Eficacia de La Ley en El Espacio PDF
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A. GENERALIDADES
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270 TRATADO DE DERECHO CIVIL. PARTES PRELIMINAR Y GENERAL
B. TERRITORIALIDAD DE LA LEY
5 Esta doctrina es sostenida por don MARIANO POLA MARTIN en su Memoria de Licencia-
do, El artículo 14 del Código Civil, Santiago, 1955, Editorial Universitaria (edición mimeográ-
fica de 164 páginas, tamaño oficio). Véanse las páginas 57 y 58.
TEORIA DE LA LEY 275
del sujeto. Se contraponen a los derechos públicos que, como los políticos, se
otorgan para la realización de un interés público.
Si exigente fue el legislador en el artículo 14 al someter al extranjero a las
disposiciones de la ley chilena, en lo relativo a su estado y capacidad, fue ex-
cesivamente liberal en el artículo 57, al equiparar su situación con la de los
nacionales. El fin que persiguió el legislador fue atraer con tal franquicia a los
extranjeros para incrementar la población de la República.
Podemos decir que casi no hay diferencia de ninguna especie entre el chileno
y el extranjero, pues las que se han establecido son pocas, y se fundan más en
el domicilio que en la nacionalidad.
Veamos algunas de cierta importancia.
1) Se prohíbe ser testigo de un testamento al extranjero no domiciliado
(art. 1012). Y esto tiene su razón, porque, llegado el caso, sería difícil obtener
la comparecencia de ese extranjero.
2) En la sucesión abintestato de un chileno o de un extranjero que se abre
fuera de nuestro país, sólo los chilenos que tienen interés en esa sucesión pue-
den invocar los derechos que les corresponderían según la ley patria y solicitar
que se les adjudique en los bienes del difunto existentes en Chile todo lo que
les cabe en la sucesión de éste; los extranjeros, domiciliados o no en nuestro
territorio, sólo pueden hacer valer los derechos que les otorga la ley del país
en que se abre la sucesión y no tienen preferencia sobre los bienes del cau-
sante situados en Chile. Así se desprende del artículo 998 del Código Civil.
3) La Ley de Pesca señala los antecedentes que deben presentar en su
solicitud las personas interesadas en obtener una autorización de pesca, y
declara que en el caso de ser el solicitante una persona natural, deberá ser
chileno o extranjero que cuente con autorización de permanencia definitiva
en el país. Si el solicitante es una persona jurídica, deberá estar constituida
legalmente en Chile. En caso de haber en ella participación de capital ex-
tranjero, ha de acreditar cuando corresponda, el hecho de haber sido autori-
zada previamente la inversión, de acuerdo con las disposiciones legales
vigentes. (Texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley General de
Pesca y Acuicultura, fijado por el decreto Nº 430, de 1991, del Ministerio de
Economía, Fomento y Reconstrucción, publicado en el Diario Oficial de 21
de enero de 1992, arts. 16 y 17).
4) Por razones de interés y seguridad nacional hay tierras, bienes raíces,
cuyo dominio, posesión y derechos reales sobre ellos se reserva a los chilenos,
particularmente tratándose de tierras situadas en zonas fronterizas o a cierta
distancia de la costa. Sin embargo, por excepción, la ley autoriza en casos taxa-
tivos que extranjeros domiciliados pueden acceder a esos bienes. Al respecto
la normativa se encuentra en el Decreto Ley Nº 1939, de 1977, que establece
normas sobre adquisición, administración y disposición de bienes del Estado
(arts. 6º y 7º), publicado en el Diario Oficial de 10 de noviembre de 1977. En
esta materia hay normas especiales sobre bienes raíces situados en determina-
TEORIA DE LA LEY 277
C. EXTRATERRITORIALIDAD DE LA LEY
1. Leyes personales
se dispone que la ley personal del chileno rige más allá de las fronteras de la
República.
