China
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“Cuando China despierte el mundo temblará” es una frase atribuida a Napoleón, quien hoy tendría
que hablar más bien de “Chindia”, el término acuñado por los analistas para referirse a la unión
virtual de las dos mayores potencias asiáticas: China e India. Y es que según las más diversas
estimaciones geopolíticas, el siglo XXI va a ser el siglo de Asia: los dos gigantes demográficos del
planeta, animados por un dinamismo impresionante y a salvo de los males que tienen estancado a
Occidente, van a convertirse en pocos años en la locomotora económica mundial, cambiando
paradigmas y concepciones que se creían inmutables. Prácticamente desde el inicio del siglo India
y China, tan diferentes como tradicionalmente enfrentadas, iniciaron el deshielo en sus relaciones.
En 2003 se comprometieron sobre los temas fronterizos: China dejaría de reclamar su soberanía
sobre la región de Skkin y los indios dejarían de apoyar en su territorio la actividad de los
independentistas tibetanos. A partir de ahí, los acuerdos fueron sucediéndose, hasta la firma en
abril del 2007 de una “asociación estratégica por la paz y la libertad”. En su primera visita a India,
el presidente chino Hu Jintao se comprometió a poner fin a medio siglo de enfrentamientos y a
profundizar una alianza de largo aliento. Un acuerdo que fue ratificado con la visita del primer
ministro indio Manmohan Singh a China. El antiguo socio privilegiado de Estados Unidos inclinó
definitivamente su balanza comercial hacia China, al tiempo que, de forma reservada, se
producían consensos fundamentales para la seguridad y la estabilidad de Asia.
El comienzo de esta década dio paso a lo que muchos expertos denominan un "orden tripolar"
compartido entre Europa, Estados Unidos y Asia, en el que el bloque asiático independiente
IndiaChina, con sus cerca de 2.500 millones de ciudadanos, va a adquirir un protagonismo
decisivo. Son dos potencias tan diferentes como complementarias. Mientras China es una
dictadura, una especie de paternalismo autoritario, que quiere reformarse bajo el paraguas del
Partido Comunista, inventor del "comunismo democrático de mercado", India -el Estado con más
lenguas y religiones del mundo- es una democracia con partidos pero con desigualdades
escandalosas, fruto de una arcaica sociedad de castas.
China empieza a tener problemas demográficos por su política de natalidad restrictiva de "único
hijo", heredada de Mao y, en contraste, India, con un crecimiento demográfico ligado al
desarrollo, tiene una población joven en aumento. China, convertida en el "taller del mundo" con
sus miles de fábricas y manufacturas de bajo costo -ordenadores, teléfonos, juguetes y artilugios
baratos-; con el incremento del nivel de vida y del poder adquisitivo de la población sostenido en
los últimos 20 años, y la reducción de la cifra de población bajo pobreza absoluta de 600 a 200
millones, y aun con la corrupción como principal problema, ha inspirado a su vecino en sus rápidos
crecimiento y modernización. India, "la oficina del mundo", atrae a las principales empresas
tecnológicas internacionales: su Silicon Valley es Bangalore, una ciudad de 6,5 millones de
habitantes y más de 500.000 ingenieros informáticos. Además, no solo se ha convertido en peso
pesado de la industria del acero a nivel mundial, sino que su industria automotriz Tata acaba de
lanzar el "Nano" como el carro más barato del mundo: 1.700 euros (cerca de cinco millones de
pesos). Dúo dinámico El Banco Mundial suele corregir a la baja las expectativas de crecimiento en
amplias zonas del mundo. Con "Chindia" ha sucedido lo contrario. En 2007 subió la tasa de
crecimiento de China a 11,3 por ciento, en la perspectiva de un desarrollo, ininterrumpido durante
25 años, superior al 10 por ciento, que no bajará del 9,6 en 2008. Un crecimiento económico
sostenido solo comparable al de India que, con un 9 por ciento anual, se convertirá antes de 2050
en la tercera potencia mundial, detrás de China y los Estados Unidos. Según las previsiones de la
consultora Goldman Sachs, China habrá rebasado 15 años antes a los estadounidenses. China es el
primer país exportador del mundo y como su excedente comercial supera ampliamente su PIB,
invierte sus inagotables reservas (un billón de euros) en la adquisición de empresas en todo el
planeta. El Banco Industrial y Comercial chino es el mayor del mundo -por encima del City Group- y
en 2007 adquirió el Estándar Bank, el primer banco africano. A fines del año pasado, Petrochina se
convirtió en la primera empresa mundial por capitalización, superior a la suma de las
estadounidenses Exxon Mobil y General Electric, uno y dos en el escalafón internacional.
Por otro lado, como señala el economista Joseph Stiglitz, China se ha dedicado a "la financiación
del vendedor": entrega dinero que ayuda a sobrellevar los gigantescos déficits fiscal y comercial de
los Estados Unidos y le permite comprar más bienes de los que venden. "Un país relativamente
pobre está ayudando a subvencionar el recorte fiscal de los más ricos del país más rico de la
Tierra", dice Stiglitz. Por su parte, India está consolidándose como potencia geoestratégica. Tiene
el cuarto Ejército más grande del mundo, y un potencial bélico que incluye más de 200 cabezas
nucleares, fuera del control de los organismos internacionales, y una no menos potente industria
atómica civil, cuya tecnología e insumos está diversificando sabiamente entre Rusia y Estados
Unidos.
a. El resurgimiento de La India
b. La creación de Chindia
c. El resurgimiento de China
d. El término Chindia.
2. Una de las razones para el surgimiento de China e India como potencias económicas mundiales
radica en que:
4. Para que Chindia se haya convertido en potencia económica mundial tuvo que:
b. Era uno de los socios más importante que tenía Estados Unidos en Asia
7. Mientras la India sobresale por ser la “oficina del mundo”, con sus 550.000 ingenieros
informáticos en la ciudad de Bangalore, China lo hace como:
8. Según el autor, para el 2050, el orden de las tres potencias económicas del mundo será:
9. A pesar de su desarrollo económico, tanto en China como en la India no han sido capaces de: a.
Crear el mayor banco comercial e industrial del mundo
11. El Profesor Mahbubani, de la Universidad Nacional de Singapur, señala que Occidente debe:
12. La expresión “Occidente se mueve como un Titanic a la deriva”, indica, según el autor, que:
a. En Europa y Estados Unidos, a pesar de ser potencias, sus economías están en peligro de
naufragar
b. El fiasco de la guerra en Irak los condenó al fracaso económico y los puso en peligro ante
Chindia
c. El Titanic fue un el mayor crucero del mundo que se hundió cuando chocó con un iceberg
d. Los europeos no saben qué hacer con los inmigrantes cuando ellos lo fueron durante siglos
a. África, Oceanía y América Latina son y van a ser, por lo menos hasta el 2050, economías de
segundo orden en el ámbito mundial
b. La unión de África, Oceanía y América Latina puede superar a Estados Unidos y Europa antes del
2050
c. Nunca las economías de África, Oceanía y América Latina podrán superar a las de Asia y
Occidente
d. África, y América Latina están por debajo de Oceanía en el concierto económico mundial
14. ¿Por qué crees que el autor no menciona a América Latina ni a África en su
artículo?..................................................................................................................................
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