Conociendo A Jesús El Yo-Soy
Conociendo A Jesús El Yo-Soy
Conociendo A Jesús El Yo-Soy
Conociendo a Jesús
YO SOY
Como Él mismo se reveló
FEDERICO SINOPOLI
MATÍAS SALERNO
Yo Soy
1
Índice
Índice
Introducción ........................................................................... 3
Yo Soy el pan de vida ............................................................. 7
Yo Soy la luz del mundo ....................................................... 15
Yo Soy la puerta de las ovejas ............................................... 21
Yo Soy el buen pastor ........................................................... 31
Yo Soy el camino, la verdad y la vida ................................... 35
Yo Soy la resurrección y la vida ............................................ 41
Yo Soy la vid verdadera ........................................................ 47
Antes de que Abraham fuera, Yo Soy.................................... 53
Bibliografía .......................................................................... 58
Acerca de Discipulado Cristiano ........................................... 59
2
Yo Soy
Introducción
4
Yo Soy
Testamento llamada Septuaginta o Biblia de los setenta,
abreviada LXX. Esta traducción fue creada en Alejandría, para
incluir los Textos Sagrados de los Judíos en la Biblioteca de esa
ciudad. Para esta tarea, se convocó a setenta y dos estudiosos
hebreos que pudieran traducir el texto original, escrito en hebreo
y arameo, al griego común (llamado koine). Lo impresionante es
el lugar en el que encontramos la frase ego eimi; Esta se
encuentra en Éxodo 3:14, donde Dios le dice a Moisés: “YO
SOY EL QUE SOY [ego eimi]- y esto es lo que tienes que
decirles a los israelitas: YO SOY [ego eimi] me ha enviado a
ustedes”. La LXX era muy utilizada por los judíos y los primeros
cristianos. Es probable que Juan haya usado esta traducción para
probar aún más su punto, que Jesús no es sólo un hombre, sino
que también es Dios. Los fariseos entendieron que Jesús se
estaba atribuyendo el Nombre Divino y por lo tanto querían
apedrearlo por cometer el pecado de blasfemia, aunque nosotros
sabemos que Él no cometió dicho pecado, sino que
verdaderamente es Dios.
5
Introducción
6
Yo Soy
Juan 6:25-59
7
Yo Soy el pan de vida
sinceramente o porque creían en Él. Lo buscaban porque querían
más pan. Lo buscaban por razones materialistas. Recordemos
que en el contexto en que nos encontrábamos, tener pan a veces
era una cuestión de vida o muerte. La gente, al ver el poder de
Cristo para multiplicar el pan, se desesperó. Querían declararlo
rey, ya que tenía un poder de solucionar problemas como el
hambre. Y es por eso que Jesús les dice
Dios no quiere que lo busquemos por este tipo de cosas. Los seres
humanos siempre buscamos a Dios para que nos solucione los
problemas. Pero en realidad no estamos buscando a Dios,
estamos buscando una solución, cualquiera que sirva. Jesús
quiere que lo busquemos a Él, por quien Él es, no por lo que Él
puede hacer. Pero esto para el hombre es imposible, cómo vamos
a ver más adelante.
9
Yo Soy el pan de vida
Jesús revela es que “ir” a Él equivale a comer de su cuerpo y el
“creer” en Él, equivale a beber de su sangre ya que dice que si
vamos a Él no tendremos hambre y si creemos en Él no
tendremos sed (v. 35). Más adelante vamos a ver lo que significa
exactamente “comer su carne y beber su sangre”.
11
Yo Soy el pan de vida
12
Yo Soy
transforman en nuestro sustento espiritual. Así como la comida
y el agua son el sustento primordial para nuestra vida física, el
sacrificio de Cristo en la cruz es primordial para nuestra vida
espiritual. Aquellos que no creen en Cristo, no tienen vida
espiritual y por lo tanto morirán por toda la eternidad.
