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Las logias principios para estar en una:

Bienvenido (a)
En este sitio encontrará información sobre la Francmasonería en general y en particular sobre la ORDEN MASÓNICA MIXTA

INTERNACIONAL LE DROIT HUMAIN - EL DERECHO HUMANO, tanto en el ámbito internacional como en Ecuador, con

el objeto de dar a conocer sus orígenes, principios, objetivos y organización, que permitan al público un conocimiento

verdadero de los fines del camino Masónico, así como la información de contacto en caso de estar interesado (a) en su

vinculación.

La Masonería tiene tres únicos principios: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La forma concreta de entender y aplicar esos

principios no está marcada, y cada uno debe buscarla y realizarla personalmente.

La Libertad

El concepto de Libertad se basa en la autonomía interior del individuo, para pensar, discernir y actuar. El ejercicio de la

libertad implica actuar con equilibrio, lógica, mesura y respeto hacia los demás. Se puede no estar de acuerdo con la opinión

de otro y mantenerse aun firmemente en la suya, mas se debe aceptar y respetar el derecho de otro a opinar diferente. La

Tolerancia es el Límite de la Libertad.

COM_CONTENT_READ_MORELa Libertad

La Igualdad

La Igualdad es la concepción filosófica de una vida libre, sin esclavitud ni humana ni de pensamiento, de igual oportunidad

de acceso a los bienes y servicios que la naturaleza otorga y al conocimiento que las diferentes culturas ponen a disposición

del ser humano.

Somos distintos por diferencias naturales de raza, de inteligencia, pero estas diferencias no deben generar privilegios

predeterminados a nadie.

La Fraternidad

La Fraternidad entendida como una actitud personal, como una manera de expresión humana, significa: unión, solidaridad,

amor entre los hermanos y entre nuestros semejantes, entendiendo el amor como la emoción activadora de todos los valores,

de todas las actitudes personales que permite a los hombres ser diferentes y parecerse a uno mismo.

¿Qué es la Masonería?

La Masonería es una Asociación universal, filantrópica, filosófica y progresiva; procura inculcar en sus adeptos el amor a la

verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes, desarrollar en el corazón humano los sentimientos de

abnegación y caridad, la tolerancia religiosa, los deberes de la familia; tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos

de nacionalidad, de opiniones, de creencias y de intereses, uniendo a todos los hombres por los lazos de la solidaridad, y

confundiéndoles en un tierno afecto de mutua correspondencia. Procura, en fin, mejorar la condición social del hombre, por
todos los medios lícitos, y especialmente por la instrucción, el trabajo y la beneficencia. Tiene por divisa Libertad, Igualdad,

Fraternidad.

En la Masonería, por su carácter de sociedad iniciática, se encuentran las diferentes escuelas de pensamiento y concepciones

de la vida. El carácter iniciático significa que el ingreso en Masonería, el paso a los diferentes grados y el trabajo masónico

en general, obedece a unos rituales o ceremonias precisas que tienen un significado simbólico.

El afán de espiritualidad, entendido de formas muy diferentes, es una de las características de nuestro tiempo. Es frecuente

el redescubrimiento o resurgimiento de antiguas escuelas de pensamiento, junto a la búsqueda de nuevas formas de entender

y aplicar los ideales.

Los problemas que se le plantean a la Humanidad tienden a ser semejantes en su raíz, aunque cambian las condiciones y

los aspectos inmediatos. Todo ello debe tenerse presente para abordar la cuestión de qué es la Masonería.

Historia de la Masonería

Vamos a extendernos en el aspecto histórico de la Masonería, pues al hacerlo se abordan muchas cuestiones que aclaran

principios confusos y malentendidos, cuya clarificación es necesaria a fin de entender qué somos y qué pretendemos.

La cuestión del origen de la Masonería es algo compleja, pudiendo incluir varias contestaciones. Se dan unos orígenes míticos

o simbólicos tanto en la organización de los Iniciados Egípcios, de los constructores del Templo de Salomón en Jerusalén,

de los Misterios de Eleusis, etc... De esta manera, la enseñanza de las sociedades iniciáticas de la Antigüedad preparó,

configuró y transmitió en gran medida el ideal, el simbolismo y la forma de trabajar de la Masonería.

Históricamente, las asociaciones de francmasones (obreros libres de la construcción) aparecen en las obras de las catedrales

y monasterios medievales. El simbolismo del obrero libre en un mundo dominado por el criterio feudal del vasallaje era algo

más que el material, simbolizaba el compromiso que cada participe de la obra aceptaba mediante la reflexión personal. De

esta manera, mientras los Iniciados eran conscientes del significado profundo de palabras y símbolos, el mundo en el que se

movían solía quedarse sólo con el aspecto externo de la cuestión. Para mejor explicar esta diferencia nos sirve el ejemplo de

los alquimistas: éstos afirmaban poder convertir el plomo en oro mediante una maravillosa piedra que decían poseer la piedra

filosofal. Mientras que la sociedad solía entender esta piedra como algo real y mágico, los Iniciados simbolizaban con ella la

Sabiduría, capaz de transformar la energía humana básica en fuerza constructiva, tanto en lo espiritual como en lo material.

Los francmasones, convencidos de que la obra material de la Catedral y la espiritual del perfeccionamiento humano sólo era

realizable mediante individuos libres honrados yresponsables, transmitían en sus reuniones "iniciáticas" conocimientos

científicos y filosóficos, como se realizó en las sociedades iniciáticas de la Antigüedad. Se partía de la concepción de que el

Universo se rige por leyes armónicas y complementarias, leyes que poco a poco pueden irse conociendo, y que este

conocimiento filosófico y material puede aplicarse al ser humano, parte fundamental del Universo, a fin de armonizarlo y

perfeccionarlo. Junto a ello se daba la transmisión gradual del conocimiento (los diferentes grados masónicos), y el aspecto

de solidaridad o ayuda mutua entre todos ellos.


Con frecuencia se acusa a las corporaciones de francmasones medievales de haber sido meras instituciones gremiales de

monopolio local del conocimiento. Aunque no dudamos de que ello fuera así en muchos casos, toda vez que cualquier obra

humana está sujeta a fallos y a utilizaciones indebidas, la norma general no era ésa. Cuando un francmasón alcanzaba el

grado de Maestro, es decir, capaz de crear por sí mismo, circulaba libremente por todas las logias, instruyendo a los

aprendices y creando escuela. Por ello, los conocimientos arquitectónicos y simbólicos eran rápidamente extendidos -para

los baremos de la época- por toda Europa. Eso sí, el conocimiento era transmitido solo a los iniciados, partiendo de la idea

ya mencionada: para realizar la obra no era suficiente la simple habilidad artística o "científica", sino que a ello debía unirse

el conocimiento filosófico y el desarrollo espiritual. No bastaba con ser un buen cantero o vidriero, sino que además se exigía

ser libre, honrado y responsable.

El arte de construir grandes obras con sentido filosófico inició un decaimiento progresivo, y en el siglo XVIII permanece apenas

un sentido de labor filosófica y de ayuda mutua entre los francmasones.

El 24 de junio de 1717 se reúnen los masones de Londres para celebrar el Solsticio de Verano, y constituyen la primera Gran

Logia. Se trata del hito que marca la aparición de la Masonería Especulativa, cuya obra de construcción es simbólica, filosófica

y social, a diferencia de la Masonería Operativa, cuya construcción era material. La transformación no fue repentina, sino

gradual, y en ella sobreviven rituales, símbolos y tradiciones de muy antiguo origen. La Masonería moderna entiende que el

ser humano y la Humanidad ideales deben ser construidos, piedra a piedra, con la misma libertad y honradez, con el mismo

amor y respeto, con los que se construía una catedral.

La Gran Logia de Londres se convirtió en foco creador de innumerables logias en todo el mundo, que progresivamente fueron

creando sus propias organizaciones nacionales (Grandes Logias o Grandes Orientes en cada país), vinculadas todas ellas

por fraternales lazos de solidaridad y reconocimiento mutuos. La mayor diferencia entre Obediencias (Organizaciones) se

produce en la segunda mitad del siglo pasado, al decidir el Gran Oriente de Francia y, progresivamente, otras Obediencias

Masónicas, la aceptación de agnósticos o ateos entere sus miembros, en contra del sistema anglosajón, que acepta todas

las creencias pero no la ausencia de ellas. La razón de esta diferencia es de origen histórico y social. Mientras que en Gran

Bretaña la Iglesia anglicana favoreció y promovió la Masonería, y la evolución política fue gradual, en otros países de Europa

se produjo una pugna entre la Iglesia oficial y la realidad social, y una evolución política con frecuencia traumática.

De esta diferencia de criterios surgió una Masonería de sistema anglosajón, que se llama a sí misma regular y difícilmente

reconoce a las otras, y una Masonería liberal, donde nos encontramos nosotros. Pese a todo, los masones trabajamos en

nombre de la Masonería universal, nos esforzamos en no plantear enfrentamientos, y nuestras relaciones son, en la mayor

parte de los casos, fraternales y de reconocimiento mutuo. La Masonería no está dividida: es como un árbol con muchas

ramas, pero el tronco es el mismo y desde años se persigue el acrecentamiento del común espíritu masónico. A nuestro

juicio, tan perjudicial sería un enfrentamiento interno como un monolitismo ajeno a las ideas y prácticas masónicas.

Principios de la Masonería


La Masonería no es una religión, ni una secta, pues no tiene dogmas, carece de cuerpo doctrinal al cual se llegue a través

de la fe. La Masonería respeta todas las creencias, y, en caso de la Liberal, la ausencia de esas creencias, siempre que el

masón acepte el compromiso de conocerse a sí mismo, desarrollar sus posibilidades en todos los sentidos y en la forma que

desee, y volcar ese conocimiento y esa mejora en beneficio del Universo, del cual la Humanidad es parte sustancial.

La Masonería tiene tres únicos principios: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La forma concreta de entender y aplicar esos

principios no está marcada, y cada masón debe buscarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en practica

mediante un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva adelante en la conciencia de cada uno.

Al profano se le exige, para entrar en la Masonería ser "libre y de buenas costumbres". Esta vieja fórmula debe ser entendida

como derecho y deber al desarrollar las propias condiciones e ideas -sea cuales sean- y ser coherente con uno mismo

desarrollando esas condiciones e ideas de forma tal que mejoren aquella parte del Universo que le rodea, empezando por él

mismo. No se trata de guardar una moral determinada, sino de cada uno. El masón puede, por supuesto, aceptar unos

principios morales establecidos, pero como ser libre, honrado y responsable, debe tener fundamentados en su conciencia

dichos principios, y nunca aceptarlos por rutina o por presión social.

En Masonería no deben juzgarse las opiniones, que son libres, sino las actitudes: éstas deben ser abiertas, carentes -en lo

posible- de prejuicios, fruto de una reflexión y una intuición propias. Debe abordarse la vida buscando lo que une antes de lo

que separa, y saber manifestar las diferencias con sinceridad para con uno mismo y con respecto a los demás. Esto no

significa que el masón no defiende sus ideas y creencias, ya que en ese caso no sería coherente consigo mismo, sino que

esa defensa debe ser realizada de forma abierta, tolerante y fraternal, huyendo de la concepción de ser el único portador de

la Verdad Absoluta.

Buscamos el progreso del Universo y el progreso de la Humanidad inserta en él, y llamamos a ese progreso Luz,

entendiéndolo no solo en el sentido material -importante y presente en nuestras preocupaciones- sino también en el sentido

espiritual, moral o filosófico.

En Masonería no se le rinde culto a un Dios ni, mucho menos, al diablo, tal como se acusó en numerosas ocasiones. Un

masón puede, de acuerdo con sus ideas, rendir culto a los principios religiosos en los que crea, o declararse agnóstico o no

creyente. En nuestra Orden conviven sin distinción dos invocaciones: Al Gran Arquitecto del Universo y/o Al Progreso de la

Humanidad, respetando así la libertad de conciencia de cada miembro.

La Mujer en la Masonería


Las normas masónicas tradicionales no permitían el acceso de la mujer a la Masonería, dentro

del concepto de su época de contemplar a aquella como un ser sin plena libertad ni capacidad. Este es un ejemplo de cómo

la Masonería se mueve con la Historia, como no podía ser menos, y de cómo sus ideales encuentran nuevos desarrollos al

paso de los tiempos.

