Apuntes Segundo Semestre
Apuntes Segundo Semestre
Apuntes Segundo Semestre
I.- CONTENIDO.
En el libro I del Código de Procedimiento Civil, que comprende XX Títulos y abarca
los artículos 1° a 252, se contienen las "Disposiciones Comunes a todo
Procedimiento".
En ese Libro I, denominado "Disposiciones Comunes a todo procedimiento", el
legislador se encarga de regular las siguientes materias:
En su Título I, denominado "Reglas Generales", el legislador nos señala la
aplicación del Código de Procedimiento Civil, la clasificación de los procedimientos
en ordinario o extraordinario y establece el carácter general y la aplicación
supletoria del procedimiento ordinario.
En su Título II, denominado "De la comparecencia en juicio", se regula la
Comparecencia en juicio, que debemos entender complementada por la normas
contenidas en la Ley 18.120, que se incluye en el Apéndice del Código de
Procedimiento Civil.
En su Título III, denominado "De la Pluralidad de Acciones y de Partes", se
regula la pluralidad de acciones, la pluralidad de partes y los terceros.
En el Título IV, denominado "De las cargas pecuniarias a que están sujetos los
litigantes", se regula las cargas pecuniarias y se establecen las personas responsables
de ellas.
En el Título V, denominado "De la formación del proceso, de su custodia y de
su comunicación a las partes", se regula la forma en cual se forma materialmente el
proceso, los escritos y su presentación, la custodia del proceso y la forma en que
puede ser consultado.
En el Título VI, denominado "De las Notificaciones", se contemplan los
requisitos específicos de esta actuación judicial y se regulan las diversas clases de
éstas.
En el Título VII, denominado "De las Actuaciones Judiciales", se contemplan los
requisitos generales que deben cumplir las actuaciones judiciales, los plazos y los
exhortos.
En el Título VIII denominado "De las Rebeldías", se regula la rebeldía y los
incidentes especiales de nulidad procesal de falta de comparecencia por fuerza
mayor y falta u errónea de notificación personal del demandado.
En los Títulos IX a XVI, se regulan los incidentes ordinarios y los incidentes
especiales de acumulación de autos, las cuestiones de competencia, las
implicancias y recusaciones, el privilegio de pobreza, las costas, el desistimiento de la
demanda y el abandono del procedimiento.
En el Título XVII, denominado "De las Resoluciones Judiciales", se contempla
no sólo la clasificación de las resoluciones judiciales en atención a su naturaleza
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jurídica y los requisitos formales que deben cumplirse en su dictación, sino que
también se contienen normas destinadas a regular la vista de la causa en los
tribunales colegiados, la Cosa Juzgada (Arts 175 a 180), el Recurso de Reposición
(Art.181), el Desasimiento del Tribunal, y la Aclaración, rectificación y enmienda de
las sentencias,
En el Título XVIII, denominado "De la Apelación", se regula este recurso.
En el Título XIX, denominado "De la ejecución de las resoluciones judiciales", se
regula el procedimiento de ejecución de las resoluciones pronunciadas por
tribunales chilenos y de las resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros.
Finalmente, en el Título XX, denominado "De las Multas", se regula el
procedimiento de pago de las multas.
II.- IMPORTANCIA.
Las disposiciones comunes a todo procedimiento contenidas en el Libro I del Código
de Procedimiento Civil revisten gran importancia práctica por cuanto:
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Sin embargo debe tenerse presente que el CPC regula procedimientos escritos a
diferencia de los nuevos procedimientos orales que se contemplan respecto de los
Tribunales de Familia y Laborales, de ahí que las disposiciones comunes a todo
procedimiento establecidas en el Código de Procedimiento Civil sean aplicables en
lo no regulado en esos cuerpos legales, a menos que ellas resulten incompatibles
con la naturaleza de los procedimientos o con los principios que informan los
procedimientos.
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CAPITULO II:
EL PROCESO
B) CONCEPTO ETIMOLÓGICO.
Significa avanzar, desenvolvimiento, acción de ir hacia adelante. Una secuencia.
C) CONCEPTO PROCESAL.
El proceso es la secuencia o serie de actos que se desenvuelven progresivamente,
con el objeto de resolver, mediante un juicio de la autoridad, el conflicto sometido a
su decisión.
El proceso es de acuerdo con esa definición, una institución de carácter teleológico,
es decir, persigue a través de su secuencia un fin, que consiste en obtener la
dictación de una sentencia por parte del tribunal que resuelva el asunto sometido a
su decisión.
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D) TERMINOLOGÍA.
La voz proceso desgraciadamente se utiliza por la legislación, doctrina y
jurisprudencia con diversos alcances, los cuales es necesario precisar para
determinar y aclarar el exacto alcance de éste.
2. PROCESO Y JUICIO:
Juicio se refiere fundamentalmente al "Acto de Juicio", a la sentencia. Pero en el
proceso no sólo hay actos de juicio, sino que también actos de parte y de terceros,
e incluso un proceso puede terminar sin "acto de juicio" como ocurre en el
desistimiento de demanda y abandono del procedimiento.
La expresión Juicio se acerca más a "procedimiento" que a proceso.
Ahora bien, por influencia española en Códigos Chilenos la expresión juicio es igual
a procedimiento.
Es así como se nos habla del Juicio Ordinario en el Libro II del C.P.C., del Juicio
Ejecutivo en las obligaciones de dar, hacer y no hacer en los Título I y II del Libro III
del C.P.C., del Juicio arbitral en el Titulo VIII del Libro III del C.P.C., del Juicio Oral en el
Titulo III del Libro II del Código Procesal Penal, para identificarlo con una etapa del
Procedimiento Ordinario,etc.
3. PROCESO Y PROCEDIMIENTO:
El procedimiento es el sistema racional y lógico que determina la secuencia de
actos que deben realizar las partes y el tribunal para obtener los fines del proceso
Procedimiento: Es el conjunto de formalidades externas que organiza el desarrollo
del proceso hasta el cumplimiento de su fin.
4. PROCESO Y EXPEDIENTE:
Proceso: Una abstracción, un concepto, una idea, un objeto jurídico ideal
Expediente: Expresión material del proceso, un objeto físico, una cosa. Legajo de
papeles en que se registran los actos de un juicio. (art. 29 Tituló V, Libro I).
5. PROCESO Y AUTOS:
La expresión "Autos" es usada en múltiples sentidos por la ley: Como sinónimo de
proceso en la acumulación de autos (art. 92 C.P.C.); como sinónimo expediente (art.
161 C.P.C.) y como una especie de resolución Judicial (art. 158 C.P.C.).
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Otros principios constituyen conquista menos antigua, como el de la independencia
de los jueces frente al ejecutivo y la garantía del juez natural preconstituido por ley,
o el principio de carácter abierto y público del procedimiento.
Finalmente otros tienen naturaleza menos general- y aparecen como típicos
solamente de algunos ordenamientos, como por ejemplo la garantía de motivación
de las sentencias, el derecho de impugnar una sentencia desfavorable ante una
corte (tribunal) superior o ante la Corte Suprema, la participación de los jueces
populares y la administración de la justicia. 4
El "due process of law "se trata de una institución de origen y desarrollo anglosajón.
Es comúnmente aceptado y así ha sido demostrado que la frase "due process of
law" es una variación de la contenida en la Carta Magna de 1215 "per legem
terrae", "by de law of tha land".
En el capítulo 39 de la Carta Magna el rey promete "No free man shall be taken or
imprisioned or disseided or outlawed or exiled or in any way ruined, nor wil we go or
send againt him, except by tha lawful judmendt of his peers or by the law of the
land".
Este texto constituyó en su momento, el apotegma de la libertad civil. Pero juzgado
con el espíritu de nuestro tiempo y tratando de medir su justo significado técnico, se
advierte el carácter procesal de sus dos garantías principales.
El "legale iudicium suorum" configura la garantía procesal del juez competente.
Nuestros textos actuales que obligan al actor a acudir, en las acciones personales, al
juez del fuero del demandado, tienen que inclinarse, como un remoto predecesor
histórico, ante ese derecho configurado políticamente , de ser juzgado solamente
por el juez natural, el de la misma condición.
El '"iudicium per legem terre" constituye en el derecho moderno, la garantía de la ley
preexistente. La ley de la tierra es la ley preestablecida, aquella a la cual el individuo
ajusta su conducta en la vida. Solo por infringir esa ley se puede sufrir castigo.
Cuando nuestros textos procesales dicen hoy que el juez en su sentencia aplicará las
disposiciones legales vigentes, lo único que hacen es reglamentar la garantía
política de ser juzgado tan sólo a la luz de ese derecho.
La garantía procesal constituida por la necesidad de aplicar la ley de la tierra, fue
recogida en las primeras constituciones anteriores a la Constitución federal de los
Estados Unidos. Las constituciones de Maryland, de Pensylvania y Massachusetts
recogieron en una disposición expresa el concepto de que nadie puede ser privado
de su vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal ("due process of law")
Más tarde las enmiendas V y XIV, a la Constitución de Filadelfia habrían de recoges
ese texto expreso.
Enmienda V : "... nadie será privado de su vida, libertad o propiedad, sin el
debido proceso legal"
Enmienda XIV: "Ningún Estado privará a persona alguna de su vida, libertad o
propiedad sin el debido proceso legal, ni denegará dentro de su jurisdicción, a
persona alguna, la igual protección de las leyes."
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Hoy no se habla del juicio de los pares y de la ley de la tierra: se habla de un
"debido proceso legal# como de una garantía que involucra el derecho material
de la ley preestablecida y el derecho procesal del juez competente.
El ―Due Process of Law‖ (en adelante DPL), pese a tratarse de una institución cuya
vigencia se extiende a lo largo de varios siglos , y pese a ser constante objeto de
estudio y aplicación tanto de la doctrina como por la jurisprudencia, se ha resistido a
una definición en el sentido al que estamos acostumbrados en los ordenamientos
continentales. Ello puede deberse a que las ideas políticas y jurídicas fundamentales,
de la misma manera que las grandes obras de arte, se resisten a una definición final,
e incluso y posiblemente a una definitiva comprensión.
Si existe sin embargo entre los autores un sustrato básico de común aceptación que
atribuye al DPL unos determinados contenidos, que, como mínimo, deben concurrir
para que efectivamente se dé. En este sentido se concibe el DPL como una válvula
reguladora entre la libertad individual y las previsibles imposiciones de la autoridad,
asumiendo la existencia de conflictos entre los ciudadanos y aquella y encauzando
la resolución de los mismos por medio de procedimientos legales. Es el concreto
alcance de esa legalidad el que, y en la práctica, ha ofrecido sucesivas versiones
del DPL, dependiendo de las oscilaciones de conceptos indeterminados tales como
interés general, arbitrariedad, injusto o desleal.
Una primera acepción del DPL que, no por obvia, debemos dejar de tratar es la que
considera el mismo como "aquél proceso que es debido — entendido como
derecho subjetivo- cuando los poderes de la administración se movilizan con el
objetivo de privar a un individuo de su vida, libertad o propiedad". El mismo lo
constituyen las salvaguardas para la protección de los derechos individuales que
han sido establecidos por la Constitución de los EEUU e interpretadas por la
jurisprudencia norteamericana para la aplicación y protección de los derechos
privados; DPL implica el derecho fundamental de una persona a ser libremente
escuchada, el derecho a la tutela jurisdiccional "day in court".
Aparece el concepto en el sistema norteamericano para significar la fundamental
protección de la libertad individual, la Justicia. El DPL se fundamenta doblemente en
la United States Code, Enmiendas Quinta y Decimocuarta, cada una de cuyas
cláusulas dispone que la vida, la libertad o la propiedad no pueden ser objeto de
privación sin un proceso debido.
Varias de las garantías que constituyen los elementos irrenunciables del "Fair trial" y
por lo tanto manifestaciones propias del DPL procesal, están recogidas a modo de
catalogo en la Sexta Enmienda de la United States Code y son :
a.. Derecho a un proceso rápido ("Justice delayed is justice denied")
b.- Derecho a un proceso público
c.- Derecho a un proceso con jurado imparcial
d.- Derecho a juez natural
e.- Derecho a ser informado de la naturaleza y causa de la acusación formulada
f.- Derecho al careo con testigos
g.- Derecho a la asistencia letrada.
Podemos provisionalmente concluir que en los EEUU la garantía del juicio limpio no es
un concepto simple, sino una combinación de elementos que aseguran una
determinada forma de proceso en tomo a los valores equidad, imparcialidad,
independencia, igualdad, publicidad, racionalidad, certeza y universalidad,
estando todos ellos incluidos y presentes en la cláusula DPL que además incorpora
otros requisitos específicos contenidos en otras partes de la United States Code.
Para que esa resolución de autoridad sea válida debe reunir los siguientes requisitos :
Las Garantías que deben contemplarse por el legislador para que la sentencia
emane de un proceso previo, desarrollado según un racional y justo procedimiento:
En primer lugar, debemos recordar que el Derecho Procesal, así como sus principales
instituciones como la acción, la jurisdicción y el proceso, conforman una unidad,
reconociendo la diversidad que pueden existir entre los procedimientos civiles y
penales para el desarrollo de un proceso en atención al conflicto que debe
resolverse mediante él.
En consecuencia, las garantías para que el procedimiento sea racional y justo y
permita el desarrollo del proceso destinado a la dictación de la sentencia destinada
a resolver el conflicto deberán ser comunes tanto para el proceso civil como para el
proceso penal.
Sin embargo, ello no obsta a que en atención a la diversa naturaleza del conflicto
que se debe resolver luego del desarrollo del proceso, se contemplen respecto del
procedimiento penal garantías adicionales tanto por parte del Constituyente como
del legislador, las que serán estudiadas en el ramo de Derecho Procesal Penal, más
aún cuando está en actual tramitación una reforma de nuestro procedimiento
penal.
Las garantías mínimas para que nos encontremos ante un procedimiento racional y
justo para el desarrollo de un debido proceso son las siguientes:
Por otra parte, es menester tener presente que en los tratados internacionales
suscritos por Chile sobre los derechos humanos se diferencia claramente la
independencia de la imparcialidad.
En caso que concurra una causa que le reste imparcialidad al juez para la solución
del conflicto se dice que éste no posee una competencia de carácter subjetiva.
Al efecto, el artículo 194 del C.O.T. establece que "los jueces pueden perder su
competencia para conocer determinados negocios por implicancia o recusación
declaradas, en caso necesario, en virtud de causas legales."
Nuestro legislador celoso de resguardar la efectiva imparcialidad de los jueces ha
establecido una serie de casos que pueden generan o pueden generar la
inhabilidad de un juez para los efectos de conocer un determinado proceso, no
obstante poseer por el tribunal del cual forma parte competencia objetiva en virtud
de las reglas de la competencia absoluta y relativa.
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Los medios a través de los cuales se pueden hacer valer las inhabilidades de un juez
por carecer de la imparcialidad necesaria para conocer de un determinado
proceso son las implicancias y recusaciones.
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d.- EL DERECHO A UN DEFENSOR
Al efecto, nuestra Carta Fundamental establece en su artículo 19 N° 3 incisos
segundo que "toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley
señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la
debida intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los
integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, este derecho se
regirá en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas
pertinentes de sus respectivos estatutos. La ley arbitrará los medios para otorgar
asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos."
Don Sergio Diez puntualizó que el concepto de "defensa" implica asumir patrocinio y
representación del defendido. El "asesoramiento"o "asistencia" se puede traducir
como consejo, recomendación o informe que se entrega a una persona. (Sesión 103
Pág. 5.)
Sabido es que sin el auxilio del letrado (abogado) todas las garantías de un proceso
justo pueden quedar malogradas. De ahí que, junto con elevarse a rango
constitucional el derecho que tiene toda persona para contar con asistencia
letrada, se asegura a los abogados plena libertad para el desempeño de sus tareas.
La intervención del letrado debe admitirse no sólo ante los tribunales ordinarios de
justicia, sino en cualquier órgano jurisdiccional o ante cualquier autoridad.
I. -CIVILES
Debemos recordar que la expresión civil se refiere - como en otras materias - a todo
lo que no es penal o criminal. Se entiende, por lo tanto, como procedimiento civil, el
propiamente tal y, el comercial, el de minas, trabajo, etc.
Dentro de los civiles existen dos grandes categorías:
a) De cognición o conocimiento
b) De ejecución.
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a) El de cognición: Podemos distinguir a su vez, como especies de él, los
procedimientos ordinarios, especiales, sumarios y cautelares; y a su vez dentro de los
ordinarios fundamentalmente pueden distinguirse entre:
I. Meramente declarativos.
2. Constitutivos, y
3. De condena.
II. PENALES
Existen dos órdenes básicos: público y privado.
En Chile se denominan procedimientos por delitos de acción penal pública y
procedimiento de acción penal privada.
Los delitos de acción penal privada son aquellos cuya sanción no puede obtenerse
sin que el ofendido o las personas señaladas por la ley requieran la intervención de
la justicia, comenzando siempre la actuación jurisdiccional respecto de estos delitos
por querella.
Los delitos de acción penal pública son aquellos en que la violación de la ley
interesa a toda la comunidad y en que no es necesario el requerimiento del
afectado para que se inicie y continúe. Más aún, si el afectado no requiere que
continúe o comience, puede iniciarse por otros medios.
Aparte de los delitos de acción privada y pública, en Chile existe una tercera
categoría: los delitos de acción penal mixta, los que en su naturaleza presentan
particularidades de los delitos de acción penal privada y de acción penal pública.
En los delitos de acción penal mixta el procedimiento nace por requerimiento de la
parte que la ley establece, a lo menos a través de una denuncia, con lo cual se
asemeja a los de acción penal privada; pero una vez que se efectúa tal
requerimiento, se considera como un delito de acción pública para su tramitación
posterior.
1.- COGNICIÓN
Los procesos de cognición o declarativos genéricos están destinados a establecer
fundamentalmente la aplicabilidad de una o varias normas jurídicas a un hecho o
hechos que han acontecido. Dentro de este grupo podemos subdistinguir:
a) De declaración de mera certeza.
b) Constitutivo.
c) De condena.
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declaración de un estado civil, y se requiera su certidumbre jurídica mediante la
sentencia.
"Para que proceda hacer en la sentencia la declaración solicitada, debe existir un
interés jurídico actual en el demandante, en que ella se haga y que ese interés
jurídico esté relacionado con algún hecho o acto que pueda originario y no con la
sola apreciación subjetiva del demandante.
"Muy distinto es el caso de lo que podría llamarse demanda interrogativa, que se
formula con el objeto de obligar al demandado a que explique 'qué consecuencia
se propone sacar de tal o cual facultad que le pertenece, o qué pretensiones tiene
en relación con un derecho o título que no se le discute. Esta clase de demandas no
son procedentes.
La sentencia dictada en un proceso declarativo produce cosa juzgada, pero dado
que en ella no se contiene la condena a prestación alguna respecto del
demandado no requiere, al igual que respecto de las dictadas en los procesos
constitutivos, del ejercicio de la acción de cosa juzgada para exigir su cumplimiento,
puesto que ellas satisfacen al actor con su sola dictación.
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por él y lo satisfaga, o que quede sujeta a las consecuencias del incumplimiento de
una obligación suya y se le imponga la consecuente responsabilidad.
Es decir, cuando se persigue que se imponga al demandado una condena
cualquiera . Por ejemplo: se pide que se declare un hecho ilícito o una obligación y
la responsabilidad del demandado.
La condena del demandado va ligada, por lo tanto, a la declaración de que el
derecho del demandante existe como base de aquella.
La conexión que existe entre la sentencia de condena y la de ejecución radica en
que aquélla declara la sanción a que el obligado debe ser sometido o impone la
prestación que debe cumplir, con lo cual prepara el proceso ejecutivo, pues la
ejecución es la aplicación de la responsabilidad y ésta, a su vez, viene declarada
precisamente en la condena.
La sentencia de condena tiene una peculiaridad fundamental: es siempre
preparatoria: no permite por sí sola la satisfacción del derecho, como ocurre en los
dos procedimientos anteriores. El procedimiento de condena siempre desemboca
en una ejecución posterior para los efectos de obtener la satisfacción de la
pretensión.
2. DE EJECUCIÓN
Es aquel que tiene por objeto satisfacer, para la parte que ha obtenido en el juicio
declarativo de condena o que es titular de un derecho que permite aplicarlo por
constar en un título ejecutivo, la plena satisfacción de lo establecido en la sentencia
de condena o en la fuente de la obligación que ha sido infringida.
El procedimiento ejecutivo es subsidiario del de condena. Nace para llevar a cabo
la sentencia condenatoria que ha establecido alguna prestación. Su objetivo o
propósito es que a través de la acción de cosa juzgada se cumpla íntegramente la
sentencia condenatoria.
Además, se aplica directamente el procedimiento ejecutivo cuando la parte tiene
un derecho que consta en un título ejecutivo; y en tal caso, no opera en forma
subsidiaria de un procedimiento de condena, sino que en forma directa.
Los procedimientos ejecutivos se han clasificado de acuerdo al objetivo perseguido
en :
a.- Procedimientos ejecutivos de dación (o de obligación de dar)
Son aquellos en los cuales el actor pretende obtener por la vía ejecutiva de parte
del ejecutado que se entregue un objeto determinado de éste en pago de la
obligación, que será una suma de dinero en las obligaciones de género o de una
especie o cuerpo cierto que no se encuentra en poder del deudor, o del bien
específico que se adeuda en caso de tratarse de una especie o cuerpo cierto que
se encuentra en poder del deudor: y
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B.-Procedimientos ejecutivos de transformación (o de obligación de hacer o
no hacer)
Son aquellos en los cuales el actor pretende obtener por la vía ejecutiva de parte
del ejecutado que se ejecute una obra o se deshaga lo hecho indebidamente a su
costa.
Especial: Es aquél que sólo se aplica a los asuntos para los que ha sido
expresamente previsto (art. 2° C.P C.).
Primero, entonces, debe analizarse si acaso la ley ha asignado un
procedimiento especial y si no se así se aplica el procedimiento ordinario.
Sumario: Son los que tienen características comunes con los procedimiento
ordinarios y especiales, pero que tienen vida autónoma y propia separados de ellos.