Por último, el relato nos cuenta que a partir de ese momento, una
gran cantidad de discípulos lo abandonó, porque no podían
aceptar que Jesús era el Mesías, y que Él era Dios. Esta era una
enseñanza muy difícil. Tanto que ellos se preguntaban “¿Quién
puede aceptarla?”(v. 60).
Reflexión final
Cuando nos encontramos con este tipo de declaraciones de Jesús,
no podemos más que tomar una decisión: O le creemos o no le
creemos. ¿Creemos que Jesús es el Hijo de Dios? ¿Creemos que
Cristo es la fuente de la vida, el único alimento que nos puede
sustentar por la eternidad? ¿Qué hay que hacer para creer en
Jesús? La Biblia nos enseña que como todos hemos rechazado a
Dios, tenemos que arrepentirnos de nuestra rebelión, nuestros
pecados y reconocer a Cristo como nuestro Salvador y Señor. Su
muerte en la cruz es la provisión definitiva de Dios para aquellos
que creen en Jesús. Si creemos en que Jesús tomó nuestros
pecados y fue castigado por ellos, nosotros ya estamos en paz
con Dios, y nos justifica, nos adopta y nos une a Cristo para
siempre.
13
Yo Soy el pan de vida
Para reflexionar
1. ¿Qué significado tenía el pan para la audiencia original?
14
Yo Soy
Juan 8:12-20
El segundo “Yo Soy” de Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo.
El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de
la vida”.
15
Yo Soy la luz del mundo
Cuando subió con Pedro, Jacobo y Juan al monte de la
transfiguración, y la naturaleza divina de Jesús se manifestó,
ellos vieron la Gloria de Cristo que brillaba como una luz
resplandeciente. Fue tan glorioso y majestuoso lo que vieron, que
transformó sus vidas para siempre. Pedro y Juan lo relatan en sus
escritos lo asombroso de esta experiencia (Juan 1:14, 2 Pedro
1:16-18). Esto es otra muestra de la divinidad de Jesús.
16
Yo Soy
El apóstol Pablo habla de la luz como el conocimiento de la
verdad. Cuando Dios decide mostrarnos su Gloria, es en ese
momento en que comenzamos a ver claramente las cosas
espirituales. Vemos la luz, la realidad, tal cual es. Cuando
estábamos en oscuridad, no entendíamos las cosas espirituales,
pero ahora, por la gracia de Dios, podemos ver las cosas a la Luz
de Cristo.
17
Yo Soy la luz del mundo
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente”. 1 Corintios 2:14
18
Yo Soy
Reflexión final
Por lo tanto, de nuevo debemos decidir nuevamente si le creemos
a Cristo o no. Si le creemos, debemos reconocer que hemos
19
Yo Soy la luz del mundo
andado en oscuridad a lo largo de nuestra vida, y que si no fuera
porque Él nos ama y nos muestra su luz, nosotros seguiríamos en
oscuridad. Por lo tanto debemos abandonar las cosas que
hacemos y creer en Cristo para ser iluminados y poder tener
conocimiento de las cosas espirituales. Y un día veremos al
Creador, la luz del mundo, cara a cara (Apocalipsis 22:4).
Para reflexionar
1. ¿Qué significados tiene la luz?
2. ¿En dónde más podemos encontrar analogías basadas en
la luz?
3. ¿Por qué el hombre natural prefiere la oscuridad?
4. ¿Qué sucede cuando creemos en Cristo?
5. ¿Considerás que vivís en la Luz de Jesús? ¿Tenés algún
pecado oculto del cual no te querés apartar?
6. ¿Qué reacción provoca la luz de Cristo en las personas
que nos rodean?
20
Yo Soy
Juan 10:7-10
22
Yo Soy
● El pastor: Es también el Señor Jesús (ver Yo Soy el buen
pastor).
● Las ovejas: Somos los creyentes.
● Los bandidos: Son los falsos maestros.
A partir de esto, podemos sacar de este pasaje varios puntos
importantes para nuestras vidas:
23
Yo Soy la puerta de las ovejas
ni de sus consecuencias, por más que resultaran
perjudiciales para nuestra vida. (Mateo 9:36; Efesios
2:1-2; Colosenses 2:13)
c. Éramos incapaces de producir algo bueno: Quizás
producíamos mucha lana, pero sin un buen pastor que
nos esquile, toda ella carecía de sentido. Incluso las
buenas acciones que pudimos haber hecho mientras
estábamos apartados de Dios, son pecado a sus ojos,
porque no fueron hechas para gloria suya. (Juan 15:5)
Entramos al redil
Sólo por medio de Jesús, el buen pastor, y nuestra fe en él es que
podemos llegar a ser salvos (Hechos 4:12). Él es el único camino;
24
Yo Soy
Él es la única puerta para poder acercarnos al Padre. Fuera de él,
nosotros permanecemos enemistados con Dios sin ninguna
posibilidad de reconciliación. Es por eso que, en este pasaje, él
deja bien en claro que es LA puerta de las ovejas. No es una
puerta; es decir, una alternativa entre muchas. No. Él es la única
puerta. Si no pasamos por él, entonces no podemos llegar a
formar parte del rebaño del Señor, que es la iglesia. Ser salvo y
llegar a ser miembros de la iglesia son dos cosas que van
indefectiblemente de la mano (Hechos 2:47); no es posible tener
una de las cosas sin la otra. En el redil se encuentra reunida la
iglesia; el cuerpo de Cristo.
25
Yo Soy la puerta de las ovejas
nuestras vidas, en el cual vamos siendo limpiados de
toda nuestra maldad. (Isaías 1:18)
b. Crecemos y nos desarrollamos: Estando en el redil,
podemos compartir tiempo con ovejas más
experimentadas que forman parte del rebaño y nos
ayudan a conocer más en detalle los mandamientos del
pastor. Es por eso que es importante que respetemos a
los líderes en nuestras congregaciones, y escuchemos
siempre sus consejos. No en vano tienen más
experiencia que nosotros en los caminos del Señor.
(Hebreos 13:7)
c. Somos protegidos y sanados: El redil es un lugar
seguro. Allí podemos curarnos de todas las
enfermedades espirituales y de la maldad que
acarreamos. Cuando estamos con nuestra congregación
encontramos un espacio en el cual podemos
recuperarnos de los achaques de la vida,
restaurándonos y conteniéndonos unos a otros.
Además, gozamos de tranquilidad, ya que el pastor está
cuidándonos. Puede que algún bandido salte la verja y
entre ilegalmente al redil, pero como ovejas nosotros
sólo escucharemos la voz de nuestro pastor y no
seremos engañados (Mateo 24:24; Marcos 13:22). En
la medida que crezcamos en el Señor y estemos en
comunión y en unidad con la iglesia, no tenemos que
26
Yo Soy
temer de ser engañados por falsas doctrinas. Ahora
gozamos de la paz con Dios y también con los hombres.
d. Nos fortalecemos: El redil es un lugar donde tomamos
agua, reponemos ánimos y energías y nos ponemos a
punto para un propósito mucho mayor. No estamos
destinados a estar todo el tiempo allí, sino que ese es
nuestro lugar de descanso y restauración. Así
funcionan nuestras congregaciones. Ellas no son el
campo de batalla, sino que representan más bien el
campamento, donde nos fortalecemos unos a otros y
todos en el Señor (Hebreos 10:24-25). Esto nos deja un
interrogante: ¿cuál es el campo de batalla entonces? Y
a eso vamos en el punto siguiente…
27
Yo Soy la puerta de las ovejas
podría hacer todo el trabajo solo, pero nos da la posibilidad de
que nosotros, como ovejas, podamos colaborar a la hora de
buscar que otras que están perdidas también pasen a formar parte
del redil. Muchas están solas por ahí, mientras que otras están
siguiendo a falsos pastores. Sea cual sea el caso, nosotros
debemos acercarnos a ellas y presentarles al buen pastor. No
tenemos que temer, porque Jesús mismo nos está respaldando en
esta tarea (Mateo 28:20). Siempre debemos regresar al redil para
descansar y fortalecernos tras pasar un tiempo en el campo de
batalla, pero debemos ser conscientes de que nuestra misión está
afuera. Allá donde están todas las almas que se están perdiendo.
