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Biosensores Microbianos

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Biosensores microbianos

En los últimos años se ha desarrollado un gran número de biosensores microbianos para


aplicaciones medioambientales, alimentarias y biomédicas. Estos biosensores son dispositivos
analíticos que surgen de la combinación de un microorganismo en contacto íntimo con un
transductor físico adecuado, en el que se genera una señal medible proporcional a la
concentración de analizo. En ellos se utilizan, como sustitutos de las enzimas libres, tanto células
no viables, preparadas por métodos diversos, p .ej . permeabilización, como células completas de
las que se aprovechan las enzimas periplásmicas, pudiendo ser monitorizadas todas aquellas
especies que actúen como sustratos o inhibidores de los procesos implicados en las funciones
respiratoria y metabólica de la célula .
Los biosensores microbianos pueden clasificarse en biosensores de medición de respiración o de
metabólicos. Los primeros se basan en la inmovilización de microorganismos aeróbicos sobre un
electrodo de oxígeno. Cuando un sustrato, que puede ser metabolizado por el microorganismo,
se encuentra en una disolución saturada de O2, ocurre una reacción metabólica con consumo de
oxígeno, por lo que puede llevarse a cabo la determinación de esa especie por la disminución
de la presión de este gas.. Mediante el uso de estos biosensores pueden determinarse, por ejemplo,
parámetros de calidad de las aguas, como la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), y llevar a
cabo la cuantificación de diversas sustancias, como glucosa, ácido acético o alcoholes en
alimentos. (1)

“Instrumentos analíticos que transforman procesos biológicos en señales eléctricas u ópticas y


permiten su cuantificación”

Funcionamiento

analito ==> sustancia a detectar

Biorreceptor ==> Detecta al analito produciendo cambios físico-químicos

Transductor ==> Transforma los cambios físico-químicos en una señal cuantificable


Biorreceptor
Receptor biológico que detecta específicamente una sustancia aprovechando la especificidad de
las interacciones Biomoleculares

 Enzimas
 Microorganismos
 Tejidos y organelas
 Inmunorreceptores
 Quimiorreceptores

Los biosensores microbianos de medición de metabolitos son capaces de


detectar el metabolito producido por una reacción catalizada por el microorganismo
inmovilizado. Usando distintos tipos de sensores de gases o de iones, pue- den monitorizarse
los analitos de interés. Por ejemplo, se han utilizado electrodos de célula de H2 para
determinar ácido fórmico, electrodos de CO2 para ácido glutámico y lisina, y electrodos de
pH para cefalosporina y ácido nicotínico.
También existen biosensores híbridos basados en la combinación de un biosensores
microbiano y una membrana en enzimas inmovilizados. Un ejemplo es el biosensores de
urea basado en la combinación de una membrana de ureasa y un sensor microbiano de NH3
usando bacterias que causan natación. Este sensor resulta ventajoso frente al convencional
potenciométrico de amonio ya que se minimizan interferencias iónicas o de compuestos
volátiles como las aminas. (2)
Técnicas de inmovilización
Con el fin de transformar de manera efectiva la respuesta bioquímica en una señal física, las
células microbianas que sirven como elemento de reconocimiento en el biosensor, deben estar
asociadas íntimamente con el transductor. Por lo tanto, la inmovilización de los microorganismos
en los transductores tiene un papel esencial en la fabricación de los biosensores microbianos
y condiciona de manera significativa su funcionamiento y estabilidad. La selección de la técnica
y/o el soporte de inmovilización dependen de la naturaleza del biomaterial (células viables o
no viables) y del sustrato y la configuración del transductor empleado.

