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Monumentos Conmemorativos

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Monumentos

conmemorativos:
Nombre: Francisco Figueroa Pita.
Asignatura: Introducción a la historia.

Nos encontramos ante el monumento conmemorativo del fotógrafo del Campo Grande. Se
trata de una escultura posmodernista levantada en el año 1994 por la Diputación de Valladolid,
su autor es Eduardo Cuadrado. Este monumento se construyó en honor a los fotógrafos
callejeros de la ciudad de Valladolid, en concreto a la familia Muñoz, cuyo principal artista es
Vicente Muñoz, (como fotógrafo oficial del Campo Grande con más de 50 años dedicados a la
fotografía).
El monumento está realizado en fibra de vidrio, y posteriormente vaciada en bronce. Podemos
observar la figura de un fotógrafo de pleno siglo XX, cuya posición física desprende un gran
momento de interactuación entre el propio fotógrafo y un posible espectador/a o grupo de
espectadores/as. Su cuerpo está ligeramente reclinado junto a su cámara. Mientras que su
mano derecha está elevada en búsqueda del momento adecuado hacia el que dirigiremos su
atención. Su mano izquierda trata de sujetar y dirigir el enfoque de la cámara, también se
podría dar otro punto de vista, pues su mano no sostiene en ese mismo instante la cámara.
Incluso podría dar la sensación de que quisiera tapar con su mano, el enfoque de su foto.
Su cámara se encuentra en una posición elevada debido a la utilización del trípode del
fotógrafo. También podemos apreciar una inscripción en la que pone: (la exma diputación
provincial de Valladolid en homenaje al fotógrafo de calle del campo grande, noviembre de
1994).
La finalidad de la obra nos introduce a trasladarnos un siglo más atrás, de nuestra actualidad.
Cuando observamos la cámara del fotógrafo nos invita a replantearnos dudas como ¿Cuántos
años tendrá la cámara?, ¿quién es el fotógrafo?, ¿a quién va dirigida la foto? ....
Desde un punto de vista crítico y personal, una vez visitas el lugar y te paras a pensar y meditar.
He llegado a la conclusión de que ese instante en el que consigues formar parte de esa
fotografía colocándote en frente. Te das cuenta de que esa foto está destinada a todos y cada
uno de nosotros, a formar parte de una larga fotografía mientras el monumento siga en pie. El
fotógrafo pervive todos y cada uno de los días del año allí.
Da igual que sea verano, esté lloviendo o caiga una fuerte nevada. Él estará allí listo y en
posición de realizar una fotografía. Este es el impulso que desprende su ligera interpretación de
movimiento visual ante un estatismo que perdurará para siempre inmóvil. Tan solo nuestra
memoria, recuerdos y pensamientos. Consiguen dar una finalidad de vitalidad a dicho
fotógrafo.
Si observamos a nuestro alrededor, encontramos que el monumento se encuentra cerca de la
entrada del campo grande que da a la plaza de José Zorrilla. Ubicado en uno de los lugares más
céntricos de Valladolid, donde turistas y personas de la ciudad pasean libremente dentro del
parque. La zona exacta del monumento permanece ubicada en un ensanche amplio donde el
fotógrafo apunta hacia el paseo. Simboliza, por tanto, que el fotógrafo no solo apreciaba la
majestuosidad del recinto, sino también a las personas que paseaban por él.
Si nos fijamos en monumentos más antiguos de la ciudad de Valladolid, podemos apreciar que
la estética, el lugar y la apariencia de los monumentos que se realizaban antiguamente han
cambiado en todos los sentidos. Si apreciamos el monumento a José Zorrilla, observamos que
se encuentra varios metros elevado del suelo. Su detalle en el rostro es de gran realidad,
aparece acompañado de una musa, da una sensación de grandeza si nos colocamos justo
debajo. Sin olvidar la importancia simbólica del lugar donde permanece.
Sin embargo, el monumento del fotógrafo, sus pies tocan el suelo, su tamaño está humanizado,
y su composición realista sin objetar apenas detalles en la obra. Forma parte de un paseo
cotidiano en el que no todos se fijan. Su apariencia y medida es fielmente humana y consigue
que para muchas personas solo sea un pedazo de bronce y nada más. Pero hoy mismo he
podido comprobar que no siempre es así, una familia decidió pararse junto al monumento
gracias a la incertidumbre de un niño de unos 5 años, ese gesto consiguió que los padres
también se acercaran al monumento. Pero poco tardaron en irse, eso me hizo preguntarme si,
verdaderamente apreciamos nuestro patrimonio cultural, o simplemente pasamos de largo sin
conocer su significado o por que fue levantada.

Bibliografía: https://es.wikipedia.org/wiki/Campo_Grande_de_Valladolid
Consulta de datos sobre el protagonista, fechas y material del monumento. Lo hablado en el
primer párrafo del trabajo.

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