Ahora tenemos una causa para vivir. Por momentos estamos en
el mundo, fuera de la seguridad del redil, pero ya no somos
ovejas errantes como antes, sino que ahora somos alumbrados
por la luz de Cristo, que nos guía en cada una de nuestras salidas.
Por ello nos movemos “con entera libertad y hallaremos pastos”.
Si nos quedáramos en el redil, no nos moveríamos con libertad;
eso lo hacemos cuando salimos a cumplir con el llamado de “ir
y hacer discípulos”.
28
Yo Soy
podrán entrar ladrones, como sucedía a veces en el redil. Allí
todo será paz y devoción a nuestro Dios.
Reflexión final
Es así como vemos que toda nuestra vida cristiana puede ser
representada mediante esta parábola del rebaño de ovejas. Por
último, vamos a destacar dos cosas que salen de la última oración
de este pasaje:
29
Yo Soy la puerta de las ovejas
“Yo Soy la puerta”, y esa puerta está abierta para todo aquel que
quiera recibirlo!
Para reflexionar
1. ¿Quiénes son los que entran por la puerta? ¿Quiénes
son los ladrones que vienen para matar, robar y
destruir?
2. ¿Cuántas puertas hay para entrar al redil?
30
Yo Soy
Juan 10:11-16
31
Yo Soy el buen pastor
Sin embargo, esto es una trampa, porque las cosas viejas pasaron
y todas son hechas nuevas desde que aceptamos a Jesús como
nuestro salvador (2 Corintios 5:17). Nosotros éramos
merecedores de la ira de Dios, por haberle desobedecido y por
llevar una vida apartada de él. Es por eso que el diablo se acerca
a nosotros con el dedo acusador. Es acá en donde entra la gracia
en nuestras vidas. Inmerecidamente, somos declarados justos, a
pesar de nuestra maldad, por medio de nuestra fe en Jesús. Él no
solo es un pastor que está dispuesto a dar todo, incluso su vida,
por sus ovejas, sino que lisa y llanamente dio su vida por todos
nosotros, de manera que quienes crean en su sacrificio en la cruz
no se pierdan, sino que tengan vida eterna. Esto lo diferencia
notoriamente de aquellos líderes religiosos que todo lo que
buscan es ganar dinero mediante lo que hacen (1 Pedro 5:2) y
que les interesa poco y nada como estén las ovejas, sino que en
la primera señal de dificultad están dispuestos a abandonar el
barco. Ellos son los falsos maestros que pretenden engañar a la
iglesia.
32
Yo Soy
llama por su nombre. Se preocupa por ellas, las cuida y busca lo
mejor para sus vidas.
33
Yo Soy el buen pastor
Podemos confiar en este buen pastor que nos guía en nuestros
caminos, nos protege, se entrega por nosotros, cura nuestras
dolencias y nos lleva directamente a la presencia del Padre. En
él tenemos salvación y en el hallamos descanso. ¡Gracias a Dios
por ese pastor que se sacrificó en la cruz por amor a sus ovejas!
Para reflexionar
1. ¿Es necesario tener un pastor que dirija nuestra vida?
2. ¿Qué características tiene Jesús como pastor?
34
Yo Soy
vida
Juan 14:1-14
35
Yo Soy el camino, la verdad y la vida
Dios, el Cielo o la siguiente vida. Jesús no le da vueltas al asunto.
Si alguien quiere ir a Dios, el único camino es Él.
Hay gente que nos acusa a los cristianos de ser muy cerrados.
