Corteza Oceanica
Corteza Oceanica
Corteza Oceanica
menores
Introducción
La petrología tiene un amplio apoyo en la química, donde la aplicación de la geoquímica es
de capital importancia como llave para la resolución de problemas petrológicos.
Por conveniencia los elementos son separados en mayores, menores y trazas. Los límites
entre los grupos son arbitrarios, pero los más aceptados son:
Observar que estos 8 elementos constituyen el 99% del total de la corteza y que son los
elementos mayores que forman la mayoría de las rocas y minerales. El O y Si son los
dominantes.
En la tabla 8-2 se expresan los análisis químicos de algunas rocas representativas, realizada
en base a más de 26.000 análisis, el promedio es tomado de Le Maitre (1976).
Observar que los 7 óxidos mayores de la Tabla 8-1, están presentes en todas las rocas
listadas, aún las del manto como las peridotitas. TiO2, H2O, MnO y P2O5, son óxidos que
se presentan comúnmente en bajas concentraciones, constituyendo los elementos menores
de las rocas ígneas. El Cr2O3, puede ser otro óxido común, especialmente en las rocas
ultramáficas, pero es típicamente un elemento traza en la mayoría de las rocas comunes. El
Fe es el único elemento mayor o menor común, que se presenta con dos estados de
valencia. La relación Fe3+/Fe2+, se incrementa con la fugacidad del oxígeno de los
fundidos en equilibrio. Observar que MgO y FeO-Fe2O3, decrecen desde la peridotita a la
riolita, mientras que los álcalis aumentan. Esto es lo común en las series evolutivas desde
rocas básicas a ácidas.
La composición química de las rocas ígneas (Tabla 8-2) también permite su comparación
con sus equivalentes metamórficos, aunque la mineralogía puede variar, por los cambios en
P y T, la composición química generalmente permanece inalterada. Esto también se aplica
para establecer las rocas precursoras y para correlacionar provincias ígneas antiguas, con
modernas. En muchos casos también es posible documentar los cambios químicos que se
producen por los procesos metamórficos o de alteración.
Minerales normativos
Como muchas rocas volcánicas tienen grano demasiado fino para ser reconocidos sus
componentes minerales, aún bajo el microscopio, y que también pueden tener vidrio en
cantidades significativas, diversas metodologías fueron desarrolladas para calcular una
mineralogía idealizada de dichas rocas de manera que pudieran ser comparadas con las de
grano grueso. La mineralogía de las rocas faneríticas puede variar con la presión y la
temperatura, lo que hace incierta una comparación directa con las rocas afaníticas. La
norma busca reconciliar o atemperar estas diferencias, limitando los minerales que se
calculan y que reflejan variables que permiten la comparación directa de un amplio espectro
textural y composicional de rocas. La norma también puede ser usada para calcular la
mineralogía aproximada de rocas, cuando ella se desconoce. En razón que la norma se
calcula sobre una base anhidra, permite comparar rocas con diferentes contenidos de agua.
Como las rocas difieren en sus composiciones químicas, esto permite al cálculo normativo
ser usado en diferentes esquemas de clasificación.
La norma fue primeramente desarrollada por tres petrólogos (Cross, Iddings, y Pirsson) y
un geoquímico (Washington), a comienzos del siglo XX y fue denominada “norma CIPW”.
Ella se basa en minerales normativos, que son los esperados se formen desde un fundido
anhidro a baja presión. Con posterioridad, diversas variaciones y alternativas a la norma
han sido propuestas, algunas para circunstancias especiales, tales como la alta presión. La
Norma CIPW original, es todavía de uso corriente en Estados Unidos, mientras que en
Europa es más utilizada la “Norma Catiónica” o “Norma Barth-Niggli”.
La norma no debe ser confundida con el modo. El modo, es la composición mineral real y
actual de una roca y se expresa en volumen % de una roca. La norma, es la mineralogía
idealizada, calculada a partir de la composición química de una roca. Como la composición
química es expresada en porcentaje en peso de los óxidos, la norma CIPW se expresa en
peso % de los minerales normativos. El modo y la norma pueden diferir por varias razones,
pero las proporciones del volumen versus el peso %, constituyen diferencias consistentes.
La norma por ejemplo, exagera los minerales densos en comparación con el modo, al
convertir los porcentajes de peso a volumen, usando las densidades de los minerales.
Por su parte la Norma Cationica o Norma Barth-Niggli, expresa los minerales normativos
sobre una base atómica.
La norma CIPW se calcula siguiendo una serie de reglas rígidas que asignan a los óxidos a
una serie de minerales que constituyen los extremos de soluciones sólidas, que son
acompañados por procesos de cálculos estequiométricos. La técnica es descrita en el Anexo I y
es de fácil cálculo por medio de programas de computación específicos. La fugacidad del oxígeno y el
estado de oxidación del Fe, generalmente no es determinado y su estimación se realiza en
base a los contenidos de minerales máficos normativos. Irvine y Baragar (1971) presentan
un método para estimar la relación Fe+3/Fe+2, para usar en la norma que es: %Fe2O3 =
% TiO2 + 1,5, si el valor del análisis es menor no se introducen cambios, si es mayor el
exceso en convertido en FeO.
La norma simplifica y organiza la composición química de las rocas, ya que enfatiza ciertas
características particulares, como la “saturación en sílice”. Las rocas sobresaturadas en
sílice, son rocas que contienen cuarzo o sus polimorfos en el modo, como fases estables.
Las rocas subsaturadas en sílice, contienen minerales que son incompatibles con el cuarzo,
tales como olivino o feldespatoides. Una roca que esté justamente saturada en sílice puede
contener trazas de cuarzo, pero no minerales subsaturados. Si se observan los análisis de la
Tabla 8-2, el grado de saturación en sílice se correlaciona con el contenido de sílice en los
análisis, pero su simple concentración no determina la saturación, sino que también se
relaciona con los otros elementos que compiten por la sílice para formar una amplia
variedad de silicatos. Por ejemplo, una roca con 100% de SiO2 (o sea cuarzo puro) a la que
se agrega 20% de MgO, se combinan para dar enstatita. Se puede determinar por cálculo si
podría permanecer cuarzo libre, calculando cuanta sílice es necesaria para formar la
molécula de enstatita (MgSiO3). Si la roca contiene sólo MgO y SiO2, quedará junto a la
enstatita un cantidad de cuarzo. Pero si se agrega Na2O y Al2O3, ellos se combinan con la
sílice libre para formar albita (cada átomo de Na consume tres átomos de Si y uno de Al)
para formar NaAlSi3O8. Ahora la relación entre la concentración de sílice y la saturación se
complica ya que depende de las relaciones entre Si:Mg:Na:Al. Durante el cálculo de la
norma la sílice es secuencialmente aportada a diferentes minerales y el último mineral que
se determina es el cuarzo, que representa el exceso de sílice del sistema, después de
combinarse con los diferentes elementos presentes. Así cuando el cuarzo aparece en la
norma, la roca es sobresaturada.
Diagramas de variación
Suponiendo un proyecto de investigación que involucre el mapeo e interpretación de una
secuencia de rocas volcánicas, que está formada por pequeñas erupciones, conos y flujos
volcánicos y de los cuales se sospecha están genéticamente relacionados a un proceso
volcánico local de duración limitada. Para confirmar esta hipótesis se deberá realizar el
mapeo cuidadoso de los flujos individuales y coleccionar las rocas (con muestras de cada
flujo o cono volcánico). Con ellos es posible generar datos químicos cuantitativos (o
mineralógicos) y generar una tabla como la 8-2. Cuando una serie de rocas volcánicas o
plutónicas cogenéticas son analizadas, ellas muestran diferencias químicas, que son críticas
para reconocer las tendencias de variación, junto con su descripción. No hay una forma
única de interpretar los datos o de la forma de hacerlo, lo importante es encontrar
parámetros que muestren variaciones sistemáticas, que permitan investigar las causas que
las originaron. Diagramas de este tipo son denominados “diagramas de variación”.
Hay dos formatos comunes para los diagramas de variación química en petrología. El
primero es el diagrama Cartesiano, en los que dos parámetros son utilizados, un eje vertical
(llamada ordenada o eje-y) y otro eje horizontal (llamada abscisa o eje-x). Otro formato de
representación es mediante el diagrama triangular, en el que se representan tres parámetros,
uno por cada vértice, pero que muestran sólo proporciones relativas, no cantidades
absolutas, porque los tres parámetros deben ser normalizados de tal manera que la suma de
100%, para que se proyecten en un punto único.
Los diagramas de variación no sólo ayudan a reconocer las tendencias de los datos
geoquímicos, sino que ayudan a interpretar y evaluar los procesos responsables de los
mismos.
Proyecciones bivariantes
Cualquier componente químico, ya sea elemento mayor, menor o traza, o aún
combinaciones de elementos o relaciones entre elementos, pueden ser comparados en los
diagramas bivariantes. El diagrama mas aplicado en petrología química es el “Diagrama de
Harker”. Este simple diagrama x-y, generalmente permite proyectar la SiO2 sobre la abscisa
contra los restantes óxidos en la ordenada. La Fig. 8-2 es un ejemplo de diagrama de
Harker aplicado a las rocas volcánicas de Crater Lake/Monte Mazama. Lo primero que se
nota es el amplio rango de variación, desde basaltos hasta riolitas y que los diferentes
óxidos muestran una suave variación en sus tendencias, lo que indicaría que las lavas están
genéticamente relacionadas de alguna manera y que procederían tal vez de una misma
cámara magmática somera, que produce esa variación continuada. Los magmas primarios
son aquellos que derivan directamente por fusión parcial de una misma fuente y que no
muestran caracteres que reflejen efectos de diferenciación posterior. Los magmas que han
experimentado algún tipo de diferenciación química a lo largo de las tendencias evolutivas,
se los denomina como magmas evolucionados o magmas derivados, como los de la Fig. 8-
2. Los magmas que no han evolucionado se los denomina magmas primitivos. El magma
madre (parental), es el más primitivo que se encuentra en un área y se supone que de él
derivan los demás.
Fig. 8-2. Diagramas de variación de Harker de rocas volcánicas de Crater Lake. (Mte.
Mazama).
Harker (1909) propuso que la SiO2 se incrementa con la evolución magmática y así utilizó
la abscisa para indicar la intensidad de la evolución. El magma con menor contenido de
sílice de la Fig. 8-2, se acepta como el magma madre, aunque es comúnmente casi
imposible, demostrar en forma concluyente que es el verdadero magma primario, porque el
pudo también haber evolucionado durante su ascenso. Este diagrama es aplicable solo a los
magmas sub-alcalinos.