Su aplicación se produce normalmente, en general, en aquellos casos en que la
acción deducida requiere de una tramitación rápida para ser eficaz.
Los sumarios participan de características del ordinario ya que pueden ser
declarativos, de mera certeza o constitutivos. Además, participan de las
características de los especiales, pues su tramitación es concentrada.
Según el artículo 680 del Código de Procedimiento Civil, el llamado juicio sumario
tiene una aplicación especial en todos aquellos casos en que la ley lo hace
aplicable especialmente y que se encuentran enumerados en dicho precepto y,
además tiene una aplicación general, como antes se expresó en todos los casos en
que la acción (pretensión) deducida, requiera por su naturaleza, de una tramitación
rápida para que la acción sea eficaz como se indica en el inciso primero de ese
precepto.
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el demandante y el demandado, en el cual determinan el conflicto, lo que limita el
poder del juez para su resolución.
Para esta teoría arranca del derecho romano y específicamente del contrato de litis
contestatio, la que supone en forma expresa o implícita un acuerdo de voluntades.
Al comienzo, el proceso se desenvuelve como una deliberación más que como un
debate. Las partes exponen su derecho ante el pretor, hablando libremente tanto
entre sí como con el magistrado. De estas circunstancias y del carácter de la
formula, se infiere que durante esta primera etapa del derecho romano, no puede
existir litis contestatio si las partes de común acuerdo no lo quieren. Más que un
juicio, este fenómeno debe considerarse como un arbitraje ante el pretor.
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3.- EL PROCESO COMO RELACIÓN JURÍDICA (BULOW, 'MOLER, WACH, HELLWIG, STEIN)
A) Esta teoría fue enunciada por el insigne procesalista alemán Oscar von
Bullow, profesor de la universidad de Giessen en el año 1868 en su obra "La teoría de
las excepciones y presupuestos procesales", de quienes la tomaron los autores de
más prestigio en Italia, formados en las enseñanzas de los maestros alemanes, y
especialmente por Giuseppe Chiovenda, discípulo de Adolfo Wach.
C) Entre los sujetos del proceso (actor, demandado y juez) se crean vínculos o
ligámenes, que los unen entre sí, constituidos por poderes y deberes que pueden
ejercerse en los diversos actos procesales previstos en la ley.
E.1.- KOHLER
Sostiene que la relación jurídica procesal se concibe como vínculos
recíprocos entre demandante y demandado a modo de dos líneas paralelas,
excluyendo al juez como sujeto de dicha relación.
E.2.1:1ELLWIG
Afirma que la relación jurídica procesal no puede admitirse sin involucrar al
juez ante quien las partes formulan sus peticiones y quien, a su turno, dicta
resoluciones que impulsan la actividad procesal. Al mismo tiempo observa que la
relación no se da directamente ente las partes sino a través del juez, por su
intermedio a modo de ángulos.
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E.3.WACH
Esta tercera posición considera la relación en forma triangular, en la cual no
se dan sólo relaciones de partes a juez y de juez a partes, sino que también de las
partes entre sí, las que vienen a cerrar el triángulo.
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a) La carga es una facultad que conlleva un riesgo para su titular, siendo
voluntario el sobrellevarla. En la obligación la realización de la conducta es
necesaria, puesto que en caso de incumplimiento puede ser forzado a cumplirla.
b) En la carga, el interés que se tutela cuando ella es sobrellevada es el
interés propio. En la obligación, cuando el obligado realiza la conducta el interés
que se tutela es el ajeno.
c) En la carga, el incumplimiento no genera un derecho para la otra parte. La
contraparte en caso que una parte no sobrelleve su carga no tiene derecho para
exigirle compulsivamente que realice el acto procesal en beneficio de su propio
interés. Así por ejemplo, cuando el demandado no contesta la demanda, el
demandante no puede solicitar al tribunal que compulsivamente lo obligue a
cumplir con ese deber; o cuando el demandante no rinde prueba para acreditar su
pretensión no puede el demandado pedirle al tribunal que compulsivamente
obligue a ello a la contraparte.
En la obligación, en caso de incumplimiento se genera el derecho para la otra parte
de exigir el cumplimiento compulsivo de la prestación.
Con el concepto de carga se puede explicar fundadamente la situación de la
rebeldía del demandado en la contestación de la demanda.
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No se justifica la exclusión del juez como parte del proceso y sometido en cuanto a
sus deberes solo a las normas constitucionales y administrativas, puesto que las
partes poseen los medios para exigir dentro del proceso el cumplimiento de los
deberes por parte del juez.
Finalmente, se ha señalado que la situación jurídica nos puede conducir a la ley de
la selva, puesto que el proceso aparece concebido como un medio para hacer
aparecer y valer como derecho lo que no es derecho.
D) A esta tesis se le formula como crítica que decir que el proceso es un fenómeno
complejo es sólo un punto de partida. Se trata de constatar que estamos ante un
instituto más complejo que lo habitual.
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1) EL fin del proceso es posibilitar un acto de conocimiento del juez, tanto por
la reconstrucción histórica de los hechos alegados, como por la ubicación,
interpretación y aplicación del derecho; y
2) Su finalidad estrictamente procesal es posibilitar la declaración y/o la
realización del derecho material.
Los elementos subjetivos: Pueden considerarse tales las partes y el juez, sin perjuicio
que existan otros intervinientes subjetivos del proceso que pueden llegar a ser partes
en él, especialmente, en el orden penal: Ministerio Público, el denunciante -si se
transforma en querellante- y el el imputado, quien es a quien se atribuyere
participación en un hecho punible y que puede ejercer sus facultades y hacer valer
sus derechos y garantías que la Constitución Política de la República, el Código
Procesal y otras leyes le reconocen desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia.
Las partes pueden ser directas o indirectas.
El elemento objetivo del proceso es el conflicto sometido a resolución del tribunal,
que se integra por dos instituciones procesales trascendentes: la pretensión que
hace valer el actor y las excepciones que opone el demandado.
i) El Juez:
La calidad de sujeto en el proceso del juez dependerá de la doctrina que sobre la
naturaleza jurídica del proceso se acepte.
Si es la de la relación jurídica, dependerá a su vez de la variante que se acoja.
En la variante de Kohler el vínculo es sólo entre el demandante y el demandado;
aquí el juez no es sujeto.
En la de Wach se reconoce plenamente al juez como sujeto: la relación jurídica se
traba entre partes y el juez.
La variante de Hellwigh considera que, la relación se traba entre las partes a -través
del juez; el juez es sujeto indirecto.
El juez tiene un papel decisivo y vital dentro del proceso.
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La relevancia varía según si en el procedimiento prima el principio dispositivo o
inquisitivo. Si prima el dispositivo es más pasivo que las partes. Si prima el inquisitivo el
juez pasa a ser el sujeto trascendental en la tramitación del procedimiento.
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2.2 Clasificación de las partes.
Las partes se clasifican:
a) Partes directas u originarias: que son el demandante o actor y el
demandado o reo.
b) Partes indirectas o derivadas: que son los terceros.
a) Capacidad para ser parte en juicio: Para ser parte como titular de una
relación jurídica procesal basta tener la capacidad de goce que reglamentan en el
Código Civil y en el código de comercio, y en general en las leyes de carácter
sustantivo. La cual es la aptitud legal para adquirir derechos, luego todo hombre es
persona y como tal puede ser parte en el proceso desde su nacimiento hasta su
muerte, sin que haya problemas en esto, salvo el caso del naciturus ( el que esta por
nacer).
En el C.P.C., no hay ninguna regla que se refiera a la capacidad procesal, para ser
parte, y por ende se aplican todas las reglas y normas sobre la capacidad que se
contienen en el C.C. o en el Código de Comercio, en general en todas aquellas
leyes de carácter sustantivo. De ahí que pueden ser parte en juicio todas las
personas naturales o jurídicas, comprendiendo a los plenamente capaces y a los
absoluta y relativamente incapaces.
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Cuando estos incapaces actúan por medio de sus representantes se dice que están
representados y esa representación recibe el nombre de representación judicial y se
rige por las normas del C.C.
Cuando una persona que no tiene esta capacidad procesal inicia un litigio,
asumiendo el rol de demandante, de actor, el demandado puede oponer una
excepción dilatoria y se consagra en el art. 303 nº2 C.P.C., por falta de
representante. En cambio, si es el demandado quien carece de esta capacidad
procesal, no obstante se le notifica la demanda y se sigue el juicio con él, en todos
sus aspectos, esa sentencia que se dicte al término de esa contienda va a poder ser
impugnada por alguno de los siguientes medios que plantea la ley procesal:
A través del recurso de casación en la forma, por falta de emplazamiento.
Impugnarse por el demandado, por una excepción dilatoria, art. 303 nº 6 (contiene
una regla general).
Promover por el demandado un incidente de nulidad de todo lo obrado según el
art. 83 C.P.C.
El propio juez puede corregir de oficio, este vicio, por el uso de una facultad
otorgada por el arte 84 C.P.C.
LA COMPARECENCIA
Aquella persona que debe comparecer en juicio al tenor de lo que se establece en
el art. 4 C.P.C., debe hacerlo en la forma que determine la ley regulada en la ley N°
18.120 de 18 de mayo de 1982, sobre la “comparecencia en juicio”.
Si bien el legislador, habla de la comparecencia en juicio, en realidad se refiere al ius
postulandi, a esa capacidad especial para pedir en juicio, para realizar
personalmente ciertos procedimientos.
Es esta ley 18.120 a la que debe ajustarse quien desee comparecer en juicio, la que
determina esa forma.
Excepcionalmente el legislador permite la comparecencia personal de una persona,
la cual no va a estar obligada a constituir un mandato judicial, y será suficiente para
esta persona tener la capacidad para comparecer en juicio.
EL PATROCINIO
Es un contrato solemne por el cual las partes o interesados en un asunto,
encomiendan a un abogado la defensa de sus pretensiones ante los Tribunales de
Justicia.
Es un mandato; hay un vínculo y un encargo, cuyo objeto es la defensa de los
intereses.
El art. 528 del COT. Se refiere al mandato, pero es aplicable al patrocinio. Pero no se
puede confundir el patrocinio con el mandato.
La exigencia de patrocinio está señalada en el art. 1° de la Ley sobre
comparecencia en juicio, en relación con el art. 4 del C.P.C..
C) SANCIONES:
Si el patrocinio no se cumple en la forma señalada, la sanción es gravísima.
Si la primera presentación se efectúa sin contener el patrocinio, el incumplimiento de
este requisito provoca que el escrito no podrá ser proveído y se tendrá por no
presentado para los efectos legales. (art.1° inc.2° Ley 18.120).
Las resoluciones que al respecto se dicten no serán susceptibles de recurso alguno.
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"Señala en el inciso 4° del art.1° de la Ley 18.120, que la renuncia del abogado
patrocinante debe ser puesta en conocimiento del patrocinado junto con el estado
del asunto. La renuncia no produce efectos por el solo hecho de presentarse al
tribunal: se debe comunicar al cliente. El patrocinante mantiene su responsabilidad
por todo término de emplazamiento (entre la notificación y el transcurso del término
del emplazamiento), salvó que antes se haya designado otro patrocinante.
EL MANDATO JUDICIAL
A) CONCEPTO.-
Es un contrato solemne por el cual una persona otorga a otra facultades suficientes
para que la represente ante los Tribunales de Justicia.
Este concepto está insinuado también por el art.528 del C.O.T., al decir "que este
mandato se rige por el Código Civil, con las modificaciones introducidas por el
C.O.T. y por el C.P.C.", pero este mandato judicial es solamente otorgado para
actuar ante los tribunales de justicia y no para usarse en otros efectos.
3.a) Mandato civil: Puede ser mandatario cualquier persona; incluso los incapaces,
porque la voluntad del mandante perfecciona el acto.
b) Mandato judicial: pueden ser mandatarios sólo las personas enumeradas en el
art.2° de la Ley 18.120.
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Esto es solo una distinción doctrinal, en la práctica, en ambos casos pueden
haber varios mandatarios.
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deberá delegarlo en caso necesario, en persona que posea alguna de estas
calidades.
La Jurisprudencia ha entendido de acuerdo con esta norma, que no es posible
otorgar por escritura pública a una persona que no sea abogado habilitado un
mandato especial que comprenda sólo la representación judicial, siendo posible
conferir el mandato judicial a las personas que no son abogados o procurador del
número sólo en los mandatos generales de administración de bienes.
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requieren mención expresa. Con todo el mandatario sólo puede comparecer ante
los tribunales en la forma que exige la ley".
Esta última forma de constitución se materializa a través de las cláusulas "valor en
cobro'', "en cobranza'', "en comisión de cobranza" o cualquiera otra mención que
indique siempre mandato.
La excepción es doble:
a) Hay asuntos en que puede comparecer la parte personalmente.
b) Para la iniciación y secuela del juicio podrá solicitarse autorización para
comparecer y defenderse personalmente. El juez podrá concederla atendida la
naturaleza y cuantía del litigio o las circunstancias que se hicieren valer, sin perjuicio
de exigir la intervención de abogados, siempre que la corrección del procedimiento
así lo aconsejare. Las resoluciones que se dictaren en esta materia solo serán
apelables en el efecto devolutivo. (art. 2° inc. 3° Ley 18.120).
Estas excepciones son comunes también al patrocinio.
En estos casos no será necesario constituir mandato judicial ni patrocinio, siendo
facultativo para el juez aceptar la petición.
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Segundo caso: Se refiere a la materia y a la cuantía de un asunto:
a) Las solicitudes sobre pedimentos de mina. (Ley 18.120 art.2° inc.10).
b) Casos del art.2° inc.11 de la Ley 18.120
Contra la resolución que se dicte en este sentido, sólo se puede intentar el recurso
de queja, si hubo falta o abuso.
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G) FACULTADES QUE EMANAN DEL MANDATO JUDICIAL.-
Las facultades que emanan del mandato judicial se encuentran contempladas en
el artículo 7 del C.P.C. y se clasifican del mismo modo que los elementos de los actos
jurídicos. Las facultades otorgadas pueden ser:
1.- Esenciales u Ordinarias.
2.- De la Naturaleza.
3.- Accidentales o Especiales.
Caracteres.
a) Nacen aún sin que se diga nada con respecto a ellas. El solo hecho de
darse el poder, aunque no se mencionen, les da vida. Basta con que se diga
"Confiero poder judicial a ...", para que se entiendan otorgados automáticamente
estas facultades.
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Si se da poder para estos tres procedimientos preparatorios, ¿cubre el poder la
demanda correspondiente del juicio como tal, o es necesario volver a dar mandato
en la demanda misma?.
El mandato es concedido para la representación judicial, comprende
también lo vinculado a la gestión que se realiza; abarca el juicio preparatorio y el
juicio como tal hasta su sentencia definitiva. El poder es amplio.
Hay un antecedente que corrobora lo anterior: una de las excepciones a la
distribución de causa, está constituida por estos casos. "iniciar el juicio principal por
medida previa": Si orgánicamente se considera todo como un mismo asunto, es
absurdo pensar, por la compatibilidad entre el mandato y las normas del C.O.T., que
el mandato no sea amplio.
Una vez otorgado el poder, todas las diligencias y actuaciones se realizan con o a
través del procurador. El mandante desaparece de la vida procesal durante todo el
curso del procedimiento y sólo vuelve a ser considerado en los casos en que por la
naturaleza de la actuación o la expresa disposición de la ley deba o pueda actuar
personalmente. Ej: absolución de posiciones, cuando se solicite que ella sea
prestada personalmente por la parte.
Como consecuencia de lo anterior, todas las notificaciones durante el
procedimiento se deben hacer al mandatario judicial, siendo nulas las que se
practiquen al mandante.
2) FACULTADES DE LA NATURALEZA.
Son aquellas que se suponen incorporadas a un poder aunque las partes nada
digan de ellas, pero se pueden modificar por acuerdo expreso de las partes.
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Reviste tal naturaleza la que mira a la delegación del mandato. Si el mandatario no
tiene prohibición expresa de delegar el mandatario puede hacerlo. Para que no
proceda la delegación, el mandante debe en el mandato expresamente prohibirla.
Esta delegación obliga al mandante. (art.7, inc.1° del C.P.C.).
No existe inconveniente para otorgar un mandato puro y simple, y antes de
producida la delegación, efectuar la limitación a la delegación del mandato.
¿Son Taxativas?
La mayoría piensa que sí, pues no habría facultades extraordinarias más allá de las
que se mencionan, enumerados en el art. 7 inc. 2° del C.P.C..
Sn embargo algunos autores estiman que no es así, porque hay actos que no están
comprendidos en esta enumeración, y requieren de una mención especial, así
acontece, por ejemplo con la conciliación.
Las facultades extraordinarias según lo señala el art. 7 inc. 2° son las siguientes:
"Sin embargo, no se entenderán concedidas al procurador sin expresa mención, las
facultades de:
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a) Desistirse en primera instancia de la acción deducida.
Esto se confunde con el desistimiento de la demanda. O sea, es el acto por el cual el
demandante decide no continuar el juicio, decide dejar sin efecto las peticiones
formuladas al tribunal. Este acto tiene gran importancia: produce cosa juzgada, con
respecto de las pretensiones hechas valer. Si existe desistimiento, no pueden volver a
promoverse nunca más la pretensión. Por eso se exige mención expresa, porque el
desistimiento extingue para siempre la pretensión hecha valer en la acción
deducida.
Se puede decir también que el fundamento de esta facultad especial se haya en
que el legislador estima que si el poderdante dio mandato para litigar lo ha sido con
el ánimo que este juicio termine normalmente mediante la dictación de una
sentencia y resuelva el litigio. Si por el contrario el mandatario tuviera esta facultad
en forma ordinaria no se vería entonces el objeto de haberle conferido tal mandato.
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Para dar el mandatario judicial de una parte respuesta a esas posiciones se requiere
que no se hubiere solicitado que se den las respuestas personalmente por la parte y
que al mandatario judicial se le hubiere conferido la facultad de absolver posiciones
expresamente, porque puede llegar a ser un acto de disposición.
Por ejemplo, a través de la confesión y del reconocimiento de los hechos por parte
del demandado puede acogerse la demanda contra él (art.1.713 Cód. Civil y 402
del. CPC.).
Esta facultad no impide que en un litigio pueda absolver posiciones el mandatario -
aún cuando carezca de esta facultad especial- sobre hechos personales del mismo;
porque esta facultad extraordinaria se refiere a confesar sobre hechos personales
del mandante y no del mandatario según lo ordena el art. 396 del C.P.C.
e) Transigir:
La transacción es un acto de disposición, porque se hacen concesiones recíprocas.
No se puede someter a la sola voluntad del mandatario judicial. (art. 2.246 del Cód.
Civil).
Como en el texto del art. 7° no aparece comprendida la facultad de celebrar
avenimiento y conciliación, al conferirse el poder para transigir si ellas quieren ser
otorgadas debe dejarse expresa constancia que las facultades de transar
comprende la de avenir y aceptar conciliación. Con ello se salva toda discusión que
pudiere presentarse acerca de sí en el caso de otorgamiento de poder con las
facultades de ambos incisos del art.7° se encuentra comprendidas o no las de avenir
y celebrar conciliaciones.
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f) Comprometer.
Tampoco se entiende incorporada, sin expresa mención, la facultad de
comprometer, es decir celebrar un acto por el cual se designa un árbitro para que
resuelva un asunto. Se sustrae un asunto de la justicia ordinaria para someterlo a
conocimiento y resolución de un juez árbitro.
h) Aprobar convenios:
Cuando alguien pasa a ser insolvente, puede ocurrir que los acreedores pidan su
quiebra.
Este no es el único medio de poner término a la insolvencia. La ley ha creado otro
institución: Los convenios: Las dos clases de convenios reglamentados por la ley son:
Convenios preventivos: Es aquel que el deudor propone a sus acreedores para
impedir la declaratoria de quiebra. Pueden ser: - Extrajudiciales. - Judiciales.
Hay también convenios judiciales, que operan durante la quiebra y en que el fallido
cita a los acreedores con la misma finalidad de los convenios preventivos. Los
convenios son autorizados, asimismo, por la junta de acreedores.
Los convenios son excepcionales desde todo punto de vista. En el acto de
suscribirlos, se manifiesta una facultad de disposición en que se renuncia a una
cuota del crédito por vía directa o indirecta.
Por vía indirecta, se pagan los acreedores a prorrata del resultado de la liquidación
de bienes.
Por vía directa, se puede estipular, por ejemplo, que se paga sólo un 75% del crédito.
En los convenios va envuelta una alteración de las reglas generales, por lo cual la
facultad de suscribirlos debe ser expresamente mencionadas en el mandato. (art.
178 Ley de Quiebras).
i) Percibir:
Es la operación mediante la cual los productos, frutos o rentas de una cosa son
objeto de apropiación o cobro por parte de la persona calificada para gozar de
ellos. (Capitant)
En el Código Civil no es tampoco una facultad común.
En lo procesal se requiere que aunque sea una facultad que normalmente va en
beneficio del mandante (percibir frutos y rentas), se tenga especificación con
respecto de ella, porque puede tener implicancia en asuntos monetarios.
El legislador no quiere crear el problema de restitución entre mandante y
mandatario. No se quiere que el mandatario cobre y no reintegre. Por eso debe
expresarse esta facultad.
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De allí que si el mandatario judicial no posee esta facultad, todos los dineros que
correspondan a su mandante no se le pagaran al mandatario judicial. En este caso,
los cheques que se giren en el proceso deberán extenderse en forma cruzada y
nominativa a nombre del mandante y no del mandatario judicial, quien sólo podrá
efectuar el retiro material del documento para su posterior entrega al mandante.
Nota: Esta facultad se entiende conferida por el solo ministerio de la ley en el caso
del endoso de letras de cambio con cláusula "valor en cobro" u otro semejante; no
siendo necesaria ninguna otra especificación en esta forma especial de constituir el
mandato para que se entienda ella comprendida. (art.29 de la Ley 18.092).
¿Cómo debe otorgarse el mandato judicial para que se entiendan incorporadas las
facultades especiales?
