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El Poder Del Perdon

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El Poder del Perdón

Max Lucado Texto Biblico: Colosenses 3.12 244

Un mensaje de Dios acerca del perdón. ¿Hay alguien


sentado a su mesa que necesita que se le asegure de su
gracia? Jesús se aseguró de que sus discípulos no
dudaran de su amor. ¿Por qué no hace usted lo mismo?
El Poder Del Perdón
Hace poco comí con unos amigos. Un matrimonio quería contarme de una tormenta por la
que estaban pasando. Por toda una serie de eventos, ella se enteró de un acto de infidelidad
que había ocurrido una década atrás. El esposo cometió el error de pensar que sería mejor
no decírselo a la esposa; así que no se lo contó. Pero ella lo supo. Como usted puede
imaginarse, ella quedó profundamente herida. (ver: La Importancia de la Comunicacíon en
la Familia)
Mediante el consejo de un asesor, la pareja dejó todo lo que tenían entre manos, y se fueron
por unos días. Tenían que tomar una decisión. ¿Huirían, lucharían o perdonarían? Así que
oraron. Hablaron. Caminaron. Reflexionaron.
En este caso la esposa tenía claramente la razón. Podía haberse ido. Hay mujeres que han
hecho eso por razones menores. Podía haberse quedado y haberle hecho la vida un infierno.
Otras mujeres lo han hecho. Pero ella escogió una respuesta diferente.
En la décima noche de su viaje, mi amigo encontró una tarjeta sobre su almohada. Tenía un
verso impreso que decía: «Prefiero no hacer nada y estar junto a ti que hacer algo y
estar sin ti». Debajo del verso ella había escrito lo siguiente:
Te perdono. Te quiero. Sigamos adelante. (Ver: Como Seguir Adelante Después de una
Relación Dolorosa)

La tarjeta bien pudiera haber sido una «palangana». La pluma bien pudo haber sido una
jarra de agua, porque vertió misericordia, y con eso ella lavó los pies de su esposo.

Ciertos conflictos pueden resolverse solo con una palangana de agua. ¿Hay alguna
relación en su mundo que tiene sed de misericordia? ¿Hay alguien sentado a su mesa que
necesita que se le asegure de su gracia? Jesús se aseguró de que sus discípulos no dudaran
de su amor. ¿Por qué no hace usted lo mismo?

Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan a su pueblo. Vivan, pues,
revestidos de verdadera compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia.
Colosenses 3.12
Vivimos por Fe no por Vista
La Biblia Texto Biblico: 2 Corintios 5:7 302

Mensaje de Dios para ti. La fe es tomar las promesas de


Dios en serio. La fe no es una creencia sin evidencia. Es
una creencia que se basa en la mejor de las evidencias: la
Palabra del que «no miente»
«Vivimos por fe, no por vista» (2 Corintios 5:7).

La fe es tomar las promesas de Dios en serio. La fe no es una creencia sin evidencia. Es una
creencia que se basa en la mejor de las evidencias: la Palabra del que «no miente» (Tito
1:2). La fe es tan racional que no pide ninguna otra evidencia que esta evidencia
todosuficiente. Pedir otra que no sea la Palabra del que no miente, no es racionalismo, sino
irracionalismo total.
—Dr. A. R. Torrey

Cuando podemos ver, no es fe sino razonamiento.

¡Mire la fe del marinero experto! Suelta el cable, se aleja de la tierra. Por días, semanas y
hasta meses, no ve ni vela ni costa; sin embargo, continúa día y noche sin temor, hasta que
una mañana se encuentra justo a la entrada del puerto deseado, hacia el cual ha estado
navegando.

¿Cómo ha sabido atravesar las profundidades para llegar a su destino? Ha confiado en su


compás, su almanaque náutico, su telescopio y en los cuerpos celestiales; y obedeciendo su
guía, sin ver tierra, ha navegado con tanta precisión que no ha cambiado ni un punto para
entrar al puerto.

