Desarrollo Humano1
Desarrollo Humano1
Desarrollo Humano1
I
Índice
Introducción 1
Humildad 2
Moderación 4
Pensamiento Adecuado 6
Temperamento 8
Conclusión 10
II
Introducción
Los principios de los dominios propios son valores que nos enseñan a mejorar nuestra
vida en cual nos da buenas lecciones, la humildad es un principio que nos enseña a
respetar y ayudar a las personas y no juzgarlas por la vida que llevan, se debe conocer
los errores para poder triunfar en la vida, la moderación según Proverbios 13:3.
Sabiduría: 9.10 nos dice que “El dominio de sí mismo consiste en dominar la lengua, la
contestación y apresurada puede arruinarlo todo”.
1
El principio de dominio propio: humildad
“El hombre que se niega a reconocer sus errores jamás podrá triunfar, pero si los confiesa y los
corrige, tendrá una nueva oportunidad”.
No es fácil admitir que se está equivocando; cuesta decir: “Cometí un error” o “Estoy
equivocado”. A toda persona le gusta estar en lo correcto porque le hace sentirse bien,
aceptada, le incrementa el ego y el valor personal. Aunque se esté en lo correcto, cualquier
hombre o mujer puede cometer errores. La vida es una experiencia de aprendizaje, por tanto,
se debe aprender cómo manejar las dificultades, porque si se rehúsa a admitir los errores o lo
que se ha hecho mal, se detiene el crecimiento y el progreso personal. El proverbio dice:
“…Jamás podrá triunfar…” hay una manera correcta y otra incorrecta para manejar las faltas o
los errores. El sistema judicial dice: “Todo lo que diga puede ser utilizado en su contra”,
empujando al ser humano a esconder las malas acciones y vivir con la culpa, en vez de vivir en
paz, lo cual deja asuntos sin terminar que volverán para perseguirlo internamente; entre ellos:
A. la culpa que dejara cicatrices en la conciencia hasta que se pueda confiar en uno mismo.
b. la dureza que hace a la persona volver ser rígida, porque se tiene miedo a ser uno mismo.
Esta no es la manera en que Dios ha diseñado su vida. El da coraje al hombre o mujer para que
sean honestos y responsables de sus buenas o malas acciones. No se puede sanar, ni ser
perdonado, si no se reconocen los errores. “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo
para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad”.
Una manera sana de manejar las acciones es admitirlas, confesarlas y abandonarlas, como
dice el proverbio inicial. No se abandonan las malas acciones hasta que es humilde y se
confiesan. Esto significa ser responsable por su propio comportamiento.
El sistema judicial dice: “No admita nada”, ¡deje que lo prueben!; esto quiere decir que toda
persona puede salirse con la suya, con todo lo que no se pueda probar. Este no es el camino a
la vida correcta. El sistema incluso puede desestimar la evidencia real por un tecnicismo; por
ello la criminalidad se extiende cruelmente por todos lados. Cuando se actúa de manera
incorrecta o se practica el mal, se siente la culpabilidad y responsabilidad de las acciones,
aunque estas no puedan probarse. La culpa proviene del corazón, no únicamente cuando la ley
2
lo pruebe. El camino de Dios enseña a admitir los errores cuando se ha hecho algo malo e
invita a toda persona a abandonar ese comportamiento y volverse hacia el camino correcto; la
ley le dice que puede quedarse callado, que se defienda y apele. Esto está bien cuando la
persona es inocente, pero no es correcto cuando es culpable.
Es indudable que un buen sistema judicial fue establecido con la intención de proteger y
defender a los inocentes, pero se busca utilizarlo a conveniencia personal, mientras se niegan a
respetar las leyes superiores de Dios. ¿Qué hay de la ley de justicia para las sociedades
establecidas por Dios? La culpa no puede ser removida de una persona que no la admita,
confiese y abandone. Únicamente la ley de Dios que enseña la humildad, rehabilitará al hombre
o mujer de la culpa y construirá una sociedad justa. Se cosecha lo que se ha defendido; una
generación que cree derrotar los sistemas, si son apresados por la justicia piensan que valió la
pena arriesgarse.
USTED NO SIEMPRE IRA POR LA VIDA HACIENDO TODO BIEN, PERO SU HUMILDAD
HARA CREER A LA GENTE QUE SI LO HACE.
3
El principio de dominio propio: moderación
Aunque la lengua es un miembro pequeño del cuerpo es muy difícil controlarla; puede crear
muchos problemas, se puede usar para insultar, criticar, difamar y destruir o para bendecir,
reconfortar y edificar a otras personas. Es importante entender que cualquier cosa que se diga,
regresara hacía uno mismo. Lo que se habla, se vuelve, porque las palabras son poderosas y
pueden causar la ruina o traer soluciones.