Transductor
Las reacciones químicas consumen o producen iones o electrones, provoca un cambio en las
propiedades eléctricas. Medición de la señal eléctrica
 Los transductores más extendidos son los electroquímico:
Existen cuatro clases de transductores electroquímicos:
Conductimétricos
Detectan cambios en la conductividad eléctrica causados por alteraciones en la concentración
de iones
Amperométricos
Miden la corriente resultante de los procesos de oxidación-reducción al aplicar un potencial
Potenciométricos
Miden la diferencia de potencial debida a una reacción electroquímica entre un electrodo y un
electrodo de referencia
Impedométricos
Miden el cambio de impedancia eléctrica, debido a la variación de las propiedades resistiva y
capacitiva, producida en la superficie del transductor.
. Por lo general, la inmovilización covalente, estrategia empleada frecuentemente para la
inmovilización de enzi mas y anticuerpos, no es útil para la inmovilización de células viables .
Uno de los principales problemas de esta técnica es que las células estarían expuestas a potentes
grupos reactivos y a otras condiciones de reacción severas que comprometen su viabilidad . Con
este tipo de inmovi- lización también puede haber un deterioro de la integridad estructural de la
célula durante el uso continuado, lo que conlleva a la pérdida de las enzimas intracelulares . Sin
embargo, las técnicas de entrecruzamiento con agentes bifuncionales, utilizando reactivos como
el glutaraldehído, se han empleado con éxito para la inmovilización de células en varios soportes
(gelatina, albúmina, clara de huevo) . A pesar de que esta metodología evita algunas de las limi-
taciones de la unión covalente, los reactivos químicos de entrecruzamiento utilizados
frecuentemente, también afec- tan a la viabilidad celular . Así estas técnicas resultan útiles para
la inmovilización de células no viables que contienen enzimas activas intracelulares . Por otro
lado, las técnicas de atrapamiento y adsorción resultan más útiles cuando se emplean células
viables .
(1)

Un enfoque común consiste en retener las células en las proximidades de la superficie del
transductor mediante membranas como las de diálisis . En general, dichas membranas deben ser
química y mecánica- mente estables, con un espesor de 10-15 nm y un tamaño de poro de 0,1-1,0
nm . Especialmente adecuadas para este pro- pósito son las membranas porosas de policarbonato
o polif- talato . Se ha utilizado también una gran variedad de geles de polímeros sintéticos o
naturales para la inmovilización de células microbianas para su aplicación en transforma-
ciones industriales . Entre los polímeros sintéticos destacan la poliacrilamida, los hidrogeles
basados en poliuretano, las resinas fotoentrecruzables y el alcohol polivinílico; los naturales
incluyen el alginato, el carragenano, la agarosa de bajo punto de fusión o el quitosano, entre
otros . Las células se han inmovilizado en estas membranas por atrapamiento, entrecruzamiento,
congelación y descongelación, radia- ción-c o fotoentrecruzamiento, entre otros procedimientos
. Sin embargo, la mayor limitación del empleo de polímeros sintéticos es la posible pérdida de
viabilidad de la célula, mientras que los polímeros naturales son muy útiles en la obtención de
sistemas viables de células inmovilizadas .
La captura pasiva de células en los poros o la adhe- sión superficial de membranas de celulosa
u otras mem- branas sintéticas ha sido también ampliamente utilizada . La principal ventaja de
este método es que las células inmovilizadas por adhesión están en contacto directo con la fase
líquida que contiene el sustrato, aunque la célula y la fase líquida están claramente separadas,
por lo que se reducen los problemas de transferencia de masa asociados comúnmente con los
métodos de atrapamiento en gel . Sin embargo, una limitación básica de la captura pasiva o de
la adhesión es la posibilidad de la pérdida de la célula durante el lavado continuo .
Además de estos métodos, comunes también a otros tipos de biosensores, se han explorado otras
estrategias novedo- sas de inmovilización de microorganismos, con objeto de mejorar el
rendimiento analítico y la estabilidad de almace- namiento de los biosensores microbianos . Así
por ejemplo, Song et al . desarrollaron una estrategia híbrida de atrapa- miento-encapsulación
que combina las ventajas de ambas metodologías .5 Yu et al . describieron un método totalmente
acuoso para el atrapamiento de células de Moraxella sp. donde todos los procedimientos de
inmovilización se llevan a cabo bajo condiciones suaves empleando como precursor silicato de
sodio, evitándose de este modo la producción de alcohol que puede ser perjudicial para los
microorganismos .6 Flemming et al . fabricaron un canal microfluídico para el empaquetamiento
controlado y la inmovilización de células de levadura, proporcionando una mayor densidad de
célu- las activas y una menor resistencia a la difusión inherente a la técnica de compresión
tradicional .7 También se ha propuesto el uso de una red de silicato preparada por la técnica sol-
gel, que proporciona una prometedora plataforma para la inmo- vilización de microbios,
permitiendo controlar el tamaño de los poros de los materiales de atrapamiento, lo que favorece
la difusión de los analitos .8
En el caso de los biosensores microbianos electroquí micos, es muy interesante la inmovilización
de los micro- organismos en polímeros conductores electrónicos debido a las propiedades de
estos materiales .9 En la figura se han representado varias micrografías electrónicas de barrido
electrónico que muestran la inmovilización de células de Brevibacterium ammoniagenes sobre
un polímero de sulfo- nato de poli(estireno)-polianilina (PSS-PANI) .10 Se utiliza un electrodo
de platino sumergido en una disolución de anilina en presencia del polímero y del material
biológico, y se procede a su electrodeposición aplicando un potencial constante de +1,2 V vs
SCE . En dicha figura se aprecian las células adsorbidas sobre la superficie del electrodo de
platino (a), los primeros gránulos de polímero (b) y su creci- miento alrededor de las células (c
y d), y sobre ellas (e y f) . Se ha observado que las células se encuentran efectivamente atrapadas
en el polímero y que pueden mantenerse vivas bajo ciertas condiciones experimentales. (3)