Muchos geólogos piensan que los diagramas de Harker demuestran ampliamente los
procesos de cristalización fraccionada. Cuando se hacen interpretaciones de rocas ígneas
basadas en los diagramas de variación, se debe distinguir entre observaciones e
interpretaciones. Las interpretaciones se relacionan a tendencias o a procesos de
cristalización fraccionada y se asume que los análisis representan lavas consanguíneas con
un ancestro común, erupcionadas desde una cámara debajo de un volcán, que muestra
varios estadios de evolución progresiva. Esta suposición es apoyada, pero no probada, por
la estrecha relación espacial y temporal de la asociación de rocas. La interpretación asume
que el contenido de sílice está relacionado con el proceso de evolución, de manera tal que
el % SiO2, se incrementa con la evolución del magma y que la cristalización fraccionada es
el único proceso involucrado. Con el reconocimiento de estas suposiciones, se debe
retornar a los análisis químicos, a la petrografía y al campo, para evaluar las observaciones y
las interpretaciones.
Las tendencias de los diagramas de variación deben ser consistentes con los resultados
experimentales de descenso de las líneas cotecticas y las rocas mas evolucionadas deben ser
más jóvenes que las menos evolucionadas y esto debe ser comprobado en el campo. Las
tendencias deben estar basadas en simulaciones cuantitativas por la extracción de
proporciones específicas de minerales que están en la naturaleza y deben ser compatibles
experimental y teóricamente con el tipo de magma presente.
La Tabla 8-3 presenta una lista de parámetros químicos que han sido utilizados para
identificar procesos de diferenciación de algunas provincias ígneas. Algunos de los índices
de la tabla pueden ser usados como abscisa en los diagramas bivariantes si el objeto es
documentar la evolución magmática en una serie ígnea. Como los diferentes sistemas
evolucionan por caminos diferentes, no se debe esperar que un único parámetro, tal como
la SiO2, pueda actuar igualmente bien para todos. Algunos son mejores que otros para
resolver diferentes problemas de algunas áreas o pueden ser más sensibles que otros. Por
ejemplo, los índices basados en la relación Mg/Fe son mas efectivos en la evolución
temprana de los sistemas máficos (donde la SiO2 varía poco), mientras que los parámetros
mas alcalinos, trabajan mejor en los estadios tardíos de evolución de las rocas.
IS = 100 MgO/(MgO + FeO + Fe2O3 + Na2O + K2O) que es la expresión numérica del
diagrama AFM.
El ID, puede ser usado tanto para rocas alcalinas o ácidas y nos da una medida de la
saturación en sílice. La representación gráfica es, sobre la ordenada se proyectan los
distintos óxidos y sobre la abcisa el ID, desde 100 a 0 (de izquierda a derecha), (cuando
mayor es el número mayor es la diferenciación).
Fig. 8-3. Índice de diferenciación.
An = anortita normativa
Di’= diópsido magnesiano, calculado del diópsido normativo.
Fo’= forsterita normativa más enstatita normativa, convertida a forsterita.
Sp’= espinela magnesiana, Mg2Al2O4, calculado del corindón normativo en rocas
ultramáficas.
Comentarios
Los diagramas de variación son útiles, tanto descriptivamente como para las
interpretaciones, pero deben ser usados sólo como primer paso hacia una interpretación
mas rigurosa, ya que la cristalización fraccionada no es el único mecanismo que actúa en la
diferenciación de los magmas, habiendo un amplio espectro de procesos que actúan, tales
como: mezcla de magmas máficos (fundidos matélicos) y magmas silícicos (fundidos
corticales) que se relacionan durante la subducción.
La observación de los diagramas de variación puede permitir ajustar los detalles de los
datos. Por ejemplo, el pico observado para la curva de la Al2O3 (Fig. 8-2) puede ser sólo el
resultado de un ajuste matemático a la curva de datos que están muy dispersos para las
rocas con bajo contenido de SiO2. El salto entre el 62 al 66% de SiO2, también es
provocativo. ¿Es sólo un accidente de muestreo? O ¿Es real? Y en este caso ¿Por qué? Fue
que hubo un período de tranquilidad en la evolución de la cámara magmática, resultando
en la no erupción de lavas o hay alguna razón mineralógica por la que no hay rocas en este
intervalo.
Por otra parte, las rocas volcánicas con contenidos de SiO2 entre 48 y 58% son menos
comunes que los basaltos (<48%) y que las traquitas y riolitas (>58%). Este salto en la
composición de las series volcánicas es llamado “Salto de Daly”, el cual es mas aparente
que real y estaría reflejando la dinámica de la cristalización fraccionada y las fases
involucradas. La súbita aparición de un óxido mineral, puede causar una línea descendente
del líquido, en términos del contenido de SiO2, con sólo menor cantidad de
fraccionamiento. Y cuando se utiliza otro índice que no sea la SiO2, el salto es menos
notable. Si la mezcla homogénea de magmas es la responsable de las tendencias en el
extremo mas evolucionado del espectro de la serie magmática, el salto de Daly es explicado
por el concepto, que en dos magmas que se mezclan, los miembros extremos son mas
comunes que las mezclas intermedias.
En la Fig. 8-5, se expresan las tendencias de Crater Lake y Skaergard, que son claramente
diferentes. Debemos recordar por el diagrama de fases que el sistema del olivino, que para
la mayoría de los minerales máficos la relación Mg/Fe es mas alta en la fase sólida que en el
fundido con el cual coexiste. La remoción del sólido por cristalización fraccionada, deprime
el contenido de MgO en el fundido y se enriquece en FeO, como se muestra en la
tendencia de Skaergard. Los álcalis típicamente se enriquecen en el líquido y solo entran en
la fase sólida durante los estadios finales de cristalización, como se puede observar en la
evolución de las curvas del diagrama. Los magmas parentales, si están presentes, se acercan
mucho al vértice del MgO y los más evolucionados al vértice de los álcalis. Observar que,
aunque la tendencia de Skaegard muestra un pronunciado enriquecimiento en hierro en los
estadios intermedios de evolución magmática (tendencia toleítica), mientras que los de
Crater Lake, no lo tienen (tendencia calco-alcalina).
Fig. 8-6. Diagrama de elementos de Pearce, para dos suites magmáticas de Hawai.
Comenzando con el método gráfico, como se observa en la Fig. 8-7, se ilustrarán cinco
diferentes diagramas de variación tipo Harker, usando componentes hipotéticos X e Y
(expresados tanto en peso como en porcentaje molecular). En todos los diagramas, P
representa la muestra parental y D el derivado. S representa la composición global del
sólido removido desde el parental para producir un líquido derivado. A, B y C, representan
las composiciones individuales del los minerales que pueden ser extraídos.
Donde SP y PD son las longitudes de las líneas. Asimismo los porcentajes de D y S son
derivados por:
%S = PD/SD = 100 - %D
La línea S-P-D es llamada línea de control para el mineral S.
Una ecuación similar a (8-2) puede ser usada para recalcular las relaciones como
porcentajes. Las ecuaciones 8-1 y 8-3 (o sus contrapartes en %) pueden ser usadas
conjuntamente para determinar las cantidades relativas de las tres fases, D, A y B.
En la Fig. 8-7 C, tres minerales (A, B y C) son extraídos. La composición global de los
minerales extraídos S, en este caso no puede ser inequívocamente determinada, porque la
extrapolación de la línea D-P intercepta al triángulo y no a una línea. Por lo que no se
puede determinar la relación A:B:C, ni la relación S/D, si no contamos con información
adicional.
En la Fig. 8-7 D, representa una secuencia de dos minerales que son extraídos de P, en una
situación análoga a un eutéctico binario. Primero la composición global del mineral
extraído S1 (mineral B) cristaliza y es removido, conduciendo al líquido parental desde el
punto P1, directamente desde B hacia P2. En P2 el mineral A se une a B, en que la
extracción tiene una relación A/B igual a S2. Ahora el fundido en este momento (P2) se
mueve desde S2-P2 para dar el fundido derivado D. La resultante línea del líquido muestra
un quiebre en P2 y no es sólo una línea recta como en los casos anteriores. En cualquier
punto a lo largo del patrón evolutivo, las proporciones relativas de las fases que coexisten
pueden ser determinadas usando las ecuaciones de 8-1 a 8-3.
En la Fig. 8-7 E, se ilustran los efectos de extracción de una solución sólida de dos
minerales en los cuales la relación varía continuamente (tal como ocurriría sobre una línea
cotectica). En este caso, la composición global del mineral extraído se mueve derivando
desde los puntos de extracción cambiantes, resultando líneas de descenso del líquido
curvas, similares a aquellas para Al2O3, MgO y Na2O (Fig. 8-7).
Estos ejemplos gráficos son la base para soluciones numéricas más rigurosas, que pueden
ser modeladas matemáticamente.
Analizaremos un proceso simple, que se presenta en la Fig. 8-8, tanto por medios gráficos
como matemáticos y podremos ver que el método matemático es muy superior.
La técnica que se describe puede ser usada igualmente bien para un modelo de acumulación
de cristales (caso D de la Fig. 8-7), ya que la única diferencia entre cristalización fraccionada
y acumulación de cristales, está dada por las texturas.
Fig. 8-7. Diagramas X-Y hipotéticos, expresadas en peso%, o moles %. P = parental; D =
hijo; S = sólido extraido. A, B, C = fases sólidas posibles extraídas.
En la fusión fraccionada, puede ser modelada con P como parental y D como el fundido,
y S, A, B, etc., son las fases sólidas extraídas. La asimilación de rocas de caja y mezcla de
magmas, también pueden ser modeladas y también cualquier combinación de procesos.
Sofisticados modelos de computación para desarrollar cuantitativamente las tendencias
evolutivas, ya sea en procesos simples o combinados.
1. Las rocas de la Fig. 8-8 se relacionan entre sí, por procesos de cristalización fraccionada.
2. Las tendencias observadas representan líneas de líquidos descendentes.
3. El basalto es el magma parental del cual los otros son derivados.
El primer método es el mas general, se asume que el punto B representa al magma parental
y se une por una línea recta con BA (fundido derivado) y S (composición global del mineral
extraído), como fue mostrado en la Fig. 8-7. Si se quiere determinar S, entonces se debe
trazar una línea por extrapolación hasta el contenido mas bajo en SiO2, desde BA-B. De
todos los análisis de la Fig. 8-8, tres tienen correlaciones positivas con la SiO2 en el rango
B-BA: Al2O3, Na2O y K2O.
Asimismo asumimos que no hubo potasio en los minerales extraídos (que es razonable para
la composición de los basaltos), por lo que el valor de 46,5% de SiO2, es adecuado para
nuestros propósitos. Usando la línea vertical de la Fig. 8-8 para el 46,5% de SiO2, podemos
determinar gráficamente las concentraciones de los otros óxidos en la composición mineral
extraída, por intersección con las curvas de los diferentes óxidos.
