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CAPITULO 3
PRIMER PRINCIPIO DE LA TERMODINAMICA
∫
Wt = δW =
1 ∫ P dV
1
(3-4)
Supongamos que el sistema del apartado anterior partiendo de un estado 1 caracterizado por sus propie-
dades (P1, T1, V1) sufre una serie de transformaciones en el curso de las cuales intercambia energía como
calor y trabajo con el medio, para finalmente retornar al punto o estado de partida. Como el contenido de
energía interna del sistema depende de su estado de excitación molecular (traslación, vibración, etc.) que
viene determinado por las condiciones en que se encuentra el sistema, o sea por el estado, al volver al es-
tado de partida el sistema se encuentra en el mismo contenido de energía que antes de comenzar la evolu-
ción. Cuando ocurre esto se dice que el sistema ha recorrido un ciclo o ha sufrido una evolución cíclica. Nó-
tese de paso que si el sistema está inmóvil, su variación de energía cinética y potencial macroscópica es
cero. Por otra parte, como el sistema es cerrado no puede haber variación de energía cinética macroscópi-
ca del fluido porque las paredes del sistema son impermeables al flujo de materia. Puesto que no ha sufrido
variación neta en su contenido de energía interna, es evidente que el sistema no almacenó energía como
energía interna. Un balance de energía nos permite observar que, dado que no hay creación ni destrucción
de energía en el interior del sistema, debe ser:
Energía qu e Energía qu e Energía qu e
entra al − sale del = se acumula (3-6)
sistema sistema en el sistema
Como la energía interna del sistema al final de la evolución es la misma que al principio no hay acumula-
ción. Por lo tanto la cantidad de energía que entra es igual a la cantidad que sale. En otras palabras el flujo
neto de energía dado por la suma de la energía transferida en forma de calor y la transferida en forma de
trabajo es cero. O también, toda la energía que entra como calor debe ser igual a la cantidad de energía
que sale como trabajo.
W1→1 + Q1→ 1 = 0 ⇒ W1→1 = Q1→1
El trabajo se puede clasificar en dos clases: trabajo mecánico de expansión y trabajo distinto del de expan-
sión. Es decir:
W = WPV + Wo
En esta ecuación WPV representa el trabajo mecánico de expansión y Wo representa el trabajo distinto del de
expansión, es decir cualquier trabajo distinto del trabajo mecánico realizado contra una fuerza externa por
el cambio de volumen. En esta última categoría se incluye el trabajo de eje, trabajo eléctrico o químico, etc.
Para simplificar supongamos que el sistema (en reposo, con su
variación de energía potencial cero y su energía cinética cero)
está sometido al ingreso de energía en forma de calor, y de él
sale trabajo. El trabajo entregado por el sistema es positivo así
que el calor ingresante también debe ser positivo. Imaginando
una situación cíclica donde los flujos de energía sean inversos,
es decir que ingrese energía en forma de trabajo y salga en
forma de calor, los signos son negativos en ambos. Esto per-
mite establecer una convención de signos, como se ve en el
esquema.
En un pequeño tramo cualquiera de la evolución del sistema la variación de energía interna del tramo no es
cero; dijimos que era cero la variación total del contenido de energía interna U en el ciclo completo, pero de
a pasos U tiene variaciones en su valor, porque el sistema recorre estados diferentes. Por lo tanto si en ese
tramo ingresa energía en forma de calor y sale en forma de trabajo, la resta será de acuerdo a la ecuación
(3-6) la energía que se acumula, o sea la variación de energía interna.
Es decir, usando notación diferencial tenemos:
δQ − δW = dU ⇒ δQ = dU + δW (3-7)
Esta expresión es la forma diferencial del Primer Principio de la Termodinámica para sistemas cerrados. Si
el trabajo fuera sólo trabajo mecánico de expansión, recordando la ecuación (3-3) tenemos:
δQ = dU + P dV (3-7')
temperaturas. Esto significa que no hubo transferencia de calor desde o hacia el sistema, dado que la caja
es adiabática. Además, la temperatura del gas antes y después de la apertura de válvula es la misma.
Aplicando el Primer Principio para sistemas cerrados tenemos:
δQ = dU + PdV = 0 (pues no hubo transferencia de calor)
Dividiendo por la masa:
du + Pdv = 0
Pero puesto que las paredes del sistema son rígidas, dv = 0. Por lo tanto:
du = 0
Ahora bien, la presión ha variado durante la experiencia, no así la temperatura que ha permanecido cons-
tante, ni tampoco el volumen, dado que el sistema tiene paredes rígidas. De ello se deduce que la energía
interna no depende de P. Por otra parte si tenemos en cuenta que la energía interna específica tampoco
depende de V como ya hemos deducido en el apartado 3.1, sólo queda una variable. Esto es, u debe ser
función de T, ya que es la única variable que permanece constante.
Ambos investigadores realizaron la experiencia con grados de vacío muy inferiores a los que son posibles
en la actualidad. Si se realiza esta experiencia con alto vacío en el recinto de la derecha y con termómetros
supersensibles se puede medir una pequeña variación de temperatura. En la actualidad sabemos que los
gases reales se comportan como ideales cuando se someten a gradientes pequeños de presión, de modo
que resulta conveniente postular como condición de gas ideal que se cumpla la ley de gases ideales PV =
nR’T y que la energía interna sea únicamente función de la temperatura.
PV = nR ′T
Ecuaciones que defin en a un ga s ideal (3-8)
U = f(T)
∂W ∂W
dW = dT + dV
∂T V ∂V T
∂W ∂ 2U ∂P
Pero por la ecuación (3-3) es: δW = P dV ⇒ = 0 ⇒ =0≠
∂T V ∂V∂T ∂T
Por lo tanto W no tiene diferencial total exacta.
Si una variable es diferenciable exactamente entonces la integral de esa variable es independiente del ca-
mino. Las integrales de W y Q no son independientes del camino, lo que hace importante estudiar atenta-
mente las posibles variantes de una evolución para, por ejemplo, maximizar el trabajo entregado o minimi-
zar el consumo de energía.
Desde el punto de vista matemático observamos que la integral de una función diferenciable se puede ex-
presar como diferencia de dos valores extremos de la primitiva, mientras que la integral de una función no
diferenciable no se puede expresar como diferencia de dos valores extremos de la primitiva. Por ejemplo,
es correcto plantear lo siguiente.
2
∫ dU = ∆U = U
1
2 − U1
En cambio, para el trabajo no podemos plantear una igualdad de ese tipo sino que lo correcto sería:
2
∫ δW = W ≠ ∆W
1
2 2
Veamos porqué. Para un sistema cerrado tenemos en virtud de la ecuación (3-4): W=
∫1
δW =
∫ P dV
1
Esta ecuación integral no se puede resolver mediante una primitiva, no existe la primitiva para la función
porque esta varía según la trayectoria.
∑ (m& ) corrientes
que salen
− ∑ (m& )corrientes
que entran
=0⇒ ∑ (m& ) corrientes
que salen
= ∑ (m& ) corrientes
que entran
(3-10)
Esta ecuación se puede desarrollar si se reemplaza el caudal de masa por el producto ρ×A×V donde A es la
sección transversal. En efecto, se puede demostrar que:
m& = ρ × A × V
Es interesante corroborar la validez de esta ecuación comprobando su homogeneidad dimensional. En
efecto, si una ecuación es correcta (es decir, tiene una base teórica sólida y racional) debe ser dimensio-
nalmente consistente. Por lo tanto las unidades de lo que está a la izquierda del símbolo = deben ser las
mismas unidades de lo que está a la derecha del igual. Al expresar las unidades del caudal de masa en el
Sistema Internacional tenemos:
[m& ] = seg
Kg
[ρ × A × V ] = [ρ]× [A]× [V ] = Kg × m 3
2
×
m
=
Kg
seg seg
m
En consecuencia, la ecuación es dimensionalmente consistente. Por lo tanto es correcta.
∑δQ −
14243 14243
1444424444
Energía que entra
∑
δW = (∆U + ∆Ec + ∆Ep )sistema
Variación del contenido
Energía que sale
3
de energía del sistema
(3-11)
∑ ∑ δQ −
V 2
δW = ∆(u dm ) + ∆
2 gc
g
dm + ∆
gc
z dm
Aquí el operador ∆ simboliza lo siguiente:
∆(algo ) = ∑ (algo) corrientes
que salen
− ∑ (algo) corrientes
que entran
Pero el trabajo δW se puede considerar como la suma del trabajo de circulación mas otro trabajo no de cir-
culación. Existen varias formas que puede adoptar el trabajo. Un sistema puede hacer o consumir trabajo
contra fuerzas externas si la frontera del sistema cambia de posición. Este tipo de trabajo se suele llamar
trabajo de expansión o trabajo mecánico. También puede haber trabajo en un eje, como el caso en que un
fluido en movimiento hace girar una rueda. Luego se encuentran en ciertos casos otras formas de trabajo
asociadas con efectos eléctricos, como el trabajo magneto hidrodinámico. Por último, podemos decir que
existe un trabajo químico cuando la energía interna del sistema o la que recibe del medio se emplea en
cambiar la composición química, como en la combustión o en otras reacciones químicas.
