Copiar Himnos
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ItlIlHIlllUNNIllllllllllllllilllllllllllllll
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EL NUEVO
HIMNARIO
EVANGÉLICO
PARA EL USO
DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS
DE HABLA ESPAÑOLA
EN TODO EL MUNDO
EDICIÓN
SIN MÚSICA
COPYRIGHT, 19 15,
By AMERICAN TRACT SOCI ETY
Mes. J. P. Hauser
Prof. L. E. Cámara
Eev. V. Mendoza
Miss H. L. Ayres
Prof. E. C. Brown
Eev. E. C. Elliott
Eev. A. Portugal
iii
CONTENIDO
Página
Prefacio v
Orden del Culto , vii
Himnos 1
IV
PREFACIO
LA COMISIÓN. .
1. Preludio de órgano.
2. Himno de apertura.
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas
las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día : por tanto Jehová
bendijo el día del reposo y lo santificó.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No hurtarás.
vii
5. Lectura del Sumario de la Ley, según fue dado por nuestro Señor
Jesu-cristo.
12. Himno.
15. Sermón.
16. Oración.
17. Himno.
18. Benedición.
Himno.
A Dios cantamos 50
A Jesús pertenecemos 7s
A la divina Trinidad 7
¡A su nombre gloria ! 75
A tu eterna Deidad 43
Al Padre omnipotente 6
Al trono majestuoso 49
¡Aleluya! ¡ Aleluya l 7
Himno.
Canto de triunfo 70
Himno.
Himno.
siglos 196
El es Pastor, Enviado 95
Himno.
Entonemos al Señor 16
Es tu ley, Señor 33
Gloria y alabanza 5
Grato es contar la historia 34
Imploramos tu presencia 19
¡ Jerusalem despierta ! 98
Jesucristo descendió 90
Himno.
Jesús mi tesoro, mi dicha y amor.... 214
Jesús tu dulce nombre 217
Ni en la tierra ni en el cielo 77
XII
Himno.
Himno.
Padre, tu palabra es 33
Sagrado es el amor 22
Himno.
Señor, en ti yo creo 62
Señor, yo te conozco ! 48
Tesoro incomparable 63
Dios 244
agrada 69
Himno.
Unidos en espíritu 66
Vamos a Jesús -
Ven. oh Todopoderoso 12
Yo me rindo a ti 229
LISTA DE ASUNTOS
Himnos
Himnos
Culto Público
. . 1-32
Confesión y Perdón . . .
.150-167
Doxologías
.. 1-7
Fe y Justificación
.168-173
Albanza e Invocación. .
. . 8-20
Amor y Gratitud
.174-178
. . 21-26
Confianza y Sumisión .
.179-200
Himnos Vespertinos . . .
. . 27-32
.201-210
Oración y Aspiración. .
.211-219
. . 33-39
Consagración y Servicie
220-234
Pruebas y Conflictos . .
.235-241
La Santísima Trinidad. . . .
Dios Padre
. . 40-120
. . 40-53
le
. . 54-59
Crecimiento Espiritual.
La Iglesia
.260-265
El Amor y Protección
Dios
.266-269
El Ministerio
.270-273
Jesucristo
.274-280
Oración y Alabanza . . .
. . 60-78
El Matrimonio
.281-282
Navidad
. . 79-93
Carácter y Ministerio
Pasión y Crucifixión. .
. . 94-96
. 97-101
.283-286
Las Misiones
.287-294
La Vida Venidera.
La Segunda Venida . .
..109-110
El Espíritu Santo
..111-118
El Hogar Celestial
.299-323
.119-120
Ocasiones Especiales.
La Vida Cristiana
El Fin del Año
.324-326
. -327
La Gracia de Dios . . .
.121-123
La Niñez y la Juventud . . .
.328-342
Invitación
.124-144
.145-149
xi
Salvación
343-349
EL NUEVO HIMNARIO
EVANGÉLICO
1. Gloria al Padre.
Santo Espíritu
Raudal de todo bien ;
Y por siglos sin fin suba este canto
A los cielos. Amén.
2. Gloria Patri.
los ejércitos!
Llenos están los cielos y la tierra de
tu gloria :
Gloria sea a ti, ¡ Oh Señor Altísimo !
Amén.
5. Glorli y Alabanza.
Gloria y alabanza
Sean al Creador,
Y al eterno Verbo,
Y al Consolador:
Sacrosanta Trinidad.
Siempre agradecidos,
De una en otra edad,
Al Omnipotente
Al Omnipotente
Manantial de amor,
Manantial de amor,
6. Al Padre Omnipotente.
Al Padre omnipotente
A Cristo el Salvador,
Y al Santo Paracleto
Rendid gloria y honor.
Y de su amor la inmensidad
Humildes ensalzad.
Su gloria publicad.
Su gloria publicad:
Su gloria publicad,
Su gloria publicad,
7. A la Divina Trinidad.
A la divina Trinidad
Coro:
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Amén,
Amén,
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya,
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya,
Amén, Amén, Aleluya, Amén, Ale-
luya, Amén.
2
Con gratitud canción alzad
Al Hacedor que el ser os dio:
3
Su pueblo somos: salvará
A sus ovejas el pastor;
Ninguna de ellas faltará
Si fueren fieles al Señor.
Carvajal.
2
El sitio apartado, la sombra tranquila,
Convienen al culto de ruego y loor;
Tu mano divina los hizo sin duda,
En bien del que humilde te sigue,
Señor.
3
Allí, si tu aliento inspira a mi alma
4
Te debo tributos de amor y de gracias
Por este abundante y glorioso festín ;
(Tr.) Mora.
Comienza la oración.
¡ Silencio y atención !
Si al santo Dios la mente
Queremos elevar,
Silencio reverente
Habremos de guardar.
2
Mil coros celestiales
A Dios cantando están,
A ellos los mortales
Sus voces unirán.
Alcemos pues el alma
Con santa devoción,
Gozando en dulce calma
De Dios la comunión.
3
La Biblia bendecida,
De Dios revelación,
A meditar convida
En nuestra condición.
¡ Silencio ! que ha llegado
Del culto la ocasión,
Dios se halla á nuestro lado,
Silencio y devoción.
miles,
Mas todas se inflaman en un mismo
amor.
2
"Es digno el Cordero que ha muerto,"
proclaman,
"De estar exaltado en los cielos así."
nosotros,
Pues él por salvarnos su vida dio
3
A ti que eres digno, se dan en los
cielos
Poderes divinos y gloria y honor;
Señor.
4
Que todos los seres que pueblan las
nubes,
La tierra y el aire, el fuego y el mar,
Unidos proclamen tus glorias eternas,
5
El nombre sagrado del Dios de los
cielos
A una bendiga la gran creación,
trono,
El dulce tributo de su adoración.
(Tt.) Mora.
Ven, oh Todopoderoso,
Adorable Creador ;
Padre santo, cariñoso,
Manifiéstanos tu amor.
2
A tu trono de clemencia
Levantamos nuestra voz,
Tu presencia te pedimos,
Nuestro Padre, nuestro Dios,
4
Eres tú, Jesús, benigno,
Eres infinito amor:
Óyenos te suplicamos,
Ven, bendícenos, Señor.
5
Ven, Espíritu divino,
Del Señor precioso don;
Dios consolador, inspira
Paz en todo corazón.
6
De los santos la herencia
Déjanos hallar en ti,
Y la vida de los cielos
Gozaremos desde aquí.
H. G. Jackson.
3
Libre quiere adorar
Tu nombre sin cesar
El pueblo, oh Dios
Haz que todo poder
Opuesto a tu querer,
Te venga a obedecer
Y oiga tu voz.
4
Del pueblo hoy el clamor
Acoge, oh Redentor,
En tu bondad.
De libertad.
5
Libra a tu pueblo aquí, —
Que humilde viene a ti, —
De esclavitud.
Muéstrale dulce faz,
Y en él abundar haz
Consuelo, gozo, paz,
Gracia y virtud.
2
Que nuestro culto al ofrecer
Un pacto nuevo pueda ser
4
Que cada instante queda ver
Un nuevo triunfo de mi ser,
Creciendo en gozo, fe y amor,
Hasta llegar a ti, Señor.
Isaac Watts. (Tr.) E. Valasco.
2
Nosotros somos amado pueblo,
Doradas mieses del Redentor;
Tan alta gloria Jesús amante
Con su martirio nos alcanzó.
3
Serán eternas sus maravillas,
Inagotable su bendición,
Y los que cantan sus alabanzas
Benditos siempre por el Señor.
16. Alabanza.
Entonemos al Señor
Alabanzas sin cesar,
Entonemos con amor,
2
El nos llama sin cesar
Y nos da la salvación,
El nos vino a libertar
Del pecado abrumador.
Ya podemos recorrer
El camino terrenal
Te venimos a buscar.
Tu rebaño a apacentar.
2
Al perdido en el pecado
Su peligro harás sentir:
Llama al pobre seducido,
3
Guía al triste y fatigado
Al aprisco del Señor;
Cría al tierno corderito
A tu lado, buen pastor,
|| :Con los pastos: ||
De celeste y dulce amor.
4
¡ Oh, Jesús ! esucha el ruego
|| : Cantaremos: ||
Tu benigna protección.
2
Al Dios Omnipotente
Que inspira nuestro amor,
Con grande reverencia
Rindámosle loor.
Pidamos su presencia
En cada corazón,
Y oremos reverentes,
Oremos con unción.
Y en santa devoción
Alcemos nuestras preces,
Oremos con unción.
E. Martínez Garza.
Imploramos tu presencia,
Santo Espíritu de Dios,
Vivifique tu influencia
Nuestra débil fe y amor.
2
Da a las mentes luz divina,
Y tu gracia al corazón;
Nuestro pecho a Dios inclina
En sincera adoración.
3
Que del Dios bendito tenga
Nuestro culto aceptación,
J. B. Cabrera.
3
Tú, Señor, eres benigno,
Tú perdonas con amor;
De alabanzas eres digno,
Infinito bienhechor.
4
Siempre seas alabado
Por tu inmensa caridad,
j Oh gran Dios ! y celebrado
Seas en la eternidad.
M. Cosido.
21. Despedida.
Velasco.
Sagrado es el amor
Que nos ha unido aquí,
A los que creemos del Señor
La voz que llama a sí.
2
A nuestro Padre Dios
Roguemos con fervor,
Alúmbrenos la misma luz,
Nos una el mismo amor.
3
Nos vamos a ausentar,
Mas nuestra firme unión
Jamás podráse quebrantar,
Por la separación.
