Ponencia de Albert Cortina - PDF
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INTRODUCCIÓN
La aspiración a mejorarnos, a perfeccionarnos, probablemente sea una de las
pulsiones o características fundamentales de la humanidad manifestada a lo largo
de todos los tiempos. Nos proponemos mejorar individualmente como personas, y
colectivamente como grupos familiares, sociedades y civilizaciones. Queremos
también mejorar nuestros entornos naturales, nuestros hábitats, nuestras
ciudades, nuestros paisajes…
Si bien dicha aspiración genérica de mejora resulta encomiable, en pleno siglo XXI,
cabe preguntarse: ¿qué es lo que realmente deseamos mejorar en relación a
nosotros mismos como parte de un todo? ¿Queremos mejorar al propio ser humano
como individuo para que dicha mejora alcance al conjunto de la humanidad? ¿Lo
vamos a hacer teniendo en cuenta su singularidad y diversidad, su libertad y
dignidad inalienables? ¿Pretendemos que la ampliación y mejora de sus
capacidades vayan dirigidas a un desarrollo humano más integral?
Todos queremos mejorar. No obstante, ¿hasta dónde debemos mejorar el cuerpo,
la mente, la consciencia, la espiritualidad, nuestro entorno, el planeta…mediante la
interacción e integración con las nuevas tecnologías convergentes NBIC
(nanotecnología, biotecnología, tecnologías de la información y ciencia cognitiva)?
Este va a ser pues el tema central de la presente ponencia.
Quisiera anticipar mi posición personal respecto a los temas que vamos a abordar a
continuación. Creo que lo que realmente debemos mejorar o perfeccionar es el
proyecto humano. Considero que dicho proyecto, desde una concepción dinámica
de la ley natural y del orden cósmico, está abierto en su evolución biológica,
1. TRANSHUMANISMO
Mejoramiento humano, perfeccionamiento del proyecto humano y trascendencia
Algunos autores consideran que el origen remoto del transhumanismo, al menos en
la formulación de este término y en su inspiración general, puede situarse en un
texto de 1957 del biólogo Julian Huxley1.
Sir Julian Huxley, fue el primer director general de la UNESCO, colaboró en la
Sociedad Humanista de Nueva York (First Humanist Society of New York) y en la
presidencia del congreso fundacional de la Unión Internacional Humanista y Ética
en 1952 (Internacional Humanist and Ethical Union). A su vez, fue uno de los
grandes pioneros en la defensa medioambiental a través del World Wildlife Found.
(WWF), y ayudó asimismo a fundar la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza (UICN) (Enciclopedia de la Ecología y la Salud, 2002, p. 349). No
obstante, también mantuvo durante un tiempo una posición favorable a la
eugenesia, entendida como manera de mejorar a los seres humanos. Así, en los
1Ver: http://www.tendencias21.net/Transhumanismo-una-propuesta-filosofica-para-el-tercer-
milenio_a427.html
2 Ver: http://humanityplus.org/philosophy/transhumanist-faq/#answer_19
“111. La cultura ecológica (...) debería ser una mirada distinta, un pensamiento,
una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que
conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático (...) Buscar
solo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja, es aislar cosas que
en realidad están entrelazadas, y esconder los verdaderos y más profundos
problemas del sistema mundial” (Francisco, 2015).
2. SINGULARIDAD TECNOLOGICA
Transhumanos , posthumanos y más humanos
La Singularidad está cerca. Para el ingeniero de Google Ray Kurzweil, nuestra
especie está a punto de evolucionar artificialmente y convertirse en algo diferente
de lo que ha sido siempre. Para Kurzweil, la singularidad tecnológica o Singularidad
será un acontecimiento que sucederá dentro de unos años con el aumento
espectacular del progreso tecnológico debido al desarrollo de la inteligencia
artificial (Kurzweil, 2005) Eso ocasionará cambios sociales inimaginables,
imposibles de comprender o predecir por cualquier humano anterior al citado
acontecimiento. En esa fase de la evolución se producirá la fusión entre tecnología
e inteligencia humana. Finalmente, según este autor transhumanista, la tecnología
dominará los métodos de la biología hasta llegar a una era en la que se impondrá
la inteligencia no biológica de los posthumanos que se expandirá por el universo.
