Revista de Psicología 8
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Revista de Psicología GEPU, ISSN 2145-6569, Vol. 8 No. (1) pp. 001-211 / Enero - Junio de 2017
Editora
Adriana Narvaez Aguilar
adriana.narvaez@correounivalle.edu.co
COMITÉ EDITORIAL
Andrey Velásquez Fernández Laura Daniela de los Rios Nicole Andrea Pérez Shanon Lizeth Rodriguez Angelica Arias Montoya
Universidad del Valle Universidad Javeriana Cali Universidad del Valle Universidad del Valle Universidad del Valle
Daniel Zaya Reyes Erika Yuliana Castro Diana Mildred Rodríguez Argeli Arango Vásquez Rosa Elena Bejarano
Universidad del Valle UCC Cali Universidad del Valle Universidad del Valle Universidad del Valle
CONSULTORES NACIONALES
Leonel Valencia Legarda Jorge Alexander Daza Andrés de Bedout Hoyos Ximena Ortega Delgado Daniel Hurtado Cano
Universidad San Buenaventura Universidad Católica de Pereira Universidad San Buenaventura Universidad Mariana Universidad Manuela Beltrán
CONSULTORES INTERNACIONALES
Marcela Alejandra Parra Blanca Hurtado Caceda María Amparo Miranda Salazar Adriana Savio Corvino Hilda Janett Caquias
Universidad Autónoma de Barcelona Universidad Alas Peruanas Universidad del Valle de México Universidad de la República Escuela de Medicina de Ponce
COORDINADORES DE DISTRIBUCION
Margarita Ojeda Mario Rosero Ordoñez Nora Couso Pablo Antonio Vásquez
Asociación Paraguaya de Neuropsicología Universidad Mariana Área de Medición Educativo Provincia del Corporación para la Intervención Neuropsicopedagogica
Chubut de Argentina y la Salud Mental
INDEXACIONES
AUSPICIADORES
Agradecimientos especiales en este número a la Asistente Editorial: Gillian Bradbury. La Revista de Psicología GEPU es publicada por el Grupo Estudiantil y Profesional
de Psicología Univalle, 5 piso, Edificio 385, Ciudadela Universitaria Meléndez, Universidad del Valle, Santiago de Cali, Colombia. Los artículos son responsabilidad de sus
autores y no reflejan necesariamente la opinión del Grupo Estudiantil y Profesional de Psicología Univalle. Hecho en Colombia - Sudamérica.
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License. Creado a partir de la obra en http://revistadepsicologiagepu.es.tl/Vol-.--8-No-.--1.htm
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Editorial .................................................................................................................................................................................................................................. 5
ARTÍCULOS DE INVESTIGACION CIENTÍFICA ........................................................................................................................................... 7
Relación entre autoestima e ideación suicida en adolescentes colombianos ............................................................................................................... 8
Natalia Pérez Gómez & Yenny Salamanca Camargo / Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
El liderazgo comunal no institucionalizado: acciones y pensamientos para reinventar la emancipación social ................................................. 22
Liliana Echeverry Restrepo & Clara Inés Palacios Burbano/ Universidad Cooperativa de Colombia
Valoración psicológica de la tortura: manifestaciones postraumáticas subclínicas y diagnóstico diferencial ...................................................... 36
José Manuel Bezanilla & Ma. Amparo Miranda/ Revista Internacional PEI
Percepción de la responsabilidad social universitaria en estudiantes y docentes universitarios en paraguay: Un estudio piloto ..................... 61
Norma Coppari de Vera & Gerónimo Codas/ Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”
Diversidad funcional y bienestar universitario más allá de la legislación: de la utopía de las leyes a la realidad de la educación superior en
Colombia..............................................................................................................................................................................................................................154
Stephany Ledesma, Jorge Alberto Villa, Laura Henao & Sandra Isabel Mejía / Universidad Católica Luis Amigó
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EDITORIAL
Información de los autores: Adriana Narvaez Aguilar. Psicóloga de la Universidad del Valle.
Miembro del Grupo Estudiantil y Profesional de Psicología Univalle – GEPU. Correo
electrónico: adriana.narvaez@correounivalle.edu.co
Referencia Recomendada: Narvaez, A. (2017). Editorial. Revista de Psicología GEPU, 8 (1), 5-6
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motivándolos a que estos descubrimientos puedan ser conocidos, debatidos y aplicados, sino
que la mayor responsabilidad es con los participantes de nuestras investigaciones.
Por último, cabe mencionar que en este número hemos incorporado un espacio entre los
artículos para mostrar diversas fotografías que acompañan los trabajos publicados, como un
pequeño homenaje a nuestro compañero de aventuras, el querido “Mañana le ponemos nombre”
(Mañis), el gato que cuidamos en nuestra sede y que hace parte de la gran familia GEPU que este
año celebra su décimo aniversario. Les deseamos una excelente lectura y los invitamos a enviar
sus trabajos para los próximos números de la revista.
¡Salud y libertad!
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ARTÍCULOS DE INVESTIGACION
CIENTÍFICA
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Yenny Salamanca Camargo. Ms.C. Psicóloga Clínica y de la Salud, AEPC; Mg. Psicóloga
con énfasis clínico, Uninorte; Ph.D. (C) Psicóloga clínica y de la Salud, UGR; Coordinadora e
Investigadora, Grupo de Investigación Clínica y Salud, UPTC; docente, UPTC. Correo
electrónico yenny.salamanca@uptc.edu.co
Grupo de Investigación Clínica y Salud; Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia / Colombia
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Introducción
Según Corpas (2011) la conducta suicida es un fenomeno muy antiguo, el cual se registra desde
la misma edad del hombre y cuya frecuencia era bien conocida en las grandes civilizaciones del
mundo antiguo hasta la Edad Media, reapareciendo nuevamente en el siglo XVIII y
manteniéndose hasta la actualidad (Torres, Josué, Font, Rodríguez, Urrutia y Gómez, 2006,
citados por Moreno, Díaz, Santana, Brossard y Carbonell, 2012). Villalobos-Galvis (2009), hace
referencia a que actualmente se conoce como conducta suicida a un amplio espectro, que varía
de menor a mayor gravedad, manifestandose la mayoria de veces y principalmente, por medio
de la ideacion suicida, los gestos suicidas, los planes suicidas, las tentativas suicidas y el suicidio
consumado (Marris, 2002; citado por Villalobos-Galvis, 2009).
Konick y Gutierrez ( 2005; citados por Villalobos-Galvis, 2009) han planteado que dentro del
espectro suicida, la ideacion suicida es la forma mas comun de conducta sucida, la cual ha sido
abordada por autores tales como Goldney, Winefield, Tiggemann, Winefield y Smith (1989;
citados por Fernández y Merino, 2001) quienes la definen como cogniciones autodestructivas y
persistentes que van desde pensamientos a imágenes fugaces sobre la desmotivación por vivir;
Wilburn y Smith, (2005; citados por Sarmiento y Aguilar, 2011) por su parte, la definen como
la preocupación manifiesta por medio de pensamientos acerca de la finalización de la vida que
no tiene ningún fundamento o razón; mientras que Beck, Steer y Ranieri (1988, citado por Leal
y Vásquez, 2012) y Carvajal y Caro, (2011) hacen referencia a esta como la presencia de
pensamientos, planes o deseos de cometer suicidio en un individuo que no ha intentado
trasgredir su propia vida en un periodo cercano.
Como lo indican Cheng, Tao, Riley, Kann, Ye,Tian, Tian, Hu y Che (2009) y Sanchez, Musitu,
Villarreal y Martinez (2010), la ideación suicida es frecuentemente la etapa inicial del espectro
suicida, precedida, de forma lógica, al intento suicida y el suicidio consumado y que por esta
razón no es de extrañar que, como lo indica Rosales (2010; citado por Leal y Vásquez, 2012),
ésta sea la etapa de la conducta suicida más común en la población general; De Wilde (2000 y
Wild, Flisher y Lombard, 2004; citados por Sarmiento y Aguilar, 2011); por su parte, refieren
que la ideación suicida, es el principal predictor de futuros intentos e incluso del suicidio
consumado; mientras que Bonner y Rich, (1987, citados por Sarmiento y Aguilar, 2011)
argumentan que el paso por una etapa del suicidio no necesariamente requiere haber pasado
por las anteriores y por tanto se podría inferir que una persona puede realizar un acto suicida
sin haber presentado previamente una ideación suicida.
Es importante aclarar que según Norlev, Davidsen, y Sundaram (2005), el suicidio se identifica
con una conducta; mientras que, la ideación suicida se relaciona con procesos cognitivos en
donde predominan pensamientos disfuncionales como los pensamientos dicótomos, la rigidez
cognitiva y los estilos atribucionales negativos (Rickelman y Houfek (1995) y Wenzel y Beck
(2008); por esta razón, la ideación suicida se considera un fenómeno complejo donde, sumado
al componente cognitivo, también interfieren otros factores personales, familiares y escolares
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(Cheng, Tao, Riley, Kann, Ye,Tian, Tian, Hu y Che, 2009; Sanchez, Musitu, Villarreal y Martinez,
2010). Es común que esta problemática no se presente sola, sino que vega acompañada de otros
factores de riesgo; es ahí donde se puede distinguir entre ideación suicida silenciosa e ideación suicida
manifiesta, esta última viene acompañada de factores tales como el alcoholismo, la drogadicción,
la propensión a accidentes, etc. (Rosales, 2010; citado por Leal y Vásquez, 2012).
Al entenderse como un fenómeno complejo, diferentes autores han debatido frente a sus
características; por ejemplo, para Sánchez, Musitu, Villarreal y Martinez (2010), refieren que la
ideación suicida es considerada como un trastorno debido a que es el inicio de un continuo que
lleva al individuo a consumar el suicidio; mientras que Shaffer, David, (2001, citado por Cabra,
Infante y Sossa, 2010), plantean que los pensamientos suicidas son comunes en los adolescentes
de ambos géneros y que por tanto, no necesariamente están asociados con otros rasgos
psicopatológicos.
En cuanto a las diferencias de género, se ha encontrado que estos pensamientos sobre la muerte
se presentan en diferente medida en mujeres y en hombres; por ejemplo, González, Ramos,
Caballero y Wagner (2003), quienes estudiaron la presencia de conductas suicidas en estudiantes
de secundaria, encontraron una proporción de casi de tres mujeres por cada varón; ahora bien,
al analizar el caso específico de los adolescentes, se ha encontrado un porcentaje considerable
(10,5%) de sujetos con pensamientos graves, frecuentes y continuos sobre la muerte
(Fernández y Merino, 2001), y, teniendo en cuenta que los adolescentes se encuentran en la etapa
del desarrollo donde los humanos se involucran en comportamientos de alto riesgo y buscan
desesperadamente la aprobación de sus coetáneos y experimentan más conflictos con la
autoridad, no es de extrañar que esta, sea la etapa más vulnerable del comportamiento suicida
(Leal y Vásquez, 2012).
En opinión de Ann (2010; citado por Leal y Vásquez, 2012) los cambios que se presentan en la
adolescencia, junto a los factores de riesgo de dicha etapa, puede explicar en este periodo, las
muertes violentas como el suicidio; dicha problemática, se ve reflejada en las estadísticas
mundiales y nacionales en las que se observa que este fenómeno es cada vez más alarmantes,
prediciendo un problema mayor, pues como se mencionó anteriormente, la ideación suicida es
un indicador de problemas más graves como lo son, el intentos suicidas y el suicidio consumado
(Lewinsohn, Wichstrom, 2000; citado por González, Ramos, Caballero y Wagner, 2003).
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En el caso contrario, las personas con baja autoestima se caracterizan por que tienden a percibir
mayor infelicidad en todos los aspectos de su vida (Coatsworth y Conroy, 2006; citado por
KorkmazYìgìter, 2014), carecen de confianza en sí mismos, se aíslan socialmente, sufren rechazo
por parte de sus compañeros, son más agresivos, tiene comportamientos delictivos y tienden a
presentar algunas psicopatologías (Baumeister, Campbell, Krueger y Vohs, 2003; Donnellan,
Trzesniewski, Robins, Moffitt y Caspi, 2005; citado por Theunissen, Rieffe, Netten, Briaire,
Soede, Kouwenberg y Frijns, 2014).
Al analizar la relación entre autoestima e ideación suicida, los datos parecen no ser concluyentes,
por ejemplo Thompson (2010) encontró una relación negativa entre el nivel de las tendencias
suicidas y la autoestima, y, Miranda, Cubillas, Román y Valdez (2009) identificaron que baja
autoestima tiene 3.7 veces más riesgo de desembocar en la ideación suicida (IC: 2.3–5.9);
contrariamente autores como Ceballos, Suarez, Suescún, Gamarra, González y Sotelo (2014) y
Corredor y Martínez (2015) identifican una relación negativa significativa pero baja entre estas
dos variables.
Finalmente, es de resaltar que en Colombia el comportamiento del suicidio según Macana (2013)
es preocupante, dado que desde el año 2006 este fenómeno ha incrementado sus tasas, hasta
convirtiéndose para el año 2011 en el responsable del 7 % de las muertes violentas, entre las
cuales se destaca el grupo etario de 15 a 34 años correspondiendo al 51,8 % de las víctimas con
mayor conducta suicida; así mismo, se encontró que para el 2010, a nivel departamental, Boyacá
ocupó el segundo lugar con mayor índice de suicidios, con una tasa de 5,84 por 100.000
(Secretaria de Salud de Boyacá, 2012), y, teniendo en cuenta que el soporte empírico no cuenta
con datos concluyentes, la presente investigación pretende identificar la relación existente entre
autoestima e ideación suicida en adolescentes escolarizados de un colegio público Tunja.
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Método
Participantes: 76 adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y los 17, con una
escolaridad entre noveno y décimo primer grado de escolaridad, matriculados en una institución
educativa al momento de la investigación. El muestro utilizado fue por conglomerados con una
confiabilidad del 95% y un margen de error del 5%
Instrumentos: Escala de Autoestima de Rosemberg Revisada. (Rosemberg, 1965; Garaigordobil & Durá,
2005). El cuestionario tiene como objetivo evaluar el sentimiento de satisfacción que una persona
tiene consigo misma. Consta de 10 preguntas, puntuables entre 1 y 4 puntos, lo que permite
obtener una puntuación mínima de 10 y máxima de 40. Se considera como rango medio la
puntuación situada entre 25 y 35 puntos. Esta escala tiene un coeficiente alpha entre .74 y .77,
fiabilidad test retest de .63 (intervalo de 7 meses) y de .85 (intervalo de 2 semanas). La validez de
la escala como medida unidimensional de la autoestima ha sido también comprobada en varios
estudios (Garaigordobil y Durá, 2005, citados por Corredor y Martinez, 2015).
Escala de ideación suicida Positiva y Negativa PANSI de Osman, Gutiérrez, Kopper, Barrios y Chiros,
1998), adaptada y validad para Colombia por Villalobos-Galvis (2009). Es un cuestionario de 14 ítems,
6 de ideación suicida positiva (factores protectores) y 8 de ideación suicida negativa (factores
de riesgo), que son evaluados en el marco de las últimas dos semanas y en los que se pregunta
qué tan a menudo la persona ha presentado cada uno de los 14 pensamientos. La persona debe
responder haciendo uso de una escala de 5 puntos que oscilan entre 0 (nunca) y 4 (siempre).
Este inventario ha mostrado coeficientes de consistencia interna superiores a 0.8 y buena
evidencia de validez de constructo (concurrente y discriminante), tanto en muestras clínicas
como no-clínicas.
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Resultados
El análisis de resultados se realizó a través del programa SPSS versión 22.0 y tuvo como finalidad
dar respuesta a los objetivos propuestos en la investigación; una vez presentado los estadísticos
descriptivos de los instrumentos aplicados, se presentan los porcentajes y frecuencias que
refieren al nivel de autoestima reportado por los adolescentes, seguidamente se presentan los
porcentajes y frecuencias de los niveles de ideación suicida total y los factores de riesgo y de
protección y finalmente, se analiza la relación entre el nivel de autoestima y de ideación suicida
por medio de una matriz con el Rho de Spearman.
Tabla 1
Estadísticos descriptivos de los instrumentos aplicados
Estadísticos descriptivos
Desviación
N Mínimo Máximo Media estándar
Estadístic Estadístic Estadístic Estadístic Error
o o o o estándar Estadístico
Edad 76 14 17 15,45 ,107 ,929
Total Autoestima 73 18 40 31,38 ,504 4,310
Total Autoestima
74 9 20 16,34 ,324 2,786
positive
Total PANSI 74 0 39 8,35 ,958 8,240
Pansi positive 75 0 16 6,05 ,515 4,457
Pansi negative 75 0 28 2,33 ,593 5,139
N válido (por lista) 72
Nota: M= Media. EEM = Error estándar de la Media. Mdn= Mediana. DE= Desviación
estándar. Mín=Mínimo. Máx=Máximo.
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Tabla 2
Niveles de Autoestima según la Escala de Autoestima de Rosemberg en la Muestra Total
Frecuencia Porcentaje
Válido Bajo 4 5,3
Medio 55 72,4
Alto 14 18,4
Total 73 96,1
Perdidos Sistema 3 3,9
Total 76 100,0
En cuanto a los datos arrojados en la escala general del inventario PANSI, se encuentra que un
28% (21) de la muestra corresponde a un nivel Alto y Muy Alto de ideación suicida, lo cual indica
que existen factores de riesgo en estos estudiantes (Tabla, 3)
Tabla 3
Niveles de Ideación Suicida según el Inventario PANSI en la Muestra Total
Frecuencia Porcentaje
Válido Muy Bajo 27 35,5
Bajo 14 18,4
Medio 12 15,8
Alto 16 21,1
Muy Alto 5 6,6
Total 74 97,4
Perdidos Sistema 2 2,6
Total 76 100,0
En la subescala de Ideación Suicida Negativa se observa que un 38% (29) puntuó niveles entre
Alto y Muy Alto de ideación suicida, lo cual indica un porcentaje grade de la muestra presenta
ideación suicida (Tabla, 4); mientras que, en la subescala de Ideación Suicida Positiva se observa
que el 30% (23) corresponde a puntuaciones altas y muy altas, indicando una menor frecuencia
de factores protectores frente a la ideación suicida (tabla, 5).
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Tabla 4
Niveles de Ideación Suicida Negativa del Pansi
Frecuencia Porcentaje
Válido Muy Bajo 46 60,5
Alto 22 28,9
Muy Alto 7 9,2
Total 75 98,7
Perdidos Sistema 1 1,3
Total 76 100,0
Tabla 5
Niveles de Ideación Suicida Positiva del Pansi
Frecuencia Porcentaje
Válido Muy bajo 28 36,8
Bajo 10 13,2
Medio 14 18,4
Alto 15 19,7
Muy Alto 8 10,5
Total 75 98,7
Perdidos Sistema 1 1,3
Total 76 100,0
En cuanto a la correlación de las variables de estudio, a partir de los resultados obtenidos de una
matriz de correlaciones utilizando el Rho de Spearman se encontró una asociación negativa y
estadísticamente significativa entre autoestima e ideación suicida (Rho= -0.602; p<0.00);
indicando que la relación entre las dos variables es entre moderada y alta (tabla, 6)
Tabla 6
Matriz de correlación Rho de Spearman de las variables de estudio
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Discusión
Con respecto a la variable autoestima, los indican los resultados que en general los estudiantes
se encuentran en un nivel medio de autoestima, lo cual soportaría los hallazgos de Rosenberg,
Schooler, Schoenbach, y Rosenberg, (1995), al referir que para el caso no se identificarían
problemas graves de autoestima; así mismo soportarían los aportes de Parra y Oliva (2004),
quienes ya habían referido que al estudiar la autoestima en adolescentes, los datos no son
concluyentes debido a que la autoestima es una variable que experimenta muchos cambios y
fluctuaciones en esta etapa del ciclo vital, dificultando su estimación.
Al analizar las subescalas propias del PANSI, se encontró que en la ideación suicida negativa
(ISN), un 38% de los estudiantes presento niveles significativamente altos en este constructo;
estos datos son similares a los de Valencia (2014) y Siabato y Salamanca (2015), en cuanto a que
se identificó niveles hasta de 10% de ISN por encima de otras investigaciones previas. Por su
parte, en la subescala de ideación suicida positiva (ISP) un 30% de los estudiantes puntuaron
alto, mostrando un aumento del 5% con respecto al estudio realizado en universitarios por
Siabato y Salamanca (20015).
Con respecto a la relación entre el nivel de autoestima y los niveles de ideación suicida en los
adolescentes, se encontró que la relación es negativa estadísticamente significativa, indicando
además una relación entre media y alta; estos resultados corroboran los hallazgos de otros
investigadores como la de Duarté, Lorenzo y Rosselló (2012) quienes encontraron una relación
entre bajo autoconcepto e ideación suicida en jóvenes entre los 13 y 18 años de Puerto Rico;
Thompson (2010), quien realizó un estudio con alumnos universitarios en Canadá y verificó un
evidente aumento en la gravedad de la conducta suicida con respecto a la disminución de la
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autoestima; sin embargo estos resultados, parecen ser distintos a los hallazgos de Ceballos,
Suarez, Suescún, Gamarra, González y Sotelo (2014) y Corredor y Martínez (2015), quienes
identificaron una relación baja entre estas dos variables; al respecto y pese a las contradicciones,
los resultados obtenidos en esta investigación llevarían a soportar los planteamientos de
Thompson (2010), quien refiere que si bien no se puede atribuir la conducta suicida a una baja
autoestima, si es evidente un aumento en la gravedad de la conducta suicida con la disminución
de la autoestima.
De este modo, de acuerdo a los resultados obtenidos en la presente investigación, las cifras de
ideación suicida en los estudiantes son preocupantes, dado a que corresponde al 28% de los
adolescentes vinculados a este estudio, soportando los planteamientos de previas investigaciones
en los que se ha considerado un problema de salud pública. Es por esta razón, que se hace
necesario diseñar programas de intervención para este tipo de población, en los que se incluyan
además otras variables que al igual que la autoestima, han mostrado ser parte de la
multicausalidad del fenómeno; así mismo, apuntarle a investigaciones más de tipo longitudinal,
que permitan conocer con mayor profundidad, aspectos tales como los posibles cambios que se
pueden dar en variables como la autoestima, cuando se ve afectada por otros fenómenos propios
del contexto.
Conclusiones
Debido a los cambios propios de la adolescencia, la autoestima es una variable que al igual que
la ideación suicida, tiene un componente multicausal y por tanto los datos no podrían ser
concluyentes.
Dado los resultados de ideación suicida presente en los estudiantes de esta investigación, se
soportan los planteamientos de la OMS (2009) y de Ceballos, Suarez, Suescún, Gamarra,
González y Sotelo (2014) en cuanto a que la ideación suicida es una problemática cada día mayor
en este grupo de edad.
Los resultados obtenidos en esta investigación indican que la autoestima y la ideación son
variables asociadas con una correlación entre medio y alta.
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Revista de Psicología GEPU, ISSN 2145-6569, Vol. 8 No. (1) pp. 001-211 / Enero-Junio de 2017
Clara Inés Palacios Burbano, Coinvestigadora. Psicóloga Universidad Santiago de Cali. Especialista en
Desarrollo Humano y Organizacional Universidad Santiago de Cali. Candidata a Magister en
Psicología Social Universidad del Valle. Docente Investigadora Universidad Cooperativa de
Colombia sede Cali. Correo electrónico clarapalacios@gmail.com
Referencia recomendada: Echeverry, L., & Palabras Clave: Liderazgo comunal, participación
Palacios, C. (2017). El liderazgo comunal no ciudadana, identidad colectiva, política, Acción
institucionalizado: acciones y pensamientos para colectiva.
reinventar la emancipación social. Revista de Psicología
GEPU, 8 (1), 22-35. Abstract: This article presents the results of the
characteristics of community leadership and
Resumen: Este artículo presenta los resultados de la citizenship practices that take a leading group in the
investigación características del liderazgo comunal y district 18 of Cali, Colombia and how they affect the
de las prácticas ciudadanas que adoptan un grupo de transformation of their community, individual and
líderes de la comuna 18 de Cali, Colombia y cómo shared realities. The method accompanying the how
ellas inciden en la transformación de sus realidades of the meeting with the participating community was
comunitarias, individuales y compartidas. El método Participatory Action Research (PAR); the techniques
que acompañó, el cómo del encuentro con la with which stories were collected and discussed with
comunidad participante, fue la Investigación Acción the group of participating leaders in the research
Participativa (IAP); las técnicas con las que se experience, consisted of in-depth interviews and
recogieron y se discutieron los relatos con el grupo analysis of textual phrases placed in a game of
de líderes participantes en la experiencia sentences compound by tetralemas. One of the
investigativa, consistieron en la entrevista en results with more powerful meaning for the group of
profundidad y el análisis de frases textuales puestas leaders is the practice of a non-institutionalized
en un juego de frases compuesto de tetralemas. Uno leadership, distant of political participation forms
de los resultados con mayor poder de significado and leadership promoted by local development plans
para el grupo de líderes es la práctica de un liderazgo and traditional political parties, anchored rather, in
no institucionalizado distante de las formas de other ways of thinking and acting of community
participación política y de liderazgo promovidas por leadership summon up by will, by a sense of ethics
los planes de desarrollo local y por los partidos and solidarity for its community and its territory.
políticos tradicionales, anclado más bien, en otras
formas de pensar y de actuar el liderazgo comunal Keywords: Communal Leadership, Citizenship
revestidas por la voluntad, por un sentido de la ética Involvement, Identity Group, Policy, Group Action.
y de la solidaridad por su comunidad y su territorio. Recibido: 17 de Junio de 2016 / Aprobado: 12 de
Diciembre de 2016
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Introducción
El interés por realizar esta investigación surge a partir de la problemática acerca de las formas
cómo se ha concebido la relación tradicional comunidad-estado-desarrollo para América Latina,
en torno a las posibilidades reales de participación y de movilización social con las que cuentan
los pobladores comunales. De esta manera, se adoptan conceptos claves como liderazgo
comunitario, participación ciudadana y desarrollo social, con el propósito de ampliar las fronteras
del conocimiento sobre el objeto de estudio. El objetivo central del estudio apunta a comprender
las prácticas ciudadanas de líderes comunitarios que inciden en el desarrollo social de la comuna
18 de Cali. Partiendo de la tesis según la cual los líderes comunitarios expresan otras formas de
agenciar y concebir el liderazgo y la participación ciudadana y comunal, atravesadas por la ética,
la solidaridad y la voluntad para construir vínculos afectivos y redes sociales y culturales,
configurándose en fuerzas de poder y de resistencia, ante los procesos globales de desarrollo que
tienden a desdibujar sus identidades y ante una clase política tradicional que los excluye.
De esta manera, debido a que la intención del estudio consistía en poner en evidencia las formas
de concebir y de practicar el liderazgo en el desarrollo social, el liderazgo no institucionalizado
viene a constituirse en la categoría emergente con mayor poder de significación; concepción que
se nutrió de las narrativas de los líderes participantes y del conocimiento que han venido
construyendo las investigadoras sobre la comuna.
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El nuevo conocimiento hallado condujo a ampliar la reflexión crítica sobre las tensiones que se
dan entre la participación y el liderazgo, promovidos desde los planes de desarrollo local, por los
organismos estatales de representación de lo público y los partidos políticos, y por las otras
formas de entender la participación y el liderazgo por otros agentes comunales. Así mismo, los
resultados de la experiencia investigativa abonan conocimiento al campo de estudios de la
relación crítica comunidad-estado-desarrollo para los países de América Latina, centrando la
atención, en poner en evidencia por un lado, cómo las prácticas ciudadanas de los líderes
comunales para el desarrollo de sus realidades personales y comunitarias, son limitadas por las
condiciones políticas, económicas, de salubridad e infraestructura de sus territorios, de su
situación biográfica, y por las deficientes oportunidades que les ofrece el estado en la ampliación
de las capacidades cognitivas, subjetivas, sociales y culturales a las que tienen derecho. Siendo
sus integrantes cooptados, por una democracia representativa que abusa de su poder para
aseverar que las comunidades son vinculadas de forma permanente en los procesos de
planeación participativa, señalamiento infundado en el proceso de toma decisiones, dado que la
participación se produce en los niveles consultivos y deliberativos mas no en los decisorios.
Por otro lado, los líderes independientes que se niegan a hacerle el juego a los procedimientos
administrativos y de gestión de los representantes públicos, intentan cada día, a manera de
resistencia, construir una identidad colectiva y política en conjunto con los pobladores
interesados, que trascienda el umbral de la dependencia y de las libertades fundamentales
coartadas, y los movilice a creer, en lo que en su momento un líder independiente afirmó: “ La
gente empieza a salir de la esclavitud, cuando empieza a pensar” (Líder, 49 años).
A raíz de las revisiones del estado del arte sobre este campo de conocimiento particular las
investigadoras hacen una crítica a una constante histórica social que no ha logrado superar sus
límites y sus violencias, con unos interrogantes acerca de cuál es el papel ético y político que
estamos adoptando no sólo los investigadores sociales en Latinoamérica sino las instituciones
de educación superior frente a la apropiación que hacemos del conocimiento de las comunidades
que participan en los estudios que desde la academia se proponen.
Objetivo General
Comprender las prácticas ciudadanas de líderes comunitarios que inciden en el desarrollo social
de la comuna 18 Cali.
Metodología
Dicho de otro modo, el enfoque posibilitó adentrarse en la historia de los líderes comunitarios
(jóvenes, mujeres, hombres adultos y niños) en la búsqueda de descubrir, los particulares
motivos, situaciones biográficas, intenciones y sueños, que los han inducido a asumir el rol de
agentes movilizadores de acciones colectivas para la construcción de propuestas de desarrollo
representativas de cambios en sus realidades personales y comunitarias.
Método
El método propuesto fue la Investigación Acción Participativa (IAP), con la cual se favorecieron
las condiciones para que las personas participaran en experiencias colectivas que los beneficiara
como sujetos y comunidad, permitiendo la reflexión crítica sobre su ejercicio como líderes en
relación con la comunidad a la cual pertenecen.
En este ámbito de participación experiencial, los líderes partieron de una toma de conciencia
individual, social e histórica, en torno a los problemas que les han sido comunes, y por los cuales,
deciden involucrarse en cambios de pensamiento y de prácticas, con las que aspiran a modificar
sus territorios íntimos y comunitarios a la vez.
De esta manera, Fals Borda, define la investigación participativa así: “Una vivencia necesaria para
progresar en democracia, como un complejo de actitudes y valores, y como un método de trabajo que dan sentido a
la praxis en el terreno.” Además, concibe la IP: “No sólo como una metodología de investigación sino al
mismo tiempo como una filosofía de la vida que convierte a sus practicantes en personas sentipensantes.” (Citado
por Colmenares Ana M., 2012)
Entrevista en Profundidad: Técnica que permitió caracterizar y comprender los sucesos narrados
por los participantes. Este momento dialógico distó de ser un interrogatorio, adoptando
características cercanas a un diálogo amistoso y afectivo entre las partes involucradas. De este
modo, fueron momentos donde nosotras las investigadoras privilegiamos la escucha, y los líderes
al narrar, se sintieron cómodos para expresarse con libertad y confianza.
1Las dos técnicas para recoger conocimiento sobre personas y comunidades provienen de la obra colectiva “Manual
de Metodologías Participativas del Observatorio Internacional de Ciudadanía y de Medio Ambiente Sostenible
(CIMAS) de Madrid, España. Publicado en el año 2009.
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Análisis de Frases Textuales: Juego de frases o Tetralemas. Técnica que consistió en agrupar frases que
representaran las posiciones de los participantes en torno a los temas que se pusieron en
discusión.2
Para el desarrollo del trabajo con los tetralemas se establecieron, cuatro temáticas a abordar, que
resultaron del análisis de la entrevista en profundidad realizadas a los participantes, en un primer
momento, dichas temáticas fueron, toma de decisiones, concepción de ciudadanía, intereses particulares,
componente familiar.
Teniendo clara la ruta de trabajo, se generó un encuentro dialógico/reflexivo, donde cada uno
de los líderes participantes realizó su aporte, en este encuentro se identificaron cuatro (4)
categorías emergentes que permiten la aproximación más cercana al perfil de líderes, que asumen
cotidianamente en su rol.
Horizontalidad en la toma de decisiones. Los encuentros comunitarios entre los líderes de enfoque
tradicional y los de postura divergente, se han caracterizado en repetidos sucesos, por la
verticalidad y la imposición de las formas naturalizadas de representación en los niveles
consultivos, deliberativos y decisorios, situación que ha provocado parálisis en la resolución de
los problemas comunales. Los participantes en este momento del debate reconocieron en la
horizontalidad de la toma de decisiones, el puente que les conduce a resolver – aún desde las
distintas perspectivas de liderazgo y de las diferencias – aquello que resulta favorable para la
convivencia en la comunidad. Esta forma de tomar decisiones le imprime un carácter retributivo
al proceso decisorio, pues cada miembro participante se siente responsable de asumir un rol de
líder y de agente, que se complejiza, en la medida en que los problemas por resolver requieren
de tiempo, de recursos y de gestión permanente para su consecución.
Reconocimiento de intereses individuales y colectivos a la vez. En el debate los líderes aceptan que tanto
intereses que movilizan de manera interna a cada uno, a su vez dichos intereses tienen un punto
de encuentro y es la búsqueda de mejores condiciones de vida, más equitativas tanto particulares
como colectivas. De esta manera los lideres no institucionalizados no se adhieren a las prácticas
de liderazgo de algunos líderes comunales, en las que prima el interés particular , los beneficios
propios, antes que asumir la tarea como aprendizaje, como experiencia formativa para el bien
colectivo; esta discusión se centra en el punto de los intereses individuales los lideres reconocen
la importancia de que surja en ellos el interés individual porque de allí parte la motivación inicial
para involucrarse en procesos participativos comunales, pero que la búsqueda del protagonismo
y de la cuota política no constituya el centro de sus motivos y actuaciones.
2Las frases se tomaron del registro encontrado en la entrevista en profundidad realizada con cada uno de los líderes
participantes.
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Y por último encontramos la agencia y movimiento de las prácticas ciudadanas comunitarias, constituyen
el grupo de acciones tejidas con los saberes populares que posee cada uno, y que se ponen a
disposición de la comunidad para que así desde la suma de multiplicidades, se logre aportar al
trabajo y la transformación colectiva.
La técnica posibilitó nutrir y ampliar el debate entre el liderazgo tradicional – agenciado por
hombres y mujeres adultos y cooptado por los partidos políticos – y las nuevas prácticas de
liderazgo comunal agenciado por las mujeres madres cabeza de familia, por los jóvenes y por los
niños que viven en los barrios comunales. El contenido de los relatos fue analizado a través del
programa ATLAS-TI, permitiendo identificar las categorías emergentes, resultado de las
narrativas de la población. Finalmente, se procedió al momento de la interpretación donde se
construyeron conceptos y descripciones interpretativas a partir de relacionar los hallazgos con
los referentes teóricos de las categorías iniciales en discusión, produciendo con ello las categorías
emergentes o de entrada a un nuevo conocimiento, requiriendo entrar en diálogo con los relatos
de los líderes participantes y con otros autores. El grupo participante se conformó como
resultado de la primera fase del presente estudio que finaliza, en el que se fue poniendo en
evidencia, cuáles personas asumían roles más protagónicos en los procesos y experiencias
participativas conducentes al desarrollo de su territorio. El grupo lo conformaron inicialmente
diez (10) líderes comunitarios (mujeres madres cabeza de familia, hombres adultos, mujeres y
hombres jóvenes, niños y niñas), Los criterios bajo los cuales se organizó el grupo fueron: 1)
Que hayan hecho parte de organizaciones de participación política tradicional como Juntas de
Acción Comunal y Juntas de Acción Local, Consejos Municipal y Local de Jóvenes. 2) que hayan
hecho parte de otras experiencias organizativas, permanentes o discontinuas. 3) que acepten
voluntariamente a participar de las entrevistas y de los talleres que se proponen en la
investigación. Los encuentros logran desarrollarse con tres jóvenes líderes y cuatro líderes
adultos, dos hombres y dos mujeres respectivamente.
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Resultados
Características que adopta el liderazgo comunal: Los sentidos y los significados que adoptan las prácticas
de este grupo de líderes se comprenden como otras acciones y pensamientos, como las otras
luchas que emprenden en el día a día guiados por un sentimiento de voluntad, por una ética del
cuidado de sí y del otro, en permanente búsqueda por condiciones de vida dignas y por
oportunidades para acceder a sus derechos pero también a participar como sujetos con capacidad
de agencia y con una conciencia por los límites que han de imponerse para actuar (Sen, 2006.
Melucci 2001). Una vez que los líderes han pertenecido a las planas administrativas en calidad
de miembros de los organismos públicos de participación política: Juntas de Acción Local, Juntas
de Acción Comunal, Consejos municipales y locales de Juventud, por nombrar los principales,
la gran mayoría de los líderes comunales desisten, otros se quedan, siendo cooptados por algún
partido político tradicional intentando obtener con ello los recursos para su barrio, como lo
menciona Zabala (2013). Los que desisten, lo hacen ante las promesas incumplidas por la
dirigencia pública local y municipal durante la gestión que ésta hace de los planes de desarrollo,
planes, que finalmente en tiempos de elecciones, vienen a conformar el cartel de ofertas de los
candidatos para asegurar, con los votos de los habitantes de los territorios más deprimidos, los
cargos con los que aspiran a participar del poder estatal.
Como resultado de esa situación crítica pero también esperanzadora con la que los líderes
emprenden acciones y pensamientos críticos, éstos van desplegando unas características que
constituyen el conocimiento social construido por ellos y que nosotras las investigadoras queremos
visibilizar y reconocer, por el lugar que ocupan como generadores de actos creadores para la vida.
“¿Para mí que es liderazgo? el liderazgo es una línea que tiene inicio más no tiene fin. Porque líder, es la
vida ¿ya? porque en cualquier espacio tiene uno que actuar como líder. El liderazgo es la vida misma”
(Joven líder, 20 años).
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Es importante aclarar que si bien, los líderes no institucionalizados en la comuna presentan una
tendencia hacia la autogestión, según Reguillo, R. (2000), esta posición no implica que ellos no
compartan el liderazgo con los pares que se hayan vinculados directamente a los programas
promovidos por la institucionalidad y que tienen formas tradicionales de hacer la gestión para el
desarrollo.
Cultura creadora de otra Ciudadanía / Soluciones desde la diferencia: Las otras formas de concebir y de
practicar el liderazgo en la dinámica de los procesos organizativos que eventualmente se
programan, han conducido a la emergencia de unas particulares culturas para practicar la
ciudadanía y la política revestidas de solidaridad, de intenciones genuinas para entender al otro y
su posición mediante acuerdos fundados en lógicas de colaboración, que posibiliten encontrar
soluciones juntos, conservando las diferencias, pues éstas en algún momento son las que
enriquecen el debate para la toma de decisiones. Melucci (2001) señala que en la arena de la
contienda democrática ha de haber cabida tanto para las diferencias como para las semejanzas,
ellas son el garante para que surjan otras formas de comprender y hacer la democracia
participativa, comprensiones y acciones colectivas con las cuales este grupo particular de líderes
va renovando el poder de la identidad colectiva-política en construcción con la comunidad,
Torres (2007).
“Las cosas que yo admiro del adulto mayor, no es solamente el recorrido sino la experiencia, la experiencia
que tiene de la temática que nosotros tenemos como propuesta, de la temática a trabajar, segundo, de sus
conocimientos que tiene, las circunstancias que hay que tener en cuenta en el proceso de evaluación… y
mejor dicho, el adulto mayor es el pilar que nosotros queremos como seguir… pero a veces nos limita a
hacer articulaciones con el adulto mayor es la forma de pensar… pero tenemos que aprender de ellos y ellos
de nosotros, eso es lo que tratamos de hacer siempre” ( Lideresa, 18 años).
