sintácticos- propios de una lengua, independientemente de
tituir, casi por sí mismo
c) Todo lo antenol
.
su situación geográfica o de sus condiciones histórico-genéticas.3 tipo lingüístico como 1
Tal definición evidencia algunos de los problemas de concepción rasgos distintivos, perfecl
acerca de lo que es un "tipo" -y por ende, una tipología lingüís las cuales se clasifica y 1
tica- a los que, actualmente, se enfrenta la parte de la lingüística dolas así a unos cuanto
que se ocupa de esta rama del saber. Estos problemas, sin embargo, una de las clases establ
tienen un origen histórico, del que se hablará a continuación. mente excluyente.
De Humboldt se ha dicho que, junto con los hermanos Schlegel, Sin embargo, es ne
es el iniciador de la tipología lingüística moderna. Entre otras cosas, se como sus antecesores
le atribuye, el haber seguido la clasificaci6n tripartita de las lenguas, establecer clases y géne:
postulada por los Schlegel y, también, el haber definido, aunque en damentales los proceso
forma negativa," el cuarto tipo de funcionamiento estructural. de cada una de ellas,
Así pues, tenemos que los cuatro tipos generales de procesos es conglomerado de conjt
tructurales, bajo los que se agrupan hoy en día todas las lenguas del excluyentes, bajo los •
Bussmann, 1983 y Conrad, 1981.
3 del mundo.
Coseriu, Robins y Mounin, entre otros, mencionan este dato en sus respectivos
4
trabajos sobre historia de la lingüistica. 5 Coseriu, 1977b.
LAS LENGUAS AMERICANAS Y WILHELM VON HUMBOLDT 225
del saber a imagen y semejanza propia, que parecen cobrar vida y Sprachbaues", en Humboldt (
LAS LENGUAS AMERICANAS .y WILHELM VON HUMBOLDT 227
La forma característica de las lenguas se encuentra en cada uno de De este modo, el chino
sus elementos -hasta el más pequeño-, y cada uno está determinado todas las lenguas conoc
por ella en alguna forma, por más insignificante que éste sea. Por cuaóón al desarrollo d
otra parte, es casi imposible encontrar puntos de los cuales pudiera coherencia interna y, ~
decirse que dependa la lengua, sobre todo si se les mira en forma dientes. Las lenguas i
aislada. Así, cuando uno observa detenidamente una determinada extremos; debido a St
lengua, se encuentra con muchas cosas que indican que, sin detri agruparse en la misma
mento de la organización de su forma, uno pudiera concebirla de otra demás lenguas puedel
manera y se ve forzado así, a recurrir una vez más a la manifesta enmedio de los dos e:
ción del conjunto, a fin de comprenderlas en su manifestación par del chino donde las p:
ticular. ble" de sus relaciones
Así pues, se entiende que en el concepto de la forma de las adjunción? de los elen
lenguas, no se debe tomar a las particularidades como un hecho aisla las lenguas incorporanl
do, sino que solamente se les habrá de tomar en cuenta en tanto sea dición, ya que la me
posible descubrir en cada una, un método para su construcción lin deben servirse de partí
güística 9 (Humboldt 1979: 420). separadas (Humboldt,
Humboldt considera que el tipo lingüístico es una estructura obje Como se puede oh
tivamente dada, es decir, un nivel de funcionamiento de un método noción de "perfección" I
de construcción de la expresión en las lenguas o, lo que Coseriu ha vada del pensamiento de
denominado una "técnica de habla".10 Además, el método puede y como un desarrollo linCl
debe detenninarse perfectamente para cada una. Sólo después de ha a ciertas lenguas como 1
berlo hecho de esta manera, cabe la posibilidad de establecer una los ejemplos de dos len~
tipología lingüística. dominantes y, a medio
Sin embargo, para Humboldt una tipología de procesos de estruc medio, constituido por 11
turación sería precisamente eso, y no una tipología de lenguas. Y aun aunque para él no ten~
que considera que los procesos generales de aislamiento, aglutinación, clase separada. Más bit
flexión e incorporación se encuentran todos presentes -aunque en rando que las fronteras
distinta proporcÍón- en todas y cada una de las lenguas, admite que demostración de que tod
siempre hay uno o varios de ellos que son los que predominan, y sentes -en mayor o me
sobre ello dice: A continuación se ex
Humboldt define a las
En la mayoría de las lenguas se encuentran rasgos más o menos de las lenguas americaIl
débiles o fuertes de los tres métodos... Como ejemplos del más náhuatl.
fuerte predominio de cada uno de los mismos, se pueden aducir el
sánscrito, el chino y ... la lengua mexicana (Humboldt, 1979: 529).
Las lenguas incorpcrantl
Más adelante, explica cómo concibe al funcionamiento de este
predominio: Aun cuando algunO\'!
9 Para el desarrollo del trabajo se tomaron como fuentes básicas los ensayos
que Humboldt en realid
mencionados en las notas 7 y 8; además, en vista de que no han sido traducidos en una forma negativa
aún al español, se tradujeron las citas. También se presentan ejemplos de su "Gra
mática Mexicana" aún inédita (v. Bibliografía, Nansen Díaz [1984]). n En su trabajo titula
10 Coseriu (1970) y (1973). (1977b: 142-184).
LAS LENGUAS AMERICANAS Y WILHELM VON HUMBOLDT 229
El sánscrito marca e
otros tres tipos, es necesario observar su descripción de los procesos parte constitutiva de
de la lengua mexicana o náhuatl contenida en la "Obra sobre el sino que cuando no 14
Kawi", con el fin de percibir con claridad que, en realidad, sí define surgir desde el centro
al tipo incorporan te. direcciones orientackn
En la obra Humboldt señala que, en estas lenguas, todo gira en de las partes (de la
torno al verbo como elemento medular de la expresión y esto consti~ 1979: 536).
tuye el método de estructuración de la misma. Así pues, al verbo se
adosan todas las partes rectoras y regidas, lo que hace de la expresión En fin, la incorpor
nahua un conglomerado fónico homogéneo de una complejidad sin nida como para constit
táctica impresionante. Este conjunto de relaciones complejas que se la estructura, del order
expresa como un todo dificulta su explicación mediante el método mando en cuenta que S1
de análisis tradicional en partes de una oración, ya que aparentemente, cia con otros procesos
éstas no están claramente definidas como tales. De este modo, Hum Pero, el análisis dI
boldt se ve forzado a proceder en otra forma, con el fin de formular objeto de otro estudio
una explicación, ya que de la manera tradicional le es imposible esta dedicado exclusivament
blecer un límite preciso para lo que es la palabra nahua. guidos por Humboldt
Su explicación de la incorporación verbal partió pues, de la des menos de la estructUl
cripción de los principales fenómenos del verbo, ya que éste es el contexto de su concep(
núcleo de la expresión nahua. Finalmente, Y com
que hacer algunas cor
El más importante de ellos consiste en la distinci6n que esta lengua tiende como "carácter'
hace entre dos clases de formas perfectamente definidas, para que se fin de ubicar a su e
manifiesten las categorías gramaticales que se incorporan al núcleo
verbal. La lengua mexicana, dice Humbold t, se sirve de dos formas, amplio de su reflex~ó~
una absoluta y otra incorporada y, tanto sustantivos como pronombres del espíritu o colectlVlI
tienen dos formas léxicas que aparecen bajo determinadas condicio Si se considerase al
nes. Tiene dos series distintas de pronominales para sujeto y objeto, o colectividad se corrí:
que aparecen en forma absoluta (libres) o incorporada (ligados). dal; de aislar a la lenl
Además, los sustantivos manifiestan una pérdida de marcadores fun de lo que el mismo
cionales cuando tienen que acoplarse al núcleo verbal. Este procedi ficial". Además, habr
miento de funcionamiento estructural es común con otras lenguas de lógico-filosófico de est:
este tipo, a las cuales denomina "de partículas". Efectivamente, en
La diferencia de formas léxicas sirve al propósito de evitar la in todo un apartado a dI
una lengua. El prime
comprensión o agramaticalidad de la expresión nahua.
Con este ejemplo Humboldt hace evidente que en esta lengua léxica de ésta. El sel
existen, o más bien coexisten, dos tipos de procesos y que, en general, lengua a expresar el /
Al establecer esta
en las lenguas incorporantes se combinan ambos: el aislamiento y
la incorporación, con el evidente predominio de esta última; ya que la dos tareas esenciales d
frecuencia de aparición de las formas absolutas en náhuatl le parece parte, la necesidad d
infinitamente menor que la de las formas incorporadas. Y para ahondar 12 Las principales fue:
en la explicación del proceso de incorporación advierte, con lo que tioa Mexicana fueron el
parece un dejo de criterio posicional-distribucional: V ázquez Gastelu y Vetan
LAS LENGUAS AMERICANAS Y WILHELM VON HUMBOLDT 231
esión
En fin, la incorporación verbal en Humboldt está bastante defi
. sin nida como para constituir un tercer grupo de procesos funcionales de
le se la estructura, del orden del aislamiento o la aglutinación, siempre to
!todo mando en cuenta que sus límites se traslapan a lo largo de la coexisten
ente, cia con otros procesos de la' misma lengua.
[um
Pero, el análisis detallado de su método de trabajo, sería en sí
lular objeto de otro estudio mucho más extenso que éste, que estuviera
esta-
dedicado exclusivamente a ello. Porque, para precisar los criterios se
guidos por Humboldt para el análisis e interpretación de los fenó
'des
menos de la estructura de la lengua es necesario ubicarlos en el
~ el
contexto de su concepción general del lenguaje y el espíritu humanos.
Finalmente, y como tercer planteamiento de este trabajo, habrá
ngua que hacer algunas consideraciones en torno a lo que Humboldt en
le se tiende como "carácter" y "carácter nacional" de una lengua, con el
ícleo fin de ubicar a su concepción del tipo lingüístico en el contexto
~as, amplio de su reflexión sobre el lenguaje como vehículo de expresión
lbres del espíritu o colectividad del pueblo que lo habla.
icio Si se considerase al tipo lingüístico como algo ajeno a este espíritu
jeto, o colectividad se corría el peligro de incurrir en una explicación par
[os) . cial; de aislar a la lengua de sus hablantes, convirtiéndola en el centro
fun
de lo que el mismo Humboldt calificaría como "explicación super
~i
I de ficial". Además, habrá que examinar también el contexto antropo
lógico-filosófico de esta reflexión.
Efectivamente, en la "Obra sobre el Kawi", Humboldt dedica
in- todo un apartado a definir el carácter externo y el carácter interno de
una lengua. El primero, el externo es la organización gramatical y
gua léxica de ésta. El segundo, es la profunda fuerza que mueve a la
:ral, lengua a expresar el espíritu del pueblo que la habla.
[) y Al establecer esta distinción, Humboldt no hace sino delinear las
ela dos tareas esenciales del estudio del lenguaje y de las lenguas. Por una
~ece parte, la necesidad de conocer exhaustivamente su forma externa, es
dar
12 Las principales fuentes que Humboldt usó para la elaboración de su GrQ,má·
i ue tioa Mllxicana fueron el Diccionario de Malina y las .Artlls de Tapia Zenteno,
Vázquez Gastelu y Vetancurt
LAS LENGUAS AMER
232 ERÉNDIRA NANSEN DÍAZ
BIBLIOGRAFíA
BUSSMANN, Hadumod
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
DE SAHAGÚN
ASCENSIÓN H. DE LEÓN-PORTILLA
fiere, desde las amplias, analíticas, destinadas a detallar todos los Muy macizo crÍsl
momentos de su vida, hasta las breves, sintéticas, compendiosas, a avisado y afable
sesenta y un años
veces presentadas como introducciones a ediciones de sus obras; tene
de Santa Cruz, ~
mos también las biografías que podríamos calificar como "monográ
ficas", las que tocan exclusivamente un aspecto del quehacer sahagun Respecto de su
tino o un periodo concreto de su vida. comentar algunos d
Las páginas que siguen son una presentación de los principales nes doblados de toe
estudios publicados acerca de Sahagún siguiendo una secuencia crono gelios dominicales,
lógica desde el siglo XVI hasta fines del XIX. A través de ellas, el tratados de escogidí
lector percibirá cómo se va perfilando y engTandeciendo la figura Sobre la Historij
del religioso tomando como punto de partida los escritos de sus com la pena comentar. :
pañeros de orden, quienes nos han legado los primeros rasgos de
su personalidad, las primeras pinceladas firmes y profundas del retrato y como hombre (
del franciscano. puso un Calepino
marca mayor, los
todas las maneras
Las primeras noticias sobre Sahagún y su obra ser cosa tan larga
Fue en vida del propio Sahagún cuando se recogieron los datos La segunda, aun
más sobresalientes acerca de él y de su quehacer en la orden. Sus rencias dignas de ser
compañeros, sus discípulos coinciden en señalar que fue "mancebo
de buen ver, de natural manso y humilde, dueño del donde la for Yo tuve en mi po
taleza, de la obediencia y, junto con Alonso de Molina, la mejor tenían, en curiosÍsi
lengua mexicana entre los españoles".1. las materias de lal
De entre los hermanos de orden que lo recuerdan vale la pena puso con intento (
traer el testimonio de fray Jerónimo de Mendieta y fray Juan de toda la lengua me
Torquemada, en cierta manera, sus discípulos; y ya, muy entrado el
Como vemos, en .
siglo xvn, de otro franciscano que se preocupó por conservar viva
que "no se pudieron
la historia de su orden, fray Agustín de Vetancurt.
de "curiosísima lengu
De todos ellos fue Mendieta el primero que lo recordó a 10 largo
Mendieta a dos disti
de su Historia Eclesiástica Indiana terminada seis años después de
citado con poca pre
la muerte de Sahagún, en 1596. Incluso le dedicó un esbozo biográ
llamamos Códices M
fico bien trazado, lo que hoy nos parece una semilla de biografía.
sacada en blanco" t
En este esbozo fray Jerónimo resalta los hechos principales de su vida:
fuentes coetáneas no!
sus estudios en Salamanca, su venida a la Nueva España, su labor
pensemos que las obr
en conventos del centro de México y su aprendizaje de la lengua
radas como repositori
mexicana. Destaca su lectorado en el Colegio de Santa Cruz de Tlate
Fray Juan de Te
loleo desde su fundación, en 1536, hasta el final de su vida. Veamos
lo cita repetidament~
su retrato.
l! Jerónimo de Mendi
1. Como en resumen, así lo expresa Joaquín García Icazbalceta en Bibliografía
Mexicana del siglo XVI. Catálogo razonado de libros impresos en México de 1539 vez Joaquín García Icazb.
3 ¡bid., p. 551 Y 66~
a 16QO, México, 1886. Nueva edición por Agustin Millares CarIo, México, Fondo
4. El primer texto con
de Cultura Económica, 1954, p. 328.
PRIMERAS BIOGRAFÍAS DE SAHAGÚN 237
de redactar hacia 1612. En ella dedica un breve capítulo "al vene nardino: "uno de los Cl
rable padre fray Bemardino de Sahagún"; sigue casi textualmente a en escribir y curioso en
Mendieta aunque añade algunos datos nuevos como los de la descrip explícito es en la desCl
ción del entierro "con los colegiales de Santa Cruz con hopas y becas del Calepino, "que era
haciendo sentimiento de su muerte".:; la Conquista, "cuyo OI
Respecto de las obras de fray Bemardino, Torquemada repite las de Montemayor, presÍ<
enumeradas por Mendieta; de alguna otra como el Vocabulario tri España .. , y del que te
lingüe, en latin, castellano y mexicano, nos dice "que yo tengo en bién un Arte, Sermone,
mi poder". Las noticias que aporta acerca de la Historia general, y Epístolas "donde he
son también las de Mendieta. Como fray Jerónimo, habla de los once vale la pena recordar
libros acerca de "todas las materias que los indios usaban en su in escribió acerca de ella.
fidelidad. .. Los cuales compuso con idea de hacer su Calepino". hace comentarios de iI
y termina el capítulo sobre Sahagún con una larga lista de escritos padres en dos libros", I
de Índole religiosa que no han llegado hasta nosotros pero que varios que de hombre escritas;
bibliógrafos registran. Vale la pena reproducirla y pensar que quizá la Vida de San Bemar,
algunos de los títulos de ella eran variantes de un mismo tema: tellano y mexicano, que
Declaración parafrástica y el símbolo de quicumque vult; Declaración
del mismo símbolo por manera de diálogo; Plática para después del Sahagún en las obras d
bautismo de los niños; La vida y canonización de San BernardinQ; de los siglos XVII y XVIn
Lumbre espiritual; Leche espiritual; Bordón espiritual; Regla de los
casados; Fruta espiritual; Impedimento del matrimonio; Los manda Los historiadores de
mientos de los casados; Doctrina; para los médicos; Tratado de siete en sus crónicas y meno'
colaciones, muy doctrinales y morales.fJ nardino admirado como
Importa destacar que Torquemada, por encima de seguir fiel y en las antiguallas de
mente a Mendieta, conoció la obra de Sahagún y a menudo aduce el nombre permaneciera ,
testimonio del franciscano como autoridad en la materia que está bibliógrafos destacados
tratando, sobre todo cuando quiere dar veracidad a un suceso o a por varios eruditos ilustr
una realidad singular del México antiguo. Sirvan como ejemplos las los primeros hallazgos d
descripciones del templo mayor de la ciudad de México y la narra Los tres bibliógrafos
ción de los sucesos de la Conquista. 7 nelo, Lucas Wadding y
De considerable valor es el testimonio del tercer cronista francis te, fray Juan de San .Al
cano, fray Agustín de Vetancurt porque a través de él se nos hace cisco Xavier Clavijero, J
presente el recuerdo de Sahagún a poco más de un siglo de su muerte, A través de todos ellos
en 1698. En este año fray Agustín publicó su Teatro mexicano, en ese particular mundo
obra en la que se recoge copiosa información sobre la historia de la se lograron tantos halla
Nueva España. Al hablar de los varones ilustres nos dice de fray Ber Antonio de León P
grafo que vio impresa
5 Fray Juan de Torquemada, J\{onarquM indiana, edici6n preparada por el
"Seminario para el Estudio de Fuentes de Tradici6n Indigena", bajo la coordina
famoso Epítome de la
ci6n de Miguel Le6n-Portilla, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Hist6·
ricas, 1975.1983, v. 6, p. 26B. 8 Fray Agustín de Veta
6 [bid., v. 6, p. 268. México, Editorial Porrua, l!
7 [bid., v. 3, p. 219 Y v. 6, p. 266. hecha en México por doña :
PRIMERAS BIOGRAFÍAS DE SAHAGÚN 239
Geográfica, Madrid, 1629.9 Pinelo había vivido en Tucumán y Cór adjumento sacrÍs con<
doba y había estudiado en la Universidad de Lima; no es extraño Recuerda sus principale!
que se interesara por dar a conocer los autores en lenguas indígenas. Postilla, Pláticas de los
Jurista destacado y Cronista de Indias, trabajó gran parte de su vida quista de México. Al c
en la RecoPilación de las Leyes de Indias que se publicó en el reinado título la definición de
de Carlos II en 1681. Hombre enamorado de los libros, reunió en los indios usaban en S1.:
Madrid una excelente biblioteca sobre impresos y manuscritos del y ceremonias, como de
Nuevo Mundo, lo cual le facilitó la elaboración de su Epítorru!. Gracias a la obra d
Respecto de las obras de Sahagún, Pinelo reproduce los títulos y Antonio, Sahagún y
que encontramos en Torquemada, lo cual es natural si recordamos que en el gran repertorio 1
la Monarquía indiana, Sevilla, 1615, era, en aquel momento, la his monio para los lectore
toria más reciente sobre América. En unas cuantas líneas resume americano mestizado yé
la Historia general, a la que llama "Historia de las cosas antiguas que Pero fue en el sigl(
los indios usaban en su infidelidad, así de sus dioses, idolatrías, ritos obra empezaron a adq
y ceremonias, como de su gobierno, leyes y policía". El título es en otro cronista franciscaI
realidad la descripción que Mendieta y Torquemada habían utilizado autor publicaba en M:
para definir aquellos once o doce libros de Sahagún que llamaron tam ella daba noticia de u
bién Calepino. tantes: era, nada mene
El franciscano Lucas Wadding logró publicar la primera biblio general de las cosas dt
grafía completa -hasta donde esto es posible- de sus hermanos Tolosa, en el País V¡
de orden. Intitulada Scriptores Ordinis Minorum, Roma, 1650, en Juan José de Eguiara
ella aparece la Historia general bajo el título de "Dictionarium serviría para estimular
copiosissimum. .. q uod aliqui... Ca1epinum vocabant". La presen Bautista Muñoz, Croni
cia de Sahagún en esta obra ayudó a que fuera conocido en un A México, la notil
nuevo país y por un nuevo grupo de lectores. en un momento en qu
salió a la luz en 1755
El tercer bibliógrafo del siglo XVII, Nicolás Antonio es uno de los
virorum. Escrita en la
grandes autores que, dentro del humanismo de su tiempo, logró pe
concebida con erudici<
netrar en el conocimiento de la riqueza cultural que se encierra en Ernesto qe la Torre e!
los libros. Si León Pinelo fue el precursor con su Epítome, Nicolás facsimilar. l1 Sahagún
Antonio es el gran bibliógrafo del Barroco que integra un universo es el estudiante que d
de autores y de obras y a través de ellos nos muestra la capacidad de der una gran aventura
creación de un pueblo. Su obra está concebida en dos partes, Biblia de latinidad en el esc
theca hispana vetus, 1696 y Bibliotheca hispana nova, 1672, ambas TlateIolco. Es también
publicadas en Madrid; es precisamente en esta última, aunque pri nas, escritor en náhu:
mera en salir a la luz, donde cobran vida los escritores del Nuevo valor de ellos, EguiaJ
Mundo y desde luego, nuestro Sahagún. De él afirma que es perito mismo dice ha tomad
en la lengua mexicana y escritor de libros "qui maximo sunt hodie
:10 Nicolao Antonio H
Fue tal el interés que despertó el Epítome que un siglo después, en 1737,
9 torum, 2¡¡. edición, Matriti
salió una segunda edición muy ampliada, por el erudito Andrés González Barcia, 11 Juan José de Egui;
mayoría de los casos, añade un valioso comentario. ;:)lfva de ejemplo crito en lengua mexicana
su descripción del Dictionarium trilingue (Vocabulario trilingüe) del cual se logró, como se pl
cual reproduce unas líneas del "Proemio". Este dato nos revela que sesión de julio del año c
tuvo a la mano algunos escritos del franciscano; además del Vocabu visitó al benedictino Mal
lario conoció los Sermones varios de dominicis defunctis idiomate Indias, para mostrarle o
mexicano . .. " quos authographos vidimus ... ad S. Jacobi de Tlate señó a Felipe Samaniego
loleo Franciscanorum". manuscrito con el que ¡
Respecto de la Historia general ofrece dos notas de interés. Por esta corporación quiso co
una parte nos habla de los libros "sobre las cosas naturales, civiles, derse de él. Francisco dI:
religiosas, animales, plantas, idolatrías, supersticiones... puleherrima balceta, en sus estudios :
que alia". Por la otra, describe el nuevo hallazgo UHistoriam univer suceso tomando como p
salem Novae Hispaniae in 12 libros distributam. Mss ... In Tolosanu RamÍrez había reunido d
Conventu Cantabricae Provinciae tomis quatuor".12 Eran, en realidad, De todo esto interesa
dos noticias de una misma obra que Eguiara no tuvo los datos sufi de Sahagún -el códiced
cientes para identificar como una sola. venían a constatar la eXÍl
Unos años después que Eguiara publicara su Bibliotheca mexicana, sólo era conocido en ]ru
otro mexicano ilustre, Francisco Javier Clavijero redactaba en su des grafías de los eruditos.
tierro de Bolonia la primera historia de México que, escrita por un La atmósfera se hac
novohispano, se haría famosa en Europa. Publicada en Cesena en comenzara el rescate de 1
1780, la Historia antigua de México y de la Conquista, guarda un dos siglos. Tocó esta ta
tardío testimonio de la perduración de la memoria de Sahagún. Clavi tiempo, Muñoz vivió pru
jero nos habla del "laborioso franciscano español, de su dedicación brado Cosmógrafo May
por sesenta años en la instrucción de los indios, de su perfección en conseguir el manuscrito I
el conocimiento de la lengua y la historia mexicanas. Como Eguiara, tado en castellano, iba :
conserva el recuerdo de una obra "que contenía todo lo relativo a abrirse. En 1783, con UI
la geografía, a la religión, y a la historia política y natural de México", el citado manuscrito, q'
a la cual nombra Diccionario universal de la lengua mexicana y Historia, en la que desp
ha~la del hallazgo de fray Juan de San Antonio, al que llama His Si bien es verdad q\
torza general de la Nueva España. El ilustre jesuita tampoco tuvo ninguna tarea en relacié
datos para establecer una correspondencia entre ambas obras ni supo ,de su obra, su acción
quizá que algunos de los cronistas que él consultó, particularmente consecuencias important
Torquemada y Herrera, habían bebido en aquel "Diccionario uni. como veremos, fueron 11
versal" del laborioso franciscano español. de la Histeria general
Si volvemos los ojos a España, veremos que la noticia dada por fray tiempo, fuentes importru
Juan de San Antonio despertó grande interés en los círculos académi· U n último hecho val
cos, y contribuyó a que se empezara a formar un ambiente muy re Me refiero a la publica
ceptivo para todo lo que se relacionaba con Sahagún y su obra. Pocos theca M ediceae Palatin
años después, en 1762, otro hecho vino a reforzar este ambiente. Angelo María Bandini.
Suce.dió que un miembro de la Academia de la Historia, Felipe Sa trabajo más logrado de.
mamego, supo que el librero madrileño Antonio Sanz vendía un manus
13 Las aportaciones de
reproduce fragmentos de algunos prólogos de los doce libros del Có fundizar en las raíces dt
dice, y la dedicatoria, en latín, antepuesta al libro VI, dirigida a fray conducían al pasado pre
Rodrigo de Sequera. en donde sustentar la raz~
La descripción de Bandini era como un faro de luz en el oscuro a poco, a medida que ('
camino hacia Sahagún y su obra. Un nuevo manuscrito, verdadera corriente historiográfica
mente espectacular, era dado a conocer. De manera que, a lo largo nista.15
del siglo XVIII se habían localizado tres grandes códices de la Historia Dentro de este Rena
general: el de Tolosa, el Matritense de la Academia de la Historia y consideradas como las fU(
el Florentino. 14 Una minoría ilustrada en Europa y México, podía todas ellas, la Historia g,
ya editarlos y comenzar a reconstruir la vida del hombre que los a ser un hallazgo único,
ideó. Tal realidad no tardó en suceder como veremos a conti lengua y la cultura del 1>.
.,
nuaClOn. la figura de su autor, e
vida estaba por ser invCl
Las primeras biografías de Sahagún: siglo XIX Alfredo Chavero, FranCÍl
Icazbalceta dedicaron pa
Al terminar la tercera década del siglo XIX, concretamente entre ciscano. Fuera de MéxiCl
1829 y 1831, aparecieron las dos primeras ediciones de la Historia ge Rémi Siméon y Eugene
neral de las COJas de Nue'va Espa1ña, según el texto del Códice de Tolosa.
tura en tomo a Sahagún,
Por una parte Carlos María de Bustamante, en México y por la otra
José Fernando Ram'
Sir Edward King, vizconde de Kingsbourough, en Londres, habían
riador, fue el primero qu
obtenido copias del manuscrito que tuvo en sus manos Juan Bautista
que proyectó acometer t
Muñoz. Por fin, la comunidad académica podía leer la famosa obra
de las ediciones de Bust.
que contenía "todo lo relativo a la geografía, a la religión y a la
Es posible que su agitad
historia política y natural de México". Y si bien ninguno de los dos
que entorpecieran sus tra
escritores incluyó biografía ni estudio introductorio a sus ediciones,
les hubiera algunos sobre
los prólogos que el mismo Sahagún antepuso a cada uno de los doce
compró su biblioteca, lo
libros, eran reveladores de la personalidad del franciscano. En resu
valioso sobre el tema q\
men, la obra era un acicate para ahondar en la vida de su autor,
Es el relativo a los Códi
reconocido ya como el historiador que nos había legado la cosmovi
demia de la Historia y
sión de una de las altas culturas de la humanidad.
de Fray Bernardino de S
Ahora bien, la nueva valoración de Sahagún no sería completa
la citada Academia, t. '
si no recordamos el contexto en que se produjo. Es necesario traer
trabajo fue de gran pr(
a la memoria el gusto por la historia que se desató desde fines del
Paso e Icazbalceta.
siglo XVIII y que culminó en un sentimiento de intensa historiofilia Alfredo Chavero, m:
en el seno de la vida cultural de Europa y América. Es la época del
del grupo de "los cien1
nacimiento de la egiptología, la asiriología y, tímidamente, del ameri
monografía sobre la vid.
canismo. Respecto de México hay que recordar también otro factor
que ayuda a perfilar este contexto del que venimos hablando y es, 1ll Sobre este Renacimi.
concretamente el nacionalismo alentado vivamente a raíz de la Inde TeplI.ztlahclI.illoli, Impresos I
16 Así lo piensa Howar
pendencia. Investigadores y aficionados se lanzaron a la tarea de pro
H andbook of Middle Ame:
14 El C6dice que se conserva en el Palacio Real fue dado a conocer más tarde, Wauchope General Editor, .
en la segunda mitad del siglo XIX. Vid, García Icazbalceta, op. cit., p. 357. p. 375.
PRIMERAS BIOGRAFÍAS DE SAHAG{;N 245
pero al final siempre quedan datos firmes, atisbos valiosos. Si pen de conexión estructurae
samos que los escritos en forma de epístolas constituyen un género todos estos materiales y
importante en la literatura de todos los tiempos, estas cartas pueden ciscano que hoy, un sig
ser vistas como un ejemplo de "epístolas históricas" dentro de la Sin ánimo de emp
moderna historiografía mexicanista. de la biografía que n01
Dado que el contenido de las cartas de don Francisco está tan síntesis de los moment(
aprovechado en la biografía que Joaquín García Icazbalceta redactó los datos e interpretaci
sobre Sahagún, me parece conveniente y justo comentar conjunta En primer lugar, Í1
mente 10 aportado por ambos autores sin tratar de deslindar qué corres de Sahagún de los cm
ponde a cada uno de ellos, lo cual, además sería muy difíciL a la conclusión que est
Joaquín García IcazbaIceta es, sin discusión, el gran biógrafo vincia de Compostela }
de Sahagún. En 1866 publicó la que se considera obra modelo en a México en la "barc~
su género, Bibliografía Mexicana del Siglo XVI. Catálogo razonado Ciudad Rodrigo y lo~
de libros impresos en México de 1539 a 1600. En ella dedica casi de viaje, tanto de sus
cincuenta páginas a la "vida de fray Bernardino de Sahagún". Por fin genas que Cortés hab
el misionero franciscano, que había consagrado más de sesenta años Este dato es de gran il
a la comprensión de la cultura de los pueblos nahuas, cobra vida nes que Domingo Chi
como el gran etnohistoriador, antropólogo y filólogo dentro de la de la Conquista de M é
historiografía universal moderna. Importa a ambos
¿Cómo logró García Icazbalceta redactar tales páginas considera durante sus primeros
das aún hoy de lectura indispensable para cualquier sahagunista? cado a una triple fu:
Creo que no es ir demasiado lejos si consideramos que don Joaquín idas y venidas a los re
quedó atrapado cuando leyó la Historia general por el mundo que en de Puebla, Xochimilcc
ella logró plasmar su autor. Un mundo radicalmente diferente del Sahagún juvenil, dináJ
europeo en un momento histórico singular, en el que los seres huma siempre atento a las a
nos, ante un tremendo choque cultural, responden inventando solucio 10Ico, del que fue coí
nes para el futuro. Tal fue el siglo XVI novohispano. Icazbalceta ahondó primeros años tuvo la
en ese mundo y en sus protagonistas, particularmente en Sahagún. La reconstrucción
Durante años, busca datos sobre el misionero, establece correlaciones, la etapa siguiente, es (
interpreta hechos y logra estructurar una secuencia bibliográfica rica particularmente aquell
en información, de lectura atrayente y plena de actualidad. Su tra partir de 1558. Fue f
bajo es, en síntesis, una minuciosa reconstrucción de la vida de Ber se en tregó a la tarea de
nardino y un intento por recuperar los pasos, oscuros y aún perdidos, Años críticos en los q
de sus múltiples escritos y traslados. otros de inactividad i:
Para ello contó, en primer lugar, con los datos proporcionados por dad de los que él llam
el propio Sahagún en la Historia general y en otros escritos y con las 1580, representan el r
noticias de los cronistas, bibliógrafos y eruditos ya citados. Tuvo en su consolidación como
su mano libros y papeles de la rica biblioteca de Alfredo Chavero, Cruz y como el inves
que había pertenecido a José Fernando Ramírez, y desde luego de la la que hoy conocemo
suya propia, no menos rica. Contó con el artículo de Chavero y sobre España.
todo utilizó magistralmente el contenido de las cartas de Paso al dotar 1& Francisco del Paso
PRIMERAS BIOGRAFÍAS DE SAHAGÚN 249
pen de conexión estructurada a las respuestas de don Francisco. Integró
género todos estos materiales y dio vida a la primera gran biografía del fran
lueden ciscano que hoy, un siglo después, sigue teniendo plena actualidad.
de la Sin ánimo de emprender un análisis detenido sobre el contenido
de la biografía que nos ocupa, vale la pena, al menos, presentar una
:á tan síntesis de los momentos claves de la vida de Sahagún, así como de
~actó los datos e interpretaciones aportados por Icazbaleeta y Paso.
junta En primer lugar, interesa a ambos ahondar en los años juveniles
:arres de Sahagún de los cuales, hasta la fecha sabemos muy poco. Llegan
a la conclusión que estudió en Salamanca y que perteneció a la Pro
¡grafo vincia de Compostela y no a la de Cantabria. Reconstruyen su venida
lo en a México en la "barcada de 1529" encabezada por fray Antonio de
mado Ciudad Rodrigo y logran registrar los nombres de sus compañeros
L casi de viaje, tanto de sus hermanos de orden, como de los nobles indí
Dr fin genas que Cortés había llevado a España y que ahora regresaban.
años Este dato es de gran importancia y lo encontró Paso en las anotacio
vida nes que Domingo Chimalpahin puso a un ejemplar de la Historia
3e la de la Conquista de México de López de Gómara, hoy perdido.18
Importa a ambos autores delimitar las actividades de Sahagún
dera durante sus primeros años de residencia en la Nueva España dedi
lista? cado a una triple función, pastoral, administrativa y docente, con
lquin idas y venidas a los recién fundados conventos de Tlalmanaleo, Valle
le en de Puebla, Xochimileo y Michoacán. Ofrecen ellos la imagen de un
: del Sahagún juvenil, dinámico, entregado a la tarea misional y, a la vez,
lIIlla siempre atento a las actividades del Colegio de Santa Cruz de Tlate
ucio loleo, del que fue cofundador en 1536 y en el que incluso en estos
Dndó primeros años tuvo largas estadías.
gún. La reconstrucción de Icazba1ceta y Paso permite mirar de cerca
Jnes, la etapa siguiente, es decir la de los años de madurez del franciscano,
rica particularmente aquellos que constituyen su etapa de investigador a
tra partir de 1558. Fue entonces cuando, por encargo de sus superiores,
Ber se entregó a la tarea de ahondar en el pensamiento del México antiguo.
idos, Años críticos en los que alternó periodos de entusiasta actividad con
otros de inactividad involuntaria, consecuencia del disfavor y hostili
por dad de los que él llamaba sus "émulos". Estos años de madurez, 1558
das 1580, representan el momento clímax en la vida y obra de Sahagún,
len su consolidación como el maestro por excelencia del Colegio de Santa
'ero, Cruz y como el investigador que, con su equipo, logra dar forma a
e la la que hoy conocemos como Historia general de las cosas de Nueva
)bre España.
>tar 18 Francisco del Paso y Troncoso, op. cit., p. 265.
PRIM:
250 ASCENSIÓN H. DE LEÓN-PORTILLA
Por otra parte ambos autores coinciden en desmagnificar el contro más datos y correlaci<
vertido tema de las persecuciones de que fue objeto Sahagún durante explicaciones lógicas, le
estos años de logros. A través de una descripción pormenorizada de que distinguen cuatro
los hechos desmenuzan las circunstancias que rodearon este asunto. la Historia general: el <
Especialmente Paso dedica muchas páginas a buscar el origen y las revisado en San Franci
causas de la enemistad de Motolinía y Sahagún y el ataque que y la copia final "mu
este último hizo al Calendario de fray Toribio, en 1569. Ambos pien Sequera.
san que tal ataque fue factor determinante en la actitud de fray Sobre los escritos ¿
Alonso de Escalona cuando en 1570 mandó dispersar los escritos de su paradero. En aquel 1
Sahagún. Concluyen que nuestro franciscano, de natural humilde, en poco después él mismo
aquel momento no se dejó llevar de la mansedumbre; antes bien se En cambio acertaron r,
guió por la pasión y así, dice Paso, "pagó tributo a la humana loleo que correlacionare
miseria". y el Sequera, con el F,
Recientemente, el hallazgo de un documento, ha venido a con raciones que hacen ac
firmar las sospechas de Paso e Icazbaleeta. Me refiero a la denuncia España los padres M¡
de fray Bernardino ante la Inquisición de una obra de MotolinÍa entregar a Juan de O
"que anda por esta Nueva España". Conservado en el Archivo Gene Preocupó a nuestr<
ral de la Nación de México, ha sido publicado por Georges Baudot. la suerte de estos mam
En él se transluce el final dramático de una enemistad; se dejan ver surgen nuevas dudas y
también, como dice Baudot, "las asperidades que rodean la elabora tentes con los que aqul
ción de la Historia General" .19 a España".2 1 Después (
dos: el manuscrito de
Respecto de la recogida de los papcles por Felipe 11 coinciden
cado a fray Rodrigo
también en emitir un juicio complejo en el que entran como culpa
enredo, creado por fr
bles no sólo el rey sino también los seguidores de Ovando y algún dos virreyes portadorCl
religioso que denunció la obra. Pudo haber miedo, piensan ellos, ante sobrevino al crearse e
un libro en el que se hablaba con inusitada libertad de la Conquista, ViUamanrique, formad!
y que podía afectar la mentalidad de una sociedad que aún tenía de Alvaro Manrique d
presa la memoria en los acontecimientos relatados por Sahagún. Dentro de esta pr~
A estas y otras reflexiones no menos interesantes sobre la vida manuscrito de Tolosa.
de Sahagún se suman las muchas páginas que dedican a la descrip y Paso piensan que e1
ción de sus obras. Uno por uno los manuscritos del franciscano son texto castellano del F,
analizados desde sus orígenes hasta el presente, especialmente los que varro y Mendieta. La
constituyen la Historia general de las cosas de Nueva España. Los sus manos Juan Baut
lectores de Sahagún saben que aún hoy día los sahagunistas no han lord Kingsbourough y
llegado a un acuerdo sobre el número de traslados y escritos que a cualquier amante di
integran tal obra; obviamente más difícil era el tema hace un siglo. Para no alargar 1
Pues bien, la tarea de Paso e Icazbalceta consistió en buscar más y ceta y Paso, señalaré
20 No hay que olvid
Georges Baudot, "Fray Toribio de MotolinÍa denunciado ante la Inquisi
19
ci6n por fray Bernardino de Sahagún en 1572", Caravelle. Cahiers du Monde manos los Códices Matritl
Hispanique et Luso Bresilien, Université de Toulouse - Le Mirai!, 1990, nQ 55, de José Fernando Ramíre
21 Joaquín Garda lea
p. 13-17.
PRIMERAS BIOGRAFÍAS DE SAHAGúN 251
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COZCACUAUHCO EN EL LUG
Ahtlamiz noxochiuh,
ahtlamiz nocuic,
xexelihui, moyahua.
Cohcozahua in xochitl,
za ye oncalaquilo
zacuancalihtic.
Ve tetecuica in ilhuicatl.
ozca III
~mpa
Envuelve la niebla los cantos del escudo,
in tlalli ye tlatoctli, in ihcuac oahcito ihuan oquihtaqueh ye tlatoctli zan tonces jóvenes, tomal
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 261
luid ot1a Le mostraba todo, hasta donde terminaban aquellas nuevas tierras,
¡borio in pero. .. j qué importaba que fueran tan grandes y tan fértiles si ya no
~ce ahtle miedo, mucho miedo. Contribuyó mucho a su temor el escuchar al te
illi. Zan chictototl, pájaro agorero, que escondido entre las ramas de un árbol
kueh ." lo fúeron a desmontar; le arrancaron el zacate allá donde eso era ejido
ra JQ y justo en las tierras en donde mucho tiempo atrás hubo una hacienda
lya in cuyas ruinas aún se conservan.
ohtzin y cuando habían concluido, cuando ya estaba limpia la tierra hace
bciuh ya: talÚO tiempo, tanto que ya bien no se recuerda cuántos años haée de
lactica eso, la sembraron ellos, venían sembrándola año con año y un día,
t. se percataron de que algunos tepenahuacas y miacatlantecas ya las
~htili- habían invadido, ya se habían metido en tierras de los tlacotencas dizque
con el amparo de ciertas autoridades. Muchos individuos, paisanos de
~ mo- TIacotenco, tenían sus tierras allá y pues se las quitaron, a muchos los
echaron de allí.
Tenía poco que algunos habían llegado' a ellas allá en' plan de ver
~ma 10 que ocuma pues se hablaba de que aquellos intentaban tomarlas, y
txitito con sorpresa vieron que ya estaban sembradas, cuarido llegaron y las
vieron sembradas sólo dijeron: "Ya nos las quitaron." Sólo dijeron:
"Ya nos las quitaron." Y ya no fue posible hacer nada. Por esos añOs
ViVía don José Vilchis, el hermano' de don Juan, el que habitaba a
media calle entre Tequitlalli y la casa de don Gregorio Caballero en
Teopanixpan. No sabía leer pero era decidido y dispuesto siempre a
ayudar en 10 que fuera. Solía decir con su ronca voz' y seguramente
aludiendo a alguien importante:
-Yo los voy a ayudar, yo veré eso. .. Iré a ver a Altamirano.
Nadie sabía quién era Altamirano, pero todos confiaban en su
ayuda. .
-Yo 10 iré a ver y él nos auxiliará.
Dpn José Vilchis, hombre muy. bueno, conocía ya la ciudad de
México-Tenochtitlán. La primera vez que llegó a ella fue a causa de un
accidente. Al andar arreglando una cerca, se le había caído una pie
dra en el pie derecho y el médico que 10 atendió en Malacachtepec,
después de darle unas "cucharadas", aconsejó que se lo llevaran a Xo
chimilco o en todo caso a México para que le aplicaran unos sueros e
inyecciones que él no tenía a la mano, porque de lo contrario coma
el riesgo de contraer una grave infección.
Un vecino se ofreció a traerlo a cuestas hasta Momozco Malacach
tepec. Le ataron al buen hombre una silla sobre la espalda y ya así
acomodaron.en ella a don José, que entonces era un muchacho, y de
esa manera llegó a Momozco¡ ya allí contrataron un viejo camión
de carga en el que llegó a una clínica de San Antonio Abad, un poco
después de la calzada de Tlalpan en la gran ciudad de los mexicas.
Vio muy poco porque los dolores no 11" permitían observar con de
EL LUGAi
264 LIBRADO SILVA GALEANA
huel nelli tlalaxcahuaqueh campa in ejido yece, yahuatzin ahmo hue1 tenímiento pero, aún así, d
momachitiaya can ocatca in ejido tecpancalli nien ahquin quimmoh la memoria el recuerdo de
tlanilizquiani. Habían pasado algunos
Zan ce itlanemililtzin mohuihuixoaya ihtic in itzontecontzin, quem legales fue el escogido pan
manían tlahuillo, quemmanian tlayohualtic: Itechcopanin motlapale se reunieron a deliberar y
huiliaya ce tlacatzintli in itocatzin Altamirano. vendría guiando a los int(
In icualcealiz ce tlacad ahtenemachpan inic otlayectilico. In ihcuac dría que ser don José; él '
in tlacacentlalilli oahcic in ipan huehuetecpancalli "La Campesina", superior al de sus paisano:
itech in tlacaxauhcuauhtlatzacuillotl oihcataya ce telpocatl, icnotlaquen veces, no se hizo rogar, ace
tilli, in otetlahtlani ahquin quitemoaya. Yehuatzin Josehtzin Vilchis in Pero va en la ciudad 1
¡
omihtalhui in oquimanilito cequi amame yece, intla itla ahmo cualli que recoger documentos (
yezquia, quimoyectlalilizquiani yehuatzin Altamirano. Ahmo tetech posesionados de cÍ.ertas ~(
omonec in itepalehuiliz in Altamirano ipampa, no iuhqui, ahmaca ompa las oficinas respectIVas, ro
oquiximatia. Achitzinca oquimmochihualtilihqueh ma mochixtzinocan Una idea flotaba en su ro
ihuan ihcuac in tonaltzintli ilhuicac ye mopilohtzinoaya ye omocuep en otras muy difusa: ha
tzinohqueh Tlacotenco, immactzinco in amame. y se llamaba Altamirano.
