Inteligencia Emocional
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EDUCACI
ÓN
EMOCIONAL
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía pone a su disposición,
de forma gratuita, el especial de Cuadernos de Pedagogía
“Antiprograma de Educación Emocional” en formato pdf
Para poder conocer y trabajar con la información complementaria que incluye este producto
(videos, pdfs, programas de intervención, etc.) debe acceder al producto a través de la
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de su Centro Educativo, de forma gratuita, acceso a las publicaciones referentes en el ámbito
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“Antiprograma de Educación Emocional” además de otros materiales didácticos.
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3. Fundamentación teórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Movimiento expresivo sistema río abierto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Psicología de la Gestalt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Pedagogía sistémica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Aprendizaje de lo inesperado (vivencial y emergente) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (inteligencia intrapersonal e
interpersonal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Inteligencia emocional, Daniel Goleman. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Teoría del bienestar, concepto de estado de flujo y la psicología positiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Aportaciones del mindfulness . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Neurociencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Neurolingüística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Movimientos de renovación pedagógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Leyes del sistema educativo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
4. Guía para la utilización del libro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
5. Actividades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1. ¿Cómo te sientes? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2. Moviendo nuestras emociones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3. La pasarela en movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4. Taller de abrazos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
5. ¿Quién guía? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
6. ¿Qué pasa cuando estamos en silencio? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
7. Compañeros de manos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
8. Dramatización de canciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
9. Mi cuerpo habla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
10. Vocabulario emocional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
11. Iniciación a la relajación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
12. Reconstruir hechos desde emociones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
13. Escaneo corporal a través de la relajación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
14. Las tres frases. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
15. Conociéndonos como personas y como grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
expresivo Río Abierto; la psicología Gestalt; la pedagogía sistémica; las inteligencias múltiples de Gardner…
Todo se entrelaza aquí como lo hacen los ingredientes de un guiso elaborado. Pero de todos los cimientos que
ellos presentan, yo me quedo con uno que, creo, les confiere una singularidad especial y sin el cual no podríamos
comprender el quid de la propuesta: la importancia de lo inesperado y de lo emergente. Cualquiera de estas sesenta
actividades pueden desembocar en un universo desconocido: en la guía de uso lo cuentan muy bien. Una simple
propuesta de relajación o de soltar el cuerpo puede crear el tiempo y el espacio (entendido este como un clima
grupal determinado) para que nazca una reflexión inesperada, un cabo de un hilo del que el docente puede tirar y
ayudar a desenmascarar lo oculto.
Los desenmascaradores del aula azul: así me gustaría designar a Antonio y a Laura. Entre estas cuatro paredes
les he visto recoger lo emergente y tirar del hilo suavemente: "¿Quieres compartir con el grupo esta tristeza que
has sentido?", preguntan a veces. Y se suceden respuestas distintas, positivas o negativas, mientras aterrizan sobre
la alfombra los temores de tal muchacha. Quizás se sorprenden sus compañeros, que la miran con otros ojos. "¿Era
esto lo que te ocurría?, ¿por qué no me lo dijiste?", suspira su mejor amiga. "Tenía miedo", confiesa en voz baja.
"¿Quieres un abrazo del grupo?", ofrece Antonio. Y al leve asentimiento de cabeza, sus compañeros se levantan
de las sillas, la acorralan y la cubren a besos.
Lo emergente, lo inesperado. Nada de esto está programado, por supuesto. Aquí encontraréis nada más y nada
menos que algunas pistas para tirar del cabo de la madeja. Será tarea de cada maestra y maestro estar atentos a lo
que emerge de ella. "Nosotros siempre hemos defendido que para que la Educación Emocional sea realmente
emocional, debe partir de lo vivencial y emergente del grupo", advierten los autores. Pero el axioma atañe a todo
el sistema: para que la educación sea educación, para que el aprendizaje sea aprendizaje, debe partir de lo vivencial
y lo emergente. El resto son ficciones.
Es fácil desde esta perspectiva comprender toda la fuerza del título del libro. Antiprograma de Educación
Emocional. A pesar del prefijo, me atrevo a decir que no va contra nada, ni siquiera contra los programas. Este es
un título atrevido, porque en realidad el sistema educativo parece encantado con el control, los libros de texto, los
powerpoints detallados, las programaciones, las evaluaciones y el diseño de actividades muy dirigidas que no
dejen lugar ni a la improvisación ni al desnudo. Justo lo que más promete esta propuesta. Las actividades son solo
un sustrato rico de nutrientes en el que puede crecer algo nuevo; un espacio en el que puedan emerger las emo-
ciones, identificarlas, destriparlas un poco y mirarlas a la cara. No prometen soluciones mágicas, pero sí dan
herramientas para que cada uno desmadeje su ovillo.
Y son generosos. Este material contiene una colección de ocho vídeos: piezas multimedia, cada una de las cuales
muestra el desarrollo de una actividad concreta. Fueron rodadas en sesiones reales, espontáneas, no programadas
ni estandarizadas. El responsable del rodaje y la realización es Carles Mestres (www.carlesmestres.com), director
de fotografía que cuenta en su currículum con la realización de un documental significativo en nuestro ámbito:
Entre maestros. Digo que Antonio y Laura y sus alumnos y los grupos de docentes y familias son generosos porque
dejaron la puerta abierta para que nos coláramos por ella. Carles Mestres, con su cámara al hombro, se movía por
la sala, entre sus gestos, sus explosiones, sus lloros y sus risas, y también entre sus susurros. "¿Puedes repetir esto,
por favor?, les pedía a veces. Y repetían para que la cámara pudiera tomar un nuevo plano. Eran breves instantes
en que se detenía la acción. Y nadie parecía sorprenderse ni incomodarse. En el rodaje del vídeo Miradas autén-
ticas, la intensidad emocional era tan potente que arrastró a todos, como un sunami. Los protagonistas eran un
grupo numeroso de adultos, docentes de la zona de Jerez y madres del Instituto Asta Regia, rebelando toda su
fuerza en esas miradas intensas y silenciosas. Docentes y madres, una combinación que todo el mundo alberga
como un deseo pero que pocos se atreven a juntar en la moqueta, descalzados de sus roles. Miraban los que se
miraban, y mirábamos los que observábamos.
Permítete ser feliz, tal y como te mereces. Permítete ser. Toma conciencia de quién y cómo eres, de verdad.
Despréndete de tu máscara. Siente el hombre bueno que hay dentro de ti y que se da cuenta de lo que hace. Siente
el amor incondicional de tus amigas. Siente. Conoce todo tu potencial, conoce también tus carencias. Y acéptate.
Esto dice el libro y, como señalan sus autores, Antonio y Laura, se trata de una forma de "sentir, de vivir y estar
en el mundo con conciencia".
Celebro en este prólogo haber tenido la oportunidad de trabajar con estos Profesionales, cuidadosos al más
mínimo detalle, veladores de la sensibilidad, del cariño, de la intimidad. Y celebro, sobre todo, haberme descal-
zado.
Descalzaos y que tengáis un feliz viaje.
y algo que tenemos y sentimos, en el caso de las emociones. Sin embargo, detrás de ellas podemos encontrar
respuesta a cómo somos, cómo decidimos, cómo reaccionamos, cómo actuamos, cómo vivimos, cómo pensamos,
cómo interactuamos con otras personas y cómo nos movemos en el mundo.
La escuela no es únicamente una institución académica y escolar, sino también educativa. Educamos en valores,
en emociones, en principios, en ideología, en… No hay que olvidar que trabajamos con personas, a las que debemos
ofrecer herramientas que les faciliten su desarrollo personal y social. ¿Dónde nos enseñan a ser personas y a
convivir?, ¿se supone que con saber Matemáticas, Lengua y Literatura, Conocimiento del Medio, Historia... ya
somos completas?, ¿por qué en nuestros horarios no hay tiempo para las emociones?, ¿por qué se trabaja más lo
cognitivo y poco o nada lo corporal, lo social, lo emocional… si somos un todo?
Nuestro sistema educativo es anacrónico, ya lo decía Ken Robinson en una entrevista realizada por Eduardo
Punset para el programa Redes (El sistema educativo es anacrónico, 2011): no refleja la sociedad en la que vivimos
y solo introduce los aspectos que le convienen; por ejemplo, las nuevas tecnologías.
Si reflexionamos sobre nuestra función como docentes en la formación de personas para la sociedad en la que
viven, una sociedad caracterizada por los constantes cambios que hacen que se produzca la evolución, ¿cómo
preparamos para algo que no sabemos? Porque no tenemos conocimientos de lo que podrá suceder dentro de cinco
años. Así pues, no se trata de preparar para una sociedad que no conocemos, sino de educar para enfrentarnos a
esos cambios y saber cómo responder a ellos de una manera sana, introduciendo, trabajando y, sobre todo, desa-
rrollando aspectos como adaptabilidad, innovación, confiabilidad e integridad, enunciados por Goleman dentro
de la competencia personal de la autorregulación y otros relacionados con ellos: la incertidumbre, lo inesperado,
la autoconfianza, la flexibilidad, la creatividad, la espontaneidad, la iniciativa, la perseverancia y la persuasión.
Y también buscando la construcción de personas que pudieran entenderse y conocerse a sí mismas y a las que les
rodean, personas que tengan herramientas para su desarrollo dentro de la sociedad, en las interacciones con el
entorno y con las personas que se encuentran en él, ya que al ser seres sociales estamos en un continuo tira y afloja
entre nuestra individualización y autonomía, es decir, nuestro mundo interno, y nuestra integración en los grupos
con los que interactuamos y a los que pertenecemos, nuestro mundo externo. Polaridades que aparecen en nuestro
desarrollo, como afirman Marcelo Antoni y Jorge Zentner (2014): vinculación-diferenciación, pertenencia-indi-
vidualización, contacto-retirada, norma social-impulsos y conservación-renovación, y que nos ayudan a com-
prender nuestro interior y su construcción, haciendo referencia a la simbiosis entre el individuo (yo) y el entorno
(nosotros), es decir, cómo sentimos la necesidad de formar parte de un sistema sintiéndonos únicos.
Debemos mirar a nuestro alumnado, no como contenedores vacíos a rellenar de conocimiento, como una tábula
rasa, sino como personas que al igual que nosotros tienen preocupaciones, días malos y días buenos, estrés,
momentos difíciles…; que sienten, experimentan, viven y que necesitan bienestar para poder aprender, crecer y
desarrollarse, así como unas habilidades de vida para enfrentarse a las diferentes situaciones que experimentarán
en su cotidianidad, en el aspecto no solo cognitivo sino también integral. Habría que tomar otros caminos porque
las demandas son diferentes.
"Algunos autores han sugerido que la adquisición de destrezas emocionales debe ser un prerrequisito que los
estudiantes deben dominar antes de poder acceder al material académico tradicional que se les presenta en clase.
Y es que la competencia emocional es una cualidad muy valorada en la sociedad actual, que permite conducir la
vida de manera eficaz" (Jiménez Morales, 2009, p. 59).
Todo esto supone un cambio significativo en el rol que actualmente nos tienen adjudicado al profesorado. Habría
que introducir cambios significativos en la formación inicial y continua del profesorado, en los horarios, en las
estructuras organizativas y en los contenidos curriculares.
La participación de las familias, aunque siempre ha sido fundamental, ahora adquiere mayor relevancia. Desde
estos parámetros, la familia, junto al alumnado y profesorado, debe participar de estos procesos, ser parte clave
de los mismos.
Por otro lado, es importante no confundir y dar a la Educación Emocional un papel que no le corresponde o
que, mejor dicho, la desmerece. Pensamos que esta disciplina no es "para" mejorar el rendimiento académico y
disminuir las conductas disruptivas en los centros, sino que tienen sentido y razón de "ser" en sí misma, desde un
eje integrador, pues en este constructo convergen diversas áreas del conocimiento: salud, sociales y humanidades,
etc., como veremos en el capítulo de fundamentación teórica. En él explicaremos qué aspectos tomamos de cada
una de ellas, constituyendo los pilares sobre los que hemos construido nuestra intervención.
Con este libro lo que pretendemos es ofreceros recursos, estrategias, actividades y, sobre todo, una forma de
sentir, de vivir y de estar en el mundo con conciencia. Una forma de entender la Educación Emocional desde un
modelo que se aleja de los programas secuenciados de actividades y con "una estructura lógica" de contenidos.
Se trata de poner el énfasis en lo que el alumnado trae en el presente cotidiano, sin menoscabo de una estructura
de contenidos y de un modelo de intervención, como más adelante concretamos.
Podríamos decir que el ser humano tiene una asignatura pendiente que le va a acompañar a lo largo de su vida.
Esta asignatura es el conocerse y comprenderse, aceptando y valorando lo que es, teniendo en cuenta todo su
potencial y todas sus carencias.
Cada situación, cada momento, cada experiencia nos hace descubrir en nosotros mismos nuevos aspectos que
algunas veces hasta nos sorprenden. El conocernos es una actividad intrínseca a lo que somos. ¿Qué y quién nos
enseña a ser?, ¿quién nos posibilita o induce a la reflexión de lo que somos? Lo hacen todos los que nos rodean:
familia, profesorado, amistades, medios de comunicación, etc. Y, al mismo tiempo, no lo hace nadie. Sería intere-
sante pensar sobre ello, porque este aspecto es necesario para el desarrollo de la persona, como ser individual y
como miembro de la humanidad.
Con este libro ponemos nuestro pequeño y humilde granito de arena en la consecución de un mundo mejor. En
él encontraremos los fundamentos sobre los que sustentamos nuestras prácticas, una guía para la utilización del
libro donde os explicamos el porqué una propuesta de actividades y no un programa estructurado, los objetivos y
contenidos a trabajar, cómo es la estructura de una sesión de trabajo, los requisitos previos para desarrollar un
programa de Educación Emocional, el rol de coordinador del grupo, una propuesta de actividades, el modelo de
autoevaluación que llevamos a cabo y, para cerrar, expondremos una serie de conclusiones.
En cuanto a la propuesta de actividades que ofrecemos, hay que destacar que han sido puestas en práctica con
diferentes grupos de alumnado perteneciente a los distintos niveles educativos y que, en algunas de ellas, encon-
traremos vídeos que facilitarán la comprensión de las mismas. Todas presentan la misma estructura, para facilitar
su comprensión y su utilidad.
No podemos terminar esta presentación sin decir que en este proyecto hay mucho de nosotros y de las personas
que nos han acompañado en este maravilloso camino del crecimiento y la experimentación que es la vida. Por
ello, queremos dedicar unas palabras de agradecimiento a nuestras familias, a nuestras parejas, a nuestros amigos,
a nuestro alumnado y compañeros y, en especial a un grupo humano con el que llevamos trabajando unos años,
que nos enriquecen, nos aportan, nos ayudan y nos regalan momentos y experiencias inolvidables. Este libro es
fruto de estos encuentros, y mucho de lo que aquí presentamos se ha construido con ellos y junto a ellos.
Antes de presentar las teorías y las aportaciones de las diferentes disciplinas que sustentan nuestra práctica, que
para nosotros forman un eje integrador que nos permite una visión más global y completa de lo que entendemos
es esta nueva disciplina, la Educación Emocional, creemos necesario clarificar y diferenciar tres conceptos que,
al estar tan vinculados, en algunas ocasiones pueden llevar a confusión. Nos referimos a la inteligencia emocional,
las competencias emocionales y la Educación Emocional.
La inteligencia emocional es el constructo teórico que vio la luz en 1990 de la mano de Peter Salovey y John
Mayer, quienes la definieron como "la capacidad de reconocer sentimientos y emociones propias y ajenas, para
discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar el pensamiento y las acciones propias" (1990, p. 189).
Como todo nuevo concepto, ha experimentado modificaciones partiendo de las perspectivas que van descu-
briendo diferentes autores e investigadores especializados o interesados en la materia. Algunos ejemplos son estas
definiciones:
– "La capacidad para procesar la información emocional con exactitud y eficacia, incluyéndose la capacidad
para percibir, asimilar, comprender y regular las emociones" (Mayer, Salovey y Caruso, 2000, p. 107).
– "La capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y
manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos" (Goleman, 1998,
p. 430). Este autor nos habla de competencias y habilidades que impulsan el desempeño.
– Por su parte, Bar-On nos habla de inteligencia emocional-social (ESI), la cual "está compuesta por una serie
de competencias intrapersonales e interpersonales, aptitudes y facilitadores que se combinan para determinar el
comportamiento humano efectivo" (2006, p. 14). Este conjunto de competencias, aptitudes y facilitadores permiten
entender y comprender a los demás, así como relacionarnos con ellos, afrontando las demandas, los desafíos y las
presiones diarias. Bar-On acuñó el término de "coeficiente emocional".
Hemos querido ofrecer estas tres definiciones, ya que en ellas se distinguen tres modelos diferentes del cons-
tructo al que nos estamos refiriendo. Estos tres modelos son siguiendo las aportaciones de Vaida y Opre (2014):
– Modelo de habilidades (Salovey, Mayer y Caruso, 2004): como podemos vislumbrar a través de la definición
aportada, entiende la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades.
– Modelo de competencias (Goleman, 1995).
– Modelo mixto (Bar-On, 2000): concibe la inteligencia emocional como una mezcla de habilidades, rasgos
y comportamientos.
Para finalizar, aportamos las palabras de Carpena (2010, p. 43): "Se denomina inteligencia emocional a aquella
inteligencia personal y social que incluye la habilidad de sentir y entender las emociones y los sentimientos de
uno mismo y de los demás, y la habilidad de utilizar la información que proporcionan para orientar el pensamiento
y las propias acciones". Hemos querido añadir esta definición porque su fecha es más actual y es una autora
española, y porque creemos engloba todos los aspectos aportados con anterioridad.
El segundo término al que hacíamos alusión son las competencias emocionales o también nombradas como
competencias socioemocionales por algunos autores. Entre ellos, destacamos a Daniel Goleman, que junto a Linda
Lantieri investigan sobre el social and emotional learning (SEL), creando programas escolares de educación
socioemocional. Dentro del panorama español encontramos a Elvira Repetto y Mario Pena, con el Programa de
Formación Socioemocional (FOSOE).
Las competencias emocionales son definidas por Saarni (2000, p. 68) como la "capacidad para demostrar
efectivamente la autoeficacia en las interacciones sociales y emocionales". Posterior a esta definición y dentro de
nuestro país, encontramos las siguientes definiciones:
– "El conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar
y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales" Bisquerra y Pérez (2007, p. 5).
– "Conjunto de saberes que un alumno o conjunto de alumnos ponen en acción para dar respuestas pensadas,
sentidas, efectivas y actualizadas a las demandas de un entorno complejo y cambiante y en ocasiones contradic-
torio, en el que se inscribe su vida" (Sánchez Santamaría, 2010, p. 83).
Estas competencias contemplan una serie de valores y creencias que ponemos en juego las personas en el
momento de la experiencia emocional. Podríamos decir que es la aplicación de la inteligencia emocional la puesta
en práctica de un conjunto de habilidades tales como conciencia emocional, regulación de las emociones, reso-
lución de conflictos, habilidades sociales, responsabilidad, toma de decisiones conscientes, etc. Goleman (1998)
dice que la inteligencia emocional es algo innato y que las competencias pueden ser aprendidas y desarrolladas.
Por último, tenemos la Educación Emocional. Para Rafael Bisquerra (2003, p. 27) es "un proceso educativo,
continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento
esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitar para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar
personal y social".
Por su parte, Álvarez González (2001, p. 11) dice que debe "aspirar a colaborar en el proceso de desarrollo
integral de la personalidad del individuo, dotándole de herramientas y estrategias emocionales que le permitan
afrontar de forma coherente, digna y consciente los retos y las demandas que le plantea la vida cotidiana".
Basándonos en estas aportaciones, nosotros la entendemos como el conjunto de estrategias metodológicas y
didácticas, contenidos e intervenciones que tienen como objetivo el desarrollo, la adquisición y la puesta en práctica
de las competencias emocionales, definidas anteriormente.
Consideramos, por tanto, que es una educación que favorece tanto la prevención primaria como la promoción
de la salud, en la que debería participar todo el profesorado, en todas sus clases a lo largo de toda la escolaridad,
porque impregna cada intervención con el alumnado, ya que las emociones forman parte de las personas.
A través de la Educación Emocional, lo que pretendemos es que conozcan quiénes son, sepan reconocer lo que
sienten y expresarlo, desarrollen su madurez personal y aprendan a escuchar y a tener en cuenta su cuerpo, ofre-
ciéndoles herramientas para su crecimiento personal y social, ya que la Educación Emocional, según Carpena
(2010, p. 46), "se orienta al desarrollo de las competencias intrapersonal e interpersonal, dimensiones que tienen
carácter de complementariedad. El propio conocimiento y la propia autorregulación satisfactoria influyen en la
alteridad, en el descubrimiento y el entendimiento del otro, lo que al mismo tiempo repercute en la relación con
uno mismo".
Esta educación nos permite, por tanto, dar respuesta a una serie de necesidades emocionales y sociales que
tenemos como personas. Según López Sánchez (2008, pp. 241-246), estas serían:
– Necesidad de comprender, expresar, compartir, regular y usar socialmente bien las emociones. Este autor
nos habla de la relevancia del desarrollo de la inteligencia emocional. A lo que nosotros añadimos la toma de
conciencia de lo que nos pasa por dentro y cómo lo ponemos en juego en nuestra interacción con los diversos
entornos en los que nos movemos y con las personas que se encuentran inmersas en cada uno de ellos. Tenemos
la necesidad de conocernos a nosotros mismos y a los que nos rodean y saber cómo gestionar lo que sentimos en
ambos aspectos.
– Necesidad de seguridad emocional. Aceptación, estima, afecto y cuidados eficaces, englobado todo ello en
el apego. Siguiendo las aportaciones de Fernández Domínguez (2005, pp. 233-236), podemos profundizar más en
ello, dado que lo concreta en los siguientes aspectos:
• Ser reconocido como individuo único e irrepetible, lo que favorece y estimula la construcción de su identidad,
conociendo sus características, sus posibilidades y sus limitaciones, y le anima a ser él mismo en cada momento.
• Ser amado por las personas que le rodean y que son importantes para él. Esto favorece la construcción de
una imagen normal de uno mismo y el aprender a amar y a confiar en las otras personas.
• Sentirse seguro, protegido de los peligros, afrontando lo que le inquieta.
Esta autora nos habla sobre la importancia de vivir experiencias adaptadas a su nivel de madurez. El nivel de
exigencia debe adecuarse a las características de la persona para que pueda superarlo y así sentirse válida y con
posibilidades, desarrollando de este modo su autonomía. Si exigimos más de lo que la persona puede dar y no
consigue superar el reto, se experimentan sentimientos de incapacidad que pueden conllevar a que se sienta cul-
pable, frustrado y/o inadaptado al entorno.
– Necesidad de red de relaciones sociales. Somos seres sociales que necesitamos de la interacción para nuestro
crecimiento, desarrollo y supervivencia. Según defiende Punset (2005), la supervivencia pasa por ejercicios de
colaboración entre organismos. Esta necesidad de relaciones nos permite despertar y sentir la pertenencia a un
grupo, a una comunidad. También el compartir; el comprender y apoyar a otras personas; el comunicarnos; el
desarrollar habilidades sociales, estrategias de negociación y valores; el autocontrolarnos; el divertirnos. Hay un
aspecto muy interesante que resalta el autor, y es la necesidad de juego.
