Sentencia Subsidiariedad
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Sentencia Subsidiariedad
SALA SEGUNDA
Magistrado Relator:Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente:06859-2014-14-AAC
Departamento:Chuquisaca
En revisión la Resolución 02/2014 de 24 de abril, cursante de fs. 171 a 174, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Consuelo Bellido Salinas contra Emerciano
Meras Durán, Juez de Partido Mixto en lo Civil, Familiar, de la Niñez y Adolescencia, Penal y del
Trabajo y Seguridad Social de Incahuasi del departamento de Chuquisaca.
Dentro la acción voluntaria seguida por Rubén Romero Molina, en ejecución de fallos y ante la
actuación arbitraria del Juez de Instrucción Mixto, Liquidador y Cautelar de Camargo, el Juez de
Partido de Incahuasi, no obstante de haber tenido físicamente los antecedentes necesarios y
pertinentes de la causa y haberlos analizado, no resolvió en la forma prevista por la Constitución
Política del Estado y la ley, el recurso de compulsa interpuesto mediante memorial de 19 de enero
de 2014, contra la Resolución de 8 de enero del mismo año, pronunciada por el Juez de Instrucción
de Camargo; sin embargo, se devolvieron antecedentes inmediatamente sin respuesta ni
explicación alguna, que la lleven a conocer y comprender las razones de hecho y jurídicas del por
qué no es atendible su recurso de compulsa.
Celebrada la audiencia pública el 24 de abril de 2014, según consta en el acta cursante de fs. 170 y
vta., en presencia de la parte accionante asistida de su abogado, en ausencia de las autoridades
demandadas y el tercero interesado; se produjeron los siguientes actuados:
Emerciano Meras Durán, Juez de Partido Mixto en lo Civil, Familiar de la Niñez y Adolescencia,
Penal y del Trabajo y Seguridad Social de Incahuasi del departamento de Chuquisaca, mediante
escrito cursante a fs. 75 y vta., informó lo siguiente: a) Consuelo Bellido Salinas, formuló recurso
de compulsa contra el Juez de Instrucción de Camargo, debido al rechazo de su recurso de
apelación interpuesto contra una Resolución de diligenciamiento de prueba, dentro del proceso
de división y partición de bienes comunes con Rubén Romero Molina, recurso de compulsa que
fue presentada al ad quem -Juez de Partido de Camargo-, recepcionado el 21 de enero de 2014; b)
El ad quem, se allanó a una recusación anterior en el mismo proceso, por lo que el referido
recurso de compulsa fue remitido a su despacho; c) Radicado el recurso, se conminó a la
compulsante a presentar Testimonio conforme prevé el art. 228 del CPC, para el respectivo análisis
del recurso; toda vez que, la problemática se refería a un superior y un inferior en asientos
distintos; y, no habiendo la parte compulsante con la observación referida, se resolvió el recurso
con los antecedentes remitidos por el Juez de Partido Mixto de Camargo, por lo que en estricta
observancia de la ley, por Auto 07/2014 de 3 de febrero, declaró ilegal la compulsa, aclarando en
el mismo Auto, no ser el caso del inc. 5) del art. 225 del CPC, dado que no se estaba ejecutando el
Auto de Vista 05/2012 de 14 de agosto, emitido por su autoridad, y por el que se suscitó conflicto
de competencias entre los juzgados de Instrucción y de Partido de Camargo, el que fue dirimido
por la Sala Plena del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca por Auto 5/2013 de 18 de
enero, fallo que a su vez suscitó una acción de amparo constitucional; d) El 10 de febrero de 2014,
Consuelo Bellido Salinas, presentó memorial de complementación y explicación del Auto 07/2014,
en forma extemporánea y luego de la devolución de antecedentes al Juzgado de Instrucción de
Camargo mereciendo la providencia, no ha lugar a la explicación y enmienda; y, e) No existe
ningún otro recurso de compulsa que hubiera llegado a su conocimiento con memorial de 19 de
enero de 2014, tampoco devuelto sin resolver cuestión alguna al Juzgado de Instrucción Mixto de
Camargo.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.4.Por Auto 5/2014 de 20 de enero, el Juez de Partido Mixto y Sentencia Penal de Camargo,
ratificó los términos del allanamiento a la recusación en su contra, y respecto a la compulsa
formulada, se apartó de su conocimiento, disponiendo que la causa sea remitida al llamado por ley
-Juez de Partido con asiento en Incahuasi-, para que asuma el conocimiento de la misma (fs. 129).
II.5.Mediante nota CITE OF 13/2014 de 27 de enero, remitió los actuados relacionados al proceso
voluntario de división y partición de bienes seguido por Rubén Romero Molina contra la ahora
accionante, a objeto de que el Juez de Partido con asiento en Incahuasi, asuma conocimiento del
mismo, en particular de la compulsa interpuesta (fs. 131).
La presente garantía jurisdiccional se halla instituida por el art. 128 de la Ley Fundamental, como
una acción de defensa contra actos u omisiones, ilegales o indebidos de los servidores públicos, o
de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley. Conforme a esta precisión, el
art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), prevé que esta acción tutelar: “…tiene el objeto
de garantizar los derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los
servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.
Enfatiza la Norma Suprema que puede presentarse por la persona: “…que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata…” (art. 129.I).