δW = δWc + δWo
El trabajo de circulación se puede considerar de este modo. Sabemos de la ecuación (3-9) que para una
sola corriente:
δWc = P × dV
A su vez:
V = v × m ⇒ dV = v dm + m dv
Pero en la pequeña distancia dx podemos suponer que la densidad ρ es constante. Por lo tanto también es
constante su inversa v = 1/ρ. Entonces:
dv = 0 ⇒ dV = v dm
Para la pequeña masa dm que recorre el sistema en un instante dτ es:
δWc = ∑ (P v dm) que sale − ∑ (P v dm) que entra
En consecuencia:
∑ ∑ δQ - ∆(P v dm ) −
V 2
δW0 = ∆(u dm ) + ∆
2 gc
g
dm + ∆
gc
z dm
∑ ∑ V g
2
δQ − δW0 = ∆u dm + ∆(Pv )dm + ∆ dm + ∆ z dm
2 gc gc
∑ ∑ δQ −
δW0 = ∆ u + Pv +
V 2
+
g
2 g c g c
z dm
El término “u + P v” aparece con gran frecuencia en Termodinámica. Por eso definimos una nueva variable
que denominamos entalpía:
H = U + PV
Introduciendo la entalpía en la ecuación del Primer Principio para sistemas de flujo tenemos:
∑ ∑ δQ −
δW0 = ∆ h +
V 2
+
g
2 gc gc
z dm
Dividiendo por dτ en ambos lados del igual:
∑ ∑ δQ
dτ
−
δW0
dτ
= ∆ h +
V 2
+
g
2 gc gc
dm
z
dτ
Estudiemos cada elemento de esta ecuación en particular, y qué significa cada uno:
∑ δQdτ es la magnitud del intercambio de calor por unidad de tiempo. Usando como notación un
∑ dτ
δW0
En cuanto al término tiene por unidades trabajo sobre tiempo, es decir que es la potencia
∑ ∑ Q& − &
W0 = ∆ h +
V 2
2 g c
+
g
g
z m&
c
Dividiendo por m& es:
∑ ∑ Q&
−
W& 0
= ∆ h +
V 2
+
g
z
m& m& 2 gc gc
Pero
∑ Q& = ∑ δQ dτ = ∑ δQ = ∑ q (calor intercambiado por unidad de masa).
m& dm dτ dm
Análogamente:
∑W& = ∑ δW dτ = ∑ δW = ∑ w
0
0 0
0 (trabajo intercambiado por unidad de masa). Entonces:
m& dm dτ dm
∑ ∑ q− w0 = ∆h +
∆V 2
2 gc
+
g
gc
∆z (3-12)
La ecuación (3-12) es una de las formas del Primer Principio de la Termodinámica para sistemas abiertos,
expresada como diferencias finitas. Esta forma se puede convertir fácilmente en diferencial, tomando límite.
dh +
dV 2
+
g
2 gc gc
dz m& =
∑ ∑ δQ& − δW& 0 (3-12’)
3.6 Entalpía
Hemos definido la función entalpía como: H = U + PV. Es una función que tiene diferencial total exacta,
puesto que es una combinación lineal de funciones que son a su vez diferenciables exactamente. Entonces
es integrable y la integral es independiente del camino de integración. Por lo tanto, es una propiedad de es-
tado del sistema, en el sentido de que su valor depende solo del estado del sistema. En otros términos, una
variación de entalpía se puede calcular como la diferencia de la entalpía del estado final menos la entalpía
del estado inicial, con total independencia de la evolución que une ambos estados.
Para sistemas cerrados cuando no hay trabajo distinto del de expansión:
δQ = dU + P dV
Pero:
dH = d (U + PV ) = dU + d (PV ) = dU + P dV + V dP ⇒ dU + P dV = dH − V dP
δQ = dH − V dP (3-7")
La ecuación (3-7") es otra forma de expresar el Primer Principio de la Termodinámica para sistemas cerra-
dos. En realidad, no es mas que otra forma de escribir la ecuación (3-7’).
Reflexionemos un poco sobre la entalpía. Es la suma de dos términos. Uno es la energía interna U que por
lo que sabemos, depende sólo de la temperatura para gases ideales. El otro es el producto PV, que depen-
de fuertemente de la presión. El primero contabiliza la energía “térmica” y el segundo la energía de presión
o “mecánica”.
En consecuencia, la entalpía describe la energía total que contiene un gas descontando formas macroscó-
picas. Por ejemplo, si tenemos un gas fuertemente comprimido y a alta temperatura, la reducción isotérmica
de presión permite liberar sólo una parte de su energía. Para que el gas entregue toda la energía que con-
tiene hay que usar algún medio por el cual se descomprima y enfríe simultáneamente, de modo que la
energía térmica también se pueda liberar. Esto es lo que ocurre en las centrales de energía y en los moto-
res térmicos, donde el gas sale del sistema con temperatura y presión algo superiores a las ambientes.
h1 = h2
Es decir, el proceso es isentálpico. Nótese que además es adiabático. Las evoluciones isentálpicas pueden
o no ser adiabáticas, e igualmente existen muchas evoluciones adiabáticas que no son isentálpicas.
Como no es casi estático no se puede representar en ningún diagrama como línea continua. No obstante
las isentálpicas (que sí se pueden representar con una línea continua) coinciden con la trayectoria de los
procesos de Joule-Thomson. Son fuertemente irreversibles.
∂T
µ = (3-13)
∂P H
El significado del coeficiente de Joule-Thomson es el siguiente: si se grafican en un diagrama T-P las líneas
isentálpicas (es decir, de entalpía constante) µ define la pendiente de cada curva isentálpica.
En el diagrama vemos una serie de curvas isen-
tálpicas. Interesa particularmente definir el pun-
to en el que µ = 0. En un diagrama de este tipo,
uniendo los puntos en los que µ = 0 para cada
curva isentálpica se obtiene la llamada curva de
inversión.
Si tomamos en cuenta los valores de µ, se pue-
den definir tres casos asumiendo una disminu-
ción de presión al pasar el gas a través de una
restricción, es decir cuando dP < 0.
a) µ < 0. Dado que dP < 0 ⇒ dT > 0 o sea que
el gas se calienta. Es decir, cuando µ < 0
la operación de expansión del gas no
produce enfriamiento, sino calentamiento.
Las condiciones son adversas.
b) µ = 0. No hay variación de temperatura. En
tales condiciones no puede haber un en-
friamiento del gas.
c) µ > 0. Puesto que dP < 0 ⇒ dT < 0, es de-
cir que el gas se enfría. La condición es
propicia para el enfriamiento del gas.
Procesos análogos al de Joule-Thomson se ve-
rifican cuando un fluido atraviesa una restricción
(válvula, orificio) con grandes diferencias de presión. Se suelen analizar como procesos isentálpicos.
∂h′ ∂u ′
Cp ′ = Cv ′ =
∂T P ∂T V
En este caso sus unidades son: cal/(mol °K) o Joule/(mol °K).
T1
∫ Cp ′ dT
q ′ = Cp′m (T1 − T0 ) =
∫
T0
Cp ′ dT ⇒ Cp ′ =
m (3-19)
T0 T1 − T0
En el Apéndice al final de este capítulo se encuentran gráficas de Cp’ y Cp’m para los gases mas comunes.
Véase también el “Manual del Ingeniero Químico” de Perry para tablas de valores de las constantes de la
ecuación(3-18), así como para métodos para estimar Cp’.
Líquidos
El valor de Cp de los líquidos no varía mucho a temperatura ambiente, ya que para la mayoría de los líqui-
dos oscila entre 0.4 y 0.5 Kcal/(Kg °C). Son excepciones el NH3 y H2O, muy altos, y el Hg y compuestos clo-
rados, muy bajos. Esto se debe a que en general el estado líquido existe en un intervalo de temperatura
bastante estrecho (salvo metales como Hg y Rb), por lo que la influencia de la temperatura en Cp es pe-
queña. Tampoco es demasiado influenciado por la presión. El valor promedio de Cp’ varía menos de 10% a
2500 ata respecto del valor a presión atmosférica para los líquidos mas comunes. Una buena manera de
estimar el valor de Cp’ es a partir de las fórmulas de desarrollo en serie de potencias [ecuación (3-18)].
Existen muchas correlaciones que permiten estimar el Cp a temperatura atmosférica. Ver Reid, Prausnitz y
Poling, “The Properties of Gases and Liquids”, 4ta. edición y “Propiedades de los Gases y Líquidos”, Reid y
Sherwood. Véase también el “Manual del Ingeniero Químico” de Perry. Se puede obtener una estimación
no muy exacta (errores de hasta un 30%) mediante la regla de Kopp:
Cp′ = ∑K N
donde N =
nº átomos
molécula
La constante K viene dada por la siguiente tabla:
Sustancia C Si O S P H F B
K 2.8 5.8 6 7.4 7.4 4.3 7 4.7
Para todos los demás K = 8.
