Poesía Esoterica
Poesía Esoterica
Poesía Esoterica
1
con tus ciudádes en rácimos, Secretámente, entre lá sombrá y el
álmá.
como pálomás suciás,
como gáviotás perezosás Te ámo como lá plántá que no florece
y llevá
que hácen sus nidos en lá lluviá,
Dentro de síá, escondidá, lá luz de
con nuestros cuerpos que á ti vuelven áquellás flores,
Y gráciás á tu ámor vive oscuro en mi
como á uná mádre verde y huá medá.
cuerpo
El ápretádo áromá que áscendioá de lá
Erás de vientos y de otonñ os, tierrá.
erás de ágrio sábor á frutás,
erás de pláyás y de nieblás, Te ámo sin sáber coá mo, ni cuáá ndo, ni
doá nde,
de már reposándo en lá brumá,
Te ámo directámente sin problemás
de cámpos y álbás ciudádes, ni orgullo,
Asíá te ámo porque no seá ámár de otrá
con un grán corázoá n de muá sicá.
mánerá,
2
Es cierto, El viento de lá noche girá en el cielo y
no toqueá timbre. cántá.
no golpeeá .
Supuse que esperábás mi llegádá. Puedo escribir los versos máá s tristes
Lo siento. está noche.
Si prejuzgueá , Yo lá quise, y á veces ellá támbieá n me
fue sin málá intencioá n, quiso.
debes creerlo, En lás noches como eá stá lá tuve entre
Como seá, estoy áquíá: mis brázos.
prepáá ráte. Lá beseá tántás veces bájo el cielo
Raquel Garzón infinito.
3
con sus relojes á vueltás, ¡que yá mánñ áná ál descender ál ríáo
sus fároles álienádos, lá que besáste lleváráá hermosurá!
sus timbres siempre de urgenciá.
Aquíá dentro, tuá y yo juntos Gabriela Mistral
completámos lá concienciá.
4
y todás lás estrellás ábriráá n párá lá finá miel que formá tu epidermis,
verte ni el águá que lá ábráce con su
sus ojos conmovidos. espumá
ni el viento que lá bese
Te esperáreá desnudá. y ágite sus cábellos.
Seis tuá nicás de luz resbálándo ánte ti
deshojáráá n el áá mbár moreno de mis Soá lo quiero pedirte que no dejes
hombros. que el beso y lá cáriciá
de lá árená y lás olás,
Nádie podráá mirárme sin que ázote de lá luz y del áire,
sus páá rpádos destruyán lá huellás de los míáos
un láá tigo de nieblá. ni mi recuerdo que te sigue
Soá lo tuá lográráá s cenñ ir en tus pupilás como mudá presenciá inevitáble.
mi sien álucinádá
y mis mános que ofrecen su cáá liz Angel Augier
entreábierto
á todo lo inásible.
Te esperáreá encendidá.
Mi ántorchá despejándo lá noche de
tus lábios
libertáráá por fin tu esenciá creádorá.
¡Ven á fundirte en míá!
El águá de mis besos, ungieá ndote, diráá Tengo miedo de verte
tu verdádero nombre. necesidád de verte
esperánzá de verte
Ernestina de Champourcin desázones de verte
tengo gánás de hállárte
No te voy á decir preocupácioá n de hállárte
que quiero ser lá árená certidumbre de hállárte
que tus pies desnudos ácáricie, pobres dudás de hállárte
ni los ráyos del sol que bájen jubilosos
á dorár máá s áuá n tengo urgenciá de oíárte
5
álegríáá de oíárte Y estáá s como quejáá ndote, máriposá
buená suerte de oíárte en árrullo.
y temores de oíárte Y me oyes desde lejos, y mi voz no te
o seá álcánzá:
resumiendo Deá jáme que me cálle con el silencio
estoy jodido tuyo.
y rádiánte .
quizáá máá s lo primero Deá jáme que te háble támbieá n con tu
que lo segundo silencio
y támbieá n cláro como uná láá mpárá, simple como
viceversá. un ánillo.
Benedetti Eres como lá noche, cálládá y
consteládá.
Me gustás cuándo cállás porque estáá s Tu silencio es de estrellá, tán lejáno y
como áusente, sencillo.
y me oyes desde lejos, y mi voz no te .
tocá. Me gustás cuándo cállás porque estáá s
Párece que los ojos se te hubierán como áusente.
voládo Distánte y dolorosá como si hubierás
y párece que un beso te cerrárá lá muerto.
bocá. Uná pálábrá entonces, uná sonrisá
. bástán.
Como todás lás cosás estáá n llenás de Y estoy álegre, álegre de que no seá
mi álmá cierto
emerges de lás cosás, llená del álmá
míáá. Neruda
Máriposá de suenñ o, te páreces á mi
álmá,
y te páreces á lá pálábrá meláncolíáá.
. Yo no te pido que me bájes
Me gustás cuándo cállás y estáá s como uná estrellá ázul
distánte. solo te pido que mi espácio
llenes con tu luz.
6
Yo no te pido que me firmes Sángre que es míáá en tus pupilás árde
diez pápeles grises párá ámár y entre tus lábios pone cádá tárde
solo te pido que tuá quierás lás uvás dulces con que pán convidá.
lás pálomás que suelo mirár.
Y en tánto; flor sin áire, flor en grutá,
De lo pásádo no lo voy á negár me exprimo todá en ti como uná frutá
el futuro álguá n díáá llegáráá y entre tus mános se me vá lá vidá.
y del presente
que le importá á lá gente Alfonsina Storni
si es que siempre ván á háblár.
7
Gránde te quiero como puede tu risá
como monte prenñ ádo volár el muro opáco de lá tristezá.
de primáverá, Uná solá pálábrá tuyá quiebrá
pero no míáá. lá ciegá soledád en mil pedázos.
Si tu ácercás tu bocá inágotáble
Buená te quiero hástá lá míáá, bebo
como pán que no sábe sin cesár lá ráíáz de mi propiá
su másá buená, existenciá.
pero no míáá.
Pero tuá ignorás cuáá nto
Altá te quiero lá cercáníáá de tu cuerpo
como chopo que ál cielo me háce vivir o cuáá nto
se desperezá, su distánciá me álejá de míá mismo
se desperezá, me reduce á lá sombrá.
pero no míáá. Tuá estáá s, ligerá y encendidá,
como uná ántorchá árdiente
Bláncá te quiero en lá mitád del mundo.
como flor de ázáháres
sobre lá tierrá, No te álejes jámáá s:
pero no míáá. Los hondos movimientos
de tu náturálezá son
Pero no míáá mi solá ley.
ni de Dios ni de nádie Retenme.
ni tuyá siquierá. Seá tuá mi líámite.
Y yo lá imágen
Agustín García Calvo de míá feliz, que tuá me hás dádo.
8
háciá el ázul de lás sierrás, AÁ máme áhorá que tengo en el cuello
háciá los montes ázules, el resplándor de los lirios quemádos.
uná mánñ áná serená. AÁ máme áhorá que corre por mis
hombros
Sentíá tu máno en lá míáá, el torrente divino del deseo.
tu máno de compánñ erá, AÁ máme áhorá que tengo el pecho
tu voz de ninñ á en mi oíádo ebrio
como uná cámpáná nuevá, como uná flor de vino.
como uná cámpáná virgen
de un álbá de primáverá. Ahorá y no luego, áhorá y no mánñ áná,
áhorá que besá mi álmá todo tu
¡Erán tu voz y tu máno, cuerpo
en suenñ os, tán verdáderás!... confundiendo su áliento ál de mis
Vive, esperánzá, ¡quieá n sábe lábios.
lo que se trágá lá tierrá!.
Ricardo Molina
Antonio Machado
9
un válle misterioso
donde cádá viento es un suspiro,
un ríáo de ámores
cuyá muá sicá fráá gil es tu nombre.
Beá sáme los lábios, el cábello, los —Yo soy árdiente, yo soy morená,
hombros yo soy el síámbolo de lá pásioá n,
áhorá que en los huertos florecidos de ánsiá de goces mi álmá estáá llená.
es tán dulce lá flor primerá del ¿A míá me buscás?
gránádo. —No es á ti, no.
—Mi frente es páá lidá, mis trenzás de
Dáme todo tu ámor áhorá, ámor míáo, oro,
¿no ves que soy en lá tierrá dichosá, puedo brindárte dichás sin fin.
dulce como el áá rbol del páráíáso? Yo de ternurá guárdo un tesoro.
¿A míá me llámás?
Ahorá que soy un mánántiál virgen —No, no es á ti.
donde cádá ondá es uná cáriciá, —Yo soy un suenñ o, un imposible,
uná coliná verde váno fántásmá de nieblá y luz.
donde cádá florecillá es un lábio Soy incorpoá reá, soy intángible,
encendido, no puedo ámárte.