In iteyo Josehtzin ohuehyiyac iuhquin xiuhquiza ihtic in cuemmitl La buena voluntad de
xupantla. Zazotlein in mihtazquiani ahzo Xochimilco ahnozo Mexihco forma inesperada. Cuand<
oquimonochiliaya ihuan inda ahmo quimonochiliaya, yehuatzin maxi C amnesi na", junto a la di
tiaya ihuan mixquechihtzinoaya. Yuhquin opano ipanin tlamantli in vestido en forma mode~ta
ticpouhtihuitzeh. Omixquechihtzino yece, ihcuac zan ieeltzin, quemma Vilchis contestó que vení:
nían intloctzinco in occequi tlacah tlein zan mochihuiliaya motetlah caso de que hubiera pr<
tlaniliaya itechpa in Altamirano yece ahmaca itechpa inon tlacatl ote necesidad de utilizar los
tlamachiltiaya. Axcan, yequene, ahmo zan moteihtIanilizquiani cequi nadie lo conocía allí, los
amame, no iuhqui moteihtlanilizquianí ma motecuepilican in tlalli in día en el cielo pudieron ;
tlacotencah quine1tocaya inyaxca, in ipan yehuan ye omotequipachoh La fama de don José
queh, in ipan yehuan ye omitonihqueh inie oquichipauhqueh muan porada de verdor. Para I
axcan occequintzin zan oquitocaqueh ihuan quixotia ihuan ye oquimo sea en Xochimilco o en
huaxcatihq ueh. él se hacía presente y se
Opanoc cequi xihuitl. Cehcen xihuitl opapanotaya. Ahtle motlac venimos narrando. Se of!
nopilhui. In tlalli ye quipiayah in sanfranciscocah, in sanjeronimohcah, de otras personas lo úni(
in tetepenahuacah, macihui huel melahuac zan quemmanian oquitoca no, de quien por otra P<
yah yehica oquimmahmauhtiaya in tepan tlacuepaliztli; ihuan in tIa se trataba de solo recog<
cotencah ahmo quimmelahuacamatqueh. unas tierras que los de T
Immanon motepachilhuiaya Tlacotenco yehuatzin in Macidonioh dicho que pertenecían a
tzin Torres. Inintzin ahmo no itIa oquimocnopilhuili. y sudor habían desmont:
Iuhque opanoc miec xihuitl. Ixquichcauh in imman in titlapouh tegían como propias.
tihuÍtzeh. Los años iban pasan!
poseían ya los tecozpanl
de Tlacotenco no logran
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 265
10 huel tenimiento pero, aún aSÍ, después de cuatro o cinco años, guardaba en
!mmoh~ la memoria el recuerdo de una ciudad bella e impresionante.
Habían pasado algunos años cuando para el arreglo de unos asuntos
quem legales fue el escogido para que encabezara una comisi6n. Los vecinos
:lapale- se reunieron a deliberar y cuando lleg6 el momento de decidir quién
vendría guiando a los interesados, todos coincidieron en que ése ten
ihcuac dría que ser don José; él consciente de que había adquirido un rango
esina", superior al de sus paisanos por haber estado en la ciudad una o dos
aquen veces, no se hizo rogar, accedió de muy buena gana y se puso al frente.
:his in Pero ya en la ciudad las cosas no fueron nada fáciles. Él s610 tenía
cualli que recoger documentos que acreditaban a algunos campesinos como
tetech posesionarios de ciertas tierras ejidales pero, ni sabía d6nde quedaban
ompa las oficinas respectivas, ni sabía a ciencia cierta a quién debía dirigirse.
nocan Una idea flotaba en su mente que en momentos aparecía muy clara y
lcuep en otras muy difusa: había un hombre que ayudaba en estos casos
y se llamaba Altamirano.
mInitl La buena voluntad de un hombre vino a resolver el problema en
:xihco forma inesperada. Cuando la comisi6n llegó al antiguo edificio de "La
maxi Campesina", junto a la desvencijada puerta de entrada había un joven
di in
vestido en forma modesta que les preguntó a quién buscaban. Don José
nma
Vilchis contestó que venían a recoger ciertos documentos pero que en
etlah
caso de que hubiera problemas, los resolvería Altamirano. No hubo
~ ote
necesidad de utilizar los servicios del tal Altamirano porque además,
cequi
nadie 10 conocía allí, los hicieron esperar un poco y cuando el sol pen
lli in
día en el cielo pudieron ya regresar a TIacotenco, papeles en mano.
hoh-
La fama de don José creció como la hierba en los surcos en la tem
lUan
porada de verdor. Para cualquier asunto que tuviera que resolverse ya
lmo
sea en Xochimilco o en México era llamado y cuando esto no ocurría
:>tlac él se hacía presente y se ofrecía a ayudar. Así pasó en el asunto que
cah, venimos narrando. Se ofreci6 a ayudar pero, ya sea solo o en compañía
oca de otras personas 10 único que hacía era ir y preguntar por Altamira
da- no, de quien por otra parte nadie le daba noticias. Ahora, además, no
se trataba de solo recoger documentos, sino de exigir la devolución de
¡oh unas tierras que los de TIacotenco consideraban suyas, porque les habían
dicho que pertenecían a su pueblo, que además ellos con gran esfuerzo
y sudor habían desmontado y que ya otros habían sembrado y las. pro
tegían como propias.
Los años iban pasando. Pasaba un año tras otro. Nada se logró. Las
poseían ya los tecozpanecas, los miacatlantecas, los tepenahuacas y los
de Tlacotenco no lograron hacer reconocer sus derechos. En aquella épo
266 LIBRADO SILVA GALBANA EL LUGAl
el hennoso faisán,
su canto despliega
'ahmo. A él responden
bellamente canta.
a qui
npa in (Ms. Romances de los señores
antlat de la Nueva España, Colee
ci6n Latinoamericana, Uni
versidad de Texas, fol. 38v.)
ehuitiz
onez.
Por entonces Libono no se había casado aún con Xochitl, aún no. Mu
n qui
chacho bien parecido y enamoradizo, tenía muchas amigas pero no ha
dn in
bía pensado en ninguna de ellas como para establecer su propia fami
[tentli,
lia. Tenía además, en caso de pensar en casarse, la obligación de reunir
an no
el dinero suficiente para los gastos de la boda, y tener sus propios ape
ipam
ros de labranza, una mula. .. los muebles más necesarios en el hogar.
uehue
No era fácil reunir todo eso.
,Que
Pero, por otra parte, quizás aún no había aparecido la muchacha
[ nelli
que lo hiciera pensar en la necesidad de reunir todo aquello. Pero no
n Ju tardó en hacerse presente. Para ir a los terrenos de TIalmanco en donde
l eue
su padre, el difunto don Ignacio, tenía unas tierras que le heredó a una
ihuan hija de su primer matrimonio, tenía que pasar frente a la casa, ya en
ltoaya la salida del pueblo hacia Ahuatlixco, de una joven y bella muchacha
ahuitl de nombre Xoehitl. La veía con frecuencia y varias veces quiso hablar"
le pero no se atrevía porque además, aquella era huidiza. Su padre de
ella, un viejo maestro de escuela y que hacía mucho tiempo había lle~
an ce
gado, según se decía, de Querétaro, tenía ya muchos años de haber
hual
muerto. Era, pues, huérfana de padre y s6lo vivía con su madre doña
, hue-
Julia y sus hermanos Aurelia y Gregorio.
huel
Empezó a pasar Liborio con más frecuencia frente a la casa de ella
.o.
y al hacerlo solía silvar alguna conocida canci6n y procuraba caminar
poca-
lo más despacio que podía; si iba acompañado por algún amigo ha
EL LUG.
268 LIBRADO SILVA GALEANA
ton, quiehihuaya yuhquin itla oquilcauhtehuac ihuan necia mocuepaya bIaba con más fuerza par~
in iehan yece ahcia zan Oyametitla ihuan ompa oc huel mocuepaya, terior sabía ya más o men
ihuan intla inemac, oquihtaya. Inin mochihuaya achiuhqui momoztla. La casa de la muchad
In iehpocatl huel quixmahcia mochinin ihuan miecpan oquihtaya rranca por donde bajaba
tlen panoya quiahuac, itla coliniaya inie temachiltiz ompa oyeya i ihuan lluvias, ese camino pasaba
in telpocatl, inda ye yolpachihuitilli in ye oquihtaqueh, ye pahcaone a 1.1almanco en donde es
huaya ihuan ihcuac ahcia Ahuatlixco in itlacpacyo quiehieahuacaehuaya robustos y llenos de recuel
ce yehyectzin cuieatl, iuhqui inon in omocuep intetlazohtlalizcuic in Pasaba Liborio y si nI
ichpocatl ihuan in telpocatl inic miec xihuitl ipan oc quilnamiquia. olvidado algo, y como que
gara sino cuando mucho
Cenca cualnezqui in ixtlahuatl que, si tenía suerte, la vd
in ihcuac mani metztli in abril, chacha solía darse cuenta
yece, ocachi nicmahuizihta dija la escena, movía alg
tla ompa quiza nocihuapil. convencido de que había
la parte más alta de Ahl
Hueliz quin opanoc chicuacen metztli in LiborÍo quitocatinemia in bello canto, como aquel (
Xochitl, ye netlahtolcentlaliloc ihuan yei metztli ipan ye monamictih de los dos jóvenes y qm
queh. In ipan nenamictilizilhuitl zan nenechicoloc in ich puchehqueh, cardar:
in telpuchehqueh, in teahuihuan, in tetlahhuan, in tenantzitzihuan. In
tetahtzitziuhuan Aureliohtzin ihuan Ignaciohtzin ye mihcatzitzintin. Qué 1
Teixpan yehuatzin J uliahtzin, inantzin Xochitl, omoteilnamictili in mah en las
macuilpoalxiuhtiliztlahtolotl, oquimotenehui tocoltzitzihuan intlahtol y aún
tzin, omihtalhui: si mi
"Tinocihuacone, nican ye otimochihuaco cihuamontli i In axcan
ca ye intech tompachihui in ilamatqueh; ye tocompehualtia in ilama (Can(
nemiliztli. Axcan ye huel huehyi in motlanahuatil i axcan ye ticcenca
huaz in pipillotl, in coconeyotl. Tlen tlacempanahuia in tiquimmixtililiz Como a los seis mese
in ye omochihuaco mohuanyolqueh, ihuanyolqueh in monamic. Ti compromiso formal y trel
quimmotlazohtiliz in momonnantzin, in momontahtzin, in huel itah remonia familiar en la q
tzitzihuan in monamic, xiquimmonohnochili, xiquimmixihtili iuhqui in más cercanos del mucha<
nehuatl in tinechixihta. Julia, la madre de ella,
Ma mochipa xiecempalehui in monamic, yehica huel iuhqui nan la palabra de nuestros a
quicnopilhuizqueh moch inon totechmonequi inic tinemizqueh. Nochipa "Hija mía, ya te hru
ihuan nohhuian ipan xitlachia in monamic, huel iuhqui yehuatl quihtaz que son mayores. Ahora
in ahmitla in mitzpoloz. Ihcuac tlamiz in yohualli ihuan pehuaz in comportarte como una 1
cemilhuitl, in ihcuac ye timehuaz tlein achto toconchihuaz? Tiquimmo con los nuevos miembro
tlahpalhuiz in momontahtzitzihuan ihuan ihuicpatzinco in Ipaltzinco a tu suegro, pues son le
tinemi ticcohcoltiz in moch tequitl, yehiea mochi cualli quizaz, ipampa y respetuosa con ellos ce
in tlapanahuia in ticchihuaz mochi iuhqui in motahtzin, in monantzin a tu compañero, pues sé
omitzihtitihqueh ihuan ica itlateochihualiztzin in TIacat!. la vida, cuidarás de tu
Yohuahtzincatica ticpehualtiz in motequiuh, ticalaquiz tlacual chi- nada. Cuando acabe la .
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 269
:epaya bIaba con más fuerza para hacerse escuchar por la joven que en el in
~paya, terior sabía ya más o menos la hora en que aquél pasaría.
loztla. La casa de la muchacha se hallaba en Ahuacatitla frente a una ba
ihtaya rranca por donde bajaba una gran cantidad de agua en la época de
ihuan lluvias, ese camino pasaba por Tecaltitla, llegaba a Ahuatlixco, de allí
:aone a Tlalmanco en donde estaban los viejos árboles, los viejos pinos, aún
~uaya robustos y llenos de recuerdos como los ancianos de nuestro pueblo.
üe in Pasaba Liborio y si no veía a la muchacha hacía como que había
a. olvidado algo, y como que se volvía a su casa, aunque en verdad no lle
gara sino cuando mucho hasta Oyametitla y de allí se regresaba, hasta
que, si tenía suerte, la veía. Esto venía a ocurrir casi a diario. La mu
chacha solía darse cuenta de esto y a menudo observaba desde una ren
dija la escena, movía algo que indicara su presencia, y el muchacho,
convencido de que había sido visto ya se iba feliz y cuando llegaba a
..
ua III
la parte más alta de Ahuatlixco entonaba con todas sus fuerzas algún
ictih bello canto, como aquel que se volvió algo así como el himno de amor
de los dos jóvenes y que mucho tiempo después habrían aún de re
lueh,
11. In
cordar:
intin.
Qué bellos se ven los campos
mah
ihtol en las mañanas del mes de abril,
y aún se ven más hermosos
xean si mi morena anda por allí.
~ma- (Canción popular)
~nea-
hualoyan, ompa ye titlatlatlaliz, tictlaliz in xoctli lmc cuacualacaz in es 10 primero que harás? ~
atzintli, titlapayanaz, titlaxcalchih uaz, tiatolchihuaz; ihcuac mochi ye el trabajo de todos, pues CI
tlachiuhtli ye titenotzaz ma ye nealmazalolo, tiquimmonochiliz in mo hay mejor que hacer las c(
montahtzin, in momonnantzin inic no motlaitizqueh. la bendición del Señor.
Ihcuac ticmohtiliz ipan ohtli ahquin ye omochiuhtzinoco in moteo En la mañana darás ÍI
ticanantzin iuhquin huel monantzin xicmomatennamiquili; no iuhqui pezarás poniendo orden en
in moteoticatahtzin, no xicmomatennamiquili; ahmo zan axcan inic de hervir el agua, has de n
intechtzinco otitopalhuihqueh, quemen miec in quichihua, in ihcuac el atole, cuando ya todo egI
itIa intech monequi motepalhuia ihuan intla ye oquimpalehuihqueh, zo, llamarás a tus suegros p
ayocmo tenotza, ahnozo za tepanahuihua, nezquiani ahmo teihta. Nien do veas en la calle a quié
tehuatl nien monamic, ayc xicchihuaean inin. Ihuanteh... xitetlaca fuera tu propia madre bé
mati, ihuan xicchihua moch in motlanahuatil. Ocyohuac ximehua, xi sale la mano, no sólo abor.
tIacohcohuatiuh, xitlacualchihua ... , macahmo xitechhuehuetlaza ma como suele ocurrir con mu
.
cahmo xltechilamatlaza, macahmo xiquiht1aco in itlalnamicocatzin ' in protección y cuando ya la
momihcatahtzin ... " dado ya no les hablamos
No yehuatzin oquimolhuili in imontzin: Ni tú ni tu marido hagan
"Axcan, tehuatl, in ye otimochihuaco in ti nomon, xiccaqui: In que te corresponde, levánt
nocenquizcatlaelehuiliz in ma miec nammotlazohtlazqueh, macahmo pras, lava, haz la comida
nammixco, nammocpac xinemican, macahmo pitzotlahtoltica ximoixco tu padre finado ... "
macacan; tehuatl oc ticmopilia in monantzin, mochipa xicmoyehyecoltili Al muchacho le dijo le
itechpa in ticchihuaz. Nehuatl, inda oc ninemi, huel notech ximopilo; "Oye, tú, que ya así tI
xitechnonotzacan itechpa in nanquinequi, in nanquichihuazqueh, in yor deseo es que se amen;
nammotlaelehuiliz, itechpa in moch inon in mechyolihtlacoah. TIein malsonantes; aún tienes a
totequiuh in titetahhuan? Tehuan timechohhuanaltizqueh, timechihti tengas que hacer. Yo ... ,
tizqueh quenin huel nemoa in tlalticpac. In ihcuac nantechnotzazqueh, blennos de sus proyectos, é
tonahuatil in tihuallazqueh, timechihtaquiuh, timechtlatzahtziliquiuh eso estamos los padres, par
inda itIa ahmo cual1i nanquichiuhticateh. vivir en la tierra. Cuando
Ximotlazohtlacan, iuhqui peoa inic tohhuana in ye tinamihqueh. In nir a verlos, de llamarles 1
cihuatl in quicuitlahuia in in.amic ihuan in tlacatl in quicuitlahuia Ámense el uno al otre
in icihuauh. Nepanotl ma toihtacan. Monantzin mitzmixotili inihcuac en nuestra vida de casado
tipiltzintli, in ihcuac itechtzinco timocehualcaltiaya. Axcan mocihuauh de su mujer. Unos a otf!
mitzihtaz ihuan tehuatl ¡pan titlachiaz. cuidó cuando eras peque
Axcan no ye tinocozcatzin, tinoquetzaltzin. No monequi in nimi Ahora será tu mujer la ql
tzilhuiz, ca ayocmo ahuiliyez in moyollo, ca ye centetl in monemiliz, ca Ya eres también hijo 1
ye oticcauh in telpuchtlahuelilocayutl, ca ye titlapaltzintli. holgura tu corazón pues
. Ayaxcan inic nemoa in tlaticpac. Cuix aca zan ixpan huetzi in tienes condición de homb
quicua, in qui? Ahmo, inic ticpiaz in motechmonequi ticmihiyohuiltiz, Con dificultad se vive
in ticmopanahuiliz in atlauhtli, in tepetl, in ixtlahuatl; chichinacaz in sólo cae lo que come, 10 I
moyollohtzin. Ahmo zan iuhqui totech ahci in tlatquitl, in tonacayotl. drás que sufrir, ha de dol€
Cualli xontlachiacan ihuan ma pahea, yocoxca xinemican ... " bienes. Pongan atención (
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 271
:an inic de hervir el agua, has de moler el maíz cocido, harás las tortillas, harás
ihcuac el atole, cuando ya todo esté hecho llamarás a todos a tomar f"l almuer
iliqueh, zo, llamarás a tus suegros para que vengan a tomarlo también ... , cuan
No teniendo dónc
Inic ahmo quipiaya can chantizqueh in ye cepannemia, omocallotih pedir alojamiento
queh in inchantzinco in cihuatemachtihqueh Miranda, imichpochtzi vieja casona de '
tzihuan Eulogiohtzin. Omotlalihqueh ipan in huehuecalli ompa Cozman la escuela "Franc
co in tlahco ohtli itech in achtopa huehue tlamachtilcalli "Francisco píos de siglo, exa.
del Olmo", in oquiquetzqueh in ipeuhyan in maní macuilpohualxiuh La vieja casa,
tiliztIi, huel nelli xihuitl 1905. y su techo de teja
In huehuecalli, in xantepantlachiuhtli, in itlatzacuillo, in itlanexillo en la parte poster
cenca cuauhtic, in ica itlaxamanilcalcua, quipiaya ome ithualli, ce tIa Justo al lado I
calixpan, occe tlahtic ihuan miec calcahualtin. bitación grande CI
Huel in iyeccacopa in huey cuauhtlatzacuillotl oyeya ce huehueihton gunas limitaciones
cacalton ica ce tlatzacuillotl in quitztaya in ohtli. Ompa, achiton ohuih Se instalaron 1
cayotica, cualli chantizquiani in ahquihuanquin omonamictihqueh. taban de algunos
Otlatlatlalihqueh ce miercoles yohuahtzinco. Mochi intlatqui zan otra pequeña, une
ce metlatl, ome xoctin, ce huey caxitl ihuan occente tzitziquitzin, cequi habían sido traída
cafen ihuan aatolxaxalohtoton, ce tlapechtli in ica ihuapalhuan yancuic des y rectos pinos,
in quin oquinhualhuicaqueh Tozancuacuazcopa, can oncateh huehhueyi Tampoco eran
ihuan melaztiqueh ococuauhtin. a vivir a. su nueva
Ahmo no huel miec in imillatqui in Liborio inic ohualahcic in chantiz
ipan iyancuicacal: ce cahuahyo, no iuhqui ce tlaltepuztli ce hozno, ome
. y
hoz , dos ayates
daba al patIo.
ayad, ihuan ce machete in oquintlati in icuitlapan in tIatzacuillotl in
itztica ithualco.
VI
In cuauhtli ye pipitzca,
ocelotl chocatica.
Tinopiltzin, Macuilmalinalli,
zan ye oncan poctlan.
Tlapallan,
~coyaochihua
o in mexihcah.
Yehuatl Xochitl imac quipiaya ce hozno in ocan zan niman in oquih Ella tenía en una
tac ce yehuantin ohualquiztehuac ihticpa in tlacotlahtli. Oc cequi ohual de aquellos homb!
quizqueh itzalan in toctlahtli zan iyulic, yuhquin ocomiztin, in ahmo ron de entre las
tlacacapatzqueh. Centetl, nezquianí in teyacana, oquihto temmahmauh gatos mont~, SI
tiliztica: los guiaba, diJo C
-Tleica onanquicuico in tlahzolli? -¿Por qué h
No iuhqui occequi otlahtlanqueh: Casi al misml
-¿Tleica onanhuallahqueh? Ye nanquimati oyocmo nammohuaxca -Por qué ha
inin tlalli. Liborío conte
Liborío otetlahuelnanquili:
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 273
locallotih No teniendo dónde vivir en sus primeros días de casados, tuvieron que
~hpochtzi pedir alojamiento a las maestras Miranda, hijas de don Eulogio, en la
,Cozman vieja casona de Cozmanco, a media cuadra del edificio antiguo de
'Francisco la escuela "Francisco del Olmo", cuya construcción databa de princi
thuaIxiuh pios de siglo, exactamente de 1905.
La vieja casa, con sus paredes de adobe, sus puertas y ventanas altas
idanexillo y su techo de tejamanil tenía dos grandes patios, uno al frente y el otro
Ji, ce tIa en la parte posterior, y muchas habitaciones que no estaban ocupadas.
Justo al lado derecho del enorme zaguán de madera había una ha
ehueihton bitación grande con una puerta que daba a la calle en donde, con al
)n ohuih gunas limitaciones, podía muy bien vivir una pareja de recién casados.
lueh. Se instalaron un miércoles por la mañana. Todos sus muebles cons
Itqui zan taban de algunos trastos, un metate, dos ollas, una cazuela grande y
rin, cequi otra pequeña, unos jarritas para el café y una cama cuyas tablas recién
1 yancuic habían sido traídas de Tozancuacuazco, lugar de la montaña de gran
luehhueyi des y rectos pinos.
Tampoco eran muchos los instrumentos de trabajo con los que llegó
n chantiz a vivir a su nueva casa Liborio: Aparte de una mula, un azadón, una
mO,ome hoz, dos ayates y un machete, los que guardó detrás de la puerta que
:uillotl in daba al patio.
VI
El águila grita,
el jaguar da gemidos.
hacen la guerra.
EL LUG
276 LIBRADO SlLVA GALEANA
m xictla- muchos, de haber sido uno sólo con seguridad Liborio 10 habría enfren
tado; pero eran muchos y además su mujer estaba allí. Ella, la hoz en
la mopan la mano, contemplaba con ojos de miedo lo que allí ocurría. El más
pacífico de todos le dijo a Libario:
-Mira, no queremos hacerte nada, pegarte ... , pero hazle la carga
:tin, intla a tu bestia y nos iremos a la comisaría, te rogamos que se la hagas ...
:in ihuan
ihtaya in
VII
imítzma
lyazqueh Tomaron el camino hacia Zoquiatonco. Para llegar hasta Momozco te
nían que pasar por Tepenahuac y Miacatlán. Era ya bien entrada la
tarde, ya no tardaría en obscurecer. A lo lejos se oía el tañer de las
campanas que anunciaban el rosario vespertino. Por todas partes había
agitación y ruido de voces. La tarde izó su bandera rojiza en el horizonte
y las aves, ya en su nido, se despedían de los caminantes con su canto
co achto
melancólico.
ro iciuh
lini inic Caminaban silenciosos, indinada la cabeza hacia adelante, como
neolini~
contando las piedras del camino, para hacer menos tediosa la marcha.
ichi1tica Sólo la voz de personas que venían hacia ellos los hizo percatarse de
totome, que ya estaban en las orillas de San Juan Tepenahuac. Entonces se
:lcolcuic. toparon con una persona conocida, don Jerónimo Romero, el marido de
niquim_ doña Felipa, a quien llamaban "tío". Se encontraron con él en don
de se cruzan los caminos, el que llega a Tepenahuac y el que viene a
Zan in
~hi1ti ye
Tlacotenco. En esa encrucijada Liborio le hizo una súplica a aquel buen
ilihqueh hombre:
mtÍctzin -Le ruego que acompañe usted a mi mujer a la casa de mi ma
ueh can dre ...
cotenco. -¡Cómo no ... ! ¡Cómo no ... !
tltli: - ... y que le diga usted, por favor. .. que no se preocupe ...
mtzinco -Cómo no, la llevaré y le daré el recado a su madre.
Ya en la orilla del caserío se encaminaron hacia Tecozpa, pasaron
por Miacatlán, por Ohtenco. Detrás de los montes, hacia Oztotepec y
Cuauhtenco, nuestro padre el sol encontró un mullido lecho y se quedó
lantzin. allí a descansar. Y llegaron a Malacachtepec. Ya allí lo encerraron.
h Mía La bestia también quedó detenida. La caballeriza quedaba justamente
cacopa, atrás de donde se encerraba a la gente. Encerraron a Libario y al ca
: ompa ballo con todo y pastura. A ésta s~ la comió el animal durante toda la
Ompa noche y los elotes, según contaría después el detenido, se los comieron
los propios policías; consiguieron quién sabe dónde, una olla, y a una
EL LUG"
278 LIBRADO SILVA GALEANA
In cahuahyo no ilpiloc. In cahuahcalli oyeya huel icuitlapan can mujer que estaba allí taro
otecaltzacuihualoya. Oquicaltzacqueh in Liborio ihuan in cahuahyo ica los elotes." No quedaron I
mochi in tlahzolli; inin ica ococh, in cahuahyo, oqtiicua mochi in yo
hualli. Ihuan in elome, in otenonotz zatepan in tlalpilli, in oquicuah
queh zan yehuan in topiltin. Ahquimati campa ocanqueh ce xoctli
ihuan ce cihuatl in ompa no ocaltzactaya oquilhuihqueh: "xiquinhuic~
xiti in e!ome". Zan ye in izhuatl ihuan in olod ompa omocauh. Al llegar a Santa Ana 1'1
la casa de su suegra doña
en la casa en donde algun
VIII irse a su casa, se tendría e
senda necesidad de platica
In ihcuac Xochitl oahcic in ompa Santa Ana Tlacotenco, zan niman dejarlo para el día siguieIl
omohhuan in ichantzinco in imonnantzin Juanahtzin Cervantes in mo jer, todavía vigorosa y de
callotihtzinoaya in ipan calli can cequi xihuitl ipan omochantihtzino trumentos para tejer en Íll
Benignohtzin Teran. Inda xochitl oyani ichan zan icel mocahuani
.
yece mauhcamlquia, ihuan no quinequia quimomachiltiliz in imonnan
' labranza; días atrás habi:
punto de terminarlo. XC)(
tzin tlein opanoc, inie ahmo quitemachiltiz moztlatica. In ihcuac oahci que había pasado..
to in ichantzinco in ilamatzintli, in oc chicauhtic ihuan chicahuacane -¡ N o sabe usted 10 j
milizyo, inintzin quimotecpanilihtaya in iihquiticatlatquitzin xomulco, -¿Qué fue lo que le
can motlalia in millatquitL Ye cue! quezquilhuitl in oquimopehuiti
- j Que se llevaron a
quimihquitilia ce ayatl ihuan ayocmo mohuehcahuitizquiani in quimo
-¿Cómo, a dónde S€
centlamiliz. Xochitl oquimopohuilili in imonnantzin tlen opanoc:
-A Malacachtepec 1,
-Ahmo timomachitia den topan omochiuh.
que porque fuimos a rol
-¿TIein nammopan omochiuh?
-¡Cómo ... ustedes
- j In oquihuicaqueh in moconetzin? ,
.-:..¡ Pues sí, .,.fuimo
-¿Quenin, campa oqiohuicaqueh?
- TIalpilli oquihuicaqueh Malacachtepec i ica mochi in cahuahyo! Allá, al lado de su s
Quimmach ipampa otitlahzolichtequito. gran preocupación de las
-Quenin, namehuan ahmo onanyahqueh •.. mitió cerrar los ojos con 1
- j Px, quema, otiyahqueh ... !
pagar una multa, y no t
Ompa itloctzinco in imonnantzin ococh. Omoztlati, cenca mote gunas cosas que vender,
quipachoaya in ome cihuame. Yohuac in ahmo huel cualli ocochihuac. parte de la mañana par::
Moztla~ica. hueliz quintlaxdahuiltizquiani ihuan yehuan ahmo quipiaya
una carga de leña, lo qu
can qmcmzqueh mane! ce centavo. Quipiaya itla in quinamacazqueh ta el lunes siguiente.
yece, ompa tianquizco, cenca netlapololtilo inic quieencahuazqueh tlen - y ahora, ¿de dóm
monamacaz, in tlaolli, in etl, ahzo ce tlamamalli in cuahuitl ihuan -No 10 tengo.
inin quihuehcatlazazquia in tlayectililiztli hueliz ixquichcauhin occe -Pues tendremos q'
lunes. -¿En dónde? ... ¡1
-¿Ihuan axcan can ticcuizqueh in tomin? ¿Ticpia tomin? -Lo pediremos en J
-Ahmo nicpia. -¿.... Q"? meno
-Px, huel titotlacuizqueh. -Don Cipriano M~
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 279
n can mujer que estaba allí también encerrada le ordenaron: "Pon a cocer
yo ica los elotes." No quedaron más que las hojas y los olotes.
in yo
icuah
xoctli, VIII
nhuic-
-Pues no debiste haber ido ... esa tierra no es tuya, ¿por qué fuis
quih, quiza, yahui motelhuizqueh. ¿Ihuan elome? Oquincuahqueh in ron en libertad, pero nUll<
topileme. Ompa tlalpilli in Liborio ica mochi in cahuahyo. In tlacad ron el caballo. S6lo una v(
ihuan in cahuahyo. Quinihcuac in ye huehca teotlac otlayectililoc, otlah Juana un policia que esta
tolcentlaliloc. Immanon quihtohqueh: -¿Si ya está en libert
-Cualli in otiyahqueh in oticcuito in tomin inic otitlaxtlauhqueh. Si siguen dando lata, es F
Zatepan ye oquitemaquixtihqueh in tlalpilli. Ye oquicahcauhqueh
in Liborio. Vece aye oquimatqueh inantzin tleica ahmo quimmactih
queh in eahuahyo. Zan cehpa in iheuac oaxihuac tecpancalco inic quih
tIanizqueh, oquimmolhuili in topile in calacohuayan oihcataya, oqui
molhuili yehuatzin in Juanahtzin: .
-¿Intla ye 'temaquixtilli in tlacatI, tleica oc nanchachalacah? Intla
oc nanteyolquixtia, hueliz oc huel quicaltzacuazqueh moeonetzin.
IX
o yohualli ihcahuacan
teuctlin popoca
ron en libertad, pero nunca lograron explicarse por qué no les entrega
ron el caballo. Sólo una vez en que llegaron a reclamarlo, le dijo a doña
Juana un policía que estaba a la entrada:
-¿Si ya está en libertad el hombre para qué tanto están moliendo?
Si siguen dando lata, es probable que vuelvan a poner preso a su hijo.
IX
se extiende la gloria,
se enlaza en la tierra.
enmedio de la llanura!
:huatito Cuando fueron a llegar los de Santa Ana, ya estaban allá los otros,
Itlalhui ya estaban allá los contrarios. Ya entonces empezaron las disputas. Pri
mero discutieron. Para entonces ya era un anciano don Luciano Vare1a
EL LUGA
286 LIBRADO SILVA GALEANA
Temac oquintlazqueh in tlacotencah ihuan teyaohuan no omoyao y a pesar de ello iba anim
chihchiuhqueh. Apolinar Gutiérrez a quier
Se juntaron todos CUal
In ihcuac oahcito in tlacotencah ye ompa oyeya in occequintin. Ye tieron a ellas y aquellos ya
peoac in tetlahtzohuililo. Achto omonetechahhuaqueh. Immanon ye y los golpes. Empezaron l
huatzin Lucianohtzin Varela ye huehuetzin, tel maciuhqui, oc cenca miedo de nada, puñetazos
yolchicauhtica ihuan tlapalticatzintli. los cabellos a los hombres I
No ompa onyaya telpocame, quemen Apolinar Gutiérrez in ahquin contra todos. Unos corret,
oquilhuihqueh: "Tehuatl titlayacanaz." machetes y las armas de f
Moch tlacah omonechicohqueh in ihcuac ye axihualoya ipan millah A don Ludano Varela
di. Mochintin ompa ocalahqueh ihuan in occequintin no ompa oyeya. árbol le restañaban las hel
Opeuhqueh monetechahhua ihuan zan niman ye momacah. Ye pehua un hombro, y trataban de
momacah, achto teimacaxiliztiea, zatepan ahmauhcatica. TemaolQlma salía de la nariz.
co, teteliczalo, tecantetlatzinilo. Cequi quintzonhuihuilana in occequin Una mujer, doña Ade
tino Mochintin inhuicpa in occequintin. Cequi quintotoca in occe tenco, pero después casad
quintín. Ihuan achiuhqui, zan niman ohualquizqueh in macheteh ihuan muchos años viviendo en e
tlacuecueponaltepoztin. tía que espantaba a los p:
Achto oquimomaquilihqueh in Lucianohtzin Varela. !campa ce Como con el demonio
tomahuac cuahuitl oquimopahtilihtaya inie oquimocuatlapanilihqueh, - i Miren, cómo yo nc
no oquimomaquilihqueh in ipan iahcoltzin, ihuan no cequi tlacah qui tos malditos!
nequia in quitzacuilizque inie cenca mezquixtihtaya. y del cuerpo de los h
Ce cihuatzintli, Adelaidahtzin Baranda, in omotlacatili Tlacotenco - j Oh, qué bien sabe
ihuan zatepan in omonamictihtzino itloc ce Ibáñez, tepenahuacatl, in bardes, a todos les ha de t
ye miec xihuitl in monemitiaya Tepenahuae, eenea tecuantetic inie
quimmomahmauhtiliaya in tlatlacah.·
Yuhquin ihtietzineo yezquiani in ahmo cualli, in ahmo yectli, mo
tzahtzitiaya:
--Xiquihtacan, nehuatl abmo nimauhcamiqui ihuan niqui in immez Fueron muchos los herid(
zo inintin, in oquintzincauh innan. quienes corrieron cuando
Ihuan itech innaeayo in tlaezyotiltin quimotlaltequiliaya in eztli. Mo se habían imaginado. Alg
tlaelpaquitiaya: ron que empezó a correr
-Quenin huelie in immezzo imntín oquintzineauh innan. Xihua sive adentrándose más en
Bacan, mauhcazoltiqueh, nannochtin namechezchiehinaz. hacia Comaltepec; otros
Tezompa. Los de Santa j
TIatixhualanca, por TIaq
x catlauhco. Los que se q.
bravura.
Cenca miec in tlacohcoltin oquizqueh in centlapal, in occentlapal. Ihuan
no miectin in ohualcholohqueh in ihcuac oquihtaqueh huel nelli in Fueron en total tres los I
ohuihcan ocalahqueh. Cequimeh, in oc telpocameh in quin oquihtaqueh Varela y el muchacho A
in ye ezquixoaloya zazocampa ye ohualcholohqueh, cequi huel ocachi Ninguno de ellos muri6 e:
EL LUGAR DE LAS ÁGUILAS REALES 287
omoyao- y a pesar de ello iba animoso y esforzado. Iban también jóvenes como
Apolinar Gutiérrez a quien le dijeron: "Tú vas a ir al frente."
Se juntaron todos cuando ya llegaban a las milpas. Todos se me
Iltin. Ye tieron a ellas y aquellos ya estaban también allá. Empezaron las disputas
non ye y los golpes. Empezaron a golpearse; primero con temor después sin
)C cenca
miedo de nada, puñetazos, patadas, cachetadas. Las mujeres jalan de
los cabellos a los hombres o a otras mujeres del bando contrario. Todos
, ahquin contra todos. Unos cprretean a otros. Y casi en seguida salieron los
machetes y las armas de fuego.
, millah A don Luciano Varela le pegaron primero. Protegido detrás de un
it oyeya.
árbol le restañaban las heridas que le habían hecho en la cabeza y en
e pehua un hombro, y trataban de detenerle la hemorragia que a borbotones le
lOlolma salía de la nariz.
:cequin Una mujer, doña Adelaida Baranda, que había nacido en Tlaco
in occe tenco, pero después casada con un Ibáñez de Tepenahuac, y ya con
:h ihuan muchos años viviendo en este pueblo, mostraba tal agresividad y valen
tía que espantaba a los propios hombres.
mpa ce Como con el demonio adentro, gritaba:
lihqueh, -¡ Miren, cómo yo no tengo miedo. .. y me bebo la sangre de es
:ah qui tos malditos!
y del cuerpo de los heridos sorbía la sangre..
lcotenco - j Oh, qué bien sabe la sangre de estos infelices! i Y vengan, co
icatl, in bardes, a todos les ha de tocar!
tic iníe
tli, mo- x
irnmez- Fueron muchos los heridos, de uno y de otro lado. Y hubo también
quienes corrieron cuando vieron que la cosa era más seria de lo que
tli. Mo- se habían imaginado. Algunos, sobre todo los muchachos, apenas Vie
ron que empezó a correr la sangre huyeron por donde pudieron inclu
Xihua- sive adentrándose más en la montaña como quien se va hacia SalinaIco,
hacia Comaltepec; otros se fueron con rumbo a Tepenahuac o hacia
Tezompa. Los de Santa Ana se fueron allá bajando de inmediato por
Tlatixhualanca, por TlaquiztaIco o por Florezco o de plano hacia Za
catIauhco. Los que se quedaron, que fueron mayoría, pelearon con
bravura.
. Ihuan
lelli in Fueron en total tres los muertos. Luis Silva de Tecozpa, y don Lucio
ltaqueh Varela y el muchacho Apolinar Gutiérrez de Santa Ana Tlacotenco.
ocachi Ninguno de ellos murió en el campo de batalla. A Luis Silva se lo lle
19
EL:
288 LIBRADO SILVA GALBANA
ocalahqueh tepetitlan, nezquiani oyaya Salinalco, ahzo Comaltepec; varon herido a su pue
occequintin Tepenahuacacopa ahnozo ica Tetzompa. México en donde desI
In tlacotencah zan niman ohualtemoqueh ica Tlatixhualanca, ica pacto de bala en el pec
Tlaquiztalco, ica Florezco ahnozo ica Zacatlauhco. In ahquihuan omo le había disparado, se
cauhqueh oquichyutica omomacaqueh. Era grande el dolo
Yei tlacah omihqueh. Luis Silva, tecozpanecatl, Luciohtzin Varela la tierra pero en ese n
ihuan in telpocatl Apolinar Gutiérrez, tlacotencameh. Ahmaca omic dos de sus compañero
tlahyecolizixtlahuacan. Yehuatl, Luis Silva, oquihuicaqueh ye tlamic. de uno y del otro en t
tilli in ichan Tecozpa ihuan zatepan ipan "Juárez" Cocoxcacalli, Mexih que hicieron todo su e
co hueyaltepepan. Ompa, zan ome tonalli ipan ye ornic. Oquicuepo Muchos años desp\
nilihqueh, ielchiquiuhpan oquimaquilihqueh, ayocmo huel oquiteneuh dieron a los que murit
nien ce tlahtolli. Intla oquihtac ahquin oquimacac inon ichtacayutl
S610 co
oquihuicac rnictlan. Sólo as
Cenca huey inneyolcocoliz in tlacotencah. Oquintequipachoayah in como u
oquipolohqueh in tlalli yece, den ocachi quimellelaxitiayah, in omomi a la qll
quilihqueh omeme imicniuhtzitzihuan. Cenca miec oahcito in inchan s610 COI
a la qu
in mihqueh inic quitemachiltizqueh in tetlaocoliz yuh Xochitl ihuan
Todos !
Liborio ahquihuan ixquich intlapal oquichiuhqueh inic otepalehuih al lugaI
queh in ohcan in omicoac. ¿Qué Sí
Miec xihuitl ipan oc molnamiquia in cuicatl in omeuh inhuicpa Asi vivi
in ahquihuan omihqueh, in ipan inon tetlaocolticatonalli: así en '
así nos
Nosotro:
Zan ihui xochitl ypa titechmati a
¿a d6nc
zan toncuetlahui, timocnihuan.
(Ms. C
ticxaxamania,
de)
:zan no iuhqui tlahcuilolli
ticpohpoloa.
can tocepanpoliuhyan.
Yhuin tiyoli,
yhuin ye topolihuian
:zan tompohpolihuitihui
timacehualtin
Así vivimos,
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
FRANCES F. BERDAN
rate objects created from many-colored feathers, and stone mosaic ing the study of pred
pieces combined with gold and feathers. The artistry of these now-lost empire from an econOII
treasures must have been extraordinary -Cortés' list inc1udes items and functions in the br<
such as first deal with notions I
luxuries in Aztec cultUl
... a scepter of red stone mosaic-work, made like a snake, with its luxuries in their prad
head, teeth, and eyes fram what appears to be mother-of-pearl, and Finally, 1 will offer an
the hilt is adorned with the skin of a spotted animal, and below the these exotic and treas\
said hilt hang six small pieces of feather-work (Saville, 1920: 27). of principIes.
le rnosaic iDg the study of precious metals, stones, and feathers in the Aztec
~ now-lost empire from an economic viewpoint stressing their economic attributes
des items and functions in the broader cultural, social and political milieu. I will
first deal with notioos of wealth and relative value as they pertain to
luxuries in Aztec culture, then present the economic context of Aztec
, with its luxuries in their production, distribution and consumption phases.
)earI, and Finally, I will offer an integrative perspective on the complex life of
below the these exotic and treasured objects through application of a variety
: 27). of principIes.
!manner 137, 144). A ruler about to be installed into the highest office in the
lbility •..
virtue of land was addressed: " ... ye are precious, ye are bracelets, ye are
precious green stones, ye are precious turquoise, ye are that which is
294 FRANCES F. BERDAN ECONOMIC 1
cast, ye are that which is perforated" (ibid.: 57). Exalted rank itself They all point to the san
was symbolized by the regalía of high office - ... the peaked hat, the as a standard, and regar!
turquoise, diadem,' and the earplug, the lip plug, the head band, which rulers, unborn b
the arm band, the band for the calf of the leg, the neklace, the precious be judged.
feather" (ibid.: 44).8 Grand pronouncements, words of wisdom, from
persons of esteemed status were likened to "a precious green stone, THE ECO
a precious turquoise" (ibid.: 248). When such words were spoken, it
was said that "that which is much like precious green stones hath What, then, was the
been spread ... " (ibid.: 249). And the receiver of these pronounce and the treasured iteros
ments or admonitions was advised to "Grasp the discourse, the very cured and manufactured:
broad, the deep green, like a precious feather" (ibid.: 252). hands, and what rules s
Songs themselves were similarly graced in Nahuatl poetry:
The shimmering quetzal feather especially carried with it notions An Indian could lea'li
of spedal value; the word quetzalli was frequently used as an adjective {of the gold] by mid(
to signify "precious", even in combination with other treasured items. thick as a finger. 11
Take the case of quetzalchalchiuitl ("precious stone of blue or green bottom of the water
color"; Molina, 1970: 89).9 Quetzalli and cozcatl (necklace, usually searched for the gr.a
1920: 14).10
of precious stones or stones and gold combined) can both take an
adjectival form, as in quetzalteuh or cozcateuh iPan nimitzmati ("for
The emperor Moctezu
the parent to have great love for his child"), a metaphor found in
that " ... they collected
Molina's sixteenth century dictionary (1970: 89).
and that when the e"
The list of cultural usages of these precious items, from metaphors
mained" (Díaz del Cast
to poetry to the serlous huehuetlatolli (admonitions) is long and varied.
for obtaining gold; apI
7 The turquoise diadem (xiuhuitzolli) was the symbol of nohle status; it is even
As such, the techniqt
found as a glyphie ideograph symbolizing tecutli, noble, in the placename Tecmilcc intensive activity, requir
(in Chaleo province; Matricula de Tributos, 1980: lámina XXI). Probably the thom
8 A similar list appears on page 57 of the Florentine Codex, Book 6, although
it omits the necklace and the precious feathers. acquisition of gold wa
ti According to Sahagún (1950-1982, Book 11: 223), this stone is so named
"because its appearance is like the quetzal feather, so green, so herb-green is it. 10 Original Spanish ver
And its body is a dense as the green stone". Reference cited is on page :
ECONOMIC DIMENSIONS OF THE AZTEC STATE 295
rank itself They all point to the same conclusion: these items were highly valued,
d hat, the as a standard, and regarded as the most precious in the realm against
ea<J band, which rulers, unborn babies, and even "pearls of wisdom" might
e precious be judged.
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12 It is somewhat more likely that 9~lan, rather than Zacatula, was the actual
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298 FRANCES F. BERDAN
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Copper appears on the tribute lists in the form ofaxes and bells ..,/
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appears to have been both obtained and fashioned in the imperial
provinces. .. or even beyond the imperial borders. The province of
Tepequacuilco, which provided the copper axes, lay flush with the
Tarascan frontier, where copper was widely manufactured and used.
Indeed one Tepequacuilco community offering copper as a tributary
"gift" to Moctezuma lay close to the Tarascan borden (PNE, 6: 149;
Barlow, 1949: map). The little copper bells were provided from the
Mixtec zone; the copper may have been obtained locally or perhaps
from realms to the south. Pendergast (1962: 533) shows heavy con
centrations of copper artifacts in west Mexico, the Mixtec-Zapotec
zone, and in western Guatemala.14 Interestingly, peoples called Tepuz
tecas ("people from a place of abundant copper") inhabited parts oí
northeastern Cihuatlan and southwestern Tepequacuilco (Barlow, 1949:
1\1, Also, Quauxilotitlan in Coyolapan province supposedly gave Httle copper
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from the imperial capitals). While these provinces lie well within im
perial borders, it is not at all clear if the turquoise was locally available
to the provinces, or whether it may have been imported, especially
from the north (Weigand, 1978, 1980). If it were imported, and
supplies somewhat unpredictable, this may explain why "the Aztecs
also .made use of older turquoise artifacts refitted as mosaic blanks"
(Weigand, 1978: 107). Nonetheless, imperial sources of turquoise in
the two tributary provinces are at this time vague, although Sahagún
(in Noguera, 1971: 259) mentions Toltec turquoise mines in central
Mexico and sources in Chiapas and Guatemala. This would be only
somewhat consistent with the distribution of tribute demands.