Dicen: “No puedo creer en un Dios que nos da sólo un camino
para ser salvos”. Esas personas tienen una visión muy incorrecta
de quien es Dios y quienes somos nosotros. Dios es el Creador
del Universo entero; las galaxias, las estrellas, los planetas, los
átomos, la vida, todo lo que existe. Y también nos creó a nosotros
para que lo representemos en la creación. Pero Adán, una simple
criatura, osó desafiar la autoridad de Dios y rechazó su amor y
36
Yo Soy
soberanía sobre la creación, desobedeciendo. Cada uno de
nosotros es tan desobediente cómo Adán. Somos pecadores,
malvados, egoístas, egocéntricos, con un corazón con tendencias
psicopáticas, perversos, etc. Y Dios es bondadoso, amoroso y
sobre todo, es santo y justo. No tolera la transgresión de su Ley,
porque es ella la que da orden a todas las cosas. Y este Creador,
en lugar de darnos el castigo que cada uno de nosotros merece,
decide de su propia voluntad y amor, venir, tomar un cuerpo
humano, dejarse maltratar, humillar y por último asesinar para
tomar en nuestro lugar ese castigo. Y nosotros nos preguntamos
¿Por qué hay un sólo camino? La verdadera pregunta debería ser
¿Por qué existe UN camino? No merecemos una salvación tan
grande. El Dios Viviente y Eterno murió por nuestros pecados,
no puede haber otro camino. Si fuera así, su sacrificio habría sido
en vano. Si fue necesario que Él tenga que dar su propia vida en
la cruz, es porque sin dudas es el único medio posible para
nuestra salvación. David Platt dice: “Si existieran mil caminos
hacia Dios, seguramente nosotros querríamos mil uno” (Platt,
2015).
El camino angosto
Jesús habló de esto en una ocasión. Lo vemos en el sermón del
monte en Mateo 7:13-14 donde dice que hay dos caminos: El
camino ancho y la puerta ancha son las que llevan a la
destrucción. Pero el camino angosto que conduce a la puerta
angosta es el que conduce a la vida y son pocos quienes lo
37
Yo Soy el camino, la verdad y la vida
encuentran. John Stott dice que “En el camino ancho hay mucho
espacio para la laxitud moral, diferencia de opiniones. Es la
senda de la tolerancia y de la ausencia de restricciones. No tiene
frenos ni límites de pensamiento o conducta” (Stott, 1999). Por
el contrario el camino angosto, es aquel que tiene límites bien
marcados. Estos límites están dados por la Palabra de Dios. Por
un lado, es difícil de seguir, pero para quienes lo encuentran, la
carga del pecado es reemplazada por la carga de Cristo que es
ligera y su yugo que es suave (Mateo 11:30).
Reflexión final
¡Qué grandioso camino el de la salvación! Este es el Camino por
el cual los apóstoles estuvieron dispuestos a dar sus vidas. El
Camino angosto que estuvieron dispuestos a caminar. El Camino
que estableció Jesús es el de negarnos a nosotros mismos, tomar
39
Yo Soy el camino, la verdad y la vida
nuestra cruz y seguirle. Pero no es todo negro en la vida del
cristiano. La bendición de Dios y la autoridad de Cristo están con
nosotros. La felicidad de haber encontrado el mayor de los
tesoros y de disfrutar el amor eterno y el cuidado de nuestro Dios.
El gozo de saber que Dios nos ha escogido para caminar este
Camino que lleva a la vida. Saber que nuestra vida tiene un
propósito: Glorificar a Dios y disfrutar de Él eternamente
¡Anunciemos el evangelio! ¡Cristo es el Camino!
Para reflexionar
1. ¿Cómo podes relacionar esta declaración de Jesús con la
parábola del camino angosto?
40
Yo Soy
Juan 11:17-44
41
Yo Soy la resurrección y la vida
final de los tiempos, pero no sabía cómo esto iba a suceder. Es
por eso que Jesús le dice: “Yo soy la resurrección y la vida”.