En efecto, poco a poco se va creando la llamada "Masonería Femenina de Adopción", en la cual la mujer es aceptada bajo

una especie de tutela de los hombres y con separación en las reuniones.

Por eso resulta tan importante y, para su época, progresista, que en 1892 la hermana Marie Deraismes, iniciada en una logia

liberal de Paris, y el senador Georges Martin, creen la Obediencia "Le Droit Humain" con dos planteamientos que siguen

siendo fundamentales hoy en día: su carácter mixto, es decir, con plena igualdad y fusión de hombres y mujeres; y el de

internacional, es decir, que con una estructura de federaciones nacionales autónomas, todas ellas se integran en una común

Organización Mundial, actualmente presente en más de cincuenta países de los cinco continentes.

El "Derecho Humano" se integra en la Masonería Liberal, mantiene relaciones de reconocimiento con las más importantes

Obediencias masónicas adogmáticas de diversos países. El reconocimiento mutuo significa que un masón del Derecho

Humano tiene libre acceso, en calidad de visitante, a las reuniones de otras Obediencias, tratándose como a un hermano

más.

Actualmente existen Obediencias Liberales que integran a la mujer por separado (logias masculinas y femeninas), y algunas

Obediencias de carácter nacional con sistema mixto. No deseamos negar la validez de nuestros hermanos masones de otras

Obediencias. Por eso, nos limitamos a exponer las características básicas de nuestra Orden, y a recordar que la Masonería

es un Gran Árbol de tronco único y múltiples ramas, de raíces profundamente antiguas. Por eso, soporta los vendavales que

afectan a una rama determinada, o la siempre posible desviación o descomposición de una de ellas.

La Masonería y las Ideologías


En Masonería no caben dogmas, estando abierta a todas las actitudes respetuosas con las formas de pensar ajenas.
En Masonería existe una vieja fórmula que propugna no tratar de política o religión, salvo para esclarecer a los demás. Esto

significa que la Masonería es apartidista y que en ella no se pueden dar "consignas", no se puede tratar de "imponer" ideas,

sino "exponer" las mismas.

Sería un error considerar que la Masonería es una organización en la que unas conclusiones mayoritarias obligan a actuar

social y políticamente a todos, y mucho menos, en la directriz de una autoridad imponga un camino a seguir. Esta forma de

actuar sería antimasónica.

Sin embargo, nuestra historia y nuestro mundo están impregnados de realizaciones de inspiración masónica. De ahí deducen

los críticos de nuestra organización su peso político y su papel como fuente de directrices concretas. Lo que ha ocurrido, lo

que ocurre, es que los hombres y mujeres que trabajan con los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, llevan, cada uno

de una forma libre e individual, esas actitudes y principios a su mundo familiar, social, político, laboral, etcétera. Lo hacen en

la forma en que voluntariamente deseen, y con los aspectos concretos que en conciencia decidan. Si, por ejemplo, la

fraternidad universal es un principio masónico, no será extraño que muchos masones se hayan encontrado en primera fila de

la constitución de organismos internacionales, de la unidad europea, etcétera.

El masón es un ser humano comprometido, las más de las veces, en un proyecto político, social, intelectual, filosófico,

etcétera, porque debe ser un ser consciente y responsable al que no le dejan indiferente los demás.

La Masonería no es anticristiana, pues muchas Iglesias de esa religión la apoyan y promueven, perteneciendo sus obispos y

pastores a ella, de forma abierta. Tampoco cabe decir que la Masonería sea anticatólica, toda vez que en su seno se respetan

todas las creencias. lo que sí ha ocurrido históricamente es el enfrentamiento de la Iglesia Católica con la Masonería.

La mayor virulencia se da en el siglo XIX, cuando los diferentes estados italianos se unifican en uno, y el Papa ve amenazada

su posición como Rey de Roma; en ese momento la Santa Sede reacciona con dureza frente a todas las corrientes que,

directa o indirectamente, propugnen los ideales bajo los que se unifica Italia: Estado Liberal, sociedades patrióticas -carbonari,

anilleros...-, librepensamiento, etcétera. Una de las condenas más duras contra la Masonería la acusa de pretender la

separación de la Iglesia y el Estado -que defenderá el Concilio Vaticano II en el siglo XX-.

Las calumnias a la Masonería fueron conscientemente alimentadas con las obras del estafador Leo Taxil (que terminó

reconociendo públicamente su impostura), en las que se hablan desde apariciones demoníacas hasta banquetes en los que

se devoran niños.

Cualquier católico puede, desde el punto de vista de la Masonería, ingresar en ella. Se le exige lo mismo que a las personas

de otras creencias o ideologías: tolerancia, fraternidad y desarrollo continuo de si mismo en beneficio de los demás.

De lo dicho hasta ahora no cabe deducir que la Masonería pretenda una vuelta atrás, a doctrinas elaboradas en el siglo XVIII.

El gran valor de la Masonería radica en que cada masón, cada generación de masones, reelabora la continua y progresiva

aplicación de los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que no significan lo mismo en el siglo XVIII que en el XX.

Nada de cuanto es humano nos es ajeno, nada de cuanto es Universo nos es ajeno, por estar el hombre inmerso en ese

Universo como parte consciente y valiosísima del mismo, capaz de comprender y ayudar a mantener la armonía del conjunto.
No somos retrógados cuando tratamos de mantener y estudiar las raíces de nuestra tradición, pues no se puede pretender

entender el presente ni construir el futuro ignorando los origines.

En la Masonería no se dan consignas políticas ni ideológicas, sino que cada cual expone su reflexión ante un problema, sin

haber una postura obligatoria para todos.

La Masonería no pretende sustituir a otros grupos (partidos políticos, sindicatos, asociaciones de todo tipo), que cumplen su

misión y entendemos necesarias para la vida colectiva. En ningún caso se produce una antítesis, siendo plenamente

complementarias unas con otras. Si acaso, suele ser bastante enriquecedor para el masón el poder aportar visiones más

globales, o aspectos distintos en una cuestión, al llevar adelante su papel en partidos, sindicatos o asociaciones.

Otro punto que debe aclararse es la cuestión vertida sobre nosotros de ostentar un poder secreto mediante la mutua ayuda

entre masones. En primer lugar, conviene señalar que el deber de todo masón a prestar ayuda y solidaridad a todos los

demás, y no solo a los demás masones.

Si con éstos le une un especial vínculo de fraternidad, que da al trabajar en el mismo sentido y con los mismos objetivos, ese

vínculo debe tener un limite en el sentido de justicia y equidad. Ningún masón está obligado a prestar una ayuda que, en su

conciencia, suponga una injusticia o un favoritismo. Por lo tanto, dependerá de su sentido de justicia, y éste debe ser muy

alto en

alguien que se dice francmasón.

Otra cuestión que debe ser aclarada es que nadie está obligado, en Masonería, a dar ayuda si con ello se priva de lo que es

necesario para si y su familia. Recordamos que nadie puede dar si previamente no tiene, tanto en el sentido espiritual como

en el material.

La Masonería no es elitista. Entre nosotros se cuentan personas de diferentes procedencias, niveles, formación y profesión.

Partimos de la base de la radical igualdad de todos los seres humanos, de su múltiple variedad que nos enriquece y equilibra.

El elitismo social está proscrito en Masonería, y ello se muestra incluso a nivel simbólico en determinadas ceremonias,

recordando la igualdad de todos los francmasones, aún ostentando diferentes grados.

En resumen, el Templo que pretendemos construir está siempre inacabado, y cada generación de masones aporta una piedra

más a la obra común, adecuada a su época y su marco geográfico.

Los Instrumentos de la Masonería


La Masonería es una sociedad iniciática en la que se encuentran las diferentes escuelas de pensamiento y concepciones de

la vida. En primer lugar, el carácter iniciático significa que el ingreso en Masonería, el paso a los diferentes grados y el trabajo

masónico en general, obedece a unos rituales o ceremonias precisas que tienen un significado simbólico.

El efecto, la vivencia de cada masón, será diferente ante la misma ceremonia, y eso es precisamente lo que se pretende: que

cada cual reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el conocimiento de los demás. El carácter iniciático

de las enseñanzas es tan antiguo como la Humanidad, y la Masonería mantiene esas viejas tradiciones.
En los rituales masónicos no hay nada de magia o de irracionalidad, tienen un significado básico que se explica a los Iniciados,

y a partir de esa base cada uno enriquece o desarrolla las diferentes aplicaciones que desee. El trabajo masónico intenta

provocar en sus participantes una toma de conciencia de los problemas y cuestiones que se plantean, en todos los órdenes

del mundo. A continuación les pide honda reflexión acerca de lo que cada uno entiende como soluciones o conclusiones,

tratando de verlas desde diferentes concepciones o puntos de vista. Se trata de fomentar el libre análisis y el desarrollo de la

propia conciencia.

La Masonería no pasa a una acción inmediata -salvo cuando se trata de una ayuda o acto de fraternidad concreto-, sino que

cada masón, como ha quedado dicho, aporta su progresivo enriquecimiento al medio en el que ser desenvuelve. Por eso, el

ritmo de trabajo masónico tiene unas pautas de reflexión y lentitud que facilitan el análisis y buscan causas profundas.

El trabajo masónico tiene dos vertientes, una filosófico-simbólica y otra social, ambas necesarias. Puede ser que un masón

concreto prefiera inclinarse más por un aspecto que por otro, pero cada cual es libre de aportar los trabajos que prefiera.

La Masonería ha sido criticada por su secreto. En realidad, la Masonería no es una sociedad secreta -el hecho de que estés

leyendo estas líneas así lo prueba-. Son conocidos nuestros principios, estatutos y objetivos. En lo que si se mantiene el

secreto es en los rituales y formas de trabajar. El significado de este secreto, que por otra parte se encuentra publicado en

numerosos libros de acceso a cualquiera, es el símbolo de que la obra de transformación y perfeccionamiento humano debe

ser llevado a cabo en el interior, en la reflexión y conciencia.

Por otra parte también son "secretas" las reuniones de Consejos de Administración de empresas, de órganos de dirección

de partidos políticos, etcétera. Que después de sus reuniones estas entidades celebren ruedas de prensa no significa que se

cuente efectivamente todo lo ocurrido y planeado.

Ningún masón está obligado a guardar secreto de su pertenencia a la Masonería, pero tampoco está obligado a reconocerlo

si es interpelado, pudiendo negarlo si así lo estima conveniente o lo prefiere. Lo que no debe hacer ningún masón es contestar

a decir si otra persona lo es, por respeto a la libre decisión de cada uno a afirmarlo o desmentirlo.

El sistema de diferentes grados dentro de la Masonería, que llegan al 33º en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, también

utilizado por "El Derecho Humano" no desmiente la igualdad de los masones. En el sentido iniciático ya descrito, se considera

que el acceso a nuevas capacidades de reflexión y actitud masónica debe ser marcado por el paso a un nuevo grado, marcado

por un ritual especifico. El Grado Superior tiene nuevos derechos, pero también y sobre todo nuevos deberes, dentro del

trabajo masónico.

De esta forma, se avanza gradualmente en el conocimiento simbólico y filosófico. Pero no hay que olvidar que la Iniciación

es obra de la vida entera, y que todo francmasón continua siendo, simbólicamente, un Aprendiz, abierto a todo y a todos.

El funcionamiento interno de la Masonería es democrático, como lo fue durante siglos, aún antes de que la democracia llegara

a la vida política. El sufragio libre y secreto se aplica en las elecciones anuales para todos los cargos, en la admisión de

nuevos masones, en los Congresos generales de cada Obediencia, en la toma de decisión sobre cuestiones administrativas,

etcétera.

Cada masón conoce sus derechos y deberes por la Constitución, estatutos y reglamentos de su Obediencia, Federación o

Jurisdicción, o Logia.
El origen y protagonismo de la masonería en Michoacán, 1821-1831

The origin and importance of Freemasonry in Michoacán, 1821-1831

L'origine et le rôle de la franc maçonnerie dans l'état du Michoacán, 1821-


1831

Ramón Alonso Pérez Escutia

Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.Correo


electrónico: rape_63@hotmail.com

Fecha de recepción: 26 de noviembre de 2013.


Fecha de aprobación: 31 de marzo de 2014.

Resumen

El estudio de las sociabilidades es una de las líneas de investigación en las que convergen tanto la
historia cultural, como la política y social. Dentro de ella figura como un tema específico el de la
irrupción, posicionamiento e impacto que ha tenido la masonería en México durante los dos últimos
siglos. En esta ocasión, se aborda el caso de la presencia de este tipo de agrupaciones en el estado de
Michoacán al inicio del periodo independiente, a través de las logias de filiación "yorkina" y "escocesa".
Buena parte de los miembros de los grupos de poder político más connotados que debatían y
maniobraban alrededor de los modelos organizacionales que se consideraban, desde sus respectivas
visiones y expectativas individuales y colectivas, como idóneos para el país, tuvieron como espacios de
manifestación dichas logias. En el texto se realiza un esbozo prosopográico de los miembros más
representativos de las coaliciones federalista-liberal y centralista-conservadora, los que al mismo
tiempo animaron dicha logias, hasta más allá del momento de su formal proscripción por el gobierno
federal en el otoño de 1828, enfatizando en la correlación de fuerzas que mantuvieron y sus
respectivas redes de vínculos.

Palabras clave: masonería, logias, Valladolid, Morelia, Michoacán.

Abstract

The study of social skills is a research area in which cultural, as well as political and social history are
intertwined. Within this field, we can distinguish the specific subject of the emergence, settling and
impact of Freemasonry in Mexico during the last two centuries. In the present paper, the presence of
such groups will be looked at in the state of Michoacán at the beginning of the independent period,
through the "York" and "Scottish" lodges. Many members of renowned groups of political power used
these lodges as a protest space. They debated and manoeuvred around the organizational models that
they considered suitable for Mexico from their respective individual and collective points of view and
expectations. This paper presents a prosopographical outline of the most representative members of
the federalist-liberal and centralist-conservative coalitions, which at the same time supported these
lodges, even after their formal ban by the federal government in the autumn of 1828. The study will
emphasize their force correlations and their respective networks.

Key words: Freemasonry, lodges, Valladolid, Morelia, Michoacán.

Résumé

L'étude des sociabilités est une des lignes de recherche dans lesquelles convergent tant l'histoire
culturelle que l'histoire politique ou sociale. Y figure comme thème spécifique celui de l'irruption, du
positionnement et de l'impact qu'eut la Franc maçonnerie au Mexique durant les deux derniers siècles.
Dans cet article est abordé le cas de la présence de ce type de groupement dans l'Etat du Michoacán
au début de la période d'indépendance à travers les loges de filiation «yorkine» et «écossaise». Grand
nombre des membres des groupes de pouvoir politique les plus connotés qui débattaient et
manúuvraient autour des modèles organisationnels considérés, depuis leurs visions respectives et
attentes individuelles et collectives, comme idoines pour le pays, eurent comme espace de
manifestation ces loges. L'article réalise une étude prosopographique des membres les plus
représentatifs des coalitions fédéraliste-libérale et centraliste-conservatrice, qui, en même temps,
animèrent ces loges au-delà du moment de leur formelle interdiction par le gouvernement fédéral en
automne 1828. L'accent est mis sur la corrélation des forces qu'ils maintinrent et sur leurs respectifs
réseaux.

Mots clé : Franc maçonnerie, loges maçonniques, Valladolid, Morelia, Michoacán.

Introducción

Es de sobra conocido que el tema de la masonería no figura entre los más socorridos por las diferentes
corrientes historiográficas en México a lo largo de su desarrollo. Por lo tanto si los estudios a nivel
nacional son contados y en la mayoría de los casos poco profundos y consistentes, el panorama es
mucho menos benévolo a la hora de valorar las aportaciones que se han efectuado en los ámbitos
estatal y regional.1 Pero ha sido en el transcurso de la última década cuando se ha registrado cierto
crecimiento en el número y calidad de los estudios de carácter académico, principalmente los que
corresponden al periodo de la transición a la independencia y las primeras décadas posteriores a ésta.
En la mayoría de los casos ha prevalecido el interés en torno de la relación cultivada por la masonería
con el mundo profano y la Iglesia, pero soslayando la dinámica propia de las logias, como lo asevera la
doctora Vázquez Semadeni.2

En este escenario la situación para Michoacán no es muy diferente de lo que sucede con respecto a
entidades circunvecinas, como México, Guanajuato, Jalisco y Querétaro, en las que en sus respectivas
historias, particularmente el periodo comprendido entre la guerra de independencia y las primeras
décadas posteriores a la consumación de ésta, se hace alusión a los procesos y actores político-sociales
que se presume tuvieron directa relación con la irrupción y protagonismo de las logias masónicas, pero
sin que se aporten elementos contundentes para escribir sobre la composición y evolución específica de
estas instituciones, que se ubican en el rango de las que fueron propias de las sociabilidades
modernas.3

El problema central sin duda alguna es el de la ubicación y disponibilidad de las fuentes documentales
necesarias para pisar en terreno irme y evitar el añejo vicio de la reiteración de conceptos y
percepciones, que han sido calificadas como poco objetivas y nada aportativas al desarrollo de la
historiografía especializada. Los investigadores que se han adentrado en esta temática en las dos
décadas recientes han partido desde una postura crítica y revisionista, llegado a la conclusión de que
en tanto no se disponga de elementos históricos fehacientes, para reconstruir en lo posible el contexto
sobre la presencia y actuación de las logias, así como el papel desempeñado por éstas en la
construcción del Estado-nación, particularmente durante el siglo XIX, no habrá avances cualitativos en
este campo.4

Como lo han ponderado en sus trabajos autores como Ferrer Benimeli, Costeloe, Bastian y Vázquez
Semadeni, quizás lo menos relevante en el estudio de las logias sea su marco normativo y rituales
especíicos, bajo el riesgo de caer en una apreciación meramente esotérica y supericial, sino el rol que
desempeñaron como espacios de expresión de las sociabilidades y la cultura política modernas.5 En la
visión de Costeloe las logias no tienen que ser entendidas a partir de sus pretensiones y
autoproclamadas funciones caritativas o filantrópicas, sino como "faros y lugares de reunión de las
personas que sostenían creencias políticas comunes". 6 Bastian profundiza más sobre este particular y
precisa que las logias fueron, probablemente, portadoras de una cultura política específica, que al
momento de su irrupción durante los primeros años del México independiente sirvieron para difundir
las ideas de tolerancia religiosa y de secularización.7 En tanto que, Vázquez Semadeni sugiere que la
masonería coadyuvó a integrar a grupos de individuos que compartían proyectos políticos comunes y
les proveyó de espacios de organización, en el contexto de la incipiente articulación de una clase
política a nivel nacional.8

La propuesta planteada en 1995 por Bastian para abordar el estudio de las logias desde la perspectiva
de las sociabilidades y la cultura política moderna sigue vigente. Por ello las líneas genéricas a seguir
en este trabajo son las de ubicar en lo posible a estas instituciones, como promovidas e integradas por
minorías insertas en grupos de poder e interés concretos. Por lo tanto se pretende precisar los espacios
geográicos y sociales de presencia y actuación de esa fraternidad; así como sustentar en lo posible que
las asociaciones masónicas se constituyeron en "semilleros" de cuadros políticos que se integraron en
las diferentes coaliciones político-sociales, actuantes durante la primera década del México
independiente.9

La fundación de las logias de Michoacán

Las investigaciones llevadas cabo de manera sucesiva por Ray Denselow y María Eugenia Vázquez
Semadeni, ponen de manifiesto que las primeras logias masónicas en la Nueva España se fundaron en
el periodo de transición, entre las muy disímbolas gestiones administrativas de los virreyes Félix María
Calleja y Juan Ruiz de Apodaca. Con fecha 30 de abril de 1816, se formalizó en el puerto de Veracruz
la logia "Los Amigos Reunidos" número 8. Casi un año después, se constituyó en Campeche la
denominada "Reunión de la Virtud" número 9; y en algún momento de 1817 se creó una más con sede
en Mérida, Yucatán, con el nombre de "La Aurora" número 18. Las tres quedaron jurisdiccionadas a la
gran logia de Louisiana. La doctora Vázquez Semadeni presume que dichas logias se identificaron con
el rito de York, desconociéndose quiénes fueron sus integrantes, la manera interna de operar y la
vinculación o no con los eventos militares y políticos de la guerra de independencia. 10

Desde el momento de su creación en el país las logias masónicas recibieron la inmediata condena de
instituciones como la Iglesia católica, a partir del hecho de que estas agrupaciones habían sido
consideradas como perniciosas para la sociedad, además de que sucesivamente los papas Clemente
XII, Benedicto XIV, Pío VII y León XII, emitieron varias bulas condenatorias, de las que la más
conocida fue la Quo graviora del último de estos pontífices.11 Miembros de la jerarquía eclesiástica
como el obispo electo de Michoacán, Manuel Abad Queipo, le atribuyeron a las sociedades secretas un
importante rol en las actividades políticas y militares alrededor de la emancipación de los diferentes
virreinatos en el nuevo mundo.12 Sobre el particular escribió en la primavera de 1815 al rey Fernando
VII que, "una sociedad titulada de los 'Racionales Caballeros' que abrazando las fórmulas y métodos de
los francmasones y estableciendo logias en diferentes provincias de Europa y de la América, trabaja sin
cesar en la independencia de las Américas".13

En el contexto del debate que sostuvieron durante las primeras semanas de 1830, los publicistas de los
rotativos El Astro Moreliano y El Michoacano Libre, a través de sus respectivas páginas, existe una
referencia aislada emitida por los primeros en el sentido de que la logia pionera en Michoacán se
estableció en la ciudad de Valladolid, en algún momento del año de 1821, con la denominación de
"Tehistas Reformados", presumiblemente del rito escocés, al parecer a iniciativa de un prominente
vecino, quien por ese entonces retornó del viejo mundo trayendo consigo las licencias y constituciones
correspondientes. Sobre este individuo los redactores de El Astro Morelianodejaron entrever su
identidad, pues "¿se olvida que personaje trajo desde Europa esta invención [la logia], presentando
poderes datados en aquel continente? ¿Se podría haber borrado de la memoria que pertenecieron al
catálogo de estas sociedades secretas, personas muy respetables que deben leer estas líneas?". 14

Aquí cabe especular y reflexionar un poco con elementos de sustento sobre los posibles iniciales
promoventes de la masonería en Michoacán. Sobre el particular es de destacar el hecho de que no fue
habitual por esos años, aun entre los propios miembros de la elite de poder económico, político y social
locales, el ir y venir con frecuencia de Europa. Por ello de entre los pocos casos que se conocen
coinciden con la aseveración velada de El Astro Moreliano, se encuentra el del general José Mariano
Michelena, quien además tomaba entonces parte activa en el forcejeo que protagonizaban las
coaliciones político-sociales que se disputaban el poder en la entidad en la coyuntura del triunfo del
plan de Jalapa.15 El rol que jugó entretelones el célebre conspirador fue tal, que en el mismo rotativo
se presumió días atrás, que habría sido el principal orquestador de la maniobra tendiente a derrocar al
gobernador José Trinidad Salgado.16

Sobre este particular cabe apuntar que en un documentado ensayo de Emilio de Diego García, quien
tuvo acceso a los papeles reservados de Fernando VII sobre sociedades secretas, entre los se incluyen
varias nóminas de presuntos masones que eran diputados a las Cortes de España, igura en las que
corresponden a las legislaturas de 1821 y 1821-1822, el nombre del michoacano José Mariano de
Michelena, quien tenía el nombre masónico de "Pelayo". 17 No obstante este importante antecedente,
no se cuenta con los elementos documentales suicientes para asegurar en irme, que el célebre
conspirador haya sido uno de los principales promoventes y animadores de las logias masónicas, tanto
en su natal Valladolid como en otros puntos de Michoacán y/o del país.