Sorne of the other highly-desirable stones carne from localized
sources. Opals were found in Totonacapan, in the northeastern part
of the empire (Sahagún, 1950-1982, Book 11: 222, 230), and amber
was available in Chiapas, beyond direct Aztec contropli The lapi
..... , daries were faced with other problems of "resource acquisition": not
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, only the stones, but sorne of the materials used in polishing the stones
were available only in distant places. For example, bloodstone was
polished with water and a very hard stone which carne from Matla
tzinco (ibid., Book 9: 81), in the realm of Toluca to the west of the
Valley of Mexico (Barlow, 1949: 28). Sorne necessary abrasives were
only tenuously available to the artisans, and in one case a distant con
quest was undertaken under Moctezuma Xocoyotzin (1502-1520):
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ECONOMIC DI!!1
306 FRANCES F. BERDAN
Illle degree obtained their raw materials from either the marketplaces, where
uzed Ín a feathers were always sold, or directly from the long-distant mer
l>e -they chants, their close associates. In tum, these artisans sold their creations
ir separate in the colorful marketplaces (Berdan, 1982a: 28).
., internal
, eommit Information on the metalsmiths and lapidaries is less detailed. Aztec
nd spedal goldsmiths were classed into two groups according to their mastery
of the craft: smiths (who only beat and polished the gold) and
~ feather
finishers (master craftsmen). Sahagñn (1950-1982, Book 9: 69) indi
:t8 of the cates that these two groups were quite separate: " ... for their tasks
loleo they were of two kinds, so that they deliberated separately". It is difficult
In (hence to surmise if these groups were arranged in stages where the gold
~triets in hammerers were neophytes and the finishers were the experienced
as welI. masters; or if they were two rather exclusive groups, trained for
¡te school quite different tasks. Like the featherworkers, they would offer a human
with high sacrifice to their patron deity, educate their children in the art, and
~rise, and
apparently control the ranking of their members. Also like the feather
workers, some metalsmiths were employed at the palace and enjoyed
sed from
the abundant stores of the state treasure. They were strongly associated
, craft.
Ute
with the city of Azcapotzalco, just to the west of Tenochtitlan.
~ events
fStem of Aztee lapidaries used jadeite, turquoise, amber, opals and other
lbility to fine stones to fashion lip-plugs, ear plugs, neeklaces and bracelets for
. religious nobles and gods. They also created intrieate mosaies and the ruler's
bey were stone-encrusted armaments. 19 While Httle is known of their internal
rea, their organizatíon, it is likely that they shared the same basic features of
:rworkers guild organization en joyed by their fellow artisan groups: exclusive
residence, participatíon in collective religious events in honor of their
four patron deities (especially in Xochími1co), education of their chil
fhose in dren, and internal ranking ultimately based on skill and wealth. They
eated his also must have carried some political dout, as evidenced by the con
adorned quests made on their behalf (see above).
aIls had While these urban guilds present a very c1osed, even formidable
he state appearance, there must have been considerable interaction and coopera
ítities of tion among their members -so many of the finished products, either
I:elihood, documented or extant, would have required the skills of more than
:>r these one craft. A magnificent headdress attributed to Moctezuma combines
lds and gold and featherwork. Among the inventories of treasures sent to
st have Europe shortly after the Spanish conquest were "Two white snail
shells with greenstones tied with gold thread", "A collar of small melons
distncts.
normal1y consisting of thirty-two pie ces of greenstone, made so that they seem
ion (see
19 Good descnptions are in Saville (1920) and Noguera (1971).
ECONOMII
308 FRANCES F. BERDAN
to issue from the flower, the flowers and stalks being of gold", "A face the empire's 90 year :
of gold with the features of stone mosaic", and "A little duck of control areas oC luxury
gold coming out of a stone" (Sa ville, 1920: 71, 82). Indeed, the of sumptuous goods i
prolific sixteenth-century Franciscan friar, Bernardino de Sahagún, ereased rapidly as thl
relates that the gold workers did call upon the featherworkers, especially abundant supplies oC e
in designing works that combined goId and feathers -his statement -through ostentatious
suggests that the featherworkers enjoyed a higher rank than the gold Tab1e 1 summarize
smiths: subject to Aztee eontl
semi-worked materials,
The goldworkers join with (and) are instructed by the feather workers Raw materials were e!
who cut all manner of feather work which may come their way skins, and perhaps tb
(Sahagún, 1950-1982, Book 9: 76). items may have arrive
tablets which were UI
OveraIl, the production of precious ornate objects in Aztec society Surprisingly, a considc
appears to have been c10sely tied to highly specialized groups. Yet the in manufactured forn
members of these groups were not the major consumers of the trea crystal labrets (lip plll
sures. Through what channels did these materials and objects move to shield, headband, dia
finaIly rest on the exalted head of a noble or around the sacred neck feather headpieces (tlt
of an idol? costumes.21
What is the geogn
were demanded gener
Distribution del Castillo described
whieh was described a
In stratified Aztec sodety, the nobility were the major market for seem that the gold tn
the products of the luxury artisans. As has been seen, the highest ders, although Moete2
ranking personages were adorned in the most glamorous attire and variety of fashioned
accoutrements. Many of the raw materials for these products came Tochtepec suggest we1l
from distant lands, beyond the Valley of Mexico, through three major organization in that 'P
avenues, tribute, foreign trade, and market exchange. of silver as a tribute
the urban artisans. Jac
their native habitats .
Tribute er, the jadeite does E
By 1519, tribute was exacted by the Aztec Triple Alliance powers 20 Polygyny was a PI(
from at least thirty-eight conquered provinces. It was typycalIy paid among commoners. This. ~
on an annual, semi-annual or quarterly basis, and inc1uded foodstuffs, of noble progeny, reqUlnl
them in a style to which ti
building materials, clothing, warriors' costumes, and a wide array of pilli, ruler of Texcoco r
exotic goods. Luxuries were predominately acquired from the most considered legitimate, alth
distant, and most recently conquered areas. This was no accidento rights and wea1th.
21 While this article e
Materials such as jade, copper, gold and precious Ceathers were only ítems were abo in the A
found naturaIly at some distance from the Valley of Mexico. These cacao (an elite beverage ;
regions were, Cor the most part, conquered during the latter haH of embellished garments (see
ECONOMIC DIMENSIONS OF THE AZTEC STATE 309
, "A face the empire's 90 year history. Coincident with the empire's ability to
duck of control areas of luxury-good production was an increase in the demand
deed, the of sumptuous goods in the urban setting. Numerically, the elite in
Sahagún, creased rapidly as the empire matured,20 and they required rather
especially abundant supplies of exotic adornments for verification of their status
rtatement -through ostentatious display.
the gold- Table 1 summarizes the tribute in luxuries delivered from provinces
subject to Aztec control. Many of these are in the form of raw or
semÍ-worked materiaIs, probably to be enhanced by palace craftsmen.
r workers Raw materials were especially in the form of gold dust, feathers, bird
heir way skins, and perhaps the bowIs or packets of turquoise. Sorne tribute
items may have arrived partially-worked, like the gold disks and gold
tablets which were undoubtedly hammered, but not yet embellished.
e society
Surprisingly, a considerable quantity of luxury tribute was presented
Yet the
in manufactured form -strings of jadeite or turquoise; amber or
the trea
crystal labrets (lip plugs) mounted in gold; copper axes and belIs; a
move to
shield, headband, diadem, beads and bells- all of gold; elegant
red neck feather headpieces (tlapiloni); and a multitude of feathered warriors'
costumes.'21
What is the geography of this tribute? Metals, gold (and copper),
were demanded generally from areas which Cortés and Bernal Díaz
del Castillo described as "gold-producing areas" -this includes one
lrket for which was described as beyond the domain of Aztec rule. Yet it does
highest seem that the gold traffic could penetrate these political-military bor
tire and ders, although Moctezuma's ambassadors dared not. The quality and
ts came variety of fashioned gold objects demanded from the province of
e major Tochtepec suggest well-developed metalworking skills and strong artisan
organization in that province. Curious, however, is the complete lack
of silver as a tribute item. 1t must have followed other avenues to
the urban artisans. Jadeite and turquoise present other difficulties, since
their native habitats have not been concIusively established. Howev
er, the jadeite does seem to have been given by provinces tbat re
powers
20 Polygyny was a prerogative of the nobility; it was apparently not permitted
Iy paid among commoners. This rule tended to produce a somewhat disproportionate number
Idstuffs, of noble progeny, requiring a continuous supply of sumptuary goods to maintain
rray of them in a style to which they had become accustomed. By way of example, Nezahual
pilli, ruler of Texcoco (1472-1'515), fathered 144 childrenj eleven of these were
e mast considered legitimate, aIthough the remaining 133 offspring were granted substantial
:cident. rights and wealth.
re only 2l While this article concentrates on precious metals, stones and feathers, other
items were also in the Aztec luxury category. These included jaguar skins, shells,
These cacao (an elite beverage as well as a form of money), and a variety of beautifully
half of embeIlished garments (see Anawalt, 1981).
ECONOMII
310 FRANCES F. BERDAN
TABLE 1.
TABLE 1
string of
METALS
stones
Gold dust 20 bowls annually Tlapan mosaic d
dust 20 bowls annually Cohuaxtlahuacan
dust 20 bowls annualIy Tlachquiauco Amber labrets, n:
tablets 10 annually Tlapan in gold
round disks 40 annually Yoaltepec labrets, n:
round disks 20 annually Coyolapan ingold
shield 1 annuaUy Tochtepec labrets, n:
headband 1 annually Tochtepec ingold
diadem 1 annually Tochtepec
beads 1 string annually Tochtepec Crystal labrets, ir
beads & bells 1 string annual1y Tochtepec smalta
setting
Copper axes 100 annually Tepecuacuilco labrets, iI:
axes 80 semi-annually Quiauhteopan smalta
belIs 40* semi-annually Quiauhteopan setting
STONES
FEATHERS ****
Jadeite round & 5 strings annually Tepecuacuilco feathers
Quetzal
oblong stones feathers
round & 2 strings annually Cohuaxtlahuacan feathers
oblong stones feathers
round& 1 string annually Cuetlaxtlan
feathers
oblong stones
round & 4 strÍngs annually Tochtepec Lovely cotinga feathers
oblong stones feathers
round & 2 strings semi-annualIy Xoconochco skins
oblong stones
round & 2 strings annually Tochpan Mexican trogon feathers
oblong stones feathers
round stones 3 strings annually Tochtepec feathers
large beads 3 annually Tochtepec (green
Turquoise stones ** 1 small pan annually Quiauhteopan yeUow
The items, quantities and frequencies are derived froro the tribute section
22 Roseate feathers
of the Codex Mendoza (mainly because of provinces included on that tally that are Spoonbill
not included in the Matricula de Tributos). While the Codex Mendoza cites annual feathers
and semi-annual period5 of tribute collection for luxury goods, the Matricula de
Tributos most frequently claims that 5uch tribute was rendered "every eighty days",
or quarterly. If these latter periods of collection are accepted, then a substantially *** Clark (1938, v
greater tribute results. packets, rather than one,
* These are on a string; it is not clear ir the tribute demanded is 40 bells **** In the Codex ~
or 40 strings of four bells each. fuls. In the Matrícula de
** It is not c1ear if these have been worked in any way. that these numbers refer
ECONOMIC DIMENSIONS OF THE AZTEC STATE 311
conduít for goods moving from provinces (and extra-provincial regions) for these birds: the quetzal b
acorns of the oak trees. And
to the imperial capitals. here to eat the fruit of the b
ECONOMIC DIMENSIONS OF THE AZTEC STATE 313
Foreign TraJe
~vince
~
Ethnohistoric sources tell tales of Aztec merchants traveling on
perilous joumeys to distant lands. These professional merchants (poch
teca) served the Aztec state by trading for the emperor (or state) in
territories beyond the emperor's political and military control, and by
serving as spies for the state. In one specific example (Sahagún, 1950
b.mh=m 1982, Book 9: 7-8, 17-19), the Tenochtitlan pochteca were entrusted
~tlan
,
with 1,600 large white cotton cloaks 23 which they divided equally with
the pochteca of their neighboring city Tlatelolco. AH these merchants
I then traded the cloaks for finely decorated clothing which they carried
~Ian to the Gulf coast port of trade districts (see Map 6). They re
tumed with precious feathers (or quetzal, cotinga, red spoonbill, blue
~co honeycreeper, yellow parrot, trogonorus, and unspecified green birds),
jadeite (sorne cut), turquoise mosaic shields, many kinds of shells,
~~:co tortoise-shell cups, and skins of wild animals. In this exchange the
~OchCO
pochteca seem to be operating as diplomatic ambassadors -but on
these same occasions they also energetically traded their own private
r
~tlan wares. They carried omate gold accoutrements (such as necklaces,
forehead rosettes and ear plugs) and rock crystal ear plugs for the
coastal nobility, and wares such as obsidian ear plugs, copper ear
I plugs, rabbit fur, and cochineal for the commoners (ibid.: 8, 17-18).
The Mexican merchants are recorded as retuming with cacao (Ber
dan, 1978: 192), although they probably traded for other valuable
items as well.
In their role as spies, they penetrated many unfriendly, actually
dangerous, districts, often disguising themselves to avoid detection. To
Tzinacantlan ( Chiapas), for example, the disguised merchants took
their personal inventories of "obsidian blades with leather handles,
obsidian points, needles [copperJ, shells, cochineal, alum, red ochre
(and) strands of rabbit fur not yet spun into thread" (Sahagún, 1950
1982, Book 9: 22). They exchanged these for amber; feathers of the
quetzal, catinga, and blue honeycreeper; and supposedly wild animal
skins (ibid.: 21-22).24
Aztec merchants also apparently traveled to the Vera Paz regíon
of Guatemala to purchase great quantities of quetzal feathers, especialIy
23 These are called quachtli> and are frequentIy mentioned as a form of money
in the sources.
24 This area of Chiapas offered a very hospitabIe and attractive environment
for these birds: the quetzal birds "carne down when spring set in and here ate the
acorns of the oak trees. And the bIue cotingas (and) the blue honeycreepers came
here to eat the froit of the bIack fig tree" (Sahagún, 1950-1982, Book, 9:21).
ECONOMIC DI!
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of many kinds, fine stonell
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c. o....
o
fI)
in terms of luxuries, the"J
O ::E .5 c..
D.. and copper adornments ou
~ o prises, and fine clothing a
~
~
M arketplace Exchange
to adorn their idoIs (McBryde, 1945: 72). Indeed, unless the Vera
Paz had other outlets for its feather production, it needed this long
distance trading activity. Perhaps as many as 10,000 feathers were
procured annually from this regíon alone, and the stately birds ranged
from Oaxaca through Guatemala (at least). Yet, according to the
extant tribute tallies, only 3280 were demanded annually in tribute
by the Aztec powers.25 There must have been a considerable volume
of prívate trade in this prized commodity. Profit and convenience
surely highlighted the close relationships enjoyed between the pochteca
and the professional featherworkers.
The long-distance merchants, carrying state goods and their own
private wares for sale in distant regions, moved considerable quanti
ties of luxuries (in unworked or semi-worked condition) from out
lying areas to the Valley of Mexico centers -especially prized feathers
of many kinds, fine stones, cacao and the skins of wild animals. Also
in terms of luxuries, they seem to have carried manufactured gold
and copper adornments out of the empire as part of their prívate enter
prises, and fine clothing as the emperor's property.
M arketplace Exchange
232). He also adds "chocolate merchants with their chocolate"; tanned in the lists of tribute an<
and untanned skins of wild animals; axes of bronze (?), copper and by the awed conquistal
tin; and gold dust (ibid.). Conceming the latter, Díaz says place. That grand mark,
feathers and copper gOO(
We saw many more merehants who, so 1 was told, brought gold to Provincial marketpla(
seU in grains, just as they extraet it from the mines. The gold is but sorne carried exotic
plaeed in the thin quills of the large geese of the eountry, whieh are gold, silver and other n
so white as to be transparento They used to reekon their aceounts with clothing and animal sm
one another by the length and thiekness of these little quills ...
(ibid.: 233-234).
1964: 102-105). Tepea
availability of these valu
The Anonymous Conqueror contributes the detail that next to the gold and was a "condition (
sellers were those who sold various kinds of stones mounted in gold, other large and small
resulting in images of birds and animals (1971: 392). This observant Berdan, 1980).
conquistador adds that on another side of the great marketplace were
beads and mirrors; on yet another were sold feathers of a multitude Consumption.
of colors for embellishing "clothing that they use in war and celebra
tions". Farther on skilled workers fashioned utilitarian stones (certainly The ultimate COnSUIll'
obsidian) into shapes appropriate for weaponry (ibid.: 392-393). the gods, and the elite
It seems that luxury and utilitarian stones were classed quite se accumulated in urban l
parately, sine e each type of merchandise was sold in its own area of wealth of the empire.
the marketplace. This apparently was also the case with feathers: feathered wamors' COStl
dealers in precious feathers were grouped closely with fine stone sellers special ceremonies. Othe
and gold dealers; sellers of more ordinary feathers (such as duck and covered by Cortés' men i
turkey) were located near sellers of herbs and dyes. This latter feather wealth -partial1y state
dealer also processed the feathers for sale they were carefully spun The idols of the nn
into a fine thread (Sahagún, 1950-1982, Book 10: 61, 92). It is and gems. Díaz del Casti
possible that fine stones (jadeite, turquoise, jet, opals and pearls) pochtli 29 as having
were also sold separately from necklaces fashioned from obsidian, rock
crystal, amethyst, amber, mirror-stone, and gold (ibid.: 60, 86-87). a very broad face am
Cast gold omaments -neckIaces shaped like shields or shrimp, and his body was covered
bracelels-- were quite separate from copper items such as bells, axes, with seed pearls stucl
needles, awls and fish hooks (ibid.: 61, 87). The accounts seem to by great snakes made
he held a bow and in
support a "hierarchy of trade value" mirrored in the physical arrange round his neck sorne
ment of the urban marketplace. Indians, the fonner n
At the great Tlatelo1co marketplace certainly every luxury was precious blue stones.
available, probably in almost any form -although unpolished stones,
fine jadeite and turquoise strung as neckIaces, stone mosaies, un In addition, religious e
embellished hammered gold, and finished feather garments are not recent Templo Mayor
specifically mentioned (see below).27 On the other hand, silver, absent
28 AxayacatI was Mocte2
This does not necessarily mean that they were not avaiJable. Díaz, for one,
27 palace was nonetheless mainl
does not describe the gold and silver he observed. 29 Patron god of the MeJ
ECONOMIC DIMENSIONS OF THE AZTEC STATE 317
ate"; tanned in the lists of tribute and professional merchant activity, was reported
COpper and by the awed conquistadores as present in the Tlatelolco market
!tys
place. That grand marketplace also offered a wider range of stones,
feathers and copper goods than is found in the tribute tallies.
~ght goId to
The gold is Provincial marketpIaces would have been less varied and opuIent,
r, which are but sorne carried exotic items. In provincial Tepeacac, for example,
~COunts with goId, silver and other metals; jewels and stones; feather work; fine
le quilIs ... clothing and animal skins were availabIe in the marketpIace (Durán,
1964: 102-105). Tepeacac gave none of these in tribute, but the
availability of these valuables followed on the heels of Aztec conquest
to the gold and was a "condition of peace". Precious goods circulated through
:d in gold, other large and small provincial marketplaces with regularity (see
lobservant Berdan, 1980).
place were
multitude
Id celebra Consumption
(certainly The ultimate consumers of valuable and exotic goods were the state,
393).
the gods, and the elite of Aztec society. State-owned treasures were
quite se accumulated in urban storehouses, and symbolized the accumulated
n area of wealth of the empire. Many of these stores, such as resplendent
feathers: feathered warriors' costumes, were presented to valiant warriors at
)ne sellers
special ceremonies. Other caches, such as the glittering treasure dis
duck and covered by Cortés' men in Axayacatl's palace,28 were a form of dynastic
el' feather
wea1tb -partiaJ1y state property, partiaJ1y personal property.
WIy spun The idoIs of the numerous Aztec gods were bedecked with gold
~). It is and gems. Díaz del Castillo (1956: 219) describes the ido! of Huitzilo
• pearls) pochtli 29 as having
~an, rock
i 86·87). a very broad face and monstrous and terrible eyes, and the whole of
mp, and his body was covered with precious stones, and gold and pearls, and
~, axes, with seed pearls stuck on with a paste... and the body was girdled
'seem to by great snakes rnade of gold and precious stones, and in one hand
larrange- he held a bow and in the other sorne arrows. .. [Huitzilopocht1i] had
round his neck sorne Indians' faces and other things like hearts of
Indians, the former made of gold and the latter of silver, with rnany
precious blue stones.
bjects, though Perhaps most surprising is the relatively small role tribute seems
1981: 9). to have played in moving luxuries. Only four kinds of fine stones were
prerogative oi given in tribute, but sorne dozen others were worked by the urban
11 clothing; 30 lapidaries. From the inventories of conquest-period treasures, the tri
rs, ear plugs, bute rolls document only a fraction of gold objects, and silver does
! carrying the not even appear. The quetzal feathers supplied to the empire annually
~nsive adorn were scarcely sufficient to handle the demands of the nobility, and
could possess sorne important feathers were not given in tribute. Interestingly, long
:f luxuries in distance trade and marketplace exchange provided major networks for
essional mer moving these treasured materials and objects into (and out of) the
lers, handled major urban centers. rhis is a small surprise, since the luxuries sa
could dress tisfied essentially polítical, religious and elite needs.
From an economic standpoint, however, this may not be so per
plexing. In the amassing of luxuries, there was no necessary one-to
one correspondence between production and tribute. The procurement
of exotic materials required litde investment in technology and labor
organization. A1though there is no condusive evidence, these procure
~ funneled ment activities appear to have been individual, rather than collective,
mplex and activities. As such, the Aztec state was probably not directIy involved
in the procurement of these materials. A given individual, a provincial
the centers commoner, might have had sorne small opportunity to acquire bits of
ts to trade exotic materials by panning for gold, digging for stones, or defeathering
a colorful bird. These small lots could be readi1y traded to merchants
es! an em or others in marketplaces for products more immediately consumable
on manu by the commoner. Since the eommoner could not publically display
in grains, these treasures, they were of greatest use to him in their exchange
tems sllch vaIue for goods and products he eouId use. CertainIy the tribute system
sorne tur served as a stimulus for the procurement and trade of precious metals,
l~ strung; stones and ieathers. But, given the documented and proposed styles
llmproved of production, it seems reasonable that they often would have entered
lntities oi the distribution networks through market-places and trade, perhaps
I by pro changing hands frequently before reaching an interested and appro
lÍty. This priate noble consumero
r "proper
lideration
wearer's REFERENCES CITED
ANAWALT, Patricia
decorated 1981 Indian Clothing Befare Cortés, Norman, University of Okla
homa Press.
!arel and
nism not Anonymous Conqueror
1971 Relación de algunas cosas de la Nueva España y de la Gran
21
320 FRANCES F. BERDAN ECONOMIC D'
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Mineria Zacatecas, Cuauhtémoc Esparza Sánchez, ed. Univer·
sidad Autónoma de Zacatecas.
~n Chiapas
~outes and
rrete, eds.,
:al Foun
Ildation.
?! Middle
esores de
4merican
scrito de
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lOma de
01 New
, transl.
School
tes and
Indian,
a con
ara la
Méxi-
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
PILAR MÁYNEZ
raleza y de distintos espacios cronológicos (siglos XVI, xvn y XVIII) Y dones y a quiénes va de!
son las pruebas que presentan las partes contendientes en el juicio. El escrito concluye ta
El primero de ellos aparece en las fojas 2 recto y 2 vuelto. El cas y léxicas propias de :
manuscrito se encuentra, en general, en buen estado, aunque presenta
pequeñas roturas en el margen derecho; es, al igual que los otros Auh ca san yxquich y r
yn huelneltias yn rucan
documentos que se estudian aquí, de papel de algodón hecho a mano
tzinco noalbaseas yhua
y mide 21 X 31 cms.; la letra es clara pero se advierten algunas
tachaduras en el folio 2 vuelto y exceso de entintado en algunos es A 10 largo del docum
pacios de ambas fojas. Fue escrito por Juan Nicolás en 169l. ticos que aluden a cargo
Le sigue su trasunto castellano en el folio 3 recto; también se tigos, albaceas); e inclw
encuentra en buen estado y el papel es de la misma clase que el de algunos prefijos nahu;
manuscrito náhuatl, mide lo mismo que aquél y presenta una letra Asimismo se encuentr
más nítida, aunque con algunas tachaduras. No se especifica el nom incorporaci6n del revem
bre del traductor. (Mariatzin, animatzin, y
Este documento es un testimonio fonnulado por Antonio de la
Cruz en el que se establece que su hennana, Diega Maria, deja a 5 S. L. Cline y Miguel LI
the Spanish model for testame
3 El testamento de Micaela María, madre de Simona, dice: " ••• declaro que so}' direct translations from Spal
Casada y Velada segun Orden de Nra sta, Me, IgR. con juan de buendia español, Holy Trinity or Jesus and th
y que dho matrimonio tuvimos y procreamos quatro hijos que son maria pascuala editor James Lockhart, UCL
Juan Pedro Simona de los sanctos juan Ramon. Ittem declaro que en dho Pueblo California, Los Angeles, 19M
(de San Miguel TocuiJa) tengo un pedazo de tierra detras de la yglecia se linda 06 Los testamentarios son
con las tierras de juan chacon ynmediato de ella con las tierras de Diego chacon ••• última voluntad", Real Acadl
estas son propias que erede de mis Padres y antecesores. fols. 1 recto y vuelto". drid, Espasa Calpe, 1984, t ..
El testamento de su tío abuelo, Antonio de la Cruz, es uno de los documentos que 7 Resulta interesante reVJ
se reproducen en este trabajo. de los textos juridicos y admiJ
4. Esta informaci6n está tomada del folio 6 recto del expediente. lengua española, Madrid, Ed
DOCUMENTOS DE TEZCOCO 327
testamentos su hija, Micaela María (madre de Simona de los Santos) un pedazo
10 que, por de tierra ubicado detrás de la iglesia de San Miguel.
del pueblo, El texto inicia con una serie de invocaciones religiosas propias de
te al común esta clase de documentos:
~ resuelve a Jesus M~ Y Joseph
o. Mamo sen quica ic teneuhtzinco yn itocatzin Dios tetatzin = yhuan
do aunque yn Dios ytlacopiltzin yhuantzin Dios Espiritu Santo yo san setzin huel
:antes; está nelli teotl Dios nÍcnonel toquitta. Ca yehuatzin onechmochihuili
Dr 3 folios
onechmoyocolilia catzinco yn itlaco yes.
~ el mapa
Aunque estos enunciados varían de un notario a otro, como se ha
precisar la podido constatar en otros testamentos, generalmente aparecen como
tIo "Mapa frases introductorias a los designios del testador.li
. Iglecia de Después de estas fonnas convencionales y de la identificación del
g¡a de los otorgante aparece la declaración de su última voluntad en dos cláusu
las: en la primera, se establece quiénes serán los testamentarios y, ji
lema natu en la segunda, se declara el bien que se otorga con todas sus especifica
y XVIII) Y ciones y a quiénes va destinado.
juicio. El escrito concluye también con una serie de fónnulas fraseológi
vuelto. El cas y léxicas propias de los textos jurídicos y administrativos."
e presenta
los otros Auh ca san yxquich y niean nictenehua yo sa huel tlatzacan notlatol =
o a mano yn huelneltias yn mean nictenehua ytech y nomemoria testam to yxpan
:t algunas tzinco noalbaseas yhuantzin testigos axcan ...
19unoses
Jl. A 10 largo del documento se introducen algunos préstamos lingüís
mbién se ticos que aluden a cargos públicos y a funciones legales (alcalde, tes
le que el tigos, albaceas); e incluso, en ocasiones, éstos aparecen acompañados
una letra de algunos prefijos nahuas (noalbaceas).
• el nom Asimismo se encuentran términos híbridos, expresados mediante la
incorporación del reverencial a nombres y pronombres del castellano
io de la (Mariatzin, animatzin, yotzin).
" deja a
5 S. L. Cline y Miguel Le6n-Portilla advierten que: "The format follows closely
the Spanish model for testaments, with standard Nahuatl invocations beíng essentially
1'0que soy
direct translations from Spanish formulas. Usually the invocation calls upon the
a español,
Holy Trinity or Jesus and the Virgin Mary", The Testaments 01 Culhuacan, Series
L pascuala
editor James Lockhart, UCLA Latin American Center Publications, University of
110 Pueblo California, Los Angeles, 1984, p. 6.
l se linda
ji Los testamentarios son "las personas encargadas por el testador de cumplir su
:bacon •••
última voluntad", Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Ma
r vuelto".
drid, Espasa Calpe, 1984, t. 11, p. 1304.
entos que
., Resulta interesante revisar sobre este aspecto la parte relativa a "El lenguaje
de los textos juridicos y administrativos", en el libro de Abad Nebot, et al., Curso de
lengua eSJN.ñolaJ Madrid, Ed. Alhambra, 1979, p. 269-290.
328 PILAR MÁYNEZ
El documento e.stá escrito en primera persona del singular, de a1ú Se encuentran, soh!
que predominen los prefijos sujeto y objeto ni y nech: ficas como quica por
El segundo docum(
nicchihua, niquitoa; onechmochihuili, onechmoyocolilia, Lockhart -como me
haber leído este trabaj
así como la fonoa pronominal no:
En ese artículo titula.
noyolia, nocihuahuatzin, noernlanantzin. presenta la paleografía
camiento preliminar a
Por lo que se refiere a la ortografía del texto se observa una falta tinuación.
de uniformidad en el empleo de las mayúsculas: Este documento al
Diego chacon, Ju de buendia, Miguel arcangel. del expediente. Se obs
las hojas que no pem
La separación de las palabras, en algunos casos, es caprichosa: vuelto, además, preseIl
yntlaonechmopolhui, caquimocahuililitiuh. hojas 8 recto y 9 rect<
adhesiva; mide 21 X :
Predomina la y como inicial de palabra: enmiendas; fue escrito
Le sigue su trasun1
yxquich, yntla, ynic, ytech, yhuan. 11 recto; se encuentr,
La f se emplea en lugar de la z antes de las vocales a y o: cano; mide lo mismo (
por J oseph Ruiz MOfl
ticon~ahuilisq, tl~o. El manuscrito es u
como prueba de que
Prevalece la fonoa li en los sufijos de algunos sustantivos: son del "común"; en
yoli, tonali. pueblo de San Migue
El texto inicia con
En ocasiones, aparece el signo n sobre alguna vocal sustituyendo para que le permita iI
a la consonante n: tras se resuelve su case
yni.
"Ana vivía en las tieI
de el Pueblo a pedir
La s se usa por e como inicial de palabra:
Juan Miguel acced
nes deciden otorgarle
sen, sihuahuatzin.
pueblo; ahora bien,
Se emplea la tt en antropónimos procedentes del castellano:
tamaño del mismo, só
nica cuix nrn;o nepa e
Anttonio.
.
C;lhuat 1 ma Olca...
. "
Esta imprecisión e
También se observa la alternancia de algunas fonoas:
a Ana dificulta, siglc
yuqui, iuhqui; Diega M''', Diega Mariatzin.
que se litiga; de ahí
al documento que PI
Asimismo aparecen una serie de abreviaturas:
8 En Derecho instruI
~ar, de ahí Se encuentran, sobre todo al inicio del texto, algunas erratas grá.
ficas como quica por qui~a, tlaco por tla~o.
El segundo documento en náhuatl fue dado a conocer por James
Lockhart -como me lo hizo saber Miguel León-Portilla después de
haber leído este trabajo-- en el volumen vm de la revista Tlalocan.
En ese artículo titulado "Y la Ana lloró" el destacado historiador
presenta la paleografía y traducción del manuscrito, así como un acer
. una falta camiento preliminar al texto, que difiere del que se ofrece a con
tinuación.
Este documento aparece en las fojas 8 recto, 8 vuelto y 9 recto
del expediente. Se observan en él dos pequeñas faltantes enmedio de
las hojas que no permiten seguir la lectura con facilidad. El folio 8
chosa:
vuelto, además, presenta roturas de polilla en la parte inferior. Las
hojas 8 recto y 9 recto tienen, a lo largo del margen izquierdo, cinta
adhesiva; mide 21 X 31 crus., la letra es menuda y sin tachaduras o
enmiendas; fue escrito por Juan Bautista en 1583.
Le sigue su trasunto castellano en los folios 10 recto, 10 vuelto y
11 recto; se encuentra en mejor estado que el documento en mexi
Q: cano; mide lo mismo que aquél y la letra es más nítida; fue traducido
por Joseph Ruiz Moreno en 1757.
El manuscrito es un instrumento 8 presentado por Pascual Antonio
os: como prueba de que las tierras que demanda Simona de los Santos
son del "común"; en él Ana solicita una repartición de tierras en el
pueblo de San Miguel Tocuila, Tezcoco.
tituyendo El texto inicia con la petición de Ana a su hermano, Juan Miguel,
para que le permita instalarse en su casa junto con su familia, mien
tras se resuelve su caso, ya que según se advierte en el folio 20 recto,
"Ana vivía en las tierras anegadas y por estarlo se fue a lo interior
de el Pueblo a pedir vivienda en casa de su hermano ... "
Juan Miguel accede a esta petición y convoca a los tecuhtin quie
nes deciden otorgarle a su hermana un pequeño terreno en el citado
pueblo; ahora bien, el documento no especifica ni el lugar ni el
no: tamaño del mismo, sólo indica que los tecuhtin dijeron a Ana: "cuix
nica cuix nO\o nepa ca pa ticmonequilti ma xicmitalhui nima no quito
~ihuatl ma nica ... "
Esta imprecisión en los límites de la propiedad que le es otorgada
a Ana dificulta, siglos después, la determinación exacta del terreno
que se litiga; de ahí que, Simona de los Santos advierta, refiriéndose
al documento que presenta el fiscal:
" ... nima no quito yn ananzin ma ximocalaquica nima nicocalacola· mo-carochazin, bar
cohuac onitlaliloc nima no quimitalhui yn ananzin ... "
Thelma Sullivan
Según Pelayo H. Fernández "la reiteración de las palabras es transformar los SOnil
síntoma de interés, emoción o énfasis, atrae la atención y hace más náhuatl, en el sonidc
intenso el significado" .10 Esto ocurría sobre te
Por lo que se refiere a la ortografía del texto, se observa una 1
ry,oyu ".
1.;1
.
irregularidad en el empleo de mayúsculas tanto en nombres de per . Asimismo, y al 19l
sonas como de lugares: aparecen algunas abt
La separación de las palabras resulta, en algunos casos, capn· Este escrito prese
chosa: poración de un morJ
vocablo castellano:
On qui mi tal hui, mo palzinco, a mech mopialzin.
carochazin.
Predomina la y en el inicio y enmedio de las palabras:
En este texto se ene
yn, yc niteyxtin. algunas personas gt
grafemas; así, las t
9 Graciela Reyes, Polifonía textual, la citación en el relato literario, Madrid, Ed.
Gredos, 1984, p. 78 [Estudios y Ensayos, 340].
11 Thehna Sullivan,
10 Pelayo H. Fernández, Estilística, estilo, figuras estilístioas, tropos, Madrid,
Ed. José Porrúa Turanzas, 1973, p. 40. grafía, traducci6n y no!'
DOCUMENTOS DE TEZCOCO 331
otras tierras
La ~ se usa en lugar de la z antes de las vocales a, e yo:
te, porque es
e la Laguna, c;a, ncx;o, tla~o, ~e.
as inmediatas
ue poseen los Ocasionalmente la h antecede a la o:
'go; cOmo 10
diziendo a hotinechmonelili, honitlacuilo
le den para
S" Miguel. Asimismo, aunque no regularmente, se indica el saltillo en la
negación ahmo.
Se emplea la q en lugar de la e enmedio de las palabras:
~ favorecidos
chiquase, oniquac.
~ la reparti
¡ que presen- Aparece s por e en el inicio y enmedio del vocablo:
IgO entre los se, chiquase.
~ sus varias
El reverencial, muy usado en este escrito, se indica con la forma
zin en vez de tzin.
, de tiempo
~ato: .
En el texto también se observa un cambio en algunos sonidos
propios del español corno g por k, y, 1 por r:
nicocalacola mo-carochazin, bartezalzin.
Thelma Sullivan advierte que "los escribanos indígenas. solían
palabras es
transformar los sonidos propios del castellano, pero inexistentes en
y hace más
náhuatl, en el sonido equivalente más próximo en su propia lengua.
Esto ocurría sobre todo con los sonidos d y t, b Y p, g y k, f y p,
)bserva una
r y 1, o Y U".ll
)reS de per
Asimismo, y al igual que los documentos que le anteceden y siguen,
aparecen algunas abreviaturas:
Jua, Sa, Ato.
asos, capri Este escrito presenta también términos híbridos, es decir, la incor
poración de un morfema náhuatl, generalmente un reverencial, a un
vocablo castellano: .
carochazin.
1:
En este texto se encuentran varias erratas tanto en la designación de
algunas personas gramaticales como en el empleo de determinados
Madrid, Ed. grafemas; así, las terceras personas del singular y del plural se ex
~os, Madrid, 11 Thelma Sullivan, Documentos tlaxcaltecas del siglo XVI, Introducci6n, paleo
grafia, traducci6n y notas, México, UNAM, 1987, p. 27.
332 PILAR MÁYNEZ
El manuscrito COI
presan en este manuscrito mediante el prefijo sujeto ni: maZtn, nico
pueblo de San Migu<
calac, respectivamente, y algunos prefijos de posesión referentes a la Resulta important
primera persona del plural se manifiestan con las partículas no y mo:
textos; al igual que
notatzin y motatzin por "nuestro padre". estilo personal en fa,
Asimismo, aparecen algunos grafemas equivocados como xocona que circunscriben el lt
por xicana, maco que por macaque, fe por ce, ne ma o ninma por "Estas fórmulas )
niman, tecauhzin por teicautzin y ticmelehuilia por ticmolehuilia, entre
y la autorid~~ de .qu
El tercer documento en mexicano aparece en la foja 14 recto del a las disposiciones leg
y roturas de polilla en las partes superior e inferior. Mide 15 X 21 cms., Por lo que se refi<
la letra es clara y sin tachaduras; fue escrito por Juan Salvador en de uniformidad en el
el año 1722.
Le sigue su trasunto castellano en el folio 15 recto que se conserva Sa Miguel thueuill:
en mejor estado; tiene el mismo tamaño que el texto náhuatl y una
letra más nítida; la traducción fue realizada por Joseph Ruiz Mo Predomina la y Ct
, yo preferí
ñalar tanto
testigo Dn diego migel Regidor
Irratas grá
tor pudiera escrivano Dn, Ju nicolas
1'lIi6n espa. Nican ypan altepetl
'Sl'afias, 2]. san miguel tocuilan
nocnMEri
336 PILAR MÁVNEZ
Yo hago mi te5tame~to. Me
Juana Antonia. Soy vecmo del
TRASUNTO DEL PRIMER DOCUMENTO digo 10 siguiente: 'nf' 'u
C uan d o Dios , con su '1
1 1Ul'
y no nanllczm y xihuazin ytla quemania ytla yc tlamahuizpoloz ca tel axcan ipa ce ilhuitl
ocan amezticate ca ahmo maczinco nicahua yn oquic aquimopialia yn yei 1583 anoz nehua'
ibarazin y Rein ninman oquimitalhui y Jua migelzin quimolhuili y niten·
eazin yn anazin notecauhzinne Cuix niquixpehualtiz yn otezin ytla quali Jua bauhtizta
yc mehuititaz ca huelipa hotobre ye ce pohuali tlapohua meztli yn amaxocotitla nica
iquac y nica no mezticatca ca huel ce meztli yn oquimochihuilique niman Do Jua Migel 1
oquimitalhui yn anazin macamo huel cenca miac netequipacholi timizto· Do Jua francÍzcc
maquilica ma n~o tepizin tictehuica y tla(;otlalzin y totla¡;otazin y santo Do jua migel
sa migel cahoaca ticqueyazque <,¡e tetl calzintli ytla ontemoc yn azintli pelaxtitla
ytla ohuac ca titemotazque niman oquimitalhui yteixtzin mac niquinolhui
y Jua francizcozin niman yc Juan migelzin y pelaxtitla nima yehuazin y
fralfizco bartesalzin nima yehuazin Ato migelzin teopaquihuac amo ximo
tequipachozinno notecauhzinne moqueme camo quimonequiltizque ma TRASUN
nima niquihualnanili ma <,¡e tlaxcalzintli xicmomanili tihuazin amo mizmo·
tequiamo mizmotequipachilhuiz caoaca y tlachiczintli comi tiquihua nima Yo Jph Ruiz Moren
nicomohuÍcac quimanilito nima no quimolhuili y nitecazin ca ye hualhui del Sr J ues heclico tr
lohuac tecazin ne xihualmonochili nima no quimitalhuique y nahuiti tIaca mento de una rrepar
ma Dioz amechmopialzin no quenohua mo(;emilhuitiltique ca ye onti ermana Ana yndios ,
hualaque nima no quito yn ananzin ma ximocalaquica nima nicocala desta Ciudad de teSt
colacohuac onitlaliloc nima no quimitalhui yn anazin quimolhuili y niazin tener es el siguiente.
ma xiquimaquili y tIaxcalzintli ma quimoma¡;ahuizin noca nima no tlana. Lo que dijo Ana
quiliquey huehuetque ma tictomacelhuica yn amo totla¡;otlalizin Cuix ... ermano, con tu lisensi
netequipacholzin <,¡ihuapilli nima no quito yn ananzin ca axca aqui mo que no tengo muchO!
caqui. .. netequipachol auh y no tlaqualoc ruma nicocalac yn anazin le rrespondio el erm~
quitlauhtia quimil hui <,;a mo de nicon amechnonochilicay catqui y titoc que tienen, que sub~
no ytohua ma n~o tepizin tictotlani ea y tlalzin y totlac;otazin sato sa te lo agradesco quen'
Miguel caoaca ticnequi tictlalizque <,;e tetl xacalzintli ca tel Ca mo miac este bien que algunos
nicpia n~o ne auh ca ga niquixcahuia y noxihuato nochito Cuix tihuel nunca te e de desobe(
tizque nima no quimitalhui y Jua fran<,;izcozin ma tel momaca tlen amiqui mi marido Juan, que
talhui ma ticmaca ca xihualmohuica Jua migelzin xocomanili y mocaro que ay estan ustedes
chazin ca no tica caya noxti yc mota ma chihuaz ma tihuia <,¡ihuapile Bara del Rey, luego d
ma quita ticani ticmelehuilia nima no mohuicaque caní monequiltia cuix y lo e de rrepartir y t
nica cuix n~o nepa ca pa ticmonequilti ma xicmitalhui nima no quito lo digo oy que se (
<,;ihuatl ma nica nima no quitoque y teteuhti ma tel nima no quimitalhui quedaron, y luego dij
y Jua fragizcozin aquí quihua ... ma chihuaz nima no quitoque y tete· una poquita de tiem
cuhti aquinel amo yc yehuatl y tlaocole y Juaze quita ma chihuaz nÍma aremos nuestra casita
no macamo amechmotequipachilhuiz y tezintli ma ochito tihuezin y nico A Juan Freo y A JU3
pehuaz. .. micto niman oquito yn anazin mac tihuia ca oc tepizin azintli tanbien Atto Miguel
aquimoma(;ehuizin nozque niman oquitoque y tlatoque tlen oticnequi ca mis mayores, no en :
ye otictomac;ehuique Auh yn anazin mochoquili yhua yn inamic mocho se les ara una tortill
quili yn iquac macoque y tlalli ruman oquimitalhui yn anaZÍn ca ye !la que lo emos de rr
polihuiz ca velazin yhua popozintli nicnomaquilitaz y notlac;otatzin y llamados y dijeron 11
Santo Sa Migel ypanpa ca y tlalpazinco y ninocaltia niman oquimitalhui benimos y rrespondio
y Jua migelzin ca oticmonelili y motla(;otazin ma mochipa yuhqui yezcamo y le dijeron A ana (
tenehuatecoc yn iquac yn otlatlatoli mochiti y macuilti tetecuhti = que comerian primeI
DOCUMENTOS DE TEZCOCO 339
Jua bauhtizta
amaxocotitla nica motecpana. y tlatoque
Do J ua Migel Regidor Do bartesal francÍzco
Do Jua francizco
Do Anto, Migel
Do jua migel
teopaquihuac
pelaxtitla
desian mucho el favor le dijeron que si tenia algun cuidado les rrespondio TRADUCCIÓN DEL
Ana que despues se los diria que yrian a ber el cuidado que era despues
que comieron entro Ana y les dijo que no era cosa de cuidado para Ana f ue a decirle a su herro,.
lo que los abian llamado que ay esta lo que tenemos que aunque es Querido hermano, pido tu penm
poquito pidan la tierra del Sto sn Sn Miguel que ay esta y que se rreparta sólo unos pocos días. No tengo
que yo con un jacalito me basta que tanbien que no tengo muchos tres con tu cuñado Juan.
yjos que se les rreparta a los otros yjos del pueblo luego dijo Juan Fro 'y él le respondió: Ven, he
que se les de que disen ustedes bamos dandoselas, ben aca Juan Miguel Y luego la mujer . le por! cont!
coje tu garrocha que se les mida a todos bamos Sa, a ber lo que te te doy las gracIaS
ayuda, b" 1
agrada luego fueron y le dijeron donde quieres a de ser aqui ho alli te he de respetar y tam len .
quieres dislo y rrespondio la muger baIla aqui luego dijeron los señores, , y si algún día llegara ,
que sea ay y luego dijo Juan fro, quien la a de medir rrespondieron los aqUl. . tras tienen
en sus manos, filen .
señores quien lo sepa aser y dijeron los señores Juan la a de medir y le y luego contestó Juan MIl
dijeron ben Juan coje la garrocha en tu mano y mide y dales a seis
q ue están aquí. ,
garrochas y la midieron luego y dijeron solo esto solo les damos para sus Despues , d"1JO Ana': Veras .
casitas luego dijo Ana que agradescan mucho el fabor y dijeron los edazo de la quenda tleI'I
señores que luego comiensen y que 110 tengan cuidado o pesadumbres un P . donde
mos nuestra caSIta ~r:. tU:
que na lo rresibieron pero enpiesen sus simientos luego dijo Ana bamos que 'rtió que se 10 dma a J
ay otra poquita de agua que rresiban y dijeron los señores que mas ad Vl al tanl
Francisco B tasar Y
quieren que lo que an rresevido pero Ana lloro y su marido lloro quando y aa que no se molestaran Y ,
entregaron la tierra y dijeron que nunca an de faltar Velas y saumerio par Ahora, dijo Juan Miguel
lo an de yr dando a nuestro padre Sn Sn Miguel a quien se le a de para presentarles nuest:a sol
agradeser sienpre A nuestro padre señor sn Miguel porque en su tierra
y después Juan Mlgu~\
se abesindaron luego dijo Juan Miguel se lo agradesemos mucho A nues taron ante los sobo
tro padre sienpre y se abrasaron quando se acabo de rrepartir y de abIar se p~e~enos Y luego dijo An
que fue el dia Viernes treynta del mes de obtubre del año de 1583. ya Vlntm • •
y le dijeron que les exp~e
daría una tortilla. Los VieJOl
Yo lo escrivi delante de todos.
algún problema. ~ Ana resp
comer se los dma, ,
Juan Bauptista escribano
Más tarde Ana entro y
pusieran de acuerdo para q\
en Amaxocotitlan se juntaros los señores
de San Miguel. La..queren
Dn Juan Miguel Rexidor
no tengo muchos hIJOS, el
Dn Baltasar fr oo
Dn Juan froo Luego propuSo Juan F
Dn Miguel pelaxtitlan demás qué opinaban Y to<
Dn Atto Miguel teopan quiahuac. Miguel: Lleva tu garrocl
Vamos todos a ver lo q~e
Conquerda con su original y esta sacado y tradusido fiel y legalmente Luego llegaron Y dIJe
a mi leal saber y entender sin fraude engaño ni encubierta contra ninguna d IJ aquí y los "señores"
" o
., habrí
de las partes asi lo juro por Da Ntro sr y la señal de la Sta Cruz tescuco preguntó que qUIen
y Agosto 6 de 1757 y lo firma
* A pesar de que la ve'
totalmente literal, no aparece
Jph Ruiz Moreno las hierbas".