Referente
Protector
(Lider-lidereza)
Cultura
creadora de otra Liderazgo no
Ciudadanía Insticionalizado
Soluciones
la cultura de la
conjuntas desde
solidariadad
la diferencia
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LIDERAZGO LIDERAZGO NO
INSTITUCIONALIZADO INSTITUCIONALIZADO
COMUNA 18 COMUNA 18
•Lideres adultos y jóvenes reconocimiento mutuo
del trabajo en comunidad y sus diferencias.
•En su totalidad son lideres adultos, desde dónde se •Alta tendencia de los jóvenes de operacionalizar
subvalora el liderazgo juvenil actuando de manera inmediata, en un alto
•inversión de tiempo en la planeación de actividades porcentaje, no logran organizar propuestas
y recursos de acuerdo agenda municipal, en alto permanentes y de mayor cobertura.
porcentaje se logra consiguir los objetivos •En algunos casos se procede de forma inmediata,
propuestos las soluciones tienen que venir pronto.
• Búsqueda reconocimiento y apoyados por •Se busca reconocimiento de sus pares, comunidad y
organismos no gubernamentales y familiares, la cual se convierte en respaldo para la
gubernamentales de cooperación. gestión institucional
•La estructura organizacional de las juntas(JAL-JAC) • Organización y carácter decisorio horizontal
es de tipo piramidal •Los jovenes reconocen la necesidad de aprender la
•Decisiones centralizadas, comité de planificación habilidad de la planeación que poseen los líderes
municipal es el que toma las decisiones y de la adultos más antiguos de la comuna
asignación de recursos •Los adultos reconocen la fuerza de acción de los
•Pobladores comunales se les invita a participar en el jóvenes y la capacidad creativa
nivel consultivo, pero no en el decisorio.
•Las peticiones que hacen los adultos, mediante
procesos formalizados hacen mas lentos la
obtención de los medios para solucionarlo, pero en
buena medida mas efectivos.
SIMILITUDES
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Conclusiones
Las razones para actuar del grupo de líderes participantes en situaciones críticas de comunidad,
se ha venido constituyendo en un esfuerzo de construcción colectiva, que ha costado
significativos esfuerzos de cohesión y consistencia, también de desencuentros, y un gran esfuerzo
de los lideres no institucionalizados para no terminar replicando las lógicas de la
institucionalidad, en el transcurso del trabajo comunitario. Las tensiones se producen por las
condiciones de contexto de los líderes debido a que ellos provienen de distintas zonas geográficas
del suroccidente colombiano, situaciones biográficas e historias de vida, que traen consigo, pluri-
culturas y distintos enfoques de mundo. Estas distinciones provocan, por un lado, unas
relaciones que todo el tiempo oscilan entre la racionalidad de la competencia y la racionalidad de la
colaboración, momentos dialógicos en los que se avanza hacia la propuesta colectiva, pero en otros,
como lo menciona Weber (2007) se retrocede para caer en el individualismo, en la posición
radical. Y por el otro, precisamente es la diferencia la que enriquece el debate, es la que lo pone a
contraluz para encontrar en las claridades y en los oscuros eso que la visión única deja en el
ocultamiento sin resolver.
Frente a estas tensiones y condiciones críticas mediadas por el diálogo, Santos (citado por
Herrera, 2009) expresa que las condiciones para que se dé un dialogo intercultural entre
comunidades diferentes pero interesadas en resolver problemas propios y cotidianos que los
asemeja, pasa por la posibilidad de comprenderlo como una experiencia de hermenéutica
diatópica, “(…) que se construye sobre la identificación local de la incompletud y la debilidad y sobre la
inteligibilidad translocal”. Significa entrar a esos momentos dialógicos, con una conciencia de la
incompletud recíproca asumiendo la necesidad que tenemos del conocimiento mutuo, por las
carencias propias, porque la comprensión de mundo que se tiene es local, es situada; porque es
vital entenderse en las particulares formas de significar los mundos propios y los comunitarios
y porque: “el objetivo de la hermenéutica diatópica no es alcanzar la completud – puesto que este es un objetivo
imposible de alcanzar - , sino elevar al máximo la conciencia de la incompletud recíproca, involucrándose en un
diálogo con un pie en cada cultura”( p.p.78-79).
De allí que, el carácter retributivo que toma el diálogo es el que produce la comprensión de la
realidad mutua de las posiciones políticas divergentes, aspecto mencionado por Pichon-Riviere
(1999), el respeto por la condición y por los saberes de las culturas en diálogo. De esta manera,
la racionalidad de la colaboración va configurando otras formas de pensar, expresiones y
acciones embrionarias que van repercutiendo en las subjetividad de las personas, dando paso a
una responsabilidad individual capaz de suspender el supuesto del imaginario ganar provocando
la opacidad del imaginario construido de la competencia que nos ha puesto a lo largo de la vida en
una contienda infinita entre las personas y las culturas por ocupar el poder de control sobre el
imaginario de los vencidos. Los vencidos adquieren esa categoría porque no son iguales en sus
características físicas, culturales y territoriales a los vencedores. Se trata de ir deconstruyendo
estos imaginarios de poder anclados en los procesos de socialización política primaria y secundaria
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de las personas, procesos impartidos por los sistemas de regulación institucional representados
en el Estado, la familia, el mercado, la cultura, la comunidad.
Así, el saber social-local que han venido construyendo un número significativo de líderes y de
sus comunidades a la largo y ancho de los territorios de laderas urbanos y los rurales de
Latinoamérica intenta – en medio de las lógicas de un sistema-mundo caracterizado “ por la
producción de bienes simbólicos y la seducción irresistible que éstos ejercen sobre el imaginario del
consumidor”(Castro, 2000,p.156), que impone las reglas del mercado con las demandas por un
consumo irresponsable sin límites en un mundo limitado de recursos ambientales y geográficos,
– renovar el sentido del poder de la emancipación social cimentado en la cooperación, en la
solidaridad, un poder ser como posibilidad de crear otras formas de encuentro responsables para
resolver la vida juntos y con las diferencias a la vez. Santos (2006) expresa en este contexto que:
(…) Necesitamos construir la emancipación a partir de una nueva relación entre el respeto de la
igualdad y el principio del reconocimiento de la diferencia (…) y saber que una lucha por la
igualdad tiene que ser también una lucha por el reconocimiento de la diferencia, porque lo
importante no es la homogeneización sino las diferencias iguales (p.46).
De este modo, la colaboración no es una razón para actuar nueva en las experiencias de
emancipación social de las comunidades, se trata de renovarla, bien dice Santos (2006) que se
precisa trabajar con lo viejo para renovarlo: “nosotros no podemos pensar lo nuevo sino es con conceptos de
lo viejo, del lenguaje, de lo que tenemos, y aun cuando queremos nombrar cosas tenemos que hacerlo a partir de
cosas que son viejas” (p.28). La tradición en toda su magnitud no se puede excluir, es imprescindible
proceder a hacer una decantación para quedarnos con los elementos de las culturas que conducen
a crear para la vida no para destruir la vida; y ante lo novedoso, ampliar la perspectiva corriendo
los límites, pero con mirada vigilante, saber elegir lo que nos dignifica la vida como humanos.
Construir – de-construyendo pareciera que fuera la opción, a raíz de las revisiones de los antecedentes
investigativos en el campo de estudios sobre la relación crítica comunidad-estado-desarrollo en
Latinoamérica.
En este sentido, las investigadoras proponen abrir el debate frente a una constante histórica
social que no ha logrado superar sus límites y sus violencias. Planteando unos interrogantes
dirigidos a nosotras las investigadoras de lo social, a los representantes institucionales de la
academia, al Estado, a la comunidad, para discutir qué tanto los proyectos gubernamentales
producen las oportunidades para que las personas puedan acceder a las libertades fundamentales
mínimas, garantes de su movilidad social, qué hacer para de-construir las formas convencionales
de concebir los desarrollos de los pueblos latinoamericanos, y cómo salir del “ensimismamiento
académico” para ir consolidando en acciones concretas y complejas, la responsabilidad social de
la educación superior.
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José Manuel Bezanilla, Psicólogo, Doctor en Ciencias para la Familia, Psicoterapeuta de Grupos y
Psicodramatista Clínico, Fundador y Director General de Psicología y Educación Integral A.C.
(PEI.AC www.peiac.org ), Fundador de la Revista Internacional PEI, Psicólogo Clínico y Visitador
Adjunto en la CNDH México. Correo electrónico: jjmbezanilla@peiac.org
Ma. Amparo Miranda, Psicóloga, Maestra en Psicología Clínica, Directora de Servicios Clínicos de
PEI.AC y directora de la Revista Internacional PEI, Docente Investigadora de la Universidad del Valle
de México Lomas Verdes y la Universidad Bancaria de México.
Correo electrónico: amparo.miranda@peiac.org
3
NOTA: El presente constituye el resultado de una investigación personal, y de ninguna manera representa una
postura institucional.
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Introducción
La Tortura como una grave violación de derechos humanos, impacta de manera amplia y
profunda todas las esferas de la vida de la persona, quitándole al receptor todo sentido de
dignidad humana.
Las secuelas que deja a su paso este acontecimiento son graves, profundas y de largo alcance en
sus víctimas directas, sus familias, grupos de referencia, comunidades y la sociedad misma. A
nivel psicosocial, la tortura envía a los grupos y comunidades un mensaje de terror (CEH, 1999),
que genera miedo, susto, tristeza, depresión, enfermedades somáticas y psicosomáticas, duelo
alterado, desconfianza, mutismo, inhibición e indefensión; entre otras. Así como otras
expresiones de sufrimiento como alcoholismo, alteraciones en el ciclo de sueño y pesadillas
recurrentes, padecimientos psiquiátricos graves, apatía, suicidio; además de sentimientos de ira y
cólera social.
El terror se implanta en las personas a partir de manifestaciones y secuelas sociales; por lo que
este permanece durante largos periodos de tiempo y no es fácil su desaparición del imaginario
social a pesar de la disminución de los niveles de violencia.
Algunos de los más perdurables efectos del terror, tienen que ver con la generación de duelos
alterados; particularmente por la manera violenta como se han dado los hechos, una significativa
sensación de impotencia y miedo; además de desesperanza, reforzada por las distintas formas de
impunidad, la criminalización de las víctimas, generándose una traumatización social y moral.
Menciona Lira (2004), que el estado detenta el poder de dar muerte a las personas, dentro de
marcos formalmente legales, situación que puede ser un constituyente para la generación de
terror y vulnerabilidad en las poblaciones, especialmente cuando se abre la posibilidad de que
este o sus agentes detengan, torturen, desaparezcan o maten a los ciudadanos. En general se ha
visto que el impacto psicosocial de la tortura, redunda en un incremento de la violencia
doméstica, callejera y social.
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Gómez-Córdova (2006) refiere que las Violaciones Graves de Derechos Humanos (VGDH)
como la tortura, alteran de manera significativa las formas de relación e interacción al interior
del grupo, genera o incrementa los niveles de tensión y conflicto emocional entre los miembros,
propicia cambios en la dinámica de roles y funciones, favorece la fragmentación de los vínculos
y altera las redes externas de apoyo social y afectivo.
En este punto, nos resulta relevante señalar que consideramos al ser humano como un ente
complejo y multidimensional, conformado por esferas bio-psico-socio-histórico-culturales, por
lo que las secuelas individuales de la tortura como situación traumática, deben considerarse de
la misma manera. Entendemos que un trauma, derivado de una situación de violencia
sociopolítica como la tortura, adquiere una dimensión primaria y determinante frente a los
desórdenes psíquicos, particularmente por la complejidad de las interrelaciones entre las
situaciones sociales de la violencia y sus efectos en la salud mental de sus receptores; cómo no
existe otra en este campo; particularmente porque el daño psíquico es producido por actos u
omisiones del estado que es el encargado de salvaguardar la integridad personal, comunitaria y
social.
Concebimos que las secuelas traumáticas de la tortura trascienden las esferas individuales e
impactan todas las áreas de vida del sujeto (como ya lo mencionamos), por lo que las
clasificaciones diagnósticas derivadas de la medicina y la psiquiatría, se pueden quedar cortas
para captar de manera completa el espectro del trauma, por lo que colocar al sujeto en el punto
de mira del manual y verificar si cumple el marco descriptivo de daño puede ser insuficiente; de
ahí que el diagnóstico multiaxial, no dé cuenta de las peculiaridades del daño4.
4 Vale la pena resaltar, que no desdeñamos los sistemas diagnósticos como el sistema DSM o CIE, sino que los
consideramos limitados por la complejidad particular de las VGDH.
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Un punto que vale la pena considerar sobre nuestra posición, se relaciona con los contextos
institucionales y de peritación de la tortura, que requieren estándares específicos con relación a
la solidez y consistencia de los datos, especialmente al entrar en contacto con las determinaciones
de tipo jurídico y legar; por lo que sin perder la postura comprensivo interpretativa, resulta
relevante tener en cuenta la perspectiva del manual, con el objetivo de soportar las conclusiones
dentro de los procesos de orden judicial.
Con base en lo anterior, y en un ejercicio integrativo de ambas miradas, entendemos que existen
múltiples reacciones psicológicas que como común denominador para su etiología, comparten
el hecho de que son provocadas por el enfrentamiento a una situación: “…de naturaleza
excepcionalmente amenazante o catastrófica que causarían por sí mismos malestar generalizado…” (CIE,
2000); estas manifestaciones, presentan características clínicas complejas, multidimensionales y
de gran variabilidad (Chacon-Fernández 2006).
Manifestaciones constrictivas o evitativas: que implican intentos de la persona por controlar sus
reacciones emocionales intensas y que se presentan persistentemente mediante defensas evasivas
y represivas, observándose primordialmente, evitación de situaciones o personas que recuerdan
el evento, dificultad para recordar los hechos, sobre todo aquellos vivenciados como
mayormente traumáticos, desensibilización, despersonalización, embotamiento emocional
(dificultad para percibir las emociones) y disminución por el interés en actividades vitales.
Manifestaciones “intrusivas”: indican que la memoria traumática fue tan intensa, que rompen la
represión y reaparece constantemente y de manera intensa en la consciencia de la persona, a
partir de la aparición de recuerdos recurrentes e intrusivos, sensaciones corporales o sueños
traumático o pesadillas (Montt y Hermosilla, 2001).
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• Manifestaciones agudas: Estas aparecen una vez que ha cesado el evento catastrófico y
se organizan en torno a la memoria trauma, siendo tal el impacto de este, que impide el
procesamiento emocional del recuerdo, generando una construcción traumática
fragmentada que produce perturbaciones emocionales duraderas en las que se cristaliza
la estructura defensiva contra la ansiedad; surgiendo un cuadro clínico polimorfo,
multidimensional y complejo, que puede durar días o semanas; en caso de que estas no
sean resueltas, las manifestaciones traumáticas pueden cronificarse.
También estas secuelas pueden aparecer de forma progresiva o de manera súbita y brusca, siendo
necesario considerar de manera particular como manifestación clave, a las alteraciones del sueño
(Mingote, 2011) y especialmente la pesadilla traumática (Rincón-González, 2003; Chacon-
Fernández, 2006 y Espinosa-Gil, 2015), que puede o no, reproducir de manera idéntica el evento
catastrófico y ser continua o intermitente en cuanto a su ocurrencia; normalmente se caracteriza
por estar seguida de despertares bruscos en estado de agitación, con posteriores periodos de
insomnio.
Resalta el “Protocolo de Estambul” (ONU, 2004), que en casos de personas que han sido
sometidas a Tortura, hay que considerar otras reacciones, psico-emocionales, particularmente
cuando existió privación de contacto con el exterior, incomunicación, intimidación y amenazas,
ya que no toda persona que ha estado expuesta a una situación traumática, necesariamente
presentará una configuración completa del trastorno por estrés postraumático como lo señalan
los manuales diagnósticos, por lo que es relevante tener en cuenta las siguientes manifestaciones:
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El presente trabajo, presenta un caso clínico, en el que se realizó una valoración psicológica de
tortura de una persona en reclusión, siguiendo los lineamientos generales planteados por el
“Protocolo de Estambul”. Resulta relevante, debido a que, si bien el paciente presenta algunas
alteraciones durante la entrevista y en el examen del estado mental, en los inventarios obtuvo
puntuaciones con pobre significancia clínica; por lo que recurrimos a la realización de un análisis
comprensivo de las manifestaciones sintomáticas, en conjunción con los indicadores de
funcionamiento yoico y traumatogenico observados en la técnica proyectiva aplicada, para con
base en eso realizar un diagnóstico diferencial.
Método
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Señala Kerlinger (2001), que toda técnica de observación, permite la realización de inferencias
sobre el comportamiento, por lo que es necesario ser precavidos en su empleo, particularmente
por los factores asociados al observador que pueden debilitar la objetividad del proceso; mientras
que Villarroel y Leiva (2006), consideran que la observación participante permite mirar el
fenómeno con profundidad y desde el interior de su ocurrencia, por lo que el investigador
obtendrá datos de significado sobre el comportamiento de las personas o grupos observados de
manera sistemática y no intrusiva obteniendo de los participantes sus descripciones de la realidad
y los conceptos en torno a los que se organiza su mundo.
El examen del estado mental, consiste en una descripción de todas las áreas del funcionamiento
mental del paciente. Ejerce la misma función para el clínico que la exploración física para el
médico de atención primaria. Los profesionales, siguen un formato estructurado en el registro
de sus hallazgos. Posteriormente, estos datos se utilizarán para apoyar sus conclusiones
diagnósticas (Rodríguez-García y Rodríguez-Pupo, 2006 a y b).
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Con relación a los instrumentos psicológicos, el “Protocolo de Estambul” refiere que “[a]penas
hay publicaciones acerca de la utilización de las pruebas psicológicas (pruebas proyectivas y objetivas de
personalidad) en la evaluación de los supervivientes de la tortura. Además, las pruebas psicológicas de personalidad
carecen de validez transcultural. Estos factores se combinan limitando gravemente la utilidad de las pruebas
psicológicas para la evaluación de las víctimas de la tortura. En cambio, las pruebas neuropsicológicas pueden ser
útiles para evaluar casos de lesiones cerebrales resultantes de la tortura. La persona que ha sobrevivido a la tortura
puede tropezar con dificultades para expresar en palabras sus experiencias y síntomas. En ciertos casos puede ser
útil utilizar listas de comprobación sobre acontecimientos traumáticos y síntomas. En los casos en los que el
entrevistador llega a la conclusión de que podría ser útil utilizar estas listas de comprobación, puede recurrir a
numerosos cuestionarios, pero ninguno de ellos se refiere específicamente a las víctimas de la tortura” (Protocolo
de Estambul, § 285).
Cuestionario para Trauma de Harvard (HTQ): fue desarrollado por Mollica en 1992 como un
ejercicio para generar un instrumento comprensivo interpretativo a la experiencia de personas
refugiadas y que pudieran haber estado expuestas a algún tipo de violencia política (Vargas-
Duran, 2010).
Existen seis versiones de este instrumento; las versiones de Vietnam, Camboya y Laos del HTQ
fueron escritos para su uso con los refugiados del sudeste de Asia, la versión japonesa fue escrita
para los sobrevivientes del terremoto de Kobe en 1995, la versión de los Veteranos de Croacia
fue escrito para los soldados que sobrevivieron a las guerras en los Balcanes, mientras que la
versión de Bosnia fue escrito para los sobrevivientes civiles de ese conflicto; La versión en
español es una traducción propuesta por La Oficina en México del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas Para los Derechos Humanos (2007).
Consta de cuatro secciones:
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La Parte II es una pregunta abierta que se presenta a los evaluados para obtener una
descripción subjetiva y personal del acontecimiento más traumático(s) que han sufrido.
Parte III le pregunta sobre los eventos que pueden haber llevado a lesiones en la cabeza.
Según Mollica (2004, en Vargas-Duran 2010), El empleo de las listas de chequeo en aquellas
personas sobrevivientes de tortura, presenta dos importantes ventajas; siendo la primera que la
lista reconoce la experiencia traumática y otorga a la víctima un permiso factual para la
elaboración del trauma; mientras que la segunda, deriva de su utilidad clínica, dado que permite
al sobreviviente “nombrar” eventos, situaciones y síntomas que al ser subjetivos y ominosos,
pueden resultar difícilmente simbolizables.
Cuestionario de Síntomas de Hopkins (C-25): El Programa Harvard sobre Trauma en los Refugiados
menciona que la Lista de síntomas Hopkins (HSCL) es un instrumento cuya historia se remonta
a la década de 1950. Fue diseñado originalmente por Parloff, Kelman y Frank en la Universidad
Johns Hopkins.
El Profesor Rickels de Karl, uno de que los desarrolladores originales de la HSCL, demostraron
con sus colegas de la utilidad de una versión con 25 reactivos derivados del HSCL en una práctica
de la familia o un servicio de planificación familiar. La versión en español es una traducción
propuesta por La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para los
Derechos Humanos (2007). El HSCL-25 es un inventario que mide los síntomas de ansiedad y
depresión; se compone de 25 reactivos en dos partes:
La Parte I del HSCL-25 tiene 10 reactivos para los síntomas de ansiedad, mientras que la Parte
II cuenta con 15 reactivos para los síntomas de depresión. La escala para cada pregunta incluye
cuatro categorías de respuesta ("Nunca", "Un poco", “Bastante", “Mucho", con puntuaciones
de 1 a 4, respectivamente).
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Dado que no se cuenta con datos que sustenten la adaptación y estandarización de los
instrumentos antes presentados para población Latinoamericana en general y Mexicana en
particular, es necesaria la aplicación de instrumentos estandarizados para disminuir los índices
de error e incrementar la confiabilidad a partir de aplicaciones paralelas buscando validez
concurrente.
Posee una aceptable validez de contenido, al cubrir con sus 21 reactivos 6 de los 9 criterios
sintomáticos planteados por el DSM-IV del episodio de depresión mayor, además de ajustarse a la
definición planteada por el manual. Para un estudio en población mexicana (Jurado, 1998), se
encontró una confiabilidad de alfa de Crombach de 0.87, con una validez concurrente de 0,70 y
0.65 con la escala de Zung en distintas poblaciones. Por su parte Moral de la Rubia (2011)
desarrollo un formato de aplicación simplificado del BDI, con 21 reactivos y 4 opciones de
repuesta. La escala presentó una consistencia interna de 0.91, siendo esta muy buena,
concluyéndose que esta versión presenta propiedades psicométricas similares a la original.
Inventario de la Ansiedad de Beck (BAI): fue desarrollada por Aron Beck (Beck y Epstein, 1988) y
consta de 21 reactivo tipo Likert con cuatro opciones de respuesta. Cuenta con una alta
confiabilidad de Alfa de Crombach (0.92), con una fiabilidad test-retest con una semana de
diferencia de 0.75, con una correlación de 0.51 con la escala de ansiedad de Hamilton y con una
pobre correlación (0.25) con la escala de depresión de Hamilton.
Por su parte Reis-Quintanao (2010) propone una adaptación portuguesa, obteniendo una
confiabilidad de Alfa (0.79) adecuada, correlacionando de manera positiva con las mediciones
paralelas.
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Megán (2008) realizó una validación española, con una confiabilidad de Alfa elevada (0.93) un
adecuado ajuste, correlación con similares y discriminación de las medidas de depresión,
mostrando de manera especial la relación existente entre los síntomas ansiosos y depresivos.
Tafoya (2006) realizó una validación para universitarios mexicanos, encontrando diferencias
significativas (t=3.51, p< 0.01) entre aquellos participantes con síntomas de ansiedad y los que
no los poseen, con una adecuada discriminación de los reactivos (t=16.61, p< 0.001), con una
consistencia interna (Alfa=0,86) elevada. Lo que significa que el instrumento es adecuado para
explorar síntomas ansiógenos en población mexicana.
Persona bajo la lluvia: Es una técnica gráfica proyectiva en la que se pretende obtener una imagen
corporal del individuo bajo condiciones ambientales desagradables (Querol y Chavez, 1997
citado en Girardi y Pool-Burgos, 2005; Pool-Burgos, 2006; Agudo y González, 2005), para
acceder a los pliegues más profundos de la personalidad (Piccone, 2005); representándose la
lluvia como el elemento perturbador que obliga a la persona a defenderse de ella.
Mencionan Querol y Chavez (1997, en Girardi y Pool-Burgos, 2005) que el análisis se realiza
fundamentalmente en cuatro áreas; análisis de recursos expresivos, estructura del dibujo de la
figura humana, las expresiones del conflicto en el dibujo y la estructura de los mecanismos
defensivos.
Para que el informe sea válido, debe cubrir de manera exhaustiva con los siguientes rubros: a)
Ficha de identificación y datos de aplicación, b) Declaración de veracidad del testimonio, c)
Antecedentes, d) Historia de tortura y malos tratos, e) Síntomas e incapacidades referidos, f)
Métodos y objetivo del estudio, g) Examen psicológico, h) Resultados de las pruebas
diagnósticas, i) Interpretación de los hallazgos, j) Conclusiones y recomendaciones, k)
Declaración de veracidad del testimonio, l) Autoría, m) Anexos y n) Referencias Bibliográficas y
documentales.
Resultados
Descripción puntualizada de aquellas formas de abuso físico y/o psicológico: A continuación, se presentan
algunas de las más relevantes formas de maltrato que el paciente refirió durante la valoración:
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En los fragmentos del relato presentados, el evaluado refiere como los perpetradores realizan
diversas maniobras de maltrato físico y psicológico, como asfixia por compresión, ahogamiento
seco y húmedo (submarino); golpes repetidos en diversas partes del cuerpo; toques eléctricos;
negativa de entrevista con su defensor y amenazas.
Información general del evaluado: Posterior a la valoración médica, se realizó la anamnesis, partiendo
de la familia de origen y hasta algunos antecedentes médicos, psiquiátricos y psicológicos:
Con relación a la dinámica y conformación familiar, se aprecia que proveniente de núcleo familiar
completo, integrado, aparentemente funcional, siendo la madre quién establecía las reglas en
casa, sin emplear violencia, el padre trabajaba la mayor parte del tiempo. Establece núcleo de
procreación antes de los 20 años, procreando tres hijos, se disuelve esta relación por dificultades
internas, conforma una nueva relación en, procreando tres hijos más, manteniendo esta relación
en la actualidad.
Con relación al desarrollo psicosocial, educativo y laboral, cuenta con habilidades para
interactuar con sus pares, conformando vínculos afectivos escasos y estables, con rasgos de
independencia, terminó los estudios de educación media y laboraba como chofer de transporte
antes de ser recluido.
Negó tabaquismo; inició consumo de cerveza a los 18 años; consumo de cocaína durante dos
años. Padece hipertensión arterial sistémica con seis meses de diagnóstico, bajo tratamiento;
niega antecedentes quirúrgicos y transfusionales, niega antecedentes de fracturas, refiere
traumatismo cráneo encefálico en parietal derecho hace 2 años durante un altercado.
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1. Aplicación del Cuestionario para Trauma de Harvard. El evaluado obtuvo una puntuación
en la escala de estrés postraumático del DSM-IV de 1.3, y en la escala total de 1.45, lo
cual, le ubica por debajo del punto de corte (2.5); por lo que el instrumento NO
CONSIDERA SIGNIFICATIVA LA PRESENCIA DE SÍNTOMAS DE
TRAUMA AL MOMENTO DE LA EVALUACIÓN.
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En la Parte 4 sobre Síntomas de Trauma, anotó cómo síntomas significativos los siguientes
reactivos:
En la Parte 5 sobre la Historia de Tortura, anotó cómo afirmativos los siguientes reactivos:
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3. Aplicación del Inventario de la Depresión de Beck BDI: El evaluado obtuvo una puntuación
de 13, lo que lo ubica en un nivel de DEPRESIÓN DE LEVE.
Partiendo de un análisis cualitativo del instrumento, se observa que anotó cómo síntomas
significativos los siguientes reactivos:
4. Aplicación del Inventario de la Ansiedad de Beck: El evaluado obtuvo una puntuación de 17,
lo que lo ubica en un nivel de ANSIEDAD DE BAJA.
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Examen psicológico
1. Examen del estado mental: presenta un estado afectivo inestable, que transitaba entre la
ansiedad y la melancolía; orientado en las esferas de persona, espacio, tiempo y circunstancia,
con una conciencia lúcida, atención dirigida a los estímulos y enfocada en la tarea. La memoria
de trabajo, a corto, mediano y largo plazo se encuentran conservadas. El pensamiento es
concreto, inductivo, con pensamientos de muerte, presentando un curso normal,
expresándose en un lenguaje convencional en tono medio, sin dificultad expresiva, juicio
conservado. Sin la presencia de ilusiones, alucinaciones o alteraciones perceptuales, hasta el
momento de la valoración, no presenta indicios de daño orgánico cerebral.
3. Diagnóstico Diferencial:
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Episodio depresivo
4. Diagnóstico Multiaxial:
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Con base en la recolección, análisis e integración de los resultados, se considera que los signos
psicológicos observados, cumplen con los criterios diagnósticos para establecer que el paciente
presenta al momento de la valoración un Trastorno por Estrés Postraumático F43.1 (309.81)
parcial en fase aguda, lo que es consistente con el relato de los hechos de su detención; estas
manifestaciones se corroboran con una sesión de atención psicológica realizada 5 días después
a la valoración, por el psicólogo penitenciario, en el que se refiere que el evaluado presenta:
“…dificultad para conciliar el sueño, llegando en ocasiones a despertarse por sobresaltos que hace su cuerpo y
pensamientos negativos, que regresan a su mente al recordar el evento estresante… en una ocasión presentó ideas
de muerte sin llegar al acto suicida…”.
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Discusión y conclusiones
Al ser la Tortura una de las más graves violaciones a derechos humanos, su documentación e
investigación, es una tarea de suma importancia y trascendencia, para dejar constancia de la
ocurrencia de los hechos, que la víctima reciba justicia, rehabilitación y reparación integral del
daño, elementos fundamentales para erradicarla y reivindicar el daño psico-socio-histórico-
cultural que genera.
Como fenómeno complejo que es la tortura, se requiere que el especialista en psicología que
realice la valoración psicológica de la posible víctima, tenga amplia experiencia teórica y técnica
en el tema, poseyendo una vasta capacidad de análisis histórico del contexto para entender el
significado profundo de este fenómeno, además de sólidas habilidades clínicas, metodológicas y
psicométricas. Ya que, de lo contrario, no le será posible profundizar en el sentido de los hechos
ni vislumbrar la profundidad del daño, quedándose en un análisis tecnicista y superficial, sin
posibilidades de penetrar en la sutileza de los hallazgos y mucho menos significarlos.
El presente caso, presenta una situación particular, ya que el paciente se encuentra recluido en
una institución penitenciaria, y si bien durante la entrevista manifestó algunos indicios clínicos
de trauma como manifestaciones afectivas y pensamientos de muerte, los datos de los
instrumentos en las ponderaciones numéricas no son claramente significativas; por lo que el
primer camino a tomar considerando esto de manera superficial, sería descartar el alegato por
no hallar indicios.
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Es por ello que, con esto en mente, nos dimos a la tarea de mirar más allá de lo arrojado
numéricamente con los instrumentos, para retomar cada una de las manifestaciones sintomáticas
referidas y exploradas clínicamente durante la entrevista, encontrando una presencia significativa
de hallazgos que indican que la persona que las presenta, tiene una alta probabilidad de haber
estado expuesta a una situación traumática en la que estuvo en riesgo su integridad física e incluso
su vida.
Para tener precisión y fundamentar las conclusiones ante las instancias jurídicas
correspondientes, nos dimos a la tarea de realizar un diagnóstico diferencial, que nos permitió
visualizar que el paciente presentó inmediatamente después de los hechos manifestaciones de
exposición a trauma, que los manuales diagnósticos clasifican como estrés agudo, que
evolucionaron hacia un trastorno por estrés postraumático, que si bien se manifestó de manera
parcial, presentaba alteraciones del sueño significativas, pesadilla traumática e hipervigilancia; lo
que con base en la literatura permite establecer su existencia; además de que el cuadro clínico se
complica con la presencia de un episodio depresivo con ideas de muerte; que si bien no se origina
de los hecho de tortura, si aporta al mal estar psíquico general.
Este trabajo es relevante, ya que permite mostrar la trascendencia de que el psicólogo que realiza
una valoración clínica de tortura, con base en su formación y experiencia, mire más allá de los
datos métricos de las pruebas, y se adentre de manera responsable en el malestar manifestado
por la víctima, para que de esa manera se rompan las inercias institucionales y se pueda realizar
un mejor defensa de los derechos humanos de las personas.
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Norma Coppari de Vera (M.S., M.E.). Dra. en Psicología por UC; Master en Ciencia del
Comportamiento por UNAM-IZTACALA, Master em Educación por UA, Docente e investigadora de
UAA y UCA. Tutora del Postgrado de Psicologia UNAM, Categoría Investigador Nivel II, Sistema Nacional
de Investigadores de Paraguay, Programa Nacional de Incentivo a Investigadores (Pronii) CONACYT.
Directora de CDID y Editora de la Revista Científica de Psicología EUREKA-UCA
http://www.psicoeureka.com.py. Past Representante Nacional SIP-Paraguay Científico Terapeuta del
Comportamiento. Coordinadora del Comité Científico-Académico del III Congreso Regional de la SIP-
Paraguay. Directora y Fundadora del CEFEC “Centro de Formación en el Enfoque Comportamental”.
Correo electrónico: norma@tigo.com.py
Gerónimo Codas. Lic. En Psicología por UCA. Aux. de cátedra en UCA y UniNorte.
Correo electrónico: gerocodas@gmail.com
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Introducción
A este respecto, Vallaeys (2006) plantea que la RSU se constituye en un cambio de paradigma
pedagógico: la universidad deja de tener una orientación hacia la adaptación y el ajuste de
estudiantes y docentes a la realidad laboral a través del aprendizaje de técnicas y conceptos
rígidos, para enfocarse en la modificación de la realidad en conjunto con diferentes componentes
sociales.
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En esta misma línea, cabe mencionar el trabajo de Ayala y Hernández (2016), quienes evaluaron
las creencias sobre RSU de 500 estudiantes universitarios en cuatro países de Latinoamérica.
Dicho estudio exhibe como hallazgo principal que el 45,2% de la muestra está totalmente de
acuerdo con que no se percibe discriminación por género, raza, nivel socioeconómico u
orientación política o sexual en sus respectivas universidades. Por otra parte, los datos indican
que el componente más relegado de la RSU es el referido al cuidado del medio ambiente, aun
así, los puntajes medios obtenidos en esa escala no pueden ser considerados como negativos.
También son de interés los resultados encontrados por Fernández (2013), en su estudio de corte
cuantitativo realizado en un grupo de universidades españolas. Se analizaron las acciones de
responsabilidad social de estas instituciones. Se encontró que el 88,2% de las universidades
estudiadas realizan acciones comprometidas con la mejora de la salud de sus trabajadores y
acciones deportivas. Alrededor del 50% de las universidades estudiadas demostró acciones
comprometidas con el medio ambiente. En cuanto a las acciones de compromiso con el
desarrollo social, el 73% de las universidades analizadas mostró un resultado positivo.
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Objetivos Específicos:
Método
Participantes: Se realizó un muestreo tipo bola de nieve, con una muestra final de 83
participantes, 79 de los cuales son estudiantes y los 4 restantes son docentes. Las edades
comprendidas en el grupo de estudiantes están entre 18 y 27 años (M=21,51; D.E.=1,85); las del
grupo de los docentes están entre 53 y 72 años (M=61; D.E.=7,96). Todos los participantes
pertenecen a una Universidad Privada de la ciudad de Asunción.
En líneas generales, el instrumento es una encuesta con formato tipo Likert con seis opciones
de respuesta (1: totalmente en desacuerdo; 2: en desacuerdo; 3: parcialmente en desacuerdo; 4:
parcialmente de acuerdo; 5: de acuerdo; y 6: totalmente de acuerdo).
Desarrollo personal y profesional: Se refiere a la calidad de las relaciones interpersonales, así como del
clima laboral entre los trabajadores.
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Prácticas ambientales: Esta escala evalúa tanto la accesibilidad del campus para personas con
necesidades especiales como las medidas tomadas por la institución en cuanto a la protección
del medioambiente.
Procedimiento: Se realizó la adaptación del instrumento para los participantes del estudio dada
la extensión del mismo, se diferenciaron la versión orientada a los docentes de la orientada a los
estudiantes. Luego, se procedió a contactar con las autoridades de la institución donde se llevaría
a cabo el estudio, asegurando la autorización y cooperación de las mismas. Se realizó un
Conversatorio de sensibilización con docentes y estudiantes de todas las carreras de Ciencias
Humanas que se dictan en la Universidad, en el cual participaron integrantes de las carreras de
Ciencias de la Comunicación, Ciencias de la Educación, Ciencias Políticas, Filosofía y Psicología.
A continuación, se realizó la recogida de datos a través de cuestionarios online, difundidos a través
de correos electrónicos y redes sociales entre docentes y estudiantes de la institución mediante
un muestreo tipo bola de nieve. La recogida de datos se realizó en un plazo de un mes.
Finalmente, se procedió al análisis de los datos a través de una planilla en el programa informático
Microsoft Excel (2013), donde se determinaron los estadísticos descriptivos de la muestra, las
respuestas a cada ítem y el puntaje acumulado en cada escala.
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Resultados
En lo que concierne a la distribución del grupo de estudiantes según edad, los participantes
tienen entre 18 y 27 años, con una media de 21,5 años y un desvío estándar de 1,8 años. Respecto
al estado civil: 73 de los mismos se encuentran solteros, 5 indican estar en unión libre y 1
participante declara encontrarse casado. Con relación a las respuestas dadas en cuanto a creencias
religiosas, 53 de los estudiantes se declaran católicos, 23 no profesan religión, 2 son evangélicos
y 1 es judío. En lo que concierne a la situación laboral, 49 de los estudiantes se encuentran
trabajando y 30 de ellos están desempleados.
Tabla 1
Puntaje medio de las respuestas de los docentes por escala
Escala Media DS
2,60 1,12
Desarrollo personal y profesional
3,20 1,36
Derechos humanos, equidad de género y no discriminación
2,13 1,03
Prácticas ambientales
2,55 0,81
Transparencia y democracia
3,25 1,26
Comunicación y marketing responsable
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Se describen el promedio y la dispersión de las respuestas del grupo de docentes, los puntajes
medios son un indicador de la valoración más bien baja con que califican los docentes, la ausencia
de cumplimiento de estos indicadores en la institución. Sobrepasa la media del instrumento, los
indicadores de “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación” y el de
“Comunicación y marketing responsable” ambos con un puntaje medio de 3,2 y (DS=1,3) y
(DS=1,2) respectivamente, que aun requieren de mayores esfuerzos para su afianzamiento. La
precariedad de políticas universitarias en “Prácticas ambientales” con una media de 2,1, (DS=1),
y en “Transparencia y democracia” con 2,5 (DS=0,8) sobresalen y sorprenden ya que se trata de
una institución confesional de valores cristianos que se espera tengan en su gestión de la RSU,
desarrollos concretos y avanzados en dichos indicadores.
Tabla 2
Distribución de las respuestas de los docentes: ítems 1 – 10
Totalmente Parcialmente
En Parcialmente De Totalmente
Ítems en en M DS
desacuerdo de acuerdo acuerdo de acuerdo
desacuerdo desacuerdo
1. Estoy conforme
con el nivel de 2 1 1 0 0 0 1,75 0,96
remuneración que
brinda la universidad.
2. Estoy satisfecho
con los beneficios 1 0 1 2 0 0 3,00 1,41
profesionales que
brinda la universidad.
3. Estoy satisfecho
con los beneficios 0 1 1 1 1 0 3,50 1,29
sociales que brinda la
universidad.
4. Dentro de la
universidad se
1 0 3 0 0 0 2,50 1,00
promueve el trabajo
en equipo y la
solidaridad.
5. Existe un buen
0 2 0 1 1 0 3,25 1,50
clima laboral entre el
personal.
6. La universidad
brinda facilidades
1 0 2 1 0 0 2,75 1,26
para el desarrollo
profesional de sus
profesores.
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para el desarrollo
personal de sus
profesores.
8. Hay equidad de
género en las
1 0 2 0 0 1 3,25 2,06
instancias de
gobierno en la
universidad.
