Trabajo La Búsqueda de La Verdad en El Proceso Laboral
Trabajo La Búsqueda de La Verdad en El Proceso Laboral
Trabajo La Búsqueda de La Verdad en El Proceso Laboral
PRIMER TEMA
SEGUNDO TEMA
IV. LA VERDAD EN EL PROCESO LABORAL
IV.1. Verdad y proceso laboral
En el proceso laboral rige un principio dispositivo “atemperado” (Palomeque), aunque para
algunos “predomina el principio inquisitivo del juez, emulando al juez penal, con la
finalidad de procurar obtener la verdad real” (Baylos). Sus características lo aproximan por
lo tanto al juez penal, pues en el proceso laboral los jueces están comprometidos en el
descubrimiento de la relación “jurídico material debatida”, diferenciándose por sus
respectivos fines.
El proceso laboral surgió a inicios del siglo XX para garantizar las normas del naciente
Derecho del Trabajo, para lo cual se requería un proceso que contemplase menores gastos
judiciales, mayor sencillez para la defensa del trabajador, rapidez y celeridad en los actos
procesales y una intervención del juez en la búsqueda de la “verdad material”173.
En la Nueva Ley Procesal del Trabajo se reconoce como principio esencial la oralidad, que
a su vez, comenta LUIS VINATEA RECOBA, activa los otros principios, en tanto
“… no es posible entender la inmediación (cercanía del juez con las partes) sin
oralidad y no es posible entender la inmediación sin la concentración, que no
es otra cosa que centralizar en etapas específicas las actuaciones más impor-
tantes del proceso. De modo que se debe hacer uso de la oralidad y la
inmediación como herramientas de percepción de los hechos, pruebas y
materias sobre las que el juez se debe pronunciar”.
Pero no sólo propugna la agilidad del esquema procesal sino que la Nueva Ley Procesal
del Trabajo también promueve la igualdad sustancial, particularmente a través de
normas que reducen la carga probatoria del trabajador. A través de este marco, el
principio de veracidad y la verdad material tendrán mayor vigencia.
En tercer lugar, el artículo 23, inciso 4, literales a) y c), considera que es carga del
empleador demostrar el estado del vínculo laboral y la causa del despido; lo mismo
que el pago liberatorio de las obligaciones inherentes a la relación de trabajo, su
extinción o inexigibilidad.
Por último, se puede mencionar que a tenor del artículo 23, inciso 4, literal b) y artículo
23, inciso 5, en el nuevo proceso laboral han merecido especial atención las causas
donde se ventilan situaciones de discriminación, tutela de libertad sindical y otras
situaciones lesivas de derechos fundamentales. El hecho lesivo alegado habría de refe-
rirse a derechos fundamentales conculcados, pues es en esta materia que el derecho
comparado denuncia el difícil escenario probatorio que el trabajador debe enfrentar.
Como expresa José Luis Ugarte:
“Las razones de la rebaja en el esfuerzo probatorio son básicamente dos: Por
una parte, el carácter manifiestamente hundido de las conductas lesivas de
derechos fundamentales, las que se suelen encubrir en conductas
aparentemente lícitas y no lesivas, lo que hace sino imposible, muy difícil la
acreditación del móvil o de la finalidad discriminatoria o lesiva de derechos
fundamentales. Como se ha destacado en la doctrina comparada, dichas
conductas ‘nunca se presentarán como tales, salvo supuesto extremos, sino
enmascaradas y ocultas’.
Por otro lado, el entorno probatorio hostil que enfrenta el trabajador que
demanda tutela de sus derechos fundamentales”.
Para el acceso a esta reducción probatoria para el trabajador, vale decir, para que el
denunciante pueda aprovechar esta ventaja procesal “le corresponde acreditar la
existencia de indicios suficientes de que se ha producido la vulneración de los derechos
fundamentales protegidos por el procedimiento”183.
Siguiendo al mismo autor, es oportuno precisar que esta regla no corresponde en
sentido estricto a una regla de la etapa probatoria sino a una regla de juicio; vale decir,
que opera cuando el juez, al momento de dictar la sentencia, debe resolver quién debe
soportar el costo del hecho que en el proceso no ha quedado plenamente acreditado,
pero de cuya ocurrencia, por la presencia de indicios al respecto, se guarda razonable
duda. Actúa, por lo tanto, en la etapa de la construcción de la sentencia por parte del
juez, esto es, en el de la decisión judicial del fondo del asunto184.
Son muchas las manifestaciones de tutela en el proceso laboral, baste mencionar la
gratuidad, la representatividad de los sindicatos, la institución de la demanda de
liquidación de derechos individuales, la ejecución de las sentencias de segunda
instancia de ser favorable al trabajador aunque la demandada hubiere recurrido en
casación, entre numerosas expresiones de la igualdad sustancial incluidas en la nueva
ley como la presencia de las presunciones del artículo 23 arriba comentadas y de
aquellas que surgen de la infracción de la buena fe procesal del artículo 27 del mismo
cuerpo legal que se transcribe:
“Artículo 27.- Presunciones legales derivadas de la conducta de las partes:
El juez puede extraer conclusiones en contra de los intereses de las partes
atendiendo a su conducta asumida en el proceso. Esto es particularmente
relevante cuando la actividad probatoria es obstaculizada por una de las
partes.
Entre otras circunstancias, se entiende que se obstaculiza la actuación
probatoria cuando no se cumple con las exhibiciones ordenadas, se niega la
existencia de documentación propia de su actividad jurídica o económica, se
impide o niega el acceso al juez, los peritos o los comisionados judiciales al
material probatorio o a los lugares donde se encuentre, se niega a declarar, o
responde evasivamente.”
VI. BIBLIOGRAFÍA
BUSTAMANTE ALARCÓN, REYNALDO. (2001). El derecho a probar. Lima, Ara Editores.
GARCÍA GRANARA, FERNANDO. (2009). “La primacía de la realidad y la inspección del trabajo”. En: Los principios del Derecho del Trabajo
en el Derecho Peruano – Libro homenaje al profesor Américo Plá Rodríguez. Segunda Edición. Lima, Sociedad Peruana de Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social (SPDTSS) - Grijley.