La influencia de la presión y la temperatura en el valor de Cp se puede estimar mediante la siguiente técni-
ca, debida a Chow y Bright, basada en el factor de expansión de Watson. Chow y Bright encontraron que:
Cp ≡ w 2.8
Donde w es el factor de expansión de Watson. Entonces, si se conoce Cp a una cierta P0 y T0 y se desea
estimar el valor de Cp en otra condición P1 y T1, es:
(Cp )P ,T w
2.8
w
2.8
0 0
= 0 ⇒ (Cp )P1 ,T1 = (Cp )P0 ,T0 0
(Cp )P ,T
1 1 w1 w1
El factor de expansión w se puede obtener de la gráfica, tabla y fórmula dados en el primer capítulo, apar-
tado 1.5.4.2.
El valor de Cv' suele diferir bastante de Cp’ y se puede estimar por las reglas empíricas siguientes, si se co-
noce el Cp’ del vapor y con las limitaciones de validez establecidas en cada caso. El subíndice L indica pro-
piedad del líquido y el subíndice V del vapor. Tb es la temperatura normal de ebullición, es decir la tempera-
tura a la que se vaporiza el líquido a presión atmosférica.
(Cv′)L − (Cp ′)V = 0.2 para T = Tb
T
(Cv′)L − (Cp′)V = R ′ 0.5 − 0.4 para T ≠ Tb
Tb
Si se conoce (Cp’)L se puede estimar (Cv’)V mediante la siguiente fórmula:
(Cp′)L − (Cv′)V = 12.6 ± 1.6
Esta relación sólo es válida para fluidos no polares no asociados y para T = Tb.
Para 12 fluidos comunes no polares el error promedio de estas tres fórmulas fue de 4% con un máximo de
20%. Para 5 fluidos polares el error promedio fue del 27% con un máximo de 43%.
Si se dispone de (Cp’)V es posible estimar (Cp’)L por medio de las siguientes reglas empíricas:
( ) ( )
Cp′ L − Cp ′ V = 10 (válida para fluidos no polares y no asociados y para T/Tb ≤ 0.1).
(Cp′)L − (Cp′)V = 10.6 (válida para fluidos no polares y no asociados y para T/Tb = 1).
K
(Cp )L = 3
Donde [Cp]= cal/(gr ºC), [ρ]= gr/cm , K = 0.35 cal/(cm ºC) promedio.
3
ρ
nº de átomos de C
(Cp′)L = 2.23 × N Sólo para hidrocarburos de 50ºC a 200ºC. N=
molécula
Gases
Los valores de Cp’ y Cv’ de los gases varían mucho mas ampliamente que en los sólidos y en los líquidos, y
dependen fuertemente de la presión y la temperatura. Una forma simple aunque sólo aproximada de esti-
mar el valor de Cp’ es mediante las reglas que proporciona la teoría cinética de los gases ideales, que se
desarrolla en el apartado 3.8. Otra forma sencilla es a partir de las fórmulas en serie de potencias (ecuación
(3-18)). También se puede usar la siguiente fórmula empírica si se conoce (Cp’)L.
( ) ( )
Cp ′ V = 0.973 × Cp ′ L − 10.87 (válida para fluidos no polares y no asociados y para T/Tb = 1).
Ver también mas adelante el capítulo 6, apartados 6.6.5 y 6.6.6.
Donde: λ’V es el calor latente molar de vaporización del líquido, Tb es la temperatura absoluta normal de
ebullición [ºK] y K es una constante. El valor de K depende de las unidades usadas para expresar λ’V. Si λ’V
se expresa en KJoule /Kmol entonces K vale de 84 a 92 (valor medio 88); si λ’V se expresa en Kcal/Kmol
entonces K vale de 20 a 22, valor medio 21.
La regla de Kistyakowsky (1923) es un refinamiento de la regla de Trouton que proporciona valores en ex-
celente concordancia con los valores experimentales para una cantidad de sustancias líquidas no polares,
dentro de un error de ± 3% para 60 líquidos comunes. Al igual que la regla de Trouton, sólo proporciona re-
sultados válidos para el punto de ebullición normal. No se puede usar para líquidos polares como el agua,
amoníaco, aldehídos etc.
λV′
= 8.75 + 4.571× log10 Tb
Tb
Donde λ’V es el calor latente molar de vaporización del líquido expresado en Kcal/Kmol. Volveremos sobre
esta cuestión en el apartado 8.9 del capítulo 8, donde se analizan otros métodos mas exactos para la esti-
mación del calor latente de vaporización.
De manera análoga se pueden encontrar reglas parecidas a la de Trouton para el calor latente de fusión.
Así encontramos la siguiente regla para los elementos sólidos.
λF′
= K 1 ⇒ λF′ = K 1 × T f
Tf
Donde: λ’F es el calor latente molar de fusión del sólido; Tf es la temperatura absoluta de fusión [ºK] y K1 es
una constante cuyo valor depende de las unidades usadas para expresar λ’F . Si λ’F se expresa en KJ/Kmol
entonces K1 vale de 8 a 13 (valor medio 10.5) y si λ’F se expresa en Kcal/Kmol entonces K1 vale de 2 a 3
(valor medio 2.5).
Para los sólidos orgánicos se puede usar la misma regla pero K1 vale de 42 a 67 (valor medio 55) en
KJ/Kmol y de 10 a 16 (valor medio 13) en Kcal/Kmol. Para los sólidos inorgánicos K1 vale de 21 a 29 (valor
medio 25) en KJ/Kmol y de 5 a 7 (valor medio 6) en Kcal/Kmol.
Se han derivado algunas reglas empíricas similares a la de Trouton para casos específicos. Así para ele-
mentos metálicos sólidos la regla de Tammann (1913) se puede escribir:
λF′
= K2
Tf
Donde λ’F se expresa en Kcal/Kmol y K2 vale 2.2.
Para compuestos sólidos orgánicos e inorgánicos se puede usar la regla de Walden (1908) que es similar a
la regla de Trouton.
λF′
= K2
Tf
Donde K2 vale 13.5 si las unidades de λ’F son Kcal/Kmol y la temperatura de fusión se expresa en ºK. Esta
regla no se cumple para las parafinas normales, cuyo calor latente de fusión aumenta con el peso molecu-
lar. En ciertas fuentes bibliográficas se prefiere usar un valor algo distinto de la constante K2 para sustan-
cias orgánicas: de 9 a 11, y para sustancias inorgánicas de 5 a 7 manteniendo las mismas unidades.
Alternativamente, para sólidos orgánicos no aromáticos que sólo contienen carbono, hidrógeno y oxígeno
Gambill (1958) propone la siguiente regla.
λF′
= 4.95 × 10 0.00324×PM
Tf
Donde PM es el peso molecular y λ’F se expresa en Kcal/Kmol. Tf es la temperatura de fusión en ºK.
La predicción del calor latente de sublimación presenta muchas mas dificultades que los casos anteriores.
Las fórmulas del tipo regla de Trouton no son muy útiles debido a que generalmente se desconoce la tem-
peratura o la presión de sublimación, que tampoco es fácil de medir. Por otra parte, parece ser que en mu-
chos casos la sublimación viene acompañada de una transición compleja, en la que se produce una reor-
ganización de la estructura del sólido, probablemente con cambios en la disposición cristalina. Esto significa
que la sublimación es un fenómeno mas complejo que una simple transición de fase tal como la fusión o la
evaporación. En efecto, si consideramos a la sublimación como un proceso simple, es posible pensar en el
fenómeno como la consecuencia de dos transiciones: una de fusión y otra de vaporización. En este modelo,
el sólido se sublima en un proceso en dos etapas; en la primera pasa del estado sólido al líquido, y de in-
mediato, en la segunda pasa del estado líquido al de vapor. Si fuese así, entonces el calor latente de subli-
mación se podría calcular como la suma de los calores latentes de fusión y vaporización, es decir:
λS = λF + λV
Esta relación se cumple en muchos casos, pero también existen numerosas excepciones que indican que
hay otro mecanismo mas complejo involucrado en este fenómeno.
3.8.1 Postulados
Implícitamente la teoría cinética supone que los gases ideales se componen de pequeñas partículas esféri-
cas perfectamente elásticas dotadas de movimiento en todas las direcciones, que no experimentan atrac-
ción ni repulsión mutua ni con las superficies sólidas con las que están en contacto. Como se mueven cons-
tantemente, chocan entre sí y con las paredes sólidas limitantes o de los cuerpos sumergidos en su seno.