Examinando la cuestión a fondo, se ve que no hay tal inconsecuencia. En
primer lugar, porque la ley chilena sólo rige en el extranjero para los actos que
han de tener efecto en Chile; y en seguida, no se exige ni se pide amparo para
la ley chilena a las autoridades extranjeras.
Se dispone únicamente que el chileno ha de respetar la ley chilena en el
extranjero, para aquellos actos que han de tener efecto en Chile; de manera que
en caso alguno la ley chilena va a ser aplicada por tribunales extranjeros.
efecto en Chile. Un acto produce efectos en Chile cuando los derechos y obli-
gaciones que engendra se hacen valer a cumplir en Chile.
Si un chileno ejecuta en el extranjero un acto que haya de crear derechos
u obligaciones en Chile, deberá ajustarse a las leyes chilenas en lo que se rela-
ciona con el estado civil y la capacidad para ejecutar este acto.
De aquí se desprende que si un extranjero ejecuta ese acto, no estará suje-
to a las leyes chilenas, aunque ese acto vaya a producir efectos en Chile. Y en
esta último hipótesis no hay que entrar a averiguar si es capaz según la ley
chilena, sino si lo es según la ley de su país.
A la inversa, el acto ejecutado por un chileno en el extranjero está sujeto a
la ley chilena, en cuanto al estado y a la capacidad, si ese acto va a producir
efectos en Chile; si los produce queda sujeto a las leyes chilenas; en caso con-
trario, se rige por las leyes del país en que el acto se realiza. Si un francés
contrae matrimonio en Francia, deberá ajustarse únicamente a la ley francesa;
podrá divorciarse y contraer nuevo matrimonio y su segundo matrimonio será
válido en Chile. Pero si es un chileno el que contrae matrimonio en Francia, se
divorcia y vuelve a contraer matrimonio, no sería válido su segundo enlace,
porque según las leyes chilenas el matrimonio es indisoluble. El artículo 4º de
la Ley de Matrimonio Civil dice que no pueden contraer matrimonio los que se
hallan unidos por vínculo matrimonial no disuelto, y el artículo 15 de la misma
ley expresa que el matrimonio de un chileno o una chilena en país extranjero
en contravención al artículo 4º, produce los mismos efectos que si la contra-
vención se hubiera cometido en Chile, y el efecto que esa contravención pro-
duce en Chile es la nulidad.
2. Leyes reales
405. CONCEPTO
Leyes reales son las que se refieren directamente a los bienes, y sólo de un
modo accidental o accesorio a las personas.
En materia de leyes reales, nuestro Código ha seguido por completo la teoría
de los estatutos. Hemos visto que, tratándose de leyes personales se ha aparta-
do de la doctrina, no admitiendo el estatuto personal de los extranjeros resi-
dentes en Chile; pero sí, hasta cierto punto, el estatuto personal del chileno en
el extranjero.
A contrario sensu, se desprende del artículo 16 del Código Civil que los
bienes situados en el extranjero no están sujetos a las leyes chilenas, aunque
sus dueños sean chilenos y residan en el territorio nacional.
408. GENERALIDADES
En esta materia reciben aplicación conjuntamente los principios expuestos, tanto
los de la leyes personales como los de las leyes reales. Por tal razón al conjun-
to de las leyes relativas a los actos y contratos se le llama estatuto mixto.
Para determinar la ley por la que se rige un acto ejecutado en país extran-
jero, es menester distinguir entre los requisitos internos o de fondo y los requi-
sitos externos o de forma.
Son requisitos internos o de fondo los que se relacionan con la capacidad
del sujeto, el consentimiento, el objeto y la causa del acto o contrato. Y son
requisitos externos o de forma los que se relacionan con la manera de hacer
constar fehacientemente su existencia; constituyen la manifestación exterior del
acto; tocan, como decía Ihering, a su “visibilidad”.