9. No percibo
discriminación en el
acceso a la docencia, 1 0 0 1 1 1 4,00 2,16
por género, religión,
raza, orientación
política o sexual.
10. La universidad es
socialmente 1 0 1 2 0 0 3,00 1,41
responsable con su
personal no docente.
En lo que refiere a la frecuencia de respuestas de los docentes por cada ítem, se observa que en
la escala de “Desarrollo personal y profesional”, los docentes tienden a estar muy inconformes
con el nivel de remuneración que reciben de la universidad, se encuentran satisfechos con los
beneficios profesionales y sociales brindados por la misma, están parcialmente en desacuerdo
con que la institución brinde oportunidades de desarrollo profesional y se declaran totalmente
en desacuerdo con que la universidad les brinde facilidades para el desarrollo personal.
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Tabla 3
Distribución de las respuestas de los docentes: ítems 11 – 22
Totalmente
En Parcialmente Parcialmente De Totalmente
Ítems en M DS
desacuerdo en desacuerdo de acuerdo acuerdo de acuerdo
desacuerdo
11. La universidad
1 1 1 1 0 0 1,29
es ambientalmente 2,50
responsable.
13. El personal
docente y no
docente recibe
2 1 1 0 0 0 0,96
capacitación en 1,75
temas ambientales
por parte de la
universidad.
14. La
organización de la
vida en el campus
1 1 2 0 0 0 0,96
permite a las 2,25
personas adquirir
hábitos ecológicos
adecuados.
17. La universidad me
informa adecuadamente
acerca de todas las 0 1 2 1 0 0 3,00 0,82
decisiones institucionales
que me conciernen y
afectan.
18. Se brinda
1 3 0 0 0 0 1,75 0,50
periódicamente
información económico-
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financiera al personal de
la universidad.
20. La comunicación y el
marketing de la
0 1 2 0 1 0 3,25 1,26
universidad se llevan a
cabo en forma
socialmente responsable.
21. La universidad
promueve relaciones de 0 2 0 1 1 0 3,25 1,50
cooperación con otras
universidades del medio.
Consultados por la escala de “Prácticas ambientales”, los docentes tienden a estar en desacuerdo
con que la universidad sea ambientalmente responsable, declaran no percibir que exista una
política de cuidado del medioambiente en el campus ni medidas que promuevan la protección
del mismo por parte de su personal o los estudiantes. En cuanto a la escala de “Transparencia y
Democracia”, los docentes expresan estar en desacuerdo con que las autoridades hayan sido
elegidas de forma democrática y transparente, se les informe acerca de las decisiones
institucionales que les conciernen o de cuestiones económico-financieras, ni que la universidad
presente prácticas coherentes con los principios que declara. No obstante, expresan que se
sienten escuchados y pueden participar activamente en la vida institucional.
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Tabla 4
Frecuencia de definiciones de RSU elegidas por docentes
Definición elegida f
“La Responsabilidad Social Universitaria es el ejercicio de valores éticos de solidaridad que hace
1
la Universidad para con las personas más vulnerables”.
En lo que refiere a la frecuencia de las definiciones de RSU dadas por los docentes, se observa
que la definición más popular es: “La Responsabilidad Social Universitaria es la participación
democrática de los grupos de interés internos (estudiantes, docentes, administrativos) y externos
de la universidad en las orientaciones y decisiones de la institución”, habiéndola elegido 2
participantes. Solo un docente eligió “La Responsabilidad Social Universitaria es la
responsabilidad de la universidad por los impactos sociales y ambientales que genera, a través de
una gestión ética eficiente”.
Si bien la muestra de docentes es muy poco representativa, la distribución de las respuestas dadas
por los docentes en este punto de la encuesta, coincide con la percepción de bajo cumplimiento
de los indicadores RSU por su institución, no esperan que la misma asuma el compromiso social
que implica hacerse cargo de una gestión que administre lo que ella genera en el territorio de
influencia que le corresponde de manera ética y eficiente.
Tabla 5
Frecuencia de indicadores de RSU percibidos por docentes en su institución
Indicador f
0
Buen gobierno y transparencia
3
Recursos humanos y clima laboral
1
Equidad, género e integración
0
Medio ambiente y campus sostenible
2
Pastoral universitaria como educación responsable
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1
Gestión social de conocimientos
1
Doctrina social de la iglesia
1
Integración curricular de la extensión
0
Trabajo en redes dentro de la academia
0
Relaciones externas para el desarrollo
Respecto a la frecuencia de los indicadores de RSU percibidos por los docentes en la institución
estudiada, se aprecia que la mayoría de los docentes perciben la existencia de recursos humanos
y clima laboral, dos de ellos perciben la existencia de pastoral universitaria como educación
responsable, al menos uno percibe equidad, género e integración; gestión social de
conocimientos; doctrina social de la iglesia e integración curricular de la extensión. No se
perciben buen gobierno y transparencia; medio ambiente y campus sostenible; trabajo en redes
dentro de la academia; ni relaciones externas para el desarrollo.
Tabla 6
Puntaje medio de las respuestas de los estudiantes por escala
Escala Media DS
Puede observarse que el puntaje medio más favorable, sin ser lo óptimo, se registra en
“Desarrollo personal y profesional”, de 4,1 (DS=0,85), seguido de “Derechos humanos, equidad
de género y no discriminación” con 3,8 (DS=1), y el de “Comunicación y marketing
responsable” con 3 puntos (DS=1). Los menos favorables se registran en “Prácticas
ambientales” con 2,4 (DS=1), y “Transparencia y democracia” con 2,7 (DS=0,8).
Comparativamente con la percepción de los docentes existe una apreciación más favorable por
parte de los estudiantes en las mismas escalas.
72
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Tabla 7
Distribución de las respuestas de los estudiantes: ítems 1 – 3
Totalmente Parcialmente
En Parcialmente De Totalmente
Ítems en en M DS
desacuerdo de acuerdo acuerdo de acuerdo
desacuerdo desacuerdo
1. Las relaciones
interpersonales 1 14 22 25 17 2 4,53 1,10
son de respeto y
cordialidad
2. Hay un buen
clima laboral entre 2 4 11 31 27 4 4,13 1,05
los trabajadores
de la universidad
3. Hay un trato de
respeto y
3 2 23 28 19 4 3,89 1,09
colaboración
entre profesores y
estudiantes
Tabla 8
Distribución de las respuestas de los estudiantes: ítems 4 – 10
4. No hay discriminación
por género, por raza,
4 6 10 26 18 15 4,18 1,37
nivel socioeconómico, u
orientación política o
sexual
5. Hay equidad de
género en el acceso a los 1 10 10 19 22 17 4,29 1,35
puestos directivos y
académicos
6. Le escuchan como
ciudadano, como
8 19 19 18 12 3 3,17 1,34
estudiante y puede
participar en la vida
institucional
7. Presenta condiciones
favorables para recibir 28 20 14 13 3 1 2,32 1,29
estudiantes con
necesidades especiales
8. Se toman medidas
para la protección del 18 23 19 15 4 0 2,54 1,19
medio ambiente en el
campus
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9. Ha adquirido hábitos
25 26 19 8 3 1 2,25 1,19
ecológicos desde que
ingreso a ella
10. El personal en
general, recibe
capacitación y directivas 18 26 20 9 5 1 2,49 1,22
para el cuidado del
medio ambiente en el
campus
Tabla 9
Distribución de las respuestas de los estudiantes: ítems 11 – 20
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universidad y lo que se
practica en el campus.
20. La comunicación y el
marketing de la universidad 0 1 2 0 1 0 3,25 1,26
se llevan a cabo en forma
socialmente responsable.
Tampoco perciben que exista libertad de expresión y correcta participación entre personal no
docente, docentes y estudiantes, o que se informe correctamente a los estudiantes de asuntos
que les conciernen o que exista coherencia entre los principios que declara la universidad y lo
que se practica en el campus. Estos resultados coinciden con los obtenidos para los docentes.
Tabla 10
Frecuencia de definiciones de RSU elegidas por estudiantes
En cuanto a la frecuencia con que los estudiantes eligieron cada una de las definiciones de RSU
consignadas en el cuestionario. La respuesta más popular, elegida por 31 estudiantes, fue “La
Responsabilidad Social Universitaria es la participación democrática de los grupos de interés
internos (estudiantes, docentes, administrativos) y externos de la universidad en las orientaciones
y decisiones de la institución”, coincidiendo con la elección de la mayoría de los docentes.
Importante que 30 estudiantes hayan optado por “La Responsabilidad Social Universitaria es la
responsabilidad de la universidad por los impactos sociales y ambientales que genera, a través de
una gestión ética eficiente”, que, si bien no se corresponde con la gestión de la institución
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participante, es un paso importante que crean que la universidad debe tener RST expresada en
una RSU eficiente y ética.
Tabla 11
Frecuencia de indicadores de RSU percibidos por estudiantes en su institución
Indicador f
3
Buen gobierno y transparencia
25
Recursos humanos y clima laboral
29
Equidad, género e integración
6
Medio ambiente y campus sostenible
16
Pastoral universitaria como educación responsable
10
Gestión social de conocimientos
30
Doctrina social de la iglesia
10
Integración curricular de la extensión
7
Trabajo en redes dentro de la academia
16
Relaciones externas para el desarrollo
En cuanto a la frecuencia con que los estudiantes perciben indicadores de RSU en su institución.
30 de ellos perciben doctrina social de la iglesia, 29 perciben equidad, género e integración y 25
perciben recursos humanos y clima laboral. En menor medida, 16 estudiantes perciben pastoral
universitaria como educación responsable, así como relaciones externas para el desarrollo y 10
perciben gestión social de conocimientos. Finalmente, en menor cuantía, 7 perciben trabajo en
redes dentro de la academia, 6 perciben medio ambiente y campus sostenible y 3 perciben buen
gobierno y transparencia.
Discusión y Conclusión
La comparación de los resultados muestra que, en todas las escalas, el puntaje medio asignado
por los estudiantes es ligeramente superior que el asignado por los docentes, mostrando una
visión más positiva de los primeros hacia su institución. Cabe resaltar que las respuestas de los
estudiantes tienden a ser más homogéneas que las de los docentes (el DS de los puntajes de los
estudiantes es menor al de los puntajes de los docentes en casi todas las escalas). Esto podría
indicar un sesgo en las respuestas de los docentes, ante lo cual se sugiere abarcar una muestra
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mayor en investigaciones futuras (la muestra del grupo de docentes en este piloto se constituyó
de solo 4 participantes).
Más específicamente, en cuanto a los ítems compartidos por ambos cuestionarios (el de
estudiantes y el de docentes), los estudiantes tienden a estar parcialmente de acuerdo (M=4,13;
DS=1,05) con la afirmación “Existe un buen clima laboral entre el personal”; la visión de los
docentes es ligeramente más negativa (M=3,25; DS=1,5).
En lo que concierne a las definiciones de RSU elegidas en ambos grupos, la definición más
popular, elegida por el 39,75% del total de los participantes, fue “La Responsabilidad Social
Universitaria es la participación democrática de los grupos de interés internos (estudiantes,
docentes, administrativos) y externos de la universidad en las orientaciones y decisiones de la
institución”, seguida por “La Responsabilidad Social Universitaria es la responsabilidad de la
universidad por los impactos sociales y ambientales que genera, a través de una gestión ética
eficiente”, elegida por el 37,34% de los participantes. Esta última, conlleva la verdadera RST de
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la universidad manifiesta en su gestión de RSU, que para el caso requiere aun, de compromiso y
permanente crecimiento en el cumplimiento de los indicadores evaluados.
En cuanto a los indicadores de RSU percibidos por los participantes, el más frecuentemente
elegido fue “Doctrina social de la iglesia” (37,34% del total de los participantes), seguido de
“Equidad, género e integración” (36,14%) y “Recursos humanos y clima laboral (34,93%). En
menor medida, los participantes del estudio perciben “Pastoral universitaria como educación
responsable” (21,68%), “Relaciones externas para el desarrollo” (19,27%), “Gestión social de
conocimientos” e “Integración curricular de la extensión” (ambos con 13,25%).
Los indicadores menos frecuentemente percibidos son “Trabajo en redes dentro de la academia”
(8,43%), “Medioambiente y campus sostenible” (7,22%) y “Buen gobierno y transparencia”
(3,61%). Respecto de los antecedentes citados, puede decirse que la institución seleccionada para
este estudio se encuentra rezagada en el desarrollo de la RSU en todos los aspectos. Por ejemplo,
se toma en cuenta que tanto Ayala (2016) como Rosales (2016) encontraron índices más altos
del cumplimiento de criterios de respeto y no discriminación en otras instituciones. Al mismo
tiempo, tanto Ayala como Fernández (2013) describen un mayor compromiso institucional para
con el cuidado del medio ambiente. Así también, tanto Rosales como Fernández encontraron
índices más altos de proyectos de extensión universitaria. Estos datos revelan un atraso de la
universidad estudiada con respecto a los estándares manejados en la región. Queda pendiente la
incógnita de si estos datos son generalizables a otras universidades públicas y privadas de la
ciudad de Asunción.
De igual manera, se hace patente continuar evaluando a las prácticas de RSU en otras
instituciones de educación superior del Paraguay, de manera a tener una visión más amplia del
estado de las mismas en el medio, teniendo en cuenta el carácter piloto exploratorio del presente
estudio.
Referencias
Ayala, N. y Hernández, B. (2015) ¿Por qué hablar de Responsabilidad Social Universitaria- RSU?.
Lo que piensan los docentes de Latinoamérica sobre el ámbito organizacional de la RSU”.
Eureka, 12 (M), 196-213.
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Martí, V. M., Almerich, G., Cifuentes, J. D., Grimaldo, M., Martí, J., Merino, C., & Pueta, I. C.
(2011). Responsabilidad Social Universitaria: Estudio iberoamericano sobre influencia de la
educación en la formación de profesionales responsables con la sociedad. Recuperado de
http://www.cyta.com.ar/ta1003/v10n3a1.htm
Rosales, M. S., Herrera, H. Y. C., & Escamilla, B. H. (2016) Responsabilidad social universitaria.
Chihuahua: Universidad Autónoma de Chihuahua. Recuperado de
http://fca.uach.mx/apcam/2016/02/02/PONENCIA_7_UAN_Tepic.pdf
Salcedo, M.; Castañeda, H.; y Herrera, B. (2015). Responsabilidad social universitaria. Una
reflexión de los estudiantes. Facultad de Contaduría y Administación: Universidad Autónoma
de Chihuahua. Recuperado de
http://fca.uach.mx/apcam/2016/02/02/PONENCIA_7_UAN_Tepic.pdf
Vallaeys, F.; De la Cruz, C.; y Sasia, P. (2009) Responsabilidad social universitaria. Manual de primeros
pasos, México D.F., México: McGraw-Hill Interamericana.
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Introducción
La adolescencia se constituye en todas las culturas en una etapa de tránsito hacia la edad adulta
que comporta cambios biopsicosociales importantes (Aberastury, y Knobel, 1971). En dicho
camino hacia la madurez psicológica y social los adolescentes enfrentan varios retos: la
conformación de una estructura de personalidad estable con la cual enfrentar el mundo y sus
relaciones complejas, el afianzamiento de su identidad y de un proyecto de vida, ver expuestos a
crisis sociales y peligros externos, además de una ruptura gradual de los vínculos paternos entre
otros aspectos (Baumrind, 1991). Así a fin de enfrentar el mundo y vivir un proceso de
socialización adecuado es importante para ellos adquirir repertorios de conducta positivos,
experiencias protectoras, e incluso desilusiones y pérdidas que deben ser integradas a su
desarrollo como parte de los aprendizajes vitales. En este sentido “las habilidades para la vida
ayudan a los jóvenes a navegar entre los retos de la vida cotidiana. Les permiten convertirse en
adultos serios, responsables y productivos” (Hanbury, y Malti, 2011, p. 9), y para ello la influencia
de los adultos que los rodean tiene un papel crucial (especialmente de los padres o cuidadores),
al determinar con sus enseñanzas y comportamientos los lineamientos conductuales que el
adolescente va a poner en práctica en los diversos escenarios de relación.
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Revista de Psicología GEPU, ISSN 2145-6569, Vol. 8 No. (1) pp. 001-211 / Enero-Junio de 2017
En gran medida “la adolescencia es una etapa cuya naturaleza conflictiva cuestiona el mundo
adulto, al confrontarlo con su pasado y los modelos de crianza de los cuales ellos son el prototipo
“deseado o negado” socialmente” (Andrade, 2012, p. 712), dicho esto en muchos adolescentes
las formas en que los estilos de socialización han sido interiorizados, determinan los diversos
modos de interpretar y vivir la relación con la autoridad, con su propio cuerpo, con otros
adolescentes y con todos los adultos con los que se relaciona. Para Aberastury y Knobel (1971)
la adolescencia tiene una naturaleza complicada y gran parte del reto de la crianza recae en los
padres y educadores, quienes deber ser coadyuvantes en la formación de mejores habilidades
para la vida, tomando estas a modo de “destrezas psicosociales que les facilitan a las personas
afrontar en forma efectiva las exigencias y desafíos de la vida diaria, es decir, son destrezas
psicosociales para aprender a vivir” (p. 3). Los adolescentes son población vulnerable y de
acuerdo con la organización mundial de la salud suelen ser un grupo sano, aunque su morbilidad
se asocia a accidentes, violencia, suicidios, embarazos prematuros, consumo de sustancias, malos
hábitos alimentarios, enfermedades prevenibles o tratables y enfermedades graves como el VIH
(OMS, 2011). Una de las teorías explicativas acerca de los conflictos familiares y sociales, que
puede acoplarse para entender el comportamiento de los adolescentes, es la del doble vínculo de
Gregory Bateson (1976) la cual señala que el riesgo emocional, social y clínico de una persona se
eleva cuando recibe mensajes ambiguos o contradictorios de sus figuras representativas.
En este sentido se instalan niveles de comunicación disfuncional que deterioran la ecología del
pensamiento y de suyo, de las acciones de los sujetos (Estévez, Herrero, y Musitu, 2005). En la
dinámica del doble vinculo existen dos imperativos que entran en conflicto, dado que la
presencia del uno anula la del otro, lo cual aumenta la frustración, tensión y ambigüedad de las
reacciones, así incluso la misma solución implicaría situarse en uno de los lugares, o en caso
extremo admitir la posibilidad de transitar entre ambos, lo cual elevaría el nivel de conflicto en
la situación que se intenta resolver (Koopmans, 1997). Gregory Bateson (1976) ve en estos
procesos el inicio de una ambivalencia que puede extenderse e incrementar su nocividad, y en
algunos casos generar una disociación importante de la ecología de la mente, es decir, de los
niveles de realidad percibidos, sentidos e intuidos, en cuyo caso se estaría frente a un proceso
esquizoide (Bateson, Jackson, Haley, y Weakland, 1956). Para el caso de los adolescentes,
estudios demuestran que la ambivalencia en el hogar y los mensajes contradictorios pueden ser
fuente de dilemas y complejidades que afectan los factores protectores, motivo por el cual,
pueden constituirse en factores de riesgo psicosocial importantes y que pueden guardar relación
con la conducta suicida (Baumrind, 1991; Estévez, Murgui, Moreno, y Musitu, 1996; Villalobos
y Crespo, 2004)
La finalidad principal del acto suicida es la auto-destrucción “directa o indirecta”, causada por la
misma víctima, sabiendo ésta que el fin es la muerte, pasando por intentos suicidas en los que
ha concebido morir conscientemente (Galassi, 1992). Emile Durkheim citado por Palacio (2010)
planteó que para acercarse científicamente al significado de la palabra suicidio, la persona que
investiga el fenómeno debía de alejarse del lenguaje común, sobrepasando opiniones populares,
ya que era obligatorio enlazar la intencionalidad con los aspectos psico-socio-culturales, así el
suicidio presentaría determinantes tales como, las internacionalizaciones de factores sociales
confusos e inestables explicados en tres dimensiones: “los factores extra sociales (alienación
mental), las causas y tipos sociales (fenómeno colectivo) y, el suicidio como fenómeno social
(situación exterior y circunstancias causantes del suicidio)” (Andrade, 2012, p. 6). Durkheim
consideró al suicidio como todo acto de muerte que resulte, directa o indirectamente, de una
acción positiva o negativa, y que sea ejecutado por la propia víctima conociendo que dichas
acciones producían ese resultado. Para el autor la tentativa de suicidio puede ser tomado como
el acto suicida interrumpido antes de la muerte. Pero a ello es preciso resaltar que algunos tipos
de muerte asociados a patologías mentales como la psicosis, emergen de personas sin una idea
clara o real de las consecuencias de sus actos, es así como en ciertos suicidios no existe intención
precisa como, por ejemplo, cuando la verdadera razón era ocasionar la obtención de beneficios,
conseguir atención, compasión, piedad, ayuda, etc., (Andrade, 2012).
Acerca de las cifras: Según datos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de
Colombia (Forensis) en el año 2008 se presentaron 297 suicidios de personas entre los 5-19 años;
en el 2009 no hubo suicidios entre los 5-9 años, pero entre los 10-19 años hubo 304 casos. Es
importante anotar que entre los intervalos de edad presentados por Forensis la adolescencia es
asumida como tardía por tanto se amplía el rango hasta los 19 años. En el año 2010 se produjeron
333 suicidios de personas entre 5-19 años; en el 2011 hubo 301 suicidios en dichas edades; en el
2012 la tendencia se mantuvo en 325 suicidios para el intervalo de edades ya mencionadas; en el
año 2013 se presentó una disminución significativa a 200 casos en edades entre 5-19 años. Para
el año 2014 el mayor número de casos ocurridos fue en mujeres de edades entre 15-17 años (48
casos; 2,56%) y en edades entre los 10 y 19 años se produjeron 293 casos (57 de 10-14 años; 124
de 15-17 años; 112 de 18 – 19 años).
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Para el caso del departamento del Quindío el fenómeno del suicidio se presentó de la siguiente
manera: en el año 2008: 36 casos; 2009: 55 casos; 2010: 47 casos; 2011: 55; 2012: 39 casos; 2013:
63 decesos por medio del suicidio. A nivel nacional en los adultos las causas asociadas al suicidio
guardan relación con problemas conyugales, amorosos, económicos, laborales, académicos,
emocionales, al tiempo que para los niños, niñas y adolescentes se asocian a los estilos de crianza
de los padres, el entorno escolar, familiar y político donde viven, los modelos de aprendizaje en
el hogar y la influencia del grupo de pares (FORENSIS, 2013). Forensis (2014) revela que la tasa
nivel nacional de suicidio estuvo en 4,33 casos por 100.000 habitantes, es decir 0,49 puntos más
que el 2013; el departamento del Quindío (6,20) ocupó el segundo lugar con un total de 32
suicidios (28 hombres y 4 mujeres), especialmente los municipios de Armenia (17 casos) y
Calarcá (5 casos) y Circasia (4 casos), el informe no señala por departamento la incidencia de
acuerdo a grupo etario.
Método
Diseño: Esta es una investigación cuantitativa, descriptiva con un diseño descriptivo transversal,
cuyo objetivo es encontrar la relación entre ideación suicida y estilos de socialización parental.
De acuerdo a Hernández-Sampieri, Fernández-Collado, y Baptista-Lucio (2005) la investigación
cuantitativa utiliza la recolección directa de la información a través de instrumentos que generan
cifras y datos confiables, además del análisis e interpretación estadístico de datos recogidos con
el fin de dar respuesta a los interrogantes planteados en el estudio, con esto se comprueban las
hipótesis y es posible analizar los fenómenos.
Población: La población de esta investigación fueron estudiantes del grado 9º, 10º y 11º de
bachillerato de 2 instituciones educativas públicas del departamento del Quindío, que han
presentado antecedentes de riesgo de suicidio entre sus estudiantes. La muestra fue de tipo
aleatoria simple y los criterios de inclusión fueron: estar matriculado en el colegio y asistir a
clases, tener una permanencia mínima de seis meses en la institución educativa, ser adolescente
y pertenecer a los grados noveno, decimo u onceavo de educación secundaria.
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Así mismo se aplicó la Escala de Desesperanza de Beck, Weissman, Lester y Trexler, (1974), que
consta de veinte (20) ítems que el sujeto valora si son verdaderos o falsos. Esta escala permite
evaluar el grado de desesperanza en una persona, es decir, la actitud de éste hacia las expectativas
futuras. Es una escala auto-administrada y de respuestas dicotómicas. Se puntúa uno (1) a las
repuestas “verdaderas” en los ítems: 2, 4, 7, 9, 11, 12, 14, 16, 17, 18, 20, mientras que el resto de
respuestas son “falsas”. El punto de corte adecuado para la calificación de la prueba se sitúa en
ocho (8), de modo que una puntuación igual o superior indica un grado de desesperanza alto.
Resultados
La población fue de estrato 1 (38.5%), 2 (54.4%), 3 (6.9%) y 4 (0.3 %); el 50.5% fueron mujeres
y el 49.5% hombres; el 33.8% está en 9° grado, el 39.6% en 10° y el 26.2% en 11°; la religión
prevalente fue católica (62.2%), evangélica (3.8%), cristiana (24.5%) y otra (9.1%); el 98.3 % de
los participantes fueron adolescentes entre los 13-18 años, y el 1.7 % jóvenes entre (19-24 años).
El riesgo suicida derivado de los resultados de la escala de desesperanza evidenció que la
población tiene un riesgo suicida del 60.2 %, el cual se divide en riesgo ninguno-mínimo (39.3%),
leve (14.8%), moderado (6.0 %) y alto (39.8%) (Tabla 1).
Tabla 1.
Riesgo suicida en la población evaluada.
En relación a dicho riesgo la media aritmética revela que prevalece el factor Motivacional (𝑥̅ =
6.13), seguido por el Cognitivo (𝑥̅ =3.80) y Afectivo (𝑥̅ =3.51) (Tabla 2). En relacion a las
variantes que compornen los estilos de socializacion parental se encontro que de acuerdo a los
valores de la media, aquellos que presentan una tendencia elevada fueron: afecto (𝑥̅ =23.54),
díalogo (𝑥̅ =24.16) y cohersion verbal (𝑥̅ =13.97) (Tabla 3). Respecto a las actitudes asociadas a
la crianza se encontró que prevalece la aceptación/implicación (𝑥̅ =56.00; σ =17.665) en
contraste con la cohersion/imposición (𝑥̅ =22.54; σ =18.502) (Tabla 4).
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Tabla 4. Tabla 3.
Media y Desviación típica de actitudes asociadas a la crianza Media aritmética de ariantes
componentes de los tipos de crianza
Estadísticos Estadísticos
Media Media
Factor afectivo 3.51 Afecto 23.54
Factor motivacional 6.13 Indiferencia 4.46
Factor cognitivo 3.80 Diálogo 24.16
Tabla 2. Media aritmética de los factores de riesgo suicida Displicencia 3.83
Coerción verbal 13.97
Estadísticos Desv. Tip Coerción física 1.71
Media Privación 6.88
Aceptación/implicación 56.00 17.665
Coerción/imposición 22.54 18.502
Las correlaciones entre factores componentes del riesgo suicida revelaron que en dicho riesgo
los factores afectivo, emocional y cognitivo resultan directamente proporcionales entre si. El factor
afectivo es directamente proporcional al factor motivacional (p= .847; s= .000) y al factor
cognitivo (p= .849; s= .000); existe una correlacion mayor entre el factor cognitivo y
motivacional (p= .978; s= .000) (Tabla 5).
Tabla 5.
Correlación de Pearson Tipos factores de riesgo suicida
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Tabla 6. Tabla 7.
Correlación de Pearson Tipos de crianza Correlación entre sub-escalas
Se presentó correlación proporcional entre aceptación/implicación con: afecto (p= .758; s= .000) y
dialogo (p= .840; s= .000), e inversamente proporcionales con indiferencia (p= -.103; s= .05), factor
afectivo (p= -.270; s= .000), motivacional (p= -.280; s= .000) y cognitivo (p= -.286; s= .000); la
coerción/imposición fue correlativa a indiferencia (p= .280; s= .000), diálogo (p= 0.82; s= .120),
coerción verbal (p= .864; s= .000), coerción física (p= .583; s= .000), e inversamente
proporcional al factor afectivo (p= -.328; s= .000), motivacional (p= -.371; s= .000) y cognitivo
(p= -.374; s= .000). El factor afectivo fue correlativo al afecto (p= -.178; s= .001), dialogo (p= -
.260; s= .000), coerción verbal (p= -3.34; s= .000) y coerción física (p= -.170; s= .001). El factor
motivacional fue inversamente proporcional a la coerción verbal (p= -.387; s= .000), coerción física
(p= -.299; s= .000), afecto (p= -.130; s= .013) y dialogo (p= -.276; s= .000). El factor cognitivo
inversamente proporcional al afecto (p= -.140; s= .007), dialogo (p= -.276; s= .000), coerción
verbal (p= -.393; s= .000) y coerción física (p= -.149; s= .000) (Tabla 8).
En cuanto estilos de socialización predomina el estilo indulgente (𝑥̅ =53,4835), y en los tipos de
control el alto control/afecto positivo (𝑥̅ =46,7555) y el bajo control/afecto negativo (𝑥̅ =61,5687) (Tabla 9).
Hubo correlación entre los estilos de socialización autorizativo e indulgente (p= .106; s= .046), y entre
autorizativo y autoritario (p= 1.000; s= .000); el alto-control afecto positivo es directamente proporcional
a la crianza autorizativa (p= .841; s= .046), indulgente (p= .543; s= .046) y autoritaria (p= .841; s=
.046) (Tabla 10).
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La coerción/imposición tuvo correlación inversamente proporcional con el factor afectivo (p= -.335;
s= .000) y motivacional (p= -.117; s= .025) (Tabla 11). El factor cognitivo tuvo una correlación
inversamente proporcional con alto control/afecto positivo (p= -.286; s= .000), alto control/afecto
negativo (p= -.144; s= .006), y bajo control/afecto positivo (p= -.293; s= .000); la correlación
directamente proporcional fue con el bajo control/afecto negativo (p= .095; s= .069) (Tabla 12).
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Discusión
El objetivo de este trabajo fue determinar los tipos de crianza que pueden estar asociados a un
riesgo suicida en estudiantes de instituciones educativas públicas del departamento del Quindío
– Colombia. El riesgo suicida en la población investigada fue elevado, lo cual en gran medida
está asociado a condiciones de vulnerabilidad socio-familiar, así como también, a factores
ambientales y económicos. Al respecto investigaciones indican que las personas que crecen o se
desarrollan en ambientes de constantes deprivaciones sociales, presentan mayores riesgos de
generar conductas suicidas (Moya, 2007; Mosquera, 2006; Marcelli y Humeau, 2007). En
Colombia los suicidios perpetrados por menores de edad alertan a las instituciones y la sociedad
en general (Forensis, 2014), sin embargo, aunque parezca una contradicción existen pocos
estudios que vinculen el suicidio a la implicancia parental y comunitaria (Gonzales-Portillo, Gil-
Arévalo, Hernández-Botero, Henao-Sánchez, 2016). En este sentido es dable considerar que
aunque la conducta suicida de los adolescentes esté asociada a diferentes factores socio-
ambientales, quizá uno de los más importantes se asienta en la relación con sus padres,
cuidadores o figuras de poder (Andrade, 2012). La investigación encontró que de acuerdo a la
percepción de los hijos adolescentes, en los padres prevalecen dos tipos de actitudes en la crianza:
1) la aceptación/implicación, y 2) la coerción/imposición, lo que revela que los padres socializan con sus
hijos de acuerdo a dicha dualidad comportamental, misma que se encuentra adscrita a patrones
culturales aprendidos, así como también a repertorios de crianza disponibles en el entorno social
en que se desarrolla la crianza (Struch, Schwatz y Van der Klott, 2002).
Estudios han encontrado que los estilos parentales de socialización con tendencia a la
desprotección y negligencia predicen la ideación suicida de adolescentes, y que esto puede ser
prevalente en instituciones de educación pública, encontrando también, que el
afecto/comunicación y el control psicológico se constituyen en los principales factores de riesgo
para los educandos (Quiroz, Uribe, Vianchá, Bahamón, Verdugo, Ochoa, 2013), aspecto al que
debe sumarse la vulnerabilidad en salud mental de los padres y cuidadores (López, Musitu,
Murgui, y Moreno, 2013), y de los adolescentes (Beck, Steer, Beck, y Newman, 1993), además
de presiones sociales, familiares y académicas, entre otros aspectos (Villalobos-Galvis, 2009;
Cañón, 2011). La investigación realizada en el departamento del Quindío mostró que la
aceptación/implicación con tendencia al diálogo-afecto tiene correspondencia con la relación
coerción/imposición/diálogo, esto indica que existe un diálogo afectivo mediado por elementos
coercitivos y de imposición de la lógica de los padres, estos hallazgos muestran que la coerción
verbal y la indiferencia elevan el riesgo suicida en la población investigada, mismo que tiene
como componente esencial la correlación entre factores motivacionales y factores afectivos. Para
Pérez, Rodríguez, Dussán y Ayala (2007), las características del riesgo suicida en adolescentes
guarda relación con factores emocionales, motivacionales y cognitivos que por efecto de las
relaciones sociales y de la presión de pares, los docentes y la familia, se logran interiorizar hasta
consolidarse como ideas cada vez más fijas.
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Esta investigación muestra un porcentaje alto de desesperanza en los niveles alto, moderado y
bajo, lo cual es un indicador importante de riesgo suicida en el grupo etario investigado, es así
que estudios similares han evidenciado que en los adolescentes la presencia de desmotivación
para realizar actividades y de elevadas expectativas negativas hacia el futuro, se convierten en
elementos predictores de desesperanza, y por consiguiente, del riesgo suicida (Gonzales y
Hernández, 2008; Gonzales-Portillo, et al, 2016). Respecto a los estilos de socialización parental
se encontró que la aceptación/implicación y la coerción/imposición presentan una relación de
mutuo alcance, lo que indica que los padres se implican en la crianza de sus hijos al mismo
tiempo que actúan de manera coercitiva, lo cual que puede explicado a través de la teoría de
Gregory Bateson (1976) del “doble vinculo”. Esta explicación revelaría la persistencia en las
familias de estilos de crianza ambivalentes, hipótesis que debe ser ampliada con otros estudios,
pero que permite también considerar que la dificultad en la crianza puede asociarse a dificultades
para manejar la propia angustia –de los padres- por medio del control de cercanía y la distancia
como castigo con su hijo, aspecto que sería la fuente de una dualidad en el apego percibido. La
investigación encontró que los estudiantes ven a sus padres como personas que brindan afecto al
tiempo que son coercitivos, reacción que según Chacana (2006) produce un malestar psicológico
significativo, que en algunos casos lo puede inducir al adolescente al suicidio.
Bateson considera que cuando los padres tienen emociones muy diferenciadas o extremas,
relacionadas con ambivalencias entre afectividad positiva-daño emocional (afectación negativa),
y lejanía (alejamiento)-cercanía (distanciamiento emocional) con el hijo, a menudo uno de ellos
se muestra más ausente –aunque conviva en el hogar-, lo cual se traduce en un rechazo al hijo,
que suele generar la idea de encontrarse en peligro, motivo por el cual siente que debe alejar a
ésta figura aunque desee tenerla cerca; esta nueva ambivalencia apuntala la dualidad psicológica
entre realidad y fantasía (Bateson, Jackson, Haley y Weakland, 1956), además de generar dudas
acerca de la protección, cariño y apoyo brindado en el hogar (Bogaert, 1992; Kohan, et al, 2012).
Lo expuesto permite comprender los hallazgos en esta investigación relacionados con una
crianza ambivalente, en la que priman combinaciones entre amor-maltrato, y aprobación-
descalificación, aspectos que comprueban la presencia de una crianza positiva con elementos de
coerción y agresión verbal, misma que como ya se mencionó se encuentra íntimamente vinculada a la
presencia de riesgo suicida en los adolescentes. Es preciso mencionar que la dificultad de la
crianza se centra en que la hostilidad y el rechazo no son aceptados, y para negarlo padres e hijos
simulan reacciones de afecto y cercanía (Bateson, 1976), en las que se define una forma particular
de cariño ambivalente, que para el caso de la investigación aquí planteada, se asocia a acciones
de protección por la fuerza, control negativo de la actividad de los hijos, limites laxos y rígidos,
descalificaciones, además de negligencia y desatención ante sus necesidades.
Bateson (1976) explica que cuando el comportamiento amoroso de los padres es simulado,
emergen en el hijo dificultades para descifrar adecuadamente el mensaje afectivo de sus padres,
y como consecuencia se generan ecologías mentales con base en actitudes simultáneas y
contradictoras (rechazo e inclusión), que confunden a la persona y en ocasiones, lo tornan
proclive a experimentar emociones distintas, y acciones autodestructivas (Kohan, et al, 2012).
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Este tópico revela que la dualidad afectiva en la crianza implementada por los padres es un factor
de riesgo asociado a la conducta suicida, ya que no encuentran en estos el adecuado sostén
emocional para asumir una posición vital no-ambivalente respecto a las presiones y exigencias
del mundo (Maccoby, y Martin, 1983; Kaufmann, et al, 2000; Andrade, 2012). En la investigación
el factor arrojado por la escala de desesperanza mayormente relacionado con el riesgo suicida
fue el factor motivacional, aspecto que afecta de forma gradual y elevada la capacidad de los
adolescentes para hacer frente a situaciones adversas y proyectarse positivamente hacia el futuro.
Según Valenzuela (2009) la falta de motivación en estudiantes escolarizados es una variable que
en el año escolar se presenta como prevalente, y es una de las más importantes razones del
suicidio en el bachillerato, lo cual es coherente con lo encontrado en esta investigación.
El estilo de crianza indulgente prevalece e indica que los padres suelen ser permisivos, pero
implementan un alto control de afecto negativo-positivo; éste tipo de padres crían hijos ajustados
a las normas pero dependientes (Domínguez y Carton, 1997; Banham, Hanson, Higgins y Jarrett,
2000), y a menudo con dificultades de socialización, inmadurez y bajo éxito individual (Steinberg,
Elmen y Mounts, 1989). Asimismo los padres mantienen una relación de ambivalencia donde se
envía un mensaje de democracia/dictadura al mismo tiempo, es decir por un lado dedican
muchos esfuerzos a influir, controlar, evaluar el comportamiento y actitudes de sus hijos, a la
vez que propiciar espacios de permisividad en la convivencia, lo que podría generar menor
competencia social (MacCoby, y Martin, 1983; Dornbusch, Ritter, Leiderman, Roberts y
Fraleigh, 1987), falta de autonomía personal, baja autoestima y pobre interiorización de valores
morales (Moreno y Cubero, 1990; Baumrind, 1991; Kaufmann, et al, 2000; Belsky, Sligo, Jaffee,
Woodward y Silva, 2005).
Conclusiones
El riesgo suicida en la población investigada fue elevado puesto que seis (6) de cada diez (10)
estudiantes presenta algún tipo de riesgo de suicidio (entre alto, moderado y leve) y de ellos
cuatro (4) tiene riesgo alto, lo cual en gran medida está asociado a condiciones de vulnerabilidad
socio-familiar, en especial a las acciones de coerción verbal e indiferencia, mismos que elevan el
riesgo suicida en la población investigada. El estilo de crianza indulgente prevalece e indica que
los padres suelen ser permisivos, al tiempo que efectúan un alto control de afecto negativo-
positivo (ambivalente).
Este hallazgo en términos generales comprueba la hipótesis que revela a los adolescentes como
uno de los grupos con mayor exposición a este flagelo. Frente a los factores: afectivo y
motivacional vinculado al riesgo suicida, se encontró que el factor motivacional se correlaciona
al eje de socialización: coerción/imposición y aceptación/implicación, lo que quiere decir que
en ambos ejes existen componentes motivacionales de riesgo suicida, producto de las
internalizaciones ambivalentes del adolescente respecto a la crianza. Es preciso anotar que la
aceptación/implicación con tendencia al diálogo-afecto es directamente proporcional a la
relación entre coerción/imposición/diálogo, lo cual muestra la permanencia de un diálogo
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afectivo, mediado frecuentemente por elementos coercitivos y de imposición de las reglas de los
padres.