El resultado de la suma de las fuerzas producidas por los choques elásticos causa la presión. Si se entrega
energía a un gas encerrado en un recipiente de paredes rígidas la energía cinética aumenta, lo que se
comprueba porque hay un aumento de la frecuencia de los choques, evidenciado por un aumento de la
presión. Como también aumenta la temperatura, debemos suponer que esta también se encuentra ligada a
la energía cinética. Esto también se puede deducir del hecho de que si se fuerza el gas a ocupar un espa-
cio menor, las moléculas chocan con las paredes con mayor frecuencia. Esto indica que debe haber mayor
presión como en efecto ocurre, pero al forzar el gas a ocupar menor volumen se efectúa trabajo sobre él, o
sea que recibe energía que se almacena como energía cinética verificándose un aumento de temperatura.
Si suponemos que las moléculas son puntuales (es decir, su volumen es despreciable) y exentas de efectos
dipolares, eléctricos o magnéticos, estamos postulando un comportamiento ideal. Veamos hasta donde nos
llevan estas suposiciones, especialmente para ver si podemos deducir la ecuación de gases ideales (que
postulamos sobre una base puramente empírica) en forma racional, apoyándonos en la teoría cinética.
3.8.2 Presión
Supongamos tener un cubo de volumen V que contiene N moléculas de masa m, todas iguales. Como los
desplazamientos de las moléculas son al azar, no hay direcciones privilegiadas.
Pero considerando los sentidos de los ejes de coordenadas x, y, z,
normales a las paredes del cubo, la probabilidad de que una molécula
determinada siga una dirección dada, por ejemplo la z, es 1/3.
En el eje x, si la molécula elige esa dirección tiene dos posibilidades: ir
hacia la izquierda o hacia la derecha. Por lo tanto la probabilidad de
que se dirija hacia una de las seis caras que tiene el cubo es:
(1/2)×(1/3) = 1/6.
Cuando una molécula se dirige hacia una cara con una velocidad Vi y
choca elásticamente, rebota con la misma velocidad Vi pero en direc-
ción inversa. Por lo tanto recibe en el choque una aceleración (varia-
ción de su velocidad) de:
a i = V i − ( −V i ) = 2V i
Por lo tanto la fuerza debida al impacto de esa molécula es:
Fi = m × a i = 2 m × V i
Habiendo moléculas que se dirigen hacia esa cara del cubo con velocidades V1, V2, V3,....., Vn es evidente
1 V1 1 V2
que por segundo llegan: moléculas que se mueven con velocidad V1, moléculas que se mue-
6 l 6 l
ven con velocidad V2, y así sucesivamente. Por lo tanto el número de choques por segundo contra esa cara
es:
∑ ∑ ∑ ∑
2
2 m × Vi × Vi m ×Vi m 2
F= Fi = = = Vi
6l 3l 3l
⇒ Vi = N V
2 2
N
mN
Reemplazando: F= V 2
3l
La presión es fuerza divida por la superficie, que es ℓ2, por lo que:
mN 2
V 2 2
3 l m NV mNV 1
P= = = ⇒ PV = m NV 2
(3-21)
l2 3l 3 3V 3
Si tomamos la energía cinética media de las moléculas, basada en la velocidad cuadrática media, tenemos
para una molécula:
1
Ec m = mV 2
(3-22)
2
Reemplazando en la (3-20) tenemos:
1 1 1 2
PV = mNV 2
= 2 N m V 2 = N Ecm (3-23)
3 3 2 3
Es evidente que si la energía cinética permanece constante, el producto PV también es constante.
Comparando con la ley de Boyle PV = constante (a T constante) concluimos que la energía cinética media
depende de T y sólo de T. En otras palabras es:
PV = N K T (3-23’)
K es una constante dimensional de proporcionalidad. Para un mol de cualquier gas N es igual a N0 (el nú-
mero de Avogadro), luego para un mol:
P V = N0 K T
Uno de los mas famosos científicos que trabajaron en la Termodinámica fue James C. Maxwell, que formuló
su hipótesis: todos los gases ideales tienen igual energía cinética media a la misma temperatura. Entonces,
si la hipótesis de Maxwell es exacta, K es una constante universal de los gases ideales y su producto por N0
también lo será, lo que nos lleva a: N 0 × K = R′
Donde R' es la constante universal de los gases ideales, por lo tanto para un mol de cualquier gas ideal te-
nemos para K:
R′ 8.3 × 10 7 (ergios/mo l ºK) ergios
K= = = 1.38 × 10 −16
N 0 6.023 × 10 (molécula/ mol)
23
molécula ºK
K se suele denominar constante de Boltzmann.
Esta conclusión concuerda con lo que nos enseña la Termodinámica clásica, que por la experiencia de Jou-
le-Kelvin deduce que la energía interna de un gas ideal solo depende de la temperatura.
1 3 1 1 1
mV 2
= KT ⇒ mV 2 = KT
2 2 3 2 2
Para g grados de libertad el valor de la energía total de una molécula es:
g 1 g
mV 2 = KT
3 2 2
Y para N moléculas la energía interna es:
g
U = KTN (3-28)
2
Pero:
R′ g R′ g N g
K= ⇒U = TN = R′T = n′R′T
NO 2 NO 2 NO 2
Donde como antes n' es el número de moles.
Cv ′ =
U
dU ′ d n′( ) d g g
= = R ′T = R ′ (3-29)
dT dT dT 2 2
g g+2
Cp′ − Cv′ = R′ ⇒ Cp′ = Cv′ + R′ = R′ + R′ = R′ (3-30)
2 2
g+2
R′
Cp′ 2 g+2
γ= = = (3-31)
Cv′ g
R′ g
2
Veamos el caso de una molécula biatómica, por ejemplo O2. Hay tres grados de libertad de traslación. Hay
tres grados de libertad de rotación, pero uno de ellos (que suponemos coincidente con el eje de unión de
los átomos de la molécula que imaginamos como dos bolas unidas por una barra) no contribuye tanto como
los otros y se puede despreciar. Por lo tanto g = 5. Entonces tenemos:
5 cal 5+2 7 cal
Cv ′ = R′ ≅ 5 o
Cp ′ = R′ = R′ ≅ 7 o
2 mol K 2 2 mol K
5+2 7
γ= = ≅ 1 .4
5 5
Esto coincide con los valores experimentales para P y T ambientes.
cal cal
Para gases triatómicos: Cp′ ≅ 8 , Cv′ = 6 a 7 , γ = 1.33 (teórico)
mol ºK mol ºK
Estos valores dependen mucho de T y P. No obstante, para condiciones normales coinciden bastante bien
con los valores experimentales.
Los diversos elementos que integran un proceso complejo se pueden clasificar en una cantidad limitada de
sistemas simples.
1. Sistemas que impulsan fluidos consumiendo trabajo: bombas, compresores, agitadores.
2. Sistemas que producen trabajo consumiendo la energía de un fluido en movimiento: turbinas, moto-
res térmicos, magneto hidrodinámicos y eléctricos.
3. Sistemas en los que se produce expansión o expansión estrangulada: toberas, válvulas de control
de flujo, difusores, estrangulamientos frigoríficos.
4. Sistemas en los que sólo hay intercambio de calor sin cambios en la composición: calderas, evapo-
radores, condensadores, calentadores y enfriadores.
5. Sistemas en los que hay intercambio de calor con cambios en la composición de fluidos: cristaliza-
dores, columnas de destilación, columnas de absorción, concentradores.
6. Sistemas en los que sólo se transportan fluidos: tuberías y canales, con o sin recirculación.
El orden en que se enumeran los diversos elementos de la lista anterior no tiene ninguna relevancia o signi-
ficado especial; se han listado de cualquier manera.
En todos los casos se deben cumplir las ecuaciones (3-10) y (3-12’) de modo que el análisis suele ser com-
parativamente sencillo. Sería muy oneroso hacer un análisis detallado de todos y cada uno de estos proce-
sos. Por otra parte, no hay muchas diferencias en la forma de plantear, desarrollar y ejecutar el análisis. Por
lo tanto, nos remitiremos a un puñado de casos de especial relevancia, o que se presentan con mayor fre-
cuencia.
Cualquiera de las dos ecuaciones mencionadas mas arriba se puede usar para calcular cualquier incógnita,
pero no mas de una. Sin embargo, si se combina con la otra se tiene un sistema de dos ecuaciones, lo que
permite resolver problemas con dos incógnitas. Si el problema tiene mas de dos incógnitas no se puede re-
solver en forma explícita, pero todavía se puede poner un par de variables desconocidas en forma de co-
ciente adimensional. De esta manera se obtiene una “solución” en la que dos de las incógnitas se expresan
en función de una tercera. Entonces, si bien no es posible hallar una solución única, siempre se pueden
graficar o tabular valores de las dos incógnitas que nos interesan para valores esperables de la tercera va-
riable. A menudo estas gráficas o tablas sirven para tomar una decisión. Aunque el problema no es en este
caso de tipo cerrado (una sola solución) sino de tipo abierto (múltiples soluciones) todavía se puede elegir
la solución mas conveniente. Cuando se combinan estas posibles soluciones de carácter técnico con res-
tricciones económicas, de seguridad, cumplimiento de la legislación laboral, de contaminación, etc. se tiene
un conjunto de posibles soluciones, del que se puede elegir la que demuestre ser óptima desde el punto de
vista técnico, económico y legal. Veamos a continuación algunos casos muy frecuentes.
