Guia Septimo
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Pasadas estas cosas, sosegada ya la ira del rey Asuero, se acordó de Vasti y de lo que ella había
hecho, y de la sentencia contra ella.
Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen para el rey jóvenes vírgenes de buen parecer;
y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que lleven a todas las jóvenes vírgenes
de buen parecer a Susa, residencia real, a la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai eunuco del
rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atavíos; y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine
en lugar de Vasti. Esto agradó a los ojos del rey, y lo hizo así.
Había en Susa residencia real un varón judío cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei,
hijo de Cis, del linaje de Benjamín; el cual había sido transportado de Jerusalén con los cautivos que
fueron llevados con Jeconías rey de Judá, a quien hizo transportar Nabucodonosor rey de Babilonia. Y
había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era húerfana; y la joven era de hermosa
figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija
suya.
Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas
doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al
cuidado de Hegai guarda de las mujeres.
Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él, por lo que hizo darle prontamente atavíos
y alimentos, y le dio también siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas
a lo mejor de la casa de las mujeres.
Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo
declarase.
Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de
él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de
Vasti.
Escuela Treviso Girardi
Profesora: Yolanda Ramírez
Lengua y Literatura.
Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuyó
tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real.
Capítulo 3
Amán trama la destrucción de los judíos
Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. Pero tuvo
en poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues ya le habían declarado cuál era el pueblo de
Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de
Mardoqueo.
Capítulo 4
Ester promete interceder por su pueblo
Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de
ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor.
Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con
vestido de cilicio.
Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran
luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.
Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina tuvo gran dolor, y
envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio; mas él no los aceptó.
Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo
mandó a Mardoqueo, con orden de saber qué sucedía, y por qué estaba así.
Salió, pues, Hatac a ver a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del
rey.
Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había
dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos.
Le dio también la copia del decreto que había sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de
que la mostrase a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a
interceder delante de él por su pueblo.
Vino Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo.
Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mardoqueo:
Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer
que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de
morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para
ver al rey estos treinta días.
Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester.
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Profesora: Yolanda Ramírez
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Capítulo 5
Ester invita al rey y a Amán a un banquete
Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey,
enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la
puerta del aposento.
Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió
a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.
Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey.
Respondió el rey: Daos prisa, llamad a Amán, para hacer lo que Ester ha dicho. Vino, pues, el rey con
Amán al banquete que Ester dispuso.
Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino: ¿Cuál es tu petición, y te será otorgada?
¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será concedida.
Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi demanda es esta:
Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi petición y conceder mi demanda,
que venga el rey con Amán a otro banquete que les prepararé; y mañana haré conforme a lo que el
rey ha mandado.
Capítulo 7
Amán es ahorcado
Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la reina Ester.
Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? ¿Y te
será concedida? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada.
Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place,
séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y exterminados.
Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un
daño irreparable.
Respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su
corazón para hacer esto?
Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y
de la reina.
Luego el rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del palacio; y se quedó
Amán para suplicarle a la reina Ester por su vida; porque vio que estaba resuelto para él el mal de
parte del rey.
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Profesora: Yolanda Ramírez
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Después el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, y Amán había caído sobre el
lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa?
Al proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro a Amán.
Capítulo 8
Decreto de Asuero a favor de los judíos
El mismo día, el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo
vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que él era respecto de ella.
Y se quitó el rey el anillo que recogió de Amán, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre
la casa de Amán.
Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula
la maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra los judíos.
Entonces el rey extendió a Ester el cetro de oro, y Ester se levantó, y se puso en pie delante del rey, y
dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si le parece acertado al rey, y yo soy
agradable a sus ojos, que se dé orden escrita para revocar las cartas que autorizan la trama de Amán
hijo de Hamedata agagueo, que escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias
del rey. Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podré yo ver la
destrucción de mi nación? Respondió el rey Asuero a la reina Ester y a Mardoqueo el judío: He aquí
yo he dado a Ester la casa de Amán, y a él han colgado en la horca, por cuanto extendió su mano
contra los judíos.
Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo
del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede
ser revocado.
Reunidos en grupos de cuatro integrantes respondan:
1. ¿Qué visión de la mujer había en la época en que se narra la historia? Subrayen partes del texto
que muestren cuál era el rol de la mujer en esa época y en esa cultura.
2. ¿Cuál es el propósito de Ester? ¿Qué quiere lograr?
3. ¿Cuál es el plan o estrategia que sigue Ester?
4. ¿Es Ester una heroína? ¿Hay acciones que se consideran heroicas? Si hay, menciónenlas.
Existen hoy en día mujeres como Ester, ¿cuáles?, ¿por qué?
5. Comparen a Ester con Don Quijote. ¿Qué diferencias y semejanzas hay en la manera en que
enfrentan el peligro?
6. Tema de discusión: Ester, ¿es una heroína? ¿Sí o no? Redacta un breve texto (cada uno redacta
el suyo), argumentando tu opinión. Posteriormente, discutan sobre ello con los compañeros de
grupo.