Lo anterior hace que los padres generen un doble vínculo, que a su vez permite la emergencia de
malestar subjetivo y ambivalencia emocional, dirigiéndose de manera agresiva a ellos y
constriñendo a los adolescentes, quienes al ver esta relación doble se sienten inseguros. Estos
elementos deben ser tomados en cuenta como coadyuvantes en la aparición de conductas del
espectro suicida. Respecto a lo anterior conviene mencionar que la motivación fue un factor
influyente en la constitución del riesgo suicida, y en los adolescentes compone el elemento
principal de desesperanza. La motivación está determinada por el tipo de relación que los
menores sostienen con sus padres, la cual se encuentra mediada según los datos por
componentes como el afecto, seguido del dialogo y de la coerción verbal. Esto ilustra una especie
de relación afectiva entre padres-hijos influida por la coerción que se halla manifiesta mediante el
lenguaje descalificador o de control-agresión.
En la investigación se encontró que, aunque existía el dialogo entre padre-hijo éste no era
consistente y correcto, dado que estaba mediada por la coerción, es así que con respecto a lo que
se dice y como se dice debe haber consenso y comprensión, puesto que la brecha generacional
puede influir en las diversas maneras de expresarse, mismas que con los años suelen ser
diferentes. Es importante anotar que, aunque se encontraron en la investigación indicadores que
refieren la emergencia del doble vinculo como elemento socializador en la crianza, cuando en ésta
priman elementos de coerción, control, afecto, dialogo e indulgencia, dicha persistencia no es
una condición sine qua non, motivo por el cual los estilos de crianza ambivalentes no referencian
siempre que exista el doble vínculo, hipótesis que debe ser ampliada con otros estudios. Grosso
modo se encontró la presencia de una crianza positiva a la cual se adjuntan acciones y actitudes de
control, coerción y agresión verbal.
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El alto control con el afecto positivo es una de las características a tener en cuenta según el
estudio, y básicamente lo que expresa este hallazgo, es la necesidad del padre de realizar un
control y al mismo tiempo hacerlo afectivamente, entendiendo que el control es producto del
afecto y no el afecto producto de la culpa por el excesivo control. Una característica muy
significativa es que los padres suelen ser democráticos, pero se mantiene la línea de lo encontrado
en la investigación: son autorizativos, pero pueden llegar a convertirse en padres indulgentes,
causando permisividad. En cierto punto el sostenimiento de la buena relación con los hijos puede
llegar a ser tan tensa, que un acto restrictivo podría verse como contraproducente para la
relación, y como consecuencia el padre suele ceder para no mostrarse cruel ante los hijos lo cual
lo torna indulgente, pero con características coercitivas cuando siente que está perdiendo el
control.
Por estas razones y a fin de mejorar las relaciones intrafamiliares y disminuir los riesgos asociados
a una crianza inadecuada, es importante sostener una línea de comportamiento en la que padres
e hijos hablen con claridad, y se cumplan lo expresado en los acuerdos a los que se llega en la
familia. La falta de autonomía en los jóvenes se asocia a la constricción familiar y también a la
permisividad paterna, aspectos que constituyen modelos inadecuados de socialización. Los
colegios como entidades formativas tienen la oportunidad, necesidad y el deber de educar al
menor, pero también a sus padres, realizando acciones tendientes a fomentar las sanas relaciones
familiares, generando el espacio para que puedan interactuar con sus hijos en un ambiente de
aprendizaje, realizando actividades preventivas a través del sano esparcimiento, abriendo
espacios de reflexión que les permitan a los estudiantes y padres cuestionarse sobre todos los
aspectos relevantes de su vida.
Las instituciones educativas y todos los miembros que en ella trabajan, también deben aprender
a identificar aquellos jóvenes con desesperanza, a fin de orientarlos para que se acerquen a
profesionales y reciban el apoyo necesario antes de tomar una decisión fatal, ya que la prevención
se constituye en una manera efectiva de salvar vidas. Es preciso anotar que la mayoría de los
suicidios son prevenibles si se identifican los riesgos a tiempo, es así que como conclusión la
prevención del suicidio es un asunto que compete a todos, pero en primera línea debe estar la
familia que como grupo primario de socialización debe generar en sus hijos las habilidades
necesarias para afrontar la vida.
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ARTÍCULOS TEÓRICOS
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Introducción
La historia de la neuropsicología es uno de los campos del conocimiento que nos ha enseñado
que el hombre siempre ha estado interesado por conocer cuál es la esencia de la vida humana,
es decir, por saber de dónde provienen la racionalidad, las emociones, las acciones, el
comportamiento, etc. Si bien es cierto que la historia de la neuropsicología nos remite en primer
lugar, a las experiencias y discusiones de los antiguos griegos como Aristóteles, Platón,
Hipócrates, Galeno y que su punto de inicio como ciencia se lo atribuyen a Paul Broca con su
trabajo sobre la localización del lenguaje, es importante decir, que en las últimas décadas se han
descubierto prácticas humanas anteriores a las realizadas por los griegos, donde se documenta el
interés de los hombres por conocer su “esencia”.
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En este sentido, se ha hallado que el interés por el cerebro data desde hace 7000 años o más
(Illing, 2002). Los hallazgos de cráneos con orificios alrededor de las diferentes culturas
prehistóricas y el hallazgo del papiro de Smith, que contiene un registro de los antiguos egipcios
sobre una serie de diagnósticos, tratamiento y pronósticos sobre personas que sufrieron traumas
y heridas en la cabeza (Illing, 2002), hacen pensar que el cerebro siempre fue tema de curiosidad
en el desarrollo de la humanidad. Teniendo en cuenta lo anterior, una de las practicas iniciales
que ejercían aquellas culturas que no se habían involucrado con el pensamiento occidental, era
la de realizar la trepanación craneal, cuya acción se ejerció, en gran escala, dentro de los grupos
humanos que conformaron la América prehispánica, especialmente por la cultura Inca. En este
sentido, este documento tratará de rescatar ese conocimiento, que no siempre es tenido en cuenta
en muchas de las narraciones históricas de las ciencias que existen hoy en día, y que en este caso
le atañe a la Neuropsicología.
A pesar de que las comunidades prehispánicas no desarrollaron modelos o tesis explicativas que
se consideren como los indicios del nacimiento de una ciencia; podemos manifestar que sí se
generó un conocimiento, muy incipiente, sobre la relación del cerebro y el comportamiento
dentro de estas culturas humanas. Tales conocimientos se han desdibujado a lo largo del relato
histórico occidental, lo que implica abordar este problema desde el punto de vista socio-
histórico. De esta manera, en el desarrollo de este documento se tratará de aterrizar la discusión
a partir de estas preguntas que enunciaremos a continuación: ¿Cuál fue la relación que existió
entre la práctica de la trepanación y el cerebro? ¿A qué se debe tal hecho? ¿Será que las culturas
prehispánicas concebían algún tipo de relación entre el comportamiento y el cerebro?
Para dar respuesta a los anteriores interrogantes, podemos comenzar indicando que la palabra
trepanación se refiere a la retirada de secciones de hueso del cráneo mediante un instrumento
llamado trépano, cuya etimología es derivada del griego “trypanon” que quiere decir “perforador”
(Carod y Vázquez, 2004). De esta manera podemos caracterizar a la trepanación como una
cirugía de tipo craneal, que ha sido utilizada por diferentes culturas alrededor del mundo, pero
primordialmente durante las eras mesolítica y neolítica. Se han encontrado cráneos en Europa,
Asía, África y América con características que dan cuenta de una posible trepanación realizada
por las poblaciones que habitaban estos continentes en los periodos mencionados. En América
se han encontrado este tipo de hallazgos en diferentes lugares; por ejemplo, en México
(antiguamente habitado por los Aztecas), América central (habitado por los mayas) y en
Suramérica, especialmente los países que comprenden el eje andino (Chile, Perú Colombia,
Bolivia, Argentina, Venezuela). Éstos últimos, fueron los países que, en tiempos pasados,
conformaron el imperio inca, donde la trepanación tuvo su máximo desarrollo y apogeo (Carod
y Vázquez, 2004); no obstante, la mayoría de descubrimientos de cráneos trepanados se acentúan
en Perú y Bolivia.
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Durante el siglo XIX, se realizaron los primeros estudios científicos sobre la trepanación en
Latinoamérica con el estadounidense Efraín George Squier en 1885, cuando éste encuentra un
cráneo trepanado cerca de la ciudad del Cuzco - Perú. Squier lo muestra en la academia de
medicina de Nueva York, luego es enviado a Francia y es examinado por Nelaton y Paul Broca
(Alvarado, 2004). Partiendo del examen realizado, Broca publicó un trabajo acerca de este cráneo
en la sociedad antropológica de parís, el cual denominó “Crane Peruvien” (Cruz Campos, 1998).
Allí, Broca concluyó que la trepanación fue intencional y que el paciente sobrevivió entre una o
dos semanas (Carod y Vázquez, 2004).
Las hipótesis que se han generado alrededor de las causas que aducían los incas para realizar la
trepanación corresponden a fines terapéuticos, pues ésta era realizada sobre sujetos que habían
sufrido alguna clase de trauma craneoencefálico producido por las guerras entre pueblos
precolombinos y a personas con problemas epilépticos, dolores de cabeza o, posiblemente, lo
que ahora conocemos como enfermedades “mentales”5. Sin embargo, en este punto hay que
destacar que estas prácticas estaban significadas con creencias religiosas, puesto que la creencia
de la trepanación se relacionaba con realizar una especie de abertura en el cráneo con el fin de
que “los espíritus malignos” salieran de aquellas personas sufrientes de dolores localizados en la
cabeza. (Carod y Vázquez, 2004; Alvarado, 2004; Gómez y Briceño, 2007).
5
Otorgándosele a este concepto un sentido, por decirlo de alguna manera, metafísico, pues se le opone a una
enfermedad producto de una lesión física.
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Los antiguos incas atribuían los orígenes del Sonko Nanay a dos situaciones con un carácter
mágico: la primera era por una angustia o un sufrimiento de larga duración que enojaba a los
dioses, quienes castigaban a la persona que no cesaba su angustia, con el abatimiento de su ser a
través de “la enfermedad del corazón”. La segunda, conocida como aya huayra (aya: cadáver.
huayra: viento) consistía en que los dioses castigaban a una persona quien pisara un “entierro
sagrado” (huaca). Con la llegada del “viento cadáver” que derriba a sonko (corazón), provocaba la
pérdida de consciencia e iniciaba las convulsiones a la persona castigada (Cruz-Campos, 1998).
Como vemos, estas referencias a la epilepsia se originan desde una cosmovisión religiosa, sin
embargo, es posible hacerse la siguiente pregunta: ¿Por qué realizaban las trepanaciones para la
epilepsia si era una enfermedad del corazón? Lastres (citado por Cruz-Campos, 1998), afirma
que, aunque sus costumbres y prácticas estaban basadas sobre representaciones religiosas,
también los incas acudían a la racionalidad y al conocimiento empírico para realizar las prácticas
quirúrgicas de curación. Este autor afirma que los incas eran muy observadores y que
posiblemente habían descubierto que las fracturas conminutivas craneales traían consigo síntomas
convulsivos típicos de la epilepsia, los cuales eran atribuidos a “demonios” que se asentaban en
esas zonas fracturadas. Habiéndose dado cuenta de esto, los precolombinos procedían a efectuar
la trepanación. Según Lastre (citado por Cruz-Campos), la mayoría de las fracturas que se
observan en los cráneos trepanados se sitúan en los lóbulos frontales y frontoparietales, dando
cuenta de esa racionalización.
Como lo dice Alvarado (2004), la principal razón por la cual los precolombinos realizaban
trepanaciones era con fines terapéuticos, pues así creyeran que la parte frontal del cerebro era el
refugio de malos espíritus, sabían que la alteración de esta zona cerebral produciría cambios
importantes en el comportamiento. Teniendo en cuenta las razones esbozadas anteriormente,
de por qué los incas realizaban las prácticas trepanatorias, podemos decir que ellos concebían
que existía una relación importante entre el encéfalo y el comportamiento de las personas, pues
así como algunos trepanados fallecieron por haberles cometido una cirugía que comprometía
estructuras del sistema nervioso que protegen al cerebro, las personas que realizaban estas
cirugías tuvieron que haberse dado cuenta de esto y haber comenzado a diseñar una técnica que
evitara esta contrariedad, posibilitando la sobrevivencia de la persona intervenida.
Lo que no sabemos es cuál es la noción que tuvieron estas culturas con respecto al cerebro.
Solamente podemos decir que el cerebro fue asociado con dolores y traumas. Sin embargo, hay
que tener en cuenta que, si bien la relación con el cerebro no es explícita, creemos que estas
prácticas darían cuenta de un interés por este órgano, lo que supondría que la relación entre las
trepanaciones y el cerebro son de tipo casual, en el sentido de que son por factores mórbidos lo
que hacen llevar a tales prácticas.
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Luego de que Francisco Pizarro llegara a la capital del Cuzco a usurpar el trono al emperador
Atahualpa (Galeano, 1970), y posteriormente se diera el intercambio cultural, la trepanación fue
abolida en las regiones que anteriormente la practicaban, aunque, desde nuestro punto de vista,
esta práctica ha evolucionado en la actualidad con la neurocirugía. Sin embargo, pensamos que
este legado no solo lo atañe a esta disciplina, sino a todo ese conjunto de ciencias que están
enmarcadas en el estudio del cerebro: las neurociencias.
A pesar de todos estos descubrimientos referidos de las prácticas precolombinas sobre el sistema
nervioso y, específicamente, dirigidas a la alteración del cerebro con el fin de producir cambios
en el comportamiento, no se encuentran muchas referencias del tema en los libros y en las
publicaciones que tratan de hacer un recorrido histórico de las ciencias relacionadas con la
investigación del cerebro, especialmente, de la neuropsicología. Pueden encontrarse artículos en
los que se pretende hablar de la historia de esta disciplina científica, pero ni siquiera son tenidos
en cuenta los aportes generados previamente a los siglos XIX y XX (como el de Rufo-Campos,
2006). También es posible hallar publicaciones, en su mayoría libros de Neuropsicología General
(Rains, D., 2004 Principios de Neuropsicología Humana. México D.F.: McGraw Hill), en los cuales se
hace referencia al mencionado papiro egipcio que contenía unos casos clínicos que datan de
varios siglos antes de la era cristiana, tomando esto como antecedente de la neuropsicología,
pero se hace una descripción muy vaga acerca de su significado y luego se da un salto
tremendamente grande hasta su nacimiento científico en el siglo XIX.
Teniendo en cuenta lo anterior, Luria (1979), nos dice que:
“La neuropsicología, nueva rama de la neurología y de la psicología, nació gracias a los éxitos de la neurocirugía
y a la necesidad, surgida a resultas de estos éxitos de un diagnostico lo más preciso posible de las lesiones locales
del cerebro”.
De esta manera, nosotros afirmaríamos que, por el hecho de tener la neurocirugía sus raíces en
las trepanaciones y la neuropsicología tener su origen a partir de los aportes de la neurocirugía;
esta última también haría parte de ese legado que dejó la trepanación. Por lo tanto, creemos que
estas prácticas deberían ser tenidas en cuenta como aporte histórico del desarrollo de la
neuropsicología.
Conclusión
Si bien es cierto que los incas y, en general, las poblaciones precolombinas tenían un universo
simbólico arraigado en su cultura y en el pensamiento mágico que los caracterizaba, pensamos
que las practicas realizadas por ellos y el conocimiento que surgió en su época pueden ser
destacados en los libros, en los artículos, en cualquier escrito que se quiera referir al desarrollo
histórico del conocimiento científico del cerebro como sus antecedentes. Destacándolos, no
juzgando ni desdeñando la importancia de estos aportes ancestrales ya que se trata de rescatar
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unas raíces en el cual casi siempre - y no solo en al ámbito científico - son desechadas o son
excluidas por considerarse retrógrados e incipientes.
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Esteban Ruiz Moreno, Psicoanalista, Foro de Psicoanálisis del Campo Lacaniano de Pasto – IF.
Doctorando en Psicología, Universidad de Baja California (México). Magíster en Docencia Universitaria
y Psicólogo, Universidad de Nariño. Profesor tiempo completo, Facultad de Ciencias Humanas y
Sociales, Programa de Psicología, Universidad Mariana; Miembro del grupo de investigación Desarrollo
Humano y Social del Programa de Psicología, Profesor investigador, Maestría en Pedagogía; Miembro
del grupo de investigación INDAGAR de la Maestría en Pedagogía.
Correo electrónico: jesruiz@umariana.edu.co
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forwards, so irreducible, to be what can´t to
Resumen: El síntoma se define como uno de los dominate, that is to say, any solution imposed from
operadores fundamentales de la clínica psicoanalítica, volition, evidenced by the clinic, (self-help, advices,
en tanto que se sitúa como una toma de posición imperatives, etc.) ends up failing miserably. The
subjetiva y que remite, de forma irreductible, a ser lo symptom, as formation of the unconscious, denotes
que no se puede dominar, es decir, cualquier solución a procedure of construction, of ciphering that
que se le imponga desde la volición, lo demuestra la constitutes an order where the apparently rules
clínica, (autoayuda, consejos, imperativos, etc.) meaningless, the impossibility of understanding. To
termina fracasando rotundamente. El síntoma, como say that the symptom is the analyzable, is equivalent
formación del inconsciente, denota un to take into account two fundamental references: a)
procedimiento de construcción, de ciframiento que on the one hand, presents an initial demand for
constituye un orden donde aparentemente reina el healing in the preliminary interviews, which in no
sin sentido, la imposibilidad de comprensión. Decir way must confused with the analytical symptom and
que el síntoma es lo analizable, equivale a tomar en b) on the other hand, for the subject the symptom
cuenta dos referencias fundamentales: a) por un lado, inevitably involves the dimension of the act, which
presenta una demanda inicial de curación en las raises an inescapable ethical dimension in the field of
entrevistas preliminares, que en ningún caso debe psychoanalytic clinic. Moreover, subjective
confundirse con el síntoma analítico y b) por otra rectification refers to field of position having that
parte, para el sujeto el síntoma implica have subject in relation with their own participation
inevitablemente la dimensión del acto, lo que plantea in the symptom, a participation that at the beginning
una dimensión ética ineludible en el campo de la of an analysis, at the time of the preliminary
clínica psicoanalítica. Por otra parte, la rectificación interviews, often isn´t evident. The change of
subjetiva remite al campo de posición que tiene el position of the subject with respect to their own
sujeto en relación con su propia participación en el participation in the symptom (subjective
síntoma, una participación que, al inicio de un rectification) is shown by free association as a
análisis, en el momento de las entrevistas condition of rupture of the alleged coherence of the
preliminares, frecuentemente no suele evidenciarse. self.
El cambio de posición del sujeto con respecto a su
propia participación en el síntoma (rectificación Keywords: Symptom, The Analyzable, Subjective
subjetiva) se demuestra por la asociación libre como Rectification, Subject.
condición de ruptura de la coherencia supuesta del
yo.
Recibido: 26 de Julio de 2016 / Aprobado: 26 de
Palabras Clave: Síntoma, Lo Analizable, Noviembre de 2016
Rectificación subjetiva, Sujeto.
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Introducción
El síntoma, concebido de esta forma, se define como una experiencia en la vida del sujeto
marcada por dos dimensiones: “a) por un lado, implica una toma de posición del sujeto respecto
del padecimiento; b) por otro, ese padecimiento tiene un carácter de ser irreductible frente a las
soluciones cotidianas que se le puedan imponer (consejos de los amigos, familiares, psicólogos,
etc.) (Lutereau, s. f., p. 6). De este modo, el síntoma conserva una insistencia propia de lo real,
en tanto que puede definirse como “lo que retorna siempre al mismo lugar” (Lacan, 2010a, p.
174) y denota esa modalidad de inflexibilidad ante los intentos de solución que propone el sujeto,
es decir, pone en juego una dimensión de rebeldía frente a los intentos de normalización,
dominio o curación.
No obstante lo anterior, puede interrogarse cuál sería una definición del síntoma en la
conceptualización de Sigmund Freud, teniendo en cuenta uno de los conceptos fundamentales
del psicoanálisis como es el inconsciente. De este modo, puede rastrearse desde la Interpretación de
los sueños (Freud, 1991a; 1991b), la idea de que el síntoma se constituye en una de las formaciones
del inconsciente, junto con otro tipo manifestaciones, como son: el sueño mismo, el lapsus, la
relación del chiste con la aparición de un efecto desmedido, como la risa.
Posteriormente, el término las formaciones del inconsciente será formalizado por Lacan (1993; 1998;
2010b; 2014) en las primeras etapas de su enseñanza y retomado a partir de la lógica del
significante, en la cual el significante, que ha sido reprimido por su contenido intolerable para el
sujeto, retorna de manera desfigurada, para burlar el ejercicio de la represión (Freud, 1995a,
1995b). En consecuencia, el retorno del significante desfigurado se constituye en la formación
del inconsciente que aparece en la experiencia consciente y produce una variedad de efectos en
la vida de cada sujeto.
En cuanto a las formaciones del inconsciente, Freud (1991c) utiliza el término alemán bildung para
conceptualizar la formación de los síntomas, lo cual implica dos dimensiones del síntoma como
formación del inconsciente: En primera instancia, el término bildung permite evocar el trabajo de
elaboración al cual han sido sometidas las representaciones que producen síntomas; dicho de
otro modo, el inconsciente realiza un proceso de incansable de ciframiento (Maya, 2003), lo cual
permite situar la desfiguración en el proceso retórico del desplazamiento o metonimia, en la
enseñanza de Lacan (1998). Colette Soler (2010) utiliza la expresión “máquina de producir
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sentido” para designar la función del inconsciente simbólico y el trabajo de desfiguración hace
que el sujeto sea incapaz de reconocerse en su propio síntoma (Freud, 1991c, p. 333 - 334).
Por otra parte, el término bildung hace referencia a una construcción, a una organización de las
partes que, en un principio, pueden parecer disparatadas y sin conexión unas con otras. Se
reconoce la importancia de la asociación libre como un elemento esclarecedor de este aparente
caos de elementos. En este sentido, Lacan (2003a) aporta la organización de los ejes diacrónico
y sincrónico en toda formación del inconsciente: el eje diacrónico haría referencia al tiempo de
sucesión de los elementos en supuesto desorden y el eje sincrónico remitiría a la relación
existente entre las partes.
De este modo, puede observarse que el término bildung implica el procedimiento analítico por
medio del cual el síntoma, así como las diversas formaciones del inconsciente, adquiere un efecto
contrario al que desde el sentido común y el yo suele atribuírsele: “no tiene sentido, no puede
entenderse, ¿por qué me pasa a mí?, voy a solucionar esta dificultad, debo poner de mi parte, yo
puedo superarlo”. Por el contrario, el análisis del síntoma o que el síntoma sea analizable destaca
esta dimensión de construcción, de ciframiento y de orden entre los diversos elementos que lo
componen. Esta cuestión es capital en cuanto a la envoltura formal del síntoma (Lacan, 2003b)
y a la atribución que el sujeto termina haciendo de su propio síntoma o, en otros términos, la
rectificación subjetiva que se tratará más adelante.
Hasta este punto se han destacado algunos elementos que tienen en común las diversas
formaciones del inconsciente. Sin embargo, puede plantearse la siguiente pregunta: ¿todas las
formaciones del inconsciente son equiparables? O, por el contrario, ¿qué diferencia al síntoma
de las otras formaciones del inconsciente?
Para diferenciar al síntoma de las diferentes formaciones del inconsciente, es preciso recordar
un fragmento del escrito de Lacan (2003c), La significación del falo: “En la estructuración dinámica
de los síntomas en el sentido analítico del término, queremos decir de lo que es analizable en las
neurosis, las perversiones y las psicosis” (Lacan, 2003c, p. 665). La anterior aseveración permite
aislar una característica del síntoma: es lo analizable (Lutereau, s. f.), pero, ¿acaso las demás
formaciones del inconsciente no son analizables también? En este contexto, lo analizable no
correspondería a lo susceptible de la libre asociación del paciente, sino a otra cosa. El término lo
analizable implica dos presupuestos:
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analizable del síntoma es que demanda una curación urgente y, como puede entreverse, esta
característica no suele presentarse tan imperiosamente en otras formaciones del inconsciente.
b) El síntoma, al ser lo analizable, se vincula inexorablemente con una dimensión que implica el
acto en el campo del sujeto, lo cual lleva a la dimensión ética planteada por Lacan (1967; 1997),
en la ética del psicoanálisis. Freud (1991c) definía: “Los síntomas – nos ocupamos aquí, desde luego,
de síntomas psíquicos (o psicógenos) y de enfermedades psíquicas – son actos perjudiciales o, al
menos, inútiles para la vida en su conjunto; a menudo la persona se queja de que los realiza
contra su voluntad, y conllevan displacer o sufrimiento para ella” (p. 326). En este punto, Freud
(1991c) demuestra claramente la dimensión de acto que contiene el síntoma para el sujeto que
lo padece, es decir, la cuestión del acto viene a demostrar que “no por eso deja de haber una
participación del ser íntimo de quien sufre en aquello que lo empobrece” (Lutereau, 2013, p. 1).
Lo anterior permite esclarecer la posición del que viene por primera vez a ser escuchado, en
tanto que la queja se encuentra desconectada, desarticulada de su posición con respecto del
síntoma que dice experimentar, con respecto del sufrimiento que enuncia.
¿Qué momento específico producido en la clínica psicoanalítica permite articular el síntoma con
la posición del sujeto? Lombardi (2009) define La rectificación subjetiva de la siguiente forma:
“Lacan designa como rectificación subjetiva ese viraje en el que el sujeto cambia de perspectiva
sobre algo real y concreto de su síntoma: su participación en el mismo”. Esta definición
demuestra de qué forma se emparentan síntoma y rectificación subjetiva: si bien el síntoma puede
definirse como ese malestar satisfactorio que siempre vuelve al mismo lugar y en el cual el sujeto
no logra reconocerse, la rectificación subjetiva implica el cambio de posición del sujeto con
respecto a ese no – reconocimiento en el síntoma, para terminar, reconociendo su participación
en el mismo. El caso Dora (Freud, 1995c) es paradigmático sobre este asunto.
Como un pequeño aparte, es necesario tener en cuenta que el término rectificación subjetiva ha sido
utilizado en un sinnúmero de situaciones que llegan al abuso y la pérdida de referencias, sin tener
en cuenta que posiblemente Lacan (2003d) usó una sola vez dicha expresión en La dirección de la
cura y los principios de su poder (Lombardi, 2009).
¿En la clínica analítica es imperativo que se produzca esta operación en el sujeto? ¿Es el analista
quien debe buscar incesantemente dicha rectificación? En el marco de la clínica existe lo que
podría designarse como el empuje a la rectificación subjetiva o, por lo menos, se identifican las
buenas intenciones de producir la rectificación subjetiva, ya sea por el bien del paciente o por el
bien del tratamiento, como si fuese un objetivo que debe cumplirse a toda cosa. En este sentido,
el dispositivo del control de casos permite reducir los efectos del forzamiento que puede darse en
las sesiones analíticas, forzamiento en cuanto al ofrecimiento de interpretaciones en un tiempo
en el cual no se encuentre instalada la transferencia, que exista una búsqueda imperiosa por la
producción de nuevo material inconsciente o efectuar maniobras forzosas con el fin de gestar
nuevas asociaciones en el discurso del analizante.
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Una conclusión anticipada puede darse en este punto, como asevera Lombardi (2009), en un
análisis no sirve de nada apuntarle al paciente que está participando en su propio síntoma o
decirle: ¡hacete cargo! Freud (1995c) tuvo la posibilidad de comprobar esta cuestión en las
coordenadas del caso Dora, en tanto que una interpretación que mostraba al paciente qué era lo
que le estaba pasando, llevó a instaurar las resistencias más fuertes de los pacientes para reconocer
su participación en los síntomas que los aquejan; dicho de otro modo, un análisis no se constituye
a partir de una técnica confrontativa como suele esgrimirse en los ámbitos académicos, no se
trata de llevar al sujeto a lo no–conocido de sí, a la imposibilidad de reconocimiento que lo
aqueja.
La rectificación subjetiva no es una rectificación forzosa (Lombardi, 2009), esto implica que es
el sujeto mismo quien va descubriendo la cuota de participación que tiene en lo que le causa
malestar, la condición necesaria es que exista un tiempo para que pueda llegar a este
descubrimiento, es decir, el analista no puede forzar la maniobra por los supuestos resultados
esperados de un análisis, ya sean terapéuticos o de una búsqueda, siempre supuesta, de la verdad.
¿Qué es el silencio en un análisis sino la posibilidad de permitir el tiempo necesario para que se
produzca la rectificación subjetiva? Si en el ejercicio de la práctica psicoanalítica se presentan
pacientes que no dan su brazo a torcer; si las interpretaciones fulgurantes que ofrece el analista no
producen ningún efecto; si alguna interpretación produce el conocido efecto de resistencia a
partir del dicho: “no, no es eso”, entonces es necesario “permitir ese tiempo que el analizante
necesita para descubrir cosas por su propia cuenta” (Lombardi, 2009). Cualquier analista, sobre
todo al principio de su práctica analítica, ha caído en la cuestión, siempre imaginaria, de realizar
intervenciones precipitadas, necesariamente forzadas y que no encuentran eficacia en tanto
interpretación liberadora (Lombardi, 2009).
Otro aspecto que debe resaltarse en cuanto a la rectificación subjetiva es el de una posible
asunción de la responsabilidad de forma anticipada por parte del sujeto. En el inicio de un análisis
un paciente puede llegar diciendo: “lo que pasa es por mi culpa”, o “yo soy el responsable de lo
que me está pasando”, puesto que las modalidades del dicho son infinitas, el dicho no se cierra
en este punto. No obstante, para el analista es necesario tomar con calma este tipo de
aseveraciones proferidas por el yo de quien viene a un análisis, puesto que en ellas se puede
evidenciar algo específico: estar “al servicio del autocastigo y (…) martirizar al otro” (Lombardi,
2009). Decir, en el marco de las entrevistas preliminares, “yo soy culpable” o “yo soy responsable
de esto o aquello” no se constituye en una rectificación subjetiva en cuanto tal, sino en la misma
posición de queja que se ha descrito en líneas anteriores, pero ahora sobre sí mismo. De la misma
forma, cuando alguien se presenta dentro de las posibles referencias al objeto, es decir, como
alguien que se hace golpear, cagar, morder, chupar, sufrir, etc., no se constituye, en el inicio de
un análisis, a la cuestión del tú eres eso que se encontraría al final de un psicoanálisis.
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En los casos descritos anteriormente, no hay relación con la rectificación subjetiva, incluso,
podría decirse que, en algunas situaciones, puede denotar una posición primaria del sujeto con
relación al cinismo: “sí, es mi culpa, ¿y qué?”. Lo anterior permite situar el decir dentro un hecho
de toma de posición subjetiva más que lo que se busca identificar al nivel literal del dicho; dicho
de otro modo, lo que importa en el análisis busca ubicar las coordenadas del sujeto en relación
con el decir, qué está diciendo más allá de lo que está diciendo efectivamente (Lacan, 2012). Más
allá de las referencias a los dichos que produce un analizante, el decir remite a la posición que
asume el sujeto de lo que dice, la expresión de Lacan (2012), en el Atolondradicho, lo ejemplifica
de manera suficiente: “Que se diga queda olvidado tras lo que se dice en lo que oye” (p. 473).
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Referencia recomendada: Rodriguez, J., Abstract: In recent years the interest for the
(2016). La teoría de la subjetividad: una teoría de Cultural Historical Perspective (CHP) is
personalidad del siglo 21. Revista de Psicología increasing in different sector of psychology.
GEPU, 8 (1), 114 - 127 However, this interest has limited itself mainly
to the application of this perspective to the
Resumen: En la actualidad el interés por la context of education and cognitive processes.
Perspectiva Histórico Cultural (PHC) está This is due to a lack of visibility that Vygotsky’s
aumentando en distintos sectores de la elaborations about emotions and personality
psicología. No obstante, este interés se ha have had. At the same time this has generated a
circunscrito mayormente a la aplicación de esta lack of knowledge concerning theories that have
perspectiva al ámbito de la educación y de los been developed in the last decade that have
procesos cognitivos. Esto se debe a la falta de managed to rescue this aspect of Vygotsky’s
visibilidad que han tenido las elaboraciones de legacy. A representative example of this is the
Vygotsky en torno a las emociones y la theory of personality developed by the cuban
personalidad. De igual manera esto ha generado psychologist Fernando González Rey. In the
un desconocimiento en torno a teorías que se present article I present and explain the
han desarrollado en la última década que han philosophical foundations and the central
rescatado este legado de Vygotsky. Un ejemplo concepts of this theory in order to give more
representativo de esto lo es la teoría de visibility to this contribution which is so
personalidad desarrollada por el psicólogo significant to the CHP, to the study of
cubano Fernando González Rey. El presente personality and to psychology in general.
escrito busca exponer los fundamentos
filosóficos y los conceptos centrales de la teoría
con el fin de dar a conocer esta aportación tan Key Words: subjectivity, Cultural Historical
significativa a la PHC, al estudio de la Perspective, Vygotsky, emotions
personalidad y a la psicología en general.
Palabras claves: subjetividad, Perspectiva
Histórico-cultural, Vygotsky, emociones Recibido: 14 de noviembre de 2016
Aprobado: 17 de diciembre de 2016
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Introducción
En décadas reciente ha habido un gran interés en distintos sectores de la psicología por la obra
de Vygotsky y la Perspectiva Histórico Cultural (PHC). Las aportaciones de la PHC son muy
bien conocidas en el campo de la educación enfatizando en aquellos aspectos de los escritos de
Vygotsky que se centralizaron en el aprendizaje (Laboy, 2012; Rodríguez-Arocho, 1996, 1999,
2006; Rosas y Sebastián, 2004). No obstante, otras aportaciones de este autor han sido poco
exploradas. Sobre todo aquellas elaboraciones de Vygotsky que daban cuenta de la importancia
de lo afectivo y del funcionamiento sistémico de la psique (González Rey, 2007b, 2008, 2010a,
2013a). En las últimas décadas un autor ha desarrollado una teoría de personalidad partiendo de
la PHC. Este teórico, inspirado en algunos de los conceptos más interesantes e inconclusos del
legado de Vygotsky, desarrolló lo que él ha llamado la teoría de la subjetividad (Díaz & González
Rey, 2005; González Rey, 1998, 1999, 2000a, 2000b, 2000c, 2002, 2006, 2007a, 2007b, 2008,
2009a, 2009c, 2010b, 2011a, 2011b, 2001c, 2011d, 2011e, 2013a, 2013b, 2013c).
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No obstante, la década de los 1930, marcó el comienzo de una represión política e ideológica
que afectaría la sociedad soviética en todas sus esferas, entre las cuales se encontraba la ciencia,
en particular la psicología (González Rey, 2014). Esta represión surgió como parte de un proceso
de definición de lo que sería la psicología marxista la cual desembocó en acercamiento dogmático
al marxismo. Esto comenzó a generar dificultades en el uso e investigación de conceptos
psicológicos vinculados a la subjetividad ya que en dicho contexto este tema generaba una
sospecha de idealismo (González Rey, 2008, 2014).
Todo esto dio paso a dos tipos diferentes de reduccionismo que convergieron simultáneamente
en estos años: (1) un reduccionismo fisiológico, fundamentado en la reflexología pavloviana y
(2) un reduccionismo centrado en la actividad orientada hacia el objeto propuesta por Leontiev
(González Rey, 2014). Esta orientación tan diseminada hacia una ciencia natural objetiva
representó un obstáculo inmenso en el avance de una nueva definición ontológica de la psique
humana tal como Vygotsky, Rubinstein entre otros habían intentado elaborar (González Rey,
2014).
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A mediados de los 1970 la psicología soviética entró en una nueva etapa como resultado de una
serie de eventos que tomaron lugar esos años: la muerte de Leontiev y el desplazamiento del
poder político de la Universidad Estatal de Moscú al Instituto de psicología de la Academia
Soviética de las Ciencias (González Rey, 2014). Este último vino a ser dirigida por B.F. Lomov
quien estaba rodeado de los discípulos de Rubinstein (González Rey, 2014).
La década de los 1970 vio entonces la caída de la hegemonía de la teoría de la actividad (González
Rey, 2014). Temas sobre sujeto, subjetividad, consciencia y sociedad comenzaron a ser
trabajados abiertamente por algunos psicólogos soviéticos en los 1970 y 1980 (González Rey,
2013c, 2014). Estos psicólogos soviéticos eran ex discípulos de Vygotsky y Rubinstein y se
dieron a la tarea de rescatar algunas categorías que estos teóricos presentaron, pero no elaboraron
lo suficiente. Este es el caso de categorías como sentido y vivencia (González Rey, 2002, 2009a,
2010a, 2013c; Hernández, 2008; Vygotsky 1982/1993,1934). Estas y otras categorías
posibilitaron el resurgimiento de la esencia de las propuestas de Vygotsky y Rubinstein. Sus
obras encierran principios que conducen a un entendimiento distinto de la psique en las
condiciones de la cultura. Esto estaba vinculado a una nueva comprensión de la mente humana
la cual estaba asociada a la personalidad en diversos momentos de los trabajos de estos autores.
Esto proveyó el fundamento para la elaboración de la subjetividad como concepto teórico.
González Rey se ha inspirado en los trabajos de múltiples teóricos. En primer lugar, se destacan
Rubinstein y Vygotsky. Las influencias que recibió de las elaboraciones de Vygotsky se centran
en las elaboraciones que este realizó en su primera (1915 hasta 1927) y tercera etapa (1932-1934)
donde enfatizó la unidad cognitivo afectiva, la psique como sistema y el carácter generador de
las emociones (González Rey, 2007b, 2008, 2010a, 2013a). De igual forma los conceptos de
sentido y vivencia fueron claves en el desarrollo del pensamiento de González Rey (González
Rey, 2002, 2008, 2009a, 2010a). Estos conceptos encierran ideas que han sido claves en el
desarrollo teórico de este autor tal como la unidad cognitivo afectiva, la unidad ambiente y sujeto
y de la psique como productora de la realidad. No obstante, la inspiración de este autor no se
limita a Vygotsky, sino que también se ha sido influenciado por autores como Castoriadis, Elliot
y Guattari (González Rey, 2006).
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La teoría de la subjetividad
La teoría de la subjetividad tiene sus bases en la PHC, en la complejidad (González Rey, 2010b,
2011a, 2011c; Hernández, 2008; Morín, 1998) y en una epistemología desarrollada para abordar
la subjetividad desde la investigación cualitativa conocida como epistemología cualitativa
(González Rey, 2000b, 2000c, 2007a). Este marco conceptual busca dar cuenta de la subjetividad
como objeto de estudio que tiene una naturaleza ontológica propia (González Rey 2002, 2005,
2008). Es decir, busca elaborar teóricamente aquellas características que diferencian la
subjetividad de otros sistemas y que define su funcionamiento propio. En estas líneas, la
subjetividad es una producción específicamente humana que no puede ser reducida a la
conducta, procesos simbólicos o cognitivos (González Rey, 2007b)
El principio dialógico permite mantener la dualidad en el seno de la unidad. Asocia dos términos
que son complementarios y antagónicos de forma simultánea (Hernández, 2008; Morín, 1998).
Hernández (2008) expresa que el principio dialógico es “inmanente a los seres vivos, no es un
método para abordar la realidad, por ello sirve de guía en la comprensión del ser humano en su
proceso dialéctico de desarrollo como personalidad” (p.155).
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El tercer principio, el hologramático, busca trascender el reduccionismo que solo ve las partes,
y al holismo que solo ve al todo (Morín, 1998). Este principio concibe a las partes en el todo y
el todo en cada parte (Hernández, 2008). El proceso entonces es visto como un “todo que se va
configurando de manera particular en el hombre con su aprendizaje y actuación” (Hernández,
2008, p.156). Es siguiendo estos principios del pensamiento complejo entonces que González
Rey (2002) elabora la teoría de la subjetividad desde la PHC. Presentaré entonces el concepto
principal, que es la unidad básica y constituyente de la subjetividad desde esta perspectiva: el
sentido subjetivo (González Rey, 2002, 2011c).
