A.J. Hardcourt - Trix PDF
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1
.GQ (Gentlemen's Quarterly) es una revista mensual para hombres que se enfoca en la moda, el estilo y
la cultura masculina. . Es considerada como más exclusiva y sofisticada que otras revistas del mismo
género, como Maxim y FHM.
mujer o simplemente gay, que tuvieran trato con Trigg lo
rechazaría.
—Creo que sería capaz de ver la diferencia entre una
mujer y un hombre vestido de mujer.
Trigg enarcó una ceja. —Te lo prometo, hay alguien que
nunca imaginarías.
Soltando un bufido Eli le dio otro trago a su cerveza. —
Incluso usando gafas negras y con mucha cerveza, seria capaz
de decir si una mujer tiene polla.
Trigg golpeó su botella de cerveza contra la de Eli. —Eso
sonó como un reto. Ven a la fiesta esta noche. Habrá hombres
allí, que te proporcionarán, hermano hetero, una erección.
Eli estaba de pie en el porche. —No sé. —Se estiró.
Trigg se apoyó en la barandilla. Su mirada viajó hasta las
largas piernas de Eli y cayó sobre la bragueta de sus jeans. Una
camiseta ceñida abrazaba su torso. Brazos fuertes y manos
agradables. Era un jodido hombre, y Trigg se podía imaginar ser
su hembra.
—Bueno, si decides venir, ven. —Trigg meneó las cejas—.
Oh, y es una fiesta de disfraces.
—Sí, en cierto modo tenía esa impresión. —Eli puso los
ojos en blanco, y girándose entró en su apartamento.
Trigg se quedó mirando la puerta cerrada. ¿Por qué
siempre tenia que codiciar a los chicos heterosexuales? Tenía un
montón de amigos gays, había salido y jodido con unos pocos de
ellos. Aún no encontraba a esa persona especial que disparara su
interruptor, pero eso no quería decir que había dejado de
buscar. Sólo tenía que dejar de mirar hacía al lado. Suspirando
se levantó. Eli era el material de novio ideal… aunque si sólo
fuera gay. Con una última mirada de añoranza a la puerta de
Eli, se fue a preparar para la fiesta.
2
PDA- Demostraciones de afecto en público.
intenso de Bad Romance de Lady Gaga, resonó en la sala. Eli se
deslizó a lo largo de la pared y encontró una vista sin
obstrucciones.
La canción comenzó y Sheela empezó a imitar las palabras
y los movimientos de Lady Gaga. Trix se adaptaba perfectamente
en la coreografía de los pasos de baile de Sheela. A medida que
ellos se imitaban el uno al otro, la multitud rugió. Mientras la
canción continuaba, los numeritos se hicieron mas exagerados.
Su talento era inconfundible.
—Te dije que eran fabulosos. —Mandy estaba junto a Eli—
. Actuaron en un concurso en Las Vegas, quedaron en primer
lugar y cada uno volvió a casa con diez de los grandes.
Eli, junto con todos los demás, aclamaba la función. La
canción llegó a su fin y Sheela se dejó caer en una profunda
reverencia. Trix lanzó besos a la multitud, luego se volvió hacia
Eli. Ella lo miró un momento, y volviéndose le susurró algo a
Sheela. Los carnosos labios de Sheela formaron una O.
Asintiendo con la cabeza hizo su camino contoneándose hasta el
estéreo. El vestido apretado abrazaba cada una de sus generosas
curvas—. ¡Trix va a cantar! —Dijo gritando mientras cambiaba
la música.
Le entregaron una servilleta a Trix y se limpió el sudor de
la frente con ella. Eli oyó que le pedía al vaquero, Chad, una
copa. Él se acercó hasta donde estaba ella y le ofreció un trago de
su cerveza. —Si no quieres un poco de esto, te conseguiré
ponche.
—Creo que he tenido suficiente ponche. —Vacilante tomó
la botella, se la llevó a los labios, y cerró su boca alrededor de la
abertura. Inclinó la cabeza hacia atrás, y tomó varios tragos. Eli
no podía apartar la mirada de los movimientos en su cuello.
Quería su boca allí, saboreando el sudor salado de su piel,
sujetándola con fuerza contra él, y pasando sus manos sobre
cada centímetro de su expuesta y reluciente piel.
—Gracias.
Eli tomó la cerveza de entre sus dedos.
—¡Está bien! ¡Está bien! Callaos todos porque Trix no tiene
micrófono. —Revoloteaba Sheela aproximándose. La música
comenzó—. Eli, cariño, debes apartarte.
Varias personas se rieron entre dientes. Eli regresó a su
lugar junto a Mandy. La música empezó y Trix rodó sus
hombros. Escuchó la música, cerró los ojos y empezó a
balancearse. Su largo cabello cambió con cada latido. Con el
vestido abrazando las ligeras curvas de su cuerpo, ella se
contoneaba y giraba, como si estuviera haciendo el amor. Cristo,
Eli no podía apartar la mirada de ella. Lamiéndose sus
suculentos labios, respiró hondo y las primeras letras sensuales
de Shiver de Coldplay salieron por su boca.
Pues yo miro en tu dirección.
Pero no me prestas atención, ¿verdad?
Sé que no me escuchas,
Por qué dices que ves a través de mí, ¿no es cierto?
Trix no necesitaba un micrófono. Su voz llegaba a todos a
causa del tiempo que había pasado en los escenarios. Su voz era
mágica. Las palabras salieron de sus labios y se filtraron en Eli.