DOCUMENTOS DE TEZCOCO 341
les rrespondio
le era despues TRADUCCIÓN DEL SEGUNDO DOCUMENTO
cuidado para
Ile aunque es Ana fue a decirle a su hermano mayor, Juan Miguel, lo siguiente:
Ue se rreparta Querido hermano, pido tu permiso para quedarme en tu casa algunos días;
engo muchos sólo unos pocos días. No tengo muchos hijos, sólo a mi Juanito. Somos
¡jo Juan Freo tres, con tu cuñado Juan.
Juan Miguel y él le respondió: Ven, hermana menor, traigan sus cosas.
er lo que te y luego la mujer le contestó: Querido hermano, te agradezco tu
aqui ho alli ayuda, te doy las gracias por este favor, y también te digo que siempre
I los señores, te he de respetar y también lo ha de hacer mi esposo Juan, que está
)Ondieron los aquí. Y si algún día llegara a maltratarme, ahí están ustedes, lo dejo
~ medir y le en sus manos, mientras tienen la vara del Rey.
dales a seis y luego contestó Juan Miguel: Hoy, 20 de octubre hace ya un mes
nos para sus que están aquí.
dijeron los Después dijo Ana: Verás que no te pesará mucho el que nos den
¡>esadumbres un pedazo de la querida tierra de nuestro padre San Miguel. Allí hare
1 bamos que
mos nuestra casita en donde baja el agua y se seca. Y su hermano le
~ que mas
advirtió que se lo diría a Juan Francisco y a Juan Miguel de Pelaxtitla
loro quando y a Francisco Baltasar y también a Antonio Miguel de Teopanquihuac,
y saumerio para que no se molestaran y que algún día se las quisieran quitar.
se le a de
Ahora, dijo Juan Miguel, los iré a traer y se les hará una tortilla
:n su tierra
para presentarles nuestra solicitud, no sea que se molesten.
ho A nues
y de abIar
y después Juan Miguel fue a llamar a los cuatro "señores" quienes
1583. se presentaron ante los solicitantes diciendo: Dios los salude y los guarde,
ya vinimos. Y luego dijo Ana que entraran y una vez dentro, se sentaron
y le dijeron que les expusiera el asunto y ella les dijo que primero les
daría una tortilla. Los viejos se lo agradecieron y le preguntaron si tenía
algún problema y Ana respondió que no se preocuparan que después de
comer se los diría.
Más tarde Ana entró y les comentó que s610 quería pedirles que se
pusieran de acuerdo para que les dieran un pedacito de tierra en el pueblo
de San Miguel. La queremos, dijo ella, para construir un jacalito, pues
no tengo muchos hijos, el único que tengo es mi Juanito.
Luego propuso Juan Francisco que se les diera y les preguntó a los
demás qué opinaban y todos estuvieron de acuerdo y le dijeron a Juan
Miguel: Lleva tu garrocha para que midas lo que se les ha de dar.
~ga1mente Vamos todos a ver lo que te agrada, mujer. Quitemos las hierbas.*
ninguna Luego llegaron y dijeron: ¿dónde quieres aquí o allá? Y la mujer
~ tescuco dijo aquí y los "señores" estuvieron de acuerdo. Después Juan Francisco
preguntó que quién habría de medir el terreno y ellos respondieron que
... A pesar de que la versi6n castellana realizada por Joseph Ruiz Moreno es
totalmente literal, no aparece traducida la forma gramatical ticmalehuilia "quitemos
las hierbas".
DO
342 PILAR MÁVNEZ
.an, coge tu
iados. TRASUNTO DEL TERCER DOCUMENTO
ra. y luego
que comen Aquí en el pueblo de sn Miguel tocuila por la tierra de Ntro padre
~ les co So. Miguel que la pide prestada sr alejo de buendia delante de toda la
les dijeron: jente y de los ofisiales el Alcalde Dn ttomas Ramos y el Rexidor mayor
Atto de la Cruz y de la Sta yglesia el mayordomo Juan de la cruz y
!erra y ella toda la jente de la cofradia y delante del fiscal freo Miguel y aora que
sahumerio; es berdad que buenamente la prestamos que se la dejo a Nuestro padre
'8 construir So. Miguel el defunto que se llamaba Juan Miguel que era sulla y de
Melchora fr ea aora en el año de 1721 rresevimos dos pesos = aora yo
litro padre. lo escrivi Juan salvador que le sirvo a nuestro padre sn Miguel en este
rtÍción, los año de 1721.
Conquerda fielmente con su original en mexicano y para que conste
del mandato del Sr juez hecleeo, pongo esta Razon tescuco y septiembre
17 a 1757.
Jph Ruiz Moreno
ynterprete
:orgar el
Miguel,
atece el
es" que
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
DANIELE DEHOUVE
]. El exemplum está sacado del PromPluario Manual Mexicano del P. Ignacio transcrito in B. Hauréau,
Paredes (1759), ver: Angel Maria Garibay, Llave del Náhuatl, México, Porrúa, Les Fabulistes latins, Pax
1961, p. 189-190 Y 323. la BN de paris nQ 1597
2 (1) "Rudingerus l'ivrogne, un exemplum médiéval au Mexique", in Hommage 'fiques, légendes et apolc
a Nicole Percheron, J. P. Berthe, A. Breton, S. Lecoin, eds. (2) "La chasse infer du ·xlIIe sihIe, París, 18
nale du Seigneur de Nevers, évolutíon d'un récit édifiant en nahuatl (xvue-xvIlIe' españoles (Don Pascua
siecle)", Amerindia. (CCCLXVI).
EL DIScíPULO DE SILO 347
)r Ignacio
LA EVOLUCIÓN DEL RELATO ENTRE LOS SIGLOS xn y XVIU
Ida de lo
os jesuitas
Las versiones medievales
kÍeo o en
ÚIDero de El suceso relatado en el exemplum se produjo en París, durante el
s de gran siglo Xll. De todos los predicadores medievales, Robert de Sorbon,
~n primer quien vivió de 1201 a 1274, le atribuy6 la mayor antigüedad; según
ciones ha dice, los protagonistas de la narración vivieron tempare B. Bernardi,
I hay que qua praedicabat Parisius (en tiempos de San Bernardo, cuando pre
n ella las dicaba en París), es decir hacia 1136.a Por su parte, Jacques de
~, la pre Voragine que relata el ejemplo en su famosa "leyenda dorada", reza
Jes textos que lo oyó contar por el predicador Pierre le Chantre, quien estudi6
,que con en la ciudad hacia 1173 y predicó en ella hasta su muerte en 1197.4
il', sea en La tercera menci6n de una fecha se ubica en el texto 1 (en anexo)
en el que Jacques de Vitry plantea que conoci6 personalmente al
n estudio maestro, cuando fue estudiante en París, lo que ocurri6 en 1190.
~ artículo El exemplum se encuentra en la mayoría de los sermonarios del
ones (en siglo XIII: los de Robert de Sorbon, Jacques de Voragine y Jacques
~o podrá de Vitry (ya citados), Odo de Cheriton, Etienne de Bourbon, El
¡blicarse.~ Libro de los Enxemplas, y otros más.!! .
Iyo tema En todo caso, las versiones medievales siguen un esquema común:
$pués de un maestro de París, inglés de nacimiento según un autor, llamado
senta en SerIon, Silo n o Sella, visita a uno de sus discípulos enfermos (o a otro
;~ de las maestro llamado Ricardus) y le pide que, después de su muerte, le
¡cado en avise en qué "estado" (es decir en qué lugar del más allá) se encuen
texto 2, tra. Algún tiempo después, el maestro Sella, al pasear de día cerca
Cristóbal de la iglesia Sto Germain, se encuentra al difunto cubierto con una
raros de capa de pergamino llena de escrituras. A la pregunta del maestro,
huatl se el alma contesta que esas escrituras representan los sofismas que acos
eea Na tumbraba hacer en su vida, y que le llevaron a padecer los dolores
cabó en del Purgatorio; la capa le pesa más que si llevara en el cuello la
3 Robert de Sorbon, Mss. latinos de la RN de Paris n Q 15791 (fol. 120 vQ),
Iocando transcrito in "R. Haureau: Mémoire sur les récits d'apparition dans les serrnons du
llego las moyen age, Mémoires de l' Académie, 1875, p. 239-245.
4 Jacques de Voragine, La légende dorée, Paris, Garnier Flammarion, 1967, t. II,·
p. 326.
S( 1) Odo de Cheriton, Mss. latinos de la RN de Paris nQ 2593 (fol. 119),
, Ignacio transcrito in B. Haureau, op. cit., y Odonis de Ceritona Fabulae, L. Hervieux, ed.,
, Porma, Les Fabulistes latins, Paris, 1896, vol. IV. (2) Etienne de Rourbon, Mss. latinos de
la RN de Paris nQ 15970 (fol. 140), y A. Lecoy de la Marche, Anecdotes histo
rommage riques, légendes et apologues tirés du recueil inédit d'E. de Bourbon, Dominicain
!Seinfer du XIIIe siecle, Paris, 1877. (3) El Libro de los Enxemplos, Biblioteca de autores
ne-XVIIre' españoles (Don Pascual de Gayangos), Madrid, Rivadeneyra, 1860, p. 535
(CCCLXVI).
348 DANIELE DEHOUVE
torre de la iglesia Sto Germain, y le quema todo el cuerpo. Para que segunda mitad del siglc
el maestro se dé cuenta de los dolores del Purgatorio, le pide que ex atribuya mayor antigiiel
tienda la mano; entonces el muerto deja caer una gota de sudor sus contemporáneos, qm
que quema y atraviesa la mano de! maestro, causándole un dolor se verificó en tiempos
tremendo. El maestro, al reconocer la vanidad de la filosofía, ingresa siglo.
en un convento de cirtercienses, rezando dos versos:
Linquo coax rani., cra corvi. vanaque vanis, Acerca de la invenci6n
Ad logicam pergo quae mortis non timet ergo. La época en que 54
Es decir: dejo el coax a las ranas, e! era a los cuervos y la vanidad que se inició la creenci~
a los vanidosos, persisto en la lógica que no teme el "ergo" de la Es sabido 7 que la soci
muerte. antes no conocía más q\
El exemplum medieval presenta dos aspectos esenciales que lo el Purgatorio. Tal tran:
vuelven doblemente ejemplar: por una parte desarrolla la superiori de las grandes mutado
dad de la vida monástica y, por otra, comprueba la existencia del la esclavitud, desarrollo
Purgatorio; tales problemas se encontraban en e! corazón de las dis ámbito social, la invenc
cusiones intelectuales de la época, como se expondrá a continuación. ción profunda de las I
Jara que segunda mitad del siglo XII. El hecho de que Robert de Sorbon le
que ex atribuya mayor antigüedad se explica por la memoria, vigente entre
le sudor sus contemporáneos, que la primera disputa a propósito de las escuelas
m dolor se verificó en tiempos de San Bernardo, es decir a principios de
, ingresa siglo.
Drum, com Así el exemPlum prosiguió una vida propia: inventado a media
1siglo XVII: dos del siglo XII, tomado en ejemplo por generaciones de fieles de
todos los países, "revivido" por un eclesiástico polaco, se presenta
:en al espa como prueba de la permanencia de ciertas estructuras mentales occi
~ga en una dentales. Sin embargo, la enseñanza sacada del relato no siempre ha
)re.sentar el sido la misma. En especial, los jesuitas españoles han iniciado en el
mones, que siglo XVII una versión distinta.
leía, excep
lcuentra en
Confesión e infierno
lificativo el El texto 2 (español del siglo XVII) presenta un relato bastante dis
mayor de tinto de los de la Edad Media, y que puede resumirse así: el maestro
Silo asiste a la agonía de un discípulo suyo, otorgándole la confesión
lI'ecisar que y la comunión. Sin embargo, después de su muerte, le ve entrar
básicos de cubierto con una capa de fuego. El difunto relata que está condenado
It anécdota por haberse confesado sin arrepentimiento, y para que el maestro
tn la Uni experimente los dolores del infierno, le echa una gota de sudor en
En el dis la mano. El maestro recita los dos versos tradicionales y se hace
versos del monje.
or ser tan Es claro que en este siglo se había olvidado por completo los
problemas nacidos de la fundación de las primeras escuelas seglares de
odelo. Tal escolástica. Por 10 tanto la capa en la que está envuelto el discípulo
titt a pro ya no es de pergamino cubierto de sofismas, sino sencillamente de
ltigua. En fuego. La labor del maestro no es tanto la enseñanza de la filosofía
OS lugares como el cuidado del alma de su discípulo al que administra los sacra
ocurso del mentos en su agonía. Por otra parte, ya no es necesario demostrar
:vento que la existencia del Purgatorio. Numerosas ya son las cofradías de Las
o del Dis Ánimas que se encargan de otorgar a sus difuntos "sufragios" que los
la historia libren y los manden a la gloria.
• envuelto En cambio, los jesuitas españoles apoyan su enseñanza en dos
0, recibió aspectos básicos: la confesión y el infierno. En efecto, en el siglo XVI,
la confesión (asociada a la comunión) se ha vuelto el medio más
importante de dirección de conciencias en Europa y de evangelización
[VII, lib. 10 en el Nuevo Mundo. A principios de la cristiandad, la confesión fue
1mbre para una penitencia pública. Poco a poco, tomó la forma de una conversa
ción entre un penitente y su confesor, llevada a cabo una vez al año,
junto con la obligación de comulgar en Pascuas,15 mientras que los
. dejYuis le
De ahí, encontramos el exemPlum en las obras del jesuita Carlo Gregorio Rosignoli,
rum, 1590, cuyos libros salen entre 1686 y 1722, Y están traducidos en todos los idiomas hasta
fines del siglo XIX.
junctorum, 15 Cuarto Concilio de Letrán en 1215. Sobre el tema de la confesión, ver:
109, p. 97. (1) Historia de la Iglesia en España, dirigido por Ricardo GarcÍa Villoslada, Ma·
2J
352 DANIELE DEHOUVE
confesionarios se volvían cada vez más elaborados; en el Concilio de es decir la muerte que 11
Trento, el sacramento de la penitencia fue examinado entre octubre medad. Se demuestra (
y noviembre de 1551. Como era asunto de polémica con la Reforma, momento sobre cualquie
los padres tuvieron mucho cuidado en definir la penitencia: este De ahí, aunque el f
sacramento instituido para los pecados cometidos después del bautizo (el discípulo se aparece
y administrado por el clero tiene tres fases (la confesión, la contri timiento), la enseñanza
ción y la satisfacción) detalladas con mucha precisión, y termina por recurrir frecuentemente ;
la absolución. el día de su muerte. H
De olvidarse un requisito en una fase, la penitencia se vuelve encuentra en un sermón
inválida. Así la confesión debe ser oral, y recordar cada uno de los icuiliuhtoc in temachtilli
pecados mortales y sus circunstancias. Numerosos exemPla están pre crito el sermón que hab
sentados a los fieles en apoyo a este precepto. El segundo es la con Al comparar la ver
trición, es decir el dolor de haber cometido tales pecados y el pro europeas del siglo xm,
pósito de enmienda: 16 como ejemplo, los jesuitas presentan, entre identifica por el nombrl
otros, al Discípulo de Silo. Los pasos siguientes son la satisfacción y el antiguo, en la nam
la absolución, y cada uno contiene, a su vez, sus ejemplos detallando en la Edad Media un !
las ocasiones que los invalidan. de que el muerto sea un
las Américas del siglo
dpulo, por serlo, es jovt'
Muerte repentina Confesión y muerte
El texto 3 (en náhuatl del siglo xvm) presenta, a su vez, una de la evangelización je
adaptación interesante del texto 2. Su sentido general y resumen no crónicas editadas por :
difieren de los que presentamos a propósito de la versión española: de ejemplos al apoyo di
el maestro Silo administra la confesión y la comunión a su discípu la labor de los jesuita!
lo, el cual se le aparece después de su muerte, condenado por haberse tanto en su mentalida(
confesado sin contrición. Pero se pone el énfasis en rasgos diferentes; una parte, al hecho de
en primer lugar, el predicador abandona el fin del relato: los episodios agonía: "Es grande el
de la gota de sudor y del ingreso del maestro en un convento. En sacramentos para mon
segundo lugar, desarrolla el hecho de que el discípulo es joven y le crónicas.18 Como ejem¡
añade detalles: además de ser joven, es fuerte y muy rico, y por lo como una imagen volc~
tanto, muy apegado a la vida terrestre; no piensa en Dios ni prepara tina llevada a cabo eIl
su vida eterna. Este pasaje (llamado 2a en anexo) es absolutamente A uno, estando bue:
propio de la versión náhuatl. Está seguido por otro (2b : agonía) , del aposento, donde
también específico, que es una descripción de la "muerte repentina", salía una voz, la Qua
tonca, ocachitonca; I
dríd, Biblioteca de Autores Cristianos, La Editorial Cat6lica, t. III (1). (2) Martine poquito. Y él entend
Azoulai, Les manuels de confession espagnols a l'usage de l'Amérique: les Indiens
~ lcurs confesseurs chrétiens aux xvte et xvme s;ecles, These de Doctorat de Troi
muncha resignación:
sreme Cycle, París, EHESS, mai 1983. plida en mí su volUl
16 "Contritio es dolor pro peccato voluntane assumptus, cum proposito confi
tendí et satisfaciendi" (Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua Castellana o 17 Ms. 1461, p. 93.
Española. Primer diccionario de la lengua (1611), Madrid, México, Ed. Tumer, 18 Ver: Felix Zubillag
1984, "contrición", p. 3'53). p. 83.
EL DIScÍPCLO DE SILO 353
Concilio de
es decir la muerte que no se puede prever por razón de edad o enfer
Itre octubre
medad. Se demuestra que el castigo de Dios puede caer en cada
a. Reforma, momento sobre cualquier hombre, causándole un terror tremendo.
encía: este De alú, aunque el fin del relato sea el mismo que en el texto 2
del bautizo (el discípulo se aparece diciendo que se condenó por falta de arrepen
• la contri timiento), la enseñanza que se desprende es distinta: el fiel debe
ennina por recurrir frecuentemente al sacramento de la penitencia sin dejarlo para
el día de su muerte. Hay que notar, además, que el ejemplo no se
, se vuelve encuentra en un sermón sobre la confesión sino sobre la muerte: ((Nican
uno de los icuiliuhtoc in temachtilli in itechPa tlatoa in miquiztli" (aquí está es
están pre crito el sermón que habla de la muerte).u
es la con Al comparar la versión náhuatl del siglo xvm con las versiones
I y el pro
europeas del siglo xm, aparece que si bien el ejemplo moderno se
~tan, entre
identifica por el nombre del maestro Silo, ya tiene poco que ver con
~facción y el antiguo, en la narración, y en su carácter ejemplar; 10 que era
,detallando en la Edad Media un simple detalle sometido a variaciones (el hecho
de que el muerto sea un colega o un discípulo del maestro) se vuelve en
las Américas del siglo XVllI un elemento esencial: en efecto, el dis
cípulo, por serlo, es joven, y consecuentemente su muerte es inesperada.
Confesión y muerte son los dos aspectos asociados y primordiales
1 vez, una de la evangelización jesuita en México. Cabe leer cualquiera de sus
crónicas editadas por Zubillaga para encontrarse con un sinnúmero
de ejemplos al apoyo de esta afirmación. La confesión, etapa crítica de
la labor de los jesuitas, está absolutamente asociada con la muerte,
tanto en su mentalidad como en la de los indios. Eso se debe, por
una parte, al hecho de que se administra sistemáticamente durante la
agonía: "Es grande el cuydado que los yndios tienen de recivir los
sacramentos para morirse", escribían muchas veces los padres en sus
crónicas.1B Como ejemplo, basta leer el relato siguiente que aparece
como una imagen volcada del Discípulo de Silo: es una muerte repen
tina llevada a cabo en la forma debida.
A uno, estando bueno, le pareció, una nocbe, que vía, a una parte
del aposento, donde dormía, una luz muy resplandeciente; y deBas
salía una voz, la qual él oya, que le dezÍa. en su lengua: a ser, ocacbi
tonca, ocachitonca; que quiere dezir: de aquÍ un poquito, de aquí un
poquito. Y él entendiendo, por esto, lo que se le dezÍa, respondió, con
muncha resignación: del Señor soy; quando él fuere servido, sea cum
plida en mí su voluntad. Y desde aquella hora, le dio una gran calen
p.83.
354 DANIELE DEHOUVE E
tura, y se hizo traer a casa y confessó y comulgó. Y, dentro de ocho bra: por ejemplo "in at]
días, se cumplió en él la voluntad del Señor, que él, en tanto, tenía, y pueblo.
con tanta conformidad speraba. 19 El tercer procedimien'
dos frases complementari
Las consecuencias de la asociación entre confesión y muerte apare ejemplo:
cen claramente al recordar las epidemias eontinuas que acosaron la
población, especialmente indígena, durante los tres siglos de coloniza e hoquiztli 1)
ción española. Así los jesuitas mexicanos hicieron, al traducir el exem el llanto se
plum una labor verdadera de adaptación. Lo mismo se puede decir Ye atl chiel
del uso de la lengua náhuatl, como se va a exponer a continuación. el agua es
11. Oquicempouh, o
7. Ca oc hueca catea in imiquíz, ca cc miec cahuitl nemizquia nican
tlalticpac (7): Que estaba lejos aún su muerte, que iba a vivir le dijo.
12. Ixayotica, elcicÜi
aún mucho tiempo aquí en la tierra.
13. Omoyolcuiti, otl,
8. Inemilizqualtiliz, in inemilizyectiliz (8): El mejoramiento de su
vida, la rectificación de su vida.
14. Necico, oquimol
15. Omotlalico, <YtlUJ
9. Oncan in itlamian in inemiliz, oncan in ihuehuetian (8): Al fin
16. Omigahui om011
de su vida, en su vejez.
17. Quilhui quicaqu
10. Cenquizca yoleuhcatzintli cenquizca yolyamancatzintli (10): Un
18. In tleica in tlei.
corazón perfectamente elevado, un corazón perfectamente blando.
19. Nichocaya, nelci
11. Amo o'quaiztac, amo ocaxilti in ihuehuetian (13): No se volvió
cabeza blanca, no completó su vejez.
20. Opoliuhtihuetz,
ya no está don
12. Mauhcamiquia, mauhcafonehuaya (15): Se moría de miedo, se
asustaba de miedo.
13. I? oc qua/can, in oc yeccan (31): Cuando es buen tiempo, es Por fin, se distingue u:
tIempo correcto.
14. ItlatlacolcahuaLoca, in itlatlacoltelchihualoca (31): El dejamiento In itlacaquia in itla
de sus pecados, la abominación de sus pecados.
Se puede concluir
Encontramos una frase en la que la sinonimia se produce junto mientos del náhuatl el
con la repetición de una estructura idéntica: sismo (un solo caso).
mente náhuatl de es1
ca gan nimoyalcocoaya inic niquitta'ya ca ya notelpochtian nicpoloaya conclusi6n, hay que p
in nonemiliz, en el español de la é
ca gan nichocaya inic niquilnamiquia ca in miquiztli nechcahualtiaya (30):
sólo me compadecía al ver que en mi juventud perdía mi vida, Texto espaJñol
sólo lloraba al recordar que la muerte me hacía dejar ...
El texto 2 demue
Los demás casos son grupos de sinónimos sin estructura idéntica, que en náhuatl, el e
es decir, simple "difusión sinonímica", según la tipología de Garibay: expresi6n: en casi too
sin estructura idéntio
1. Cahuitltiaya, quinenpo~oaya, quinenquixtiaya (5): jugaba, perdía conjunción "y":
en balde, desperdiciaba.
2. Quimicoltia)'a, itech huetzia in iyollo (6): codiciaba, caía en su 1. Supo y pudo.
corazón. 2. Confesó y COI
3. Quilnamiquia, quinemiliaya (7): se acordaba, pensaba. 3. Turbóse y asu
4. Tetlapopolhuiani, teicnDÍttani (lO): misericordioso, compasivo. 4. Confesaste y 1
5. Ma in telpochtian, manel no~o inin huehuetian (10): sea en su 5. Dolor y arrep
juventud, o en su vejez. 6. Penas, tormer
6. Oquitlapololti, Qquixquaman, oquiztlacahui (13): le desatinó le 7. Dolores y ton
engañó, le burló. ' 8. Sin sentido y
7. Oquimocotonili, oquimoquixtili (14): reventó, puso fin. 9. Llorar y gem
8. Oyolgotlauh, omomauhti (15): se desmayó, se espantó. 10. Memoria y v
9. Otlanahuati, oquintlatlauhti (16): ordenó, les pidió. 11. Lloran y SuS¡
10. Quimanilican, quimonochilican (16): le expongan, le digan. 12. La vida, el «
EL DIscíPULO DE SILO 357
e estruc
LOS CONCEPTOS TEOLÓGICOS
L La confesión y la contrición
In inemilizqualti
El concepto español de "bienes terrestres" que da lugar en el texto 2
yeccan (13).
a una larga asociación de palabras (la vida, el deleite, 10 honra, el
24Según Gellius, filólogo del siglo II. La asociación de 1
25Ver: Sebastián de Covarrubias, op. cit., abominar, p. 29. tempranos del siglc
, ~ Alonso de Molina, Vocabula~o náhuatl-castellano, castellano-náhuatl (1571),
MexICO! ed.. C~lofón, 196?, :rlatelchlhualli: escarnecido, y reprochado o reprobado;
(las casas, los obje
tlatelchihuahzth: escarnecuruento o reproche. En S. de Covarrubias (op. cit.) vemos
3{1 In paquiliztli, in
la definición de escarnecer: "hazer burla del próximo que está en la miseria que
puede tenerlo sin culpa, y como está en él, pudiera estar en mi ... " La misma' idea cit., t. u, p. 200 (57).
31 Ibid., n, 224 (7
se encuentra en Olmos (in M. Launey, n, p. 30-33 [92, 96]).
82 Ibid., IX, 132 (1
27 Alonso de Molina (Diccionario, op. cit.), ver: telcMua.
33 A, de Andrade,
28 Daníele Dehouve, "La chasse infernale du Seigneur du Nevers", op. cit.
34 Ibid, p. 211.
29 In Michel Launey, op. cit., t. n, p. 30 y 374-375.
EL DIscíPULO DE SILO 361
Parece que las cuatro palabras usadas por los jesuitas son el resultado
Se destaca el heche
de una busca lingüística posterior al siglo XVI.
discípulo difunto. E
No vamos a revisar todos los pares del texto 3; los ejemplos arriba
rece. Todos los verl
expuestos demuestran que gran parte del paralelismo náhuatl toma su
jungación gerundiva
origen en el deseo de los padres de expresar nociones teológicas de im
la asociación de los
portancia, exactamente como es el caso en su literatura en español.
en la que la proxirr
Además, gran parte de las asociaciones tienen homólogas en español.
duce el sentido. El
, en español.
LA NARRACION
El paralelismo utilizado para dar cuenta de sucesos del relato es 2. La cabeza blane
un poco distinto. Por una parte, se distinguen pares que provienen
Amo ocuaiztac) ,
de la mera traducción de asociaciones españolas. Presentaremos dos
ejemplos de ellos. Las metáforas de la
cabello blanco, Ilegal
1. La memona y la vista son pares corrientes
expresión usada por
Inic niquíttaya... inic niquilnamiquia (30). alguna del español.
Tal par significa: "al ver, al recordar". Se trata de la misma asocia Sin embargo, a 1
ción en el español: "la memoria y la vista" (texto 2) que, aquÍ tam que parecen deber F
bién, parece influenciar el náhuatl. el contrario marcad!
esta presentación del
35 "Mochi cualli, mochi yectli, mochi mimati, mochi mahuiztic", in M. Launey,
un aspecto muy el
op. cit., n, 214 (10); "in catle cualli, in catle yectli, in catle tlazotli", ibid., n,
218 (32).
36 Alonso de Molina (Confesionario, op. cit.), yntoteyocoxcatzin, yn totetlao
38 [bid., p. 325.
colilicatzin Dios (p. 8), trad. por: nuestro criador, bienhechor y piadoso señor 39 Horacio Carochi
Dios. 40 In tzoniztaque, i
CONCLUSIÓN
de Silo,
jesuitas
e la tra
habían
ANEXO
i
~el texto
taJidad y
:a la luz
I lleva a
cas sobre
,tilizaron
Con los
una tra
)fes una
ndo por
leer con
~, se po
ca siglos
lústoria
ita, ésta
las con
n lugar
366 DANIELE DEHOUVE E
1/ origen 1/ origen
(1) Similiter et Parisius accidit. ( 1 ) Por igual, ocurrió en
2/ muerte 2/ muerte
(2) quod quidam discipulus post mortem. (2) que cierto discípulo,
3/ aparición 3/ aparición
(3) que se le apareció dI
(3) magistro suo de die apparuit, qui indutus videbatur cappa ex parga
pergamino escrito con letr~
meno minutis litteris conscipta.
4/ diálogo 4/ diálogo
(4) Entonces, el maestro
(4) Cumque magíster Sella, sic elllm magister vocabatur,
4a significado de la capa
4a significado de la capa (5) le preguntó al discípI
(5) a discipulo quereret quid cappa ¡lla et littere sibi vellent,
4b sofismas que pesan
4b sofismas que pesan (6) contestó: "cualquiera
(6) respondit: "quelibet harum litterarum magis me gravat pondere suo el cuello la torre de esta il
quam si turrem hujus ecc1esie super collum portarem", ostensa sibi ecc1esia París, en cuyo atrio se le ;
Sancti Germani Parisiensis in cujus patro discipulus ejus apparuit illi. (7) "Estas letras, dijo, so
(7) "Hec", inquit, "littere sunt sophysmata et curiositates in quibus dies que perdí mis días".
meos consumpsi".
4c la gota de sudor como
4c la gota de sudor como prueba (8) Y añadió: "no te p<
(8) et addidit: "non possem tibi exprimere quanto ardore crucior sub de esta capa, sino por um
hac cappa sed per unas guttam sudoris aliquo modo possem tibi osten enseñar".
dere". 5/ la gota de sudor
5 / la gota de sudor (9) Cuando el maestro
sudor, su mano está horal
(9) Cumque magister extenderet palmam ut sudoris exciperet guttam,
perforata est manu ejus a fervente gutta velus acutissima sagitta. agudísima.
6/ el claustro 6/ el claustro
( 10) Poco después, este I
(10) Mox ille magister scolas logice reliquit et ad ordinem Cystercientium el Orden de los Cistercios,
se transferens ait: "Linquo coax ranis, cra corvis, vanaque vanis, ad vos, la vanidad a los vanic
logícam pergo que mortis non timet ergo". de la muerte".
7/ testimonio visual 7 / testimonio visual
(11) Quamdiu autem in ordine vixit manum perforatam habuit et usque (11) Tanto tiempo como
ad tempora nostra, dum Parisius essemus in scolis vixit manus sua foramen hasta nuestros tiempos, cu
cunctis ostendens. enseñando el agujero de SI
EL DISCÍPULO DE SILO 367
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
Texto 2
1/ origen
2/ muerte
del purgatorio: deseaba por estremo saber la suerte que le habia ca
3/ aparición
3a circunstancias
le víó entrar por su aposento, cubierto con una gran capa ó manto
4/ diálogo
4a ¿quién eres?
4b tu discípulo
4c ¿dónde estás?
4d maldición
Maldito sea yo, el día en que nací, en que me bauticé y en que te conocí,
siempre al infierno. Malditos sean los ángeles que le sirven, los santos que
4e ¿y tu confesión?
4f falta de arrepentimiento
7/ otro ejemplo
Sí los confesé, dijo, pero no con dolor y arrepentimiento de ellos, ni
Confesóse este desdich¡
con propósito de dejarlos; porque el sentimiento que tuve y las lágri
lágrimas de cocodrilo.
mas que derramé en el trance de mi muerte no fuéron por mis
este animal, que si enn
pecados sino por ver que se me acababa la vida, y perdia los bienes
ser muy amigo de la c:
de ella y la esperanza de gozarlos. Y quiero que sepas que á la hora de
la calavera entre sus t
la muerte mal se apareja el que lo deja para entónces. O maestro,
llora de ver que no 11
añadió, ¡si supieses los tormentos que padezco con esta infernal capa!
mirase este animal. y lt
Que me pesa más que la más alta torre de París: si lo supieran los
se podria pensar que 11
hombres no pecaran: porque te hago saber que si todas cuantas penas,
bre, y le pareciera qm
tormentos y dolores ha habido en el mundo después que se fundó,
aun entre las bestias e
se amontonaran en uno, no pesaran tanto, ni fueran tan acerbos de
crueldad, de ver que
sufrír, como sola una hora los dolores y tormentos que yo padezco;
lágrimas de algunos a.]
a Dios toman un cruClf
4g la gota de sudor como prueba
me Dios, dicen los qu
y porque esperimentes el menor de cuantos me afligen, estiende la mano, y
¡ Qué lágrimas! Pero a1
aparta una pequeña gota de mi sudor.
lloraba sino de ver qut
5/ la gota de sudor
estimado, y la hadenru
en que si estos cobran
5a su efecto
señal o sospecha que
Estendióla el maestro, y echóle el discípulo del sudor del rostro, y fué
verdadero.
como una bala encendida que le pasó la mano de parte á parte, con tan
vehemente dolor, que perdió los sentidos, y cayó en el suelo medio muerto.
5c estado de Silo
6/ el claustro
dos versos:
7/ otro ejemplo
de ellos, ni Confesóse este desdichado derramando muchas lágrimas, pero fueron
I y las lágri lágrimas de cocodrilo. Es cosa rara lo que cuentan los naturalistas de
~:m por mis
este animal, que si encuentra á un hombre le despedaza y le come, por
a los bienes ser muy amigo de la carne humana, y en acabándole de comer, toma
á la hora de la calavera entre sus uñas, y se pone á llorar y gemir: y dicen que
O maestro, llora de ver que no le queda carne que comer ¡Bravo caso! Quien
fernal capa! mirase este animal, y le viese con una calavera llorando, sin duda que
~upieran los
se podría pensar que lloraba de lástima de háber muerto aquel hom
~ntas penas, bre, y le pareciera que la memoria y vista de la muerte y calavera,
e se fundó, aun entre las bestias enternece: pero él no llora de lástima, sino de
acerbos de crueldad, de ver que no tiene mas carne que comer, Estas son las
padezco; lágrimas de algunos a la hora de la muerte, cuando hartos de ofender
a Dios toman un crucifijo en las manos, y lloran y suspiran. ¡O Válga
~ la mano, y me Dios, dicen los que lo ven, qué buena muerte ha hecho fulanol
¡Qué lágrimas! Pero ay que temo que eran lágrimas de cocodrilo, no
lloraba sino de ver que se acababa la vida, el deleite, la honra, el ser
estimado, y la hacienda, y no de dolor de sus pecados; y se ve ser así,
en que si estos cobran salud vuelven otra vez á sus malas costumbres;
señal o sospecha que aquella penitencia y aquel propósito no es
~stro, y fué verdadero.
rte, con tan
Idio muerto.
!
s demonios,
b, la mano
a, diéronle
~stiguando
el mundo,
es aquellos
: como me
por la es
, siguieron,
tueno.
372 DANIELE DEHOUVE
Texto 3
Ms. 1481, p. 103.
1/ origen
(1) Ca ipan inemilitzin in yeeyoleeatzintli telpoehtzintli itoeatzin Omasta
~te ejemplo mopoa inin tetzauh maehiotl neixeuitilli:
2/ muerte
2a circunstancias
(2) Ca cetzin tlamatiliztemachtiani huei tlamatini in itocatzin Silc, ca
.do:
(5) ye tlatlacolpan nemia, cahuiltiaya, quinenpoloaya, quinenquix.
la riqueza in tlalticpacnecuiltonolli,
taha lejos llueca catca in imiquiz, ca oc miee cahuitl nemizquia nican tlalticpac,
:, se arre moyolcuepazquia;
~cibe COn
tlaco anime quimmopacaceliIia, iniquac moyolcuepa ma in telpochtian,
omocalaqui ( 17) Vino el maestro Silo, en tró en su casa del enfermo, para confesarle
al enfermo:
n oquicem (18) yel joven empezó su confesión, y le contó, le confesó, le dijo al
aco1: confesor todos sus pecados:
j noihuan, (19) Y con lágrimas, con suspiros, se confesó, también comulgó, pare
'in ¡pampa cía muy grande su tristeza, tanto sentimiento que tenía por sus pecados:
(20) Y poco después, perdió el oído y el habla, y murió:
aya, ihuan
3/ aparición
3a circunstancias
(21) Cuando ya se murió, él, el maestro Silo quedó con el corazón
Waocoxqui enfermo, al ver como su discípulo se había muerto en su juventud;
a.chtil; (22) pero su corazÓn se compuso un poco, al ver con cual tristeza de
leyoltequi corazÓn se había confesado y había comulgado:
(23) y mientras quería ayudar a su alma con una misa y con un oficio:
rica ihuan
3b aparición propiamente dicha
(24) Hé aquí que vino a aparecer, vino a enseñarse, delante de él se
vino a sentar, se vino a parar el joven condenado:
oquetzaco
(25) y se asustó, se espantó mucho el maestro Silo.
4/ diálogo
4a razón de su condenación
(26) y lo conjuró que diga, que de a oír, porque, por cual razón se
.in deica
había condenado;
(30) yeica ca immanel nichocaya, ne1cicihuia, amo yehuatl in notla (30) aunque lloré, susp
tlacol in nechchoctiaya, ca pn nimoyolcocoaya inic niquittaya ca ye me compadecía al ver qu
notelpochtian nicpoloaya in nonemiliz, ca ~an nichocaya, inic niquil al recordar que la muert
namiquia, ca in miquiztli nechcahualtiaya in tlalticpacnecuiltonolli in mundanas:
tia! ticpaccayotl: (31) Yque tu corazón e
(31) ihuan ma yuh ye in moyollo temachtianie (oquito in date1 quien se alegra (y), cm
chihualli) ca in aquin in oc pactica, in oc qualcan, in oc yeccan, arroja lejos el dejamient(J
quihuehuecatlaztinemi in itlatlacolcahualoca, in itlatlacoltelchihualoca, no se apareja bien en S1
ca amo qualyotica mocencahua in imiquiztempan:
5/ desaparición del discI
5/ desaparición del discípulo (32) Y dicho esto, luel
(32) auh in oquito in, niman opoliuhtihuetz, aocmo campa onez, ~an apareció, se fue allá al 1
ompa oya cendani mictlan.
EL DIscíPULO DE SILO 377
n noda (30) aunque lloré, suspiré, no estaba llorando por mis pecados, sólo
a ca ye me compadecía al ver que en mi juventud perdía mi vida, sólo lloraba
. niquil al recordar que la muerte me hacía dejar la riqueza terrestre, las cosas
Dolli in mundanas:
(31) Y que tu corazón este seguro, o maestro (dijo el condenado), que
1 datel quien se alegra (y), cuando ya es buen tiempo, es tiempo correcto,
yeccan, arroja lejos el dejamiento de sus pecados, la abominación de sus pecados,
~ualoca, no se apareja bien en su agonía:
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PllS du moyen
IOgraphica Po
latins, Paris,
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
STEPHANIE WOOD
Congregación
for the years 1557 through 1564, during the administration of don
Luis de Velasco. The nature of the congregaciones of that period Po¡ontepe< e
I
I
j4;kly. The I
I Chopo de Mota
ulture, and I eAtotonilco ~ '\
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V
8 AGN, Congregacion'es, torno único; Colín, 1968: 13-14, 76-77, and 154.
While Indians usually played an active role in these negotiations, Lana grants in the Mar,
they sometimes opted for a passive one, deserting new sites and re
occupying former ones. A few abandoned sujetos were reoccupied Often associated wil
immediately after resettlement. In other cases, great periods of time to the preservation of tl
elapsed before deserted communities were reoccupied. One example Spaniards in areas vac~
comes from the distriet of Temascaltepee iJ1 1656 and another from vicinity of Toluca, and:
Almoloya in 1677.10 Despite the ravages of time, the memory of those when most grants were
towns had not died. a decade and the last i
Communities slated to be moved seem to ha.ve been less pleased Additionally, thirty-five
with the program than thosechosen to receive the resettlement of reports of their landhol
smaller towns, as long as the latter had or ,obtained sufficient land complained of insufficieJ
to support the newcomers. The primordial titles ,from Capulhuac shed This is not to say tl
sorne light on such sentiments, providingevidence of the Indian view progress in accumulati
of congregación. In these Nahuatl documents recording the town's Indeed, certain factors 1
history, the congregación' episode of 1604 is remembered with pride torial hold. Ownership
and associated with a time of population growt;h. l1 In that year, 1620s were intended to
Capulhuac was either a cabecera or' wished to .be.l.ll If epidemics had but these were hoIlow
ravaged the town:s populace and then a judgebrought people in from conflicting claims afOSe.
outlying ,settlements torepopulatethe community, making a great cials even when there
j
ceremony of measuring, marking and distributing -lands, ,the leade,rs on a particular parceJ.l
might well have taken pride in the event ,and rememhered ,it as an the Marquesado gran~
act of recognition of the town'scorporate integrity. Further, the, tow,n shows that forty-seven
leaders may haveviewed congregaci6n favorably beca\lse theylooked. caballerías in a hundo
forward to increased tributes and authorityovera gteater number of thirty-five percent had
subjects. and third decades of
The overallextentto which the congregaci6n, prograins hampered amounted to twenty-sh!
continuity and autonomy in the Indian communities is, difficult to cent consisted of land
assesswithout resear.ch basedon newsourcesnot yeí located. Initial Indian corporate holdiJ
investigations into the Toluca example, however, indicate that the at this time, in contras1
Spanish officialsand, more importantly, .the Indians themselves placed The royal investigat
limits on the degree oC alteration made in indigenous territorial orga 1636 also reveals that
nization. Resettled Indians also actively defended both their new' and increased slight1y since
their previous agricultural holdings' and traditional forms of liveli circa 1618-1620. The ]
hood. 1a a safetv valve for futu
income' was attainable
veness and the cooper
H AGN, Hospital de ],
lQ Colin, 1968: 13-14, 154.
15 AGN, Hospital de ¡
11 AGN, Tierras> 2860, exp. 1, cuad, 2, f. 71v.
16 AGN, H ospitr;.l de ¡
1~ AGN, Congregaciones> tomo único, exp. 95 j Gerhard, 1972: 273.
17 AGN, Hospital de j
13 Fol:. furtheJ: substantiation of these findings, ¡¡ee Wood" ,1984: 24·64, 212 oI the figures.
237. 18 Taylor, 1972: 132.
INDIAN CORPORATION OF THE TOLUCA REGlO N 387
~egotiations,
ites and re Land grants in the Marquesado
, reoccupied
Often associated with congregación as having been detrimental
pds of time
to the preservation of the Indian corporation were the land grants to
Ine example
pother fram Spaniards in areas vacated by demographic loss. In the immediate
vicinity of Toluca, and possibly for the Valley as a whole, the period
~ry of those
when most grants were distributed trailed congregación by more than
a decade and the last major epidemic by more than two decades. 14
leas pIeased Additionally, thirty-five towns in the heart of the Valley gave detailed
~ttlement of reports of their landholding situation in 1635, and not a single one
Jicient land complained of insufficient resources for the support of its population.15
Iillmac shed This is not to say that the Spaniards in the Valley had not made
,rndian view progress in accumulating formerly indigenous corporate holdings.