Así, en la compraventa de bienes raíces son requisitos internos o de fondo
el consentimiento de las partes, la capacidad de las mismas, la causa y el obje-
to; son requisitos externos o de forma, la escritura pública.
En el matrimonio, son requisitos de fondo la capacidad y el consentimien-
to de las partes y la diferencia de sexos entre los contrayentes, y son requisitos
de forma, la presencia del oficial del Registro Civil y la de dos testigos.
Si el acto se ejecuta en Chile, no hay cuestión que resolver, ni hay
necesidad de hacer distinción alguna, como no hay que hacerla respecto
de la nacionalidad de los otorgantes, según el artículo 14, porque todos
los habitantes de la República, chilenos y extranjeros, están sujetos a las
leyes chilenas, en cuanto a sus personas, a sus bienes y a los actos que
ejecuten.
La dificultad sólo nace cuando se trata de actos realizados en el extranjero
y que han de tener efectos en Chile.
413. ¿SE APLICA LA REGLA “LOCUS REGIT ACTUM” A LOS INSTRUMENTOS PRIVADOS?
La mayor parte de los instrumentos privados se otorgan sin sujetarse a solem-
nidad alguna, y en este caso no cabe la aplicación del adagio que estudiamos.
Pero hay ciertos actos que pueden extenderse en instrumentos privados so-
lemnes. Tal es el caso del testamento “ológrafo”, que es el escrito, fechado y
firmado de puño y letra del testador. Este es un instrumento privado, porque
no hay en él injerencia de funcionario público alguno; pero es solemne, por-
que las legislaciones en que dicho testamento existe (en Chile no está contem-
plado), imponen esas tres solemnidades: escritura del propio testador, fecha y
firma.
Ahora bien, el principio general con respecto a los instrumentos públicos,
¿puede hacerse extensivo a los instrumentos privados, que el legislador no con-
sideró? El profesor Somarriva opina que sí. Se basa para hacer tal afirmación
en el antecedente legal del artículo 17, que lo fue el artículo 10 del Código de
Luisiana, según consta de las anotaciones que el señor Bello hizo al Proyecto
de 1853. Y dicho precepto se refiere tanto al instrumento público como al pri-
vado. A este último el legislador chileno no lo mencionó, porque estaba de
más, ya que si la exigencia se hacía con respecto a los instrumentos públicos,
con mayor razón cabía la regla “locus regit actum” en cuanto a los instrumen-
tos privados.
Nuestra Corte Suprema ha declarado que el principio “locus regit actum”
es de carácter general, se refiere a todo acto o contrato y a todo instrumento,
sea público o privado y, entre ellos, incluso a la letra de cambio.6
También ha resuelto que vale en Chile un testamento ológrafo otorgado en
Francia, con las solemnidades que exigen sus leyes, aunque se refiera a bienes
situados en Chile.7
leyes chilenas para realizar actos que hayan de surtir efecto en Chile, acudien-
do a los funcionarios diplomáticos o consulares que estén autorizados para des-
empeñar en estos casos funciones de ministros de fe.
Los chilenos residentes en el extranjero sabrán qué les conviene más, si
ajustarse a las leyes chilenas o a las extranjeras.
Sólo deben obligatoriamente sujetarse a estas últimas para celebrar matri-
monio, porque los cónsules chilenos que tienen atribuciones para actuar como
ministros de fe pública, expresamente están privados de la facultad de interve-
nir como oficial civil en la celebración de ese acto solemne (Reglamento Con-
sular, aprobado por Decreto Nº 172 del Ministerio de Relaciones, publicado en
el Diario Oficial de 29 de julio de 1977, art. 54, Nº 1, inciso 1º).8
416. CASOS EN QUE LAS ESCRITURAS PRIVADAS NO VALEN COMO PRUEBA EN CHILE
“En los casos en que las leyes chilenas exigen instrumentos públicos para prue-
bas que han de rendirse y producir efecto en Chile, no valen las escrituras pri-
vadas, cualquiera que sea la fuerza de éstas en el país que hubieren sido
otorgadas” (artículo 18 del Código Civil).
