La Fe y La Oracion
La Fe y La Oracion
La Fe y La Oracion
Texto bíblico: Leamos Habacuc 2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; más el justo por su fe vivirá”.
Comentario sobre el texto bíblico: Esta escritura se refiere al pueblo Hebreo, al cual
pertenecía el profeta Habacuc. Además de ser profeta y hombre de fe, lo encontramos en este
versículo, intercediendo por su pueblo delante de Dios. En esta intercesión, expresa saber los
momentos muy difíciles por los que pasaría su pueblo, en cuanto a necesidades materiales y
terrible escasez; sin embargo, él declara que aun así, serviría y adoraría a Dios. Luego advierte
sobre los únicos que tendrán la cobertura y respaldo de Dios, “Los justos a través de su fe firme en
el Padre Celestial”.
Reflexión
¿Qué es la fe sobrenatural?
Es la confianza total que tenemos en Dios. Es poner nuestra esperanza en Él. Fe
sobrenatural también es, la capacidad de creerle a Dios, a pesar de que nuestros sentidos
perciban lo contrario a aquello que esperamos. La fe sobrenatural implica esperar en Dios
con firmeza y seguridad. La fe es dar algo por hecho, es confianza plena en Dios para
recibir lo imposible ante el ojo y la mente humana. La fe es estar convencidos de que
“veremos lo que no tenemos y tendremos lo que no vemos”. Es la fe lo que nos
permite recibir lo solicitado, la fe es el elemento necesario para la oración eficaz.
Según San Mateo 21:22 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. La
fe nos asegura que amanecerá, aunque estemos en medio de lo más oscuro de la noche. Fe
es la capacidad de visualizar lo que es, como si ya hubiese sucedido.
Testimonios-Tips
(Tomado del libro “Biografías de grandes cristianos)
¿Cómo explicar el maravilloso suceso de Juan Bunyan? ¿Cómo podía una persona sin
estudios básicos, predicar como él predicaba, y escribir en un estilo que pudiera interesar al
niño y adulto, al pobre y al rey, al docto y al indocto? La única explicación de su éxito es
que él era un hombre que estaba en constante comunión con Dios.
Lo que vamos a referir a continuación, muestra la lucha que Bunyan sostenía con Dios
cuando oraba:
“hay en la oración, el momento de dejar al descubierto la propia persona, de abrir el
corazón delante de Dios, de derramar el alma afectuosamente en peticiones, suspiros y
gemidos. “Señor, dijo el rey David; “delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no
te es oculto” (Salmos 38:9). Y otra vez: “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delate de Dios? Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi
alma dentro de mí… (Salmos 42:2,4).
VERDADES Y PRINCIPIOS DE LA ORACIÓN
CUESTIONARIO DE REPASO: