Leyendas
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2.- El trenazo.
Se podría destacar como una crónica de un hecho trágico más que una leyenda.
El 4 de octubre de 1972 a las 11:30 de la noche 1000 personas fallecieron en el
accidente en Puente Moreno a 10 km de la ciudad. Se dirigían a Saltillo de Real de
Catorce, se quiso culpar a los maquinas de venir en estado inconveniente, sin embargo,
tiempo después se demostró lo contrario.
Vecinos afirman escuchar lamentos y quejidos de personas dolientes, así como ver
sombras y figuras de personas desplazándose sin tocar el suelo.
En otras ocasiones dicen ver de nuevo el accidente, como una repetición de pasado.
Algunos relatos han sido publicados en la prensa como una continuación de ese trágico
accidente.
5.- La Custodia
Ubicación: La hacienda de San Antonio de las Cabras.
Se cuenta que una mujer, hasta ahora su nombre es desconocido servía a la familia que
residía en dicho lugar en 1910 a 1915, la cual tenían en alta estima, fungía como
guardiana de sus pertenencias cuando salían de la ciudad.
En tiempos revolucionarios llegaron al poblado hombres armados que pretendían asaltar
las casas reales, durante un tiroteo, ella cae herida y muere al poco tiempo llevándose a
la tumba la ubicación del tesoro que guardaba.
Alrededor de la década de los 30, los campesinos comienzan a notar la extraña
presencia de la mujer con vestiduras blancas que baja desde el cierrito para introducirse
en las ruinas de la hacienda y desaparecer en uno de los muros de la capilla dedicada a
San Antonio.
En una ocasión, agregan los lugareños que un norteamericano al escuchar la aconseja
propuso hacer una excavación, pero por respeto al pasado y el suelo sagrado, declinaron
la moción.
6.- Cerro del temerso
Ubicación. Concepción de Oro, Zacatecas.
La siguiente leyenda es relatada por Abelardo Valdez hijo de Don Antonio Valdez
Carvajal, poeta local.
Al lado poniente del caserío existe un cerro conocido como el temeroso, el cual, dicen
que guarda en su centro un tesoro de una grandeza difícil de creer que se presenta una
vez al año, en sábado de gloria y se abrirá un boquete a las 10 AM. Dejará que observes
el tesoro mientras que esqueletos vivientes te harán la advertencia de todo o nada, con
ese permiso podrás intentar sacar todo lo que puedas, pero si no logras sacarlo todo a la
media noche terminaras por convertirte en otro esqueleto y formaras parte del grupo
para avisar al siguiente transcendente acerca del tesoro.
Existe otra versión aun más aterradora que relatan los ancianos del lugar, al igual que la
anterior la puerta se abre en sábado de gloria, pero una madre debe sacrificar a su hijo
recién nacido, y la montaña no sólo abrirá el boquete para la madre sino para todo el
pueblo.
25.- El franciscano.
Un franciscano enterró un tesoro en el siglo XIX en la huerta de un antiguo curato.
Ahora, su espíritu busca que los habitantes de Parras sea el dueño y en cada ocasión que
puede lo ofrece a una persona, lo único que pide a cambio es que valla a celebrar misas.
Cuando el elegido acepta la petición el franciscano le muestra su rostro en forma de
calavera desfigurada. La visión desaparece, y un miedo terrible se apodera de quien
acaba de recibir al visitante. Este se enferma y al anochecer fallece.
26.- El curato.
Por muchos años ha existido una cantina muy famosa llamado el Paso del Águila, el
encargado de dicho lugar recibía el apodo de Chelino, en una salida entre amigos este
les platicaba de un suceso paranormal donde precisamente el jueves de Corpus escucho
junto con su compadre a las doce de la noche armoniosos cánticos religiosos así como el
sonar de una campanita que usan durante la misa en las iglesias. Al asomarse al exterior
vieron una gran procesión que venía por la calle Mina encabezados por un sacerdote
vestido con todos sus ornamentos. La procesión hizo alto frente al curato, que entonces
tenía un gran portón semidestruido por el tiempo y cual sería la sorpresa que este se
transformó en hermoso e iluminado, este fue abierto por los sacerdotes y desaparecieron
en el interior.
Al buscar una explicación a esto, descubrieron que el rey de España decretó la
expulsión de los sacerdotes jesuitas y ellos no tuvieron tiempo de esconder debidamente
sus ornamentos, por lo que optaron por guardar todo en el curato y en la noria aventaron
todos sus objetos de valor.
32.- El temeroso
A ciento doce kilómetros al sur de Saltillo se localiza la vieja y colonial ciudad
Concepción del Oro. En ella habita una población con gran tradición minera, esta
rodeada por varios cerros y lomeríos, uno de ellos es conocido como El Temeroso y se
localiza al norponiente, entre esta y el poblado de Bonanza, otro lugar minero muy
próximo a Concha del Oro (nombre coloquial).