:the town's Indeed, certain factors had undermined the Indian corporation's terri
'wlth pride torial hold. Ownership clearances conducted prior to grants in the
[that year, 1620s were intended to ensure that the land solicited was truly vacant,
demics had but these were hollow acts lacking fair arbitratíon when the few
pIe in from conflicting claims arase. Spaniards were favored by Marquesado offí
~g. a. grj!at
daIs even when there was evidence of current Indian cultivation
the·. leaders on a particular parceJ.16 An investigation into the perpetual leases on
id ~itasan the Marquesado grants conducted by royal officials in 1635-1636, f
t, the. to~ shows that forty-seven private individuals he1d a total of 351 1/3
ti
community sought a piece of property for itself either in the form mental the earIy progr311
of a grant or purchase, the officials would favor the Indian town's being of the lndian to\'
request over that of a private individuaL For example, the holdings detailed accounts of two '
of the community of La Transfiguración Capultitlan were found to lndian cornmunities in tl
be over ten caballerías, more than twice the amount necessary to sup turies. These programs (
port the population according to the local priest. Yet, when royal 1710 through 1720 final
surveyors noted two vacant caballerías in the area, the community tunity to acquire fkm ti
was very anxious to purchase these to add to their holdings. Their list below shows the timir
determination can be seen in the subsequent auction of the vacant corporations and the nun
parcel, when they successfully outbid a private party and paid far title verifications in the
more than the going rate for the land. 19 The town of Santia~
A significant aspect of the investigation of 1635-1636 was this sorne lndian pueblos aggr
type of denunciation and purchase of vacant land. Another, even to considerable territory
more pressing purpose of the investigation, was for individuals to and influential private :
acquire verification of clear title to land obtained from the Marqués town's long list of valua'
or through usurpation. Thus, besides telling much about the fate of of woodland and pastw
the Indian corporation vis-a-vis Spanish land accumulation, the in the nearby river. The 1
vestigation serves as a preview of the general composición prograrns in 1716 was reduced to
which followed shortly thereafter in Chalco, Texcoco, Cuautitlan, tions of poverty and a
Teotihuacan, Toluca, and, other developed parts of central New Spain. landholdings was expreSl
Various studies have pointed to composición programs, like congre By the beginning o
gaciones and land grants, as contributors to the reduction of corporate porations of the Toluc~
Indian territories. Let us see what' effect can be discerned for not only defending theh
Toluca. alienated in the sixteent
successful. Sorne comp<
Composición cluding contested areas.
large town sites withOl
In Toluca, as elsewhere, the general composición prograrns of the reduced rates. Bargaini
seventeenth century were aimed principally at fees that could be characteristic of the prc
collected from estate owners in exchangc for the confirmation of position into account. .
faulty tides. lndian corporations are conspicuously absent as recipients grants to Spaniards in
o.f such title confirmations at that time. The strengthening of Spanish more of a guiding rulf
tItles and the neglect of Indian ones surely favored the former at The confirmation 01
the expense of the latter. Although there is evidence in law of an
prograrns made a sign
offic~al .concern that the prograrns were having an adverse effect upon
pattern of the gradual
th~ llldigenous commu?ities, general composición prograrns, in reality,
In addition, denuncia
pald almost no attentlOn to whether or not the lands held without
fewer grants to Spani
title had been illegally usurped or had conflicting clairns upon them.
Unfortunately, there are no known records of investigations of land ruling in 1695, anotb
holding in the Valley of Toluca which could tell us just how de tri 20 AGN, Tierros, 1872
21 F or substantiation o
19 AGN, Hospital de Jesús (vol.) 15.
INDIAN CORPORATION OF THE TOLUCA REGlaN 389
:he form mental the early programs were to the integrity and continued well
n town's being oí the Indian towns there. On the other hand, we do have
holdings detailed accounts oí two waves of composición that beneficially affected
:ound to Indian communities in the late seventeenth and early eighteenth cen
r to sup turies. These programs of the 1690s and especially the decade from
en royal 1710 through 1720 finally gave numerous Indian pueblos the oppor
llmunity tunity to acquire firm title to their sometimes sizable territories. The
's. Their list below shows the timing of the programs that appealed to indigenous
: vacant corporations and the number of pueblos so far known to have acquired
;>aid far title verifications in the greater Toluca region.
The town of Santiago Temoaya provides an example of the way
NaS this
sorne Indian pueblos aggressively and successfully 1egitimized their claims
~r, even
to considerable territory. There, despite the objections of numerous
luals to
and ínfluential private holders, a composición was arranged íor the
rfarqués
town's long list of valuable agricultura! properties, plus 108 caballerias
fate of
of woodland and pasture, and 11 1/3 surcos of water tapped from
the in
the nearby river. The staggering fee of one thousand pesos assessed
rograms
in 1716 was reduced to six hundred the following year after protesta
lUtitlan,
tions of poverty and a willingness to compromise On sorne disputed
, Spain.
landholdings was expressed by the Indians' defender. 20
congre
By the begínning of the eighteenth century, the indigenous cor
Irporate
porations of the Toruca Valley were becoming incrcasingly assertive,
,ed for
not only defending their lands but trying to reacquire what had been
alienated in the sixteenth and seventeenth. They were still not entirely
successful. Sorne composiciones set limits on corporate holdings, ex
cluding contested areas. But others generously granted both unusually
large town sites without afee and considerable additional land at
of the
:ipients
position into account. Whereas Indian cultivation had not prevented
¡panish
grants to Spaniards in the early seventeenth century, possession was
ner at
more of a guiding rule by this time.'Zl
of an
The coníirrnation of indigenous claims during the later composición
~ upon
programs made a significant contributÍon toward slowing thc earlier
'eality,
pattern of the gradual but continuous alienation oí corporate holdings.
'Íthout
In addition, denuncia was not much in evidence, and there were
them.
fewer grants to Spaniards by the eighteenth century. Mter a final
f land
ruling in 1695, another law helped slow and even slightly reverse
detri-
!JITIES
Year Pueblo Source
,
-- 1717
Ocotepec, S. Pablo MNAHj AH, Colección
Antigua, 757:B
1717
Tecomatepec, S. Pedro AGN, Tierras, 288: 1
Itf, 1871: 8
1717
Temoaya, Santiago AGN, Tierras, 1872:20
1718
Malacatepec parish: eleven AGN, Tierras, 1676: 7
f'S,288: 1
pueblos and 2712:2
Ir, 1421: 7
1718
Metepec, S. Juan Bautista AGN, Tierras, 1421: 7
rr, 1873: 2
1719
Calimaya and Tepemaxalco AGN, Tierras, 1441: 22
1719
Ocotitlán, S. Andrés AGN, Tierras, 1441: 21
89-90 1720
Tepexoyuca, Sta. María AGN, Tierras, 1716: 1
6-, 2672: 1
1725
Toluca and its sujetos AGN, Hospital de
Jesús, 326: 12
~, 1865:6
tr, 2234: 1
269-278
the transfer of land out of lndian hands. This law guaranteed the
lf,2199:5
pueblo's right to a minimum land base, the town site.1I2
11', 2207: 1
~, 1692:6
T he town site
ii
Litigation from the final century of the colonial period is replete
s, 2722: 15
into general usage until the nineteenth century. The term used (though
• 1591:3
not frequently) was "the five hundred varas" from 1567 until 1687,
.2672: 10
when the amount was raised to six hundred. The legal allotment then
,2672:6 six hundred varas". The earliest known appearance of the tenn "fundo
legal" in the Toluca Valley dates from 1799.23 The shape varied
,ther com somewhat across New Spain, but the standard figure was a square,
etepec, or :22 Mendieta y Núñez, 1966: 54; TayJor, 1972: 67; Recopilació,n, 1943: 209.
INDIAN CORPO!
392 STEPHANlE WOOD
not a cirde. Although the size of that square seems to have measured over six decades. The Ac
six hundred varas on a side in the Valley of Mexico and occasionalIy at the expense of lands to
in the Valley of Oaxaca, in Toluca it measured 1,200 varas on a of a cacique and aSpar
side (1,440,000 square varas) .:24, Over sixty years later, OIl
While sorne scholars have argued that the site did not inelude the community five hundr
agricultural lands but only the town itseU, evidence from Toluca area if the people would
shows "the six hundred varas" definitely were intended and used for varas in his direction. TI
cultivation as welI as the municipal buildings, church, and housing ment of the precedence tl
coreo The agricultural lands within the town site were divided among Although the courts
individual families who worked their own plots for subsistence and to properties, litigation was
help meet tribute and religious obligations. The farming plots within stacles to obtaining fulI
the town site were thus no different from tierras de repartimiento "the six hundred varas"
(corporate lands farmed individually).25 Petitions in town site cases of pueblo status, a ranki
constantly referred to the agricultural potential of the designated areas toward replacing the ea
with phrases such as tierras laborías (arable tracts), tierra fructífera community did not have
(fruitful land), or tierras de pan llevar (lands suitable for grain cul carion of its town site, bl
tivation) .26 fide pueblo, not just a
"The six hundred varas" usuaUy contained only a portion of the increasing a town's popul
broader extensions elaimed by a given indigenous community, yet goals for its people.
the attainment of the legal town site was a step in the right direction
and was never belittled by the Indians. In fact, its procurement was Pursuit of pueblo status
a serious matter that could lead, as in the case of Santa María Tepe
zoyuca, to violent demonstrations carried on over many years, par~ Sujetos had graduall
ticularly when a prívate estate intervened. Because the people of coveted cabecera status
Tepezoyuca were dissatisfied with the limited territory alloted to them they wanted independen
by the courts~ they eyed any visits by surveyors as grave threats to but they no longer nec
their remaining holdings. From 1720 through 1728 the Indian men selves.29 To be considere
and (particularly) women of the town assembled in violent demon mum territorial base aI1
strations on at least ten occasions to protest such visits, whether that a dynastic ruler sl.
intended to favor themselves or the owner of the neighboríng hacienda The town council with
of Texcalpan, who they elaimed had usurped their best land.ll1 sujetos aspired to, so lo
The struggle with a neighboríng hacienda faced by Tepezoyuca the governor in the nc
was by no means an isolated example, yet in Toluca, as in Oaxaca pedorm special services
(but unlike the Valley of Mexico), the town site generally took Govemors in the ca
precedence over the elaims of neighboring estate owners. The pueblo lands meant for the ce
of Santiago Acutzilapan stands out in this regard as a community which sparked resentme
that successfully defended its corporate territory at least five times jurisdiction of Jilotepe
required to perform m
l24, Orozco, 1895, u: 1110; AGN Tierras, 1499, exp. 10; AGN, Indios, 29, exp.
303. For Toluca, see for example, AGN, Tierras, 1865, exp. 6.
23 Mendieta y Núñez, 1966: 54.
28 AGN, Tierras, 1763,
26 AGN, Tierras, 1865, exp. 6; 2944, exp. 242; and 1506, exp. 1.
29 See Gibson, 1964: :
27 AGN, Tierras, 1716. the evolving process in the
INDlAN CORPORATION OF THE TOLUCA REGIO N 393
re measured over six decades. The Acutzilapan town site was originally granted
occasionally at the expense of lands to the north, east, and west in the possession
varas on a of a cacique and a Spaniard who owned haciendas there in 1700.
Over sixty years later, one of the neighboring estate owners offered
110t in elude the community five hundred pesos for a "merced" to lands in another
I:lm Toluca arca if the people would relinquish their claim to the six hundred
Id used for varas in his direction. The generous offer serves as an acknowledge
nd housing ment of the preceden ce the town site took over his private property.28
ded among Although the courts tended to favor corporate over individual
nce and to properties, litigation was a constant, and there were additional ob
~lots within stacles to obtaining full possession of the town site. The pursuit of
rmrtimiento "the six hundred varas" typically became entangled with the proof
I site cases of pueblo status, a ranking that in the eighteenth century went far
lated areas toward replacing the earlier cabecera-sujeto system. An indigenous
I fructífera community did not have to be a cabecera to gain the legal demar
grain cul cation of its town site, but it increasingly had to prove it was abona
fide pueblo, not just a barrio or sorne huts at a crossroads. Thus
ion of the increasing a town's population, status, and territory became inseparable
IUnity, yet goals for its people .
.t direction
ement was
aria Tepe Pursuit of pueblo status "
/ears, par
Sujetos had gradually begun to seek pueblo status in lieu of the
people of
coveted cabecera status of the sixteenth and seventeenth centuries;
d to them
they wanted independence and all the privileges enjoyed in cabeceras,
threats to
but they no longer necessarily wanted to be called cabeceras them
man men
selves.'29 To be considered a formal pueblo entailed rights to a mini
1t demon
mum territorial base and an independent cabildo; it did not require
, whether
tbat a dynastic ruler should have been present in prehispanic times.
! hacienda
(,21 The town council with alcalde as the highest officer was often all the
su jetos aspired to, so long as they were not subject to the whims of
epezoyuca
the governor in the neighboring larger town and did not have to
!l Oaxaca
perform special services for him or channel their tribute through him.
ally took Governors in the cabeceras allegedly spent tribute monies, usurped
le pueblo
lands meant for the common good, and demanded personal scrvices,
)mmunity
which sparked resentment in the sujetos. The sujetos of Aculco, in the
¡ve times
jurisdiction of Jilotepec, for example, complained that they were
.s, 29, exp. required to perform more personal scrvice than the residents of the
28 AGN, Tierras, 1763, exp. 2; 3672, exp. 5; and 2142, exp. 2.
29 See Gibson, 1964: 32-34, 36, 44, 50, and 53, for a detailed discussion of
the evolving process in the Valley of Mexico during the colonial periodo
lNDIAN COI
394 STEPHANlE WOOD
cabecera itself. They also disliked paying their tributes to the govem~ were, in many cases, !
ors, preferring to de1iver them directly to the alcalde mayor. They Despite the estate's haVI
charged further that the municipal leaders were confiscating maize in the same Nahuatl or O
the sujetos for their own personal use and required subject town community, owners teI
residents to cultivate the grain for them without remuneration.110 and to insist tbat the
Land was one of the major economic issues in separation cases. workers' settlement.
In these cases disputes with neighboring estates were less frequent
than contests with cabeceras over what territory would be designated Estate communities
for the newly independent pueblo. When the community of San
Sebastián (jurisdiction of ToIuca) petitioned in 1791 to "erigirse en An examination of
república separada" from San Juan Bautista, the cabecera objected seventeenth century rey
because the "barrio" did not have any land of its own, only property In the ToIuca district
supposedly loaned to it because of its subordinate status. But the thirty.five haciendas 'Sl
highest Marquesado official decided in the favor of San Sebastián, and their families. The
permitting the separation and granting the 2 1/2 caballerías claimed depended mainIy on tt
by the smaller community, despite protests by the citizens of San their work' force. Pem
Juan.Sl what larger in the rioI'i
Ressettlements induced by congregación programs, which applied and larger, usually, ir.
especially to sujetos, may have stymied the preservation of their auto· estates, but evcn' these
nomy but were apparent1y not a significant detriment in the pursuit the eighteenth century,
of pueblo status for towns that were important before the programs Although, bn the ~
were initiated. The few examples of congregaciones which remained pulation lived on' esta'
intact and eventually sought pueblo status are rare, but this may be teenth century, this' w
because judges had rarely altered the original local arrangements in nificant' force in the' 1
any significant way. Cabeceras, at the heart of most congregaciones, working both for and '3
generally did not require pueblo recognition in the eighteenth century. put the unskilled esta'
The larger communities that had served as congregación sites but nities were less permal1
were not cabeceras may have enjoyed an advantage in the population tes" , since the latter
boost they received during the nucleation programs that helped them skilled, were less likely
eventually obtain the optimum status. were more stable in tbl
Not all sujetos were adversely affected by congregación. Many in the north had fewel
were untouched, and a sizable number of subject communities that In the Ixtlahuaca are<
had been removed to the head towns seem to have quickIy and quiet1y agricultural crisis of:
reoccupied their sites and often later pursued a separation with no sufficient "gañanes 1ra'
mention of their ephemeraI congregación. The slowly regenerating increase in wages:\14
pueblos despoblados (depopulated either through epidemic or re~ Epidemics also ten
settlement), however, 'which gained momentum in the earIy 1700s, rnation on estates." Se:
often came up against the fierce opposition of estate owners when
they tried to establish their old towns again. The community members 32 AGN Hospital de j
Fondo Fran;¡scan¡¡, caja 8
33 Population estimate
llO Colin, 1968: 9, 10.
I the govern were, in many cases, permanent workers on the estates in question.
mayor. They Despite the estate's having absorbed one-time Indian land and assumed
ing maize in the same Nahuatl or Otomí toponym and saint's name as the original
Rlbject town community, owners tended to deny that the town had ever existed
ration.~o
and to insist that the aspiring pueblo was onIy a recently-founded
ration cases. workers' settlement.
less frequent
e designated
lity of San Estate communities
"erigirse en
::fa objected An examination of hacienda labor and Indian communities' of the
nly property seventeenth century reveals that live.:.in workers, or gañanes, were few.
lIS. But the In the Toluca district in 1620-1621, for example, only six out of
1 Sebastián, thirty-five haciendassupported more than seven permanent workers
rías c1aimed and their farhilies. The estates in the southem half of the Toluca Valley
ens of San depended mainly on temporary day-Iaborers from nearby pueblos for
their work' fbrce. Permanent estate workers' communities were some
ich applied what larger in the northem portion of the Valley and on the fringes,
their auto and larger, usually, in the agricultural rather than the stockraising
the pursuít estates, but evcn these generally did not approach pueblo size until
e programs the eighteenth century.82
~ remained Although, dn the average, only about a tenth of the Indian po
bis may be pulatioh lived on estates across the Toluca Valley duringthe eigh
gements in teenth century, this was a large enough showing to become a sig
tregaciones, nificant force in the pursuit of pueblo status. S3 There were factors
th century. working both for andagainst this process. The seasonal nature of work
1 sites but
put the unskilled estate laborer at a disadvantage. Gañán commu
populatíon nities were less permanent than those composed primarily of "sirvien
~lped them tes", since the latter workers, being more Hispanized and highly
skilled, were less like1y to be expelled. Gañán communities; however,
,ón. Many were more stable in the north than in the south, because estate owners
lIlÍties that in the north had fewer pueblos from which to draw temporary labor.
md quietly In the Ixtlahuaca area following the epidemic of 1736-1737 and the
1 with no
agricultural crisis of 1739-1740, hacienda owners couId not attract
generating sufficient "gañanes trabajadores" even with the offer of a fifty-percent
~c or re
increase in wages.3 4,
rIy 1700s, Epidemics also tended to detract from the process of pueblo for
lers when mation on estates. Sometimes an exodus to other regions followed
r members
32 AGN, Hospital de Jesús, 283, exp. 13,21/. parte; 326, exp. 31; and BNM!FR,
Fondo Franciscano, caja 89, exp. 1377, 11/. parte, ff. 111-112.
83 Population estimate from Tutino, 1976b: 178.
84, AGN, Tributo$, 47, exp. 16.
396 STEPHANIE WOOO
INDIAN ce
population 1088; at other times, survivors, feeling pressure removed from even if it was not tn
the struggle over scarce resources, chose to leave the estate community represented a settlem(
and take up residence in a neighboring pueblo.35 "time immemorial" .
Working against this centrifugal force were factors which contri In an effort to d(
buted to the gradual strengthening of the hacienda workers' settle permanent workers fr<
ments. Estate owners, particularly in the northem part of the Valley, or creating a "forma
tried to entice workers to stay following epidemics by offering to sorne of the estate pr
increase wages, make laborers' tribute payments, or improve working labor forces in limbo 1
conditions. The lndians may have preferred to farm their own land, lndians, referring to tl
but they were practical and, when there were scarce resources in their they were caIled gañ:
pueblo of origin, they tended to favor life on an estate over continually build up their estate :
migrating in search oI work. independent pueblo.
Hacienda life also offered other economic and social advantages When lndians COl
which lengthened the worker's stay. Debts owed by workers were not ex struggle for corporate
tensive, many workers had money coming to them, and it was not to tum to violent den
unusual for workers to leave an estate while accounts had yet to be regíon . were particul
settled. There is no evidence that estate owners employed coercion in hundred lndianmen :
the collection of debts or that they were even overly concemed about del Manto near Tem
recuperating cash outlays. Thus, for the lndian workers, the prospect it into a pueblo. Le,
of increasing a debt by way of easy, emergency loans may have con "Plume" and "King'
tributed to a prolonged stay in a hacienda community.36 house and other crOl!
Gañanes also had their own places of worship on estates, erecting and probable cemetl
ermitas and oratorios separa te from the chapel that would serve the Mexico City who w(
needs of the administration. They typically chose their own leaders a1so measured off so
(fiscales) to encourage them in a regular program of worship. lt was future town site. Th<
not unusual for gañán communities to form lay brotherhoods (cofra down this uprising ce
días) and choose deputies for these. 37 Occasionally, they also elected sions, including sixty
civil officials, such as alcaldes and regidores, particularly when the donkeys, two horses,
estate settlement had pueblo aspirations. 38 of maize. Such poss<
The larger, the older, and the more permanent the gañán settle permanence of this
ment on an estate, the better its chances were for the successful pursuit The jurisdiction
of pueblo status. If there had once been an independent lndian town Temascalcingo at th:
on the site that had been removed for congregación or had lost its dendas del Manto,
entire population to epidemics, the gañanes might use that historical Quaspillasi, El Salto
reality to their advantage. They would also formulate such a story were constantIy put
boring lndian town
S5 AGN, Civil, 109, exp. 6; Criminal, 13, exp. 14; 92, exp. 12; 93, exp. 1;
dent landholdings a
190, f. 438; 229, exp. 11; General de Parte, 18, exp. 160 and Tierras, 2232,
$9 See, for example
exp. 3.
S6 See, for example, AGN, Civil, 246, exp. 6; Criminal, 93, exp. 1; Tierras, exp. 3, fr. 24-57.
4{l See Taylor, 1979
2924, exp. 3; and Wood, 1984: 247-258.
37 See, for example, AGN, Criminal, 130, exp. 14, f. 548v. 41 AGN, Criminal,
as See AGN, Tierras, 3672, exp. 20, and 2924, exp. 3, for examples. 42 See Colín's in<li,
INDlAN CORPORATION OF THE TOLUCA REGlO N 397
noved from even if it was not true, or simply c1aim that the estate cornmunity
community represented a settlement that had existed without interruption for
"time immemorial".
tich contri In an effort to defuse either argument and in order to prevent
ters' settle permanent workers from either transforming the estate into a pueblo
the Valley, or creating a "formal town" just outside, thereby snatching away
rlffering to sorne of the estate property, rnany esta te owners tried to keep their
re working labor forces in limbo between the status of gañanes and that of pueblo
own land, lndians, referring to them as "labonos" or "arrimados".39 But whether
:es in their they were called gañanes or any other name, workers continued to
continually build up their estate settlements and mold them in the image of the
independent pueblo.
advantages When lndians could not attain a favorable legal verdict in their
:ere not ex struggle for corporate autonomy, it was not at all unusual for them
[t was not to tum to violent demonstrations.40 Gañán communities in the Toluca
'yet to be region . were particularly active in this respecto More than three
oercion in hundred lndian men and wornen, largely gañanes, seized the Hacienda
ned about del Manto near Temascalcingo in 1722 with the intention of making
~ prospect it into a pueblo. Led by the lndian Lucas Martín, also known as
have con- "Plume" and "King", they placed a cross on the roof of the main
house and other crosses to mark the future site of the town church
s, erecting and probable cernetery. With the assistance of two women from
serve the Mexico City who were pretending to be local authority figures, they
ID leaders a1so rneasured off six hundred varas in each cardinal direction as a
¡p. lt was future town site. The militia which was called in immediately to put
¡Ig (cofra down this uprising confiscated an impressive nurnber of lndian posses
so elected sions, including sixty head of beef cattle, fifty sheep, sixteen pigs, seven
when the donkeys, two horses, twenty-seven chickens, and about thirty bushels
of rnaize. Such possessions are indicative of the considerable size and
¡án settle permanence of this gañán community.41
Wpursuit The jurisdiction of Ixtlahuaca, which reached as far north as
lían town Temascalcingo at that time, was rife with similar at:tivities. The Ha
d lost its ciendas del Manto, La Fuente Jordana, San Nicolás Tultenango,
historical Quaspillasi, El Salto, Santiago Maxda, and San Francisco Tepeolulco
1 a story - were constantly put on the defensive by agressive laborers and neigh
boring lndian town dwellers who aimed to secure extensive, indepen
13, exp. 1; dent landholdings and bolster their corporate autonorny.4!.I Although
nas, 2232,
39 See, for example, AGN, Indios, 65, exp. 339, fí. 281-282; Criminal, 92,
1; Tierros, exp. 3, ff. 24-57.
4() See Taylor, 1979, for ample evidence.
41 AGN, Criminal, 230, exp. 6.
l. 42 See CoIín's índices for numerous references to these and other examples.
398 STEPHANIE WOOD INDIAN CORPO
workeI'! never united in pan-Valley uprisings to achieve their goals, when the refineries were
there is evidence which suggests a kind of chain reaction in the pursuit labor. The cuadrilleros aC
of pueblo status by permanent worker's settlements, particularIy in this renters when the hacienda
northern end of the Valley in the eighteenth century. The idea spread, The cuadrillas' strugg
for instance, from the gañanes of the Hacienda del Manto to the very late in the colonial :
sharecroppers on the ad joining Rancho de San Pedro Potla (owned teenth century or in the I
by the sisters of the owner of El Manto), and eventually to the neigh stand out in the cuadrillIU
boring Hacienda de La Jordana. 4S yatenco, and San Hip6lit
tion. Like sujetos seeking
Mining commun!'ties communities desirous of se
settlements in the Inining
A somewhat similar chain reaction is seen in the Sultepec mining decorated church with reg
region, where several worker settlements began to press for pueblo cipal buildings and schooll
status all at about the same time. The mines, like the estates in the held up their capitanes in
northern end of the Valley, had come to dependon a greater amount From the mid. to late
of permanent labor than many haciendas. The gangs ( cuadrillas) cuadrillas had increased,
which originally performed stints in the mines under the supervision their viability as independc
of a capitán gradually became attached to a particular ore refinery 01' were giving up farIning a
neighboring agricultural enterprise." By the eighteenih century, the the hopes of those who J
cuadrilla was often a fixed settlement, although of postconquest origin not entirely dashed, for
and only gradually assurning the characteristics of an Indian pueblo.411 pueblo status with a rema
It often supported a patron saintand bore a Nahuatl placename would continue to build
-which it probably took from the mining estate but which, in turn, attaining that goal.
may have stemmed from some indigenous antecedent. A major dis
tinction setting the cuadrilla apart from the pueblos of the' Valley, Titles to substantiate clai,
however, was the large non-Indian element in the population.44
Because of the cuadrillas' shallow root8 and uncertain indigenous Population size was e
origins, the Indians and mulattoes in these communities were hard winning case. Mining COIl
pressed when they tried to secure a corporate land base. In a position pueblo aspirants in meetin
similar to the estate settlements, the cuadrillas had to try to wrestle of their territorial rights•.
land away from surrounding private property holders. But unlike the communities discussed he
hacienda communities, the cuadrilla members did not often try to be the decisive factor for
claim to be the descendants of a pueblo despoblado at the particu of the legal town site; th,
lar site. Their corporate memory went only as far back as the time F ew pueblos held leg:
43 AGN, Criminal, 230, exp. 6, and 92, exp. 3; and Indios, 38, exp. 32, and
colonial titles which sup!?,
65 exp. 339. ly, even though many c
"44 For a review of the evolution of the mining cuadrilla, see Wood, 1984: holdings in the early eigl
268-271.
45 Cuadrilla as settlement: AGN, Civil, 1627, exp. 18, f. 8; Tierras, 1300, 47 See, for example, the 81
exp. 12, ff. 27-28, 44; 1314, exp. 6, f. 14; 2283, exp. 1, ff. 7-8, 44; 2638, exp. 2, from AGN, Tierras, 1314, exp
doc. 3; and 2640, exp. 4, f. 8. . 48 San Hip6lito Atetzcapl
44 See AGN Inquisición, 937, ff. 265-268, and AGN, Tierras, 2639, exp. 2, 242; and Indios, 71, exp. 11
f. 88. 2283, exp. 1; and 1482, exp.
INDIAN CORPORATION OF THE TOLUCA REGlON 399
fueir goals, when the refineries were in their glory and drew upon temporary
~he pursuit labor. The cuadrilleros admitted being left to fend for themselves as
ttrly in this renters when the haciendas de moler metales had decayed.47
lea spread, The cuadrillas' struggles for pueblo status tended to culminate
nto to the very late in the colonial period, during the last quarter of the eigh
~ (owned teenth century or in the early nineteenth. Three prominent examples
Ithe neigh stand out in the cuadrillas of San Juan Atzumpa, San Sebastián Hue
yatenco, and San Hip6lito Atetzcapan, all in the Sultepec jurisdic
tion. Like su jetos seeking independence from cabeceras or hacienda
communities desirous of separating from the estate, these quasi-Indian
settlements in the mining regions concentrated on establishing a fully
~ mining decorated church with regular religious services and constructing muni
ror pueblo cipal buildings and schools. They elected fiscales and mayordomos and
ltes in the held up their capitanes in the image of alcaldes. 48
Ier amount From the mid- to late-eighteenth century, the populations of most
'CUadrillas) cuadrillas had increased, but not enough to cOJlvince the judges of
mpervision their viability as independent pueblos. There are hints that sorne people
refinery or were giving up farming and beginning to return to mine work. Still,
ntury, the the hopes of those who persisted toward the goal of autonomy were
Dest origin not entirely dashed, for the justices often qualified their denials of
k pueblo.4/! pueblo status with a remark like "Jor the time being", and the people
placename would continue to build up their communities, perhaps eventually
i, in tum, attaining that goaL
major dis
be, Valley, Titles ta substantiate claims
~n.~
indigenous Population size was only one of the more decisive elements in a
tvere hard winning case. Mining communities were less well equipped than most
a position pueblo aspirants in meeting the courts' demands for documentary proof
to wrestle of their territorial ríghts. In the cuadrillas or any of the other types of
imlike the communities discussed here, having tides to corporate holdings could
en try to be the decisive factor for attaining pueblo rank and the confirmation
e particu of the legal town site; their lack could be a serious hindrance.
i the time Few pueblos he1d legitimate land grant documents or other early
~. 32, and colonial titles which supported their claims to corporate lands. Similar
ly, even though many communities obtained composiciones of their
!ood, 1984: holdings in the early eighteenth century, confirmations often ignored
rrras, 1300, 47 See, for example, the story of San Sebastián Hueyatenco that can be drawn
¡38, exp. 2, from AGN, Tierras, 1314, exp. 6; 2639, exp. 3; and 2640, exp. 4.
48 San Hip6lito Atetzcapan: AGN, Tierrus, 1300, exp. 12; Indios, 69, exp.
69, exp. 2, 242; and Indios, 71, exp. 11. San Juan Atzumpa: AGN, Tierras, 2638, exp. 2;
2283, exp. 1; and 1482, exp. 3.
26
lNDIAN CORl
400 STEPHANIE WOOD
the disputed properties in or near estates that meant so much to the extension, characteristics
Indian towns. Not many pueblos shared the fortune of Temoaya in tified and verified over
the extension of its legally verified territory. As a result, over the Sorne towns had bot
years many communities maintained their own historical accounts codices to substantiate
which paid particular attention to their claims to corporate boundaries. (and even a few of the
These "primordial tides" were usually centered on a land grant and customized copies of Sf
border survey of the sixteenth century, and were embeHished with more convincing docun
local pre- and postconquest historical events, particularIy those which with fairly good copies
related to the town's foundation, municipal council formation, church from the mid-sixteenth •
construction, and any other enhancement of its status. The lides an occasional map or
often admonish future generations to protect the community and its More than one investig
territory.~9 century traced this typl
There are five sets of tides known to me for the Valley of Toluca.50 tepec, Pedro de Villafr:
Two sets, from Adacomulco and Tepezoyuca, have yet to be located.51 nating details of his tI<
Translations of those from Metepec and Ocoyoacac are still in progress, murder, which occurre{
while an English translation of the fifth, from Capulhuac, is com of sorne of rus local acc'
plete.52 in the Toluca Valley w
Since the primordial tides seem to have been made primarily for Of the three types (
a local audience and only secondarily for presentation in the courts, of missing titles, the f~
sometimes other types of tides were acquired for the latter purpose. the courts. Yet even th
Sorne towns acquired titles wruch pretended to be andent and in the for what they were. 1'1
codex tradition -the well-known Tecrualoyan Codices-- and pre retention, while import
sented these in land litigation. Of the approximately forty identifiable corporate autonomy, sh
pueblos represented in the Techialoyan group, about one third are in ingenuity they reveal OI
or near the Toluca Valley, and several lie between Mexico City and The indigenous pec
Toluca.J;S While the style and format are strikingly distinct from the victims subjected to a
primordial tides, the content of these Techialoyans is surprisingly by intruding Spaniards.
similar: preruspanic historical phenomena such as the conquering and thereafter they began
settling of the town and its leadership thereafter, colonial history in creasingly took the ini
cluding the coming of Christianity, the selection or honoring of the integrity. Smaller entiti
larger communities aH
patron saint, the conferring of office and rights upon the local nobility
the procurement of ce
by Spanish royalty or officials, and aboye aH, the town's territorial
land tides. Even India
49See Gibson and Glass, 1975: 321 and Lockhart, 1982. mer mining estates,
50 A~N, Tierras, 2860, exp. 1, cuad. 2; Menegus Bornemann, 1979: 53-64; communities after the
AGN, TIerras, 2998, exp. 3 and 3 bis; Garibay K., 1949; and McAfee Collection, fill all the polítical, ce
VCLA/SC.
51 Colín (1963: xv-xviii) described having obtained the Atlacomulco title for
pueblos.
study. Primordial titles from Tepezoyuca are described along with the Techialoyan
from that town in AGN, Tierras, 1716, exp. 1, cuad. 1.
112 See Wood, 1984: 325-330 for a detailed recapitulation of the contents of 54 AGN, Criminal, 24,
the latter. attributed to don Josef dE
53 See Robertson's catalog, 1975. the name of the notary JOI
INDIAN CORPORATION OF THE TOLUCA REGlON 401
It so much to the
extension, characteristics, and divisions, as they were variously iden
e of Temoaya in
tified and verified over time.
, result, over the
Some towns had both their own primordial tides and Techialoyan
istorical aCCOunts
codices to substantiate their corporate claims. Other Indian pueblos
>Orate boundaries.
(and even a Iew oI these same communities) also bought forged and
l land grant and
customized copies oI Spanish-language grants in their zeal to present
embellished with
more convincing documents to the courts. These documents, replete
lady those which
with Iairly good copies oI the viceroy's signature, included mercedes
[)llnation, church
lrom the mid-sixteenth century, border surveys, acts oI possession, and
tatus. The titles
an occasional map or schematic plan oI the territory in question.
nmunity and its
More than one investigation in the Toluca Valley in the eighteenth
century traced this type oI Iorgery to an Indian cacique Irom Jilo
L1ley of Toluca.51l tepec, Pedro de Villalranca (inconsistently called "don"). The Iasci
~ to be located.51
nating details oI his trade were mainly uncovered at the time oI his
still in progress, murder, which occurred in Toluca in 1761, apparently at the hands
ulhuac, is com oI some oI his local accomplices. He had serviced at least eleven towns
in the Toluca Valley with his Iraudulent land grants.54
le. primarily for OI the three types oI documents made or acquired to Iill the gap
t m the courts oI missing tides, the Ialse mercedes seem to have Iared the best in
. Iatter purpose: the courts. Yet even these were sometimes discovered and denounced
!ent and in the Ior what they were. The various tides' possible effectiveness Ior land
:es- and pre retention, while important in the overall picture oI the resilience oI
-rty identifiable corporate autonomy, should be weighed equally with the purpose and
le third are in
ingenuity they reveal On the Indians' parto
~co City and
The indigenous people of the Toluca Valley were hardly passive
tinct from the victims subjected to a total destruction oI their way oI lile induced
is surprisingly by intruding Spaniards. Epidemics dealt them their greatest blow, but
onquering and thereafter they began to hone their defense mechanisms and in
~aI history in creasingly took the initiative to rebuild and reaflirm their corporate
illoring of the integrity. Smaller entities, expressing an age-old micropatriotism, and
:local nobility larger communities alike entered into the pursuit oI the town site,
m's territorial the procurement oI composiciones, and the creation or purchase oI
land titles. Even Indians living on agricultural, stockraising, and Ior
• 1979: 53.64.
mer mining estates, entered into such activities, patteming their
'lee ColJection', communities alter the prehispanic provincial unit, and striving to Iul
Iill all the political, economic, and religious Iunctions oI independent
Illulco title íor pueblos.
le Techialoyan
le contents oí
54 AGN, Criminal, 24, exp. 5. Similar forgeries from other provinces have been
attributed to don Josef de León y Mendoza and to another man who borrowed
the name of the notary José de Montalbán; see Dyckerhoff, 1979.
402 STEPHANIE WOOD INDIAN ce
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1 edition,
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
LESLIE S. OFFUTT
The collection of Nahuatl wiUs fram San Esteban offers an unusual that, while the use of tl
opportunity to examine elements of acculturation to the hispanic world status within the comID'
over an extended periodo From the relatively "pure" Nahuatl of the the terms were somew
earliest seventeenth-century testaments, by the 1770's, the last decade residents who bore thes
from which indigenous wiUs survive, one sees a Nahuatl so full of parable in size and ap
Spanish elements that one may assume that the testators were fully of the town. The grea
familiar with the Spanish language. The changes within the testa in the eighteenth centur
ments over time suggest changes in the community of San Esteban of the terms in that er
itself, changes having to do with its increasing exposure to, and What follows here
integration into, the hispanic world. testaments, drawing 0\
The testaments have survived housed in the municipal archive of three specific periods (
Saltillo, where they are bound interspersed with Spanish-Ianguage testa teenth century, 1670 th
ments spanning the years 1617-1779. Fifty-two seventeenth-century and commentary on w:
Nahuatl wills have survived, the earliest dated 1611 (misfiled by society at specific poin
date in the Spanish bundles, as so many are; whoever in later years cluded transcriptions :
organized the testaments for binding was apparently unfamiliar with Xochicuetzin, 1627, I
Nahuatl and unable to comprehend the dates on the various Jndian Ramos, 1776) to allow
language documents). For the purposes of this study, J have examined and language use of tl
twenty-five of those fifty-two, these chosen on the basis of the physical the more general discl
quality of the documents themselves (i. e. how well-preserved), and, they are sufficiently re)
following on that point, the ease of transcribing a particular docu its development to be
ment. 10 An additional fourteen testaments dating from the period The format of the
1748-1779 have also been examined for this study. Of the twenty-five century central Mexicl
seventeenth-century testaments examined, thirteen are praduced by Nahuatl testaments beg
women. Curiously, while the terms of the establishment of the commu invoking the Trinity,
nity provided that all Tlaxcalan colonists would be considered as name an residence test
caballeros and hidalgos, entitled to the use of the title don, only two A phrase follows whicl
of the earlier testators bear that title (don Pedro Clemente, d. 1685, the body is consigned
and don Juan Diego, d. 1687); none of the women in the seven nicpohua yntlalli yehu.
teenth-century sample was called doña. Three of the eighteenth-century 11 AMS, Inventarios y
Clemente, 1685; carpeta 2
male testators surveyed bore the title (don Andrés Pascual, d. 1772, 1761-1763, will of don e
don Félix Martín Ramos, d. 1776, and don Cristóbal Ramos, d. doña María Rosa, 1775 j ca
1748) ; two of the female testators were labelled as doñas (doña María don Felix Martín Ramos,
María, 1774. The infrequel
Rosa, d. 1775, and doña Antonia María, d. 1774). Jt is worth noting do with a generally strlct,
Dones are found in San
10 The Nahuatl materials in the SaltilIo municipal archives are in far worse members of the communi
condition than their Spanish counterparts, to a great extent, it appears, beca use mayores who appear regul
those charged in later years with the responsibility of organizing the material s had so labeIled. And by the !
no knowledge of Nahuatl, and therefore no understanding of, or respect for, the don or doña.
materials they handled. One sees, for example, far too frequently Nahuatl docu 12 For examples of (
ments used as covers for bundles of Spanish language materials j in other instances Anderson, Berdan, and Lo
they are placed more carelessly in the bundles than are Spanish materials, with work of S. L. CUne and
consequent greater damage to the documents. can, passim.
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 413
L unusual that, while the use of the titles don and doña generally suggests higher
lic world status within the community, even when, as by the eighteenth century,
tI of the the terms were somewhat devalued, the estates of the San Esteban
:t decade residents who bore these tides were, in the main, rather modest, com
) full of parable in size and apparent wealth to estates of nontitled residents
'ere fully of the town. The greater number of testators who bore these titles
he testa- in the eighteenth century sample probably reflects the looser application
Esteban of the terms in that era.u
to, and What follows here is a general examination of these thirty-nine
testaments, drawing out common characteristics of testaments from
rchive of three specific periods (early seventeenth century to 1627; later seven
1ge testa teenth century, 1670 through the 1690's; and mid-eighteenth century),
l-century and commentary on what those characteristics reflect of San Esteban
¡filed by society at specific points in its development. Additionally, 1 have in
ter years c1uded transcriptions and translations of three testaments (Justina
liar with Xochicuetzin, 1627, Diego Sánchez, 1682, and don Félix Martín
: lndian Ramos, 1776) to allow the reader to observe more directly the content
:xamined and language use of the wills; while not all the elements treated in
physical the more general discussion are to be found in these sample texts,
d), and, they are sufficiently representative of the genre at particular stages in
ilr docu its development to be useful to the reader.
e period The format of the San Esteban testaments derives from sixteenth
'enty-five century central Mexican models.l~ As do Spanish wills, each of the
uced by Nahuatl testaments begins with sorne variation of the standard phrase
commu invoking the Trinity, then identifies the person making the will by
:iered as name an residence testator (inc1uding both town and neighborhood).
:>nly two A phrase follows which asserts the testator's soundness of mind; then
d. 1685, the body is consigned to the earth (auh in notlac yn nonacayo ytech
le seven nicpohua yntlaUi yehua ca ytech oquiz ochihualoc, in the 1683 will
l-century :l1 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 1, 1617-1708; will of don Pedro
Clemente, 1685; carpeta 2, 1709-1726, will of don Juan Diego, 1687; carpeta 8,
d. 1772, 1761-1763, will oI don Cristóbal Ramos, 1748; carpeta 10, 1772-1777, will oI
imos, d. doña María Rosa, 1775; carpeta 13, 1789-1799, wills of don Andrés Pascual, 1772,
la María don Felix Martin Ramos, 1776; carpeta 14, 1800-1807, will oI doña Antonia
María, 1774. The inlrequency oI the tide in the seventeenth century may have to
h noting do with a generally stricter applícation of these honorific tides in that periodo
Dones are found in San Esteban in this period; many oI the politica!ly active
far worse members oí the community -the governors, alcaldes, regidores, and alguaciles
, because mayores who appear regularly among the witnesses oI the testaments- are oíten
!rials had so labelled. And by the 1770's a substantial number of the testators are called
: for, the don or doña.
atl docu 12 For examples oí central Mexican testaments the reader should consult
instances Anderson, Bernan, and Lockhart, eds., Beyond the Codices, passim and the recent
als, with work oI S. L. Cline and Miguel León-Portilla, eds., The Testaments of Culhua
can, passim.
414 LESUE S. OFFUIT THE SAN
of Elena Francisca).J.3 The care of the soul is then taken u p, often speakers made use of cel
with detailed provision made for burial and the saying of masses. be rendered in no otheJ
There follows a section treating bequests to specific charities; in San Santo, Santa Yglesia, mi
Esteban these charities are firmly established by the early seventeenth vigilia, rendered here a
century and survive through the 1770'S.14 are found in all the e:
Following this formulaic beginning, the testators proceed to the common elements in ce
substantive portion of their wills. Here one sees most clearly the details So too do nouns comm
of the lives of San Esteban residents where they treat their possessions, into the early San Estebl
name their heirsj itemize their debts. This section is indeed the core escribano, all appearing
of the testaments, reflecting most clearly the more personal aspects of sessive prefix attached, ~
the lives of the members of this community. It is "flesh on the testaments inelude certa
skeleton" in many respects, allowing us (and most certainly them) which Karttunen and
to differentiate one from another on the basis of individual charac N ahuatl from at least
teristics. After this most personal section, the wills then revert to dictable loans, represent
formula with the naming of executors, the identification of witnesses, the Spanish world wh
and the dating and signing of the documento These conventions are world. Candles, chests,
essential1y those of the hispanic model, to which Nahuatl speakers hoes, hatchets, and lat
adapted so readily early in the post-contact era, and preserved with poultry such as chickeru
little deviation throughout the colonial period. 15 What concerns us ban residents counted
now are the elements of the substantive sections of the wills,and what Spanish, in their testaJ
they suggest about the nature of the community in the seventeenth and period are few. By far 1
eighteenth centuries. three earliest wills are J
The three earliest wills, dated 1611, 1621, and 1627 respectively, in pre-contact sodety: 1
are, not surprisingly, truest to the indigenous language. Indeed, two ing stone; comalli, a gl
of the three testators are called by Nahuatl names (Bonaventura is tlalli, and in sorne Cal
Xuchitlanemi, d. 1621, and Justina Xochicuetzin, d. 1627); the third The earIy residents of S
is named in a fashion typical of Indians in the colonial world, taking
traditional context, witl
two Christian names rather than adopting a more standard Spanish
allowed to intrude.
surname. These wills are not untouched by Spanish; each contains
A elose examination
certain standard loanwords typical of central Mexican testaments of illustrates many of th~
the same period.16 From the earliest Nahuatl testaments Nahuatl
level the will illuminatl
13 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 2, 1709-1726, will of Elena Fran
We learn that she W~
cisca, 1683. residing in the neighb.
14 The charities in question are the Casa Santa de Jerusalem yhuan redenci6n Esteban de la Nueva 1
de los cautivos, and the cofradias of Nuestra Señora del Rosario and Animas.