El C.P.C. en el art.7°, inc.2°, dice: "no se entenderán concedidas al procurador las
siguientes facultades, sin expresa mención...."
Por largo tiempo la doctrina y la jurisprudencia sostuvieron que se entendían
otorgadas al enumerarlas una a una; se las debía señalar en forma específica y
casuística.
Hoy no es así. Se acepta como válida la forma de otorgar el mandato judicial, con
las facultades especiales incluidas, por esta sola mención de carácter general:
"confiero poder judicial a NN, con las facultades de ambos incisos del art.7° del
C.P.C. que el mandante declara conocer y da por expresamente reproducidas una
a una".
Ello es factible porque el art.7° es una ley. Como tal se presume conocida de todos y
al establecerse en el mandato la cita de la ley y el hecho de darse por
expresamente reconocidas estas facultades del mandato es suficiente resguardo
para el mandante.
En el caso que la parte NO hubiere conferido al mandatario judicial todas o algunas
de las facultades especiales del inciso 2° del artículo 7° del Código de
Procedimiento Civil, la parte deberá firmar con el mandatario judicial los escritos que
digan relación con esas facultades ante el secretario del tribunal o jefe de la unidad
de administración de causas (art. 2° inciso 6° Ley 18.120).
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Para que la renuncia desafecte al mandatario del juicio, debe cumplir
copulativamente los siguientes requisitos:
a) Poner en conocimiento del mandante el hecho de la renuncia y el estado
del juicio.
b) Debe transcurrir el término de emplazamiento desde la notificación de la
renuncia a la parte. Durante todo este término (15 días) el procurador conserva la
responsabilidad de mandatario. Transcurrido el plazo deja de serlo.
Si se designa nuevo mandatario antes de transcurrido el término de emplazamiento,
será con este mandatario con quien se entenderá la contraparte, porque ya habrá
constancia de ello en el proceso.
La renuncia debe ser expresa. Si no se notifica, no opera y en este caso, si el
mandatario no actúa, es responsable de lo ocurrido por su culpa o dolo y comete
delito o cuasidelito civil.
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K) PARALELO ENTRE EL PATROCINIO Y EL MANDATO.
Con el fin de precisar en mayor forma las diferencias y semejanzas que existen entre
uno y otro, podemos efectuar entre el patrocinio y poder las siguientes
comparaciones:
1.- Naturaleza Jurídica.
Tanto el patrocinio y el poder revisten la naturaleza jurídica de un mandato solemne.
2.- Objetivo
Patrocinio: Defensa de los derechos, teniendo el patrocinio una representación más
bien de carácter esporádica a pesar de las facultades que al respecto establece el
inc.3° del art.2 de la Ley 18.120.
Poder: Representación de una persona en las diversas gestiones dentro del proceso.
6.- Oportunidad.
Ambos deben constituirse en la primera presentación que haga cada parte en
asuntos contenciosos o no contenciosos.
8.- Responsabilidad
Patrocinio: La responsabilidad del patrocinio es causada por la defensa del juicio y
responde civil, criminal y disciplinariamente y sólo eventualmente el patrocinante
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tiene una responsabilidad pecuniaria directa por las costas procesales del juicio. (Ej.
Recurso de Casación rechazado).
Poder: El mandatario tiene responsabilidad civil y criminal. Además siempre tiene
una responsabilidad pecuniaria directa por las costas procesales del juicio.
10.- Pluralidad
Para algunos puede haber varios patrocinantes o apoderados. Se basan en la
normas contenidas en el C.C., relativas al mandato civil; ya que de acuerdo al art.
2126 del C.C. puede haber uno o más mandantes y uno o más mandatarios.
Otros en cambio estiman que tratándose del mandato judicial la pluralidad es
improcedente, y la razón de no aceptarlo es la discrepancia que puede
presentarse en la actuación de varios mandatarios y considerando la naturaleza del
juicio que requiere de una sola mano, sin divergencias ni discrepancias y para evitar
estos problemas no se acepta la mentada pluralidad. Por el contrario, si permiten
estos autores que las partes en un juicio puedan ser defendidas por más de un
abogado patrocinante ya que no se opone a la economía procesal, además los
patrocinantes son solamente los encargados de cómo se va a efectuar una
defensa.
1) AGENCIA OFICIOSA:
A) CONCEPTO
Lo normal es la exigencia de la ley de cumplir estrictamente con el ius postulandi, o
sea, en la primera presentación de cada parte, debe constituirse mandato judicial.
Pero puede ocurrir un caso de emergencia en que la parte que debe realizar un
acto jurídico procesal no se encuentre. (Ej. una persona es válidamente notificada
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media hora antes de irse al extranjero). Esto se salva por la agencia oficiosa procesal
(art.6° inc.finales del C.P.C.).
El mandatario debe exhibir el título en virtud del cual representa al mandante. La
agencia oficiosa permite comparecer en juicio sin exhibición de título, sin acreditar
la existencia de mandato judicial de parte del mandante.
La agencia oficiosa consiste en que una persona determinada comparece ante un
tribunal asumiendo la representación de otra y ofreciendo la ratificación posterior de
lo actuado de parte del que normalmente debió ser su mandante.
B) REQUISITOS.
1°) Que el que actúa sin poder sea persona habilitada para comparecer en
juicio o en caso contrario, se haga representar en la forma que la Ley 18.120
establece (art.6° inc.4° del C.P.C.).
2°) Se debe invocar por parte del agente oficioso las causas calificadas que
impiden al directamente afectado comparecer.
3°) Se debe ofrecer por la agente oficioso una garantía de que lo actuado
por él va a ratificarse. Si no se ratifica, la garantía se hace efectiva. Esta garantía se
denomina "fianza de rato"o "fianza de ratificación".
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Si la ratificación se produce dentro del plazo establecido, se confirma todo lo
actuado por el agente oficioso, se alza la fianza y continúa la tramitación del juicio
con el correspondiente mandato judicial debidamente constituido.
A) CONCEPTO.
Es aquel mandatario que obligatoriamente debe designarse para la representación
conjunta por dos o más demandantes o demandados que dentro de un proceso
hacen valer idénticas pretensiones o excepciones.
En estos casos, el procurador común deberá ser nombrado de común acuerdo por
las partes a quienes éste haya de representar de acuerdo a lo establecido en el
inciso 1° del artículo 12 del C.P.C.-
El nombramiento deberá hacerse por las partes dentro del término razonable que
señale el tribunal.
Si por omisión de todas las partes o por falta de acuerdo entre ellas no se hace el
nombramiento del procurador común dentro del término establecido por el tribunal,
deberá él hacer la designación, con la limitación de que en este caso ella deberá
recaer el nombramiento en un procurador del número o en una de las partes que
hayan concurrido al proceso de acuerdo a lo previsto en el artículo 13 del CPC.
Si la omisión es de alguno algunas de las partes, el nombramiento hecho por la otra
u otras valdrá respecto de todas
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La revocación, sea que se acuerde por las partes o se decrete por el tribunal, no
producirá efectos mientas no quede constituido el nuevo procurador.
Sus facultades son las de un mandatario judicial: es un representante de las partes
que lo han designado o para las cuales ha sido designado.
Debe ajustarse en su actuación a lo que le indiquen las partes. (art.15 del C.P.C.).
El procurador común designado deberá obrar ajustándose en su actuar a las
instrucciones y voluntad de las partes que representa; y en los casos en que éstas no
estén de acuerdo, podrá proceder por sí solo y como se lo aconseje la prudencia,
teniendo siempre en mira la más fiel y expedita ejecución del mandato (Art. 15 del
C.P.C.).-
3) REPRESENTACIONES ESPECIALES
Representación de las personas jurídicas: (ART.8 DEL C.P.C.).
¿Quién representa en juicio a determinadas personas jurídicas?
El C.P.C. distingue entre Sociedades, Corporaciones y Fundaciones, con
personalidad jurídica.
El art. 8 se refiere sólo a las personas jurídicas de Derecho Privado, persigan o no,
fines de lucro.
Quedan sustraídos:
a) Personas jurídicas de Derecho Público.
b) Instituciones de Administración, Instituciones Autónomas, Instituciones semi-
fiscales, etc.
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O sea, queda excluidas todas aquellas en que el Estado está en su organización.
2) El ausente ha partido del país sin dejar mandato constituido. Hay que
distinguir dos situaciones:
a) Si se sabe del paradero del ausente en el exterior.
En este caso se le notifica por exhorto. También existe la posibilidad que el defensor
público asuma su representación; pero, en este caso en que se conoce el paradero
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del ausente, es una facultad, no una obligación, para el defensor público asumir
esta representación. (art.367 del C.O.T.).
b) Si no se conoce su paradero en el exterior:
Es necesario designarle un curador de ausentes (curador de bienes): art.473 del Cód.
Civil y 844 y siguientes del C.P.C.
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Según el art. 9 así se requieren que el representado comparezca al juicio ya sea
personalmente o a través de un mandatario, además se requiere que en el
expediente conste que se haya notificado a ese representado la cesación de la
representación y el estado del juicio, por su parte el representante está obligado a
gestionar para que se practique esa notificación dentro del plazo que el tribunal
dispone bajo sanción de pagar una multa y de abonar los perjuicios que resulten.
El art. 9 no se refiere a la situación del fallecimiento del representante legal.
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El legislador no ha reglamentado esta materia en forma muy completa, limitándose
a establecer los casos en que procede el litisconsorcio.
Estos casos están enumerados en el artículo 18 CPC, que no es una norma amplia
sino de restricción. Lo normal es que se acepte sólo un demandante y un
demandado y sólo en los casos señalados taxativamente por el mencionado
precepto legal se acepta lo contrario.
Los casos de pluralidad de partes o litisconsorcio activo o pasivo, inicial voluntario, se
contemplan por el legislador en el artículo 18 del C.P.C.
"En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o demandados
varias personas siempre que se deduzca la misma acción, o acciones que emanen
directa e inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente
por muchos o contra muchos en los casos que autoriza la ley"
De acuerdo con ese precepto legal, los casos en los cuales es posible que se genere
un litisconsorcio activo o pasivo inicial son:
a) Cuando varias personas deducen la misma acción.
Como ejemplo de esta situación se ha señalado por la doctrina el caso en que
cinco personas entablan una acción reivindicatoria respecto de un predio que
dicen haber obtenido por herencia; cuando varios herederos ejercen la acción de
petición de herencia; etc.
b) Cuando varias personas deducen acciones que emanan directa e
inmediatamente de un mismo hecho.
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transportes por lesiones sufridas con motivo de un accidente ocurrido durante el
viaje".
c) Cuando la ley autoriza para proceder por muchos o contra muchos,
como en el caso de las obligaciones solidarias.
De acuerdo a lo señalado en las Actas de la Comisión Revisora esta "parte final del
artículo se refiere especialmente a los juicios que surgen de las obligaciones
solidarias e indivisibles; acciones de comuneros o contra comuneros, pago de
deudas hereditarias o testamentarias, etc.".
La doctrina ha señalado como ejemplo de esta situación, cuando tres acreedores
solidarios demandan el cumplimiento de su obligación al deudor; o a la inversa, un
acreedor demanda el cumplimiento de una obligación a diversos deudores
solidarios.
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Los casos de intervención forzada de partes que contempla nuestra legislación son
los siguientes:
a) Cuando una acción corresponde a otras personas que el
demandante. (Art. 21 del C.P.C.)
b) La jactancia
c) Citación de evicción
d) Citación de acreedores hipotecarios en el juicio ejecutivo
e) Verificación de créditos en el juicio de quiebra.
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Accediéndose por el tribunal a la solicitud del demandado, ella debe ser puesta en
conocimiento de las personas a quienes les corresponde la acción y no hubieren
demandado, suspendiéndose el procedimiento hasta que la demanda sea
notificada a los demás titulares de la acción para que se adhieran a la demanda
dentro del término de emplazamiento.
Las actitudes que pueden asumir los notificados de la demanda dentro del término
de" emplazamiento pueden ser las siguientes:
1.- Declarar que adhieren a la demanda.
En este caso pasan a adquirir el carácter de demandantes y estaremos en
presencia de un litisconsorcio activo de partes, debiendo aplicarse las normas sobre
designación de procurador común contempladas en los artículos 12 y 13 del C.P.C..-
2.- Declarar que no se adhieren a la demanda.
En este caso caducarán los derechos del potencial demandante y si demanda con
posterioridad se opondrá a esa demanda la excepción de cosa juzgada. Esta
resolución de no adherirse a la demanda importa un verdadero desistimiento a la
demanda.
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De acuerdo a lo previsto en el artículo 270 del CPC, se puede deducir demanda de
jactanciaen los siguientes casos:
a) Cuando la manifestación del jactancioso conste por escrito.
b) Cuando la manifestación del jactancioso se haya hecho de viva voz, a lo
menos, delante de dos personas hábiles para dar testimonio en juicio civil
c) Cuando una persona haya gestionado como parte un proceso criminal
del cual puedan emanar acciones civiles contra el acusado, para el
ejercicio de esas acciones.
Aquel a quien la jactancia puede afectar, puede deducir una demanda en contra
del jactancioso para que se declare la obligación de éste de demandar el derecho
que dice poseer y que no está gozando.
Esta acción de jactancia prescribe en el plazo de 6 meses, contados desde que
tuvieron lugar los hechos en que pueda fundarse de acuerdo a lo establecido en el
artículo 272 del C.P.C..-
Dicha demanda que se deduce en contra del jactancioso se debe someter a los
trámites establecidos para el juicio sumario.(Art. 271 inc.1° del C.P.C.).-
En dicho procedimiento sumario, la sentencia que se dicte puede resolver dar lugar
a la demanda de jactancia, en cuyo caso el jactancioso tiene el plazo de 10 días
para entablar la demanda, plazo que puede ampliarse por el tribunal hasta 30 días
por motivo fundado.
Si el jactancioso entabla la demanda dentro del plazo, se inicia el juicio
correspondiente, que se tramitará de acuerdo al procedimiento que corresponda
aplicar según la naturaleza del derecho que se haya atribuido el jactancioso.
Si el jactancioso no deduce la demanda dentro de ese plazo, debe la parte
interesada solicitar al tribunal declarar que el jactancioso no será oído después
sobre el derecho que se jactaba. Esta solicitud del interesado se tramita como
incidente de acuerdo a lo establecido en el inciso 2° del artículo 271.
Una vez que el tribunal dicte la sentencia que declara que el jactancioso ha
incurrido en el apercibimiento legal, no puede éste deducir demanda sobre el
derecho que se jactaba con posterioridad.
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En el contrato de compraventa, una de las obligaciones de la naturaleza es
la de saneamiento de la evicción por parte del vendedor, que es la privación de la
cosa vendida, por sentencia judicial, en virtud de causa anterior a la venta.
Dado que el vendedor tiene la obligación de la naturaleza de amparar al
comprador en el dominio y posesión pacífica de la cosa vendida, el comprador a
quien se demanda la cosa vendida, por causa anterior a la venta, debe citar al
vendedor para que comparezca a defenderla.
Esta facultad del comprador de citar al vendedor para que comparezca en el juicio
a defenderlo respecto de las acciones judiciales deducidas en su contra destinados
a privarlo de la cosa vendida por causa anterior a la venta, es la denominada
citación de evicción que se regula en los artículos 1843 y 1844 del código Civil y 584
del C.P.C. y que da lugar a la intervención forzada de parte.-
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B.5.- Verificación de créditos en los juicios de quiebra.
Se refiere esta materia a los acreedores del fallido que tienen la obligación de
verificar sus créditos en la oportunidad que la ley señale.
La Ley de Quiebras señala que la Quiebra es un juicio que afecta a todo el
patrimonio del fallido. Al declararse la quiebra quedan afectos a ella todos sus
bienes. El pasivo se determina mediante el procedimiento de verificación de
créditos.
Todos los acreedores para tener derecho a concurrir en el pago de los créditos
tienen que verificarlos, ante el tribunal que conoce de la quiebra.
Si no lo hacen en la oportunidad que señala la ley, para lo cual se les cita mediante
una notificación en el Diario Oficial, no participan en el dividendo de la quiebra y sus
créditos no se satisfacen.
Existe, sin embargo una posibilidad extraordinaria de verificar los créditos fuera de la
oportunidad ordinaria que establece la ley.
a.- Concepto.-
Es la institución que faculta a una persona para comparecer en juicio en su propio
nombre, haciendo valer un derecho que pertenece a otro, adquiriendo el carácter
de parte para todos los efectos legales.
Puede ocurrir que un patrimonio (y todo lo que con él diga relación) interese a un
tercero, y que el sujeto titular de ese patrimonio no tenga interés en que se incorpore
a él un determinado derecho. El interesado, entonces, hace uso de esta facultad
para incorporar el derecho al patrimonio del indolente para hacer efectivos sus
créditos.
No es un caso de representación, pues no se actúa aquí a nombre de otro sino en el
propio nombre; Se actúa en el propio interés, sin perjuicio de que este interés esté
vinculado con el interés del que no ejercita sus derechos (el sustituido).
c.- La subrogación.
El pago es el principal modo de extinguir las obligaciones. Una de las formas de
realizar el pago es mediante la subrogación en que una persona paga por otra
produciéndose una traslación de los derechos y obligaciones que recaen en la
persona que paga por el otro. La subrogación puede ser legal o convencional.
c.1.- Subrogación Legal.
Contemplada en el artículo 1.610 del Código Civil opera por el solo hecho del pago
en las situaciones que ese artículo contempla.
76
LOS TERCEROS.
Los Terceros son aquellas personas que no están vinculadas expresa y directamente
a un conflicto promovido ante el órgano jurisdiccional.
Terceros interesados son todos aquellos que, sin ser partes directas en un
proceso, ven afectados sus derechos a causa de ese proceso.
Tercero interesado es pues, aquel que teniendo interés en los resultados del
juicio, no ha sido parte originaria en él y llega a serlo por afectarse un derecho
propio.
La intervención de terceros se rige por las normas generales contempladas en
los artículos 22, 23 y 24 del Código de Procedimiento Civil.
Sin perjuicio de ello, es menester hacer presente que el legislador se ha encargado
de regular especialmente la intervención de los terceros en el juicio ejecutivo a
través de las tercerías que en él se contemplan, siendo ellas de acuerdo con la
Jurisprudencia de nuestros tribunales la única forma que puede revestir la
intervención de los terceros en ese proceso.
Las tercerías que se contemplan en el juicio ejecutivo son la tercería de dominio, en
la cual un tercero persigue la exclusión del embargo de diversos bienes
77
atribuyéndose el carácter de propietario; la tercería de posesión, en la cual un
tercero persigue la exclusión del embargo de diversos bienes atribuyéndose el
carácter de poseedor; la tercería de prelación, en la cual un tercero sostiene su
derecho a ser pagado preferentemente respecto del ejecutante en el juicio
ejecutivo con el producto de la liquidación de los bienes por poseer un crédito
privilegiado; y la tercería de pago, en la cual un tercero solicita concurrir como
valista a pagarse a prorrata con el ejecutante de su crédito con el producto de la
liquidación, por no poseer el ejecutado otros bienes.
79
Efectos de las resoluciones dictadas en los juicios en que intervienen terceros.
Las resoluciones que recaen en los juicios en que intervienen terceros, cualquiera sea
la clase de éstos, producen respecto de ellos los mismos efectos que respecto de las
partes principales de acuerdo a lo previsto en el artículo 24 del C.P.C
EL EMPLAZAMIENTO
I.- CONCEPTO.
El emplazamiento es el llamamiento con plazo hecho por el juez, citando a alguna
persona para que comparezca en un proceso o instancia a manifestar su defensa o
a cumplir con lo que se mandare.(Couture)
Es la notificación que se le hace a la parte para que dentro de un determinado
plazo haga valer sus derechos.
2.- ELEMENTOS.
El emplazamiento siempre se encuentra compuesto de dos elementos:
1.- Existencia de una notificación.
2.- Transcurso del plazo para que se hagan valer los derechos.
Para analizar el emplazamiento dentro del proceso es menester distinguir entre el
emplazamiento de la primera o única instancia y el emplazamiento de la segunda
instancia.
Por otra parte, el artículo 80 del C.P.C. posibilita al demandado rebelde para solicitar
que se declare la nulidad de todo lo obrado en caso de acreditar que no se le ha
hecho llegar las copias de la demanda y resolución recaída en ella o que ellas no
son exactas en su parte substancial.
Este caso por regla general no es posible de ser concebido. En efecto, el actual
artículo 55 del COT establece el territorio jurisdiccional de las diversas Cortes de
Apelaciones y todos los Tribunales de primera instancia que de ellas dependen
funcionan dentro de este territorio jurisdiccional, por lo que no es posible concebir el
otorgamiento de esta ampliación. Excepcionalmente, sólo podría darse esta
situación en caso de subrogación de una Corte de apelaciones por otra para
conocer del recurso.-
Los efectos que genera la falta de comparecencia de las partes ante el tribunal de
segunda instancia son muy disímiles según si las falta de comparecencia se refiere al
apelante o al apelado.
Si quien no comparece dentro de plazo es el apelante, se debe declarar la
deserción del recurso de apelación, generándose el término de éste.
En cambio, si quien no comparece dentro del plazo es el apelado, no se produce la
deserción del recurso de apelación, sino que éste continúa con su tramitación
teniéndose al apelado por rebelde por él solo ministerio de la ley respecto de todos
84
los trámites posteriores hasta su comparecencia, sin ser necesario notificarle las
resoluciones que se dicten, las que producen efectos respecto del apelado rebelde
desde que se dicten.
Este segundo elemento para el emplazamiento de la segunda instancia se debe
efectuar ante el tribunal de la segunda instancia.
En consecuencia, en el emplazamiento para la segunda instancia que se abre con
motivo de la interposición del recurso de apelación, el primer elemento del
emplazamiento que es la notificación de la resolución que concede el recurso de
verifica ante el tribunal de la primera instancia; pero el segundo elemento
consistente en el transcurso del plazo para comparecer ante el tribunal de segunda
instancia se verifica ante éste.