Según Don Julio, maestro peluquero de la ciudad de Saltillo, cuenta que sus antepasados
le contaron que en ese cerro se encuentra un gran tesoro enterrado en una cueva por un
grupo de mineros de la época colonial, pero que esta es abierta en sábado de gloria. Uno
de sus tíos Miguel Sánchez, fue a dicho lugar junto con tres sobrinos y cuando esta se
abrió, entró solo, pues esta tenía entrada para una sola persona.
Cuando pudo ver la sala con claridad, se dio cuenta de la gran riqueza que guardaba y
apresuradamente lleno dos sacos donde solía guardar su almuerzo. A medio camino de
regreso se le apareció un indio con un arco y flecha que le advertía “todo o nada”. Don
Miguel entendió la advertencia por lo que regreso para dejar el tesoro, cuando se dirigía
a la salida ya no vio al indio, por lo que volvió por el tesoro, pero al igual que al
principio volvió a escuchar las mismas voces, sólo que ahora se interponía en su camino
una gran serpiente, por lo que repitió la misma operación y dejó el tesoro en su lugar.
Esto no fue observado por sus sobrinos, pero si la cueva abierta. Al día siguiente que
regresaron no la volvieron a encontrar, pero si encontraron en el sitio los dos sacos que
Miguel Sánchez había dejado al interior de la cueva, según ellos fueron expulsados
cuando se cerró la entrada.
Se dice que en tal hazaña han fallecido muchas personas al cerrarse la cueva. La tarea es
sacar todo el tesoro desde las diez de la mañana las doce de la noche, si la persona no
termina su labor en ese lapso de tiempo, la cueva se cerrara y todas las riquezas
extraídas volverán a su sitio. No se sabe que alguien haya extraído todo el tesoro, pero si
de exploradores que han quedado atrapados y que con el tiempo su esqueleto se unirá a
sus compañeros caídos, quienes advertirán “todo o nada”
Se dice que El Temeroso guarda dentro de si una ciudad llena de riquezas, donde las
casas están echas de mármol y sus calles cubiertas de oro, al igual que un castillo
construido con las mismas características. Otra versión dice que en jueves o viernes
santo, una madre o padre de familia, deberá sacrificar a su hijo recién nacido,
arrojándolo desde el reliz del cerro. Después este deberá buscar una entrada en la parte
más alta y este será reconocido como rey o reina, ya que no pueden entrar en pareja. La
condición es que este bebe sea hijo propio de lo contrario el conjuro no se cumplirá.
Hasta la fecha no se sabe de alguna persona que realizara aquel acto infrahumano.
33.- La marqueseña.
En el poblado de Bonanza se encuentra una antigua hacienda minera donde se localizan
las ruinas de la antigua Casa Grande del Marquesado de Aguayo.
Al iniciar el siglo XVIII hacia 1711 regresaba a sus tierras la segunda marquesa de San
Miguel de Aguayo, descendiente de Urdiñola, Xaviera Ignacia, casada con el general y
noble español don Joseph Ramón de Azlor y Virto de Vera, junto con su madre e hija
María Josefa. Cuatro años después de su arribo en la hacienda de Patos nacía su segunda
hija María Ignacia.
Con la presencia y vigilancia de los marqueses los negocios prosperaron de forma
notable. Los años pasaron y la hija mayor ya con veinte años se encontraba en edad para
casarse por lo que tenía que trasladarse a la capital en busca de un noble caballero.
La estadía se prolongo durante nueve años hasta 1733, donde la única petición de
matrimonio que parecía interesante era del recién viudo Francisco de Valdiviesco, rico
banquero y heredero de la gran fortuna de su esposa y suegro el Marqués de Altamira.
Ese mismo año su padre y su madre fallecieron. De pronto las hermanas se convirtieron
en ricas herederas, sin embargo, eso implicaba la responsabilidad del manejo de todos
los negocios y propiedades de sus padres.
Francisco de Valdiviesco y Xaviera Ignacia se unieron en matrimonio y pasaron a ser la
familia más rica de todo el país.
Se supo antes de la boda, que en mayo de 1735 las hermanas ocultaron su riqueza en
algún lugar de Bonanza pues no confiaban en las poblaciones de Patos y Parras, además
de que tenían la intención de establecerse en dicho lugar. Pasado el tiempo Valdiviesco
se convertía en el administrador de la fortuna de las hermanas, sin embargo, ellas
mantuvieron oculto su tesoro. Los años pasaron y las hermanas fallecieron llevándose a
la tumba su secreto.
A principio del siglo XX sucedían cosas extrañas en Bonanza, en las afueras de la
Marqueseña se aparecían dos bultos a las 12 de la noche.
Los lugareños no sabían a que se debían esas apariciones ni quienes eran esas mujeres,
hasta que una de ellas se le apareció frente a frente al cura de la parroquia quien del
susto no logro dormir toda la noche. Una vez que se esparció el rumor no tardaron en
aparecer los buscadores de tesoros.
Con el paso de los años, pasó por diversos dueños que no le dieron el cuidado que
merecía, mientras que las excavaciones deterioraron uno de los pocos edificios que
dejaron los Marqueses de Aguayo.