Por lo tanto, otro prospecto para haber incentivado la presencia y actuación de los "Theistas
Reformados", es el canónigo Martín García de Carrasquedo. Aunque su permanencia en Europa no era
tan reciente, pues había tenido lugar en el lapso 1804-1811, considerando que a través de la relación
que cultivó con los grupos ilustrados españoles y franceses, bien pudo haber tenido contacto con la
masonería, pero sin poder precisar tampoco el conducto.18 Sin embargo, estimo que fue hasta la
coyuntura de la fundación masiva de logias de filiación yorkina, cuando este personaje desempeñó un
papel de primera importancia para su adecuada implantación en Michoacán.

En el transcurso de este largo paréntesis se gestaron las condiciones para la irrupción en Michoacán de
las logias masónicas. Uno de los conductos a través del cual los diferentes grupos políticos y sociales
locales se enteraron de la fundación y protagonismo, de ese tipo de sociedades secretas de los ritos de
York y Escocia, fue el de la lectura sistemática y amplia socialización de los contenidos de los rotativos
capitalinos el Águila Mexicana y El Sol,portavoces de las logias. Sobre el particular Costeloe destaca
que,

[...] la prensa servía a cada partido como órgano de propaganda indispensable y sin igual [...] Poco se
sabe de su circulación o del número de lectores pero no hay duda de que producían un impacto
considerable. Los periódicos diarios de la capital se distribuían a la mayoría de las ciudades
importantes, e incluso en un periodo de relativa calma un visitante inglés observaba que el principal
alimento de las conversaciones lo suministran dos publicaciones periódicas: El Sol y el Águila.19

El rol de adoctrinamiento desempeñado por la prensa fue tal en la coyuntura de la fundación de las
logias en Michoacán, que instancias como el ayuntamiento de Valladolid, fueron escenario para el
debate alrededor del repudio o aceptación hacia esos emblemáticos rotativos, lo que de paso revela la
existencia de posicionamientos político-ideológicos ya más o menos definidos. Al respecto es de
destacar que en abril de 1827, el regidor Isidro García de Carrasquedo propuso no refrendar la
suscripción vigente al Águila Mexicana, siendo respaldado por la mayoría de los miembros del cabildo
para contratar una con El Sol, argumentando las ventajas de éste sobre aquél y el Correo de la
Federación. El tema de nueva cuenta vino a colación en septiembre de ese año cuando el regidor
Manuel Castañeda, a su vez, sugirió finiquitar la suscripción a El Sol, manifestando la escasez de
fondos del ayuntamiento. Al mes siguiente el regidor Saavedra insistió en la suspensión de dicha
suscripción y la apertura de una con el Correo de la Federación, lo que tras una breve deliberación fue
aprobado por unanimidad.20

Se tiene plena certeza de la fundación de la logia "Matamoros" en Valladolid hacia mediados de 1826,
conforme a los lineamientos del rito de York, en el contexto general de la amplia proliferación de éstas
a instancias de los grupos federalistas radicales, que las utilizaron para socializar sus tesis y proyectos
entre las elites regionales que simpatizaron con diferente intensidad con su posicionamiento político-
ideológico.21 En su momento, los editores de El Michoacano Libre aseveraron que fue el general Vicente
Filisola, quien arribó en el mes de junio a la entidad en calidad de comandante general de las armas,
designado por el presidente Guadalupe Victoria, el que "trajo la masonería". Se asocia este hecho a la
presunta conspiración que a la vuelta de poco más de un año, propiciaría la caída del gobernador
constitucional Antonio de Castro y el ascenso al cargo de José Trinidad Salgado. En un tono por demás
visceral se consignaba que por ese entonces,
[...] puso su inmunda planta en este estado, digno de mejor suerte, el extranjero D. Vicente Filisola,
investido con el carácter de comandante de las armas, y fiel a las instrucciones que recibió de la logia
yorkina trató de hacer prosélitos para establecer talleres de corrupción y de perfidia, en que se
sistemasen [sic] los medios de hacer desdichado un estado, que hasta entonces había podido
preservarse del funesto contagio de la más abominable facción.22

Con respecto a los integrantes de la logia "Matamoros", identificada como la número 28 en la nómina
publicada por Mateos, iguraba en calidad de venerable maestro el vicegobernador José Trinidad
Salgado.23 Además, señala como integrantes en posiciones no precisadas a personajes muy allegados a
éste, como fueron los casos del coronel de las milicias cívicas de la entidad Joaquín Caballero de
Acuña, miembro de la incipiente burocracia federal radicada en esta ciudad.24 Otro prominente
integrante de esa logia fue Manuel Castañeda. 25 Estos tres individuos tenían como común denominador
el haber participado en la guerra de independencia y de los dos primeros contamos con información de
que alcanzaron grados militares. La fundación de la logia se suscitó en un ambiente sumamente
prejuiciado tanto por sectores conservadores de la jerarquía y el clero católico, como por los grupos y
actores sociales antagonistas de los federalistas radicales.

Esta situación es claramente perceptible en el contenido del informe que sobre la presencia y actuación
de las logias masónicas envió la administración estatal como respuesta a la circular del 27 de
septiembre de 1826, acompañada de un cuestionario de tres preguntas emitida por la Secretaría de
Relaciones Exteriores del gobierno federal. El gobernador Antonio de Castro procedido en ese sentido
el 20 de octubre, a escasas semanas de fundada la logia "Matamoros", corroborando en primer término
su existencia, la iliación de ella al rito de York y "sus pretensiones de cambiar nuestras instituciones,
por las de un gobierno central". Por el marcado ambiente de animadversión que ya existía entre él y el
vicegobernador Salgado, no tuvo empacho alguno en expresar con respecto al segundo aspecto
requerido que,

Se cree generalmente que esta sociedad influye en la provisión de los empleos entre otras razones,
porque su Gran Maestre es uno de los principales agentes del gobierno, marcado ya claramente por los
papeles públicos, sin que hasta ahora haya habido la menor contradicción sobre esto. Su inlujo trató de
extenderlo en este Estado en las próximas pasadas elecciones para diputados y senador al Congreso
General, si felizmente no logró su intento fue porque sus agentes no tienen aquí el menor prestigio, y
antes por el contrario se tratan con la mayor burla y desprecio.26

En cuanto al tercer aspecto requerido, el licenciado Castro respondió en forma visiblemente sesgada,
sobre las ventajas o males que conllevaba la presencia y actuación de las sociedades masónicas,
aludiendo a la polémica que ya se había desarrollado en forma profusa sobre el particular en la prensa,
"por plumas muy diestras, por tanto ofendería yo la notoria ilustración del Excmo. Señor Presidente en
manifestar las unas y las otras". Acto seguido ponderó en lo personal los presuntos posicionamientos
político-ideológicos de los ritos yorkino y escocés, concluyendo que ambos eran nefastos para la
armonía social y la unidad nacional, por lo que se pronunció por su disolución. En el caso concreto de
la logia "Matamoros", a la que nunca alude por su nombre en este documento, manifestó que "soy de
opinión que se debe extinguir la sociedad yorkina".27

En los meses subsiguientes la logia en cuestión ya era considerada por sectores de la clase política
local como un factor de poder, que presumiblemente influía en el debate alrededor de los proyectos
legislativos y sociales más importantes, además de continuar propiciando la polarización entre las
coaliciones políticas del momento. En ese tenor, el diputado José Joaquín Domínguez, uno de los más
acérrimos opositores de las asociaciones masónicas y defensor de la gestión de Antonio de Castro,
expresó desde la tribuna en la sesión del 1 de febrero de 1827 que,

[...] en la hipótesis de que efectivamente hubiese algunas faltas en el gobierno, razones muy
poderosas de política exigen que aquellas se disimulasen en obsequio del mismo, pues era sabido que
en la capital existía una logia de yorkinos, empeñada en perseguir al gobernador, y trastocar la forma
de gobierno, por consiguiente cualquiera choque entre los poderes no será otra cosa, sino dar pábulo a
sus intenciones y proteger indirectamente sus fines. 28

Con esta aseveración se advierte la percepción maniquea y conspiracionista hacia la masonería, que ya
había sido creada y promocionada por los miembros del cabildo eclesiástico, la mayoría de los clérigos
adscritos a las diferentes parroquias del obispado y los sectores sociales vinculados a ellos. Como
asevera Ferrer Benimeli, "la sola palabra masonería ya es casi sinónimo de mal o insulto. Viene a ser
una materialización de los poderes de las tinieblas, algo demoníaco e infernal. En el mejor de los casos
se piensa en un arribismo sin escrúpulos y sin freno".29 Estos actores sociales se dieron a la tarea de
encontrar elementos con los cuales argumentar la apreciación negativa de este tipo de sociedades
secretas, particularmente su inlujo sobre el pueblo. Así las cosas, en la sesión secreta del cabildo de
Valladolid del 9 de febrero de 1827, el regidor Manuel Alzúa manifestó que "por un aviso reservado ha
llegado a su noticia que en estas cárcel pública se cometían excesos irreligiosos, burlándose de los
misterios de nuestra religión, con imitar el sacrificio de la misa comiendo obleas". 30

La presencia del general Filisola al frente de la comandancia general del estado, seguramente inluyó
para que de manera creciente la correlación de fuerzas entre las coaliciones federalista-liberal y
centralista-conservadora, que se coniguraban desde la consumación de la independencia, favoreciera
en esta coyuntura a la primera de ellas. Fue en ese marco que, en contra lo que menciona Alfonso
Toro, en el sentido de que hacia mediados de 1826 Lorenzo de Zavala recorrió el territorio existente
entre las ciudades de Toluca y Guadalajara, "con el exclusivo propósito de fundar allí logias yorkinas",
el grupo de allegados al vicegobernador Salgado promovió en fechas posteriores al 20 de octubre de
ese año, la integración de las logias "Invencible Caltzontzin", en la villa de San Juan Zitácuaro; y
"Federación" en la villa de Zamora.31

Presumo que la creación de ambas asociaciones, sin desestimar la influencia que pudo haber ejercido
Zavala, se debió ante todo a la directa labor del grupo encabezado por el vicegobernador Salgado,
como parte de su estrategia de posicionamiento en el escenario estatal, para concretar sus proyectos
políticos de corto y mediano plazo. En ese tenor, la logia "Invencible Caltzontzin", que figura con el
número 76 en la nómina publicada por Mateos, fue presidida por Ramón Echenique, como venerable
maestro.32 Se documentó además la participación de Marcos Pérez.33 De la misma forma se ubicó como
otro prominente integrante a Gervasio López.34 Los tres se identifican con antecedentes en la
insurgencia y permeados de los principios del federalismo. El historiador de la masonería Luis J. Zalce
ponderó en términos sumamente elogiosos la creación de esa sociedad secreta en una población tan
emblemática, pues

[...] al organizarse las logias amparadas por la Gran Logia Nacional del Rito de York, principalmente se
tuvo en cuenta un pueblo que, con coraje encendido por el patriotismo, había dado pruebas de la
reciedumbre del espíritu de sus moradores al defenderse de los tremendos ataques del jefe español
Calleja; ese pueblo fue el de Zitácuaro, en cuyo recinto apareció en el año de 1826 la primera logia
masónica que tuvo Michoacán y que fue conocida con el nombre de 'Invencible Caltzontzin', tal vez
queriendo significar el heroico valor de los michoacanos y el espíritu de su raza autóctona [...] 35

Con base en la secuencia que sigue Mateos en su enlistado considero que la logia "Federación", de la
villa de Zamora, fue la tercera en erigirse, tuvo el número 96, siendo presidida como venerable
maestro por el licenciado Mariano Miñón.36 Otro integrante fue Francisco Plancarte,37 y un tercer
miembro fue Miguel Godínes.38 El protagonismo del líder de esta logia debió ser relevante, pues dos
años después los editores de El Michoacano Libre, lo referían en tono de mofa y evidente visceralidad
como "el venerable del taller de Zamora, el ínclito licenciado Miñón. 39