Un día en la eternidad
Nos hemos de reunir,
El férvido pedir.
Juan Fawcett.
2
Enséñanos, Señor,-
Tu ley a meditar,
Vivir unidos en amor,
Ramón Bon.
2
En nuestras almas graba con poder
Tu fiel palabra, cada exhortación ;
3
Al terminar, Señor, mi vida aquí,
Alis ojos pueda sin temor cerrar,
Mendoza,
2
Que yo mis ojos al cerrar
En blando sueño arrobador,
¡ Cuan dulce, — diga, — es descansar
En tu regazo, mi Señor.
3
Conmigo sé al amanecer,
No puedo yo sin ti vivir;
Conmigo sé al anochecer,
No quiero yo sin ti morir.
4
Si alguno que hoy errante va,
Oyó tu voz, tu voz de amor,
Que deje el mal y encuentre ya
Eeposo en ti, su Salvador.
5
Riquezas dale al pobre, aquí,
Tú nunca agotas tu caudal;
2
Danos plácido reposo,
Vela tú nuestro dormir;
Cuídanos, Señor bondoso,
Nuestros males haz huir;
|| :De peligros
Tu nos puedes encubrir. :||
Y al final de la existencia
Cuando tú a llamarnos vas,
Cólmanos de tu clemencia
Y recíbenos en paz;
|| :Y de entonces
2
Si aguerridas nos atacan
Las legiones de Satán.
Cerca están tus mensajeros,
Que socorro nos darán.
2
De cuantas faltas hoy he cometido
Perdóname, Señor, por tu Hijo
amado ;
Contigo, con el prójimo y conmigo
Quede antes de dormir, reconciliado.
3
Enséñame a vivir, que no me espante
La tumba más que el lecho del reposo ;
Enséñame a morir, para que pueda
El día del juicio, despertar glorioso.
4
(Tr.) J. B. Cabrera.
P. H. Goldsmith.
2
¡ Oh Señor ! tu protección
Dale hoy al corazón;
Dale aquella dulce paz
Que a los tuyos siempre das.
Con plenitud. — Coro.
3
¡ Oh Señor ! que al descansar
Pueda en ti seguro estar,
Y mañana, mi deber
Pueda siempre fiel hacer
En tu loor. — Coro.
Por todas tus bondades de este día ; En sombra o sol, Señor, conmigo sé.
2
Veloz el día nuestro huyendo va.
Su gloria, sus ensueños pasan ya :
Mudanza y muerte miro en derredor,
Conmigo sé, bendito Salvador.
o
O
10
L. F. Lyte. (Tr.)
2
Celebremos a porfía
Al Autor de tan buen don
Que nos da el festivo día
Y se goza en el perdón.
Aceptemos hoy con gozo
El descanso semanal,
Esperando el día glorioso
Del reposo celestial.
3
Trabajar es la sentencia
De la antigua creación,
Y morir la consecuencia
De la prevaricación;
Y su amor inescrutable
De la gracia es el raudal.
M. Cosido.
2
Por las mercedes a tu amor debidas,
Por el descanso y plácido solaz,
Mil gracias sean sólo, a ti rendidas,
Rey de los reyes, Príncipe de paz.
3
De nuestro culto borra los defectos,
Da a nuestras preces eficaz virtud;
Tu amor tan sólo nos hará perfectos,
Tu sola gracia nos dará salud.
4
Haz que del mundo la escabrosa senda
Correr podamos con seguro pie,
J. B. Cabrera.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
11
Padre, tu palabra es
Mi delicia y mi solaz :
Guíe siempre aquí mis pies,
2^
Si obediente oí tu voz,
En tu gracia fuerza hallé,
3
Tu verdad es mi sostén
Contra duda y tentación,
4
Son tus dichos para mí
Prendas fieles de salud ;
Dame pues que te oiga a tí
Con filial solicitud. — ('oro.
J. B. Cabrera.
2
Grato es contar la historia
Más bella que escuché,
Más áurea, más hermosa
Que cuanto yo soñé.
Decirla siempre anhelo,
Pues hay quien nunca oyó
Que para hacerle salvo
Por él Jesús murió. — Coro.
3
Grato es contar la historia
Que grata siempre es,
Y es más, al repetirla,
Preciosa cada vez.
1
Grato es contar la historia
De todas la mejor,
Que cuanto más se escuche
Se oirá con más amor ;
De Cristo y de su gloria,
12
Y anhela sencillez.
2
Díme tan dulce historia
Con tono claro y fiel :
"Murió Jesús, y salvo
Tú puedes ser por él."
Díme esta historia siempre,
Si en tiempo de aflicción
Deseas a mi alma
Traer consolación. — Coro.
3
Díme la misma historia,
Cuando creas tal vez
Que me ciega del mundo
La falsa brillantez.
Y cuando ya vislumbre
De la gloria la luz,
Repíteme la historia:
Kate Hankey
Coro.
(Tr.) J. B. Cabrera.
3
Los consejos del Dios nuestro
Rectos y benignos son;
La alegría que despiertan
Tengo yo en mi corazón.
4
Más que el sol resplandeciente,
Los preceptos del Señor
Iluminan nuestra mente
Con divino resplandor.
G. H. Rule.
2
Jesucristo a todos da
Bellas palabras de vida;
Hoy escúchalas pecador,
Bellas palabras de vida.
Bondadoso te salva,
Y al cielo te llama.
13
(Tr.) J. A. B.
2
Muéstrame tus caminos siempre rectos,
Enséñame tus reglas y mandatos,
Instruyeme en tu ley y que ella sola
Mueva mi voluntad, rija mis pasos.
3
Tan sólo tú, Señor, salvarme puedes
De los riesgos continuos en que ando,
4
Pero ¿ qué puedo yo si no me ayudas ?
¿Qué lograré si tu favor me niegas?
¡ Oh Señor ! ten de mí misericordia,
dezca.
5
La ley de Dios es pura y sin mancilla,
Capaz de convertir todas las almas,
niños
Comunica su ciencia soberana.
6
Tus palabras, Señor, son tan seguras,
Tan invariables son y duraderas,
Como los cielos, que por su constancia
Un ejemplo nos dan de su firmeza.
P. Olavide.
39. La Santa Biblia.
2
Tú reprendes mi dudar,
Tú me exhortas sin cesar,
Eres faro que a mi pie
Va guiando por la fe
A las fuentes del amor
De mi tierno Salvador.
3
Eres infalible voz
Del Espíritu de Dios,
Que vigor al alma da
Cuando en aflicción está;
Tú me enseñas a triunfar
De la muerte y del pecar.
4
Por tu santa letra sé
Que con Cristo reinaré;
Yo que tan indigno soy,
14
2
Tú eres, Dios, tú eres
Misericordia inmensa,
Poder inenarrable,
Fidelidad suprema.
En tanto l ' ¡ Gloria ! ' ' entonen
Los cielos y la tierra,
De bendición mil himnos
Llenando las esferas.
2
Y hasta el íntimo deseo
Que en mi pecho se abrigó,
42.
3
¡ Oh gran Dios ! cuando contemplo
Tu infinita perfección,
El asombro llena mi alma,
Se confunde mi razón,
J. B. Cabrera.
Y su misericordia soberana
Será de mis canciones el objeto.
2
También anunciará mi humilde boca
A las generaciones y los pueblos
El inefable don de sus promesas,
3
Porque nos dijo: "La misericordia
Levantaré a la altura de los cielos
Como edificio inmenso y majestuoso,
Como edificio sólido y eterno."
15
5
La paz con la equidad y la justicia
Son el apoyo de tu justo imperio;
Mas la verdad y la misericordia
Siempre te van los pasos precediendo.
6
Feliz el pueblo que alabarte sabe,
Más feliz si te alaba con afecto,
Pues marchará tranquilo y venturoso
Con la brillante luz de tus destellos.
P. Olavide.
43. A la Trinidad.
A tu eterna Deidad,
Soberana en tres personas,
Clamamos, pues nos perdonas
Nuestra iniquidad.
Por esta benignidad,
En su misterioso canto,
Angeles y serafines dicen :
; Santo ! ¡ Santo ! ¡ Santo !
Dios uno y trino,
A quien tantos arcángeles,
Querubines, ángeles y serafines
Dicen : ¡ Santo ! ¡ Santo ! ¡ Santo !
2
Interminable bondad,
Suma esencia soberana,
De donde el bien nos dimana,
¡ Divina Trinidad !
Con tu celestial piedad
Pones fin a nuestro llanto,
Angeles y serafines dicen :
: Santo ! ¡ Santo ! ¡ Santo !
16
creo:
Tu cielo es un libro de páginas bellas,
Do en noches tranquilas mi símbolo
leo,
|| :Que escribe tu mano con signos de
estrellas. : ||
tus galas
|| :Si el sol es el polvo que pisan tus
pies? :||
3
El mar a la tierra pregunta tu nombre J
La tierra a las aves que tienden su
vuelo ;
Las aves lo ignoran, pregúntanlo al
hombre ;
|| :E1 hombre lo ignora, pregúntalo al
cielo. : ||
4
Señor, tú eres santo! yo te amo, en
ti espero:
Tus dulces bondades cautivan el alma ;
Mi pecho gastaron con diente de acero
|| :Los gustos del mundo vacíos de
calma. :||
5
Son gustos falaces que pasan cual
flores,
Efímeras dichas, verdura en las eras.
¡ Ah ! dame la vida de días mejores,
¡I :Sin hoy, sin mañana, sin horas
ligeras. : ||
J. Arólas.
3
¡Espíritu de Dios!
Escucha nuestra voz,
Y tu bondad
Derrame en nuestro ser
Divina claridad,
V. Mendoza.
Me dice desde lejos: "Tu Dios se Mi espíritu de hinojos ante tus pies
esconde allí;" está;
Me- dice más pujante: "Tu Dios se Los cánticos que llegan al grande Jo-
acerca a ti." hová. Zorrilla.
18
Al trono majestuoso
Del Dios omnipotente,
Humildes vuestra frente,
Naciones, inclinad.
El es el Ser supremo,
Señor de cuanto existe,
3
La gratitud sincera
Nos dictará canciones,
4
Señor, a tu palabra
Los mundos obedecen,
J. B. Cabrera.
50. Invocación.
Adoramos,
Y la gloria y el honor
Tributamos.
Sólo a Cristo, nuestra Luz,
Acudimos ;
Por su muerte en la cruz
Revivimos.
Un Espíritu, no más,
Nos gobierna,
Y con él, Señor, nos das
Paz eterna;
El es fuego celestial,
Cuya llama
En amor angelical
Nos inflama.