El hombre puede ser juzgado por lo que sale de su boca. “… de la abundancia del corazón
habla la boca” (Lucas 6:45). La lengua tiene que ver más con la ley de siembra y cosecha que
cualquier otro miembro de nuestro cuerpo, proverbios 21:23 dice: “Ten la boca cerrada y te
libraras de muchos problemas”. Este es un buen consejo, pues si no se mantiene callado o no
logra controlar la lengua, se multiplicarán los problemas. A veces, cuando el hombre o la mujer
hablan demasiado suelen ponerse en ridículo y la gente los juzgara como habladores, flojos o
chismosos; trataran de justificarse o negarlo, lo cual agravara más el problema. Cuando se
miente para tratar de salvarse, los razonamientos se convierten en argumentos viciosos que no
tienen un buen final.
Siempre es bueno ser amigable y sociable, pero la lengua debe controlarse, especialmente
cuando se trata de alardear, exagerar o hablar de otros; recuerde que no todo lo que llega a la
mente tiene que ser dicho.
¡Cuántas veces las personas se meten en problemas por hablar más de la cuenta! Chismosear
y regar rumores crea toda clase de peleas que propician la separación de los miembros de la
familia y amigos; al aclarar la verdad usualmente se señala a las personas que no controlaron
su lengua. Como persona responsable, es importante que las palabras muestren el control que
se tiene y no la impulsividad de la lengua. Esto permite concluir que existe tres clases de
personas que son cuidadosas con su lengua:
4
La persona inteligente es lo suficiente humilde para no saber que “no sabe” y no se expone al
abrir su boca. Ejemplifica el Proverbio que dice: “Es mejor no decir nada y ser considerado un
tonto, que abrir la boca y comprobarlo”.
Si se quiere tener una buena vida, se debe parar o controlar el flujo emocional de las palabras.
El dominio propio ejercido por las personas permite controlar la lengua; debe usarse para decir
palabras que edifican. Es como sembrar buenas semillas que darán fruto y un destino positivo,
no únicamente para uno mismo, sino para otras personas. Dios entiende el poder de las
palabras. El creo el mundo con la palabra hablada. Dios dio al hombre y la mujer el poder y la
habilidad de hacer bien o mal, por medio del libre de albedrio, al utilizar el poder de las
palabras; entonces:
¿En qué situaciones le ha sido menos difícil controlar una rápida respuesta?
¿Cómo usa usted su lengua cuando enfrenta situaciones conflictivas en su familia, en el trabajo,
con grupos de amigos, en la universidad?
¿Cómo y en qué momento ha edificado o dañado a otras personas con sus palabras?
¿se considera usted una persona con dominio propio para controlar su lengua? ¿Por qué?
5
El Principio de Dominio: pensamiento adecuado
Proverbios 23:7 RV
Otras personas son mas soñadoras; nunca están satisfechas de como son las circunstancias, lo
cual es bueno, si son parte de un equipo; pero puede ser peligroso si funcionan como un
individuo. Al estar concentrados en lo que puede ser (futuro), se olvidan de practicar el sentido
común y el razonamiento sensato en el presente. Entonces, al parafrasear el proverbio que
dice: “Una persona es cómo piensa”, significa que el futuro puede estar determinado y depende
del pensamiento individual. Lo que se piensa hoy es en lo que se convertirá mañana.
Los pensamientos siempre preceden a las acciones. Una persona es realmente lo que piensa,
no siempre lo que hace. Los jueces juzgan por lo que hacen o han hecho las personas, pero
Dios sabe lo que eventualmente harán por medio de lo que piensan. El advierte por adelantado
que se debe ser cuidadoso con los pensamientos (Mateo 5:27-28). La ley dice: “No debes
cometer adulterio”, pero Jesús dijo que si se mira a una mujer y se desea, ya se cometió
adulterio en el corazón. Dios quiere proteger al hombre y a la mujer de que cometan actos
contrarios a su ley al advertirles mientras están todavía en la etapa del pensamiento.
La Ley también dice: “No mataras”, pero Jesús dice que no se debe odiar de nuevo. El sabía
que el odio puede conducir al hombre o a la mujer a matar.
El unto es, hay que estar atento a los pensamientos, pues crecen y se convierten en acciones.