10
—¡Oh ven, ven tuá !
Lá álegríáá viváz que vierten en lás
Becquer venás
rubiá es támbieá n,
Dos cuerpos frente á frente ideá nticá á lá piel que ásomán;
son á veces dos olás no les dejeá is márchár porque sonríáen
y lá noche es oceá áno. como lá libertád sonríáe,
luz cegádorá erguidá sobre el már.
Dos cuerpos frente á frente
son á veces dos piedrás Si un márinero es már,
y lá noche desierto. rubio már ámoroso cuyá presenciá es
cáá ntico,
Dos cuerpos frente á frente no quiero lá ciudád hechá de suenñ os
son á veces ráíáces grises;
en lá noche enlázádás. quiero soá lo ir ál már donde me
ánegue,
Dos cuerpos frente á frente bárcá sin norte,
son á veces návájás cuerpo sin norte hundirme en su luz
y lá noche reláá mpágo. rubiá.
Octavio Paz
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—cien mil lánzás— los ráyos hoy llegá ál fondo de mi álmá el sol,
—cien mil ráyos— del sol. Pero de hoy lá he visto...,lá he visto y me há
noche, mirádo...
cerrádás lás ventánás ¡hoy creo en Dios!
párá que no lá veán
—guinñ ádorás espíáás— lás estrellás, Sábe si álguná vez tus lábios rojos
lá soltáreá . (Apretár un botoá n.) quemá invisible átmoá sferá ábrásádá,
Cáeráá todá de árribá que el álmá que háblár puede con los
á besárme, á envolverme ojos
de bendicioá n, de cláro, de ámor, purá. támbieá n puede besár con lá mirádá.
En el cuárto ellá y yo no máá s, ámántes
eternos, ellá mi iluminádorá Gustavo Adolfo Becquer
musá doá cil en contrá
de secretos en másá de lá noche
—áfuerá—
descifráremos formás leves, signos,
perseguidos en máres de bláncurá
por míá, por ellá, ártificiál princesá,
ámádá eleá ctricá. No te olvides, tempráná, de los besos
Pedro Salinas un díáá.
De los besos áládos que á tu bocá
Los invisibles áá tomos del áire llegáron.
en derredor pálpitán y se inflámán, Un instánte pusieron su plumáje
el cielo se desháce en ráyos de oro, encendido
lá tierrá se estremece álborozádá. sobre el puro dibujo que se rinde
Oigo flotándo en lás olás de ármoníáás entreábierto.
rumor de besos y bátir de álás; Te rozáron los dientes. Tuá sentiste
mis páá rpádos se cierrán... ¿Queá su bulto,
sucede? En tu bocá látiendo su celeste
¿Dime?...¡Silencio!¡Es el ámor que plumáje.
pásá! Ah, redondo tu lábio pálpitábá de
dichá.
Hoy lá tierrá y los cielos me sonríáen,
12
¿Quieá n no besá esos páá járos cuándo El viento de lá noche girá en el cielo y
llegán, escápán? cántá.
Entreábiertá tu bocá vi tus dientes
blánquíásimos. Puedo escribir los versos máá s tristes
Ah, los picos delgádos entre lábios se está noche.
hunden. Yo lá quise, y á veces ellá támbieá n me
Ah, picáron celestes, mientrás dulce quiso.
sentiste En lás noches como eá stá lá tuve entre
que tu cuerpo ligero, muy ligero, se mis brázos.
erguíáá. Lá beseá tántás veces bájo el cielo
¡Cuáá n gráciosá, cuáá n finá, cuáá n infinito.
esbeltá reinábás!
Luz o páá járos llegán, besos puros, Ellá me quiso, á veces yo támbieá n lá
plumájes. queríáá.
Y oscurecen tu rostro con sus álás Coá mo no háber ámádo sus grándes
cálientes, ojos fijos.
que te rozán, revuelán, mientrás ciegá Puedo escribir los versos máá s tristes
tuá brillás. está noche.
No lo olvides. Felices, mirá, ván, Pensár que no lá tengo. Sentir que lá
áhorá escápán. he perdido.
Mirá: vuelán, áscienden, el ázul los
ádoptá. Oíár lá noche inmensá, máá s inmensá
Suben áltos, dorádos. Ván cálientes, sin ellá.
árdiendo. Y el verso cáe ál álmá como ál pásto el
Gimen, cántán, esplenden. En el cielo rocíáo.
delirán. Queá importá que mi ámor no pudierá
Vicente Aleixandre guárdárlá.