Jesús le estaba dando aún más esperanza a su fe. Le estaba
asegurando que su hermano iba a resucitar, porque Él mismo lo
resucitaría, ya que Él es la vida eterna. Esto lo vimos también en
Juan 6:40, Juan 6:43 y Juan 6:54. Es Jesús el que tiene el poder
de dar vida. Esto es porque es Dios, ya que sólo Dios puede dar
la vida y quitarla (1 Samuel 2:6, Job 1:21). Pero esto no bastaba.
Es por eso que Jesús quería realizar este asombroso milagro, para
demostrar que no eran simples palabras, sino que
verdaderamente el poder de Dios residía en Él. Quería demostrar
que Él tenía el poder para revertir todas las consecuencias del
pecado, de la cual la peor es la muerte y la eterna separación del
hombre y Dios.
42
Yo Soy
más sobre nosotros ni sobre la nueva creación. La muerte, ese
aterrador enemigo que se encuentra al final de cada una de
nuestras vidas, ha sido vencida por Cristo. Esa ansiedad y
monstruosidad que nos persigue, que tratamos de evitar toda
nuestra vida, que tratamos de olvidar, inevitablemente llega para
cada uno de nosotros. Nuestros cuerpos corruptibles se gastan
por consecuencia del pecado. Pero Cristo se dio a sí mismo como
sacrificio para pagar nuestras culpas. Por lo tanto, ese gigante
que nos caza por las noches ya no tiene poder. Cristo lo ha
derrotado. Ya no seremos avergonzados por la muerte y el
diablo. Porque “Y si hemos muerto con Cristo, creemos que
también viviremos con Él, sabiendo que Cristo, habiendo
resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; la muerte ya
no tiene dominio sobre Él.”(Romanos 6:8-9 NBLH). Ya “no hay
condenación para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1
NBLH).
43
Yo Soy la resurrección y la vida
18:23). La justicia de Dios demanda que seamos condenados,
pero Él, en su misericordia y su gracia, nos quiere salvar. Es por
eso que Cristo tomó en sí mismo nuestra condena. La muerte es
la peor de las humillaciones. Nos dice que por más que lo
intentemos todo lo que intentemos, nada de lo que hagamos nos
puede salvar de ella. Es por eso que necesitamos de un Salvador.
Y es por eso, que aquí, el Salvador va a demostrar su gran poder.
Sólo con el poder de su Palabra, le ordena a Lázaro salir fuera de
la tumba. Los hombres muertos no escuchan, pero este hombre
resucitó y contra todas las probabilidades, salió caminando de la
tumba. Los hombres muertos no responden a las órdenes. Esto
nos da una ilustración de nuestra propia resurrección espiritual.
Nosotros estábamos muertos espiritualmente en nuestros
pecados y transgresiones (Efesios 2:1). Es imposible que
respondamos por nuestra propia cuenta a la Palabra de Dios, que
es algo espiritual. Cuando un hombre natural escucha el
evangelio, para él son locura, pavadas (1 Corintios 2:14). Pero
cuando el llamado eficaz de Dios llega a una persona, por medio
del evangelio, está es regenerada, es decir, recibe nueva vida
espiritual y por lo tanto es capaz de responder positivamente al
arrepentimiento y a depositar su confianza en Cristo. Así cómo
Lázaro resucitó por la Palabra de Cristo, cuando nosotros oímos
la Palabra de Dios resucitamos y respondemos a sus órdenes.
44
Yo Soy
Para reflexionar
1. ¿Por qué se retrasó Jesús en ir a ver a Lázaro?
2. ¿Qué fue lo que le dijo Jesús a Marta?
3. ¿Cuál es la esperanza que tenemos en Cristo?
