PRENDIMIENTO
PRENDIMIENTO
PRENDIMIENTO
Es un término que tiene múltiples aceptaciones, según el contexto en que se le emplee será la
connotación que se le adjudique. En el ámbito de los negocios el emprendedor es un
empresario, es el propietario de una empresa comercial con fines de lucro, Finley (1990) lo
describe como alguien que se aventura en una nueva actividad de negocios; Say (1800)-citado
por Druker (1989) lo clasifica como un “buen administrador”. En cambio para el académico,
emprender es un vocablo que denota un perfil, un conjunto de características que hacen actuar
a una persona de una manera determinada y le permiten mostrar ciertas competencias para
visualizar, definir y alcanzar objetivos. Y en esto coincide Ronstadi (1985).
Asimismo, Shefsky (1997) y Baumol (1993) —citado este último por Ibáñez (2001)—señalan que
el término describe a cualquier miembro de la economía cuyas actividades son novedosas de
alguna forma, así como a personas que, en definitiva, huyen de rutinas y prácticas aceptadas
por la mayoría. Dichos individuos se caracterizan por su capacidad para crear e innovar; es
decir, salen de la costumbre y hacen cosas diferentes para mejorar lo existente. Esta forma de
visualizar al emprendedor la comparten Steinhoff, Burgess (1993), Siropolis (1990) y Drucker
(1989), quienes se refieren al emprendedor como la persona que “hace negocios exitosos, que
desarrolla nuevas ideas o nuevas formas de enfocar el mercado”.
Otros le confieren la capacidad para dar un uso adecuado a los recursos disponibles. Tanto
Hebert como Link (1989) y Hatten (1997) lo definen como el especialista en asumir la
responsabilidad por las decisiones propias de la localización y el uso de bienes, recursos e
instituciones; es decir, un “ágil captador y aprovechador de información y recursos” con la
facultad para detectar oportunidades de negocios y aprovecharlas.
Morris y Kuratko (2002) dicen que, además de hacer uso óptimo de los recursos disponibles y
utilizarlos en combinaciones que maximizan sus resultados factibles, “agrega valor” a cualquier
proceso o actividad en la que interviene. Otros autores señalan que el emprendedor es capaz
de concentrar su mente en ciertos aspectos del medio que le rodea e ignorar otros, esto le
permite aplicar su tiempo y esfuerzo en la búsqueda y materialización de oportunidades.
Agregan que es un alquimista peculiar que toma un sueño propio y lo transforma en algo
espléndido y real, por lo cual tiene “dinamismo creativo”.
Harper (1991) lo identifica como una persona capaz de revelar oportunidades y poseedor de las
habilidades necesarias para elaborar y desarrollar un nuevo concepto de negocio; esto es, tiene
la virtud de detectar y manejar problemas y oportunidades mediante el aprovechamiento de
sus capacidades y de los recursos a su alcance, gracias a su autoconfianza.
Entonces existen diversas formas de definir y entender el término emprendedor; sin embargo,
los más variados autores coinciden en que tal vocablo se deriva de la palabra entrepreneur, que
a su vez se origina del verbo francés entreprendre, que significa “encargarse de”, tal como lo
señala Jennings (1994) en su libro Múltiple perspectives of entrepreneurship. (Pág. 2)
“Definición de Emprender”, Concepto y “Significado de Emprender”
Emprender es un acto del pensamiento planificado y concebido para ser accionado hacia
objetivos claros de intencionalidad, es un acto de la acción funcional y creativa de la genialidad
humana, hecha por un ser hacedor y realizador, ¡un ser emprendedor!, un constructor de ideas
y sueños, ¡pero! para ser convertidos en hechos reales, transformados y plasmados en
realidades objetivadas, es un acto que obedece a su propio “instinto realizador,” presente en
todos estos seres, que por su vez, son dotados de una fuerte capacidad motivacional para ir en
busca de la concretización de sus ideas y sueños.
Jugarse por las ideas propias y apostar por la felicidad frente al aburrimiento del día a día, son
algunas de las razones que llevan a la aventura de emprender.
El acto de emprender hace que los guardianes del viejo guion se pregunten ¿¡Cuál es la
necesidad de emprender!? ¿Acaso no les basta un puesto fijo con buena remuneración? Un claro
sí es la respuesta del argentino Nito Anello, fundador de EmprendING y Zafran, quien asegura
que emprender no es para nada necesario y que forzar a alguien a hacerlo puede traer malas
consecuencias. Por otro lado, el experto argentino dice sentir la necesidad de emprender y es
por eso que existe Zafran, empresa de la cual es cofundador.
A la misma conclusión llega Bruno Defelippe, director de Koga Social Business Lab, quien expresa
que tampoco hay una necesidad de emprender en sí, pero a la vez, existe ese impulso del ser
humano de progresar y desarrollar cosas nuevas. Para Bruno cuenta mucho el carácter de cada
persona, expresa que uno puede tener una actitud emprendedora pero no sacar provecho de la
misma.
Para el brasileño Newton Campos, profesor del IE Business School de Madrid, la necesidad de
emprender radica en el hecho de querer innovar. Él mismo define al emprendedor como una
persona que innova. Bajo el concepto del experto brasileño, un emprendimiento es una empresa
que innova y da nuevos valores a la sociedad.
Está claro que no existe una verdadera necesidad de emprender o innovar, pero a su vez existe
esa chispa que de algún modo hace que quien posea esa actitud y carisma de emprendedor, se
juegue por esa idea que le viene rondando en la cabeza. Esto trae consigo uno de las máximas
más escuchadas dentro del mundo emprendedor: "Emprender es poner en marcha una idea
propia". Pero… ¿qué relación tiene el mundo de la ideas con el acto de emprender?
“Los emprendedores son habitualmente los que asumen el riesgo de probar y desarrollar cosas
nuevas”— NITO ANELLO
Detrás de cada empresa siempre existe la personalidad de su creador o gestor. Es posible indagar
sobre si los fundadores de empresa constituyen una raza de súper-humanos , entre otras
muchas cosas, a quienes se parecen, quienes son, cómo y cuándo tuvieron la idea, cuáles han
sido las mayores dificultades al establecerse por su cuenta. No es suficiente identificar la
posibilidad de realizar un gran negocio si no hay quién los cristalice.
