Agua JMA
Agua JMA
Agua JMA
1
El cholo se llevó el cuerno a la boca y empezó a tocar una tonada de la hierra.
En el silencio la voz de la corneta sonó fuerte y alegre, se esparció por encima del
pueblecito y lo animó. A medida que Pantacha tocaba, San Juan me parecía cada vez
más un verdadero pueblo: esperaba que de un momento a otro aparecieran mak'tillos,
pasñas1 y comuneros por las cuatro esquinas de la plaza.
Alegremente el sol llegó al tejado de las casitas del pueblo. Las copas altas de los
sauces y de los eucaliptos se animaron; el blanqueo de la torre y de la fachada de la
iglesia, reflejaron hacia la plaza una luz fuerte y hermosa.
El cielo azul hasta enternecer, las pocas nubes blancas que reposaban casi pegadas
al filo de los cerros; los bosques grises de k'erus y k'antus que se tendían sobre los
falderíos, el silencio de todas partes, la cara triste de Pantaleoncha, produjeron en mi
ánimo una de esas penas dulces que frecuentemente se sienten bajo el cielo de la
sierra.
−Otra tonada, Pantacha; para su San Juan.
−Pobre llak'ta (pueblo).
Como todos los domingos, al oír la tocada del cholo, la gente empezó a llegar a la
plaza. Primero vinieron los escoleros (escolares): Vitucha, José, Bernaco, Froylán,
Ramoncha… Entraban por las esquinas, algunos por la puerta del coso. Al vernos en el
corredor se lanzaban a carrera.
−¡Pantacha, mak'ta Pantacha!
−¡Niño Ernesto!
Todos nos rodearon; de sus caritas rebosaba la alegría; al oír tocar a Pantacha se
regocijaban; en todos ellos se notaba el deseo de bailar la hierra.
La tonada del cornetero nos recordaba las fiestas grandes del año; la cosecha de
maíz en las pampas de Utek' y de Yanas; el escarbe de papa en Tile. Papachacra,
K'ollpapampa. La hierra de las vacas en las punas. Me parecía estar viendo el corral
repleto de ganado; vacas allk'as, pillkas, moras; toros gritones y peleadores; vaquillas
recién adornadas con sus crespones rojos en la frente y cintas en las orejas y en el
lomo; parecía oír al griterío del ganado, los ajos roncos de los marcadores.
−¡Hierra! ¡Hierra!
Salté a la plaza, atacado de repente por la alegría.
−¡Mak'tillos, zapateo, mak'tillos!
−¡Yaque! ¡Yaque!2
Todos los escoleros empezamos a bailar en tropa. Estábamos llenos de alegría
pura, placentera, como ese sol hermoso que brillaba desde un cielo despejado.
Los pantalones rotos de muchos escoleros se sacudían como espantapájaros.
Ramoncha, Froylán, cojeaban.
Pantaleón se entusiasmó al vernos bailar en su delante; poco a poco su corneta fue
sonando con más aire, con más regocijo; al mismo tiempo el polvo que levantábamos
del suelo aumentaba. A nuestra alegría ya no le bastó el baile, varios empezaron a
cantar:
…Kanrara, Kanrara,
cerro grande y cruel,
eres negro y molesto;
1
Mak’ta: hombre joven. Mak’tillo: muchacho, diminutivo de mak’ta. Pasña: mujer joven.
2
Interjección de entusiasmo.
te tenemos
miedo, Kanrara,
Kanrara.
Utek'pampa,
Utek'pampita
,
tus perdices son los ojos amorosos,
tus calandrias engañadoras cantan al
robar, tus torcazas me enamoran,
Utek'pampa,
Utek'pampita
.
Taytakuna, mamakuna:3
los picaflores reverberan en el aire,
los toros están peleando en la
pampa, las palomas dicen: ¡tinyay
tinyay! porque hay alegría en sus
pechitos.
Taytakuna, mamakuna
−Sanjuankuna: están haciendo rabiar a Taytacha Dios con el baile. Cuando la tierra
está seca, no hay baile. Hay que rezar al patrón San Juan para que mande lluvia.
El tayta Vilkas resondró desde el extremo del corredor: acababa de llegar a la plaza
y la alegría de los comuneros le dio cólera.
El tayta Vilkas era un indio viejo, amiguero de los mistis 4 principales. Vivía con su
mujer en una cueva grande, a dos leguas del pueblo. Don Braulio, el rico de San Juan,
dueño de la cueva, le daba terrenitos para que sembrara papa y maíz.
A don Vilkas le respetaban casi todos los comuneros. En los repartos de agua, en la
distribución de cargos para las fiestas, siempre hablaba don Vilkas. Su cara era seria, su
voz medio ronca, y miraba con cierta autoridad en los ojos.
3
3
Tayta: padre, señor; mama: madre, señora; kuna: forma del plural; cha: el diminutivo.
4
Nombra a las personas de las clases dominantes, cualquiera que sea su raza.
4
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