15 Cline and Le6n-Portilla suggest that froID at least the 1540's central Mexican
or simply bore childret
Indians had adopted the practice of written wills. See Cline and León-Portilla,
The Testaments 01 Culhuaoan, p. 4. 11 The wills included ÍI
1~ Indeed, one would expect that the language of these early seventeenth León-Portilla provide numel'l
century testaments should reflect quite c\osely the language of Tlaxcala in the 18 Karttunen and Lockh
same perlod, reflecting the same linguistic changes that Tlaxcalan Nahuatl had 19 See AMS, Inventarlo
experlenced, since the community oI San Esteban de Nueva Tlaxcala had been so Xochicuetzin, 1627; carpeta
recentJy created by residents oI Tlaxcala proper. Bonaventura Xuchitlanemi,
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 415
Ip, often speakers made use of certain Spanish testamentary language that could
i masses. be rendered in no other way. Spanish religious terms (Dios, Espiritu
: in San Santo, Santa Yglesia, míssa, Santissimo Sacramento, anima, porgatorio,
eIlteenth vigilia, rendered here as they appear in the documents themselves)
are found in all the earliest San Esteban testaments, as they were
t to the common elements in central Mexican wills in the sixteenth century.
e details So too do nouns commonly associated with testaments find their way
~ons,
into the early San Esteban wills -memoria, testigos, testamento, firma,
the core escribano, aH appearing in the documents with the appropriate pos
qx:cts of sessive prefix attached, as in notestigos, "my witnesses".11 San Esteban
ion the
testaments include certain other Spanish loan words as well, most of
r them)
which Karttunen and Lockhart have located in central Mexican
! charac
Nahuatl from at least the late sixteenth century.18 These are pre
bvert to
dictable loans, representing household items, tools, and livestock from
ritnesses,
the Spanish world which were early adopted into the indigenous
lous are
world. Candles, chests, certain kinds of cloth, implements such as
speakers
hoes, hatchets, and lathés, livestock such as sheep and mules, and
~d with
poultry such as chickens were among those items that early San Este
:erns us
ban residents counted among their posse.."Sions and described, in
~d what
Spanish, in their testaments. But generaHy the loans in this early
nth and
period are few. By far the greatest number of possessions listed in the
three earliest wills are rendered in Nahuatl, and were items existing
ectively,
in pre-contact society: totolin, or turkeys; metlatl, a metate or grind
ed, two
ing stone; comalli, a griddle; pitzome, or pigs; cueytl, a skirt. Land
lventura
is tlalli, and in sorne cases the term cuemitl, furrowed land, appears.19
~e third
The early residents of San Esteban were still firmly based within their
,taking
Spanish traditional context, with only selected elements of the Spanish world
tontains allowed to intrude.
tents of A close examination of the wiH of Justina Xochicuetzin (1627)
illustrates many of these characteristics of earIy testaments. On one
~ahuatl
level the will illuminates the general circumstances of Justina's life.
~a Fran We learn that she was an unmarried woman of unspecified age
residing in the neighborhood of Santa María Purificación of San
ledenci6n Esteban de la Nueva Tlaxcala. Whether she had ever been married
lIlaS.
Mexican or simply bore children out of wedlock cannot be determined pre
t-Portilla,
17 The wills included in Anderson, Berdan, and Lockhart, and in Cline and
mteenth León-Portilla provide numerous fine examples for comparison.
1 in the 18 Karttunen and Lockhart, Nahuatl in the Middle Years, passim.
~atl had 19 See AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 1, 1617-1708, will of Justina
been so Xochicuetzin, 1627; carpeta 2,1709-1726, wil! of María Jacoba, 1611; wiII of
Bonaventura Xuchitlanemi, 1621.
27
416 LESLIE S. OFFUTT THE SAN 1
cisely; while she mentions two children specifically identified as legi the preterite third person
timate, missing from her testament is any reference to a spouse, either plus -tia) in Justina Xo
living or deceased, while nearly all other wills surveyed do make J ustina Xochicuetzin'~
such mention. She appears not to have been particularly well-off in early seventeenth-century
a material sense; her estate includes no real property and she owns society; Spanish goods h,
only sorne few household goods and livestock. Esteban residents, and S
On another level, that of language, her will reveals much about But the traditional preva
the larger community and its relation to the surrounding Spanish woman operating in a T
world. The standard intrusions of Spanish religious and testamentary now part of a larger hil
language are there, an essential part of the formula followed by Nahuatl the outside are limited ti
testators of both the center and the periphery. Certain Spanish nouns their way into her testam
are found as well; Justina's possessions include a small chest with a The earliest wills pro
key (centetZ caja tepitzin quiPia llave) bequeathed to the steward of the later seventeenth
(mayordomo) of one of the local cofradías, or charities. She also eighteenth century. Both
mentions five chickens (macuilli pollo), a large blanket (fresada), a the wills reflect the inc
the Spanish. Regarding h
saddle (ce silla), which she holds in hock for someone, and serge and
Spanish loans representu
woolen cloth measured in Spanish units (varas of sayal and pano).
which had no equivalel
These loan words are entirely in keeping with what studies of central
language, objects of the
Mexican testaments have led us to expect; these are iterns of the life early on), by the la
hispanic world absorbed into the world of the Indian fairly soon after numerous noun loans of
contacto In the main the language of the will, and the goods included original Nahuatl but fo
in her estate, suggest that J ustina remains firmly a part of the ludian equivalent (mortaja, a s
context. Mast of the household items are rendered in Nahuatl and Nahuatl cahuitl; corral, ;
are part of daily Indian life -a metlatl, or metate, metlapilli, a late seventeenth-century
rolling pin, tepozcomitl, an iron pot, tochomitl, a rabbit skin, otlachi we can locate the earliesl
quihuitl, a reed basket, huexolotl, a tom turkey. What few iterns of relationships (hermano,
clothing she mentions are of indigenous origin, and are described materials in 1674; comp
in Nahuatl- tilmaili, a piece of cloth, huipilli, a blouse; she refers the more linguistically se
at one point to a white huipil made in the Tonallan style, ce huipilli verbs into Nahuatl by the
yztac tonaltecayotl, and a green Mexica-style skirt, ce cueitl mexicayotl finitive begins to appeal
xoxouqui. of María Elena (d. 16
A primitive Spanish verbal intrusion of sorts also appears in quicobrarosque noalbaset
Justina's testament, in the phrase yn testigosme oquifirmati yn Fran this one peso", with thl
cisco M arcos can no testigo, "of the witnesses Francisco Marcos also in this fashion. 23 Other 1
signed", with oquifirmati based on the Spanish noun firma, "signa 20 AMS, Inventarios y te
.ed as legi the preterite third person singular form of firmatia (firma, signature,
)use, either plus -tia) in Justina Xochicuetzin'g wilpo
do make Justina Xochicuetzin's will, brief though it is, tells us much about
well-off in early seventeenth-century San Esteban. It clearly was not an insular
I me owns society; Spanish goods had found their way into the daily life of San
Esteban residents, and Spanish nouns followed closely in their wake.
lUch about But the traditional prevailed as well; Justina was clearly a Tlaxcalan
19 Spanish woman operating in a Tlaxcalan context, which itsclf was admittedly
:stamentary now part of a larger hispanic contexto Nonetheless, the intrusions of
by Nahuatl the outside are limited to basic items; of the two worlds which find
nish nOuns their way into her testament, the traditional is by far the stronger.
test with a The earliest wilIs provide good points of comparison for the wills
le steward of the later seventeenth century, and certainly íor those of the late
. She also eighteenth century. Both in terms oí material context and in language,
Fresada), a the wills reflect the increasing penetration of the Indian world by
. serge and the Spanish. Regarding language, while the earlier documents contained
nd pa.no). Spanish loans representing in the main introduced iteros or concepts
of central which had no equivalent in Nahuatl (religious terms, testamcntary
ms of the
language, objects of the Spanish world that became part oí Indian
life early on), by the late seventeenth century the wilIs reveal more
soon after
numerous noun loans of items which could have be en rendered in the
Is induded original Nahuatl but for which testators have chosen the Spanish
the Indian equivalent (mortaja, a shroud, in Nahuatl quimilli; tiempo, time, in
lllUatl and Nahuatl cahuitl; corral, a fenced-in area, in Nahuatl tepancalli, in one
etlapilli, a late seventeenth-century testament),21 Further, in this middle period
:n, otlachi we can locate the earliest intrusion of Spanish words identifying family
N' iteros of relationships (hermano, or brother, appears first in thc San Esteban
described materials in 1674; compadre, or godfather, in 1683).22 By the 168D's
she refers the more linguistically sophisticated practice of incorporating Spanish
ce huipilli verbs into Nahuatl by the addition of the -oa ending to the Spanish in
mexicayotl finitive begins to appear in the San Esteban documents. In the will
of María Elena (d. 1688) is the phrase yhua, Lazaro se peso ynin
lppears in quicobrarosque noalbaseas, "and as for Lázaro my albaseas will collect
, yn Fran this one peso", with the Spanish verb cobrar, to collect, conjugated
[arcos also in this fashion. 23 Other late seventeenth-ccntury testaments demonstrate
:a, "signa 20 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 1, 1607-1708, wiJI oí Justina Xochi
,th-century cuetzin, 1627.
21 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 2, 1709-1726, will oí Francisco
Tbs. OnIy Andrés, 1695.
f inserting 22 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 2, 1709-1726, wills oí Maria Mada
this as weH, though it should be noted that there was no wholesale his occupation on t:
adoption of this standard for verb incorporation. Even in the will know that he has 1
referred to aboye, the notary reverts to the older practice of adding three children survi
-tia to the noun to give the sense of the verbal (auh ynic neltocos seeond. He is a pr<
noypa timofirmatia, "with this belief we sign in front of me") .24 pieces of land of u
Indeed, while the language of these later seventeenth-century docu pressed in his instrm
ments reveals a greater intrusion of Spanish elements, these intrusions away from San Est!
occurred slowly and haltingly, and in the case of nouns in particular, children. Diego Sán!
they represented borrowed items. One should note as well that these is quite typical of ti
intrusions occur in an order general1y following that which Karttunen oí the seventeenth ti
and Lockhart discerned in central Mexico, with a time lag of sorts. írom that century 11
This time lag, and the slowness in the rate of intrusion, may be not uncommon íor t
attributed to the less intense contact between the northeast and the (as Diego Sánchez (
center (although parish records for San Esteban suggest continued his obligatory bequ
migration from Tlaxcala to San Esteban throughout the seventeenth Mexican Nahuatl 'Y
century), and the re1atively less intense contact between indigenous directions east and ,
and hispanic worlds in the northeast. The Nahuatl of the late seven íacing where the SUJ
teenth century in San Esteban, at least that revealcd in the testaments, on the west, facing
is not so very much different from that found. there in the first few sampling of norther
decades of the century. Few things that were of indigenous origin or elaboration in desee
that were shared between the two worlds were renamed. supply oí land existec
The contention of a steady but slow adoption of Spanish elements prevailing throughou
by the lndian world is illustrated by the 1682 testament of Diego demand was not sigr
Sánchez. On fírst reading one is struck by the similarities in language In the area oí ob
use between this will and Justina Xochicuetzin's a half-century earlier.25 as a fairly typical ex<
The same noun loans appear -testamentary language, religious terms, teban, practices whic
borrowed objects- aH which were amply attested in wills of the earlier communities whose w
periodo It is in the material realm that the Sánchez will distinguishes líes in the manner ÍI
itself from the earHer example. The richness of detail in Sánchez' oí these bequests. TI
testament offers a far more reveaHng window into late seventeenth alms or oí íulfilling .
century San Esteban life than allowed us by Justina Xochicuetzin's time the San Esteb.o
testamento This is likely no more than a question of relative wealth Mexico, testators fre
--it may have no greater significance than simply to reveal the different items to yield cash í4
perspectives on the community offered by the differential distribution San Esteban wills 2
of wealth among its members. Nonetheless, it makes for interesting, Diego Sánchez' case,
and revealing, reading. oí corn or chile, tUl
In this material sense, Diego Sánchez appears to lead a far more organization. These
comfortable existence than Justina. While it is difficult to establish vities oí the testatol
24 See the discussion of verb incorporation in Karttunen and Lockhart Nahuatl
2'8 AMS, Inventarios
in the Middle Years, p. 29-30. ' 1676.
27 See the collectiol1
25 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 1, 1617-1708, will of Diego Sán
chez, 1682. and Cline and León-Pon
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 419
ClO wholesale his occupation on the basis of what is included in his estate, we do
in the will know that he has been married twice, that one child has died, that
:e of adding three children survive from his íirst marriage, and four from his
mic neltocos second. He is a property holder, owning a house and three separate
me") .24 pieces oí land oí unspecified size. His concem for his family is ex
entury docu pressed in his instructions that one oí those pieces of land, apparentIy
se intrusions away írom San Esteban proper, is where his wife should raise their
rJ. particular, children. Diego Sánchez' treatment of his landed property in his will
II that these is quite typical of the treatment found generally in San Esteban wills
n Karttunen oí the seventeenth century. OnIy one of the twenty-five wills surveyed
lag of sorts. írom that century measured land in areal terrns,26 and while it was
>n, may be not uncommon for testators to mentíon whose land theirs bordered on
ast and the (as Diego Sánchez do es in the case oí the piece he sets aside to pay
:t continued his obligatory bequest), the traditional manner íound in central
seventeenth Mexican Nahuatl wills of describing land relative to the cardinal
indigenous directions east and west (tonatiuh yquicayampa itziticac, on the east,
: late seven facing where the sun comes up, or tonatiuh ycal'aquiyampa itziticac,
: testaments, on the west, íacing where the sun goes down) is absent fram this
he first few sampling of northern Mexican wills fram this periodo The lack oí
lIS origin or elaboration in descriptions of landholding suggests that a sufficient
supply of land existed for the community, and that, unlike the situation
lsh elements prevailing throughout much of central Mexico, external pressure or
tt of Diego demand was not significant.
in language In the area of obligatory bequests Diego Sánchez' testament stands
lry earlíeL2l! as a fairly typical example of seventeenth-century practices in San Es
5ious terms, teban, practices which differs in sorne respects from central Mexican
f the earlier communities whose wills have been examined elsewhere. The distinctions
listinguishes lies in the manner in which local residents provided for the payment
n Sánchez' of these bequests. The practice of setting aside sums for the giving of
:eventeenth alms or of fulfilling charitable obligations was well established by the
IChicuetzin's time the San Esteban testaments began to be generated; in central
tive wea1th Mexico, testators frequently made provisions for the sale oí certain
he different items to yield cash for their donations. 27 But most seventeenth-century
distribution San Esteban wills actually specify that the goods themselves -in
interesting, Diego Sánchez' case, chickens, in other cases almudes of wheat, fanegas
of corn or chile, turkeys, and the like- be given to the charitable
1far more organization. These donations rnight well reflect the economic acti
o establish vities of the testator arranging payment with whatevcr provided a
art, Nahuatl $ AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 2, 1709-1726, will of Francisca,
1676.
Diego Sán- 27 See the collection of wills presented in Anderson, Berdan, and Lockhart,
and Cline and Le6n-Portilla, for examples of this practice.
THE SAN
420 LESLIE S. OFFUTT
living. Or it might simply be that every farnily maintained such items yl1ave yhuan yaladau01
as part of the household economy, and therefore had tbem readily rooms, one with its do
available to disburse to the chanties in question when death in ter a single door and its I
vened. The practice of payment in kind suggests a lack of involvement with its metal plate anc
in a money cconomy. Whatever the reason, this practice distinguishes The passage is nearly t
seventeenth-century San Esteban testaments from those of the center. such Spanish passages i
Fourteen eighteenth-century testaments dating from the ycars of houses suggests tbat
1748-1779 have been examined for the purposes of this study.28 This into disuse by the latte
eightecnth-century sample is in many respects quite similar to the As Spanish seems 1
seventeenth-century collection. The general conventions remain the same houses, so too does it al
-the format of the testaments, for example- and many of the testators who own lane
tendencics noted in tbe earlier sample have simply become more a substantial intrusion (
pronounced. But two trends in particular stand out to differentiate speaks of se tlali mal
these wills from those of an earlier penod: the remarkable intrusion planted); Tomasa Canl
of Spanish into the wills and, somewhat paradoxically, the reversion to tlaocoli caxtoli baras ,
certain Nahuatl usage more characteristic of an earlier phase of central [yJtechuic nohermanita
Mexican Nahuatl testaments. with its fruit trees on tl
One is struck immediately by the profusion of loan words in these By the late eighteenth
later documents -nouns, verbs, partic1es, idioms. In virtually every also made use of the
section of these wills Spanish intrudes, replacing the Nahuatl equi by the amount of seed
valents, from the initial invocation of the Trinity, where six of the will to ome almun tlaoJ
fourteen opt for the Spanish padre and hijo in place of the Nahuatl se carga de trigo de se
tetahtzin and ypiltzin, to the dating of the documents, where Spanish merous mstances of SU(
number words have in many instances replaced the Nahuatl. The Spanish forms.
substantive sections of the wills in particular, where possessions are Curiously, eighteentl
itemized and distributed, reflect a strong familiarity with the Spanish freq uently than tbeir SI:
language. more traditional manne
One finds in many instances in these core sections of the testa of property relative to
ments passages which are nearly completely Spanish with Nahuatl formulaically (tonatiuh
used only as linkages, enumerators, or possessors (e. 'g. se yunta de itziticac; see aboye, pal
bueyes yca yapero, a yoke of oxen with their equipment; se sacabroca leaves an orchard next
de zapateros, a [pair oí] shoemaker's pincers).'29 Descriptions of dwell para canpic quisa tonaJ
ings are most frequently cast in Spanish as well; consider the calsintli Joaqmn Ramos (an 01
owned by don Andrés Pascual (d. 1772), which contained a sala yca Hernández toward the
ome aposentos se yca marco sin puerta yhuan oc ce yca puerta de ce ing to don Joaquín Ra
mano yhuan sahuan yca marco yhan puerta de sala yca ychapa yhuan 30 AMS, Inventarios y
Pascual, 1772.
al AMS, Inventarios y
28 No Nahuatl wills dated after 1779 were found in Saltillo's municipal archive
although José Cuello remarks that Nahuatl wills were being drawn up as lat~ Candelaria, 1774.
32 AMS, Inventarlos y
as 1793. See Cuello, Saltilla in the Seventeenth CentuTy Unpublished Ph. D.
dissertation, University of California, Berkeley, 1981, p. 385: n. 19. la Cruz, 1774.
liS AMS, Inventarios y
21l AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 13, 1789-1799, wil! of don Andrés
Pascual, 1772; 9, 1764-1771, wiII of Juan Pedro Ramos, 1771. de los Santos, 1771.
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 421
items yl1ave yhuan yaladauon yhuan yca CQsina... (a hall with its two
:eadiIy rooros, one with its door frame without a door and the other with
inter a single door and its entryway with its doorcase and hal1way door
ement with its metal plate and key and knocker and with its kitchen ... ). so
;Uishes The passage is nearly completely Spanish, and the preponderance of
:enter. such Spanish passages in all the testaments which inelude descriptions
years of houses suggests tbat the equivalent Nahuatl terminology had fallen
¡ This into disuse by the latter eighteenth century.
o the As Spanish seems to have become ubiquitous in descriptions of
: same houses, so too does it appear in descriptions of real property. AH those
.f the testators who own land discuss their holdings in terms which reflect
more a substantial intrusion of Spanish. The will of Francisco de los Santos
ntiate speaks of se tlali alahuerta ca mochi planteado (an orchard all
rusion planted); Tomasa Candelaria notes that don Domingo García onech
on to tlaocoli caxtoli baras de ttali yca frutales ompa: mani ranchos ca
entral [y]techuic nohermanita Maria (García left me fifteen varas of land
with its fruit trees on the rancho next to [that of] my sister María) .31
these By the late eighteenth century the Nahuatl speakers of San Esteban
every also made use of the standard Spanish practice of measuring land
equi by the amount of seed sown; Matiana de la Cruz refers in her 1774
If the will to ome almun tlaoli tlatoctli (two almudes of com planted) and
J1Uatl se carga de trigo de sembradura (a load of seed wheat) .32 The nu
lanish merous instances of such phrases suggest a generalized acceptance of
The Spanish forms.
s are Curiously, eighteenth-century San Esteban residents tend far more
anish frequently than their seventeenth-century counterparts to opt for the
more traditional manner of describing the location of specific pieces
testa of property relative to cardinal directions east and west expressed
huatl formulaicalIy (tonauuh yquicayampa itzincac, tonatiuh ycalaquiyampa
a de ítziticac; see aboye, page 20). Francisco de los Santos, for example,
7roca leaves an orchard next to one pertenencia don Marcos H ernandez yc
lwell para canpic quisa tonate yhuan para canpic calaquí tonate ytech don
'sintli Joaquin Ramos (an orchard next to one belonging to don Marcos
: yca Hemández toward the east, and toward the west next to one belong
re ce ing to don Joaquín Ramos) .33 Similarly, Nicolás Asencio in 1764 leít
~uan 30 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 13, 1789-1799, will of don Andrés
Pascual, 1772.
:hive, 31 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 13, 1789-1799, will of Tomasa
late Candelaria, 1774.
.. D. 32 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 12, 1787-1789, will of Matiana de
la Cruz, 1774.
1drés 33 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 12, 1787-1789, will of Francisco
de los Santos, 1771.
422 LESLIE S. OFFUTT THE SAN
34 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 9, 1764-1771, will of Nicolás Asen 3j) AMS, Inventarios y
cio, 1764; 8, 1761-1763, will of Mariana Valverde, 1765; 12, 1787-1789, will of Martín Ramos, 1776.
Francisco de los Santos, 1771. 37 Alessio Robles notes
35 AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 10, 1772-1777, will of doña Maria for the settlement of San :
Rosa, 1775; 14, 1800-1807, will of doña Antonia María, 1774. Coahuila y Tejas en la épo
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 423
'de patla The testament of don Felix Martín Ramos exhibits many of the
~ Gregorio characteristics of eighteenth-century testaments noted aboye. While
Bisente va the will teIls us nothing specific about Ramos' occupation, he does
:0 Rogelio own a house and sorne land suitable for the cultivation of corno He is
ruin de los married, the father of four children, three of whom are alive as he
102 varas writes his will. Ramos is a concerned as any San Esteban resident
t late don about the fate of his soul, as he sets out the arrangement for payment
~ Ventura, of his obligatory bequests (note he bequeaths goods, not money, for
0, and on the payrnent, the practice typical of an earlier period); he also arranges
Note that additional masses beyond his funeral mass for the sake of his soul,
mventions, unlike most other testators of the periodo Ramos seems far more familiar
iieles. The with Spanish than earlier testators; his testament is fuIl of Spanish
sur); else nouns and particles, and two verbs appear (sobrarJ to exceed or be leít
rOl yehuatl over, and conponerJ to comprise, both formed by adding the ending
Valverde) -oa to the Spanish infinitive). Evident as well is the detail in location
: in order and measurement noted aboye, from his traditional way of defining
tament).34 west (where the sun enters, goes down) to land measurement exact
n Joaquín to the quarter vara, and land described in terms of how much seed
antos) , in may be sown. Houses are measured by numbers of beams, doors are
references described by size. In every way his will seems in keeping with the
residents mid-eighteenth century testamentary norm for San Esteban.3JJ
I but why What do the changes over time in the San Esteban wills suggest
19 instead to us about the state of affairs in that community by the later
:r Spanish eighteenth century? First, the increased complexity in the testaments
y for the and the greater attention to detail, specifically where it relates to
r, specific landed possessions, suggests a growing awareness on the part of San
1, with a Esteban residents of their place in relation to others; and while an
testaments examination of the names of adjoining landowners indicates that the
=s, by the testators' land is bounded by the land of other Indian proprietors,
tble. And the population of the community had increased over time (the census
tdition of figures for 1793, as noted aboye, reveal over 2 000 residents, from the
bey opted original 250 or so colonists) ,31 with no increase in the land allotted
cribed by to the community. Pressure had to be greater on the individual
tU quipia landowner operating within the original boundaries of the indigenous
:asured m community itself. And pressure was brought to bear as well by
residents of the hispanic community of Saltillo, as contemporary ob
tolás Asen 3j¡ AMS, Inventarios y testamentos, carpeta 13, 1789,1799, will of don Felix
TEXT 1
Yn ica ynitocatzin Dios tetatzin yhuan dios tepiltzin yhuan dios espu In the name of God
santo nicpehualtia in notestamento. spirit 1 begin my testa
Ma quimatican in ixquichtin quitazque ynin amatl ca in nehuatl in May all know who
notoca J ustina xochicuetzin in nican nochan San estevan Tlaxcallan cuetzin, whose home i
itechtzinco nipohui yn yehuatzin Sancta Maria purificacion nicchihua fthe barrio of] Santa M
notestamento macoyhui mococohua in nonacayo yece in noyollo in ~y body is sick, yet
nocializ in notlalnamiquiliz in notlacaquia aquen ca can pactica auh memory, and understa
nicchixtica in miquiztli yn ayac huel yxpapa yehua yn ayac huel quitlal 1 am awaiting deaj
cahuiya ic nictlalia notestamento in ca tlatzacan notlanequiliz ynic 1 am issuing my test~
mochipa mopiaz ¡nic ayac quitlacoz ca yehuatl in yz catqui ye nicpe observed and no one
hualtia huel achto yehuatl in nanima imactzinco nocontlalia yn tote beginning.
cuyo dios ca oquimochihuili yhuan nicnotlatlauhtilia inic nechmo First of aH, 1 place
tlaocoliliz nechmopopolhuiliz in notlatlacol ma ncchmohuiquiliz in created it, and 1 pray
ixpantzinco in ilhuicatl ytec yn iquac nanima oquitlalcahui nonacayo sins. Let him take me
yhuan nicnotlatlauhtilia yn cemicac ychpochtli Sancta Maa ynic nopan whcn my soul has aba
motlatoltiz in ixpantzinco in itlacoconetzin yn iquac nomiquiztepan Saint Mary to speak
noyehuatzin in san pedro in san pablo yhuan in san francÍsco inic 1 am at the verge of •
nopan motlatoltizque in ixpantzinco dios auh in nonacayo itech nicpo San Francisco to spea
hua in tlalli ca ytech oquiz ca tlalli ca coquitl yhuan nicnequi can ce body 1 assign it to th
tilmatli ynic moquimiloz inic motocaz in campa nimotlaliaya can day, and 1 wish only
oncan motocaz in nonacayo yhuan nicnequi in ipampa nanima in be buried. My body is
ipalehuiloca ynic amo ompa huecahuaz porgatorio ce vigilia yhuan myself (sit in church?
ce tetl missa ic motocaz nonacayo auh intlacamo huelitiz iquac ma it not be for a long ti
quin imoztlayoc au (sic) nictlalia macuilli pesos tomines ypampa ce body is buried, and if
tetl missa yhua ce vigilia tlacpac oniquito auh in oc no macuilli pesos And 1 provide fivf
tomines ma yca ame missa nechmotlaocoliliz totlacotatzin yhuan nicpia above.
ce huipilli yztac tonaltecayotl yhuan ce cueitl mexicayotl xoxouqui And for another f
(sic) yhuan ce canpech yehuatl nechhuiquilia nicolas itemiloztin quitla priest) grant me two
tlanizque in quimocuitlahuizque inin notestamento ma no yca ome And 1 have a wJ
08)
os espu In the name of God the father, God the son, and God the holy
spirit I begin my testamento
matl in May all know who see this document that 1, named Justina Xochi
IXcallan cuetzin, whose home is here in San Esteban Tlaxcala, belonging to
::chihua [the barrio of] Santa Maria purificacion, make my testamento Although
10110 in
my body is sick, yet there is nothing wrong with my soul, will,
.ca auh memory, and understanding, but they are sound.
quitlal I am awaiting death, which no one can flee or evade, wherefore
iz ynic 1 am issuing my testament and last will so that it will always be
: nicpe observed and no one will violate it; here it is, what 1 am now
'n tote beginning .
.echmo First of aH, 1 place my soul in the hands of our lord God, for he
Iiliz in created it, and 1 pray him to grant me the favor of forgiving me my
macayo sim. Let him take me into his home to God's house in the heavens
nopan when my soul has abandoned my body; and 1 pray the eternal virgin
iztepan Saint Mary to speak on my behalf befare her percious child when
co ¡nic 1 am at the verge of death. Also (1 ask) San Pedro, San Pablo and
nicpo San Francisco to speak on my behalf before God. And as for my
can ce body 1 assign it to the earth, for it carne from it and is earth and
ra can cIay, and 1 wish only a cloth with which it will be shrouded so to
ima in be buried. My body i8 to be buried in the same place where 1 place
yhuan myself (sit in church?). And 1 wish for the aid of my soul, so that
~ac ma
it not be for a long time in purgatory, a vigil and a mass when my
opa ce body i8 buried, and if it is not possible then, then the next day.
i pesos And 1 provide five pesos for the mass and vigil that 1 mentioned
nicpia aboye.
Kouqui And for another five pesos in cash, let our precious father (the
quitla priest) grant me two masses.
a ome And 1 have a white huipil in the Tonallan style and a green
428 LESLIE S. OFFUTT THE SAN
missa nechmotlaocoliliz intotlacotatzin yhuan chiquace candela tlatlaz Mexica-style skirt and <
ipa tonpa auh ipa altar ma quimotlaliliz yntodacotatzin. owes me. Those who VI
Auh in itech nicpohtiuh (sic) santissimo sacramento centetl caja from him.
tepitzin quipia llavi quimacazque mayordomo. Let our precious f:
Auh in totlaconantzin imayordomo quimacazque macuilli pollo. things) .
Auh ini nocal ome yhuan in tlalli ypan mani nicmaca Ana Joana And six candles will
yhuan ce metlad yhuan metlapilli nicmaca in teoyotica notelpoch our precious father put
frandsco cantor yhuan ce fresada nican tlachihualli yhuan nicpia ce And 1 assign to the
tepozcomitl tepitzin nicmaca nochpoch Joana delgado catca ynamic chest with its key; they
ca teoyotica nochpoch yhuan ca onechmocuitlahui yhuan ce torno And they will give
nicmaca Maria J acoba ynamic Bartolomeu Hernandez. Precious Mother five d
Auh in nechhuiquilia yehuantin Ana idhuau Diego sebastian ce And my two house
canpech no yhuan nechhuiquilia diego ramirez ce huexolotl yhuan Ana Juana.
nechhuíquilia bernardino garcia ome peso yhuan nechhuiquilia Joan And a metate and rl
Miguel yei bara sayal yhuan nechhuiquilia Maria J acoba inamic Cantor and a large bla
Nicolas martín ce huexolotl yhuan nechhuiquilia Joan de Menchaca And 1 have a small
chiquacen bara sayal ipatiuh cecen bara cecen peso yc otimononotzque late daughter Juana D
yhua ce tilmatli yztac ka matlac tomin otimononotzque auh in yehua she took care of me.
tzin don antonio nechhuiquilia ce huexolotl onicmacac yei bara sayal And 1 give a lathe t
nican tlachihuaHi auh yn ome bara pano onicmacac ya hue1 huecauh And Ana, the wife
nictlapopolhuiya amo quixtlahuaz yhuan nechhuiquilia bartolome her (skirt?) and algo Diegc
nandez chiquace peso yhuan nicmaca dona ynes ome costal yhuan ce dino Garcia owes me tv
pesotica tochomitl yhuan ce otlatl chiquihuitl yhuan ce cacaxicalli of serge, and Maria Ja
huey yhuan dapopoehhuiloni yhuan nicmaca noxhuitzin Joana garcia tom turkey, and Juan d
ce peso tochomitl yhuan ce cacaxiealli chichiltic yhuan ce otlaehiqui one peso per vara as w
huid yhuan niepia ce silla prenda ye omoeauh oquicauhtehuac Joan we have agreed on ter
fanfanron [?] ypampa onicmacae ce huipilli yhuan ce cacaxicalli turkey; 1 gave him thl
huey yehuatl oquitlatlan intla huallaz quixtlahuaz conanaz inon silla two varas of woolen d
yntlacamo monamacaz auh in quexquich in tlacpac onicteneu in nech 1 forgive it to him; h
huiquilia quitlatlanizque in quimocuitlahuizque inin notlatlalil no Hernandez owes me sil
testamento quitazque in capa monequiz au no nichuiquilia Ana Joana And 1 give Dona 11
ce campeeh moxtlahuaz yhuan ce huipilli onicehiuh niemaca maria a heavy reed basket al
yxpopoyotzintli ranehiria [?] yane [?]. incenser. And 1 give II
Auh iz eatqui niquinteneuhtiuh in quimoeuitlahuizque in notesta worth a peso and a n
mento ie ce ytoea franCO marcos inie omentin yn quipalehuiz itoca And 1 have a saddle 11
antonio ramirez yehuatin niquintlatlauhtitiuh ma ypaltzinco yn dios cause 1 gave him a hl
quichihuazque ma quitequipanozque inie mochi neltiz inin notzon them. If he comes ba
quizcatlanequiliz in izqui tlamantli nictlalitiuh in itech [?] in notesta saddle; ir not, it will '
mento auh intla yciuhca mochihuaz inic niquinnotlatlauhtilia yehuatzin And as to aH 1 ha'
in toteeuiyo dios quinmotlaxtlahuiliz inie no yuh inpan moehihuaz in who will take care of
iquae miquizque auh in onicchiuh niean altepetl ypan san esteban ask for it; they will s(
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 429
~la tlatlaz Mexica-style skirt and a campeche (skirt?) which Nicolas Temilotzin
owes me. Those who will take care of this testament will request it
rltetl caja from him.
Let our precious father also grant me two masses for (these
illi pollo. things) .
na Joana And six candles will be burned on the tomb and on the altar; may
notelpoch our precious father put them in place.
nicpia ce And I assign to the [cofradia of] Santissimo Sacramento one small
:t ynamic chest with its key; they will give it to the mayordomo.
ce torno And they will give to the mayordomo of [the cofradia of] our
Precious Mother five chickens.
astian ce And my two houses and the land on which they lie I give to
ItI yhuan Ana Juana.
ilia Joan And a metate and rolling pin I give to my legitimate son Francisco
l inamic Cantor and a large blanket made here .
.:fenchaca And I have a small iron pot which I give to the husband of my
lonotzque late daughter Juana Delgado; she was my legitimate daughtert and
n yehua she took care of me.
ara sayal And I give a lathe to Maria Jacoba, wife of Bartolome Hernandez.
huecauh And Ana, the wife of Diego Sebastian, owes me a Campeche
ome her (skirt?) and algo Diego Ramirez owes me a tom turkey, and Bernar
yhuan ce dino Carcia owes me two pesos, and J ose Miguel owes me three varas
acaxicalli of serge, and Maria Jacoba, the wife of Nicolas Martin, owes me a
la garcia tom turkey, and Juan de Menchaca owes me six varas of serge worth
:lachiqui one peso per vara as we have agreed, and one white cloak for which
lac Joan we have agreed on ten tomines. And don Antonio owes me a tom
lcaxicalli turkey; I gave him three varas of serge made here. And as to the
non silla two varas of woolen cloth I gave him, it was a very long time ago;
in nech I forgive it to him; he does not have to repay it. And Bartolome
lalil no Hernandez owes me six pesos.
la Joana And I give Dona Ines two sacks and rabbit skin worth a peso and
:a mana a heavy reed basket and a big straw container [cacaxicalli] and an
incenser. And I give my grandchild Juana Carcia [rabbit fur, cloth]
notesta worth a peso and a red [straw container] and a heavy reed basket.
liz itoca And I have a saddle left in hock; Juan Fanfarron left it behind be
yn dios cause I gave him a huipil and a big straw container; he asked for
notzon them. If he comes back heis to pay for them and take back his
notesta saddle; if not, it will be soldo
'ehuatzin And as to all I have mentioned above that is owed to me, those
ihuaz in who will take care of this my testament that I have ordered are to
esteban ask for it; they will see where it is necessary. And I also owe Ana
430 LESLIE S. OFFUTT THE SAN 1
tlaxcalla imixpan testigosme in huel ipanpa onotzaloque inic ce tlacatl Juana a Campeche (skir
itoca nicolas martín inic omet 1 sebastian hemadez inic yeintin franCO 1 give to Maria the blinl
marcos inic nahuintin antonio ramirez auh in nehuatl notoca domingo shack.s) .
de ramos scriuano oniquicuilo onecht1atlauhti yn cocoxcatzintli imtoca And here 1 name th(
Justina Xochicuetzin in tlacpac omoteneuh axca ypan caxtolli yhuan first is named Francisco
ome tonalli maní metztli henero 1627 anos. names Antonio Ramirez. :
work so that all this m)
Jhustina Juchiquetzín ordering in my testament
testico Nicolas mm testico And if what 1 ask of
testico them so that the sarne,
Sabastia hemadez And 1 made thisheI
the presence of witnesses
The first one is named;
marcos nandez, the third Frané.
testico antonio ramirez And 1 the notary, nameo
yn testigosme oquifirmati yn franCO marcoz can no testigo ihuan mentioned sick person J1
niquito .......... niquixmati yn Justina xochicuetzin in quichiuh seventeenth day of. the. 1
testamento nixpan.
Domingo de ramos scrivano
Witness: Nicolas Martin.
Witness: Sebastian Herru
Witness: Francisco de SI
Witness: Antonio Ramir!
J ustina Xochicuetzin.
Domingo de Ramos.
Notary
28
TEXT 2
y ca yn itocatzin Dios tetatzin Dios tepiltzin Dios espiritu Sancto. In the name of GOl
Ma mochintin quimatican yn aquihque quitazque ynin amatl yn Spirit, may all know w
nehhuatl notoca Diego Sanchez nican nochan San esteuan yancuic Sanchez, and my horne :
tlaxcalan ytech nipouhtica yn tlaxilacalli San Buenabentura macihui to the barrio of San B
mococotica yn nonacayo Auh yn notlamachiliz yn notlaazicacaquiliz Although my body
yn notlalnamiquiliz aquen ca ca zan huel pactica ycatzinco yn Dios understanding, and rneIl
yehhica ynaxcan niquihtohua ca hue1 nicnozenne1toquitiya yn zan ce fore now I say that I
huel nelli Dios yn toteotzin totlahtohcatzin yn ixquich yhelitzin (sic) our God and lord, the
Dios tetahtzin Dios ypiltzin Dios Espiritu Sancto yhua nicnoneltoqui God the Holy Spirit, ane
tiya yn yxquich quimoneltoquitiya tonantzin Santa yglesia Catolica Catholic Church believl
Romana Auh ca yehhuatl ynin tlaneltoquiliztli yp (sic) nimomiquiliz now I very much impl
nequi yehhica yn axcan cenca nicmotlatlauhtiliya yn totlazomahuiz forever truly virgin, tb.
nantzin Santa Maria In mochipa hue1 nelli ychpochtli ynic nopanpa child our Lord Jesus el
quimotlatlauhtiliz yn itlazomahuizconetzin totecuiyo Jesu Christo ynic to his lordly horne [in ]
nehmopopolhuiliz yn ixquich notlatlacol auh quimohuiquiliz yn nanima testament and last wiIl,
yn itlahtocachantzinco y[lhuiJcac yehhica yn axcan nicchihua nictec Now first of all I :
pana notestamento yn za tlatzacan notlanequiliz ca yehuatl ynin ~ ChIist, since he hirnself
yn axcan huel achtopa ymactzinco nicnocahuilia yn nanima yn note blood through his deatt
cuiyo Jesu Christo yehhica ca huel yehhuatzin oquimochihuili oquimo the earth, since from il
maquixtili yca yn itlazoesotzin miquiliztica ytech yn Santa Cruz auh Also 1 order that wl
yn notlac yn nonacayo ytech nicpohua in tlalli yehhica ca itech oquiz will be buried in the d
yc ochihualoc I also declare that :
No nitlanahuatiya yn iquac Dios quimonequiltiz nimomiquiliz yn will be sold and a pie
notlalnacayo ompa motocaz yteopanchantzinco Santo San froo Cie1d oC Nicolas Vasque
No niquitohua ypalehuiloca noanima monamacaz ze Reja yancuic cushion.
yhuan ce tlalli cuentlalli ompa mani alaguna ycuentechhuic Nicolas 1 also declare that
Basquez yhua ce caballo manzo monamacaz yhua ze cojinillo Jerusalem of one chic!
yhua niquitohua nictlalia limosna Casa Santa de Jerusalen ce pollo Sacrament 1 also make
yhua inahuac cofrandia SantiSsimo no nictlalia limosna - ce pollo yna- día oC) our precious h
7-1708)
Sancto. In the name of Cod the father, Cod the son, and Cod the Holy
n amatl yn Spirit, may all know who see this document that my name is Diego
¡an yancuic Sanchez, and my home is here in San Esteban New Tlaxcala; I belong
Ira macihui to the barrio of San Buenaventura.
IZicacaquiliz Although my body is sick, nothing is wrong with my intelligence,
.co yn Dios understanding, and memory, but they are sound through Cad, where
yn zan ce fore now I say that I believe completely in the one very true Cod,
~litzin ( sic ) our Cod and lord, the allpowerful Cod the father, Cod his son, and
~noneltoqui Cod the Holy Spirit, and I believe all that our mother the Holy Roman
~a Catolica Catholic Church believes. And in this faith I wish to die, wherefore
momiquiliz now I very much implore our precious revered Mother Saint Mary,
lazomahuiz forever truly virgin, that on my behalf she ask her precious revered
ic nopanpa child our Lord J esus Christ to forgive me aH my sins and take my soul
~hristo ynic to his lordly home [in heaven], wherefore now I make and order my
.yn nanima testament and last will, which is the foHowing.
hua nictec Now first of all I leave my soul in the hands of our lord Jesus
ltl ynin Christ, since he himself made it and redeemed it through his precious
la yn note blood through his death on the holy Cross. And my body I assign to
aili oquimo the earth, since from it it carne and of it it was made.
L Cruz auh Also I order that when Cod wishes that I die that my earthly body
itech oquiz will be buried in the church of Saint San Francisco.
I also declare that for the benefit of my soul a new ploughshare
miquiliz yn will be sold and a pie ce of cultivated land at the lake next to the
fr co _
field of Nicolas Vasquez, and a tame horse will be sold, and a little
eja yancuic cushion.
uic Nicolas I also declare that I make a donation to the Holy House of
illo .J erusalem of one chicken, and to the cofradia of the Most Holy
len ce pollo Sacrament I also make a donation of one chicken, and to (the cofra
~ pollo yna- dia of) our precious honored mother of the Rosary I also make a
434 LESLIE S. OFFUTT TBE SAN ES
; nictIalia ce pollo
~o donation of one chicken, and to the Redemption of Captives one
~ui pesos almud of wheat.
chicuacen tomin 1 aIso declare that Diego Felipe owes me four pesos.
1 also declare that Pascual Martín owes me six reales, and Pedro
pesos yhua ome Cano owes me four reales.
1 also declare that 1 owe Nicolas de Aguirre two pesos two
ce peso yhua tomines.
1 also declare that 1 owe don Melchor Cazarez one peso four
(reales?) .
1 also declare that 1 owe to a Spaniard named Medina a half
fanega of wheat and 1 declare that 1 owe Matias de San Miguel a
load of wheat - and 1 declare that as to all these debts of mine, if
God should wish (allow) the corn to be harvested, the means to pay
them back will come from there.
1 also declare that 1 have three children from my first wife, whose
name was Francisca, two female and one male, one named Catalina,
another named Ascencia, another named Domingo.
1 al~o declare that 1 have four children with my second wife
named Elena de la Cruz that God gave to us, one named Juan,
another named Josef, another named Elena, another named Antonia.
1 also declare that 1 have a house which is my home; M Y children
whom 1 first mentioned wiIl take half, and my four children whom
1 mentioned later will take the other half, likewise, this house will
be divided in the middle, my first children will take the part toward
the top oí the lot, and my later children will take the lower parto
1 also declare that 1 have a field in Izquiztla (?); 1 give it to all
elena
these seven children of mine, the íirst and the later; they will share
it equally.
And another piecc of land in Acomolco 1 give to my wife Elena
de la Cruz; there she will raise our children.
1 also declare that to another child oí mine named Maria,
whom God took LI gave], two pieces oí land, one there below at the
edge of the field of Maria Isabel (and another), next to the field
oí Lazaro. >
1 also declare that 1 have a saddle with is bridle and spurs; 1 give
it to my child Domingo.
1 also declare that 1 have a metate, a [cazo?], a griddle, and a
lathe, and two hoes and an axe, and a Iatch; 1 give it all to my wife
ixquich ypan
to help my children with.
Sebastian
yc yehuatzi 1 also declare that 1 have two íemale burros; one 1 give to my
child Domingo; the other will be sold íor the benefit of my soul.
436 LESLlE S. OFFUTT THE f
tzin noalbaseas yomextin ypapa Dios químocuitlahuizque ynin in onic So that everytbÍn¡
teneuh onictecpan notlatlatil omochiuh nican ypa altepetl San esteuan and completely done
yancuic tlaxcalan yc ome tonalli maní metztli agosto xihuitl 1682 a 3 Francisco for God's
ymixpa yey testigos omochiuh ynin notestamento executors. For God's
ytlatlatlauhtilitica cocoxqui onictlalili ytoca yfirma nehhuatl es 1 have dec1ared and
criuano nictlalia ytoca cocoxqui Diego Sanchez New rnaxcala on t
before three witnesse
ttesO Diego Ramos.
At the request of
ttesO Juan Grabiel.
1 the notary set dow
tesO freo marcos.
Witness: Diego 1
ymixpatzinco omochiuh ze alcalde D Juan Diego yhua yey Regi Witness: Juan G
dores yhua alhuasil mayor Diego cazeres Sabastian froo nicolas Ramos Witness: Francis
D fr OO de la corona Rejidores.
lt was done befo:
Noyxpan nehhuatl
and the alguacil ma
Diego Raphael
colas Ramos, and de
escrivano.
ynin in onic So that everything 1 have said in this my testament will be realized
l San esteuan and completely done, 1 request Francisco de la Corona and Sebastian
~uitl 1682 a" Francisco for God's sake to see after it; 1 elect them both as my
executors. For God's sake, they are to take ca re of these arrangements
nehhuatl es- 1 have declared and ordered. Done he re in the town of San Esteban
New TIaxcala on the second day of the month of August 1682;
befare three witnesses this my testament was made.