El término emprendedor fue introducido a la literatura económica por primera vez en los inicios
del siglo XVIII por el economista francés Richard Cantillon; proviene del latín en y prendĕre, cuyo
significado es acometer o llevar a cabo, comenzar una obra, negocio, especialmente si encierra
dificultad o peligro (Diccionario de la Lengua Española, 2007).
Por extensión, o probablemente por influencia del francés y del italiano, lenguas en las que
empresario se dice entre-preneur e imprenditore respectivamente, el vocablo se utiliza para
señalar quien inicia una empresa. En consecuencia, emprendedor es quién aborda la aventura
de un negocio, lo organiza, busca capital para financiarlo y asume todo o la mayor acción de
riesgo. Por lo anterior, se concluye que los emprendedores son los principales agentes de
cambio de la sociedad.
Para validar estas expresiones miles de emprendedores exitosos podrían ser identificados y
mencionados, al observar nuestros entornos en las grandes, medianas y pequeñas ciudades,
hasta los más pequeños conglomerados poblacionales, podemos apreciar cantidades
asombrosas de emprendedores dinamizando esas sociedades. Lo común es que estas personas-
y otras como ellas-originan cambios, producen una variedad de oportunidades de trabajo y
sirven como modelo para inspirar una nueva generación de emprendedores que promueven el
desarrollo local y global. Además, consiguen recompensas para sí mismos y sus familias, para
quienes participan en su proceso y para los inversionistas que los respaldaron. (Silva Duarte
Jorge. Pág. 15)
Evolución del concepto de Emprendedor
Emprendedores y empresarios
En esta época, como un claro reconocimiento del papel de estos forjadores de progreso en la
sociedad, las naciones o los Estados y sus instituciones promueven la formación de su gente en
diversas profesiones, artes, oficios y técnicas, con el matiz contemporáneo de estimular el
desarrollo de la iniciativa emprendedora y el espíritu de empresa. La tasa de creación de nuevas
empresas en los diferentes países es un indicador que evidencia esta tendencia.
Se sabe que los emprendedores se lanzan a realizar sus proyectos, sea por necesidad o por
oportunidad, pero finalmente crean trabajo para sí y para otros y eso es un elemento vital para
la convivencia humana. Más allá de los inductores materiales-como incrementar los ingresos
económicos, por ejemplo, el emprendedor se hace cargo de tareas que van a trascender y que
por su sentido contribuirán al mejoramiento de la calidad de vida de un conglomerado
poblacional. Desde esta perspectiva, todos los seres humanos deberían tener espíritu
emprendedor, porque vivir es emprender. Parafraseando a Nietzche, cada acto de respirar es
un esfuerzo de poner la vida en marcha.
En una sociedad que estimula la libre iniciativa, los emprendedores una vez que consolidan y
afianzan sus características deberían, por consiguiente, empresarios; sin embargo, existen
factores inhibidores de la iniciativa y el espíritu empresarial, que causan situaciones como la de
que no todos los emprendedores lleguen a ser empresarios, y no todo los empresarios posean
espíritu emprendedor.
Lo anterior es factible, pues así como el concepto de emprendedor encierra una connotación
ética y unas características personales, el de empresario hace alusión a una ocupación. Desde
luego, se debe estimular y lograr que el esfuerzo colectivo por emprender acciones se traduzca
en mayores tasas de creación de empresas innovadoras y en la maduración de las ya creadas.
Clarificado lo anterior, quedan varias inquietudes; ¿De dónde surge el talento empresarial? ¿De
dónde vienen los conocimientos y la dedicación? ¿La gente nace con competencias
empresariales? ¿Los emprendedores han sido entrenados? ¿Qué incentivos y energías poseen
para explotar oportunidades?.
La diversidad de fuerzas internas y externas relacionadas con la fuente del talento emprendedor,
que funcionan como trazadores o guías de la actividad, se pueden dirigir, orientar y afianzar para
lograr el desarrollo de la potencialidad.
Muchos emprendedores no llegan a concretar proyectos por factores del entorno, como el
exagerado intervencionismo del Estado, las regulaciones, el elevado costo del capital, la
democratización de la propiedad, la actitud de la sociedad hacia el trabajo independiente, la
valoración social del emprendedor y, en fin, todo el proceso dispendioso/costoso para crear y
mantener empresas. (Silva Duarte Jorge. Pág. 16-17).
Tipos de emprendedor
De acuerdo a lo que dice Rafael Eduardo Alcaraz Rodríguez, para emprender con éxito le
recomendamos seguir estos pasos:
Responda a las siguientes preguntas para identificar sus gustos y preferencias, está demostrado
que tendrá éxito si trabaja en algo que le agrada:
Así, tal como se desprende de esta revisión de autores y definiciones, el emprendedor es una
persona que posee un alto grado de confianza de sí mismo y una serie de características que le
permiten detectar oportunidades y generar conceptos de negocios a partir de la creación, la
innovación o el mejor empleo de los recursos para alcanzar objetivos. (Pág. 7-8) Emprendedor
de Éxito, Rafael Eduardo Alcaraz Rodríguez (Se encuentra en la Biblioteca Central UTM).
Emprender
Es un término que tiene múltiples aceptaciones, según el contexto en que se le emplee será la
connotación que se le adjudique. En el ámbito de los negocios el emprendedor es un
empresario, es el propietario de una empresa comercial con fines de lucro, Finley (1990) lo
describe como alguien que se aventura en una nueva actividad de negocios; Say (1800)-citado
por Druker (1989) lo clasifica como un “buen administrador”. En cambio para el académico,
emprender es un vocablo que denota un perfil, un conjunto de características que hacen actuar
a una persona de una manera determinada y le permiten mostrar ciertas competencias para
visualizar, definir y alcanzar objetivos. Y en esto coincide Ronstadi (1985).
Asimismo, Shefsky (1997) y Baumol (1993) —citado este último por Ibáñez (2001)—señalan que
el término describe a cualquier miembro de la economía cuyas actividades son novedosas de
alguna forma, así como a personas que, en definitiva, huyen de rutinas y prácticas aceptadas
por la mayoría. Dichos individuos se caracterizan por su capacidad para crear e innovar; es
decir, salen de la costumbre y hacen cosas diferentes para mejorar lo existente. Esta forma de
visualizar al emprendedor la comparten Steinhoff, Burgess (1993), Siropolis (1990) y Drucker
(1989), quienes se refieren al emprendedor como la persona que “hace negocios exitosos, que
desarrolla nuevas ideas o nuevas formas de enfocar el mercado”.