De acuerdo con lo referido en la parte in fine del Fundamento Jurídico precedente, el art. 129 de la
CPE, señala que esta acción de defensa se interpondrá siempre que no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados; previsión que se encuentra regulada de igual manera en el art. 54.I del CPCo,
redactado en similar sentido. Estableciendo el parágrafo II de dicho artículo, que esta regla será
excepcionalmente obviada, únicamente previa justificación fundada, cuando se demuestre que:
“1. La protección puede resultar tardía. 2. Exista la inminencia de un daño irremediable e
irreparable a producirse de no otorgarse la tutela”. Resultando evidente que, la acción de defensa
examinada, es viable sólo en la medida en que el impetrante de tutela agote previamente a su
interposición, todos los medios ordinarios o administrativos previstos por el ordenamiento jurídico
en salvaguarda de sus derechos fundamentales o garantías constitucionales; y, únicamente ante la
persistencia de la lesión, podrá formularla; estando constreñido a reclamar los actos ilegales u
omisiones indebidas que considera, vulneran sus derechos, inicialmente a la autoridad o persona
que los dictó y en su caso, si es viable, impugnarlos ante la instancia superior.
Por su parte, resulta necesario referirse al art. 53 del CPCo, que consigna los supuestos de
improcedencia de esta garantía constitucional, derivando de éstos que la misma no es viable, en
relación al principio de subsidiariedad: “1. Contra resoluciones cuya ejecución estuviere
suspendida por efecto de algún medio de defensa o recurso ordinario o extraordinario interpuesto
con anterioridad por el recurrente, y en cuya razón pudieran ser revisadas, modificadas, revocadas
o anuladas. (…) 3. Contra resoluciones judiciales o administrativas que pudieran ser modificadas o
suprimidas por cualquier otro recurso, del cual no se haya hecho uso oportuno…” (las negrillas
fueron adheridas).
Finalmente, conviene exponer que reverberando la doctrina desarrollada por el anterior Tribunal
Constitucional, este Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 0249/2012 de 29 de mayo, ha
expuesto lo manifestado en la SC 0150/2010-R de 17 de mayo, que señaló lo siguiente: “'…el
amparo constitucional se constituye en un instrumento subsidiario y supletorio de protección;
subsidiario porque no puede ser utilizado si previamente no se agotaron la vías ordinarias de
defensa, y supletorio porque viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria. En
consecuencia, para que los fundamentos de una demanda de amparo constitucional puedan ser
analizados en el fondo, la parte recurrente debe haber utilizado hasta agotar todos los medios y
recursos legales idóneos para la tutela de sus derechos sea en la vía jurisdiccional o administrativa,
pues donde se deben reparar los derechos y garantías lesionados es en el mismo proceso, o en la
instancia donde fueron vulnerados, esto es, que en principio haya acudido ante la misma
autoridad que incurrió en la presunta lesión y luego a las superiores a ésta, y si a pesar de ello
persiste la lesión porque los medios o recursos utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la
posibilidad de acudir al amparo constitucional, el que no puede ser utilizado como un mecanismo
alternativo o sustitutivo de protección, pues ello desnaturalizaría su esencia'” (el resaltado es
nuestro).
En el contexto señalado, debe establecerse que en el ámbito civil, entre otros se encuentra el
recurso de reposición disciplinado por el art. 215 del CPC, configurándose como un mecanismo
intraprocesal idóneo de defensa, para que el juez, advertido de un error subsanable, pueda
modificar o dejar sin efecto su resolución.
Del contexto fáctico anterior, se colige que la pretensión de la accionante a través de la justicia
constitucional, consiste en que la autoridad jurisdiccional demandada, sustancie y resuelva el
recurso de compulsa formulado mediante el memorial de 19 de enero de 2014, contra la
Resolución 8 del mismo mes y año; sin embargo, se advirtió de antecedentes que, la accionante no
cuestionó dicha providencia a través del recurso de reposición previsto en el art. 215 del CPC,
(Fundamento Jurídico III.3); pues, en armonía con lo expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, sólo en caso de no obtener protección oportuna a
sus derechos mediante los mecanismos propios de la justicia ordinaria, recién se podrá acudir a la
vía constitucional, mediante la acción de amparo constitucional; pues, esta vía no puede suplir a la
vía judicial que no fue utilizada por la accionante.
Cabe referir que la reforma constitucional de 2009, diseñó un modelo de Estado, el cual, sustenta
y legitima el ejercicio del Poder, a través de la asunción de la teoría contemporánea de la “fractura
del poder”, en virtud de la cual, la norma suprema en su parte orgánica -que en sus bases
ontológicas responde a la parte dogmática de la Constitución-, distribuye competencias específicas
para el ejercicio del poder entre los cuatro órganos diseñados, por tal razón, la Asamblea
Legislativa Plurinacional, ejerce roles legislativos; el Órgano Ejecutivo, ejerce roles reglamentarios,
de administración y ejecución; el Órgano Judicial ejerce roles jurisdiccionales propios de
administración de justicia y el Órgano Electoral, ejerce atribuciones de índole electoral propias del
sistema democrático imperante.
En el marco de esta división orgánica de funciones, debe señalarse que el ejercicio de cada una de
las mismas, contempla mecanismos intraprocesales o intraprocedimentales de defensa de
derechos; en ese orden, la justicia constitucional, no puede suplir los roles encomendados por la
función constituyente a sus órganos de poder expresamente reconocidos por la Constitución, por
lo que todas las personas naturales o jurídicas que consideren afectados sus derechos, antes de
activar el control tutelar de constitucionalidad a través de la acción de amparo constitucional,
deberán utilizar en el marco de los plazos procesales establecidos por la normativa imperante, los
mecanismos intra procesales o procedimentales de defensa.
En ese mismo sentido, el Código Procesal Constitucional, en su art. 53.3, señala que la acción de
amparo constitucional, no procederá contra resoluciones judiciales o administrativas que pudieran
ser modificadas o suprimidas por cualquier otro recurso del cual no se haya hecho uso oportuno,
argumentos por los cuales debe denegarse la tutela solicitada.
POR TANTO