Jonás y La Ballena
Jonás y La Ballena
Jonás y La Ballena
en la ciudad de Nínive. Nínive era una ciudad donde habían personas muy
malas y por eso Dios quería que Jonás fuera allí para que los habitantes de
esa ciudad cambiaran su forma de ser. Pero Jonás, a pesar de ser un hombre
bueno, decidió huir en un barco hacia otro lugar en dirección opuesta porque
le daba miedo ir a Nínive.
Entonces cuando Dios vio esto, quiso darle una lección a Jonás. Entonces
hizo que el barco en donde iba, pasase por una gran tormenta. El barco se
mecía muy fuerte de un lado para otro. Hasta que Jonás se dio cuenta de que
había hecho mal en huir de Dios y que la tormenta era por causa suya. Jonás
le pidió a los marineros que lo arrojen al mar porque era su culpa que
estuvieran pasando por esa peligrosa tormenta. Los marinero no quisieron
arrojarlo y no le creían lo que decía.
Entonces Jonás tuvo que saltar él mismo al mar. Inmediatamente Jonás cayó
al agua, se calmaron las aguas y todo volvió a estar tranquilo. Pero ocurrió
algo inesperado. Jonás fue tragado por un pez grande (una ballena).
Jonás, muy asustado, empezó a orar a Dios para pedirle perdón por su
desobediencia. Luego de 3 días de estar dentro de la ballena, Jonás por fin
fue arrojado por el pez en una isla. Jonás estaba más que agradecido y le
prometió a Dios de que iría a Nínive a predicar su palabra y que nunca más lo
desobedecería.
Mejor respuesta: Desobediencia y avivamiento son los temas clave en este libro.
La experiencia de Jonás en el vientre de la ballena, le da la oportunidad única de
buscar una liberación singular, mientras él se arrepiente durante este retiro
igualmente único. Su desobediencia inicial conduce no solo a su avivamiento
personal, sino también al de los ninivitas. Muchos clasifican el avivamiento que
Jonás trajo a Nínive como uno de los mayores esfuerzos evangelísticos de todos
los tiempos.
Versos Clave: Jonás 1:3, “Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová
a Tarsis,…”
Jonás 1:17, “Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y
estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.”
Jonás 2:2, “Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seól
clamé, y mi voz oíste.”
Jonás 3:10, “Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y
se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.”