La Vida de Fe
Es algo maravilloso ese darse a la vela o navegar al vapor sin ver tierra. Espiritualmente es
una bendición dejar del todo las costas de la vista y del sentimiento; decir «Adiós» a los
sentimientos internos, a las providencias animadoras, a las señales y a otras cosas por el
estilo. Es glorioso estar afuera en el océano del amor divino, creyendo en Dios y navegando
directamente hacia el cielo, por la dirección de la Palabra de Dios.
—Charles H. Spurgeon
ANHELANDO UNA VIDA MEJORGracias a Dios por
habernos dado al mejor compañero, el Espíritu Santo,
quien nos orienta y dirige en cada paso que damos; Él es
nuestro soporte que nos fortalece y anima hasta que
lleguemos a nuestra casa celestial.Texto Biblico: 2 Corintios 5:1
Anhelando una Vida Mejor
“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos
de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”. (2 Corintios 5:1)
Pablo se refiere al cuerpo humano como la morada terrestre, corre el velo y revela que para
aquellos que hemos creído en el Señor, la muerte física no es el fin de la vida, sino
simplemente un cambio de morada.
Enseña que esta morada será muy superior a nuestro cuerpo físico, y lo representa como un
edificio, una casa, totalmente edificada por el mismo Dios y que ya no será pasajera, sino
que será eterna y estará en los cielos.
“Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación
celestial” (v.2). Pablo, cuando recibió esta revelación, vio y entendió la gran diferencia
entre lo terrenal y lo celestial. Esto lo llevó a anhelar con todas sus fuerzas el tomar
posesión de su morada celestial. Pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
El apóstol se refiere al cuerpo como una morada donde las personas gimen de angustia,
pero al abandonar el cuerpo, lo mortal es absorbido por la vida (v.3-4). Luego, Pablo
compartió acerca del propósito de Dios para con nosotros diciendo: “Mas el que nos hizo
para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu” (v.5).
Después de que Jesús resucitó de entre los muertos, se reunió con Sus apóstoles y les dijo:
“Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto,
sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:21-22).
Gracias a Dios por habernos dado al mejor compañero, el Espíritu Santo, quien nos
orienta y dirige en cada paso que damos; Él es nuestro soporte que nos fortalece y
anima hasta que lleguemos a nuestra casa celestial. “Así que vivimos confiados
siempre” (v.6a).
En qué puede confiar el cristiano sino en las promesas que Dios nos ha dado en Su Palabra
y es lo que Pablo añade: “…Porque por fe andamos, no por vista” (v.7) entendiendo que la
vida de fe, es algo que sólo la conocen los que han nacido de nuevo.
En su carta a los Efesios el apóstol logra sentar un precedente: “Si en verdad le habéis oído,
y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:21-24).
ALGO EN QUÉ PENSAR
Un obrero de la General Motors había tratado de cortar cierto nuevo metal muy duro.
Después de repetidos esfuerzos inútiles llevó el metal al administrador general de la
corporación, quien era un reconocido ingeniero de automóviles e inventor, y le dijo que no
podía cortarlo.

Él le preguntó: “¿Ha usado el diamante para cortar metales?”. El trabajador dijo que no;
luego, fue a tratar de hacerlo y pudo cortarlo con el diamante. Entonces, el administrador le
dijo: “El metal no es demasiado duro, sino que nuestras herramientas no son
suficientemente fuertes”.

Cristo sabía que las herramientas de los primeros discípulos no eran lo resistentes como
para hacer el trabajo difícil, por eso insistió en que Sus discípulos esperasen hasta que
viniera el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, antes de dedicarse a la tarea de obedecer
la gran comisión.

Fueron preparados para su inmensa tarea por el poder del Espíritu Santo que vino a morar
en sus vidas aquel día. En semejante forma nuestras herramientas humanas son débiles para
llevar a cabo el trabajo de Cristo y el de vivir como Él. Cada uno de nosotros debe tener su
propio Pentecostés, y eso ocurrirá cuando dejemos que el Espíritu Santo nos llene, lo cual
puede hacerse ahora mismo.

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