19
Disfrutamos tu favor
Solamente
Por Jesús, fuente de amor
Permanente ;
Sólo él nos libertó
De la muerte,
Sólo él se declaró
Nuestro Fuerte.
Dios Eterno,
Nos libraste del furor
Del infierno ;
Proclamamos
Que tan sólo en tu poder
Confiamos.
P. Castro.
i Gloria a él !
Tal fué su amor que dio
Al Hijo que murió,
En quien confío yo;
¡ Gloria a él !
2
A nuestro Salvador
Demos con fe loor;
¡ Gloria. a él!
Su sangre derramó;
Con ella me lavó,
Y el cielo me abrió ;
¡ Gloria a él !
Espíritu de Dios,
Elevo a ti mi voz;
¡ Gloria a ti !
Con celestial fulgor
Me muestras el amor
De Cristo, mi Señor;
¡ Gloria a ti !
Al Trino Dios.
En la eternidad
Mora la Trinidad;
¡ Por siempre alabad
Al Trino Dios!
Estrella de Belén.
coro
Santos escogidos te adoran con fervor,
De alegría llenos, y sus coronas de oro
Rinden ante el trono glorioso del
Señor.
20
3
Dios sólo puede comprender
Su propio amor, y consolar
Con él al pecador;
El me lo dé, no pido más;
Excelso don, satisfará
|| :Mi agradecido amor. :||
55. Cimiento Eterno de la Fe.
2
Venciste al Hades y a Satán
En opulencia del amor
salud,
Ya rico, ya pobre se encuentre tu ser,
En casa o viajando por tierra o por
mar,
|| ¡Conforme a tus años será tu
poder. ":||
3
"No temas por nada, contigo yo soy;
Tu Dios yo soy sólo, tu ayuda seré ;
Tu fuerza y firmeza en mi diestra
estarán,
|| :Y en ella sostén y poder te daré." :||
21
2
Nuestro valor es nada aquí,
Con él todo es perdido ;
Mas por nosotros pugnará
De Dios el Escogido.
¿Sabéis quién es? Jesús,
El que venció en la cruz,
Señor de Sabaoth,
Y pues él sólo es Dios,
El triunfa en la batalla.
3
Aun si están demonios mil
Prontos a devorarnos,
No temeremos, porque Dios
Sabrá aún prosperarnos.
Que muestre su vigor
Satán y su furor,
Dañarnos no podrá,
Pues condenado es ya
Por su Palabra Santa.
•i
Sin destruirla dejarán,
Aún mal de su grado,
Esta Palabra del Señor ;
El lucha a nuestro lado.
Que lleven con furor
Los bienes, vida, honor,
Los hijos, la mujer. . . .
Todo ha de perecer. . . .
De Dios el reino queda
22
Amado,
De horrible muerte, ¡ Padre y Señor !
Nos has librado; con él la suerte
Nos has legado, tal es tu amor.
2
De ti alcanzamos todos los bienes
De que gozamos, ¡ Padre y Señor !
•Tú nos detienes si tropezamos,
3
Siempre fecundo tú nos prodigas
Tu amor profundo, ¡ Padre y Señor !
4
Tú nos preservas de todos male's
Tu mano paternal
Trazó mi senda aquí;
Mis pasos cada cual,
Velados son por ti.
En tu mansión yo te veré,
3
Innumerables son
Tus bienes, y sin par,
Que por tu compasión
Recibo sin cesar.
En tu mansión yo te veré,
4
Tú eres, ¡ Oh Señor !
Mi sumo, todo bien;
Mil lenguas, tu amor,
Cantando siempre estén.
En tu mansión yo te veré,
M. N. B.
M. Cosido.
2
¡ Gloria a Dios ! porque no mira
Nuestra vieja iniquidad,
Mas bondoso nos reviste
De justicia y santidad.
3
¡ Gloria a Dios ! que de fe pura
Llena nuestro corazón,
23
4
¡ Gloria a Dios ! que aquí nos une
En perfecta y dulce paz,
Por su diestra protegidos,
Alumbrados por su faz.
5
¡ Gloria a Dios ! a quien complace
Recibir nuestra oración,
Nuestros cantos de alabanza,
Nuestra pura adoración.
6
¡Gloria a Dios! que en abundancia
Bendiciones hoy nos da;
Y si esto es en la tierra,
En los cielos ¿qué será?
J. B. Cabrera.
2
Cante el mortal ahora
Himnos a sus bondades,
Cante que sus piedades
Interminables son.
3
Sus siervos hoy devotos
Digan que en las edades
Sus múltiples piedades
Interminables son.
Carvajal.
61. Dad á Dios Inmortal Alabanza.
2
Las naciones vio en vicios sumidas
3
A su Hijo envió por salvarnos
Del pecado y la muerte inherente ;
De prodigios de gracia es torrente,
Sus mercedes, humildes cantad.
Por el mundo su mano nos lleva,
J. Mora.
Señor, en ti yo creo,
Y siempre creeré;
Que brilla dentro el alma
La antorcha de la fe.
Al cielo ¡ cuántas veces
24
La vista en mi aflicción
Alcé, y dulce consuelo
Bajaba al corazón!
2
Es grato, si sufrimos
En horas de ansiedad,
Saber que desde el cielo
Nos miras con piedad ;
Que cuentas nuestras penas,
Que ves nuestro dolor,
Que escuchas nuestros ayes,
Y envías tu favor.
3
i Señor, bendito seas,
Bendito veces mil!
Porque si artero el mundo
Su red nos arma hostil,
En nuestro pecho enciendes
La llama de la fe,
4
La fe que al hombre anima,
Tu más precioso don,
Es luz en las tinieblas,
Alivio en la aflicción ;
Amparo al desvalido,
Al náufrago salud,
Tesoro de alegrías,
Cimiento a la virtud.
5
Por eso yo te adoro,
Por eso creo en ti.
De quien dádiva tanta
Sin precio recibí.
CoDfirma y acrecienta,
J. B. Cabrera.
Tesoro incomparable,
Jesús, amigo fiel,
Refugio del que huye
Del adversario cruel ;
Sujeta compasivo
A tí mis corazón,
Ya que para salvarme
Sufriste la pasión.
2
Delicias de mi alma,
Pan de la eternidad,
Del cual yo me alimento
En mi necesidad;
En mi flaqueza extrema
Se cumple tu virtud,
Y en medio de mis males
Ser quieres mi salud.
3
Dirige a mí tu rostro,
Jesús, lleno de amor,
Sol puro de justicia,
Grato consolador.
Sin tu influencia santa
La vida es un morir ;
Gozar de tu presencia,
Esto sólo es vivir.
4
Jesús, riqueza mía,
Mi amante Salvador,
Eres en mis flaquezas
Mi fuerte protector.
25
Mi paz el enemigo
Turbar podrá jamás;
Por más que lo intentare,
No lo permitirás.
5
Al mundo de falacias
No pertenezco ya;
El cielo es mi morada,
Allí mi Amado está.
A donde Cristo habita
Con ansia quiero ir ;
En sempiterno gozo
Con él quiero vivir.
Fuster.
Jesús !
2
Al pecho herido fuerzas da,
Y calma al corazón;
3
Tan dulce nombre es para mí,
De dones plenitud;
|| ¡Raudal que nunca exhausto vi
De gracia y de salud. :¡|
4
Jesús, mi amigo y mi sostén,
Bendito Salvador!
|| :Mi vida y luz, mi eterno bien,
Acepta mi loor. :||
2
Por los montes afanado
Nos buscaste con amor,
3
La voz tuya conocemos,
Si nos llamas, ¡ oh ! Pastor ;
Tú nos das el pasto sano
4
Las ovejas en tu mano
Nada temen, buen Pastor;
En tu aprisco reunidas
Nos contemplas con amor;
Sólo en ti nos refugiamos,
¡ Oh Jesús, oh buen Pastor !
26
Unidos en espíritu
Al coro celestial,
Cantemos con los ángeles
Un cántico triunfal:
Y si vertimos lágrimas
Al frente de la cruz,
Rebose hoy el júbilo,
Pues vive el buen Jesús.
2
Lo que en el triste Gólgota
Derrota pareció,
En el sellado túmulo
En triunfo se cambió;
Vencido está el báratro,
Menguado su poder ;
Y no el mortal su subdito
De hoy más habrá de ser.
3
Del Moría allá en la cúspide
Se obró la salvación,
Allí se ostenta el lábaro
De nuestra redención ;
4
Jesús, de gloria Príncipe,
Autor de nuestra paz,
Diríjenos benévola
Tu esplendorosa faz ;
J. B. Cabrera.
67. Mi Salvador.
No cambiará ¡ oh Salvador !
Tocante a mí tu fiel amor ;
Tu sangre diste tú por mí,
3
Yo gozaré felicidad
Por toda la eternidad ;
Pues viviré con mi Jesús,
2
Jamás dolor ni agravios
Enlutarán la mente,
Si a Cristo nuestros labios
Bendicen dulcemente. — Coro.
3
Tu nombre bendecido
Alegra el alma mía ;
Tu nombre es en mi oído
Dulcísima armonía. — Coro.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 27
Un nombre existe que escuchar me Los ángeles puros, los fieles y santos,
agrada e ^ 10s a * ^ or dero tributen loor.
Y hablar me place del valor que en- Coro. — 1| :Canto de triunfo, canto de
cierra, triunfo
No hay otro nombre que en dulzura Levántese inmenso al gran Salvador :||
iguale 2
2 claman ;
3 favor. — Coro.
Que hay un amante corazón, me dice, 3
4 mos ;
5 vada,
¡Jesús! el nombre que escuchar me Su júbilo muestren; y al santo Señor
¿Cuál de los santos, el valor que en- Le ofrezcan con puro, con férvido
cierra amor. — Coro.
28
la cruz.
Tú eres nuestro guía, divino Salvador,
Al Cielo de alegría, al célico esplendor.
2
Por la sangre que fué derramada,
Redimidos, al cielo marchamos;
Ya la mancha en nosotros lavada,
Todo es nuevo en la vida en que esta-
mos. — Coro.
3
Ya el error y la duda han huido ;
La verdad refulgente ya luce :
Desde el cielo nos ha esclarecido,
Y a la gloria Jesús nos conduce. —
Coro.
Guíame ¡ oh ! Salvador
Por la vía de salud ;
A tu lado no hay temor,
Sólo hay gozo, paz, quietud.
3
Tú de mi alma salvación,
En la ruda tempestad,
Al venir la tentación
Dame ayuda por piedad. — Coro.