– La relación con los otros nos facilita y permite el conocimiento de nosotros mismos y de los demás y cómo
nos situamos ante estas relaciones.
– Necesidades sexuales, no entendidas solo desde la necesidad de supervivencia de la especie, sino también
como necesidad de contacto, de proximidad, de ternura y afecto.
Una vez aclarados los tres conceptos, pasamos a presentar las diferentes aportaciones de las diversas teorías y
disciplinas que hemos seleccionado para construir nuestro modelo de Educación Emocional, desde el convenci-
miento de que, dado el alto nivel de influencia entre distintas perspectivas, es ineludible una integración paradig-
mática.
Nuestro cuerpo es el escenario donde quedan registradas todas las experiencias de la vida. Estas experiencias
se manifiestan a través de una expresión corporal, de una plástica. "Esta plástica nos muestra una actitud, un modo
psicofísico de estar en el mundo y de relacionarse con lo que nos rodea. Esta actitud tiene la ventaja de ser
detectable, una manifestación física de nuestro modo de respirar, de percibir, de sentir, de pensar, de responder,
de conocer. De ese conjunto de condiciones personales se desprenden muchas plásticas posibles: expansivas,
alegres, reflexivas, temerosas, vacilantes… Forman un correlato corporal que llamamos ‘traba’; la plástica fijada
tiene por consecuencia reactivar los estados emocionales que la originaron y otros asociados a ellos, volviéndolos
crónicos" (Palcos, 2011, pp. 53-54).
El objetivo del trabajo del movimiento es lograr que se tome conciencia de las trabas para favorecer su liberación.
Para ello se utilizan distintas herramientas, ya comentadas en el listado de actividades, que en síntesis son:
- Movimiento: en el movimiento es todo el cuerpo el que se expresa, los sonidos, los silencios, cada expresión
nos ayuda a transformar los estados anímicos. El movimiento puede cambiar los estados en que nos encontramos,
conectándonos con un nivel de conciencia que lo facilita: el cuerpo se suelta, se relaja y entonces conecta con su
propia expresión. En las sesiones de movimiento se trabajan todos los centros energéticos, con el objetivo de
recuperar la libertad y la confianza en uno mismo. Desde el movimiento trabajamos la voz; la liberación de la voz
desde distintas actividades nos mueve las energías estancadas y nos ayuda a conectar con las emociones.
El trabajo con los opuestos –en Gestalt se denominan "polaridades"– nos permite trabajar con aquellas identi-
ficaciones que realizamos y que construyeron una personalidad no reconocida; eso generó una personalidad falsa
(Palcos, 2011, p. 86). "El trabajo con los opuestos es una de las bases más firmes del sistema […] tenemos que
ubicarlos a través del movimiento y la expresión, libres de la mente condicionada; después tenemos que ubicar
los que marcaron más a la persona y trabajarlos".
- Masajes: nuestro trabajo se centra en que el alumnado adquiera una serie de técnicas que le permitan luego
soltarse desde la intuición. Nos manejamos en torno a tres tipos de masajes clave: relajación, facilita el abrirse a
la percepción y si existe alguna dolencia sanar el dolor; circulatorio, tiene como objetivo hacer que nuestro cuerpo
recupere la fluidez muscular y se eliminen las limitaciones articulatorias; de corrección postural, se trabaja fun-
damentalmente la alineación.
"No se trata solamente de usar y ejercitar el cuerpo físico para lograr un bienestar orgánico genérico, y después,
por separado, dedicarse a un trabajo mental de tipo psicológico. Se trata, en cambio, de ser conscientes de todas
nuestras dimensiones energéticas: centros energéticos y cuerpos sutiles, y trabajar con todo ellos, ejercitarlos, así
como en la gimnasia tradicional se ejercita el cuerpo físico" (Rossi, 2005, p. 91).
Algunas de las claves que definen la psicología humanista, en concreto el enfoque gestáltico, le dan sentido y
coherencia a nuestras intervenciones en el campo de la Educación Emocional.
La idea de que el todo es más que la suma de las partes nos hace percibir a las personas en su totalidad, uno de
los argumentos que nos permite considerar a nuestro alumnado en su integralidad: como seres que sienten (lo
emocional), que piensan (lo cognitivo), que son cuerpo (lo corporal) y que pueden trascender de sí mismos (lo
espiritual o transpersonal).
Una de las aportaciones más importantes de este enfoque es el darse cuenta (Perls, 2007, p. 124; Stevens, 2007,
p. 25; Peñarrubia, 2007, p. 95), es decir, la capacidad de percibir con claridad lo que sucede dentro de nosotros
mismos y en el exterior cuando interactuamos con el entorno. Desde el trabajo experiencial podemos distinguir
tres tipos o zonas del darse cuenta:
Darse cuenta del mundo exterior: obtener el máximo rendimiento de nuestros sentidos, de manera que captemos
la realidad del entorno sin fantasearlo. Es, en definitiva, lo obvio. Y está en el presente.
Darse cuenta del mundo interno: obtener el máximo de información de uno mismo, en un contínuum que va
desde las sensaciones físicas hasta los sentimientos y emociones que suceden en mí. Se resume en lo que siento.
Sucede en el presente.
Darse cuenta del mundo intermedio o zona de la fantasía: englobaría todo lo que tiene que ver con la actividad
mental: proyectar, pensar, planificar… Forma parte de lo que imagino. Sucede más allá del tiempo presente.
Derivado de lo anterior, otra de las aportaciones del enfoque gestáltico es el aquí y el ahora. El ahora es el
presente, lo que estoy percibiendo con conciencia. Ni el pasado ni el futuro. En nuestro trabajo le pedimos al
alumnado que se exprese siempre en tiempo presente. Lo que se recuerda o lo que proyecta que puede ser sucede
en el tiempo presente. Lo que ocurrió importa, si se evoca, como algo que está presente.
Los tres elementos clave para la Educación Emocional los aporta el enfoque gestáltico:
1. Toma de conciencia: darnos cuenta de lo que nos está pasando (aquí y ahora).
Elemento imprescindible: la escucha del darnos cuenta.
c) Interna: lo que sentimos (sensaciones, sentimientos, emociones), qué, dónde y cómo lo estamos sintiendo
(conciencia emocional).
Cuando nos adentramos en el fascinante camino de la Educación Emocional, nos encontramos con la necesidad
de articular respuestas al alumnado, que sobrepasan, con mucho, la individualidad y el propio grupo de clase.
La pedagogía sistémica vino a darnos luz y encuadre en múltiples problemáticas que, si no lo hubiéramos
contemplado en el marco de sistemas más generales como la familia o los propios contextos sociales, las conclu-
siones habrían sido erróneas y muy parciales. El eje del enfoque sistémico está colocado en lo relacional. Lo que
sucede es concebido como una acción recíproca, entre los componentes de una familia, de una escuela o de
cualquier grupo humano (Traveset, 2007, p. 19).
Para desarrollar este trabajo debemos contemplar las dimensiones que están influyendo en nuestra vida: la
transgeneracional (antepasados), la intergeneracional (vínculo entre padres e hijos), la intrageneracional (gene-
ración a la que pertenecemos) y la intrapersonal (el individuo como un sistema físico-mental-emocional-espiri-
tual). Estas dimensiones nos permiten acceder a distintos niveles de la realidad y nos permiten ordenar y com-
prender nuestros desórdenes.
Es de especial importancia en nuestro trabajo diario, por la edad de nuestro alumnado, la dimensión interge-
neracional, porque nos habla del orden y de la jerarquía dentro del sistema familiar. De quien ejerce la autoridad
y de aprender límites y de saber estar y aceptar el lugar que nos corresponde. Entre las actividades propuestas,
trabajamos el genograma familiar, el dibujo de la familia y la escultura familiar. Desde estas actividades, el
alumnado toma conciencia de cuál es su rol y el papel que debe desempeñar en el seno de la familia. Además de
esta dimensión, como se puede ver en el listado de actividades, trabajamos de forma constante lo intrageneracional
desde lo interpersonal.
Adquiere mucha relevancia establecer estrategias que permitan que los vínculos que unen los distintos sistemas
donde nos desarrollamos estén construidos desde lo amoroso. El vínculo más potente es el familiar, en sus múltiples
variantes. La relación vincular entre familia y escuela parte de que tanto uno como otro son sistemas diferenciados.
Para la escuela, la familia ocupa el primer lugar. Para los padres, la confianza que depositen en la escuela y el
valor que le concedan inciden directamente en los procesos de aprendizaje del alumnado.
De los objetivos que se plantea el modelo de pedagogía sistémica, resaltamos como más específicos los
siguientes:
– Favorecer el desarrollo integral de los alumnos a nivel físico, psíquico y social.
– Construir un sistema de valores que les sirva de guía para la vida.
– Promover la aceptación de un modelo de convivencia que favorezca el respeto hacia las propias raíces y el
respeto hacia las de los demás.
– Fomentar el sentido de la pertenencia y la vinculación al sistema familiar, escolar, del barrio, del país, del
planeta, del universo…
– Educar para la vida, encontrar su lugar en el mundo que les ha tocado vivir, proyectos de vida.
– Educar para la muerte, habilidades cognitivas y emocionales para afrontar duelos y pérdidas.
– Educar para tolerar la incertidumbre.
– Ser capaces de escoger metas adecuadas.
– Ser capaces de soportar el esfuerzo y recuperarse de los fracasos.
– Ser capaces de valorar las cosas buenas, agradecer lo que tienen y disfrutar.
– Ser capaces de establecer lazos afectivos con los demás.
– Ser capaces de representar y simbolizar en diferentes lenguajes (verbal, musical, corporal, plástico) sus
aprendizajes.
– Favorecer la construcción de un buen autoconcepto y clarificación de su identidad, basándose en los talentos
y las potencialidades (Traveset, 2011).
Nosotros siempre hemos defendido que, para que la Educación Emocional sea realmente emocional, debe partir
de lo vivencial y lo emergente del grupo. Entendemos que desde esta postura es desde la que el alumnado com-
prende la importancia de las emociones y da sentido y funcionalidad a lo que se trabaja en clase.
Hay dos autoras, Acaso y Ellsworth, que nos hablan sobre el aprendizaje de lo inesperado. Creemos que bajo
este nombre se describe muy bien lo que realizamos en nuestras aulas, porque al trabajar con personas nunca se
sabe lo que puede pasar y qué se puede mover dentro de ellas.
Existe una larga tradición entre los docentes de que es muy importante llevar todo muy bien planificado y
programado, y así ha sido siempre la educación. Sin embargo, no todo sale según lo esperado, porque hay una
multitud de factores que escapan a esa planificación y programación que hemos realizado. Con esto no queremos
decir que debamos obviar la planificación y programación de nuestro trabajo y que improvisemos. Lo que sí
defendemos es que la planificación no puede estar por encima de lo que necesita nuestro alumnado y de lo que le
interesa.
Lo inesperado nos acompaña en cada instante de nuestra vida, y tenemos que enseñar a nuestro alumnado a
convivir con ello de una manera adecuada y no con miedos que frenen sus ansias de exploración y de descubrir.
"El currículo deja de ser un documento para pasar a ser una experiencia" (Acaso y Ellsworth, 2012, p. 68).
Otro aspecto del que nos hablan estas autoras es sobre la importancia y la necesidad de la pedagogía como
espacio dialógico. Esto lo llevamos a la práctica ofreciendo un espacio dentro del aula para que el alumnado
exprese y verbalice qué le preocupa, qué le interesa, qué necesita, qué le alegra, cómo se siente, qué le hace sentirse
así, etc., desde que se inicia la hora hasta que termina. Partimos, por tanto, de las experiencias y vivencias del
grupo y organizamos actividades donde puedan vivir experiencias, en las que emergen nuevos aprendizajes, nuevas
emociones…
Otro aspecto destacable es el estar en continuo movimiento; es importante estar en la acción, y que nuestro
alumnado haga, experimente, viva, porque para aprender, crecer y construir hay que sentir las cosas en primera
persona. "Aquí el sujeto está en emergencia, como un ser continuamente haciéndose, dependiendo de las relaciones
de poder generadas, y por ello, se hace, deshace, rehace, etc. en cada clase. Y, finalmente, la experiencia no tiene
cuerpos inertes, sino cuerpos que viven" (Acaso y Ellsworth, 2012, p. 118).
Entender la Educación Emocional de esta manera te permite estar al lado de tus estudiantes y compartir pro-
blemas que provienen de su mundo real, de sus experiencias y vivencias y no de algo abstracto que tú como docente
planteas y que, al no ser algo propio, no les llega de la misma manera. Esto hace que, como afirma Fernández
Domínguez (2005, p. 238): "El aprendizaje sea vivencial y con un sentido personal".
Por otra parte, nuestro papel como docentes es muy activo. Aunque no estemos en el papel de protagonistas,
que adquiere el alumnado, estaremos situados en la escucha; en la descodificación; en proponer; en ayudar a
expresar y comprender; en hacer que se descubran, que se reconozcan y que se acepten; en ofrecer estrategias y
recursos útiles; en continua acción.
Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples, defiende la existencia de ocho inteligencias dife-
rentes, entendiendo la inteligencia como una capacidad, que por tanto se puede desarrollar. Estas son:
– Lógico-matemática.
– Verbal-lingüística.
– Visual-espacial.
– Corporal-cinestésica.
– Naturalista.
– Musical.
– Intrapersonal.
– Interpersonal.
Nos quedamos con las dos últimas, debido a que, cuando las definamos, veremos que ambas componen lo que
anteriormente hemos denominado "inteligencia emocional".
La inteligencia intrapersonal es "el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la propia
vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones entre estas emociones
y, finalmente, ponerlas un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta"
(Gardner, 1995, p. 42).
Este conocimiento nos permite entendernos, comprendernos y construir una percepción de nosotros mismos.
Como es la parte más interna de la persona, el autor defiende que precisa del lenguaje, la música u otras formas
de expresión.
Trabajamos el conocimiento de uno mismo, fomentando la toma de conciencia de lo que son los alumnos de
una forma global (carencias y fortalezas). También la reflexión, el reconocimiento de sus intereses, sus necesidades
y sus cualidades, con el fin de que sean capaces de organizar y dirigir sus propias vidas, desarrollando su autonomía
emocional.
La inteligencia interpersonal es la capacidad que permite entender y comprender a los demás y, por tanto,
trabajar con ellos, interactuando de una manera eficaz. "Se construye a partir de una capacidad nuclear para sentir
distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e
intenciones" (Gardner, 1995, p. 40).
También impulsamos y promovemos, dentro del aula, el desarrollo de las habilidades sociales, la resolución de
conflictos, la empatía, el respeto, el compartir, la asertividad, la responsabilidad con uno mismo y con los demás,
la comprensión, la cooperación y colaboración, el establecimiento de vínculos, la importancia del grupo en su
desarrollo como ser individual y social.
Lo que tomamos principalmente de las aportaciones de Daniel Goleman (1996) son las competencias a desa-
rrollar, que presentamos a continuación en forma de cuadro. Seguimos este modelo, coincidiendo con el autor en
que todas las personas pueden desarrollar su inteligencia emocional, ya que las competencias emocionales se
pueden aprender.
DIMENSIONES DE LA INTE-
COMPETENCIA COMPETENCIAS EMOCIONALES
LIGENCIA EMOCIONAL
Conciencia emocional.
Autocontrol.
Innovación y adaptabilidad.
Motivación de logro.
Compromiso. Motivación.
Iniciativa y optimismo.
Conciencia política.
DIMENSIONES DE LA INTE-
COMPETENCIA COMPETENCIAS EMOCIONALES
LIGENCIA EMOCIONAL
Comunicación.
Liderazgo.
Establecer vínculos.
Colaboración y cooperación.
Capacidades de equipo.
Estas competencias constituyen los aspectos que queremos trabajar en esta propuesta y que especificamos en
cada una de las actividades.
Para acercaros un poco más a cómo entendemos cada una de estas competencias, pasamos a definirlas apo-
yándonos en las aportaciones de su creador.
Conciencia emocional: es la capacidad de reconocer el modo en que nuestras emociones afectan a nuestras
acciones y la capacidad de utilizar nuestros valores como guía en el proceso de toma de decisiones.
Adecuada valoración de uno mismo: es la capacidad de conocer nuestros recursos, nuestras capacidades y
nuestras limitaciones internas, es decir, ser conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles.
Confianza en uno mismo: consiste en tener una sensación muy clara de nuestro valor y de nuestras capacidades,
pudiendo expresar nuestros puntos de vistas sin limitaciones, manifestando seguridad.
Autocontrol: capacidad de mantener bajo control las emociones e impulsos conflictivos, y permanecer equi-
librados, positivos y pensando con claridad en momentos complicados.
Confiabilidad e integridad: consiste en ser íntegros y responsables, y proporcionar confianza a los demás,
admitir los propios errores, responsabilizarnos de nuestros actos y cumplir con los compromisos.
Innovación y adaptabilidad: capacidad de permanecer abiertos a las ideas y los enfoques nuevos, siendo lo
suficientemente flexibles para responder a los cambios. Aportar soluciones originales a los problemas y adoptar
nuevas perspectivas.
Motivación de logro: es el impulso directo para mejorar. Consiste en afrontar objetivos desafiantes, porque
existe una motivación para conseguirlos, y asumir riesgos orientándonos hacia los resultados de la forma más
adecuada, reduciendo la incertidumbre.
Compromiso: sintonizar con los objetivos de un grupo y buscar colaborar con los mismos, haciendo lo posible
para conseguirlos.
Iniciativa y optimismo: tener una visión optimista de la consecución de nuestros objetivos y persistir hasta
alcanzarlos, estableciendo para ello relaciones de colaboración.
Comprender a los demás: capacidad de percibir los sentimientos y puntos de vista de los demás, interesándose
por sus preocupaciones. Estar atentos a las señales emocionales.
Desarrollo de los demás: darse cuenta de las necesidades de desarrollo de los demás y ayudarles a fomentar
sus habilidades para satisfacerlas. Reconocer nuestros logros y el desarrollo de los otros.
Orientación hacia el servicio: comprender las necesidades de los demás y tratar de satisfacerlas, brindando la
ayuda que se precisa.
Aprendizaje de la diversidad: considerar la diversidad como una oportunidad de desarrollo. Respetar y rela-
cionarse bien con personas de distintos lugares, estatus, orientación sexual… Comprender diferentes visiones del
mundo y ser sensibles a las diferencias.
Conciencia política: tomar conciencia de las reglas y normas que existen socialmente. Percibir las redes socia-
les más importantes e interpretar adecuadamente la realidad interna y externa de un grupo.
Influencia: poseer herramientas eficaces de comunicación y persuasión. Ser capaces de recabar consenso y
apoyo de los demás.
Comunicación: buscar la comprensión mutua, compartir la información, mandando mensajes convincentes.
Realizar una buena escucha captando las señales emocionales y sintonizando con ellas, haciendo que la comuni-
cación sea buena, sincera y abierta.
Manejo de los conflictos: es la capacidad de negociar y resolver. Reconocer los conflictos, buscar soluciones
que satisfagan a todos, induciendo el debate y la discusión abierta.
Liderazgo: ser capaces de inspirar y guiar a las personas y los grupos. Servir de ejemplo, saber tomar decisiones
y motivar.
Los catalizadores de cambio: reconocer la necesidad de cambio, eliminando barreras, iniciando o controlando
los cambios en el grupo y ofreciendo nuestra colaboración en el proceso.
Establecer vínculos: capacidad de forjar relaciones y de cultivar y mantener amplias redes de relación, favo-
reciendo la amistad con personas de nuestro entorno. Son relaciones mutuamente provechosas.
Colaboración y cooperación: ser capaces de trabajar con los demás en la consecución de objetivos compar-
tidos. Colaborar y compartir información y recursos y promover un clima de amistad y cooperación.
Capacidades de equipo: crear uniones enfocadas hacia la consecución de los objetivos colectivos. Alentar el
respeto, la disponibilidad y la cooperación. Despertar la participación y el entusiasmo y consolidar la identidad
grupal y el compromiso, cuidando al grupo y compartiendo los méritos.
Autores como Argyle, Diener, Fordyce, Myers, Veenhoven y otros realizan investigaciones sobre el bienestar
subjetivo. Podemos relacionarlo con el concepto de "estado de flujo", que en palabras de su precursor, Mihaliy
Csikszentmihaliy, es "la capacidad de concentrar la energía psíquica y la atención en planes y objetivos de nuestra
elección, y que se siente que vale la pena realizarlos porque se ha decidido este tipo de vida, y se disfruta cada
momento en lo que se hace". Para intentar alcanzar este estado, proponemos actividades que les hagan perder la
noción del tiempo y en las que los alumnos experimenten satisfacción y experiencias agradables, lo cual fomenta
la motivación.
Esta corriente entra dentro de lo que se conoce como psicología positiva, en la que, además del último autor
citado, hay que destacar a Seligman. El bienestar se convierte, desde estas aportaciones e investigaciones, en un
propósito de la Educación Emocional.
Bisquerra (2010, p. 79) defiende que el logro del bienestar exige esfuerzo, fijarse objetivos, motivarse para
lograrlos, poner límites, estar en la acción. Para ello proponemos al alumnado tomar conciencia de los aspectos
positivos que nos rodean, reconocer y valorar el esfuerzo que requiere alcanzar los objetivos y metas que nos
proponemos. Para conseguirlo es necesaria la toma de decisiones y la búsqueda de ayudas y recursos, así como
un impulso que nos lleve a ponernos en acción. Para ello partimos de nuestro entorno más cercano y de nuestras
cualidades, características y posibilidades, así como de nuestras limitaciones.
Es muy importante poner límites: hacemos que experimenten dentro del aula situaciones en las que deben
establecer límites, practicando el decir no.
La toma de conciencia adquiere un lugar muy significativo y sustancial, ya lo veíamos también en las aporta-
ciones de la teoría gestáltica y de la neurociencia. "La conciencia representa la realidad tal y como la experimen-
tamos subjetivamente, teniendo en cuenta que nos quedamos con muchos menos datos de los que quedan fuera
de ella y solo tenemos evidencias directas de los que han encontrado un lugar en nosotros" (Maganto y Maganto,
2010, p. 47). Interpretamos lo que vivimos, por eso es tan importante que nuestro alumnado sea consciente de
cómo lo hace, porque así podrá entender cómo actúa y buscar herramientas y recursos que le ayuden a mejorar.
Para la toma de conciencia es esencial la atención y la concentración, que trabajamos con nuestro alumnado de
diferentes formas. Una de ellas es a través de la puesta en práctica de ejercicios de mindfulness.
La atención y la concentración nos permiten estar inmersos en la actividad, viviendo el aquí y ahora, olvidán-
donos del tiempo. Otros factores que también contribuyen a alcanzar el estado de flujo, siguiendo a Maganto y
Maganto (2010), y que también ponemos en juego dentro del aula, son:
– Ajustar lo que se pretende en la actividad con las habilidades que tienen los destinarios; lo veíamos ante-
riormente con las aportaciones de Fernández Domínguez (2005).
– Establecer metas claras y retroalimentación inmediata, lo que permite a la persona saber qué tiene que hacer
y cómo lo está haciendo.
Destacar, por último, la necesidad de que nuestro alumnado experimente la sensación de bienestar dentro de
las aulas, entendiendo que la escuela es un lugar donde podemos encontrar y disfrutar dicho bienestar. Para ello
sería interesante establecer momentos de calma y no abusar del activismo dentro de la rutina diaria: el silencio y
el descanso en cohabitación equilibrada con el hacer.