Es importante consignar que existe información del año 1828 que refiere la participación en la
masonería, de individuos oriundos y/o vinculados al devenir de Michoacán de aquel tiempo, pero de los
que por falta de mayores elementos no estamos en condiciones de establecer si participaron en las
logias en mención o si en el momento de su respectivo protagonismo en la política y la milicia,
incentivaron la organización de otras nuevas. Tales son los casos del licenciado José Sotero de
Castañeda, miembro de la logia "Independencia" de la ciudad de México. Del también abogado José
María Paulín, originario de Maravatío, quien participó en la logia "Astro Polar" de Querétaro. Además,
son de mencionar los casos de los militares Pánfilo Galindo, integrante de la logia ambulante número
13; Isidro Reyes Olivo, de la sociedad "Indio Castaño", radicada en Ometepec; y Ángel Pérez Palacios
de la logia "Estrella del Sur", con sede en Cuernavaca. Estos tres personajes se desempeñarían, en su
respectivo momento, como comandantes de las armas en Michoacán en el transcurso de los siguientes
años.40

Con respecto a las actividades rituales de las logias radicadas en Michoacán, únicamente contamos con
una referencia genérica para el caso de la "Matamoros", en el contexto del juicio sobre presunta
traición que se le siguió en el otoño de 1828, al gobernador José Salgado durante la crisis de la
primera sucesión presidencial. Los testimonios compilados por el gran jurado, integrado por varios de
los diputados de la II legislatura constitucional local, invocando las disposiciones legales emitidas y las
gestiones que se efectuaban alrededor de la disolución de las sociedades secretas, que impulsaban
diversos grupos políticos y sectores de la opinión pública en los escenarios nacional y local,
consignaban que

[...] no hay quien dude que la facción yorkina protege decididamente el plan revolucionario y la pública
voz y fama condena al señor Salgado, como uno de los principales miembros de dicha facción, díganlo
sino el salvo conducto con que algunos ayuntamientos del estado, han remitido sus iniciativas sobre
extinción de sociedades secretas, díganlo si no las públicas conversaciones de tertulias, calles y plazas
en que se designa a este señor como venerable de la logia de Matamoros, que existió en esta capital
hasta el 1 de septiembre próximo pasado y como gran maestre de la gran logia, que se instaló la
noche de ese día en el palacio episcopal, con tal escándalo que a la luz del día se vieron meter en dicho
edificio cortinas, candiles, vasos, platos, botellas y demás utensilios para la función de aquella noche.41

A poco más de dos años de la fundación de la logia "Matamoros", continuaban iguraban como sus
integrantes el gobernador Salgado, Joaquín Caballero de Acuña y Manuel Castañeda. A ellos se habrían
sumado en circunstancias no precisadas personajes como el canónigo Martín García de Carrasquedo y
el sobrino predilecto del gobernador, Ramón Talancón.42 Con base en los elementos de contexto
identificados sobre la trayectoria posicionamiento y actuación del grupo congregado alrededor de
Salgado, podríamos presumir que también iguraron como participantes en diferente medida en esa
logia los clérigos Juan José Pastor Morales, Felipe Carvajal y Luciano Navarrete; el diputado José María
Silva; los militares Vicente Filisola, José María Lobato, Juan José Codallos, Antonio Angón y Gregorio
Mier; los abogados y empleados públicos Manuel González Pimentel y Mariano Macedo, además del
funcionario del poder judicial Ruperto Castañeda y el prefecto de Morelia, Camilo Goyzueta; así como
el controvertido Ignacio Vázquez; los regidores capitalinos Francisco Pastor y Felipe Reyna; además del
comerciante Pedro Vergara.43

El movimiento político y social configurado desde mediados de 1827, por amplios sectores de la clase
política y poderosas corrientes de opinión pública nacional, con respecto a la necesidad de la extinción
de las sociedades secretas, como secuela en parte de la primera ley de expulsión de los españoles, el
25 de octubre de 1828 el Congreso General emitió un decreto a través de la cual se dispuso la
inmediata disolución de este tipo de organizaciones. 44 La medida fue dictada en el contexto de la fuerte
ebullición política y social que ocasionó la elección por parte de la mayoría de las legislaturas estatales,
del general Manuel Gómez Pedraza como segundo presidente constitucional de la república, y las
reacciones de abierta inconformidad de los grupos federalistas radicales que respaldaban al héroe
insurgente Vicente Guerrero.45

Fue en este escenario en el que presumiblemente se extinguió de manera formal la logia "Matamoros"
de Valladolid-Morelia. Al respecto es de asentar como elemento de sustento que durante la declaración
presentada a una semana de la vigencia de esa ley por el gobernador Salgado, el 3 de noviembre,
como parte de las diligencias del proceso que se le siguió por presunta traición a instancias del
diputado Domínguez, en el sentido de

[...] que al concluir su exposición ha reflejado que aun sin embargo de haber dicho que se abstenía de
entrar en materia sobre las especies de yorkinería, no comprende en esta regla ni le hace honor
guardar silencio, sobre lo que la facción yorkina protege decididamente el plan revolucionario, pues
que baste estar notado el acusado por tal para expresar: que sí existió en Morelia, en el día cree no
haberla; esto es en sociedad o reunión y que ni éstos [los yorkinos] en la clase que hallan quedado
ni[de] ningunos otros sabe el gobierno que protejan la revolución de Santana, y por tanto suplica el
gobernador al señor su acusador se sirva darle las noticias que sobre el particular tenga para que así
pueda cumplir con sus deberes".46

No es improbable que la misma suerte hayan corrido las logias "Invencible Caltzontzin" y "Federación",
quizás atendiendo a la consigna del gobernador Salgado, para acatar lo estipulado en la ley del 25 de
octubre de 1828, ante un panorama sumamente caldeado por la cuestión de la sucesión presidencial y
que alcanzaría su punto de ebullición con los violentos e inéditos eventos registrados en los primeros
días del mes de diciembre, de entre los que destacó el motín de la Acordada y el impactante saqueo y
destrucción de El Parián, en la ciudad de México.47

La polisemia política y social de "yorkino" y "escocés"


La nomenclatura de identificación de los dos principales ritos y logias masónicas que tuvieron presencia
efectiva en México en el lapso 1813-1828, subsistió a la formal extinción de esas asociaciones y fue
utilizada de manera discrecional tanto por los actores políticos y sociales como los publicistas, como
elemento referencial de los partidos, facciones, grupos de poder e interés, además de los proyectos
político-ideológicos que enarbolaron éstos en los tres primeros lustros del periodo independiente. En el
tiempo posterior, la mayoría de las corrientes historiográicas que se han ocupado de los diferentes
procesos y fenómenos políticos y sociales de la primera mitad del siglo XIX, incurrieron en el vicio de
aludir de manera indistinta tanto a la institución de la masonería en sí, los actores que conformaron las
logias así como a las facciones y/o partidos en los que actuaron éstos. 48 De ello devino además la
visión vulgar y generalizada sobre la presunta omnipresencia y control de la masonería de
prácticamente todos los ámbitos del quehacer humano.49

En el ánimo de contribuir a deslindar lo uno de lo otro, en este apartado me referiré a las


circunstancias y causas que propiciaron el uso discrecional de la nomenclatura de "yorkino" y escocés"
en el caso específico de Michoacán, por parte de los actores políticos, publicistas y panegiristas de las
coaliciones político-sociales que actuaron en el periodo 1827-1835, que cubre procesos de alto impacto
nacional y local como las medidas de expulsión de los españoles; la crisis Gómez Pedraza-Guerrero por
la primera sucesión presidencial; la promulgación y vigencia de los postulados del plan de Jalapa, con
la primera administración de Anastasio Bustamante; la reforma liberal del vicepresidente Valentín
Gómez Farías; y las maniobras político-legislativas que llevaron a la instauración de la primera
república central.

La materialización del plan de Jalapa por parte del ejército de reserva al mando del vicepresidente
Anastasio Bustamante, durante las últimas semanas de 1829, que ocasionó la caída del precario
gobierno del general Vicente Guerrero, propició además una profunda recomposición en la integración
y correlación de fuerzas de las coaliciones político-sociales actuantes.50 Para el caso de la entidad, la
presencia desde los primeros días de enero de 1830 de la "División protectora" al mando del general
Luis Cortázar -como coloquialmente la denominaron los editores de El Michoacano Libre- fue el factor
que permitió maniobrar a discreción a la facción centralista-conservadora, para minar y derrocar a la
administración de José Trinidad Salgado, para dar paso a la muy dúctil gestión del hacendado Diego
Moreno Jaso.51

Fue en este escenario en el que durante poco más de dos meses, entre enero-marzo de 1830,
coincidieron y polemizaron alrededor de las logias, las facciones, partidos y grupos presuntamente
yorkinos y escoceses, entre otros candentes temas, los redactores de El Astro Moreliano y El
Michoacano Libre, como portavoces, respectivamente, de las coaliciones federalista-liberal y
centralista-conservadora, en aquel inédito e importante momento de transición política y social. La
exhaustiva valoración de los materiales que se plasmaron en ambos rotativos nos permite entender
para el caso del ámbito estrictamente local, cómo se generó, polemizó, difundió y posicionó entre la
sociedad, una visión distorsionada sobre la masonería a la que se vinculó desde entonces con la
integración y desempeño de las facciones y grupos políticos.

La polémica en mención la emprendió El Astro Moreliano, el que el 11 de enero de 1830, la víspera del
inicio de la edición de su antagonista El Michoacano Libre, refutó una nota publicada en El
Sol capitalino, a través de un comunicado suscrito por "el enemigo de la calumnia", en el que este
personaje negó de manera tajante la existencia de logias masónicas en Morelia exigiendo que los
"Hombres de Bien", como empezaba a denominarse en lo colectivo a los líderes de los grupos sociales
de la coalición centralista-conservadora, identificados con la primera gestión presidencial de Anastasio
Bustamante, aportaran elementos objetivos sobre quién o quiénes los habían perseguido bajo la
gestión del gobernador Salgado.52 Esta situación coincidió con el inicio de las maniobras en diversos
ayuntamientos tendientes a desconocer a este personaje como titular del poder ejecutivo del estado y
a la tercera legislatura constitucional la consideraban únicamente con carácter de convocante, para la
renovación integral de los poderes de la entidad conforme a los postulados del plan de Jalapa. 53

Una avanzada de la ofensiva propagandística de la coalición centralista-conservadora fue La


Banderilla, pasquín que circuló de manera anónima en Morelia y otras poblaciones hacia mediados del
mes de enero, en cuyo contenido seguramente se arremetió sobre sus antagonistas federalistas-
liberales, tildándolos de radicales, anarquistas y conspiradores, en contra de la consolidación y vigencia
de los postulados del plan de Jalapa, a través de su presunta labor clandestina en la logia yorkina.54 El
Astro Moreliano replicó de manera contundente tachando de facciosos a los editores de ese impreso,
aseverando además que
[...] se quiere imbuir al pueblo en que existe el rito de York, en que hay logias, templos y otras
simplezas, cuando todo el mundo sabe que desde el año de 27 acabaron absolutamente y en la
actualidad sólo subsiste el rito malvado de Escocia, en el cual se combinan los proyectos de subversión
que hundirán al estado en profundas desgracias si no supiera con juicio libertarse de ellos. 55

Desde su primer número El Michoacano Libre mostró la postura belicosa, visceral y ánimo revanchista
de sus patrocinadores, toda vez que se involucró de inmediato en la controversia sobre la presencia y
protagonismo pasado, actual y futuro de las presuntas logias masónicas en la entidad. En su editorial
los redactores efectuaron un detallado análisis sobre la evolución de Michoacán desde el momento
mismo del inicio de la guerra de independencia, particularizando en los nueve años posteriores a la
consumación de ésta. Hicieron manifiesta su "añoranza" por el periodo 1824-1825, "como senda a
seguir", porque presumiblemente fueron años de prosperidad y abundancia. Para acto seguido deplorar
en tono lastimero el advenimiento del "malhadado rito de York", al que atribuyeron los males que
afectaban al estado, a partir del momento en que "se hoyó la soberanía popular en las célebres
elecciones de 1826".56

La coalición centralista-conservadora ya no soltó en los meses subsiguientes el tema de las logias y su


presunto protagonismo nocivo. A través de otro pasquín denominado El Tapabocas, arremetió de
nueva cuenta en contra de su antagonista encabezada por el gobernador Salgado, insistiendo en el
presunto papel negativo del rito de York en la política local.57 En la respuesta emitida en el número 90
de fecha 8 de febrero de 1830, fue cuando los redactores de El Astro Moreliano, manifestaron lo que he
referido líneas atrás en el sentido de que la masonería en Michoacán fue introducida por un vecino
prominente, identificado con el rito escocés, quien fundó la logia "Tehistas Reformados", para
recriminar que, "¿se podría haber borrado de la memoria que pertenecieron al catálogo de éstas
sociedades secretas personas muy respetables que deben leer estas líneas?". 58

En un ejercicio de autocrítica, que incluyó la pretensión de ubicar en su real dimensión el impacto que
tuvieron las logias, así como la exigencia de no mezclar la masonería con la religión, los redactores
de El Astro Morelianocomentaron que

[...] en fin, los años pasados han sido época de delirio en que el gusto reinante fue de reuniones
secretas, y los yorkinos han sido los que han puesto menos vestidos de esa clase. En el día esos
prestigios ridículos y misteriosos han desaparecido casi del todo, y esos escritorcillos imprudentes que
vienen a suscitar cosas pasadas y a revolver en ellas por pura malignidad la religión, merecen bien el
desprecio de todos y la indignación de las personas a quienes comprometen. 59

El Michoacano Libre politizó de manera abierta el tema de las logias hacia mediados del mes de
febrero, al grado de asegurar la presunta ilegitimidad de la administración salgadista y la tercera
legislatura constitucional, argumentando además que su único sustento eran "unos cuantos
masones".60 Acto seguido los promotores del rotativo vertieron su propia versión sobre el origen y
protagonismo de la masonería en la entidad, asegurando que ésta llegó con el comandante de las
armas Vicente Filisola, al que calificaron como activo promotor del rito de York y corresponsable del
presunto ambiente de caos y anarquía que se suscitó en Michoacán desde mediados de 1826, en
directa relación con el "ánimo conspirativo" de las logias de esa filiación. 61

El tema de las logias contaminó la pugna entre las coaliciones federalista-liberal y centralista-
conservadora por el control de los poderes del estado. Ante las recriminaciones de los redactores de El
Michoacano Libre, los de El Astro Moreliano respondieron que el rito de York se había extinguido desde
1828 y aseveraban que lo que sí subsistía en Morelia era la logia escocesa, pero sin proporcionar
elementos para la eventual identificación de los miembros de ésta, no obstante el compromiso público
que asumieron de aportar nombres para sustentar su dicho. 62 Además, éstos últimos aseguraron que
se pretendía derrocar al gobernador Salgado para imponer en su lugar a un "escocés". 63 Aquí es
perceptible ya con claridad que el debate evolucionó de la mera consideración de las logias como
sociedades secretas, hacia el uso del concepto para posicionar el faccionalismo político con la
nomenclatura de yorkinos y escoceses y una interpretación a todas luces maniquea de su respectivo
desempeño.

Esta situación la ilustra el hecho de que en las representaciones que enviaron desde mediados de
febrero de 1830, los ayuntamientos que se sumaron a la posición asumida por el de Morelia, para
desconocer a la administración de José Trinidad Salgado y exigir la incondicional renovación de los
poderes conforme a los postulados del plan de Jalapa, se echó mano de manera discrecional de
adjetivos calificativos y de denuesto para ese funcionario y su grupo político. Por ejemplo, la iniciativa
del cabildo de Tancítaro aludía al "partido triunfante y no adherido a la cofradía de York". Además de
que acusaba a los salgadistas de presuntamente haber manipulado las elecciones locales de 1829, "sin
haber desmentido su injerencia en los clubes tenebrosos de York".64 Mientras que el ayuntamiento de
Puruándiro a la hora de integrar su alegato invocó el presunto hecho de que,"varios estados se
aprestan a sacudirse la tiranía de York".65 A su vez, el cuerpo edilicio de Maravatío procedía en el
mismo sentido "tan luego como la opinión general, libre ya de las ataduras masónicas, [por lo que] se
explicará de una manera introversible [sic] a favor del plan de Jalapa.66

El endeble posicionamiento que guardaba en el mes de marzo de 1830 la administración de José


Salgado, ya en abierta rebeldía ante el gobierno federal de facto de Anastasio Bustamante, inhibió a
los editores de El Astro Moreliano, para replicar con vigor y posibilidad de encontrar eco en la opinión
pública, a los señalamientos sobre "yorkinismo conspirativo" que recaía en conjunto sobre la coalición
federalista-liberal de la entidad. Fue en ese contexto que la circulación de este rotativo concluyó de
manera abrupta, cuando las tropas al mando del comandante Víctores Manero emprendieron la
represión física y psicológica generalizada, sobre los principales activistas del federalismo radical en
Michoacán. Las oficinas de ese rotativo fueron allanadas al igual que el domicilio particular del canónigo
Martín García de Carrasquedo, uno de los más señalados de "yorkinismo", por una turba del populacho
soliviantada por sus enemigos políticos y circunstancialmente éste escapó de un atentado contra su
vida.67 Por lo tanto, la circulación de El Astro Moreliano concluyó de manera abrupta el 29 de marzo de
1830. Su antagonista lo asoció con la derrota experimentada por las milicias cívicas al mando del
gobernador Salgado en las inmediaciones de Chavinda, cinco días atrás, frente a las fuerzas del coronel
Antonio García, lo que franqueó el pleno ascenso al poder local de la coalición centralista-
conservadora.68

En esta dinámica de hechos, el camino quedó despejado para los ideólogos de esta facción,
encabezados por los miembros del cabildo eclesiástico y la oligarquía moreliana, para, so pretexto de la
existencia de logias masónicas con peril conspirativo y anarquista, arremeter en contra de la debilitada
y en visible repliegue antagonista coalición federalista-liberal. La postura de franca rebeldía de las
milicias al mando del general Juan José Codallos en defensa del federalismo, se constituyó en uno de
los puntos de referencia para la rabiosa y visceral postura de los miembros del cabildo eclesiástico, que
tenían como incondicionales portavoces a los editores de El Michoacano Libre.69 Por los días en que
llegó el ocaso de El Astro Moreliano, el rotativo antagonista ponderaba la labor de las tropas federales
al mando de Víctores Manero y Pedro Otero, cuya presencia y actuación la atribuían a la divina
providencia, pues "sólo este Dios omnipotente es el que ha podido sacarnos de tan degradante
esclavitud, y el que ahora que recobrando las leyes su autoridad y poder, no volvamos a ser víctimas
de la maldad y aspirantismo de los infames masones".70 Y no desaprovechaba la ocasión de la
desgracia del gobernador Salgado para cuestionar sobre el futuro de este personaje al grado de
expresar, "¿a dónde irá este malvado jefe del horrendo e infernal rito de York? ¿A sepultarse en alguna
tenebrosa caverna?"71

La catarsis de los líderes de la coalición centralista-conservadora no dejó de incluir el directo ataque en


contra del diplomático estadounidenses Joel R. Poinsett, quien en el mes de enero de 1830 salió
definitivamente del país, lo que fue celebrado por los editores de El Michoacano Libre, porque "la
República se sustrajo al dominio faccioso, -se libró de la tutela del extranjero astuto Poinsett". Al
tiempo que aprovechó para arremeter en contra de los líderes de la rebelión federalista en desarrollo
en varios puntos del país, como Guerrero, Álvarez, Codallos y Francisco Victoria. En el contexto de la
reestructuración de las legislaturas estatales que se efectuaban a iniciativa de Alamán, se criticó a las
que aún funcionaban bajo principios federalistas, entre ellas la de San Luis Potosí, argumentando que
su único mérito "fue el de pertenecer al rito de York". Por último se enunciaba que aún seguían
efectuándose en Morelia, "tertulias y portales [sic] a altas horas de la noche con numerosas personas,
marcadas por la opinión pública y que hacen gala de pertenecer al rito de York". 72

A lo largo de la primavera de 1830, los editores de El Michoacano Libre mantuvieron su atención


alrededor del tema del "nefasto papel del rito de York", insistiendo en descalificar tanto la presencia y
protagonismo pasado de Poinsett, retomando notas de El Atleta, hasta la presunta labor perjudicial que
hicieron las logias radicadas en Michoacán en el lapso 1826-1828. En esa visión, "muchos ciudadanos
sencillos y verdaderamente amantes de su patria, se incorporaron en el rito fatal, seducidos por el
halagüeño sentimiento de que en él sólo se busca buena fe"; al tiempo que terminaba deplorando la
radicalización de posturas políticas que llevaron a los acontecimientos de la Acordada, como si los
hubieran vivido en carne propia.73
El ambiente de persecución propiciado por la coalición centralista-conservadora, con el respaldo de la
oicialidad de las tropas federales desplegadas en la entidad, llevó a muchos ciudadanos en lo individual
a abjurar de manera pública de cualquier vinculación que hubieran tenido con el rito, logias y/o partido
de York. Tal fue el caso del diputado al Congreso local Luciano Farias, quien ante los señalamientos de
que la III legislatura había sido "el juguete y escarnio de los yorkinos", manifestó en el contexto de su
deslinde de ésta la percepción que "se decía que yo era un devoto y eterno panegirista del yorkinismo,
sólo porque declamaba altamente contra nuestros antiguos opresores". 74

Con el paso de los meses y conforme se redujo la resistencia armada del federalismo radical, la
postura asumida por la coalición centralista-conservadora adquirió cada vez más un cariz selectivo a la
hora de confrontar a sus antagonistas, con los argumentos del aparente activismo en las logias
masónicas del rito de York. Caso ilustrativo es el de Gervasio López, aquél prominente fundador y
miembro de la logia "Invencible Caltzontzin" en la villa de Zitácuaro, quien en mayo de 1830, en
circunstancias que no conocemos, fue aprehendido, sometido a juicio en Morelia ante un consejo de
guerra presidido por el coronel Cayetano Montoya, y tras ser encontrado como presunto responsable
de sedición, por haber secundado la sublevación armada de Juan José Codallos, fue condenado por
unanimidad a muerte. El tema fue ventilado ante la opinión pública por los editores de El Michoacano
Libre.75 Éstos abogaron por el eventual indulto de ese personaje, destacando entre otros aspectos su
ilustre ascendencia en la persona de su padre Benedicto López, Benemérito de la Patria, pero nunca
aludieron a su muy conocida vinculación con las logias yorkinas, no obstante que en las mismas
páginas del rotativo continuaba la campaña de denuesto hacia esas agrupaciones. 76

Por otra parte, la coyuntura de las elecciones legislativas de 1830, para nombrar diputados al Congreso
General, fue aprovechada por los editores de El Michoacano Libre, para insistir en su postura ya
francamente paranoica en contra de la masonería, asegurando que "luego de ninguna manera pueden
ser elegidos los masones yorkinos, escoceses o de cualquiera nomenclatura que sean", en virtud de
que presumiblemente sobre ellos pesaban las ex comuniones decretadas por al menos cuatro
papas.77 Fue hasta el otoño de ese año cuando se periló el triunfo militar de la coalición centralista-
conservadora, sobre la cada vez más precaria resistencia federalista, encabezada por Juan José
Codallos, que las alusiones sistemáticas a la masonería se redujeron en las páginas de El Michoacano
Libre.

Sin embargo, la percepción conspirativa y de denuesto hacia los presuntos miembros de las sociedades
secretas persistió en los años subsiguientes. Por ejemplo, el 6 de julio de 1831 el prefecto del Sur
exponía ante los poderes ejecutivo y legislativo del estado, sobre la realización de ciertas pesquisas en
la comarca de Ario, "en relación a tres individuos que son peligrosos en aquel pueblo por pertenecer a
la facción de York".78

La percepción de un testigo presencial: Miguel Martínez

Son pocos los testimonios que se tienen ubicados para estudiar la dinámica política y social de
Michoacán, durante la primera mitad del siglo XIX y mucho menos aquéllos que hacen directa alusión a
la presencia y protagonismo de las logias masónicas y/o las facciones políticas, que fueron
identificadas con la nomenclatura de los diferentes ritos. Uno de ellos es la monumental obra del
abogado Miguel Martínez, quien teniendo como punto de referencia la vida y trayectoria del
controvertido Clemente de Jesús Munguía, nos legó una detallada e invaluable descripción sobre los
procesos, eventos y actores de mayor impacto en la entidad de aquel complejo periodo.