At the request of the sick person 1 set down his name and rubrico
1 the notary set down the name of the sick person, Diego Sanchez.
It was done befare the alcalde don Juan Diego and three regidores
and the alguacil mayor Diego Cacerez, and Sebastian Francisco, Ni
colas Ramos, and don Francisco de la Corona, regidores.
Befare me,
Diego Rafael, notary.
TEXT3
y ca ythocatzin Ssma trinidad Da pe D" hijo y DS espiritu Santo In the name of the 1
Amen. God the Holy Spirit,
Ma mochintin quimatican yn aquiqe quítasque ynin noamatlacuilol May all know who
memoria ypan pohui notestam to yn nehuatl notoca Dn feIis Martín is don Felix Martín 1
Ramos nican nochan ypan ynin Altepetl San Estevn yancuic tIax" Esteban New Tlaxcala
Saltillo yteh nicpohua Barrio de la Limpia Consepcion Auh masoyhui Concepcion. Although·
yn mococotica yn nonacayo Auh nomacuilitlamachilis ca huel pactíca through the graceóf ot
yca ygraciatzin ttO Dios yhuan tonantzin sta yglecia Catholica Romana the Holy Roman Catb
be1ief. For tbis is it[m
ca no yxquich nicneltoca yhuan ynin tlaneltoquilistli ypan nimomi
The very first thin
quilisnequi ca yehuatl ynin hueI ahto ymactzinco nicnocahuilia noanima
God, for it is truly lili
yn ttO D" ca neli ytlachihualtzin yhuan miquilistica oquimomaquixtili ít on the Holy Cross.l
yteh Sta cruz Auh notlalnacayo yteh nicpohua yntlali ca yteh ochí for from it ít was made
hualoc I also declare that
No niquitoa ycuac DS quimonequiltis nomiquilis nictlatlani tocos my earthly body willb
notlalnacayo yteopanchantzinco ttO D" Sto Su fran yc ixpantzinco Altar San Francisco in frónt
totlazomahuisnantzin de la Consepcion canpic yes lugar noquimilica the concepéion wherev
mochihuas de istac tilmatzintli ye mochua (sic) noconetzitzihuan a white shawl already
nehmacasqe noentierro yesqui yca cruz tepitzin huel yoqui notlanequilis M y funeral will be a lt
yhuan pa ydros noteopixcatzin nicahua se burrito pardo monamacas the fees of my priest
pa motlaxtlahuas. for them. I also declar
No niquitoa modaxtlahus nolimosnas mandas forsosas casa sta de bequest to [the cofrad
Jerusalen redencion de los cautivos a dos reales las cofradias ssmo redemptíon of the capti'
yhuan totlatzomahuisnantzin del Rosario Animas sesen tomin de yehuatl Holy Sacramento and
DS quimotemaquuilis yc nicahua se capote usado pa yteh quisas yhuan it will be given to Gc
de yehuatl mosobraros yesqui pa ypalehuiloca noanimatzin from it, and what is le
No niquitoa qename yehuatzin UO DS onehmomaquili yca ytehuio I also declare as te
tzin nonamictzin ytoca Mathiana Fran" yhuan durante sto matrimonio legitimate wife named )
Dios otehmomaquili nahui topilhuan yehuatl huey tlacatl ytoca Xptobal God gave us four chil
6
¡tu Santo In the name of the Holy Trinity God the father God the son and
God the Holy Spirit, Amen.
natlacuilol May all know who see thís document my testament that my name
is Martin is don Felix Martin Ramos, my home is here in the town of San
cuic tla"D Esteban New Tlaxcala Saltillo, I belong to the barrio of the Limpia
masoyhui Concepcion. Although my body is ill, my five senses are very healthy,
;el pactica through the grace of our lord God and 1 believe in all that our mother
l Romana the Holy Roman Catholic Church believes and 1 wish to die in thís
I nimomi
belief. For this is it [my will].
1 noanima
The very first thing, 1 leave my soul in the hands of our lord
maquixtili God, for it is truly bis creation and through his death he redeemed
ít on the Holy Cross. As for my earthly body, 1 assign it to the earth
yteh ocbi
for from it it was made.
1 also declare that when God should wish my death 1 ask that
:lani tocos my earthly body will be buried in the church of our lord God Saínt
meo Altar San Francisco in front oI the altar of our precious revered virgin of
oquímilica the concepdon wherever there will be a place. M y shroud will be
!tzitzihuan a wbite shawl already made by my children; they wiIl give it to me.
Itlanequilis My funeral will be a low mass. This is very much my wish; and for
lonamacas the fees of my priest 1 leave a gray burro; it will be sold to pay
for them. 1 also declare that 2 reales will be paid for an obligatory
ISa Sta de bequest to [the cofradia of] the Holy House of Jerusalem and the
días ssmo redemption oí the captives, and a real each to the cofradias oí the Most
de yehuatl Holy Sacramento and our precious mother of the Rosaryand Souls;
gag yhuan it will be given to God, for this 1 leave a used coat, it wiIl come
from it, and what is kft over will go for the sake of my soul.
1 ytehuio 1 also declare as to in what manner our lord God gave me my
latrimonio legitimate wife named Matiana Francisca, and during our holy marriage
1 Xptobal God gave us four children very much grown, named Cristobal Feli
440 LESUE S. OFFUTT THE SAlI
Felisiano yhuan Juana Andrea, Ant O Nicolas, yhuan Josepha de Jesus ciano and Juana Andn
ye Dios oquimohuiquili. already took her.
No niquitoa ynin caltzin canpa nimotlatolchialiticate yehuatzin ttO 1 also declare this 1
D8 moconponeroa de beinte morilos a.xcan nosoatzin Da Mathiana oí 20 beams. Now [to:
íran a nicahuilia ypan ynin caltzin macuili morillos p" tlacpac yca mochi this house íive beams
tepantli yhuan marco puerta de dos manos yca ychapa yhuan llave and doorway, a doubl~
hoc sequi noconetzitzihuan niquincahuilia sa no yaqui momacuili mo to my children, also íi
rillos yca mochi tepantli noyhuan tlali alahuerta moconponeroa de orchard land composel
quinse baras y uno qta yc patlahuac yca mochi en corralado de tepantli surrounded by a wall. •
axcan sa no yoqui ninemactia nosoatzin de inin tlaltzintli seis ba wHe, six and one-quart
ras yhuan se quarta p" canpic calaqui tonati ytehhuic Dn Jquin Ramos Joaquin Ramos and tb
yhuan lo demas yehuatl mocahua de inin tlali huel nicmotlatlatilia p" that my children will d
yehuatzin quinyecxexelhuis noconetitzihua por iguales partes - noyguan 1 leave to my wiíe don
nicahuilia nosoatzin Da Mathiana fran" se burrito se caso yhuan metlal metate, a pair oí card!
se pares cardas yhua quatro b" de tlali ompa ma tlacpac ychancalalatzin the top in the house (
catca ytehhuic Dn Jquin Ramos p" tlatzintlan. oí don J oaquin Ramos
No niquitoa nicahuilia noconetzin Xptov 1 Felisiano se tlali de la 1 also declare that 1
B" ompa mani quilhuia chihuagua calaqui dos almudes yhuan se ing ...... varas he sa
rasado de tlaoli tlatoctli ytehhuic Dn Andres Pascual catca para a ...... oí com is se
tlatzintlan. Pascual toward the bOl
No niquitoa noconetzin AntO Nicolas nicnemactia se tIal yehual 1 also declare that 1
tzintli nican mani ychan Andres Ramos catca p" canpic quisa tonati in the home oí the latl
ye ca mojoniado. marked (mojoniado
No niquitoa cosinita yehuatl ca nican canpa ticmotlatolchialia quipi 1 also declare [tbat
dase morillos ynin quimoyecxexelhuisqe entre nosoatzin yhuan nopil it has 12 beams; this m
huan parejos. 1 also declare tbat 1
No niquitoa nitehuiqui se missa resada ynahuactzinco totlasomahuis (íor?) our precious rCVf
nantzin de Guadalupe oc se ynahuactzinco Ntra S" de la - - - - Our Lady oí VillasecaJ
oc se ynahuactzinco Ntra S" de Billa seca ynahuactzinco Senor de la a recited mass and a su
Capilla nitehuiquilia se missa resada yhuan se missa cantada, tla De [out oí the land?], it 11
nehquixtis ypan ytIaltipactzinco ye mocagua noconesisihua p" quichi to do, God will pay thc
huasque De quinmotlaxtlahuilis 1 also declare that ]
No ni quito a Ju Joseph de Aguirre nicuiquilia quatro pesos mo here in the villa.
chantia nican Alavilla. 1 also declare 1 OW€
No niquitoa acmo aquin nicuiquilia acmo aquin nehhuiquilia yhuan whocver will appear UI
tia aquin nesis Juramentotica nicuiquilia panpatzinco D" motlaxltlahuas. oí God he wiIl be paid,
Auh neltis masicachihuas yn yxquih onictecpancatlali ypan ynin Let everything 1 ha
noamatzin za tlazaca notlanequilis niquinmotIatIautilia noalbaseas mo will, be verified; 1 ask :
chihuasq" huel ahtopa nosoatzin Da Mathiana Fran" yhuan noconetzin dona Matiana Francisca
Xptoval Felisiano ca huel niquinmotlatlautilia mochihuasque ypanpa pray oí them that they
tzinco Dios yhuan yrnixpantzinco ome tt" nican chaneque ypan ynin oí two witnesses who li,
THE SAN ESTEBAN NAHUATL TESTAMENTS 441
de Jesus ciano and Juana Andrea, Antonio Nicolas, and Josefa de Jesus, Goa
already took her.
llatzin ttO 1 aIso declare this house, where 1 am awaiting God, is composed
Mathiana of 20 beams. Now [to] my wife dona Matiana Francisca 1 leave in
ea mochi this house five beams toward the top through [with?] all the wall
uan llave and doorway, a double door with its lock and key, another 1 leave
Lcuili mo to my children, also five beams through [with?] aIl the wall. Also
Ineroa de orchard land composed of fifteen and a quarter varas wide, a1l
.e tepantli surrounded by a wall. Now also 1 give a portion of this land to my
. seis ba wife, six and one-quarter varas toward the west next to that of don
.in Ramos J oaquin Ramos and the rest of this land remaining 1 very much pray
ltlatilia p" that my children will divide it among themselves in equal parts. Also
-noyguan 1 leave to my wife dona Matiana Francisca a Httle burro, a case and
tan metlal metate, a pair of cards [for wool] , and four varas of land there at
lcaIalatzin the top in the house of .......... catca (the late?) next to that
of don Joaquin Ramos toward the bottom.
lali de 10 1 also declare that 1 leavc my son Cristobal Feliciano land measur
yhuan se ing ...... varas he says it is there in Chihuahua; two almudes and
atea para a ...... of com is sown next to the land of the late don Andres
Pascual toward the bottom.
al yehual 1 also declare that 1 give to my son Antonio Nicolas land it is here
llisa tonati in the home of the late Andres Ramos toward the east it is already
marked (mojoniado - mojon = landmark, pile, heap?).
lialia quipi 1 also declare [that there is] a little kitchen he re where we await,
uan nopil it has 12 beams; this my wife and my children wiIl divide equally.
1 also declare that 1 ...... [owe?] [tehuiqui] a recited mass near
asomahuis (for?) our precious revered mother of Guadalupe, another near (for?)
Our Lady of Villaseca, near (for?) the Lord of the Chapel, 1 owe
,enor de la a recited mass and a sung mass, let God take it from me on the land
lda, tIa Da [out of the land?], it has already been leít to my children for them
p" quichi to do, God will pay them.
1 also declare that 1 owe Juan Josef de Aguirre 4 pesos, he lives
pesosmo here in the villa.
1 also declare 1 owe no one, no one owes me, and let it be that
uilia yhuan whoever will appear under oath [and say] that 1 owe him, because
laxItlahuas. of God he will be paid.
ypan ynin Let everything 1 have arranged here in this document, my final
baseas mo wiIl, be verified; 1 ask my albaseas that they will do it, first my wife
noconetzin dona Matiana Francisca and my son Cristobal Feliciano 1 very much
lle ypanpa pray of them that they will make this because of God and in front
ypan ynin of two witnesses who live here in this town of San Esteban. And now
THE SAN
442 LESLIE S. OFFUTT
altepetl Sn Estev n yhuan axcan veinte y siete de mayo de mill sete the 27 of May 1776 1
cientos setenta y seis a" Auh nehuatl AntO Basilio pr ocupacion de don Josef Ventura 1 is.!
sor escriv" Dn Jph Be nictemaca melahualistli qename·oquimochihuili person made hís docurr
this reason no longer di
c~~xcat~intli y~atzin yca yen tero juicio yhuan panpa acmo quimo
pIaha chlcahualis ypan ymatzin yca ytlatIautilitzin nictlalilia ytocatzin prayers 1 place his nar
yhuan yfirma.
An tonío Basilio
f'elis Martín Ramos
Anta Basilio Through his request wi1
y ca ytlatlautilis tt"
don Bernardino de
Dn Bernardino de Sena .
Antonio Basilio
yhuan Dn Ju Estev n Maldonado
Antonio Basilio
y pr ttO
J osef Martin Ventu:
Ant O Basilio escribano publico d€
Joseph Mm Be
esso ppoo de Cauo
TRE SA:Il ESTEBAN NARUATL TESTAMENTS 443
mill sete the 27 of May 1776 1 Antonio Basilio by occupation of senor notary,
,acion de don Josef Ventura 1 issue this document honestly as to how the sick
lochihuili person made his document (it was) through full judgement and for
o quimo this reason no longer does he have strength, by his hand through his
ytocatzin prayers 1 place his name and his sign Felix Martin Ramos.
Antonio Basilio
o Antonio Basilio
lasilio
escribano publico de cabildo.
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
Introducción
¿
S I lA 8 o L s lA o
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YIABlI.IDAD
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PLANO BASE Y DE CONTROL
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MAPA(ll- USO DEL SUELO DE LAS TIERRAS EJIDALES y COMUNALES DEL PUEBLO DE STA. CATARINA DEL MONTE; MPIO.DETEXCOCO,EDO.DE MEXICO.
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••
localizadas a mayor altitud, son utilizadas como pastizales de ganado La creciente importan
mayor (bovino, caballar, mular). economía de la comunida
Por último, en la franja ubicada a mayor altitud (entre los 3500 y cuarentas, con la construcc
los 3800 m.s.n.m.) está el bosque de Pinus, del que se extrae madera, blo de Santa Catarina del
hongos comestibles y leña. Y el zacatonal asociado al bosque de Pinus, pan y de esta manera se
se dedica como pastizal de ganado mayor. ciudades de Texcoco y M
cultivo de estas especies. ,
nidad conocer la demand
Actividades económicas y adaptación ponibles dentro de su ent<
la revolución
) se observan Agricultura
d y por ende
Illbios, ocurre Es necesario aclarar que las tierras de riego, las tierras de tempo-
ta el paso de ral, los cultivos "tradicionales" 5 y los cultivos comerciales; son todos
~queña explo.. factores que se encuentran en una interacción constante, a través de las
abajo a cam estrategias y alternativas que conforman el proceso de adaptación agrÍco
. 1979: 160). la de los habitantes de la comunidad de Santa Catarina del Monte .
nsificación en Así, el factor que establece el patrón de riego en el pueblo de San
I la zona que ta Catarina, es el problema lluvia helada. Es decir, una temporada de
la Hacienda lluvias tardía y/o de heladas tempranas puede ser fatal para la agri
le autoabasto, cultura del maíz; de aquí que, la solución actual al problema lluvia
19ricultura de helada es el riego presembrado, en otras palabras, regar y sembrar antes
: antes de la de que empiecen las lluvias, y después de esto, el cultivo puede depen
5egún el Dia,.. der de la precipitación (Sanders, 1976: 66-67).
la resolución Por otra parte, la zona de agricultura de temporal ha favorecido
tomado pose indirectamente la introducción de los cultivos comerciales, porque pro
dotación. vee de un área para la recepción de los cultivos "tradicionales", pero
de Santa Ca este desplazamiento está regulado fundamentalmente por la susceptibi
existencia de lidad de los cultivos para adaptarse a esas condiciones ambientales.
plantear nue De una manera esquemática podemos decir que la distrihución actual
, el acceso al de los cultivos "tradicionales", es como sigue: el maíz (Zea mays L.),
década de los debido a la limitante del factor lluvia helada, se cultiva dentro de la
is medicinales zona poblada (con riego); en las zonas de temporal más favorecidas
! de carácter por la humedad (entre los 2750 y 2900 m.s.n.m.) y eventualmente en
i temporal es años muy húmedos por abajo de los 2600 m.s.n.m., hacia las zonas de
~miento par- nuevas tierras en la franja del tepetataL El trigo (Triticum sativum L.),
ti En la regi6n de Texcoco existe una continuidad de ciertos cultivos no nati
vos, que se expresa en un fuerte sincretismo con el cultivo de plantas extranjeras.
une al pueblo Asi los cultivos "tradicionales" para el pueblo de Santa Catarina, además del
maiz, son: el trigo, la cebada, el haba y la papa (Palerm, J., 1979: 174).
450 JosÉ GONZÁLEZ RODRIGO MAN
se cultiva por lo general a partir de los 2750 m.s.n.m. rebasando los (Tagetes erecta L.), y ,
límites altitudinales del maíz en los claros abiertos del encinar y del mans).
oyametal, y ocasionalmente dentro de la zona poblada. La cebada
(Hordeum vulgare L.) se siembra generalmente en las tierras de tem C) Plantas medicin
poral localizadas en el "tepetatal"; en los claros del bosque mixto de La importancia del
encino y oyamel, y eventualmente, en la zona de riego dentro de los si comparamos el núme
limites de la zona poblada. El haba (Vicia faba L.) y el alverj6n (Pi y el número de especie!!
sum savitum L. varo arvense (L.) Poir), al ser cultivos que se asocian las especies de plantas :
al maíz lo encontramos dentro de las zonas indicadas para este último. tarin del Monte. Otro
El cultivo de la papa, por soportar una mayor altitud lo encontramos de plantas medicinales
generalmente en la zona de temporal arriba de los límites altitudinales individuos de estas espc
del maíz.6 tinua durante la mayor
Con respecto a los cultivos comerciales existen 3 tipos, éstos son: los
árboles frutales,. las flores y las plantas medicinales.
Recolección
A) Árboles frutales
Como vimos, a pm
Debido a la falta de capital de las unidades de producci6n este tipo a comerciar con las fl(
de cultivo no ha tenido gran éxito entre los agricultores. Debido a que partir de los contactos
las variedades cultivadas no tienen la calidad ni los rendimientos para mentalmente con los m
competir con la fruta que se vende en los centros de comercio. Las es tantes de la comunidad
pecies más exitosas son el durazno (Prunus pernea (L.) Sieb. y Zucc.) dad de vender especies
y la pera (Pyrus communis L.) La recolección imp:
B) F~ores ornamentales rial dentro de la comu:
miento de las diferente
Actualmente, este cultivo juega un papel muy importante en las es donde se les puede enc
trategias econ6micas y adaptativas dentro de la comunidad de Santa vidad gira en tomo a .
Catarina, esto lo decimos en relaci6n al espacio y la cantidad de trabajo
que requiere su cultivo, que es de carácter más intensivo. A) Plantas medicir
Podemos decir que aunque el cultivo de las flores tiene bastante En el área de estudi
importancia dentro de la economía de las unidades campesinas, el de tas medicinales no cult
sarrollo de esta actividad se ve frenado por la falta de capital, además sionada ("el tepetatal"
de que es claro, que las técnicas utilizadas en el cultivo de las flores no En la zona poblada
aseguran un alto rendimiento y una mayor productividad en cuanto a tadas en la literatura
este rubro se refiere; también es claro, que la introducción de varie 1979; Villegas, 1969;
dades más finas de flores no es posible dadas las condiciones econ6micas Con respecto a la
,de las unidades de producci6n. lectadas de plantas me
Las flores que se cultivan preferentemente, son: la bola de hilo dos en la literatura con
{Chrysanthemum frutescens L.), el margarit6n (Chrysanthemum leu que otros son del OOsql
.canthemum L.), la dalia (Dahlia pinno.ta Cav.), la flor de muerto anterior, aunque el nÚJ
6 Ver mapa 2. 7 Ver mapa 2.
MANEJO DE RECURSOS NATURALES 451
rebasando los (Tagetes erecta L.), y el agapando (Agapanthus africanus (L.) Hoff
encinar y del mans).
a. La cebada
ierras de tem C) Plantas medicinales
¡que mixto de La importancia del cultivo de plantas medicinales se hace patente
dentro de los si comparamos el número de especies cultivadas de árboles frutales (5)
alverjón (Pi Y el número de especies de flores ornamentales (14) con el número de
lue se asocian las especies de plantas medicinales (24) que se cultivan en Santa Ca
:-a este último. tarin del Monte. Otro aspecto que resalta la importancia del cultivo
) encontramos de plantas medicinales con fines comerciales, es que la mayoría de los
:s altitudinales individuos de estas especies se encuentran en una producción casi con
tinua durante la mayor parte del año (González, 1990: 3).
éstos son: los
Recolección
tadas es bajo, el número de individuos por especie y por área es alto, tan en esas comunidades
rasgo que deja ver la importancia de esta zona para la recolección de índices.
plantas medicinales no cultivadas de valor comercial.
Por último, de las especies recolectadas como plantas medicinales
en el bosque de encino, una parte de los géneros, según la literatura, Extracción
son característicos de los encinares; mientras que otros géneros, según
La extracción de re!
las fuentes, son parte de las comunidades de Abeto y de Pino (Rze
dicional para el pueblo
dowski, 1978; 1979). Un punto importante a destacar es la amplia
antecedentes de esta acti'
gama de formas vegetales que se recolectan en esta zona, entre los que
se menciona a la extracci
encontramos formas arbóreas, arbustivas y herbáceas.
rubros económicos a los
De esta manera, las unidades económicas que se dedican a esta ac
del Monte y otros en su '
tividad tienen un aprovisionamiento continuo de plantas medicinales,
mente, los recursos fores1
que está condicionado por las características fenológicas de cada una
económico de la comuni
de las especies de plantas medicinales. (González, 1990: 5).
rabIe de unidades domé
B) Hongos comestibles nómicos proviene de los
ducción de madera; en
La recolección de hongos se realiza fundamentalmente en el bosque dedican a esta actividad
de Pinus ("ocotal") y en el bosque de Abies ("oyametal"), y eventual actividades agrícolas sea]
mente, en los pastizales con Poten tilla, 8 correspondiendo a cada una Ahora bien, de las a
de las dos zonas, diferentes periodos de colecta, teniendo cada una de económica tiene es la ext
terminadas especies de hongos como indicadores, que corresponden domésticas que practica]
a los hongos de mayor valor comercial. de ella para su subsisten!
La temporada anual de recolección de hongos puede dividirse en morillo y tejamanil es e
tres periodos. El primero, en los meses de abril a junio, el interés por ticas, mientras que las
la recolección se centra en la búsqueda de los hongos de las especies considerar marginales. P
Lyophyllum decastes (Fr.) Sing. ("quiacomo") y RodoPhyllus ("Te vidad que comparten la
cuananacatl"), en el zacatonal del bosque de pino. este producto es indisper
El segundo, en los meses de junio a agosto el interés de la recolec
ción se centra en la especie Boletus pinicola Vitt ("quetaspananacatl")
en el zacatonal dentro del bosque de Pino. Ganadería
El último periodo, de septiembre a octubre, la recolección de hon
Por orden de import
gos se desplaza paulatinamente desde el bosque de Pinus hacia el bos
aves de corral, el ganad
que de Abies donde el objetivo de la recolección son las especies M or
bovino, ganado porcino
chella conica y M orchella esculenta, hongos que se conocen con el
los animales más comull
nombre local de "olonanacatl" (González, 1982: 181-186).
crían en la mayoría de
Es oportuno aclarar que las especies de hongos mencionados, por
carne y de huevo, que :
tener un mayor valor comercial sirven de índices para los recolectores
de estos animales corre a
de hongos, porque les señalan el lugar y el tiempo de la recolección, de
se les dan son mínimos,
aquí que se omitieran otras especies de hongos que también se colec
que se encuentran en l(
8 Ver mapa 2. tación.
MANEJO DE RECURSOS NATURALES 453
rea es alto, tan en esas comunidades vegetales de manera simultánea a las especies
()lección de Índices.
medicinales
: literatura, Extracción
eros, según
~ino (Rze
La extracción de recursos forestales representa una actividad tra
la amplia dicional para el pueblo de Santa Catarina del Monte, ya que existen
tre los que antecedentes de esta actividad hacia mediados del siglo XVIII en la que
se menciona a la extracción de madera y la producción de carbón como
a esta ac rubros económicos a los cuales se dedica el pueblo de Santa Catarina
ledicinales, del Monte y otros en su vecindad (Villaseñor y Sánchez, 1952); actual
cada una mente, los recursos forestales ocupan un lugar importante en el sistema
económico de la comunidad, en cuanto que para un número conside
rable de unidades domésticas, la fuente principal de sus ingresos eco
nómicos proviene de los productos forestales, específicamente de la pro
ducción de madera; en estos casos las unidades económicas que se
el bosque
dedican a esta actividad carecen de suficiente tierra como para que las
r eventual
actividades agrlcolas sean el eje de su economía.
cada una
Ahora bien, de las actividades forestales, la que mayor importancia
a una de
económica tiene es la extracción de madera, en cuanto que las unidades
Tesponden
domésticas que practican esta actividad, dependen fundamentalmente
de ella para su subsistencia; en este caso, la elaboración de tabla, cinta,
:vidirse en
morillo y tejamanil es el eje de la economía de esas unidades domés
nterés por
ticas, mientras que las actividades agrícolas, en este caso se pueden
as especies
considerar marginales. Por otro lado, la extracción de leña es una acti
~us ("Te
vidad que comparten la mayoría de los habitantes del pueblo, ya que
este producto es indispensable en la preparación de alimentos.
a recolec
anacatl" )
Ganadería
1 de bon
ia el bos Por orden de importancia, el tipo de animales que se crían son: las
cies Mor aves de corral, el ganado ovino, los animales de tiro y carga, ganado
n con el bovino, ganado porcino y por último el ganado caprino. En el pueblo,
los animales más comunes y numerosos son las aves de corral, que se
ados, por crían en la mayoría de las unidades económicas como productores de
colectores carne y de huevo, que se destina para el consumo doméstico. La cría
:cción, de de estos animales corre a cargo de las mujeres, aunque los cuidados que
se colec- se les dan son mínimos, generalmente se les alimenta de maíz y de 10
que se encuentran en los terrenos de cultivo aledaños a la casa habi
tación.
454 JosÉ GONZÁLEZ RODRIGO HA
a la utilización de los
11 Ver mapa 2.
comercialización de los
MANEJO DE RECURSOS NATURALES 455
:alizar en
opiedades La familia
los en la
candicans Se pueden caracterizar las diferentes formas que adoptan cada una
le la cría de las unidades domésticas, utilizando en este caso el factor tierra, ca
:n la ma racterización que proponemos en base a la siguiente tipología: un pri
ómicas se mer tipo sería aquel en que dado el número de integrantes de la uni
; de riego dad, la superficie de terrenos de cultivo, tanto de riego como de
an como temporal, sea suficiente para que las actividades económicas giren alre
dedor del cultivo de e..<>pecies comerciales. En este caso, la disponibili
males de dad de tierra permite, el desplazamiento de los cultivos tradicionales
como en de la zona de tierras de riego hacia las zonas de tierras de temporal,
madera, para la introducción de especies de valor comercial en las zonas de tie
rras de riego. Además, la cría de ganado es otro rasgo que caracteriza
~nidos en a este tipo de unidad, en ella encontramos, ganado ovino, que sobre
In el ras sale por el número de cabezas; ganado mular y asnal; además, entre
hacia los estas unidade~ se encuentran los propietarios de ganado bovino.
al "mon El segundo tipo, incluye aquellas unidades domésticas que giran
:ino 1.{) en principalmente alrededor de la recolecta de plantas medicinales, de hon
gos comestibles, mientras que el cultivo de especies comerciales tiene
que ven
una posición secundaria dentro de la economía familiar.
limales y
En estas unidades, la superficie de terrenos de cultivo disponibles,
del año,
tanto de temporal como de riego, no permiten, por un lado, el despla
osque de
zamiento total de los cultivos tradicionales, y por otro, la introducción
¡males se
,de pero;'
tipo, ocupa un lugar secundario.
de aquí
El tercer tipo, abarca todas aquellas unidades económicas que úni
)mo ali
camente disponen de parcelas de cultivo en la zona de riego, y la su
lores de
perficie para la siembra no es suficiente para introducir cultivos de ca
ntro del
rácter comercial; de aquí que, el cultivo básico de estas unidades sea
el maíz. Así pues, nos encontramos que este tipo de unidad, además
de enfocar sus esfuerzos en la agricultura de subsistencia, los dedican
a la utilización de los recursos forestales, es decir, en la extracción y
comercialización de los productos maderables.
FRANJAS ECOLOGICAS (ESQUEMA DE SU VEGETACION CARACTERISTICA 1)
t
C1)
ZocotQJtDl
o/pro
ESTE~OESTE
Bosque de
Pinus
Postizol dI:
Post;,ol
dI Pot,nt;llo Hiiorio c,ncIlroides
PostiZGi sin .....
composición O
fior;stico d.linj"do tIJ
4. (XX) mts. tI!'
BOS4l!f: d. Postizot d. Yeq.tocfon
Hilorio ctMchroides Acuotica G'l
O
80squ. Mido Z
de Qu,rcus N
;¡.,
PinuJ y Abilfs Boaqul$ de t""
Qú,fCUS ti!
N
f".l$tizo! sin
compos;c-i6n ::o
llariliteO defi"ldo g
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VeQ6toeiól'l 6
h(Jto',~ld O
2100 mts.
Z 5-00 mfs.
2300 mf ••
2240 mfs.
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Jó... Gonzálet:"' "¡'_"
MAlS
458 JosÉ GONZÁLEZ RODRIGO
- - - - - " "Capítulos
Por último, en el cuarto tipo de unidad económica, la disponibili dowski (ed. ), 'Flon
dad de tierra no es factor limitante, sino que, por la ubicación de los México, 1979, p. ll·
terrenos de riego dentro de la zona poblada, las tandas de riego llegan
en una fecha tardía para sembrar maíz o especies cultivadas comer SÁNCHEZ, O., La flora
519 p.
ciales, la alternativa entonces, para estas unidades, ha sido dedicarse
al cultivo exclusivo de cebada, que se destina a su vez a la cría de ga SANDERS, W., "The nat
nado porcino. Wolf (oo.), The Va
Alburquerque, 1976a
VILLASEÑOR y SÁNCHE~
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MANEJO DE RECURSOS NATURALES 459
posicio CETENAL. 1973. Zona 19 AA; línea B (19-22), línea 9 (4-5), línea 7
teóricos (3-5) .
1 (Trf1.s CETENAL. 1977. Zona 19 AB; línea 7 (17-19), línea 8 (13-15), línea
!ricana, 9 (6-8).
DETENAL. 1978. Vuelo especial ciudad de México; línea 4 (17-19),
1 AcolL línea 5 (1-3).
1,. Sep-.
432 p.
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
IN XOCHITLAHTOLCUICAPIHQUI ILNAMIQUILIZ
EVOCACIÓN 1
CARLOS LÓPEZ ÁVILA (1922-1991)
ron Carlos Nos encontrábamos con frecuencia por las calles de nuestro pueblo, don
.chilihqueh, Carlos López Ávila "Tomaxco" y yo, como toda la gente lo conoció,
.ya, ica ce con respeto y cordialidad, también lo recuerdo cómo con sencillez ves
tía a menudo con un gabán adornado en grecas que asemejaba los co
ica totec lores de la flor de calabaza y su sombrero tejido de palma.
izco ompa Siempre platicaba con las personas del pueblo en la lengua noble
lachtin. de nuestros ancestros, esto mismo hacía cuando se dirigía al mercado de
mahuiztic Milpa Alta; a vender las semillas producidas por el campo. tI fue muy
i in tzalan cordial, y ¿cómo y cuál era la razón de su carácter?; sencillamente
)mpan Te porque nació y creció entre las flores hermosas de los magueyales, entre
los surcos y espigas de maizales de matices diferentes, producidos allá
omotlate
en Tepoztlán, Cuauhpitzco o en TIailacatziquia donde cortaba las hier
bas que suelen nacer y crecer entre las cercas.
nin oquin
Una ocasión, cuando me encontraba en su casa, escuché con aten
Iquihtozne
ción la explicación y el significado de la palabra de nuestros ancianos
oquinmol
a sus estimados alumnos, asimismo la importancia de la mitología del
:me In ye
mundo mexica, también les expresaba el origen de los pueblos de la
Delegación de Milpa Alta hace muchos años, así como de la poesía.
tlacotenca tI, con su forma de ser tan característico, orientaba no solamente a
los de TIacotenco, sino a los de otras partes siempre con mucha alegría.
ihuan tlein Ahora los tlacotenses, los de Milpa Alta y quienes viven en otros
yehuatzin lugares nunca lo olvidaremos, ya que él, junto con el pueblo de Tia
uauhtlahtli cotenco, hicieron posible la defensa de la tierra comunal y los bosques
Ul ticmoil en el mes de febrero del año de 1974, y más aún lo recordaremos por
xochitl in su dedicación a la enseñanza del idioma náhuatl, la poesía y el encuen
tro de nuestras raíces.
mmehuan También deseo darles a conocer a ustedes estimados lectores, que,
Ton Car el poeta don Carlos López Ávila trabajó en compañía del maestro Joa
~arza om quín Galarza durante muchos años, allá en el pueblo de TIacotenco
10
464 FRANCISCO MORALES CAR
, ipampa timo
l toilnamiquiliz,
opa in mochipa
! ihuan totlama
lexihco Tenoch-
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
Y LITERATURA NAHUAS
ASCENSIÓN H. DE LEÓN-PORTILLA
útil y necessaria, assi para los españoles como para los naturales, en nuestra saluacion que t
lengua castellana y mexicana. Ordenada por mandado del Ilustrissimo Jesu Christo de su ben,
y Reverendissimo señor don Pedro Moya de Contreras ... en México, rusalen. Esta pieza escé
en casa de Pedro Balli, 1578, 16 fojas, r. y v. XVI y XIX. Ofrece la au
En la edición presente, Luis Resines ofrece una descripción del escrito en "quintillas"
ejemplar que se encuentra encuadernado con tres libros de Alonso cambios y adaptacione
de Malina, la ya citada Vida de Sant Francisco} el Confessionario acercarlo a la cultura y
(mOyor de 1578 y el Confessionario breve de 1577. Hace un análisis llazgo y estudio de una
de la estructura de la obra y valora su significado no sólo en el con el teatro de evangelizac
texto de los catecismos en lenguas indígenas del siglo XVI sino también
en el de las doctrinas que se editaron en España en ese mismo siglo.
Artes, gramáticas y voc
Busca el modelo que pudo servir de inspiración a la doctrina estudiada
-en forma de diálogo como la de fray Melchor de Vargas impresa GARcÍA DE LEÓN, Raú
también por mandato de Moya de Contreras-- y concluye que guarda lajara, Jalisco, 199(
gran similitud con la famosa de Gaspar Astete de 1576 y también con
la anterior de Juan de Ávila 1554, ambas impresas en España. Piensa La parte corresponc
Resines que las tres siguen la orientación de un catecismo muy leido mero es un glosario d~
en el siglo XVI, el Catecismo de Castilla. Respecto del autor, después cada uno, el autor ex]
de una búsqueda entre los misioneros de fines del siglo XVI considera El segundo es un vocal
Resines que la escribió el franciscano Juan de Pareja. Natural de la buen número de palab
provincia de Toledo, Pareja se distinguió por su labor pastoral en Flo
rida y por su conocimiento de la lengua timuquana, en la cual im MUNGUÍA MARTÍNEz, :
primió varias obras religiosas y gramaticales que hoy podemos consultar. ducción al estudio ,
El tercer hallazgo es un manuscrito que está estudiando Louise M. tural Mascarones, 1
Burkhart. Se describe a continuación.
A lo largo de veil
BURKHART, Louise M., "A Nahuatl Religious Drama of 1590", Latín reglas gramaticales COI
American India n Literatures Journal, Pennsylvania State Univer oración y a ciertas nOl
sity, 1991, v. 7, n. 2, p. 153-171. tica. Cada lección in
y un buen número de
Es este articulo el esbozo de un estudio amplio que la autora pre que el estudiante pued
para de un auto sacramental en náhuatl. Descubierto recientemente
por el conocido librero de Filadelfia David Szewczyk, fue comprado por TUGGY, David T., Lec
la Universidad de Princeton. El texto del auto forma parte de un bla, Universidad d~
manuscrito que contiene escritos diversos, fechado en 1588. La autora
sugiere que fue elaborado en Santa Cruz de Tlatelolco por Pedro de Serie de once leec
Gante o Agustín de la Fuente, ambos colaboradores de fray Juan Bau cales más importantes
tista. Trata de la visita que hizo Jesús a su madre, en Betania, con Delgado, población di
objeto de despedirse antes de ir a Jerusalen y sufrir su pasión. Louise ción del autor, expresa
Burkhart busca los orígenes del drama y piensa que está inspirado en lecciones el estudiante
un auto del escritor valenciano Ausias Izquierdo titulado Luzero de estructura retórica de
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 469
~turales, en nuestra saluacion que trata del despedimiento que hizo nuestro Señor
Ilustrissimo Jesu Christo de su bendita madre estando en Bethania para ir a /líe
~n México, rusalen. Esta pieza escénica se reimprimió varias veces entre los siglos
XVI y XIX. Ofrece la autora algunos fragmentos del auto de Izquierdo,
ripción del escrito en "quintillas" y sus equivalentes en náhuatl, mostrando los
de Alonso cambios y adaptaciones que los autores de Tlatelolco hicieron para
tfessionario acercarlo a la cultura y a la sensibilidad literaria de los nahuas. El ha
un análisis llazgo y estudio de una pieza como ésta es de gran valor para conocer
en el con el teatro de evangelización del siglo XVI.
10 también
~smo siglo.
l estudiada
Artes, gramáticas y vocabularios
as impresa GARCÍA DE LEÓN, Raúl, Diccionario náhuatl, latín y griego, Guada
¡ue guarda lajara, Jalisco, 1990, 124 p.
mbién con
ma. Piensa La parte correspondiente al náhuatl incluye dos apartados. El pri
muy leido mero es un glosario de topónimos dispuestos en orden alfabético. De
)r, después cada uno, el autor explica la etimología y el significado en español.
[ considera El segundo es un vocabulario náhuatl-español en el que se registra un
ural de la buen número de palabras de uso frecuente en la lengua mexicana.
ral en Flo
1 cual im
MUNGUÍA MARTÍNEZ, Jorge, Manual práctico y simPlificado de intro
; consultar. ducción al estudio del idioma náhuatl, Cuernavaca, Asociación Cul
Louise M. tural Mascarones, A.C., 1990, 247 p., ils.
Segunda impresión de la obra aparecida en 1979. En ella Lope MOLINA MOLINA, Flav
Blanch reunió diversas monografías que había publicado en años an al español, Herma
teriores. Tres guardan estrecha relación con la lengua náhuatl como
a continuación se verá: Trabajo en el que
1) "Leporino, sobre geografía lingüística de México", p. 133-144. cuatro lenguas sonorel
Trabajo publicado en las Actas del II Congreso de la Asociación pima, tarahumara y
Lingüística y Filológica de la América Latina, San Juan de Puerto que aparecen con los
Rico 1976, p. 167-178. En él, Lope analiza las diferentes palabras que indígenas de Sonora"
se usan en sesenta y siete poblaciones de la República Mexicana para apéndices completan la
expresar el concepto de labio leporino. Incluye la variante náhuatl tellanizadas, topónimrn
tencua y sus derivados así como la forma camacotoctic, usada en locales ópatas y nomhl
algunas poblaciones de Veracruz. taso El autor da tradw
2) "Indigenismos americanos en la norma lingüística culta de para ello se ha basad
México", p. 147-160. Publicado anteriormente en Estudios Filológicos Pimentel, Eustaquio B
y Lingüísticos. Homenaje a Angel Rosemblat, Caracas, Instituto Pe
dagógico, 1974, p. 323-336. El autor estudia cincuenta y cinco nahua MONZÓN, Cristina, "Ji,
dismos usados comúnmente en el habla de México. Especifica el en Homenaje a Jo
empleo que de ellos se hace en la conversación así como de otras voces pánica. Edición de
españolas sinónimas de estos nahuadismos. El Colegio de Méx
3) "Léxico marítimo en México: indigenismos e hispanismos",
p. 171-181. Aparecido en las Actas del V Congreso Internacional de Explicación de la:
Estudios Lingüísticos Mediterráneas, Málaga-Madrid 1977, p. 47-56. palabra nahua para '
Analiza el autor un buen número de americanismos, entre ellos ocho Estas cuatro variantes,
nahuatlismos. realizaciones registradf
estudio, la autora tien
nahuat de las que ten
MILLER, Wick R., "Early Spanish and Aztec loan words in the Indi
la Huasteca hasta el p
genous Languages of Northwest Mexico", en Homenaje a Jorge
formas para la palabr
A. Suárez. Lingüística indoamericana e hispánica, edición de Bea
en la estructura silábic
triz Garza Cuarón y Paulctte Levy, México, El Colegio de México,
1990, p. 351-365, 1 map.
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 473
simposio "The 1
Estudios de contenido filol6gico 17th Century E
náhuatl, traduc(
BAUDOT, Georges, La pugna franciscana por México, México, Consejo sismos que se ene
Nacional para la Cultura y las Artes y Alianza Editorial Mexicana, de fray Bernaré
1990, 338 p. ejemplo de la ap
del pensamiento
Conjunto de doce ensayos originales de Baudot y de doce docu plasmado en los
mentos del siglo XVI provenientes del Archivo de Indias, del Histórico
de Madrid y del General de la Nación de México. Tanto los ensayos BURKHAT, Louise M.,
como los documentos versan sobre franciscanos ilustres y sobre diversos interpreting a Nahu
asuntos relacionados con la historia de la orden seráfica. La mayoría Natiue American L
de ellos ya habían sido publicados. Los cuatro siguientes contienen and London, Smitfu
textos nahuas.
En el contexto de
1) "Apariciones diabólicas en un texto náhuatl de fray Andrés enfoca su atención en
de Olmos", p. 133-141. Publicado en Estudios de Cultura publicada en 1583. Pre
Náhuatl, 1972, v. X, p. 349-357. Paleografía náhuatl, traduc de cuatro cantos relativ
ción al español y estudio del folio 400 r. y v. del Tratado de los conceptos que en elle
hechicerías y sortilegios que Olmos redactó en 1553 y que se de los términos nahuas.
guarda en la Biblioteca Nacional de México. Contiene el relato salmos y resalta la pres
de varias apariciones del tlacatecolotl a gentes contemporáneas
prehispánica palpable e
a Olmos. de los cantos prehispán
2) "Fray Andrés de Olmos y su Tratado de los pecados mortales "entre dos mundos cul
en lengua náhuatl", p. 143-171. Publicado en Estudios de Cul los colaboradores nahua
tura Náhuatl, 1976, v. 12, p. 33-59. Paleografía náhuatl, versión cultural, lo cual nos p
al español y estudio de los folios 341 v. y 347 r. del Tratado de la "experiencia colOJ
citado de Olmos que se guarda en la Biblioteca Nacional de
México. El fragmento corresponde a las diferentes clases de
LWN-PORTILLA, Migue
lujuria.
Andent Word?", en
3) "Los huehuetlatolli en la cristianización de México: dos ser tures, Edited by Br
mones en lengua náhuatl de fray Bernardino de Sahagún", nian Institution Pre
p. 267-289. Publicado en Estudios de Cultura Náhuatl, 1982,
v. 15, p. 125-145. Paleografía náhuatl, traducción al español Análisis riguroso de
y estudio de los folios 9 v. - 13 v. del manuscrito nQ 1482 que e históricos que tenemili
lleva el título de Sermones en mexicano, el cual se guarda en del autor es ofrecer um
la Biblioteca Nacional de México. Contiene el sermón referente presentado en las últim
a la víspera de Navidad y a la primera misa de esta festividad. gativas del paso de la (
4) "Imagen y discurso del México antiguo en la fundación novo un conocimiento altera
hispana: el pensamiento náhuatl contemplado por la evange de la tesis de los profe
lización franciscana", p. 291-304. Ponencia presentada al pecto del mundo grieg
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 475
Antología en la que
Literatura náhuatl clásica y moderna las creaciones literarias
Está distribuida en dc
BAUDOT, Georges, "Nezahualcoyotl. Vingt-deux chants tristes du Mexi mayas. Los nahuas pn
que précolombien". Ordonnés et traduits du náhuatl par Georges tomados del libro de
Baudot, Poesie, Revue trimestrielle publiée avec le concours du Cen azteca, además de la '
tre National des Lettres, París, Librarle classique Eugene Belin, pre y León-Portilla traduje
mier trimestre, 1984 n 9 28, p. 41-69. año 1959. La segunda,
se encuentran narracio
Antología de composiciones poéticas de Nezahualcóyotl en náhuatl Natalio Hernández, 1saJ
y francés. Diecinueve de ellas provienen del manuscrito de Cantares Ángel Tepole Rivera e
Mexicanos conservado en la Biblioteca Nacional de México. Otras tres ción", Montemayor re
están sacadas de los Romances de los Señores de las Nueva España. quecida por las much
Todas ellas son de "inspiración elegiaca y filosófica según la tradición conceptos sobre la gan
de los icnocuicatl", como hace notar Baudot. El trabajo va prece versas lenguas de Mb:
dido de una biografía del rey de Tezcoco en la que el autor pondera
sus rasgos como gobernante y pensador. LEÓN-PORTILLA, Migue
d'amitié. Introductil
GINGERICH, Willard, "Ten types of ambiguity in Nahuatl Poetry, or phie par Georges
William Empson among the Aztecs", en On the Translation 01 nahuatl (Mexique)
Native American Literatures, edited by Brian Swann, Washington 127 p. (Orphée).
and London, Smithsonian Institution Press, 1992, .p. 356-367.
