Clasificación de Las Obligaciones en El Derecho Romano
Clasificación de Las Obligaciones en El Derecho Romano
Clasificación de Las Obligaciones en El Derecho Romano
TEMA:
contratos y delitos
Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos que dan origen a ellas.
Gayo enseñaba todavía a mediados del siglo II, en sus Instituciones, que todas
las obligaciones nacían de contratos o de delitos.
La causa fuente es el motivo por el cual se crea la obligación, y puede ser por:
Civiles y naturales:
Las civiles eran obligaciones provistas de una acción, que permitía al
acreedor compeler judicialmente al deudor en caso de incumplimiento.
Las naturales eran aquellas que aun cuando carecían de acción
producían consecuencias jurídicas, así: el acreedor insatisfecho podía
retener el importe de lo pagado voluntariamente por el deudor, sin que
éste pudiera alegar pago de lo indebido.
El que pagó puede a su vez cobrar a los otros codeudores la parte que les
corresponde, así como el acreedor que recibió el pago debe responder ante los
demás acreedores para satisfacer el pago que a cada acreedor le corresponde.
Efectos de las Obligaciones: La obligación entraña la existencia de un hecho
positivo: dar, hacer, prestar; o un hecho negativo: no hacer. Su efecto normal y
necesario tiene lugar cuando el deudor cumple con el deber de prestación
asumido frente al acreedor en el lugar, plazo, y modalidades con que los sujetos
de la relación obligatoria hubiesen determinado.
Modos de Extinción:
Mutuo Disenso: Las obligaciones que nacían por el mero consentimiento de las
partes podían extinguirse por mutuo disentimiento siempre que no hubieran
comenzado a ejecutarse.
Los contratos romanos. El contrato era entre los romanos toda convención
destinada a producir obligación, aunque el derecho natural reconocía que si el
objeto de la convención era licito aquel que se había comprometido libremente
estaba obligado, porque toda convención licita era legalmente obligatoria pero
el derecho romano jamás admitió ese principio de forma absoluta y aun en la
época de Justiniano, por lo días finales del imperio, el simple pacto, no bastaba
para crear la obligación civil.