Sentido Subjetivo
Aquella unidad de los procesos simbólicos y emocionales donde la emergencia de uno de ellos
evoca al otro sin convertirse en su causa, formando verdaderas cadenas con formas muy diversas
de expresión según el contexto en que la persona está implicada (p.312).
Ambos procesos (lo simbólico y lo emocional) están en una relación recursiva que se expresa en
varios desarrollos que definen el surgimiento de nuevos procesos sin la mediación de los
significados. No hay dimensión objetiva al vivenciar lo vivido. El sujeto solo puede vivir su
realidad a partir de su subjetividad.
hace énfasis en la pluralidad del significado de las palabras en contextos diversos y la movilidad
de esos significados en el proceso del lenguaje. Sin embargo, la lingüística puntualizó el sentido
en su relación con el contexto, en lugar de su relación con el sujeto del lenguaje debido a un
énfasis que había en la época en la objetividad para resaltar el carácter materialista de las ciencias
sociales. Ya Bakhtin a partir de la misma lingüística había comenzado a destacar la importancia
de lo emocional con respecto al sentido, pero según González Rey (2011c) no alcanzó a elaborar
lo suficiente esta idea. Vygotsky (1982/1993) avanza esta elaboración al concebir el sentido como
una categoría psicológica. Lo definió como “la suma de todos los sucesos psicológicos evocados
en nuestra conciencia gracias a la palabra” (Vygotsky, 1982/1993, p.197).
González Rey (2007b, 2008, 2011c) expresa que lo planteado por Vygotsky representó un
movimiento del sentido en su relación palabra-contexto a la relación palabra-conciencia, cuya
implicación era que esta categoría podía entonces ser empleada como una propiamente
psicológica. De esta forma este concepto representó ser importante para una psicología
histórico-cultural, ya que permitió unir en una relación innovadora la psique humana, el contexto
y la cultura. No obstante, Vygotsky no avanzó tanto en este tema ya que surgió en el momento
final de su obra (González Rey, 2005, 2008, 2010a). Se entiende le faltaban recursos teóricos
para desarrollar todo su potencial (González Rey, 2008, 2011c).
González Rey, aunque se inspira en Vygotsky, hace elaboraciones propias en torno al concepto.
Según este autor, los sentidos subjetivos son la unidad básica y constituyente de la subjetividad
(González Rey, 2002; 2011c). A diferencia del sentido en la definición de Vygotsky, los sentidos
subjetivos no están asociados a la palabra y representan la unión de lo simbólico y lo emocional,
sin embargo, no son una suma de elementos (González Rey, 2011c). Una segunda diferencia es
que el sentido subjetivo puntualiza en lo simbólico y no en la cognición, enfatizando el
componente icónico de los procesos psicológicos, que se expresa en procesos como la
imaginación y la fantasía (González Rey, 2013a). Lo simbólico también engloba el lenguaje
(González Rey, 2013c). Este concepto denota el carácter subjetivo de cualquier acción o
expresión humana ya que es general a todas las producciones humanas, sean ellas sociales o
individuales (González Rey, 2011c). De esta forma lo emocional es inseparable de cualquier tipo
de función psíquica, producción humana individual o social (González Rey, 2009a, 2011c).
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Configuraciones Subjetivas
González Rey (2002) afirma que los distintos sentidos subjetivos que surgen en las acciones del
sujeto en el contexto cultural, se organizan en sistemas psicológicos relativamente estables
conocidos como configuraciones subjetivas. Las configuraciones subjetivas son definidas como
“la integración de elementos de sentido y significación que caracterizan la organización subjetiva
de un ámbito de la experiencia del sujeto, y que asumen estructuras diferentes en el curso de sus
acciones” (González Rey, 2002, p.113). Estas deben ser entendidas como sistemas en continuo
desarrollo, pero que expresan la organización de la subjetividad en su desarrollo histórico
(González Rey, 2007b, 2008). La historia no se limita a lo discursivo o a lo narrativo, no se
agota allí, sino hace referencia al conjunto de experiencias emocionales y que hacen que cada
sujeto presente un carácter único e irrepetible (González Rey, 2011c). A su vez estas tienen una
participación decisiva en como las nuevas experiencias adquieren sentido subjetivo y es dentro
de estas configuraciones que surge toda función psicológica (González Rey, 2007b, 2008,
Hernández, 2008).
Con lo explicado quedan ilustrados dos puntos esenciales. En primer lugar, que cada producción
de sentido subjetivo ocurre como una integración tensa, múltiple y contradictoria, entre las
configuraciones subjetivas presentes (y en desarrollo) del sujeto en el curso de su acción
(González Rey, 2010b). Estas tensiones ponen de relieve que cada configuración subjetiva es
estable, pero no estática ya que a través de las distintas experiencias sociales concretas que tiene
el sujeto ésta se va transformando y re-organizando. Esto sugiere que el desarrollo humano es
un proceso continuo y permanente. A su vez, en este proceso, nuevos sentidos subjetivos
emergen todo el tiempo, dando lugar a cambios en la red dominante de configuraciones de las
cuales emergen (González Rey, 2011a).
Las configuraciones subjetivas siempre son no conscientes, por esta razón un sujeto nunca puede
aprehenderlas. De esta forma “el sujeto en su actividad consciente, intencional, se expresa como
un mundo organizado a nivel subjetivo del cual nunca se apropia completamente” (Díaz &
González Rey, 2005, p.375). Por ‘no consciente’ se puntualiza la limitación de todo sujeto de no
poder actualizar (en términos de una representación) los múltiples sentidos subjetivos y sus
movimientos (Díaz & González Rey, 2011). De esta forma lo no consciente no guarda ningún
vínculo con el inconsciente psicoanalítico (González Rey, 2005). A través de esta categoría de
configuraciones subjetivas es entonces que González Rey (2002) ubica la personalidad.
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Personalidad
Según he presentado hasta este punto, los sentidos subjetivos se organizan en configuraciones
subjetivas. Además, la manifestación de estas en un momento concreto de la expresión del sujeto
es considerado la personalidad. Sin embargo, estos procesos se integran en un sistema aún más
amplio: la subjetividad.
Subjetividad
Desde el marco histórico cultural la subjetividad es un sistema que se articula en dos momentos:
el individual (según lo he explicado en los apartados anteriores) y el social. De esta forma la
subjetividad no se reduce a un estado interno, por el contrario, es una dimensión compleja que
involucra tanto lo psicológico como lo social en una relación recursiva y cuya naturaleza es
histórica y social (Hernández, 2008). La subjetividad individual se define como “la producción
simbólico-emocional que emerge ante una experiencia vivida, la cual integra lo histórico y lo
contextual en el proceso de su configuración” (González Rey, 2011c, p.313). Esta se organiza
en las prácticas de los individuos y grupos, expresando continuamente una tensión entre su
organización inicial y las formas que toma en el curso de esas prácticas (González Rey, 2010b).
La subjetividad como sistema individual y social tiene un estatus ontológico propio. Esto
significa que la misma existe “en su especificidad al registro de la psique como forma de la
realidad cualitativamente diferente de otras formas de realidad” (González Rey, 2002, p.66).
En este punto es importante indicar que la subjetividad en esta teoría no es un proceso
psicológico que toma lugar desvinculada del sujeto. El sujeto ocupa un lugar central en esta
propuesta. Por esta razón es que el “sujeto” se elabora como categoría propia y la presentaré a
continuación.
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Sujeto
Desde esta perspectiva, los procesos psicológicos de los cuales he venido hablando no se dan en
el vacío ni desvinculado de los sujetos (González Rey, 2011c). El sujeto aquí se refiere al sujeto
concreto individual, quien está procesal, histórica y socialmente configurado (Díaz & González
Rey, 2005). El sujeto es sujeto del pensamiento, pero no de un pensamiento exclusivamente
cognitivo, sino de un pensamiento que actúa solo a través de situaciones y contenidos que
implican su emocionalidad (González Rey, 2002). Desde esta mirada, la persona no es “un
epifenómeno de ninguna estructura o práctica social, ella tiene una capacidad generadora
subjetiva frente a lo vivido, que le permite múltiples opciones, decisiones y acciones cargadas de
sentidos subjetivos en el proceso de la experiencia” (p.313). La persona se constituye en sujeto
cuando es capaz de producir opciones que entran en tensión con los sistemas normativos
hegemónicos del espacio social donde se lleva a cabo su acción, generando alternativas de
sentidos subjetivos frente a dichos sistemas. A esto González Rey (2011c) añade que entre los
sistemas sociales normativos y los sentidos subjetivos que aparecen en el curso de una acción
existen múltiples contradicciones que están más allá de la capacidad de representación de la
persona, y por eso las opciones subjetivas frente a esos sistemas normativos no se agotan en lo
intencional (p.313).
Subjetividad Social
González Rey (2008) define la subjetividad social como “la forma en que se integran sentidos
subjetivos y configuraciones subjetivas de diferentes espacios sociales, formando un verdadero
Sistema en el cual lo que ocurre en cada espacio social concreto como familia, escuela, grupo
informal etc. está alimentado por producciones subjetivas de otros espacios sociales” (p.234).
La subjetividad social implica tres asuntos en particular. En primer lugar, este concepto busca
eliminar la separación entre individuo y lo social estableciendo que la organización psíquica
individual se desarrolla en la experiencia social e histórica de los individuos (González Rey, 2008).
De esta manera los procesos de subjetividad social e individual no mantienen una relación de
externalidad (González Rey, 2002, 2005). Ambos se expresan como momentos contradictorios
que se integran de forma tensa en la constitución compleja de la subjetividad humana, la que es
inseparable de la condición social del humano. Es necesario tener presente que la condición de
sujeto individual es definible solo dentro del tejido social en el que vive (González Rey, 2002).
Dentro de ese tejido social los procesos de subjetividad individual son un momento de la
subjetividad social, momentos que se constituyen de forma recíproca sin que uno se diluya en el
otro. Ambos tienen que ser comprendidos en su dimensión procesal permanente (González Rey,
2002).
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En segundo lugar, el sujeto en su actuar en los espacios sociales es portador de una configuración
subjetiva producto de su historia. El sujeto en medio de su interacción en los espacios sociales
produce sentidos subjetivos que responden a tres fuentes que entran en tensión: (1) su
configuración subjetiva, (2) el curso de su experiencia presente y (3) la configuración subjetiva
dominante del espacio social la cual se expresa en discursos, representaciones sociales, códigos,
valores etc. (González Rey, 2008, 2010b). De esta forma el sujeto juega un papel active en todo
momento, mientras que a su vez tiene la capacidad de transformar la configuración subjetiva
dominante de los espacios sociales mediante los sentidos subjetivos que producen en medio de
sus acciones en esos espacios. En tercer y último lugar, todos los espacios sociales están
vinculados y se integran como sistema (González Rey, 2007b, 2008). El núcleo que une los
diversos espacios sociales lo es el sujeto quien es en sí mismo un sistema complejo. Este,
mediante la manera en que la experiencia social se organiza subjetivamente en él, produce
sentidos subjetivos que siempre remiten a experiencias de otros espacios sociales y de distintos
momentos históricos de un mismo espacio social (González Rey, 2002, 2008).
Es importante resaltar que González Rey (2002) emplea la categoría de configuración para
referirse a las formas de organización de la subjetividad social e individual. No obstante, el uso
de este concepto en ambos casos no es un intento de darle un carácter universal al mismo. El
referente configuracional no se define por contenidos ni procesos universales, sino que
constituye un eje dinámico de organización que se nutre de los elementos de sentido más
diversos. Estos sentidos subjetivos proceden de zonas diferentes de la experiencia social e
individual, así como de elementos que caracterizaron este propio espacio social en momentos
históricos anteriores (González Rey, 2002).
Conclusión
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Esta teoría se distancia igualmente de muchas teorías de personalidad clásicas que buscan reducir
al sujeto y sus procesos psicológicos a un constructo en particular (ej. Psicoanálisis y el
inconsciente). Más bien puntualiza en la plurideterminación y cómo lo histórico del sujeto, las
configuraciones subjetivas de los espacios sociales y del sujeto y los sentidos subjetivo que el
sujeto produce como parte de su experiencia presente todo juega un papel esencial en la
formación y desarrollo del sujeto y de los espacios sociales.
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Introducción
La motivación y la creatividad son dos conceptos emergentes que se reactualizan a la par que
surgen nuevas demandas sociales, laborales y tecnológicas. En un panorama acelerado, donde
los conflictos juegan un rol definitorio y hasta cierto punto crucial, ambos constructos van de la
mano generando respuesta y nuevas formas de afrontar el mercado laboral. Estos dos conceptos
se han visto como factores activos para la consolidación de emprendimientos arriesgados y
poderosos en una sociedad como la venezolana, cargada de una fuerte y latente crisis social.
Esta crisis, que ha sido reportada y analizada por un sinnúmero de investigadores sociólogos,
economistas y observadores internacionales, permite señalar que Venezuela vive un momento
histórico signado por una alta conflictividad social. Dicha conflictividad se ve reflejada en la
dinámica empresarial y muy particularmente en las opciones reales y palpables que tienen los
jóvenes emprendedores, para activar mecanismos de creatividad en pos de una ruta económica
y laboral garante de una excelente calidad de vida.
Luis Pedro España, reconocido sociólogo y estudios de la pobreza en Venezuela, en un espacio
de opinión en línea plantea que “Venezuela atraviesa “la peor crisis social de las últimas décadas”,
pero podría comenzar a superarla en cuestión de un año si se aplican las políticas públicas
adecuadas” (p.s/n). Sentencias como esta abundan en la web y lo que es más significativo, en el
discurso cotidiano de los jóvenes que hacen vida en la misma universidad. Aunado a esta
situación, organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) examina con una marcada preocupación, la crisis político-social en Venezuela, otras
apreciaciones destacan que el capital joven venezolano está emigrando hacia nuevos horizontes
geográficos.
Aunque no existen estadísticas fidedignas, que reflejen con rigor el éxodo de jóvenes
venezolanos hacia otros países como vía de acceso para un futuro laboral, si se tiene referencia
precisa que, en el ambiente social venezolano, circula una permanente preocupación por parte
de la población universitaria acerca de su futuro como posibles profesionales activos. Buena
parte de este discurso denota desencanto, descontento e inconformidad con las formas políticas
y sociales de construir un futuro que garantice la inclusión laboral.
Paradójicamente, es precisamente a partir de estas referencias que surgen representaciones
sociales de motivación, creatividad e innovación. Pero qué formas toman estos sistemas de
sentido común y cuál es su proyección como parte de las iniciativas de los jóvenes
emprendedores.
Las ideas señaladas, permiten revelar un conjunto de estrategias desplegadas por un grupo de
jóvenes merideños, constituidas en interacciones sociales que dan respuestas situacionales, ante
la grave crisis que vive el país y más aún ante la presencia de eventos soci-económicos hilvanados
por la presencia de sujetos socialmente implicados. Ubicados en este contexto social y humano,
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Itinerario teórico
La creatividad parece ser un fenómeno inherente a la vida y las personas. Se le define como una
capacidad mental mediante la cual se activa el reconocimiento de nuevas maneras de entender el
mundo. Parafraseando a Marín (2000) todo aquello que sea diferente, algo inexistente que aporta
aspectos interesantes superadores de lo anterior, resuelve ciertos conflictos o problemas, cubre
aspiraciones y necesidades, lo designamos como un valor cualquiera que sea el campo de
impacto. Una frase ingeniosa no deja de ser algo nuevo y valioso, aunque no tenga el impacto
de las grandes aportaciones científicas, tecnológicas o artísticas, que de un modo abusivo han
solido acaparar la significación y el ámbito de lo creativo.
En este sentido, la creatividad es un proceso que convive agazapado con las personas, se nutre
del temperamento, del carácter y de la personalidad, pero además es el motor del cambio y activa
formas insospechables y estéticas para plasmar huellas personales sobre un determinado ámbito
de acción. Visto desde los postulados de Romero (1999) lo creativo se alimenta del crecimiento
psicológico y es capaz de generar motivaciones sociales positivas con lo cual estamos en
presencia de una creatividad capaz de repercutir favorablemente en lo social.
La presencia de la creatividad pareciera estar supeditada a un grupo de indicadores sobre los que
se tiene una definición única o estable, desarrollaremos cinco aspectos relacionados con el
emprendimiento: la originalidad, la elaboración, la redefinición, triangulación/síntesis y la
comunicación. Estos indicadores van de la mano con las categorías de análisis y dan luces sobre
los procesos de innovación planteados por jóvenes emprendedores merideños.
La originalidad: lo creativo siempre se ha visto asociado con la originalidad. El ser de la
originalidad es ese algo nuevo que desprende de las costumbres, de la normalidad y del
convencionalismo. Viene a ser un concepto amplio y con muchas bifurcaciones. Según Marín
(2000) la originalidad suele tener el rasgo inconfundible de lo único, de lo irrepetible” (p.100).
El concepto de originalidad parece perderse en el gran maremágnum de concepciones,
acercamientos y particularidades. Sin embargo, se reconoce que algo es original cuando impacta,
crea sobresalto, genera una alerta, resuelve problemas de manera sencilla pero altamente
inteligente.
La elaboración: viene a ser la representación más física y sustancial de la obra, es la parte ejecutora
del proceso. De esta aseveración se desprende que toda creación viene dada por un nuevo
prototipo o modelo. Elaborar viene a ser sinónimo fabricar, manufacturar y crear. Es la
concreción física de una idea y de un sistema de representación mental. Como todo proceso,
tiene fuerza de rango en la medida en que se aprovechan ciertos materiales y se conforma un
nuevo producto capaz de atraer a un determinado consumidor o receptor estético.
La redefinición: en una época signada por la presencia de grandes iniciativas comerciales, la
redefinición de una idea tiende a marcar la pauta dentro de los procesos de creatividad. Para la
mayoría de los estudiosos de la creatividad este concepto se materializa cuando se encuentran e
instauran usos, funciones y aplicaciones diferentes a las habituales (Marín; 2000). La redefinición
es en sí mismo, un proceso de apropiación de una “realidad otra”, una puerta que abre maneras
de reinterpretar el mundo aportando un grano de arena en la materialización de ideas con un fin
utilitario.
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Triangulación y síntesis: suele verse como una capacidad estratégica de conectar e interrelacionar
tanto el concepto como la esencia misma de la producción. Esta capacidad permite reunir
variados y versátiles elementos para formar una totalidad capaz de dar respuestas a un tipo de
demanda percibida como oportunidad particular. En el campo empresarial, ofrecer una opción
innovadora, integrando materiales heterogéneos y formas creativas de distribución suele el
primer peldaño para acceder a mercados que buscan además de la creatividad, formas accesibles
de intercambio.
La comunicación: suele ser el componente esencial de todo proceso creador. No existe creación
que no comunique. La capacidad de comunicar es el rasgo distintivo más evidente de la
creatividad. Todo comunica y el arte del emprendimiento viene dado por la capacidad de
trasmitir un mensaje a través de los sentidos. El mensaje enviado por el innovador, tendrá un
sentido transformador en la medida en que impacte y genere nuevas sensaciones o nuevas
maneras de establecer una mirada estética de alto impacto.
Estos cinco indicadores hablan de una manera muy particular de entender la creatividad como
una cualidad de la inteligencia (Guilford; 1967), pero también como una manera de acercarse a
un ser interno y social que dirige en buena medida el sentido productivo de los universitarios
entrevistados.
Protagonismo de los jóvenes venezolanos: creatividad en tiempos de crisis
De la Torre (2000) aporta una reflexión muy importante para la comprensión de los
planteamientos hechos “La riqueza de un país comienza a valorarse en términos de del potencial
innovador. No son el oro ni las riquezas materiales los que hacen rico a un país, sino su capacidad
e exportar patente a otras comunidades” (p.21)
El caso de Venezuela como posible ámbito para las oportunidades es realmente crítico y muy
poco motivador, la juventud venezolana asiste a uno de los momentos históricos catalogado
como de una fuerte crisis social. Al revisar este panorama se vislumbra, con preocupación, que
los fundamentos económicos, políticos y culturales se encuentran colapsados, toda vez que el
discurso cotidiano se concentra en carencias a nivel médico, alimenticio, educativo y social
generando en los jóvenes un impacto que les impide culminar sus carreras en un lapso de tiempo
relativamente prudencial, por lo que deciden emigrar del país e independizarse laboralmente a
fin de generar sus propios medios económicos y su propia bitácora de vida.
Aunado a esto, el éxodo de jóvenes talentosos al exterior genera una problemática moral,
alentando la desmotivación, creando en el país opciones innovadoras y emprendedoras.
Rodríguez (2017) plantea que:
La fuga del talento capacitado es un hecho que tiene un impacto directo en el patrimonio intelectual
del país, porque representa una inversión pérdida de miles de millones de bolívares, que las familias
venezolanas y el estado dedicaron a la formación de este capital humano, y esto representa, graves
consecuencias para el futuro de Venezuela pues es la mano de obra calificada que necesitamos para
levantar la producción (p.s/n)
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Ante este señalamiento surge la incógnita ¿Cómo puede el emprendedor joven reinventarse,
frente a un panorama social tan desolador e inquietante? Esta interrogante se ha anclado en el
imaginario de muchos jóvenes venezolanos, pero con mayor énfasis en aquellos que tienen
sembradas ideas de progreso y emprendimiento y quienes en última instancia, tendrán un rol
protagónico en la pronta y cercana recuperación económica, moral e intelectual del país.
En este orden de ideas el emprendimiento, desde la perspectiva de Zúñiga (2016) “Es diseñar
políticas para que esa otra parte del sector formal de la economía comience a fortalecerse en
pequeñas y medianas empresas porque al final esas pequeñas y medianas empresas terminan
siendo el sostén económico del país” (p.s/n).
De no surgir políticas que reactiven a corto plazo la plataforma económica venezolana, la
capacidad de emprendimiento estará signada a las acciones de los emprendedores jóvenes, quien
en última instancia tendrá que utilizar todos los recursos creativos para generar ingresos y a la
vez mostrar talentos vivos a favor de proyectos empresariales novedosos.
Protocolo de presentación de resultados por unidades de análisis
El protocolo que se estableció para realizar el análisis de los datos, se ajusta al ordenamiento
planteado para desarrollar la entrevista. A continuación, se muestran los resultados de las
preguntas desarrolladas como parte de la búsqueda de datos sobre las unidades de análisis.
Así mismo, el análisis planteado, facilitó la codificación y clasificación de los datos registrados,
y, por consiguiente, propició una importante simplificación de los sentidos más significativos del
objeto de estudio, en atención a:
o La creatividad.
o La motivación.
o Las perspectivas.
o La capacidad de emprendimiento.
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Maria Sara de Lima Dias Pós-doutoranda da UAB, bolsista CAPES, Doutora pela UFSC, Mestre em
Psicologia da Infância e Adolescência pela UFPR. Especialista em Pedagogia Social pela UCP, em
Portugal. Trabalha com projetos de Orientação Profissional e Planejamento de Carreira e em Redes
Sociais é Professora da Universidade Tecnológica Federal do Paraná.
Correo electrónico: maria.dias@utfpr.edu.br
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Introdução
A interação diária entre pessoas em jogos denominados de MMO (Massive Multiplayer Online)
tem implicado na formação de comunidades virtuais. Estas comunidades por sua vez,
apresentam uma diversidade cultural determinadas pelos tipos de laços sociais estabelecidos no
ambiente virtual do jogo. Segunda pesquisa do website MMORPG.COM (2015) a maior
motivação para jogar além do jogo em si é “socializar com os amigos”, essa socialização em
grande escala permite que os jogadores formem comunidades virtuais.
Com o surgimento e a acessibilidade que a internet apresentou no decorrer dos últimos anos, é
preciso atentar-se para modificações no comportamento que constantemente as pessoas
manifestam diante dessa nova realidade. É preciso investigar como as pessoas se vinculam na
era da informação e compreendem as assim consideradas “comunidades virtuais”. O objetivo da
pesquisa foi realizar um comparativo das respostas dos participantes de comunidades virtuais de
jogadores a fim de entender se possuem preferência por amizades reais ou virtuais.
A era da informação trouxe benefícios aos seres humanos, como o acesso a diferentes culturas,
acontecimentos, contato com pessoas distantes e a agilidade na disseminação da informação.
Percebe-se no entanto, um distanciamento dos seres humanos em termos de relações
presenciais, de contato físico e fazer novas inter-relações em ambientes concretos. É portanto
necessário considerar no estudo dos relacionamentos interpessoais alguns aspectos contextuais
relevantes como a inserção e utilização cotidiana do ambiente virtual.
O tema amizade esta diretamente ligado à felicidade e ao bem estar de qualquer ser humano. As
relações humanas vêm sendo estudadas desde a Antiguidade, o filósofo grego Aristóteles (384-
322 a.C.), classificou a amizade em três tipos: amizades baseadas na utilidade (isto é, em trocas
de qualquer natureza), amizades prazerosas (calcadas em uma atividade divertida, agradável), e
amizades verdadeiras (fundamentadas no bem do amigo, pelo que ele é e não pelo que dele pode
se obter, como diversão ou trocas) (Souza, 2006).
Não há um consenso no que tange a definição de amizade para os pesquisadores da área (Souza,
2006). No entanto a amizade vem sendo definida como um relacionamento entre pessoas que
não são familiares, parentes ou parceiras sexuais mesmo existindo estudos onde os participantes
demonstraram que é possível relações de amizade entre parentes. A igualdade social, alguma
equivalência de nível socioeconômico entre amigos por exemplo como outro princípio
fundamental destes relacionamentos. Com relação à comunicação na rede social, amigos atuais
são fonte de novos amigos, ou seja, pode-se formar novas amizades através deles,
intencionalmente ou não.
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Quando se pretende discutir o tema amizade a questão é que este tipo de relação historicamente
se constituiu com base em relações de contato e confiança, em que uma pessoa recebia e dava
provas constantes de aportes psicológicos que garantiam a estabilidade dos relacionamentos.
Hoje existem novas maneiras de se estabelecerem vínculos, via internet e via redes sociais, através
da mediação das novas tecnologias e principalmente através dos jogos on line. As mudanças em
padrões de relacionamento devem ser analisadas à luz das transformações históricas, culturais,
tecnológicas e sociais. Tais transformações podem estar na origem de novos contextos de
amizades e é este aspecto que pretendeu-se compreender. De que forma a tecnologia tem sido
capaz de alterar especificamente as preferências do ser humano de relacionamentos, que
caminham cada vez mais do contato físico para o virtual, da presença para a virtualidade da ação
humana. Uma vez que é a partir da relação com o outro que o indivíduo vivencia situações e
emoções que irão influenciar em seu desenvolvimento no decorrer de sua vida e em seu processo
de sociabilidade, é necessário pensar que tipo de produção de sujeitos e subjetividades a
tecnologia vem produzindo, na chamada era da informação.
A era da informação
Um artefato de informação contém uma mistura de informações com maior ou menor valor
(para um indivíduo), dependendo do ponto de vista do consumidor da informação. Tentar
localizar a informação manualmente pode ser tedioso ou mesmo susceptível a erro (Silva Filho,
2001). Essa modificação, criou um novo perfil para as sociedades, transformando vários campos
responsáveis pela disseminação da cultura de um povo, como: a música, com sua batida pop; a
arquitetura, com seus conceitos “modernos”; no cinema, com os filmes comerciais e fictícios.
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Para Jameson (1985), o segundo importante impacto que a era pós-moderna teve na
humanidade, foi a dissolução de algumas fronteiras e divisões fundamentais, notadamente o
desgaste da velha distinção entre cultural erudita e cultura popular (a dita cultura de massa).
Esperandio (2007) afirma que a definição da era pós-moderna é baseada em perspectivas a
respeito da ideia que trata de caracterizar o nosso tempo, e colocar em evidência o nosso próprio
modo de ser e de viver.
A tecnologia estará para o desenvolvimento e para a evolução das relações do sujeito como uma
comunidade social. Para Nicolaci-da-Costa (2006) a internet, tomou um impulso quando as
pessoas começaram a perceber que poderiam se utilizar dessa ferramenta para qualquer interesse
que tivessem como o comércio, os vínculos de amizades, os estudos, demonstrando que o
“Mundo virtual” gerava possibilidades ilimitadas e surpreendentes, além de muito atraentes.
O impacto sobre o lucro das empresas com as novas formas de comércio que a pós-modernidade
proporcionou, foi estendido também à grande utilização de usuário, gerando uma excitação
diante de um mundo novo. A possibilidade de conhecer tudo (isto é, de ter acesso a qualquer
tipo de informação) e de interagir com todos (isto é, poder entrar em contato com qualquer
outro de seus vários milhões de usuários ao redor do mundo) (Nicolaci-da-Costa, 2006). A inter-
relação entre as pessoas mostrava-se como um dos pontos mais importantes dessa nova era.
Pessoas se conectavam a internet apenas para acessar esses canais de conversa e passavam horas
trocando ideias sobre diversos temas, assim, esses ambientes de encontro se tornaram
rapidamente um dos maiores atrativos dessa tecnologia.
Para Elias (1987) logo que nascemos, somos bombardeados de significações de nós mesmos,
então somos uma construção de tudo que nos foi depositado durante todo o nosso
desenvolvimento. Somos inseridos em um mundo que já nos entregam pronto, um lugar onde
já temos regras para serem seguidas e comportamentos esperados, “todo indivíduo nasce em um
grupo de pessoas que já existiam antes dele” (Elias, 1987, p.26), ou seja, os outros nos ajudam a
significar o mundo e passamos a participar do que se chama de sociedade.
Se define sociedade como “um fato básico de associação humana”, sendo que “o
comportamento dos seres humanos revela padrões regulares e repetitivos, e os seres humanos
são animais sociais e não criaturas isoladas” (Chinoy,1976, p. 51).
Elias (1987) define uma sociedade numa interpretação menos ampla, a sociedade como um guia
do comportamento que deve ser seguido por uma pessoa, para esta fazer parte de um grupo.
Assim como, para que uma pessoa esteja inserida numa sociedade, é necessário que ela tenha
relações com outras pessoas. Contrapondo à idéia de eu, nascemos num mundo cheio de
significações do que seremos enquanto homens (Elias, 1987). Não somos passivos à interação
com a realidade, uma vez que reagimos e também a produzimos. De modo que não há uma
essência igual em todas as pessoas, uma natureza humana, portanto não há uma lista de regras
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estabelecidas antes de o ser humano existir; então, ele as tem que criar por si mesmo (Sartre,
1987).
No decorrer de seu desenvolvimento e aprendizado, o indivíduo, continúa a avançar no seu
desenvolvimento cognitivo, afetivo e social (Berger & Luckmann, 1985). Chegando à fase
adulta, compreende como as relações sociais contribuem para seu autoconceito e
desenvolvimento de suas habilidades: O modo como essa forma realmente se desenvolve, como
características maleáveis da criança recém-nascida se cristalizam, gradativamente, nos contornos
mais nítidos do adulto, nunca dependendo exclusivamente de sua constituição, mas sempre da
natureza das relações entre ela e as outras pessoas (Elias, 1987). A sociedade e sua rede de
relações sociais vai interligando as pessoas, este fato não é isolado das determinações históricas
e sociais, as relações permitem interações em que cada em sua subjetividade vai influenciando
cada coletivo e cada comunidade.
Comunidade
Há encontros e desencontros dos conceitos de sociedade e comunidade, uma vez que ambos
referem-se a conjunto de pessoas, à troca de experiências entre seus membros, a grupos sociais.
O grande diferencial, segundo Sawaia (1998), recai sobre a qualidade dos laços existentes: na
comunidade são mais íntimos, privados e exclusivos, diferenciando das sociedades que são
grandes uniões de grupos sociais de forma não pessoal.
Para Sawaia (1998), houveram estudos realizados indicando que a comunidade possui dois
importantes eixos de concretização. De um dos lados a responsabilidade em manter uma
tradição de um povo, uma atualização do passado no presente, onde a repetitividade dos
costumes garante a manutenção de valores de sua associação, reforçando sua participação e
subjugando o individualismo e, por outro lado, a comunidade é uma força associativa, de
estrutura organizada que tem como objetivo proporcionar a seus integrantes um modo
semelhante para atingir e concretizar o desejo do grupo.
Mesmo dentro da comunidade podemos fazer uma subdivisão para entendermos melhor como
se dão esses sentimentos de pertencimento. Há um sentimento subjetivo na comunidade, uma
visão de que o outro existe e que podemos ser responsáveis pela influência dentro dos seus
costumes, uma relação afetiva ou amorosa, baseada em qualquer espécie de fundamentos, sejam
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As comunidades virtuais influenciam no cotidiano das pessoas e a noção que elas têm de
sociedade pode ser modificada facilmente pela internet. As comunidades virtuais são agregados
sociais que surgem da Rede quando uma quantidade suficiente de gente leva adiante essas
discussões públicas durante um tempo suficiente capazes de formar redes de relações.
A abreviação MMO significa: “Massive Multiplayer Online”, que em tradução livre poderia ser
entendido como “Quantidade Massiva de Jogadores Online”. A expressão é usada para definir
jogos eletrônicos que permitem aos jogadores criarem personagens fictícios em uma rede virtual
dinâmico ao mesmo tempo, inserindo em um mundo virtual fictício de aventura.
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No momento em que o jogador se conectar pela primeira vez em algum jogo online, ele é
apresentado às características gerais do jogo, sendo necessário criar um avatar virtual que o
representará nesse mundo, podendo personalizar desde o gênero sexual até cores de cabelo,
estatura do corpo, cor da pele, olhos, estilo de cabelo, formato de rostos, entre outras
características físicas. Frente a criação e com o personagem finalizado, esse avatar será capaz de
desvendar o mundo apresentado pelo jogo, enfrentando desafios, aventuras e perigos
progredindo na experiência do jogo, o que lhe garantirá maior poder físico, mágico, entre outros.
Na maioria dos MMOs, quando o jogador se conecta com o servidor, dando início a sua aventura
nesse mundo virtual, ele é apresentado a um tutorial que passará os comandos básicos a serem
realizados através do teclado e do mouse, possibilitando o movimento e desenvoltura do
personagem. Todo desempenho e progressão que o jogador realiza é registrado e salvo em
tempo real no servidor, assim, caso o jogador se desconecte do jogo e volte mais tarde, o
personagem estará com os mesmos atributos e características de quando o jogador saiu.
Os ambientes são diversos, como: reinos medievais, mundos tecnológicos, guerras civis e
militares, mitologias, super-heróis ou ambientação própria, criada exclusivamente para
contemplar a história do jogo. Nos jogos online os jogadores precisam interagir entre si para
realizar tarefas e/ou concluir objetivos. Para facilitar este processo, os jogadores formam Guildas
(grupos fechados de jogadores). Expressão que surgiu na Baixa Idade Média (século XIII ao XV)
para definir as associações de profissionais relacionados ao processo de renascimento comercial
e urbano que ocorreu neste período. O objetivo principal das guildas eram defender os interesses
econômicos e profissionais dos trabalhadores que faziam parte delas.
Porém, os MMOs mantiveram a essência da formação da guilda, atualizando-a para grupo virtual
de pessoas unidas por um objetivo em comum. Normalmente, são formadas por
amigos/conhecidos ou mesmo criar novas amizades, com a entrada de novos membros.
A formação da guilda é de responsabilidade de um jogador, que será chamado de “Mestre da
Guilda”, é quem pode convidar outras pessoas para fazer parte dela, promover a funções
maiores, distribuir responsabilidades e, até mesmo, permitir que outras pessoas possam convidar
outras pessoas.
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Para a representação visual das guildas, são utilizados emblemas. As guildas podem ser
comparadas como comunidade dentro de uma comunidade, ou seja, um grupo de pessoas
representado por “um símbolo” dentro da comunidade de jogadores on-line. Essas
características fazem dos MMOs um “espaço” privilegiado para o estabelecimento de amizade
ou obtenção de companhia. Esta ausência de contato presencial não se apresenta de maneira
impeditiva no estabelecimento de relações.
Os jogadores enfrentam desafios inerentes ao jogo, cada jogador concorre contra todos os
outros, contudo, muitas vezes, o jogador tem a necessidade de se unir a um grupo e estabelecer
uma relação de cooperação. E possuem uma ferramenta de comunicação chamada Teamspeaker,
utilizada para poderem comunicar-se sobre o jogo ou qualquer outro assunto. As empresas
responsáveis pelo jogo cobram dos jogadores valores em dinheiro real e mensalidades para o
acesso ao servidor do jogo. Existem atualmente várias modalidades de pagamento pelos jogos.
A alegação para a cobrança financeira por parte das empresas desenvolvedoras dos jogos é
devida a manutenção e obtenção de tecnologias melhores para manter o jogo acessível aos
jogadores.
Metodologia
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Resultados
Sobre o perfil das pessoas que jogam MMOs (Massive Multiplayer Online), com base em 151
jogadores. Os respondentes foram (79%) do gênero masculino, com idade entre 22 e 25 anos
(28%) da amostra. O ambiente do jogo não é restrito a adolescentes como comumente se pensa,
inclusive a maioria dos jogadores (60%) são responsáveis pela manutenção financeira dos seus
jogos. Recebem em média quatro salários mínimos, e possuem curso superior completo ou em
andamento. Quanto ao tempo dedicado ao jogo utilizam entre 10 e 19 horas por semana,
praticamente 2 horas de jogo por dia. Isto é, para jogadores que possuem emprego formal, (77%)
dos participantes. Sendo que a grande maioria prefere jogar em casa (97 %). Considera-se que
todo indivíduo nasce em um grupo de pessoas e em uma comunidade social que já existia antes
dele, ou seja, os outros nos ajudam a significar o mundo e passamos a participar do que se chama
de sociedade. Ao afirmarem que preferem jogar em suas próprias casas, de certa forma o jogo
pode ter limitado os contatos sociais reais e causar prejuízo no desenvolvimento das habilidades
necessárias para se conviver em sociedade, tudo isto em função do isolamento físico,
comportamento de esquiva e o afastamento de contato.
Sobre os hábitos (69%) dos participantes já deixaram de fazer alguma tarefa para ficar jogando.
Dentre as tarefas e atividades mais comuns negligenciadas citadas foram: as atividades escolares
como estudar, se atrasar na escola, faltar e deixar de fazer trabalhos, as atividades de casa
(arrumar a casa, lavar a louça e etc.) as rotinas relacionadas ao trabalho, como ir trabalhar, deixar
de fazer horas extras, deixar de ir a entrevistas e etc. Relataram já ter deixado momentos com a
família e com os amigos para jogar, sendo que a faixa etária que mais relatou ter negligenciado
atividades foi a faixa de 18 a 21 anos (35%).
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Sobre os motivos que os levaram a jogar, afirmam (68%) para me divertir com outros jogadores,
passar o tempo, competir. O subitem “fazer amizades com outros jogadores” obteve um
percentual de 5% das respostas, demonstrando que, as novas amizades surgem como ganho
secundário do jogo.
Sobre como começou a jogar a maior frequência das respostas “foi convidado por amigos a
jogar”, em segundo lugar, o “divertimento” como causa, e em terceiro, novas amizades, o que
nos traz o dado de que além das amizades reais serem levadas também para o âmbito virtual, a
busca por novas amizades se faz presente no contexto do jogo. Dentre outras categorias de
classificação cita-se a interação, a curiosidade, o convite de parentes, a distração, o
entretenimento, a estimulação do raciocínio, a diminuição do estresse, passatempo, substituição
do RPG de mesa e a história do jogo.
Para entender qual é o padrão de entrada em uma Guilda/Clã e se, de alguma forma, a amizade
se manifesta também neste contexto. Identifica-se que a maioria dos jogadores “foram
convidados por amigos”, somando (42%). Pode-se traçar um paralelo de correlação ao conceito
macro de sociedade, onde representam uma comunidade (pois se constituem de sujeitos que
possuem interessem em comum) representada aqui pela “sociedade” do MMO e, por sua vez, a
Guilda/Clã seria equivalente ao conceito de comunidade. Para Sawaia (1989) a comunidade é
uma força associativa, de estrutura organizada que tem como objetivo proporcionar a seus
integrantes um modo semelhante para atingir e concretizar o desejo do grupo.
