Carta de Recomendación
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Carta de Recomendación
Desarrollo:
1) La palabra bullying describe un modo de trato entre personas. Su significado
fundamental es: acosar, molestar, hostigar, obstaculizar o agredir físicamente a
alguien.
2) Es un continuo y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un niño o niña
por parte de otro u otros, que se comportan con él/ ella cruelmente con objetivo de
someter, arrinconar, amenazar, intimidar u obtener algo de la víctima.
¿Cómo se desarrolla?
1º El acosador puede comenzar a fijar objetivos potenciales de acoso mientras
que los componentes del grupo se van posicionando frente a posibles ataques .
2º Pronto el acosador pasa a realizar pequeñas intimidaciones que no son
afrontadas eficazmente por la víctima, mientras que los espectadores o bien
apoyan o se desentienden de las primeras agresiones .
3º Comienza la agresión física, con la victima sufriendo determinadas
consecuencias .
4º La gravedad de las agresiones va aumentando paulatinamente con un
sentimiento de desesperación y derrumbamiento de la autoestima de la víctima,
mientras los espectadores se sumen definitivamente en la impotencia y el
individualismo
En los agresores: Para los agresores , las conductas de acoso pueden hacerse
crónicas y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el
consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas, incluyendo violencia
doméstica y de género.
Han de prepararse para afrontar conductas incomodas y las presiones del grupo.
Romper la ley del silencio Sus relaciones han de ser igualitarias no de prepotencia
ni de dominio-sumisión. Deben concienciarse de que tienen que informar y dar a
conocer situaciones de abuso físico, psicológico que les sucedan y las que
observen o sepan de alguno de sus compañeros/ as. tanto a los padres o
familiares como al centro educativo. Los espectadores deben mostrar una actitud
de apertura, comunicación e interés por la víctima. No posicionarse en el lado del
acosador y hacer que la víctima se lo cuente a sus padres o personas cercanas,
incluso ofertar a ir con él si no esta seguro. Han de ser conscientes de la
importancia de mantener relaciones interpersonales cordiales, positivas y
mutuamente satisfactorias entre iguales.
El alumnado y sus familias plantean que reciben constantemente violencia de todo tipo,
por parte de maestros y maestras. Por otra parte, el alumnado plantea que algunas
veces, sus familias realizan una alianza con sus profesores, resultando el alumnado
violentado por el magisterio y su familia. Además, el personal docente y alumnos sufren
por parte de pandillas, de violencia física, robos y atentados a la propiedad personal,
violencia sexual, discriminación de género y étnica, lo que ha provocado muertes,
renuncias y ausentismo. Es algo cotidiano observar estos problemas.
Es muy frecuente que las instituciones educativas oculten los hechos violentos
ocasionados por los docentes y maximicen los hechos violentos de estudiantes, aunque
no ocurre así en todos los establecimientos. Además, es común que las instituciones
educativas se muestren recelosas ante cualquier intento de abordar este tema. Prefieren
manejarlo “internamente”, argumentando que para ese fin tienen su reglamento interno,
en el cual sólo aparecen sanciones para el alumnado y familiares, pero en ningún párrafo
se menciona nada sobre el claustro que irrespete a los alumnos y familiares. Además, en
Guatemala como en otros países los hechos de violencia escolar son presentados en los
medios de comunicación, como casos aislados o actividades relacionadas a conflictos
entre las pandillas, con lo que se ocultan las verdaderas causas de este fenómeno social.
En su libro Acción e Ideología, Ignacio Martín-Baró dice que la acción violenta es aquella
acción mediante la cual se pretende causar un daño a otra persona. Pero, ¿Cómo se
origina la violencia?
Al determinar la forma en que funcionan las instituciones, la violencia se refleja en las
políticas institucionales, los procedimientos y la vida cotidiana de los actores dentro de las
instituciones. La violencia es producto de las condiciones históricas-culturales, se reflejan
con intensidad similar y con el mismo impacto social en la familia, la escuela, las leyes, los
medios de comunicación social y los procesos económicos. Guatemala tiene una historia
violenta en la cual muchos grupos se han impuesto por violencia desde la Conquista,
incluso antes. El llamado Conflicto Armado nos ha dejado una tradición de violencia entre
hermanos. Desde el modelo ecológico de la comprensión de la violencia, se le define
como un fenómeno de relaciones entre personas en el que convergen aspectos de
distinto orden de repercusión, desde lo individual hasta lo macrosocial, en consideración
del presente y de la historia.
- Nivel Personal: el ámbito privado como constructor de la violencia (la identidad), las
características de cada persona, el aprendizaje personal de la violencia que se adquiere
en la familia, los medios de comunicación social y la escuela.
Entre los obstáculos que no permiten avanzar en un proceso de paz se observa que al no
haber compromisos reales de las comunidades, no lo asumen como propio, ya que no
han pasado por un proceso de reflexión comunitario y la toma de decisiones es
parcializada o nula. Así, muchas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales
han trabajado sobre los objetivos impuestos por estudios y teorías realizadas en otros
países, queriéndolos “adaptar” a Guatemala y luego de que terminan los proyectos, no
existe un proceso de seguimiento autogestionado por las comunidades, ya que no les es
propio, no existe compromiso pues no es reflejo de su ideología y necesidades.
La violencia escolar
La violencia escolar consiste en un proceso por el cual la violencia propia de una sociedad
se manifiesta a través de conductas, actos y actitudes que reflejan las relaciones sociales
en el ambiente escolar. Este proceso es producto de las relaciones históricas entre los
grupos, las relaciones políticas y culturales resultantes de la misma historia y las
decisiones personales de los actores del proceso. La violencia escolar cotidianamente ha
sido promovida como un método de sobrevivencia, defensa y modelo de enseñanza-
aprendizaje en el cual debe construirse la sociedad. La violencia en la escuela es
diferente de otras formas de violencias. Es común incluirla dentro de la violencia juvenil o
la violencia social, pero es importante tomar en cuenta que la violencia escolar tiene sus
propias características distintivas.
1. La escuela tiene su propio espacio físico y escenario ideológico. Los y las estudiantes
pasan alrededor de veinte horas semanales en las instalaciones escolares y realizan
actividades relacionadas al estudio por quince horas semanales, fuera de ella, en
promedio. Este número de horas representa un seguimiento constante a la lógica
educativo-pedagógica e ideológica de la escuela.
3. Existe incongruencia entre los objetivos del proceso educativo formal y las expectativas
de vida. Los estudiantes reproducen el mensaje “debo estudiar para ser alguien en la
vida”, pero a este mensaje no le hayan sentido pues ha sido impuesto por sus docentes
y/o familiares. Esta situación puede crear conflicto en los y las estudiantes por la
necesidad de realizar actos sin sentido para ser aceptados, lo cual les produce la reacción
de obedecer, repetir, sin cuestionar, sin razonar, sin analizar; o por el contrario, pueden
reaccionar con indisciplina y actos de rebeldía sin aparente causa. A los estudiantes se les
involucra, desde muy pequeños, en la competencia personalista por los puestos de
trabajo mejor pagados y llegan a identificar a los demás como enemigos. A los maestros
se les presiona a enseñar “más y mejor” con la amenaza de mejorar su “efectividad” o ser
despedidos; así se “maquila” el conocimiento técnico y se descuida la educación en
valores.