∑( ) m& corrientes
que salen
=
∑( )
m& corrientes
que entran
dh +
dV 2
2 gc
+
g
dz m& =
gc ∑ ∑
δQ& − δW& 0
Puesto que en un equipo de intercambio de calor no se verifican grandes variaciones de altura entre las
secciones de entrada y de salida del equipo, podemos despreciar la contribución de la energía potencial.
Además, suponemos que las tuberías que conectan el equipo con el resto del sistema tienen aproximada-
mente el mismo diámetro en las secciones de entrada y de salida, de modo que no habrá variaciones im-
portantes de velocidad. En consecuencia podemos despreciar la contribución de la energía cinética.
Por otra parte, un intercambiador de calor es por lo general un equipo estático, que no consume ni produce
trabajo mecánico, y en los pocos casos en que se consume trabajo este es muy pequeño comparado con
las grandes cantidades de energía intercambiada como calor. Por lo tanto, podemos despreciar la contribu-
ción del trabajo mecánico. En conclusión, la ecuación (3-12’) se reduce a:
Q& = ∑ (m& × h)corrientes
que salen
− ∑ (m& × h)corrientes
que entran
(*)
En otras palabras, el calor intercambiado en el equipo tiene que ser igual a la diferencia de entalpías de las
corrientes. Para entender mejor la manera de aplicar el análisis termodinámico al caso de un intercambia-
dor de calor y cómo sirve para cálculos de ingeniería, veamos un caso concreto. Conviene antes de encarar
la resolución de este ejemplo leer las recomendaciones que se dan en el apartado 1.7 del capítulo 1.
Solución
El croquis muestra la evolución en un diagrama V-U.
Usando el diagrama H-S o V-U del vapor de agua (ver el Apén-
dice) ubicamos las condiciones de entrada 1 y de salida 2.
Como vemos en el diagrama H-S de Mollier tenemos en las
condiciones de entrada a la tobera P1 y T1 una entalpía especí-
fica:
BTU Kg f × m Kg f × m
h1 = 1520 × 107.6 = 163552 =
Lb BTU Lb
Kg f × m Kg f × m
= 163552 = 360564
0.4536 Kg Kg
BTU 107.6 Kg f × m
En las condiciones de salida, del mismo diagrama: h 2 = 1193 = 1193 = 282995
Lb 0.4536 Kg
Aplicando la ecuación que acabamos deducir, podemos calcular la velocidad de la descarga de la tobera.
2
∆V 2 2
∆h + = 0 ⇒ ∆V = 2 g c ∆h ⇒ V 2 = V 1 + 2 g c ∆h
2 gc
2
V 2 = 3.05
2 m
2
+ 2 × 9.8
Kg × m
2
(360564 − 282995 )Kg f ×m
= 1233
m
seg Kg f × seg Kg seg
Por ser el fluido de trabajo un vapor (por lo general de agua) la contribución de la energía potencial se pue-
de despreciar. También podemos despreciar la contribución de la energía cinética ya que las diferencias de
velocidad no son significativas en este caso comparadas con la energía térmica y mecánica usada por la
turbina. Con estas simplificaciones y asumiendo régimen estable, la ecuación (3-12’) se puede escribir así.
m& × ∆h = W&
El siguiente ejemplo muestra cómo aplicar el análisis termodinámico en cálculos de ingeniería. De paso,
comprobaremos numéricamente si en efecto se pueden despreciar las contribuciones de las energías ciné-
tica y potencial.
Supongamos que se usa vapor de agua, que entra a 2 ata y 230°C en 1 y sale a 1 ata y 150°C en 2. En el
diagrama de Mollier (véase el Apéndice) hallamos las siguientes propiedades: h1 = 700 Kcal/Kg, h2 = 663
Kcal/Kg.
¿Cuál debería ser la cantidad de vapor necesaria para que la turbina idealmente suministre 10 KW de po-
tencia?.
Solución
Suponiendo que el sistema es adiabático, que las velocidades de entrada y salida son casi iguales y des-
preciando la variación de energía potencial tenemos:
m& × ∆h = W& = 700 – 663 = 37 Kcal/Kg.
2 Kcal Kcal Kcal
1KW = 8.6 × 10 ⇒ 10 KW = 8600 = 2.39
hr hr seg
La cantidad de vapor que requiere la turbina es por lo tanto:
Kcal
2.39
W& seg Kg
m& = = = 0.0645
∆h Kcal seg
37
Kg
Esto no es demasiado, es decir, nos da la idea de que es posible obtener esa potencia.
Analicemos ahora qué pasa con la velocidad y la altura. Al usar el Primer Principio [ecuación (3-12’)] des-
preciamos las contribuciones de la energía cinética y potencial. ¿Porqué podemos hacer esto?.
Veamos primero la energía cinética. Vamos a suponer que en la entrada a la turbina la velocidad es de, por
ejemplo, 30 m/seg que es un valor un poco alto para un sistema tan casero pero algo bajo para instalacio-
nes industriales. Supongamos que a la salida de la turbina la velocidad se reduce a un décimo, o sea 3
m/seg. Luego:
∆V
2
(30 m seg )2 − (3 m seg )2 Kg f × m Kg f × m Kcal Kcal
= = 45.5 = 45.5 × 0.002343 = 0.11
2 gc ( (
2 × 9.8 Kg× m Kg f × seg
2
)) Kg Kg Kg f × m Kg
Este valor es despreciable frente a las 37 Kcal/Kg que provienen de la disminución de entalpía.
Veamos ahora qué pasa con la energía potencial. ¿Qué altura de vapor producirá una energía de 1 Kcal?.
g Kg f × m Kcal Kcal 1
∆z × 0.002343 =1 ⇒ ∆z = m = 427 m
gc Kg Kg f × m Kg 0.002343
Como vemos, esta altura está fuera de toda proporción porque requiere casi medio kilómetro de altura, lo
que demuestra que es imposible aprovechar la variación de energía potencial para generación de potencia
con un gas o vapor, debido a su bajísima densidad.
w = h2 − h1
La potencia del motor del compresor será para un caudal de masa dado m& :
W& = Potencia teórica = m
& h −h ( 2 1 )
Es fácil comprobar que esta ecuación es correcta. En efecto, la ecuación es dimensionalmente consistente.
Si la entalpía se expresa en unidades de energía sobre unidades de masa y el caudal de masa en unidades
de masa sobre unidades de tiempo, el producto da en unidades de energía sobre unidades de tiempo, es
decir unidades de potencia.
F × H F + Q = V × HV + L × H L (b)
Es fácil reconocer en la primera ecuación a la ecuación de continuidad (3-10) y en la segunda a la (3-11),
ecuación del Primer Principio para sistemas abiertos. Este sistema de ecuaciones permite resolver proble-
mas en los que se ignoran dos de los parámetros que condicionan el sistema.
Una forma es aprovechar el calor latente del producto liviano para generar vapor de agua de baja presión
en el condensador, que se alimenta con agua caliente que proviene de un sistema de enfriamiento casi a la
temperatura de ebullición. Un condensador de este tipo se suele llamar condensador evaporativo.
La disposición que resulta se ilustra en el croquis de la izquierda, figura A. Otra manera de aprovechar ese
calor es usarlo para operar otra columna de destilación. A esta disposición se la conoce como columnas
acopladas o tren de columnas de destilación, y se observa en la figura B. En la última figura C vemos lo que
se conoce como recompresión del vapor de tope de la columna, una disposición usada en algunas aplica-
ciones. El análisis detallado de cada una de estas disposiciones sería demasiado extenso para tratarlo
aquí; se puede encontrar en los textos sobre destilación. Por vía de ilustración nos ocuparemos de la última
alternativa, ya que incorpora una estructura que se encuentra con mucha frecuencia en diversas aplicacio-
nes: el compresor de gases.
∑ ∑
V1
2
g V2
2
g V3
2
g
Q& − &
W0 = m1 h1 +
& + z 1 − m 2 h2 +
& + z 2 − m3 h3 +
& + z3
2 gc gc 2 gc gc 2 gc gc
Como el calor intercambiado es nulo y no se produce ni se consume trabajo mecánico esto se reduce a:
V
2
g V
2
g V
2
g
m& 1 h1 + 1 + z 1 = m& 2 h2 + 2 + z 2 + m& 3 h3 + 3 + z3
2 g c g c 2 g c g c 2 g c g c
Si se pueden despreciar las variaciones de energías cinética y potencial esta ecuación se simplifica consi-
derablemente. Por lo general es posible despreciar la variación de energía potencial si las fronteras del sis-
tema se fijan de tal modo que las diferencias de alturas de las corrientes no sean importantes. En tal caso la
ecuación del Primer Principio queda de la siguiente manera.
m& 1 h1 = m& 2 h2 + m& 3 h3
Esta relación se puede usar, como se explicó antes, en conjunto con la ecuación de continuidad para re-
solver problemas con dos incógnitas o en forma individual para resolver problemas con una sola incógnita.