Otros le confieren la capacidad para dar un uso adecuado a los recursos disponibles. Tanto
Hebert como Link (1989) y Hatten (1997) lo definen como el especialista en asumir la
responsabilidad por las decisiones propias de la localización y el uso de bienes, recursos e
instituciones; es decir, un “ágil captador y aprovechador de información y recursos” con la
facultad para detectar oportunidades de negocios y aprovecharlas.
Morris y Kuratko (2002) dicen que, además de hacer uso óptimo de los recursos disponibles y
utilizarlos en combinaciones que maximizan sus resultados factibles, “agrega valor” a cualquier
proceso o actividad en la que interviene. Otros autores señalan que el emprendedor es capaz
de concentrar su mente en ciertos aspectos del medio que le rodea e ignorar otros, esto le
permite aplicar su tiempo y esfuerzo en la búsqueda y materialización de oportunidades.
Agregan que es un alquimista peculiar que toma un sueño propio y lo transforma en algo
espléndido y real, por lo cual tiene “dinamismo creativo”.
Harper (1991) lo identifica como una persona capaz de revelar oportunidades y poseedor de las
habilidades necesarias para elaborar y desarrollar un nuevo concepto de negocio; esto es, tiene
la virtud de detectar y manejar problemas y oportunidades mediante el aprovechamiento de
sus capacidades y de los recursos a su alcance, gracias a su autoconfianza.
Entonces existen diversas formas de definir y entender el término emprendedor; sin embargo,
los más variados autores coinciden en que tal vocablo se deriva de la palabra entrepreneur, que
a su vez se origina del verbo francés entreprendre, que significa “encargarse de”, tal como lo
señala Jennings (1994) en su libro Múltiple perspectives of entrepreneurship. (Pág. 2)
Emprender es un acto del pensamiento planificado y concebido para ser accionado hacia
objetivos claros de intencionalidad, es un acto de la acción funcional y creativa de la genialidad
humana, hecha por un ser hacedor y realizador, ¡un ser emprendedor!, un constructor de ideas
y sueños, ¡pero! para ser convertidos en hechos reales, transformados y plasmados en
realidades objetivadas, es un acto que obedece a su propio “instinto realizador,” presente en
todos estos seres, que por su vez, son dotados de una fuerte capacidad motivacional para ir en
busca de la concretización de sus ideas y sueños.
Antecedentes
Desde cuando surge el espíritu emprendedor, desde la prehistoria desde que el ser humano
decide ejecutar una idea, tomar decisiones y aceptar las consecuencias.
Pero cuales fueron las primeras actividades de un espíritu emprendedor un ejemplo notado en
la antigüedad, es cuando el ser humano creo los instrumentos de caza, cuando cazaban en
grupo, con el paso del tiempo el ser humano evoluciono dedicándose a la agricultura, alfarería
o pesco, llevando al ser humano a explorar el territorio en busca de comercializar los bienes
(Productos).
Cuando comercializo el ser humano su idea era llegar a todas partes, entonces se arriesgó
subiéndose a barco hasta encontrar países con quien comercializar eso es conocido como
espíritu emprendedor ahora el ser humano ejecuta sus ideas comprobando la viabilidad porque
tal vez la historia nos demuestra que los emprendedores lograron sus metas pero esta es una
era diferente porque necesita más conocimiento del mercado.
Entre los todos personajes que tiene un espíritu emprendedor, el principal que se considera en
este artículo como representante de los emprendedores es:
1- Steve Jobs es un emprendedor de la historia moderna. Una vez se le pregunto sobre cuánta
investigación había hecho para decidir el lanzamiento del iPad. Su respuesta fue: “Ninguna. No
es el trabajo de los consumidores saber qué es lo que quieren. Es difícil que los consumidores te
puedan decir qué quieren cuando nunca han visto nada ni remotamente parecido a lo que les
ofreces”
“El hecho de tomar una idea e inventar una organización para desarrollar dicha idea se llama
espíritu del emprendedor. El emprendedor, se considera que el cambio en el ambiente le ofrece
oportunidades, usa los factores de la producción para producir bienes y servicios nuevos. El
espíritu emprendedor difiere de la administración porque se concentra en iniciar cambios. El
espíritu emprendedor se puede dar cuando una persona o grupo de personas inician un negocio
nuevo”. (Stoner James A.F., 1996, pág. 190)
Cuando a una persona por el simple hecho de arriesgarse a iniciar un negocio tiene espíritu
emprendedor, no importa si es alto o bajo riesgo, lo que importa es que debe de tener fijas sus
metas para seguirlas
✓ Pasión
✓ Positivismo
✓ Adaptabilidad
✓ Liderazgo
✓ Ambición
La razón por las que se solo son cinco características es debido a que el espíritu del emprendedor
es como chispa que inspira a los demás por lo que es muy importante que un nuevo
emprendedor con ideas innovadoras, las desarrolle en un proyecto para una mejor claridad o la
hora de explicarlo.
En la actualidad el emprendedor tiene dificultades al llevar a cabo una idea, debido a que el
principal problema que ocurre, es la coexistencia de la competencia que puede ser pequeñas o
grandes empresas, la competencia según su definición es:
…Se entiende por parte de la autora: “la capacidad de una empresa u organización de cualquier
tipo para desarrollar y mantener unas ventajas comparativas que le permiten disfrutar y
sostener una posición destacada en el entorno socio económico en que actúan. Se entiende por
ventaja comparativa aquella habilidad, recurso, conocimiento, atributos, etc., de que dispone
una empresa, de la que carecen sus competidores y que hace posible la obtención de unos
rendimientos superiores a estos”… (Pérez Bengochea, 2008)
Según la definición tener una ventaja competitiva es tener un beneficio que la competencia no
tiene y las posibles consecuencias que podrían atraer es la competencia desleal, como las
empresas monopólicas al no dejar que se creen nuevas empresas relaciones a su área de trabajo
y si se crean terminan cerrando.