Micrografías electrónicas de barrido de Brevibacte- rium


ammoniagenes atrapadas en un polímero de sulfonato de
poli(estireno)-polianilina (PSS–PANI).
Biosensores microbianos electroquímicos

a mayor parte de los biosensores microbianos electro- químicos son amperométricos, que
operan a un potencial fijo aplicado entre un electrodo de trabajo que contiene las células del
microorganismo, y uno de referencia . En estos biosen- sores, la variación de corriente
generada por la reducción u oxidación de un producto electroactivo metabólico o un inter-
medio en la superficie del electrodo de trabajo se correlaciona con la concentración de los
compuestos de interés .11 Debido a la sensibilidad intrínseca de las medidas electroquímicas,
es posible desarrollar fácilmente biosensores microbianos amperométricos ultrasensibles .
El uso de microorganismos como microrreactores para lograr la detección bioelectroquímica de
compuestos de interés elimina la necesidad de aislar las enzimas individuales y permite a los
biomateriales activos trabajar en condiciones muy próxi- mas a su ambiente natural, logrando
entonces una alta estabili- dad . Sin embargo, el principal problema es la falta de eficiencia del
proceso de transferencia electrónica entre el sistema bioca- talítico microbiano y el electrodo
.12 Aunque la comunicación entre la célula y la superficie del electrodo no es fácil, algunos
ejemplos ponen de manifiesto la existencia de transferencia electrónica directa entre ambos
sistemas . Uno de ellos es el del microorganismo Rhodoferax ferrireducens, capaz de transferir
electrones a un electrodo de grafito durante la oxidación de la glucosa .13 Por otro lado, es
posible facilitar el transporte de elec- trones utilizando especies capaces de actuar como
“alambres” de comunicación entre las enzimas de los microorganismos y los electrodos . Por
ejemplo, las deshidrogenasas dependientes de la pirroloquinolina quinona (PQQ) contenidas en
la mem- brana periplásmica de la Gluconobacter oxydans son eficaces para lograr la oxidación
de una gran variedad de sustratos, pero su eficacia bioelectro-química mejora enormemente
cuando se utilizan mediadores redox del tipo del ferricianuro, los viológe- nos o las quinonas .
La siguiente figura muestra un modelo esquemático de la oxidación catalítica de un sustrato S en
presencia de un aceptor de electrones Mox por una enzima deshidrogenasa DH, en la membrana
de un microorganismo.
La preparación de biosensores microbianos por combi- nación de los microorganismos con
mediadores redox que faciliten las reacciones de transferencia electrónica entre el compuesto
en estudio y la superficie del electrodo, ha sido una estrategia utilizada para la detección de
diferentes anali- tos como glucosa o fenol, en ausencia de oxígeno . Debido a la eficiencia en
el transporte de electrones, la sensibilidad que se alcanza es elevada . Las bacterias
Gluconobacter oxydans, Pseudomonas putida ATCC 126633 y Pseudomonas fluores- cens son
algunas de las utilizadas en combinación con polí- meros redox de osmio . En la figura se ha
representado un esquema de la preparación de un biosensor microbiano basa- do en la
fabricación de una monocapa de cisteamina sobre un electrodo de oro seguido de la
incorporación de un polímero de osmio y del microorganismo, así como el mecanismo de la
posible reacción enzimática y la obtención de la señal electroquímica en el caso de la
detección de glucosa sobre el electrodo modificado .