El emplazamiento en la segunda instancia también constituye un trámite esencial
para la validez del procedimiento (Art. 800 N° I del C.P.C.), por lo que la omisión de
los elementos que lo configuran en el proceso posibilita que en contra de la
sentencia definitiva o de las interlocutorias que pongan término al juicio o hagan
imposible su continuación que se dicten en la segunda instancia se interponga el
recurso de casación en la forma. (art. 768 N° 9 del C.P.C.).-
LA ACCIÓN, LA PRETENSION,
LA DEFENSA Y LA CONTRAPRETENSION.
I.- INTRODUCCION.
El elemento objetivo del proceso lo constituye el conflicto, cualquiera sea la
naturaleza jurídica que se acepte respecto de aquel.
Se entiende por litigio el conflicto intersubjetivo de intereses jurídicamente
trascendente, reglado o reglable por el derecho objetivo, y caracterizado por la
existencia de una pretensión resistida.(Francisco Hoyos H. Temas Fundamentales de
Derecho Procesal. Página 91).
86
El proceso está destinado a resolver el litigio, el cual adquiere su existencia sólo en
virtud de la afirmación de su existencia que realiza el actor, puesto que basta su sola
postulación para los efectos que se genere el proceso necesario para los efectos de
obtener su solución.
De acuerdo con ello, es menester para que el proceso se origine que se ejerza una
acción para a poner en movimiento la jurisdicción destinada a obtener la solución
del conflicto promovido.
Debemos tener presente al respecto que respecto de la función jurisdiccional rige el
principio de la pasividad, según el cual los tribunales no pueden ejercer su ministerio
sino a petición de parte, salvo en los casos en que la ley los autorice para proceder
de oficio.(Art. 10 C.O.T.). En consecuencia, la acción aparece como un presupuesto
para que se ponga en movimiento el ejercicio de la función jurisdiccional, los que se
manifiesta en el aforismo "nemo iudex sine actore"
Ante la prohibición del ejercicio de la autotutela, y la imposibilidad de auto
componer el conflicto, se dota al ciudadano del derecho de la acción para poner
en movimiento la jurisdicción y obtener en el proceso la solución del conflicto.
De acuerdo con lo anterior, tenemos que la acción va dirigida al Estado, que es su
destinatario, y no al adversario, respecto de quien el ejercicio de ella opera
únicamente la sujeción, presupuesto lógico para que la decisión del órgano
jurisdiccional despliegue su eficacia con relación al demandado o acusado,
creándose así las relaciones jurídicas entre los diversos sujetos del proceso.
II.- ACEPCIONES.
La voz acción ha sido utilizada a lo largo del campo del derecho en los más
variados significados.
En Derecho mercantil se usa para referirse a la parte o cuota en que se divide
el capital de una sociedad anónima.
En Derecho penal, ha sido tomada en el sentido de conducta constitutiva de
un tipo penal.
En el orden procesal, la expresión acción se utiliza bajo las s iguientes
tres acepciones:
a) Como sinónimo de derecho (así, se suele decir que el actor ―carece de
acción‖, para significar la ausencia del derecho cuya tutela se invoca)
b) Como similar a pretensión, hablándose entonces de "acción fundada o
infundada", de "acciones reales o personales", de "acciones mobiliarias o
inmobiliarias", "de acción triunfante" y de "acción desechada"; y
c) En el sentido de "potencia o posibilidad de provocar la actividad
jurisdiccional", que es el sentido técnico procesal auténtico de la palabra
mencionada, constituyendo la base para la elaboración dogmática del instituto.
(Francisco Hoyos H. Temas Fundamentales de Derecho Procesal. Páginas 94).
87
III.- EVOLUCION HISTORICA DEL CONCEPTO DE ACCION.
Respecto de la acción han existido diversas teorías a través de la evolución histórica,
las que se han clasificado en cuanto a la identidad o diversidad existente entre la
concepción de la acción en relación con el derecho material en monistas y
dualistas.
Respecto de las dualistas se han subclasificado esas teorías en concretas, abstractas
y abstractas atenuadas.
88
derecho civil, deja de ser dependiente del derecho civil, ya que antes había estado
adscrito a esta rama.
Como se ha dicho, esta teoría postula que la acción y el derecho subjetivo son
cosas distintas y separan estas nociones, sin embargo no todos los seguidores de
esta teoría están de acuerdo en cuál es la relación entre la acción y el derecho
subjetivo, distinguiéndose tres corrientes dentro de las teorías dualistas, cada una de
las cuales trata de determinar qué relación hay entre la acción y el derecho
subjetivo.
90
redacción del C.O.T., también se tuvo presente esta idea clásica de acción o
civilista, al no hablar de pretensiones.
Hay autores que opinan que el artículo 254 del C.P.C. indicaría tangencialmente
que nuestro derecho se acoge una concepción abstracta atenuada, pues dicha
norma nos estaría demostrando al establecer los requisitos de la demanda, que no
basta con el mero accionar para que se inicie un proceso, sino que es menester que
se haga valer una pretensión (parte petitoria), la que debe encontrarse fundada en
los hechos y en el derecho, precisándose quien la ejerce, respecto de quien se
ejerce y el tribunal ante el cual se hace valer.
CLASIFICACIONES DE LA ACCION.
La acción es un concepto único y común a todas las formas de enjuiciamiento, con
diferencias mínimas entre la acción civil y penal provenientes de la distinta
naturaleza de los conflictos que procesan en uno y otro campo.
Más que hablar de una clasificación de la acción, concebida ella como el derecho
de poner en movimiento el ejercicio de la función jurisdiccional, lo que procedente
es referirse a la clasificación de las pretensiones que se hacen valer mediante el
ejercicio de ésta.
Sin embrago se suele clasificar las acciones desde distintos puntos de vista:
a.- De acuerdo a la pretensión que se hace valer, se suele clasificar en
acciones civiles y penales.
b.- De acuerdo al objeto que se persigue a través de la pretensión civil que se
hace valer, se suelen clasificar en acciones muebles, inmuebles y mixtas.
c.- De acuerdo con el contenido de la pretensión hecha valer se clasifican en
acciones civiles petitorias, cuando el bien protegido es el dominio de un bien u otro
derecho real; y posesorias, cuando lo que se pretende es la protección de la
posesión respecto de inmuebles. Esta clasificación reviste particular importancia
para el procedimiento aplicable, puesto que se contemplan procedimientos
especiales respecto de las acciones posesorias.
d.- En cuanto al objetivo de la pretensión hecha valer, se clasifican en:
EJERCICIO DE LA ACCIÓN
La acción es un derecho meramente potestativo, es un derecho cuyo ejercicio
depende exclusivamente de la voluntad de su titular, de manera que nadie puede
en términos generales estar obligado a ejercitar una acción, que está en su
patrimonio, de la cual es el titular.
Sin embargo, pese a esta característica, hay ciertos casos en que la acción debe
ejercitarse en una oportunidad o termino preciso, dentro de un plazo, o de lo
contrario se pierde la acción, o también de sufrir ciertos efectos que se derivan de la
inacción y que van en perjuicio de ese titular , tales casos ya los analizamos al hablar
de la intervención forzada de las partes.
A. CONCEPTO DE PRETENSIÓN.
La pretensión es la manifestación de voluntad destinada a exigir la subordinación
del interés ajeno al interés propio.
La pretensión procesal es una declaración de voluntad por la que se solicita una
actuación de un órgano jurisdiccional frente a persona determinada y distinta del
autor de la declaración. (Jaime Guasp Derecho Procesal Civil. Tomo I. Página. 206.
Civitas.4a edición. 1998).
92
La pretensión no es un derecho, sino que un acto, algo que se hace, pero no que se
tiene.
La pretensión reclama una cierta actuación del órgano jurisdiccional que el actor
especifica.
B. ESTRUCTURA.
La pretensión procesal requiere la concurrencia de encuentran configurados por:
a) El órgano jurisdiccional, que debe contar con jurisdicción y competencia
objetiva y subjetiva ;
b) El actor, que es quien formula la pretensión y debe contar con la
capacidad para ser parte, capacidad procesal, ius postulandi y con la
legitimación activa para obrar; y
c) El demandado, que es la persona frente a quien se dirige la pretensión y
debe contar con la capacidad para ser parte, capacidad procesal y con
la legitimación pasiva para obrar, sin requerirse para formular la pretensión
respecto de éste que se determine quienes actuarán por el sujeto pasivo
dando cumplimiento a los requisitos del ius postulandi.
C. EFECTOS DE LA PRETENSIÓN.
La pretensión constituye el elemento objetivo del proceso y representa el núcleo
central de éste. La pretensión es la declaración de voluntad del actor cuya
existencia determina que se origine, mantenga y concluya un proceso.
La pretensión procesal engendra un proceso, en el sentido que normalmente esa
manifestación de voluntad ha de constituir su acto primero e inicial. Sin embargo,
nada se
opone a que un proceso comience sin pretensión procesal, si lo hace siempre con
vistas a una pretensión futura, como ocurre en el en el proceso civil con la medidas
prejudiciales preparatorias, probatorias y precautorias, en las cuales solo es
93
necesario señalar "la acción que se propone deducir y someramente sus
fundamentos".(Art. 288 del C.P.C.).
La pretensión procesal determina el mantenimiento del proceso, hasta que el
mantenimiento que a la pretensión debe darse haya alcanzado su finalidad. La
pretensión procesal mantiene funcionalmente en vida al proceso. Tampoco quiere
esto decirse que el proceso haya de conservar una armadura rígida durante todo su
desarrollo, guardando siempre dentro de sí un núcleo inconmovible que no pueda
sufrir la variante más ligera. Por el contrario, nada se opone a que la pretensión
procesal, conservando su existencia, experimente un cierto desarrollo durante la
pendencia procesal, lo que explica las modificaciones que puede experimentar a lo
largo de la pendencia, que permiten hablar metafóricamente desde luego, de una
biología de la pretensión procesal. El cambio de los sujetos de la pretensión
mediante la transmisión de la titularidad de la misma de una a otra persona,
fenómeno que cabe llamar transmisibilidad de la pretensión; el cambio en el bien
de la vida a que la pretensión se refiere; el cambio en la petición o en los
acaecimientos de hecho que le sirven de título, son todas las vicisitudes que
pueden, evidentemente, producirse en el proceso y que no afectan a su existencia
en tanto perdure el núcleo esencial de la pretensión a que debe la vida. Cabe
hablar, pues, de un efecto de la pretensión conservatorio del proceso, sin perjuicio
del principio de transformabilidad, que lleva consigo por la misma razón, una
modificación del pr6ceso en que la pretensión se deduce.
La pretensión procesal determina la conclusión de un proceso, puesto que cuando
esta reclamación de parte deja de existir por algún acaecimiento jurídico que tenga
asignada esa eficacia el proceso debe terminar. Cuando la pretensión desaparece,
el proceso queda eliminado. Si la pretensión se satisface, entonces el proceso ha
llegado a su fin normal, y concluye mediante la decisión judicial, ya que la decisión
judicial no quiere decir otra cosa que satisfacción de una pretensión o, en palabras
más amplias, expresión de una voluntad que decisoriamente examina y actúa o
deniega la actuación de una pretensión procesal. Si la pretensión procesal, sin llegar
a quedar satisfecha, desaparece del mundo del derecho, por ejemplo, porque,
considerada como objeto de un acto de disposición, se admite la posibilidad de
revocarla íntegramente, entonces el proceso se extingu6 igualmente, sin que resulte
justificada su ulterior continuación, lo que explica que 1os actos de disposición de la
pretensión, característicamente, el desistimiento, lleven consigo una verdadera
terminación
anormal del proceso, esto es, una extinción en sentido técnico del mismo. (Jaime
Guasp Derecho Procesal Civil. Tomo I. Página. 222 y 223. Civitas.4a edición.1998).
94
D. PARALELO ENTRE LA ACCIÓN DEMANDA. LA PRETENSIÓN Y LA DEMANDA:
E. PRETENSIONES MÚLTIPLES.
Lo normal es que el proceso tenga por objeto la satisfacción de una sola pretensión.
Sin embargo, el legislador por razones de armonía y de economía procesal admite
que dentro de un proceso se pretenda la solución de no una sino que de una
pluralidad de pretensiones. En virtud de la armonía procesal, se impone evitar
decisiones contradictorias, lo que podría ocurrir si, ventilándose cada una de las
pretensiones que tienen elementos comunes en procesos diferentes, llegara el
órgano jurisdiccional a resultados distintos y opuestos entre sí; y la economía
procesal, aconseja unificar el tratamiento de dos o más pretensiones entre las que
existe una comunidad de elementos para reducir el costo de tiempo, esfuerzo y
dinero que supondría decidirlas por separado.
95
b.- Por razón de forma, hay tres tipos de pluralidad de pretensiones: la simple, la
alternativa y la eventual o subsidiaria.
La pluralidad simple es aquella en que las diversas pretensiones reunidas se
reclaman todas de modo concurrente, o sea que, para satisfacer al titular de la
pretensión, debería el órgano jurisdiccional actuarlas todas frente al sujeto pasivo de
la misma.
La pluralidad alternativa es, por el contrario, aquella en que el titular, si bien
reclama dos o más actuaciones distintas, no pide que sean realizadas una y otra,
sino que la verificación de cualquiera de ellas basta para satisfacerle. El Juez o
Tribunal no podrá entonces, por lo tanto, sin incurrir en incongruencia (ultrapetita),
condenar al demandado, a la realización de todas las prestaciones debidas.
La pluralidad eventual o subsidiaria es, finalmente, aquella en que el actor
pide al órgano jurisdiccional, en primer término, una sola actuación; pero en
segundo lugar, subordinadamente, para el caso que la primera petición sea
denegada, formula otra pretensión.
Sin embargo, podrá proponerse en una misma demanda dos para que sean
resueltas una como subsidiaria de la otra".
En nuestra legislación, se permite la formulación de diversas pretensiones en una
misma demanda, con la sola limitación que no sean incompatibles entre sí.
Se estima que no son incompatibles entre sí todas las pretensiones que no son
contradictorias entre sí, esto es, que pueden ser cumplidas en forma simultánea.
Dos o más pretensiones son materialmente incompatibles cuando los efectos
jurídicos o los simples efectos económicos que tienden a producir no pueden subsistir
simultáneamente, sino que se oponen entre sí. Así son incompatibles las pretensiones
en que un vendedor pide la resolución del contrato y el pago del precio. Pero es
evidente que este supuesto de incompatibilidad se refiere tan sólo a la acumulación
simple no a la alternativa, ni mucho menos a la eventual o subsidiaria, donde puede
existir perfectamente esta posibilidad de simultanear. (Jaime Guasp Derecho
Procesal Civil. Tomo I. Página. 231. Civitas.4" edición.1998).
Si las pretensiones son incompatibles materiálmente entre sí, ella puede ser salvada si
la petición se formula respecto de ellas en la demanda en forma subsidiaria.
Sin embargo, es menester tener presente que la pluralida de pretensiones exige para
que puedan hacerse valer simultáneamente en una misma demanda que el tribunal
sea competente para conocer de todas ellas y que las pretensiones deban hacerse
valer y tramitarse de acuerdo a un mismo procedimiento y no una de acuerdo con
un procedimiento y las otras de acuerdo con otro procedimiento
96
Si no concurre la competencia del tribunal y la identidad del procedimiento a
aplicarse para la tramitación de todas las pretensiones, ellas no podrán hacerse
valer en forma simultánea, presentándose en este caso una incompatibilidad
procesal de carácter insalvable.
1.- CONCEPTO.
En sentido lato, la defensa del demandado no es más que el poder jurídico del
demandado de oponerse a la pretensión que el actor ha formulado frente a él y
ante el órgano jurisdiccional.
Tanto el actor, mediante la acción, como el demandado mediante la excepción
tienen un derecho al proceso.
B.- REACCIÓN.
En cambio, si el demandado comparece al proceso puede asumir respecto de la
pretensión hecha valer en su contra en la demanda, alguna de las siguientes
actitudes:
B.1.Allanamiento.
El allanamiento importa una aceptación o adhesión que presta expresamente el
demandado a la pretensión que ha hecho valer el sujeto activo en su demanda.
Para que un mandatario judicial se allane a la demanda requiere de contar con un
poder con facultad especial para ese efecto de conformidad con lo establecido en
el inciso 2° del art.7° del C.P.C., al señalarnos que "no se entenderán concedidas al
procurador, sin expresa mención, la facultad de aceptar la demanda contraria",
El allanamiento, cuando es total, esto es, importa la aceptación de todos los
fundamentos de hecho y de derecho de la pretensión contenida en la demanda,
no conlleva a la terminación del proceso en nuestro derecho, sino que sólo libera al
tribunal de la obligación de recibir la causa a prueba luego de concluido el periodo
de discusión del juicio de conformidad a lo establecido en el art.313 de C.P.C.-
Cuando el allanamiento es parcial, sólo se genera la omisión de la prueba respecto
de los fundamentos de hecho y de derecho de la demanda que son aceptados,
debiendo recibirse la causa a prueba respecto del resto de los hechos sobre los
cuales no hubiere recaído el allanamiento del demandado
B.2.-Oposición a la pretensión,
La oposición a la pretensión consiste en la declaración de voluntad del demandado
por la que se reclama del órgano jurisdiccional frente al actor la no actuación de la
pretensión formulada por éste. En la oposición a la pretensión, el demandado
solicita la desestimación por parte del tribunal de la pretensión hecha valer por el
actor.
La oposición a la pretensión puede revestir las siguientes formas:
98
derecho que sirve de fundamento a la pretensión. Consiste en una mera negativa
que no lleva consigo ninguna afirmación respecto de un hecho nuevo.
La contestación de la demanda en la que el demandado se limita a formular meras
alegaciones o defensas y no a formular excepciones en relación con la pretensión
formulada en la demanda, implican que la carga de la prueba recaerá en la parte
demandante, puesto que con aquellas el sujeto pasivo no introduce en el proceso
un hecho nuevo que tenga por objeto destruir la pretensión hecha valer.
Además, el tribunal no tiene que hacerse cargo de las alegaciones o defensas para
su resolución en la parte dispositiva del fallo, sino que ellas pueden ser analizadas por
parte del tribunal en la parte considerativa de éste.
b. Las excepciones.
Las excepciones son aquellas peticiones que formula el demandado, basadas en
elementos de hecho y de derecho que tienen eficacia extintiva, impeditiva o
invalidativa del efecto jurídico afirmado como fundamento de la pretensión.
Las excepciones se clasifican en nuestro derecho en:
Las excepciones dilatorias deben hacerse valer todas en un mismo escrito, antes de
la contestación de la demanda y dentro del término de emplazamiento. Las
excepciones dilatorias suspenden la tramitación del juicio y deben ser resueltas por
el tribunal una vez concluida la tramitación del incidente que ellas genera.-
99
Nuestra Jurisprudencia ha definido la excepción perentoria como todo título o
motivo jurídico que el demandado invoca para destruir, enervar y, más propiamente
dicho, para hacer ineficaz la acción del actor, como por ejemplo, la prescripción, el
pago de la deuda, etc. (Corte Suprema.18.8.1964.R.D.J. T.61.Sec.1 pág. 252.)
Las excepciones perentorias normalmente se confunden con los modos de extinguir
las obligaciones que se nos señalan en el Código Civil, sin perjuicio de tener presente
que nuestra jurisprudencia ha otorgado también ese carácter a excepciones de
carácter procesal como sucede con la falta de jurisdicción, la falta de legitimación
para obrar, la cosa juzgada, etc.
La contestación de la demanda en la que el demandado formula excepciones en
relación con la pretensión formulada en la demanda, implican que la carga de la
prueba recaerá en el demandado y no el demandante (reus in exceptione actor
fit), puesto que con ellas el sujeto pasivo introduce en el proceso un hecho nuevo de
carácter impeditivo, modificativo o extintivo que tiene por objeto destruir la
pretensión hecha valer.
Finalmente, el tribunal tiene que pronunciarse acerca de las excepciones hechas
valer por el demandado en la parte dispositiva de la sentencia definitiva, debiendo
contener las consideraciones de hecho y de derecho en las que se basa para emitir
pronunciamiento.(Art. 170 N°6 del C.P.C.)
C.- LA RECONVENCIÓN.
La reconvención es una contrademanda del demandado frente al demandante,
que se deduce utilizando el procedimiento judicial originado por iniciativa de este
último.
En términos más simples, se dice que la reconvención es la demanda del
demandado en contra del demandante.
El demandado puede en el proceso no solo adoptar una actitud defensiva para los
efectos de obtener el rechazo de la satisfacción de la pretensión hecha valer frente
a él, sino que además puede adoptar una actitud agresiva haciendo valer el
demandado una pretensión en contra del demandante, quien pasa a ser sujeto
pasivo respecto de ella.
Si el demandado deduce una reconvención amplía el ámbito objetivo del proceso,
puesto que introduce en él una nueva pretensión.
La razón por la cual se permite al demandado deducir la reconvención obedece a
un principio de economía procesal, puesto que se permite que mediante un mismo
procedimiento se resuelva tanto la pretensión del demandante hecha valer en su
demanda como la pretensión del demandado hecha valer en su r convención.-
101
b.- Que la contra pretensión se encuentre sometida en su tramitación al
mismo procedimiento de la demanda y que se admita la formulación de ella de
acuerdo con el procedimiento según el cual se tramita la demanda.
Para los efectos de deducir la reconvención no se ha contemplado por parte de
nuestro legislador en el Código de Procedimiento Civil un vínculo de conexión entre
la demanda y contestación de la demanda diferente a la conexión subjetiva, en
cuanto a que la reconvención sólo puede ser deducida por el demandado en
contra del demandante y no de un tercero.
LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES
1.- CONCEPTO.
Los presupuestos procesales son aquellos antecedentes necesarios que deben
concurrir para que el juicio tenga una existencia jurídica y validez formal.
De acuerdo con esta definición, nos encontramos en que es posible distinguir los
presupuestos procesales de existencia, esto es, aquellos antecedentes que deben
concurrir para que nos encontremos ante un proceso para que tenga una existencia
jurídica, y presupuestos procesales de validez, esto es, aquellos antecedentes que
deben concurrir para que un proceso no obstante poseer una existencia jurídica,
tenga una validez formal.
