Proceso de Teñido de La Fibra de Alpaca PDF
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CURSO: INVESTIGACION EN
INGENIERIA
SECCION: B
PROTOCOLO DEL PROCESO DE TEÑIDO
E HILATURA
GRUPO 6
La industria textil actual trabaja los teñidos con colorantes sintéticos, debido a su facilidad de
trabajo, en tiempos cortos de teñido, buena reproducibilidad lote a lote, amplia gama en la
obtención de colores que van desde los más limpios y brillantes hasta los oscuros e intensos, con
muy buenas solideces al frote, lavado y luz. Debido a estas cualidades de los colorantes sintéticos,
es que la utilización de colorantes naturales es muy reducida, aún más sobre una fibra natural,
y nulo en la fibra especial como la Alpaca Suri.
Es por esto que nos preguntamos: ¿Por qué no teñimos con colorantes naturales nuestra fibra
peruana más reconocida mundialmente como es la Alpaca Suri, cuando las antiguas
civilizaciones más resaltantes como la pre- incaica (Perú), la Maya (México), la Egipcia
(Egipto), etc. tiñeron sus mantos y telares con vistosos colores obtenidos de plantas e insectos,
que hasta el día de hoy se mantienen coloreados?
1.2. Antecedentes
ROSAS, (201 O). Quien realizó trabajo de investigación intitulado "Estudio de las
principales características de la fibra de alpaca grasienta y de las condiciones de su
proceso de lavado"; de la Universidad de Ingeniería Lima. Donde obtuvo rendimiento
de 80%, en el lavado de la fibra de alpaca grasienta.
1.7. Hipótesis
Si aplicamos las herramientas, tales como tintes naturales para el proceso de teñido
propuesto en esta investigación entonces sería posible mejorar significativamente los
procesos en el trabajo que se realiza con la fibra de alpaca.
La fibra
El colorante
El proceso
Estos tres elementos deben ser adecuados y estar en buenas condiciones; de lo contrario,
el teñido no será de buena calidad.
También se necesita para teñir:
LOS COLORANTES
Los colorantes naturales al alcance de la mano suelen ser principalmente aquellos de
origen vegetal, como plantas, cortezas, flores, frutos, semillas, etc. La paleta que ofrece
más frecuentemente el uso estos colorantes contiene, en su mayoría, tonos cálidos, desde
los marrones, anaranjados y ocres hasta los amarillos y verdes. Para los colores más
intensos, como el rojo y el azul, necesitamos colorantes como la cochinilla y el añil o
índigo. Con estos colorantes podemos obtener la otra porción del círculo cromático, es
decir, el rojo y el azul en todas sus gamas.
A continuación, presentamos una lista de las plantas y especies con principios tintóreos,
identificadas entre todos los participantes del taller, partiendo de sus usos, observaciones
en el campo e informaciones ancestrales:
MORDIENTES
La mayoría de los tintes naturales requieren de ciertos fijadores o asistentes para poder teñir.
Estas substancias son denominadas mordientes, las mismas que pueden ser de origen natural o
químico, y facilitan la fijación del tinte a la fibra.
Asimismo, funcionan como elementos que otorgan uniformidad y brillo al color. El mordentado
puede realizarse antes o después del teñido e implica, generalmente, agregar el mordiente en
agua caliente junto con la fibra, que puede estar teñida o no. Para ello, se tienen tres procesos:
Tipos de Mordientes
Antiguamente se empleaban productos naturales como cenizas, sal, orina, jugo de limón,
hojas de algunas plantas, etc. Hoy en día, los mordientes que se emplean son de origen
mineral, mayormente sales metálicas como el hierro, el aluminio y el cobre, las cuales se
disuelven en agua caliente para separar el metal de la sal y, posteriormente, unirse a la fibra
para fijar el tinte.
Herramientas necesarias
Ollas o recipientes: utilizaremos latas u ollas que serán para uso exclusivo del teñido. Estos
recipientes deben lavarse después de cada uso, porque si se dejan con residuos de los
mordientes, podrían perforarse. Para lavarlos, utilizaremos ceniza. Además, debemos tener
en cuenta lo siguiente:
o Las ollas de hierro o de cobre reemplazan el mordiente.
o Las ollas de barro varían las tonalidades.
o Las ollas de aluminio producen colores más suaves.
o Los tarros de lata oscurecen los tonos.