Fig. 8-8. Diagrama de Harker que grafica la serie volcánica calco-alcalina de la Tabla 8-5.
Una mayor aproximación podemos lograr usando el método matemático, con los datos de
la Tabla 8-5, aplicando una ecuación linear a las variables químicas X e Y y las rocas 0, 1 y
2:
Usando las aproximaciones gráficas o matemáticas para todos los óxidos mayores, se puede
obtener la composición química de los minerales que fueron extraídos y que figuran en la
Tabla 8-6. Observar que todos los valores son positivos, excepto el K2O, que es cero.
También se puede ver que con dichos valores se puede hacer el cálculo normativo para
obtener una mineralogía aproximada (se puede también usar otro esquema de norma, como
la de alta presión si se sospecha que los procesos de fraccionamiento ocurrieron en
profundidad). Observar que olivino, diópsido y plagioclasa dominan en la asociación
mineral extraída. Siendo que la norma es catiónica, la composición de la plagioclasa es igual
a 100 an/ (an + ab) = An62, que aunque es un poco baja para un basalto se le aproxima, ya
que éstos tienen valores en el rango de An70 a An85. La presencia de hy, no requiere
necesariamente que sea ortopiroxeno y pueden ser clinopiroxeno como pigeonita.
Un método mas preciso puede ser utilizado si hay asociaciones de fenocristales con el
basalto y si estos se pueden analizar por microsonda, los resultados pueden ser proyectados
sobre el mismo diagrama de variación como de B a BA. Las tendencias evolutivas
expresadas se consideran reales, sólo si las muestras de basaltos tienen pocos fenocristales
(<5%).
Series de magmas
Ya se ha visto como la composición química puede ser usada para clasificar y nombrar
rocas ígneas individuales, método que es especialmente útil para las rocas volcánicas que
contienen pocos minerales identificables. Las diferentes tendencias que muestras las rocas
implican relaciones genéticas o procesos de evolución, que permite distinguir familias de
magmas (y de rocas resultantes). Un grupo de rocas que tiene características químicas y/o
mineralógicas comunes y que muestran un patrón consistente en los diagramas de variación
y que sugieren un origen relacionado, puede ser nombrado como “series de magmas”. Son
sinónimos: asociación, linaje, tipos de magma y clan.
El concepto que las rocas ígneas caen en distintos grupos que tiene un patrón evolutivo
único para el tipo de magma a través de una serie de tipos derivados más silíceos y
evolucionados, fue propuesto por Iddings (1892). Este autor reconoció la naturaleza
química de esta distinción y propuso las series: alcalina y subalcalina.
Los basaltos con las altas temperaturas de su líquidus fueron considerados los magmas
parentales, desde los cuales derivan los tipos mas evolucionados. Bowen (1928) aportó el
soporte experimental para este concepto y el proceso de cristalización fraccionada fue
aceptado como dominante en la evolución de las series. Pero también son de gran
influencia los procesos de mezcla de magmas y de asimilación.
Aunque algunas series son distinguidas en el campo por sus características mineralógicas, la
caracterización química es fundamental, especialmente con respecto al contenido de sílice y
de álcalis. Las rocas alcalinas son ricas en álcalis y comúnmente están subsaturadas en sílice,
mientras que las rocas subalcalinas son saturadas o sobresaturadas en sílice. Las series
tienen índices que permiten distinguir su patrón de evolución en diagramas de variación.
Peacock (1931) proyectó CaO y (Na2O + K2O) vs. SiO2 (Fig. 8-9), para poder distinguir
arbitrariamente cuatro clases químicas, que se basa sólo en el parámetro “índice álcali-
calcio” (corresponde a un diagrama de Harker en el cual el peso % en SiO2 se incrementa
con el aumento de los álcalis y con la disminución del CaO). Peacock denominó a las
clases: alcalina (índice álcali-calcio <51); alcalino-cálcica (51 a 56); calco-alcalina (56 a 61); y
cálcica (>61).
Fig. 8-9. Curvas de regresión de CaO y Na2O+K2O, vs. SiO2. La intersección de las
curvas define el “Indice de Peacock".
Fig. 8-10. Índice de saturación de alúmina de Shand, según las relaciones de las
proporciones moleculares de alúmina a óxidos de sodio y potasio, versus alúmina a óxidos
de calcio, sodio y potasio, que definen los campos peralcalino, metaluminoso y
peraluminoso.
Shand (1927) agrupó a las rocas ígneas en base al contenido molar total de álcalis versus
contenido de alúmina como: peralcalinas [Al2O3 < (Na2O + K2O)]; peraluminosas
[Al2O3 > (CaO + Na2O + K2O)]; y metaluminosas [Al2O3 < (CaO + Na2O + K2O)
pero Al2O3 >(Na2O + K2O)]. Esta clasificación se usa esencialmente para rocas félsicas
(Fig. 8-10). La relación molar álcali-alúmina: (Na2O + K2O)/Al2O3, es llamado índice
peralcalino. El término índice agpaítico, ha sido usado como sinónimo de peralcalino. Mas
recientemente el carácter agpaítico de las rocas alcalinas consideran otros parámetros
mineralógicos y químicos, tales como: Ca, Ba, Sr, Rb y Cs, los cuales pueden sustituir a
algunos silicatos alcalinos y la IUGS recomienda que las rocas agpaíticas se restrinjan a
sienitas nefelínicas peralcalinas caracterizadas por minerales con Zr y Ti.
Fig. 8-11. A. Total de álcalis vs. SiO2, separando los campos alcalino y sub-alcalino. B.
K2O vs. Na2O, con las subdivisiones se las series alcalinas.
Fig. 8-12. A Tetraedro basáltico (izquierda) según Yoder y Tilley (1962). B. Base del
tetraedro basáltico (derecha) usando los minerales normativos cationicos.
Para las dos series originales de Iddings (1892), alcalinas y subalcalinas, se acepta ahora la
subdivisión en series toleíticas y calco-alcalinas. Las series alcalinas y subalcalinas se
distinguen en un diagrama de “total de álcalis vs. Sílice” (Fig. 8-11), en el cual las rocas
alcalinas se proyectan en forma distintiva por encima de las rocas sub-alcalinas y los
campos están divididos por una línea elegida por MacDonald (1968) e Irvine y Baragar
(1971), los que asimismo dividen a las series alcalinas en sódicas y potásicas y Middlemost
(1975) recomienda además agregar altas en potasio (Fig. 8-12 B).
La Fig. 8-12 A, corresponde al tetraedro Ne-Di-Fo-Qtz, llamado tetraedro basáltico,
porque se usa para caracterizar a dichas rocas. El plano Di-Ab-En es llamado plano de
saturación de sílice, porque a su derecha los polimorfos de la sílice son estables (indicando
sobresaturación en sílice), mientras que a la izquierda están las fases subsaturadas en sílice,
tales como olivino que es estable en ausencia de los polimorfos de la sílice. El plano Di-Ab-
Fo es llamado plano crítico de subsaturación en sílice, y a la izquierda de este plano los
minerales alcalinos muy subsaturados en sílice son estables, tales como la nefelina. La Fig.
8-12 B, es la base Ne-Ol-Q, del tetraedro (comparar con la Fig. 7-2, en la cual está presente
anortita en lugar de albita). Las rocas alcalinas y subalcalinas, cuando se proyectan en los
diagramas usan los minerales normativos,”ne, ol y q” y se distinguen por la línea de
separación propuesta por Irvine y Baragar (1971). Esta línea corresponde al plano crítico de
subsaturación en sílice. Las rocas alcalinas se proyectan a la izquierda de este plano y están
subsaturadas. Estas dos series deberían ser distintas, al menos a bajas presiones, porque la
división térmica a lo largo de la línea Ab-Ne (Fig. 8-13) impide que los líquidos puedan
cruzar con el enfriamiento. Así los líquidos en los flancos de esta división descienden con el
enfriamiento, evolucionando tanto hacia eutécticos saturados en sílice como subsaturados
en sílice. Las rocas subalcalinas pueden tener olivino o cuarzo, dependiendo del lado del
plano de saturación en sílice en que se encuentren. La secuencia de evolución común en las
series alcalinas está constituída por:
Basalto olivínico-alcalino >> traquibasaltos >> traquiandesitas >> traquitas >> fonolitas.
La serie subalcalina fue subdividida por Tilley (1950) en series toleítica y calco-alcalina.
Aunque estas subdivisiones no pueden ser distinguidas en los diagramas álcali-sílice ni
tampoco, en el ne-ol-q, ellas se proyectan en campos diferentes en el diagrama AFM (Fig.
8-14).
Fig. 8-13. Sistema Nefelina – Cuarzo, con la división térmica para la composición de la
albita.
Si se compara la tendencia de la Fig. 8-14 se puede ver que la de Skaergard es claramente
toleítica, mientras que la de Crater Lake es calco-alcalina. Ambas series evolucionan de:
basalto-andesita-dacita-riolita, pero hay diferencias mineralógicas y químicas entre las dos
series, que se hacen mas evidentes en las composiciones intermedias. Irvine y Baragar
(1971) encuentran que es imposible distinguir los miembros más silíceos de las dos series,
porque ellas convergen desde diferentes patrones evolutivos de enriquecimiento en hierro,
que caracteriza a los estadios intermedios (Fig. 8-14).
Otros términos tales como peraluminosos, metaluminosos, etc. Aunque pueden mostrar
características distintivas de las series magmáticas, son usados sobre todo como términos
descriptivos, para enfatizar sobre rocas ígneas particulares o provincias.
Aunque los magmas de las series alcalina, toleitica y calco-alcalina dominaron la historia
ígnea de la Tierra, también se encuentran tipos transicionales. Diagramas como los de las
Fig. 8-14 a 8-15, sugieren una clara separación de los tipos de series, pero cuando se
agregan datos adicionales, la distinción se vuelve menos clara.
Fig. 8-14. Diagrama AFM, mostrando las tendencias evolutivas en los campos toleítico y
calco-alcalino.
La Fig. 8-15, se realizó sobre más de 41.000 análisis de rocas ígneas, usando como base la
Fig. 8-9. Además de notarse que las rocas subalcalinas son mas comunes que las alcalinas,
se puede ver que no hay ningún salto composicional entre ambas. Asimismo se acepta
comúnmente que los magmas están muy estrechamente definidos para acomodar a todas
las variedades, o aún las series de magmas y particularmente entre las rocas alcalinas
altamente variables del interior de los continentes. Así, aunque la clasificación en series de
magmas es útil, dista de ser perfecta. Como por ejemplo los basaltos de Mauna Kea y de
Columbia River Plateau, son toleíticos como los basaltos de la dorsal medio-Atlántica, ello
no significa que tengan: orígenes, química y patrones de evolución, idénticos. Con estas
salvedades se considera que aún es conveniente el uso de los tres principales tipos de
magmas (toleíticos, calco-alcalinos y alcalinos).