Esta disposición guarda absoluta conformidad con el artículo 1701: “La fal-
ta de instrumento público no puede suplirse por otra prueba en los actos y
contratos en que la ley requiere esa solemnidad; y se mirarán como no ejecu-
tados o celebrados, aun cuando en ellos se prometa reducirlos a instrumento
público dentro de cierto plazo, bajo una cláusula penal: esta cláusula no ten-
drá efecto alguno”.
8
Véase: JULIO BARRENECHEA D., Manual de Derecho y Práctica Consulares, Santiago, 1984,
213 pp.
TEORIA DE LA LEY 287
Para bien entender las normas precitadas debe señalarse que hay ciertos
actos jurídicos que son solemnes. Todo acto jurídico necesita para su existen-
cia la voluntad de las partes; esta voluntad puede manifestarse sin solemnidad
alguna, y entonces se dice que el acto es consensual; puede manifestarse por
la materialización de ciertos hechos, como el de la entrega de la cosa sobre
que recae (acto real) o por la realización de formalidades preestablecidas por
la ley en consideración al acto mismo (actos solemnes).
Tratándose de actos solemnes, la ley considera que no hay manifestación
de la voluntad si no se realizan las formalidades.
Así, el contrato de compraventa de bienes raíces es solemne, porque debe
otorgarse por escritura pública; lo mismo la hipoteca. Estos actos no existen
jurídicamente mientras no se ha realizado la solemnidad, y siendo así, es evi-
dente que no podrá probarse su existencia por medio alguno que no sea la
escritura pública. El acto no existe y no puede probarse la existencia de lo que
no existe en concepto de la ley.
De ahí que diga el artículo 1701 que la falta de instrumento público en los
casos en que la ley lo exige no puede suplirse por ningún otro medio de prueba,
principio que se traduce en este otro: “los actos solemnes no pueden ser pro-
bados sino por las respectivas solemnidades, porque si la solemnidad no se ha
cumplido, no hay acto, y no puede probarse lo que no existe”.
Consecuente con este principio, que es de sentido común, el artículo 18
establece que cuando la ley exige instrumento público para pruebas que han
de rendirse y producir efecto en Chile, no valdrán los instrumentos privados
otorgados en país extranjero, cualquiera que sea el valor que éstos tengan en
el país de su otorgamiento.
El precepto del artículo 18 se aplica a los nacionales y extranjeros, porque
se refiere a actos que van a producir efectos en Chile, y en Chile sólo rige la
ley chilena. Todo extranjero que fuera del territorio de la República ejecuta un
acto que haya de tener efecto en Chile, y que según las leyes chilenas debe
otorgarse por escritura pública, no valdrá en Chile si no llena ese requisito,
aun cuando las leyes del país en que el acto se otorga no exijan escritura pú-
blica.
Esto puede parecer contradictorio con el artículo 17; pero en realidad no
hay tal contradicción, como tampoco una excepción; no es sino una aplicación
a un caso particular de lo dispuesto en el artículo 16, inciso final, que dice que
los efectos de un contrato otorgado en país extraño para cumplirse en Chile,
se arreglarán a las leyes chilenas.
El artículo 18 no dicta reglas sobre la eficacia o ineficacia de los actos eje-
cutados en el país extranjero, ni fija reglas sobre la forma a que éstos deben
sujetarse; únicamente reglamenta los efectos en Chile de un acto celebrado en
un país extranjero, cuando ese acto o contrato debe cumplirse en Chile, y la
prueba es uno de los efectos del acto.
Un ejemplo aclarará estas ideas. Si en un país los bienes raíces pueden
venderse por escritura privada, ésta no podrá operar en Chile tratándose de un
inmueble situado en nuestro país, porque la ley chilena exige escritura públi-
ca, y no podría solicitarse la inscripción con la escritura privada.
288 TRATADO DE DERECHO CIVIL. PARTES PRELIMINAR Y GENERAL
417. LEY QUE RIGE LOS REQUISITOS INTERNOS DEL ACTO Y SUS EFECTOS
Los requisitos de fondo se refieren a la capacidad, consentimiento, objeto y
causa.
Por regla general, los requisitos internos, lo mismo que los externos, se
rigen por la ley del país en que el acto se celebra. Pero como estos requisitos
miran ya al estado y capacidad de las personas, ya a los bienes, hay que tener
presente la distinción que hemos hecho entre leyes personales y reales, y al
mismo tiempo es menester considerar si el acto va a producir o no efectos en
Chile.
Si no los va a producir, no hay cuestión: la legislación chilena no tiene por
qué inmiscuirse en el caso, y es indiferente que el acto otorgado en el extran-
jero lo sea por un chileno o por un extranjero.
Pero si el acto va a producir efectos en Chile, debemos distinguir, en cuan-
to a estado y capacidad, entre el chileno y el extranjero: el primero debe suje-
tarse a nuestra ley; y el segundo, a la del país en que el acto se otorgó.
Los efectos de los contratos otorgados en país extraño, dice el inciso 3º del
artículo 16, para cumplirse en Chile, se arreglarán a las leyes chilenas.
¿Qué son efectos de los contratos? Para responder, previo es recordar que
en todo contrato, según el artículo 1444, se distinguen las cosas que son de su
esencia, las que son de su naturaleza, y las puramente accidentales.
Son de la esencia de un contrato aquellas cosas sin las cuales o no produ-
ce efecto alguno, o degenera en otro contrato diferente. En el contrato de com-
praventa, por ejemplo, es esencial el precio en dinero: si no hay precio, no
hay contrato, y si el precio no es dinero y la cosa objeto del contrato se paga
con otra cosa, el contrato pasa a ser permuta.
Son de la naturaleza de un contrato, las cosas que no siendo esenciales en
él, se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial, como el
saneamiento por evicción o la lesión enorme en la venta de bienes raíces.
Son cosas accidentales a un contrato aquellas que ni esencial ni natural-
mente le pertenecen, y que se le agregan por medio de cláusulas especiales.
Al decir el Código que los efectos de los contratos otorgados en país ex-
tranjero para cumplirse en Chile, se arreglarán a las leyes chilenas, no se refie-
re, evidentemente, a las cosas que son de la esencia de un contrato, porque
no son consecuencias de éste, sino el contrato mismo, sus elementos constitu-
tivos; la norma se refiere a los derechos y obligaciones que produce, y estos
derechos y obligaciones pueden ser cosas de la naturaleza del contrato o co-
sas accidentales del mismo. Luego, que los efectos de los contratos otorgados
en país extraño para cumplirse en Chile, se arreglarán a la ley chilena, quiere
decir que los derechos y obligaciones que de ellos emanan, sea por la natura-
leza de esos contratos, sea por virtud de las cláusulas especiales que les agre-
garon las partes, serán los mismos que establece la legislación chilena o los
que ella permite estipular a los contratantes.
TEORIA DE LA LEY 289
Bibliografía especial
LUIS ABURTO, Locus regit actum, Memoria de Licenciado, Santiago, 1934.
BERNARDO GESCHE M., “El artículo 14 del Código Civil como norma de D. Inter-
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EDUARDO HAMILTON, Y OTROS, Solución de conflictos de leyes y jurisdicción en
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MARIANO PAOLA MARTIN, El artículo 14 del Código Civil, Memoria de Licencia-
do, Santiago, 1955, Editorial Universitaria. Es una edición a mimeógrafo de
164 páginas tamaño oficio.
FRANCISCO ROGEL CRUZ, Aplicación de leyes civiles extranjeras en Chile. Memo-
ria de Licenciado, Santiago, 1935.