La palabra mindfulness se suele traducir como "conciencia plena" o "atención plena". No es motivo de este
trabajo profundizar en su origen y en su desarrollo etimológico. No obstante, queremos señalar que numerosas
investigaciones avalan su práctica porque es útil para personas que padecen diversas enfermedades y para todos
nosotros. Es una tradición que lleva más de 2.500 años en Oriente y que se va difundiendo rápidamente en Occi-
dente.
El trabajo que venimos desarrollando con nuestro alumnado está enfocado hacia dos vertientes principales. De
un lado, aplicamos un programa de meditación, que el alumnado debe continuar en casa: van desde sesiones muy
cortas hasta otras un poco más largas. Del otro, planteamos romper con algunas rutinas (liberador de hábitos),
proceso este que tiene distintos niveles de complejidad, desde dejar de sentarte en la misma silla hasta observar
distintos fenómenos de la naturaleza (Williams y Penman, 2013).
La respiración desempeña un papel fundamental en la meditación, porque nos ayuda a prestar atención al
momento actual, nos ancla en el aquí y el ahora, y eso facilita ver con mayor claridad cuándo se dispersa la mente.
La respiración actúa como un detector de nuestros estados emocionales y nuestros sentimientos y, por tanto, nos
ayuda en la toma de conciencia.
En nuestro modelo, el mindfulness forma parte de las actividades cotidianas que se desarrollan en el aula, y es
una de las que tiene más incidencia en la vida del alumnado.
A partir de 1997 se demuestra que el conocimiento que la humanidad había acumulado sobre el cerebro y su
funcionamiento es erróneo en un 80%. La puesta en marcha de la resonancia magnética ha modificado muchas
de las creencias que hasta ahora se tenían. Desgraciadamente, la escuela es una institución que tarda más de dos
décadas en incorporar los nuevos descubrimientos de la ciencia a su propio funcionamiento.
En los próximos años se van a ir incorporando al mundo educativo las investigaciones, descubrimientos y
avances sobre cómo aprendemos las personas. Las palabras "neuroeducación" y "neurodidáctica" forman parte,
cada vez más, del lenguaje que hablamos en la escuela y que trae consigo una brisa de realidad y modernidad.
A la pregunta "¿qué es neuroeducación?", responde Mora (2013, pp. 25-31): "Una nueva visión de la enseñanza
basada en el cerebro […] significa evaluar y mejorar la preparación del que enseña (maestro), y ayudar a facilitar
el proceso de quien aprende (individualidad a cualquier edad) […] trata de encontrar vías a través de las cuales
poder aplicar en el aula los conocimientos que ya se poseen sobre los procesos cerebrales de la emoción, la
curiosidad y la atención […] solo la idea (y la responsabilidad) puesta en la cabeza del maestro de que lo que se
enseña tiene la capacidad de cambiar los cerebros de los niños en su física y su química, su anatomía y su fisiología,
haciendo crecer una sinapsis o eliminando otras, y conformando circuitos neuronales cuya función se expresa en
la conducta. El resumen de todo esto apunta a, primero, conocer qué herramientas puede proveer la neurociencia
que de un modo práctico sirvan para enseñar de forma más eficiente tanto en la escuela como en la enseñanza
media o la universidad; segundo, tener herramientas que sirvan para detectar problemas neurológicos y psicoló-
gicos, siquiera sean sutiles, que impidan o interfieran en los niños la tarea de aprender con facilidad en el colegio;
tercero, poseer herramientas que sirvan para formar mejor ciudadanos críticos, logrando un equilibrio entre emo-
ción y cognición, y cuarto, ayudar a cruzar mejor ese puente que señaló Cicerón cuando dijo: ‘Una cosa es saber
y otra saber enseñar".
Estas aportaciones, más entender la evolución cerebral como algo inacabado y en proceso de cambio humano,
hacen comprender al alumnado la interrelación que existe dentro del cerebro triuno entre el reptiliano, el límbico
y el cortical, lo que nos plantea un espacio de formación, reflexión y mejora que incide directamente en la vida
de nuestro alumnado.
Desde la certeza de que ninguno de los hemisferios cerebrales es más importante que el otro, establecer estra-
tegias de aprendizajes graduados a los distintos niveles educativos para estimularlos durante todo el proceso
educativo. "No estamos hablando de perder el tiempo, sino de mejorar la eficacia cerebral y su capacidad de
respuesta ante los imprevistos o conflictos, aumentar la creatividad y capacidad resolutiva. Utilizar o no los recur-
sos que la evolución ha puesto a nuestro alcance" (Forés y Ligioiz, 2009, p. 224).
Como dice Jensen (2015, pp. 25-26): "La parte más importante del cerebro humano –donde se sopesan las
acciones, se juzgan las situaciones y se toman las decisiones– está justo detrás de la frente, en los lóbulos frontales.
Es la última parte del cerebro que se desarrolla, y por esto tenemos que ser los lóbulos frontales de nuestros
adolescentes hasta que su cerebro esté plenamente cableado, conectado y listo para funcionar solo".
Abordar un trabajo que potencie y ponga en práctica entre el alumnado los descubrimientos en este campo se
nos antoja imprescindible. Desde lo más básico hasta lo más complejo.
Dentro de la amplia aportación de la neurolingüística, nos vamos a centrar en lo que se denominan "mapas
mentales", ya que otras contribuciones vienen ya reflejadas en otros apartados de este capítulo.
Los mapas mentales suponen la percepción que una persona tiene de determinados aspectos del mundo. La
construcción de los mapas mentales tiene mucho que ver con las construcciones que sobre la realidad cada persona
ha ido forjando. Los filtros personales con los que hemos ido asimilando el mundo son determinantes: la educación,
las creencias morales, los valores, la estructura genética y la historia personal.
Los mapas mentales no son el territorio, sino la representación que cada uno tiene de algún aspecto de la realidad
o de su globalidad. Desde la neurolingüística, la elaboración del mapa mental nos ayuda a crear nuestra propia
percepción de la realidad, lo que nos permite crear una visión única y personal, asociando diferentes ideas, creando
diagramas de conocimiento.
Trabajar con mapas mentales nos permite trabajar distintas presuposiciones:
– No puedes no comunicar.
– Debes respetar el modelo de otras personas.
– Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo.
– No hay fracaso, solo aprendizajes.
– Todo comportamiento tienen una intención positiva.
– Estás a cargo de tu mente y de tus resultados.
– Todo el mundo lo hace lo mejor que puede con los recursos de que dispone.
– El objetivo de la comunicación es la respuesta que produce.
Introducir este apartado dentro de la fundamentación teórica tiene un gran sentido, ya que nos sentimos parte
de un movimiento que tiene en la innovación, la investigación y el cambio de las prácticas educativas su razón de
ser. Introducir la Educación Emocional en los centros educativos, desde el paradigma que lo preconizamos, genera
no pocas controversias, porque nos movemos todavía en una línea muy fina entre lo que se puede realizar y lo que
no.
Se concibe la escuela con un carácter sociopolítico que implica desarrollar proyectos y principios hacia la
consecución de un mundo mejor que pasa por construir ciudadanos más humanos. Introducir los programas de
Educación Emocional suponen poner en marcha procesos de prevención primaria de salud.
Es una cultura pedagógica que entra en conflicto con las formas de control social. Cuando el alumnado se
convierte en el eje central del aprendizaje y ponemos en marcha procesos de desarrollo integrales, la escuela se
aleja del adoctrinamiento y se desarrolla en que cada participante vaya construyendo su propia conciencia y su
propio ser.
Es necesario desarrollar proyectos educativos globales, donde participen todos los sectores de la comunidad
educativa, estableciendo procesos de colaboración, cooperación y entendimiento mutuo, ya que somos un sistema,
e incorporando a los procesos educativos estrategias de enseñanza-aprendizaje que devuelvan a la escuela su
carácter eminentemente social y de cambio, donde lo importante son las personas y su construcción.
La Educación Moral y Educación en Valores en nuestro país tomó relevancia con la Ley Orgánica 1/1990, de
3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), a través de los contenidos actitudinales y
los temas transversales. Estos aspectos dejan entrever la importancia del desarrollo del ser y de lo social, no solo
de lo cognitivo.
En el preámbulo de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), se pueden leer diferentes
fragmentos que hacen alusión a la dimensión emocional de la persona para alcanzar su desarrollo integral:
– "La educación es el medio más adecuado para construir su personalidad, desarrollar al máximo sus capaci-
dades, conformar su propia identidad personal y configurar su compresión de la realidad, integrando la dimensión
cognoscitiva, la afectiva y la axiológica" (LOE, 2006, p. 17.158).
– "Se trata de conseguir que todos los ciudadanos alcancen el máximo desarrollo posible de todas sus capa-
cidades, individuales y sociales, intelectuales, culturales y emocionales, para lo que necesitan recibir una educación
de calidad adaptada a sus necesidades" (LOE, 2006, p. 17.159).
Entre los fines encontramos:
"a) El pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos.
b) La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y opor-
tunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discriminación de las personas con discapacidad.
c) La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de con-
vivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos.
d) La educación en la responsabilidad individual y en el mérito y esfuerzo personal.
e) La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la coope-
ración y solidaridad entre los pueblos, así como la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres
vivos y el medio ambiente, en particular al valor de los espacios forestales y el desarrollo sostenible.
f) El desarrollo de la capacidad de los alumnos para regular su propio aprendizaje, confiar en sus aptitudes y
conocimientos, así como para desarrollar la creatividad, la iniciativa personal y el espíritu emprendedor.
g) La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social
y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la
sociedad del conocimiento".
Otro aspecto que hace alusión a la dimensión emocional son las competencias básicas. De las ocho competencias
básicas que establece esta Ley, hay tres que guardan una relación muy estrecha con las competencias emocionales
enunciadas por Goleman que anteriormente expusimos y que presentamos en forma de cuadro.
Cuadro 2. Paralelismo entre los indicadores de las competencias básicas con las competencias emocionales
de Goleman (1996)
Competencias emociona-
Aprender a aprender Indicadores
les de Goleman
Competencias emociona-
Social y ciudadana Indicadores
les de Goleman
Competencias emociona-
Social y ciudadana Indicadores
les de Goleman
Planteamos al alumnado que, de forma individual, piensen y tomen conciencia de cómo se sentirían si sus padres
se separaran o, si se han separado, cómo se sintieron. Para ello, les pedimos que cierren los ojos, que respiren y
que sientan la emoción que les viene ante la pregunta, y que busquen un lugar en su cuerpo donde esa emoción
se localiza. A continuación, les indicamos que expresen la emoción que les ha venido y el lugar del cuerpo. Una
vez realizado, pasamos a la escritura de sus sentimientos, para que la toma de conciencia sea más profunda y
duradera.
Más adelante realizamos una ronda grupal donde se van expresando. Durante el desarrollo de la sesión, hay
comentarios diversos: "Me da miedo que dejen de quererme", "Me daría coraje que tuvieran otra pareja", "Me
puse muy contento cuando mis padres se separaron porque ya no hubo más broncas en casa". Realizamos comen-
tarios y especialmente trabajamos con la chica que expone el caso. Aquí surgen fantasías, se proyectan situaciones
conocidas… El final de la sesión lo pone la propia chica al verbalizar: "Lo importante para mí es que mis padres
me sigan queriendo, y también quiero decir que es muy molesto ir de una casa a otra". Cuando le preguntamos si
ella se sentía querida por los dos, afirma que sí.
El enfoque de las posibles temáticas que emergen fundamentalmente se centra en dar voz a las personas, que
expresen sus inquietudes y que lleguen a conclusiones que les permitan tener una vida con la mayor conciencia
posible. En el ejemplo anteriormente expuesto surgieron muchas "problemáticas colaterales", verbalizadas por el
propio alumnado: rol que adoptan cuando el padre ya no está, dormir con la madre, posicionarse a favor de uno
o de otro… Estas temáticas se abordan en otras sesiones, en lo que serían y denominamos "emergentes planifi-
cadas".
La diferencia entre actividades o técnicas "emergentes planificadas" y "planificadas", es que las primeras surgen
del propio grupo o este las solicita, mientras que las segundas aparecen a partir de la necesidad que se observa en
los procesos dentro del aula, y es el formador o formadora quien las elabora y las presenta.
Siguiendo con el ejemplo anterior, una actividad emergente planificada podría ser elaborar una actividad que
aborde "las problemáticas colaterales" que han emergido en el grupo. Por su parte, una actividad planificada podría
ser trabajar el genograma o la escultura familiar, como base teórica y vivencial que permita al alumnado desde
una perspectiva sistémica tener un mejor encuadre de su familia, de su historia familiar y de su rol dentro de ella.
Con la propia práctica, todas estas situaciones se van resolviendo de forma ágil y positiva, solo es necesario
tener confianza en el modelo. Desde estas prácticas los resultados se dejan ver con cierta rapidez.
Por último, ¿qué objetivo perseguimos con el cierre? Antes de finalizar la sesión procuramos oír de qué manera
está el grupo. Existen sesiones donde las emociones son intensas y a veces dolorosas. Antes de que termine la
sesión, hacemos el cierre como aparece en el cuadro 3. La idea fundamental es no dejar abierto nada en ninguna
persona o en el propio grupo en su conjunto. En ocasiones, al finalizar la clase mantenemos entrevistas individuales
con algún miembro para dejar bien encuadradas las emociones y sentimientos que hayan podido surgir.
Al mismo tiempo, es un momento de evaluación y de reflexión sobre la sesión, y cumplimentamos el diario
emocional (véase actividad 32, "Mi diario emocional"). Podemos explicar el trabajo de la próxima sesión, por si
ha quedado algo pendiente, o informar sobre los aspectos que vamos a trabajar, que han surgido y que no hemos
podido desarrollar en esta sesión.
A veces recomendamos al alumnado que realice autoobservaciones en algunos aspectos relacionales, valga
como ejemplo el observar cuáles son los motivos por los que se enfada, cuántas alegrías ha tenido durante la
semana, o técnicas de mindfulness: poner en práctica ejercicios de relajación, regalar en su familia abrazos o
masajes a su madre y a su padre como agradecimiento por todo lo que reciben de ellos…
Las actividades que hemos relacionado en cada una de las fases son a modo de ejemplo; el repertorio puede ser
tan extenso como lo vayamos desarrollando, aunque con estas ideas y las que aparecen en las distintas actividades
hay alternativas suficientes para ir adentrándonos en el interesante y poco explorado territorio de la Educación
Emocional.
Una vez vista la estructura de una sesión como el marco contextualizado de intervención, vamos a realizar un
análisis pormenorizado de cada uno de los apartados de una actividad y las posibilidades que conllevan los mismos.
Todas las actividades que aportamos en esta publicación han sido realizadas en numerosas ocasiones y en distintos
grupos, y han sido evaluadas y contrastada su utilidad.
Nombre de la actividad
En este apartado aportamos una información previa de los contenidos de la actividad. Muchos de los nombres
escogidos han sido por sugerencia del propio alumnado.
Fuente bibliográfica
Concretamos el origen de esta actividad, aunque la mayoría son de elaboración propia. Hay algunas actividades
que son adaptaciones de otras publicadas, de distinta procedencia.
Nosotros sugerimos crear y construir nuevas actividades que tengan su origen y su necesidad en los propios
grupos. Esta experimentación nos ha facilitado desarrollar actividades que son cercanas y forman parte del universo
de nuestro propio alumnado. Una fuente de inspiración para crear este banco de recursos ha sido la propia práctica
con el alumnado y también la lectura de libros teóricos. Situarnos en la consecución de lo que la teoría demanda
nos ha permitido elaborar estrategias prácticas de intervención.
Nivel educativo en el que se puede realizar
En general, las actividades tienen la posibilidad de ser adaptadas a todos los niveles educativos e incluso a la
Formación del Profesorado y al trabajo con las familias. A modo de sugerencia, en este apartado indicamos los
distintos niveles, y dejamos al buen criterio de nuestros lectores y lectoras la concreción de esta actividad con el
grupo con el que intervenga.
Momento según la estructura de la sesión
Aquí vamos a reseñar las distintas posibilidades de las tres fases: habituación, desarrollo central y cierre. Existen
actividades que se pueden utilizar en más de una fase. Cuando reseñamos la segunda fase o central, indicamos si
es una actividad planificada y/o emergente. Cuando aparecen las dos, queremos describir que esta actividad debe
tenerse preparada porque suele aparecer con facilidad en las sesiones de trabajo.
Aspectos a trabajar
No están formulados en términos de objetivos, porque plantear que con una sola actividad se pueden modificar
comportamientos y cambiar actitudes es poco riguroso. Hemos optado por indicar aquellos aspectos a los que esta
actividad, por su contenido y por su metodología, nos acerca.
Hemos utilizado el listado de las competencias emocionales de Goleman y las de Bisquerra (aparecen reseñadas
en el capítulo "Fundamentación teórica"), tanto en el plano intrapersonal como en el interpersonal, aunque en
algunas actividades hemos especificado algunos indicadores que no aparecen en el listado.
Durante este proceso de consolidar nuestro proyecto y en la evaluación de cada una de las actividades, hemos
observado un fenómeno que consideramos natural y al mismo tiempo curioso. De los aspectos previstos, hemos
pasado, en el emergente grupal, a trabajar algunos no previstos en la actividad. Cuando hemos evaluado las distintas
actividades hemos incorporado los que han surgido. En diferentes momentos y con las mismas actividades, han
ido surgiendo distintas particularidades que nos confirman que cuando se trabaja con la demanda grupal lo que
surge es mucho más relevante que lo planificado, sin obviar que una buena planificación facilita que aflore lo que
realmente subyace en el seno del grupo.
Descripción de la actividad
Hemos optado por un formato explicativo secuenciado, que facilite su comprensión y especialmente su apli-
cación. Hemos simplificado su exposición. En la práctica mayoría de las actividades tenemos distintas variantes
y alternativas para su aplicación, ya sea porque introducimos aspectos nuevos, porque suprimimos algunos pasos
o porque las hemos ampliado o reducido. Las que os presentamos tienen un formato básico que facilita la creati-
vidad y poder desarrollarlas desde la necesidad del propio grupo y de la propia impronta personal.
Tipo de agrupamiento
Dentro de nuestras intervenciones, solemos utilizar distintos tipos de agrupamientos en función de la actividad
y de los aspectos que se quieren trabajar.
Trabajo individual: tiene que ver con todos los trabajos de introspección, de reflexionar y de sentir; tiene una
relación directa con el darse cuenta y con la conciencia del aquí y el ahora. Es muy útil en el trabajo de la
competencia intrapersonal.
Parejas: fundamentalmente para compartir las propias introspecciones. En el movimiento para realizar distintas
actividades, dirección de movimiento, masaje, lectura corporal y, fundamentalmente, para poder expresar los
sentimientos y emociones con menos censura que en los grupos grandes.
Tríos: su uso lo tenemos casi restringido a distintos trabajos de movimiento, donde es necesario una persona
que haga el rol de observador; en algunas actividades de escucha es fundamental, y en general, para cualquier
actividad de cambio de roles y de dramatizaciones.
Grupo pequeño: formado por un número menor de cinco, lo utilizamos en distintas actividades donde el trabajo
grupal acompañe al individual, para desarrollar pequeñas dramatizaciones, juegos, dinámicas de grupo.
Grupo grande: se utiliza en todas las fases de las sesiones, lo concebimos como un espacio de expresión, de
compartir y de devolución; especialmente, en el trabajo de movimiento corporal, en las dramatizaciones, en las
dinámicas de grupos, en los juegos y en la resolución de conflictos grupales. También es recomendable su uso
cuando queremos comentar algún aspecto teórico del trabajo realizado.
En este formato desarrollamos lo que denominamos "ronda", un espacio donde cada uno expresa su opinión,
sus reflexiones, sus emociones y sus sentimientos sobre la temática que se está trabajando y donde se favorece el
trabajo de las competencias interpersonales e intrapersonales. Estas rondas pueden ser breves y concisas –una
palabra, una frase– o pueden ser de trabajo en profundidad, donde se realicen devoluciones al alumnado. Insistimos
en la relevancia de dar voz al alumnado: debemos dejar que se expresen y exterioricen lo que les pasa por dentro
y cómo lo ponen en juego por fuera. Una pregunta que nos suele formular el profesorado en los cursos de formación
es: ¿qué hacemos con el alumnado que no quiere o no puede intervenir? Partimos de dos premisas fundamentales:
1. Lo que se habla en el grupo es estrictamente confidencial, y el primer día de clase, todos los participantes
hacemos y verbalizamos el compromiso de no contar fuera del grupo lo que allí acontece. En estos años de trabajo
no hemos tenido información de que este compromiso de confidencialidad se haya vulnerado.
2. El alumnado tiene derecho a participar pero no se les puede obligar a ello. Este derecho a no sentirse
obligados lo ejercen con frecuencia y se vive en el seno del grupo con normalidad, expresando frases como: "En
este momento no quiero hablar de lo que me preocupa". Ante esto utilizamos dos estrategias: la primera es ofrecerle
un espacio privado para que pueda comentarlo y, la segunda, trabajamos con su resistencia. Le hacemos preguntas
o le hacemos reflexionar sobre su silencio: ¿qué crees que pasaría si comentaras lo que ahora no quieres decir?,
¿tienes algún miedo a comentarlo?, ¿cómo te sentirías si lo comentaras? En ningún caso, al alumnado se le exige
que explique lo que le pasa. Se le ayuda a reflexionar sobre el motivo por el que censura su comunicación. A veces
se le pide que comente sobre qué temática es el asunto sin entrar en los detalles: una pelea con mi padre, me gusta
una chica y no me atrevo a decírselo, es con un compañero del grupo…
Material necesario
Hay una serie de materiales que siempre deben estar disponibles en el aula de Educación Emocional, por si
hicieran falta: cartulinas, folios, papel continuo, rotuladores, lápices de cera, pintura de dedos, pelotas de distintos
tamaños (de tenis, de goma medianas…) y materiales para realizar dramatizaciones (ropas viejas, sombreros,
materiales de juegos infantiles, pañuelos y todo aquello que pueda ser útil para organizar una representación).
Es imprescindible disponer de un equipo de música de cierta potencia y una buena y organizada discoteca con
música disponible para poder trabajar los distintos centros de energía, relajaciones, meditaciones y realizar dra-
matizaciones. Es conveniente utilizar música que esté cercana a los centros de interés del alumnado.
Temporalización
Hemos indicado un tiempo aproximado para realizar cada una de las actividades: nuestra experiencia nos
demuestra que el tiempo previsto casi nunca se cumple. En las actividades de habituación intentamos que no
sobrepase los de diez minutos, y en las actividades de cierre es clave dejar unos diez minutos al final de la sesión
para que podamos cerrar la misma como indicamos anteriormente.
Este aspecto no debe preocuparnos, pues la propia dinámica lo va regulando; es importante en el trabajo ges-
tionar bien las intervenciones y favorecer la concreción en las mismas. En este sentido, desde una óptica igualitaria
se debe favorecer el que intervenga alternativamente alumnado de distinto sexo.
Observaciones
Hemos reservado este espacio para formular aclaraciones y sugerencias sobre la actividad que permitan un uso
fluido de la misma. En muchas de ellas os planteamos adaptaciones, en cuanto a los ritmos y a la intensidad. A
medida que vayamos cogiendo experiencia de forma automática, las iremos regulando.