Fig. 8-15. Diagrama sílice – álcalis, con 41000 análisis de rocas ígneas y distribución en los
campos alcalino y subalcalino (LeMaitre 1976).
Las series de magmas son fundamentales para poder entender no sólo la petrogénesis sino
los ambientes tectónicos en los cuales tuvieron lugar estos fenómenos.
Lecturas seleccionadas
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Iddings, J.P. 1892. The origin of igneous rocks. Bull. Phil. Soc. Washington 12: 89-213.
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Capítulo 12: Dorsales Oceánicas
Introducción
Un mapa de las cuencas oceánicas muestra que los accidentes topográficos más notables
corresponden a las Dorsales Medio Oceánicas (DMO), que forman crestas que se elevan de
1.000 a 3.000 m por encima del fondo oceánico que las rodea. Estas dorsales se desarrollan
en la parte media de las cuencas oceánicas mayores, con marcadas pendientes en ambos
flancos y alcanzan longitudes que en total exceden los 60.000 km (Fig. 12-1). Una particular
expresión del sistema de DMO lo constituye Islandia, que forma parte de la dorsal medio-
Atlántica. Asimismo, el fondo oceánico es cortado por centenares de fracturas que tienen
un patrón casi paralelo entre si y se desarrollan aproximadamente normales al eje de la
dorsal y que se denominan fracturas de transformación.
Por debajo de una capa de sedimentos que se deposita por fuera del rift oceánico, las
siguientes litologías pueden distinguirse hacia la profundidad:
La percolación del agua de mar dentro de las rocas basálticas fracturadas, las enfría y
produce intensa alteración o metamorfismo del fondo oceánico. Además, la litósfera en su
conjunto se enfría por conducción calórica y a medida que se aleja del borde de acreción, se
enfría y engrosa.
Dorsales asísmicas
Las dorsales asísmicas son estructuras volcánicas lineales poco conocidas, que se elevan de
2000 a 4000 m por encima del fondo oceánico, con anchos de 100 a 200 km y 700 a 1000
km de largo, estimándose que cubren el 25% del fondo oceánico. Ellas forman cadenas de
islas volcánicas o montes submarinos que habrían sufrido subsidencia durante su
evolución.
La fábrica de los MORB refleja un rápido enfriamiento del magma próximo al líquido
extruido en agua de mar fría, como flujos lávicos, lavas en almohadillas y brechas
hidroclásticas asociadas. El tamaño de grano es variable, desde tipos vítreos a porfídicos
con 20-30% de fenocristales. Una piel vítrea se produce en la superficie de las almohadillas
y la masa es vitroclástica con escasos fenocristales de plagioclasa bitownita, con o sin
olivino magnesiano y que contiene pequeñas inclusiones de espinela de Cr-Mg. El vidrio
está alterado a palagonita. Los fenocristales de augita son raros y están confinados a las
lavas más cristalizadas que contienen olivino y plagioclasa. Localmente se observan
desequilibrios, como corrosión en los fenocristales que se encuentran dentro de una
mesostásis más evolucionada y de fenocristales que contienen inclusiones fundidas,
diferentes al vidrio de la matriz. Estos atributos reflejan, tanto mezcla como
fraccionamiento desde magmas más primitivos.
Tabla 12-1. Caracteres de los basaltos toleíticos y alcalinos. Hughes (1982); McBirney
(1993).
Olivino, espinela y plagioclasa cálcica son los primeros minerales que cristalizan, seguidos
de augita y óxidos de Fe-Ti. El desarrollo de olivino es consistente con los modelos
MORB, involucrando el fraccionamiento de olivino desde magmas primarios picríticos.
Los fenocristales de augita son raros y confinados a rocas con abundante olivino y
plagioclasa. El anfíbol es muy raro y se encuentra sólo en basaltos con afinidades alcalinas,
en cumulatos de gabros y en estadios tardíos de alteración hidrotermal.
Composición química
La composición química de un MORB-N es relativamente uniforme en comparación con
otras asociaciones basálticas. Típicamente son toleíticas subalcalinas con cuarzo u olivino,
que contienen olivino-hipersteno, o cuarzo-hipersteno normativos. El atributo más
distintivo es la baja concentración de elementos incompatibles incluyendo Ti y P y los
grandes iones litófilos tales como K, Rb, Ba, Th y U, en comparación con toleitas de las
islas oceánicas y de los plateau continentales. Las toleitas Hawaianas (basaltos de islas
oceánicas - OIB) tienen menor contenido de Al2O3 que los MORB, sugiriendo diferencias
en el magma primario.
Los MORB muestran notable uniformidad de los elementos mayores: la SiO2 = 47 - 51%,
no se utiliza como índice de diferenciación por su poca variabilidad, utilizándose en su
lugar el contenido de MgO o valor M = 100 Mg/(Mg + Fe+2), con valores que van entre
55 y 65, además de elementos trazas distintivos.
Los altos topográficos y plataformas volcánicas del fondo oceánico, parecen estar asociadas
con “puntos calientes” (altos gradientes geotérmicos) y espesores intermedios, entre
corteza continental y oceánica. Sobre esta base los MORB han sido clasificados en:
Los basaltos Tipo-N, son dominantes en los océanos Pacífico y Atlántico, al S de los 30ºN;
mientras que los Tipo-E, dominan en el Atlántico al N de los 30ºN y en la zona de las
Galápagos.
Fig. 12-3. Diagrama de variación K2O vs. SiO2, correspondiente a la dorsal medio-
Atlántica. Los campos de los tipos de corresponden a Middlemost (1975). A: alcalinos. SA:
subalcalinos.
Elementos LIL
(Cationes grandes de valencia baja como: Cs, Rb, K, Ba, Pb y Sr) están deprimidos en la
mayoría de los MORB, en relación con los de las islas oceánicas y de las toleítas
continentales.
Elementos LHV
(Cationes grandes de valencia alta: Th, U, Zr, Hf, Nb y Ta) llamados “elementos
inmóviles”, se usan en forma conjunta con otros elementos resistentes a la alteración como:
Ti, Y, P y Sr, para discriminar entre basaltos de diferentes ambientes tectónicos. Estos
elementos tienden a ser deprimidos en los MORB-N en relación al MORB-E y a las toleitas
de las islas oceánicas. La relación Zr/Nb en los MORB-N tienen relaciones >30; mientras
que los MORB-E las relaciones son ≈10, similar a las toleitas de las islas oceánicas.
Tierras Raras
Los MORB tipo-N típicos no muestran fraccionamiento de tierras raras pesadas y tienen
una fuerte depresión en las tierras raras livianas. Los basaltos primitivos tienen
concentraciones de tierras raras de hasta 10 veces el condrito, mientras que los basaltos
muy diferenciados alcanzan >50 veces el condrito.
Las composiciones del MORB y del manto peridotítico (abisal), muestreadas en las dorsales
oceánicas reflejan variados grados de fusión parcial, con extracción de fundidos. Después
del fraccionamiento polibárico del olivino durante su ascenso, desde el manto, los magmas
MORB se diferencian a baja presión en cámaras corticales por debajo del rift. Asimismo,
los basaltos de fondo oceánico siguen una tendencia de fraccionamiento con
enriquecimiento extremo de Fe y más limitado en sílice y álcalis.
Reservorios mantélicos
Las imágenes sísmicas de la convección somera del manto debajo de la elevación del
Pacífico Oriental y de la pluma ascendente del manto profundo por debajo de Islandia,
soportan la existencia de dos tipos distintos de reservorios mantélicos.
Estas regiones de manto son fuentes de fundidos parciales de basaltos que tienen distintos
elementos trazas y signaturas isotópicas. Un reservorio que está deprimido en elementos
incompatibles y no tiene isótopos radiogénicos de Sr y Nd, son la fuente de los MORB-N.
Esta fuente corresponde al manto superior por debajo del sistema global de dorsales
oceánicas. Los otros reservorios son más profundos y corresponden al manto relativamente
enriquecido próximo a la composición del volumen silicático de la Tierra y constituye las
plumas. Muchos basaltos de la dorsal medio-Atlántica al norte de los 30ºN parecen ser
derivados de una mezcla de dos reservorios magmáticos. Esta fuente mixta de basaltos,
están enriquecidos en elementos trazas incompatibles con relación a los MORB-N y son
llamados MORB-E. Están enriquecidos en elementos LIL y en tierras raras livianas, con
relación a las tierras raras pesadas (p.ej. La/Yb) es mayor en los MORB-E que en los
MORB-N.
Pequeña fusión parcial en el manto, genera fundidos con alta relación Rb/Sr y bajos en
Sm/Nd, en relación de las diferentes compatibilidades entre estos pares de elementos.
Donde los fundidos parciales migran y metasomatizan al manto, especialmente si es
antiguo (digamos >1 Ga), 87Sr/86Sr es más alto que la composición global de la Tierra y
143Nd/144Nd es más bajo.
Modelos petrogenéticos
La generación de magma basáltico en los márgenes acrecionarios de placas debería
representar el tipo de magma terrestre más simple. La aparente regularidad de la corteza
oceánica sobre millones de kilómetros cuadrados, atestiguan la continuidad del proceso
magmático en los últimos 100 Ma, pero en contraste los estudios geoquímicos detallados
del MORB, revelan heterogeneidades y diversidad de procesos petrogenéticos (Fig. 12-5).
La composición química de los basaltos generados en las DMO, dependen de una variedad
de factores que incluyen:
Los MORB más primitivos tienen 10% de MgO (M = 70); Ni = 380 ppm y fenocristales de
olivino magnesiano. Estos magmas tienen caracteres químicos primarios de fusión parcial
del manto y se formarían por fraccionamiento del olivino en camino hacia la superficie, no
siendo necesario magmas primarios picríticos. Los MORB evolucionados atestiguan la
importancia del fraccionamiento de “ol + plg + clpx”. Además es importante la mezcla de
magmas y la cristalización fraccionada, que dan lugar a magmas derivados con diferentes
composiciones.
Un espectro continuado de composiciones, existen entre los dos miembros extremos. Los
MORB-N parecen derivados de una fuente astenosférica (manto superior deprimido);
mientras que los MORB-E serían derivados desde una pluma más enriquecida o punto
caliente.
Los MORB ricos en Mg están saturados con “ol + clpx + orpx”. Con P> 8 – 10 kb, que
corresponden a profundidades mínimas de 25 – 30 km. De modo que el magma madre de
los MORB debería haberse equilibrado en el campo de lherzolita - espinela. Los magmas
primarios evolucionan por procesos de fusión parcial polibárica, que comenzaría a más de
60 km.