El siguiente ejemplo ilustra el uso de las dos ecuaciones en forma simultánea.
m& 1 = m& 2 + m& 3 de donde, como resulta obvio, se puede calcular el caudal de masa desconocido.
m& 1 h1 = m& 2 h2 + m& 3 h3
Reemplazando la primera en la segunda tenemos:
m& 2 h2 + m& 3 h3
(m& 2 + m& 3 )h1 = m& 2 h2 + m& 3 h3 ⇒ h1 =
m& 2 + m& 3
∑ ∑ δQ −
V 2
δWo = ∆(u dm ) + ∆
2 gc
g
dm + ∆
gc
z dm
Despreciando la magnitud de la contribución de las diferencias de energía
cinética y potencial (que por lo general son muy pequeñas comparadas con el trabajo y/o el calor intercam-
biado) tenemos la siguiente igualdad.
δQ − δWo = ∆ (u dm ) ⇒ Q& − W& o = m& × ∆u
En el caso de que no haya intercambio de calor, esta ecuación resulta en una similar a la que se deduce en
el apartado anterior:
− W& o = m& × ∆u
Como antes, dado que Wo es negativo por ingresar al sistema, significa que aumenta la energía interna del
sistema.
Las evoluciones que sufre el fluido de trabajo (vapor y líquido) se pueden seguir en el diagrama T-S.
El generador de vapor produce vapor de agua en el estado 1,
que suponemos recalentado, que ingresa a la turbina. En la
turbina se expande en forma adiabática reversible, disminu-
yendo mucho su presión y temperatura (y consecuentemente
su entalpía) y produciendo una cantidad de trabajo útil Wu.
A la salida de la turbina el vapor se encuentra en el estado 2,
como vapor húmedo, es decir, mezclado con líquido. Poste-
riormente el vapor de agua se enfría y condensa en el con-
densador, extrayendo calor Q2. Esta operación es necesaria
porque para ingresar el fluido de trabajo en el generador de
vapor hay que hacerlo en el estado líquido. La razón es que
para poder forzar la entrada del fluido en el generador de va-
por (que se encuentra a presión muy alta) hay que impulsarlo
con un equipo impulsor. Si el fluido se encuentra al estado lí-
quido el costo de impulsarlo es mucho menor que si está co-
mo vapor. A la salida del condensador el agua líquida se en-
cuentra en el estado 3.
A continuación es tomada por la bomba inyectora que lo comprime hasta la presión de entrada al generador
de vapor, que es ligeramente superior a la presión operativa del generador, en el estado 4. La bomba con-
sume un trabajo Wb. El agua entra al generador de vapor, donde recibe un calor Q1. Esta energía es nece-
saria para producir la evaporación del agua, desde el estado 4 al estado1.
Vamos a analizar cada una de las partes que componen el sistema. Para ello determinamos una frontera en
cada componente, de manera tal que solo sea atravesada por los flujos de masa y energía que correspon-
den a ese componente.
Generador de vapor.
En el generador de vapor tenemos el fluido que entra desde la bomba como líquido y sale como vapor reca-
lentado. El sistema se encuentra en régimen estacionario. Asumimos conocidas las propiedades de los es-
tados 4 y 1. Aplicando la ecuación (3-12’) tenemos:
dh +
dV 2
+
g
2 gc gc
dz m& =
∑ ∑ δQ& − δW& 0
Puesto que la caldera es un equipo estático y sin partes móviles con paredes rígidas, que maneja un fluido
que no cambia de composición ni tiene efectos electromagnéticos, no puede consumir ni producir trabajo
mecánico ni de ninguna otra índole. En consecuencia el trabajo vale cero. Además las instalaciones de este
tipo se construyen sin diferencias de altura importantes, de modo que la contribución de la variación de
energía potencial es despreciable. Si bien hay variaciones de energía cinética, si se las compara con el
enorme aumento de entalpía que hay como consecuencia del gran aumento de presión y temperatura tam-
bién podemos despreciar la contribución de la variación de energía cinética. Como resultado de todo ello, la
ecuación (3-12’) se reduce a lo siguiente.
δQ& = m& × dh ⇒ Q& 1 = m& (h1 − h4 )
Esta expresión proporciona el calor entregado por unidad de tiempo al agua líquida con entalpía h4 para va-
porizarla y producir vapor recalentado con entalpía h1 cuando circula el caudal de masa m& .
Turbina.
El vapor ingresa a la turbina con una entalpía h1 y se expande en la misma, que tiene una gran cantidad de
paletas unidas a un eje. A medida que el vapor se dilata el diámetro de las paletas aumenta, y reciben la
energía del vapor, que se enfría y disminuye su presión, es decir su entalpía. Esta energía se convierte en
energía cinética de las paletas que hacen girar el eje, el cual se encuentra acoplado al generador eléctrico.
La evolución se supone idealmente que es adiabática reversible, es decir, isentrópica. Aplicando la ecua-
ción (3-12’) tenemos:
dh +
dV 2
+
g
2 gc gc
dz m& =
∑ ∑ δQ& − δW& 0
Puesto que la evolución es adiabática podemos asumir que el calor intercambiado es cero. Además pode-
mos despreciar las contribuciones de las energías cinética y potencial porque estos equipos tienen una va-
riación de entalpía enormemente superior. En consecuencia:
− δW& 0 = m& × dh ⇒ −W& u = m& (h2 − h1 )
Puesto que h2 < h1 resulta:
W& u = m& (h1 − h2 )
El trabajo útil teórico entregado por la turbina será entonces el caudal de masa de vapor que circula por la
turbina multiplicado por la diferencia de entalpías del vapor de entrada y salida. En la práctica, la turbina no
es capaz de convertir toda la diferencia de entalpías en trabajo útil, debido a sus ineficiencias. Esto se toma
en cuenta en el rendimiento de la turbina, que es siempre menor que uno, y el trabajo real es igual al teórico
multiplicado por el rendimiento.
Nota: si Ud. se pregunta qué significa “isentrópico” vea el Apéndice al final de este capítulo.
Condensador.
Como ya hemos explicado en el ejemplo 1, un condensador es un intercambiador de calor que condensa el
vapor de agua, produciendo agua al estado líquido. De acuerdo con la expresión ya deducida en el ejemplo
citado, el calor extraído del vapor se calcula de la siguiente forma.
Q& 2 = m& (h3 − h2 )
El signo es negativo, puesto que es calor que sale del sistema, de acuerdo a la convención establecida en
el apartado 3.3. Esto es consistente con la expresión anterior, dado que h3 < h2.
Bomba.
La bomba impulsa el líquido desde el estado 4 de menor presión hasta el estado 1 de mayor presión. Es
aplicable la ecuación (3-12’):
dh +
dV 2
+
g
2 gc gc
dz m& =
∑ ∑ δQ& − δW& 0
En el caso de la bomba que inyecta agua en el generador de vapor, la variación de energía cinética y de
energía potencial es despreciable en comparación con la variación de entalpía, debido a que no hay dife-
rencias de altura o velocidad importantes. Además el proceso es adiabático, de modo que el calor inter-
cambiado es cero. Entonces la potencia consumida es igual al producto del caudal de masa por la diferen-
cia de entalpías.
− δW& b = m& × dh ⇒ −W& b = m& (h4 − h1 )
Puesto que h4 > h1 resulta que el producto da positivo. Pero como el trabajo de la bomba es consumo (entra
al sistema) tiene signo negativo, y al estar afectado por un signo menos queda positivo, es decir que la
ecuación es consistente. Como se deduce mas adelante en el apartado 4.2.1 del capítulo 4, el valor de la
diferencia de entalpías es igual al cociente de la diferencia de presiones sobre la densidad del líquido.
Hemos analizado cada una de las partes que integran un sistema complejo. ¿De qué manera se puede
aplicar el mismo análisis al conjunto del sistema y para qué nos sirve?. Para analizar el conjunto basta en-
cerrarlo con una superficie ideal (frontera del sistema) y estudiar las corrientes de energía que la atraviesan.
Inmediatamente se verifica que entran al sistema dos flujos de energía: el calor Q1 que recibe el fluido en el
generador de vapor, y el trabajo Wb que recibe el agua en la bomba, en tanto que salen del sistema dos co-
rrientes de energía: el trabajo útil Wu desarrollado por la turbina, y el calor Q2 extraído en el condensador.