Adaptación a otros niveles educativos
Aunque en muchos casos ya en el apartado de nivel educativo viene especificado, hemos introducido algunas
sugerencias y adaptaciones sobre todo para el nivel de Infantil. En cualquier caso, hemos utilizado una expresión
tipo: "Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos realizar la actividad".
Muchas de las actividades se pueden implementar en todos los niveles educativos teniendo en cuenta el lenguaje
que utilizamos y, en muchas ocasiones, el nivel de intensidad y profundidad que podemos solicitar. Como ejemplo,
nos puede servir el uso y aprendizaje del vocabulario emocional, tanto en la dinámica para su aprendizaje como
en los contenidos que trabajemos.
Material de apoyo al profesorado
En esta sección hemos planteado tres posibilidades:
1. Solicitamos visionar un vídeo que está incluido en la propia publicación. Existen ocho vídeos disponibles
que ilustran distintas actividades que presentamos. Seis de estos vídeos se han realizado con alumnado de primero,
segundo y cuarto de ESO y de primero y segundo de Bachillerato. Los otros dos vídeos se han rodado en sesiones
de Formación del Profesorado. Aparece con el siguiente texto: "Ver contenido adicional en ebiblox".
2. Conectar con enlaces a distintos materiales audiovisuales, textos y documentos. En algunos casos hemos
referenciado libros, indicando las páginas que nos pueden aportar información complementaria a la actividad a la
que hace alusión.
3. Acceder a materiales de elaboración propia que son necesarios para la realización del trabajo en el que están
sugeridos. Existen fichas y dibujos para realizar las distintas tareas. En distintas actividades aparece con el siguiente
texto: ver anexo, y el número del mismo.
También hemos incorporado algunas sugerencias teóricas que ilustran y apoyan la labor del profesorado dentro
del aula.
Con estas sugerencias, formación, ganas y un poco de paciencia, es posible llevar a cabo todo este proceso.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación.
Competencia social.
Autonomía emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. El alumnado se coloca de pie formando un círculo.
Paso 2. A continuación, les pedimos que se cojan de las manos y que tomen conciencia de cómo se sienten.
Paso 3. Vamos realizando una ronda para que verbalicen la emoción que tienen. Deben intentar nombrar una
emoción con la que identifiquen cómo se sienten aquí y ahora.
Si utilizan expresiones como: bien, mal, regular, normal, chachi, etc.; les pediremos que especifiquen qué es
para ellos eso que han nombrado.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad todos los días.
Observaciones
Esta actividad puede ser una ronda rápida, para valorar cómo está el grupo, lo cual nos va a ofrecer una infor-
mación muy útil para adaptarnos a lo que necesitan. O también se puede profundizar más, indagando en lo que
verbalizan, para lo que podemos preguntarles, por ejemplo: ¿qué te hace sentir eso?, ¿qué necesitas? (si nos
menciona la tristeza o la ira), etc.
Si se percibe que el alumnado tiene dificultades para decir una sola palabra, se le pedirá que describa lo que
siente.
Esta actividad también se puede desarrollar al finalizar una actividad concreta, para saber cómo se han sentido
en el desarrollo de la misma.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: intentaremos organizar la actividad de forma más lúdica y que la ronda no sea muy larga para que no
se aburran.
En los otros niveles podemos jugar también con las expresiones faciales o posturas del cuerpo, para que expresen
esa emoción que han enunciado.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, apoyándonos en las técnicas psicocorporales y el movimiento de expresión corporal del
sistema Río Abierto.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación, desarrollo central (planificada o emergente) o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Competencia social.
Autonomía emocional.
Habilidades de vida y bienestar (bienestar emocional y fluir).
Descripción de la actividad
Paso 1. Colocamos al alumnado de pie formando un círculo.
Paso 2. Ponemos música y vamos marcando movimientos, pasos, expresiones, verbalizaciones, etc., que el
alumnado deberá imitar y que nos permiten trabajar los distintos centros de energía: raíz, vital, solar, corazón,
comunicación, visión, corona. A medida que hacemos los movimientos, podemos explicarles qué centro energético
estamos trabajando y qué significa.
Paso 3. Cuando terminemos, se puede preguntar al alumnado qué ha sentido en cada uno de los centros de
energía con los que se ha trabajado.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Variedad de temas musicales y equipo de reproducción musical.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad todos los días.
Observaciones
Es conveniente poner más de un tema musical. Podemos combinar distintos centros de energía o trabajar el
mismo durante el ejercicio.
Esta actividad permite conectar con lo que se va a realizar posteriormente. Por ejemplo, en las verbalizaciones
se puede decir: "se acabó el mal rollo" (si hay un conflicto en el grupo y se va a profundizar después sobre él),
"yo" (para darnos lugar en el grupo y diferenciarnos del otro), "nosotros" (para favorecer la cohesión grupal y su
identificación como grupo), etc. También nos va a permitir, con la ayuda de la música, liberar o potenciar algunas
emociones detectadas a través de la actividad "¿Cómo te sientes?", explicada con anterioridad. E incluso nos
atrevemos a decir que ayuda a modificar y a despertar otras emociones; por ejemplo, en más de una ocasión nos
ha pasado, en la ronda de "¿Cómo te sientes?", que el alumnado ha verbalizado nerviosismo, inquietud, estrés,
agobio, y después de trabajar con la música distintos centros energéticos, al preguntar de nuevo por su estado, este
era de tranquilidad, liberación, sosiego.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos.
Material de apoyo al profesorado
Palcos, M.ª Adela (2011). Del cuerpo hacia la luz. El sistema Río Abierto. Buenos Aires: Kier.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de técnicas de movimiento expresivo Río Abierto.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación o desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Indicamos al alumnado que se ponga por parejas y que se sitúe cada miembro a un lado de la clase.
Paso 2. La actividad consiste en que la pareja debe ir de un extremo al otro del aula, en diagonal, moviéndose
según la emoción que le despierte la música que suene. Al estar en parejas, primero es una persona la que guía a
la otra, es decir, una se mueve y la otra debe imitar los movimientos (para mantener el orden de la clase, primero
guiarán el baile los miembros de la pareja que están en la parte izquierda del aula). Todas las parejas de la clase
imitan el movimiento de esta primera persona.
Paso 3. Una vez que hayan acabado todas las parejas de imitar este movimiento, le tocará el turno a la persona
de la pareja que está en la parte derecha.
Paso 4. Esta pareja, una vez que haya finalizado sus movimientos, se pone al final de la cola y empieza la
segunda pareja: primero la de la izquierda y después la de la derecha. Así sucesivamente hasta que hayan acabado
todas las parejas.
Paso 5. Al terminar todas las parejas, se hará una puesta en común para saber cómo se han sentido.
Tipo de agrupamiento
Parejas y gran grupo.
Material necesario
Variedad de temas musicales y equipo de reproducción musical.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede realizarse en cualquier trimestre.
Observaciones
Para facilitar al alumnado la comprensión de la actividad, podemos explicarla mostrando nosotros mismos el
proceso.
Puede que en la ronda surja el tema de la vergüenza; se puede profundizar en él a través de un análisis de la
situación.
Otra variante es que cada pareja lleve el ritmo de la música que desee, sin imitar a la primera pareja.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos.
Material de apoyo al profesorado
[Ver contenido adicional en ebiblox]
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Indicamos al alumnado que se coloque en grupo, y vamos pidiendo voluntarios para realizar cada tipo
de abrazo. Por ejemplo:
- De manos: solo puede haber contacto entre las manos.
- De mejillas: solo puede haber contacto con las mejillas.
- De madre-padre: abrazos profundos.
- Abrazos a nosotros mismos: nos abrazamos a nosotros mismos.
- De colega: se abrazan dándose golpecitos en la espalda.
- Zen: colocamos las palmas de las manos en contacto con las del compañero y le miramos a los ojos, luego
cerramos ambos los ojos recordando su cara.
- Sándwich: este abrazo es en trío; una persona se sitúa en medio y las otras dos lo abrazan. Deben cambiarse
para que todas pasen por las tres posiciones.
- Corazón: nos abrazamos de tal forma que nuestros corazones entren en contacto y realizamos dos respira-
ciones profundas a la par.
- Libre: cada uno abraza como quiere.
Paso 2. Para cada abrazo, les damos tiempo para que puedan realizarlo con varios compañeros para practicar.
Paso 3. Una vez hayamos enseñado todos los tipos de abrazos, colocamos al alumnado formando dos círculos
(uno dentro y otro fuera).
Paso 4. A continuación se va diciendo un tipo de abrazo y los de fuera deben dárselo a los de dentro. Al finalizar
cada abrazo, las personas del círculo de dentro van rotando a la derecha, para que así todas hayan recibido abrazos
de sus compañeros.
Paso 5. Una vez hayan acabado la rotación, los de dentro pasan fuera y los de fuera dentro, y se repite otra vez
la misma actividad.
Paso 6. Al terminar preguntaremos cómo se han sentido y qué tipo de abrazo es su preferido.
Tipo de agrupamiento
Individual, pareja, tríos, dependiendo del tipo de abrazo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
Nos podemos inventar todos los tipos de abrazos que queramos o hacer que el alumnado se los invente.
Esta actividad puede acortarse, quedándonos en el paso 2, teniendo una duración aproximada de entre 10 y 15
minutos.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos.
Material de apoyo al profesorado
El poder de un abrazo
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de técnicas de movimiento expresivo Río Abierto.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación o desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Indicamos al alumnado que se coloque en parejas o en tríos; las primeras veces que llevemos a cabo
esta actividad es mejor ponerlos por parejas, también depende de las características del grupo: comportamiento,
número de personas, edad, etc.
Paso 2. Pedimos que decidan quién es la persona que va a guiar en primer lugar, en segundo (si están por parejas)
y en tercero (si los hemos colocado en tríos).
Paso 3. Ponemos música y las personas que forman la pareja o los tríos deben seguir los movimientos de la
persona que guía.
Paso 4. Después de varios temas (dependerá de cómo se va desarrollando la actividad, el nivel de participación,
la motivación, el interés, etc.), pediremos que se coloquen en círculo para hacer una puesta en común.
Paso 5. Preguntaremos cómo se han sentido cuando han hecho de guía y cuando han tenido que seguir, qué les
ha costado más y qué les ha costado menos, qué les gusta más y qué les gusta menos, e intentaremos que lo
extrapolen a situaciones de la vida cotidiana.
Tipo de agrupamiento
Parejas y/o tríos.
Material necesario
Variedad de temas musicales y equipo de reproducción musical.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede realizarse en cualquier trimestre.
Observaciones
Esta actividad se puede plantear también de forma breve poniendo un tema por persona o un solo tema, y vamos
marcando diferentes momentos para que vayan cambiando la persona que guía. El paso 5 se puede acortar pre-
guntando solo cómo se han sentido durante la actividad.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos; adaptaremos según las características del grupo clase para cada nivel educativo, como se ha
especificado en el desarrollo de la actividad.
Para Educación Infantil, los tiempos serán más cortos, debido a que se pueden dispersar por cansarse de la
actividad.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Colocamos al alumnado de pie formando un círculo.
Paso 2. Vamos marcando movimientos, gestos, expresiones, verbalizaciones, etc., que el alumnado deberá
imitar. Podemos utilizar las manos y hacer diálogos con los dedos, podemos hacer movimientos con nuestras
manos como si nos pegaran, etc. Se basa principalmente en interpretar y hacer mímica.
Paso 3. Cuando terminemos, se puede preguntar al alumnado qué ha sentido en cada uno de los movimientos
efectuados a través de la mímica, qué hemos representado, qué le ha gustado más y qué menos, etc.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 minutos aproximadamente.
Se puede llevar a cabo y repetir esta actividad en distintos momentos del curso.
Observaciones
También podemos marcar con nuestras manos y brazos diferentes posturas e ir verbalizando la palabra "espa-
cio". Esta actividad gusta mucho a la mayoría de los grupos y les ayuda a relajarse. Al principio podemos pedirles
que no digan nada y cuando hayamos realizado varias posturas, ya les pedimos que verbalicen.
Otro aspecto que podemos añadir es poner las manos a la altura de la cabeza y decir "cognición-pensamiento",
luego bajamos hasta la altura del pecho y decimos "corazón-emoción" y, por último, bajamos hasta el abdomen
y decimos "vida". El grupo irá repitiendo cada una de las posturas y las palabras enunciadas.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos; lo que adaptaremos principalmente será el tiempo, dependiendo de las características del grupo
clase.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de técnicas de movimiento expresivo Río Abierto.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que haga dos grandes filas y que se coloquen los unos frente a los otros.
Paso 2. Una vez colocados en filas, les pediremos que cierren los ojos y les comunicaremos que vamos a
moverlos con los ojos cerrados, que confíen en nosotros.
Paso 3. Vamos colocándolos por parejas, como nosotros queramos.
Paso 4. Les pedimos que se cojan de las manos y que sientan el tacto de las manos de su pareja, que noten la
silueta, los dedos, las palmas, el dorso, etc.
Paso 5. Realizamos una foto de las parejas (por si luego no nos acordamos de con quién estaba cada persona)
y separamos a cada persona de sus parejas, moviéndolos por el espacio.
Paso 6. Les indicamos que abran los ojos y que busquen a sus parejas en silencio. Deben reconocerla solo por
el tacto. Una vez crean haber encontrado a su pareja, se deberán poner en una pared del aula.
Paso 7. Comprobamos las parejas y preguntamos cómo se han sentido, qué dificultades han tenido, etc.
Tipo de agrupamiento
Parejas y gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 15 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede realizarse en cualquier trimestre.
Observaciones
Se les puede pedir que se tapen los ojos con un pañuelo, un jersey, una sudadera, etc.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación, desarrollo central (planificada o emergente) o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Indicamos al alumnado que se distribuya por el espacio y que no entre en interacción con los demás.
Paso 2. Les ponemos una canción, que deben dramatizar o interpretar según lo que les surja en el momento.
Paso 3. Hacemos una puesta en común para comentar cómo se han sentido, desde dónde la han interpretado,
qué movimientos han utilizado más, etc.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Habituación y/o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Expresión corporal.
Conciencia corporal.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que se coloque en círculo y de pie, cogidos todos de las manos.
Paso 2. Cada persona va diciendo una palabra o una frase de cómo se siente. Lo representa con su cuerpo y con
su expresión, a ser posible verbalizándolo al mismo tiempo.
Paso 3. Todos imitamos los movimientos del compañero o compañera.
Paso 4. Así hasta acabar la ronda y hayan participado todos los alumnos.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 minutos aproximadamente.
Se puede llevar a cabo esta actividad desde principios de curso.
Se puede realizar y repetir en distintos momentos del curso.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
[Ver contenido adicional en ebiblox]
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. La actividad comenzará con una lluvia de ideas sobre qué es una emoción y cuáles son las emociones
básicas.
Paso 2. Una vez el alumnado haya realizado sus aportaciones, le ofreceremos una pequeña definición, añadi-
remos las emociones que no hayan aparecido o incluso podemos realizar expresiones faciales para que ellos las
adivinen; por último, podemos explicar por qué esas son las seis emociones básicas.
Paso 3. Una vez aclarados los términos, se divide al grupo clase en seis grupos, uno por cada emoción básica,
y se facilita a cada grupo la misma hoja por duplicado. Esta ficha está compuesta de seis recuadros, uno por cada
emoción (ver anexo 1). Les facilitamos dos copias, ya que en una van a escribir sinónimos, palabras y expresiones
que les sirvan para explicar cada emoción y, en la otra, situaciones, cosas o personas que les hagan sentir cada
emoción. Para completarlas eligen un secretario del grupo, que va tomando nota de todo lo que se dice en el grupo.
En principio les ofrecemos unos 10 minutos para cada una; si vemos que necesitan más, se les puede dar más
tiempo. Dependerá mucho del grupo clase, así que deberemos ser flexibles. Además, hay que tener en cuenta que
no todos los grupos van a trabajar al mismo ritmo. Mientras las están elaborando, vamos pasando por los grupos
para hacernos una idea de cómo van y para orientar y ayudar a aquellos que lo necesiten.
Paso 4. Cuando las hayan completado, se hará una puesta en común. Como hay seis grupos, cada uno expondrá
la información referente a una emoción concreta, que nosotros iremos anotando en la pizarra. En este momento,
cualquier persona del grupo puede añadir vocabulario o plantear situaciones que no haya propuesto el grupo que
ha expuesto esa emoción concreta.
Durante la puesta en común podremos añadir comentarios para invitarles a la reflexión. También les pediremos
que vayan anotando en las fichas del grupo todos aquellos aspectos que no habían sido completados en un principio,
sobre todo en referencia al vocabulario, con el fin de que vayan aumentado su propio vocabulario emocional. En
cuanto a las situaciones, cosas o personas, se analizará y reflexionará sobre la variedad, las similitudes y la empatía.
Tipo de agrupamiento
Seis grupos (el número de integrantes de cada grupo dependerá del total de alumnos y alumnas que compongan
ese grupo clase) y gran grupo.
Material necesario
Hoja de seis emociones, bolígrafos, pizarra, borrador y tiza.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad al inicio del curso, en las primeras sesiones.
Observaciones
El tiempo puede variar dependiendo de cómo veamos el nivel del grupo. En la puesta en común, se puede
profundizar preguntando, por ejemplo: ¿qué debo hacer cuando siento ira?, ¿cómo siento mi cuerpo ante la ira?,
¿qué expresión facial se me pone?, ¿de dónde sale la ira?
Si se detecta que al alumnado le cuesta poner ejemplos, se le puede invitar a la reflexión haciendo que recuerde
situaciones vividas el día anterior.
Esta actividad se puede utilizar si al exponer la ira, por ejemplo, salen casos de conflictos entre compañeros
para trabajar dicho conflicto, también para reflexionar sobre cómo decimos las cosas en ese momento y cómo eso
puede afectar a otros. Si vamos añadiendo estos aspectos, lo más probable es que no sea suficiente con una sesión
de una hora, por lo que habría que continuar con esta actividad en la siguiente sesión.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: podemos hacer una plantilla que daremos a cada alumno para que la cumplimente en casa con su
familia. Por ejemplo, cada semana o cada dos, le damos una emoción. Poco a poco se irán presentando en clase
por ellos mismos con la plantilla de cada emoción. En esta plantilla podríamos recoger, según la emoción que
trabajemos:
- ¿Qué cosas me dan…?
- ¿Qué hago cuando siento…?
- ¿Con qué otro nombre conozco la emoción de…?
Material de apoyo al profesorado
Las emociones básicas
Ver anexo 1.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, teniendo en cuenta distintas técnicas de relajación y las aportaciones del mindfulness.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional (responsabilidad).
Competencia social (respeto, comportamiento prosocial y cooperación).
Habilidades de vida y bienestar (bienestar emocional, fluir).
Descripción de la actividad
Paso 1. Explicaremos al alumnado la postura que debemos tomar para realizar la relajación sentados en una
silla. Para ello, les ofrecemos las siguientes indicaciones: espalda recta y pegada al respaldo, pies en el suelo,
piernas formando un ángulo recto, manos dejadas caer sobre las piernas, con las palmas hacia arriba o hacia abajo,
según se encuentren más cómodos, y por último, ojos cerrados.
Paso 2. Les indicamos que empiecen a tomar conciencia de su respiración, si es agitada, tranquila, entrecortada,
etc. También que vayan tomando conciencia de cómo el aire entra por su nariz con una sensación fría, llenando
su cuerpo de la cabeza a los pies, y cómo sale por su boca con una sensación cálida.
Si vemos que están un poco dispersos, podemos ayudarles a que se concentren guiándoles la respiración. Por
ejemplo, les decimos que tomen aire mientras nosotros vamos contando en voz alta hasta 5: 1, 2, 3, 4 y 5, y que
suelten el aire contando también hasta 5: 5, 4, 3, 2 y 1.
Paso 3. Después de unos 5 o 10 minutos, pediremos al alumnado que vaya abriendo los ojos poco a poco y
volviendo al aula.
Paso 4. Una vez que todas las personas han salido de este momento de relajación, silencio y tranquilidad,
pediremos que realicen aportaciones de cómo se han sentido y para qué les puedes servir en su día a día este
ejercicio.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Sillas.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 minutos aproximadamente; se puede aumentar el tiempo progresivamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad al inicio del curso, en las primeras sesiones.
Observaciones
Como el alumnado se está iniciando en esta técnica y esta actividad puede producir risas, se le puede decir que
a quien le produzca risa que mire al suelo para no molestar a los compañeros y no romper el clima de concentración,
silencio y tranquilidad.
Esta actividad se puede utilizar durante varias sesiones hasta que la mayoría sea capaz de realizar el ejercicio
y estén preparados para practicar una técnica de relajación más larga.
También para establecer momentos de calma, cuando se perciba que el grupo está alterado o al inicio de una
sesión y/o actividad para aumentar la predisposición a la misma desde un estado de relajación.
Adaptación a otros niveles educativos
Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos desarrollar la actividad.
Material de apoyo al profesorado
Relajación infantil
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Competencia social.
Autonomía emocional.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Se plantea al alumnado que cuente una vivencia personal, por ejemplo, un conflicto en clase.
Paso 2. Una vez que han narrado la situación, les pedimos que vayan identificando las posibles emociones que
han podido experimentar cada una de las personas implicadas en la situación descrita.
Paso 3. Para terminar, se les invita a reflexionar sobre lo que su actuación ha podido crear en las otras personas
implicadas, para que vayan tomando conciencia de que sus acciones despiertan emociones en los demás.
Por ejemplo, un alumno está leyendo en clase, otro empieza a reírse. Se le preguntará cómo se siente el com-
pañero que leía, cómo se siente el docente, cómo se siente el resto de la clase, cómo se siente la persona que se
ha reído.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad siempre que surja un conflicto.
Observaciones
Esta actividad se puede utilizar siempre que se produzca un conflicto; puede ser sobre algo que ha sucedido
con otros profesores, en el recreo e, incluso, si el grupo lo considera necesario, en situaciones de fuera del centro
con sus hermanos, padres, amigos, parejas, etc.
También se pueden poner por grupos y analizar la situación y luego hacer una puesta en común.
Si se cree necesario se pueden ir tomando notas de los comentarios en la pizarra, para presentarlo de manera
más visual.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: lo podríamos utilizar cuando se produzca algún conflicto para que sea algo real, y que sean cada uno
de los protagonistas los que expresen las emociones experimentadas. Podemos preguntar al resto cómo se sentirían
si a ellos les sucediera eso.
Material de apoyo al profesorado
Steiner, Claude (2011). Educación emocional. Sevilla: Jeder, pp.127-131.
Fuente bibliográfica
Adaptada de técnicas de mindfulness.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Descripción de la actividad
Paso 1. El alumnado se sienta en la silla y toma posición de relajación: ojos cerrados, espalda recta y pegada
al respaldo, pies en el suelo, piernas formando un ángulo recto, manos dejadas caer sobre las piernas, con las
palmas hacia arriba o hacia abajo, según se encuentre más cómodo.
Paso 2. Una vez que todos se encuentran en la posición adecuada, les ofrecemos las siguientes indicaciones:
"Vamos a hacer un recorrido por nuestro cuerpo. Nos imaginamos y vamos viendo: los dedos de nuestros pies,
las rodillas, las piernas, los genitales, los glúteos, la espalda, el cuello, el pecho, la barriga, los brazos, los ante-
brazos, las manos, las palmas de las manos. Volvemos al cuello y seguimos por la cara y sus detalles: barbilla,
labios, nariz, mofletes, ojos, pestañas, cejas. Continuamos por las orejas y terminamos por el pelo.