Quanto aos critérios que são necessários para que permaneçam em uma Guilda/Clã, (74%) dos
jogadores consideram que, para permanecerem em uma Guilda/Clã, é preciso ter amigos
inseridos nela, sejam eles reais ou virtuais. A respeito da mudança da Guilda/Clã, identifica-se
um padrão de motivos pelos quais os participantes da pesquisa considerariam a hipótese de
mudar de Guilda/Clã, sendo que os fatores mais importantes foram os relacionados à amizade,
como por exemplo, “se meus amigos fossem pra outra Guilda/Clã...etc”. Em seguida,
identificou-se os desentendimentos, falta de respeito, desunião entre os jogadores, horários e
exigências, clima do jogo, número de pessoas e ainda houveram participantes que relataram que
não consideram nenhum aspecto para mudar de Guilda/Clã.
Sobre quais aspectos o jogador considera importante para continuar fazendo parte de uma
Guilda/Clã obteve-se as seguintes respostas: participar das atividades (47%), ajudar os jogadores,
ser bom jogador e outros. Sobre se os participantes já levaram as amizades virtuais para fora
deste contexto, ou se tiveram contato pessoal com alguém que conheceram jogando e, realmente
os dados foram surpreendentes, pois, (37%) dos participantes já encontraram pessoas da própria
Guilda/Clã, já encontraram outros jogadores de MMOs. Ao somar os que já se relacionaram
pessoalmente com jogadores que conheceram no ambiente virtual, obteve-se que (66%) dos
participantes já elevaram o contato do jogo para a realidade. O contato virtual no ambiente
virtual embora não seja um espaço destinado ao desenvolvimento de novas amizades, é propício
para o surgimento das mesmas, mesmo como ganho secundário.
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Acerca das concepções de amizade relatadas pelos jogadores, os aspectos mais presentes foram:
em primeiro lugar, citado por quase todos os participantes, a confiança é o que se precisa para
estabelecer uma relação de amizade. Em segundo lugar, o companheirismo, em terceiro lugar o
respeito e, em quarto lugar, a ajuda. Dentre os que mais relevantes, ainda pode-se relatar aspectos
como: diversão, identificação, compartilhamento, troca, lealdade, escuta, afinidade, aceitação,
empatia, cumplicidade, consideração, sinceridade, atenção, cooperação, poder contar,
importância, apego, compreensão, honestidade, apoio, afeto e admiração.
Trechos das respostas dos jogadores para poder ilustrar melhor suas percepções acerca a
amizade. Compartilhar momentos : “Amizade, seja ela virtual ou real, é você ter pessoas ao seu
redor que compartilham de seu mesmo estado de espírito e de ambas as partes estão dispostos
a ajudar ou compartilhar momentos, sejam esses de diversão ou tristeza!”. Embora seja preferível
adotar uma definição de amizade que se aplique a todo amigo, em qualquer cultura, e em
qualquer época, as concepções de amizade variam, não apenas quanto aos aspectos referidos,
mas também segundo critérios como idade, sexo, estado civil, religião, status profissional,
escolaridade, etnia e raça (Souza, 2006). O que caracteriza aqui a proximidade, seria a capacidade
de compartilhar momentos e ajudar.
Amizade como família sobre esta concepção: “Amigo, é alguém que teríamos como familiar, se
pudéssemos escolhê-lo!” A família como primeira forma de inserção na sociedade, é onde se
organizam os primeiros parâmetros de comportamento. A sociedade, representada neste
momento pelos pais, imporia as leis e limites que orientariam a construção da personalidade. A
possibilidade de socialização primaria está sendo compreendida dentro das redes sociais virtuais,
a uma virtualidade também das relações familiares substituídas por amizades virtualizadas. Um
dos aspectos fundamentais da definição de amizade é a ausência de laços familiares ou de
parentesco entre amigos, justamente, por não podermos escolher parentes ou familiares.
A questão do tempo: “Passar horas jogando juntos, jogar com o uso do skype, ter no msn,
esperar o amigo entrar no jogo pra fazer missões juntos etc.” Então, o vínculo entre os
pertencentes deve existir de uma forma consciente e concreta, mas não necessariamente esses
membros precisam estar fisicamente no mesmo lugar, ao mesmo tempo, no entanto devem
passar algum tempo juntos para concretizar o vínculo.
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Companheirismo real poder fazer algo de bom: “Amizade e companheirismo real. Poder fazer
algo de bom por alguém do seu convívio, seja ele virtual ou real”. As pessoas envolvidas em
relações de amizade buscam ser agradáveis e fazer algo para seus amigos este relação de
comprometimento voluntário pode ser virtual ou real. A amizade pode ser um relacionamento
pessoal e voluntário, que propicia intimidade e ajuda, no qual as duas partes gostam uma da outra
e buscam a companhia uma da outra
.
“Depende, acho que o contato com a pessoa , eu mesmo tenho vários amigos de varias guilds
de outros jogos que não conheço pessoalmente , mas que marcaram na minha passagem pelos
jogos , ai tenho eles adicionados em paginas sociais , conversamos , zuamos e é tudo uma
bagunça saudável =D Faz se mais amigos quando se dedica a fazer os outros se interessarem
por ela. Nos estágios iniciais de um relacionamento é importante que as revelações sejam
recíprocas, porque eles facilitam o desenvolvimento da confiança.
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Ter confiança: “Ter confiança em alguma pessoa, seja no mundo real ou virtual (embora eu
prefira no mundo real), dividir as preocupações, se divertir, ter interesses em comum”. A
confiança aqui aparece como um sentimento que dividir algo, compartilhar, no entanto deve ser
mútua e se estabelecer em uma relação que perdure no tempo.
Considerações finais
A sociedade atual está criando uma nova ética do relacionamento no qual as amizades tem laços
que são cada vez mais fragilizados, pode-se afirmar que na era virtual a confiança no próximo
está vacilante. Através dos dados obtidos, observa-se que a população estudada em sua maioria
é masculina, jovem, universitária, que possui renda média, que jogam de 10 a 19 horas por
semana, que já negligenciaram atividades de responsabilidade externas ao jogo. São pessoas que
buscam divertir-se com outros jogadores, que começaram a jogar devido a influências de amigos
e que acreditam que o conceito de amizade é baseado na confiança.
Apesar de não ser objetivo inicial dos jogadores desenvolverem amizades no âmbito do jogo,
porém, este se torna um fator de ganho secundário. Entretanto desenvolver amizades é
fundamental nos questionamentos relacionados às Guildas/Clãs, frequentemente relacionadas à
amizades e convite de amigos. Ao buscar as concepções de amizade das pessoas que jogam
MMOs; observou-se que as amizades reais serem levadas também para o âmbito virtual, a busca
por novas amizades se faz presente no contexto do jogo. O critério de inserção no jogo se repete
quando falamos do conceito menor denominado Guilda/Clã, a maioria dos jogadores “foram
convidados por amigos”.
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Quanto ao constructo “Amigo, é alguém que teríamos como familiar, se pudéssemos escolhê-
lo!”, percebe-se divergências em relação ao sentimento de amizade intrafamiliar. A amizade vem
sendo definida como um relacionamento entre pessoas que não são familiares, parentes ou
parceiras sexuais mesmo existindo estudos onde os participantes demonstraram que é possível
relações de amizade entre parentes.
As concepções de amizade são as mesmas, sejam elas para o âmbito real ou virtual, como relatado
pelos participantes. A socialização realizada através da jogo exige a aquisição de vocabulários
específicos e comportamentos em função das relações e dos valores, o que significa em primeiro
lugar, que os jogadores estruturam interpretações e condutas dentro e fora dos jogos que são
instituídas socialmente. Deste modo identifica-se um padrão de comportamento dos
participantes em relação às concepções e conceitos atribuídos às nomenclaturas utilizadas para
definir suas relações.
Conforme a idade dos jogadores aumenta, suas concepções sobre a diferença entre amizade
virtual e real se modificam entre a confiança para estabelecer uma relação, o companheirismo
manifesto no jogo, o respeito e a ajuda mútua. O que caracteriza aqui a proximidade nos laços
afetivos seria a capacidade de compartilhar momentos e ajudar.
Diversos foram os participantes que utilizaram o termo “colega” para definir outro participante,
limitando sua interação ao ambiente do jogo. Portanto, para os participantes que não encontram
diferenças entre amizades reais e virtuais, definem suas relações como relações de amizades onde
não há nenhum tipo de diferenciação do plano real para o virtual. Já para os participantes da
pesquisa que consideram haver diferenças entre amizades reais e virtuais (50%), definem suas
relações como relações de coleguismo.
A maioria dos jogadores acredita não existir diferença entre amizade real e virtual posto que os
dados não apontam diferenças significativas. Portanto as amizades se formam, e mantêm através
da inter-relação com vários fatores que são situacionais, econômicos, culturais e individuais. Há
alguma prevalência da opinião de não haver diferença entre amizades reais e virtuais, pois tanto
no âmbito real quanto no virtual, os participantes fazem uma diferenciação do constructo
“amizade” para o constructo “coleguismo”.
Para estes sujeitos da pesquisa não há diferença entre amizades reais e virtuais, o que há é uma
diferenciação entre a qualidade dos vínculos, sendo coleguismo ou amizade, dependendo do
grau de confiança depositado naquela relação.
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Referências
Bauman, Z. (2001). Modernidade Líquida. Título Original: Liquid Modernity. Tradução: Plínio
Dentzien, autorizada da edição inglesa publicada em 2000 por Polity Press, Oxford, Inglaterra.
Jorge Zahar Editor, 2001. 258 p.
Chinoy, E. (1976). Sociedade – Uma introdução à sociologia, Editora Cultrix, São Paulo.
Elias, N. (1987). A sociedade dos indivíduos. Jorge Zahar Editor Ltda, Rio de Janeiro.
Sawaia. B. B. (1998). Psicologia Social e Comunitária. 12ª edição. Editora Vozes, RJ.
Silva Filho, A. M. (2001). A Era da informação. Publicada na Revista Espaço Acadêmico, Ano
I, nº 02 . Disponível em http://www.espacoacademico.com.br/002/02col_mendes.htm,
acessado no dia 17 de novembro de 2010.
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Referencia recomendada: Ledesma, S., Villa, J., Palabras claves: Diversidad funcional, educación
Henao, L., & Mejía, S. (2016). Diversidad superior, normatividad, autonomía.
funcional y bienestar universitario más allá de la
Abstract: This article comes from diversity
legislación: de la utopía de las leyes a la realidad de research university functional and well-being
la educación superior en Colombia. Revista de beyond the legislation, which is made from the
Psicología GEPU, 8 (1), 154 -165. undergraduate psychology Luis Amigó University
Foundation in Medellin city, as a requirement to
Resumen: Este artículo surge de la investigación
obtain the title of psychologists. This was a
diversidad funcional y bienestar universitario, más
qualitative research from which cutting was
allá de la legislación, la cual es realizada desde el
implemented as a tool for data collection, a semi-
pregrado de psicología de la Fundación
structured interview consisted of 11 open-ended
Universitaria Luis Amigó en la ciudad de Medellín,
questions to allow depth information, it was
como requisito para optar al título de psicólogos.
subjected to a pilot for validation. This paper aims
Se trató de una investigación de corte cualitativo a
to describe and understand the perspective of
partir de la cual se implementó como instrumento
university students with functional diversity, face
para la recolección de la información, una
the barriers to their stay, in university institutions
entrevista semiestructurada que constó de 11
which opted for professional training.
preguntas abiertas para permitir profundidad en la
información, la misma fue sometida a un pilotaje Keywords: Functional diversity, higher education,
para su validación. Este trabajo pretende describir regulations, autonomy.
y comprender la perspectiva de los estudiantes
universitarios con diversidad funcional, frente a las Recibido: 25 de Octubre de 2016 / Aprobado:
barreras que dificultan su estadía y permanencia, 18 de Diciembre de 2016
en las instituciones universitarias por las que
optaron para su formación profesional.
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“Los que nos desplazamos de forma distinta, los que reciben las sensaciones de otra forma o los que interpretan el mundo de
forma muy diferente, no tenemos por qué estar enfermos, podemos ser felices, podemos amar y ser amados, podemos aportar cosas,
incluso tomar iniciativas y ser útiles”.
Manuel Lobato Galindo, Activista en Vida Independiente
Introducción
Los enfoques frente a la discapacidad históricamente han sido variados, sin embargo, el nuevo
enfoque de la “diversidad funcional”, permite que se hable de la diversidad como incentivo para
fomentar el aprendizaje, desde las diferencias en las habilidades. Por tanto, este nuevo paradigma
se presenta como una oportunidad para reflexionar su pertinencia en el sistema educativo actual;
un sistema que se diseñó sin tener en cuenta lo diverso, que busca la estandarización y
uniformidad en los conocimientos. Y donde se reconoce que a pesar de la legislación sobre el
tema en el año 1994 a partir de la ley 115 general de educación; hoy 22 años después, se perpetúan
inconvenientes en el diseño de estrategias para la integración de la población con diversidad
funcional (discapacidad).
Este articulo pretende realizar algunas reflexiones en materia de lo educativo, dando cuenta, que
si bien las instituciones de educación superior están regidas por políticas y normativas que deben
dar cuenta del reconocimiento de la población en condición de diversidad funcional, se evidencia
que se quedan en asuntos mínimos, como la caracterización de la población, situación censal que
a groso modo da cuenta de que está identificada, sin embargo se requiere ampliar
significativamente el reconocimiento y trabajo articulado de la comunidad universitaria en pro
de concederles la valía que por derecho poseen, en ese orden de ideas:
“El modelo de la diversidad propone claves para construir una sociedad en la que todas las
mujeres y hombres vean preservada plenamente su dignidad. Una sociedad en la que la
diversidad, y en concreto la diversidad funcional, sea vista como una diferencia con valor y no
como una carga independientemente de la edad a la que se produzca. Una sociedad en la que
exista la igualdad de oportunidades y nadie sea discriminado por su diferencia. En definitiva,
una sociedad más justa en la que todas las personas sean bienvenidas, aceptadas y respetadas
por el simple hecho de ser humanos” (Palacios y Romañach, 2006).
Referente a lo anterior cabe resaltar asuntos tales como una condición digna para el sujeto y la
igualdad en las oportunidades, elementos vitales para pensar propuestas educativas que propicien
las condiciones necesarias para los estudiantes de educación superior con diversidad funcional.
El modelo de la diversidad funcional es propuesto en el 2005 en el Foro de vida independiente,
y teorizado en el 2006 por Palacios y Romanach, evidencia el reconocimiento de un sujeto activo,
en la medida que incide en sus condiciones contrario a la idea que se suele tener de una
diversidad funcional estática, como condición o característica permanente, que para el caso sería
de nacimiento, sin embargo es posible que la condición de diversidad funcional sea adquirida en
cualquier punto del ciclo vital, ya sea de manera permanente o temporal y es algo que tal vez
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Diseño metodológico
Resultados y discusión
Educación, derecho fundamental en la autonomía de las personas con diversidad funcional: En las últimas
décadas, la educación ha atravesado por diferentes procesos de evolución y cambio, se ha
comenzado a hablar de integración y se están abriendo espacios para otros modelos de
educación. En Colombia la integración en la educación ha encontrado además en la legislación
y en los debates políticos un gran eco, de manera que podemos ver como en el artículo 47 de la
Ley 115 de 1994 (Ley general de educación) aparece consignado: "El Estado apoyará y fomentará
la integración al sistema educativo de las personas que se encuentren en situación de discapacidad
a través de programas y experiencias orientadas a la adecuada atención educativa y asimismo la
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formación de docentes idóneos", en el año 1997 surge la ley 361, que comprende los mecanismos
de integración social de personas con discapacidad y que en su artículo 11 dicta:
“En concordancia con lo establecido en la Ley 115 de 1994, nadie podrá ser
discriminado por razón de su limitación, para acceder al servicio de educación ya sea
en una entidad pública o privada y para cualquier nivel de formación. Para estos
efectos y de acuerdo con lo previsto en el artículo siguiente, el Gobierno Nacional
promoverá la integración de la población con limitación a las aulas regulares en
establecimientos educativos que se organicen directamente o por convenio con entidades
gubernamentales y no gubernamentales, para lo cual se adoptarán las acciones
pedagógicas necesarias para integrar académica y socialmente a los limitados, en el
marco de un Proyecto Educativo Institucional.”
La política es visible, sin embargo, cabe resaltar la implementación de una terminología que
vislumbra las restricciones de las que este colectivo aun es materia. Continuando con la revisión
en términos legislativos:
En el año 2013 aparece la Ley 1618 "Por medio de la cual se establecen las disposiciones para
garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad", sin embargo, en
la actualidad se puede encontrar que aún no se cumplen integralmente lo dictado en estas leyes.
Con relación a lo anteriormente planteado podría decirse que en el caso de las instituciones de
educación superior que admiten estudiantes con diversidad funcional en sus instalaciones, (la
precisión alude a que algunas no pueden pensar en tal admisión, ya que implicaría una serie de
adecuaciones que no están dispuestos a costear), se suministra en el proceso de inscripción al
futuro estudiante, un formato de matrícula, donde aparece un espacio para referir la condición
de diversidad funcional que se posee (discapacidad), quedándose en la mayoría de las veces en
un simple formalismo, situación que se evidencia cuando el estudiante llega al establecimiento
educativo, y encuentra un sin número de barreras arquitectónicas que de acuerdo a su condición
no le permiten la adecuada integración y permanencia en la universidad, quedando como única
vía la solicitud a través de cartas, o peticiones específicas, que en muchos de los casos trascienden
lo arquitectónico, consolidándose como barreras administrativas, situación improcedente, en
tanto es obligación que las instituciones provean los apoyos que los estudiantes con diversidad
funcional necesitan, como garante de sus derechos.
Al respecto el informante C1E2 (2016) refiere: yo sé que ahora la universidad está promoviendo
programas de inclusión porque por ejemplo, esto que tú ves aquí, los computadores con Joz, la
All Reader, que es una máquina que sirve para escanear documentos, las guías que ellos han
implementado, los monitores que a veces intentan darnos, para algunas materias en las que
tenemos vacíos o en las que necesitamos un apoyo especial, han sido programas que desde
decanatura, desde cartas que se han enviado a la facultad, desde diferentes estudiantes que han
tomado la vocería, se han ido implementando para que la universidad sea un poquito más
accesible y acrecenté la inclusión.
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Con relación a lo anterior, y haciendo hincapié en que las universidades deben pensar en diseños
universales que garanticen la integración y permanencia de la población con diversidad funcional,
Antón 2010 dice que:
“Las universidades han de favorecer que los miembros de la comunidad universitaria que
presenten algún tipo de necesidades especiales, dispongan de medios, apoyos y recursos que
aseguren la no discriminación. También, que los edificios, instalaciones y dependencias de las
universidades, incluidos los espacios virtuales, así como los servicios, procedimientos y el
suministro de información, sean accesibles para todas las personas, de forma que no se impida
el ingreso ni permanencia, tanto directa como indirectamente”. (p.3)
el nivel superior donde, es la persona con diversidad funcional quien debe hacer valer sus
derechos y enfrentarse a las barreras de toda índole que puede suponer el integrarse a una
universidad; donde es fundamental identificar cuáles son los mecanismos de los que se puede
hacer uso para requerir los apoyos que le son fundamentales para una educación integral,
equitativa que garantice la permanencia y finalización del proceso educativo.
“si —entre otras cosas— el sistema escolar mantiene los viejos, inmutables e inflexibles
currículum, si el parámetro de evaluación es el alumno con relación a un grupo (a la «norma»)
y no con relación a sí mismo, a sus avances y aprendizajes no podrá haber muchas variantes. Y
habrá dos víctimas: el maestro que verá peligrar su profesionalismo, su reputación por no «lograr
que aprenda lo mismo al mismo ritmo» y el alumno, que estará atrapado en él «como si»
estuviera integrado en un ambiente que respeta sus particularidades pero que finalmente le exige
ser igual y lo castiga por no serlo.”
Para finalizar este aparte podría concluirse, que desde 1994 se ha estado legislando con un poco
más de determinación frente a la integración de la población con diversidad funcional al sistema
educativo, sin el logro de avances que impacten significativamente en este campo.
Posteriormente a partir del 2013, es que se consolidan leyes y políticas que reconocen la
necesidad imperante de atender de forma integral las diversidades en las instituciones, es el caso
de la Ley 1618 frente a la discapacidad y la Ley 1620 de Convivencia escolar,estas plantean
lineamientos desde el respeto para la población con diversidad funcional o en condición de
discapacidad (termino aun acuñado en Colombia), sin embargo ¿Logran estas leyes, establecer
alguna diferencia en la integración de la población con diversidad funcional al sistema educativo
tradicional? o ¿Se pueden vislumbrar como la puerta que llevará a cuestionar las estrategias de
integración al sistema educativo regente?, el cual ha aplazado la aplicación de la normativa vigente
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sobre el tema de la diversidad, ya que aunque se identifican políticas del orden global, nacional y
municipal, no se cumplen a cabalidad, es más son simples esbozos que implican evitar situaciones
sancionatorias. Así las cosas, es poco probable pensar en la contribución al desarrollo de la
autonomía para este colectivo, en tanto no se procuren los apoyos específicos para esta
población, reflejando indeleblemente la carencia de oportunidades y la restricción en la
participación para ellos.
Bienestar universitario, más allá de la legislación: En tanto a las IES vale la pena echar un vistazo a los
entes reguladores de la normativa existente para la población en condición de diversidad
funcional; el área de Bienestar universitario cumple la función de la integración y permanencia
de la población con diversidad funcional, podría decirse que no hacen aun la diferencia, y es que
atender a la población con diversidad funcional supone un reto para el cuál no se ha tenido una
preparación previa, ya que la implementación de las leyes anteriormente mencionadas en la
integración al sistema educativo de esta población ha sido paralelo al desarrollo de estrategias,
las cuales suponen unos procesos de ensayo/error para lograr el reconocimiento de las
necesidades y apoyos requeridos en la incorporación de las personas con diversidad funcional a
las aulas, situación que cada vez parece más distante y casi ambigua frente a un sistema educativo
que apunta a la estandarización educativa y por ende al desarrollo de unas competencias con
tendencia a la uniformidad en oposición a lo diverso.
“Cualquier tipo de obstáculo que impida el ejercicio efectivo de los derechos de las personas con
algún tipo de discapacidad. Estas pueden ser: a) Actitudinales: Aquellas conductas, palabras,
frases, sentimientos, preconcepciones, estigmas que impiden u obstaculizan el acceso en
condiciones de igualdad de las personas con y/o en situación de discapacidad a los espacios,
objetos, servicios y en general a las posibilidades que ofrece la sociedad. B) comunicativas: aquellos
obstáculos que impiden o dificultan el acceso a la información, a la consulta, al conocimiento y
en general, el desarrollo en condiciones de igualdad del proceso comunicativo de las personas con
discapacidad a través de cualquier medio o modo de comunicación, incluidas las dificultades en
la interacción comunicativa de las personas. C) Físicas: Aquellos obstáculos materiales,
tangibles o construidos que impiden o dificultan el acceso y el uso de espacios, objetos y servicios
de carácter público y privado, en condiciones de igualdad por parte de las personas con
discapacidad”.
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Posteriormente hace mención a algunas barreras que dificultaban su movilidad entre algunos
bloques, dentro de la institución educativa: “Cuando inicié me veía un poco perdido y siempre necesitaba
la ayuda de alguien, pero ahora como ya implementaron las guías, aunque haya algún problema en algunas, uno
se va yendo y de todas maneras son un apoyo, pero al principio como no había ningún punto de referencia, ni
ubicación siempre era un poco difícil” (refiriéndose a la movilidad). Aunque se reconoce la
implementación de las guías en el suelo para las personas con diversidad funcional visual,
situación definitiva en la orientación de las personas ciegas o con baja visión, es claro que no
cumplen con las especificaciones para consolidarse como un apoyo vital, generando algunas
veces confusión en la ubicación, o la falta de continuidad en el desplazamiento. A propósito de
este testimonio se genera un cuestionamiento que puede ser el comienzo de una trasformación
sustancial, ¿Porque no involucrar a estas personas directamente en el diseño de estrategias,
incluso para la planeación en la adecuación de espacios? Ya que son ellos quienes harán uso de
tales ajustes.
Otra de las barreras que se encuentra está en la comunicación, es el caso de los informantes
con diversidad funcional auditiva de la institución C2, quienes a través de un intérprete refieren
las dificultades que han tenido para comunicarse con otros y tener así una comprensión en lo
instrucciones, situación contundente para la asimilación del proceso educativo y por tanto del
aprendizaje, el informante C2E1 (2016) dice al respecto: “cuando yo empecé a estudiar acá , siempre
estaba preguntando mucho y yo hacía lectura de labios y era muy difícil para mí trabajar las guías que me
enviaban, me enviaban muchas, pero cuando ya empieza el servicio de inclusión a ofrecer el servicio de
interpretación, para nosotros fue más fácil” sin embargo incluso con interprete, puede seguir siendo
complejo, como lo sugiere el informante C2E2 (2016) : “Algunos profesores creen que están hablando
con el intérprete, ellos están hablando es conmigo como persona sorda, la interacción es conmigo, aunque la
comunicación vaya por otro lado ”.
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El asunto en cuanto a la normativa institucional evidenciado en el contacto con las ocho IES,
presenta un panorama un tanto desalentador, ya que para el caso una o dos golondrinas no hacen
verano, si bien en dos de ellas se reconoce la relevancia y avances que se han consolidado hasta
ahora, dando un lugar a la población con diversidad funcional, no puede leerse como un
panorama más o menos general, la regularidad es que tengan una política al respecto que da
cuenta de la cantidad de usuarios con diversidad funcional y su tipología, algunos hasta tienen
un “programa” que se queda en el nombre, y otras ni siquiera mencionan el tema, evadiendo la
normativa y la responsabilidad social que conlleva la admisión de la población en cuestión.
“Buscamos un lugar intermedio que no obvie la realidad. Las mujeres y hombres con diversidad
funcional somos diferentes, desde el punto de vista biofísico, de la mayor parte de la población.
Al tener características diferentes, y dadas las condiciones de entorno generadas por la sociedad,
nos vemos obligados a realizar las mismas tareas o funciones, de una manera diferente, algunas
veces a través de terceras personas.”
Es notable que, por ser una propuesta reciente, aún son pocas las investigaciones e información,
que se pueden encontrar a partir del enfoque que surge de la “diversidad funcional”. En
Colombia es aún mayor el desconocimiento de este término, por lo que se mantiene el enfoque
de inclusión y discapacidad, dando como resultado unas leyes que establecen unos parámetros
de inclusión y de derechos de las personas con discapacidad, pero una gran dificultad de las
diferentes instituciones para implementar estrategias que faciliten el cumplimiento de estos.
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Consecuencia de esto, es la alta deserción de las personas con discapacidad, donde “la relación
educación-discapacidad es inversamente proporcional.” (Brogna, 2006, p.56), lo anterior se
puede ver reflejado en las cifras, enunciadas por (Sarmiento, 2010; citado por Ministerio de
Educación Nacional, 2012, p.11):
“El grado de analfabetismo para la población con alguna discapacidad es tres veces mayor
(22,5%), frente a la cifra nacional (7%). Como un reto para la superación del analfabetismo
en el país, se sugiere centrar sus acciones en tres sectores poblacionales, uno de los cuales es la
población con discapacidad entre 15 y 24 años que, en términos absolutos, alcanza a 475.000
personas”
Realizar este cambio implica, reconocer que el proceso por medio del cual se ha tratado de
integrar la diversidad funcional al sistema educativo, es un proceso lento y por lo que se puede
ver poco “funcional”. Frente a esto (Brogna, 2006, p. 53) comenta:
“En general, la integración de alumnos con discapacidad es aceptada, en mayor o menor grado,
en el nivel preescolar y en los primeros ciclos de la educación primaria. Pero a medida que se
avanza en los niveles educativos la discapacidad pone en evidencia la falta de preparación del
sistema (más que las dificultades de los alumnos).”
El cambio de enfoque y de visión, ya ha dejado de ser una posibilidad, para llegar a ser un
requerimiento social, y diferentes estamentos internacionales dejan ver esta transición a “una
búsqueda incesante de mejores formas de responder a la diversidad. Se trata de forma que, éstas
últimas lleguen a considerarse más positivamente como incentivo para fomentar el aprendizaje,
aprender a vivir con la diferencia y a capitalizar las experiencias derivadas de las diferencias, tanto
de niños como de adultos” (UNESCO, 2008; citado por Ministerio de Educación Nacional,
2012, p. 67).
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Entre tanto es vital conocer la visión de las personas con diversidad funcional en su condición
de estudiantes de las instituciones de educación superior, ya que para ellos existen unos retos
adicionales a enfrentar en la búsqueda de una titulación, sea técnica, tecnológica o profesional;
retos que deben ser asumidos socialmente en la búsqueda de una educación equitativa e integral,
donde ellos pueden llegar a ser artífices de sus realidades, en la medida que se apropien y exijan
sus derechos, no asumiendo una posición simplemente asistencial, y si desde un enfoque de
derechos, con opciones de tipo político, que toma partido sobre sus condiciones y configura sus
oportunidades.
Consideraciones finales
Entre las barreras mencionadas por la Ley 1618 del 27 de febrero de 2013, son las clasificadas
como actitudinales, las mayores barreras en el ejercicio efectivo de los derechos de las personas
con discapacidad, ya que son barreras sociales y culturales, relacionadas con creencias y
paradigmas, que determinan las acciones de las personas frente a las diferentes problemáticas
relacionadas con este ejercicio. Estas barreras no son únicamente externas a la población con
diversidad funcional, ya que se puede encontrar una falta de empoderamiento de la misma
población en las acciones necesarias para el desarrollo de estrategias que trasciendan el marco
legal.
El concepto de diversidad funcional se presenta como una herramienta para lograr superar este
tipo de barreras, en la medida que resalta la diferencia en las habilidades como un factor positivo
de desarrollo social, en el cual la población con diversidad funcional se posicione como actor de
las diferentes dinámicas sociales y por ende sea resaltada la necesidad de respeto y la promoción
de sus derechos en los diferentes contextos, destacando el acceso a las instituciones de educación
superior como principal promotor de los cambios sociales y culturales, dando lugar a
trasformaciones evidentes.
Para finalizar, se hace transcendental que las IES hagan una revisión minuciosa del
cumplimiento de la ley, pero además que proporcionen el valor agregado en dos dimensiones, la
primera de ellas alude a la formación educativa con la población en condición de diversidad
funcional, flexibilizando las ofertas pedagógicas, locativas, curriculares, deportivas y culturales,
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como bases para una formación integral; la segunda es una invitación a la comunidad académica
para reflexionar frente a un tema que ha sido subsumido, y que requiere una postura ética y
comprometida, por parte de los profesionales que construyen conocimiento; por último está el
nivel institucional, que requiere además del escrutinio de sus políticas, unas apropiadas partidas
presupuestales, en cuyo origen radica en su mayoría, la indiferencia frente a la población con
diversidad funcional.
Referencias
Brogna, P (2006). Niveles educativos e integración de alumnos con discapacidad. Una relación
inversamente proporcional. Revista Mexica de Orientación Educativa, Cuidad de México,
2006.
Fernandez , M., y Pelegrin, A. (2006). Necesidades Educativas Especiales del Alumnado con
Discapacidad Fisica. Atencion a la Diversidad, Murcia, 2006.
Ley 115 de 1994. Ley General de Educacion. Ministerio de Educacion Nacional, Bogota, 1994.
Ley 361 de 1997. Ley de Discapacidad. Ministerio de la Proteccion Social, Bogota, 1997.
Ley 1618 de 2013. Ley Estatutaria. Congreso de la Republica de Colombia, Bogota, 2013
Sen, A. (2000). Desarrollo y Libertad. Editorial Planeta S.A., Buenos Aires, 2000
Stange, I y Lecona, O (2014). Conceptos Basicos de Psicoterapia Gestalt. Revista Eureka,
Asuncion, 2014.
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Introduccion
Esta es una reflexión acerca de una investigación explicativa realizada en el Instituto de Ciencias
Sociales y Proyectuales (INSOD) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), con el
objetivo de comprender los nuevos paradigmas en las conductas entre padres e hijos
adolescentes, de clase media y/o alta de AMBA (Argentina) y el motivo por el cual, hoy hablamos
de una “adolescencia tardía”. Se realizaron 300 entrevistas personalizadas semi-estructuradas a
los siguientes grupos etarios: 250 a jóvenes entre 18 y 35 años y 50 a padres. Se tomaron 489
encuestas presenciales divididas entre: 340 jóvenes de 18 a 35 años y 149 a padres de jóvenes, en
AMBA (Argentina).
Hijos independientes en sus conductas y decisiones no logran muchas veces dejar sus hogares ni
tener una autonomía económica. A partir de ello nos preguntamos, cuál es el lugar que tiene,
dentro de los vínculos primarios, el dinero. Sabemos que el dinero en el neoliberalismo, sustituyó
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todos los ideales construidos por la sociedad Moderna. Además de facilitar la subsistencia, los
intercambios de bienes, consideramos que es expresión, hoy por hoy, de conductas de apego a
las figuras parentales. Estas reflexiones están encuadradas dentro del marco de la psicología
social crítica y el psicoanálisis.
Desarrollo
Hablar del dinero y del amor, parecen ser dos representaciones sociales inconciliables. Sin
embargo, el dinero en si mismo no es “nada” más que un signo, un vehículo que puede ser
utilizado con diferentes sentidos. Tiene en si mismo un significado ambivalente: puede ser “la
vil moneda” o también representar un medio para expresar amor, realizar anhelos, para “dar” a
los que amamos un regalo, etc. Es decir que el dinero es un vehículo que puede ser utilizado para
diferentes fines (tanto desde el amor como desde el odio), no tiene un sentido unívoco.
Tanto los economistas como los psicoanalistas saben, que debajo del capital, hay una corriente
subterránea, inconsciente que nada tiene que ver con la lógica económica. Es por eso que
pensamos al dinero como un medio, no como un fin en si mismo. En nuestra sociedad capitalista
es un mediador privilegiado entre las demandas sociales y subjetivas vamos a tomar al dinero
como expresión del cambio de paradigma en las configuraciones familiares y más
específicamente en el sentido de la herencia. La Institución familia, nace en la modernidad como
una forma de legislarla. Herencia que implica una transmisión de bienes a futuro, postmortem
de los progenitores, como un bien que trasciende a la persona y se lega a los hijos. ¿Cómo se
piensa hoy la herencia? Pareciera que, a partir que las categorías temporo-espaciales se han
modificado, en este tiempo ahorista según Baumann, la herencia es una transmisión en tiempo
presente. Respecto a la administración del dinero el cambio de paradigma respecto a la
Modernidad, es que en vez de fomentar el ahorro (un bien a futuro), hoy se administran los
gastos con el crédito, lo que permite consumir, comprar, viajar, disfrutar el presente y pagar en
el futuro.
Los padres encuestados, aportan total o parcialmente a la mantención de sus hijos hasta los 35
años y más. Lo viven como algo “lógico” ya que es una forma de seguir colaborando con la
formación profesional y lograr que ellos continúen insertos en la sociedad de consumo, que exige
un alto grado de consumismo para “pertenecer”. Ejemplificamos con el gráfico que resulta de
las encuestas, acerca de la motivación por la que ayudan económicamente a sus hijos.
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Otro 3,3
0 10 20 30 40 50 60 70
Como se observa, priorizan la formación profesional de sus hijos y esto justifica que ellos sigan
ocupando el rol de padres que velan por el bienestar de sus hijos. Lo llamativo es que en las
entrevistas cualitativas, comentan que quieren que estudien “lo que les gusta”, lo que les “de
placer” sin tener la preocupación de la búsqueda de una profesión que les “deje dinero” en el
futuro.
Los padres de esta generación continúan de esta forma con una actitud de protección hacia sus
hijos, negando su propia finitud. Es decir, aunque ya sean personas cercanas o en edad pasiva,
tienen la exigencia de seguir siendo los proveedores del hogar que formaron, cuestión que los
mantiene imaginariamente en un lugar de juventud eterna.
Por su parte, estos hijos, clasificados por la OMS como “adolescentes tardíos” se sienten con
derecho a recibir “esta herencia en vida de sus padres”, siendo libres en sus decisiones personales,
trabajando para sus propios gastos sin la responsabilidad de preocuparse por su propia
supervivencia. Adjuntamos el gráfico de la encuesta realizada a los jóvenes:
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Plantean que en los tiempos que corren les sería casi imposible adquirir una propiedad y hasta
lograr alquilarla con sus ingresos, por lo que eligen, vivir en la vivienda de sus padres, continuar
sus estudios y (los que trabajan), invertir sus salarios en realizar viajes, comprar tecnología, gastar
en su estética personal, etc. Estos adolescentes sienten a sus padres como protectores
imaginarios, fuente de seguridad económica como cuando eran niños.
En las encuestas se refleja que muchos de ellos, sólo sienten cierta dependencia por recibir ayuda
económica de sus padres, ya que lo viven como un derecho propio como cuando eran niños. En
verdad, no les obstaculiza en nada, sus ansias de hacer su vida con total libertad. Graficamos lo
antedicho con el resultado de las encuestas.
11,2%
19,8% siempre
frecuentemente
19,8%
a veces
nunca
49,1%
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Nos pareció llamativa la edad, sobre todo en las personas de más de 25 años, que continúan
viviendo como “normal” la ayuda económica por parte de sus padres. El resultado de las
encuestas, cuyo gráfico transcribimos, lo demuestra.
Interpretamos que el dinero con su valor de “don” por parte de los padres ofrece la seguridad y
contención que el joven necesita, creándose una situación infantil de apego a los objetos
parentales en un mundo colmado de incertidumbres. Se genera una dupla narcisista donde el
joven debe responder al ideal proyectado por sus padres (estudiar lo que le gusta, disfrutar de la
vida, etc., lo que ellos mismos tuvieron que renunciar para lograr pertenecer a la cultura de la
excelencia), mientras los hijos no logran hacer una salida exogámica, quedándose en sus hogares
de origen, a pesar de construir una fantasía de independencia, pero no pudiendo alcanzar la
significación de las responsabilidades adultas.
Un mundo que se caracteriza por el cambio y la incertidumbre, donde todo pareciera ser
transitorio, que privilegia la libertad individual, conserva, paradójicamente, a la familia de origen
como lugar de apego amoroso mediatizado por el dinero, que tal como la herencia en la
Modernidad, se constituye en un derecho propio de los hijos y un deber para los padres. Es por
eso, que como se observa en el gráfico, los jóvenes no sienten demasiada incomodidad, a pesar
de su edad, de la dependencia económica para su subsistencia. Como si esa no fuera una
preocupación.
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11,0% siempre
20,1% frecuentemente
a veces
18,2%
nunca
50,6%
Cabe aclarar, desde la teoría psicoanalítica, que pensamos que los padres no son modelos ideales
a seguir, sino figuras mucho más primarias de sostén afectivo. El ideal de nuestros tiempos está
puesto en la juventud, es por eso que los jóvenes no terminan de ocupar el lugar de “yo ideal”
regido por el principio de placer, la no castración tanto de ellos mismos como la de sus padres.
No hay un camino a seguir, sólo un presente y un futuro inmediato fijado en la proyección de
viajes de placer.
Consideran “natural”, tanto padres como hijos, que la mantenciòn económica esté a cargo de
los padres, (aunque los jóvenes trabajen) hasta que finalicen sus estudios o puedan “solventarse
económicamente”. Dado que les resultaría imposible adquirir una vivienda propia (argumentan
los jóvenes), su salario se destina a la compra de bienes de consumo, tecnología, autos, gimnasio,
salidas, viajes.
En presencia de lo que hace algunos años se ha dado en llamar el síndrome del “nido lleno”, los
padres no abandonan el rol de proveedores de estos hijos que no terminan de despegar con
todas las responsabilidades adultas. Los padres argumentan que no sienten molestias al respecto
en tanto sus hijos estudien “lo que les guste”.