Kurzweil pronostica que el siglo XXI marcará la liberación de la humanidad de sus
cadenas biológicas y la consagración de la inteligencia como el fenómeno más
importante de nuestro universo. Los ordenadores tendrán una inteligencia que los
hará indistinguibles de los humanos. De esta forma, la línea entre humanos y
“Voy a hablarles del hombre del siglo XXI, los humanos somos una especie muy
estable, una especie que no ha cambiado en 50.000 años. Aunque los humanos no
suframos ninguna transformación estructural o biológica, el progreso científico
alterará considerablemente la condición humana y los ámbitos humanos, sobre
todo nuestro comportamiento reproductivo. El progreso científico tiende a
tecnologizar o si lo prefieren a biologizar a la especie humana transformándola
gradualmente de especie “naturalis” (homo naturalis), en especie artificial u (homo
biológicus). Uno de los cambios que con toda certeza habrán tenido lugar para el
año 2000 es que los humanos gozaremos de una esperanza de vida mucho más
elevada“.
3 Ver: http://www.academia.edu/11331670/Transhumanismo
Por otro lado, un posthumano podría ser un organismo tecnológico o un ser cuyas
capacidades excediesen de forma excepcional al ser humano actual por lo que no
se plantearía ambigüedad entre humano y posthumano.
Tal vez, como señala el movimiento transhumanista, en estos momentos ya
convivamos con algunos seres transhumanos y con formas incipientes de vida
posthumana. Veamos si esta afirmación es verosímil.
Según apunta el prospectivista Jordi Serra del Pino “puede ser que la primera
forma de vida posthumana ya exista - recomiendo seguir el debate sobre si los virus
informáticos son ya una nueva forma de vida artificial- y cuando estas formas
primigenias evolucionen gracias a nuestros experimentos en inteligencia artificial,
robótica y nuevos materiales, sencillamente ya no necesitarán ser humanos. Estoy
hablando de seres con base de silicio y termodinámicamente más estables, es
decir, seres capaces de replicar las propiedades de resiliencia de la vida pero sin
estar limitados por una química que requiere la captura constante de energía.
Respecto a si tendrán alma, aún no sé si nosotros tenemos y, visto como hemos
tratado al planeta, tampoco sería tan de extrañar que la naturaleza nos considere
un experimento fallido o, meramente, un estadio de transición a lo posthumano”
(Serra, 2015, p.95).
El mismo autor nos destaca que “habitualmente se tiende a pensar más en el
posthumano como un organismo tecnológico que en una especie; así, tanto en
Terminator como en Matrix se concibe al posthumano como una red en la que el
aumento progresivo de conexiones ha propiciado la emergencia de una consciencia
tecnológica que puede extenderse por innumerables apéndices o elementos:
cyborgs, agentes, unidades mecánicas, etc. La idea de la singularidad del nuevo ser
posthumano parece ser también un rasgo compartido con las aportaciones
originadas a partir de obras de Asimov, tanto en el Hombre Centenario como en Yo
robot, la chispa de la autoconsciencia surge como culminación de un proceso de
mejora de los organismos tecnológicos que les permite reconocerse como una
nueva forma de vida autónoma. En estos casos se tiende a replicar el patrón de
que la vida surge a partir de unos procesos con un cierto grado de aleatoriedad. La
posibilidad de contemplar el posthumano como una nueva especie netamente
biológica casi no se contempla e, incluso en aquellos casos en que los humanos
son reemplazados por otra especie ya existente, como sería el caso del Planeta de
los simios, se apunta a que esto ha sido provocado por la acción humana vía
manipulación genética. En cualquier caso, invariablemente, la irrupción de los
nuevos seres, incluso en las versiones más positivas comporta la necesidad de
preguntarse en qué lugar van a dejar esos nuevos seres a los humanos" (Serra,
2015, p.348).
Con todo, señala Serra del Pino, podríamos pensar que “la probabilidad de que la
vida artificial llegue es baja o muy baja pero lo cierto es que es una posibilidad que
no se puede descartar especialmente porqué se están invirtiendo grandes sumas
de dinero en los campos que pueden propiciar su advenimiento”.
También existe una razón evolutiva. “Durante años se propugnó la idea de que el
motor de la evolución era la optimización de la vida, entiendo al homo sapiens,
como el culmen de ese proceso. Ahora sabemos que el impulso de la evolución es
la maximización del potencial evolutivo de cualquier sistema, lo que Huston llama
la evolucionabilidad (Huston, 2005, p.36). ¿Y cómo se manifiesta esta
evolucionabilidad? A grandes rasgos, en tres grandes ámbitos: en una mejor
idoneidad para comprender, gestionar e integrar la complejidad; una mayor aptitud
para capturar, procesar, almacenar y transmitir información; y finalmente, en una
más y mejor capacidad organizativa. Por tanto, la evolución busca maneras en las
que los distintos sistemas puedan ser más complejos, más comunicativos y mejor
organizados” (Serra, 2015, p.350).