Diferencias entre un emprendedor y burócrata
emprendedor Burócrata
Las personas se pueden clasificar entre emprendedor y burócrata pero quien tiene éxito al final
aquella persona que tenga de ambas partes una característica por lo menos, porque en palabras
cortas ser emprendedor es algo cualitativo son ideas creativas, innovadores pero un burócrata
es más del tipo cuantitativo ya que este se dedica hacer estudios al mercado.
El emprendedor que tiene éxito se distingue porque sus proyectos son viables, es decir, logra el
ajuste entre la idea técnica y las necesidades del mercado. También porque persevera en sus
proyectos hasta que comienzan a tener éxito… (Paul, 1994, pág. 14)
Existen muchas maneras de perderlo, al dejar que la empresa quede en bancarrota, o al cerrar
el establecimiento la situación anterior se debe a una escaza cultura empresarial, teniendo como
consecuencias que los emprendedores se depriman, temor a iniciar de nuevo un proyecto
teniendo como pensamiento que les ocurrirá lo mismo, pero existen maneras de poder salvar
una empresa y esto como se logra con asesoría profesional ya sea por un contador para los
aspectos legales o un administrador para el mejor manejo de los recursos humanos y
financieros.
Conclusión
Los emprendedores son personas capaces de llevar a cabo sus sueños, pasiones, etc., pero la
diferencia que existe entre todos los emprendedores, es que fijan sus metas, buscan ayuda, es
decir, se asesoran para no cometer errores como por ejemplo la quiebra al no administrar bien
los recursos o no llevar todos los aspectos legales necesarios.
1. Aterricen sus ideas que aunque sea una cosa fuera de lugar todo tiene un porque y un
porque bien sustentado ayuda a explicarlo con claridad a otras personas.
2. Comprobar su viabilidad en todas las áreas posibles, no porque una persona diga que
no se puede sea cierto.
3. Nunca prestar atención cuando les digan que la idea no es buena. Solo el emprendedor
sabrá hasta cuando la idea no es buena porque ya habrá comprobado su viabilidad.
Actitud Emprendedora
La actitud emprendedora puede definirse como una conducta permanente de administrar los
recursos para generar resultados según la actividad en que se desarrolla (Quintero, 2007).
Las actitudes son los enunciados o juicios evaluadores de personas, objetos o eventos. Posee
tres componentes según (Robbins & Judge, 2011) son:
Para comprender la conducta en general, es necesario estudiar los rasgos de personalidad y las
actitudes sociales. Por lo tanto, un comportamiento es multicausado por elementos cognitivos,
ambientales, sociales, emocionales, entre otros. En la presente investigación se tomaron las
variables de necesidad de logro, innovación, control percibido interno, autoestima que son los
que mide el instrumento EAO y propensión al riesgo que es otro componente que se agrega en
dicho instrumento y que son factores relevantes en el perfil del emprendedor (López, I., Santos,
B. & Bueno, Y., 2004).
Innovación La innovación según Vesga (2009, p. 2) es “el proceso deliberado que permite el
desarrollo de nuevos productos, servicios y modelos de negocios en las organizaciones. Este
proceso debe llevar a resultados concretos y medibles y está asociado al desarrollo de un espíritu
emprendedor en los individuos”. Control percibido interno Rotter (1966) afirma que los
emprendedores poseen una arraigada creencia de que pueden controlar el resultado de sus
conductas porque carecen de azar. La teoría de comportamiento planeado de Ajzen (1991)
indica que el control comportamental percibido hace referencia a la percepción de las personas
de la facilidad o dificultad para alcanzar el logro que busca mediante su conducta.
Autoestima otra variable que contempla el cuestionario es la autoestima que según Robbins &
Judge (2009, p. 111) es el “grado en que los individuos se agradan o desagradan a sí mismos, sea
que se vean como capaces y efectivos, y sientan que tienen o no el control de su entorno”.
Cuando se habla de autoestima elevada hay dos dimensiones relevantes que son la competencia
y el valor (Gecas, 1982). De esta forma la competencia es el grado en que la persona se ve a sí
misma capaz y eficaz y el valor hace referencia al grado en que la persona se siente a sí misma
un individuo de valía (Cast & Burke, 2002).
✓ aprender a aprender, que combina las actitudes (visiones y valores) con el conocimiento
(explícito).
✓ aprender a hacer, que combina las actitudes con las capacidades entendidas como
habilidades y destrezas que se relacionan con el talento.
✓ aprender a emprender, que combina los conocimientos con las capacidades.
La educación tiene una responsabilidad central en identificar y fomentar a los que pueden ser
emprendedores (Hatten, 1996). Por esta razón, el ideal buscado es desarrollar actitudes
emprendedoras en los estudiantes de forma que un número significativo de graduados cree su
propia empresa, se desarrolle como emprendedor y de esta forma contribuya al desarrollo del
país y a la generación de empleos. (Págs. 28-35)
La Empresa y su entorno
La empresa es una realidad social, admite muchas perspectivas de estudio, cada colectivo la
define de una forma. La empresa tiene tres características principales:
Las empresas sirven para crear riqueza a través de la generación de valor añadido, siendo este
la diferencia entre el valor monetario que tiene la producción de una empresa en el mercado y
el valor monetario de los bienes y servicios usados en producción. La suma del valor añadido de
todas las empresas de un país es lo que se denomina producto nacional.
Un sistema es un conjunto de factores que se interrelacionaba con el sistema global para el logro
de determinados fines. Esos elementos pueden ser objetos, personas (familias) o ideas (sistema
filosófico).
Una característica clave de los sistemas es que son estructuralmente divisibles (se pueden dividir
en partes) pero funcionalmente indivisibles, la indivisibilidad tiene dos consecuencias: que los
sistemas cuentan con propiedades que no tienen ninguno de sus elementos de forma aislada, y
la pertenencia a un sistema permite incrementos o disminuciones de la capacidad de cada
elemento.
Retroalimentación: las empresas tienen que saber si cumplen o no cumplen los objetivos, para
ello recogen información del entorno y así conocen cual es el grado de desviación entre la
realidad y los objetivos que se han marcado, una empresa no puede absorber toda la
información del entorno entonces debe introducir tipos e interpretar esa información en función
del contesto y de sus objetivos.