2
Tú me amaste con ternura
3
Tengo fe sólo en tu muerte,
Pues con ella me salvaste ;
Vida eterna me compraste,
Querido Salvador.
4
Te veremos en el cielo:
A vivir contigo iremos ;
Tu presencia gozaremos,
Querido Salvador.
5
Ten valor, valor cristiano,
Cristo es tu mejor amigo:
Él te llevará consigo;
Jesús es tu Señor.
29
2
De Jesús el nombre estima;
Que te sirva de broquel:
Alma débil, combatida,
Hallarás asilo en él. — Coro.
3
De Jesús el nombre ensalza,
Cuyo sin igual poder
Del sepulcro nos levanta.
Renovando nuestro ser. — Coro.
2
Junto a la cruz donde le busqué
¡ Cuan admirable perdón me dio !
Ya con Jesús siempre, viviré,
¡ A su nombre gloria ! — Coro.
4
Tú, pecador, que perdido estás,
Hoy esta fuente ven a buscar,
Paz y perdón encontrar podrás,
¡A su nombre gloria! — Coro.
olor
Y ricos perfumes esparce al redor,
Tu nombre ¡Oh Amado! a. mi corazón
Lo llena de gozo, transpórtalo a Sión.
de Dios:
Aleluya al Amado, al bendito Jesús.
2
Cual voz amigable que al triste viador
En bosque perdido le inspira valor,
Tu nombre me anima y me hace saber
Que ofreces piadoso, rescate a mi ser.
— Coro.
3
Cual luz que brillando del alto fanal,
Al nauta en la noche señala el canal,
Tu nombre esparciendo benéfica luz.
Al cielo me lleva, bendito Jesús. —
Coro.
H. M.
30
Ni en la tierra ni en el cielo
Hay un nombre cual Jesús ;
Sobre todo, él solo reina,
Él es sólo eterna luz.
2
Es Jesús mi gran riqueza,
Hallo en él mi sólo bien;
Valen más que todo el oro
Los tesoros de su Edén.
3
Es Jesús mi gran sustento,
Mi pan suave y celestial;
De mis dichas y mi gozo
Es el rico manantial.
4
Infinita es su ternura,
¿Quién la puede sondear?
Con los ángeles hoy quiero
Su grandeza pregonar.
A Jesús pertenecemos,
A Jesús pertenecemos,
2
A Jesús pertenecemos,
Y confiamos sólo en él ;
Pues su Espíritu nos lleva
Por su senda, siempre fiel.
A Jesús pertenecemos,
Redimidos por su amor ;
|| :Y a Dios Trino y Uno damos
Alabanza, prez y honor. :||
2
Gloria a Dios la tierra cante
Al gozar de su bondad,
Pues le brinda paz constante
En su buena voluntad.
Toda tribu y lenguas todas
Al Excelso eleven odas,
Por el rey Emmanuel
Que les vino de Israel;
3
Gloria a Dios la Iglesia entona,
Rota al ver su esclavitud
Por Jesús, que es su corona,
Su Cabeza y plenitud. .
Vigilante siempre vive
Y a la lucha se apercibe,
Mientras llega su solaz
En la gloria y plena paz ;
31
J. B. Cabrera.
80. La Navidad.
¡ Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad!
Cristo el prometido,
Ha por fin venido:
¡ Alegría ! ¡ Alegría !
Cristiandad.
2
¡ Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad !
Al mortal perdido,
Cristo le lia nacido :
¡ Alegría ! ¡ Alegría !
Cristiandad.
3
¡ Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad !
Coros celestiales,
Cantan los mortales :
¡ Alegría ! ¡ Alegría !
Cristiandad.
4
¡ Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad !
Cantante loores
Magos y pastores :
¡ Alegría ! ¡ Alegría !
Cristiandad.
5
¡ Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad!
Tan dichosa nueva,
Al mortal conmueva:
¡Alegría! ¡Alegría!
Cristiandad.
6
¡Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad !
Principe del cielo,
Danos tu consuelo :
¡ Alegría ! ¡ Alegría !
Cristiandad.
2
Un rústico techo abrigo le da,
Por cuna un pesebre, por templo un
portal ;
En lecho de pajas incógnito está,
Quien quiso a los astros su gloria
prestar.
3
Hermoso lucero le vino a anunciar,
F. Martínez de la Rosa.
'¿2
2
Alabanzas celestes los ángeles dan
En que rinden al Verbo loor;
Mas humilde viniste a la tierra, Señor,
A dar vida al más vil pecador. — Coro.
3
Siempre pueden las zorras sus cuevas
tener,
mí,
Que hay lugar junto a mí para ti. ' ' —
Coro.
2
¡Noche de paz, noche de amor!
Oye humilde el fiel pastor,
Coros celestes que anuncian salud,
Gracias y glorias en gran plenitud,
|| :Por nuestro buen Kedentor. :||
2
La Divinidad sublime
En la carne se veló;
Ved a Dios morando en carne,
Y adorad al Hombre-Dios.
Emmanuel, Dios con nosotros,
A la tierra descendió;
■i
Nace manso, despojado
De su gloria y esplendor,
Porque no muramos todos
En fatal condenación,
Nace, sí, "para que el hombre
Tenga en él resurreción,
Nace para que renazca
A la vida el pecador.
5
Ven, oh tú, de las naciones
Deseado con ardor;
Ven, simiente vencedora
Que Moisés profetizó;
Ven, aplasta la cabeza
Ponzoñosa del dragón,
Que el veneno del pecado
En nosotros infiltró.
6
Borra tú la semejanza
Que el primer Adam nos dio;
igual ;
¡ A él sea la gloria, la paz al mortal !
2
Mirad en pesebre de pobre portal
Lindísimo niño en un blanco pañal.
Un rayo ilumina su rostro infantil ;
En vez de la púrpura sirve heno vil.
3
Mirad en su cuna, niñitos, la paz ;
José con María contemplan la faz;
Hay píos pastores orando alredor;
En lo alto mil ángeles cantan loor.
4
Vosotros con ellos, oh niños, cantad ;
Con ellos dad gracias, las manos alzad :
Al coro celeste las voces unid,
Del Padre y del Hijo el amor bendecid.
2
Se agita lleno de esperanza el mundo
Porque esta noche un Salvador le
diera ;
34
os dice:
Poderosos que encumbra la fortuna,
Doblad la frente humilde al Redentor.
5
Quebró nuestras cadenas con sus
manos ;
La tierra libre, el cielo abierto vemos ;
No tiranos, ni esclavos, sólo hermanos ;
Lo que el hierro ligaba, una el amor.
6
Si por nosotros nace, sufre y muere,
Que nuestra gratitud a Dios mostre-
mos,
De libertad el cántico entonemos
¡ Pascuas ! cantad al Santo Redentor.
De Palma.
87.
Cristo el Señor,
Nuestro dolor.
¡Dadle loor!
Cristo el Señor;
¡ Dadle loor !
3
Hoy, ayer, y por los siglos
Cristo el Señor
Es el mismo fiel amigo;
Ven, pecador.
Es maná en el desierto,
Nuestro guía, nuestro puerto,
Es su amor el mismo cielo,
¡ Dadle loor !
H. C. E.
2
Vedlo dormido, por cuna un pesebre;
Quiso entre pobres, humilde nacer ;
Angeles ven en aquel niño endeble,
Al que dispone de todo poder.
3
¿Qué le traeremos? ¿La mirra más
fina?
¿Ricas aromas del último mar?
¿Oro sacado de todas las minas?
¿ Cómo la fe en él podemos mostrar ?
35
Jesucristo descendió
De los cielos a Belén;
Nuestra paz allí nació,
Nuestra dicha, luz y bien :
Ha nacido en un mesón
El Ungido celestial,
En humilde condición,
Hecho mísero mortal.
Y nacido de mujer,
Con los hombres habitó.
En patíbulo cruel
Dio su vida con amor
Por que tenga paz en él
Todo pobre pecador.
Y zagales y pastores
"Salve" claman al Señor.
Mientras canta alegre el coró,
Vienen magos, y un tesoro
Dan de mirra, incienso y oro
Al bendito Rey de amor.
2
"Clara noche, santo día,"
Claman todos a porfía.
Lo divino se ha humanado :
36
2
El Señor de los señores,
El Ungido celestial,
A salvar los pecadores
Vino al seno virginal.
Gloria al Verbo encarnado,
En humanidad velado;
Gloria al Santo de Israel
Cuyo nombre es Emmanuel :
Canta la celeste voz :
' ' ¡ En los cielos gloria a Dios ! ' '
3
Príncipe de paz eterna,
Gloria a ti Señor Jesús,
Entregando el alma tierna,
Tú nos traes vida y luz.
Has tu majestad dejado,
2
Con júbilo el pasado
Predijo el sin igual
Portento al hombre dado
Por madre virginal.
Cantemos hoy también
Al niño deseado,
Sonrisa de Belén.
3
Gentil botón que asoma
Tan lisonjero ya,
Abierto, ¡cuánta aroma
Al mundo exhalará !
Oh buen Jesús, en Tí
¡ Qué olor de vida toma
La humanidad feliz !
37
2
Para aquel a quien el mundo
Desgarró su corazón,
Deshojó sus ilusiones,
Y su alma marchitó,
Hay un bálsamo divino
Que le da consolación:
Es el santo Jesucristo,
El bendito Salvador.
3
Para aquel que ya perdido
Por el mal que practicó,
De su suerte desespera,
Pereciendo de dolor,
Hay un protector divino
Que le mira con amor :
Es el santo Jesucristo,
El bendito Salvador.
4
Para el huérfano que sólo
En la tierra se quedó,
3
Fuente preciosa de gracia y salud,
Agua que limpia de toda maldad ;
Quiere llenarnos de su plenitud
Y de su santidad. — Coro.
Pedro Grado.
2
¿Vives débil y cargado
De cuidados y temor?
A Jesús, refugio eterno,
Díle todo en oración.
¿ Te desprecian tus amigos ?
Cuéntaselo en oración ;
En sus brazos de amor tierno
Paz tendrá tu corazón.
38
Y su pueblo redimido
Hallará seguridad
Y esperando en su bondad.
2
Miro sus brazos de amor abiertos
Que me convidan a ir a él ;
3
De sus heridas la viva fuente
De pura sangre veo manar;
4
Miro su angustia ya terminada
Hecha la ofrenda de la expiación,
Su noble frente mustia, inclinada,
Y consumada mi redención.
5
¡ Dulces momentos, ricos en dones
De paz y gracia, de vida y luz !
Sólo hay consuelos y bendiciones
Cerca de Cristo, junto a la Cruz.
(Tr.) J. B. Cabrera.