Desde el marco del psicoanálisis conocemos la ecuación simbólica que Freud planteara en sus
Tres Ensayos para una Teoría Sexual (heces, falo, niño, regalo, dinero), ecuación que permite
pensar el mecanismo de desplazamiento en una lógica simbólica. Justamente a partir de la fase
anal, es que el niño comienza a incorporar en su demanda de amor, la demanda por bienes
materiales a sus padres, es decir que incluye el valor simbólico del dinero como intercambio
libidinal con sus progenitores. Desde ya que en ese período infantil, los padres no aparecen como
castrados para el niño, no sabe que el dinero tiene límites ya que todavía no ha atravesado la
angustia de castración y cree fervientemente en la omnipotencia de sus padres, motivo por el
cual cuando los padres le niegan algún objeto consideran que sus padres no los quieren satisfacer.
Prontamente el niño debe salir de la relación dual con la madre que tiene todo el poder para
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satisfacerlo para incluir a un tercero, el comerciante que le dará o no el objeto que quiere en
tanto la madre tenga el “dinero” para comprarlo.
El dinero se inventó en Lidia, Antigua Grecia (640/630 A.C.). Así fue como el trabajo humano
se convirtió en una mercancía más. Fue la primer riqueza no perecedera. Es un objeto inútil por
si mismo, sin embargo, es un avance simbólico en el desarrollo del hombre ya que posibilita que
un sinnúmero de objetos no agrupables puedan compararse entre sí y ser adquiridos con su
mediación.
Al plantear al “dinero” como objeto fetiche, cabe aclarar que seguimos las teorizaciones
distintivas que hace Marucco respecto a un fetichismo “estructural” del psiquismo. A diferencia
del objeto fetiche de la perversión, éste entra en la cadena simbólica y puede ser objeto de
condensación y desplazamiento, de metáfora y metonimia.
Sahovaler, J. nos dice que el dinero pivotea en la encrucijada donde Narciso y Edipo se
encuentran. Esta sociedad que tiene como bien supremo “el dinero”, donde el amor se ha vuelto
“líquido” como plantea Baumann, deja al sujeto sin posibilidad de construir un proyecto de
continuidad a futuro, con vínculos y objetos descartables. Un mundo regido por las
incertidumbres y los cambios no brinda cierta seguridad y continuidad, por lo tanto, exacerba el
narcisismo y el principio de placer.
Pareciera que el principio de placer, que propicia el tiempo presente, es el que rige tanto desde
la sociedad de consumo a partir de la tarjeta de crédito, como desde lo personal, una actitud
hedonista y genera la ilusión de un bienestar y felicidad, aunque genere personalidades y vínculos
lábiles. Hijos que en su mayoría pertenecen a familias de padres divorciados, quienes padecieron
tanto frustraciones económicas como amorosas, no quieren renunciar al narcisismo redivivo de
“his mayesty the baby” tal como planteaba Freud, S. en su libro Introducción al Narcisismo. Así
es que dentro de los ideales que forjan para sus hijos, están fundamentalmente que se preparen
en la vida para trabajar en algo que les dé placer. Con un porcentaje mucho menor, surge el deseo
que tengan un buen ingreso económico. Este es un mandato diferente al que ellos recibieron en
su juventud, donde “había que estudiar para tener un “buen futuro económico”.
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Los jóvenes siguen teniendo el lugar de “pequeños príncipes” del reino creado por sus propios
padres, posición infantil que retarda su crecimiento por la comodidad que se les ofrece y la falta
de necesidad de buscar su propia independencia económica.
Son hogares donde conviven una “familia de adultos”, cada uno con sus horarios, sus decisiones,
sus hábitos individuales, pero solventados económica y logísticamente sólo por los mayores de
la casa. Los padres, en su propia adolescencia, bregaban por su independencia ya que fueron
sujetos a mandatos parentales de sacrificio y de fuertes represiones. La confrontación
generacional en la Modernidad, implicaba una lucha con deseos de independencia de las figuras
parentales que sometían, imponiendo sus reglas a los jóvenes de los años 60.
Esa generación, fue criada con los modelos tradicionales de la educación de la modernidad y ha
sufrido, cambios abruptos tanto sociales/políticos/económicos como culturales. Fue la
generación que padeció la caída de las ideologías, de la religión y de la institución familiar (fue el
auge de los divorcios, familias monoparentales, ensambladas, etc.). Tuvieron que hacer grandes
esfuerzos para adaptarse en el mercado laboral. a los cambios producidos por el avance
tecnológico, participó en los orígenes de la sociedad consumista. Como consecuencia de todo
ello, forjó ideales individualistas, dedicó la mayor parte de su tiempo al trabajo para poder
adquirir un bienestar económico para su familia y para si mismo.
Es una generación que ha proyectado en los hijos sus propios ideales narcisistas de libertad,
disfrute y placer. Mientras siguen ocupando el lugar de “padres proveedores” conservan un ideal
de juventud propia y sostienen la ilusión narcisista que sus hijos podrán logar la “felicidad” que
ellos, por las exigencias que tuvieron que soportar, no lograron.
Cercanos ya a la “edad pasiva”, edad que implica una serie de duelos a elaborar para poder
recontratar nuevos proyectos con la vida, sostienen hijos que “no pueden prescindir de ellos”,
colmando sus vidas. Es por eso que sostienen el “nido lleno”, donde el dinero opera como un
“don” que ellos entregan a sus hijos para que puedan “ser” a través de su potencia.
Así tanto padres como hijos, bordean la castración, los primeros sintiéndose con la
responsabilidad de una familia que alimentar (época de su madurez joven) y los hijos, creyendo
que todo es posible, hasta su independencia y libertad, sostenidos por sus padres.
Conclusiones
Hilo invisible difícil de cortar entre padres e hijos hoy. La frase “lo mio es mio, y lo tuyo es mío”
cobra un doble sentido: para los hijos se refiere a lo económico como desplazamiento del amor
narcisista, para los padres la proyección de sus propios sueños de libertad y placer que los hijos
pueden realizar y ellos tuvieron que renunciar. Decimos “hilo invisible y difícil de cortar” porque
(aunque a veces produzca algunas quejas por situaciones de agobio), trae la ilusión de un “lleno”
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que no se quiere “perder” en una sociedad donde los vínculos afectivos son tan difíciles de
sostener. A través de lo económico, se juega un apego emocional.
Los padres de la generación de los años 60, pertenecen a una generación sándwich, que transitan
entre el modelo tradicional y monolítico de sus propios padres y la atracción por incorporarse al
mundo de la tecnología, el cambio y el consumismo. Si bien sufrieron la caída de las ideologías,
participaron del nacimiento de la revolución de los Beatles y la rebeldía del Rock and Roll, no
lograron insertarse totalmente en la posmodernidad y desarraigarse de la cultura
represiva/opresiva en la que fueron socializados.
Es una generación que ha luchado por su bienestar y un cambio individual en los parámetros de
la educación que recibieron. Pero tienen una insatisfacción personal/social, ya que no lograron
salirse de una vida rutinaria llena de exigencias. Es por eso que proyectan en sus hijos, ideales
excesivos de libertad y de placer. Imaginan que el estudio de sus hijos, garantizará que puedan
incluirse en el mundo actual, dejándoles garantizado un futuro asegurado en un mundo, donde
todo es incierto. El mandato que estos padres y la sociedad de consumo da a estos jóvenes es:
“aprovechá el presente, disfrutá, sé feliz”.
Estos padres se encuentran frustrados en sus propios deseos y proyectan en sus hijos el propio
ideal de juventud, ofreciéndoles un soporte económico que los sigue dejando en un reino lleno
de sus príncipes imaginarios. Siguiendo este mandato, los jóvenes tienen como ideal pasarla bien,
se sienten dueños de sus propias vidas. No proyectan formar una familia, porque su flia. Está
compuesta por sus amigos y guardan un apego primario a las figuras parentales. Esta cuestión
hace que el concepto de adultez, como persona que puede enfrentar autónomamente los avatares
de su vida, está modificándose como representación social.
El dinero como lazo libidinal hace que padres e hijos crean una unión indisoluble. Esta entra en
la dualidad pulsional Eros/Tánatos. Puede ser una sencilla demora en el proceso de
emancipación de los hijos del hogar o una telaraña donde queden atrapados en un infantilismo
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crónico. El dinero resultará así sostén afectivo en un mundo amenazante, u objeto fetiche que
cubrirá la falta en ser tanto de padres como hijos.
Referencias
Bauman, Z. (2008). Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (1ª Ed. 10ª
Reimp.) Buenos Aires: Fondo de Cultura EconómicaBauman, Z. (2008). Vida de consumo (1ª
Ed. 1ª Reimp.) Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica
Berger, Peter & Luckmann, Thomas (1972) La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
Amorrortu.
Freud.S., (1914) Introducción del Narcisismo, en O.C., Volumen XlV Amorrortu Editores
Levi- Strauss, C. (1956). La Familia. En Levi-Strauss, C., Spiro, M., & Gough, K.: Polémica sobre
el Origen y La Universalidad de La Familia. Barcelona: Anagrama
Moreschi, G. (2008) Adolescentes eternos: ¿por qué nunca se van de casa? (1ª ed.) Buenos Aires:
Paidós
Saholaver,J. (2013). La erótica del dinero. Letra Viva Editorial. Bs. As.
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ARTÍCULO DE REVISIÓN
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Carolina Ramírez M, Trabajadora social, Universidad Simón Bolívar Sede Cúcuta. Magíster en Práctica
Pedagógica, Universidad Francisco de Paula Santander - Colombia. Especialista en Práctica Pedagógica
Universitaria, Universidad Francisco de Paula Santander - Colombia. Especialista en Gerencia Social,
Universidad Simón Bolívar. Coordinadora de Investigación el Programa de Trabajo Social de la Universidad
Simón Bolívar, Sede Cúcuta. Correo electrónico: c.ramirezm@unisimonbolivar.edu.co
Magali Alba Niño, Trabajadora Social, Universidad Simón Bolívar Sede Cúcuta. Maestrante en Educación,
Universidad Simón Bolívar. Especialista en Gerencia Social, Universidad Simón Bolívar. Directora del
Programa de Trabajo Social, Universidad Simón Bolívar, Sede Cúcuta
Mónica Sánchez Truzman, Licenciada en Filosofía por la Universidad de Granada (España). Maestrante
en el Máster Euro-latinoamericano en Educación Intercultural, Universidad Nacional de Educación a
Distancia (UNED – España). Docente-Investigadora del Programa de Trabajo Social, Universidad Simón
Bolívar Sede Cúcuta
Palabras claves: Cohesión social, Contrabando,
Participación ciudadana, Acuerdos sociales, Anti-
Referencia recomendada: Ramírez, C., Niño, contrabando, Acciones policivas.
A., & Sánchez, M. (2016) La cohesión social como
categoría de análisis en el contrabando. Revista de Abstract: Smuggling is a growing socioeconomic
Psicología GEPU, 8 (1), 177 - 194 problem that imaginary invisible in cultural
integration, numbs social reactions, encourages
Resumen: El contrabando representa una indifference and justifies social inequality. This
problemática socioeconómica creciente que se review article addresses social cohesion as an
invisibiliza en imaginarios culturales de alternative method to analyze and contain this
integración, adormece las reacciones sociales, practice, setting the ECLAC notion and its
fomenta la indiferencia y justifica la desigualdad subcategories of "social trust, social solidarity,
social. Este artículo de revisión, aborda la cohesión social agreement, social and community
social como método alternativo para analizar y participation, appreciation of democracy and lack
contener esta práctica, estableciendo la noción of interest politics "(ECLAC 2007, 69). These
Cepalina y sus subcategorías de “confianza social, elements form the basis of the literature review
solidaridad social, acuerdo social, participación that includes scientific articles that show the legal
social y comunitaria, valoración de la democracia y attempts to curb smuggling against possible
desinterés por la política” (CEPAL 2007,69). actions of civil society are essential to reduce the
Estos elementos conforman la base de la revisión malpractice of smuggling and social consequences.
documental que contempla artículos científicos
que evidencian los intentos jurídicos para frenar el Keywords: Social cohesion, Smuggling, Citizen
contrabando frente a las posibles acciones de la participation, Social agreements, Anti-smuggling,
sociedad civil que son fundamentales para atenuar Policivas actions.
la práctica irregular del contrabando y sus
consecuencias sociales. Recibido: 11 de Abril de 2016 / Aprobado: 15
de Noviembre de 2016
6
Artículo de revisión derivado del proyecto titulado Análisis del contrabando en el Norte de Santander: un enfoque desde la
institucionalidad, liderado por el grupo de investigación Altos Estudios de Frontera de la Universidad Simón Bolívar
sede Cúcuta-Colombia, con apoyo con el Observatorio Social de la Universidad Católica del Táchira – Venezuela
(UCAT).
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Introducción
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Si la solidaridad orgánica requiere que cada individuo se especialice en su trabajo para generar
una interdependencia y así poder alcanzar una cohesión social (a través de una cooperación
social); en la solidaridad mecánica va a predominar la división del trabajo como una cohesión
rudimentaria y basada en creencias comunes.
Con base a la diferenciación de ambos tipos de solidaridad, solo la orgánica podrá generar
cohesión social, en tanto que está basada en la cooperación y ésta beneficia a la sociedad en su
conjunto: “La voluntad de vivir en mutua dependencia lleva a su más alto grado la cohesión
social. La solidaridad social depende, pues, del desarrollo intelectual y moral de la Humanidad”,
(Moreno 2008, 389).
La evolución del concepto de cohesión social, ha llevado a integrar aspectos del contexto jurídico
que integran determinantes como los derechos económicos: en los que se destacan indicadores
de ingresos, empleo, educación, salud, desigualdad y visiones de políticas incluyentes que den
una base a la sociedad para el desarrollo de habilidades morales, creencias, valores y conciencia
de grupo que permitan la vinculación de los habitantes en un contexto integral. En este sentido,
el caso de análisis Norte de Santander-Táchira representa un complejo de situaciones
interdependientes que lo llevan a experimentar altos índices de pobreza, desigualdad, desempleo
e informalidad, así como múltiples problemas sociales como la violencia, desplazamiento y
crecimiento acelerado de la población en barrios periféricos que denotan la precariedad de
infraestructura vial y de servicios públicos que marginan a sus habitantes.
Esta situación de desigualdad, marginalidad y pobreza hacen que proliferen los grupos armados
y la injusticia social, lo que se convierte en una fuerte razón para que los habitantes vayan
perdiendo aspectos propios de la cohesión como la interdependencia, comunicación y escenarios
en donde compartir visiones culturales que los unen en función de propósitos comunes. Es en
este contexto donde se genera la indiferencia o poca reacción ante la situación del contrabando
ya que para algunos pobladores este representa una oportunidad laboral, mientras que para otros
les permite el acceso a productos de bajo precio que simbolizan un modo de subsistencia que
no deja ver más allá del beneficio personal y familiar.
“parece un cáncer que carcome en forma silenciosa algunos sectores de la economía del país.
Además de afectar las finanzas públicas, especialmente en departamentos y municipios, atenta
contra el empleo y es competencia desleal para quienes hacen empresa y comercio legal en el
país”, (Caracol 2010).
De esta manera el contrabando representa una causa directa del problema social de la región a
la vez que justifica su existencia como alternativa a la situación social. Siendo el contrabando una
problemática que abarca diversos sectores sociales, se propone la vinculación activa de la
sociedad en el desarrollo de procesos que permitan hacerle frente social como una característica
esencial para llevar al estado a la construcción colectiva de propuestas de solución.
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La confianza social
La confianza social es definida por Heras como aquella situación que: “demanda que los ciudadanos
experimenten una gran confianza en términos personales con el vecino, el colega del trabajo, el amigo o la familia, etc. y
que esta confianza se extienda a la vida pública; es decir, del ciudadano hacia sus autoridades, sus instituciones y en todas
sus relaciones sociales.” (Heras 2011,19).
Esta confianza es producto de las interacciones cotidianas entre diversos sistemas sociales que
la integran: “la formación de éstos obedece tanto al desarrollo de una cultura democrática, como a los esfuerzos
institucionales por procurar ganar y generar dicha confianza entre la misma ciudadanía” (Heras 2011, 20). Situación
que en Norte de Santander presenta complejas discusiones debido a la poca participación
democrática y la baja credibilidad en las instituciones sociales que fragmentan la visión de
colectividad regional.
“Las significaciones sociales imaginarias constituyen la sociedad, son la base de las prácticas y valores asumidos
o predominantes. Son imaginarias porque forman la realidad social y están a un nivel diferente del de los objetos
puramente materiales, y porque la sociedad no reconoce en ellas algo que es su propio producto”, (Arribas 2008,
111).
Así, la sociedad y su cohesión estarán determinadas no solo por las significaciones que los
ciudadanos proyecten desde sus prácticas cotidianas, sino por los valores y principios a los que
den prioridad en función de aquellas necesidades que quieran que satisfacer. En tanto que:
“Toda persona vive necesariamente con otras personas, vive en comunidad, en una serie de comunidades, o grupos
de personas con intereses comunes, en las que se desenvuelve toda su vida “, (Hartu 2004, 29).
La cuestión, entonces, está en determinar qué valores y principios habrá que promover para que
el conjunto de la ciudadanía participe en la construcción de una sociedad con base en unos
imaginarios sociales que susciten el bienestar y la calidad de vida de toda la sociedad. Sin
embargo, el imaginario no es el único que incide en la fragmentación de la confianza social. Es
necesario poner de relieve las múltiples carencias que encierra la democracia en Colombia y en
la región nortesantandereana. Una de ellas es la legitimidad estatal que tras el fraude, el
clientelismo y la corrupción representan amenazas, como las denunciadas por Duncan:
7 Entiéndase por pimpineros aquellas “personas que se dedican a la venta ilegal de combustible en la frontera
colombo-venezolana”, (Castro & Linero, 2006:12).
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“Las bacrimes, como los Urabeños y los Rastrojos, al igual que sus antecesores los paramilitares, necesitan que
las instituciones del Estado no intervengan en contra de sus intereses básicos. Pero, paradójicamente, es la relativa
fortaleza de esas instituciones la que obliga a las agrupaciones criminales a intervenir en las elecciones. Si el Estado
fuera débil y no contara con recursos, no existiría ninguna razón para ello y bastaría con imponerse como autoridad
para gobernar las comunidades. Pero como las instituciones pesan aún en la periferia, las organizaciones criminales
necesitan cooptarlas y corromperlas para proteger sus fuentes de rentas (narcotráfico, minería, corrupción) de la
intervención de las autoridades. Siendo estas rentas importantes para la inclusión económica de la población, el
resultado es aún más paradójico: quienes organizan actividades ilegales tienen representación en instituciones legales
para legitimarse a través de la provisión de demandas sociales.” (Duncan, 2014)
Esta carencia de esfuerzos institucionales que promuevan una cultura de rechazo hacia la
ilegalidad no solo se ven reflejadas en los actos cotidianos que denuncian los habitantes cuando
refieren los sobornos a funcionarios públicos para ingresar de manera ilegal productos al país,
sino contextos generales como la ausencia de normas claras y precisas que lo frenen, tal como
lo señala González cuando afirma que en Colombia
“A pesar de la larga historia del contrabando, esta actividad solo fue elevada a la categoría de delito en el año
2000 con la Ley 599, conocida como el nuevo Código Penal colombiano. Posteriormente, el artículo 69 de la Ley
788 de 2002 introdujo modificaciones al nuevo código”, (González 2008, 10).
Esta falta de actuación estatal frente al problema de contrabando justifica en gran medida la
indiferencia social ante el contrabando, por esto exige una postura clara frente a la elección de
gobernantes que desarrollen una mirada jurídica efectiva de la problemática.
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visualicen el contrabando como una necesidad común que exige el frente de todos los habitantes
para la construcción de estrategias que replieguen la problemática que este genera.
“Las sociedades que ostentan mayores niveles de cohesión social brindan un mejor marco institucional para el
crecimiento económico y operan como factor de atracción de inversiones al ofrecer un ambiente de confianza y reglas
claras (Ocampo, 2004). Por otra parte, las políticas de largo plazo que aspiran a igualar oportunidades requieren
un contrato social que les otorgue fuerza y continuidad, y un contrato de tal naturaleza supone el apoyo de una
amplia gama de actores, dispuestos a negociar y consensuar amplios acuerdos. Con tal fin, los actores deben sentirse
parte del todo y estar dispuestos a ceder en sus intereses personales en aras del beneficio del conjunto. La mayor
disposición de la ciudadanía a apoyar la democracia, a participar en asuntos públicos y espacios de deliberación, a
confiar en las instituciones y el mayor sentido de pertenencia a la comunidad y de solidaridad con los grupos
excluidos y vulnerables facilitan la suscripción de los pactos sociales necesarios para respaldar políticas orientadas
al logro de la equidad y la inclusión.” (CEPAL 2007, 17).
La confianza social como elemento indispensable para la cohesión social ha de ser construida
por cada uno, a través de las intersubjetividades ya que esta no se da de manera espontánea y
tampoco sin promoverse, es necesaria una postura decidida que conlleve a los habitantes a
visualizar de manera clara los daños del contrabando, a desvirtuar la razón cultural como excusa
para el comercio ilegal y a representar de manera coherente y objetiva un futuro en el que existan
las oportunidades de participación de las nuevas generaciones que lleven a un compromiso por
el bien común.
“a más personas implicarse en el proceso de toma de decisiones dentro de la sociedad, lo que conlleva la necesidad
de prestar atención real y así lograr una implicación verdadera por parte de los ciudadanos en este proceso. Este
hecho depende de las posibilidades de que los propios individuos vean convertidas en realidad sus iniciativas con
cambios positivos de su entorno vital y, más adelante, sus esfuerzos queden reflejados en los resultados”, (Müllauer
2007, 167).
El contrabando entonces no ha considerarse como una situación que nos tocó vivir por ser
frontera, el contrabando es como lo indica Vela, un delito en la medida en que
intencionadamente se evade el pago de impuestos y aranceles con los cuales el Estado “recauda
los recursos necesarios para poder brindar los servicios que la población requiera” (Vela s/f, 1).
Es la apropiación del concepto Estado como visión dinámica e incluyente en la cual todos
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estamos inmersos, la que debe escenario que motive a la participación social en la medida en
que se sientan propios los recursos que se fugan tras el contrabando.
Ahora bien, cuando “el individuo no está unido únicamente a una comunidad, sino que puede
tener múltiples vínculos solapados” (Delanty 2006, 25), lo que está en juego es la cohesión social
en función del grado de identidad y pertenencia que haya construido el individuo con un
determinado sector poblacional para satisfacer sus demandas. Esta afirmación exige que se
analice el contexto actual nortesantandereano para poner de relieve los vínculos de identidad y
pertenencia establecidos por la población en las diversas comunidades del territorio, con la
intención de examinar qué está incidiendo en la baja participación social, que en última instancia
hace permisiva la situación del contrabando.
La solidaridad social:
Para abordar el tercer elemento de la cohesión social, el cual hace mención a la solidaridad social,
se debe reflexionar sobre la premisa que el ser humano por naturaleza es un ser social, por tanto
no vive al margen de las circunstancias, sino que vivencia las repercusiones positivas o negativas
que el contexto le genere.
“las unidades complejas, como el ser humano o la sociedad, son multidimensionales, el ser humano es a la vez
biológico, psíquico, social, afectivo, racional. La sociedad comporta dimensiones históricas, económicas, sociológicas,
religiosas…El conocimiento pertinente debe reconocer esta multidimensionalidad e insertar allí sus informaciones:
se podría no solamente aislar una parte del todo sino las partes unas de otras; la dimensión económica, por ejemplo,
está en inter- retroacciones permanentes con todas las otras dimensiones humanas; es más, la economía conlleva en
sí, de manera holográmica: necesidades, deseos, pasiones humanas, que sobrepasan los meros intereses económicos.”
(Morin 1999, 655).
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Es justamente la realidad vivida, la que ha contribuido en los cambios desestructúrales que hacen
que hoy existan algunas relaciones sociales anónimas, transitorias, marcadas por la desconfianza,
en donde poco se establecen redes sociales y vínculos permanentes, que llevaron a la generación
de una cultura con énfasis en lo individual como mecanismo de defensa y preservación, la cual
es propicia para la realización del contrabando, el cual se traslapa en esta realidad de conflicto
para justificar su existencia y fragmentar aún más la visión colectiva.
“sino más bien es necesario transparentar el análisis reconociendo que existe una enmarañada red de corrupción
que contamina de manera no focalizada sino global a todos los estamentos concurrentes, aunque es necesario aclarar
que no a todos los actores de dichos estamentos. Si bien corrupción y contrabando no son sinónimos comparten un
convivir simultáneo; el uno alimenta al otro y el otro encuentra en aquel su vía de escape. Por otro lado, la
administración de aduanas ha sido vista como un botín político en la que de manera soterrada aún se afirma se
pagan por los cargos.” (Calvachi 2002, 1)
Además de la dominación y control del contrabando ejercido por los grupos al margen de la ley.
Lo cual exige un papel decidido de la ciudadanía en la construcción de cohesión que le permitan
construir participación, pertenencia y solidaridad.
Es por ello que los vínculos del grupo social como construcción colectiva permiten recrear
diálogos con lo subjetivo, lo grupal, e incluso con las estructuras sociales, lo cual lleva a
reflexionar sobre las múltiples realidades en que se interactúa dentro de un contexto complejo,
en el cual el individuo es participe con sus acciones u omisiones las cuales le exigen un
compromiso en función de un bien mutuo. “la solidaridad desde el punto de vista de la teoría
social: se trata del sentido en que la solidaridad expresa un tipo de vínculo existente entre
miembros de una sociedad o grupo social diferenciado” (Román 2010, 199)
Estas claridades en relación a la fragmentación social deben constituirse en la base para plantear
desde la solidaridad, acciones en procesos grupales, comunitarios y asociativos; espacios donde
se refuercen valores de la persona dentro de una realidad actual que lo rodea para promover su
cooperación y responsabilidad pública en una acción integradora dentro de un proceso de
desarrollo.
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La solidaridad realizada desde las bases forman los movimientos y redes sociales, que se unen
desde las comunidades con la necesidad de fortalecer y reconocer las respuesta populares que le
aporten al desarrollo “hay un sentido creciente que muchos de los movimientos de hoy pueden
ser analizados por enfoques basados en teorías derivadas de estudiar la dinámica de los procesos
naturales, especialmente la auto-organización”. (Escobar 2010, 280)
Las luchas de las comunidades a través del tiempo también se ha transformado “procurando
moverse de lo micro a lo macro y desde la protesta a la propuesta” (Fals-Borda, 1998). Buscando
alternativas de soluciones y alianzas horizontales para defender los planes de vidas comunitarias
y así poder realizar incidencias políticas e inclusión social, llegando a trascender y realizar el
apoyo, solidaridad y cooperación internacional.
“Las movilizaciones y las experiencias internacionales nos permiten ver el mundo de forma distinta […] Sin
embargo, debe resaltarse que las acciones globales necesitan tener repercusiones locales en términos de cambiar
políticas concretas. Esto se mantiene como un problema dentro de la organización global: la falta de articulación
entre lo global y lo local. Muchos grupos ponen de su parte en la escena global, pero la retroalimentación local rara
vez pasa. Los principales costos son todavía locales”. (Fals-Borda, 1998)
Emergiendo las redes sociales “las redes aparecen como elemento en un esfuerzo mayor en el
desarrollo de la teoría social” (Fals-Borda, 1998); estas redes y algunos movimientos sociales no
se sostienen ni se articulan solos, tienen un aporte técnico y financiero de los organismos
internacionales que se involucran en el desarrollo de las regiones y país y pueden aportar a que
estos individuos y grupos sociales sean creadores de su propia historia.
La solidaridad social exige: “El actuar solidario el cual conjuga: a). la limitación del interés propio con b) la
consideración del interés ajeno, 2. la Solidaridad ciudadana, la cual está anclada en motivaciones surgidas de una
conciencia reflexiva de la pertenencia, 3. Solidaridad democrática corresponde a la articulación de la igualdad con
la diferencia a través del derecho”(Sierra 2013, 98), lo cual invita a la reflexión sobre los daños que
genera el contrabando en el colectivo y la importancia asimilar como propios estos daños a y
generar un rechazo que trascienda del actuar personal.
Acuerdo social:
Cuando se hace referencia al concepto de acuerdo, se genera una visión común sobre ideas u
objetivos que se comparten por varios actores. Si se eleva el término a lo social se hace entonces
referencia a un mayor número de actores que “Exteriorizado sus voluntades lleven a las partes a
un consenso mayoritario para crear actos jurídicos con viabilidad para quienes los comparten”
(boletín instituto derecho comparado, s/f, 84). Esto es, sin duda, una visión legal que se ve
representada en la democracia, contribuyendo popularmente a la representatividad de las
decisiones a través de personas y de visiones jurídicas. Sin embargo, el acuerdo social se genera
en múltiples esferas de la cotidianidad, ya que es en la construcción colectiva de voluntades en
donde se establecen relaciones culturales validadas por las costumbres, la moral y las creencias
que se comparten y dan sentido al mundo de la vida.
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En relación al contrabando es importante citar el proyecto de ley que busca sancionarlo, el cual
recoge las apuestas culturales que se expresan en la cotidianidad del territorio
Nortesantandereano, así como en sus medios de comunicación, cuando describen que uno de
los motivos o causas del contrabando es la Cultura laxa frente a la ilegalidad en la cual se explica
que
“en muchas regiones del país, los ciudadanos son permisivos y ven sin reproche social a quienes realizan las
conductas perseguidas. Más aún, en algunas regiones, los ciudadanos ni siquiera tienen consciencia de la
antijuridicidad de dichas conductas perseguidas e incluso las ven con buenos ojos y como simples formas legítimas
de subsistencia. Esto es particularmente cierto en algunas regiones fronterizas del país, en las cuales, por razones
históricas y culturales ha hecho carrera una cultura laxa frente a la ilegalidad que tolera la compra de productos
tales como gasolina, aceites comestibles, confecciones, calzado, licores, cigarrillos, autopartes, cemento,
electrodomésticos y productos alimenticios de la más diversa índole, por sólo mencionar algunos, que han ingresado
al país o son comercializados por medio del contrabando o a través de mecanismos dirigidos a la evasión fiscal”
(Cárdenas y Díaz, 2014, 4).
Esta postura es sustentada desde la visión cultural, lo cual debe ser desvirtuada desde esta misma.
Es a través de un consenso colectivo en el cual se generen las posturas de rechazo al contrabando,
que se empezarán a “ampliar nuestros intereses e imaginación, abrir nuevas perspectivas sobre
las Fuentes de nuestro propio comportamiento y nos haremos conscientes de la existencia de
escenarios culturales diferentes a los nuestros”(Giddens 2000, 43) Buscar articulación desde
posturas decididas con el interior del país, tal como lo propone el plan de desarrollo nacional,
cuestionar los dogmas existentes en instituciones sociales que ha n fomentado la herencia cultural
y el hermetismo de un orden cíclico en el cual no es posible el cambio social, harán posible una
cohesión social mayor que genere resistencia a los problemas que trae consigo el contrabando.
Valoración de la democracia:
Para este quinto elemento, se resaltaron desde Flores (2013) tres ejes: Cultura democrática,
actitudes democráticas y antidemocráticas y la democracia y los derechos humanos. En relación
al primer eje: la cultura democrática se resaltan tres dimensiones: a) el ejercicio de la ciudadanía
activa; asignándole un rol importante al ciudadano en la construcción de lo público y en la
corresponsabilidad por el logro del desarrollo b) la convivencia; al promover conductas que
permitan prevenir la violencia y garantizar el respeto y dialogo entre las diferentes expresiones
identitarias e ideológicas que subsisten al interior de la sociedad y c) la construcción de entornos
seguros en los cuales no sólo se disminuya la victimización y se promueva el respeto de la norma
sino que también se asuma la importancia del ejercicio de los derechos y la prevención de riesgos.
Los otros dos ejes se basan en : 2) actitudes democráticas y antidemocráticas: en donde se examinan
tres valores y actitudes a) el apoyo a la democracia como forma de gobierno, b) la satisfacción
con el desempeño de la democracia, c) el respaldo al sistema político(observatorio de la
democracia 2011) y 3) la democracia y los derechos humanos.
“una herramienta útil para promocionar conductas positivas en el ámbito privado (incluyendo familia, relaciones
cercanas y defensa de derechos individuales) y para abordar el involucramiento de los ciudadanos en la resolución
de situaciones comunitarias específicas (como generar ingresos, lograr soluciones viales, de servicios o de generación
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de espacio público, entre otras) que va perdiendo su fortaleza al alejarse de estas situaciones y adentrarse en la
esfera pública” (Flores 2013, 5)
Lo anterior invita a la reflexión de la armonía del binomio individuo – sociedad que existen en
todas las relaciones e interacciones humanas, en donde el individuo y la sociedad hacen parten
de un contexto “La democracia permite la relación rica y compleja individuo - sociedad donde
los individuos y la sociedad pueden entre sí ayudarse, desarrollarse, regularse y controlarse”,
(Morin 1999, 66).
Siguiendo a Morín:
“la democracia se funda sobre el control del aparato del poder por los controlados y así reduce la esclavitud (que
determina un poder que no sufre la autorregulación de aquellos que somete); en este sentido la democracia es, más
que un régimen político, la regeneración continua de un bucle complejo y retroactivo: los ciudadanos producen la
democracia que produce los ciudadanos”. (Morin 1999, 66)
A partir de este momento, los ideales revolucionarios proclamarán que el poder no puede estar
legitimado sin la voluntad popular y que, por tanto, ningún poder es absoluto: su límite reside
en los derechos de los ciudadanos.
En este orden, la democracia implica un alto sentido de pertenencia ciudadana, así como una
madurez participativa fundamentada en una cohesión social. Con esta perspectiva “es
importante captar valoraciones y percepciones de los individuos sobre el grado de solidaridad
que la sociedad les brinda y, a su vez, sobre cómo definen su solidaridad con respecto de los
otros” (CEPAL 2015, 40).
“la seguridad se entiende como el resultado de unas interacciones sociales en las que priman el respeto de los
derechos, las conductas responsables dentro de las restricciones (formales e informales) existentes y la
corresponsabilidad para asegurar la libertad de los individuos y la adecuada acción de la fuerza pública en la
regulación de su interacción”, (Flórez 2013)
Es por ello que los espacios y territorios se deben ver no solo como espacios físicos, sino desde
una construcción colectiva:
“en estos bioespacios expresa y se palpa la vida colectiva en su cotidianidad: la relación territorio – población –
servicios es fundamental y de allí depende mucho la convivencia, la prosperidad y la paz ciudadanas, y el gran
manejo que se le da a los recursos financieros que se reciban”, (Fals Borda 2000, 45).
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“sobre un conjunto complejo de instituciones que funcionan con precisión de reloj. No sólo interactúan, sino que
dependen de las otras para funcionar. Entre esas instituciones, las elecciones se destacan como un método clave
para seleccionar representantes, junto con los otros mecanismos de participación y consulta que proveen información
vital acerca de preferencias y exigencias de los ciudadanos. Pero las elecciones no son suficientes. La democracia
también depende de las instituciones estatales que son capaces de proteger los derechos y las libertades de los
ciudadanos, y las instituciones capaces de hacer cumplir el Estado de derecho contra la voluntad de los poderosos,
si es necesario”, (Botero, Hoskin y Pachon 2009, 4).
A estas alturas del texto cabe preguntarse, ¿qué tanto influye la valoración que de la democracia
tienen los sujetos sobre la solidaridad, el sentido de pertenencia, la aceptación de normas de
convivencia y el civismo, en su relación con la comunidad y la sociedad en su conjunto? En
función de las “valoraciones y actitudes de los individuos relativas a la dinámica de los principales
mecanismos de inclusión y exclusión social en la región”, se manifestarán unos determinados
“comportamientos que favorecerán o dificultarán el logro de acuerdos sociales”, (Botero,
Hoskin y Pachon, 2009, 4) en la región nortesantandereana.
En el capítulo “Cómo ven los latinoamericanos a su democracia” del informe del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2004), se afirma que la sustentabilidad de cualquier
sistema democrático está fundamentada en:
“aceptación voluntaria por parte de los ciudadanos de las principales instituciones democráticas, de los
procedimientos de renovación del poder político y de las formas de lograr acuerdos mediante ellos, es un componente
importante de la cohesión social, porque refleja el acuerdo básico sobre los mecanismos que permiten alcanzar otros
acuerdos (o pactos) en cuanto a las reglas aceptadas mayoritariamente, y que les otorgan legitimidad” (CEPAL
2007,102).
En Colombia los factores que inciden de forma positiva sobre las actitudes democráticas
comprenden un “vínculo directo entre el ciudadano y el gobernante; una ideología y afinidad
partidista; una evaluación del desempeño del gobierno; una evaluación de la economía; junto con
unos rasgos económicos, (Rodríguez, Seligton 2011,52). Por otro lado, los factores que incidirán
en una valoración negativa del sistema democrático colombiano, están relacionados con una
“actitud en contra de la separación de poderes” y “una actitud negativa en contra de la oposición
y minorías”, (Rodríguez, Seligton 2011,52).
Si “la democracia comienza con el ciudadano” (IDEA 2009, 37), la valoración que éste le otorgue
a la democracia estará en función de los valores democráticos aprendidos.
“La voluntad de un pueblo se basa de la autoridad del poder público, esta voluntad se expresa mediante elecciones
auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”
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Y, por último:
“La democratización profunda de la sociedad se acompaña de una ampliación del campo de la acción individual,
lo que hace que los ciudadanos soliciten e interaccionen de una manera diferente con las instituciones. Si la presencia
del individuo está lejos de ser una novedad radical en la región, su ausencia fue sin embargo evidente a nivel de las
representaciones, a tal punto los actores sociales fueron pensados en el pasado casi exclusivamente desde
consideraciones colectivas o políticas. En este sentido, el individuo es una idea nueva en América Latina que
permite curiosamente reexaminar con otra mirada el pasado de nuestras sociedades a la vez que abre el
reconocimiento de un conjunto de nuevas posibilidades de cohesión social sobre todo en el marco de la democracia.”,
(Sorj y Martucelli 2008, 3).
En Colombia, en octubre de 2011 fueron las elecciones para gobernadores, alcaldes, diputados
a las asambleas departamentales, concejales municipales juntas de administradores locales (ediles
y juntas de acción comunal). Según datos de la Registraduría Nacional “Un total de 1.002.800
ciudadanos podrán votar en Norte de Santander para elegir 40 alcalde, 412 concejales, 13
Diputados a La Asamblea Departamental, 1 Gobernador y 112 ediles este domingo 30 de
octubre en las elecciones de Autoridades Locales (Colombia, Registraduría Nacional del Estado
Civil, 2011).
“Solo el 55.51% de los ciudadanos aptos para ejercer el derecho al voto, sufragaron en esas
elecciones, equivalente a 556.773, de los cuales 291.389” (Colombia.com, 2011, en línea)
eligieron el gobernador de Norte de Santander; para las elecciones presidenciales en el 2014 en
segunda vuelta asistieron a las urnas 459.119 (Colombia.com. 2014 en línea) ciudadanos; estas
cifras es una fotografía de la situación con que los Norte Santandereanos eligen sus
representantes en medio de un ganador la abstinencia convirtiéndose en la mejor ganadora de
las elecciones.
“refleja la condición humana como una lucha incansable por hacer realidad esperanzas muchas veces utópicas,
sobretodo poniendo la fe en dirigentes o grupos políticos que prometen el cambio positivo, pero a la vez, niegan el
progreso. Se refleja la insignificancia de sujetos como Baltasar y Casiano, en asuntos del poder político. Ellos sólo
son dos pequeñas fichas del rompecabezas político, representan dos votos para su partido, pero se les niega parte de
lo que les corresponde como pueblo: dignidad, mejores condiciones de vida, toma democrática de decisiones” (Salom
1994, 99)
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Este panorama se acrecienta cada día más en la realidad en donde incrementa las causas del
desinterés de los ciudadanos y sobre todo en las nuevas generaciones por la participación política;
una de las causas es la corrupción en toda Latinoamérica, las trashumancia de votos, los intereses
particulares de los candidatos, entre otros;
“La trashumancia o “trasteo de votos” es una modalidad de fraude electoral que se presenta en numerosas zonas
de la geografía nacional y que se decide por la vía administrativa por solicitudes de la ciudadanía que llegan al
Consejo Nacional Electoral (CNE) y traen como consecuencia dejar sin efecto las inscripciones de quienes incurren
en esta práctica ilícita” (Registraduría Nacional del estado civil. 2011).