Es bueno preguntarse: ¿Es sorprendente la violencia practicada por los niños, niñas y
adolecentes, o la corrupción del país?. No hay que adivinarlo, se ha creado a través de los
6
medios de comunicación. El resultado en un niño o en la sociedad, es el producto de un
ambiente creado con filosofías propias. Debemos recordar este proceso:
Si se quiere un buen futuro debe controlarse el patrón de pensamiento. La pregunta es: ¿Cómo
controlar los pensamientos?
a. Primero, querer hacerlo. Si así es, puede renovarse la mente al controlarlo que entra en ella.
(Romanos 12:2). Hay que seleccionar buenas lecturas y mirar buenos programas de televisión.
Dios ha dado libre albedrio a los hombres y mujeres. Su destino está bajo control personal, si no
les gustan donde están o para donde van, puede cambiar su rumbo al hacerse cargo de los
pensamientos. Existe una ley de atracción: Se atrae aquello a lo que más se le presta atención.
¿Por qué algunas veces los pensamientos no concuerdan con las acciones?
LA MENTE, UNA VEZ EXPANDIDA POR UNA IDEA, NUNCA VOLVERA A SU DIMENSION
ORIGINAL
7
El principio de Dominio propio: temperamento
“Mejor es ser apacible que famoso; mejor dominarse a sí mismo que mandar un
ejército”.
Debe entenderse que no es malo ningún tipo de temperamento, ya que es la fuerza que
gobierna al hombre y a la mujer en todas las acciones de su vida cotidiana; es la diferencia
entre personas fuertes y débiles. Algunos seres humanos le piden a Dios que les cambie el
temperamento, lo cual no es bueno porque es un regalo de fuerza y debe dar gracias a Dios por
él. La mayoría se los empresarios tienen un gran temple, lo que les da la energía para alcanzar
sus objetivos y propósitos en la vida.
El temperamento es como la gasolina: mientras más fuerte es, sus octanos son más altos;
ambos pueden ser explosivos y peligrosos, si no se es cuidadoso y no se controla, la gasolina
puede quemar la casa; por el contrario, si se es cuidadoso y se logra controlar, puede ser muy
útil y valiosa. Dios dice: “…si se enojan, no pequen”. Esto significa que no se deben destacar
las cosas porque sean peligrosas, sino debe establecerse reglas de seguridad para usarlas bien
y aprovecharlas su valor.
De manera similar, no se debe pensar en cambiar el temperamento de las personas, sino mas
bien tratar de controlarlo, sino mas bien tratar de controlarlo, desacelerarlo, no dejarlo deslizar.
Establezca reglar de seguridad y tome el valor de la energía que genera. Cuando el
temperamento se activa, se es más fuerte, se puede trabajar más duro y hacer más cosas. No
solo activa la mente, sino también energiza el cuerpo, pero ¡cuidado! Porque esa misma
energía puede volverse destructiva. Se puede golpear a alguien, romper objetos o decir
palabras que destruyan relaciones interpersonales y llegar a perder credibilidad.
Cuando sienta que el temperamento sube, piense en lo que está a punto de hacer y el efecto
que tendrá en usted y en los demás que lo rodean. Esto es saber manejar el temperamento y
usar la energía de manera positiva. Las personas sabias usualmente tienen temperamentos
muy fuertes, pero aprendieron a pensar antes de reaccionar, por eso se vuelve famosas y son
conocidas como sabias. Controlar el temperamento construye carácter y da credibilidad. Para
manejar el temperamento explosivo, considere lo siguiente:
8
1. siempre tome en cuenta el daño potencial.
Todas las personas buenas saben lo que significa tener temperamento fuerte, también saben
cómo controlarlo. A las plantas, los arboles y las flores, hay que podarles su maleza
(temperamento) para que pueda dar fruto. Todo lo que es valioso necesita ser manejado y
controlado; de otra manera perderá su valor. Agradezca a Dios por su temperamento. No lo
deje subir muy rápido o afectara a los que están a su alrededor.
¡P-A-R-E UN MOMENTO!
Use palabras apropiadas para alentar los corazones de la gente que está a su alrededor, será
conocido como una persona sabia por saber controlarse a sí mismo.
¿Cuál fue el precio que ha pagado por sus actitudes temperamentales fuertes?
9
Conclusión
Al conocer los principios de dominio propio nos damos cuenta que al ser mejores personas y
practicar los valores tenemos la oportunidad de ser personas exitosas en la vida cuando
apoyamos a las personas, las respetemos y les damos su lugar como se merecen. Si
conocemos nuestros errores podemos triunfar en la vida.
10
Bibliografía
La red business network.(s/f). desarrollo humano y profesional (10ª. edicion). Estados Unidos:
La red business network
11