Antecedentes de La Marinera
Antecedentes de La Marinera
Antecedentes de La Marinera
La forma coreográfica pan-peruana a la que se denomina ahora “MARINERA”, tiene una muy vieja
raigambre nativa y europea. Algunos autores consideran que existe en la marinera una influencia africana,
pero creemos que ello no es completamente cierto.
El hecho folklórico que comentamos, con notable antigüedad en el territorio peruano, puede verse en
sus formas prehispánicas reflejados en diseños de parejas que realizan movimientos, concretados en figuras
con las piernas alzadas y las manos sosteniendo pañuelos, enfrentados cara a cara, como se ilustra en varias
vasijas Moche, Nazca y Chimú y también en petroglifos de Huancor (Chincha). Los atuendos pueden
cambiar, a veces con grandes tocados, otras con vestidos lujosos, pero siempre en las mismas actividades. En
algunos vasos además se acompañan antaras, quenas y tamboriles que eran los instrumentos musicales
adecuados para la ejecución de la pieza danzística.
Las crónicas hispanas de época inicial del contacto entre las dos culturas y las del periodo virreinal,
señalan también la persistencia de formas coreográficas en las que intervienen, jóvenes parejas
independientes, que realizan careos y desplazamiento de cojeado, fáciles de seguir, con la oportunidad de
festividades familiares, pero también ante celebraciones religiosas.
Creemos que de esas formas ancestrales proceden el Huayno, el Tondero y la Marinera. El Huayno
que continua siendo elemento festivo indispensable en el ande, el Tondero cuyo territorio se ha restringido
notablemente a la costa norte del país y que casi con seguridad sería una danza mimética, interpretativa de los
movimientos prenupciales de las aves falcónicas costeñas, y la Marinera que habiendo recibido evidentes
influencias externas, se ha convertido en forma coreográfica representativa de la peruanidad, a partir sobre
todo, de la Independencia.
De la vertiente hispana y europea en general, se conocen formas coreográficas que surgen desde el
medioevo, ora a gentiles insinuaciones amorosas o a grotescas y torpes movimientos sensuales. De ello
recordamos la Pavada, de la que se tienen poquísimos informes y que es tomada, musicalmente por los
grandes compositores, resucitando la música, cuando la forma coreográfica ya no existía ante las críticas y
prohibiciones desde la Iglesia. Sabemos que era practicada por el bajo pueblo y que se rechazaba por los
círculos aristocráticos dominantes, que no tenía nada de recatada y que era interpretada sobretodo en tabernas
y en barrios o burgos de mala nota. Otra forma fue la denominada “GALLARDA” que, en cambio, conquisto
los salones de la nobleza en general, aunque los sacerdotes se guardaban en no participar en ella. Danza en el
que el varón predominaba, mientras que la pareja permanecía inmóvil prácticamente en espera de las
insinuaciones galantes del gallardo caballero que imponía sus condiciones dominantes, mientras ella esquiva,
escondía sus sonrisas o desagrados, detrás de un abanico o un pañuelo, girando el cuerpo de modo tal de no
permitir el movimiento envolvente del varón. Paralelamente se habla de una danza procedente de las islas
afortunadas (canarias), situadas en medio camino entre África y Gibraltar. La presencia mora y africana
arabizada produjo en la Península Hispánica una forma coreográfica a la que se denomina “ZARABANDA”
de marcado carácter sensual, con acompañamientos, usándose un pañuelo por los intérpretes y empleándose
en el desplazamiento careos y cadereos de cierto contenido sensual. Forma coreográfica condenada
enérgicamente por la Iglesia, pero de evidente raigambre popular que se mantuvo en los niveles inferiores de
la sociedad, sin llegar a los salones por su contenido pecaminoso, pero si presente en jolgorios públicos y
fiestas familiares hasta en las clases medias. También aquí se destaca el uso del pañuelo en ambos interpretes,
de una danza de pareja independiente, con conocimientos acompasados por tamboril que tiene evidente
carácter amoroso, y probablemente alguna influencia norafricana, bereber sobretodo, o arábica.
Fueron los marineros y los enrolados en las tropas conquistadoras hispanas los que trajeron sus usos y
costumbres, incluyendo claro está, sus bailes y música. Es entonces que en la América Indígena se van a
encontrar con las formas propias, tradicionales, que se amalgaman con relativa facilidad a las acostumbradas
por los europeos y se generan entonces el Jarabe Tapatío, la Jarana Yucateca, el Son, la Habanera, el Gallo y
la Gallina, el Tamborito, el Joropo y la Cumbia, la Marinera, la Cueca y la Zamba. Los nombres han
cambiado es cierto, pero el contenido sigue siendo el mismo y con las mismas reglas, pasos y movimientos
coreográficos, como puede comprobarse en los diseños y los fragmentos musicales recogidos por Martínez de
Compañón al norte del país.
Que los nombres han cambiado es evidente, pues se conoce que se le llamó –insisto a la misma forma
coreográfica- el Baile del Pañuelo, el Baile de Tierra Adentro, Zamacueca, Mozamala, Chilena y, finalmente
por acción y propuesta de Abelardo Gamarra, MARINERA.
Ahora bien es evidente que la presencia africana no dejo de hacerse presente en esta forma popular de
expresión danzística y, sobre todo en la capital, se agrega, en una segunda parte, el elemento africano de la
Resbalosa o Refalosa, pero que no afecta el contenido de la Marinera propiamente dicha. Remate que allí no
hubo presencia africana, como en la sección Andina del país se realiza con el Huayco cuya raigambre es
evidente.