En las elecciones de 2011 de Norte de Santander se han evidenciado casos de trasteos de votos
“El delegado de Norte de Santander, Henry Peralta, explicó que debido a que en El Tarra y El
Zulia se detectó un alto número de inscritos (390), se revisará la situación para evitar la
trashumancia, o el trasteo de votos” (Gonzales, 2015); otro caso se refleja “en el municipio de la
Esperanza en Norte de Santander, la diferencia de 42 votos entre el ganador a la alcaldía y el
segundo, prendió las alarmas en la comunidad que asegura que en esa población limítrofe entre
los santanderes hubo fraude”, (Caracol, 2011)
El trasteo o trashumancia tiene una connotación mayor en Norte de Santander por su ubicación
geoestratégica, no solo se da al interior del departamental en movilidad interbarrial e
intermunicipal sino también se da en zona fronteriza de lado y lado. Otro fraude que se da en
las elecciones es con votos de los muertos,
“las cédulas de aquellos que fallecen, pero que no cumplen trámites administrativos, quedan circulando y son
utilizadas en las votaciones. En un sufragio de circunscripción nacional, los muertos habilitados, representan y este
es aún mayor en los locales: con na participación promedio del cincuenta por ciento del censo electoral, los muertos
votantes pueden llegar a elegir ediles y concejales. El otro lado del problema está en las exigencias que presentan
para las consultas populares y demás mecanismos de participación directa, pues la permanencia de ciudadanos
fallecidos en el censo electoral hace que el umbral para su aprobación sea exigente” (Colombia Registraduría
nacional del estado civil, 2011)
Frente al panorama expuesto anteriormente, los autores Carolina García y Luis Flores plantean
que:
“la paradoja consiste en que, de una parte, la institucionalidad del sistema democrático sigue funcionando, pero
desde la otra la condición de ciudadano y de cohesión e identidad social se debilita. Pese a que cada cierta cantidad
de años se producen cambios y alternancias pacíficas de gobierno, a que las elecciones se siguen realizando
periódicamente y las instituciones políticas funcionan en relación a las metas que fueron creadas, al mismo tiempo,
el compromiso ciudadano se debilita”. (García, Flórez 2011, 335).
Para finalizar
El contrabando es una temática difícil de afrontar por la diversidad de factores que la conforma,
entre los cuales se aprecian visiones estructurales que conjugan las instituciones sociales
determinantes como la economía, la ideológico o cultura y en ellas se complejizan los aspectos
de corrupción pública que hacen que no exista una única forma de abordarla, sin embargo la
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presente postura desde los elementos de la cohesión social representan la oportunidad de incluir
la base poblacional, como actores suficientes para dar el primer paso hacia la disminución del
flagelo.
Es claro el trabajo de los entes territoriales para el impulso de la cohesión social desde la
construcción de políticas incluyentes en donde se visualice la fragmentación social que genera el
contrabando y la fuerza social que se requiere para hacerle frente. Debe ser una postura firme el
abordaje del tema del contrabando como una visión problemática que encarna más que la visión
cultural de comprar un producto de Venezuela como un beneficio personal.
“1. contrabando documentado o técnico: Que ingresa disfrazado de mercancía legal por puertos y fronteras, (es el
que reporta mayores ingresos); 2. Contrabando sin documentación […] que ingresa a través de mordidas o con
autorización de nuestras autoridades; 3. Contrabando bronco o furtivo […] es cuando se introducen mercancías
ilegales, por lugares no autorizados. 4. Contrabando de mercancías prohibidas por el gobierno al momento de la
introducción” (Macedo, Santiago, Saraiba. s/f. p. 17).
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REPORTE DE CASO
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Introducción
La violencia está presente de manera permanente en las historias de los sujetos que asisten a
consulta,8 y sus efectos en ocasiones son significativos y determinantes en sus vidas. El siguiente
trabajo explora y desarrolla elementos en relación con la manera como los eventos de violencia
en una historia de vida han dejado huella en la constitución de la identidad. Se trabaja sobre una
historia de vida, la de una mujer de 46 años que asiste a diez sesiones de entrevistas en el servicio
de psicología de consulta externa del hospital Santa Clara, y en ellas deja entrever cómo la
violencia que ella describe forja la construcción de su identidad. Este trabajo hace parte de una
investigación denominada violencia –familia- salud mental, desarrollada por Hospital Santa Clara
E.S.E III nivel y la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.
Desde esta misma línea, se puede mencionar que-- la violencia-- podría considerarse-- “como
aquello que se le hace a una cosa para sacarla de su estado, modo o situación natural, mediante el uso de la
fuerza; (…). Desde la teoría vincular, la violencia apunta a anular la singularidad del otro, sus límites y
autonomía.” (Gonzáles y Delucca 2011, p.171).
Ahora bien, el sustantivo violencia proviene del verbo “violentar”, que es definido como “forzar
a una persona o cosa”. Siguiendo este sentido, el término “acción violenta” está mejor descrito por
el diccionario: “se relaciona con las acciones que una persona es obligada a hacer “contra su voluntad”. En
ese orden de ideas, una persona sería “violentada” cuando se la somete a una acción sin su
8
Si bien asisten por diferentes motivos de consulta lo particular que nos permite este estudios es ver como en la
mayoría de los caso el motivo inicial o síntoma que presenta el paciente remite a eventos relacionados con violencia.
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acuerdo” (Crespo, 2004); y de igual manera esta autora menciona que la violencia es “sinónimo de
agresión” y le atribuye tres significados relacionados entre sí: “Forzar o violar”, “Hacer uso de
la fuerza y/o del ejercicio del poder para producir daño” e “Intento de anular la autonomía y la
voluntad de otro”.
Hasta acá hemos evidenciado que tanto para la salud como la interpretacion propia de la
psicologia, la violencia racae en un uso de poder, que si bien intenta hacer daño, tambien
pretende ejercer un control sobre otro, pretende eliminar la jerarquia del otro con el fin de
obtener un beneficio.
se identifica como una problemática narcisista. La violencia emerge ante la sensación de amenaza
o pérdida identitaria y constituye una forma de recuperar el dominio sobre algo que se ha tenido
la sensación de perder. La amenaza narcisista está en relación a la pérdida de la diferenciación
entre el deseo, el objeto y el yo. (Gonzáles y Delucca 2011, p.170)
Para (Bassols, 2012) tomando ideas de Melanie Klein, señala que la violencia nace con el
individuo, nace de la necesidad de ser aceptado por una madre que lo agrede a la vez que lo ama,
“cuando a un niño se le priva de las necesidades emocionales y físicas, este no las sentirá como
la ausencia de un algo, si no por el contrario, las presenciara como un objeto malo que le podrá
causar dolor y daño.”
Finalmente para Freud citado por este mismo autor (Bassols, 2012), menciona que “la violencia
es un estado del odio que va relacionado con las frustraciones provenientes del mundo exterior,
con los estímulos de desagrado que el yo recibe y que le incitan a intentar agredir y destruir los
objetos que son fuente de las situaciones de malestar” (…) la violencia es la relativa
independencia que el hombre tiene de sus pulsiones y deseos destructivos, estas pulsiones al no
ser satisfechas en tanto a un otro puede convertirse en perversiones sadomasoquistas.
Durante el desarrollo de este capítulo veremos cómo los autores citados a continuación hablaran
de la identidad como la construcción de un todo ligado a experiencias propias, pero que será la
sociedad quien le dará finalmente el valor de identidad. El concepto de identidad tiene diversidad
de significados y construcciones. Desde un punto de partida, identidad podría ser “una unidad e
invariabilidad de un ser dentro de una realidad” (DORSCH, 1994).
Para responder a la identidad, se debe responder el ¿Quién soy yo? Y ¿Quién soy ante la
sociedad? A pesar de que la identidad originalmente es propia, pues somos nosotros quienes
pensamos, juzgamos, creamos, es la sociedad la que nos dará el propio reconocimiento, citando
palabras de (Galende, 2004) (…) “Curiosamente la identidad es vivenciada como propia y singular de cada
individuo pero es siempre social, solo se sostiene en su reconocimiento por otro”
Para otros autores, en cambio, “la identidad es un carácter o un conjunto de características que
determinan una persona, un grupo o una categoría cualquiera. Estos signos permanentes y
coherentes refuerzan la pertenencia a una entidad idéntica a sí misma; favoreciendo
precisamente, la diferenciación” (Salas, 2011)
Galimberti, por su parte, afirma que “la identidad nace de una construcción de la memoria que
abarcará todo el espacio continuo vivido por el hombre, la identidad pasará por etapas del
desarrollo en los cuales se evidenciarán las relaciones con los pares, las cuales darán lugar a crisis
identificación”. (Galimberti, 2002), complementando dicha idea (Anaya, 2010) agrega que a lo
largo de las etapas del desarrollo en el cual la identidad se forja, existirán los problemas de
identificación o problemas identitarios las cuales son las incertidumbres ante objetivos
propuestos durante cada momento de la vida, como por ejemplo la elección de pareja,
comportamientos, orientación sexual, valores morales. La identidad para esta misma autora la
define como una ubicación ante el mundo, el lugar donde nos definimos como seres. Mientras
Velasco sostiene que:
un sistema de símbolos y de valores que permite afrontar diferentes situaciones cotidianas. Esto
explica que frente a tal situación, un individuo, con sus valores y su modo de pensar, de sentir y
de actuar reaccionará probablemente de una manera definida. Para esto se cuenta con un
repertorio de formas de pensar, de sentir y de actuar que, en un momento dado, se pueden
combinar. (Velasco, 2002)
Hay quienes creen que existen dos clases de identidad, la consiente e inconsciente, autores como
el ya citado (Galimberti, 2002) describen y amplían dichos conceptos, y definen a la identidad
consiente como la reflexión que hace los sujetos sobre su estado actual y la diferencia que tiene
su ser respecto a los demás, mientras que la identidad inconsciente es la no identificación entre
el objeto y el yo interno es decir, desconoce su proceder su actual, su deseo latente.
Por otra parte, Lagarte (1990) sostiene que “La identidad no es más que el deseo que tiene un sujeto por
ser alguien, de ser reconocido ante otro como sujeto pensante; la identidad propia del ser humano suele nutrirse de
la adscripción a grupos definidos que congrega o separa a los sujetos en la afinidad y en la diferencia”. Pero ¿y
quién construye ese deseo? La identidad en sí es una “elaboración inteligente del sujeto que, a lo
largo de su existencia, irá modelando y quizá cambiando, gracias a la exposición que mantenga
con la sociedad, la cultura, el lenguaje y los discursos que dotan de sentido a una identidad en
particular”. (Gardillo, 2007).
Por lo tanto la identidad es algo socialmente aprendido, es un constructo que aunque aparenta
ser innato, propio de cada sujeto, resulta ser la apropiación de sistemas de creencias, valores y
morales de la sociedad, las cuales a medida del tiempo van cambiando, y se van acoplando a las
necesidades que tiene el sujeto para ser aceptado en un grupo. La identidad ira de la mano con
las huellas mnémicas, pues serán estas últimas la que enmarcaran el pensamiento y harán surgir
un ideal el cual el sujeto estará dado para encajar en un grupo social.
La huella es una percepción del aparato psíquico, es una ilusión del precepto, son estímulos
que se obtienen de un objeto que por medio de cargas de catexicas pasan a ser una
representación, las representaciones entonces pasan a ser una idea, una palabra, que estarán
constantes a lo largo de la vida, (Stefano, 2013) Estas ideas saldrán a flote cuando en la viva
representación del recuerdo, cuando el ser humano las necesite. Es como diría este autor
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“cuando se piensa en una cosa ahí mismo se piensa en la significancia de este” Cuando se piensa
o se vive en un momento aparece una representación la cual puede ser el fundamento del
síntoma.
Huella es una connotación que hace referencia al recuerdo que deja algo dentro del ser humano,
y en este sentido se podría definir huella como memoria. Fue Freud quien introdujo el término
“Huellas mnémicas” haciendo referencia no a la imagen de una cosa, sino a su trascripción en el
aparato neuronal, donde los engramas (Alteraciones en el sistema nervioso central que dan lugar
a la construcción de memoria, personalidad etc.) son depositados en diferentes sistemas y en
relación con otras huellas vinculadas entre sí por simultaneidad, casualidad y sucesión
cronológica (Galimberti, 2002).
Las huellas mnémicas enmarcarán entonces la identidad del sujeto según la severidad con la que
este pueda interpretar y acceder a cada uno de los recuerdos vividos y experimentados. La huella
es un concepto que describe la forma esencial del síntoma. La huella es lo que permanece
constante, y resiste a las sobreimpresiones que encima de ellas se hagan, podemos en primera
instancia referirla a la monotonía repetitiva con la cual el síntoma se pone en circulación (…) La
huella mnémica, como la forma en que se inscriben los acontecimientos de un sujeto va a
privilegiar determinados sucesos sobre otros. Así, hablará en sus estudios sobre la histeria de que
hay representaciones altamente catetizadas, que por su valor traumático resisten al olvido, o que
en su defecto permanecen aisladas de la memoria, pero que mantienen su lozana eficacia
mortificando al sujeto. (Zapata, 1999)
La historia de vida, aunque requiere ser un método exhaustivo en cuanto a que pretende abordar
todo un espacio de tiempo determinado, nunca cumple tal objetivo, por lo tanto se centrará en
momentos claves y esenciales de la vida del sujeto “narrante”, que le dará un valor; este valor
será la significancia que cada sujeto le dé a cada experiencia contada (Moreno, 2012).
“La historia de vida además debe verse como el compilado de resultados de las diversas redes que se relacionan
en ella, día a día, en lo que los grupos humanos entran, salen, se vinculan, se dispersan por las diversas
necesidades”, (Mallimaci F., 2006). Por lo tanto, comprender la historia de vida nos permite
descubrir lo cotidiano, las prácticas ejercidas, las prácticas abandonadas, la historia desde un
abajo, desde un arriba, desde un punto de vista del narrador, desde un punto de vista del lector.
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1. Presentación de caso.
A continuación, se muestran fragmentos de caso de una mujer de 46 años que asiste a consulta
por psicología. Durante el Raport, la paciente menciona vivir en la localidad Uribe Uribe, con su
pareja sentimental, un hombre con el cual convive desde hace ya varios años. Actualmente labora
como obrera en una fábrica de marmolería. La paciente menciona tener nueve hermanos por
parte del padre y una hermana por parte de la madre, la hermana falleció hace varios años a causa
de un cáncer en el cuello uterino.
Durante las primeras sesiones menciona: “Yo solo vengo por las drogas”
Durante el proceso se aborda su historia familiar: “Mi papá nunca vivió con nosotras, porque él tenía
dos esposas, él solo llegaba en las tardes de 4:30 a 5:30 dejaba lo del diario y se iba, nunca convivió con nosotras,
el tiempo con él era muy limitado”. Además, expresa durante esta sesión conflictos de violencia que
ella vivenció durante su infancia, y menciona a la madre como eje principal de esta problemática.
“Mi mamá fue buena mamá hasta los 11 años, mi papá le ayudó, luego ella tomo otro rumbo, bebía,
consumía (.), antes de los 11 años mi mamá era una persona disciplinada, no podíamos regar jugo en la mesa
sino nos pegaba, era muy aseada, a los 7 años ya sabíamos lavar (…), más grande ella era más despectiva,
utilizaba palabras gruesas, soeces, al principio era boba, luego gurres, muertas de hambre y así”. “Luego ella nos
pegaba puños, patadas, una vez la cogí de las manos, y ella me cogió del pelo y pues bueno”. “Eso era violencia
para mí, la señora tenía sus situaciones, tenía relaciones con sus amigas, yo tenía 10 años, la descubrió una prima,
y mi prima me contó, ella se besaba con sus amigas”. “También vi a mi mamá con un muchacho, yo salía del
baño y la vi a ella, yo tenía 4 años, eso sí me pareció horrible”.
“A mí lo que me afectó fue el trato de ella, a los 12 años perdí el respeto al ver a mi mamá con otras
mujeres, yo la quería muchísimo pero ya pasó, yo vi que ella tenía sus faltas, robar, mujeres, tomar, yo a ella no
le merezco respeto, ya a los 12 años ella me pegaba mucho, a los 9 años ella me pegó muy duro pero no lloré, me
sostuve; la última vez que me pegó me cogió el cuello con el pie, pensé que me iba a matar”.
“Ella nos pegaba con correa, ya más grandecitas fue con las manos, puños y patadas”. “Considero que eso
empezó a afectar mi identidad, en ese tiempo todo lo que vi [en] mi mamá me parecía horrible, empezando que
yo desde niña veía a los amigos besándose, eso me parecía asqueroso, más adelante ver a mi mamá con otra pareja
me parecía escabroso, ahora ver a una mujer con otra mujer me parecía peor, y ahora más adulta comprendí que
eso es normal pero eso afectó mi yo”.
“Desafortunadamente yo vi a mi mamá como un marimacho, cuando grande nos gritaba, si uno tenía un
problema ella decía ‘de malas, orinen paradas’, a raíz de eso pues yo siempre quise tener lo propio, lo mío; yo a
ella le propuse comprar una casa pero me contestó horrible, ella era muy envidiosa, entonces luego yo compré un
apartamento, a la primera persona que se lo mostré fue a mi mamá, ella me dijo ‘ush qué horrible’ y bueno luego
yo perdí el apartamento”. “Pienso que no sé, yo creo que desafortunadamente lo que pasa actualmente es que no
tengo hábitos de mamá, siento que falta algo en mí.”
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Durante la segunda sesión la paciente expresa haber nacido con una identidad moralista la cual
fue cambiando mediante los juzgamientos propios y de los demás, y se evidencia cómo esta
moral no le ha permitido construir una identidad propia.
“Uno sale al mundo y digamos en el hecho [de] que he sido bastante moralista, lancé mis dados, juzgué, no
le pedía respeto a mi mamá y ni a mis parejas, he vivido muy pendeja.” “Yo he tenido mucho sentido de la
honradez, mi mamá vivía más que yo y finalmente yo resulté perdiendo, uno sale al mundo y la realidad es
otra, perdí por ser moralista, por hacer las cosas bien.” “Uno piensa que el mundo es igual y uno se estrella, fui
demasiado tonta, a la final el papá de mi hija con el problema que él tenía de consumo yo lo sacaba de ahí, él me
robaba y yo seguía ahí y perdí las cosas que conseguía incluso perdí mi dignidad.” “Yo siempre seguía ahí y
empecé a consumir, empecé a degenerarme, perdí mi dignidad, me casé con un indigente, resulté en el mismo fango.”
“Con mi esposo actual pasa igual, él no ha cambiado, hay bastante violencia, me golpeó a los dos días después
del matrimonio, me rompió el labio, fui al médico cirujano, luego supe que él tenía otras cosas.” “Pero tengo
miedo de que el día de mañana este señor se me vaya…. No soy mamá, no soy hija, no tengo profesión, no soy
nada”
“Realmente yo he buscado ese otro, yo tuve un novio, una estabilización emocional con él, yo cuando vivía
sola no me sentía sola, no notaba la ausencia de nadie, el afecto era de él” “Nosotros terminamos porque no se
quiso casar conmigo, y al año me casé con el papá de mi hija” “Llego a esta hora y mi ánimo no es el mismo, de
repente me refugio en otras cosas, como las drogas, no sé.” “Me parecía muy doloroso, yo amaba a mi mamá y a
mi papá, la forma de ser de mi mamá, ella era muy despectiva, en ocasiones me ofendía en un tono fuerte, ella un
día me dijo que gracias a mí tenía estrías, me dijo un día que ojalá mi hijo saliera cuadripléjico.”
“Mi condición de mujer sí se me afectó porque no encontraba esa parte femenina, ese feeling, nunca hubo
diálogo, una conversación decente era a la defensiva, ella era muy agresiva, entonces empezaba a echar las cosas en
cara… La verdad es que extraño el afecto de mi madre”.
En esta sesión se evidencia cómo la crisis de identidad está marcada por la violencia intrafamiliar
y dos eventos traumáticos que dejan huella en su personalidad.
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“Yo compré un apartamento y me responsabilicé de mi esposo, casa e hija hasta el 2005; y ahí perdí mi
dignidad y con ello mi identidad. Tuve dificultades con mi mamá, y aparte del consumo del 2005 empecé a
fracasar, mi capital disminuyó”
“Ya con mi hija, yo era muy dedicada con la niña, la llevaba bien, yo casi no tenía tiempo con ella por eso
la dejaba a cargo de doña Candelaria, ella la consentía por todo y pues así pasó durante mucho tiempo, ya
después entré al ejército por parte del Sena, pero luego tenía que salir a las 5 a.m., entonces yo le dejaba la niña
a doña Candelaria, solo iba los fines de semana”.
“Luego mi hija me decía:- mamá ¿ya se va?-, eso para mí era mortal, no le gustaba estar conmigo, yo no
soporto eso, yo renuncié a mi trabajo porque no quería perderla, pero yo ya fracasé, perdí todo”.
“Digamos que cuando uno tiene dinero uno se consiente y ahora que no tengo dinero, sin dinero mi nivel
ahora se reduce a un bareto, soy una cretina por verme mal, sabiendo que yo sé que eso me pasa si consumo.”
“No sé qué tipo de personalidad soy, quizás una amargada.”
“Cuando compré el apartamento no quería que nadie supiera, no trataba de llamar la atención, traté de
pasar desapercibida y mi mamá le contó a todos y sentí que ella me traicionó”
“Mis mentores eran mis enemigos, mi mamá y mi hermana, mi papá me decía que qué quería pero yo decía
que nada, me daba pena yo creo que eso fue algo curioso, porque cuando era muy niña yo deposité una cosa grande
yo le conté a mi papá, y luego le dije a mi mamá y ella me dijo que si no me daba pena, y desde ese día no le
cuento nada a nadie, ni siquiera a mis padres, eso me afectó mucho.”
“Un fin de semana en el campo, me les perdí, por allá mi papá apareció en una loma y yo fui ahí y él me
dijo quédese ahí, y yo me quede ahí y eso me frenó.”
“Cuando fumé la primera vez mi padre me demostró que yo podía hablar con él, yo pensé que todo iba a
cambiar pero hay cosas que uno no puede decir.”
“Esas cosas hacen que tenga temor, -las heces, el ¿no le da pena? y el ¡quédese ahí!-, eso fue como lo que me
puso una barrera mental, luego todo me dio pena.”
“Yo sí tuve una característica, estando muy niña en una finca con mi tía, llegó un señor con sombrero y yo
estaba chorreando, yo empecé a gatear para que el señor no me viera así.”
“El papá de mi hija me decía que yo nunca exijo nada, por eso la gente me violenta.”
“Yo me conformo, yo no lo exigía, nunca he tenido ese carácter, el no reconocimiento ante los demás me ha
afectado, hay personas que sí colocan sus límites y les va bien, yo soy débil.”
“Soy una persona débil, muy débil, trato de pasar como desapercibida, me escondo, yo prefiero estar atrasito.
Eso me ha afectado más bien… tengo un problema de personalidad tratar de ocultarme a las demás personas,
dejo que las cosas pasen, hago caso omiso, no pues, es una situación de personalidad es por eso que no sé quién
soy.”
En esta sesión la paciente recalca dos eventos traumáticos y las huellas que han dejado en ella, y
la problemática que enmarca a partir de eso su identidad. En esta parte se exponen cómo el
sujeto se reconoce a sí misma a partir de una experiencia sexual, la paciente se da cuenta de que
la mayoría de conflictos, crisis identitarias, van a mejorar a partir de los sucesos aquí relatados,
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en esta parte la paciente pone en duda su identidad sexual y además deja entrever cómo esta
confrontación de identidad le permite sentirse como mujer.
“Una vez pequeña fui a un almacén y vi una máquina de Pin ball, me enamoré de esa máquina, quería
tenerla y mi papá no me la compró, esa fue una de las mayores frustraciones, luego lo del paseo cuando me perdí
y mi papá me dijo que me quedara quieta, ese día algo en mi pasó, yo quiero hacer cosas, pero me gana el
desconocimiento, el temor”.
“Sí, mi mamá me sesgó, ella rompió muchos límites con mi papá y yo, la vez que fui al baño y le mostré a
mi papá ella me regañó y sesgó en todo en mí, rompió ese lazo de intimidad con mi papá y ahí tengo el sesgo de
que no puedo tener intimidades, sentir esa parte de cariño me afectó.”
“De muy pequeña me acuerdo que cuando me pegaban a las paredes para caminar mi mamá me ponía la
toalla y me llevaba a la cama.”
“Ahora, la falta educativa de mis padres influyeron mucho, sobre todo el de mi madre, cuando niña solía
tener memoria fotogénica , me acordaba de todo en el colegio, siempre fui la primera en todo, yo era una dura en
división, tenía capacidades de memoria muy buena.”
“El bajo nivel educativo influyó mucho, eso marcó mi identidad, creo que el estudio da personalidad.”
“Pareciera que mi confort era el dinero, cuando tenía dinero no tenía hambre y no me faltaba nada, era
muy segura, no me faltaba nada, no existía Dios y un momento después llegaron las responsabilidades: bebé,
deudas, la hipoteca, madre soltera, y empecé a tener temores, mi personalidad estaba basada en la parte económica,
aunque yo he tenido límites.” “Yo trato de llenarme con algo y me pregunto qué me produce en la casa ese
carácter, ese carácter de dominio, la falta de personalidad hace que conozca partes erróneas, que piensen cosas
mal.”
“No estoy abajo porque tengo libros que me ayudan a estar bien, esos libros dicen que mi problemática es
falta de afecto, cariño, que mi mamá me consintiera, estoy buscando eso, eso va que en la parte afectiva, parte
materna y paterna que hicieron falta, voy a hablar con él a ver si puedo encontrar algo.”
“Con el papá de mi hija, el dolor, el segundo a segundo, el llanto, ya he dejado dolores, cosas atrás, ahora
de por sí descubrí que soy una ¡mujer!, que tengo una sexualidad que ha sido rescatada poquito a poquito, he sido
muy mojigata a través de las experiencias con mi esposo”.
“Tuve una experiencia sexual hace dos meses y continúa, con esa experiencia sexual algo me pasó y no
podía creer que podía encontrar una solución a malos problemas”.
“Una vez fui al médico y en el consultorio del doctor viví una experiencia sexual íntima, me estaba haciendo
estiramientos, él estaba lejos pero yo permití que se acercara y me hablara al oído, él me pregunta: ‘¿cómo está?’ y
digamos que yo permití el contacto, traté de asumir una posición sexual madura, paz, tranquilidad, pues en el
momento al final sentí dolor en la columna, me estiré hacia atrás entonces pues me acerqué al escritorio y pues ahí
viene la cuestión y que tales”.
“Me trae una satisfacción ciertas cosas, compro libros y eso me gusta, salía y rumbeaba y ah! eso es como
un clímax, cuando yo salía todos los fines de semana sentía que me hacía falta algo y digamos que cuando me
hace falta algo pensaba en ir hablar con Dios, pero allá la misma vaina, que uno ora por el vecino que tales, pero
puta nada se compara con esa forma de reconocerse como un ser sexual genital pensante, yo salía como un putas,
¡qué rico!, yo llegue tensionada al consultorio pero no era lo mismo yo salía con el ejercicio y pues nada, ya en la
segunda cita pasó eso.”
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“Tiempo después con un chico hicimos una amistad bella, intercambiamos teléfonos, de vez en cuando me
escribía, yo no le contestaba hasta que un día nos vimos y ese día me hizo la invitación a la cama y eso fue después
del doctor y descubrí esa personalidad genital y pude mostrarme como más ligera.”
“Todo esto como que me realiza, me oxigena, esa parte sexual tener contacto sexual y social… tuve una
experiencia de niña, de que mi hermana me besó mis partes púbicas, ¡nunca imaginé eso!, fue rico pero no tenía
conocimiento, Después de que mi hermana me hizo eso, me dijo que le hiciera lo mismo, pero se lo hice y ¡wakala!,
le di besos fue horrible, un día cogió el hábito y me besa, literalmente nos besábamos”
“Un día con una mujer tuve una experiencia, la toqué y me excité y ahí tuve mi primera bisexualidad y
pues yo tuve un clímax pensando en ella. Yo en esa época anduve como prostituta de traquetos, no aguanté esa
vida, no aguantaba ser arepera.”
“Otra vez con otra mujer, ella me besó y se enamoró de mí, pero en una ocasión una chica se sentó encima
mío y eso fue increíble, pero estaba sintiendo algo, una sensación en esa parte, conocí la bisexualidad y yo en
ocasiones me trababa y me iba de rumba y quería besar mujeres y yo llegué a pensar que me gustaban las mujeres
y pensé que iba a ser lesbiana, todo esto fue en el trabajo como prostituta.”
“Yo considero eso como agresión, una vez llegué a llorar al baño, yo estaba debiendo las cuotas del
apartamento y la forma en que lo hacía, eso era auto agredirme y miraba y me decía ¡ush!, tenía mucho dolor, fue
doloroso, yo era una niña.”
“Acepto que tuve una inclinación lésbica, en un tiempo, yo me soñé teniendo sexo con mujeres y en los sueños
yo tengo muy buenas sensaciones y prácticamente mi vida sexual es así”.
“Un día me leyeron mi carta astral y decía que yo tenía una marcada forma hacia la masculinidad, pensé
que eso era por mi mamá, ella como es lesbiana, que prácticamente podía ser lesbiana pero pues, no sé, yo le
contaba a la señora que me leyó la carta, yo le comenté lo de mi mami y los sueños, pero más sin embargo me dijo
que no era lesbiana, pero mis experiencias podían influir”.
“Ahorita que estoy probando todo se me ha subido la libido y poder tratar de buscar una satisfacción.”
“Yo me pregunto por qué soy así, ahora que soy madura veo las cosas diferentes, con el papá de mi hija
nunca tuve deseos por alguien más, yo peleo con Dios, le digo que por qué me hizo así, porque no soy una
santurrona, a veces quisiera ser puta, hasta que no me di muchos golpes no me di cuenta, no me separé”.
“Con él (el padre de mi hija) yo no veía problemas de consumir pero duré todo el tiempo con ese hombre, mi
vida sexual fue lo mismo, nunca me he interesado por la vida sexual, nunca me he interesado por la vida sexual
genital, como puede haber gente que se caliente fácil, yo no nací arrecha, después que tuve la experiencia del doctor,
vi mil cosas, nunca me di cuenta de que eso fuera tan rico”
“Sí, me siento identificada con mi mamá, yo me encontré con una hermana y ella me dijo que tratara de
hacer las paces con mi mamá ‘porque usted no ha sido una buena madre’ y pues he visto que prácticamente, pues
dejó huella.”
Análisis
La paciente durante las sesiones, relata venir de una familia monoparental en donde la ausencia
paterna más adelante la hace tener dificultades en su vida personal, social y familiar, mientras
que por otro lado, la figura materna la ve como una imagen de autoridad, de arrogancia, de
miedo, de desconfianza, la cual le genera un daño no solo físico si no también psicológico
haciéndose cuestionar cuál es el rol que juega la mamá en ella.
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A raíz de estos conflictos presentados en casa, en la cual la agresión física, psicológica permean
la relación materna, la paciente deja ver que esta relación es de sometimiento o dominio, ella más
adelante empieza a generar una serie de síntomas que van a desencadenar un desconocimiento
de la identidad como mujer, como persona.
Los conflictos que se relatan al principio con la madre generan en ella el desprendimiento del
objeto de deseo que se proyecta inicialmente la consultante, como bien lo diría Melani Klein
citado por (Massera, 1997), durante la infancia el menor pasa por objetos transicionales de deseos
en los que busca protección, buscan saciar una necesidad, la madre pasa ser el objeto bueno, que
se mantiene durante toda su niñez, cuando este objeto cambia, o es ausentado, en este caso la
protección de la madre desaparece, ve al objeto como un objeto malo, perverso y todo acto que
este haga en contra de ella podrá ser considerado como agresión o violencia.
Esto genera en la paciente miedo angustia, lo cual desencadenara en una respuesta agresiva
contra el objeto, intentara sobreponerse, lo igualara y lo desafiara, como bien diría Whaley (2001)
ante un ataque de violencia familiar, la persona agredida se igualara y desafiara las leyes impuestas,
si no existe una victoria, existiría una culpa producida por intentar hacer daño, por interrumpir
ante el deseo del otro, esta culpa desencadenara en síntomas que darán lugar al fracaso y miedos
que construirán la identidad del sujeto.
Los síntomas aparecerán más adelante y van a estar acompañados de una serie de traumas, los
cuales enfatiza en buena parte de la intervención, menciona una serie de imágenes, actos, que
de muy pequeña tiene presente, una de estas ha sido cuando mostro las heces a su madre de lo
cual obtuvo una desaprobación y una frase que la marca más adelante “No le da pena”. Esto
para Melanie Klein (Massera, 1997), puede ser visto en las primeras etapas del desarrollo en la
cual el infante intenta atacar a la madre, esto lo logra mediante sus heces; esto tendría un doble
fin, apoderarse del objeto del deseo o destruirlo, al no obtener la aprobación deseada mediante
la presencia de las heces, la paciente se autodestruye se siente mal, siente como si algo en ella
fuese destruido, y de hecho se destruye algo, algo llamado vinculo materno, (Escartín, 2010)
citando a Freud ,señala que las heces representan ese lazo existente entre madre e hijo, al
renunciar a las heces, se renuncia a un objeto con el fin de complacer a la madre. Pero cuando
no se complace a la madre, cuando es la madre quien rechaza ese acto de amor del hijo genera
un trauma, que puede ser considerado como violencia el cual estará presente en la paciente,
durante buena parte de su vida.
Seguidamente menciona otro momento que le genera trauma, malestar, angustia, un momento
el cual es acompañado con un “Quédese ahí”, esta serie imágenes acompañadas de agresiones
verbales y físicas por parte de la madre hacen generar momentos en el cuales la paciente no
puede llevar una vida como ella la planea, las vivencias experimentadas durante la infancia le
generan cierto malestar durante su vida adulta, este malestar se convertirá en las dudadas
respecto su identidad, que mediante esta serie de actos, que además vienen ligados más adelante
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de experiencias sexuales , en las que la paciente relata un acto con su hermana cuando la beso en
su genitales, y posterior a eso cuando vio a su mamá con otras mujeres, le hacen generar dudas
respecto a su identidad sexual, esto desencadenara en más violencia, fracaso, ira, y prejuicios
morales que le hace pensar a la paciente que es una buena para nada, inútil, desdichada, y que su
comportamiento lésbico es producto de las representaciones obtenidas respecto hacia la madre.
Esta serie de palabras y actos hacen construir al yo de la paciente, esto hace cuestionar su manera
de verse ante sí misma “No sé quién soy, no soy mujer, no soy madre, no soy hija, no soy nada”,
lo que hará cuestionar su identidad.
La paciente ahora intenta proyectarse e identificarse con alguien más, intenta saber quién es ante
el mundo, como bien se mencionó durante el marco teórico, los autores mencionados sostiene
que la identidad es una construcción social lo cual se ira ajustando a medida que las condiciones
culturales así lo requieran. La identidad de esta mujer va a estar medida por sus parejas, en tanto
busca que ellos logren identificarla como una persona y a su vez ella logre ver en estas la ausencia
de la figura paterna y materna. Con las parejas intentara buscar una figura de seguridad, de
tranquilidad que tanto le hace falta, al verse rechazada por el hombre que le pudo suplir ese
vacío, decide involucrarse con cualquier clase de personas, y serán estas nuevas personas las
que de nuevo le generan un trauma, la agresión física acompañada de una serie de reglas
impuestas desde la infancia le impiden a la paciente a lograr alcanzar lo que piensa, por miedo,
o el desespero de no saber qué hacer cuando tome esta decisión.(Miedo al Abandono) o ansiedad
al fracaso bien lo dice Melani Klein, que al no lograrlo quedara sujeta a lo que sus parejas digan,
mencionen, difamen sobre ella.
Más adelante con las construcciones del yo que ira forjando , la paciente pasa a presentar una
serie de dificultades que la limitan a desarrollarse como persona, con las huellas que señala la
paciente: “quédese ahí y no le da pena” la paciente ve con dificultad la manera de avanzar, de
poder reconocerse como persona ante una sociedad, menciona que prefiere quedarse “atrasito,
ser desapercibida esto hara que sus deseos se vean una vez mas limitados y no pueda suplir con
las exigencias que se plantea.
Al no poder desarrollar los deseos que ella se plantea, al no suplir esa necesidad de ser alguien,
al no encontrar una figura que pueda suplir la ausencia de padre y madre la paciente se auto
agrede en repetidas ocasiones y no son las palabras que esta vez estarán persistentes en el
discurso de la paciente si no en el consumo, si bien como lo cita Freud, al retener una serie de
pulsiones, al no poder descargar toda esa violencia reprimida contra un objeto, es recurrente que
esta violencia se vuelque en contra de sí mismo generando la autoagresión, el sadomasoquismo.
La paciente ve por sí misma como el consumo se convierte en una agresión para ella ante las
repetidas frustraciones, el síntoma pasa a ser consumo, el trauma el no poder desarrollarse como
mujer, y las huellas los recuerdos de “estancamiento” emocional así como las experiencias
sexuales.
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Finalmente pasa algo en la paciente que le cambia su manera de pensar, su yo quien en muchas
ocasiones reprime sus pulsiones sexuales impuestas por una norma, ve como puede ser esto (El
sexo) una saciedad a las dificultades que ella presenta, el sexo, el reconocerse como “un ser
genital pensante” hace que la paciente deje de cohibirse de toda norma existente expuesta por
ella misma, esto sin antes, una vez más humillarse como mujer, cuestionando si todo esto que
hace es bueno para ella, su inconsciente, intenta suprimir el deseo, el gozo, el placer es aquí
donde la paciente puede aplicar toda autoagresión existente para mantener controlado sus
pulsiones, que finalmente ira cediendo poco a poco, hasta que toda la violencia que se tiene
reprimida va a ser canalizada hacia un otro, contra un objeto que esta vez ya no será maltratante,
de igual manera le permite reconocer su rol en el mundo, le permite reconocerse como un ser
genital que necesita de estimulaciones, de rompimiento de barreras de normas que su yo se ha
puesto para poder ser considerado como alguien.
Reflexión
La violencia produce identidad, identidad que se ira trasformando según las nuevas formas de
violencia vividas que se convertirán más adelante en huellas que marcaran sucesos específicos,
la violencia suprime el gozo, el deseo de ser alguien, de reconocerse, sin violencia no existiría
identidad, la violencia es la que nos da ese lugar en la sociedad, es la que nos permite saber
quiénes somos en el mundo, no necesariamente tiene que ser física, existen un sinfín de maneras
de ejércelas, en el caso se evidencian y recalcan algunas de ellas, la identidad se va cambiando
paralelamente con la violencia, la violencia deja huellas en la medida en que nos causen malestar,
nos imposibilite avanzar más allá de lo que creemos.
En este caso se presentó la forma en la cual violencia se manifiesta y construye una identidad,
una identidad que no es aceptada por el miedo que puede acarrear la misma, la paciente busca
en repetidas ocasiones buscar esa identidad, ser aceptada socialmente, fracasa, recae, cuestiona
sus pensamientos, ideales, moralidades, reprime lo que es malo, hasta el punto que le genera
malestar, y le causa más daño que gozo. Cuando realmente logra dejarse de inhibir, cuando
consigue aceptarse a sí misma, es cuando logra que saber cuál es su posicionamiento en esta
sociedad.
Es importante como psicólogos, reconocer cada tipo de violencia, se debe escuchar al paciente,
entenderlo y buscar que su propia verdad su propia realidad. El discurso no debe estar empañado
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por la realidad que quiera ver el psicólogo, el discurso debe ser libre para que este pueda generar
en el paciente la comprensión y solución del mismo.
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