102
Las partes pueden desconocer en cualquier momento el fallo por
cualquier vía, sin que exista un plazo para que se pueda sanear la
inexistencia
No se puede producir la convalidación del acto inexistente ni por
voluntad de las partes ni por transcurso del tiempo
No es procedente interponer recursos, puesto que ellos están
destinados a impugnar una sentencia que tenga una existencia
jurídica.
Nuestra Jurisprudencia ha señalado que la vía para alegar la falta de
presupuestos de existencia es la formulación de una excepción
perentoria. Sin embargo, se ha sostenido por la doctrina que la
inexistencia sólo requiere ser constatada por el juez tan pronto
compruebe que el negocio jurídico que se invoca le falta un
presupuesto de existencia.
103
- Las partes pueden durante el curso del proceso alegar la nulidad procesal que
afecta al proceso o a un acto específico de este mediante alguna de las siguientes
vías:
a.- Deduciendo una excepción dilatoria
b.- Formulando un incidente de nulidad procesal
c.- Deduciendo un recurso de casación en la forma
d.- Ejerciendo la acción de revisión en los casos excepcionales que la ley
contempla.
-El proceso nulo y los actos realizados en él generan todos sus efectos jurídicos
mientras no sea declarada la nulidad.
-El proceso nulo genera el estado de litispendencia, y este permanece vigente con
todos sus efectos mientras no se declare la nulidad.
-La nulidad procesal debe ser declarada, salvo disposición expresa de ley en
contrario, sólo en el caso que el vicio irrogue un perjuicio a las partes que sea
reparable sólo con la invalidación del fallo.
-La sentencia dictada en un proceso una vez firme produce cosa juzgada, puesto
que han precluído los medios de impugnación para reclamar del vicio.
Excepcionalmente, se puede pretender la declaración de nulidad en los casos
específicos que se contemplan en el llamado recurso de revisión.
-Las partes sólo pueden alegar la nulidad dentro del proceso y antes de que se
encuentre ejecutoriado el fallo, puesto que la cosa juzgada produce el
saneamiento de los vicios de nulidad procesal.
-El acto nulo puede ser convalidado por voluntad expresa de las partes y por
transcurso del tiempo, en caso de no ejercerse los medios para reclamar la nulidad
dentro del término establecido en la ley.
-El recurso contemplado en la ley para alegar la nulidad procesal por haberse
dictado una sentencia viciada o emanar de un procedimiento viciado es el recurso
de casación en la forma.
105
terceros absolutos, entendiéndose por tales a todos aquellos a que no vincula la
relación procesal.
106
LOS ACTOS JURIDICOS PROCESALES.
L-GENERALIDADES.
Los miembros de una comunidad civilizada saben anticipadamente que el proceso,
cuando no tenga cabida la autodefensa o no se haya arribado o no sea admisible
la autocomposición, constituye el medio normal para la resolución de los conflictos
jurídicamente trascendentes que se susciten dentro de la sociedad.
Todos los actos que configuran el proceso constituyen una unidad, que tiene un
carácter teleológico, cuyo fin es la decisión del conflicto mediante un juicio de
autoridad que adquiera el carácter de cosa juzgada.
Sin embargo, el proceso es una idea de carácter abstracta y por ello era menester
que se estableciera una forma externa que canalizara su desarrollo o avance para
arribar a su fin propio. La forma externa destinada a canalizar este desarrollo del
proceso para arribar al fallo del conflicto es el procedimiento. Por procedimiento
entendemos.; "el sistema racional y lógico que determina la secuencia o serie de
actos que deben realizar las partes y el tribunal para obtener los fines del proceso."
Es así como el proceso es la totalidad, la unidad. El procedimiento es la sucesión de
los actos en su sentido dinámico, de movimiento. Cada acto se encuentra
vinculado y coordinado a un grupo más o menos numeroso de actos procesales
que se suceden en el tiempo y forman una serie continua, como los anillos de una
cadena: el grupo forma unidad que toma el nombre de procedimiento, y los actos
singulares son, respecto de esta unidad, los elementos constitutivos.
Los actos están, ante todo, vinculados por la unidad del fin, entendido en sentido
formal, en cuanto están dirigidos a provocar y preparar el acto final que cumplirá y
cerrará el procedimiento. Cada acto tiene, desde luego, una finalidad inmediata
propia, que lo califica en su individualidad, pero esta finalidad inmediata no tiene
otra razón de ser que la de representar un paso hacia un objeto más lejano, que es
común a todos los actos y es la formación del acto final, que resumirá el entero
procedimiento y constituirá su resultado. (Liebman).
Es así como los actos procesales son los actos jurídicos del proceso, el cual se
compone, como hemos dicho, de una sucesión de actos tendientes a un fin. La
relación procesal significa una combinación de estos actos. (Vescovi), siendo la
oportunidad, forma y lugar en que ellos deben ser llevados a cabo establecida por
el procedimiento. Corno señala el profesor Colombo, el proceso vendría a ser una
secuencia de actos ligados por la relación procesal; podría compararse con una tira
cinematográfica en que los actos procesales representan cada uno de los cuadros
de la misma; éstos aisladamente, carecen de sentido, pero vistos y proyectados en
el tiempo y en el espacio tienen un contenido y un fin.
108
a) La fuerza mayor (art.79 CPC);
b) La cesación de la representación legal (Art 9 C.P.C.);
c) La ausencia física del país (Arts 11,284 y 285 C.P.C.y 367 C.O.T.);
d) La muerte (Arts 77, 396, 529 del COT;5,165 N° 3 y 6 CPC; 1377 C.Civ.)
Finalmente, cabe mencionar el transcurso del tiempo, que tiene gran
importancia en el derecho procesal, puesto que el proceso consta de una serie de
hechos y actos regulados en las formas y el tiempo por las normas procesales.
Los elementos del acto jurídico procesal de acuerdo con su definición, son los
siguientes:
1.- La existencia de una o más voluntades destinadas a producir efectos
en el proceso.
Normalmente en los actos procesales, la manifestación de voluntad se efectúa en
forma unilateral, sin que con ello se descarte la posibilidad que la manifestación de
voluntad para generar el acto sea de carácter bilateral.
2.- La voluntad debe manifestarse, expresarse o exteriorizarse.
El acto jurídico procesal se diferencia del resto de los actos jurídicos en que
normalmente la exteriorización de la voluntad deberá manifestarse en forma
solemne o formal y no en forma consensual.
En efecto, el acto jurídico procesal debe realizarse según las formas procesales,
entendidas éstas como las condiciones de lugar, tiempo y medios de expresión a la
que deben someterse los actos procesales. (Chiovenda).
3.- Debe existir la intención de producir efectos en el proceso.
Para definir un acto jurídico procesal el énfasis se pone no en que éste se haya
realizado dentro del proceso, sino en que necesariamente, cualquiera sea el lugar e
instante en que se realice, él está destinado a producir efectos en el proceso.
Lo normal será que el acto jurídico procesal se realice dentro del proceso, pero
existen actos procesales que se realizan fuera del proceso o antes incluso de su
constitución que están destinados a producir efectos a su respecto. Así podemos
mencionar a título meramente ejemplar el compromiso, la cláusula compromisoria,
la prórroga expresa de la competencia, la transacción, etc.-
109
V.- CARACTERISTICAS DE LOS ACTOS PROCESALES
110
de prueba (art.313, inc.2° C.P.C.); en materia de convención de compromiso y
contrato de cláusula compromisoria.
VI.- CLASIFICACIONES
Los actos jurídicos procesales admiten una serie de clasificaciones. Tales son:
a) Desde el punto de vista de la voluntad necesaria para la existencia del
acto, se clasifican en actos jurídicos procesales unilaterales y actos jurídicos
procesales bilaterales.
Los actos jurídicos unilaterales son la regla general y nos da una idea de que los
actos principales del procedimiento siempre tienen esta naturaleza. así, v.gr., la
demanda, la contestación, el ofrecimiento de prueba, la apelación, la sentencia,
etc.
En doctrina, se reserva la denominación de "acto jurídico procesal para referirse a los
actos jurídicos unilaterales. En cambio, la nomenclatura cambia en el caso de los
actos bilaterales, los que se denominan "negocios jurídicos procesales".
c) Desde el punto de vista de las partes, los actos procesales se clasifican en:
1.- Actos de impulso procesal;
2.- Actos postulación,
3.- Actos probatorios, y
4.-Actos de impugnación.
1.- Los actos de impulso procesal son aquellos que realizan las partes para
dar curso al procedimiento. Estos constituyen peticiones que cada parte dirige al
tribunal para que éste proceda, según corresponda, a dejar afinado el proceso
para sentencia.
111
2.- Distintos son los actos de "postulación" de las partes, en que éstas
pretenden no sólo dar curso al procedimiento sino que también formular cuestiones
de fondo o que se vinculan con el asunto que ha sido objeto del juicio. Entre estos
destacan la demanda, la réplica, el desistimiento de la demanda, las excepciones
perentorias, las defensas, la contestación de la demanda, etc.
d) Desde el punto de vista de los terceros, los actos que éstos realizan se
clasifican en:
1.- Actos probatorios de terceros;
2.- Actos de certificación de terceros, y
3.- Actos de opinión de terceros.
En efecto, prescribe el art.61, inc.3° C.P.C. que "la autorización del funcionario a
quien corresponda dar fe o certificado del acto es esencial para la validez de la
actuación".
112
En seguida, los actos de certificación pueden tener una finalidad bastante clara:
dejar constancia en el expediente de lo que en el proceso ha ocurrido. Esta
modalidad hace aplicable el Principio de la protocolización y se traduce en dejar
constancia de una circunstancia que sea relevante en el Derecho positivo chileno.
Así, v.gr., la constancia de las búsqueda estampadas de acuerdo al art.44 CPC.; la
certificación que hace el secretario del tribunal para los efectos de determinar el
momento en que una resolución se encuentra ejecutoriada (art.174 CPC.); el
certificado de haberse acompañado dinero suficiente para compulsa (art.197,inc.2°
CPC.); etc.
Las partes, para efectos de seguridad jurídica, siempre deben estar atentas a
solicitar por sí actos de certificación, aunque la ley no los exija.
Finalmente, existen actos de certificación con consecuencias probatorias. En efecto,
en nuestra legislación existe un caso en que el certificado de un ministro de fe es un
medio de prueba: "Sin perjuicio de las demás circunstancias que, en concepto del -
tribunal o por disposición de la ley, deban estimarse como base de una presunción,
se reputarán verdaderos los hechos certificados en el proceso por un ministro de fe,
a virtud de orden de tribunal competente, salvo prueba en contrario". (art.427, inc.1°
C.P.C.).
Esta finalidad es una novedad dentro del ordenamiento jurídico nacional,
permitiendo mejorar la prueba rendida.
3.-Los actos de opinión de terceros son todos aquellos que el tribunal está
obligado o queda facultado para recurrir al informe de un tercero.
En el Código Orgánico, los funcionarios públicos que pueden o deben intervenir en
éstos son el Ministerio Público y los Defensores Públicos.
Hemos afirmado que el acto jurídico procesal no es más que una especie dentro del
género acto jurídico que se contempla en el derecho sustancial. Es por ello que los
requisitos de existencia y de validez de estos actos, en principio, son los mismos. Sin
embargo, existen ciertas peculiaridades que los diferencian y que pasamos
someramente a esbozar a continuación.
El orden del análisis será el siguiente:
1) La voluntad y sus vicios;
2) La capacidad procesal;
3) El objeto;
4) La causa, y
5) Las solemnidades.
113
1) LA VOLUNTAD Y SUS VICIOS.-
Elemento primario de todo acto jurídico es la voluntad, entendida como "la facultad
que nos permite hacer o no hacer lo que deseamos".
En los actos jurídicos procesales, la voluntad también puede manifestarse expresa o
tácitamente. La voluntad expresa será la regla general. ¿Cómo se manifiesta esta
voluntad expresa? A través del cumplimiento de las formalidades legales.
La voluntad expresa en los actos jurídicos procesales debe producirse a través del
exacto cumplimiento de las formas que señala la ley. El ejemplo más claro de este
requisito es el acto jurídico procesal de presentación de un recurso de casación: el
escrito debe señalar expresa y determinadamente la ley o leyes que se suponen
infringidas, la forma en que se ha producido la infracción y la manera cómo ésta
influye en lo dispositivo del fallo (recurso de casación en el fondo);o la mención
expresa y determinada del vicio o defecto en que se funda y la ley que concede el
recurso por la causal que se invoca (recurso de casación en la forma), etc.
En la demanda, la contestación, el ofrecimiento de prueba, la sentencia, etc. y en
todos los actos vitales dentro del procedimiento, la voluntad debe manifestarse en
forma expresa y cumpliendo solemnidades.
La manifestación tácita de la voluntad ha de ser vinculada con el silencio,
encontrándose éste regulado estrictamente en nuestra legislación.
Si en el Derecho Civil los requisitos exigidos para dar valor al silencio son de por sí
minuciosos y excepcionales; en el Derecho Procesal el legislador es
extraordinariamente riguroso. En ningún caso se requiere que el juez deduzca, por sí,
alguna orientación de la voluntad en el silencio de alguna de las partes.
La voluntad tácita se producirá existiendo una previa declaración de rebeldía más
otros requisitos particulares.
Sin perjuicio de lo que posteriormente diremos sobre la rebeldía, hemos de tener
presente que en primera instancia, ésta nunca produce efectos generales, sino que
debe ser solicitada en cada trámite en que el silencio y la inactividad se presente.
En ningún caso, la sola rebeldía implica reconocimiento de hechos, sino que para
ello se necesita la existencia de algún tipo de apercibimiento legal.
En segunda instancia, la rebeldía tiene efectos más amplios. Si el apelado no
concurre en la alzada, el legislador prescinde de él y a su respecto las resoluciones
judiciales tendrán efecto desde que se pronuncian.
Nuestra jurisprudencia ha señalado que no procede en nuestro derecho la
aceptación tácita de la demanda, y que la rebeldía en el trámite de la
contestación equivale a una contestación ficta de la misma con negación de todo
lo que en ella se ha expresado.
Hay casos en que el silencio de la parte produce consecuencias jurídicas
importantes en el procedimiento. Así, por ejemplo, en la confesión judicial tácita, el
absolvente con su silencio reconoce los hechos que se contengan en preguntas que
se han redactado en forma asertiva, siempre y cuando la rebeldía se produzca en la
segunda audiencia y bajo el apercibimiento legal (art.394 C.P.C.); otro tanto ocurre
114
con la prórroga tácita de la competencia (art.197 C.O.T.) y con la notificación tácita
(art.55 C.P.C.), etc.
En materia procesal, los vicios de la voluntad son el error, la fuerza y el dolo. Estos
aparecen en Derecho Procesal más atenuados en su regulación y efectos que en
materia sustancial civil.
A.- ERROR
Manifestaciones de este vicio del consentimiento encontramos en la posibilidad de
revocar una confesión, tanto en materia civil (art.402, inc.2° C.P.C.).-
El error no sólo puede estar presente en los actos de las partes, sino que también en
los del tribunal. Así por ejemplo, el error de derecho es causal del recurso de
casación. (art.767 C.P.C.).
En general, se puede afirmar que todo el régimen de recursos de nuestra legislación
tiene por finalidad reparar los errores que los jueces pudieren cometer en la
calificación de los hechos o en la determinación del derecho.
Otro error imputable al tribunal se relaciona con el recurso de apelación. En efecto,
de acuerdo al art.211 C.P.C., el recurso de apelación puede terminar por la
declaración de prescripción del mismo, y, de acuerdo al art.201 C.P.C., por la
declaración de deserción del mismo. En ambos casos, empero, la parte afectada
por tales declaraciones puede pedir reposición de la misma dentro de tercero día
"cuando se funde en un error de hecho".
B.- LA FUERZA:
Este vicio de la voluntad, en realidad, está menos reglamentada en los Códigos
procesales que el error. Cuesta encontrar alguna disposición precisa en que el
legislador se haya puesto en el caso de que exista fuerza en el procedimiento. Es por
ello que todas las disposiciones sobre fuerza del Código Civil deben entenderse
incorporadas al Derecho Procesal, en lo que sean aplicables.
C.- EL DOLO
Con este vicio de la voluntad pasa lo mismo que con la fuerza. El dolo no fue
considerado, dentro del Código de Procedimiento Civil, como vicio de la voluntad.
En materia civil sustancial, el dolo vicia el consentimiento cuando es obra de la
contraparte (art.1458, inc.1° c.c.). En materia procesal, eI dolo debe ser obra de una
de las partes, aunque no se trate de actos bilaterales. Esto hace difícil la aplicación
del dolo en esta sede, ya que la gran mayoría de los actos son unilaterales y la
voluntad de la otra parte es independiente de la primera.
Existe una situación en que el dolo no es ya un vicio del consentimiento o de la
voluntad, sino que una fuente de responsabilidad. En efecto, las medidas
prejudiciales precautorias tienen o presentan un riesgo en el procedimiento
nacional, el que dice relación con la oportunidad para presentar la demanda: "Si no
se deduce demanda oportunamente, o no se pide en ella que continúen en vigor
115
las medidas precautorias decretadas, o al resolver sobre esta petición el tribunal no
mantiene dichas medidas, por este sólo hecho quedará responsable el que las haya
solicitado de los perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento".
(art.280, inc.2° C.P.C.).
Empero, en la actualidad se ha ido configurando las figuras del "proceso
fraudulento" y de la "cosa juzgada fraudulenta o colusoria", concepto en que el
dolo, el fraude o la malicia están presentes atentando contra el principio de la
buena fe.
En nuestra legislación existe un mecanismo destinado a atacar las sentencias
ejecutoriadas que han sido ganadas injustamente, utilizando dolo o malicia. Es el
recurso o acción de revisión. Se refieren indirectamente al dolo los N° 1 y 2 del
art.810 C.P.C.; y, en forma directa, el N°3 del mismo precepto: ("Si la sentencia firma
se ha ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia u otra maquinación
fraudulenta...").
3.- EL OBJETO
Asimismo, no debe ser ilícito o contrario a la moral, a las buenas costumbres o al
orden público.
En materia procesal, la idea de "objeto" se vincula con el concepto de beneficio
jurídico que con un acto procesal se pretende obtener.
116
4.- LA CAUSA
Nuestra legislación sustancial señala que la causa es "el motivo que induce al acto o
contrato"(art.1467, inc.2° C.C.) Esta idea se vuelve a hacer presente tratándose de
los actos procesales. En efecto, "la causa de un acto jurídico procesal es un motivo o
por qué en cuanto jurídicamente relevante, pero no el principio a que obedece, los
rasgos con que se exterioriza o el fin que lo inspira".
En todos los actos jurídicos procesales siempre existe un causa. Así, v.gr., en la
apelación es el agravio, en el patrocirlio es tener un debate de alto nivel jurídico , en
el mandato es tener buenos representantes, etc.
Asimismo, la causa de todo acto debe ser lícita. Su opuesto se vincula con el dolo y
con la colusión procesal, con los testigos falsos, etc. (art.810 C.P.C.), etc.
Este elemento, referido al contenido y finalidad de los actos, no ha sido hasta ahora,
en general, considerando debidamente por la doctrina, en virtud del carácter
formalista que se asigna a nuestra disciplina.
Sin embargo, en ella no se prescinde totalmente de los fines, de la causa o motivo
de los actos procesales.
B.- LA INEXISTENCIA.
La inexistencia es la sanción que tienen los actos jurídicos procesales ejecutados con
omisión de los requisitos exigidos para que ellos tengan existencia jurídica.
118
Formando el acto jurídico procesal parte del proceso, necesariamente la falta de los
presupuestos procesales de existencia de este conllevará la inexistencia del acto
procesal. "El concepto de inexistencia se utiliza para denotar algo que carece de
aquellos elementos que son de la esencia y de la vida misma del acto; un quid
incapaz de todo efecto. (Couture)".
La doctrina nacional y extranjera ha señalado como casos de inexistencia respecto
del acto jurídico procesal, los siguientes:
a) La falta de jurisdicción (inexistencia de tribunal).
Así, la sentencia dictada por quien no es juez no es una sentencia sino una "no
sentencia". Ni siquiera es un acto; es frente al proceso un simple hecho de terceros.
b) La falta de parte.
En el caso que se trabará una relación procesal para resolver un conflicto, sin que
existiera sujeto activo o sujeto pasivo, en los casos en que no puede procederse de
oficio.
Jamás podría acogerse en materia civil una demanda que no se dirigiera respecto a
alguna persona, como tampoco podría iniciarse un proceso sin que existiera un
actor.
c) La falta de proceso.
El acto jurisdiccional tiene que emanar de un proceso, por lo que su inexistencia sólo
lo hace consistir a éste en meras opiniones carentes de toda eficacia.
C.- LA NULIDAD
La nulidad es una sanción de ineficacia respecto de los actos jurídicos del proceso
por el incumplimiento de algunos de los requisitos que la ley prescribe para su
validez.
La nulidad procesal se caracteriza por cuanto:
119
a) La nulidad procesal es autónoma en su naturaleza, en sus
consecuencias, en su configuración jurídica.
La nulidad del acto jurídico procesal se rige por normas procesales y que no aplican
directamente respecto de ellas las normas sobre la nulidad civil.
La jurisprudencia es la que se ha encargado de sentar la teoría acerca de la nulidad
procesal en nuestro Derecho, puesto que ante la legislación inorgánica e
incompleta han sido las sentencias dictadas a propósito de la casación en la forma
y el incidente del art.84 del C.P.C. las que han configurado en la esencia esta
institución.
El legislador mediante las últimas reformas se ha limitado básicamente a introducir
en los códigos del ramo los principios ya sustentados por la Jurisprudencia.
b) La nulidad procesal no es clasificable.
La nulidad procesal es una sola, no es ni absoluta ni es relativa.
Sin embargo, en doctrina se distingue ante la nulidad y anulabilidad procesal.
La nulidad es aquella que puede ser declarada de oficio a petición de parte por
haberse infringido normas que emanen del interés público, es decir, se refieren a la
relación procesal o que tengan por finalidad el orden público. Son casos de nulidad
procesal los de incompetencia absoluta, implicancia, nulidad incidental del art.84
del C.P.C. y la casación de oficio.