Cocina eléctrica, de gas u hornilla de leña: las utilizaremos para calentar el agua y hervir
los tintes.
Depósitos, tinas o lavadores: los usaremos para los enjuagues y mediciones.
Mortero o batán: lo utilizaremos para moler nuestras plantas antes del teñido.
Cucharón o palo: nos servirá para remover los tintes (su uso será exclusivo para el teñido).
Cuchillo: lo usaremos para cortar nuestras plantas.
Guantes: prenda de protección para cuidar nuestras manos.
Hilado enmadejado: la preparación del hilado en madejas debe ser floja para fijar bien el
color al hilado.
Colador o tela para filtrar: la usaremos para separar los ingredientes ya usados del tinte.
Podemos usar tocuyo o gasa.
Balanza gramera: para llevar un correcto control de nuestras medidas.
Reloj: para las labores que precisen tiempos entre un proceso y otro. Si no se cuenta con un
reloj, se puede emplear un cronómetro o el reloj del teléfono celular.
Medidor de agua o litrera: para controlar el uso del agua en nuestras mezclas.
Cucharas: para separar y medir los mordientes.
El teñido
Finalmente, una vez culminado el proceso de teñido, se lavarán las madejas con jabón
suave.
c. Secado
Se recomienda secar bajo la sombre, de preferencia en un lugar frio y con poca luz, hasta
que seque y se fije el color.
La forma más antigua del hilado es la que emplea la rueca o la mano y el huso para
torcer y enrollar el hilo. El origen del hilado es muy antiguo. Los egipcios atribuían su
invención a Isis, los chinos al emperador ChaoYro, los griegos a Minerva. En diversos
yacimientos arqueológicos, particularmente en tumbas, se han encontrado restos de
instrumentos para hilar, muy semejantes a los que aún se usan en diversas regiones
rurales del mundo. El huso es un instrumento manual, generalmente una pequeña vara,
de figura cilíndrica, más larga que gruesa, que va adelgazándose desde e medio hacia
los extremos y que puede tener uno o ambos extremos puntiagudos, con un contrapeso
o tortero, al centro o cerca del extremo inferior, para que haga contrapeso a la mano, y
sirve para hilar torciendo la hebra y devanando en él lo hilado. Cuando la rueca está
preparada, la hilandera toma cierto número de fibras que fija en el huso. Luego hace
girar rápidamente éste entre el pulgar y el índice o cordial y lo deja colgar. Este
movimiento enrolla y tuerce las fibras en un hilo que no se interrumpe, porque es
renovado permanentemente con nuevas fibras que va sacando de la rueca a medida que
se forma la trenza. El huso puede girar suspendido en el aire o con el extremo inferior
apoyado sobre el suelo o sobre cualquier otra superficie, incluso en un pequeño depósito
de arcilla cocida. El primer caso es una práctica al parecer propia del área euroasiática
o africana, mientras que la segunda es netamente americana. La rueca es generalmente
una vara de caña o madera con entalladuras, un rocadero o hendidura en lo alto, de
modo que pueda abrirse o formar una especie de cesta, en la que se coloca la fibra que se
quiere hilar, que se sujeta amarrándola con una cinta, cordel o con un aro, como se ve
representado en las ruecas egipcias. Su forma y longitud es variada
El tortero o tortera es la rodaja que se pone en la parte inferior del huso, y ayuda a torcer
la hebra. Su forma, tamaño y peso varían. Puede ser desde un simple fruto o una cáscara
perforada en el centro, hasta una pieza especialmente preparada, sea de arcilla, piedra
o hueso, de forma sencilla; circular, cuadrada rectangular, hasta formas complejas
elaboradas y decoradas. Concluido el proceso de hilado viene el tejido, esto es el
entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer la tela. Es probable que varios
pueblos descubrieran independientemente el tejido en diversas partes del mundo. Los
habitantes de Mesopotamia pudieron haberlo aprendido de los egipcios. Según cierta
leyenda, una princesa china ya elaboraba telas de seda 2700 a.C. Los griegos fueron
expertos tejedores. En el Perú prehispánico el tejido tiene una historia que se remonta a
2000 años a.C. y constituye una de las manifestaciones más notables del mundo
antiguo.