Fuentes de financiación:
Por ejemplo, deberá considerar siempre la competencia existente con otras empresas, los
gustos de sus clientes, la repercusión de sus decisiones en los ciudadanos en general que pueden
afectar a la imagen de empresa, la actividad reguladora y vigilante de los poderes públicos, etc.
pero, también, deberá pensar que no tiene carta blanca en la relación con sus trabajadores
puesto que si no les motiva y cuenta con su colaboración los resultados no serán los esperados,
o que determinadas formas de producción que ahorran costes pueden empeorar la calidad del
producto y perderá clientela.
Así, la empresa actúa sobre el entorno y éste sobre ella condicionando sus decisiones,
estableciéndose un proceso de adaptación continuo entre ambos.
Por lo tanto, se puede definir el entorno como el conjunto de hechos y factores externos a la
empresa relevantes para ella, con los que interacciona y sobre los que puede influir pero no
controlar, que se concretan en un conjunto de normas y relaciones establecidas que condicionan
su actividad.
El papel del entorno en la vida de la empresa es tal, que incluso algunos autores le dan la
categoría de ser uno más de sus elementos, junto con el elemento humano, el capital y la
organización.
Dado el grado de interrelación que existe entre la empresa y el entorno, esta deberá tener una
actitud de análisis permanente del entorno para identificar a tiempo las repercusiones que tiene
en ella. Así, este análisis le permitirá:
b. Identificar los cambios internos que tiene que poner en marcha para mejorar su
relación con el entorno y facilitar su adaptación a él.
El primer aspecto a abordar en el análisis del entorno es reconocer y clasificar los factores que
en él se manifiestan. Así, se suele distinguir entre los factores que afectan de forma general o
global a todas las empresas y los que afectan de forma específica a cada una.
I) Entorno general. Engloba los factores que reflejan las grandes tendencias de la realidad
exterior de la empresa. Son los factores más alejados de la empresa sobre los que su capacidad
de influir es mínima. Estos factores afectan, más o menos directamente, a todas las empresas.
II) Entorno específico. Los factores del sector en el que opera cada empresa y por lo tanto inciden
directa e inmediatamente en ellas. Al tratarse de factores más cercanos, la empresa puede
ejercer alguna influencia sobre ellos.
La incertidumbre del entorno es uno de los principales problemas para la empresa por su
complejidad y su dinamismo. Podemos dividirla en cinco grupos de variables:
Variables Político - legales: se trata de leyes, reglamentos y otras normativas que afectan a la
actividad empresarial. Por ejemplo, la legislación fiscal afecta a todas las empresas.
Variables Económicas: indicadores económicos como la Tasa de Paro, IPC, PIB, tipo de interés,
etcétera, influyen en las expectativas y la confianza de los agentes económicos.
Variables Tecnológicas: marco científico y tecnológico que rodea a la empresa y que influye en
su proceso productivo. Por ejemplo, todo lo que ha supuesto para la empresa las posibilidades
que ofrece el mundo de Internet.
El entorno específico de la empresa está formado por aquel conjunto de factores que afectan a
ésta de forma directa en función del sector en el que actúe.
Todas las empresas que integran un sector, pretenden satisfacer el mismo tipo de necesidades
de los compradores, por tanto, estas variables no afectan a todas las empresas de un país pero
sí a las que tienen que competir entre sí para captar a los clientes y poder alcanzar sus objetivos.
La empresa debe observar atentamente la evolución de su sector para así conocer los cambios
que se están produciendo en las fuerzas competitivas del mismo y en la presión competitiva
existente, puesto que de la competencia en el sector, van a depender los beneficios de la
empresa y su rentabilidad.
Por ello, algunas variables del entorno específico que pueden convertirse en una oportunidad o
una amenaza para una empresa son:
Para finalizar, una reseña: En los últimos años, estamos asistiendo al nacimiento de nuevas
empresas tanto en los sectores clásicos como en la Nueva Economía (NE). Empresas que con
mucho esfuerzo e imaginación están logrando mantenerse. Esas empresas que en un principio
nacen con uno o dos miembros, salvo casos excepcionales, son el germen de nuevos productos
y servicios, así como de creación de empleo y riqueza.
• Ricardo Romero, autor del libro "Marketing", define la empresa como "el organismo
formado por personas, bienes materiales, aspiraciones y realizaciones comunes para dar
satisfacciones a su clientela" [1].
• Julio García y Cristobal Casanueva, autores del libro "Prácticas de la Gestión
Empresarial", definen la empresa como una "entidad que mediante la organización de
elementos humanos, materiales, técnicos y financieros proporciona bienes o servicios a
cambio de un precio que le permite la reposición de los recursos empleados y la
consecución de unos objetivos determinados" [2].
• Para Simón Andrade, autor del libro "Diccionario de Economía", la empresa es "aquella
entidad formada con un capital social, y que aparte del propio trabajo de su promotor
puede contratar a un cierto número de trabajadores. Su propósito lucrativo se traduce
en actividades industriales y mercantiles, o la prestación de servicios" [3].
• El Diccionario de Marketing, de Cultural S.A., define a la empresa como una "unidad
económica de producción, transformación o prestación de servicios, cuya razón de ser
es satisfacer una necesidad existente en la sociedad" [4].
• El Diccionario de la Real Academia Española, en una de sus definiciones menciona que
laempresa es una "unidad de organización dedicada a actividades industriales,
mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos" [5].
"La empresa es una entidad conformada básicamente por personas, aspiraciones, realizaciones,
bienes materiales y capacidades técnicas y financieras; todo lo cual, le permite dedicarse a la
producción y transformación de productos y/o la prestación de servicios para satisfacer
necesidades y deseos existentes en la sociedad, con la finalidad de obtener una utilidad o
beneficio".
Tomando en cuenta las anteriores definiciones, se puede apreciar que la definición de empresa
revela los siguientes elementos que componen la estructura básica de lo que es una empresa:
1. Entidad: Es decir, que una empresa es una colectividad considerada como unidad (por
ejemplo, una corporación, compañía, institución, etc., tomada como persona jurídica)
o un ente individual conformado por una sola persona (por lo general, el propietario).
