Estructura de Mando Del Sistema de Defensa
Estructura de Mando Del Sistema de Defensa
Estructura de Mando Del Sistema de Defensa
defensa
Para comprender la toma de desiciones de defenza nacional debemos conocer como se encuentra
dividida esta desde el altomando militar que es el que ejerce las ordenes de mando y dan a
conocer los planes, estrategias , problemas que se deben superar a nivel nacional .
Para este análisis, consideraremos que la política de defensa entendida en sentido amplio se
compone de tres dimensiones. La primera corresponde a la dimensión estratégica, referida a las
acciones y medidas institucionales de carácter estratégico, decididas e implementadas por el
gobierno nacional para prevenir o enfrentar situaciones de riesgo, conflictos o amenazas de
origen estatal externo contra la soberanía, la integridad territorial y la capacidad de
autodeterminación del Estado, que requieran el empleo en forma disuasiva o efectiva de las
Fuerzas Armadas. La segunda dimensión considerada es la política militar, la cual remite al
conjunto de normas y agencias ministeriales dirigidas a ejercer el control civil sobre las Fuerzas
Armadas y la conducción y administración burocrática del instrumento militar. Por último, la
dimensión internacional de la política de defensa, también denominada “diplomacia de la
defensa”, contribuye a los objetivos de la política exterior del país .
La dimensión estratégica
El Plan precisaba que el sector defensa era incapaz de garantizar la soberanía, proteger el
territorio y su población y defender los recursos naturales de carácter estratégico, como
consecuencia de la falta de definición de políticas por parte de los anteriores gobiernos de corte
neoliberal .
Así, se proponía construir una Bolivia soberana y segura; que defienda el territorio y a su
población, que cuente con un sistema de defensa civil fuerte y que participe activamente en el
desarrollo integral bajo los principios de igualdad, reciprocidad y equidad de género. Para ello,
el Plan formulaba una serie de políticas y estrategias, tales como: el establecimiento de un
nuevo marco normativo, el rediseño del sistema de fuerzas y el fortalecimiento de las
capacidades operacionales.
Con respecto al primer punto, desde la transición a la democracia en 1982, las cuestiones de
defensa nacional tuvieron un tratamiento normativo marginal . Antes de la gestión de Evo
Morales, el Congreso promulgó solamente en 1992 una norma, la Ley Orgánica de las Fuerzas
Armadas Nº 1405, que reemplazaba a la anterior norma del gobierno militar de 1964,
introduciendo leves modificaciones, como los procedimientos para el ingreso y egreso de tropas
y la extensión del servicio en las fuerzas a 35 años.
Con esta norma, quedaba establecida como misión fundamental de las Fuerzas Armadas la
defensa y conservación de la independencia nacional, la seguridad y la estabilidad de la
República, el honor y la soberanía nacional, el imperio de la Constitución Política del Estado y
la estabilidad del gobierno legalmente constituido. Asimismo, se incorporó expresamente la
cooperación en el desarrollo integral del país, aunque no fue sino después de la llegada de Evo
Morales al gobierno que las Fuerzas Armadas adquirieron una firme orientación hacia tareas de
apoyo al desarrollo y de respaldo a las políticas del gobierno nacional .
Respecto de la conservación del orden público, las Fuerzas Armadas actúan en forma
contribuyente, a requerimiento del Poder Ejecutivo, cuando las instituciones legalmente
constituidas para ese fin resultasen insuficientes. El uso de las Fuerzas Armadas en conflictos
internos fue, a la vez, regulado por el Decreto Supremo Nº 27977 de 2005. Contrariamente a
gobiernos anteriores, Morales no empleó a las Fuerzas Armadas en la represión de la protesta
social. Así, durante su gobierno, se tendió a propiciar un acercamiento entre los militares y el
pueblo, particularmente con los sectores indígenas y campesinos.