FIBRAS TEXTILES
RAVINES, Roger (1989:pp.270-271), nos dice que la denominan fibras textiles a las
sustancias que sometidas a una elaboración conveniente, pueden formar hilos delgados,
resistentes y elásticos, susceptibles de ser blanqueados y teñidos. De acuerdo a su
naturaleza se dividen en dos grupos: a. naturales y b. artificiales. Las primeras se
clasifican a su vez en animales, vegetales y minerales. A las segundas pertenecen las
fibras sintéticas. El número de fibras vegetales conocidas sobrepasa las 700 especies. Del
mismo modo, aunque no en igual proporción, las fibras animales también son
numerosas. Por ahora las fibras minerales y artificiales no tienen mayor importancia
desde el punto de vista arqueológico.
Entre las principales fibras textiles vegetales se tienen de algodón, lino, cáñamo, yute,
ramio, formio, abaca, pita, turba. Por su uso se clasifican en: a. fibras textiles
propiamente dichas: algodón, lino, cañamo, yute. b. Fibras para cordelería: pita,
palmera, esparto, c. Fibras para espartería, coco, pita, palmera, d. Fibras para
colchonería: algodón, ágave; e. Fibras para papelería: yute, esparto, morera.
HILOS
Según RAVINES, Roger (1989:pp.273-274), el hilo es un cilindro de una longitud
indefinida, compuesto de fibras reunidas entre sí mediante una torsión o procedimiento
adecuado, capaces de darle la adherencia necesaria para ser manipuladas. De las
características de un hilo dos son las más importantes: grueso y torsión. El grueso de un
hilo está determinado por el número, que es una cifra que nos da el peso de una longitud
conocida, o bien la longitud de un hilo que entra en un peso conocido. La torsión, sea
cual fuere la naturaleza del hilo, tiene por objeto asegurar la cohesión mutua entre
fibras, a fin de dar resistencia y elasticidad a la tracción del conjunto fibroso que
constituye el hilo. Pueden distinguirse cuatro tipos de torsión: a floja, b compensada, c
lisa y d fuerte. En el análisis de tejidos, la torsión debe determinarse con la mayor
exactitud posible, ya que su grado y sentido hacen variar notablemente su aspecto. Un
hilo puede ser torcido en dos sentidos, izquierda o derecha. El hilo está torcido a la
derecha o torsión S, cuando sus espiras giran en el mismo sentido que las agujas del
reloj, o van de izquierda a derecha. Esta torcido a la izquierda o torsión Z, cuando sus
espiras giran en sentido contrario a las agujas de un reloj o van de derecha a izquierda
en su dirección de descenso.
TINTES Y TEÑIDO
Según RAVINES, Roger (1989:pp.274-275), el empleo de materiales colorantes fue
indudablemente anterior a la manufactura de tejidos, y su uso para el teñido de las fibras
así como su aplicación a las telas resulta evidentemente una extensión lógica del arte de la
pintura En general, los tintes se obtenían de productos animales, vegetales y minerales. Al
parecer, las plantas proporcionan el mayor número de tintes o posibilidades tintóreas.
Experimentos realizados en el Perú han de-mostrado, por ejemplo, que existen de veinte a
cuarenta plantas nativas cuyas raíces, tallos, hojas o cortezas son susceptibles de producir
entre 10 y 20 tonalidades de rojo, azul, amarillo, negro, marrón, morado (Zumbühl 1979;
Mullins y Meyer 1972). La cochinilla de nopal o grana, Coccuscacti, insecto homóptero
originario de México, así como la Purpura patula L., molusco de la familia Thaisidae,
frecuente en las costas de Florida a México, fueron utilizadas indudablemente en el área
mesoamericana durante la época prehispánica para la obtención del rojo o púrpura En el
teñido se reconocen, en general, tres procedimientos: teñido directo en frío, teñido directo
en caliente y teñido en caliente por etapas. En general, se tiñen las fibras ya hiladas Sin
embargo, en algunos casos, sobre todo en el antiguo Perú, se teñía el algodón en borra,
antes de quitarle las pepas. En cuanto a los mordientes y refines empleados son muy
variados, desde vegetales ácidos, tales como Oxalis, Curisia; productos con tanino, ceniza,
orines fermentados, barro negro podrido, tal vez rico en sales de hierro y taninos o tanatos;
alumbre, sulfato de cobre y sales de los manantiales, aparte del sulfato de hierro llamado
caparrosa verde, para distinguirlo del sulfato de cobre que es caparrosa azul
El uso de mordientes tiene por objeto fijar o desarrollar el color de las fibras. En el primer
caso se combina con la fibra y forma un cuerpo afín con la materia colorante. En el otro
pasa a ser un constituyente esencial del color a depositarse en la fibra, formando lo que en
tintorería se llama una verdadera laca.
