El Niño Que No Quería Estudiar
El Niño Que No Quería Estudiar
El Niño Que No Quería Estudiar
Había una vez un niño que se llamaba Juan. Era un niño que
no quería estudiar, prefería jugar en los parques de Turma o recorrer
las campiñas de Sacsamarca y Huanuquillo mientras los otros niños
iban a la escuela de la localidad, él paseaba a solas y pensaba que la
escuela era aburrida y que los maestros castigaban a los estudiantes
cuando no cumplían las tareas.
Un día, habiendo salido temprano de su casa, Juan encontró
en el suelo un billete de diez nuevos soles j entonces decidió ir a
pasear a la Gruta de Huagapo, subió en un microbús, pagó su pasaje
y como el cobrador no tenía sencillo para darle el vuelto, le hizo bajar
en un lugar que Juan no conocía, caminó y caminó por muchas horas
hasta llegar a un pueblo llamado Picoy. Juan no sabía qué vehículo
abordar para regresar a su casa. Al poco rato sintió hambre y decidió
comprar unas galletas, pero como no sabía leer ingresó a una botica
pensando que era una bodega. Luego preguntando a los pobladores
del lugar llegó a una tienda, compró galletas y caramelos, pero como
no sabía sumar ni restar, no se dio cuenta que le dieron su vuelto
incompleto.
Más tarde, mientras caminaba por la calle principal del pueblo
de Picoy, se le acercó un anciano y le dijo:
- Niñito, necesito tu ayuda ya que no veo bien. Voy a visitar a
mi nieta y por favor lee esta dirección y luego indícame dónde queda.
Con mucha pena Juan le dijo al viejito que no sabía leer.
Después de caminar algunas horas, llegó cansado al distrito de
Acobamba y se encontró con muchos niños que estaban jugando un
partido de fulbito en la calle Libertad, Juan lentamente se acercó a
uno de ellos y conversaron un buen rato.
Su nuevo amigo le preguntó a Juan, ¿en qué escuela estás
estudiando?
Juan contestó, yo no voy a la escuela. La escuela es aburrida,
dejan mucha tarea y cuando no las cumples te castiga el profesor.
El niño miró con asombro a Juan y luego le respondió:
- Estás equivocado amigo, en la escuela, además de aprender
muchas cosas buenas, encontrarás muchos amigos con quienes te
divertirás y jugarás.
Después de dos horas de conversación, con In ayuda de su
amigo, Juan pudo tomar el colectivo para regresar a Terma.
Ya en la tarde, estando en la ciudad de Turma, antes de llegar
a su casa, Juan se topó con un letrero que decía: "peligro!", pero como
no sabía leer, casi se cae a un hoyo.
Ese día Juan comprendió que ir a la escuela es muy importante
para salir de la ignorancia, así que decidió matricularse el próximo arto
en la escuela de su barrio.
Y así Juan aprendió a leer a escribir, a sumar y otras cosas más
convirtiéndose en el mejor alumno de la clase por el gran interés que
puso en los estudios, con el propósito de triunfar en la vida junto a su
familia.
HAY QUE BAÑARNOS
(Cuento Adaptado)
Un día la gallinita estaba feliz porque por primera vez iba a ser
mamá, puso sus huevitos, y estaba tan contenta, que iba de vecina
en vecina para contarles lo que había sucedido. Pero ésta gallinita
demoró demasiado contándoles a todos su felicidad, que cuando llegó
al corral, se dio con la sorpresa que no había ningún huevito.
- ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Estaban acá! dijo sollozando.
Se acercó el señor pato y le dio una mala noticia,
manifestándole que el señor jarachupa había entrado al corral para
llevarse y comerse a sus pequeños.
Al oír esto la pobre gallinita, no pudo contener sus lágrimas y
su desesperación.