Como resulta evidente, si el sistema se encuentra en régimen estacionario no habrá acumulación de ener-
gía en el sistema. Por ello podemos plantear que la suma de las corrientes que salen del sistema menos la
suma de las corrientes que entra debe dar cero. Es decir:
( )
W& u + Q& 2 − Q& 1 + W& b = 0 ⇒ W& u = Q& 1 − Q& 2 − W& b
¿Qué conclusiones podemos sacar de esta relación?. La diferencia Q1 – Q2 es el calor neto que recibe el
sistema, ya que toma calor Q1 del generador de vapor y despide calor Q2 en el condensador. En conse-
cuencia, la diferencia representa el trabajo bruto que puede producir el sistema, al que hay que restar el
trabajo consumido por la bomba (que es muy pequeño en comparación) para obtener el trabajo neto.
En el ejemplo siguiente veremos una instalación capaz de producir energía para impulsar una bomba de
riego.
Los procesos de licuación de gases se usan en varias industrias. Un ejemplo es el proceso de licuación del
aire, del que se pueden obtener oxígeno, nitrógeno y helio casi puros. El siguiente ejemplo muestra como
se puede aplicar el análisis termodinámico a un proceso elemental de licuación de oxígeno con expansión
en una pequeña turbina y separador centrífugo de gotas.
Todo el sistema está perfectamente aislado. Supongamos que el gas entra al sistema (condición 1) preen-
friado por intercambio de calor con el retorno del separador de gotas, a 60 ata y 200 °K, y sale de la turbina
(2) a 1 ata, como vapor y líquido. Medida la potencia entregada por la turbina resulta ser 1700 vatios (asu-
mimos eficiencia 100%) y el caudal másico (medido en 1) es de 15 g/seg. ¿Qué porcentaje de licuación se
obtiene y qué cantidad de oxígeno líquido sale en 3?.
Solución
Aquí se requiere un balance de energía y otro de masa. Ya sabemos que el trabajo producido debe ser
igual al producto del caudal de masa por la diferencia de entalpía pues las condiciones del sistema son aná-
logas a las del ejemplo 3.6. Sea m& 1 el caudal másico medido en la entrada 1, m& 3 el caudal másico medido
en la salida 3 y m& 4 el caudal másico medido en la salida 4, entonces:
Energía que entra por Energía que sale por Potencia
− =
unidad de tiempo unidad de tiempo producida
m& 1 h1 − (m& 3 h3 + m& 4 h4 ) = w& 0 (a)
Supongamos que analizamos este sistema durante un período de tiempo ∆τ comprendido entre dos instan-
tes τ1 y τ2. Durante ese período de tiempo la masa del sistema pasa de M1 a M2. Usamos letras mayúsculas
para evitar confundir esta variable con las masas de las corrientes, que escribimos en minúsculas.
Aplicando la ecuación general de balance de energía (3-6) podemos hacer la contabilidad de la variación
del contenido de energía del sistema. Podemos hacer esto porque sabemos que la energía se conserva in-
dependientemente del tiempo. Es decir, puesto que la energía se conserva, da lo mismo que tomemos un
período de tiempo largo o pequeño. Siempre se conserva dado que no se crea ni se destruye. Vamos a
usar la siguiente forma de la ecuación (3-6):
Variación del contenido Energía que entra Energía que sale
de energía del sistema = al sistema − del sistema
Simbolizamos la variación del contenido de energía del sistema así: ∆Esistema. El trabajo es energía entrega-
da al sistema, y por lo tanto tiene signo negativo, de acuerdo a la convención de signos adoptada, mientras
el calor es energía que ingresa al sistema, y tiene signo positivo.
La ecuación del balance global de energía queda expresada entonces del siguiente modo.
[14243]
∆Esistema [144424443] [144424443]
= Q + Ecorrientes que entran − Ecorrientes que salen + W (3-32)
Variación del contenido Energía que entra Energía que sale
de energía del sistema al sistema del sistema
En esta igualdad los términos entre corchetes se corresponden uno a uno con los de la igualdad anterior.
Reordenando esta ecuación podemos escribir:
∆Esistema = Q – W – ∆Ecorrientes
El último término de esta igualdad tiene el significado evidente:
∆Ecorrientes = [Ecorrientes que salen – Ecorrientes que entran]
Reordenando, el balance de energía queda entonces:
∆E sistema + ∆E corrientes = Q − W (3-32’)
La variación del contenido de energía del sistema cuando su masa varía desde M1 hasta M2 se puede con-
siderar como la suma de las variaciones de energía interna, cinética y potencial del sistema. Esta variación
se puede escribir del siguiente modo.
∆Esistema = M2(u + Ep + Ec)2 – M1(u + Ep + Ec)1
Un análisis parecido se hace en el caso de la variación de energía de las corrientes. Supongamos que el
flujo de masa ocurre en régimen estable. Entonces ni ms ni me cambian con el tiempo. Por lo tanto:
∆Ecorrientes = ms(u + Ep + Ec)s – me(u + Ep + Ec)e
Solo resta el trabajo. Puesto que este puede estar formado (como vemos en el croquis) de trabajo mecáni-
co de expansión del sistema, trabajo de circulación de las corrientes y trabajo en el eje, podemos plantear:
W = Wcorrientes + W(PV)sistema + Wo
El trabajo de circulación de las corrientes se puede deducir por el mismo razonamiento que seguimos en el
apartado 3.4 y se obtiene:
Wcorrientes = (P v m )s − (P v m )e
El subíndice s identifica las corrientes que salen del sistema, y el subíndice e las que entran al sistema. El
trabajo mecánico de expansión del sistema sólo existe cuando las fronteras del sistema cambian de posi-
ción en el tiempo, por ejemplo cuando varía el volumen del sistema, y se puede escribir del siguiente modo.
v2
W(PV) sistema =
∫ P dV
v1
Con estas aclaraciones respecto a la notación usada, estamos en condiciones de escribir nuestro balance
de energía de la siguiente manera.
M 2 (u + Ep + Ec )2 − M 1 (u + Ep + Ec )1 + ms (u + Ep + Ec )s − me (u + Ep + Ec )e =
v2
∫
= Q − (P v m )s − (P v m )e + P dV + Wo
(3-32”)
v1
Esta igualdad se puede reordenar quedando:
M 2 (u + Ep + Ec )2 − M 1 (u + Ep + Ec )1 + ms ([u + P v ] + Ep + Ec )s − me ([u + P v ] + Ep + Ec )e =
v2
∫
= Q − P dV + Wo
v1
Pero los sumandos [u + Pv] entre corchetes no son otra cosa que entalpías, de modo que:
M 2 (u + Ep + Ec )2 − M 1 (u + Ep + Ec )1 + ms (h + Ep + Ec )s − me (h + Ep + Ec )e =
v2
∫
(3-33)
= Q − P dV + Wo
v1
La ecuación (3-33) sólo es válida para condiciones de flujo de masa estable, es decir, cuando el caudal de
masa es constante. Esta hipótesis es aplicable en muchas situaciones reales, durante un cierto período de
tiempo. Sin embargo, casi nunca es válida durante todo el curso de un fenómeno en régimen transitorio.
Para comprender esto, vamos a examinar un escenario concreto. Supongamos que se tiene que cargar un
cilindro de gas natural. El cilindro está vacío al comienzo del proceso, en un instante inicial τ0 = 0. Se ali-
menta el gas desde una tubería de presión constante que toma el gas natural de un gran reservorio, que
podemos considerar de capacidad infinita comparada con la del cilindro. Por lo tanto, el caudal que suminis-
tra el reservorio sería demasiado grande si no lo limitamos de alguna manera, por ejemplo mediante una
válvula que baje la presión hasta el valor que debe tener el cilindro una vez terminada la carga. De lo con-
trario se corre peligro de que la carga sea demasiado rápida, se excede la presión máxima que tolera el ci-
lindro, y este explota. Entonces el gas entra a una presión constante que regula la válvula, ligeramente ma-
yor que la presión que tendrá el cilindro a plena carga (totalmente lleno) pero con un caudal de masa varia-
ble. La causa de que el caudal de masa sea variable (de hecho, en disminución a medida que progresa la
carga) es la siguiente. La fuerza impulsora del flujo es la diferencia de presiones. El gas entra en el cilindro
porque la válvula deja pasar el gas a una presión mayor que la presión que hay en el cilindro. A medida que
el cilindro se llena su presión aumenta y el caudal de masa disminuye porque la diferencia de presiones se
achica. En el momento en que el cilindro está lleno, la presión del gas que sale de la válvula es solo ligera-
mente mayor que la del cilindro, y el caudal es muy pequeño, de modo que se corta el flujo.
En régimen transitorio de flujo de masa es necesario modificar la ecuación (3-33) para tomar en cuenta el
cambio de caudal de masa de la o las corrientes que entran y salen del sistema. La siguiente ecuación re-
presenta esto mediante una integral que reemplaza a la diferencia finita del término de las corrientes.
C
∑∫
mi
M 2 (u + Ep + Ec )2 − M 1 (u + Ep + Ec )1 + (h + Ep + Ec )dmi =
0
i =0
(3-34)
v2
∫
= Q − P dV + Wo
v1
Tanto en la ecuación (3-33) como en la ecuación (3-34) se pueden hacer simplificaciones, ya que se trata
de relaciones de carácter muy general. Analicemos las distintas posibilidades.