"Me voy identificando con esta persona que me imagino que soy yo mismo, única e irrepetible. Me pongo las
manos en el estómago y respiro fuerte para ver cómo el aire llega y este se va vaciando. Siento la paz de estar
conmigo mismo, tomando conciencia de mi respiración. Tomo conciencia de cómo el aire mueve nuestro dia-
fragma. Poco a poco me voy moviendo suavemente, abriendo los ojos. Vuelvo a la sala y me quedo en silencio".
Debemos hablarles despacio y con un volumen y una entonación que faciliten la concentración y la tranquilidad.
Paso 3. Cuando el alumnado haya salido del estado de relajación, le preguntamos: ¿cómo te has sentido durante
la relajación y cómo te sientes ahora?, ¿cómo has notado tu cuerpo?, ¿qué notas ahora?
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Sillas.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 o 20 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad con frecuencia.
Observaciones
Esta técnica también se puede hacer con los alumnos tumbados en el suelo. Se puede utilizar durante varias
sesiones hasta que la mayoría sea capaz de realizar el ejercicio y estén preparados para practicar una técnica de
relajación más larga.
Se puede preguntar también al alumnado sobre qué parte de su cuerpo le gusta más, cuál menos, para trabajar
también la aceptación de uno mismo y de su cuerpo.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. El alumnado se sienta en círculo.
Paso 2. Le pedimos que, en relación con el grupo clase, piense en cómo completaría las siguientes frases:
- Estoy a gusto cuando…
- No hago lo correcto cuando…
- Me propongo…
Pueden poner más de una afirmación u opción, todas las que se les ocurran. Como mínimo, una de cada frase
planteada.
Paso 3. Una vez que todos lo hayan pensado, se hace una puesta en común. Estas frases pueden enunciarlas
simplemente o pueden escribirse en la pizarra, según lo creamos conveniente. A medida que van exponiéndolas
podemos hacerles preguntas para que reflexionen sobre lo aportado en las tres frases: ¿qué te lleva a hacerlo?,
¿cómo te sientes cuando lo haces?, ¿qué podrías hacer en lugar de esto?
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Si se cree necesario escribir las frases en la pizarra, se necesitará pizarra y tiza. Si se elabora el mural, se
necesitará: papel continuo o cartulinas, lápices o rotuladores de colores, folios de colores y pegamento.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede realizarse en cualquier trimestre.
Observaciones
En todas las actividades de aportaciones al grupo, se está favoreciendo el dominio de las habilidades sociales
básicas: saber expresar, el respeto hacia los demás, la comunicación tanto receptiva como expresiva, entre otros
aspectos. Se puede profundizar en "no hago lo correcto" y analizar qué provoca mi comportamiento en los demás,
para qué lo hago, cómo me siento haciendo eso… Respecto a "qué me propongo", se pueden recoger las frases
en forma de mural y colgarlas en el aula para tenerlas presentes y analizar si se están cumpliendo a medida que
pasa el curso.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Adaptación realizada del Programa de Educación Emocional para la prevención de la violencia, segundo ciclo
de la ESO, coordinado por Agustín Caruana. Valencia: Generalitat Valenciana. Conselleria de Cultura, Educació
i Esport, 2005.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Comenzamos explicando al grupo que todas las personas tenemos varias formas de conocernos: por lo
que los demás dicen de nosotros, por lo que nosotros pensamos, por lo que realmente somos.
Paso 2. A continuación les indicamos que escriban aquellas características que creen que los definen y que
pongan al lado si es porque piensan realmente que las tienen o porque se las dicen otras personas (padre, madre,
abuela o abuelo, amigos, hermanas o hermanos, pareja, profesorado, etc.).
Paso 3. Les pedimos que identifiquen si creen que cada una de esas características les ayuda en sus relaciones
con los demás o, por el contrario, les perjudica. Si quieren también pueden poner ejemplos de esas características.
Paso 4. Una vez que tienen todas las características, les decimos que se queden con aquellas dos que mejor
creen que les definen como personas.
Paso 5. Vamos a ver aquellas características que definen al grupo. Para ello iremos apuntando en la pizarra las
dos características que ha seleccionado cada persona, para detectar las que aparecen con mayor frecuencia.
Paso 6. Cuando tenemos identificadas estas características preguntamos al alumnado si considera que son
negativas o positivas para el buen funcionamiento del grupo, cómo le puede afectar y qué podemos hacer para
gestionar esas características.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Folios, bolígrafos, pizarra y tizas.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el primer trimestre.
Observaciones
Es muy importante que en las aportaciones al grupo el alumnado explique qué entiende por esa cualidad. Incluso
podemos invitarle a representar las situaciones en las que demuestra esa cualidad.
Otro aspecto que deberemos tener en cuenta es que puede darse la opción de que algunas personas digan
cualidades que sean contrarias, por ejemplo, agresivo y dócil. En estos casos se puede hacer hincapié en que todos
tenemos todas las características y que las utilizamos dependiendo de la situación, las personas y las circunstancias
en las que nos encontremos.
Para invitarles a la reflexión de sus cualidades y características, previamente se puede hacer una pequeña
relajación en la que el formador dice: "Pienso en cómo soy yo, qué características tengo, pienso en mí mismo;
cómo me siento con los demás, con las relaciones de mi familia, amigos; qué me dice la gente de cómo soy yo,
qué características tengo, si llevan razón o no. Estamos pensando en cómo soy yo, en cómo me muevo en este
mundo, estoy tranquilo, respirando y pensando en cómo me relaciono con el mundo, las cosas positivas y las cosas
que tengo que mejorar, hago un escaneo y voy sintiendo con qué cosas de cómo soy yo estoy contento y con qué
cosas de cómo soy yo no lo estoy y quiero cambiarlo porque me hacen daño. Poquito a poco vamos concentrán-
donos ahí. Vamos respirando profundamente. Tomando conciencia de lo que voy haciendo y siento, y cómo voy
respirando". Todo ello con los ojos cerrados y la posición de relajación descrita en actividades anteriores.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Programa de Educación Emocional para la prevención de la violencia, segundo ciclo de la ESO, coordinado
por Agustín Caruana. Valencia: Generalitat Valenciana. Conselleria de Cultura, Educació i Esport, 2005.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Regulación emocional.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 0. Colocamos 3 sillas en la clase, que delimitan 4 espacios. A cada espacio le establecemos un nivel:
- Muy.
- Bastante.
- Algo.
- Nada.
Paso 1. A continuación, vamos diciendo cualidades o características: agresivo, cariñoso, divertido, soñador,
egoísta, mentiroso, etc.
Paso 2. El alumnado debe colocarse en uno de los espacios dependiendo del nivel que crea que tiene de la
característica enunciada.
Paso 3. Elegimos una cualidad o característica en la que estemos interesados profundizar, por ejemplo, agresivo,
y hacemos preguntas como: ¿en qué momentos o situaciones sueles ser agresivo?, ¿qué notas en tu cuerpo cuando
eres así?, ¿cómo reaccionas?, ¿cómo te has sentido después de una actuación concreta (por ejemplo, pegar a
alguien)?, ¿estás satisfecho con ello?, ¿para qué lo haces?, ¿qué puedes hacer cuando sientes esa emoción
(siguiendo con el ejemplo anterior, la ira)?
Podemos utilizar las aportaciones que se vayan realizando de manera individual para extrapolarlas al grupo,
para conocer si hay alguien más en situaciones similares y si se han colocado en el nivel adecuado.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
3 sillas.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el primer trimestre.
Observaciones
Esta actividad puede plantearse como complemento a la actividad "Conociéndonos como persona y como
grupo", y se enuncian aquellas cualidades o características que aparecieron con mayor frecuencia en el grupo.
También se puede poner el contrario de la cualidad o característica que se ha tratado y preguntar al alumnado
cuánto tienen de una y cuánto de otra para profundizar en que todos tenemos todas las posibilidades y que las
utilizamos dependiendo de la situación, las personas y las circunstancias en las que nos encontremos.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Steiner, Claude (2011). Educación emocional. Sevilla: Jeder.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Nos sentamos en círculo y pedimos una persona voluntaria.
Paso 2. El resto del grupo debe decir aspectos positivos a esa persona.
Paso 3. Cuando todo el grupo haya aportado las características, preguntamos a la persona que salió voluntaria
cómo se ha sentido. También podemos preguntarle si cree que tiene esas características que sus compañeros le
han enunciado y si ella quiere añadir algo más que no le hayan dicho y considera que tiene; se intentará que los
componentes del grupo digan algo a la persona voluntaria, y para facilitarlo podemos establecer un orden.
Paso 4. Cuando hayamos terminado con todas las personas, se le pregunta al grupo clase cómo se siente al ver
lo positivo de los compañeros en vez de lo negativo, y en qué les beneficia.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el primer trimestre.
Observaciones
Antes de comenzar con la actividad, se puede hacer una relajación pidiendo que piensen y reflexionen sobre lo
que les gusta de su grupo, qué cosas, situaciones y personas les hacen sentirse bien día a día, qué aspectos positivos
resaltarían de sus compañeros y compañeras.
Para la etapa de Infantil no se recomienda llevar a cabo esta actividad en una sola sesión, dado que el alumnado
se aburriría. Aprovechando el rol que se les suele dar de "encargado de la semana", al terminar la semana antes
de marcharnos, podemos dejar unos minutos para esta actividad.
Adaptación a otros niveles educativos
Aparecen todos.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Damos a cada alumno la hoja con la imagen de un corazón emocional (ver anexo 2).
Paso 2. Pedimos que en cada recuadro pongan características personales que hacen que se quieran a sí mismos.
Si vemos que les cuesta, podemos ayudarles ofreciéndoles ejemplos de aspectos que hemos observado en ellos.
Paso 3. Una vez completada la hoja, se expondrá al resto del grupo. Para ello pediremos que sigan esta estructura:
"Yo soy, yo tengo (dicen lo que han escrito en los recuadros) y esto hace que me quiera".
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Imagen de un corazón emocional y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el primer trimestre.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Ver anexo 2.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Damos a cada alumno la imagen de un corazón puzle, y pedimos que en cada pieza del rompecabezas
pongan momentos, objetos, personas, etc. a los que les tienen cariño y llevan en su corazón (ver anexo 3).
Paso 2. Una vez completada la imagen, se expondrá al resto del grupo nombrando también el motivo por el
que tienen ese cariño.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Imagen de un corazón puzle y bolígrafos.
Temporalización
Fuente bibliográfica
Elaboración propia basada en la actividad tradicional conocida como "El abanico".
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Sentamos al alumnado formando un círculo.
Paso 2. Repartimos la imagen del corazón emocional (ver anexo 2) a cada persona para que le pongan su nombre,
arriba a la derecha.
Paso 3. Cuando lo tengan les pediremos que lo pasen a la persona de su izquierda para que escriba algo positivo
sobre la persona propietaria del corazón emocional que le acaba de llegar. Pueden ser cualidades (eres simpática,
amable, cariñosa, divertida…), frases (tienes muchas cosas buenas en tu corazón, gracias por ser mi amiga, me
encanta tu sonrisa…). Irá pasando por todo el grupo hasta concluir en el lugar del que partió. Seremos nosotros
los que iremos indicando cuándo se va pasando el folio al compañero. Daremos para ello un minuto aproxima-
damente para que piensen y escriban.
Paso 4. Una vez hayamos concluido, podemos pedir voluntarios para que compartan con el grupo lo que le han
puesto y expresen cómo se sienten.
Es muy importante insistir al inicio de la actividad en que solo pueden escribirse cosas positivas.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Imagen de un corazón emocional y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad al finalizar el primer trimestre.
Observaciones
Es muy positivo y enriquece que como docentes también participemos de la actividad.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Ver anexo 2.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia adaptada de Cultivando emociones, de Agustín Caruana y M.ª Pilar Tercero. Valencia:
Generalitat Valenciana. Conselleria de Cultura, Educació i Esport, 2011.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Para ir aumentando la conciencia emocional del alumnado, realizamos una relajación muscular pro-
gresiva según el modelo de Jacobson. Se realiza de forma progresiva desde las extremidades, pasando por el tronco
y la cara (véase el material de apoyo al profesorado).
Paso 2. Cuando finalice la relajación, sentamos al alumnado formando un círculo para hacer una pequeña puesta
en común. Preguntamos cómo se han sentido y con qué emociones experimentan esas reacciones corporales
(tensión-distensión) en su cuerpo. Aprovechamos para incidir en la importancia de tomar conciencia de las señales
que nos manda nuestro cuerpo para identificar qué estamos sintiendo, pues esto nos ayudará a regularlo y a
gestionarlo.
Paso 3. Para dar un soporte visual a la regulación, colocamos tres círculos de colores. Son los colores de un
semáforo.
Paso 4. Nos dirigimos al alumnado para preguntarles qué significan estos colores y qué debemos hacer en cada
uno de ellos. Por ejemplo: rojo, me paro; amarillo, precaución, y verde, paso.
Paso 5. A esta pregunta añadimos: para qué nos puede servir este semáforo en nuestras relaciones con los demás,
sobre todo en momentos en los que sentimos ira. Para facilitarles la reflexión, podemos ofrecerles un ejemplo de
una situación concreta y el alumnado irá aportando lo que haría en cada color. Un ejemplo podría ser: "Imagina
que estás en clase trabajando y alguien no para de molestarte, por lo que no puedes avanzar en lo que estás
haciendo". Se pregunta: ¿qué harías?, ¿cómo utilizarías el semáforo? Podemos ir añadiendo aspectos si vemos
que al grupo se le escapa algo.
Paso 6. Resumimos todo lo anterior con las siguientes consignas:
Rojo: me paro y tomo conciencia de las señales que me manda mi cuerpo e identifico la emoción que estoy
sintiendo.
Amarillo: respiro profundamente para calmarme y pienso en lo que voy a hacer y decir. Aquí podemos apro-
vechar para incidir en la importancia de la respiración y, sobre todo, preguntar al grupo por alternativas que les
funcionan para tranquilizarse.
Verde: actúo.
También podemos ofrecerles el camino inverso. Estoy en una situación y noto que empiezo a enfadarme (verde),
antes de llegar al rojo, en el que mi ira va a alcanzar su mayor nivel y no me va a dejar actuar de una forma adecuada
porque no me deja pensar, voy pensando en posibilidades que me permitan expresar lo que siento de forma asertiva
(amarillo).
Paso 7. Se les sugiere que la apliquen a conflictos o situaciones vividas por el grupo o en su vida personal. Se
pedirá que cuenten estas situaciones y entre todos irán planteando lo que pasaría en cada color.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Tres círculos de colores en papel o cartulina: uno verde, otro amarillo y otro rojo.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad al final del primer trimestre.
Observaciones
Se pueden recoger por escrito tanto las consignas de los colores como las alternativas, y dejarlas colgadas en
las paredes del aula, o también las podrían recoger en su diario.
Todos los conflictos que sucedan posteriores a la realización de esta actividad se analizarán para comprobar si
están usando la estrategia y para que poco a poco vayan tomando conciencia de sus reacciones emocionales y
aprendan a gestionarlas.
Adaptación a otros niveles educativos
Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos desarrollar la actividad.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Dividimos al alumnado en grupos de 4 o 5 componentes.
Paso 2. Damos una hoja a cada grupo (ver anexo 4). Esta hoja contiene una tabla en la que aparecen tres grandes
columnas, con los siguientes títulos:
- Acción.
- Emoción-sentimiento que provoca.
- Acción-reacción.
Paso 3. Explicamos al alumnado lo que significa cada aspecto del cuadro con un ejemplo.
Paso 4. Por grupos, deben escribir al menos cuatro acciones diferentes, y cada miembro expondrá la emoción-
-sentimiento que provoca y la acción-reacción. Se hace hincapié en que anoten lo que realmente hacen, no lo que
se debería hacer.
Paso 5. Una vez todos los grupos hayan terminado, se hace una puesta en común. Cada una de las personas
portavoces expondrá lo expresado en su grupo.
Paso 6. En la puesta en común, se puede ir añadiendo emoción-sentimiento que provoca y acción-reacción, de
tal forma que se vayan analizando las emociones, las acciones y reacciones y, al mismo tiempo, reflexionar sobre
cómo actuamos y la variedad de posibilidades existentes ante una misma acción.
Tipo de agrupamiento
Grupo pequeño y gran grupo.
Material necesario
Hoja por grupo.
Temporalización
Duración de la actividad: 45 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el segundo trimestre.
Observaciones
Es interesante que expongamos más de un ejemplo por cada acción, de tal forma que el alumnado tome con-
ciencia de que no todas las personas sentimos lo mismo ante una misma situación ni reaccionamos igual.
Es útil para la resolución de conflictos que surgen en la vida cotidiana. Se puede ver la aplicación práctica en
la actividad 30, "Acción/emoción: un caso real".
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: la podríamos realizar de forma oral, y adaptaríamos las expresiones: "cuando te ocurre algo", por
"acción"; "¿cómo te sientes?", por "emoción/sentimiento", y "¿qué haces tú?", por "acción/reacción".
Material de apoyo al profesorado
Steiner, Claude (2011). Educación emocional. Sevilla: Jeder, pp. 127-131.
Ver anexo 4.
[Ver contenido adicional en ebiblox]
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Colocamos al alumnado en situación de relajación para que tome conciencia de su estado actual,
controlando la respiración.
Paso 2. Repartimos a cada alumno una hoja en blanco y les pedimos que dibujen su cara con la emoción que
normalmente sienten, la que tiene más presencia en su vida. Debajo ponen el nombre de la emoción.
Paso 3. En gran grupo, pedimos que enseñen su dibujo informando sobre los aspectos siguientes:
- Expresión facial de la emoción.
- ¿Cómo te sientes con esta emoción?
- ¿En qué te beneficia para vivir tu vida?
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Preguntamos al grupo qué es una necesidad y qué es un deseo.
Paso 2. Una vez aclarados ambos conceptos, hacemos una lluvia de ideas sobre las necesidades que tenemos
los seres humanos y establecemos diferencias entre los deseos y las necesidades. Por ejemplo, con la ropa: para
Educación Física necesito un chándal que me permita movilidad para practicar las actividades propias de esta
asignatura. Se convertiría en deseo cuando tiene que ser de una marca concreta.
Paso 3. Invitamos al alumnado a poner más ejemplos de este tipo.
Paso 4. En cuanto a los deseos, analizaremos con el grupo por qué tienen esos deseos.
Paso 5. Se le preguntará al grupo: ¿qué pasa si no cubro una necesidad?, ¿qué pasa si no cumplo un deseo?,
¿cómo me siento en ambos casos?
Paso 6. Ofrecemos una hoja donde deben poner los regalos que han recibido y diferenciar entre deseo y nece-
sidad (ver anexo 5).
Paso 7. Una vez la hayan completado se realizará una puesta en común y se analizará con el grupo por qué
tenemos deseos, qué emociones produce: tenerlos, cuándo los alcanzamos y cuándo no.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Hoja y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Se recomienda hacer esta actividad al comenzar el segundo trimestre, a la vuelta del período vacacional.
Observaciones
Con esta actividad, el formador podrá detectar los intereses de su alumnado para alcanzar su proyecto de vida.
En cuanto a los regalos de Navidad, puede suceder que alguna persona del grupo no haya recibido regalos por
varios motivos: hay problemas económicos en la familia, son de otra religión… En estos casos, les pedimos que
escriban dos regalos que necesitan y otros dos que sean deseo. En todo momento se preguntará al alumnado cómo
se siente.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Ver anexo 5.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Se colocan en círculo y pedimos a cada persona del grupo que diga la frase "Tengo derecho a…";
deberán terminar la frase con lo que consideren que es un derecho para ellos.
Paso 2. Cuando cada persona lo ha verbalizado, preguntaremos con el fin de analizar y reflexionar: ¿quién me
puede quitar ese derecho?, ¿por qué?, ¿qué sientes ante esta situación?, ¿cómo actúas?, ¿qué puedes hacer?… Se
hará hincapié en cómo podemos quitar los derechos a los demás y cómo nos los podemos quitar a nosotros mismos.
Paso 3. Una vez se haya concluido con los derechos, se le preguntará al grupo sobre sus obligaciones y qué
pasaría si no las tuvieran.
Tipo de agrupamiento
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Realizamos una pequeña relajación en la que se toma conciencia de la respiración.
Paso 2. Mientras están con los ojos cerrados se les pide que piensen en las cosas que necesitamos para que el
grupo funcione bien y qué cualidades tiene cada uno personalmente para conseguirlo.
Paso 3. Después de unos minutos de relajación con los ojos cerrados, pedimos que poco a poco vayan moviendo
manos y pies y abriendo los ojos, cada uno a su ritmo para volver a la sala.
Paso 4. A continuación repartimos un folio y bolígrafos para que puedan dejar por escrito los aspectos que han
pensado durante la relajación.
Paso 5. Realizamos una puesta en común, primero de los valores y después de las cualidades personales. En
cuanto a los valores, tendrán que explicar por qué consideran que son importantes para el grupo. Entre todos
reflexionarán sobre ellos y se analizarán para que tomen conciencia de su importancia.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Folios en blanco y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el primer trimestre.
Observaciones
Si se quiere se puede recoger por escrito en un mural y colgarlo en el aula. También lo pueden hacer en el diario
emocional de clase.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: preguntamos a los alumnos qué cosas les gustan y hacen bien al grupo. Podemos ayudarles formulando
preguntas como: ¿si pegas es bueno para el grupo?, ¿si pides las cosas por favor es bueno para el grupo?, etc. Y
vamos apuntando todas las aportaciones en la pizarra. Luego podemos hacer un mural con palabras (que las copien
de la pizarra o las ponemos nosotros, dependiendo del nivel del alumnado) e imágenes recortadas que expresen
lo que queremos decir.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Al llegar al aula preguntamos por las incidencias (riñas, sanciones, partes, felicitaciones…) que han
tenido esta semana.
Paso 2. Cada persona contará la situación que se ha producido y con la que tenga que ver.
Paso 3. Lo analizamos en grupo. Para ello podemos plantear las siguientes preguntas: ¿cómo te has sentido?,
¿qué podrías hacer para no llegar a esta situación?, ¿qué consecuencias y repercusiones tiene para ti, para el grupo,
para tu familia?
Paso 4. Se reflexionará sobre la responsabilidad, las mentiras, los conflictos, las faltas de respeto, el no cum-
plimiento de normas y obligaciones, entre otros muchos temas que pueden salir ante la variedad de situaciones.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el primer trimestre y utilizarla a lo largo del curso de forma más
breve (entre 10 y 15 minutos), antes de plantear una actividad concreta.
Observaciones
Cuando el alumnado vaya analizando progresivamente las incidencias la actividad, se hace mucho más rápido.
Ayuda a ir buscando otras posibles alternativas a los comportamientos y conductas, a autoconocerse y a tomar
conciencia de lo que les pasa a los alumnos para responder de esa manera.
Es muy importante, cuando preguntemos por las incidencias si el grupo no ha tenido ninguna, que valoraremos
esta situación: ¿qué implica esto?
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Realizamos una relajación, con control de la respiración. Pedimos al alumnado que tome conciencia
de las situaciones en las que ha sentido vergüenza, de pequeño (antes de los 6 años) y ahora con su edad.
Paso 2. Una vez que han terminado la relajación, les indicamos que escriban un motivo de vergüenza que tenían
antes de los 6 años y otro que sientan en el momento actual. Les pedimos que respondan a las siguientes preguntas:
- ¿Cuándo te surgió?