La anulabilidad es aquella que puede ser declarada por el juez sólo a petición de
parte por haberse infringido normas que miren al orden privado. Son casos de
anulabilidad las excepciones dilatorias la incompetencia relativa. Ello es así se ha
señalado por cuanto el juez no está en su intervención en el proceso destinado a
reemplazar a las partes en el cumplimiento de sus obligaciones, sino que para velar
por el respeto de todo aquello que es
trascendente para la existencia de un debido proceso.
c) La nulidad procesal requiere para que opere de una causal.
En nuestro Derecho, para los efectos de la nulidad procesal se contemplan causales
genéricas y causales específicas.
Las causales genéricas son aquellas contempladas en el art.84, relativas a vicios que
anulen el proceso o circunstancias esenciales para la ritualidad o la marcha del
juicio; la contemplada en el N°9 del art.768 del C.P.C. y la causal de casación en el
fondo en materia civil.
Las causales especificas son las contempladas en los 8 primeros números del art.768
del C.P.C. y las nulidades especificas señaladas en los arts.79 y 80 del C.P.C. a
propósito del litigante rebelde y la fuerza mayor.
120
El tribunal que debe dictar la resolución para declarar la nulidad procesal y el
procedimiento que debe de seguirse para obtener esa declaración dependerá del
medio que se utilice para hacerlo valer. (P.Ej. incidente nulidad; casación en la
forma, casación en el fondo; recurso de revisión.).
121
primero del art.786 del C.P.C. y a propósito del llamado recurso de revisión en inciso
segundo del art.815 del C.P.C.
h) La nulidad procesal debe ser declarada sólo en el caso que el vicio que la
genera hubiere causado un perjuicio.
En doctrina, se ha establecido respecto de la nulidad procesal el principio de la
tracendencia o protección. Este se enuncia en una forma muy simple y escueta,
pero tremendamente categórica: No hay nulidad sin perjuicio (pas de nullité sans
grief), esto es, la nulidad sin perjuicio no opera.
122
Este principio se explica por el profesor Colombo señalado que el proceso no es un
fin; es un medio que la ley coloca a disposición de las partes para que hagan
efectivo sus derechos y al juez para que puede ejercer la función jurisdiccional.
Por tanto, si se comete un vicio que en nada altera los resultados finales, o sea, que
no produzca un perjuicio, no se podrá pedir la nulidad aun cuando el vicio exista".
Este principio se reconoce expresamente por el legislador en el art.768 inciso
penúltimo en el recurso de casación en la forma, al establecer que "el tribunal podrá
desestimar el recurso de casación en la forma, si de los antecedentes aparece de
manifiesto que el recurrente no ha sufrido un perjuicio reparable sólo con la
invalidación del fallo o cuando el vicio no ha influido en lo dispositivo del mismo".
Por otra parte, el art.767 requiere para interponer un recurso de casación en el fondo
no sólo que exista una infracción de ley, sino que ella además hubiere causado un
perjuicio por haber influido sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia.
Finalmente, es menester hacer presente que el legislador a propósito del incidente
de nulidad recogió este principio de la protección y trascendencia ya sustentado
con anterioridad en numerosos fallos de nuestros tribunales, al prescribir en el inciso
primero del art.83 que "la nulidad procesal podrá ser declarada, de oficio o a
petición de parte, en los casos que la ley expresamente lo disponga y en todos
aquellos en que exista un vicio que irrogue a alguna de las partes un perjuicio
reparable sólo son la declaración de nulidad".
D.- LA INOPONIBILIDAD
La inoponibilidad es la ineficacia del acto jurídico procesal respecto de terceros por
no haberse cumplido con un requisito para que este produzca efectos a su
respecto.
123
En la inoponibilidad nos encontramos con un acto jurídico procesal que tiene
existencia y es válido, pero que no produce efectos respecto de terceros.
La regla general es que el acto procesal es sólo oponible a las personas vinculadas
con el proceso en que produce o que hayan tomado parte en la celebración de un
acto jurídico procesal extrajudicial.
Es así, como el acto jurídico procesal más importante que emana del proceso como
es la sentencia, sólo produce sus efectos respecto de aquellos que hubieren sido
parte en el proceso. (art.177 del C.P.C.).
Si pretendiere ejecutarse un fallo respecto de quien no ha sido parte en el proceso
del cual éste emanado, se podrá oponer la excepción de no empecerle la
sentencia.
Por otra parte, el art.185 del C.O.T. establece que la prórroga de jurisdicción
(competencia) sólo tiene efectos entre las personas que han concurrido a otorgarla,
mas no respecto de otras personas como los fiadores o codeudores; en otras
palabras, la prórroga expresa de competencia es inoponible respecto de quienes
no hubieren concurrido a convenirla.
Finalmente, la celebración del compromiso sólo es oponible a las partes litigantes
que hubieren convenido, y es inoponible respecto de terceros (art.234 N°2° del
C.O.T.).
E.- LA PRECLUSION
En los procesos inspirados por el orden consecutivo legal es posible concebir la
preclusión (extinción) de la facultad de impetrar la nulidad procesal si no se respeta
el orden y las oportunidades establecidas para tal efecto por el legislador.
Respecto de la preclusión nos remitimos a lo señalado en los apuntes acerca de los
principios formativos del procedimiento.
Claros ejemplos de preclusión de la nulidad procesal son los contemplados en el
inciso 2° del art. 83; 85 y 86 del C.P.C.
Además, debe tenerse presente que la sentencia ejecutorida produce la cosa
juzgada (suma o máxima preclusión), momento a partir de la cual se extingue la
facultad de impetrar la nulidad procesal en el proceso de cualquier acto.
124
LOS PRINCIPIOS FORMATIVOS DEL PROCESO:
125
1.- Principio de la Contradicción o Bilateralidad de la audiencia
Petro Castro dice que la igualdad significa que los derechos, cargas y las
responsabilidades que nacen durante el desarrollo un proceso recaen o se imponen
respectivamente sobre las partes sin ningún tipo discriminación entre ellas de modo
tal que el resultado que aspira cada una de ellas a obtener, deberá ser siempre
imparcial, no puede ser favorecido por privilegios a favor, ni gravámenes en
perjuicio.
Este principio, tiene su origen en el principio constitucional de la igualdad de
todas las personas ante la ley. Esto, primero que nada se traduce en el igual trato en
cuanto a la concesión de los derechos tanto de acción y de defensa, y se traduce
también en que las partes están frente a un juez imparcial, y que a ellas se les
conceden iguales posibilidades y derechos, y se les somete a las mismas cargas.
126
3.-Principio dispositivo e inquisitivo
De ahí que se define el impulso procesal como la fuerza o actividad que pone
en movimiento el proceso y lo hace avanzar hasta su fin una vez iniciado.
Si esa fuerza o actividad procede de los litigantes, se habla de impulso o de
instancia de parte.
Si esa fuerza o actividad proviene del tribunal o del juez se habla, de impulso
oficial o de oficio.
En nuestro país se concibe el proceso civil como el campo propio de la actividad de
las partes, del impulso o instancia de parte, en tanto que se reserva el impulso oficial
a por ejemplo los Juzgados de familia.
El C.P.C. tiene como fundamento la concepción absolutamente privatista del
proceso civil y allí que las partes potestativamente tiene la facultad de ejercitar la
acción y también la facultad que una vez instaurado el proceso pueden ponerle fin,
cuando lo estimen conveniente. Aquí el proceso está totalmente dominado por las
partes, ellas son dueñas del juicio, ejemplo los actos de desistimiento de la demanda
o la renuncia de los recursos.
127
5.-Principio de la oralidad y la escritura
128
transformado en un producto de la escrituración, pero en el tenor de la ley debiera
ser oral.
De manera que aunque predomine la escrituración hay también
manifestaciones de la oralidad e incluso ciertos recursos como el de apelación, de
casación se emplea la oralidad, a través de los alegatos, ante la Corte.
Por regla general, en todos los procedimientos este comienza por una
demanda, y esta demanda es normalmente escrita de manera que las actuaciones
posteriores a ella, serán orales, en una audiencia o en un comparendo, donde se va
a contestar esa demanda, en forma oral, pero su inicio comienza de forma escrita.
En los tribunales de familia, también hay manifestaciones de la oralidad,
donde el procedimiento es esencialmente oral.
129
relativamente prolongado. Requiere este principio la resolución previa de las
cuestiones accesorias que se puedan plantear durante el curso del juicio.
En nuestro sistema existe este principio, todos los procedimientos que se
contemplan dentro del C.P.C., aplican este principio, por que en cada uno de estos
procedimientos el legislador ha ido indicando los trámites, los actos que las partes
deben realizar o debe realizar en una oportunidad determinada con ciertas
formalidades, y si no se cumplen esas etapas indicadas por el legislador, pueden
llegar a no tener ningún valor jurídico.
Por eso se llama consecutivo obligatorio, porque está prescrito en la ley, y las
partes deben someterse a esta tramitación y so pena que si no lo hacen sus
diligencias, van a carecer de eficacia. Este principio requiere para su eficacia que
se resuelvan en forma previa todas las cuestiones accesorias que se pueden suscitar
durante el curso del juicio, donde estas cuestiones accesorias constituyen lo que se
llama Tramites de Incidentes, donde hay incidentes que se deben resolver
necesariamente de forma previa, para continuar el juicio y hay otros que no afectan
la marcha de la causa principal.
El principio de la concentración por su parte tiene por finalidad reunir o
concentrar, sin demora, tratando de abreviar los plazos y de concentrar en una sola
audiencia o en el menor número de audiencias el desarrollo total del proceso, o las
diligencias que sean menester realizar.
Este principio de la concentración se opone al de la dispersión, que es el que
predomina en el C.P.C. A través de este principio, se precisa la no admisión de
excepciones dilatorias, los que en caso de hacerse valer, van a ser resueltas al igual
que las perentorias en la sentencia definitiva
Este principio de la concentración requiere para poder existir de otros
principios como son el de la oralidad y el de la inmediación.
En nuestro C.P.C. hay una tendencia al principio de la concentración en el
juicio sumario en que una vez presentada la demanda al tribunal, el tribunal cita a
un comparendo a verificarse el quinto día hábil después de la última notificación en
donde debe contestarse la demanda o poner excepciones dilatorias e incidentes
cualquiera que sea su naturaleza, para que puedan resolverse en la sentencia
definitiva.
130
Cabe señalar que para las partes es connatural que se produzca la
publicidad para ellos de manera que para las partes necesariamente deben estar al
tanto de lo que ocurre en la causa, es decir donde radica entonces este interés es
en el aspecto de los 3º ajenos a la litis, extraños a la condena, a los curiosos por así
decirlo, que pueden o no tener interés, es aquí donde se manifiesta este principio.
Esta publicidad del proceso se concibe como un medio para garantizar
dentro del sistema democrático, la defensa de los derechos del imputado, en este
caso en el proceso penal, en especial del Debido Proceso, frente a jueces o policías
arbitrarios, o frente a procedimientos injustos.
La publicidad es establece fundamentalmente es los procesos penales,
ejemplo de esto la Reforma Procesal Penal, en el cual se pretende que las
actuaciones de los jueces sean transparentes, no de cómo lo están haciendo, sino
de que están haciendo, para observar si se ajustan a la realidad a la legalidad del
proceso y eso es porque se sostiene que en el proceso inquisitivo no existía esto en el
obrar de los jueces.
Se está por el contrario en presencia del secreto cuando el procedimiento no
puede ser conocido por los interesados y mucho menos por terceros ajenos. Este
principio del secreto existía en nuestro país tratándose del proceso penal en la
etapa sumaria. En el Código de Procedimiento Penal, en su art. 78, establece que el
sumario es secreto.
131
Lo que es criticable eso si es un formalismo excesivo cuando la forma pierde
su objetivo de garantía procesal y se convierte en un obstáculo para el normal
desenvolvimiento de la actividad jurisdiccional. Ejemplo de esto son los recursos de
casación, los cuales son rechazados por la Corte Suprema, en la gran mayoría no
por su trasfondo sino por su forma, como no indicar un art., o no constituir un
abogado patrocinante, y lo mismo ocurre con la nulidad procesal del proceso
penal.
132
Se habla de preclusión y de elasticidad como características generales de un
procedimiento según si el orden de procedencia de los distintos actos procesales
esta o no prescrito de un modo preciso y rígido, de manera que si el acto no se
realiza en ese momento o dentro de la fase prescrita la parte pierde el poder de
realizarlo. En cambio a través del principio de la elasticidad se va a dar a la parte
que debe llevar a cabo tal acto una cierta libertad para escoger el momento más
oportuno sin tener señalados lazos perentorios de caducidad.
La preclusión es un concepto puramente negativo, ella no crea nada, solo
impide que en una determinada situación jurídica se intente de cualquier manera
sustituirla por otra, donde esta extinción puede obedecer a distintos causas, a
distintos motivos.
Manifestaciones de la preclusión
a) El plazo, el transcurso del tiempo sin haberlo aprovechado para cumplir con una
determinada actividad precluye la oportunidad para llevar a efecto dicho acto
en beneficio de la parte que debía realizarlo. Ninguna actuación procesal puede
realizarse más allá del plazo fijado por la ley para su ejercicio, todo plazo fatal
constituye un termino preclusivo, y un plazo no fatal llega a serlo por la
declaración de la correspondiente rebeldía.
b) La consumación procesal, se dice que una facultad procesal se extingue por un
trámite, se consuma con su ejercicio, así por ejemplo, el demandado que ha
evacuado el trámite de contestación de la demanda no puede pretender, con
pretexto que ha omitido alegaciones de interés para su defensa, realizar una
nueva contestación. En síntesis se dice que la consumación se traduce en el
impedimento que existe de pretender cumplir por segunda vez una actividad
procesal ya ejercitada válidamente con anterioridad.
c) La eventualidad procesal, de acuerdo con este motivo la parte tiene la
necesidad de deducir conjuntamente todos los medios de ataque o de defensa
de que dispone en previsión de que uno o varios de ellos sean desestimados, si así
no lo hace precluye su derecho a hacer uso de aquellos medios de ataque o
defensa que no adujo en su oportunidad, el interesado debe deducir en forma
simultánea o sucesiva diversas pretensiones o defensas, aún cuando sea
incompatibles entre sí para el evento de no ser acogido alguno de ellos y puedan
tener éxito los restantes, un ejemplo son las excepciones dilatorias que deben
deducirse todas y conjuntamente en un escrito, y las excepciones perentorias,
que deben formularse todas al contestar la demanda, excepciones perentorias,
por regla general deben formularse al constar la demanda.
d) Incompatibilidad, tiene lugar en aquellos casos en que una disposición legal
brinda a un litigante dos o más vías para la consecución de un determinado
objetivo, pero con la condición de que solo pueda hacer uno de uno de ellos, de
manera entonces que la utilización de una de esas vías descarta
automáticamente a las otras y por lo tanto precluye el derecho de hacerla valer,
133
por ejemplo para hacer valer la incompetencia relativa de un tribunal se puede
alegar la vía declinatoria o inhibitoria, pero nunca se puede alegar por ambas.
e) La cosa juzgada, la preclusión se vincula con la cosa juzgada formal, que implica
que la vía procesal se agota en un determinado momento impidiendo su
prosecución, puesto que ella se traduce en la prohibición de volver a discutir lo ya
decidido, la doctrina la llama suma preclusión o preclusión máxima. No obstante
la preclusión y la cosa juzgada tienen diferencias:
La cosa juzgada produce efectos fuera del proceso, en cambio la preclusión
produce efectos dentro del proceso y para ese proceso.
La cosa juzgada supone un proceso terminado, en cambio la preclusión sólo
produce efectos en un proceso en desarrollo.
No obstante estas diferencias, ambas tienen en común que impiden una nueva
discusión.
La cosa juzgada versa sobre toda la materia del proceso, en cambio la preclusión
versa sobre materias especificas, particulares.
134
13.-Principio de la buena fe procesal
135
Respecto a estos últimos, nos encontramos con ciertos asuntos accesorios a la
cuestión principal llamados Incidentes, que se reconocen en el C.P.C., los que
pueden tramitarse en cuadernos separados, los que no influyen en la cuestión
principal, y se sigue desenvolviendo independientemente; los que necesariamente
deben ir en cuadernos separados, y otros que deben ir conjuntamente con la
cuestión principal, ejemplo las medidas precautorias.
136
Las reglas que deben respetarse para la formación del expediente son las siguientes:
a.- Todas las piezas que deben formar el proceso se deben ir agregando
sucesivamente en el orden de presentación.
b.- El secretario, debe al agregar una pieza al expediente numerar cada
foja en cifras y en letras, lo que en la práctica se verifica en la parte superior
derecha de cada pieza del expediente.
Sólo se exceptúan del cumplimiento de esta obligación las piezas que por su
naturaleza no pueden agregarse al proceso o que por motivos fundados se manden
reservar fuera del proceso.(Art. 34 del C.P.C.)
c.- Ninguna pieza del proceso podrá retirarse sin que previamente lo
decrete el tribunal que conoce de la causa.(Art. 29 inc. 2° del C.P.C.)
En caso que el tribunal mediante resolución autorice el retiro de una pieza del
expediente (p.ej. una escritura que se hubiere acompañado en parte de prueba),
es posible desglosar una o más fojas del proceso, deberá colocarse en su lugar una
nueva foja con la indicación del decreto que ordenó el desglose y del número y
naturaleza de las piezas desglosadas. No se alterará, sin embargo, la numeración de
las piezas que queden en el proceso, y se conservará también la de las que se
hayan separado, en el nuevo expediente de que pasen a formar parte,
agregándose la que en éste corresponcla. (Art. 35 del C.P.C.).
Los requisitos que deben cumplirse respecto de la presentación de cada escrito son
los siguientes:
a.- En cuanto al papel que se debe utilizar para formular la solicitud nada
se establece en la actualidad.
Antiguamente, la Ley de Timbres y Estampillas establecía que los escritos debían
presentarse en papel sellado, que era un papel impreso por la Casa de Moneda
que tenía un valor determinado por cada hoja y que contenía 30 líneas por cada
foja para ser utilizados en su escritura. Con posterioridad, se eliminó la existencia de
dicho papel y la costumbre hizo que se reemplazara por papel proceso. Sin
embargo en la actualidad, por el uso de la computación la mayoría de los escritos
son presentados sólo en papel blanco, sin importar el tamaño de éste.
137
b.- En cuanto a la forma o contenido, el legislador sólo se establece que el
escrito debe encabezarse con una suma que indique su contenido o el trámite de
que se trata.(art. 30 del C.P.C.)
En general, podemos señalar que en todo escrito podemos diferencias tres partes:
La suma, el contenido y la petición.
La suma del escrito es la parte en la cual se contiene un resumen del
contenido de éste o de las peticiones que se formulan al tribunal, pudiendo ser ellas
una (P.Ej. Patrocinio y poder) o varias, debiendo en tal caso diferenciarse en la
práctica mediante el señalamiento de las diversas peticiones que se formulan
señalándose la petición principal (En lo principal) de las otras que se contienen
mediante otrosíes, que en nuestro idioma significa "además". (P.Ej. En lo principal:
Deduce demanda en juicio ordinario. En el primer otrosí: Acompaña documentos,
con citación. En el segundo otrosí: Patrocinio y poder.)
El contenido del escrito es aquella parte de éste en el cual se individualiza el
tribunal, con posterioridad la parte que efectúa la presentación, el proceso en el
cual se dicta la resolución, el que se individualizará con el número de rol que se le
debe asignar por el tribunal en la primera resolución que pronuncie (art.51 del
C.P.C.) y con el nombre de las partes que figuran en la carátula del expediente, y
después corresponde el desarrollo del escrito para lo cual no existen términos
sacramentales, terminando el contenido con él POR TANTO, en el cual se señalan las
normas legales que fundamentan la petición formulada.(P.Ej. S.J.L.Civil, S.L.J. del
Crimen, S.J.L. de Policía Local, S.J.L. de Menores, etc. XXX, por el demandante, en el
juicio ordinario Rol 1-2008, caratulado "S00 con ZZZ", a US. respetuosamente digo:
Designo abogado patrocinante y confiero poder a don NNN, abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión, patente al día de la L Municipalidad de Santiago,
domiciliado en calle Huérfanos 11 Oficina N° 12 , Primer Piso, de esta ciudad POR
TANTO, de conformidad a lo establecido en los artículo s 6 y 7 del.C.P.C. y 1 y2 de la
Ley 18.120).
141
expediente. Estas deberán ser debidamente certificadas, en cada hoja, por el
secretario del tribunal.
Excepcionalmente, se contempla el envió del expediente original, en caso que
haya imposibilidad de sacar fotocopias en el lugar asiento del tribunal, lo que debe
certificar el secretario. Además, se contempla la remisión del expediente original, en
casos urgentes, o cuando el tribunal lo estime necesario, por resolución fundada, o
cuando el expediente tenga más de 250 fojas. (Art. 37 inciso final).
El secretario del tribunal que remite las fotocopias u el expediente original debe
exigir el correspondiente recibo del secretario del tribunal que recepciona el
expediente.(art 37 inc. 1° del C.P.C.).
142
LA SUSPENSION, PARALIZACION Y EXTINCION DEL PROCEDIMIENTO.
Por otra parte, los tribunales superiores de aquel que conoce de un proceso
pueden ordenarle al inferior la tramitación de uña causa mediante la orden de no
innovar en los recursos de apelación concedido en el sólo efecto devolutivo y en el
recurso de queja.
144
C.- LA EXTINCIÓN DEL PROCEDIMIENTO.
La forma normal de terminación del proceso, dado su carácter teleológico,
será mediante la dictación de una sentencia definitiva, a través de la cual una vez
firme o ejecutoriada se resuelve en forma irrevocable e inmutable el conflicto
sometido a la decisión del tribunal.
Sin embargo, existen otros medios o manera anormales de poner término al
proceso, como la transacción (Art. 2.460 C.Civ.), el avenimiento y la conciliación
total (Art. 267 C.Civ.), el desistimiento de la demanda (Art.148 del C.P.C.), el
abandono del procedimiento (Art. 152 y siguientes del C.P.C.).