Ofiolitas
Introducción
Las ofiolitas son definidas como grandes masas máficas a ultramáficas tabulares, que se
presume se han formado a partir de antigua corteza oceánica o del manto superior, que han
sido falladas y transportadas como lentes en los continentes e incorporadas en los
cinturones montañosos. Los pequeños lentes de ofiolitas ultramáficas, ahora
desmembradas e incorporadas en los cinturones deformados de montañas, se denominan
Peridotitas Alpinas.
Los terrenos acrecionados de rocas oceánicas emplazadas a lo largo de los márgenes de los
continentes y las placas oceánicas que se obductan, incluyen una secuencia distintiva de
rocas llamadas ofiolitas. La mayoría de los centenares de secuencias ofiolíticas reconocidas
en el mundo están desmembradas y solo en partes están expuestas. Las secuencias
ofiolíticas conocidas más completas se encuentran al norte de la península Arábiga en
Omán (Searle y Cox 1999) y en el Complejo de Troodos en la isla de Chipre en el
Mediterráneo (Moores 1982).
Características distintivas
Origen y emplazamiento
Los cuerpos ultramáficos Alpinos, comprenden según su composición dos subtipos que
gradan uno al otro.
Subtipo Harzburgitico
Subtipo Lherzolítico
Con el aumento de presión (Fig. 12-9), las asociaciones minerales de las lherzolitas son:
Una categoría de las Peridotitas Alpinas se las denomina “Diapiros peridotíticos de alta
temperatura”, que han intruído verticalmente como cuerpos diapíricos y la alta temperatura
de la intrusión puede ser reconocida por las aureolas de metamorfismo de contacto. Como
ejemplos se citan: la peridotita Lizard de Inglaterra (Green 1964); las peridotitas Ronda
(España) y Mt. Albert, Canadá. En estas intrusiones las evidencias petrográficas y de
geobarometría de piroxenos, indican que la asociación mineral original de la peridotita
estuvo en equilibrio a muy alta temperatura y presión y ha recristalizado como asociaciones
de baja presión y temperatura durante el ascenso y emplazamiento final. Con respecto a
este mecanismo se han producido cuestionamientos, que expresan que un diapiro de
peridotita, no puede intruir la roca de campo que es más liviana, aunque ella esté
parcialmente fundida y serpentinizada. Las observaciones se basan en la falta de evidencias
de fusión parcial a gran escala, o la falta de serpentinización, o si la serpentinización es de
post-emplazamiento.
Los estudios estructurales de las peridotitas de tipo Alpino, indican que estas rocas fueron
transportadas tectónicamente ha su lugar actual y no han llegado como intrusivos ígneos.
Donde la roca de campo muestra metamorfismo de contacto, éste generalmente indica que
la peridotita ha intruido como un cuerpo caliente, aunque sólido. Estas conclusiones llevan
a dos posibles interpretaciones: a) que la peridotita se ha originado a mucha mayor
profundidad que la roca de campo, y b) que los eventos magmáticos principales de
cristalización de la peridotita no son demasiado anteriores a su emplazamiento.
Fig. 12-10. Esquema de obducción de ofiolitas.
Serpentinización
Hay tres minerales principales de serpentina – crisotilo, lizardita y antigorita, que tienen
aproximadamente la misma composición (Mg6Si4O10(OH)8). La serpentinización es un
proceso de baja temperatura. A presión >1 Kb, el olivino reacciona con agua para formar
serpentina a temperatura <500ºC.
Lecturas Seleccionadas
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Green, D.H. 1964. The petrogénesis of the high-temperature peridotite inclusions in the
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Capítulo 14: Flujos basálticos continentales
Introducción
Grandes sectores de los continentes han sido cubiertos por potentes flujos de lava basáltica
durante el pasado geológico, lo que habría tenido lugar desde fisuras, más que de centros
volcánicos individuales. Estos se denominan: flujos basálticos continentales (CFBs), o
provincias basálticas, o plateau basálticos, como pueden verse en la figura 14-1 y en la tabla
14-1. Dominantemente son erupciones de basaltos toleíticos en términos de mineralogía y
química de los elementos mayores y son similares a los MORB, con patrones de elementos
trazas que los hacen afines con los MORB-E y con las toleitas de islas oceánicas, todos
ellos generados en ambientes tectónicos extensionales.
Los flujos basálticos de Paraná tienen composiciones de: basaltos, andesitas basálticas,
dacitas, riodacitas y riolítas (Fig. 14-2). Los basaltos y andesitas basálticas tienen
fenocristales y pasta de plagioclasa, augita y pigeonita, acompañados de escasa magnetita-
titanífera, ilmenita y olivino. Las andesitas basálticas tienen contenidos altos de P2O5 y
TiO2 y no tienen pigeonita como fenocristales. En las riodacitas y riolitas los fenocristales
de plagioclasa, piroxeno y opacos son típicos, con fenocristales aislados de feldespato
alcalino, que también se desarrolla en la pasta junto con cuarzo y clinopiroxeno rico en Ca,
pigeonita, magnetitatitanífera e ilmenita. La presencia de xenocristales resorbidos de
labradorita, apoya un modelo de fusión parcial de gabros o granulitas de la corteza inferior.
Cuando se comparan los fenocristales de los típicos CFBs, con los MORB-N, encontramos
que en ambos dominan las plagioclasas; pero en los MORB, olivino y espinela de Mg-Cr
son accesorios comunes; mientras que en los CFBs, las plagioclasas están acompañadas,
por augita ± pigeonita y el olivino es muy raro. En muchos CFBs el piroxeno pobre en Ca,
cristaliza antes que el piroxeno rico en Ca, lo que sería a consecuencia de asimilación de
corteza continental antes de alcanzar a las cámaras magmáticas de niveles altos. La
presencia de piroxeno pobre en Ca (pigeonita) evidencia contaminación de corteza
continental en el camino hacia la superficie.
Fig. 14-3. A) Diagrama K2O vs. SiO2 para los basaltos de Paraná, que separa el campo de
los Basaltos de alto P2O5 – TiO2 (gris oscuro) del campo de bajo P2O5 – TiO2 (gris
claro), mostrando los procesos dominantes que han actuado. B) Diagrama Indice
alcalinidad (I.A.) vs. Al2O3, que proyecta los basaltos en el campo toleítico, con alto y
bajos contenidos en fósforo y potasio.
Tabla 14-3. Elementos mayores y trazas de flujos continentales, toleitas de islas oceánicas y
MORB normales y enriquecidos.
Composición química
Elementos mayores: En general los basaltos toleíticos son pobres en Mg. En términos de
K2O versus SiO2 (Fig. 14-3A) los CFBs varían desde toleíticos bajos en K, comparables a
los MORB, algunos son basaltos medianamente alcalinos, aunque la mayoría son toleíticos
subalcalinos, con contenidos de K2O mayores a los MORB.
Fig. 14-4. A. Relación CaO vs. MgO, mostrando los campos de los basaltos de de Paraná.
HPT (gris oscuro) y LPT (gris claro). B: Diagrama TiO2 vs. SiO2, mostrando la relación
para HPT y LPT.
La proyección del índice álcalis (IA) versus Al2O3 (Fig. 14-3B) claramente establece las
características toleíticas. La marcada dispersión que se observa en los diagramas de
variación, tales como K2O-SiO2, es una consecuencia natural del fraccionamiento
cristalino polibárico, combinado con heterogeneidad de la fuente, el grado variable de
fusión parcial y la contaminación cortical. Como el rango de variación de SiO2 es
restringido, se usa el MgO como índice de diferenciación (Fig. 14-4A). Aunque la SiO2
resulta adecuada para comparar con el TiO2. Algunos flujos basálticos son bajos en Mg´
([Mg/(Mg+Fet)<0,7]) por lo que se los considera primarios y habrían sido generados desde
un manto más rico en Fe, que el manto normal de los MORB-OIB. Asimismo, ellos son
bajos en Ni, que junto con las correlaciones de CaO – MgO, son argumentos a favor de la
cristalización fraccionada a baja presión, dominada por plagioclasa y clinopiroxeno.
Los estudios geoquímicos de los flujos basálticos de Paraná (Bellieni et al. 1984, 1986;
Mantovani et al. 1985; Fodor 1987; Petrini et al. 1987), han revelado dos tipos: los LPT
(bajos en P2O5 – TiO2) que dominan en el área sur de la provincia volcánica y los tipo
HPT (altos en P2O5 – TiO2) que dominan en el norte. Ambos tipos basálticos serían
resultantes de cristalización fraccionada a baja presión, combinada con contaminación
cortical, que produjeron magmas más ricos en SiO2.
Elementos trazas
Los estudios sobre estos elementos se han focalizado especialmente en los incompatibles,
los cuales son fuertemente particionados en la fase líquida durante la fusión parcial de
lherzolita, o durante la cristalización fraccionada del magma basáltico. En general están
caracterizados por baja concentración de elementos compatibles como Ni, que apoyan la
hipótesis que no son magmas primarios, pero que han sufrido fraccionamiento de olivino,
en su camino hacia la superficie, lo que incrementa el contenido de elementos
incompatibles, con relación a los magmas primarios más ricos en MgO. Los basaltos
toleíticos de Paraná están enriquecidos en elementos incompatibles en relación a los
MORB-N y muestran gran similitud a los MORB-E y a las toleitas de las islas oceánicas.
Asumiendo que tanto los basaltos toleíticos continentales como los oceánicos, se han
generado por volúmenes similares de fusión parcial, los CFBs no pueden ser derivados de
un MORB-N, pero muestran un patrón muy similar a las toleitas de las islas oceánicas y a
los basaltos alcalinos, con variable contaminación de corteza continental. Las rocas
corticales fusibles son más ricas que las OIB, en Ba, Rb, Th, K y tierras raras livianas; pero
tienen contenidos similares de Nb, Ta, P, Zr, Hf, Y y tierras raras medianas.
Las toleitas continentales tienen contenidos similares de HFS (Zr, Hf, P, Ti) a los MORB y
a las toleitas de islas oceánicas. Las diferencias más evidentes entre los CFBs y los basaltos
oceánicos (MORB + OIB) se da en los elementos incompatibles móviles (K, Rb, Sr, Ba,
Th), que junto al fuerte enriquecimiento en tierras raras livianas, serían consecuencia de la
contaminación cortical, o a su derivación desde una fuente de manto subcontinental
enriquecido. Los basaltos de islas oceánicas, los basaltos alcalinos continentales y las
kimberlitas, tienen relaciones La/Nb < 1; mientras que los CFBs = 0,7 – 7, según el grado
de contaminación.
Isótopos radiogénicos
Las variaciones isotópicas de los datos Nd y Sr en los basaltos oceánicos (MORB y OIB)
indican claramente que el manto superior es isotópicamente heterogéneo. Tales variaciones
reflejan la evolución y reciclado de materiales corticales en las zonas de subducción,
enriquecimiento por circulación de fluidos y fusiones parciales acontecidas a lo largo de la
historia de la Tierra.