Autoclaves: Las autoclaves tienen la ventaja de poder tintar el género una vez que
éste haya sido empaquetado; pero por el hecho de tintar en paquete, la cuestión más
importante a tener en cuenta es la igualación de color en toda la masa, que será más
problemática cuanto mayor sea la velocidad de fijación del colorante; velocidad
controlada mediante la temperatura y electrolitos.
Esquema de la autoclave:
a. De corona circular; empleado para floca, dentro circula el baño nada más
en sentido I-D.
b. En forma de espada; empleado para mechas de peinado, que se enrollan
sobre varias bobinas de un tubo perforado.
c. De bobina perforada; sobre ella se enrollan directamente los hilos. C es la
bomba impulsora del baño tintóreo, capaz de mantenerlo continuamente
en movimiento y capaz de invertir, a intervalos, el sentido de circulación
del baño a través de la materia a tinturar.
1)Calentador y refrigerador del baño, para poder modificar con cierta rapidez
la temperatura, según convenga.
El enconado del hilo debe ofrecer siempre suficiente permeabilidad para una circulación
constante y regular de la corriente del baño. El problema más importante que se puede
plantear en la tintura en autoclave es el de la cavitación de la bomba, es decir la formación
de burbujas entre la materia textil, hecho que es considerado como una avería. Los
torbellinos de líquido, igualmente, pueden darse al invertir el sentido de la corriente.
Teñido en cuerda o torniquete: En este sistema, el movimiento del sustrato a través del
baño es el que crea la circulación del mismo, a base de agitarlo suave pero constantemente.
Estas máquinas pueden ser abiertas o cerradas, pero en ninguno de los casos se pueden
teñir telas que requieran una temperatura mayor a los 100ºC, por ende no sirven para
teñir telas de poliéster. Si el colorante no posee buena migración, este sistema no será
apropiado; y si el colorante es fácilmente oxidable, tampoco, porque el material tiene
contacto permanente con el medio ambiente, mientras es arrastrado durante el proceso.
Teñido en jet: En esta máquina el textil se mueve dentro de una corriente de baño
tintóreo.
Fue éste el método para solventar los problemas de la tintura de poliéster a alta
temperatura (HT). Es actualmente el método más difundido, el más eficiente y el menos
contaminante. La inclusión de un agente emulsionante con características tensioactivas
se recomienda en caso de sustratos conteniendo aceites remanentes de tejeduría, de difícil
eliminación en el pre-tratamiento o por ausencia de éste. Lo ideal a la hora de teñir
poliéster es utilizar colorante 'disperso'. En el 'jet' la tracción del sustrato se efectúa por
un rodillo que lo conduce a través de un tubo por el que circula el baño en el mismo
sentido.
El teñido de madejas: Las máquinas empleadas para la tintura de madejas son TIPO
I. Se tiñen en madejas hilos regulares pero voluminosos, ya que nunca han sido prensados
durante el proceso, ni siquiera por su propio peso. Suelen teñirse así los hilos destinados
a tejer géneros de punto. Por lo general son lanas cardadas, algodones, gruesos y acrílicos.
En estas máquinas las madejas se cuelgan de un soporte horizontal y entre las madejas
debe proporcionarse una circulación uniforme de solución de colorante, para obtener una
buena igualación. El procedimiento empieza con el devanado del hilo y la fabricación de
las madejas, para lo cual se utiliza maquinaria especializada. La seda en filamentos es
recomendable teñirla en madejas. Se prefiere el teñido en conos o bobinas sobre el teñido
por madejas debido a que el enmadejado es un proceso comparativamente costoso, porque
requiere de más espacio de trabajo y porque la hilaza teñida en madejas debe ser
posteriormente enconada en bobinas, conos o carretes, para poderla tejer industrialmente.