Antología de creac:
Expone Gingerich, a lo largo de su artículo la dificultad de traducir dos, otras anónimas, I
los textos nahuas. Toma como punto de partida el pensamiento del . primeras se incluyen val
inglés William Empson quien en 1930 publicó un famoso libro titulado Xayacamach. Tochihui
Seven Types 01 Ambiguity. En él reiterpreta a los clásicos ingleses estas poesías provienen
-Chaucer, Shakespeare, Milton, Donne y otros-- desde nuevas pers tema, los Cantares M el
pectivas de la filología y la historia. Gingerich retoma los planteamientos va España. En la "Intr
de Empson y analiza dos tipos de ambigüedades, una textual y otra francés una visión de 1
contextual, y dentro de cada una diferencia varios subtipos. Pasa revista generales, sus trazos esti
a varios de los más conocidos traductores de poesía náhuatl y se fija Termina con una bre'
en ciertos textos en los cuales encuentra ambigüedades dignas de ser logados.
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 477
lar los testimonios analizadas. Esto lo lleva a señalar determinadas deficiencias que difi
1 ampliamente la
cultan la comprensión de la poesía náhuatl.
1 formal y de su
espués de la Con HERNÁNDEZ, Natalio, Literatura indígena, ayer y hoy. Introducción de
concluye el autor, Carlos Montemayor, Ciudad Victoria, Instituto Taumaulipeco
.a antigua palabra de Cultura y Dirección General de Culturas Populares, 1990,
223 p.
LEÓN-PORTILLA, Miguel, "¿Una nueva aportación sobre literatura ná expresión literaria tan val
huatl: el libro de Amós Segala?", Cuadernos Americanos, nueva salta la importancia de J
época, México, UNAM, mayo-junio de 1991, v. 3, p. 11-26. México. Respecto del ru
escogidos de la antología
Comentarios críticos acerca del libro Literatura náhuatl. Fuentes,
floridas, que fue prepara.
identidades, representaciones, de Amós Segala aparecido en Roma en
por la Universidad de 'TI
1989 y traducido al castellano en 1990. León-Portilla señala las mu
mados por Rosa Hemánc
chas deficiencias del trabajo de Segala tales como equivocaciones en
Anastasia López Bautista
la información, datos, vocablos nahuas, traducciones. Entre los argu
ofrece el texto náhuatl
mentos que aduce para apoyar las críticas abundan los textos en náhu~tl.
Hernández.
Varios vocablos de esta lengua están explicados desde un punto de Vista
lingüístico.
REYES GARCÍA, Luis y
Anneliese Monnich y
LEÓN-PORTILLA, Miguel, Litn'aturas indígenas de México, Madrid, oraciones, cantos y e
Editorial MAPFRE, 1992, 365 p., ils. [Colección América 92]. de Veracruzy Pueb¿
do de Cultura Eeon
En este trabajo se describe y valora un extenso corpus de testimo
Superiores en Antrop
nios en los que se guarda la expresión de los principales pueblos que
bla, 1990, 133 p., 8
integran el ámbito cultural mesoamericano, desde el primer milenio
a.d. C. hasta nuestros días. A 10 largo de siete capítulos, el autor analiza Segunda edición, en
múltiples testimonios de diversa índole -arqueológicos, libros de pin mismo título apareció e¡
turas, libros de escritura alfabética y narraciones de tradición oral- lo en 1976 editado por G.
cual le permite reconstruir una continuidad histórica de tres mil años. se incluyen cuatro traba:
Algunos capítulos del libro están dedicados al estudio de los textos de ellos es la "Introducción'
los pueblos de habla náhuatl. Aunque la mayoría de tales tex~os se pre una visión de conjunto
sentan sólo en español, no faltan frases y vocablos en meXIcano que Veracruz y Puebla." Di.
ayudan a profundizar en la sensibilidad de los nahuas a través de la sica de los nahnas"; ,Al
lengua. Tres Índices, de ilustraciones, onomástico y toponímico, com antiguas representacione
pletan la obra. nahnas" y Gisela Beutlt:
folklórico de los textos r.
MONTEMAYOR, Carlos, "Una antología de la actual literatura indígena La segunda parte, ·eIJ
de México. Presentación y selección de Carlos Montemayor", Tie de la tradición .oral re<
rra adentro, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, los Reyes y Sierra de 'lo
noviembre-diciembre de 1991, n. 56, p. 45-74. de la capital del Estadc
el cultivo del maíz o el
Precedida de una introducción, Montemayor presenta una expresiva sentimiento lírico en for
muestra de la actual literatura en siete lenguas mesoamericanas: ná a narraciones en las qUl
huatI, maya, zapoteca del Istmo, mazateca, tzeltal, tzotzil y ñahñu. En texto más importante es
la "Introducción" el antólogo puntualiza varios conceptos referentes de Zongolica y en él !
a la confusión que existe entre lenguas y dialectos; niega la superioridad llevado al Tlalocan. Al
de unas lenguas respecto de otras y define a la tradición oral como una y le regalan un anillo
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERi\.TURA NAHUAS 479
e literatura ná expresión literaria tan valiosa como la literatura escrita. Por último re
mearnos, nueva
salta la importancia de la narrativa moderna en diversas lenguas de
p. 11-26. México. Respecto del náhuatl, Montemayor presenta cuatro poemas
huatl. Fuentes, escogidos de la antología titulada Xochitlajtolkskatl, Collar de palabras
[) en Roma en floridas, que fue preparada por Joel Martínez Hernández y publicada
señala las mu por la Universidad de TIaxcala en 1987. Los cuatro poemas están fir
uvocaciones en mados por Rosa Hernández de la Cruz, Demetria Hernández Méndez,
~ntre los argu
Anastasio López Bautista y Martiniano Hernández. De todos ellos se
ctos en náhuatl. ofrece el texto náhuatl y su versión al español hecha por Natalio
punto de vista Hernández.
él mucho dinero. Un día la esposa lo cambia por un anillo de oro décadas. Analiza las f
a unos mercaderes y el esposo tiene que recuperarlo. Lo logra al fin, de los antropólogos de
con ayuda de varios animalitos, entre ellos un ratón y vuelven a ser Adolph Bandelier y fir
ricos. La moraleja es que nuestra riqueza procede del Tlalocan y que de nuestra centuria, me:
sólo cuidando a los animales la conservaremos. Carrasco, en éste taml
cana con su traducciór
Obras de conjunto de interés lingüístico GONZÁLEZ TORRES, Ye
canos", p. 575-597.
La antropología en México. Panorama histórico, coordinador Carlos
García Mora. Liminar, Enrique Florescano Mayet, México, Insti Análisis de los estu
tuto Nacional de Antropología e Historia, 1987-1988, 15 vols. .gora se han preocupad
autora utiliza un buen
En quince volúmenes y con la colaboración de más de trescientos dida del tiempo y los e
investigadores, el Instituto Nacional de Antropología e Historia ofrece
a la comunidad académica un estudio amplio y profundo sobre los
autores que, durante varias centurias, se han preocupado por com Vol. 4: La antropolog.
prender la vida, el pensamiento y las creaciones de los pueblos meso medulares. Etnolo~
americanos. En la presentación Florescano advierte que la presente ANZURES BOLAÑOS, ~
obra se articula alrededor de nueve partes en las que se estudian las p. 227-260.
diversas disciplinas que integran la antropología. Afirma también que,
aunque la serie tiene carácter enciclopédico, cada volumen constituye Panorama histórico
una totalidad en sí mismo. cado a indagar sobre
A continuación se describen los trabajos que guardan relación con acerca del saber médic
la lengua náhuatl atendiendo al volumen donde aparecen. remedios curativos. La
la Cruz-Badiano y nO!
Vol. 3: La Antropología en México. Las cuestiones medulares. Antro ción de los autores qU1
pología física, lingüística, arqueología y etnohistoria textos de médicos en le
a enfermedades ya fal
DAKIN, Karen, "Las lenguas yuto-nahuas, p. 247-310".
VoL 6: La antropolog
Visión de conjunto sobre las aportaciones que se han hecho desde
técnico
el siglo XVI hasta nuestros días en el estudio de las lenguas del tronco
yuto-azteca o yuto-nahua. Dedica especial atención a los lingüistas de ESCALANTE, Roberto, '
nuestra centuria y expone las motivaciones que los llevaron a realizar
sus tareas. El trabajo está acompañado de una bibliografía copiosa, Se preocupa el aut,
en muchos casos comentada. estudios de tipología d
Schlegel hasta nuestros
CARRASCO, Pedro, "La organización social de los nahuas en la época estructura morfológica,
prehispánica", p. 465-531. do la atención de los
logía fonológica y sint
En poco menos de cien páginas, el autor aborda uno de los temas más se tienen en cuent
que más han captado la atención de los historiadores de las últimas de oraciones.
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 481
1 anillo de oro décadas. Analiza las fuentes novo hispanas, se detiene en el estudio
:.ologra al fin, de los antropólogos del siglo XIX, en particular de Lewis Morgan y
f vuelven a ser Adolph BandeIier y finaliza con las aportaciones de los mexicanistas
TIalocan y que de nuestra centuria, mexicanos y extranjeros. Corno en otros estudios de
Carrasco, en éste también abundan los términos de la lengua mexi
cana con su traducción al español.
YONEDA, Keiko, "Los proeedimientos analíticos para el estudio de los señala la escasez de es1
tante precisión los tralJ
manuscritos pictográficos de la tradición náhuatl, p. 497-527, ils.
especialmente en las ú
Visión histórica de los mexicanistas que se han interesado por el al artículo es amplia y 1
estudio de los manuscritos pictográficos desde el siglo XVI hasta nues huasteco y el náhuatl.
tros días. La autora se fija en aquellos estudiosos que se sintieron atraí
dos por copiar documentos nahuas, por coleccionarlos y catalogarlos y Vol. 14: La antropoj
asimismo toma en consideración los eventos científicos y políticos que pología en el centr;
propiciaron las aportaciones en torno a este tema. Parte importante
del trabajo de Yoneda es la explicación de la escritura que se encuen DAKIN, Karen, "La lin
tra en los códices y de los métodos y procedimientos que los diversos Estado de México"
tratadistas de este tema han desarrollado para su estudio.
Descripción de las
HUERTA RÍOS, César, "Las técnicas genealógicas", p. 529-555. desde el siglo XVI hast:
Descripción de los principales autores que se han preocupado por históricas, la época ca
estudiar la organizaci6n familiar y comunitaria de los pueblos meso ellas distingue varias '
americanos. El autor comienza su exposición con Lewis Morgan y Resalta los rasgos fon<
Adolph Bandelier. Se detiene en las aportaciones de Manuel Moreno, estilísticos de las difereIJ
Arturo Monzón, Alfonso Caso, Gonzalo Aguirre Beltrán, Paul Kirch tes lingüísticas en las q
hoff, Pedro Carrasco, Alfonso Villarrojas, Ricardo Pozas, Robert Red acompaña al estudio e
field y otros más j6venes como Mercedes Olivera y Hugo Nutini. Usa ción temática.
y explica abundante terminología náhuatl.
GUZM/\N BETANcouRT,
Vol. 13: La antropología en, México. Panorama histórico. La antro 170.
pología en el occidente, el Bajío, la Huasteca y el oriente de
México Como introducci6n
nificado de la lengua
VALIÑAS, Leopoldo, "La lingüística en el occiderite", p. 35-36. más concretamente de 1
Visi6nde conjunto de los estudios que, desde el siglo XVI se han la dialectología del nál
realizado acerca de las lenguas habladas en el occidente de México, po la existencia de un
concretamente en los territorios que hoy corresponden a los estados koiné entre las distinta
de Nayarit, Durango, Colima, Jalisco, parte de Michoacán, México y autor que los impresos
Guerrero. Varias de las lenguas habladas en esta zona son yuto-nahuas, de Tezcoco, Tenochtitb
entre ellas el náhuatl. El autor describe las principales aportaciones los habitantes de lo qt
que existen sobre ella. El artículo se complementa con una amplia dema, resalta la existe¡
bibliografía. Morelos y pondera la
Robelo, Mariano Jacol
OCUOA, Ángela, "La lingüística en la Huasteca", p. 317-355. Townsed y otros lingüi
De entre las varias lenguas habladas en la Huasteca, la autora mentaria está dispuesta
centra su atenci6n en dos, la huasteca y la náhuatl. Acerca de ésta gorla en orden cronolé
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 483
udio de los señala la escasez de estudios en la época colonial y describe, con bas
527, ils.' tante precisión los trabajos que se han realizado en nuestra centuria,
especialmente en las últimas décadas. La bibliografía que acompaña
;ado por el al artículo es amplia y registra un gran número de aportaciones sobre el
hasta nues huasteco y el náhuatl.
ieron atraÍ
talogarlos y Vol. 14: La antropología en México. Panorama histórico. La antro
olíticos que pología en el centro de México
importante
se encuen DAKIN, Karen, "La lingüística del náhuatl en el Distrito Federal y el
los diversos Estado de México", p. 15-38.
Explica la autora los conceptos lingüísticos relacionados con su HARVEY, Herbert R., "
tema, principalmente con las palabras tecpan, cihuatecpan y teuctli. p. 163-185.
Analiza los diversos significados presentes en los autores el siglo XVI
y en lingüistas modernos. El artículo va acompañado de bastantes Como introducción,
ilustraciones entre las cuales destacan aquellas que se refieren a los documento elaborado (
glifos de tecpan en varios códices del XVI (Mendoza, Osuna, etc.). la Biblioteca del Cong¡
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 485
contiene infonnación para conocer el catastro de Oztoticpac, villa cer HASKETT, Robert, lndi
cana a Tezcoco que pertenecía a D. Carlos Ometochtzin. Contiene ment in Colonial I
además glifos topónimos y antropónimos y glosas en náhuatI. Meta MexÍco Press, 1991:
principal del estudio es el desciframiento de los glifos numéricos que
son, según el autor, "la llave para conocer muchos datos acerca de Obra de conjunto se
las parcelas y sus posesores". En las notas explica la etimología de varios la época prehispánica h
vocablos nahuas. El trabajo se complementa con tres mapas relativos di zar en las consecueIl
al tema. Conquista y que se m~
en la adaptación y otro
y sociales. Destaca el g
WILLIAMS, Barbara J., "The lands and political organization of a rural hoy se guardan en dif,
tlaxilacalli in Tepetlaoztoc, c. a.d. 1540", p. 187-208. Jesús (Marquesado de
Examen detallado de algunos aspectos concernientes a los límites comprensión del tema.
y la organización territorial contenida en el Códice de Santa María en mexicano explicadOl
Asunción, uno de los documentos más importantes para conocer la pro
piedad y el funcionamiento de la tierra del área de Tepetlaoztoc, locali SCHROEDER, Susan, Chl
dad cercana a Tezcoco. La autora estudia varios textos nahuas del The University of A
propio Códice y los traduce al inglés. Con los datos extraídos de ellos
y de otras fuentes complementarias ofrece un estudio etnohistórico En cuatro capítulo
integral del tlaxilacalli, unidad territorial formada por varios asenta pahin y su obra. El pr
mientos rurales. sus escritos, las fuentes
Además de estos artículos, el libro incluye seis trabajos más debi bres de letras que frecu~
dos a Jeffrey R. Parsons, Elizabeth Brumfield, W oodrow Borah, Tho Amaquemecan, patria
mas H. Charlton, Susan L. Cline y Teresa Rojas Rabiela. Todos ellos pormenorizada de las
son aportaciones valiosas para el conocimiento de la tenencia y la un sistema jerárquico,
función de la tierra, tema de importancia capital dentro de la cultura visión de conjunto sob:
de los pueblos nahuas. al reino de Chaleo denl
El trabajo está apoya
según paleografía de I
Trabajos de contenido histórico hechos con perspectiva lingüística inglés.
DÍAz CÍNTORA, Salvador, X ochiquetzal. Estudio de mitología náhuatl, SPENCER, Herbert, ÚJ~
México, UNAM, 1990, 89 p., ils. Genaro García, M
p. VI p.
En nueve capítulos, el autor analiza la identidad de Xochiquetzal,
sus atavíos, su papel en la vida religiosa y social de los nahuas y su Edición facsimilar
importancia en la cosmovisión mesoamericana. Reconoce en esta divi cina Tipográfica de la
nidad a la diosa madre y trata de probar, con múltiples argumentos, que tradujeron y edi~
la perduración de su culto bajo la advocación de la Virgen de Guada titulado Descriptive S,
lupe. A lo largo de su estudio Díaz Cíntora utiliza abundante tenni Chibchas and PeruviQ.fl
nología náhuatl e incluso algunos textos breves en mexicano. y 1881. En este libro,
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 487
de la historia social y cultural del México antiguo. Una sección está Alatrícula de Tributos.
dedicada a la descripción de varias lenguas indígenas mesoamericanas, cienda y Crédito Púl
entre las cuales se encuentra el náhuatl. p., iIs., 8 maps.
Reproducción facsin
C6dices y documentos pictográficos documento conservado e
México, signatura 35-5:
DIBBLE, Charles E., Codex Hall. An andent Mexican hieroglyphic papel de amate. En ell
Picture Manuscript With a Silk Screen facsimile reproduction of pueblos que integraban
the Codex by Louie H. Ewing, Santa Fe, University of New Mexico y signos glíficos y contie
Press, 1947, 15 p. + facsimile. especialistas piensan que
americana y que fue eh
Reproducción facsimilar en colores del Códice Hall, manuscrito quista, o también que
pictórico del siglo XVI que lleva el nombre de su propietario el señor En la "Presentación", ]
ManIy P. Hall, de Los Angeles. La reproducción va precedida de un importancia del códice :
"Commentary on the Codex Hall" de Charles Dibble. En él, el autor logo" corre a cargo di
describe los rasgos físicos del códice elaborado en dos tiras de papel quien subraya el valor e
de maguey y ofrece una interpretación de su contenido. Versa éste el pasado de la Triple
sobre la ceremonia del xiuhmolpilli y los ritos y sacrificios que se que la integraban. En la
hacían en tal ocasión. Dibble ofrece una lectura de los glifos que en él la Matrícula en el rico e
aparecen y explica su valor silábico. y enfatiza la importanci
interés econóInico, es w
pectos de las fonnas de
LEÓN-PORTILLA, Miguel, Le livre astrologique des marchands. Codex El estudio del códic
Fejérváry-Mayer. Edition établie et presentée par... Traduit de En él se hace una dese
l'espagnol (Mexique) par Myriam Dutoit, Paris, 1992, La diffé historia y de las ediciom
rence, 255 p. + XLIV láms., + 1 map. + 1 tabla. por el Arzobispo de Mé
La parte principal del
Traducción al francés del libro de Miguel León-Portilla que apare una de las láIninas COI
ció en México en 1985 con el titulo de Tonalámatl de los pochteca¡). el M endotino, y asimis
Este códice, uno de los pocos que se conservan elaborados antes de náhuatL Este investi~
la Conquista, se guarda en el Museo de LiverpooL La presente edición trícula en ia Historia (J
incluye una "Introducción" en la que León-Portilla describe su natura Miguel León-Portilla.
leza e historia, contenido y los estudios y ediciones que hay de él. El último capítulo (
La monografía que sigue a la Introducción incluye un amplio comen titula "El Tributo Real
tario a cada una de las láminas, reproducidas en colores. En el ofrece una explicación 4
comentario se ofrece una interpretación de la correspondiente lámina mexica según las fuente
en relación con otros códices y con diversas fuentes históricas y arqueo tísimo para el sostenir
lógicas del México antiguo, en particular los textos nahuas del Floren análisis de los procluct
tino, que llevan a mostrar que este manuscrito constituyó un tona que el tributo era part
lámatl consultado por pochtecas o mercaderes. el eje de la economía I
PUBLICACIONES SOBRE LENGUA Y LITERATURA NAHUAS 489
El "Epílogo", elaborado por Luis Barjau, cierra la edición. El autor Por último, respel
hace consideraciones sobre la importancia de los amoxtli y señala otro al describir pormenori
aspecto valioso de la Matrícula: su valor artístico y la capacidad de mante incluye enca})(
los tlahcuilos que lo pintaron. versión al castellano.
Vale la pena recordar que este importante documento histórico
fue editado en el siglo pasado por Antonio Peñafiel, 1890 y en nues
tra centuria por José Corona Núñez, México, Secretaría de Hacienda, LEÓN-PORTILLA, Migt
1968; contamos además con la ya citada edición incluida en la His gún", en Ciudad I
r su significado piente panorama lingüístico en los albores de las altas culturas meso
éxico. La auto americanas, panorama que se va perfilando más y más en el clásico,
o Jiménez Mo epiclásico y postclásico. Explica cómo se superponen unas lenguas a
:isco y ahonda otras y los reacomodos que han sufrido con el devenir histórico. Resalta
de las lenguas el papel del náhuatl antes y después de la Conquista hasta nuestros
lS obras, Garza días. El artículo se complementa con una tabla en la que se indica
importantes de el número de hablantes de lenguas indígenas según el censo de 1980
)mo uno de los y con un cuadro sinóptico con la clasificación de las lenguas en el
ca. Resalta sus que se registran las aportaciones logradas desde Manuel Orozco y
éxico hecha en Berra hasta el día de hoy.
"Apéndice", el
lS indígenas de
!l México", en
!fes Violeta de
d, El Colegio
y sus aporta
a comienza su
o a principios
de los mexicas.
le la Conquista
!rante casi tres
lingüística mo
píritu de forta
micado de los
la antropología
Ido la riqueza
11, y la necesi
las mesoameri
de las lenguas
de España y
Jar6n, México,
diacr6nico de
:e de un inci-
t
SIMBOLISMO DE
1
Dibl
FOtOgI
IN MEMOlUAM
En este año los amantes del mundo indígena americano han perdido
un gran amigo. Fray Antonine Tibesar, O.F.M., director durante
muchos años de la Academy of American Franciscan History (Wash
ington, D.C.), y de la revista The Americas, murió de un ataque al
corazón el 4 de marzo en la ciudad de San Antonio, Texas.
Hijo de un emigrante de Luxemburgo, fray Antonine nació en
Quincy, Illinois, el 9 de marzo de 1909. En 1927, ala edad de 18 años
tomó el hábito franciscano en la provincia norteamericana del Sagrado
Corazón, y recibió la ordenación sacerdotal siete años después, en 1934.
En 1935 inició su sólida formación intelectual en el campo de la
historia en la Catholic University of America (Washington, D.C.), de
la que obtuvo la maestría (Master's Degree) en 1937. Su interés por la
historia de América vino unos cinco años más tarde, cuando otro fran
ciscano norteamericano amante del mundo latinoamericano, fray Ma
thias Faust, delegado general de la Orden para Norteamérica, empe
zaba a buscar franciscanos interesados en el campo de la historia con
el objeto de fundar en Washington, D.C., un centro de investigacio
nes histórico-americanas. Fray Antonine, uno de los escogidos para esta
empresa por su Ministro provincial, regresó en 1942 a la Catholic
University of America para enrolarse en el programa de doctorado,
esta vez con la especialidad en América Latina.
Su interés por las misiones franciscanas del Perú lo llevó a pasar
dos años de investigación en los archivos franciscanos y estatales de ese
país, 1945-1946. Durante este tiempo tuvo su primer contacto con las
altas culturas indígenas de América, experiencia que dejaría profundo
impacto en su formación intelectual y daría lugar posteriormente a
un considerable aprecio yapayo a las investigaciones de estas culturas.
Desde su cátedra, como profesor de Historia de América Latina, en
los programas de maestría y doctorado de la Catholic U niversity of
America, 1948-1974, y desde su oficina, como director de la Academy
of American Franciscan History, 1954-1963 y 1970-1979, promovió
los estudios de estas culturas. La revista, The Americas, de la que fue
32
496 ANTONINE TIBESAR, O.F.M., IN MEMORIAM
luces en la humilde pero que más de una vez hizo suyo el clamor de los profetas
ter religioso, al mundo un rico legado de· cultura. Su presencia y su trabajo en tie
:ión. Así te . rras mexicanas son perenne testimonio de lo mejor del humanismo
!l León-Por
1n los intor~ Miguel Le6n-}>ortilla,. Visión de los vencidos. Relaciones. indígenas de la
rJo por Chi Conquista, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1992,
, Bernardino, 220 p. [Bibliotec.adel Estudiante Universitario 81].' .
, El inventa
r J. O. An Con esta edición,: la décima tercera, de La visión de los' vencídós.
ición de las Relaciones indígenas de. 10} ccmquista, vuelve a hacerse presente la pa
entre cuatro labra de los pueb~os nahuasacercade lo que fue para ellos la invasión
;0 alemán y española, a quinientos años del inicio del Encuentro' de Dos Mundos.
clásico. Las La introducción, selección y notas son del insigne historiador Miguel
tan la teoría León-Portilla, la versión de los textos nahuas son del ilustre nahuatlato
ones lengua desaparecido Ángel María Garibay K., y las iluStraciones de los códices
. que, a pe son del artista Alberto Beltrán. Desde la segunda edición se añadieron
ledieval), el unos mapas, otro icnocuícatl o canto triste de la conquista, y como
, a la anata apéndice una breve exposición de la evolución cultural del México
por ejemplo antiguo.
sahagunense Aparecido originalmente en 1959, se ha traducido al inglés, francés,
alto alemán alemán, italiano, polaco, sueco, húngaro, serba-croata, hebreo, catalán
las 376. y portugués, con otras ediciones en castellano, en Cuba y en España.
erindios alu No conozco ningún otro libro mexicano que haya alcanzado mayor
difusión ni que se haya publicado en tantas lenguas; sus ejemplares
1 los autores
suman cientos de miles. Esto es la mejor prueba de su valor.
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 499
mando Ra
! otros, y a
se explica por la importancia de estos constituyentes como miembros
operativos del cuerpo, las voces del noruego hacen referencia preferen
~nsión Rer temente a los tegumentos y las del antiguo inglés a los diversos compo
Paso a las nentes de la cabeza.
n su incom El estudio introductorio finaliza con una serie de apreciaciones to
1 Paso pro cantes a la biobibliografía sahagunense. Aquí reproducimos la dictada
, el año de por uno de sus más profundos conocedores: Miguel León-Portilla quien
lpeño como ha destacado la labor del fraile en lo que él ha considerado el rescate
¡anto Evan de la "visión de los vencidos".
luces en la humilde pero que más de una vez hizo suyo el clamor de los profetas
ter religioso, al mundo un rico legado de· cultura. Su presencia y su trabajo en tie
:ión. Así te . rras mexicanas son perenne testimonio de lo mejor del humanismo
!l León-Por
1n los intor~ Miguel Le6n-}>ortilla,. Visión de los vencidos. Relaciones. indígenas de la
rJo por Chi Conquista, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1992,
, Bernardino, 220 p. [Bibliotec.adel Estudiante Universitario 81].' .
, El inventa
r J. O. An Con esta edición,: la décima tercera, de La visión de los' vencídós.
ición de las Relaciones indígenas de. 10} ccmquista, vuelve a hacerse presente la pa
entre cuatro labra de los pueb~os nahuasacercade lo que fue para ellos la invasión
;0 alemán y española, a quinientos años del inicio del Encuentro' de Dos Mundos.
clásico. Las La introducción, selección y notas son del insigne historiador Miguel
tan la teoría León-Portilla, la versión de los textos nahuas son del ilustre nahuatlato
ones lengua desaparecido Ángel María Garibay K., y las iluStraciones de los códices
. que, a pe son del artista Alberto Beltrán. Desde la segunda edición se añadieron
ledieval), el unos mapas, otro icnocuícatl o canto triste de la conquista, y como
, a la anata apéndice una breve exposición de la evolución cultural del México
por ejemplo antiguo.
sahagunense Aparecido originalmente en 1959, se ha traducido al inglés, francés,
alto alemán alemán, italiano, polaco, sueco, húngaro, serba-croata, hebreo, catalán
las 376. y portugués, con otras ediciones en castellano, en Cuba y en España.
erindios alu No conozco ningún otro libro mexicano que haya alcanzado mayor
difusión ni que se haya publicado en tantas lenguas; sus ejemplares
1 los autores
suman cientos de miles. Esto es la mejor prueba de su valor.
500 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL
¿Por qué, entre la copiosísima bibliografía de Miguel León-Portilla, mundo que habían cone
este libro en particular ha despertado tan extraordinaria acogida? El del hombre americano
mismo León-Portilla apunta algo al respecto en el prefacio de la se· de la conquista, eran
gunda edición, dice: "el conocimiento de los textos indígenas muestra sola de sus caras. Con
la otra cara del espejo para contemplar la conquista de Anáhuac". Se hizo posible una valora
trata de un libro fundamental que provocó un cambio definitivo en la frontación de dos mUlle
apreciación y valoración de la historia americana. Abrió una puerta de El creciente desam
luz, en las tinieblas del conocimiento del pasado precolombino. Para arqueología americana,
ello se valió León-Portilla de la propia voz indígena, con su lenguaje las obras y hechos de n
rico y florido a base de símbolos y de metáforas. Y nos hizo conscientes ciudades prehispánicas
de las incertidumbres, de las luchas, y de las amargas reflexiones de los les las obras de arte cu~
indígenas, en los duros episodios que vivieron antes, durante y después y entusiasmo de desta(
de la conquista española. como testimonio inapre
En esto reside su valor histórico, su interés humano y el que haya cana, maya, tolteca o m
rebasado fronteras y lenguas y culturas. El meollo de tal valor, se en glíficos mayas, ha cont
cuentra, a mi modo de ver, en la revelación a base de testimonios do mundo maya clásico. 1
cumentales que apoyan una posición histórica, que se opuso y redujo chas durante muchos a
el eurocentrismo que había dominado la historia americana a partir siempre en documentos
del impetuoso encuentro entre las dos culturas. sofía y de la sublime (
Es cierto, que las crónicas, noticias y relaciones de los descubrido ción, nos encontramOs :
res y conquistadores del Nuevo Mundo, fueron recibidas por los euro el excepcional universo
peos de los siglos XVI y XVII con "el más vivo interés"; y que algunos Pero si el conocimie
sabios y humanistas de occidente, basándose en la información de quie mentado de manera n
nes primero tuvieron contacto con los habitantes de lo que hoy llama de la conquista, cambié
mos Mesoamérica, intentaron "forjarse imágenes de las realidades físi
La visión de los vencil
cas y humanas existentes en el Nuevo Mundo".
historia del hombre en
En efecto, a partir de las Cartas de Relación de Cortés, o de la
a las narraciones recog
Historia verdadera de Bernal Díaz del Castillo, se advierte, por una
Dice éste, que no 1
parte, la incomprensión o el rechazo abierto hacia las formas de vida y
cabal respuesta en los t
las creencias de los antiguos mexicanos. Sin embargo, también, desde
pa. ¿Qué pensaron los
la inigualable obra de Bernardino de Sahagún, se hace presente el con
cepto humanista, que intenta inquirir y comunicar, acerca de las obras descubridores y conquil
y de la naturaleza misma de los nativos. ¿Qué sentido dieron a
Muchas son las historias que han sucedido en el tiempo, a las pri Han pasado muchos aí
meras que se forjaron inmediatamente después del choque entre las los vencidos. No conoC:
culturas, y no son pocas las que enaltecen valores y costumbres de los tad y de sus enseñanz~
indígenas. Todas se han visto inevitablemente determinadas por la vi riencia que ahora, que
sión occidental, que apreciaba tan sólo una cara de la realidad. Esta prenden de los textos,
realidad estaba mutilada, y tales historias no podían sino dar cuenta percibir y entender lo
de la percepción europea de la conquista, y de los que habitaban el se propuso en este libr<
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 501
que esa experiencia la he compartido, sin saberlo, con miles, acaso Cuando hubo oí,
millones, de lectores en lengua española y en lenguas extranjeras. y como que se le a.tJ
Para terminar, transcribiré, a manera de comprobación de lo arriba abatió con la angus'
expresado, algunos de los textos nahuas que tienen especial significado
Varios son los texto
entre los incluidos en este libro.
por Pedro de Alvaradc
Cuando regresaron los mensajeros de Motecuhzoma, a darle noticia
nor de Huitzilopochtli
de lo que vieron, dicen los informantes de Sahagún, en el Códice Flo-'
un realismo comparabi,
rentino, lo siguiente:
dad clásica, lOs más dr:
y cuando él hubo oído lo que le comunicaron los enviados, mucho se rado". Cito aquí, una
espantó, mucho se admiró. Y le llamó a asombro en gran manera su Códice Florentino:
alimento.
También mucho espanto le causó el oír cómo estalla el cañón,
cómo retumba su estrépito, y cómo se desmaya uno; se le aturden a
uno los oídos.
y cuando cae. el tiro, una como bola de piedra sale de sus entra· Pues así las cosas, n:
ñas: va lloviendo fuego, va destilando chispas, y el humo que de él ya es el canto, ya se
sale, es muy pestilente, huele a lodo podrido, penetra hasta el cerebro un estruendo de ola
causando molestia. determinación de. n:
Pues si va a dar contra un cerro, como que lo hiende, 10 resque vienen en armas' de
braja, y si da contra un árbol,. lo destroza hecho astillas, como si fuera Vienen a cerrar..
algo admirable, cual si alguien le hubiera soplado desde el interior. Águila, en el palac:
Sus aderezos de guerra son todos de hierro: hierro se visten, hierro caña"), la de "Tezc
ponen como capacete a sus cabezas, hierro con ,sus espadas, hierro sus bieron cerrado en t4
arcos, hierro sus escudos, hierro sus lanzas. Dispuestas .así ,la
Los soportan en sus lomos sus "venados". Tan altos están como para matar a lager.
los techos. gunos los llevan de
Por todas partes vienen envueltos sus cuerpos, solamente aparecen Inmediatamente
sus caras. Son blancas, son como si fueran de cal. Tienen el cabello atabales: dieron,' un
amarillo, aunque algunos lo tienen negro. Larga su barba es, también zos. Luego lo decap
l'!Jllarilla; el bigote también tiene amarillo. Son de pelo crespo y fino, Al momento tod
-un poco encarrujado. con las espadas los ]
En cuanto a sus alimentos, son como alimentos humanos: grandes, diatamente cayeron
blancos, no pesados, cual si fueran paja. Cual' madera de caña de maíz, garraron la cabeza:
y como de médula de caña de maíz es su sabor. Un poco dulces, un quedó su cabeza.
poco como enmielados: se comen como miel, son comida dulce. Pero a otros les .
Pues sus perros son enormes, de orejas ondulantes y aplastadas, de rrados quedaronsul
grandes lenguas colgantes; tienen ojos que derraman fuego, están en las pantorrillas,' :
echando chispas: sus ojos son amarillos, de color intensamente ama trañas cayerop.por
rillo. iban arrastrando lo
Sus panzas, ahuecadas, alargadas como angarilla, acanaladas. Anhelosos de poner.
Son muy fuertes y robustos, no están quietos, andan jadeando, an Pues algunos in
dan con la lengua colgando. Manchados de color como tigres, con apuñalaban. Otros
muchas manchas de colores. Otros se metieron e
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 503
es, acaso Cuando hubo oído todo esto Motecuhzoma se llenó de grande temor
ras. y como que se le amorteció el corazón, se le encogió el corazón, se le
lo arriba abatió con la angustia.
gnificado
Varios son los textos nahuas que se refieren a la matanza preparada
por Pedro de Alvarado, durante la fiesta de Tóxcatl, celebrada en ho
le noticia
nor de Huitzilopochtli. Dichos textos dice León-Portilla "pintan con
dice Flo-"
un realismo comparable al de los grandes poemas épicos de la antigüe
dad clásica, los más dramáticos detalles de la traición urdida por Alva
mucho se rado". Cito áqUÍ, una vez más, a los informantes de Sahagún en el
lanera su Códice Florentino:
el cañón,
lturden a Los españoles atacan a los mexicas
¡us entra Pues así las cosas, mientras se está gozando de la fiesta, ya es el baile,
c¡ue de él ya es el canto, ya se enlaza un canto con otro, y los cantos son como
~l cerebro un estruendo de olas, en ese preciso momento los españoles toman la
determinación de matar a la gente. Luego vienen hacia acá, todos
[o resque vienen en armas de guerra.
o si fuera Vienen a cerrar las salidas, los pasos, las entradas: La Entrada del
¡terior. Águila, en el palacio menor; la de "Aeatl iyacapan" ("Punta de la
en; hierro caña")' la de "Tezcacoac" ("Serpieritede' espejos"). Y luego que hu
hierro sus bieron cerrado en todas ellas se apostaron: ya nadie pudo salir.
Dispuestas así las cosas, inmediatamente entran al Patio Sagrado
tán como para matar a la gente. Van a pie,llevan sus escudos de madera, y al
gunos los llevan de meta1y sus .espadas. '
aparecen Inmediatamente 'cercan a los que bailan, se lanzan al lugar de los
el cabello atabales: dieron un tajo al que estab-a tañ'endo: le cortaron ambos bra
" también zos. Luego lo decapitaron: lejos fue a caer su cabeza cercenada.
:>0 y fino, Al momento todos acuchillan, alancean a la gente y les dan tajos,
con las espadas los hieren. A algunos les acometieron por detrás; inme
: grandes, diatamente cayeron por tierra dispersas sus entrañas. A otros les des
l de maíz, garraron la cabeza: les rebanaron la cabeza, enteramente hecha trizas
:lulces, un quedó su cabeza.
llce. Pero a otros les dieron tajos en los hombros: hechos grietas, desga
stadas, de rrados quedaron sus cuerpos. A ¡lquellos hieren en los muslos, a éstos
~, están en las pantorrillas, a los de más allá en pleno abdomen. Todas las en
!!lte ama trañas cayeron por tierra. Y había algunos que aún en vano corrían:
iban arrastrando los intestinos y parecían enredarse los pies en ellos.
ladas. Anhelosos de ponerse en salvo, no hallaban a dónde dirigirse.
:ando, an· Pues algunos intentaban salir: allí en la entrada los herían, los
¡gres, con apuñalaban. Otros escalaban los muros; pero no pudieron salvarse.
Otros se metieron en la casa común: aHí sí se pusieron en salvo. Ot1"06
504 ESTUDIOS DE CULTURA NÁHUATL
se entremetieron entre los muertos, se fingieron muertos para escapar. Miguel León-Portilla,
Aparentando ser muertos, se salvaron. Pero si entonces alguno se po cional, transmite el dr.
nía en pie, lo veían y lo acuchillaban. blos antiguos.
La sangre de los guerreros cual si fuera agua corría: como agua A treinta y tres añe
que se ha encharcado, y el hedor de la sangre se alzaba al aire, y de ya un "clásico" de nt
las entrañas que parecían arrastrarse. permanente por su inl
y los españoles andaban por doquiera en busca de las casas de la
comunidad: por doquiera lanzaban estocadas, buscaban cosas: por si
alguno estaba oculto allí; por doquiera anduvieron, todo lo escudriña
ron. En las casas comunales por todas partes rebuscaron.
El final que da León-P&rtilla a La visión de los vencidos es "la Emma Martinell Gifre
transcripción de unos icnocuícatl, cantares tristes, verdaderas elegias, conquista, Consejo
obras de los cuicapicque o poetas nahuas postcortesianos". 1988, 223 p.
A continuación transcribo el primero de ellos que proviene de la
colección de Cantares Mexicanos: El USO de la palabra e
en múltiples momento
medio de ella, en un.
Se ha perdido el pueblo mexicatl ocasiones, cuando obs
cuando intentamos ap
El llanto se extiende, las lágrimas gotean allí en TIatelolco.
persona que no domil
Por agua se fueron ya los mexicanos;
que implica la lengm
semejan mujeres; la huida es general.
mana.
Por ello resulta m
¿Adónde vamos? ¡oh amigos! Luego ¿fue verdad?
se presenta el enorme
Ya abandonan la ciudad de México:
tantes y los descubrid
el humo se está levantando; la niebla se está extendiendo ...
mer momento de COI
Con llanto se saludan el Huiznahuácatl Motelchiuhtzin
tan diferentes y sus Cl
el Tlailotlácatl TIacotzin.
E. Martinell, basa
el Tlacatecuhtli Oquihtzin ...
de esta etapa históric
rastrea las referencias
Llorad, amigos míos,
comunicación --extra
tened entendido que con estos hechos
bos grupos para inici;¡
hemos perdido la nación mexicana.
en' distintas regiones (
i El agua se ha acedado, se acedó la comida!
Venezuela, Chile, Rí{
Esto es lo que ha hecho el Dador de la vida en TIatelolco.
glo xv hasta mediadc
Sin recato son llevados Motelchiuhtzin y Tlacotzin.
mentó un periodo tan
Con cantos se animaban unos a otros en Acachinanco,
mer encuentro de Cale
ah, cuando fueron a ser puestos a prueba allá en Coyoacán ...
encuentros similares, 1
drÍan algo más de ide
Entre las publicaciones de la Universidad Nacional Autónoma de
México destaca con brillo singular La visión de los vencidos. En ella, 1 En los que se refle
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 505
>ara escapar. Miguel León-Portilla, uno de los grandes creadores de la cultura na
19uno se po cional, transmite el dramático mensaje de la derrota de nuestros pue
blos antiguos.
: como agua A treinta y tres años de distancia de la primera edición, este libro es
al aire, y de
ya un "clásico" de nuestra historia, y una obra de valor universal y
I casas de la
permanente por su intenso contenido humano.
::osas: por si BEATRIZ DE LA FUENTE
lo escudriña
>ara escapar. Miguel León-Portilla, uno de los grandes creadores de la cultura na
19uno se po cional, transmite el dramático mensaje de la derrota de nuestros pue
blos antiguos.
: como agua A treinta y tres años de distancia de la primera edición, este libro es
al aire, y de
ya un "clásico" de nuestra historia, y una obra de valor universal y
I casas de la
permanente por su intenso contenido humano.
::osas: por si BEATRIZ DE LA FUENTE
lo escudriña
de tierra caliente, en :
y SU previsión de los hechos y sus actitudes deben haber sido diferentes,
pero nada de esto se menciona. eficaz" ¿cuál es la relal
falta poner un mayor·
La obra se estructura en cinco capítulos precedidos por una breve
considerado todas las ]
introducción y una relación de los textos analizados, en donde se pro
nanos.
porciona la ficha bibliográfica y un~ breve reseña sobre el a;:tor y el
contenido de cada uno de ellos; al fmal tenemos una conc1USlOn gene Los cincó capítulos
ral, dos glosarios ("temático" y "de nuevas denominaciones") y una cinco etapas progresiva
bibliografía bastante amplia dividida en dos secciones (fundamental y nos y van de lo más 1
complementaria) . intitula "Gestos y seña
instrumentos utilizados
Señala E. Martinell que elaboró el glosario temático con la inten
tóbal Colón viajaba Ll
ción de proporcionar una ayuda a quienes se interesen en profundizar
algo de árabe, pero sm
sobre algún aspecto en especial y deseen consultar directamente en las
nuestro continenté. An
fuentes. Así, los términos que se refieren a distintos gestos y señas, obse
empiezan a hacer uso I
quios y rescates y las diferentes formas de nombrar a los intérpretes apa
tificar, pedir, mostrar
recen en este índice acompañados del título y página del texto o textos
de no entender o de se:
donde áparecen mencionados. ..
"a cada cultura le con
En el glosario de nuevas denominaciones se Incluyen todos los té~ tos, fuera de esas posib
minos que, con €;sta característica, pudo acumular. la autora ~ partlr no reflexivas, que son
de su corpus. La mayoría son indigenismos de las dIferentes reglOn;s. de menciona Colón· que' e
América casi todos sustantivos y se presentan en orden alfabetIco, saltar y a bailar en sel
acompaflados de su significado y la refere~ciaal t~xto y pá~ina donde que se trata de ~na da
se documentan. En algunas ocasiones renute a varIantes regIstradas en
En el segundo capí
diccionarios especializados y, aquí si, hay que hacer alguna~ precisio
tralingüística que acm:r
nes, pues la consulta de estas obras no es muy. ex~cta. Por eJemp:o, ,la miento o intercambio d
palabra nagua se define como ropa y luego se m~Ica que en el Di:cw
braban en tiempos pre
nario general de americanismos de F. J. SantamarIa aparece la vanante
muestra de paz, cqrtesí
nahoa, cosa que me sorprendió· muchísimo. Revisé este. diccionari~ 7
dieron a cambio de ::tI
allí se dan dos acepciones del término nagua. En la prImera es smo
alianzas políticas y ~
nimo de nahoa pero la segunda nos remite a enaguas, q~e es la ~ue
Como. podemos orn
corresponde a 'ropa' pues se trata de una pren~a de vestIr femeDIna,
den estrictamente al tít
especie de falda. Por 10 tanto, nahoa no es varIante de nagua ~n la
comunicación lingüístic
acepción que se maneja en el glosario. Nagua.7 n~,hoa ~n varIan:es
po de la semiótica o sel
de nahua, nahuatl, que es el nombre de una naclOn antIgua de m
capítulo 2: "Finaliza a(
dios" , de su lengua y de todo lo relativo a ellas. Pisco.
,
se define
. como
~ lingüístico, pero en del
pájaro y está tomado de un texto de Cieza, del Peru; se remIte a pzs~ua
en Santamaría que nos dice que es "en Venezuela, un páparo de pICO En el tercer capitul
largo", pero en Santamaría también aparece pisco, de e:!mología qui tacto lingüístico: el in
intérpretes, "lengua",
chua como uno de los nombres del guajolote, que tambIen es un ave.
El término centli se define como 'pan' y luego se remite a cenclina en este papel, la estima en
Santamaría, donde se indica que éste es el nombre "de una planta labor, su actuación con
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 507
de la con
l, donde se
.ciosamente
ñoles y na
turales.
ffiECHALDE
A ngel M a. Garibay K. (1892-1987).
Conmemoració n del centenario de
su nacimiento.
Gra bado de Alberto Beltrán
Diseño de portada: Ramq n Luna S.