- ¿Cuándo fue la primera vez?
- ¿Qué haces cuando te ocurre esto?
- ¿A qué crees que se debe que sientas vergüenza en ese momento?
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de técnicas de mindfulness (Williams y Penman, 2013).
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Si el aula reúne las condiciones, se puede llevar a cabo con los alumnos tumbados en una alfombra. Si
no, colocamos al grupo en posición de relajación: sentados en las sillas, con la espalda recta, pies apoyados en el
suelo, piernas formando un ángulo recto y manos sobre las piernas, ojos cerrados.
Paso 2. Ponemos música de fondo.
Paso 3. A continuación damos al alumnado las siguientes indicaciones: "Vamos permitiendo que el aire entre
por la nariz, sentimos cómo el aire entra fresquito. Tomando conciencia de cómo el aire entra y cómo sale. Y ahora
de pronto, a un metro de altura de la cabeza, a cada uno de nosotros se nos ha puesto un sol, un sol brillante, un
sol lleno de energía, lleno de luz, y poquito a poco van entrando sus rayos en mi cabeza, y van llenando por dentro
mi cabeza de luz, mi cara, mi garganta, y poquito a poco va llenando mi cuerpo de luz. Porque el solecito que
tenemos arriba está continuamente mandando rayos de luz, y no para de mandarnos rayos de luz para que nuestro
cuerpo esté brillante, y lleno de luz, de paz y de tranquilidad. Seguimos respirando profunda y tranquilamente. Y
ese solecito encima de la cabeza sigue mandando luz, y me siento por dentro lleno de luz, de luz transparente, de
luz clara, de energía, de calor, y eso me llena de paz y de tranquilidad. Seguimos respirando, viendo esa luz que
llega a mi cuerpo, que me tranquiliza. Ese solecito me va dando esos rayitos que van entrando por mi cabeza,
llegan a mi cuerpo, con mucha luz, mucha calma, mucha tranquilidad."
"El suelo de nuestra clase también se está empezando a inundar como un sol, y nos va viniendo por la puntita
de los pies, va entrando también esa luz, va entrando por los pies, por el empeine, me va subiendo hacia arriba y
se va encontrando con los rayos que tenemos arriba. Me va entrando energía por arriba y por abajo, y se va
encontrando esa energía que me va llenando de tranquilidad, de paz."
"Vamos poquito a poquito sintiendo esa luz que me entra por los pies y que llega a mi cuerpo. Con los ojitos
cerrados, sigo respirando, tomando conciencia de mi cuerpo lleno de luz, y ahora, poquito a poco, el sol que está
encima de nuestras cabezas empieza a bajar poquito a poco, y se acerca a nuestra cabeza y se pone encima de
nuestras cabezas ese sol, y se va haciendo cada vez más pequeñito, más pequeñito, como del tamaño de una pelota
de ping-pong, brillante, brillante, y se queda posado encima de nuestras cabezas, y lentamente va entrando dentro
de nuestras cabezas, y nosotros vemos cómo esa bolita va entrando, llena de luz, por nuestra cabeza, va atravesando
la cabecita entera."
"Nos vamos a ir dando cuenta poquito a poco de cómo esa bolita brillante va entrando por la cara, por la garganta,
y se coloca y se va colocando en nuestro corazón esa bolita brillante. Nuestro corazón rojo, rojo, rojo, se va llenando
de luz con esa pelotita brillante. Nuestro corazón se va llenando de luz, y de esa bolita van saliendo como oleadas
suaves de luz, y esa luz es la luz del amor, que va repartiéndose por nuestro cuerpo, como una olita del mar suave,
que se va moviendo poquito a poco, hacia arriba, hacia abajo, hacia la cabeza, hacia las piernas, hacia los brazos.
Y desde nuestro corazón vemos cómo esa bolita va soltando olitas de luz, suaves, olitas de luz suaves, que van
dándole a nuestro cuerpo una luz grande. Y poquito a poquito toda esa luz que va saliendo de nuestro corazón nos
va saliendo por la punta de los dedos hacia la sala, y esta sala se va llenando de toda la luz del corazón de todos
los niños y niñas de la clase. Y se empieza a llenar toda la sala de la luz del corazón de cada uno, y se van uniendo
y forman una bola brillante de luz de corazón. Y esta bola gigante que está aquí en la sala, que ocupa toda la sala,
de todos los niños de la clase, pega una pequeña explosión y empieza de nuevo a meterse por los dedos de nuestros
pies, ya mezclada con la de todos, empieza a meterse de nuevo por los dedos, y va entrando por todo nuestro
cuerpo; nos llenamos de esa luz que ha salido de todos los niños y niñas de la clase. Respiramos y sentimos esta
tranquilidad y esta paz, esta energía positiva, que va entrando en mi cuerpo y que me deja estar tranquilo. Sigo
con los ojos cerrados, concentrado en mí mismo. Viendo esta luz que va entrando por mis dedos que viene de toda
la clase y que llena mi cuerpo. Y ahora, poquito a poco, esta luz que tengo en mi cuerpo, vamos a empezar por
los pies a apagarla. Poquito a poco vamos a apagar esa luz que está dentro de nuestro cuerpo. Sin abrir los ojos,
desde los pies hasta la cabeza, voy apagando esa luz. Y vamos tomando conciencia de cómo una parte de mi cuerpo
tiene luz y otra ya está apagada. Y voy viendo cómo yo voy subiendo la luz desde los pies y voy notando la
diferencia de la parte de mi cuerpo que tiene la luz y de la que no la tiene. Seguimos respirando, seguimos tomando
conciencia del aire que entra en mi cuerpo. Poquito a poco, sin abrir los ojos, voy moviendo los dedos de las
manos, los dedos de los pies, despacito, sin abrir los ojos todavía. Me voy desperezando, si me apetece, poquito
a poquito, y me voy despertando de un sueño precioso."
Paso 4. Cuando haya acabado la relajación, preguntamos al alumnado cómo se siente, en qué le ha ayudado la
relajación, en qué momentos puede utilizar esta técnica, etc.
Tipo de agrupamiento
Individual.
Material necesario
Música relajante y equipo de reproducción musical.
Temporalización
Duración de la actividad: 30 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el segundo o tercer trimestre.
Observaciones
Ninguna.
Adaptación a otros niveles educativos
Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos desarrollar la actividad.
Material de apoyo al profesorado
Williams, Mark y Penman, Danny (2013). Mindfulness. Guía práctica para encontrar la paz en un mundo
frenético. Barcelona: Paidós.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Empatía.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Ante un conflicto en el grupo, realizamos la actividad 22, "Cadena acción-emoción: actividad de entre-
namiento", en este caso aplicada a un caso real (ver anexo 6).
Paso 2. Vamos escribiendo en la pizarra lo que ocurrió. Describimos un caso real, por ejemplo:
Acción: La alumna X insulta a la alumna Y.
Emoción: La alumna Y se enfada mucho con su compañera.
Acción/reacción: La alumna Y insulta con tono amenazante a la compañera X.
Emoción: La alumna X se enfada mucho más. La alumna Y se pone nerviosa.
Acción/reacción: La alumna X agrede a su compañera, la alumna Y.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de técnicas del movimiento expresivo Río Abierto.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Empatía.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Se divide al grupo por parejas, a ser posible de la misma estatura, y se coloca una persona delante y
otra detrás, de pie.
Paso 2. Se comenta al alumnado que tienen que estar relajados, que las rodillas se flexionan un poco (el que
recibe el masaje) y que ambos tienen que estar cómodos. La persona que recibe el masaje debe tener la mandíbula
relajada y puede cerrar los ojos.
Paso 3. Se va comentando al alumnado lo que tiene que hacer, y ellos lo van practicando:
- Por la cabeza: vamos moviendo las manos, como si la estuviéramos lavando, muy suave.
- En el cuello: con una mano, muy suave, vamos masajeando el cuello.
- Los hombros: con las dos manos desde el cuello hacia los hombros, vamos masajeando.
- La espalda: desde la columna, sin tocarla, hacia fuera, primero un lado y a continuación el otro; primero con
las yemas de los dedos abriendo, luego con la palma de las manos.
- Con los brazos: vamos masajeando desde el hombro todo el brazo; cuando llegamos a las manos damos
pequeños tironcitos a todos los dedos, y con los pulgares damos un masaje ligero a la palma de las manos.
- Pasamos a la cara: estiramos la frente desde el centro hasta la sien. Vamos dando pequeñas apretaditas en
las cejas. Vamos dando un masaje por toda la cara, barbilla, orejas…
- Después unimos todos los dedos por las yemas y, con las dos manos, le damos un golpecito en lo alto de la
cabeza. Abrimos las manos y vamos a acariciando muy ligeramente el pelo, el contorno de la cara, los hombros,
hasta llegar a los brazos. Comentamos al alumnado que es como un huevo que se rompe y se desparrama. Lo
podemos hacer tres o cuatro veces.
- Finalizamos haciendo una limpieza rápida de todo el cuerpo. Pasando las manos rápidamente por la espalda,
por la cabeza, por los brazos, por las piernas…
Paso 4. Se hace el cambio y la persona que antes daba el masaje será la que lo reciba de su pareja.
Paso 5. El alumnado puede decir una palabra de cómo se ha sentido. Podemos preguntarle a quién le gusta más
dar el masaje y a quién más recibirlo.
Tipo de agrupamiento
Por parejas.
Material necesario
Sillas, por si alguien no puede estar de pie.
Temporalización
Duración de la actividad: unos 20 minutos aproximadamente.
Se puede realizar y repetir en distintos momentos del curso.
Observaciones
Esta actividad se puede realizar con distintos niveles de intensidad y con mayor o menor tiempo, en función de
lo que pretendamos.
Adaptación a otros niveles educativos
Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos desarrollar la actividad.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Ciclo medio y superior de Primaria, Secundaria, Bachillerato.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada) o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. A principios de curso se pide al alumnado que traiga un cuaderno para utilizarlo como diario emocional
(partimos de la idea de que existe un tiempo programado y específico para trabajar la educación emocional).
Paso 2.
• Una primera actividad es que el alumnado en los últimos 5 minutos de la sesión escriba cómo se ha sentido,
qué ha aprendido hoy y qué es lo que más o menos le ha gustado de la sesión y las razones. Cada alumno puede
añadir y comentar lo que quiera.
• Una segunda actividad consiste en utilizar lo escrito en el diario para iniciar la sesión del día siguiente o
dentro de la parte central de la sesión. Para ello:
- Primero, que cada alumno comparta con el grupo lo reflejado en el diario.
- Segundo, que podamos expresar cómo nos sentimos con lo que ha leído, si alguien se ha sentido así también…
- Tercero, en función de lo que surja, vamos construyendo con el alumnado: tristeza, miedo, rabia…
Tipo de agrupamiento
Individual y grupal.
Material necesario
Sillas, cuadernos y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad, al acabar la sesión: unos 5 minutos aproximadamente.
Como actividad central: unos 40 minutos aproximadamente.
Se puede realizar y repetir en distintos momentos del curso.
Observaciones
En los centros de Infantil y Primaria, si se tienen sesiones preparadas, se puede utilizar de esta manera. El
contacto con el profesorado no está tan fragmentado en estos niveles educativos, con lo que se puede plantear que
el alumnado escriba en su diario en cualquier momento que lo necesite o quiera expresar algo. Esto se puede
realizar de forma organizada o de forma libre por parte del alumnado.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: si el alumnado no sabe escribir todavía, puede utilizar dibujos de emoticonos para expresar cómo se
siente.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria y Bachillerato.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Asertividad.
Descripción de la actividad
Paso 0. Esta actividad se pondrá en marcha cuando surja un conflicto en el grupo clase. Nosotros tomamos
como ejemplo un alumno de un grupo de primero de ESO que insultó a sus compañeros y compañeras.
Paso 1. Previo a la actividad, en un folio colocamos los nombres de las personas que han sido insultadas y
también del alumno que ha insultado. Nadie sabe lo que está escrito en el folio.
Paso 2. Se colocan los alumnos en círculo. Pedimos al alumno que insultó que salga al centro (no sabe la
actividad que vamos a desarrollar). Le decimos que cierre los ojos, le entregamos el folio y le pedimos que lo
arrugue, que haga una bola, que lo tire al suelo, lo pise y le dé una patada.
Paso 3. Con los ojos abiertos le vamos diciendo los insultos que le había dicho a sus compañeros (en este caso
eran motes despectivos). Los dice en voz alta.
Paso 4. Le decimos que abra el folio y que lea lo que hay escrito en el papel, incluido su nombre.
Paso 5. Le pedimos que ponga el folio como estaba, sin arrugas y liso. Al ser imposible, le preguntamos: ¿qué
le pasa a la gente cuando es insultada o maltratada?
Paso 6. Preguntamos al grupo la parte de nosotros que puede representar este folio arrugado. Vamos recogiendo
todas las propuestas que muestren sensibilidad con este asunto.
Paso 7. Abrimos una ronda donde el alumnado puede expresar otras alternativas al insulto y cómo nos quedamos
cuando nos sentimos humillados.
Nota: adjuntamos la transcripción de esta actividad tal y como ocurrió en una de nuestras clases de primero de
ESO (este material está próximo a ser publicado por la editorial Pirámide en Innovación educativa: más allá de
la afición, dentro del capítulo "La educación emocional: un cambio de mirada. Una propuesta desde lo emergente
y vivencial"; ver anexo 7).
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Un folio.
Temporalización
Como actividad central: unos 40 minutos aproximadamente.
Se puede realizar y repetir en distintos momentos del curso.
Observaciones
En nuestra experiencia, en el paso 6 siempre ha salido la palabra corazón. En caso de que no surja, la podemos
introducir nosotros.
Adaptación a otros niveles educativos
Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos desarrollar la actividad.
Material de apoyo al profesorado
Ver anexo 7.
Fuente bibliográfica
Adaptación realizada del Colectivo de Docentes de Educación Física para la Paz (CODEFPAZ) La Peonza.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Se disponen tantas sillas en círculo (con el respaldo hacia adentro) como alumnado haya.
Paso 2. Todos se sitúan de pie alrededor de las sillas. La norma que tienen es que no pueden hablar entre ellos
ni indicarse nada.
Paso 3. El alumnado empieza a dar vueltas, al ritmo de la música. Cuando la música se para, todo el mundo
busca una silla donde subirse, no se puede tocar el suelo.
Paso 4. Si todo el grupo lo consigue, se quita una silla y se reinicia el juego. Cada vez se quita una silla y,
lógicamente, se complica el que todos puedan subirse a una. Comprobamos en cuántas sillas entra todo el grupo.
Paso 5. Se repite de nuevo el juego y se plantea como objetivo que el grupo se coloque entero, pero con una
silla menos que en el juego anterior.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Descripción de la actividad
Paso 0. Previo al inicio de esta sesión, pedimos a los alumnos que traigan un objeto que sea muy especial y
significativo para ellos.
Paso 1. Se sientan en clase en círculo, y cada persona, de una en una, muestra el objeto a la clase y comenta
por qué es tan importante y significativo.
Paso 2. Se pasa el objeto a la persona de la derecha para que sienta y vea qué le transmite. Al mismo tiempo,
se plantea al alumnado qué ha sentido con la historia y con el objeto: si les recuerda algo de ellos mismos, si le
quieren decir una palabra o algo al propietario del objeto.
Paso 3. Así se va realizando con todo el alumnado hasta terminar.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Objetos aportados por el alumnado.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar varias sesiones.
Se puede llevar a cabo esta actividad en cualquier trimestre.
Observaciones
Es una actividad muy emocional y muy rica en experiencias. Es importante dejar bien cerrados todos los temas
que se abren.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil y Primaria: podemos plantear la actividad de manera más dirigida.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Descripción de la actividad
Paso 0. Les decimos que van a realizar un mandala sobre su vida. Les explicamos que van a empezar desde el
centro hacia fuera: el centro va a ser el momento de su nacimiento y el exterior, el momento actual. Les indicamos
que pueden utilizar las formas y los colores que deseen y que el mandala deberá ser original.
Paso 1. Cierran los ojos y van tomando conciencia de su respiración.
Paso 2. Les pedimos que se imaginen su nacimiento: cómo fue, qué figura lo representa mejor, con qué color.
Así les vamos indicando año a año. Les recordamos qué cosas hacían o hicieron en ese año: con 3 años fueron a
la guardería, con 6 al colegio de Primaria, y así sucesivamente. Mencionamos que recuerden las cosas bonitas y
aquellas que les han preocupado.
Paso 3. Una vez finalizado el recorrido desde su nacimiento, abren los ojos, delante tendrán una cartulina y
lápices de cera blanda. En silencio, confeccionan el mandala.
Paso 4. Al terminar pondrán el nombre que deseen al mandala.
Paso 5. Cuando haya acabado todo el alumnado, nos sentamos en círculo y los mostramos. De uno en uno, van
mostrando y comentando cada mandala: por qué lo han pintado así, qué significan esos colores…; los demás
compañeros y compañeras van diciendo qué sienten ante el mandala y lo expresan. De vez en cuando, ante algún
comentario, podemos preguntar al alumno que lo expone qué siente ante el comentario.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Cartulina y lápices de cera blanda.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar un par de sesiones.
Se puede realizar esta actividad desde el primer trimestre.
Observaciones
Podemos mostrarles algunos mandalas originales o realizados en otros grupos.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de la técnica family sculpting.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 0. Pedimos un voluntario para realizar la actividad. Una vez que ha salido, emprendemos el siguiente
paso.
Paso 1. Le decimos a la persona voluntaria que de entre sus compañeros debe elegir a los miembros de su
familia con los que se quiere hacer una foto.
Paso 2. En este momento se analizan las posiciones que le da a cada uno de los miembros y se le pregunta por
ellas. Por ejemplo, si se coloca al lado de la madre se puede preguntar si se lleva mejor con su padre o con su
madre, a quién le cuenta sus cosas…
Paso 3. Cuando le hayamos preguntado por todos los miembros de la familia, nos centramos en cómo se siente
en el lugar en el que se ha colocado. Seguidamente, le diremos que coloque a los miembros para que representen
lo que para él sería su foto ideal. Por ejemplo: pone a la madre en una parte de la foto y al padre en la otra porque
existe conflicto entre ambos y para la foto ideal los pone juntos. Otro ejemplo podría ser que los padres estuvieran
separados y en la primera foto solo ponga al progenitor con el que vive y ahora en la ideal ponga a los dos. Otro
ejemplo podría ser que pusiera a un hermano o hermana que no tiene…
Paso 4. Analizamos cada situación, planteándole cuestiones sobre las mismas para saber cómo las vive y cómo
se siente.
Paso 5. Para terminar debe representar su foto temida, es decir, aquella foto que nunca le gustaría ver de su
familia; por ejemplo: que uno de los progenitores no estuviera (por fallecimiento o por separación), que no pusiera
hermanos o hermanas… Al igual que en las representaciones anteriores, realizamos preguntas al respecto con el
fin de que la persona pueda expresar lo que siente y hablar de ello.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Pizarra y tiza.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar varias sesiones.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad en el tercer trimestre.
Observaciones
Esta actividad se realizará con cada uno de los miembros del grupo. Como suele ser bastante larga, se llevará
a cabo con cuatro o cinco alumnos en cada sesión.
Al mismo tiempo, esta actividad nos permite reflexionar sobre los tipos de familias, con el fin de que perciban
y respeten la diversidad de las mismas.
Es una actividad muy emocional y muy rica en experiencias. Es importante dejar bien cerrados todos los temas
que se abren. Es necesario tener una base mínima en pedagogía sistémica.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil y Primaria: podemos hacer la actividad más dirigida; también podemos sustituir la foto por el dibujo
de la familia.
Material de apoyo al profesorado
Traveset, Mercè (2007). La pedagogía sistémica. Fundamentos y práctica. Barcelona: Graó.
Población, Pablo; López, Elisa (1991). "La escultura en terapia familiar", en Vínculos, núm. 3.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia de sí mismo.
Motivación.
Habilidades sociales.
Descripción de la actividad
Paso 1. Explicamos al alumnado que va a contestar a la pregunta: ¿quién soy yo? Ofrecemos la posibilidad de
que se ayude del siguiente guión. En un primer plano describirá la parte más informativa: nombre, su familia, lo
que hace, lo que le gusta. En un segundo plano describirá cómo es su estilo de pensamiento: si le da muchas vueltas
a las cosas, si es o no reflexivo, si toma decisiones rápidas… En un tercer plano describirá cómo son sus senti-
mientos y emociones: las características más destacadas de su forma de ser y de estar en el mundo. Como infor-
mación general les decimos que, en cada plano, pueden decir las cosas que les ayudan y las que les dificultan estar
con bienestar.
Paso 2. Toman su diario emocional y van escribiendo sus reflexiones.
Paso 3. Realizamos una puesta en común en gran grupo. Todo el alumnado va comentando lo que ha escrito.
Durante esta parte del proceso, podemos pedir al resto de los compañeros y compañeras que digan lo que ven en
la persona que expone en ese momento: sus avances, si coinciden, si hay algo que ellos ven y que no ha dicho…
Paso 4. El alumnado anotará, en su diario emocional, las aportaciones de sus compañeros si las hay.
Tipo de agrupamiento
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Descripción de la actividad
Paso 1. Colocamos al alumnado en posición de relajación: tumbados en la alfombra o sentados en la silla. Una
vez iniciado el proceso de relajación, cuando los veamos en calma, les pedimos que piensen en algunas caracte-
rísticas o cualidades suyas (sean negativas o positivas). Unas cinco o seis.
Paso 2. Una vez terminado el ejercicio anterior, les pedimos que en el dibujo que les entregamos (ver anexo 2)
coloquen, en las puntas que están en el lado izquierdo, las cualidades que han sentido o pensado y, en el lado
derecho, las contrarias a esas cualidades, las opuestas.
Paso 3. Les pedimos que elijan dos cualidades y sus contrarias, con las que más se identifican. Y, por detrás
del folio, escriban en qué momentos de su vida se sienten así y qué les supone esto.
Paso 4. Una vez terminado se ponen por parejas y comentan al compañero lo que han escrito y lo que han
sentido.
Paso 5. Se hace una puesta en común donde una persona de la pareja explica las polaridades de la otra. Si
necesita matizar algo lo puede hacer.
Paso 6. Nosotros podemos ir planteando preguntas para que identifiquen cómo se han sentido, qué supone para
ellos, qué han encontrado en su vida, qué han perdido debido a esas cualidades expuestas.
Tipo de agrupamiento
Individual, parejas y gran grupo.
Material necesario
Dibujo del corazón emocional, uno para cada participante.
Temporalización
Puede durar un par de sesiones.
Se puede realizar a partir de finales del segundo trimestre.
Observaciones
Una variante podría ser que el alumnado represente o dramatice una de sus polaridades y su contrario.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Ver anexo 2.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Habilidades sociales.
Descripción de la actividad
Paso 1. El alumnado cierra los ojos, toma conciencia de su respiración, toma conciencia de su cuerpo, de sus
pensamientos y de sus emociones, realiza varias inspiraciones profundas y le vamos comentando: "Estás en un
grupo clase, piensa qué cosas son importantes para ti en este grupo. Las cosas que te gustan, las cosas que te hacen
feliz. Toma conciencia de ellas. Ahora piensa y siente qué cosas te gustaría que cambiaran, cómo sería la clase de
tus sueños: qué decoración le pondrías, cómo pintarías las paredes, qué te gustaría hacer que no haces, qué te
gustaría que pasara, qué sensación te gustaría sentir cada día…".
