Calamidades de Job
Calamidades de Job
Calamidades de Job
Aconteció que otro día vinieron de nuevo los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová y entre ellos
vino Satanás.
Y Jehová dijo a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás: De rodear la tierra y de andar por ella.
Y dijo Jehová a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job que no otro como él en la tierra, varón perfecto
y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste
contra él para que lo arruinara?
Respondió Satanás a Jehová y dijo: Toca ahora su piel y extiende tu mano contra su hueso y carne, y verás si no
blasfema contra ti en tu misma presencia.
Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. Entonces salió Satanás de la
presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de su cabeza.
Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y se sentaba en medio de ceniza.
Entonces le dijo su mujer: ¿Aun retienes tu integridad? Maldice a Dios y muérete.
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué?, ¿Recibiremos de Dios el
bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Y tres amigos de Job, Elifaz, Bildad y zofar, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron
cada uno de su lugar para condolerse de él y para consolarle, los cuales alzando los ojos desde lejos no lo
conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno rasgo su manto, y los tres esparcieron polvo sobre su cabeza hasta
el cielo. Así se sentaron con él por siete días y siete noches y ninguno le hablaba porque veían que su dolor
era muy grande.
Y aconteció que vino Jehová a Elifaz y le dijo: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no
habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job.
Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros e id a mi siervo Job, y ofrecer holocausto por vosotros, y
mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé y tratarlos mal a ustedes, por cuanto no
habéis hablado de mí con rectitud como mi siervo Job.
Entonces los tres amigos de Job, hicieron como Dios les dijo; y Jehová aceptó la oración de Job.