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El Divorcio de La Condesita

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EL DIVORCIO DE LA CONDESITA

ESCENA I
CONDESA. - Tía no me quiero casar con él.
TÍA. - No me importa lo que quieras.
CONDESA. - Entiéndame prefiero llevar una vida de miseria y
casarme con quien realmente amo, ha vivir una vida llena de
glamur y con quien no amo.
TÍA. - Tú no sabes vivir en la miseria.
CONCESA. - Esta bien me casaré.
TÍA. - Entonces vamos
(ENTRAN A LA CASA)
NARRADOR. - NO TE CASES CON UN VIEJO POR LA
MONEDA, LA MONEDA SE GASTA Y EL VIEJO SE CASA.
ESCENA II
CONDESA. - Señor marido solo le diré que no seré suya hasta
que se haga un espacio en mi corazón.
VIEJO. - ¡Lo estás diciendo tú! tengo que rogarle a mi propia
esposa por su cariño?
CONDESA. - No le pido que sea un príncipe azul, solo que me
trate como a una esposa no como su sirvienta.
(La condesa se para y se va)
VIEJO. - (la sigue a la condesa) Escúchame estas en mi casa y
todo lo que está en ella me pertenece, oíste, ¿Crees por lo que
vives tantos años en la calle sabes lo que es la miseria y el dolor?,
eso es lo que te voy a hacer, vas a suplicar, oíste vas a suplicar,
para sentir algo tan bello, como es el dolor.
NARRADOR. - (EL VIEJO SE CASA CON MUJER NIÑA, ÉL
MANTIENE LA CEPA Y OTRA VENDIMIA)
ESCENA III
(El viejo y el abogado en la sala se encuentran conversando)
ABOGADO. - Juan, ¿porque me trajiste aquí?
VIEJO. - Quiero que me divorcies, la situación está fatal, esta
Marianita ya me está faltando el respeto, no sabe cuidar la casa.
ABOGADO. - Hay Juan aré todo lo posible para divorciarte, pero
te recomiendo que reflexiones, porque su vida ha cambiado al
casarse contigo.

ESCENA IV
ABOGADO Y MARIANITA SE ENCUENTRAN CONVERSANDO)
MARIANITA. - Señor ¿Acaso tengo cara de vieja?
ABOGADO. - Hay hijita, hijita, ese no es el problema usted tiene
cara de ángel.
MARIANITA. - Entonces si no tengo la cara de vieja no puedo
estar con un viejo, y si tengo la cara de ángel no puedo estar con
el diablo.
NARRADOR (LEE LA CARTA)
Con una espada mohosa
y ya sin punta ni filo
estate, conde, tranquilo:
no pienses en otra cosa.
Toda tu arrogancia aborta
cuando la pones a prueba:
tu espada, como no es nueva,
conde, ni pincha ni corta.
Lo mejor que te aconsejo
es que te hagas ermitaño;
que el buen manjar hace daño
al estómago de un viejo.
Para que acate Mariana
de tus privilegios parte,
necesitabas armarte
de una espada toledana».
(EL VIEJO CAMINA TOMA AGUA SE PONE PENSATIVO Y
MUERE)
(MARIANITA ABOGADO Y TIA ENTIERRAN A DON JUAN)
ABOGADO. - Ahora que eres la viuda todo esto te pertenece
(abogado LE ENTREGA LOS DOCUMENTOS)
ESCENA V
(AÑOS DESPUES) (Marianita y novio)
NOVIO. - ¿Qué lindo día!
MARIANITA. - Si está bonito
NOVIO. - Pero dime, ¿aun piensas en Don Juan?,
MARIANITA. - No quiero recordar.
NOVIO. - Pero no fue tu culpa.
MARIANITA. - Yo no quería que esto pasara, yo quería que la
relación funcione.
NOVIO. - No pudiste hacer nada porque ese hombre estaba mal
de la cabeza, pero mira todo esto es tuyo vamos anímate.

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