Principios Del Servicio
Principios Del Servicio
Principios Del Servicio
I. INTRODUCCIÓN
Una actitud de servicio es contraria a todo lo que nuestra naturaleza, y en muchos casos,
nuestros antecedentes y educación.
Ser un sirviente es un negocio humilde. Casi siempre disminuye nuestro orgullo. Allí es donde
se asienta el problema, orgullo fue el problema de Lucifer, orgullo fue el problema de Adán y la
mayor parte de las veces nuestro problema.
III. TIPOS DE ORGULLO
1. ORGULLO ESPIRITUAL:
Es dicho con aquel viejo fariseo, “Dios, te doy gracias por no ser como otros hombres
son”. Lucas 18:11
2. ORGULLO INTELECTUAL
1 de Corintios 8: 1-2 dice “... el conocimiento envanece, pero el amor edifica. Y si
alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo”.
Este tipo de orgullo siempre se nota en una actitud arrogante en comparación con
aquellos que no tienen tanta educación y se olvidan de nuestra capacidad mental fue
dad por Dios. Puede ser evidente también por medio de una actitud de confianza en sí
mismo en lugar de confiar en Dios.
Dios odia el orgullo intelectual de acuerdo a
Proverbios 26:12, “¿Has visto un hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza
hay del necio que de él”.
3. ORGULLO MATERIAL
Posesiones materiales, como cualquier otra bendición, provienen de Dios.
Deuteronomio 8:18 “Si no acuérdate de Jehová tu Dios, porque Él te da el poder para
hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como este día”.
4. ORGULLO SOCIAL
Este tipo de orgullo se manifiesta en clases, razas y arrogancia de castas. De cualquier
manera, Dios no hace las distinciones en el hombre que los hombres hacen entre ellos.
Una evidencia del orgullo social son aquellos que buscan una situación social como
una meta importante en sus vidas. Ser el N° 1... aún encima de Dios, como Lucifer hizo
en Isaías 14: 12-15, pero mayormente encima del hombre.
5. ORGULLO FÍSICO
Hay una diferencia entre la estimación propia, la cual es saludable y aceptable delante
de Dios, y el problema del orgullo físico. Es algunas veces evidente al dedicar mucho
tiempo a nuestra apariencia y olvidar la relación con el Señor.
¿Pasas el mismo tiempo en la palabra de Dios como lo pasas cuidando tus uñas, tu
pelo (para las señoritas), o en levantamiento de pesas (para los hombres, esperamos)
y deportes?
Algunas de estas cosas están fuera de balance, absorbiendo nuestro tiempo porque las
ponemos encima de las cosas del Señor en importancia. El Señor nos hará vernos de lo
mejor porque somos sus embajadores y debemos querer ser testigos vivientes al estar
representándolo a Él. Traer honor y gloria a su nombre debe ser nuestro factor para
motivarnos a hacerlo.