¡ Jerusalem, despierta !
Tu Salvador ya vino;
Avanza en su camino,
Tocando está a tu puerta.
¡ Despierta ! en alegría
Conviértanse tus penas;
Arroja tus cadenas;
Sión, éste es tu día.
2
Que el júbilo en rumores
Se eleve raudo al cielo :
Y cubran campo y suelo
La púrpura y las flores.
Agítense las palmas,
La música resuene,
Que libres a hacer viene
El Redentor las almas,
2
Manos preciosas, tan lastimadas,
Por mí clavadas en una cruz ;
En este valle sean mi guía
Y mi alegría, mi norte y luz.
3
Bello costado, en cuya herida
Halla su vida la humanidad,
Fuente amorosa de un Dios clem-
ente,
Voz elocuente de caridad.
39
5
Crucificado en un madero,
Manso Cordero, mueres por mí;
Por eso el alma triste y llorosa,
Suspira ansiosa, Señor, por Ti.
M. Mavillard.
3
Desde su faz hasta sus pies.
Unidos ved amor, pesar ;
¿ Qué unión tan fiel como esta es
En otro ser podéis mirar?
4
Con las espinas, diga, ■ quién
Formó corona rica así?
Mas la corona del gran bien
Posible él hizo para mí.
5
Si la riqueza terrenal
Pudiera yo a mis plantas ver,
Pequeña ofrenda mundanal,
Sería el írsela a ofrecer.
2
Voz de escarnio y de ironía
Vil pronuncia el hombre audaz,
Mientras Cristo en su agonía
Hace al sol nublar su faz.
"Consumado es,"
Fué la voz del Dios veraz.
3
Entre angustias y dolores
Sin amparo se encontró
El Señor de los señores,
El que al débil amparó.
' ' Consumado es " ;
Y su espíritu entregó.
4
Ya el infierno está vencido,
40
Amoroso Salvador,
Sin igual es tu bondad,
Eres tú mi mediador,
Mi perfecta Santidad.
2
Mi contrito corazón
Te confiesa su maldad,
Pide al Padre mi perdón
Por tu santa caridad.
3
Te contemplo sin cesar
En tu trono desde aquí;
¡ Oh ! cuan grato es meditar
Que intercedes tú por mí !
¡ Fuente tú de compasión !
Siempre a ti te doy loor:
Siendo grato al corazón
Ensalzarte ¡ mi Señor !
4
Quien así su vida dio, ¡Aleluya!
Quien así nos redimió, ¡Aleluya!
Es la víctima pascual, ¡Aleluya!
Que remedia nuestro mal. ¡Aleluya!
5
Jesús, nuestro Salvador, ¡ Aleluya !
De la muerte vencedor, ¡ Aleluya !
En ti haznos esperar, ¡Aleluya!
Y cantemos sin cesar: ¡Aleluya!
2
Como el grano de semilla
En la tierra debe entrar,
Nuestros cuerpos igualmente
En la tumba habrán de estar,
Esperando el grande día
En las nubes la señal,
Cuando la final trompeta
Llame a todos por igual. — Coro.
EL NUEVO IIIMNARIO EVANGÉLICO
41
Germán Lüders.
; Aleluva !
2
Vosotros, hijos de Israel,
Residuo de la grey;
I! Loores dad a Emmanuel
*4
Y obedeced su ley
5
Dios quiera que con los que están
Del trono en derredor,
3
¡ Cristo vive ! aunque murió,
Alcanzó triunfal victoria ;
Parte en ella él nos da.
Demos, pues, a Cristo gloria.
¡ Aleluya !
¡ Aleluya !
42
J. B. Cabrera.
^2
4
Escuchad sus alabanzas,
Que se elevan hacia él.
Victorioso reina el Cristo,
Adorad a Emmanuel. — Coro.
2
Si falta en algunos el santo fervor,
La fe sea de todos el despertador.
Velad, compañeros, velad sin temor,
Que está con nosotros el Consolador.
3
Quien sigue la senda del vil pecador,
Se entrega en los brazos de un sueño
traidor ;
Mas para los siervos del buen Sal-
vador,
Velar esperando es su anhelo mejor.
M. Cosido.
Al triunfante Redentor;
En su majestad, tremendo
Aparece el Salvador.
2
Vedle todos, revestido
De terrible autoridad,
Los que le habéis vendido,
Los que con temeridad
|| :Y escarnio, le llamasteis malhe-
chor. :||
3
Contemplemos las heridas
Que le hicieran en la cruz,
Las señales recibidas
43
En tu augusto tribunal;
Nuestras frentes inclinamos
2
Rey de gloria, reine siempre
Tu divina potestad; -
Nadie arranque de tu mano
Los que 'son tu propiedad.
Dicha tiene aquel que está
Destinado a ver tu faz.
¡ Aleluya, aleluya, aleluya, amén !
3
Apresura tu venida
En las nubes, ¡ oh ! Señor,
Nuevos cielos, nueva vida,
Danos Cristo por tu amor.
Áureas arpas de tu grey,
"Gloria" entonen al gran Rey.
¡Aleluya, aleluya, aleluya, amén!
2
Aviva nuestra escasa fe,
Y danos la salud;
Benigno guía nuestro pie
Por sendas de virtud.
3
Consuela nuestro corazón
Y habita siempre en él ;
Concédele el precioso don
De serte siempre fiel.
4
Derrama en pródigo raudal
La vida, gracia y luz ;
Y aplícanos el eternal
Rescate de la cruz.
5
Tus frutos da de suave olor
Al corazón : solaz,
Benignidad, paciencia, amor,
Bondad, templanza y paz.
6
Al Padre sea todo honor,
Y al celestial Consolador,
Eternamente. Amén.
J. B. Cabrera.
112. Invocación.
44
2
Tú que Abogado fiel eres llamado,
Del Altísimo don, perenne fuente
De vida eterna, caridad ferviente,
Espiritual unción, fuego sagrado.
3
Tú te infundes al alma en siete dones,
Promesa fiel del Padre Soberano:
Tú eres el dedo de su diestra mano,
Tú nos dictas palabras y razones.
4
Ilustra con tu luz nuestros sentidos,
Del corazón ahuyenta la tibieza;
Haznos vencer la corporal flaqueza,
Con tu eternal virtud fortalecidos.
5
Por ti nuestro enemigo desterrado,
Gocemos de paz santa, duradera;
6
Por ti al Eterno Padre conozcamos
3
Débil soy, ¡oh! sí, muy débil
Y a tus pies postrado estoy,
Esperando que tu gracia
Con poder me. llene hcy. — Coro.
4
Dame paz, consuelo y gozo,
Cúbreme hoy con tu perdón,
Tú confortas y redimes,
Tú das grande salvación. — Coro.
Mendoza. (Tr.)
3.
Su impureza íntima
Tu crisol depure;
Sus heridas cure
Tu divina unción.
45
Y enriquezca al pobre
De tu gracia el don.
5
Fertiliza lo árido,
¡ Celestial rocío !
Haz arder al frío,
¡Fuego abrasador!
6
Ven, ¡oh! ser vivífico,
Corazón no exista
Que al poder resista
De tu inmenso amor.
8
¡ Gloria al Padre Altísimo !
¡ Gloria al Hijo Eterno !
¡ Gloria a ti, oh Supremo
Santificador !
2
Fuente de consuelo,
Dulce y soberano
Huésped de las almas,
Celestial regalo.
Y su pecho llena
Del amor sagrado.
4
Con tus aguas puras
Limpia lo manchado,
Riega lo que es seco,
Haz lo enfermo sano.
5
A tus fieles todos
Sólo en ti confiados,
Dales paz que abunde
Y el reposo ansiado.
6
Dales de tu gracia
El favor preclaro,
La salud eterna,
Gozo continuado.
2
Eleva nuestro corazón
Del mundo tan cruel;
Concédele la petición
De serte siempre fiel.
3
Enciende nuestra tibia fe,
Y limpíanos del mal ;
46
EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
4
¡ Oh ven, Espíritu de amor !
Paloma celestial;
Infúndenos un santo ardor
Del vivo manantial.
2
Remedia tú mi ceguedad,
Pues quiero conocer
Que grande es la fragilidad
De mi caído ser.
3
El fuego de consagración,
¡ Oh, dígnate encender
En mi helado corazón,
Y renovar mi ser!
4
Desciende presto al corazón,
Consolador y Luz;
Desciende a mí, precioso Don
Legado por Jesús.
De tu Espíritu pedimos
La divina inspiración,
4
Tú de Cristo la Promesa,
Celestial Consolador,
Ven y cambia la tibieza
En un fuego abrasador.
5
Débil es nuestra esperanza,
Muy pequeña nuestra fe,
¡Ven, infunde la confianza,
Que a la vida gozo dé !
V. Mendoza.
2
Funde razas, clases, nombres,
Que engendró interés rival ;
Haz hermanos a los hombres,
Con un Padre celestial.
3
Sé tú el ángel de consuelo,
Mensajero grato y fiel :
Trae contigo paz del cielo,
Ya que tú procedes de él.
47
Y sostén la senectud ;
El socorro da al mendigo,
Y al enfermo la salud.
5
Al dolor del que padece
Da eficaz consolación,
6
En bondades don fecundo,
Como tú no existen dos. . . .
Ven, y el alma sé del mundo,
Hija excelsa del buen Dios.
J. B. Cabrera.
2
Todo espera, con sincera
Voluntad de proteger:
Todo sufre cariñosa,
Bondadosa en socorrer.
Siendo fuerte, no se irrita,
Su consejo al prodigar.
¡ Caridad, tú eres bendita,
Te debemos siempre amar !
(Tr.) P. M.
2
Alguna vez la muerte atroz
Vendrá, mas cuándo, no lo sé,
Pero ésto sé : con mi buen Dios
Un sitio vo feliz tendré. — Coro.
3
Alguna vez yo como el sol,
Mi ocaso y fin tendré también :
Mas me dirá mi buen Señor:
"Mi siervo fiel, conmigo ven. — Coro.
4
En día feliz que espero yo,
Con mi candil ardiendo ya.
Las puertas me abrirá el Señor:
En su gracia tierna.
48
En Jesús, mi Salvador,
Pongo mi confianza;
Toda mi necesidad
3
Cerca de mi buen Pastor
Vivo cada día;
Toda gracia en su Señor
Halla el alma mía» — Coro.
4
Guárdame, Señor, Jesús,
Para que no caiga;
Cual sarmiento en una vid,
Vida de ti traiga. — Coro.