Modelos petrogenéticos
Los flujos basálticos continentales constituyen regiones complejas, al igual que los modelos
para explicar su petrogénesis. Los problemas fundamentales se refieren: a la naturaleza y
fuentes de los magmas primarios, así como a si la contaminación tiene lugar en cámaras
magmáticas corticales, o en los diques que alimentan a dichas cámaras, o en los diques que
salen desde las cámaras hacia la superficie (Fig. 14-5).
Fig. 14-6. Distribución de las fuentes mantélicas en relación con el volcanismo continental
y oceánico.
Fig. 14-7. Variación de los isótopos de Pb de los flujos toleíticos de Paraná (HTP y LTP),
en comparación con los MORB (negro) e islas oceánicas (OIB).
Los CFBs son bajos en Mg, lo que significa que no pueden haberse equilibrado con la
mineralogía del manto normal de lherzolita, bajo condiciones saturación en H2O.
Interpretaciones posibles serían: que el magma primario sean picritas altas en Mg, las cuales
sufrieron fraccionamiento a baja-P, para producir erupciones de composiciones poco
usuales; o bien que un magma primario de composición poco usual, derivara por fusión
parcial de una fuente más rica en Fe que la lherzolita, o hubo fusión parcial de manto
normal saturado en H2O.
Cox (1980) considera que los fenocristales de “plg +/- ol +/- clpx” de la mayoría de los
CFBs sugieren fraccionamiento cristalino en equilibrio a baja presión, desde magmas
primarios ricos en MgO (Fig. 14-5), o sea que magmas picríticos constituirían complejos
profundos en la base de la corteza (25 a 40 km).
Fig. 14-8. Isótopos de Nd vs. Sr mostrando los rangos de variación de los basaltos de la
cuenca de Paraná y Ethendeka.
Las diferencias químicas e isotópicas entre los magmas basálticos toleíticos oceánicos y
continentales, puede ser expresada según la abundancia y relaciones de los elementos
incompatibles: K, Rb, Ba, Ti, P y tierras raras livianas; en forma conjunta con los isótopos
de Rb-Sr, Sm-Nd y U-Th-Pb. Las variaciones en los isótopos de 208Pb/204Pb versus
206Pb/204Pb, para los flujos basálticos de Paraná en comparación con los MORB y los
OIB, apoyan el modelo de derivación por fusión parcial de una litósfera subcontinental
enriquecida y modificada por interacción con la corteza continental en su camino a la
superficie.
En general los basaltos continentales tienen mayor diversidad isotópica, lo que ha sido
atribuido a procesos que involucran:
a. Contaminación cortical.
b. Fusión de manto subcontinental enriquecido.
c. Mezcla de fuentes de manto enriquecido y deprimido.
d. Combinación, de fusión de manto enriquecido y contaminación cortical.
Los flujos basálticos con similares caracteres isotópicos serían derivados por fusión parcial
de manto litosférico, sin necesidad de modelos de contaminación cortical.
Los xenolitos ultramáficos que llegan a la superficie, arrastrados por magmas kimberlíticos
y alcalinos, son química e isotópicamente heterogéneos, registrando distintos estilos de
enriquecimiento en tierras raras.
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Capítulo 15: Magmatismo en márgenes activos de
placas
Introducción
Los márgenes activos de placas, determinan los sitios de subducción de la litosfera oceánica
en el manto de la Tierra, produciendo la mayoría de los volcanes activos y terremotos en el
mundo, incluyendo todos los de focos intermedios y profundos, que se asocian con las
placas litosféricas descendentes.
Las cadenas de islas o cinturones volcánicos lineales, tienen longitudes de cientos a miles de
kilómetros y son relativamente estrechos de 200 a 300 km.
Existiría un límite vertical entre el manto con características litosfericas y el manto con
características astenofericas, que podrían reflejar el ascenso del magma por de bajo del arco.
Anómalamente, el manto astenosferico somero por debajo del retroarco, podría indicar el
ascenso de magma, formado por procesos distensivos en el retro-arco.
Corteza oceánica subductada: involucra a las rocas ígneas básicas y sedimentos de fondo
oceánico que son metamorfizados a facies de anfibolitas y eclogita, en presencia de una fase
fluida acuosa. La mineralogía de las rocas varía durante la subducción en función del
aumento de la presión, temperatura y composición de la fase vapor. Este progrado de
metamorfismo (facies zeolitas, esquistos azules, anfibolitas y eclogitas) está acompañado
por deshidratación, que tiene lugar principalmente entre los 80-125 km de profundidad. La
presencia del agua, baja la temperatura del solidus de las rocas en varios cientos de grados.
La profundidad a la cual comienza la corteza oceánica a fundirse, puede predecirse si se
conoce, el gradiente geotérmico de la parte superior de la loza y la cantidad de agua que
contiene. Algunos modelos sostienen, que las andesitas derivan de corteza oceánica
subductada, por fusión parcial en condiciones anhidras.
Cuña de manto: involucra la fusión parcial de lherzolitas modificadas por reacción con
fluidos acuosos o fundidos silíceos hidratados derivados de la corteza oceánica subductada.
La iniciación de la fusión parcial en la cuña de manto depende del gradiente geotérmico y la
cantidad de volátiles presentes. La presencia de H2O baja marcadamente la temperatura del
solidus y así facilitan la fusión parcial. Algunos modelos muestran que la fusión parcial
debajo del arco puede ocurrir sólo en condiciones de saturación de agua. La fusión parcial
de lherzolita en condiciones anhidras produce líquidos de composición basáltica o picrítica,
dependiendo del porcentaje de fusión. Los magmas andesíticos pueden ser generados
directamente por fusión parcial de lherzolita hidratada a profundidades <40 km. Dichos
fundidos deberían saturarse en agua conteniendo sólo el 15% H2O a 40 km y comenzarían
a cristalizar tan pronto como el vapor comienza a escapar. Tales magmas no pueden
alcanzar la superficie sin sufrir cristalización fraccionada, lo mismo que los magmas básicos
hidratados generados a mayor profundidad.
Hay un aporte continuo de volátiles desde la loza que se subducta a la cuña de manto
sobreyacente, por lo que el fundido con algunos cristales debería estar saturado en H2O y
con el aumento de la fusión, se vuelve menos saturado y cambia la composición del
fundido a basáltico o picrítico en equilibrio con la peridotita anhidra. Estos basaltos
subsaturados en H2O serían los magmas madre de las suites de arcos volcánicos, con
fraccionamiento a miembros más ricos en sílice en niveles más altos. En los modelos
teóricos, se usan fuentes mantélicas heterogéneas cuyos componentes varían con la
profundidad, lo que involucra las siguientes posibilidades:
Típicamente desde el punto de vista composicional, los magmas han sido subdivididos en
tres series: toleíticos, calco-alcalinos y alcalinos. Cada serie tiene un rango composicional
desde basalto a riolita. Según Gill (1981) dos diagramas pueden ser usados para subdividir
las composiciones de los magmas: K2O vs. SiO2 y FeO*/MgO vs. SiO2.
El diagrama de K2O versus SiO2 (Fig. 15-4), permite dividir a los AI oceánicos, en cuatro
series distintivas:
A. Series bajas en K.
B. Series calco-alcalinas.
C. Series calco-alcalinas altas en K.
D. Series shoshoníticas.
La serie A, corresponde a la serie toleítica de arcos de islas y la D es una serie alcalina. Los
basaltos de la serie B son de alta alúmina y varían en relación con los magmaa más
evolucionados (andesitas, dacitas y riolitas). La serie C, es similar a la B.
El diagrama FeO*/MgO versus SiO2 (Fig. 15-5): se aplica a los magmas toleíticos bajos en
K, que tienen marcado enriquecimiento en Fe en estadios tempranos de fraccionamiento,
en contraste con las series calco-alcalinas, en que el Fe decrece con el incremento de SiO2.
En los basaltos, el gráfico índice alcalino (AI) versus alúmina, permite separar los tipos
toleíticos de los calco-alcalinos altos en alúmina.
Las diferencias entre estas cuatro series de magmas, se reflejan en sus formas eruptivas. La
serie volcánica de arcos de islas toleíticas está caracterizada por erupciones de basaltos muy
fluidos y andesitas basálticas, acompañados de escasos flujos piroclásticos. Hay mayor
proporción de lavas afíricas, que en las series calco-alcalinas, los anfíboles y biotita están
ausentes, sugiriendo un bajo contenido en volátiles. Ejemplos típicos de los arcos toleíticos
son las islas Sándwich del Sur, Tonga, Izu y el sector norte de las Antillas Menores.
Fig. 15-4. Diagrama K2O vs. SiO2 % peso, con las divisiones de las Suites de las Rocas
volcánicos de arcos de islas.
Fig. 15-5. A) Relación FeO*/MgO vs. SiO2, muestra las tendencias calco-alcalina o
toleítica de distintos AIO. B) Indice álcalis (AI) vs. Al2O3, muestra la dominancia de
basaltos de alta-alúmina en los AIO.
En marcado contraste, las rocas principales de las series calco-alcalinas (incluyendo las altas
en K) son andesitas de dos piroxenas con un 59% de SiO2. Las erupciones son más
explosivas y los flujos piroclásticos comunes. Los magmas andesíticos son más viscosos
que los basálticos y producen estrato-volcanes de flancos empinados. La mayoría de las
lavas son altamente porfíricas, con fenocristales de plagioclasa cálcica, hornblenda y biotita,
reflejando una mayor riqueza en volátiles, en concordancia con la mayor actividad
explosiva. En esta categoría entran los volcanes de los arcos Circum-Pacíficos, las Antillas
Menores e Indonesia.
Las series shoshoníticas son mas variables, en promedio comprenden 50% en volumen de
basalto, 40% de andesitas y 10% de dacitas. Las suites alcalinas (sódicas y potásicas)
erupcionan en arcos de islas, aunque las lavas sódicas se restringen a ambientes tectónicos
específicos, tales como: a) A lo largo o en los bordes de las zonas de subducción, b) Donde
las fracturas son normales al trench donde se produce la subducción.
También se encuentra un grupo de andesitas con alto MgO (>6% peso de MgO), llamadas
boninitas, que se restringen a regiones de ante-arco, como por ejemplo el ante-arco del
sistema Marianas – Izu, en las islas Bonin.
Los esquemas de clasificación utilizados permiten dividir los arcos de islas oceánicas en
grupos, según la velocidad de convergencia, el espesor cortical y las series de magmas, que
se muestran en la Tabla 15-1.
Como se ha visto, la existencia de una fuente heterogénea, con diferentes grados de fusión
parcial, puede generar espectros de magmas primarios independientemente de la geometría
del sistema de subducción. Esto combinado con procesos de cristalización fraccionada
produce magmas de diferentes composiciones.