Lá noche estáá estrelládá y ellá no estáá
Puedo escribir los versos máá s tristes conmigo.
está noche.
Escribir, por ejemplo:"Lá noche estáá Eso es todo. A lo lejos álguien cántá. A
estrelládá, lo lejos.
y tiritán, ázules, los ástros á lo lejos." Pablo Neruda (Fragmento)
13
Aunque eá ste seá el uá ltimo dolor que
ellá me cáusá,
y eá stos seán los uá ltimos versos que yo
le escribo.
Pablo Neruda (Fragmento)
14
Gustavo Adolfo Bécquer Gracilaso de la vega
Te sentiráá s ácorráládá,
te sentiráá s perdidá o solá,
tál vez querráá s no háber nácido.
Yo seá muy bien que te diráá n
que lá vidá no tiene objeto,
que es un ásunto desgráciádo.
Entonces siempre ácueá rdáte
de lo que un díáá yo escribíá
En tánto que de rosá y ázucená pensándo en ti como áhorá pienso.
se muestrá lá color en vuestro gesto,
y que vuestro mirár árdiente, Tu destino estáá en los demáá s,
honesto, tu futuro es tu propiá vidá,
enciende ál corázoá n y lo refrená; tu dignidád es lá de todos.
Otros esperán que resistás,
y en tánto que el cábello, que en lá que les áyude tu álegríáá,
vená tu cáncioá n entre sus cánciones.
del oro se escogioá , con vuelo presto,
por el hermoso cuello blánco, Entonces siempre ácueá rdáte
enhiesto, de lo que un díáá yo escribíá
el viento mueve, espárce y desordená: pensándo en ti como áhorá pienso.
Agustín Goytisolo (Fragmento)
coged de vuestrá álegre primáverá
el dulce fruto, ántes que el tiempo
áirádo
cubrá de nieve lá hermosá cumbre;
15
junto ál cámino, nuncá digás me sonábá en el oíádo
no puedo máá s y áquíá me quedo. como uná piezá de sedá
rásgádá por diez cuchillos.
Lá vidá es bellá, tuá veráá s Sin luz de plátá en sus copás
como á pesár de los pesáres los áá rboles hán crecido
tendráá s ámor, tendráá s ámigos. y un horizonte de perros
ládrá muy lejos del ríáo.
Por lo demáá s no háy eleccioá n Federico García Lorca (Fragmento)
y este mundo tál como es
seráá todo tu pátrimonio.
16
Aquellá noche corríá
el mejor de los cáminos,
montádo en potrá de náá cár Te digo que te quiero,
sin bridás y sin estribos. pero no te suená
Federico garcía Lorca (Fragmento) bien.
Vuelvo á intentárlo
con máá s eá nfásis,
No quiero decir por hombre, pero támpoco te convence.
lás cosás que ellá me dijo. Nos mirámos
Lá luz del entendimiento un ráto,
me háce ser muy cometido. en silencio...,
Suciá de besos y árená y rompemos á reíár
yo me lá lleve ál ríáo. á cárcájádás.
Con el áire se bátíáán Pero en queá estáríáá
lás espádás de los lirios. pensándo.
Que se váyán ál cárájo
Me porteá como quien soy. lás pálábrás.
Como un gitáno legíátimo. Te ácáricio lárgámente
Lá regáleá un costurero lás piernás,
gránde, de ráso pájizo, y te beso en lá bocá,
y no quise enámorárme y te muerdo lá náriz,
porque teniendo márido y... tuá
me dijo que erá mozuelá me dices que ásíá síá.
cuándo lá llevábá ál ríáo.
Karmelo C. Iribarren
Federico García Lorca
Me gustá cuándo dices tonteríáás,
cuándo metes lá pátá, cuándo
mientes,
cuándo te vás de comprás con tu
mádre
y llego tárde ál cine por tu culpá.
17
Me gustá máá s cuándo es mi
cumpleánñ os
y me cubres de besos y de tártás,
o cuándo eres feliz y se te notá,
o cuándo eres geniál con uná fráse
que lo resume todo, o cuándo ríáes
(tu risá es uná duchá en el infierno),
o cuándo me perdonás un olvido.
Pero áuá n me gustás máá s, tánto que
cási
no puedo resistir lo que me gustás,
cuándo, llená de vidá, te despiertás
y lo primero que háces es decirme:
«Tengo un hámbre feroz está mánñ áná.
Voy á empezár contigo el desáyuno.»
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