46
Yo Soy
Juan 15:1-8
47
Yo Soy la vid verdadera
dependemos del Señor. Estos hombres llevan a todas esa gente a
la perdición junto con ellos. Por eso debemos cuidarnos de no
seguir a pastores, ni a predicadores, ni a cantantes, ni a maestros,
sino ser sólo seguidores de Cristo. Debemos respetar a las
autoridades espirituales que tenemos, pero nunca permitir que
ellas tomen el lugar que está reservado para Dios en nuestros
corazones.
El tiempo de la poda
La poda tiene que ver con el proceso de disciplina que debemos
pasar como cristianos. En el capítulo 12 de la epístola a los
Hebreos, vemos más en detalle la importancia de esto,
enseñándonos que si bien la disciplina nunca es causa de gozo en
el presente, sí terminará dando fruto de justicia. Lo que tenemos
que reconocer es que nosotros tenemos una tendencia carnal a
hacer el mal y a apartarnos de la santidad que el Señor nos
demanda. Por ello, el Padre, con amor, nos poda, de manera que
podamos enderezar nuestros caminos y volvernos a él; que
podamos sacar aquellas cosas malas que tenemos para que así
podamos dar cada vez mucho más fruto. La poda duele, pero es
necesario en nuestro camino como hijos de Dios.
48
Yo Soy
inmediatamente indicando “ustedes ya están limpios por la
palabra que le he dado”. Es decir, esta disciplina es realizada por
medio de la Palabra de Dios, que es como un espejo para que
nosotros podamos ver nuestra maldad y así buscar santificarnos
para cada día ser más parecidos a Jesús.
Aferrados a la Vid
Así como toda rama requiere estar aferrada a un tallo para recibir
todos los nutrientes que vienen del suelo, también nosotros
tenemos que estar aferrados a Jesús si queremos florecer y dar
fruto. No podemos hacerlo de otra manera que no sea por medio
de Él. ¡Tenemos una dependencia total de su persona! ¡No
podemos hacer nada bueno por nuestros propios medios! Por eso,
todo nuestro ser cambia cuando tomamos la decisión de seguir al
Cristo. ¡Y no sólo eso! Sino que si permanecemos en Él, entonces
se nos va a conceder todo lo que pidamos. Esta frase no la
debemos tomar a la ligera. Debemos comprender que vamos a
recibir lo que queramos SI permanecemos en Él y Él en nosotros.
Es decir, si aquello que deseamos va conforme a los deseos de
Dios y tiene como propósito final glorificarle. En la medida que
crezcamos en nuestra relación con Él, podremos ver cómo el
Espíritu irá obrando de tal manera que todo aquello que
anhelemos coincida con la voluntad de Dios para nuestras vidas.
“Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí,
como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden
ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y
se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se
queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en
ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es
glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que
son mis discípulos.”(Énfasis añadido)
Reflexión final
Finalmente, podemos decir que el propósito definitivo para
nuestra unión con Cristo, la cual nos lleva a dar mucho fruto, es
glorificar al Padre, tal como se indica en el final del pasaje que
estamos estudiando. Éste es el propósito para el cual fuimos
creados y para el cual tenemos que vivir. ¡Que podamos buscar
la santidad para así poder dar más fruto y glorificar aún más a
51
Yo Soy la vid verdadera
Dios cada día! ¡Que todo lo que hagamos sea completamente
para su gloria!
Para reflexionar
1. ¿Qué implica la frase “Vid verdadera?
52
Yo Soy
Todo comienza a ir mal cuando Jesús afirma que ellos son hijos
de Satanás. Es a partir de ello que empieza el pasaje que estamos
leyendo. El Señor afirma que no está endemoniado, sino que Él
es honrado por el Padre (v. 50). Y finalmente, dice que quien
cumple su palabra no moriría nunca (v. 51). Ahí es cuando los
judíos se ponen como locos, llegando a exclamar que Jesús
53
Antes de que Abraham fuera, Yo Soy
mostraba que estaba efectivamente endemoniado, a partir de esta
última frase que Él dijo. ¿Por qué les resultó tan chocante esta
última frase respecto a las demás? Porque tanto Abraham como
los profetas, los mayores íconos de la religión judía de aquel
tiempo, habían muerto. Por ende, ¿cómo podía ser que este
nazareno hijo de carpintero tuviera la osadía de decir tales cosas?