En los diagramas de Harker el K2O es incompatible en las suites de AI, por lo que definen
una tendencia lineal de incremento del K2O, con el aumento de la SiO2. En forma similar,
pero con correlación negativa, es el comportamiento de TiO2, CaO y FeO+Fe2O3, para
las suites genéticamente relacionadas, confirmando el rol de la plagioclasa y la magnetita,
como fases principales en el fraccionamiento durante la evolución magmática.
Tabla 15-2. Elementos mayores de rocas basálticas de Arcos de islas (AI), dorsales medio-
oceánicas (MORB) e islas oceánicas (IO)
En las Tablas 15-2 y 15-3, se muestran análisis de rocas de arcos de islas, comparados con
otros de MORB e intraplaca oceánicos. Pareciera que sólo el TiO2 sería distintivamente
bajo, mientras que el resto de elementos mayores son bastante similares.
Los elementos de bajo potencial iónico son movilizados por la fase fluida y su
enriquecimiento en los basaltos de arcos de islas, se atribuye a metasomatismo en la región
mantélica fuente, por fluidos acuosos derivados de corteza oceánica subductada.
La Fig. 15-7 muestra el amplio espectro de basaltos de AI para tierras raras normalizadas a
condrito, que corresponden a las subdivisiones, según el contenido de K2O.
La Fig. 15-8 separa a los basaltos de AI, de los MORB y de los de intraplaca. El alto
contenido de Ba se debería a enriquecimiento, en la zona de subducción, por circulación de
fluidos derivados de sedimentos oceánicos subductados.
Los patrones de tierras raras (Fig. 15-7) para los OIB muestran un amplio espectro de
patrones composicionales, desde deprimidos, planos o con fuerte enriquecimiento en
tierras raras livianas, los cuales se corresponden con las subdivisiones mayores entre las
diferentes series de magmas basadas en el contenido de K2O. Por ejemplo, los basaltos
toleíticos de AI muestran patrones deprimidos en tierras raras livianas; mientras que los
basaltos calcoalcalinos están enriquecidos en las mismas. En general, las magnitudes de Sr,
K y Ba, parecen correlacionarse con el grado de enriquecimiento en tierras raras livianas.
Fig. 15-7. Normalización de tierras raras a condrito de OIB.
Contenidos de volátiles
Los gases juveniles volcánicos que están originalmente contenidos en el magma, en su
mayoría se pierden durante la erupción y cristalización de las lavas. El H2O es dominante y
es acompañada por: CO, CO2, H2S, SO2, HCl y H2. Las relaciones H2O/Cl son más
bajas en los magmas de AI, que en los de otros ambientes tectónicos. Los contenidos de Cl
reflejan que el agua derivaría de corteza oceánica subductada. En general los magmas
toleíticos tienen bajos contenidos en volátiles, mientras que los calco-alcalinos tienen altos
contenidos. Esto se asume por la frecuencia de erupciones explosivas, la presencia de
minerales hidratados como fenocristales y en el alto contenido de anortita de los
fenocristales de plagioclasa.
La cantidad de H2O que puede disolver un magma se incrementa con la presión. Los
basaltos y andesitas cuando ascienden alcanzan la saturación en niveles en que se produce
la vesiculación, que origina erupciones explosivas. En las lavas de AI la alta relación
Fe2O3/ FeO, sugiere que los magmas son más hidratados y oxidados que en otros
ambientes geotectónicos. El estado de oxidación controla las tendencias evolutivas de los
magmas, en los toleíticos (condiciones reductoras) y en los calco-alcalinos (condiciones
oxidantes).
Isótopos radiogénicos
Los isótopos de Nd y Sr demuestran que en el origen de los magmas participa corteza
oceánica subductada (basalto + sedimentos) y la cuña de manto astenosferica, aunque no
permiten aclarar si los fundidos provienen de la fusión de la loza, o son solo fluidos
aportados durante la deshidratación.
Fig. 15-8. Campos de variación de los arcos de islas, en comparación con los MORB y
basaltos de intra-placa (BIP).
Modelos petrogenéticos
Los ambientes de zonas de subducción son las provincias tectónicas más complejas de la
tierra y muchos de los procesos que tienen lugar son incompletamente entendidos.
Teóricamente, los AI deberían representar a los tipos menos complicados de magmatismo
relacionado a subducción, específicamente, porque no existiría contaminación por material
cortical en los magmas durante el ascenso.
Las placas de subducción litosfera oceánica fría, transportadas dentro del manto están
compuestas por:
Los modelos petrogenéticos consideran que los magmas andesíticos se generan por fusión
parcial de la corteza oceánica subductada. Pero también incluyen los fenómenos de multi-
fuentes y multi-estadios, que involucran a las cuñas de manto. La generación de los
magmas, en general, comienza en los lugares donde la temperatura excede al sólido de las
rocas.
En general se considera que los magmas de AI, se generarían por la fusión parcial de:
Los fluidos de la loza oceánica subductada actúan, más como un activador catalítico de la
generación de magmas, que como fuente primaria de los magmas, aceptándose que muchos
de los magmas basálticos erupcionados en los arcos de islas oceánicas, se habrían generado
por fusión parcial de la cuña de manto, por encima de la loza litosferica subductada.
El manto astenosférico muestra heterogeneidades composicionales, que serían anteriores a
la subducción, en las que interviene una mezcla de MORB + OIB, en los procesos de
generación del magma. La fusión parcial contiene los elementos mayores, menores y los
isótopos de Sr, Nd y Pb, con valores similares a los MORB y OIB, a los que se agrega
material sedimentario y circulación de fluidos derivados de las reacciones de deshidratación
y de fluidos ricos en SiO2, para producir fundidos andesíticos.
La circulación de agua marina durante los estadios tempranos de desarrollo del arco,
origina alteraciones hidrotermales que enriquecen al reservorio en las relaciones 87Sr/86Sr,
y que pueden contaminar a los magmas acumulados en las cámaras magmáticas durante los
estadios tardíos de desarrollo. Isotópicamente, los efectos de esta contaminación son
difíciles de distinguir de los fluidos acuosos que ascienden desde la corteza oceánica
subductada, lo que solo puede ser resuelto mediante los isótopos de oxígeno.
Las composiciones de magmas evolucionados, como los andesíticos, son tan diversas que
un único proceso de generación magmática no puede explicar el amplio rango de variación
química. La cristalización fraccionada se considera como el proceso más importante en la
evolución magmática e involucra a plagioclasa, olivino, clino-piroxeno, orto-piroxeno,
magnetita y anfíbol (Powell 1978). Asimismo los experimentos de Sekine y Wyllie (1982 a-
b) demuestran que es posible la generación de magmas primarios más ricos en SiO2 que los
basaltos, desde una fuente mantélica metasomatizada, a los que se le agrega la formación de
magmas más ácidos por contaminación con sedimentos terrígenos.
Las boninitas, que son andesitas altas en MgO, serían derivadas de una fuente de
harzburgita ultra-deprimida, con enriquecimiento en los elementos incompatibles K, Ba,
Rb y Sr, que habrían sido agregados a las harzburgitas antes de la fusión y que tendrían
aporte del manto litosférico. La Fig. 15-10 muestra esquemáticamente los procesos que
operarían durante la generación del magma en la zona de colisión de placas oceánicas.
Lecturas seleccionadas
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Capítulo 19: Magmatismo de rift continental
Introducción
El magmatismo basáltico es la manifestación más espectacular de la tectónica extensional
en las placas continentales. Aquí se prestará especial atención al Rift de Africa Oriental por
la gran diversidad magmática y la actividad tectónica que lo caracteriza. Constituye además
el rift continental más grande y significativo, con un volumen erupcionado de 500.000 km3,
en suma a con los 12.000 km3 del rift de Río Grande (USA) o los 5.000 km3 del rift Baikal
(Rusia) (Fig. 19-1).
Fig. 19-1. Distribución global de los rift mayores, tanto activos como antiguos, dentro de
las grandes placas. A la derecha esquema del desarrollo de los rift de Africa, occidental y
oriental. (Modificado de Barberi etal. 1982).
Las zonas de rift continental son áreas de extensión litosférica localizadas y caracterizadas
por una depresión central, flancos levantados y adelgazamiento cortical. Con esta estructura
generalmente se asocia un alto flujo de calor, amplias zonas de levantamiento regional y
magmatismo. En general los rifts tienen pocas decenas de kilómetros de ancho y decenas a
centenares de kilómetros de largo y sus orígenes pueden deberse a distintos factores tales
como colisiones continente-continente (graben del Rhin), o cuencas de retro-arco
relacionadas a subducción (Río Columbia). Pero todas originan procesos de fusión en el
manto subyacente en respuesta a tectónica distensiva (Fig. 19-2). En general la velocidad de
distensión es de dos órdenes de magnitud menor, que las zonas de distensión oceánicas,
con valores de ~1 mm/año.
El espectro composicional de los magmas erupcionados es más amplio que en los flujos de
basaltos continentales. En general los basaltos pueden variar, desde tipos subalcalinos
transicionales a basaltos alcalinos, basanitas subsaturadas en sílice, nefelinitas y más
raramente magmas ultrapotásicos como leucititas. En algunos rifts las carbonatitas están
presentes y se asocian con rocas subsaturadas en sílice. En general el volcanismo es
altamente explosivo y las rocas piroclásticas pueden dominar en las secuencias volcánicas,
lo que sugiere un enriquecimiento en volátiles en la región fuente. En rifts antiguos
erosionados (Gardar, Groenlandia; Oslo, Noruega) han quedado expuestas las raíces, que
están constituidas por rocas plutónicas como sienitas, sienitas nefelínicas y granitos
alcalinos que dieron lugar en superficie a estrato-volcanes de traquita y fonolita.
Fig. 19-2. Modelos de desarrollo de rifts, pasivos y activos (Keen 1985).
Petrografía
Dada la amplia diversidad de las ZRC se han seleccionado tres tipos considerados
representativos:
La alcalinidad (Na2O+K2O %) de estas suites decrece desde (a) a (c), con amplia variación
textural desde tipos afíricos a fuertemente porfíricos, siendo similares los minerales de los
fenocristales y de la pasta. Los minerales presentes son plagioclasa, olivino, clinopiroxeno
rico en Ca, óxidos de Fe y Ti, y apatito. Los minerales hidratados incluyen hornblenda y
biotita y están restringidos a los miembros más evolucionados de la suite basanita-fonolita,
al igual que la nefelina.
Composición química
Elementos mayores: Las lavas de las suites volcánicas de las ZRC pueden ser clasificadas
usando los diagramas (Na2O+K2O) versus SiO2 (Cox et al. 1979) (Fig. 19-3; 19-6), ya que
los álcalis son incompatibles hasta estadios avanzados de fraccionamiento.