Pues bien, en opinión de este autor, “si examinamos los rasgos que pudiera tener
la VAS según estos criterios evolutivos descubrimos que su potencial (evolutivo) es
superior al nuestro. Si nos fijamos en la capacidad para almacenar y procesar
información, podemos coincidir en que ya hace tiempo que las máquinas han
sobrepasado a los humanos; de hecho, incluso en lo relativo a la transmisión de
información está claro que nos han superado. Ahora mismo la especificidad
humana parece concentrarse en aquellos procesos en los que podemos hacer
conexiones inverosímiles para los procesadores o, también, en los contenidos
articulados sobre principios de lógica difusa 4 que aún son incomprensibles para la
mayoría de ordenadores. Sin embargo, este margen se reduce cada vez más ante
ordenadores como el Watson de IBM o como cuando un Chatbot superó
recientemente, por primera vez, el test de Turing5. Si atendemos a la capacidad
para comprender o gestionar la complejidad, está claro que vuelven a ganar las
máquinas. Y si analizamos su potencial organizativo… bueno, solo hay que pensar
hasta qué punto seríamos incapaces de funcionar sin la ayuda de los ordenadores.
Por lo tanto, puede haber poca duda de que la VAS podría ser evolutivamente
superior al homo sapiens; particularmente porqué tiene un metabolismo más
flexible (funcionan muy bien a bajas temperaturas) y son mucho menos vulnerables
que nosotros a los cambios en la biosfera. Por tanto, que nadie se engañe, si el
posthumano llega a aparecer, será la nueva especie dominante de la Tierra” (Serra,
2015, p.351).
4 La lógica difusa o borrosa (del inglés Fuzzy) se escapa del planteamiento binario de lo lógica
clásica, en la que las cosas o son verdad o son mentira, para proponer un marco donde las cosas
pueden ser parcialmente verdad o parcialmente mentira en función del contexto relativo de aquello
que se observa o analiza.
5 Ver: http://www.reading.ac.uk/news-and-events/releases/PR583836.aspx
6 Ver: http://www.top500.org/lists/2015/06/
7Ver:https://www.whitehouse.gov/the-press-office/2015/07/29/executive-order-creating-national-
strategic-computing-initiative
8 Ver: http://www.eldiario.es/hojaderouter/superordenadores-mapa-funcionamiento-Top_500-
MareNostrum_0_371662922.html
9 Ver: http://www.green500.org/lists/green201411
10 Ver: http://www.transhumanismo.org/articulos/LiliaMoralesTranshumanismo.htm
11 Ver: http://supervivir.org/cgn/cognis00.html
12 Ver: https://www.youtube.com/watch?v=ONYAoLGos7c
13 Ver: http://futureoflife.org/misc/open_letter
14 Ver: http://humanityplus.org/philosophy/transhumanist-declaration/
15 Ver: http://www.sens.org/sens-research/what-is-sens/engineering-solution
16Ver: http://2045.com/
17Ver: http://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/dmitry-itskov-nos-
convertiremos-en-seres-de-luz-651379350372
18 Ver: http://www.youtube.com/watch?v=ueOw2DyAIsU
19 Ver: http://humanityplus.org/philosophy/transhumanist-faq/
20 Ver: http://www.lalegge.net/defaultEN.asp
21 Ver: http://www.tendencias21.net/Hacia-nuevas-formas-de-trans-espiritualidad_a1620.html
22 Ver: http://humanityplus.org/philosophy/transhumanist-faq/
5. SUPERBIENESTAR
Abundancia, el poder de compartir y la felicidad
Un vez expuestos dos de los tres elementos clave de los postulados
transhumanistas que hemos querido abordar en la presente ponencia, cabria
preguntarse: ¿en qué medida la superinteligencia y la superlongevidad nos hacen
más felices, plenos y dichosos individualmente y colectivamente? La respuesta del
transhumanismo sería la siguiente: en la medida en que nos conduzcan al
superbienestar.
El filosofo David Pearce expone en sus trabajos que la línea transhumanista del
superbienestar tiene como objetivo, en primer lugar, investigar y eliminar el
sufrimiento23.
Minimizar nuestro sufrimiento, y el sufrimiento de aquellos que nos importan,
efectivamente es una parte fundamental de lo que nos impulsa y preocupa como
seres humanos. Por lo tanto, los transhumanistas, que se consideran
“abolicionistas” argumentan que debemos empezar a utilizar las tecnologías
modernas para hacer exactamente eso: minimizar y eventualmente abolir el
sufrimiento marcando el comienzo de una era del llamado superbienestar.
La ideología transhumanista sostiene que si alguna vez esperamos aumentar el
bienestar de nuestra especie tendremos que editar nuestros genes. Para esa
corriente de pensamiento, está claro que la selección natural no nos ha diseñado
para ser felices, sino que nos ha diseñado para ser buenos para sobrevivir y para la
transmisión de los genes. En la actualidad cada niño es una tirada de dados
genéticos. David Pearce sostiene que lo menos que podemos hacer es cargar los
dados a favor nuestro, para crear seres humanos que vivan más saludables y
felices.
Reflexionemos pues sobre el siguiente dilema bioético planteado por el
transhumanismo: Vais a ser padres y vuestro médico os informa que si queréis
podéis elegir ciertas características de la biología de vuestro hijo. Podríais elegir
qué tan propenso genéticamente será a la depresión, sus niveles de ansiedad,
celos, ira, e incluso su umbral del dolor. ¿Elegirías una alta probabilidad de
depresión crónica?, ¿un umbral intolerablemente bajo al dolor?, ¿qué hay de los
ataques de pánico y ansiedad? Probablemente no, afirman los transhumanistas.
23 Ver: http://hedweb.com/hedab.htm
24 Ver: http://humanityplus.org/philosophy/transhumanist-declaration/
25 Ver: http://singularityu.org/
26 Ver: http://www.expertiaseguros.com/noticias/economia-colaborativa
No se trata de una idea endeble, o de una tendencia a corto plazo, sino de una
poderosa fuerza cultural y económica para reinventar no solo lo que consumimos,
sino el modo en que consumimos (Botsman y Rogers, 2010).
En palabras de Kevin Kelli, fundador y director ejecutivo de la revista Wired, “La
tendencia es clara: el acceso supera a la posesión”27
Dicha tendencia también ha madurado en España, asegura Albert Cañigueral
impulsor de la iniciativa Consumo colaborativo 28. Según este emprendedor, “la
crisis ha obligado a la gente a buscar alternativas, no sólo para ahorrar, sino para
hacer dinero al mismo tiempo. A esto se une la explosión de las redes sociales, ahí
es donde comprobamos todos los días el poder de compartir. Y es que cuanto más
das, más recibes” (Cañigueral, 2014).
Esta última afirmación me da pié a finalizar el presente apartado dedicado a la
visión transhumanista del superbienestar con una breve reflexión sobre la felicidad.
¿De verdad creemos que alcanzaremos la felicidad viviendo el superbienestar en
las realidades virtuales del ciberespacio? o, ¿será qué el altruismo, el compartir, es
lo que nos colma de mayor felicidad a los humanos.?
En este sentido, el emprendedor catalán Joan Cos afirma que “la propuesta del
transhumanismo nos presenta un nuevo paradigma de desarrollo humano, de
futuro reluciente al que dirigirnos basado en la mente y la ciencia; parece que
suena bien, ¿no? Entrará con fuerza en nuestras mentes y modos de vida,
especialmente ahora que ya sabemos que el antiguo paradigma basado en lo
material y la atención a lo exterior se derrumba y muestra su incapacidad para
hacernos felices. Pero el transhumanismo tiene carencias graves. Le falta la parte
humana, el corazón, las emociones, los valores elevados, la conciencia de
humanidad, la conexión con algo superior que da sentido y dirección a la vida, el
cuidado de las relaciones con otros y del cuerpo. Posiblemente transhumanismo y
humanismo van a convivir en nuestro mundo y será tu elección decidir dónde y
cómo quieres vivir tu vida” (Cos, 2015, p.43).
Para llevar a cabo correctamente dicha elección, el consultor ambiental y asesor de
la UICN Josep Mª Mallarach nos advierte que “la ideología que sustenta los
proyectos transhumanistas sólo puede tener eco entre creyentes en el dogma del
progreso técnico materialista unidimensional, no entre los que creen en el
desarrollo humano auténtico, multidimensional, ético y espiritual. (…) Por otra
parte, los desarrollos del conocimiento que han producido la investigación de los
confines del mundo corpóreo - del microcosmos al macrocosmos – han hecho
surgir lo que algunos filósofos de la ciencia –como Jordi Pigem– denominan Ciencia
postmaterialista, un antídoto contra el positivismo materialista, seriamente
interesada en valores humanos fundamentales como la conciencia, el amor, la
generosidad, la humildad o la compasión” (Mallarach, 2015, p.470).
27Ver: http://kk.org/thetechnium/better-than-own/
28 Ver: http://www.consumocolaborativo.com/
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