Más recientemente se han desarrollado configuraciones similares basadas en el empleo de


electrodos de pasta de carbono preparados con una pequeña cantidad de nanotubos de
carbono (CNTs) . La adición de CNTs al material del elec- trodo amplifica el efecto del
mediador, prolongando también la estabilidad del biosensor, aunque se observan corrientes
de fondo elevadas debido al aumento de la corriente capacitiva . Esta estrategia fue seguida
para la preparación de biosensores basados en el uso de Pseudomonas putida DSMZ 50026
como material biológico y del polímero [poli(1-vinilimidazol)12- [Os-(4,4´-dimetil-2,2´-
dipiridil)2Cl2]2+/+] como mediador . La bacteria se cultiva en medios salinos ricos en
glucosa o en fenol, con el fin de desarrollar, respectivamente, un biosen- sor de glucosa, con
respuesta lineal en el intervalo de 0,05 a 2,0 mM, y un biosensor de fenol, con un intervalo
lineal de 0,5–4,0 mM, que resultó adecuado para el análisis de aguas residuales.

Se han descrito también diversos biosensores micro- bianos potenciométricos basados en la


dependencia de la concentración de la especie en estudio con la diferencia de potencial
medida entre un electrodo de trabajo y un electrodo de referencia . Los transductores
empleados comúnmente para estos biosensores son electrodos sensibles a gases o a iones1,17
y condicionan la sensibilidad y selectividad del biosensor resultante . Estas configuraciones
requieren un electrodo de referencia muy estable y preciso, a veces difícil de mantener, lo que
puede limitar su aplicación.

En el grupo de los biosensores microbianos electroquí- micos se suelen incluir también los
dispositivos conductimé- tricos, en los que se relaciona la concentración del analito con los
cambios de conductividad (o de resistividad) asocia- dos a la producción o el consumo de
especies iónicas duran- te la actividad metabólica de los microorganismos .18 Con los
instrumentos sofisticados modernos, la medida de con- ductancia es extremadamente rápida
y sensible, lo que hace que estos biosensores sean muy atractivos analíticamente . Además, se
trata de dispositivos fácilmente miniaturizables, puesto que no se requiere la presencia de un
electrodo de referencia en el sistema . Sin embargo, debido al carácter universal de las
medidas, en muchos casos la selectividad de los biosensores conductimétricos es escasa .

Finalmente, las células de combustible microbianas con- vierten la energía química en energía
eléctrica por medio de las actividades metabólicas de los microorganismos .19 Puesto que tanto el
consumo microbiano de los compuestos de interés como la inhibición de la actividad metabólica de
los propios microor- ganismos por compuestos tóxicos, pueden alterar el funciona- miento de las
células, éstas se pueden aplicar como biosensores para el análisis in situ y la determinación de
analitos. (4)