Jesús, lejos de echarse atrás por las acusaciones, les responde con
firmeza diciendo que ellos no estaban siguiendo el camino de fe
que había seguido su padre, Abraham. Él se regocijó en la
promesa de Dios de que su descendencia sería como las estrellas
del cielo, y de que por medio de su familia serían benditas todas
las familias de la tierra. Es decir, vio a lo lejos el día en que Cristo
vendría (Hebreos 11:13).
Jesús es Dios
Hasta acá entendimos que nuestro Señor afirma ser anterior a
Abraham. El problema está en que, si simplemente hubiera
querido decir eso, tendría que haber utilizado la expresión “antes
de que Abraham naciera, yo era”. ¡Pero no! Como vimos, Él
existió siempre, por toda la eternidad, de manera que eso nos
lleva a la clarísima conclusión de que es Dios. Y es justamente
del nombre utilizado por el Padre que el Hijo se adueña para
confirmar este. “Yo Soy”, Ego Eimi, son justamente las palabras
utilizadas por Dios cuando Moisés preguntó de parte de quién iba
a hablar al pueblo (Éxodo 3:14). Esto fue intencional. Jesús
estaba afirmando, delante de los judíos, que Él era igual a Dios.
Verdad o blasfemia
Esta declaración termina llevándonos a nosotros a la misma
encrucijada en que se encontraban los judíos. No tenemos
muchas alternativas a la hora de pensar en cómo vamos a
55
Antes de que Abraham fuera, Yo Soy
reaccionar ante esto. Nuestras opciones se limitan a dos
posibilidades. Por un lado, podemos aceptar a Jesús como Dios
y como nuestro Salvador; quien se humilló a sí mismo tomando
forma de hombre y muriendo en la cruz por nuestros pecados.
Todo esto implica considerar que lo que Él dijo, al asociarse con
el nombre Yo Soy, era verdad. Por el otro, podemos tomar la
actitud de los judíos, quienes consideraron esto como una
blasfemia. Según pensaban ellos, este hombre había llegado a tal
grado de locura que pretendía ser igual a Dios. Esto era una
herejía según la ley de Moisés (Levítico 24:11-16), por lo que
ellos reaccionaron de la manera que se esperaba en estos casos:
Intentando apedrear al blasfemo. Dos opciones: O creemos la
verdad de Jesús o lo tratamos como un loco. No hay término
medio para esto.
56
Yo Soy
Además de lo que estuvimos viendo, este pasaje nos ayuda a
entender que nunca debemos considerar a los grandes hombres
del cristianismo como superiores al mismísimo Dios. Eso les
pasó a los judíos; en su afán por honrar a Abraham pasaron por
alto que estaban delante del Mesías de la promesa. Aquel que, a
diferencia de los líderes religiosos, no se honraba a sí mismo,
sino que recibía la honra de parte de Dios.
Para reflexionar
1. ¿De qué acusaban los judíos a Jesús?
57
Bibliografía
Bibliografía
Platt, D. (2015). Contra Cultura: En un mundo de pobreza,
matrimonios del mismo sexo, racismo, esclavitud sexual,
inmigración, persecución, aborto, huerfanos,
pornografía. Tyndale House Publishers.
Stott, J. (1999). El Sermón del Monte. Buenos Aires: Certeza
Unida.
58
Yo Soy
Nuestra visión
Como discípulos de Cristo, nuestro principal objetivo es seguirle,
guiados por el Espíritu Santo, obedeciendo todos sus mandatos y
llevar a cabo la misión que nos encomendó en la Tierra de
predicar el evangelio y hacer discípulos de todas las naciones.
Queremos aportar recursos y material para ayudar a las distintas
Iglesias locales a cumplir con esta misión.
59