3.10.2 Las fronteras del sistema son rígidas y este no cambia de posición
Admitiendo que el flujo es estable, si las fronteras del sistema no sufren ninguna variación de posición, en-
tonces el volumen del sistema no cambia. En la ecuación (3-33) el trabajo mecánico de expansión del sis-
tema vale cero, y esta queda simplificada de la siguiente manera.
M 2 (u + Ep + Ec )2 − M 1 (u + Ep + Ec )1 + ms (h + Ep + Ec )s − me (h + Ep + Ec )e =
(3-33’)
= Q − Wo
Si además el sistema no cambia de posición, tanto la energía potencial como la cinética permanecen cons-
tantes, y la ecuación (3-33’) se puede simplificar así:
M 2 × u 2 − M 1 × u1 + ms (h + Ep + Ec )s − me (h + Ep + Ec )e = Q − Wo (3-33”)
∑∫
mi
M 2 × u 2 − M 1 × u1 + (h + Ep + Ec )dm i = Q − Wo (3-34’)
0
i =0
M 2 × u 2 − M 1 × u1 = me (h + Ep + Ec )e − ms (h + Ep + Ec )s
En esta ecuación el término de la izquierda sólo contiene variables del sistema mientras que el término de
la derecha sólo contiene variables de las corrientes.
Si el flujo no es estable, obtenemos en cambio a partir de la ecuación (3-34’) la siguiente expresión.
C
∑∫
mi
M 2 × u 2 − M 1 × u1 + (h + Ep + Ec )dm i =0 (3-34”)
0
i =0
Ejemplo 3.8 Cálculo del balance de masa y energía en una carga en régimen transitorio.
Supongamos un proceso en régimen no
estacionario, como la carga de un reci-
piente cerrado. Sea V el volumen del re-
cipiente que contiene en un instante ini-
cial τ0 = 0 una masa inicial M0 a la tempe-
ratura T0 y a la presión P0. Supongamos
que el proceso es rápido y no da tiempo
a intercambio de calor, por lo que se
puede suponer adiabático. Igualmente
suponemos despreciable la energía ciné-
tica del gas. Como el gas en el interior
del recipiente está a volumen constante
sólo hay aumento de energía interna. Asumiremos que el caudal másico que ingresa es constante. Nos
proponemos obtener una expresión que proporcione la temperatura T en el interior del recipiente en función
iv
del tiempo τ. El balance de energía en un instante τ viene dado por la ecuación (3-33 ), es decir:
Aumento de energía Energía que entra Energía que sale
= −
interna del recipiente al recipiente del recipiente
M u − M 0 u0 = m& 1 h1 τ − 0 (a)
Además por un balance de masa: M − M 0 = m& 1 τ ⇒ M = M 0 + m& 1 τ
Reemplazando en (a):
m& 1 h1 τ = (M 0 + m& 1 τ )u − M 0 u 0
Puesto que u = Cv × T y h = Cp × T tenemos, reemplazando en la anterior:
m& 1 Cp T1 τ + M 0 Cv T0
m& 1 Cp T1 τ = (M 0 + m& 1 τ )Cv T − M 0 Cv T0 ⇒ T =
(M 0 + m& 1 τ )Cv
¿Qué valor de temperatura T hay en el interior del recipiente si el tiempo τ se hace muy grande?. Basta to-
mar límite para τ tendiendo a infinito.
Cp
T∞ = lim T = T1 = γ T1
t →∞ Cv
Puesto que γ > 1, se deduce que T∞ > T1 es decir que el recipiente se calienta. No nos debe sorprender este
resultado, puesto que hay una compresión.
En el caso de un fluido que sale del sistema pero sin entrar al mismo, tenemos la situación justamente in-
versa, que representa una idealización de gran cantidad de situaciones reales que involucran el vaciado de
recipientes. Como tienen interés práctico, examinaremos el problema con algún detenimiento.
Ejemplo 3.9 Cálculo del balance de masa y energía en la descarga en régimen transitorio.
3
Una botella a presión contiene 50 pies de aire a 100 psia y 240 ºF. Se abre la salida de aire y se usa para
impulsar una turbina; el aire se expande hasta la presión atmosférica y la temperatura de –55 ºF.
Calcular el trabajo teórico máximo producido por la expansión del gas en la turbina asumiendo comporta-
miento ideal.
Solución
La ecuación (3-33’) se puede modificar fácilmente para acomodarla a las condiciones actuales. Asumiendo
que el proceso ocurre sin intercambio de calor, lo que obtenemos incorporando la hipótesis de flujo adiabá-
tico, paredes rígidas y puesto que no hay cambios de energía cinética ni potencial macroscópica es lo si-
guiente.
M 2 × u 2 − M 1 × u 1 + m s × h s = −Wo
De la ecuación de los gases ideales:
m PV
PV = nR ′T = R ′T ⇒ m = PM
PM R ′T
En consecuencia:
PV 100 × 50 × 144
m1 = PM 1 1 = 29 = 19.3 Lb
R ′T1 1545 × 700
y
PV 14.7 × 50 × 144
m 2 = PM 2 2 = 29 = 4.9 Lb
R ′T2 1545 × 405
Aplicando la relación anterior obtenemos:
( 2 2 1 1
)
− Wo = M 2 × u 2 − M 1 × u 1 + m s × h s = Cv M × T − M × T + m s × Cp × Ts =
= 0.171(4.9 × 405 − 19.3 × 700 ) + (19.3 − 4.9 )0.24 × 405 = −572 Btu
sistema se puede analizar como un sistema cerrado, la condición de régimen transitorio en el flujo de masa
desaparece, y en consecuencia también lo hace la condición de régimen transitorio en el flujo de energía.
El razonamiento que conviene usar es el siguiente. En un instante inicial τ0 = 0 el tanque chico está a la
temperatura T0 y a la presión P0. En un momento posterior τ el tanque chico tiene una temperatura T y una
presión P. Puesto que la masa de un sistema cerrado es constante, que no hay trabajo entregado o consu-
mido por el sistema y asumiendo que la evolución es adiabática, la temperatura se puede calcular mediante
una ecuación apropiada para evoluciones adiabáticas. No importa ahora cómo se calcula, lo veremos mas
adelante en la ecuación (4-9’), apartado 4.1.4 del capítulo 4. Lo que realmente importa es que el problema
tiene solución por esta vía, y que esta es muchísimo mas simple.
En otros casos es necesario hacer un esfuerzo de imaginación para convertir el sistema abierto en cerrado.
Generalmente esto es posible con un poco de ingenio. Por lo común basta agregar superficies imaginarias
que limiten y cierren el sistema, como pistones ideales sin rozamiento y otras entidades ideales por el estilo.
Para ilustrar la manera como se hacen estas ingeniosas suposiciones veamos un caso concreto. Tenemos
que calentar una masa conocida de agua en un recipiente abierto (tacho) de volumen y temperatura inicia-
les conocidos. Como el tacho está abierto, la presión que actúa sobre la superficie es conocida: la atmosfé-
rica. Para calentar el agua se dispone de vapor saturado húmedo, de presión, temperatura, entalpía y título
conocidos. ¿Cuánto vapor hace falta para un cierto aumento de temperatura?. Es evidente que el sistema
es un sistema de flujo o abierto. Además es evidente que está en régimen transitorio, porque la masa de
agua del tacho aumenta a medida que se condensa el vapor que se hace burbujear en el agua. La idea es
convertirlo en un sistema cerrado equivalente.
Para ello, supongamos
que se conoce la can-
tidad de vapor que
hace falta. Esa canti-
dad de vapor está en
la tubería de entrada,
que suponemos pro-
vista de un émbolo o
pistón imaginario, y se
inyecta en el tacho.
Además, imaginemos
un pistón ideal sin pe-
so ni rozamiento que
cierra la superficie libre
del agua en el tacho. Y
ya está. El croquis ilus-
tra el sistema modificado. Ayuda mucho hacer uno o varios dibujos para explorar distintas posibilidades.
No obstante, es necesario tener en cuenta que en ciertos casos el régimen transitorio en el flujo de energía
se puede encontrar asociado a un flujo de masa en régimen estable. En estos casos, no se puede aplicar el
análisis simplificado que acabamos de explicar, ni tampoco tendría sentido hacerlo. No obstante, algunas
veces es posible modificar las fronteras del sistema de modo tal que los flujos de energía se hagan inde-
pendientes del tiempo. Esto no siempre es posible, y pocas veces se justifica el esfuerzo que demanda.
APENDICE
BIBLIOGRAFIA
• “Termodinámica para Ingenieros” – Balzhiser, Samuels y Eliassen.
• “Termodinámica” – C. García.
• “Termodinámica” – V. M. Faires.
• “Propiedades de los Gases y Líquidos” – Reid y Sherwood, trad. castellana de la 2 ed. inglesa.