Pedimos que piensen dos palabras o dos frases que expliquen bien la clase de sus sueños.
Paso 2. Le entregamos al alumnado lápices de colores, rotuladores y dos notas adhesivas de 125 x 75 mm. Le
pedimos que hagan un dibujo con la clase ideal en un adhesivo.
Paso 3. En la sala habrá un mural (papel continuo), donde cada alumno podrá escribir las dos palabras o frases
y colocar la nota adhesiva al lado.
Paso 4. Una vez realizado esto, pedimos a cada alumno que explique por qué ha pedido esto.
Paso 5. Una vez finalizado, en el segundo adhesivo van a escribir dos palabras o frases por las que se compro-
meten a que la clase de sus sueños se cumpla. Le ponen su nombre y lo colocan al lado de su dibujo.
Paso 6. Se irá realizando un seguimiento individualizado y grupal para ver el grado de cumplimiento de esos
compromisos.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Lápices de colores, rotuladores y notas adhesivas de 125 x 75 mm.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar un par de sesiones.
Se puede llevar a cabo esta actividad a mediados del primer trimestre.
Observaciones
Es muy importante que el alumnado defina bien sus objetivos y los compromisos. Podemos ir recordándolo
cuando veamos la necesidad.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que escriba en un papel lo que ve de su propia persona; es decir, que haga un
pequeño autorretrato.
Paso 2. Pedimos a una persona voluntaria que quiera compartir lo que ha escrito.
Paso 3. Una vez que haya terminado, pedimos al grupo que vaya exponiendo con lo que está de acuerdo y con
lo que no, y si quieren añadir alguna cualidad más de la persona que ha hablado.
Paso 4. La persona que ha salido voluntaria irá anotando las nuevas aportaciones y subrayando las que ella ya
había escrito en su propio autorretrato.
Paso 5. Invitamos a la reflexión, preguntando si existe mucha diferencia entre lo que había escrito la persona
voluntaria y lo que le han dicho sus compañeros y compañeras: ¿cómo me siento con lo que mis compañeras y
compañeros me han aportado?, ¿qué hago yo para que los demás vean eso de mí?, ¿qué hace que yo no vea lo que
me han dicho los demás?
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Papel, bolígrafos y lápices de colores o rotuladores.
Temporalización
Duración de la actividad: 50 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
Esta actividad se puede realizar con distintos niveles de intensidad y con mayor o menor tiempo, en función de
lo que pretendamos.
Se puede realizar en el diario emocional.
Adaptación a otros niveles educativos
Para cada nivel educativo utilizaremos una terminología adaptada a las características psicoevolutivas del
alumnado con el que pretendemos desarrollar la actividad.
Material de apoyo al profesorado
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Situamos al alumnado en círculo y le pedimos que se sienten.
Paso 2. A continuación, indicamos que cierren los ojos para tomar conciencia de cómo se siente cada uno de
ellos dentro del grupo. Que recuerden los momentos que han compartido desde que se conocieron hasta ahora.
Paso 3. Colocamos la foto ampliada del grupo clase en forma de puzle, en el centro del círculo.
Paso 4. Cada persona debe decir en voz alta lo que le aporta el grupo y cómo rse siente. Esta verbalización la
hacen desde el lugar donde están situados en el círculo.
Paso 5. Una vez que lo hayan verbalizado, se levantan uno a uno y cogen una pieza del puzle. Cuando la tenga
dicen: "Esto es lo que me llevo en esta pieza", y vuelven a colocarse en su sitio para que siga otra persona.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Foto ampliada del grupo clase, cortada en forma de puzle.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
La foto estará dividida de tal manera que haya una pieza para cada persona.
No hace falta establecer turnos, damos la libertad de que cada persona verbalice lo que siente cuando le apetezca.
Si vemos que no funciona así, establecemos nosotros un turno.
Podríamos utilizar esta actividad como despedida del grupo el último día, o también en algún momento donde
detectemos que la cohesión grupal está disminuyendo por los motivos que sean.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia, adaptada de la actividad conocida como "La tela de araña".
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Ponemos una música y pedimos al grupo que se mueva por todo el aula sin interacción, al ritmo de la
música o con lo que les surja desde lo que escuchan. Indicamos que en un momento dado daremos la señal de
stop, y que entonces deberán quedarse en el lugar concreto donde estén.
Paso 2. Pedimos a una persona voluntaria y cuando la tengamos le damos el rollo de cuerda. A continuación
le decimos que debe darse una vuelta a la cintura con la cuerda y que se lo pase a otra persona diciendo algo
positivo o que le gusta de esa persona.
Paso 3. La persona que recibe el rollo de cuerda hace lo mismo que la persona que salió voluntaria. Este paso
será repetido hasta que todo el grupo haya recibido la cuerda. La última persona deberá decir lo positivo o lo que
le gusta de la persona que empezó la actividad.
Paso 4. Una vez que todo el grupo esté conectado por la cuerda, nosotros moveremos a una persona y como
todas están unidas por la cuerda, todas se moverán.
Paso 5. Preguntaremos qué han aprendido con el ejercicio e induciremos a la reflexión de que en un grupo todas
las personas que lo componen están unidas y que cuando una hace algo, tiene efectos sobre los demás.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Una cuerda con suficientes metros como para que todo el grupo quede enredado.
Un tema musical y equipo para reproducirlo.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
Podríamos realizar esta actividad cuando notemos que la cohesión grupal está disminuyendo, en cualquier
momento del curso o también al inicio de curso para potenciar y construir la cohesión grupal.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que cierre los ojos y piense en aquello que su familia le ha dado durante su vida
y también en aquello que le hubiese gustado que le hubiera dado.
Paso 2. Pedimos a los alumnos que abran los ojos y damos un papel a cada uno para que hagan dos columnas:
en una escribirán "lo que me han dado", y en la otra, "lo que no me han dado y yo necesitaba".
Paso 3. Una vez realizadas las columnas, deben escribir todo lo que les ha venido a la mente cuando tenían los
ojos cerrados.
Paso 4. Realizamos una puesta en común de lo escrito y preguntamos cómo se han sentido con lo que han
recibido y cómo con lo no recibido, y qué pueden hacer desde este momento.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Folios y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede realizarse en cualquier trimestre.
Observaciones
Esta actividad se puede realizar en el diario emocional.
Podríamos ampliar esta actividad escribiendo una carta a la familia de agradecimiento por lo que han recibido
y otra donde les digan lo que necesitan.
Dependiendo de lo que expongan, podemos analizar si son aspectos materiales, emocionales, etc. También
podemos profundizar en si saben pedir y lo hacen o dejan que los demás interpreten su necesidad, si lo que piden
son deseos o necesidades, cómo se sienten cuando piden, etc.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: confeccionaríamos un listado con las cosas que recibo en mi familia.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que se coloque en círculo y piense en el momento más especial que ha vivido en
el grupo durante el curso y qué le hizo sentir para que fuera tan especial.
Paso 2. Realizamos una puesta en común donde cada persona exponga al resto su momento especial y pueda
compartirlo con el grupo.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad al final del curso académico.
Observaciones
No hace falta establecer turnos, damos la libertad de que cada persona verbalice lo que siente cuando le apetezca.
Si vemos que no funciona así, establecemos nosotros un turno.
Esta actividad se puede realizar con distintos niveles de intensidad y con mayor o menor tiempo, en función de
lo que pretendamos.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: intentaremos llevar a cabo esta actividad de forma más lúdica y que la ronda no sea muy larga para
que no se aburran.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 0. Pedimos al alumnado el día anterior que traiga al aula su foto favorita.
Paso 1. Damos a cada persona una cartulina de color para que pueda pegar su foto y hacerle un marco, que
represente lo que le hace sentir la foto.
Paso 2. Nos sentamos en círculo y decimos al alumnado que, de uno en uno, muestre su foto y cuente qué hace
que esa foto sea su favorita, qué siente cuando la ve, a qué le recuerda, qué vivió ese día que fuera tan especial.
Paso 3. Una vez que lo hayan expuesto, indicamos que elijan una frase y la escriban en la cartulina debajo de
la foto.
Paso 4. Hacemos un libro con cada una de las cartulinas y lo dejamos en clase para cuando queramos recordar
esos momentos especiales.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Cartulinas de colores, pegamento, rotuladores y lápices de colores.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede realizarse en cualquier trimestre.
Observaciones
Esta actividad se puede realizar con distintos niveles de intensidad y con mayor o menor tiempo, en función de
lo que pretendamos. En las aportaciones al gran grupo suelen salir muchos aspectos con los que trabajar, por
ejemplo: familiares que ya no están, lo que se anhela de etapas de la vida anteriores, pérdidas de mascotas,
separaciones o divorcios de padres, la llegada de un nuevo miembro a la familia, el día de un cumpleaños, etc.
Adaptación a otros niveles educativos
Infantil: haremos la actividad en más de una sesión. Los pasos 1 y 2 los hacemos el primer día. Una vez que
tengan pegadas las fotos, mandaremos la cartulina a la familia para que sean ellos los que les ayuden a escribir la
frase que cada uno quiera plasmar en la foto. El paso 3 se irá realizando poco a poco en clase, para que no se
cansen de la actividad.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que escriba en los papeles adhesivos características personales propias que lo
definan.
Paso 2. Indicamos que se pongan en un lado de su cuerpo (derecha o izquierda) las características personales
que les gustan o consideran que son positivas y, en el opuesto, las que no les gustan o consideran negativas.
Paso 3. Una vez que tengan todos los papeles pegados, les diremos que elijan las que les gustan y deben
interactuar con los demás mostrando esas características. Es importante que en la interacción no se hable, sino
que la hagan desde los gestos.
Paso 4. Realizan lo mismo que en el paso 3, utilizando las características que no les gustan.
Paso 5. Preguntaremos cómo se han sentido en cada una de las rondas: qué han descubierto, qué les ha sor-
prendido, cómo han respondido las personas con las que han interactuado. Después lo exponemos en el gran grupo.
Paso 6. En la puesta en común, las personas que han interactuado con la persona que está aportando al grupo
su experiencia pueden hacer comentarios de cómo se han sentido ellas.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Papeles adhesivos y bolígrafos o rotuladores de colores.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
Esta actividad se puede realizar con distintos niveles de intensidad y con mayor o menor tiempo, en función de
lo que pretendamos.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente) o cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que piense en un personaje que le gustaría representar.
Paso 2. A medida que nos van diciendo el personaje, preguntamos a cada persona qué tiene que ver con ella el
personaje elegido y que verbalice: yo soy…, me gusta…, no me gusta…, me siento…
Paso 3. Indicamos que interpreten durante unos 2 o 3 minutos lo que quieran siendo ese personaje que han
elegido.
Paso 4. Preguntamos cómo se han sentido y qué han descubierto de su persona interpretando a ese personaje.
Tipo de agrupamiento
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 0. Antes de empezar, se les da las siguientes instrucciones: "Os colocáis por parejas con una persona con
la que no tengáis mucha confianza. Es una actividad de mirar fijamente a los ojos de mi pareja durante un tiempo.
Es muy importante que sea una mirada auténtica, una mirada que me permita estar en lo que siento en este momento,
respetándome lo que me surge y no fingiendo o intentando agradar al otro. Durante el ejercicio no se puede hablar.
Cuando oigáis el chasquido de nuestros dedos, podéis interactuar con la pareja desde el silencio, ofreciendo y/o
pidiendo lo que os apetezca (continuar mirando, una caricia, un abrazo, un masaje, etc.). La otra persona puede
ofrecerlo o negarlo, dependiendo de su necesidad".
Paso 1. Se ponen por parejas frente a frente; pueden estar sentados o de pie, se les ofrecen ambas opciones para
que cada pareja elija la que más le convenga.
Paso 2. Cierran los ojos, tomando conciencia de la respiración (2 minutos; este tiempo no será conocido por
las personas que van a realizar la actividad).
Paso 3. Se les dice que empiecen a mirarse en silencio (5 minutos; este tiempo no será conocido por las personas
que van a realizar la actividad).
Paso 4. Se les pide que interactúen con la pareja, se les recuerda que debe ser desde la autenticidad (2 minutos;
este tiempo no será conocido por las personas que van a realizar la actividad).
Paso 5. Sin hablar, cambian de pareja. Se repiten los pasos del 1 al 4.
Paso 6. Indicamos que en silencio escriban: ¿cómo te has sentido?, ¿qué emociones te han venido?, ¿te has
permitido estar en la autenticidad?, ¿qué has descubierto?, ¿qué te ha sorprendido?, ¿te has dejado llevar?, ¿has
intentado seducir al otro?
Paso 7. Realizamos una puesta en común donde expresen las cuestiones planteadas. A medida que van verba-
lizando, nosotros vamos profundizando en aquellos aspectos que creamos oportunos.
Paso 8. Para finalizar preguntaremos al grupo qué han aprendido con esta actividad.
Tipo de agrupamiento
Parejas y gran grupo.
Material necesario
Folios y bolígrafos.
Temporalización
Duración de la actividad: 10 minutos aproximadamente.
Se recomienda llevar a cabo esta actividad todos los días.
Observaciones
No se les comunica el tiempo que van a permanecer mirando a la pareja.
Es una actividad que debe realizarse cuando el alumnado tenga un recorrido en el trabajo de la educación
emocional (relajaciones, masajes…).
Se puede realizar en el diario emocional.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
[Ver contenido adicional en ebiblox]
Fuente bibliográfica
Elaboración propia desde las aportaciones de Stevens (1976, p. 184).
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Nos sentamos en círculo y pedimos en el grupo a una persona voluntaria. Cuando salga le decimos que
se dé un paseíto, como si fuera una modelo o un modelo en una pasarela, por dentro del círculo.
Paso 2. Indicamos al resto que vayan diciendo los aspectos obvios de esa persona, es decir, lo que vemos de
ella y que todo el mundo podría ver. Nosotros vamos corrigiendo, porque aparecen aspectos que no corresponden
a lo obvio. Por ejemplo: es simpática, tiene ganas de sentarse, le gusta reírse, etc.
Cuando hayamos concluido, le decimos a la persona voluntaria que se siente.
Paso 3. Pedimos a otra persona voluntaria y le decimos que haga lo mismo que la anterior. Volvemos a indicarle
al grupo que verbalice lo obvio, así les sirve para practicar más y tomar conciencia de lo obvio. Una vez hayamos
expuesto lo obvio, pedimos ahora que vayan diciendo lo que imaginan de esa persona, que es normalmente lo que
dicen en primer lugar cuando pedimos lo obvio (los ejemplos que hemos dado con anterioridad). En este momento
incidimos en la diferencia entre lo que vemos y lo que nos imaginamos, y que ponemos en juego con lo que
imaginamos. Cuando hayamos concluido, le decimos a la persona voluntaria que se siente.
Paso 4. Volvemos a pedir otra persona voluntaria, que hará lo mismo que las dos anteriores. Al resto le decimos
que en primer lugar expresen lo obvio y luego lo que imaginen. Una vez hayan terminado, pasamos a manifestar
lo que sentimos. Normalmente aquí se produce un silencio que nos permite reflexionar sobre cómo no estamos
acostumbrados a escuchar nuestras emociones, el poco vocabulario emocional que tenemos y cómo nos equivo-
camos y decimos del otro lo que nos llega en vez de lo que sentimos realmente. Por tanto, trabajamos estos aspectos
con más profundidad.
Tipo de agrupamiento
Gran grupo.
Material necesario
Ninguno.
Temporalización
Duración de la actividad: 20 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
La actividad puede realizarse varias veces: podemos utilizarla al principio de curso para que empiecen a tomar
conciencia de aspectos importantes ya mencionados en el desarrollo de la actividad, y al final de curso para observar
si ha habido una evolución.
Esta actividad también facilita la reflexión de los filtros que ponemos en nuestras relaciones con los otros desde
lo que vemos, lo que pensamos, lo que sentimos y las consecuencias que ello puede tener.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Stevens, John O. (1976). El darse cuenta. Sentir, imaginar, vivenciar. Chile: Cuatro Vientos.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Empatía.
Habilidades de vida y bienestar.
Descripción de la actividad
Paso 1. Le pedimos que se pongan por parejas y les damos papeles adhesivos a las dos personas.
Paso 2. En los papeles deben escribir las características de su pareja que no le gustan y deberán pegárselas ellos
mismos en su cuerpo.
Paso 3. Les indicamos que se coloquen en círculo de la mano de su pareja y se van exponiendo uno a uno las
características.
Paso 4. A medida que van exponiendo vamos preguntándoles qué tiene la persona que habla de esas caracte-
rísticas que ha elegido de su pareja y qué hace que no le guste. También podemos pedirles que digan ejemplos o
situaciones donde pongan en juego esas características y que identifiquen qué emoción sienten y asignen un número
según la intensidad con la que la sienten.
Paso 5. Para terminar con la actividad les preguntaremos qué han descubierto de ellos mismos y qué han
aprendido con la actividad.
Tipo de agrupamiento
Parejas y gran grupo.
Material necesario
Papeles adhesivos y bolígrafos o rotuladores de colores.
Temporalización
Duración de la actividad: 40 minutos aproximadamente.
Esta actividad puede llevarse a cabo en cualquier trimestre.
Observaciones
Esta actividad se puede realizar con distintos niveles de intensidad y con mayor o menor tiempo, en función de
lo que pretendamos.
El paso 5 podemos hacerlo en las aportaciones al grupo o que lo escriban en su diario.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Descripción de la actividad
Paso 1. En un folio que dividimos por la mitad con una raya, el alumnado va a escribir un listado con las
características que tiene el ser mujer o el ser hombre.
Paso 2. Indicamos que subrayen las características que tienen; da igual que estén en el lugar de los hombres o
en el de las mujeres.
Paso 3. A continuación pedimos que escriban aquellas características que no tienen y que les gustaría tener.
Paso 4. Hacemos una ronda, donde cada uno va expresando lo que ha subrayado. Vamos realizando preguntas:
¿te sientes bien con esa característica?, ¿qué cosas no has subrayado que te gustaría tener?
Paso 5. Explicamos al alumnado el origen social y cultural de estas diferencias (se adjunta un documento de
apoyo). Incidimos en una característica fundamental: la de que todos somos seres humanos con todas las poten-
cialidades.
Paso 6. A continuación deben elegir una característica que no tengan y escribir cosas que deben hacer para
conseguirla.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Papel y bolígrafo.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar un par de sesiones.
Se realizará esta actividad a principios del segundo trimestre.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Zamora, María José (s.f.). "Yin-yang: la elección entre lo femenino y lo masculino".
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Habilidades sociales.
Descripción de la actividad
Paso 0. Antes de empezar, se comenta al alumnado que vamos a hacer un ejercicio donde poder expresar aquello
que no dijimos a alguien: ya sean halagos o mostrar nuestro enfado por algo que sucedió.
Para expresarnos nos pondremos delante de algún compañero o compañera y se lo vamos a decir a él o ella,
como si fuera el representante de la otra persona. No se dice a quién le hablamos, solo lo que queremos decirle.
Paso 1. De pie, cierran los ojos y pedimos que vayan tomando conciencia de su respiración, que vayan pensando
y sintiendo situaciones con personas, de agradecimiento y de enfado. Podemos pensar en amigos y amigas, en
papá y en mamá, en mis hermanos, en familiares… (durante este paso se pone música con volumen bajo, tipo
relajante, new age, mantras…).
Paso 2. Se les indica que se vayan moviendo por el aula y que se paren delante de algún compañero o compañera
y le digan lo que quieren verbalizar. El compañero solo escucha y no dice nada (5 minutos).
Paso 3. Les decimos que paren el movimiento y que cierren los ojos para pensar y sentir, si hay algo que no
han dicho y por qué no lo han hecho. Que tomen conciencia de qué emoción sienten si alguien lo oye (les podemos
mencionar algunas: vergüenza, culpa, miedo, tristeza…). Les dejamos así unos 2 minutos.
Paso 4. Se repite el paso 2.
Paso 5. Se les pide que cierren los ojos y que sientan y piensen cómo se han sentido…
Paso 6. En el diario emocional escriben: lo que ha pasado, lo que han sentido, lo que han sentido cuando les
han hablado sus compañeros y compañeras.
Paso 7. Ronda donde interviene el alumnado que lo desee, leyendo lo que ha escrito.
Tipo de agrupamiento
Individual, parejas y gran grupo.
Material necesario
Música, bolígrafo y diario emocional.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar un par de sesiones.
Se realizará esta actividad a partir del segundo trimestre.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Expresión corporal.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos al alumnado que escriba en su diario emocional la característica que más lo defina, con la que
se siente más identificado. Después indicamos que escriba la contraria.
Paso 2. A continuación deben recorrer la diagonal del aula, en un sentido con una de las características, y a la
vuelta representando la contraria (invitamos a que lo hagan exagerando el modelo).
Paso 3. Una vez que han terminado, se les indica que digan cómo se han sentido.
Paso 4. Preguntamos a los demás alumnos y alumnas cómo han visto al compañero, qué les ha llegado…
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Fuente bibliográfica
Elaboración propia adaptada de autoría compartida (2007, p. 155).
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Descripción de la actividad
Paso 1. Decimos al alumnado, pintando en la pizarra dos círculos, que jueguen con ellos inventando maneras
posibles de colocarlos.
Paso 2. En su diario emocional les pedimos que pinten todas las posiciones que se les hayan ocurrido. A un
círculo le van a escribir dentro "YO" y al otro "TÚ".
Paso 3. Una vez hayan terminado, realizamos una puesta en común, escribimos todas las posibilidades y vamos
pintando en la pizarra los distintos modelos.
Paso 4. Les entregamos la lámina (ver anexo 8) y deberán responder las preguntas que se plantean en la lámina:
¿qué emociones sentirías si fueras YO?; ¿qué emociones sentirías si fueras TÚ?; este tipo de relación, ¿con quién
o quiénes la mantienes?; ¿cómo te sientes? Después deberán escribir cualquier cosa que les sugiera este dibujo.
Paso 5. Hacemos una puesta en común con las distintas respuestas del alumnado.
Paso 6. Tomamos nota de las conclusiones y vamos pintando en una cartulina los distintos modelos y su
significado (ver anexo 8).
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Bolígrafo y diario emocional.
Temporalización
Puede durar una sesión.
Se realizará a partir del primer trimestre.
Observaciones
Es una actividad donde intentamos que el alumnado tome conciencia de cómo relacionarnos sin dejar de ser
nosotros mismos. Se comentan las dependencias emocionales, censuras…
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Se facilitará una lámina con los dibujos posibles y con preguntas (ver anexo 8).
Autoría compartida (2007). Ni ogros ni princesas. Guía para la educación afectivo-sexual en la ESO. Asturias:
Consejería de Salud y Servicios Sanitarios.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Segundo y tercer ciclos de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según estructura de sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Cohesión grupal.
Expresión corporal.
Descripción de la actividad
Paso 1. Entregamos al alumnado un listado con distintas emociones. Van a elegir una, que puede ser la emoción
que más se le repite o la que menos.
Paso 2. Vamos a hacer grupos de forma aleatoria con no más de cuatro miembros. Para ello, dividimos el total
de personas, por ejemplo 28, entre cuatro personas por grupo, lo que nos da un total de 7 grupos. Vamos numerando
al alumnado del 1 al 7 (siete porque es el máximo número de grupos que vamos a tener). Luego formarán grupos
los que tengan el mismo número: los unos con los unos, los doses con los doses, y así sucesivamente.