Trix era hermosa y glamurosa. Ella destilaba atractivo sexual.
Infierno, él quería acostarse con ella. Quería agarrar un puñado
de su brillante pelo negro en su mano, tirar fuerte mientras la
llenaba con su polla. Pero la voz era la de Trigg. Las palabras
eran las de Trigg.
—Está cantando para ti —susurró Mandy.
—Lo sé. —Trigg miró a Eli mientras seguía cantando, su
voz llenando toda la sala.
Y así… desde el momento que despierte,
Al momento en que me acueste,
Yo estaré a tu lado,
Solo intenta detenerme.
Estaré esperando en fila,
Solo por si te interesa.
Trix se movió al otro lado de la sala acercándose a Eli, con
su mirada firme. Eli gimió y cambió de postura para ocultar su
erección. Sus labios formaban las palabras y su voz era como de
terciopelo.
¿Querías que yo cambiara?
Bueno, cambie para bien.
Y quiero que sepas.
Que será como tú quieras…
Quería decirte…
¿Es que no tiemblas?
¿…tiemblas?
¡…Cántalo fuerte y claro!
Siempre estaré esperando por ti.
Joder, él se estremeció. Se estremeció de deseo. La canción
era una seducción verbal y el tono ronco una caricia auditiva.
Eli apoyó las manos en las caderas de Trix mientras ella ponía
sus brazos sobre los hombros y deslizaba su cuerpo a lo largo de
él. Las palabras se suavizaron en un susurro y Eli tembló de
nuevo.
Los silbidos de la multitud no la detuvieron. Presionando
aún más, Trix terminó su canción.
—Oh Dios mío —dijo Mandy junto a ellos—. Ustedes dos
son tan calientes.
Trix sonrió cuando la canción terminó. —¿Y bien?
—Increíble. —Eli deslizó sus manos sobre su culo y la
atrajo hacía sí, presionando su polla en su ingle—. Entonces,
¿que es lo que quieres de pago por tu actuación?
Ella se chupaba el labio inferior entre los dientes. —No
estoy seguro de lo que debería pedir.
—Ah por favor, pídelo —pidió Mandy.
Trix fijó su mirada en Mandy.
—Hey, quédate aquí conmigo. —Eli ahueco su mejilla—.
¿Qué es lo que quieres, Trix?
Tragó saliva y se humedeció el labio inferior. —Un beso.
Su pelo era como seda fluyendo a través de las manos. Eli
cerró los dedos alrededor de su cuello y movió su cabeza. Su
cálido aliento sopló sobre sus labios un momento antes de que su
boca cubriera la de ella. El beso comenzó suave. Un encuentro
de labios.
El corazón de Eli se aceleró y sentía un hormigueo en sus
manos. La sangre rugía en sus oídos, ahogando los murmullos y
susurros de los que les rodeaban. El calor subió por su ingle y su
polla se meció dentro de ella.
Trix gimió, agarrándose a él. Abrió la boca y Eli deslizó su
lengua dentro. Apretó su agarre, colocando sus brazos alrededor
de ella. Pensar lo tenía mareado. El aliento se congeló en sus
pulmones. Ella olía como una mujer, sabia como una mujer. Oh
Dios, Trix se sentía como una mujer mientras deslizaba sus
manos sobre la piel desnuda de su espalda hacia abajo, para
acariciar su culo y levantarla contra él. La ingle de Trix estaba
dura, tan caliente, construida como un hombre.
Con cada burla de la lengua de Trix al deslizarla, Eli
pasaba más olímpicamente del género y sólo pensaba en lo bien
que se sentía besarla. Ella gimió, clavándole sus uñas para
acercarse.
Eli giró, empujando su espalda contra la pared, metiendo
su muslo entre los suyos. Se separó de su boca y la besó
probando a lo largo de su mandíbula. Lamió y chupó su camino
hacia su cuello. Las manos de Trix estaban en el culo de Eli,
empujando sus caderas, acuñando entre ellos y ahuecando sus
pollas.
—Parece que se ha perdido el memorándum —le dijo
Indiana a Mandy.
—Entonces adivino que puedes dejarlo pasar. —Mandy
rió.
—¿Dejarlo pasar? Vete a la mierda, yo me estoy poniendo
duro. Ven aquí. —Mandy chilló, luego su voz se perdió en el
fragor de la habitación.
Trix jadeó en busca de aire. Eli bruscamente inhaló. El
calor hervía en sus pelotas y su polla luchaba contra la
parafernalia de sus pantalones.
—Por un bis, tal vez puede follarla —dijo una voz
desconocida.
Eli gimió y redujo la marcha de sus manos. Trix se movió y
Eli rió entre dientes cuando echó lejos a quienquiera que hizo el
comentario.
—Esos serían los comentarios a ignorar. —Sus palabras
fueron susurradas al lado de su oído. A continuación ella
mordisqueó y chupó el lóbulo con su boca.
—¿Qué harías por cantar un bis? —Cristo, que nada le
encantaría más que levantarle el vestido, y hundirse en ella. No
había olvidado que había estado besando a un hombre, no había
olvidado lo que las relaciones sexuales significarían entre ellos.
—No quiero dejar de besarte el tiempo suficiente para
cantar otra canción. —Sus manos vagaban sobre los hombros de
Eli, hasta la nuca y el pelo. Tiró de él para pegar sus labios a los
suyos.
Eli gimió y comió su boca, sumergido en el húmedo calor.
El beso era salvaje y erótico. Estaba sin aliento, pero encadenado
tan fuerte que podía encajar su polla con el menor contacto.