2. Elementos humanos: Se refiere a que toda empresa está conformada por personas que
trabajan y/o realizan inversiones para su desarrollo.
3. Aspiraciones: Son las pretensiones o deseos por lograr algo que tienen las personas que
conforman la empresa.
4. Realizaciones: Se entiende como las satisfacciones que sienten los miembros de la
empresa cuando logran cumplir aquello que aspiraban.
5. Bienes materiales: Son todas las cosas materiales que posee la empresa, como;
instalaciones, oficinas, mobiliario, etc.
6. Capacidad técnica: Es el conjunto de conocimientos y habilidades que poseen los
miembros de la empresa para realizar o ejecutar algo.
7. Capacidad financiera: Se refiere a las posibilidades que tiene la empresa para realizar
pagos e inversiones a corto, mediano y largo plazo para su desarrollo y crecimiento,
además de tener liquidez y margen de utilidad de operaciones (por citar algunas).
8. Producción, transformación y/o prestación de servicios: Se refiere a que la empresa
puede realizar una o más de las siguientes actividades:
En conclusión, la definición de empresa permite "visualizar" a toda empresa como una entidad
conformada por elementos tangibles (elementos humanos, bienes materiales, capacidad
financiera y de producción, transformación y/o prestación de servicios) e intangibles
(aspiraciones, realizaciones y capacidad técnica); cuya finalidad es la satisfacción de las
necesidades y deseos de su mercado meta para la obtención de una utilidad o beneficio.
Pilares del análisis estructural
Al hacer un análisis estructural no se analiza sólo a la empresa. Se debe realizar una buena
planificación para entender el funcionamiento específico de las estructuras financiera, física y
humana, por separado.
1. Estructura financiera
El primer paso es hacer un balance detallado de todos los gastos, ingresos e inversiones que la
empresa posee. A pesar de hacer el control contable, hay que analizar los datos con cuidado y
buscar brechas para disminuir costos. Es importante pensar en el momento actual del negocio,
pero trazar metas para los próximos años puede revelar el potencial que no imaginabas que
existía en tus productos.
2. Estructura física
Comprar una máquina más moderna puede parecer una elección difícil ahora, con resultados
poco eficientes. Pero ¿pensaste en los cambios en el consumo de energía y en la eficiencia de
producción? En poco tiempo, la inversión se transforma en retorno. Para decidir, calcula bien
cuál será el costo-beneficio.
3. Estructura humana
No sirve de nada tener dinero en caja y estructura física moderna si los colaboradores de tu
empresa no fueron entrenados adecuadamente o no se mantienen actualizados sobre técnicas
y posibilidades que el área ofrece.
Además, el ambiente de trabajo hace toda la diferencia en la respuesta que los trabajadores te
darán diariamente. Cuando el clima es hostil y con poco espacio para el diálogo, disminuye el
entusiasmo de trabajar por el éxito del negocio.
Si viajamos a un país distinto al nuestro veremos cómo hay un conjunto de valores, creencias y
comportamientos diferentes al nuestro, estos elementos conforman la llamada Cultura
Nacional. Si esto lo trasladamos al seno de una organización podemos concluir que la Cultura
Organizacional no es más que el sistema de valores, creencias, presunciones y normas -algunas
tácitas, otras explícitas- que son compartidas públicamente entre los miembros que conforman
una organización.
Gran parte de la importancia de contar con ella radica en la llamada Cultura visible compuesta
de elementos que pueden oírse, verse o sentirse y que es un importante complemento a la
experiencia que ofrece la organización a sus clientes. Por tanto la Cultura Organizacional aporta
valor al cliente, traduciéndose en confianza y sobre todo en una potente e inconfundible imagen
de marca. Los elementos visibles van desde cómo se visten los miembros de la organización a
cómo se comportan con los clientes e incluso el diseño de los espacios de trabajo. Dentro de la
organización la cultura ayuda a cohesionar al equipo aumentando al desempeño, transmitiendo
el mensaje que todos los elementos que la conforman luchan por un objetivo común.
El diseño del espacio de trabajo es uno de los elementos más visibles de compañías tecnológicas
como Google
La cultura visible es aquella que puede verse u oírse, un ejemplo es este caso en un
Supermercado de Mercadona
A un nivel más profundo encontramos los Valores declarados. Es un conjunto de valores que son
más difíciles de observar y se pueden resumir en el modo en el que los trabajadores y directivos
justifican sus decisiones. La incorporación de la RSE en la toma de decisiones es un claro ejemplo
de valor declarado de una organización.
Por último tenemos los Valores centrales. Éstos se asimilan de un modo automático en la
organización. Son valores ampliamente compartidos entre todos los que la conforman y están
presentes en aspectos como la relación entre los empleados, el nivel de libertad en la toma de
decisiones o el modo de fluir la información en el interior de la empresa. Estos Valores centrales
son difíciles de establecer y suelen imponerse por consenso y de manera espontánea. Tienen un
gran peso en el nivel de estabilidad y socialización en la entidad.
Como suele decirse el camino se hace andando y será el paso del tiempo el que ayude a definir
la Cultura Organizacional dentro de una entidad, aunque sí recomendamos el establecimiento
por parte el emprendedor de una ideas o líneas maestras sobre cómo quiere que se comporten
los miembros de su organización y qué valores le gustaría que todos los miembros del equipo
compartieran.
El establecimiento de símbolos culturales que van desde la sede de la empresa al líder del
equipo, en definitiva dotar a la organización de algún elemento que pueda ser fácilmente
identificable y represente a todos los miembros de la organización.
Steve Jobs es un héroe que ha transcendido las fronteras de Apple convirtiéndose en un guía
para aquellas personas que apuestan por la innovación
Los rituales y ceremonias son acciones que van dirigidas a dar la oportunidad a los empleados
de compartir los valores culturales de la organización. Esta acción es una de las más indicadas
para los emprendedores debido a su facilidad a la hora de implantarla.
"Si conoce un automóvil mejor cómprelo", esta frase que lideró el resurgir de Chrysler en los
años setenta fue pronunciada por Lee Iacocca. Formó parte de la filosofía de buscar la excelencia
en la construcción de automóviles hasta su fusión con Daimler.
Nunca se debe desdeñar la fuerza del lenguaje a la hora de construir una identidad cultural. Este
aspecto es uno de los más visibles para el cliente. La creación de un credo corporativo ayuda a
transmitir los valores culturales en la organización. En Cisco su lema "Spend Less, Deliver More"
-"Gasta menos, recibe más"- es una forma de usar el lenguaje para que sus empleados
consideren los recursos de la empresa como propios.
Incluir una breve reseña dentro de nuestro plan de empresa refiriéndonos a nuestra cultura
organizativa nos ayudará a conocer mejor nuestro proyecto y saber qué acciones podemos
tomar para reforzar en un futuro esta cultura.
Acción emprendedora
Emprendedor es una persona con posibilidades de innovar, o sea con la capacidad de generar
bienes y servicios de una forma creativa, metódica, ética, responsable y efectiva. Acción
emprendedora es toda acción innovadora que, a través de un sistema organizado de relaciones
interpersonales y la combinación de recursos, se orienta al logro de un determinado fin. La
acción emprendedora tiene que ver con la capacidad de crear algo nuevo y con la creación de
un nuevo valor.
Cultura del Emprendimiento
1. Formación integral en aspectos y valores como: el desarrollo integral del ser humano y su
comunidad, autoestima, autonomía, sentido de pertenencia a la comunidad, trabajo en equipo,
solidaridad, asociatividad, desarrollo del gusto por la innovación, el estímulo a la investigación y
el aprendizaje permanente.
Para fomentar la cultura del emprendimiento es preciso que se inicie un proceso desde los
primeros años de vida de las personas. Este proceso debe contemplar estrategias encaminadas
a llevar a la persona al convencimiento que mediante la creación de proyectos productivos se
puede a llegar a triunfar tanto personal como económicamente.
Confusión de conceptos
Todas las empresas requieren diferenciarse con respecto a sus competidores. Esta es la esencia
de la estrategia empresarial.
Debido a ello se hacen grandes esfuerzos con el fin de lograr ese cometido, y de paso se invierten
grandes sumas de dinero en esa búsqueda.
Pero, conforme se puede analizar los esfuerzos emprendidos se nota como en algunas
organizaciones no existen algunos conceptos claves bien definidos que hacen que esos recursos
se dirijan en forma incorrecta. Veamos un ejemplo de ello:
Un alto Ejecutivo de una empresa de venta de productos de consumo masivo, llama a su agencia
de publicidad y le da las siguientes instrucciones: "deseo que me cambien la imagen de la
empresa. Para ello quiero actualizar el logotipo, cambiar el slogan y que me hagan una
propuesta para remodelar todos los edificios".
Pues bien, eso fue lo que se hizo. Al final del año, la percepción de sus clientes no había cambiado
mucho, ya que la atención que recibían y el servicio brindado por los colaboradores de esa
empresa no habían cambiado. Algunos clientes se dejaron decir: "lastima inversión que hicieron,
si al final los trabajadores de esa empresa siguen dando un mal servicio".
A esto nos referimos cuando decimos que no existen conceptos claves definidos. Los cuales
deseamos plantear en este trabajo.
Según Dowling, citado por Cess B.M. van Riel, la imagen es:
El conjunto de significados por lo que llegamos a conocer un objeto, y a través del cual las
personas lo describen, recuerdan y relacionan. Es el resultado de la interacción de creencias,
ideas, sentimientos e impresiones que sobre un objeto tiene una persona. (Pág. 78)
Esta definición es clave en el entendimiento del tema. Significa que la imagen es aquello que
una persona, por ejemplo un cliente, puede describir, recordar o sentir sobre un objeto; por
ejemplo una empresa o una marca.
Dimensionándolo aún más en el caso de las empresas significa que un cliente tiene en su mente
un recuerdo que se ha formado como resultado de las interacciones que tenga con la empresa
o con los productos o servicios que ella ofrezca.
Esa interacción no es más que el contacto que el cliente va teniendo con la empresa día a día y
por diferentes medios. Es decir la imagen se construye con base en la relación cliente-empresa.
Esa relación se expresa por medios tan diversos, pero todos crean imagen. Es el caso de la
atención personalizada que recibe un cliente. En ese momento la cultura de la persona que lo
atiende va a impactar en forma directa al cliente y como ese Colaborador pertenece a la empresa
el cliente se llevará una imagen de la empresa, no solo del trabajador.
Igualmente se puede mencionar el cliente que es atendido por teléfono. La forma y resolución
que se le dé a sus requerimientos va a consolidar una imagen en él.
Estos ejemplos ilustran los medios más comunes por medio de los cuales el cliente se relaciona
con la empresa y producto de esa interacción se construye la imagen en su mente.
Será importante detenernos un momento para señalar en dónde puede estar la confusión de
términos que lleva a las empresas a desviar la atención y recursos, como se señaló al principio.
Para ello vamos a tomarnos un breve espacio para definir otro importante concepto que
consideramos que es la razón de tal confusión.
La identidad corporativa
Según van Riel se puede describir "la identidad corporativa como la auto presentación de una
empresa; consiste en la información que ofrece una organización por medio de su
"comportamiento", "comunicación" y "símbolos"…" (78)
Es decir la identidad es la acción que en forma predeterminada y consciente una empresa emite
al mercado.
Tales señales son recibidas, por personas clave con quienes la organización necesita establecer
interacciones a varios niveles. Según se reciben más señales y aumenta el interés y la
participación de quienes las reciben, aparecerá el retrato más claro, o imagen, de cierto objeto.
El objeto puede ser un producto, un minorista, una organización, o una empresa, o, incluso un
país. (Pág. 78)
De conformidad con este criterio la identidad corporativa tiene que ver con todas las acciones
que la empresa ejecuta y que impactan a sus clientes. Dentro de estas acciones están su
publicidad, su cultura empresarial y todos los elementos tangibles que el cliente pueda percibir.
En el caso del empresario que recurre a su agencia publicitaria, lo que está haciendo es trabajar
una parte de su identidad, sin embargo no hizo nada en el tema de la cultura que sus
trabajadores poseen. Como resultado la imagen de sus clientes sigue siendo la misma.
Significado de la marca
En virtud de que la imagen está precedida por la identidad corporativa, será necesario abordar
el tema del significado de la marca en los clientes como un elemento valioso en la construcción
de interacción con ellos. De por si la imagen es el resultado de un significado mental en el cliente.