2
El Padre por Jesús, su Hijo querido,
Nos dio la paz y vino a nuestro en-
cuentro ;
Y habiéndose en Jesús la ley cumplido,
Nos hace penetrar del velo adentro.
3
¡ Gran Dios ! tú que has querido por
tu gracia
Ser Padre de infelices peregrinos,
Librándonos de la común desgracia,
Del cielo nos enseñas los caminos.
4
A seres cuales somos, miserables,
Ofreces tu raudal de eternos dones;
5
Por gracia cancelaste la sentencia
Que pesa sobre el hombre condenado,
Por gracia nos darás la eterna herencia
Que en Cristo el Salvador nos has
legado.
l. s.
hogar.
Ven, ven, para tu bien.
2
Regresa, regresa, no sufras ya más,
Desnudo y hambriento, cruel soledad.
— Coro.
3
Regresa, regresa, y sin vacilar
Desecha el pecado con noble ansiedad.
— Coro.
4
Regresa, regresa, que el Padre al
umbral
Te aguarda y te brinda perdón, gracia
y paz. — Coro.
5
Regresa, regresa, y aquí gozarás
De amigos y hermanos cariño sin par.
— Coro.
49
Invita al pecador.
Yo soy pecador,
Tú ofreces el perdón
De toda iniquidad,
Yo soy pecador,
Ten de mí piedad,
Dame llanto de dolor
Y borra mi maldad.
Tú ofreces aumentar
La fe del que creyó,
(Tr.) J. B. Cabrera.
ofrece
Al pecador, cansado de pecar,
Oye su voz, no temas te desprecie:
'"Ven pecador, te haré vo descansar."
2
¿Eres muy malo? ¿Tienes mil peca-
dos?
Cristo perdona, oye su llamar;
Vino a salvar a tristes, a malvados,
"Ven pecador, te haré yo descansar."
— Coro.
3
Si aquí este mundo malo te aborrece,
Te ama Jesús, ¿ por qué ya más desear i
Amor eterno y puro hoy te ofrece:
'"Ven pecador, te haré yo descansar."
— Coro.
^4
Sólo Jesús, sólo él puede salvarte.
No hay otro nombre a quien puedas
clamar,
Tranquilidad, paz, gozo quiere darte:
"Ven pecador, te haré yo descansar."
— Coro.
5
Jesús te ofrece hogar donde él existe,
Pues mil moradas fué se a preparar,
No le desprecies, óyele, él insiste:
"Ven pecador, te haré yo descansar."
— Coro.
Modesto González.
50
2
Me dijo: "Yo te salvaré,
Si crees que yo te redimí."
¡ Cuan dulce fiar en Cristo fué !
Cuando él me dijo: "Ven a mí."
3
Si me estremezco por dejar
Mundano amor que conocí,
El frío mortal sintiendo ya,
Su voz escucho: "Ven a mí."
5
Tu voz, Jesús, tu dulce amor,
Me guiarán en pos de ti;
Olvido penas y dolor,
Pues tú me dices: "Ven a mí."
3
La amarga copa del dolor,
Jesús, fué tu bebida;
4
Borradas ya tus culpas son,
Su voz hoy te pregona;
Acepta, pues, la salvación,
(Tr.) Hunter.
2
Ven, cansado peregrino,
Que tu tierno Salvador
51
■Coro.
4
En su seno cariñoso,
Del descanso gozarás,
Las delicias, el reposo
Y la dicha encontrarás. — Coro.
Julián Castro.
2
A sus pies descansarás;
Ejercita en él tu fe;
De tus males sanarás;
A Jesús tu amigo ve. — Coro.
3
Hazlo, pues así dirás:
De la pena yo escapé;
Ya la ley no exige más;
En Jesús perdón hallé. — Coro.
Acogerte prometió;
Y de él sin demora
El perdón obtendrás.
2
Cree y fija tu confianza
En su muerte por ti :
El gozo alcanza
Quien lo hiciere así.
3
Ven a Cristo con fe viva,
Piensa mucho en su amor ;
Xo dudes reciba
Al más vil pecador.
4
Él anhela recibirte
Y hacerte merced :
La.s puertas abrirte
Al eterno placer.
P. Castro.
52
2
Vengan todos los que sufran,
Los que sientan hambre o sed,
Los que débiles se encuentren
De este mundo a la merced :
En Jesús hay pronto auxilio,
Hay hartura y bienestar,
Hay salud y fortaleza,
Cual ninguno puede dar.
3
Vengan cuantos se acongojan
Por lograr con que vestir,
4
¿Por qué en rumbo siempre in-
cierto
Vuestra vida recorréis ?
A Jesús venid, mortales,
Que muy cerca le tenéis :
Él es vida en tierra y cielo,
Y el exceso de su amcr
Os mejora la presente
J. B. Cabrera.
amor !
|| :La vida celestial. :||
2
La gloria por la eternidad
Será feliz mansión
Del alma que, de la maldad,
|| Anhele salvación. :||
3
Dulcísima promesa es
Vivir en ese hogar
Si en ti, divino y recto juez,
|| Confiamos sin cesar. :||
4
La patria excelsa y eternal
Vislumbra ya la grey,
Do alumbra fúlgido el fanal
|| :De Cristo, nuestro Rey. :||
V. D. Baez.
2
Venid, que ya la noche
Su obscuridad derrama;
¿No oís mi voz que os llama?
¿El grito de mi amor?
Del monte bajad antes
Que la tormenta estalle:
53
3
Los que en el mundo andáis
Perdidos y sin tino,
Venid; soy el Camino,
La Vida soy, la Luz.
Venid, ¡ olí pecadores !
No huyáis de vuestro Amigo,
Yo os redimí — el castigo
Yo lo sufrí en la cruz.
J. de Palma.
2
Venid a mí, cansados,
Mi voz hoy escuchad,
Y así seréis librados
De toda iniquidad. — Coro.
3
Venid a mí, cansados,
Os dice el Salvador,
Por valles y montañas
Os busca el buen Pastor. — Coro.
4
Venid a mí, cansados,
l Por qué queréis vagar ?
Fannie J. Crosby.
La muchedumbre conmover?
_2
l Quién es, decid, ese Jesús
Que manifiesta tal poder?
¿ Por qué a su paso, la ciudad
Se agolpa ansiosa en torno de él?
|| :Lo dice el pueblo, oíd su voz:
Pasa Jesús de Nazaret. :||
3
¡ Jesús ! quien vino acá a sufrir
Angustia, afán, cansancio y sed ;
4
Aun hoy viene el buen Jesús
Dispuesto a hacernos mucho bien,
Y quiere en él permanecer.
5
Los que sufrís tribulación
Venid, descanso y paz tendréis;
Los que alejados camináis
54
J. B. Cabrera.
¡ Corazón, alienta ya !
Deja el llanto y el dolor,
Que a tus puertas hoy está
|| :B1 querido Salvador. :||
Prontamente corre a él,
Que te espera con amor ;
Quiere ser tu amigo fiel
|| :E1 querido Salvador. :||
Él te quiere redimir,
Ven sin pena, ni temor,
Que . por ti bajó a morir
|| :E1 querido Salvador. :||
4
Ven y póstrate a sus pies;
Sólo en él tendrás vigor,
Que tu vida eterna es
|| :E1 querido Salvador. :||
Ramón Bon.
2
Hoy pide el Salvador
Tu corazón;
¿Despreciarás su amor,
Y compasión?
3
Hoy protección te da,
Si quieres ir;
Te amaga tempestad,
Vas a morir.
4
Hoy cede a su poder,
Sin contristar
Su Espíritu y merced,
Con tu maldad.
2
"Yo soy la fuente del perdón,
Oye sí; oye, sí;
En mí tan sólo hay salvación,
55
Ven a mí ; ven a mí ;
En mí riqueza encontrarás,
3
"Si anhelas la felicidad,
Oye sí; oye, sí;
Si a Dios buscares en verdad,
Ven a mí; ven a mí;
Tus lágrimas enjugaré,
2
Cansado, enfermo, triste,
A Cristo me acerqué,
Y en él hallé descanso,
Consuelo en él hallé.
3
El dulce dueño mío
Me guía con amor
Y aparta de mi mente
Las manchas del error.
4
Su bálsamo divino
Desciende al corazón,
Me ha dado gran consuelo,
La gracia y el perdón.
J. de Palma.
Cargado pecador."
Cansado yo acudí;
2
Oí la voz del Salvador
Decir, " Venid, bebed,
Yo soy la fuente de salud,
Que apaga toda sed."
Con sed de Dios, del vivo Dios,
Busqué a mi Emmanuel ;
Lo hallé, mi sed él apagó,
3
Oí su dulce voz decir:
"Del mundo soy la luz;
Miradme a mí y salvos sed,
Hay vida por mi cruz."
Mirando a Cristo, luego en él
Mi norte y sol hallé,
5G
2
Alma, de culpas cargada,
Que cerca estás de morir,
Luchas, y en vano angustiada,
Del mal intentas salir;
¡ Oye ! retén la esperanza,
Cristo te quiere salvar
Y si le tienes confianza,
En él podrás descansar.
3
Alma, la noche se acerca,
Y tú no encuentras mansión ;
La sombra te estrecha y cerca,
Te asalta la perdición.
Busca en Jesús un asilo;
Adela Palacios.
2
Si cual hijo que necio pecó,
Vas buscando a sus pies compasión,
Tierno Padre en Jesús hallarás
p. c.
144. Volveos.
Yo confío en Jesús
Y salvado soy;
Por su muerte en la criíz
A la gloria voy.
57
2
Todo fué pagado ya,
Nada debo yo ;
Salvación perfecta da
Quien por mí murió. — Coro.
3
Todo hizo mi Señor,
Me salvó ya él;
Con ternura y amor
Él me guarda fiel. — Coro.
4
Mi perfecta salvación
Eres, ¡oh Jesús!
Mi completa redención,
Mi gloriosa luz. — Coro.
Estrella de Belén.
2
" Señor, ¿ no bastan para ti
Las que mirando estás?"
''¡Oh, no! no bastan," el Pastor
Responde con afán,
■'V al tenebroso bosque voy
| :Mi pobre oveja a rescatar.":
4
' ' i De quién, Señor, la sangre es
Que señalando va
Al indeciso viador
La senda celestial \ * '
"Por una oveja la vertí
|| ¡Hasta poderla recobrar." :||
5
" Mis manos hoy el bosque hirió
Con negra crueldad,
Mas yo, mi pobre oveja en él
Busqué sin descansar;
Oveja que hoy estás aquí,
:Yen a mis hombros sin tar-
dar. :||
6
La tierra toda en una voz
El eco alegre da :
4 "Mi cara oveja al fin hallé.
Mi gozo celebrad."
Y en tanto el cielo dice ci-í.
||:"Lo suyo Dios restaura ya.'*:
(Tr.) P. Castro.
; Dulce Salvador !
58
3
Tengo sed de vida eterna,
Quiero en ti beber;
Lejos yo de tu presencia,
Voy a perecer.
4
A los pies de • Jesu-Cristo
Yo me siento hoy;
Habla, Cristo, a mi alma,
Que escuchando estoy.
Rainón Bon.
2
Muy densa fué la obscuridad
Que en mi pecado me cercó,
Mas el Señor en su bondad,
Viniendo a mí así me habló:
"Yo soy la luz, yo te guiaré,
Yo tu camino alumbraré."
3
"/Quieres la vida sin igual
Que en abundancia a todos doy?
De vida el pan, soy al mortal,
Mendoza.
2
El malhechor se convirtió
Muriendo en una cruz,
Al ver la fuente en que lavó
|| :Sus culpas por Jesús. :||
4
Tu sangre nunca perderá
¡ Oh Cristo ! su poder,
5
Desde que aquella fuente vi,
Mi tema sólo fué
Tu redentor amor, y así
|| :Cantando moriré. :||
6
Después, cuando en la tumba ya
Mi lengua muda esté,
Canción más dulce y noble habrá
|| :Que en gloria cantaré. :||
59
2
Confieso que culpable soy,
Confieso que soy vil,
Empero por ti salvo estoy,
Seguro en tu redil.
3
Auxíliame, Señor Jesús,
Libértame del mal,
En mí derrama de tu luz,
Bellísimo raudal.
4
En toda mi necesidad,
Escucha mi clamor,
Revísteme de santidad,
Y cólmame de amor.
T. M. W.
2
Mi vista vuelvo a ti;
Sé tú mi ayudador ;
Aunque antes yo rebelde fui
Ya no lo soy, Señor.
13
Si pides contrición,
Propicio me serás
Al escuchar mi confesión,
Y me recibirás.
4
Concédeme perdón,
En nombre de Jesús,
En mis peligros protección,
2
Mis rebeliones graves son ;
Son todas sólo contra ti;
Mas crea un nuevo corazón
Y un nuevo espíritu en mí.
3
No quieres sacrificio más
Que al humillado corazón,
Mi ofrenda no despreciarás,
Ya que eres todo compasión.
4
Sálvame, Dios, con tu poder :
Que mi esperanza es sólo en ti ;
Temblando, aguardo tu querer,
Sé compasivo hacia mí.
60
A ti mi voz elevo,
De penas rodeado;
Señor, benigno escucha
La voz de mi quebranto.
2
Del pecador enfermo
Que tiene en ti su amparo
Escucha los clamores,
Consuelo da a su llanto.
(Tr.) Mora.
5
Desde la luz primera
Del sol, hasta el ocaso,
En Cristo esté su pueblo
Seguro y confiado.
6
Porque Jesús prodiga
Con dadivosa mano
Su gracia, que destruye
La mancha del pecado;
155. Al Cansado Peregrino.
Al cansado peregrino
Que en el pecho siente fe,
61
El Señor ha prometido :
"Con mi brazo te guiaré,
Con mi brazo, con mi brazo,
Con mi brazo te guiaré,"
El Señor ha prometido :
' ' Con mi brazo te guiaré. ' '
2
Cuando cruel su lazo el mundo
Arrojare ante tu pie,
Te dirá Dios, tu refugio :
' ' Con mi brazo te guiaré,
Con mi brazo, con mi brazo,
Con mi brazo te guiaré,"
Te dirá Dios, tu refugio :
"Con mi brazo te guiaré."
Si perdiste la esperanza
Como sombra que se fué,
Oye atento su palabra:
1 ' Con mi brazo te guiaré,
Con mi brazo, con mi brazo,
Con mi brazo te guiaré,"
Oye atento la promesa :
"Con mi brazo te guiaré."
(Tr.) c. B.
156. A Jesucristo Ven sin Tardar.
A Jesucristo ven sin tardar
Que entre nosotros hoy él está,
2
Piensa que él sólo puede colmar
Tu triste pecho de gozo y paz;
3
Su voz escucha sin vacilar,
(Tr.) J. B. Cabrera.
2
En el arca la paloma
Encontró do reposar:
Para mi alma atribulada
62
3
Amparada ya en tu seno,
Puede el alma respirar;
El reposo que prometes
Siempre da segura paz.
¡ Oh ! cuan dulce en mis oídos
Fué tu acento celestial:
4 'Ven a mí, ven; que el descanso
Sólo en mí podrás hallar."
J. B. Cabrera.
2
Ciegos, cautivos, faltos de calma,
En cuerpo vivos, en alma muertos,
Siempre violando contra el Señor
Todas sus leyes, sin temor. — Coro.
3
Hoy libertados, ya no pequemos;
Ya rescatados, suyos seremos;
Sangre preciosa Cristo vertió;
Bellas lecciones nos dejó. — Coro.
2
Dulce paz y gozo eterno
Voy al cielo a disfrutar;
Pues de Cristo la ternura
Me convida sin cesar.
A mi patria yo, cristiano,
Me dirijo con fervor ;
|| :Con certeza que salvado
Soy por tí, mi buen Señor. :||
3
Por tu muerte de cariño
Me abriste ¡ oh Salvador !
Libre y vínico camino
Al divino resplandor.
En la gloria felizmente
Al estar con mi Jesús,
|| :Dé dolor y pena ausente
Viviré en su dulce luz. :||
Estrella de Belén.
Eterno ! ¡ Oh Padre
¡ Oh Padre
amado !
63
3
Tú no permitas, Dios adorado,
Que en adelante more en pecado.
Ve que conozco lo mal que he obrado ;
Sálvame, Cristo, dame tu amparo.
4
Arrepentido y a ti humillado
Perdón te pido, perdón, Dios santo;
De hoy te prometo dejar lo malo,
Y en tu camino fijar mis pasos.
Santo !
2
Yo, Señor, arrepentido,
Ante ti me hallo postrado,
Confesando mi pecado,
Y pidiéndote perdón:
Sácame de tal estado,
Y al hallarme redimido,
Haz, Señor, que confundido
Reconozca mi baldón.
2
Tu preciosa sangre diste
3
Fué un misterio tu agonía,
Pues fuiste hombre siendo Dios:
El hombre en la cruz moría,
Mas siempre Dios existía
Tú existías expirando
En tu inmenso padecer,
Tu sangre estaba brotando,
64
Abismado en el pecado
Clamaré a tí, Señor ;
Mira el llanto y el quebranto
De este pobre pecador.
Dios clemente e indulgente,
Líbrame de todo mal,
Para amarte y alabarte
En la patria celestial.
2
Cada día gozaría
A tu lado, buen Jesús ;
Adorando y ensalzando
Al autor de toda luz.
Mas cargado de pecado
¿Quién me librará, Señor?
Del contrito, los delitos
Borra Cristo el Redentor.
3
Dios piadoso y amoroso,
Padre eterno de verdad,
Anhelamos y esperamos
Redención por tu bondad.
Rey del cielo, mi consuelo,
Mi esperanza y mi sostén,
Sé mi guía y alegría
En la senda del Edén.
Ramón Bon.
2
En tu reino está el contento,
Nada impuro allí entrará;
Sin el nuevo nacimiento
Ninguna alma lo verá.
Mira, pues, mi insuficiencia,
Muestra en mí tu gran poder,
Manifiesta tu clemencia
Y de nuevo hazme nacer.
3
Ven, Espíritu divino,
Ven y escucha mi oración ;
Ante ti mi frente inclino
Por mi regeneración.
De este modo mi esperanza
No vacila y llego a creer,
Que la bienaventuranza
En el cielo he de tener.
Isabel P. Balderas.
2
l Avergonzarme de Jesús ? más pronto
Repudiaría el firmamento el sol ;
Antes se avergonzara la mañana.
Del fresco, puro y nítido arrebol.
3
¡ Avergonzarme del querido amigo,
Mi apoyo, mi esperanza, mi sostén!
amo tanto,
Xo le amo siempre como al sumo bien.
4
¡ Avergonzarme de Jesús ! Sí, cuando
Xo tenga culpa alguna por lavar,
Ni bienes por pedir, ni miedo oculto,
Ni lágrimas, ni aún alma por salvar.
5
Hasta ese día lie de confesarte ;
Para salvarme espero sólo en ti;
Y mi gloria será que Jesucristo
Xo se avergüence, no, jamás de mi.
(Tr.) J. M. Mora.
2
¡ Sólo miro en derredor
En mi negra soledad
El abismo aterrador
Do me arroja mi maldad !
3
Mucho tiempo resistí
Y tu gracia deprecié,
| Puedo hallar ahora en ti,
Esa paz que rechacé \
4
Mientras pueda aquí vivir,
Es mi fiel resolución
Sólo a ti, Señor, servir
Con sincero corazón.
Mendoza.
2
Triste, envuelto en el silencio
Mis pecados escondí;
¡ Qué pesares de conciencia,
Qué miserias padecí!
Mas, por fin desesperado,
Descubríle mi aflicción;
aíís pecados confesando,
En Jesús busqué perdón.
3
El, oyendo mis clamores,
Mis pecados perdonó,
Y de todas mis angustias
Compasivo me libró.
¡ Gloria a ti, Señor eterno,
Adorable Salvador !
¡ Gloria a ti por las edades,
Dios de vida, Dios de amor !
Wm. F. Rice.
mío !
De aquellos deberes que un día
cumplí;
66
2
Por fe conociendo su amor que redime,
Hoy llamo tinieblas lo que antes mi
luz;
Mi propia justicia se torna en oprobio,
Y pongo mis glorias al pie de la cruz.
3
Sí, todo lo estimo cual pérdida vana,
seno,
Vivir de su vida, gozar de su amor!
4
Por más que a tus leyes viviera sumiso,
No pude, Dios mío, llegar hasta ti;
Mas sé que en tu gracia la fe me
habilita,
Si alego las obras de tu Hijo por mí.
Mora.
3
A Cristo sólo mi flaqueza fío,
De toda plenitud él es el centro,
4
A Cristo mis pesares le declaro,
Mis males, agonías y tormento,
Y es todo mi consuelo.
170. No Me Dejes.
No me dejes, no me olvides,
Tierno Salvador,
Muchos gozan tus mercedes,
Oye mi clamor.
Coro. — Cristo, Cristo,
Oye tú mi voz.
Salvador, tu gracia dame,
Oye mi clamor.