Miguel Martínez sustenta su visión en torno a la incipiente nación mexicana independiente, a partir de
la preservación de lo que considera más valioso del legado de la conquista y la dominación española, la
religión. Tras la sucesiva ponderación de los eventos medulares que dieron paso a la nueva realidad,
como la guerra de independencia iniciada por Hidalgo, la proclamación del plan de Iguala, la
promulgación y sucesiva vigencia del Acta Constitutiva de la Federación y la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de 1824, concluye en que "el principio católico quedaba incólume entre
tantas ruinas y cambios, que se operaban con aquellos acontecimientos".79

En la reflexionada apreciación del abogado Martínez las transformaciones de las mentalidades


individuales y colectivas, en el contexto de las sucesiones generacionales, así como de los hábitos y
costumbres, fueron propiciados en buena medida por las nuevas sociabilidades y la profunda
penetración de las ideas laicizantes, de las que fueron portadores los materiales impresos que llegaron
al país apenas diluida la época colonial. Así las cosas,

[...] los libros de innovaciones religiosas y de utopías políticas, que a hurtadillas y escasamente
circulaban antes de la Independencia, circularon después de ella pública y abundantemente, primero
entre los letrados, después entre los estudiantes, y no pocas veces entre los clérigos estudiosos. No
tardaron los periódicos de México y de los estados en publicar, si bien con embozo y encogimiento,
respetando las leyes y la opinión, ciertas doctrinas disidentes de la católica. La juventud inclinada
naturalmente a novedades, y ávida de lucir en las tribunas de los congresos, en vez de repugnar,
acogía las nuevas doctrinas político-religiosas. El mayor consumo de los libros, aumentaba su
importación; y de esta suerte, las bibliotecas particulares fueron surtiéndose de publicistas
heterodoxos, ora de la escuela regalista, ora de la protestante, y ora también de la revolucionaria. 80

Al igual que los editores de El Michoacano Libre, el licenciado Martínez identificó como la época dorada
de los primeros años del México independiente el lapso 1824-1826, coincidiendo con ellos en que el
punto de ruptura lo constituyeron eventos como el de la expulsión de los españoles, enfatizando en el
dramático impacto social y político que ocasionó en el caso de Michoacán y del que se desprendió el
discurso político visceral y de denuesto, en el que la masonería y las facciones políticas identificadas
con los diferentes ritos ocupó un espacio central. Fue en ese momento cuando presumiblemente
irrumpió el espíritu de partido como una "fiebre maligna, que no solo perturba el juicio, sino también el
sentido moral del hombre".81

A partir de entonces, en la visión del abogado Martínez, se sistematizaba la omnipresencia de las


sociedades secretas en Michoacán. Al respecto consideraba como el primer evento concreto de su
influyente protagonismo, la nominación de los diputados integrantes del tercer congreso constitucional
de la entidad, efectuada en el verano de 1829. En virtud de que en éste tuvo una importante presencia
la coalición federalista-liberal, no tuvo empacho en asegurar que "su elección se resintió ya de las
malas artes de partido, que falseando el voto público bastardean los gobiernos republicanos. El partido
revolucionario, llamado entonces yorquino, inducido por el directorio secreto que ya en México existía
se empeñó en que se nombrasen para diputados personas de sus ideas". 82

Lo que omitieron mencionar de manera deliberaba los publicistas de El Michoacano Libre, sobre el
activismo de los presuntos integrantes del "partido escocés" en la entidad alrededor de los postulados
del plan de Jalapa, no obstante los constantes señalamientos en ese sentido de sus antagonistas de El
Astro Moreliano, fue reconocido por el licenciado Martínez, pues "los escoceses promovieron por medio
de los ayuntamientos, que según la Constitución del estado tenían el derecho de hacer iniciativas al
Congreso, que removiese al señor Salgado...," 83Además, este abogado consignó en su obra nombres
de presuntos miembros de esa facción política como fue el caso del consejero decano Juan Manuel
González Urueña, quien hizo las veces de gobernador interino tras la caída de Salgado, "entonces
perteneciente al partido escocés, médico instruido, de talento y de agradable trato". 84

Fue en el marco de la connotación conspirativa dados al protagonismo de las logias y facciones


políticas, como el abogado Martínez explicó eventos de alto impacto de la dinámica estatal de aquellos
años, ya que "los adeptos de cada partido trabajaban conforme a sus opiniones, los unos por derribar
al gobierno establecido en Morelia, llamándolo inconstitucional y los otros por consolidar el nuevo
gobierno y abatir la reacción que acaudillaban los señores Salgado y Codallos". En ese contexto ocurrió
la aprehensión, juicio sumario y fusilamiento de un grupo de vecinos de Morelia, el 8 de diciembre de
1830, a manos de las tropas al mando del coronel Pedro Otero por su presunta vinculación con los
rebeldes federalistas, "en medio de la consternación de la ciudad, a pesar de la festividad religiosa del
día y sin embargo de todos los empeños que se hicieron para ablandar la fiereza del coronel Otero.
¡Terrible ejemplo de los desmanes del espíritu de partido! Todavía se recuerda con horror este suceso
en Michoacán".85

En síntesis, la presunta irrupción de la masonería en Michoacán se registró en el marco de la


efervescencia propiciada por los actores políticos y sociales, que debatían y maniobraban alrededor de
los diferentes proyectos de organización del país, para lo cual integraron coaliciones en las que se
aglutinaron grupos de poder y clientelares de ellos, entre los cuales tuvieron cabida las logias
identificadas con los ritos yorkino y escocés. En los espacios de sociabilidad moderna que suscitaron
estos actores se plantearon y discutieron los principales conceptos de las doctrinas filosóficas de la
ilustración y el liberalismo, de evidente connotación laicizante, lo que ocasionó el recelo y repudio de la
jerarquía eclesiástica y de buena parte del clero diocesano.
Es probable que la existencia efectiva de las logias masónicas como espacios para la relexión y el
perfeccionamiento moral individual y colectivo, se haya concretado al periodo 1826-1828, como
consecuencia del decreto de formal abolición de las sociedades secretas emitido por el Congreso
General. Sin embargo, persistió la connotación semántica de "yorkino" y "escocés" con los que los
publicistas formaron corrientes de opinión, alrededor de las facciones políticas actuantes y que se
disputaban el poder político en los planos nacional y estatal.

Fueron la jerarquía católica y los sectores sociales afines a ella los que configuraron la imagen
negativa, alrededor de la composición y protagonismo de las logias masónicas, atribuyéndoles un rol
de conspiracionismo, así como la directa responsabilidad de la ebullición política y social, que
presumiblemente dio paso al caos y la anarquía. Esto se habría relejado en el recrudecimiento de la
situación de deterioro económico que datada de la guerra de independencia, por lo cual asumieron una
postura visceral y de abierto protagonismo para exigir la disolución de las sociedades secretas.
Qué es la masonería principios y fines.

583 Votos

La Masonería es una Institución SECRETA, fundada a base de principios sobre la LEY NATURAL, tal y como
se encuentran determinados en los ANTIGUOS LIMITES “Landmarcks”; además lleva impresa una ca-
racterística de antigüedad tan remota, e irradia sus enseñanzas de Filosofía Moral tan puras, que le aseguran a
su Plan Progresista, una gran supremacía educativa a la colectividad Social, y con ese solo hecho, le queda
asegurado el RESPETO y la VENERACION de todos los Pueblos Libres que existen sobre la Tierra.

Su cimentación siempre se ha apoyado sobre bases sólidas, como lo son el descubrimiento de lo que es la
propia REALIDAD, como un factor que la encumbró, hasta alcanzar el conocimiento de la VERDAD, en cuya
palabra se encierra, en forma Emblemática, la existencia de UN SER SUPREMO.

Por eso es que, la creencia en la DIVINIDAD, el Amor al Género Humano, y su Lema de FRATERNIDAD
UNIVERSAL, forman el gran pedestal que mantiene su Doctrina, como un manantial fecundo de enseñanzas,
de ilustración y de PROGRESO, que tantos beneficios ha traído, no sólo a sus Adeptos sino también a la
Sociedad y Humanidad en general; por esa razón, en todos sus Templos, se aprende a hacer el BIEN, a AMAR
y a RESPETAR, todo lo que la VIRTUD y la RAZON, consagran en su afán de ILUSTRACION UNIVERSAL.

Por tal motivo, dentro del seno de la Masonería, y de acuerdo con sus principios básicos, nos encontramos con
que el ESPIRITU DE LA LIBERTAD, la necesidad de obtener la EVOLUCION y el anhelo al PROGRESO;
DESTRUYEN las CADENAS de la Miseria, de la Ignorancia y de la Superstición, librando a la humanidad de la
EXPLOTACION y el DESPOTISMO, puesto que, lejos de pretender invadir los DERECHOS de los demás o
DOMINAR al débil y explotar a los espíritus timoratos; se trabaja constantemente por EMANCIPAR Y UNIR
estrechamente a la Especie Humana, por medio de los sublimes LAZOS del AMOR FRATERNAL, que permitan
lograr impartir con eficacia, los sentimientos de la TOLERANCIA y del BIEN ARMONICO, cuyos factores vienen
a constituir el goce efectivo de una PAZ DURADERA; eso es en verdad, lo que el Mundo Masónico PROPAGA
por todos los ámbitos de la tierra, como su única y VERDADERA INSPIRACION.

Las Doctrinas Masónicas contienen todo cuanto puede ser necesario, para formar al HOMBRE SOCIAL,
dotándolo también de las más altas condiciones de Moralidad, de Ilustración y de ideas independientes; como
los principales atributos de su sana EDUCACION; para que pueda marchar a la cabeza de la verdadera
CIVILIZACION, con lo que podrá activar y dirigir el sagrado MOVIMIENTO PROPAGADOR, de las LUCES y
CONOCIMIENTOS, que armonizan y coordinan su ACCION, con el espíritu progresista de nuestros tiempos.

Consecuentes con los razonamientos contenidos en los anteriores principios, la MASONERIA, según la
definición Oficial, Universalmente aceptada, y contenida en los Códigos que rigen nuestra Orden; se define
como una INSTITUCION de FRATERNIDAD UNIVERSAL, esencialmente FILANTROPICA, FILOSOFICA Y
PROGRESISTA, la que a su vez, proclama también la existencia de un PRINCIPIO CREADOR de la
NATURALEZA, al que nosotros damos el nombre de, GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, por cuyo motivo
exige asimismo, en las bases fundamentales de sus máximas, principios y enseñanzas, como la TOLERANCIA
mutua, el RESPETO a sí mismo y a los DEMAS, así como una libertad absoluta del PENSAMIENTO, de la
EXPRESION y de la CONCIENCIA.

En consecuencia, las puertas de nuestros Templos siempre estarán abiertas, para todos los hombres de
BUENA VOLUNTAD, no importa las Razas o Pueblos a que pertenezcan, la nacionalidad de que dependan, ni
tampoco cuáles sean sus opiniones, creencia o FE POLITICA que profesen, con tal que sean de IDEAS
LIBERALES, DEMOCRATICAS y sobre. todo, de BUENAS COSTUMBRES.

Nuestra INSTITUCION se dedica con entusiasmo a la investigación de la VERDAD, a practicar la MORAL, a


propagar la SOLIDARIDAD, a trabajar por el mejoramiento Material y Espiritual, y lograr el perfeccionamiento
Intelectual, para poder alcanzar el PROGRESO SOCIAL a que tiene derecho de disfrutar toda la Humanidad
La Masonería propaga en forma extensiva entre todos los hombres, obligándolos a mantener los LAZOS
FRATERNALES, que unen a los Masones que se encuentran diseminados por toda la Superficie de la Tierra,
con lo que demuestra ,su lucha incesante, por combatir a la IGNORANCIA, la APATIA y las PASIONES
insanas, por eso también constituye, dentro de su propio seno, a la ESCUELA DE ENSEÑANZAS MUTUAS,
según se establece en los programas de Instrucción fundamental, de las CIENCIAS, el SIMBOLISMO y la
FILOSOFIA.