Características y aplicaciones de Biosensores


En las múltiples aplicaciones de los biosensores dentro de la industria agroalimentaria es
deseable que estos dispositivos cuenten con las siguientes características:
· Alta sensibilidad para el análisis de ciertos analitos -como por ejemplo, muchos compuestos
xenobióticos- con efectos tóxicos sobre la salud humana y animal incluso a concentraciones de
partes por billón (mg/l). Existen unidades capaces de detectar cantidades inferiores a los límites
exigidos por la ley en el caso de residuos de plaguicidas. (5)
· Alta selectividad para que el dispositivo interaccione exclusivamente con el compuesto de
interés y no con otros de propiedades similares. Se consigue mediante elementos de
reconocimiento muy específicos. A pesar de ello, se conocen algunas excepciones de biosensores
que sufren interferencias con sustancias de la misma familia que el analito o bien con
componentes del alimento.
· Alta fiabilidad. Los sistemas de transducción se diseñan de manera que no puedan ser alterados
(o lo sean mínimamente) por la muestra y no tengan problemas de ruidos.
· Tiempo de vida largo que no obligue al empleo del dispositivo tras un corto período desde su
fabricación ni a sustituciones frecuentes del mismo si está integrado en la línea de producción
de una industria. La estabilidad química, física y mecánica del elemento de reconocimiento
condiciona su duración. Los componentes biológicos por su propia naturaleza cuentan con una
vida media limitada pero las nuevas alternativas basadas en moléculas biomiméticas no
presentan este inconveniente.
· Bajo coste de producción. En general, estos sistemas pueden fabricarse a escala industrial, lo
cual redundaría en un más que considerable abaratamiento de los costes de producción. A pesar
de ello, la disponibilidad limitada de algunas enzimas y la existencia de fases críticas en su
construcción (procesos de inmovilización) dificultan, en algunos casos, la fabricación de
biosensores en masa.
· Tiempo de análisis corto que posibilite una actuación rápida, por ejemplo, la retirada de
materias primas o productos contaminados o deteriorados antes de su uso o venta o la
intervención para corregir algún parámetro en un proceso industrial. Muchos biosensores
consumen pocos minutos en cuantificar el compuesto de interés y no precisan un período de
espera largo hasta el siguiente análisis.
Pretratamiento de la muestra innecesario lo que supone un ahorro de tiempo, materiales y
reactivos. Aunque en la mayoría de las ocasiones esto es así, en ciertas determinaciones son
imprescindibles las etapas de concentración y purificación. Éstas permiten eliminar
interferencias y asegurar la presencia de una cantidad suficiente del analito en el pequeño
volumen utilizado (detección de microorganismos patógenos).
· Manejo sencillo. Esta tecnología no requiere personal cualificado.
· Capaces de realizar análisis en tiempo real. Esta característica es especialmente interesante en
el control de procesos, ya que permite controlar los parámetros deseados de forma inmediata y
automática.
· Portátiles para que sea posible realizar análisis in situ.
· Automatizables. Prescindir del control manual de estas unidades facilita su integración dentro
de los sistemas que monitorizan los procesos industriales.
· Miniaturizables. Gracias a los desarrollos en microelectrónica y nanotecnología se han logrado
reducir las dimensiones de estos dispositivos. Así pueden ensamblarse varios de ellos en un
mismo sistema que realiza varias tareas a la vez y son aplicables a ensayos donde el tamaño
físico del dispositivo, el volumen de la muestra o la localización de la medida son factores
limitantes.
· Pocos requerimientos operativos y de almacenamiento que faciliten su empleo y no supongan
un coste adicional. Los biosensores que incorporan moléculas biomiméticas suelen presentar
estas características. En el resto de dispositivos, los componentes biológicos pueden necesitar
condiciones controladas (pH, temperatura) para su uso y conservación debido a su baja
estabilidad.
· Con capacidad multi-análisis. Ciertos biosensores llevan a cabo la determinación de diferentes
analitos de forma simultánea.
Existe una amplia variedad de biosensores distintos y no todos poseen cada una de las
características citadas anteriormente. La combinación de varias de ellas podría situar a muchos
de estos dispositivos en una posición ventajosa frente a las técnicas de análisis convencionales
(cromatografía, espectrometría, etc). Además, permiten que sean aplicables a la monitorización
en tiempo real de procesos industriales. (5)
Referencias
1. Campuzano S. Presente.y.futuro.de.los.biosensores.microbianos.electroquímicos.
Investigación química. 2011; 107(4).

2. Baeza A. Sensores y Biosensores Electroquimicos. UNM, Química analítica.

3. Lechuga L, Calle A. Los dispositivos analiticos del futuro. Revista de plásticos modernos.
1995 setiembre;(471).

4. Cortón E. Desarrollo y aplicaciones de biosensores enzimáticos y microbianos. Tesis.


Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Ciencias Exactas y Naturales; 2000.

5. Gonzales V, García E, Ruiz O, Gago L. Aplicaciones de biosensores en la industria


agroalimentaria. Madrid: Comfederación Empresarial de Madrid; 2005.

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