La expresión musical sufre algunas variantes menores, pero conservando una identidad en todo el
territorio nacional. En cambio, la forma coreográfica si presenta variables dignas de considerarse. Así, en
Puno hoy se baila como pareja en grupo, antecediendo a la Pandilla. La innovación, a lo que sabemos es
bastante reciente, no mas allá de 30 0 40 años, habiéndose convertido en danza de paseo y solo
excepcionalmente interpretada por parejas independientes. En el Cuzco, la hemos visto también interpretada
en pareja de grupo, especialmente en los indígenas, con un fuerte contenido hierático, interpretándose delante
de la Cruz con motivo de la fiesta a este símbolo sagrado. Se cumple así con un ritual serio que no permite
los deslices amorosos de las otras formas marineriles. En cambio el elemento mestizo cuzqueño, lo interpreta
con parejas aisladas, independientes y con fuerte influencia del Huayno en los zapateadores, al igual ocurre
en Ayacucho. En Lima, se ha estilizado sumamente, convirtiéndose en una forma de proceso de extinción,
cuya interpretación es sumamente difícil y nada popular, baile de salón o teatro, de corte aristocratizante,
aunque rematado con la Resbalosa que, hemos señalado ya, tiene un evidente elemento africado incorporado.
En el norte, en cambio, la Marinera ha logrado una fuerza extraordinaria, al incorporar la libertad de
movimientos –aunque son evidentes ciertas reglas coreográficas- probablemente provenientes del Tondero,
sin añadidos africanos, y a lo sumo, incorporando una repetición de la primera parte las destrezas de los
ejecutantes.
Hay evidencias de ciertos cambios, musicalmente se están produciendo formas que tienen a la
exhibición teatral antes que ha la característica expresión tradicional, sin lugar a dudas, motivado por los
concursos que hoy abundan y que rompen las reglas acostumbradas interpretativas, tanto musical como
coreográficamente.
LA MARINERA (Norteña):
Es el baile criollo más popular y difundido en la costa, el nombre de marinera fue propuesto por Abelardo
Gamarra Rondo como bandera del Huáscar en tiempos de la guerra con Chile hecho por el cual hizo que se
dejara de llamar la chilena como antes y paso a considerarlo "El baile Nacional" en su libro "Rasgos de
pluma".
Su origen es discutido hay quienes sostienen que es la Zamacueca cambiada de nombre, tal vez con
algunos rasgos evolutivos en la variación que pueda haber; Lo cierto es que su origen es popular pues fue
práctica común en las celebraciones de los habitantes de los callejones de las ciudades del norte, así como
también se encuentra similitudes en las jaranas limeñas.
Al hacerse práctica generalizada en el territorio peruano cada sector social le da una varianza particular
de gracia y colorido implícito quizás en la variedad de sus costumbres y vivencias.
En su expresión el mensaje central es el galanteo del varón hacia la mujer, mostrándose la mujer muy
coqueta provocativa y esquiva durante la ejecución del baile, cuyo ritmo se da en dos partes; la primera es
pausada, la segunda viene aumentada su intensidad.
Los elementos que le acompañan, el vestido, los instrumentos musicales varían de acuerdo a la región
siendo infaltable sin embargo el uso del pañuelo.
A continuación presentaremos la letra de la marinera más conocida y popular.
Estructura de la Marinera
(Por Milly Ahón Olgín de Iriarte)
Es necesario indicar que la Marinera tiene un paso básico y principal, el llamado paso lateral, que se
ejecuta como un caminar de costado –izquierdo o derecho-, arrastrando un poco el pie que avanza delante del
otro, que se apoya en la parte anterior de la planta, procurando ir al ritmo y si avanza hacia la derecha el pie
derecha se desplaza atrás y viceversa cuando se pasa al lado izquierdo.
Sobre este paso básico que se puede reconocer en muchas danzas y bailes peruanos y del continente,
se hacen variedades y adornos, al extremo que se crean múltiples pasos, sirve para desplazarse en todos los
momentos del bailes.
La Marinera que yo vi bailar a mis abuelos y familiares por parte de madre, tenia un singular manejo
de pañuelo; era un movimiento cadencioso de brazo y mano que llevaba el pañuelo, no muy alto, y se bajaba
para acompañar el movimiento de la cadera y ayudar al desplazamiento de varón en caracol que hacia la
dama para envolverse sobre si misma, el varón para acompañar a la dama, adelantaba el brazo hacia el cuerpo
de la pareja.
"LA CONCHEPERLA".-
Sobre esta marinera es preciso dar algunas referencias pues la primera letra que fue
llevada al pentagrama musical con el nombre de Marinera por lo que se le denomina "La Decana" y que
posteriormente el pueblo lo bautizó como "Concha de Perla" para posteriormente llamarla "CONCHEPERLA".
La letra llevada al pentagrama musical por la entonces niña Rosa Mercedes Ayarza tiene una
especulación en cuanto a la originalidad; pues algunos sostienen que la cantante le haría algunos agregados para
darle ritmo y cadencia, tanto en la glosa como en el resto de la letra.
I GLOZA:
ACERCATE PRESIOSA QUE LA LUNA MI PENSAMIENTO,
NOS INVITA SUS AMORES A GOZAR MI INSPIRACION
ACERCATE CONCHEPERLA SI LA CREES DIGNA ZAMBA
DE MI VIDA COMO NO, LA BROTA EL MAR. DE TU ATENCION.
Las palabras subrayadas son las que se supone fueron agregadas por Rosita Ayarza.
Cuadro descriptivo de la evolución de danzas en Latinoamérica: