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El Procedimiento Administrativo Sancionador

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE
DERECHO

TEMA: EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


SANCIONADOR

CURSO:
DERECHO ADMINISTRATIVO

CICLO: II

DOCENTE: MG. ELVIS APONTE RÍOS

ALUMNA: BANDA MONTENEGRO YOVANY

TUMBES –PERÚ

2018
EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR

El procedimiento sancionador tiene por finalidad hacer posible que la Administración haga
efectivas sanciones contra los administrados ante la comisión de infracciones calificadas
como tales por la Ley. Dichas sanciones se definen como situaciones gravosas o
desventajosas impuestas al administrado como consecuencia de la comisión de una
infracción.
A su vez, una infracción administrativa puede definirse como toda conducta considerada
ilícita por el ordenamiento jurídico y que la autoridad administrativa se encuentra
encargada de sancionar. La intención de la sanción administrativa, en consecuencia, se
enfoca a la necesidad de desincentivar conductas consideradas socialmente indeseables,
pero que no se consideran de suficiente gravedad como para tipificarlas penalmente.

LA POTESTAD SANCIONADORA

Por la potestad sancionadora, la Administración se encuentra facultada para sancionar a los


administrados por la comisión de infracciones establecidas por el ordenamiento jurídico. Es
preciso indicar que por primera vez se establece en la Ley del Procedimiento
Administrativo General una regulación expresa de la potestad sancionadora, aplicándosele
incluso garantías que inicialmente se consideraban propias del derecho penal.

Y es que, no todo acto contrario a las normas debe ser sancionado penalmente, dado el
carácter subsidiario de dicha rama del derecho, que opera siempre como última ratio, como
ya lo hemos explicado. En consecuencia, el ordenamiento debe establecer la posibilidad de
la aplicación de sanciones administrativas, que funcionen también como mecanismos de
control social, pero de una manera que es relativamente más benigna. Las sanciones
administrativas no incluyen, por ejemplo, la posibilidad de establecer privación de la
libertad de los administrados, facultad que sí se encuentra presente en las sanciones
penales.
REGULACIÓN DE LA POTESTAD SANCIONADORA

La regulación de la potestad sancionadora, y por ende, del procedimiento sancionador,


resultaba ser una novedad en el ordenamiento peruano, caracterizado por la inexistencia,
hasta la emisión de la Ley de Procedimiento Administrativo General, de una norma o
conjunto de normas que regularan los principios y regulaciones aplicables al procedimiento
sancionador en una órbita genérica.

Los procedimientos administrativos sancionadores establecidos en leyes especiales


entonces deben guardar coherencia con lo preceptuado por la Ley Nº 27444 a fin no solo de
que exista uniformidad en el tratamiento de los referidos procedimientos, sino además de
que el procedimiento sancionador revista las garantías necesarias para que su resultado sea
justo, considerando que el mismo constituye actos de gravamen respecto al administrado.

De hecho, existen procedimientos sancionadores que vulneran dichos principios, teniendo


en cuenta que, si bien ellos se encuentran consignados en la Ley del Procedimiento
Administrativo General, son enunciados que se deducen a su vez de derechos y principios
consagrados constitucionalmente, en especial del debido proceso en sede administrativa.

LAS PRERROGATIVAS SANCIONADORAS COMO POTESTAD

Como ya hemos señalado anteriormente en este manual, entendemos como potestad aquella
situación de poder atribuida por el ordenamiento jurídico previo en particular, por la ley,
que habilita a su titular para imponer conductas a terceros, con la posibilidad de que el
sujeto pasivo de deba soportar las consecuencias de dicho poder, que podrían no ser
ventajosas. Dicho sujeto pasivo posee entonces una relación de sujeción respecto a la
entidad en cuestión. En el caso específico de la potestad sancionadora, las consecuencias
del poder son eminentemente gravosas y la relación de sujeción se aplica de manera
uniforme a todos los administrados en un ámbito determinado.

El procedimiento administrativo sancionador, en sí mismo, opera premunido de un


conjunto de garantías aplicables al administrado, las mismas que permiten que el
procedimiento sea tramitado de manera adecuada, tutelándose adecuadamente los derechos
fundamentales del particular, asegurando que la calificación de la infracción y la
determinación de la posterior sanción sean ambas realizadas sobre base real y objetiva.

COMPATIBILIDAD DE LA SANCIÓN ADMINISTRATIVA CON OTRAS


CONSIDERACIONES REPARADORAS. LAS MEDIDAS CORRECTIVAS

Las sanciones administrativas que se impongan al administrado son compatibles con la


exigencia de la reposición de la situación alterada por el mismo a su estado anterior, así
como con la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados, siendo que estos
últimos serán determinados en el proceso judicial correspondiente

En primer lugar, la medida correctiva pretende corregir la situación generada como


resultado de la infracción administrativa, reponiéndola a su estado anterior. Cuando un
administrado abre un local comercial sin licencia de funcionamiento el cierre del local
ordenado por la autoridad municipal constituye una medida correctiva, mientras que la
multa constituye la sanción administrativa resultante de la infracción.

SOLIDARIDAD

La Ley de Procedimiento Administrativo General establece el principio de solidaridad


sancionadora. Ello implica que, cuando el cumplimiento de las obligaciones previstas en
una disposición legal corresponda a varias personas conjuntamente, las mismas
responderán en forma solidaria de las infracciones que, en su caso, se cometan, y de las
sanciones que se impongan1734, infracciones derivadas evidentemente del incumplimiento
de dichas obligaciones.

Ahora bien, resulta complejo asignar solidaridad a las sanciones administrativas, en


particular porque las mismas están pensadas para desincentivar conductas dañosas.
Además, obliga a cada uno de los obligados a percatarse del cumplimiento de las
obligaciones de los demás, lo cual no siempre es posible. Finalmente, no siempre las
sanciones administrativas son de naturaleza pecuniaria, lo cual limita seriamente la
aplicación del principio de solidaridad antes citado.
LOS PRINCIPIOS DE LA POTESTAD SANCIONADORA

La potestad sancionadora de todas las entidades está regida por los siguientes principios
especiales señalados en la Ley, sin perjuicio de aquellos que resultan aplicables al
Procedimiento Administrativo General, por lo cual debemos tomar este catálogo como
meramente enumerativo:

1. Legalidad

2. Debido procedimiento

3. Razonabilidad

4. Tipicidad

5. Irretroactividad

6. Concurso de Infracciones

7. Continuación de Infracciones

8. Causalidad

9. Presunción de licitud

10. Non bis in idem

Los principios citados por la Ley en este ámbito tienen gran similitud con los que provienen
del Derecho Penal. De hecho, varios de ellos han tenido un amplio desarrollo en dicha rama
del Derecho. Sin embargo, los principios que describimos a continuación provienen más
bien de las normas constitucionales aplicadas al procedimiento administrativo sancionador,
así como de los principios del Derecho Administrativo enfocados en la protección del
particular. En consecuencia, la interpretación de los citados preceptos proviene del derecho
administrativo, mas no del derecho penal.

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