PROPIEDADES FISICO-QUÍMICAS DE LA ARCILLa
PROPIEDADES FISICO-QUÍMICAS DE LA ARCILLa
PROPIEDADES FISICO-QUÍMICAS DE LA ARCILLa
Las arcillas poseen una elevada superficie específica, fundamental para ciertos usos
industriales en los que la interacción sólido-fluido depende directamente de esta
propiedad.
Es una propiedad fundamental de las esmectitas. Son capaces de cambiar, fácilmente, los
iones fijados en la superficie exterior de sus cristales, en los espacios interlaminares, o en
otros espacios interiores de las estructuras, por otros existentes en las soluciones acuosas
envolventes. La capacidad de intercambio catiónico (CEC) se puede definir como la suma
de todos los cationes de cambio que un mineral puede adsorber a un determinado pH. Es
equivalente a la medida del total de cargas negativas del mineral. Estas cargas negativas
pueden ser generadas de tres formas diferentes:
Caolinita: 3-5
Halloisita: 10-40
Illita: 10-50
Clorita: 10-50
Vermiculita: 100-200
Montmorillonita: 80-200
Sepiolita-paligorskita: 20-35
Hidratación e hinchamiento
Cuando la arcilla absorbe agua en el espacio laminar, este tiene como
consecuencia la separación de láminas, dando lugar al hinchamiento, este depende
del balance entre la atracción electrostática catión-lámina y la energía de
hidratación del catión, a medida que las capas de repulsión y contribuye a el
proceso de hinchamiento donde se disocian completamente unas láminas de otras.
Cuando el catión interlaminar es el sodio, las esmectitas tienen una gran capacidad de
hinchamiento, pudiendo llegar a producirse la completa disociación de cristales
individuales de esmectita, teniendo como resultado un alto grado de dispersión y un
máximo desarrollo de propiedades coloidales. Si, por el contrario, tienen Ca o Mg como
cationes de cambio su capacidad de hinchamiento será mucho más reducida. (Rico & Del
Castillo, 2006)
Plasticidad
Tixotropía
Porosidad.
Permeabilidad.
Las arcillas tienen baja permeabilidad debido a que sus aperturas inter-granulares son
demasiado pequeñas para permitir la circulación rápida. El tamaño y la constitución son
las características más notables que condicionan las propiedades de las fracciones. La
arena y el limo poseen muy poca actividad superficial y contribuyen escasamente en el
balance de las propiedades del suelo. Esta actividad reducida se debe no solo al tamaño
de las partículas sino a su constitución química y estructural. A menor tamaño, mayor es
la superficie específica y más intensas son las propiedades. La arcilla es más activa que
la arena y el limo; este, aunque de actividad reducida, tiene más que la arena. (Parrado &
Toloza, 2017)
REFERENCIAS