Las cubetas o canoas pasteras deben tener unas dimensiones adecuadas para acoger el
mínimo indispensable de solución tintórea y que ésta se renueve constantemente, de forma
automática, manteniendo siempre invariable su concentración y todas las demás
constantes de presión, temperatura, etc. La buena impregnación en la cubeta o canoa
pastera depende, en primer lugar de la afinidad entre colorante y el sustrato; pero también
de la solución en sí, puesto que ella transporta el colorante a la fibra o tejido. Las fuerzas
tenso-activas entre la solución y el sustrato condicionan la rapidez y efectividad de la
impregnación; por ello es corriente que a la solución tintórea se añadan productos
humectantes.
Bosquejo lateral y fotografía frontal de un foulard de fabricación eslovaca
Este tipo de teñido por impregnación se lleva a cabo en dos o tres etapas:
Existen varios métodos, pero hay dos que son los principales o los más usados, ambos
están debidamente desarrollados y ambos son aplicables a grandes producciones, que se
procesan con una gran economía de costos, especialmente de mano de obra. En ambos
casos, si la solución tintórea tiene afinidad por el sustrato que procesamos, esta primera
operación habrá efectuado una buena impregnación con una distribución uniforme del
colorante; pero si esa afinidad entre colorante y fibra no existe, la distribución será tan
irregular que no hará aconsejable este método. Los equipos son costosos y requieren en
general una gran disponibilidad de espacio.
Tipos de foulardado
Una vez el sustrato ha sido impregnado, se procede a la fijación del colorante sobre este.
Si el coeficiente de difusión del colorante es elevado y la afinidad entre el colorante y el
sustrato también, esto permite que este proceso de fijación se haga a temperatura inferior
a los 100ºC. De no ser así, se deben buscar otras alternativas y para eso existen en la
industria varios sistemas de fijación. Según el medio y el método de calentamiento, si lo
hay, tendremos los siguientes tipos de foulardados, diferenciados además por
calentamiento en seco o en frío.
Foulard a la continua (Pad dry): Foulardado con difusión y fijado en seco. Puede
haber o no un secado intermedio, entre 100ºC y 150ºC dependiendo del sustrato;
en ese caso el fijado posterior será en temperaturas que oscilen entre 150º C y
160ºC. La tela pasa continuamente por un baño donde se impregna con el baño
del color, se desarrolla el mismo, se seca y finalmente se recoge en rollos la tela
terminada.
Teñido por agotamiento TIPO II: Con el sustrato en movimiento y la solución fija
En algunas fábricas, se acostumbra hacer este proceso seguido de un pad steam, como
vemos aquí:
Los tratamientos posteriores al teñido tienen como finalidad conseguir las características
de color y solidez deseadas.
La forma de hilar las fibras y de obtener los hilados influye directamente en las
propiedades y apariencia del tejido final. La dirección del hilado influye en la textura
del tejido.
Las fibras naturales, excepto la seda, son cortas; se procesan para producir hilados con
los que se fabricarán tejidos. Los no tejidos se producen directamente de la fibra. Las
«fibras químicas», tanto artificiales como sintéticas, pasan por el proceso de hilado
durante su manufactura; esto da lugar a filamentos largos y continuos que deben
cortarse si se van a mezclar con fibras naturales.
El hilado se realiza en varias etapas. El proceso de la fabricación del hilo puede ser de
dos tipos: artesanal e industrial.
Tipos de Procesos
Artesanal
o Manual: Simplemente retorcer las fibras con la mano desnuda; usada, por
ejemplo, en los pueblos indígenas del Perú para fabricar cuerdas a partir de
hierbas secas.
o Huso de Hilar
o Máquina de hilar o rueca
Industrial
El proceso para fabricar hilo comienza en unas máquinas llamadas «peinadoras» que
precisamente tienen esa función, peinar la fibra por medio de agujas; después la fibra
pasa por un mecanismo llamado «frotador», donde la fibra se estira y enrolla en tubos
para pasar al siguiente proceso en las continuas donde por medio de rodillos y anillos
se da torsión a la fibra para hacerla hilo; posteriormente pasa a la sección de torcido
donde se juntan dos o más hebras.
o Hilatura de anillos
o Hilatura a rotor
o Extrusión de fibras sintéticas
El principio general del teñido por agotamiento con colorantes reactivos, es promover tanto
colorante como sea posible a moverse hacia la fibra durante un período de 30-45 minutos
añadiendo una alta concentración de sal al baño neutro. Por lo tanto, la mayoría de los
colorantes se agotan hacia la fibra antes de agregar el álcali, proporcionando así las mejores
condiciones posibles para la fijación antes de dar inicio a la reacción colorante-fibra. Una vez
que el proceso de migración se completa, el álcali se añade y la fijación continúa durante otros
30-60 minutos.