LOS PLAZOS
I.- REGLAMENTACION
II.- CONCEPTO.
El plazo o término procesal es el espacio de tiempo fijado por la ley, el juez o las
partes para el ejercicio de una facultad o la realización de un acto jurídico procesal
dentro del proceso.
Hay quienes efectuaban una distinción entre el plazo, que era el período
establecidas para cuestiones derivadas del cumplimiento de obligaciones civiles y el
término, que era el período establecido para cuestiones procesales. En nuestra
legislación, doctrina y jurisprudencia no se efectúa esa distinción, siendo ambas
expresiones sinónimas.
145
Si el mes en que ha de principiar el plazo de meses o años constare de más días que
el mes en que ha de terminar el plazo, y si el plazo corriere desde alguno de los días
en que el primero de dicho meses excede al segundo, el último día del plazo será el
último día de este segundo mes.
Se aplicarán estas reglas a las prescripciones, a las calificaciones de edad, y en
general a cualesquiera plazos o términos prescritos en las leyes o en los actos de las
autoridades chilenas; salvo que en las mismas leyes o actos se disponga
expresamente otra cosa".
De acuerdo al artículo 49 del Código Civil, "Cuando se dice que un acto debe
ejecutarse en o dentro de cierto plazo, se entenderá que vale si se ejecuta antes de
la medianoche en que se termina el último día del plazo; y cuando se exige que
haya transcurrido un espacio de tiempo para que nazcan o expiren derechos, se
entenderá que estos derechos no nacen o expiran sino después de la medianoche
en que termine el último día de dicho espacio de tiempo."
Según estas normas contenidas en el Código Civil, dos son los principios que se
establecen respecto del cómputo de los plazos:
1°.- Los plazos han de ser completos.
2°.- El plazo corre hasta la medianoche del último día del plazo, si este es de
días, meses o años.
Los plazos son susceptibles de ser clasificados desde diversos puntos de vista:
146
d.- En cuanto a la posibilidad de extender el plazo más allá de su vencimiento
una vez que hubiere comenzado a correr.
desde este punto de vista los plazos se clasifican en prorrogables e improrrogables.
e.- En cuanto al instante a partir del cual comienza el computo del plazo.
desde este punto de vista se clasifican en comunes e individuales.
147
pueden de común acuerdo establecer el procedimiento para la resolución del
conflicto.
148
La distinta extensión con la cual se contempla el establecimiento del plazo
tiene importancia en los siguientes aspectos:
a.- En cuanto a su computo, dado que el carácter de computo completo
de un plazo, en el sentido de extenderse éste hasta la medianoche del día en que
éste vence, sólo se aplica a los plazos de días, meses y años, pero no respecto de los
plazos de horas de acuerdo a lo establecido en el artículo 48 del Código Civil.
b.- En cuanto a su carácter de continuo o discontinuo, puesto que sólo los
plazos de días y que se encuentran establecidos en el Código de Procedimiento
Civil se suspenden durante los días feriados. (Art. 66 del C.P.C.)
149
consecuencia, la posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar
el acto se extingue al vencimiento del plazo. En estos casos el tribunal, de oficio o a
petición de parte, proveerá lo que convenga para la prosecución del juicio, sin
necesidad de certificado previo."
A partir de esa modificación legal, la regla de la fatalidad de los plazos se
extendió a todos los términos que el legislador establece en el Código de
Procedimiento Civil, sin importar la expresión que se utilice para su establecimiento.
En consecuencia, en la actualidad se puede establecer como regla general
que revisten el carácter de fatales todos los plazos establecidos por el legislador en
el Código de Procedimiento Civil, cualquiera sean la expresiones que éste utilice y la
extensión que ellos tengan.
Dada la extensión de esta regla a todos los plazos establecidos en el Código
de Procedimiento Civil, algunas disposiciones de éste carecen en la actualidad de
trascendencia, puesto que sólo reiteran para situaciones específicas la fatalidad del
plazo. Ello ocurre por ejemplo en el artículo 463 del C.P.C. al señalar la fatalidad de
los plazos para oponer excepciones por el ejecutado en el juicio ejecutivo.
151
De acuerdo con ello, para que una facultad procesal se extinga por la rebeldía de
la parte respectiva en su ejercicio es menester que concurran los siguientes
requisitos.
a.- Que se haya establecido un plazo judicial para el ejercicio de la
facultad por la parte respectiva
b.- Que haya transcurrido el plazo judicial sin haberse ejercido la facultad
por la parte respectiva
c.- Que el tribunal, de oficio o a petición de la otra parte, acuse la
rebeldía teniendo por evacuado ese trámite, proveyendo lo que convenga para la
prosecución del juicio.
d.- Que se notifique la resolución que declare tener por evacuado el
trámite en rebeldía, puesto que esa resolución no produce efectos mientras ella no
sea notificada de acuerdo a lo establecido en el artículo 38 del C.P.C..-
152
En consecuencia, nunca será prorrogable un plazo judicial si la prórroga se
solicita una vez transcurrido el término judicial, sin perjuicio de poder ejercer la
facultad si no se hubiere acusado la rebeldía.
3° Que se alegue justa causa, la que será apreciada prudencialmente por el
tribunal.
En todo caso, la prórroga que se conceda por el tribunal nunca podrá
comprender una ampliación del término más allá de los días asignados por la ley de
acuerdo a lo previsto en el artículo 68 del Código de Procedimiento Civil.
Plazos Comunes son aquellos que corren conjuntamente para todas las partes a
contar de la última notificación.
Los plazos comunes constituyen la excepción dentro de nuestro derecho, y en
consecuencia, su consagración requiere de texto expreso de ley.
Constituyen ejemplos de plazos comunes el que tienen los demandado para
contestar la demanda en el juicio ordinario de acuerdo a lo previsto en el artículo
260 del C.P.C., el término probatorio en el juicio ordinario según lo prescrito en el
artículo 327 de ese Código y el plazo para la realización de comparendo de
discusión en el juicio sumario de acuerdo a lo establecido en el artículo 683 del
citado cuerpo legal.
Esta clasificación de los plazos individuales y comunes se encuentra
contemplada en el artículo 65 del código de Procedimiento Civil y ella tiene gran
importancia para los efectos de determinar el instante a partir del cual comienza a
correr el plazo para la realización de una actuación dentro del procedimiento.
Plazos Continuos son aquellos que corren sin interrumpirse por la interposición de días
feriados.
Esta clase de plazos constituye la regla general dentro de nuestra legislación.
En materia del derecho común, el artículo 50 del Código Civil establece que "en los
plazos que se señalaren en las leyes o en los decretos del Presidente de la República
o de los tribunales o juzgados, se comprenderán aún los días feriados, a menos que
153
el plazo señalado sea de días útiles, expresándose así, pues en tal caso no se
contarán los feriados",
En consecuencia, todos los plazos establecidos por el Poder Ejecutivo, Legislativo o
Judicial, son continuos, puesto que se comprenden en su cómputo todos los días,
incluidos los feriados.
Para que nos encontremos en los actos que emanan de esos Poderes ante un plazo
discontinuo es menester que expresamente se le otorgue ese carácter.
Plazos Discontinuos son aquellos que se suspenden en su cómputo durante los días
feriados.
De acuerdo a lo previsto en el artículo 66 del Código de Procedimiento Civil, "los
términos de días que establece el presente Código, se entenderán suspendidos
durante los feriados, salvo que el Tribunal, por motivos justificados, haya dispuesto
expresamente lo contrario”
I. REGLAMENTACION.
Las actuaciones judiciales se encuentran reglamentadas en el Título VII del Libro I del
Código de Procedimiento Civil, que comprende los artículos 59 a 77 de éste.
II. CONCEPTO
Debemos recordar que el proceso es la secuencia o serie de actos que se
desenvuelven progresivamente, con el objeto de resolver mediante un juicio de
autoridad, el conflicto sometido a su decisión.
En un sentido genérico, la actuación judicial vendría a ser todo acto jurídico
procesal realizado por las partes, el tribunal o terceros que conforman el proceso
que ha de existir para la resolución de un conflicto.
Sin embargo, en la reglamentación de las actuaciones judiciales el legislador sólo se
refirió con esa denominación "a las resoluciones y demás actos de proceso en que
interviene el tribunal que conozca de la causa y para cuya validez se exige la
correspondiente autorización del funcionario llamado a dar fe o certificado de su
existencia” (arts 61 inciso 3° y 70 del CPC)
De acuerdo con ello, las actuaciones judiciales son los actos jurídicos procesales,
más o menos solemnes, realizados por o a través de tribunal, por las partes, los
terceros o auxiliares de la administración de justicia, de las cuales se deja testimonio
en el expediente y que deben ser autorizadas por un ministro de fe.
1.-Las actuaciones judiciales deben realizarse ante o por orden del tribunal
que conoce de la causa;
En el procedimiento le corresponde al juez dirigir el debate, por lo que todas las
actuaciones que se realizan deben ser efectuadas previa orden o ante el tribunal.4
Una actuación judicial que se realiza por orden del tribunal será por ejemplo el
comparendo de discusión en el juicio sumario.
Por otra parte, será una actuación judicial que se realiza ante el tribunal la rendición
de una prueba de testigos (art.365 del C.P.C.), la confesión judicial provocada o
absolución de posiciones (Art. 388 del C.P.C.), etc.
Excepcionalmente, las actuaciones no se realizan ante el juez o por orden del juez
que conoce de la causa en los casos en que se encomienden expresamente por la
ley a los secretarios u otros ministros de fe, o en que se permita al tribunal delegar sus
funciones, o en que las actuaciones hayan de practicarse fuera del lugar en que se
siga el juicio. (Art 70 CPC)
La forma en la cual el tribunal delega su competencia en otros tribunales es a través
de los exhortos, la que tiene un carácter específico dado que el tribunal exhortado
no puede más que ordenar su cumplimiento en la forma que indique el exhorto, y no
podrá decretar otras gestiones que las necesarias a fin de darle curso y habilitar al
juez de la causa para que resuelva lo conveniente. (art 71 CPC)
En el nuevo proceso penal, el artículo 14 del Código Procesal Penal prevé que todos
los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no se
suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
- Cuando la actuación haya de prestarse fuera del lugar en que se sigue el juicio,
caso en el cual se encomienda la práctica de la actuación a otro tribunal por
medio de un exhorto de acuerdo a lo previsto en los artículos 71 y siguientes del
C.P.C..-
158
IV. A.- EL JURAMENTO.
El legislador respecto de diversas actuaciones judiciales ha establecido como
trámite necesario para la validez de la actuación judicial que uno de los
intervinientes preste juramento, sea acerca de decir verdad, como en el caso de los
testigos (Art. 363 del C.P.C.) y de los absolventes en la confesión judicial provocada
(Art. 390 del C.P.C.) o acerca de desempeñar un cargo con fidelidad, como los
peritos (Art. 417 del C.P.C.).
La forma y la fórmula en que se debe tomar el juramento, salvo norrna especial
diversa, es la contemplada en el artículo 62 del C.P.C., el cual establece al respecto:
"Siempre que en una actuación haya de tomarse juramento a alguno de los
concurrentes, se le interrogará por el funcionario autorizante al tener de la siguiente
fórmula: "¿Juraís por Dios decir verdad acerca de lo que se os va a preguntar?, o
bien, Juraís por Dios desempeñar fielmente el cargo que se os confía?, según la
naturaleza de la actuación. El interrogado deberá responder: "Si juro".-
160
V. 2.- ACTUACION JUDICIAL DECRETADA CON CITACION.
A esta forma de disponer la práctica de una actuación judicial se refiere el inciso
primero del artículo 69 del Código de Procedimiento Civil, al establecer que "siempre
que se ordene o autorice una diligencia con citación, se entenderá que no puede
llevarse a efecto sino pasados tres días después de la notificación de la parte
contraria, la cual tendrá el derecho de oponerse o deducir observaciones dentro de
dicho plazo, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el
incidente "
En otras palabras, ello significa que presentada una solicitud de parte para la
práctica de una actuación judicial que debe decretarse con citación, el tribunal
debe proveer el escrito en que solicita esta "Como se pide, con citación".
La contraparte tiene un plazo de tres días fatales desde la notificación de esa
resolución para oponerse o deducir observaciones respecto de la actuación
solicitada.
Dentro del plazo de esos tres días fatales la parte contraria puede asumir dos
actitudes:
a).- No oponerse o deducir observaciones dentro de ese plazo.
En este caso, la actuación judicial podrá llevarse a cabo inmediatamente de
transcurrido el plazo de tres días contados desde la notificación de la resolución que
dio lugar a su práctica al proveer la solicitud "Como se pide, con citación ".
b).- Oponerse o deducir observaciones dentro del plazo de tres días
respecto de la actuación solicitada.
La actuación judicial podrá llevarse a cabo en este caso sólo una vez que se haya
fallado y notificado a las partes la resolución que rechace el incidente que generó
el escrito de oposición u observaciones a la solicitud de la realización de la
diligencia.
La solicitud de una actuación judicial que debe decretarse con citación importa
que ella debe ser proveída de inmediato "Como se pide, con citación"; la que
puede efectuarse luego de transcurridos los tres días de notificada esa resolución si
161
no se deducen observaciones u oposición por la otra parte, o luego de notificado el
fallo que resuelve el incidente a que dan lugar las observaciones u oposición que se
hubiere formulado dentro de esos tres días.
Como ejemplo de esta forma de decretar una actuación judicial podemos citar el
aumento del término probatorio para rendir prueba dentro del territorio de la
República. (Art.336 C. P.C.).-
Debemos advertir que esta forma de decretar de plano las actuaciones judiciales
no se encuentra contemplada en nuestro ordenamiento jurídico y que no sería
posible darle aplicación a menos de existir disposición legal expresa, puesto que las
actuaciones siempre deben a los menos ser ordenadas por una resolución judicial, la
que para producir efectos requiere, como regla general y salvo norma expresa
especial en contrario, ser siempre notificada a las partes de acuerdo a lo previsto en
el artículo 38 del C.P.C.-
162
LAS NOTIFICACIONES
I.- GENERALIDADES
A.- REGLAMENTACION.-
Se rigen por las reglas del Título VI del Libro I del C.P.C. (art.38 y sgtes.) y por las
disposiciones comunes referentes a las actuaciones judiciales del Título VII del Libro I
del C.P.C.
A este respecto, es menester precisar que esos preceptos del Código de
Procedimiento Civil regulan normas acerca del procedimiento relativas a las
notificaciones, por lo que ellas son de orden público e irrenunciables. Es por ello, que
las partes no pueden renunciar en un contrato ni prescindir o alterar las formalidades
con las que la ley ha revestido a las notificaciones judiciales. Excepcionalmente, en
los juicios arbitrales se faculta a las partes para que unánimemente acuerden otra
forma de notificación distinta a la personal o por cédula. (art.629 C.P.C.).
B.- CONCEPTO.-
Etimológicamente la expresión notificar proviene del latín notificare, derivado de
notus, que significa conocido, y de facere, que quiere decir hacer. En
consecuencia, notificar significa hacer conocido, poner en conocimiento o hacer
conocer.
Dentro de la doctrina nacional podemos destacar las siguientes definiciones:
La Notificación es la actuación judicial que tiene por objeto poner en conocimiento
de las partes una resolución judicial. (Fernando Alessandri).
La Notificación es la actuación judicial, efectuada en la forma establecida por la
ley, que tiene por finalidad principal dar eficacia a las resoluciones judiciales y
comunicar éstas a las partes o terceros. (Mario Mosquera Ruiz).
C.- IMPORTANCIA
Las notificaciones judiciales son importantes desde un triple aspecto:
1.- Permiten materializar dentro del proceso el principio de la bilateralidad
de la audiencia, puesto que al poner en conocimiento de las partes una resolución
judicial les posibilita ejercer respecto de estas sus derechos; en definitiva, ejercer su
posibilidad a ser oído.
2.- Permiten que las resoluciones judiciales produzcan efectos.
Al efecto, el art. 38 del C.P.C. prescribe que "las resoluciones judicial sólo
producen efectos en virtud de notificación hecha con arreglo a la ley, salvo los
casos expresamente exceptuados por ella".
D.- REQUISITOS.
Las notificaciones son una categoría especial de actuaciones judiciales y como
tales, salvo norma expresa en contrario, deben aplicarse las disposiciones del Título
VI del Libro I del C.P.C.
Las notificaciones, como en general la mayoría de los actos jurídicos procesales, son
actos de carácter unilateral. Ello se ratifica expresamente para las notificaciones por
el art.39 del C.P.C., el cual prescribe que "para la validez de la notificación no se
requIere el consentimiento del notificado".
Al respecto, agrega el art. 57 de ese Código, que "las diligencias de notificación que
se estampen en los procesos, no contendrán declaración alguna del notificado,
salvo que la resolución ordene, o que por su naturaleza, requiera esa declaración".
164
E.- CLASIFICACION.
Las notificaciones pueden clasificarse fundamentalmente en cuanto a: 1.- La
finalidad que se persigue con su práctica y 2.- En cuanto a la forma en la que se
practican
165
2.- EN CUANTO A LA FORMA.-
El Título VI del Libro I del C.P.C. reglamenta las siguientes especies o formas de
notificación:
1.- Notificación personal
2.- Notificación personal subsidiaria, notificación personal no en persona o
notificación personal art. 44 del C.P.C.
3.- Notificación por cédula.
4.- Notificación por avisos.
5.- Notificación por el Estado Diario.
6.- Notificación tácita.
7.- Notificación ficta
8.- Notificaciones especiales.
166
la Ley 19.382, publicada en el Diario Oficial de 24 de Mayo de 1995, para la practica
de la notificación personal todos los días son hábiles para tal efecto, si ella se
practica en lugares y recintos de libre acceso público, en la morada o lugar donde
pernocta el notificado o en el lugar donde éste ordinariamente ejerce su industria,
profesión o empleo, o en cualquier recinto privado en que éste se encuentre y al
cual se permita el acceso del ministro de fe.(Artículo 41 incisos 1° y 2° del Código de
Procedimiento Civil.)
Sin embargo, debemos tener presente que "si la notificación se realizare en un
día inhábil, los plazos comenzarán a correr desde las cero horas del día hábil
inmediatamente siguiente."(Art.41 primera parte del inciso tercero del Código de
Procedimiento Civil.)
Además, si la notificación personal "se hubiere practicado fuera de la
comuna donde funciona el tribunal, los plazos se aumentarán en la forma
establecida en los artículos 258 y 259 ".(Art.41 segunda parte del inciso tercero del
Código de Procedimiento Civil.)
En consecuencia, en la actualidad no cabe la habilitación de día para la
práctica de la notificación de acuerdo a lo previsto en el art.60 del C.P.C., puesto
que para esos efectos todos los días son hábiles a partir de la vigencia de la Ley
19.382 que modificara en tal sentido su artículo 41.
Por otra parte, existe una expresa constancia que el cómputo del termino de
emplazamiento no puede comprender días inhábiles, por lo que de efectuarse la
notificación en día inhábil, siguiendo a éste otros días inhábiles, el plazo se comienza
a computar sólo a partir del día hábil inmediatamente siguiente.
El legislador, en el inciso final del artículo 41 del C.P.C., no ha señalado los días
hábiles para la práctica de la notificación personal cuando ella se verifique en el
oficio del secretario, la casa que sirva de despacho del tribunal y la oficina o
despacho del ministro de fe que practique la notificación. En consecuencia, en los
casos en que la notificación personal se verifique en alguno de estos lugares deberá
aplicarse la regla general contemplada para las actuaciones judiciales
contemplada en el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil, de acuerdo con
la cual son días hábiles lo no feriados.
169
b) El Receptor, respecto de las notificaciones personales que realice en los
restantes lugares hábiles, pero nunca dentro de las oficinas del Secretario. (art.390
del C.O.T.).
c) El Notario Público u Oficial de Registro Civil que exista en la localidad,
en aquellos lugares en que no exista receptor judicial.(Art.58 inciso segundo del
Código de Procedimiento Civil, incorporado por la Ley 19.382).
d) Un empleado del tribunal designado por el juez como ministro de fe ad
hoc (art 58 CPC)
A.- PROCEDENCIA.
Esta forma de notificación personal se aplica cada vez que, intentando el ministro
de fe competente practicar la notificación del art.40 (personal en persona), ésta
no se verifique por no haberse encontrado a la persona que se trata de notificar en
su habitación o en el lugar donde habitualmente ejerce su profesión, industria o
empleo, en dos días distintos (art.44 inc.1° del C.P.C.).
Esta notificación personal siempre se efectúa fuera del recinto del tribunal, por lo
tanto, el único funcionario competente para practicarla es el receptor, y en aquellos
lugares en que no exista éste, el Notario Público u Oficial de Registro Civil que exista
en la localidad.
Teniendo en consideración que en esta materia juega un papel importante la
costumbre, el art.44 ha sido acomodado en la práctica para que ella se lleve a
cabo de la siguiente manera:
1.- Búsqueda.-
2.- Certificación.
3.- Solicitud de notificación personal subsidiaria.
4.- Resolución del Tribunal que ordene la práctica de la notificación.
5.- Notificación.
6.- Aviso.
2.- Certificación.
El interesado debe requerir al receptor que estampe en el expediente un certificado
de "búsquedas", en el que se consigna lo actuado por el ministro de fe, según lo
señalado precedentemente.
5.- Notificación.
Señala el art.44, inc.2° del C.P.C. que una vez que se hayan acreditado los dos
hechos mencionados precedentemente con el certificado del ministro de fe,
"ordenará el tribunal que la notificación se haga entregando (el receptor) las copias
a que se refiere el art.40 a cualquiera persona adulta que se encuentre en la
morada o en el lugar donde la persona que se va a notificar ejerce su industria,
profesión o empleo. Si nadie hay allí, o si por cualquiera otra causa no es posible
entregar dichas copias a las personas que se encuentren en esos lugares, se fijará en
la puerta un aviso que dé noticia de la demanda, con especificación exacta de las
partes, materia de la causa, juez que conoce en ella y de las resoluciones que se
notifican ".-
173
De acuerdo a lo previsto en ese precepto se da por notificada a una persona
que ni siquiera se le ha encontrado no existiendo en este caso un enfrentamiento
físico del Ministro de Fe con una persona para que se entienda perfeccionada la
notificación. La desvinculación entre el "notificado" y la persona a la que se trata de
notificar, es evidente, toda vez que no es necesario notificar a la persona misma que
debe serlo sino que a cualquier persona adulta que recibe del ministro de Fe las
copias que el precepto indica o debe fijarla en la puerta si nadie acude a sus
llamados.
En el inciso final del artículo 44 se establece para facilitar la practica de esta
notificación personal subsidiaria, que "en caso que la morada o el lugar donde
pernocta o el lugar donde habitualmente ejerce su industria, profesión o empleo, se
encuentre en un edificio o recinto al que no se permite el libre acceso, el aviso y las
copias se entregarán al portero o encargado del edificio o recinto, dejándose
testimonio expreso de esta circunstancia."
6.- Aviso.
El legislador, por la Ley 18.705, modificada por la Ley 18.804, introdujo el envío de un
aviso por carta certificada para asegurarse que en la notificación del art.44, el
notificado tuviera conocimiento de ella.
Al respecto, se estableció que el ministro de fe deberá dar aviso de la notificación
practicada al notificado conforme al art.44, dirigiéndole para tal efecto carta
certificada por correo, en el plazo de dos días contados desde la fecha de la
notificación o desde que se reabran las oficinas de correo, si la notificación se
hubiere efectuado en domingo o festivo.
174
La carta podrá consistir en tarjeta abierta que llevará impreso el nombre y domicilio
del receptor y deberá indicar el tribunal, el número de ingreso de la causa y el
nombre de las partes.
La omisión en el envío de la carta no invalidará la notificación, pero:
a) Hace responsable al ministro de fe de los daños y perjuicios que se
originen; y
b) El tribunal, previa audiencia del afectado, deberá imponerle al Ministro
de fe alguna de las medidas que se señalan en los números 2, 3 y 4 del art.532 del
C.O.T. (art.46 del C.P.C.).
B.- REQUISITOS.
Al respecto, debemos señalar que se aplican los requisitos comunes a toda
actuación judicial y que señalamos a propósito de la notificación personal,
debiendo efectuarse en día y hora hábil, puesto que para ella no rigen las
modificaciones que respecto de estas materias se contemplan sólo respecto de la
175
notificación personal; dejarse constancia en el proceso; y ser el acta autorizada y
firmada por el Ministro de Fe.
Además, deben cumplir con los requisitos propios de la notificación por cédula, que
son:
a) Debe efectuarse en lugar hábil (art.48 del C.P.C.).
El lugar hábil para practicar la notificación es "el domicilio del notificado".
El domicilio del notificado es aquel que debe designar todo litigante en la primera
gestión judicial que realice, el que debe encontrarse dentro de los límites urbanos
del lugar en que funciona el tribunal.
Esta designación se considerará subsistente mientras no haga otra la parte
interesada, aunque de hecho cambie su morada.
El inc.2° del art.49 del C.P.C. debemos entenderlo derogado orgánicamente por la
eliminación de los tribunales inferiores (jueces distrito y subdelegación) efectuado
por la Ley 18.776.
La sanción para incumplimiento de la obligación de designar domicilio consiste en
que las resoluciones que deben practicarse por cédula, se notificaran por el estado
diario respecto
de las partes que no hagan la designación de domicilio conocido y mientras ésta no
se haga.
Esta sanción por expresa disposición de la ley, se hace efectiva "sin necesidad de
petición de parte y sin previa orden del tribunal (art.53 del C.P.C.).
La referida sanción no sería aplicable al litigante que no ha comparecido a juicio
(rebelde), puesto que la exigencia de fijar domicilio que establece el art.49 del
C.P.C. se refiere sólo a aquellos que hubieren efectuado alguna gestión en el juicio,
situación en la cual no se encuentra el rebelde. Esta tesis ha sido compartida por la
Jurisprudencia, pero no en forma unánime. Otro sector de la Jurisprudencia ha
sostenido que esta sanción es aplicable también al rebelde, puesto que ella opera
atendiendo únicamente a que no se ha fijado domicilio, puesto que la pasividad del
rebelde no puede llegar a constituir un entorpecimiento para el reaular desarrollo
del procedimiento.
Debemos recordar que en caso de haber designado apoderado o mandatario
judicial la parte en el proceso, la notificación por cédula deberá efectuarse al
primero y no a esta última.
176
c) Debe efectuarse la notificación en la forma que establece la ley.
La notificación se práctica por el ministro de fe entregando en el domicilio del
notificado copia íntegra de la resolución y los datos para su acertada inteligencia
en la forma establecida en el inc.2° del art.44. (art.48, inc.1° y 2° del C.P.C.)
Los datos para la acertada inteligencia (el número del Rol del proceso, la
identificación del proceso según la clase de juicio y nombre de las partes, el tribunal
ante el cual se sigue el proceso) generalmente en la práctica son estampados por el
Receptor en el margen superior izquierdo de la copia de la resolución que notifica.
Con posterioridad a la notificación, el Ministro de Fe "debe poner en los autos
testimonio de la notificación con expresión del día y lugar, del nombre, edad,
profesión y domicilio de la persona a quien se haga la entrega". En la práctica, los
receptores certifican que se ha entregado cédula en el domicilio del notificado a
una persona adulta que no quiso firmar o que se fijo en la puerta de éste al no
acudir nadie a sus llamados.
178
D. FORMA DEL ESTADO.
El Estado significa lista, rol o relación. De acuerdo con ello señala el art. 50, inc.2° y
ss.: "Se encabezará el estado con la fecha del día en que se forme, y se
mencionarán por el número de orden que les corresponda en el rol general,
expresado en cifras y en letras, además por los apellidos del demandante y del
demandado o de los primeros que figuren con dicho carácter si son varios, todas las
causas en que se haya dictado resolución en aquel día, y el número de resoluciones
dictadas en cada una de ellas. Se agregará el sello y firma del secretario”.
Señala el art.54 del CPC. que "cuando haya de notificarse personalmente o por
cédula a personas cuya individualidad o residencia sea difícil de determinar, o que
por su número dificulten considerablemente la práctica de la diligencia, podrá
hacerse la notificación por medio de avisos publicados en los diarios o periódicos del
lugar donde se sigue la causa cabecera de la provincia, o de la capital de Región,
si allí no los hubiere”.
179
B.- REQUISITOS DE PROCEDENCIA.
Los requisitos que deben concurrir para la práctica de una notificación por avisos
son:
1.- La notificación que legalmente corresponde efectuar es una personal
o por cédula;
2.- La concurrencia de las circunstancias que habilitan para solicitar esta
forma de notificación.
Estas circunstancias se reducen conforme a lo previsto por el legislador a la
concurrencia de a lo menos una de las dos siguientes:
a) se trata de notificar a una persona cuya individualidad o residencia es
difícil de determinar, o
b) se trata de notificar a personas que por su número dificultan
considerablemente la práctica de la diligencia.
Nuestra jurisprudencia ha resuelto que la notificación por avisos sólo es procedente
cuando las personas a quienes haya de notificarse mediante este modo se
encuentren residiendo en el territorio de la República atendido el lugar en que la ley
ordene efectuar las publicaciones.
3.- El tribunal debe apreciar los antecedentes con conocimiento de
causa.
En ningún caso el tribunal puede fallar sin más y de plano la solicitud. En efecto,
prescribe el art.54, inc.2° del C.P.C. que "para autorizar esta forma de notificación, y
para determinar los diarios o periódicos en que haya de hacerse la publicación y el
número de veces que deba repetirse, el cual no podrá bajar de tres, procederá el
tribunal con conocimiento de causa y con audiencia del ministerio público".
Este conocimiento de causa se puede adquirir a través de certificados de
búsquedas; oficios a distintos servicios públicos, especialmente, a Correos, Policía
Internacional, Registro Civil, etc.
4.- Con los antecedentes acompañados, el tribunal debe ordenar
expresamente la práctica de la notificación.
En la resolución que se dicta el tribunal debería autorizar la notificación por avisos,
determinar los diarios en que haya de practicarse y establecer el número de veces
que deben efectuarse las publicaciones, el cual no puede ser inferior a tres.
C.-FORMA DE REALIZARSE.
La notificación por avisos se concreta en las publicaciones que exige la ley. Estas
publicaciones deben realizarse por lo menos tres veces en el diario o periódico del
lugar en que se sigue el juicio y, en caso de no haberlo, se publicaran en el de la
cabecera de la provincia o de la capital de la Región si allí no los hay.
La ley establece que los avisos publicados contienen los mismos requisitos y
menciones que se exigen para la notificación personal y por cédula, pero si la
publicación en esta forma es muy dispendiosa, atendida la cuantía del negocio,
180
podrá disponer el tribunal que se haga en extracto redactado por el
secretario.(Art.54 inc.1° del C.P.C.).-
Agrega el art.54, inciso fmal que "cuando la notificación hecha por este medio sea
la primera de una gestión judicial, será necesario además, para su validez, que se
inserte el aviso en los números del Diario Oficial correspondiente en los días primero o
quince de cualquier mes, o al día siguiente, si no se ha publicado en las fechas
indicadas."
Debemos tener presente, no por requerimiento de la ley sino por razones de
seguridad jurídica, que se debe solicitar al secretario del tribunal que deje
constancia de las publicaciones realizadas a través de la certificación
correspondiente, dando con ello aplicación a lo dispuesto en el artículo 61 del
C.P.C.-
Lamentablemente, el legislador no señaló desde qué momento la notificación por
aviso iba a producir sus efectos. A juicio del Sr. Mosquera, la notificación producirá
sus efectos desde la publicación del último aviso, sea en el Diario Oficial o en los
otros diarios o periódicos.
Finalmente, se ha sostenido que en la notificación por avisos no es procedente el
aumento del término de emplazamiento, puesto que la notificación debe
entenderse practicada en el lugar en que se publicaron los avisos, que será el lugar
en que se sigue el. juicio.
Al tratar de esta materia, la ley aplica uno de los más importantes principios
formativos del procedimiento: el de la economía procesal.
El legislador parte de la base de que es absurdo exigir una notificación
cuando quien va a ser notificado demuestra que ya ha tomado conocimiento de lo
que se trata de notificarle.
En esto consiste, precisamente la notificación tácita o presunta: la ley le da
valor de una notificación a una actuación de parte que no es, propiamente, una
notificación, pero que, por el acto realizado, la supone. No es procedente en este
caso declarar la nulidad de la notificación, puesto que el notificado no ha
experimentado un perjuicio con la falta de notificación o con la realización viciada
de ella.
181
Esta forma de notificación produce un sano efecto: evita la nulidad de una
notificación y se aplica para suplir cualquier clase de notificación que no se hubiere
efectuado o que habiéndose practicado lo haya sido en forma defectuosa.
Señala el art. 55 del C.P.C. que "aunque no se haya verificado notificación
alguna o se haya efectuado en otra forma que la legal, se tendrá por notificada
una resolución desde que la parte a quien afecte haga en el juicio cualquiera
gestión que suponga conocimiento de dicha resolución, shi haber antes reclamado
la falta o nulidad de la notificación".
B.- REQUISITOS.
Estos son:
1) La existencia de una resolución que no se ha notificado o habiéndolo
sido se ha efectuado en una forma distinta a la señalada por la ley. Así, v.gr., no se
ha notificado la demanda o se notifica una demanda por cédula, debiendo
haberse notificado personalmente.
2) La parte a quien afecta esa falta o esa nulidad de la notificación, ha
realizado en el juicio cualquiera gestión que suponga el conocimiento de la
resolución. Así, v.gr., se apela de una sentencia definitiva de primera instancia que
no ha sido notificada o ha sido notificada por el estado diario; se asiste a un
comparendo sin haberse practicado la notificación.
3) La parte que realiza la gestión que supone la notificación, no reclama
la nulidad o falta de notificación en forma previa.
B. CAMBIO DE NOMBRE.-
Señala el art.2° de la Ley 17.344 que la solicitud en que se pida el cambio de
nombre "deberá publicarse en extracto en el Diario Oficial de las días 1° ó 15 de
cada mes, o al día siguiente hábil si dicho Diario no apareciere en las fechas
indicadas". (inc.2°).
183
D.- CEDULA DE ESPERA.-
A ella se refiere el art.443 N°1 del C.P.C., relativo a la notificación del
requerimiento de pago: "Este requerimiento debe hacérsele personalmente (al
deudor); pero si no es habido, se procederá en conformidad al art.44, expresándose
en la copia a que dicho artículo se refiere, a más del mandamiento, la designación
del día, hora y lugar que fije el ministerio de fe para practicar el requerimiento".
A) CONCEPTO.
La resolución judicial es el acto jurídico procesal que emana de los agentes de la
jurisdicción y mediante el cual dan curso al procedimiento, resuelven los incidentes
que se promueven durante el curso de él o deciden la causa o asunto sometido a su
decisión.
184
B) CLASIFICACION.
1) SEGÚN NACIONALIDAD DEL TRIBUNAL DEL CUAL EMANAN.
Se clasifican en resoluciones judiciales nacionales o extranjeras.
Tiene importancia para su ejecución o cumplimiento de acuerdo a las normas
previstas en el Título XIX del Libro I del C.P.C.
185
Ejemplo típico de esta clase de resoluciones son aquellas respecto de la
cuales se ha concedido el recurso de apelación en el solo efecto devolutivo y
aquellas respecto de los cuales se ha deducido recurso de casación en la forma o
en el fondo y no se encuentra en los casos excepcionales en que procede la
suspensión del cumplimiento del fallo (art.774 del C.P.C.).
El cumplimiento que se lleve a efecto respecto de la resolución se encuentra
condicionado a que se confirme ella al fallarse del recurso.
En este punto, debemos dejar en claro que nuestro legislador utiliza también
en algunas ocasiones la expresión sentencia de término (P. ej. art.98 del C.P.C.).
Sentencia de término es aquella que pone fin a la última instancia del juicio.
Así, son sentencias de término la sentencia definitiva de única instancia y la
sentencia definitiva de segunda instancia.
Los conceptos sentencia ejecutoriada y de término pueden coincidir, pero
ello no siempre es así, puesto que para efectuar la clasificación se toman puntos de
referencia distintos. Así por ejemplo, la resolución dictada en segunda instancia tiene
el carácter de sentencia de término, pero no se encontrará ejecutoriada si respecto
de ella se deduce el recurso de casación.
Esta clasificación reviste importancia por los diferentes efectos que producen unas y
otras.
Las sentencias de condena dan lugar a la vía ejecutiva posterior y se
constituye en mora al deudor desde la notificación de la demanda.
Las sentencias declarativas no dan origen a ejecución posterior, su finalidad
está en lograr su dictación y el hecho declarado existirá desde el momento en que
se produjo su fuente u origen.
187
8) SEGÚN SU NATURALEZA JURÍDICA DE ACUERDO A LO ESTABLECIDO EN EL
ART.158 DEL C.P.C.
a) SENTENCIA DEFINITIVA
Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto
que ha sido objeto del juicio (art.158 inc.2° del C.P.C.).
Para que una resolución revista el carácter de sentencia definitiva es menester que
concurran copulativamente los siguientes dos requisitos:
i) Debe poner fin a la instancia; y
ii) Debe resolver la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio.
La instancia es cada uno de los grados jurisdiccionales que la ley establece
para que los tribunales puedan conocer y fallar los negocios sometidos a su decisión
con facultad soberana para pronunciarse sobre todas las cuestiones de hecho y de
derecho que en ellos se suscitan.
Las sentencias definitivas pueden ser de única, primera y segunda instancia.
De acuerdo con esa definición, no tiene el carácter de sentencia definitiva aquella
que se pronuncia sobre el recurso de casación, puesto que éste no constituye una
instancia.
Por otra parte, las sentencias que declaran el desistimiento de la demanda, el
abandono del procedimiento o la prescripción del recurso apelación en contra de
la sentencia definitiva, no revisten el carácter de sentencia definitiva sino que son
interlocutorias, puesto que no deciden la cuestión o asunto que ha sido objeto del
juicio.
b) SENTENCIAS INTERLOCUTORIAS
Sentencia interlocutoria es aquella que falla un incidente del juicio, estableciendo
derechos permanentes, en favor de las partes (sentencia interlocutoria de primer
grado o clase ) o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el
pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria (sentencia
interlocutoria de segundo grado o clase ) (art.158, inc.3° del C.P.C.).
Ejemplos de sentencias interlocutorias de primer grado son las resoluciones que
declaran abandonado el procedimiento, aceptan el desistimiento de la demanda,
etc.
Ejemplos de sentencias interlocutorias de segundo grado, en materia civil, son las
resoluciones que reciben la causa a prueba, la que ordena despachar
mandamiento de ejecución y embargo, etc.
Las sentencias interlocutorias se subclasifican en sentencias interlocutorias que
ponen término al juicio o hacen imposible su continuación y sentencias
interlocutorias que no producen estos efectos. Esta subclasificación se formula por el
art.766 del C.P.C. para establecer la procedencia del recurso de casación, el cual
puede interponerse sólo en contra de aquellas interlocutorias que ponen término al
188
juicio o hacen imposible su continuación. (Ej. Resolución que declara el abandono
del procedimiento, declara el desistimiento de la demanda).
c) AUTOS:
Se encuentran definidos en el inc.4° del art.158 del C.P.C. por exclusión de los
efectos que produce el fallo de un incidente respecto de las sentencias
interlocutorias de primer grado.
De la interpretación conjunta de los incisos 3° y 4° del art.158 del C.P.C., podemos
llegar a definir los autos como "la resolución que recae en un incidente, sin
establecer derechos permanentes en favor de las partes".
El concepto de autos no puede hacerse extensivo a las sentencias interlocutorias de
segundo grado, puesto que el requisito sine qua non de los autos es el fallo de un
incidente, lo que no ocurre en esa otra clase de resoluciones que sólo se pronuncian
sobre un trámite que ha de servir de base para el pronunciamiento de una
sentencia definitiva o interlocutoria.
Ejemplo de resoluciones que revisten el carácter de autos según parte de nuestra
jurisprudencia serían la que pronuncian sobre una medida precautoria, la que
designa un curador interino, etc.
189
f) La determinación del plazo de prescripción del recurso de apelación
(art.211 del C.P.C.).
Para algunos profesores, esta clasificación a pesar de su trascendencia adolece de
defectos, puesto que existen resoluciones dentro de nuestra legislación que resulta
imposible de encasillar en alguno de los tipos de resoluciones que ella contempla.
P.ej. Resolución que se pronuncia respecto del recurso de casación, etc.
190
E) REQUISITOS DE LAS SENTENCIAS DEFINITIVAS DE UNICA O PRIMERA
INSTANCIA.
Estas sentencias definitivas constan de tres partes: expositiva, considerativa y
resolutiva.
Además de los requisitos generales de toda resolución, estas deben cumplir con los
requisitos establecidos en el art.170 del C.P.C. y en el Auto Acordado sobre la forma
de las Sentencias de 30 de septiembre de 1920 contenido en el apéndice de ese
Código.
a) Parte expositiva:
1.- La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio, profesión u
oficio (art.170 N°1 CPC y N°1 auto acordado).
2.- La enumeración breve de las peticiones o acciones deducidas por el
demandante y sus fundamentos y de las excepciones o defensas alegadas por el
demandado (art.170 Nos.2 y 3 del C.P.C. y N°2 auto acordado).
3.- Si ha sido recibida o no la causa a prueba (N°3 auto acordado).
4.- Si las partes fueron citadas a oír sentencia o no en lo casos previstos en
la ley (N°4 auto acordado).
b) Parte considerativa:
1.- Las consideraciones de hecho que sirven de fundamento al fallo
(art.170 N°4 del C.P.C. y Nos. 5, 6 y 7 del auto acordado).
2.- Las consideraciones de derecho aplicables al caso (art.170 N°5 del
C.P.C. y Nos.8 y 9 del auto acordado):
El orden en el cual deben consignarse las consideraciones de hecho y
derecho es el señalado en el N°8 del auto acordado.
c) Parte resolutiva:
1.- La decisión del asunto controvertido (art.170 N°6 y N°11 del auto
acordado).
Excepcionalmente, la decisión no comprende el fallo de todas las acciones y
excepciones hechas valer en el juicio en los siguientes casos:
i) La sentencia definitiva puede omitir la decisión de aquellas acciones o
excepciones que sean incompatibles con las ya aceptadas (art.170 N°6 del C.P.C. y
N°11 auto acordado).
ii) Las declaraciones que de oficio puede hacer el tribunal respecto de
asuntos en que la ley le mande o permita proceder así (art. 160 del CPC.).P.Ej. La
nulidad absoluta de acuerdo al art.1.683 del CPC.
Si no existiera este precepto el fallo adolecería de ultra petita (art.788 N°4 del
C.P.C.).
191
Además dentro de la sentencia definitiva se debe contener la decisión de otras
cuestiones suscitadas en el proceso, pero en esa parte resolución no tiene el
carácter de sentencia definitiva, sino que el de sentencia interlocutoria de primer
grado. Así por ejemplo, en ella se contendrá:
i) La apreciación y resolución sobre comprobación y legalidad de las
tachas deducidas en contra de los testigos que hubieran declarado en juicio
(art.379 del C.P.C.).
ii) Un pronunciamiento sobre la condena o absolución al pago de costas
(art.144 del C.P.C.).
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las sentencias interlocutorias no deben dar cumplimiento a los requisitos del art.170
del C.P.C.
iii) Si se trata de una sentencia definitiva se podrá pedir la anulación de la
sentencia mediante la interposición del recurso de casación en la forma (art.768 N°5
en relación con el art.170 del C.P.C).
194
2.- El recurso de apelación.
Procede en materia civil en forma directa en contra de las sentencias definitivas e
interlocutorias dictadas en primera instancia.
En forma subsidiaria del recurso de reposición y para el evento de ser éste
rechazado, procede en contra de los autos y decretos que ordenen trámites no
establecidos en la ley o alteren la substanciación regular del juicio.-
Se interpone ante el tribunal que dictó la resolución, para que sea resuelto por el
tribunal superior jerárquico.
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