En el año 2009 se sancionó una nueva Constitución Política del Estado, que si bien no modificó
el rol de las Fuerzas Armadas, agregó como misión la defensa, seguridad y control de las zonas
de frontera, a través de una presencia física permanente. Otro aspecto que se incorpora es la
declaración de Bolivia como país de vocación pacífica . Bajo esta orientación, Bolivia rechaza
toda guerra de agresión como instrumento de solución de conflictos entre Estados, reservándose
sin embargo el derecho a la legítima defensa. También se establece la prohibición de instalar
bases militares extranjeras en el territorio nacional –como medio para impedir cualquier futuro
intento de proyección militar de los Estados Unidos u otro país– y se declara la reivindicación
de su cualidad marítima como política de Estado .
Posteriormente, se sancionó la Ley de Armas en septiembre de 2013, tras ocho años de debate
en el Congreso; y la Ley de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo –que habilita el derribo de
aeronaves hostiles–, promulgada en abril de 2014. Sin embargo, varios anteproyectos de Ley
presentados por el Movimiento Al Socialismo –MAS, el partido del Presidente Morales–, entre
ellos el de Seguridad y Defensa Integral, se encuentran desde 2010 en la Asamblea, sin avances
concretos para su aprobación.
Como ha trascendido, los contenidos del anteproyecto de Ley de Seguridad y Defensa Integral
se desprenden de las “Bases para la Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del
Estado Plurinacional de Bolivia”, documento elaborado en el 2010 por las Fuerzas Armadas
con el objetivo de plasmar una nueva doctrina militar que refleje los valores del nuevo Estado
Plurinacional y su fin supremo: el “Vivir Bien”.
En esta nueva visión, la Defensa se conceptualiza como el conjunto de medidas que el Estado
utiliza para hacer frente a agresiones de origen interno o externo, con el fin de alcanzar
condiciones adecuadas de seguridad. Sin embrago, no es una tarea y responsabilidad exclusiva
de las Fuerzas Armadas: la Defensa es considerada una responsabilidad fundamental del Estado
que se basa en la íntima unión de éstas con el pueblo. Tal involucramiento de la sociedad civil
en conjunto presupone la hipótesis de conflicto asimétrico en su territorio con un país
militarmente superior, sin identificar concretamente cuál podría ser dicho oponente. La erosión
de las relaciones bilaterales con los Estados Unidos desde la llegada de Evo Morales plantea
como interrogante si es este país el potencial agresor en base a cual los militares bolivianos han
reorientado su doctrina de empleo.
Estos Comandos Conjuntos si bien ofrecen una mayor presencia soberana, fundamentalmente
se dirigen a preservar las fronteras, combatir actividades ilícitas como el contrabando y la
explotación ilegal de los recursos naturales, y apoyar la defensa civil. Estas acciones fueron
acompañadas también por la creación de la Escuela de Comando y Estado Mayor Conjunto,
dependiente del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, y escuelas exclusivas de Comando
Conjunto para la formación de cuadros militares idóneos para estas funciones . Paralelamente, a
fin de fortalecer la seguridad fronteriza, se establecieron nuevos puestos militares en zonas de
frontera, como el del Silala en la frontera con Chile. Los requerimientos de personal que las
nuevas estructuras demandaban fueron a la vez acompañados por la aprobación legislativa del
incremento del personal de tropa, que para el año 2014 fue de 9.243 efectivos .
Otra política desarrollada fue el fortalecimiento del servicio militar, pese a los reclamos de
organismos de derechos humanos que propiciaban su eliminación. El servicio militar
obligatorio no sólo brinda cuadros de tropa entrenada para la eventualidad de la guerra, sino
que además contribuye al desarrollo nacional, mediante la capacitación y formación de los
soldados y marineros en los centros tecnológicos militares mientras realizan el servicio militar,
donde se instruyen en distintos tipos de oficios como plomería, carpintería, electricidad,
computación, técnicas agropecuarias, entre otros.