Para los colorantes muy reactivos, la temperatura del teñido se puede establecer entre 30 y 60
°C, dependiendo del tipo de tejido y la fuerza del álcali. Usualmente, se utiliza un pH de 10-
10,5 y una temperatura de teñido de 40 °C, y la fijación se realiza con carbonato de sodio como
álcali.
Durante este proceso de fijación, el colorante hidrolizado también se agota hacia las fibras. Para
eliminar posibles manchas ligadas a este colorante, todos los teñidos reactivos son sometidos a
un lavado a fondo al final de la fase de teñido. El método empleado con colorantes de baja
reactividad en principio es idéntica, siendo la diferencia el uso de una temperatura de teñido
entre 65 y 90 °C y un álcali más fuerte es decir, un pH más alto, generalmente 10,5-11, la
fijación también es con carbonato de sodio (Ingamells, 1993).
La velocidad de reacción entre el colorante y la celulosa es proporcional a la concentración de
colorante en la fibra. Consecuentemente cuanto mayor es la sustantividad, mayor es el
agotamiento y más rápida será la reacción con la celulosa cuando el baño se alcaliniza. En el
método de teñido por agotamiento, se requiere lograr un equilibrio entre alcanzar la fijación
más eficiente, el mayor grado de tintura y la más completa remoción de colorante hidrolizado.
La sustantividad se puede incrementar mediante el aumento de la concentración de electrolitos
antes de añadir álcali al baño.
El grado de agotamiento del baño en función del tiempo, describe la velocidad y la duración
del proceso de teñido. Para un solo colorante, el agotamiento se define como la masa de colorante
tomado por el material dividido por la masa de colorante inicial en el baño.
Una vez el colorante haya reaccionado con el algodón, la migración es imposible. Por esta razón,
en las primeras etapas del proceso las condiciones de teñido no promueven la reacción entre los
colorantes y la fibra, permitiendo a los colorantes migrar de fibra a fibra. La reacción del
colorante con el algodón inicia tan pronto como el pH del baño aumente con la adición del
carbonato de sodio como álcali (Broadbent, 2001).
Figura 2.7 Diagrama que representa variaciones en el agotamiento de colorante (a), reacción
con la fibra (b), temperatura y adición de productos químicos (c), para teñidos de algodón con
colorantes reactivos de baja sustantitividad y reactividad (Broadbent, 2001).
En este caso se asume que el proceso de teñido consiste en la transferencia de una molécula de
colorante del baño de tintura hacia la fibra. Usualmente involucra tres pasos
Usualmente se asume que la difusión del colorante dentro de la fibra controla la velocidad de
tintura. Esto se debe a que la difusión en un polímero es mucho más difícil que en una solución,
debido a las interacciones colorante-fibra y a la obstrucción de los poros por las moléculas de la
fibra. Por otro lado, la concentración de colorante adsorbida en la superficie de la fibra logra
rápidamente un valor constante del estado de equilibrio.
Las curvas de agotamiento caracterizan las propiedades de teñido de un colorante y son útiles
para seleccionar colorantes compatibles. Uno de los objetivos principales de la tintorería es
producir tela que posea el tono de color exacto deseado por el cliente. Esto usualmente requiere
el uso de una mezcla de colorantes, con frecuencia una mezcla de rojo, azul y amarillo. Todos
ellos deberían tener aproximadamente la misma velocidad de tintura y tasas de agotamiento
muy similares, cuando son usados en mezclas en las condiciones de teñido dadas. Durante el
teñido, el color de la tela se oscurecerá gradualmente, sin variar el color y manteniendo siempre
la misma tonalidad, ya que los colorantes son absorbidos en la misma proporción durante todo
el proceso.