En nuestro caso, por marca no solo debemos entender la que poseen los productos o servicios,
sino la marca que la empresa en general consolida. Esta puede ser su nombre o razón social.
Según Berry y Parasuraman "el significado de la marca es una función de la presentación de ella
y del concepto de servicio, calidad y valor." Esto es, lo que una empresa desea presentar a sus
clientes no es más que un acto consciente del concepto de servicio y valor que desean que sea
reconocible por los clientes.
El servicio que presta la compañía, cuán bien presta el servicio y el valor del servicio se combinan
para influir en la interpretación que los clientes le dan a la marca que se les presenta. Los
administradores no pueden levantar murallas en torno a la marca de la compañía para
protegerla de las experiencias prácticas que los clientes tienen con la empresa; lo que si pueden
hacer es crear un servicio que refuerce la imagen deseada de la marca. (Pág.156)
El párrafo anterior contiene muy importantes conceptos, veámoslos:
Para algunos expertos en el tema, las empresas que no hacen nada con el fin de lograr una buena
imagen en el mercado, no saben que de todos modos esa imagen se va a producir. Así por
ejemplo se tiene el concepto que indica que si un empresario o gerente no se preocupa por
formar su imagen, los clientes de todos modos lo van a hacer.
Es claro que por medio de la identidad corporativa. Van Riel brinda un modelo sencillo para
lograr mejorar la identidad de las empresas. Este modelo consta de tres ejes conceptuales,
veámoslos:
Eje Características
Comportamiento Se refiere a la conducta que en general emite la empresa. Dentro de ello
se puede señalar el trato al cliente, los valores que poseen los
trabajadores, las creencias y percepciones de los trabajadores. El estilo
gerencial. La definición de la misión y visión. Y el concepto de servicio que
tenga la organización.
Comunicación Se refiere a todos los medios por los que la empresa se comunica con sus
clientes. Esto forma imagen. Entre ellos se pueden destacar la publicidad,
las promociones, los mensajes escritos que se les envían a los clientes,
etc.
Simbolismos Son todos los elementos visuales que la organización emite y que son
captados por los clientes, por ejemplo: logotipos, uso de colores, marcas,
diseño del mobiliario, entre otros.
Tomando como referencia el cuadro anterior es importante que una empresa realice el siguiente
ejercicio, con el fin de consolidar su identidad corporativa.
Plan de acción
a) La primera tiene que ver con la consolidación de una cultura organizacional. Esta cultura
tiene que referir a valores que los colaboradores de la empresa deben desarrollar al
atender a un cliente. De igual manera debe contemplarse las políticas y normas de
servicio al cliente. Por último se debe de definir los mecanismos para supervisar el
desempeño de los trabajadores con el propósito de verificar el cumplimiento de los
valores. Sin ahondar mucho en el tema es prudente que la empresa evalúe el estilo de
liderazgo predominante en la organización y su efecto en los trabajadores.
b) La segunda categoría tiene que ver con el plan de comunicación. En este caso el plan de
acción debe contemplar las políticas de comunicación que la organización va a
desarrollar. De igual manera se deben de definir los medios y voceros a utilizar para la
comunicación, sea interna o externa. Y por último se debe definir la forma estandarizada
en que se presentará la comunicación, sea en el caso de los colores, el uso de logotipos,
slogan, etc.
c) La tercera categoría se denomina simbolismos. Para ello la empresa debe definir todo
lo relativo a los aspectos visuales. En este caso el uso del color institucional, para
aplicarlo en mobiliario, uniformes, piezas publicitarias. La normalización en el uso de los
logotipos y slogan. El tipo de mobiliario. La rotulación de vehículos. Entre otras variables.
El plan de acción señalado anteriormente es algo general, y puede que no ayude a aquellas
empresas que atienden diversos segmentos de clientes. Este es el caso, por ejemplo de las
empresas que tienen un mercado muy amplio, o que ofrecen diversidad de productos o
servicios. O empresas monopólicas.
En estos casos puede que el plan de acción anterior no ayude en mucho. Por ello se va a
presentar otro modelo que puede servir en esos casos, vamos a definirlo.
a) Análisis de la clientela. En este punto la empresa debe analizar los tipos de clientes que
posee. Una vez analizados se deben agrupar por características similares. Estos grupos
forman los segmentos.
b) Características de los segmentos: aquí la empresa debe detallar las características
generales de cada segmento. Es usual utilizar variables demográficas para ello, como
por ejemplo: edad, genero, domicilio, nivel educativo, ocupación, cantidad de compra,
forma de pago, estado civil, lugar de trabajo, ingresos económicos, entre otros.
c) Objetivos por segmentos: una vez que se tiene claro los segmentos se deben definir los
objetivos de comunicación para cada uno de ellos. Van Riel ofrece un interesante
enfoque en cuanto los objetivos al señalar "los objetivos comunicativos normalmente
se dividen en elementos cognitivos, afectivos y conativos." (136). Esto significa que una
campaña de comunicación de identidad corporativa se puede enfocar en elementos
racionales, afectivos o llamativos. Ello orienta el enfoque que la empresa puede
implementar en diversos segmentos, según sea el caso; como ejemplo se puede citar
que para algunos segmentos la comunicación debe ser más racional que emocional,
pero en otros segmentos se puede utilizar lo afectivo para generar una mejor relación
con la empresa.
d) Selección de los mensajes: este tema es fundamental. Tiene como fin definir dos
importantes preguntas (van Riel): ¿Qué debería decirse? y ¿Cómo debería decirse? y
esto se refiere a todos los medios de contacto con los clientes. Para algunos los mensajes
deben ser sencillos y directos, pero para otros segmentos deberán ser más amplios y
con mayor justificación.
e) Selección de medios: en esta etapa se debe planificar los medios más idóneos según el
segmento y sus objetivos. Existen muy amplios medios para comunicar la identidad.
Pueden ser medios escritos, verbales, visuales, publicitarios, telefónicos. Etc.
En general, este modelo busca adecuar a cada segmento un enfoque de identidad corporativo,
de tal manera que se pueda llegar a cumplir los objetivos de la organización y a la vez diferenciar
los medios y formas de hacerlo.