Paso 3. El alumnado comenta en el grupo pequeño las emociones elegidas, si alguna se repite la cambian. Luego
cada persona elige la palabra que quieran al azar: un objeto, un animal…
Paso 4. Se les pide que, con todas esas palabras y con las emociones, escriban un cuento o una historia, siendo
obligatorio que aparezcan todas y cada una de ellas.
Paso 5. Una vez que hayan terminado les indicamos que preparen esa narración para hacer una pequeña obra
de teatro, que representarán para el resto del grupo. Deben elegir a los personajes y cómo lo van a hacer.
Paso 6. Se les deja unos 10 minutos para que preparen la puesta en escena de la dramatización.
Paso 7. Escenifican la obra y, una vez finalizada cada representación, comentamos cómo se han sentido y qué
han visto los espectadores en la obra.
Tipo de agrupamiento
Individual, grupo pequeño y gran grupo.
Material necesario
Bolígrafo diario emocional y distintos materiales para escenificar la obra.
Temporalización
Esta actividad puede durar un par de sesiones.
Se realizará esta actividad a partir del segundo trimestre.
Observaciones
La primera sesión puede llegar hasta el paso 5. La segunda sesión se podría dedicar a los pasos 6 y 7. Es
conveniente, si se realiza en dos sesiones, recoger los textos escritos del alumnado para que dispongamos de ellos
en la segunda sesión.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
No es necesario.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Segundo y tercer ciclos de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Expresión corporal.
Descripción de la actividad
Paso 1. Ponemos música y les pedimos que cierren los ojos y que piensen en alguna situación que nos les gusta:
un problema, un enfado… (unos 2 minutos).
Paso 2. Pedimos que piensen en un animal.
Paso 3. Ponemos música y les pedimos que cierren los ojos. A continuación les indicamos que piensen en
alguna situación que les gusta: una gran alegría, un regalo… (unos 2 minutos).
Paso 4. Les comentamos que piensen en un animal.
Paso 5. En su diario emocional deberán escribir el animal que pensaron en cada uno de los dos ejercicios.
Paso 6. Describen cómo es cada animal: cualidades físicas (pelo, pluma, pico, garra…) y cualidades de com-
portamiento (agresivos, miedosos, valientes…); también escribimos cómo me siento yo con ese animal, qué sen-
timientos me produce.
Paso 7. Cada alumno va leyendo primero la descripción de los dos animales. Una vez que la hayan leído, le
pedimos que la lean poniéndola en primera persona. Por ejemplo: "Yo soy un león, vivo en la selva, soy grande
y fuerte. Soy el rey y mando sobre todo el mundo…".
Paso 8. Se pueden hacer comentarios por parte de todo el alumnado.
Paso 9. Así hasta acabar todo el grupo.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Bolígrafo y diario emocional.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar un par de sesiones.
Se realizará esta actividad a partir del segundo trimestre.
Observaciones
Una variante o ampliación puede ser que el alumnado represente al animal, primero solo y luego interaccionando
con el grupo.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
[Ver contenido adicional en ebiblox]
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Tercer ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada o emergente).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Regulación emocional.
Empatía.
Descripción de la actividad
Paso 1. Se pide al alumnado que escriba aquellos objetivos y principios que marcan su vida, lo que consideran
como irrenunciable. Ponemos el ejemplo de la Constitución: igualdad, justicia…
Paso 2. A continuación indicamos que escriban aquellas características y habilidades personales que les ayudan
a conseguir esos objetivos o principios irrenunciables.
Paso 3. Proponemos que escriban aquellas características que no les permiten alcanzar los objetivos y principios
del paso 1.
Paso 4. Eligen una característica del paso 3 y elaboran estrategias o formas alternativas para que esta caracte-
rística les ayude en la consecución de sus objetivos.
Paso 5. Se van comentando en el gran grupo.
Tipo de agrupamiento
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Segundo y tercer ciclos de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Desarrollo central (planificada).
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Regulación emocional.
Autonomía emocional.
Competencia social.
Expresión corporal.
Descripción de la actividad
Paso 1. Indicamos que cierren los ojos y realizamos la relajación (modelo de Jacobson).
Paso 2. Les pedimos que recuerden el último enfado que han tenido. Tiene que ser un enfado de intensidad
elevada.
Paso 3. Les decimos que recuerden: ¿con quién pasó?, ¿quiénes estaban allí?, ¿cuál fue el motivo del enfado?,
¿qué cosas dijiste y qué cosas te dijeron?, ¿qué hiciste y qué hicieron?, ¿solucionaste el problema?, ¿cómo te
quedaste después del enfado?
Paso 4. El alumnado abre los ojos y, en su diario emocional, escribe todas las respuestas a las preguntas que
hemos planteado.
Paso 5. Proponen alternativas a lo que sucedió y profundizamos realizando preguntas como: ¿el motivo merecía
la pena?, ¿qué otras expresiones podrías haber utilizado?…
Paso 6. Realizamos una ronda en gran grupo y se exponen los distintos casos (ver anexo 10).
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Bolígrafo y diario emocional.
Temporalización
Esta actividad puede ocupar un par de sesiones.
Se llevará a cabo esta actividad desde el primer trimestre.
Observaciones
Puede ocurrir que el alumnado pueda opinar que ese enfado era justo y legítimo, que la situación lo merecía.
Esto debemos tenerlo en cuenta, porque no se trata de suprimir la rabia, sino de tomar conciencia de ella y de
llegar a procesos de autorregulación.
Adaptación a otros niveles educativos
No se adaptaría.
Material de apoyo al profesorado
Ver anexo 10.
Fuente bibliográfica
Elaboración propia.
Nivel educativo en el que se puede realizar
Segundo y tercer ciclos de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Universidad, Formación del Profesorado.
Momento según la estructura de la sesión
Cierre.
Aspectos a trabajar
Conciencia emocional.
Autonomía emocional.
Empatía.
Competencia social.
Descripción de la actividad
Paso 1. Pedimos a los participantes que cierren los ojos, que respiren profundamente y que piensen y sientan
sobre tres cuestiones: ¿qué han aprendido en este proceso de educación emocional?, ¿qué han aportado al grupo?,
¿qué desean para sí mismos y para los miembros del grupo? Podemos acompañar este proceso con una audición
de música (de la ópera Norma, de Bellini, "Casta diva", interpretada por Maria Callas).
Paso 2. Transcurridos unos minutos, escriben en sus cuadernos las respuestas a las cuestiones.
Paso 3. Sentados en círculo, cada persona va comentando en gran grupo sus aportaciones. Así hasta que todos
y todas hayan participado.
Tipo de agrupamiento
Individual y gran grupo.
Material necesario
Además de la observación que como docentes realizamos en cada una de nuestras intervenciones y las anota-
ciones que vamos recogiendo en nuestro diario sobre el grupo, para evaluar el desarrollo del alumnado en referencia
a las competencias emocionales, tenemos en cuenta:
– Las aportaciones realizadas en los diarios de cada una de las personas que componen el grupo.
– Las entrevistas individuales.
– La posibilidad de autoevaluarse que se ofrece al alumnado.
Esta autoevaluación (ver anexo 11), que normalmente realizamos antes de la última sesión de cada trimestre,
creemos que permite y favorece la toma de conciencia sobre su propio desarrollo y crecimiento dentro de la
asignatura, y de ahí que sea el instrumento que vamos a ofrecer en este proyecto que presentamos.
Pensamos que la autoevaluación va en la línea que venimos preconizando, pues ofrece al alumnado la oportu-
nidad de que exprese lo que piensa y lo que siente, y que valore su propio recorrido dentro de la asignatura de
Educación Emocional. A continuación pasamos a describir en qué consiste esta autoevaluación.
En las dos primeras preguntas se indica al alumnado que valore cómo ha sido su participación y su comporta-
miento, ofreciéndole para ello cinco posibles respuestas:
– Muy buena/Buena/Regular/Poco/Nada, en el caso de la participación.
– Muy bueno/Bueno/Regular/Incorrecto/Muy incorrecto, en el caso del comportamiento.
Además, se le ofrece un espacio para que describa, con sus propias palabras, la opción elegida.
La tercera pregunta se centra en el aprendizaje. Preguntamos al alumno o alumna qué ha aprendido y para qué
le sirve, ofreciéndole diferentes contextos (escolar, familiar, social y consigo mismo); dejamos una opción abierta
que marcamos como "Otros", ya que a estas edades puede participar de diferentes actividades, como equipos de
fútbol, grupos de teatro o baile, etc.
En la cuarta pregunta nos interesamos por saber cómo se siente en la asignatura. La quinta queda reservada para
que describa propuestas sobre lo que le gustaría hacer dentro de la asignatura.
Si no tomamos conciencia de ello, vamos por el mundo en automático. Esto para nosotros significa vivir siendo
espectador de lo que acontece y no protagonista. La sociedad en la que vivimos nos incita a ello, por tanto movi-
miento, transformación y cambio.
Pensamos y creemos que la educación es el motor de la sociedad, es el arma más potente que tenemos. Pero no
podemos verla desde un solo prisma, sino en su globalidad, contemplando y respetando todos los ámbitos que nos
hacen personas: emocional, corporal, espiritual y mental.
Somos un todo, en interacción e interrelación con lo que somos y con lo que vivimos, nuestro entorno social.
Y ¿por qué nos simplificamos en un solo aspecto? En esa simplificación perdemos nuestra valía y aparece el miedo
por lo desconocido, por lo inesperado, por no controlar lo que nos rodea.
Fantasía absoluta la que construimos, porque la realidad se caracteriza por ser dinámica y descontrolada, además
de muy amplia, porque cada uno la construye desde su propia perspectiva, experiencia y sentimientos. Si nos
empeñamos en estar pre-parados (es decir, parados antes de empezar), nunca arriesgamos ni ponemos en juego
lo que en muchas ocasiones nos dicta el corazón y para nuestra mente. Con esto no queremos decir que no haya
que tener una formación mínima para llevar a cabo este tipo de intervenciones, sino daros ánimo y apoyo para
que experimentéis y, sobre todo, para que os atreváis a construir clases con alma. Así lo hemos vivido nosotros
como un sentimiento muy gratificante y positivo que queremos compartir.
Consideramos, creemos y defendemos que no podemos pedir a nuestro alumnado lo que nosotros no somos
capaces de hacer. Por ello, como bien dicen autores de la talla de Fernández-Berrocal y Extremera (2004) y
Fernández Domínguez (2005), entre otros muchos, hay que empezar por nosotros, por madurar en lo emocional
y en lo personal. Aunque nos convirtamos en "compañeros de viaje" de nuestro alumnado, no debemos olvidar ni
obviar nuestro papel de guía y de apoyo.
La elaboración de este libro nos ha permitido crecer, en el sentido en que hemos podido plasmar el trabajo que
llevamos realizando y defendiendo desde hace varios años y del que sentimos la necesidad de poner en conoci-
miento con el fin de divulgar otra forma de entender, vivir, sentir y experimentar esta gran aventura que es la
Educación Emocional. Nos ha facilitado el reflexionar y ahondar más en este modelo que hemos denominado
"Antiprograma". Con él, lo que perseguimos es mostrar la vertiente vivencial de la Educación Emocional, par-
tiendo de lo emergente e inesperado, defendiendo que el alumnado debe tener un espacio y tiempo para aprender
a ser y a convivir, para poder expresarse desde la libertad y el respeto, donde pueda exteriorizar lo que le preocupa
y enunciar lo que necesita y le interesa; donde los juicios, la crítica y el poner en ridículo quedan fuera de nuestra
actuación y enseñamos, por tanto, a que también ellos y ellas lo vayan haciendo fuera de las cuatro paredes del
aula; donde el clima que creemos entre ellos y nosotros favorezca lo saludable, lo humano, lo auténtico, haciéndoles
ver que son lo más importante y que nos importa su bienestar.
No nos gustaría terminar estas líneas sin enunciar la siguiente reflexión: para nosotros la Educación Emocional
es tan importante y relevante porque permite dar cabida a lo que pensamos que nos define, nos motiva, nos invade,
nos constituye, nos hace decantarnos por un aspecto u otro en la toma de decisiones, nos adapta al entorno, nos
comunica, nos desarrolla como seres individuales y sociales, nos hace movernos por el mundo y nos acompaña
en cada instante de nuestra vida: las emociones y los sentimientos.
Desde la certeza que nos vamos a encontrar en este camino, un gran abrazo.
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Páginas web
Eduard Punset
http://www.eduardpunset.es/418/charlas-con/la-felicidad-es-un-estado-de-flujo. Consultada el 14-10-2014.
Recoge una entrevista mantenida con Mihaly Csikszentmihalyi, en la que se define el estado de flujo.
Al profesorado del IES ASTA REGIA y al Equipo Directivo por su apoyo y por ser la otra parte
que hace realidad este trabajo. Especialmente al equipo de compañeros y compañeras que
hemos compartido este proceso lleno de ilusión y de incertidumbres: Esperanza, José
Manuel, Nieves, Peggy y Ricardo.
A nuestro alumnado con los que curso tras curso hemos compartido tristezas y alegrías desde
una relación de persona a persona. Gracias por mostrarnos el camino y enseñarnos tanto. Sin
vosotros, nada de esto sería posible. Es muy emocionante crecer juntos.
Al Taller de Madres de Educación Emocional del IES ASTA REGIA, por estos cuatro años de
crecimiento, por vuestras ganas de mejora, por vuestro corazón enorme: Carmen, Clara, Chelo,
Deborah, Dori, Eva, Irene, Isabel, Leticia, Loli, Lourdes, Luisa R, Luisa T, Maleni, Manuela,
María, María del Mar, María Jesús, Mari Paz, Maribel, Paqui, Rosario
A todas y cada una de las personas que han formado y forman parte del grupo de trabajo de la
zona de Sanlúcar y Jerez, pioneros de la educación emocional e incansables luchadores por un
mundo mejor: Alicia, Ana B, Ana C, Ana M, Analia, Belén, Carmen, Carmen Ll, Carmen M,
Charo, Chelo, Clara, Conchi, Consuelo, Elvira, Encarna, Estefanía, Eva, Inma, Inma F, José
Manuel, Juan Cristóbal, Leticia, Leticia L, Mabel, María Carmen H, María José, Maribel, Mariu,
Marta, Mati, Mercedes, Mercedes M, Mercedes O, Miguel, Mila, Miriam, Montaña, Paco,
Paqui, Patricia, Peggy, Pepe, Pili A, Rosalia, Silvia, Sonia, Vanesa.
A los compañeros y compañeras del CEIP Andalucía de las Tres Mil Viviendas de Sevilla, en un
aprendizaje compartido por la inclusión social, por su generosidad y su sensibilidad social:
Alicia, Ana C, Ana H, Ana G, Ángela, Beatriz, Carmen, Ceferino, Dolores, Elisa, Elizabeth,
Federico, F. Germán, Inés, Inmaculada, Jennifer, Luz del Mar, Manuel, María del Carmen,
Mercedes, Pablo, Raquel, Remedios, Rocío, Sofía, Soledad.
A todos los compañeros y compañeras que han participado en numerosos talleres y cursos
de formación confiando en nuestras propuestas por su entrega y por sus ganas de innovar la
escuela.
A Lourdes Martí, por lo compartido en este proceso desde la complicidad y el cariño por la
escuela y el mundo que soñamos.
A Carles Mestre, por su profesionalidad e interés y por su mirada tierna y amorosa a través del
objetivo.
De corazón a corazón
Laura y Antonio
ANEXOS
ANTIPROGRAMA DE
EDUCACIÓN EMOCIONAL
NOMBRE
GRUPO: FECHA:
ESCRIBE EN CADA CUADRO PALABRAS Y/0 EXPRESIONES QUE SIRVAN PARA
PODER EXPLICAR CADA UNA DE ESTAS EMOCIONES.
RABIA (IRA, CABREO) ALEGRÍA (PLACER)
MIEDO TRISTEZA
SORPRESA ASCO
1
NOMBRE
GRUPO: FECHA:
ESCRIBE EN CADA CUADRO SITUACIONES O COSAS QUE TE PASEN Y TE HAGAN
SENTIR ESTAS EMOCIONES.
RABIA (IRA, CABREO) ALEGRÍA (PLACER)
MIEDO TRISTEZA
SORPRESA ASCO
2
ACCIÓN EMOCIÓN/SENTIMIENTO QUE PROVOCA ACCIÓN/ REACCIÓN
REGALO DESEO NECESIDAD
LO QUE SUCEDE
ACCIÓN EMOCIÓN/SENTIMIENTO QUE PROVOCA ACCIÓN/ REACCIÓN
La alumna María de 1º de ESO, le dice a su Pilar, se enfada mucho con su compañera, Pilar le dice a María, que la deje en paz y que se
compañera Pilar, que es una falsa y una egoísta y adoptando una postura corporal en la que levanta calle de una vez, porque le va a pegar una torta.
que no quiere verla ni en pintura. el puño, mentón hacia adelante y mandíbula
apretada.
INTERVENCIÓN DEL PROFESOR/A Y DEL RESTO DEL ALUMNADO
Se le plantea a María que elabore una forma Le preguntamos a Pilar, dando por legítimo su Le planteamos a Pilar que elabore una forma
asertiva de decirle a Pilar lo que siente y lo que enfado, la alternativa que podría elaborar y de asertiva de decirle a María lo que piense sin
piensa sin insultarle. Una vez elaborada le qué manera podría haber rebajado la intensidad insultarle y sin amenazarle. Si tiene dudas,
decimos a María que se la diga a Pilar. Insistimos de su enfado, demostrando lo que siente de podemos plantearle al grupo que le ayude. Se lo
en que el conflicto no hubiera surgido si se manera asertiva. dice a María y le preguntamos a María cómo se
hubiera actuado de esta manera. Aquí podríamos comentar, técnicas de relajación, siente con esa respuesta. Insistimos de nuevo en
técnicas de control de impulso, … que el conflicto no continuaría si hubiera actuado
de esta manera.
LO QUE SUCEDE
EMOCIÓN/SENTIMIENTO QUE PROVOCA ACCIÓN/ REACCIÓN EMOCIÓN/SENTIMIENTO QUE PROVOCA
María, se pone muy nerviosa y muestra signos de María y Pilar se agreden mutuamente. María y Pilar pierden el control totalmente.
cabreo. Pilar se enfada mucho más. Se gritan
Al entrar en clase, nos sentamos y el formador pide un voluntario/a. Entre las personas
que salen, elige a este alumno. Le pide que se levante y cierre los ojos. A continuación,
le da un folio (en este folio, está escrito en medio el nombre de este alumno y a su
alrededor el de las compañeras a las que ha insultado) y se le pide que lo arrugue, que
lo tire y que lo pise. Todo esto con los ojos cerrados, por lo que no sabe lo que
contiene el folio. Ahora, el formador le indica que tiene que repetir lo que él le diga (le
va diciendo los mismos motes que el utiliza con los demás) señalando todo el tiempo al
papel arrugado que está en el suelo. Introduce frases como: no me gusta portarme
bien, mi comportamiento hace daño a la gente, … Una vez que se han terminado los
insultos, le pide que abra los ojos, se siente, coja la bola de papel y la abra para leer
qué pone en ella. Se da cuenta que su nombre está también escrito y el formador le
dice que es porque cuando uno insulta a otra persona, no sólo le hace daño al que está
insultando sino a uno mismo. Añade, que con lo que hacemos y decimos, las personas
que nos rodean van creando su opinión, imagen y concepción de nosotros/as y con
estos comportamientos no nos estamos haciendo ningún favor.
A continuación, para profundizar en la reflexión, se le pide que deje el papel igual que
estaba al principio cuando se le dió. El alumno, lo intenta y se da cuenta de que es
imposible. Entonces el formador, pregunta al grupo, que parte de lo que somos
representa este papel y una alumna dice que nuestro corazón. El formador, añade que
una vez que nos lo han arrugado haciéndonos daño, por ejemplo a través de un
insulto, es difícil que vuelva a ser como al principio. El formador coge el folio, y se lo
muestra a la clase diciendo que cada vez que insultamos a alguien le estamos haciendo
esto en su corazón. Cuando insultamos, el corazón de la otra persona, se arruga y se
pone triste.
Adaptabilidad: parece existir una tendencia natural que nos lleva a sentir
apego por las cosas que conforman nuestra vida y, cuanto menos flexibles
seamos ante el cambio, mayores los temores y angustias que estos nos
producirán. La vida de las personas y de las empresas está siempre sometida a
inevitables cambios y, para adaptarse a ellos, se requiere una gran fortaleza
emocional para sentirse cómodo con la inseguridad y mantener la calma ante lo
inesperado.
1.- Distinguir la intensidad y la causa que lo provoca. Una persona está más sana emocionalmente
cuando sus emociones están en la centralidad.
2.- Hablamos de la rabia en general, la personalizamos en qué cosas nos provocan rabia. ¿Cómo se
siente la rabia en el cuerpo y qué le hace? ¿Cómo expresamos nuestra ira, nuestro proceso de la
rabia? Le pedimos que digan que palabras usan y las analizamos (ataque, golpeadoras, emociones
profundas).
3.- Vamos a facilitarle a nuestros niños y adolescentes nuevas maneras de expresar la rabia.
Para ello tendremos en cuenta la siguiente secuencia, que demos seguir con nuestro
alumnado:
b) Aceptar la rabia, aceptar que forma parte de nuestro comportamiento, de nuestro carácter.
c) Elegir formas alternativas de expresar la rabia. Que nos permitan estar en nuestro sitio, no
tragarnos nada y hacerlo de tal manera que no dañe al otro, ni genere sufrimientos inútiles.
Visualizamos la rabia.-
1.- Poner cuerpo en estado de rabia: cara, cierro puños, acelerar ritmo cardíaco, aumento de
frecuencia respiratoria, subida de temperatura, crispación muscular. (Podemos hacerlo grupalmente
o individualmente, ayudados por la música, fundamentalmente de percusión, rock duro, etc...)
3.- Es bueno que se escriba después lo trabajado. Hacemos una ronda y lo comentamos, lo podemos
dramatizar, podemos hacer un cuadro con las palabras coincidentes,... etc...
Otras actividades.-
1.- Hablar con alguien de cómo se siente. Por parejas, trío.
2.- Escribir sobre su rabia.
3.- Lista de palabras de rabia y de situaciones (Ficha de vocabulario emocional.
4.-Dibujar, pintar su cabreo.
5.- Apretar o aplastar plastilina, arcilla, barro,.. Podemos pedirle que modelen a los personajes y/o la
escena de la rabia.
6.-Romper un diario.
7.-Hacer bolas de papel, (grandes de periódico, pequeñas con papel cebolla).
8.- Golpear una almohada, cojín, colchoneta,...
9.- Gritarle a una almohada, cojín, muñeco,...
10.- Gritar en la ducha.
11.- Estrujar doblándola una toalla.
12.- Hablarle de nuestras rabias.
13.- Rellenar un cuadrante con los momentos de ira o enfado en una semana y luego escribe las 10
de más o menos frecuencia.
14.- Este momento es difícil. Ayudar a descubrir y expresar sentimientos de ira ocultos debido a
traumas pasados o actuales. Es mejor derivar a especialistas. Esto surge poco a poco.
15.- Imaginación al poder...
NOTA IMPORTANTE: Siempre es bueno poner sus frases en mensajes YO. Al trabajar la rabia es
siempre imprescindible.