En cambio, si los colorantes no tienen aproximadamente la misma velocidad de tintura, el color
estará constantemente cambiando desde el color que absorbe más rápidamente hacia los que
absorbe más lentamente, los cuales permanecen aún en el baño. Las mezclas de colorantes que
forman un color, sin cambio de tonalidad, se dice que son compatibles. Rara vez se pueden
mezclar colorantes con diferentes grupos reactivos debido a que difieren en cuanto a sus
características y reactividad, por lo que se emplean colorantes que contengan el mismo grupo
reactivo y similar sustantividad. Los colorantes compatibles deben tener agotamientos de baño
y solideces similares (Broadbent, 2001).
1. Baby Alpaca - BL: Varía alrededor de 19 a 22.5 micrones; Se obtiene tanto del "Tui2
", como de una parte del vellón de animales adultos, la cual alcanza igual finura. El
uso se concentra en finas prendas de tejido de punto, chales y otros.
2. Fleece - FS: Varía entre 25.5 a 26.5 Mc. Usado para la elaboración de sacos y abrigos.
3. Suri Baby- SU-BL: Cuenta con micronaje de 22.5. Usado en finas pashminas, chales.
4. Suri – SU: Cuenta con micronaje de 27.5. Usado para la elaboración de sacos y abrigos.
5. Huarizo - HZ: Se encuentra entre 30 a 31 Micrones. Su utilización se da en un 100%
o en mezclas con otras fibras naturales o artificiales para tejido de punto.
6. Coarse - AG: Varía entre 33 a 36 Micrones. Su utilización pueda darse en un 100% o
en mezclas con otras fibras naturales o artificiales, para tejido plano en tapicerías,
alfombras, forros, etc.
PROPIEDADES FISICAS
a. Elongación y Resistencia: Otorgada por la uniformidad y sincronizado del
rizo que se da en el crecimiento natural de la fibra.
b. Factor de Comfort: Esta dada por la sensación de suavidad, la tersura, la
humedad y el carácter mismo de la fibra.
c. Propiedad Térmica: Actúa como un aislante que mantiene la temperatura
corporal en sus niveles normales; esto debido a la cavidad o vacío de aire que
posee cada una de las fibras.
d. Resistencia a la tracción y flexibilidad: Sobresaliendo en resistencia
ampliamente a comparación de otras fibras como la lana de Merino y el
Mohair.
e. Durabilidad: Se conserva admirablemente en el tiempo, no sufriendo daños
por hongos u otros microorganismos.
f. Color: Obteniéndose más de veinticinco colores naturales, tonos que van desde
blancos, grises, marrones hasta llegar al negro.
CAPITULO 6: EVALUACIÓN DEL MODELO
Ensayo Experimental con mayor concentración de mordiente.
Después de analizar los resultados de la Prueba 11: Determinación del desmontado con
diferentes productos auxiliares, se observó que el porcentaje de colorante descargado no es
significativo para el fin, sin embargo en los resultados de las solideces al frote seco y húmedo se
notó que mejoraron en mayor cantidad las realizadas con los colorantes Globe Yellow 7% y
Globebix EXL y en menor cantidad para el colorante Carmín Liquido K3, por lo que llegamos
a concluir que a mayor cantidad de sal Frote Seco Frote Humedo Frote Seco Frote Humedo
Globe Yellow 7% Globebix EXL 3% Carmin liquido K 3 Antes de la Descarga Despues de la
Descarga Apreciacion Visual Apreciacion Visual 138 las solideces podrían mejorar, razón por
la cual se decidió experimentar aumentando la concentración de mordiente a 25%, siendo los
resultados los siguientes:
Respecto a las solideces al frote seco y húmedo de las tablas 60 y 61, los resultados con colorantes sintéticos
son superiores como se esperaba obtener, sin embargo las solideces alcanzadas con colorantes en estudio
se encuentran en promedio ½ punto abajo, encontrándose aun dentro de los estándares requeridos por el
mercado internacional.
CONCLUSIONES
http://www.ipacperu.org/otrocame.php.htm171
Buenas Prácticas de Esquila, Manejo de Vellón y Categorización de Fibra de
Alpaca
http://cursos.fadu.uba.ar/apuntes/Indumentaria%20I/unidad%20practica
%20n%20%201/1-%20Clasificacion%20de%20los%20tejidos.pdf
http://www.paginaspersonales.unam.mx/files/472/COLORIMETRIA_N
EWTON_GRASSMANN.pdf