Como Ser Buenos Hermanos en Cristo
Como Ser Buenos Hermanos en Cristo
Como Ser Buenos Hermanos en Cristo
Introducción.
El tema presupone que hemos nacido de la misma simiente espiritual y que por lo cual ahora
somos hermanos. Además esta insinuando que a veces no se es buen hermano como se debiera
ser. Pero a la vez esta mostrando interés en desarrollar una mejor relación con aquellos que como
el están en Cristo. De allí la pregunta: ¿Cómo ser buenos hermanos en Cristo?
IV). Hay que ser sensible ante las necesidades de los hermanos.
1 Juan 3:17 “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra
contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” En la palabra “corazón” a veces se
usa la palabra “entrañas” era un modismo hebreo para referirse a las emociones y sentimientos.
El cristiano que no tiene compasión hacia su hermano que se encuentra en necesidad, significa
que no es un hijo de Dios. Porque Dios es amor. Si el amor esta ausente, Dios esta ausente.
Nuestras acciones deben revelar a Dios. El verdadero amor hace que la sensibilidad del cristiano
sea extremadamente delicada y sus entrañas se estremezcan ante la necesidad de sus hermanos
pobres.
En Hechos 4:32-35 Dice: “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas
las cosas; 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, Y LO REPARTIAN a todos según la
necesidad de cada uno” (Hechos 2:44-45) Literalmente la iglesia acababa de nacer con una
conversión de unas tres mil personas. Muchos eran de allí, de la ciudad de Jerusalén y muchos
habían venido de fuera. Ya que se habían convertido y querían y necesitaban seguir aprendiendo
de su nueva vida en Cristo, muchos se quedaron allí en la ciudad de Jerusalén. Los que se habían
convertido de la ciudad de Jerusalén no permitirían que sus hermanos anduvieran vagando en las
calles, sin un centavo en sus bolsas. Así que, como buenos creyentes y amados hermanos,
algunos vendían sus propiedades para ayudar en las necesidades de sus hermanos.
V). Hay que procurar ser solidarios.
Pablo escribió: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. (Romanos 12:15)
Como seres humanos a veces reímos y a veces lloramos. En un momento estamos muy contentos
y en otro momento estamos muy tristes. Así es la vida y todos experimentamos estas emociones.
Pablo sabia de lo importante que es la solidaridad cristiana en esos momentos. Menciona dos
casos completamente opuestos: El gozo y el llanto.
1. El gozo. ¿Quiénes son los que se gozan? Los que se casan, los que tienen un bebe, los que se
gradúan, los que los ascendieron el trabajo, los que les aumentaron el salario, los que saldrán de
viaje, los que se bautizaron en Cristo etc. En lugar de envidiarlos por el bien que les ha pasado,
debemos ser participantes con ellos en su alegría.
2. El llanto. ¿Quiénes son los que lloran? Los que han perdido un ser querido, los que los han
despedido de sus trabajos, los que han sido acusados injustamente, los que han recibido una
fuerte desilusión, los que están enfermos, los que perdieron oportunidades importantes etc. En
lugar de alejarnos de ellos porque no nos gusta llorar o ver el dolor de los demás, debemos estar
con ellos también en los malos momentos. ¿Por qué? Porque eso hacen los buenos hermanos.
Conclusión
Hay muchas cosas que mejorar como hermanos en Cristo. Sin embargo, si practicamos las cosas
mencionadas vamos por buen camino. Dios nos ayude a ser los mejores hermanos que debemos
ser. Que podamos expresar la hermosa familia que somos en Cristo. Familia que trasciende más
allá de esta vida. Si lo hacemos así Dios nuestro Padre estará orgullo de su familia. Dios nos
bendiga para poder hacerlo.