Tales son los grandes Principios, cuyas enseñanzas JAMAS debemos olvidar, puesto que quedan grabadas en
nuestras mentes, para más tarde llevarlas a la práctica en lo personal y colectivamente, entre todos nuestros
semejantes, para así poder asegurar que: VIVIR HONRADAMENTE, es cumplir con nuestros DEBERES
Sociales, que OBEDECER las LEYES del País en que se vive, o del que nos brinda su hospitalidad, es CUM.;
PLIR con nuestros DEBERES Cívicos y de Asilo; que aplicar la RAZON y obrar con JUSTICIA, es un DEBER
de Conciencia ineludible para todo Ciudadano; que AMAR a nuestros Semejantes, deseándoles el BIENESTAR
Personal, es un deber común entre todos los Hombres, la FAMILIA y la SOCIEDAD; que enseñar al que NO
SABE, AUXILIAR al necesitado y PROTEGER al DEBIL, son DEBERES de Lesa Humanidad, a lo que todos
estamos obligados a CUMPLIR, puesto que sólo de esa manera, podremos alcanzar la meta de nuestra
verdadera MISION en la vida, después de haber aplicado nuestros MEDIOS armónicos, PERSUASIVOS y
ELOCUENTES, que la práctica nos ha demostrado, para obtener nuestra EMANCIPACION, Física, MATERIAL,
MORAL o INTELECTUAL a que todo mundo tiene derecho.

La MASONERIA, honra y dignifica al TRABAJO, por considerarlo como uno de los ATRIBUTOS más
indispensables, para lograr la FELICIDAD de los hombres en relación con todas sus actividades, tomando en
consideración que, quien realiza sus aspiraciones, siente la satisfacción del DEBER CUMPLIDO, es por eso
que nuestra ORDEN, proscribe la OCIOSIDAD, combate la IGNORANCIA y educa al HOMBRE, para enseñarle
el camino del PROGRESO.

Hay que saber y entender, que la influencia de la MORAL, de la RAZON y de la JUSTICIA, vence a todo aquello
que vaya en contra de los DERECHOS, la LIBERTAD y los INTERESES humanos, pues de lo contrario, todos
esos factores, pueden lesionar el ESPIRITU de la CONFRATERNIDAD UNIVERSAL que proclamamos.

Ahora bien, si nuestra Institución lleva por norma levantar un elevado pedestal en HONOR al TRABAJO, para
indicar que todo entre sus adeptos debe ser ACTIVIDAD y PROGRESO, es la razón fundamental por la que da
a todos sus INICIADOS el sublime título de OBREROS.

Por otra parte, la influencia MORAL que emanan los anteriores conceptos, indican claramente que los esfuerzos
del hombre, son el medio que emplea para adquirir la justa aplicación de la VIRTUD, como único factor
conocido por la opinión FILOSOFICA autorizada, y legítimamente admitida por la conciencia de los PUEBLOS,
por cuya razón, vemos que en los Códigos de las Naciones, se les considera como agentes SUPREMOS, del
PODER LIBRE Y SOBERANO en el ejercicio de su Administración, por lo mismo, en esto cifra la MASONERIA
su mayor GLORIA, porque a ella se deben los más’ grandes TRIUNFOS, que con tanta justicia, la han colocado
como la primera Institución ante las más grandes Agrupaciones nacidas del AMOR A LA HUMANIDAD, y de su
interés por lograr, el BIENESTAR de todos los Pueblos.

Finalmente, la Masonería queda definida categóricamente, por su misión DESFANATIZADQRA y por su lucha
contra el OSCURANTISMO que impera entre las masas Populares, ya que está catalogada, como una
Sociedad eminentemente MORAL Y PROGRESISTA, cuya labor educativa se aprecia mediante los siguientes
TRES grandes. atributos contenidos en la Inteligencia humana: tales son, la MORAL, la CIENCIA y la VIRTUD.

Ilustrar a los Hombres, cimentando sus conocimientos, bajo un régimen de Instrucción SOLIDA y sobre ideales
de positiva enseñanza DEMOCRATICA, es inculcarle los más sanos principios, contenidos en la educación
CMCA, cuya MORAL o BUENAS COSTUMBRES, las encontramos arraigadas en las Ciencias Naturales, por
eso estamos convencidos del beneficio que se adquiere, haciendo USO, preferentemente de la sana
PERSUASION, que nos viene del BUEN EJEMPLO, para así poder llegar hacer comprender a nuestros
semejantes, de que no hay mejor BIENESTAR, ni MAS DICHA, que la que proporciona la FUERZA de la
RAZON, con lo que estamos seguros de lograr establecer en todos sentidos, un REGIMEN de ORDEN, de
MORALIDAD y de JUSTICIA, logrando por ese solo hecho, una PAZ ARMONICA, FIRME Y DURADERA, que
tanto anhelamos dentro de la Familia, la Sociedad y la Patria.

Una vez que hemos dado algunas de las Razones Filosóficas, sobre lo que es la Masonería, sus Principios y
sus Fines, ahora nos ocuparemos sobre la Organización, Funcionamiento y Soberanía de esa Gran Familia
Masónica.
Nuestra Institución, se gobierna por medio de Agrupaciones Libres y Autónomas en su interior; formadas por la
unión o conjunto de las Logias de un Estado, una Región o de un País, según su extensión territorial, mismas
que en su administración asumen todos los poderes Técnicos, Orgánicos, Jurídicos, de Enseñanza y de
Suprema AUTORIDAD, dentro de los límites de sus respectivas Jurisdicciones; estos CUERPOS, organizados
conforme a la jerarquía Masónica que corresponde al SIMBOLISMO, se les da la denominación de LOGIAS y
GRANDES LOGIAS, cuya residencia Oficial Simbólica, lo son los ORIENTES Y GRANDES ORIENTES.

El funcionamiento de estos organismos Masónicos, se ejerce por medio de la Autoridad de los Venerables
Maestros, por lo que respecta a las Logias; y de los GRANDES MAESTROS, cuando se trata de las GRANDES
LOGIAS, y como ya se dijo, se rigen con entera Independencia, entre unos y otros Cuerpos, pero obedeciendo
tácitamente a sus propios Reglamentos, Liturgias, Ceremoniales y demás Leyes, siempre que estén de acuerdo
con el contenido básico de los LANDMARCKS, “Antiguos Limites”, además de que se sujetarán para su
legislación, a los principios UNIVERSALES, establecidos en sus respectivas CONSTITUCIONES, puestas en
vigor por los Altos Cuerpos de su jurisdicción Territorial.

La Soberanía Masónica, reside precisamente, como consecuencia de la Universalidad de sus Dogmas y


Principios, así como de la CALIDAD Y CANTIDAD de sus agremiados, que como Miembros activos, la consti-
tuyen como AGRUPACION MUNDIAL.

Esa Soberanía se ejerce, de conformidad con la Organización Constitucional establecida, y cuyos principios
fundamentales radican, como ya se dijo, en los Antiguos Limites Universalmente aceptados y puestos en vigor,
para regular las Leyes Constitucionales observadas por las GRANDES LOGIAS de Estado, y constituidas en
AUTORIDAD SUPREMA, por medio del Sufragio Fraternal Universal, y sancionado por la espontánea y libre
VOLUNTAD de sus ADEPTOS.

En tales circunstancias, las Logias Masónicas, son depositarias de las Doctrinas, Arcanos y Dogmas, que
contienen las enseñanzas Filosóficas. tomando en cuenta el Simbolismo de los Rituales adoptados;
circunstancia’ por la cual, las altas Dignidades tienen la ineludible obligación de desarrollar, enseñar y practicar
la parte DOGMATICA, MORAL y CIENTIFICA que contienen los planes de enseñanzas Simbólicas,
Emblemáticas y Alegóricas, impartidas a los OBREROS, dentro y fuera de los Talleres de sus respectivas
jurisdicciones, puesto que con ello se vela y se cumple con los grandes principios Masónicos, que siempre le
dan el BUEN NOMBRE Y FAMA dentro del engrandecimiento de los mismos, puesto que todo ello tiene por
objeto mantener la integridad de ‘sus Máximas. Fines y Principios, cuya Universalidad es y será siempre
INNEGABLE.

Por último haremos mención a la ESCALA JERARQUICA a que tienen derecho los hermanos que. por su
constancia en el ,TRABAJO, reúnen los requisitos de PREPARACION, EXPERIENCIA y, APTITUD en su Ca-
rrera Masónica, y así, diremos que: en nuestra Institución existen TREINTA Y TRES GRADOS, de los cuales
sólo TRES, corresponden a la Masonería AZUL o SIMBOLICA, y el. resto. o sean TREINTA, a los Grados
Filosóficos. .

Al mismo tiempo, daremos a conocer la clasificación que se da a los distintos Cuerpos Masónicos, mismos que,
según su Categoría dentro de nuestra ORDEN, y por lo que respecta al SIMBOLISMO, reciben el nombre de
LOGIAS, TEMPLOS o TALLERES, y se encuentra consagrado a desarrollar los trabajos de las TRES primeras
CAMARAS, que Son las de APRENDIZ, COMPAÑERO y MAESTRO, y tomando en cuenta que en principio,
sus actividades se reducen a1a INICIACION, preparación y consagración de los Hermanos Masones, en
conjunto también reciben el nombre de LOGIAS DE SAN JUAN BAUTISTA.

Ya dijimos que a las Logias simbólicas las controlan los cuerpos Superiores, a los que les damos la
denominación de: GRANDES LOGIAS DE ESTADO; estos Altos Organismos, son los que Autorizan la
Creación, la REGULARIZACION y el FUNCIONAMIENTO de dichos Cuerpos, además de que, todos los
Recintos o Locales dentro de cuyo seno se desarrollan les trabajos del Simbolismo Masónico en lo general,
reciben el nombre de TEMPLOS.

Por lo que respecta a los GRADOS FILOSOFICOS; se encuentran clasificados y controlados por el más Alto
Cuerpo Masónico, desde el CUARTO al TREINTA Y TRES; Y sus denominaciones, varían de conformidad con
las enseñanzas que se imparten dentro de sus diferentes CAMARAS y así sabemos que: “EL CAPITULO DE
PERFECCION”, lleva como misión el desarrollo de los trabajos contenidos en los Grados del CUARTO al
CATORCE; que el “CAPITULO ROSA CRUZ”, se encarga de “impartir la instrucción correspondiente a “los
Grados QUINCE al DIECIOCHO; que el “CONSEJO DE CABALLEROS KADOSCH”, se dedica a enseñar las
materias contenidas en los Grados DIECINUEVE al TREINTA; que el “CONSISTORIO REGIONAL”, es la
cámara en la cual se dan a conocer las enseñanzas Filosóficas comprendidas en los Grados TREINTA Y UNO
Y TREINTA y DOS; Y por último, tenemos al “SUPREMO CONSEJO”, como el más alto CUERPO MASONICO
en que se trabaja todo aquello que concierne a la Masonería Filosófica y al Grado TREINTA Y TRES, puesto
que constituye la CUSPIDE de la CARRERA MASONICA, de donde emanan los más sublimes preceptos,
principios y máximas contenidas en todos los Grados, desde el CUARTO al TREINTA Y TRES, cuya profunda
Filosofía, compete conocer a todos los Hermanos Iniciados desde el Primero hasta el ULTIMO GRADO DEL
RITO ESCOCES ANTIGUO y ACEPTADO.

En consecuencia, es el SUPREMO CONSEJO, la MAXIMA AUTORIDAD y la más ALTA DIGNIDAD


MASONICA, dentro de los Grados Filosóficos, por cuya razón es el Cuerpo que se encarga de la Organización,
Administración e Instrucción de las demás Cámaras Filosóficas en su respectiva Jurisdicción, misma que puede
ser TODO UN PAIS o parte de él, según las necesidades de carácter administrativo, en que hay que tomar en
cuenta las grandes extensiones Territoriales.

Tal es en síntesis, el objeto de la Organización, el sistema de funcionamiento, las principales finalidades que la
Masonería Simbólica y Filosófica practica y propaga, no sólo entre sus ADEPTOS, sino a la HUMANIDAD EN
GENERAL.

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