Todas estas políticas estuvieron a acompañadas por mayores erogaciones presupuestarias, dado
que anualmente se ha visto incrementado el presupuesto de defensa. En términos comparativos,
de 2008 a 2014 éste registró un incremento de un 93 por ciento .
La política militar
Morales decidió, ni bien asumió el gobierno y por recomendación de su Ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana, saltear dos promociones para designar al nuevo alto mando
militar con el propósito de imponer el principio de autoridad . Con esta medida, quedaron fuera
del servicio activo veinticuatro generales, en lo que se constituyó como la mayor purga desde el
año 1952. No obstante, lo que parecía que iba a desencadenar una relación turbulenta, devino
en una convivencia inesperada . La nueva cúpula castrense asumió el compromiso de apoyar al
gobierno. Dicho compromiso resultaba imprescindible frente al escenario de desestabilización
que sectores de la oposición iban a propiciar en los años subsiguientes contra el gobierno de
MAS . Consecuentemente, la política militar se orientó a promover un acercamiento con el
sector castrense.
Esta acción no fue un hecho menor. Permitió la identificación ideológico-cultural de una gran
parte de las Fuerzas Armadas, que adherían a posturas de corte nacionalista o vinculadas al
socialismo militar que profesaron los gobiernos de facto de los generales David Toro (1936-
1937) y Germán Busch (1937-1939). Éstos impulsaron importantes reformas sociales y
económicas, como la ampliación de derechos sociales y la reversión al Estado de todos los
bienes y concesiones otorgadas a la empresa petrolífera estadounidense Standard Oil, que
finalizó con la fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Tales políticas han concurrido en la construcción de una relación civil-militar cooperativa, que
le ha permitido a Morales no sólo mantener la subordinación de las Fuerzas Armadas y su
adscripción a su proyecto político, sino también evitar la consumación del golpe de estado civil
de septiembre de 2008.
En este marco, salvo la abolición de los gastos reservados, las prerrogativas militares no se han
visto sustancialmente afectadas en tanto que las reformas más controversiales que impulsaba
inicialmente el Movimiento al Socialismo, tales como la abolición del servicio militar
obligatorio –o al menos la inclusión de la objeción de conciencia–, la reforma de la justicia
militar y el establecimiento de la supremacía civil, no fueron –al momento– abordadas .
Asimismo, entre las principales acciones en materia de política militar podemos mencionar
aumentos salariales anuales que oscilaron entre un 7 y un 10 por ciento, bajo un escenario
inflacionario de alrededor un 4 por ciento; mejoras en las condiciones de habitabilidad de los
recintos militares del país que han beneficiado fundamentalmente al personal de tropa; obras de
remodelación de terminales y pistas aéreas; edificación de nuevas unidades en zonas de
frontera, centros de estudios y unidades sanitarias.
Diplomacia de la defensa
La dimensión internacional de la política de defensa, contribuye a los objetivos de la política
exterior del Estado. Consecuentemente, ésta se ordena de acuerdo a sus preceptos. De tal modo,
como país abierto a la cooperación internacional como instrumento que favorece el desarrollo
nacional, con la llegada de Evo Morales al gobierno se modificaron sustancialmente los
alineamientos internacionales, de acuerdo a las prioridades políticas y la conducción autónoma
del Estado.
Erosionada así la relación con los Estados Unidos desde el mismo inicio del gobierno, el
Presidente priorizó el establecimiento de nuevos vínculos con Venezuela, Cuba y Ecuador,
integrándose a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA).
Con China la cooperación abarca una amplia agenda, de la que se destaca la científico-
tecnológica. Con el apoyo de este país, Bolivia lanzó al espacio su primer satélite, el que cuenta
con un segmento militar para fines de seguridad y defensa. Asimismo acordó en 2013 la
provisión de ayuda militar gratuita, por 8 millones de dólares a ser ejecutados en 5 años y
cooperación en ciencia, tecnología e industria para la defensa.