Fig. 19-3. Diagrama total de álcalis vs. Sílice (Cox et al. 1979).
Tabla 19-1. A: Análisis químicos de la suite basanita-fonolita y B: bimodal basalto-riolita
del Rift Monte Kenya.
En el ambiente tectónico correspondiente a las ZRC, las lavas mas sálicas pueden
producirse por cristalización fraccionada desde magmas basálticos temporal y
espacialmente asociados, en combinación con variable contaminación cortical.
Alternativamente pueden producirse por fusión de una fuente independiente, en
condiciones de abundancia de volátiles.
Figuras 19-4 y 5. Variación de % peso de MgO y Al2O3 vs. SiO2, en la suite Boina y
campos de variación de K2O vs. SiO2 en Etiopía.
Elementos trazas
La Tabla 19-2, muestra las composiciones químicas de basaltos y lavas más evolucionadas
de suites volcánicas del rift de Africa oriental y Etiopia que se consideran representativos
de los magmas de ZRC. Los elementos trazas incompatibles son particionados en la fase
fundida, durante los procesos de fusión parcial e cristalización fraccionada. Los miembros
más básicos de estas suites tienen concentraciones bajas de Ni, lo que sugiere que han
sufrido fraccionamiento de olivino en el camino hacia la superficie, que tiende a
incrementar la concentración de los elementos trazas incompatibles en el magma basáltico,
con relación a los magmas primarios ricos en MgO. Una característica de estas suites
volcánicas de Africa Oriental son las relaciones relativamente constantes de algunos
elementos trazas incompatibles tales como: Nb/Zr, Ce/Zr, La/Zr y Rb/Zr, en rocas con
amplia variación de la SiO2. Sólo la cristalización fraccionada puede preservar las relaciones
de las concentraciones de los elementos incompatibles ya que cualquier proceso de
contaminación cortical, tiende a cambiarlos.
Isótopos radiogénicos
Los datos de Nd-Sr del manto superior muestran considerable variación isotópica y el
manto litosférico subcontinental, preserva las heterogeneidades isotópicas, que presentan
magmas en diferentes regiones fuentes de la placa intracontinental.
Tabla 19-2. Elementos mayores y trazas para la suite basalto-andesita del Rift de Kenya.
Muchos basaltos se proyectan dentro del campo mantélico que se definen como basaltos
oceánicos no-contaminados (MORB + OIB), mientras que otros se proyectan fuera de ese
campo. El rango de variación isotópica de los basaltos de ZRC, podría explicarse en
términos de su derivación desde un reservorio en el manto. En general la fuente mantélica
MORB no constituye el mayor componente de los volcanes de ZRC. En su lugar se debe
considerar la posibilidad de que la mayoría derivarían de una pluma de manto de fuente
OIB (rifts activos) o desde litosfera subcontinental (rifts pasivos).
Las lavas pobres en SiO2 y ultrapotásicas del campo Kikorongo del rift occidental de
Africa, muestra variación isotópica de Pb. Esta lava tiene alto contenido de Cr y MgO e
incluye xenolitos derivados del manto, lo que sugiere que han subido rápidamente a través
de la corteza, sin haber sufrido contaminación apreciable. Por otra parte las nefelinitas de
Nyiragongo muestran amplia variación isotópica de Pb con relaciones 206Pb/204Pb > 62.
Para explicar estas altas relaciones isotópicasr, es necesario que la región fuente haya
sufrido fuerte metasomatismo para causar el fraccionamiento extremo de U y Pb.
Fig. 19-6. Diagrama de variación 143Nd/144Nd vs. 87Sr/86Sr, correspondientes a las
ramas este y oeste del rift de Africa Oriental, para los distintos tipos de volcanitas.
Fig. 19-7. Variación de las relaciones isotópicas de Pb, para las kimberlitas, OIB, MORB y
Rift del E de Africa.
Modelo petrogenético
Actualmente se acepta que la formación de cuencas sedimentarias y rifts intracontinentales
están conectados por extensión y deformación de la corteza y del manto litosférico. Los
modelos teóricos asumen que el componente mantélico de la litosfera es adelgazado más
eficientemente que la corteza y como consecuencia el calor transferido hacia arriba desde la
astenósfera produce una aureola térmica que genera el levantamiento o domamiento de las
rocas corticales superpuestas. Dos casos son considerados: A) Rift activo: el ascenso
astenosférico causa el levantamiento de la litosfera y controla la formación del rift. El
ascenso de material caliente, asociado con las dorsales medio-oceánicas o a una pluma de
manto simétrica a un eje. En estos ambientes los volcanes deben preceder al rifting. B) Rift
pasivo: es causado por deformación diferencial en la litosfera. En este caso el rift se forma
primero y el levantamiento de los flancos continuaría debido al desarrollo de pequeñas
celdas de convección debajo de ellos (Fig. 19-8). Se aplica como mecanismo para el origen
de algunas cadenas lineales de islas oceánicas.
En los modelos petrogenéticos de zonas de rift continental (ZRC) se debe explicar la gran
diversidad de magmas, desde melilíticos pobres en sílice, basanitas y nefelinitas, pasando
por carbonatitas y magmas ultrapotásicos, así como rocas medianamente alcalinas y
basaltos transicionales. En general estos magmas de naturaleza alcalina, enriquecidos en
elementos litófilos de radio grande, sugieren derivación mantélica y desde una fuente
MORB astenosférica enriquecida. Esto posiblemente se relacionaría a que por debajo de
los rifts continentales la fuente enriquecida involucrada, corresponde a litosfera
subcontinental antigua.
Un problema importante en el estudio del magmatismo de las ZRC son los roles relativos
que juegan el manto astenosférico y el litosférico en la petrogénesis del espectro
composicional de los magmas basálticos primarios. El adelgazamiento de la litosfera puede
producir una fusión significativa por debajo del eje del rift desde la fuente de manto
astenosférico. Esto genera un cambio progresivo desde la fuente astenosférica a la
litosférica. La amplitud composicional de los xenolitos transportados a la superficie por los
basaltos alcalinos continentales y por la kimberlitas, muestran marcadas heterogeneidades
en los isótopos de Sr-Nd-Pb.
Bailey (1983) considera que las ZRC están caracterizadas por dos asociaciones magmáticas
distintas. La primera involucra a basaltos de tipos transicionales a medianamente alcalinos,
fuertemente alcalinos y basanitas, los cuales fraccionan produciendo tipos más
evolucionados como hawaitas, mugearitas, benmoreitas, traquitas y riolitas alcalinas.
Mientras que la segunda asociación más altamente alcalina y subsaturada en sílice, incluye a
nefelinitas, melilitas y leucititas, las cuales fraccionan a un residuo fonolítico.
Fig. 19-8. Comparación de las características isotópicas de diversos reservorios magmáticos
involucrados en la petrogénesis de (a) islas oceánicas y (b) basaltos de rift continentales
activos (McDonough et al. 1985).
Barberi et al. (1982) han clasificado a los rifts intracontinentales en tipos de altovolcanismo
y de bajo-volcanismo, sobre la base del volumen de material erupcionado. Ejemplos de rifts
de bajo volcanismo son la rama occidental del rift de Africa, el graben del Rhin y el graben
del Baikal, que además del bajo volumen de material erupcionado, muestran baja velocidad
de extensión cortical, volcanismo discontinuo, con un amplio espectro de magmas
basálticos y pequeños volúmenes de diferenciados ácidos. Predominan magmas
subsaturados fuertemente alcalinos (nefelinitas, basanitas, leucititas), con tipos
transicionales que se vuelven más abundantes cuando el volumen de las erupciones se
incrementa. En este ambiente Bailey (1983) sugiere que las fracturas litosféricas profundas
permiten el flujo de volátiles desde la astenosfera causando metasomatismo de la litosfera,
que al sufrir fusión parcial provee los componentes mayores para el magmatismo.
En contraste los rifts de alto volcanismo, tienen mayor velocidad de extensión cortical,
predominando los basaltos medianamente alcalinos, con distribución bimodal de magmas
ácidos y básicos. Como ejemplos se citan sectores de Kenia y Etiopía del rift de Africa
Oriental y sectores del rift Río Grande (USA). En general muestran estrecha relación
química con los magmas básicos y ácidos que erupcionan en los mismos sectores del rift.
Así las fonolitas se asocian con nefelinitas y basanitas; las traquitas con basaltos alcalinos;
las riolitas peralcalinas con basaltos medianamente alcalinos y riolitas subalcalinas. En la
mayoría de los casos el magmatismo ácido se habría originado por cristalización
fraccionada de basaltos asociados. El decrecimiento de la alcalinidad de los magmas
erupcionados con el tiempo, podría explicarse por incremento de la fusión parcial con el
ascenso de material astenosférico desde el manto.
En las ZRC los basaltos derivan de lherzolita de espinela o granate y los estudios
experimentales indican que a baja fusión parcial de peridotita con flogopita a profundidades
por debajo del campo de estabilidad del anfíbol, se producen fundidos parciales altos en
K2O. La fuente de magmas ultrapotásicos se ha atribuido a metasomatismo asociado a
estadios tempranos de rift continental.
Carbonatitas
Introducción
Las carbonatitas son rocas carbonáticas que pueden ser divididas entre las compuestas
principalmente por calcita (sövitas) y aquellas compuestas principalmente por dolomita o
ankerita. La mayoría contienen óxidos como magnetita y hematita, como así también
algunos minerales silicáticos, como: monticellita, melilita, apatito y pirocloro, los cuales
pueden estar en concentraciones que pueden tener interés económico. La clasificación en
carbonatitas debe realizarse sólo cuando las rocas contienen más del 50% modal de
carbonatos (Streckeisen 1979) y pueden ser tanto plutónicas como volcánicas.
Fig. 19-10. Relaciones de fases de peridotitas, con bajos contenidos de CO2 (modificado
de Wyllie 1989).
Desde un fundido inicial: la carbonatita sería un magma primario producido por fusión
parcial del manto que contiene carbonatos, bajo condiciones particulares, como por
ejemplo por la reacción: En + Dolomita = Di + Fo + CO2, que intersecta al solidus en el
sistema CaO-SiO2-MgO-CO2, a P = 25-29 Kbar (Fig. 19-10). En este caso el magma
carbonatítico es el producto inicial de la fusión y el incremento de temperatura lo enriquece
en SiO2. Wendlandt y Mysen (1980) encontraron experimentalmente que el fundido
carbonatítico se produciría a partir de lherzolita granatífera en presencia de CO2 a P ~ 30
kb. Como los magmas carbonatíticos tienen muy baja viscosidad, pueden ser extraídos con
fracciones de fundidos tan bajas como 0,1%, en contraste con los fundidos silicáticos que
con dicho volumen de fusión, no se podrían separar de la fuente.
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