2
Ante el trono de tu gracia
Hallo dulce paz,
Nada aquí mi alma sacia ;
Tú eres mi solaz. — Coro.
3
Sólo fío en tus bondades,
Guíame en tu luz,
Y a mi alma no deseches,
Sálvame, Jesús. — Coro.
4
Fuente viva de consuelo
Tu eres para mí.
¿A quién tengo en este suelo
Sino sólo a tí ? — oro.
67
2
En una cruz, mi buen Señor
Su sangre derramó
Por este pobre pecador
A quién así salvo. — Coro.
3
Venció la muerte ¡ qué placer !
Y el Padre lo exaltó ;
Espero sólo en su poder,
Morir no temo yo. — Coro.
4
Aunque él se fué, conmigo está
El gran Consolador,
Por él entrada tengo ya
Al reino del Señor. — Coro.
5
Vivir en Cristo trae la paz,
Con él habitaré ;
Roca de la eternidad,
Fuiste abierta para mi,
Sé mi escondedero fiel;
Sólo encuentro paz en ti,
Rico, limpio manantial,
En el cual lavado fui.
A. M. Toplady, 1776.
Descargo mi pecado
En Cristo mi Señor,
Cordero inmolado
Mi corazón ileso
Está en su redención,
Mi deuda, felizmente,
Jesús pagó por mí:
El quita de mi frente
La mancha carmesí:
Con sangre tan preciosa
Mi alma ha de limpiar;
Su voz tan amorosa,
Me invita a descansar.
68
El en mis aflicciones
Muy cerca está de mí,
Y con sus bendiciones,
Me lleva en pos de sí.
¡Loor al Dios clemente!
Al que me da salud :
El sólo es la fuente
De toda plenitud.
A Jesús, el Salvador;
2
"Vine al mundo por tu amor:
Preso estabas, te libré;
Moribundo, te salvé;
¿Me amas tú, ¡oh! pecador?
3
"Vives tú por mi dolor,
De mi gracia gozarás;
Vida eterna así tendrás;
¿Me amas tú, ¡oh! pecador?"
Dichoso yo seré,
Mi buen Jesús.
El sostendrá mi fe,
Mi buen Jesús.
El me socorrerá, .
Su brazo cerca está,
Y gracia me dará
Mi buen Jesús.
3
El mundo pasará,
Mi buen Jesús.
El día final vendrá,
Mi buen Jesús.
¡ Oh, qué placer sin
Allí, mi Rey mirar,
Su gloria celebrar,
Mi buen Jesús.
par!
La noche y el día,
La lluvia y el viento,
Le prestan aliento
69
El sueño tranquilo
Le pinta animado,
La dicha, el agrado,
La paz celestial. — Coro.
En Cristo halla asilo;
En él se serena,
Y siempre la llena
De un gozo real. — Coro.
Barbero.
2
Cuando perdido en mundanal sendero,
No me cercaba sino niebla obscura,
Tú me miraste, y alumbróme un rayo
De tu luz pura.
<j
4
Cuando los dones malgasté a porfía,
Con que a mi alma pródigo adornaste,
"Padre, he pecado," con dolor te dije,
Y me abrazaste.
5
Cuando en sus propios méritos fiaba,
Nunca mi pecho con amor latía ;
J. B. Cabrera.
70
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
2
Al herido del pecado
No le dejes sucumbir;
Al que va por otra senda
Déjale tu voz oír;
¡Ven, Pastor! el lobo llega,
¡I :Y nos quiere destruir. :||
3
Guíanos por tus senderos
Al aprisco del amor,
Llévanos como corderos
En tu seno bienhechor;
Guía, sí, tus corderillos,
|| :¡ Oh dulcísimo Pastor ! :||
4
Oye, Cristo, nuestro ruego,
Oye nuestra petición ;
Ven, ampara tu rebaño
Con tu santa protección;
Te lo piden tus corderos
II :Con humilde corazón. :||
2
Si en tu mal se conjura el infierno,
Has de ir y volver puro y sano,
Pues te lleva tu Dios de la mano,
Carlos Wesley.
2
Quitarme el mundo no podrá
La paz que halló mi corazón :
Jesús amante me dará
La más segura protección. — Coro.
3
Ni dudas ni temor tendré
Estando cerca de Jesús;
Rodeado siempre me veré
Con los fulgores de su luz. — Coro.
Vicente Mendoza.
71
Peregrinos en desierto,
Guíanos, Señor Jehová !
Somos débiles ; tu fuerte
Diestra nos apoyará.
|| :Pan del cielo,
A tu errante pueblo da. :||
2
Tú, la fuente misma, danos
Agua viva espiritual ;
Nuestra- suerte está en tus manos
Y la herencia del mortal.
|| :Dios benigno,
Líbranos de todo mal.||
3
Desvanece los terrores
De la orilla del Jordán ;
Por ti más que vencedores
Haz que entremos a Canaán.
|| :Tus bondades,
Tema eterno nos darán.:
Cariñoso Salvador,
Huyo de la tempestad
A tu seno protector,
Fiándome de tu bondad :
Cúbreme, Señor Jesús
De las olas del turbión ;
Hasta el puerto de salud,
Guía mi pobre embarcación.
2
Otro asilo ninguno hay :
Indefenso acudo a ti ;
Mi necesidad me trae,
Porque mi peligro vi.
Solamente en ti, Señor,
Creo tener consuelo y luz ;
Vengo lleno de temor
A los pies de mi Jesús.
3
Cristo, encuentro todo en ti :
Y no necesito más ;
Caído, me pusiste en pie,
Débil, ánimo me das;
Al enfermo das salud,
Tierno guías al que no ve;
Con amor y gratitud,
Tu bondad ensalzaré.
3
Tal como soy, con mi maldad,
Miseria, pena y ceguedad,
Pues hay remedio pleno en ti;
Cordero de Dios, heme aquí.
4
Tal como soy me acojerá.s :
Perdón y alivio me darás ¡
72
5
Tal como soy, tu compasión
Quitado ha toda oposición,
Ya pertenezco todo a tí :
Cordero de Dios, heme aquí.
2
Mi cuerpo, vida y alma,
Mis lágrimas, mi duelo,
Son del autor del cielo,
Del mar y de la luz.
Son suyos mis cuidados,
Y son en cambio mías
Las dulces alegrías
De mi Señor Jesús.
3
En los amantes brazos
Del Dios que me perdona,
Mi alma se abandona
Con fe, esperanza, amor.
Por ello el nombre augusto
De Dios bendito sea
Medina.
2
Allá en las alturas do reina el Señor
Rodeado de seres que ensalzan su
amor
Esta ancla tenemos que fija estará,
|| :Pues Dios a su dicho jamás fal-
tará :||
3
Y cuanto más bravo el piélago esté
Más firmes cojamos el cable de fe,
Que furia de vientos, ni embates del
mar,
|| :No pueden del puerto la entrada
vedar. :| |
2
Aunque la marcha penosa será,
Pronto veremos la faz de Jehová;
EL NUEVO IITMXARIO EVANGÉLICO
7.)
3
Innumerables amados están
Viendo la marcha de allende el Jor-
dán,
Y nos animan con santa canción,
"Apresuraos, viajeros, a Sión."
4
Oyense coros de son celestial,
Arpas que tañé la banda inmortal;
Llena Jesús de inefable placer
A los que llegan sus glorias a ver.
5
Dentro de poco guadaña mortal,
Ha de trozarnos el hilo vital ;
Mas la veremos venir sin temor,
Porque confiamos en ti, Salvador.
6
Esplendorosa la aurora será,
Que de la muerte la ruina verá,
Cuando resuene la santa canción;
"Gozo perfecto en la Eterna Man-
sión.
G. Hunter. (Tr.)
débil ;
Sin ti no puedo riesgos afrontar;
Tenia, Señor; mi vida el gozo llene
Al verme libre así de todo azar.
2
Mi mano ten ; permite que me animen
Mi regocijo y mi esperanza en ti;
Tenia, Señor, y compasivo impide
Que caiga en mal cual otra vez caí.
3
Mi mano ten; mi senda es tenebrosa
Si no la alumbra tu radiante faz ;
Por fe si alcanzo a percibir tu gloria,
¡ Cuan grande gozo ! ¡ Cuan profunda
paz!
Y la llenan de delicias.
2
Por la senda me conduce
De su ley con mano pía,
En amor á su gran nombre
Fuente viva de justicia ;
Cuando el tenebroso valle
Cruce de la muerte fría,
No tendré temor alguno
Siendo Dios el que me guía.
3
Con su vara y su cayado
Me dará consuelo y vida,
Mi cabeza aromatiza,
Y rebosa ya La copa
74
La misericordia santa
Seguirá la senda mía,
Y de Dios en las mansiones
Moraré por largos días.
Nada puede ya faltarme
Porque Dios mis pasos guía
A la tierra saludable,
En divinos frutos rica.
Espero yo cantarte,
¡ Mi Salvador, mi Dios !
Confío yo en Cristo
Quien en la cruz murió,
Por esa muerte listo
Al cielo viajo yo ;
Con sangre tan valiosa
Mis culpas lava él,
La derramó copiosa
Por mi ya Emmanuel.
2
Me cubre tu justicia
De plena perfección:
Tú eres mi delicia,
Mi eterna salvación.
Jesús en ti descanso,
Reposo tú me das,
Con calma yo avanzo
Al cielo do estás.
3
A disfrutar invitas
Cerca de ti, Señor,
Delicias infinitas
Y celestial amor;
Espero yo mirarte,
Oir tu dulce voz :
2
Siento pesares, muy cerca él está,
Siento dolores, alivio me da;
Tengo aflicciones, me muestra su
amor;
Cada momento me cuidas, Señor. —
Coro.
4
Tengo flaquezas o débil estoy,
Cristo me dice : ' ' Tu amparo yo soy ' ' ;
Cada momento, en tinieblas o en luz,
Siempre conmigo está mi Jesús. —
Coro.
75
2
Cristo, Dios mío, sostén mi andar,
Que tu amor brille como un fanal,
Y estas tinieblas disipará
Mi alma inundando de claridad.
3
Cuando la muerte venga a cambiar
En vida eterna esta fugaz,
Blancos sendales me cubrirán,
Corona fúlgida me ceñirá.
193. Alma Mía., No Delires.
2
Jesucristo del pecado
Te ha librado en la cruz ;
El derrama sobre el alma
Gozo, calma, paz y luz.
Paz y luz, paz y luz,
Gozo, calma, paz y luz.
3
El conoce tu conciencia,
Tu dolencia sabe, sí,
Y su gracia te bendice,
4
No más llanto, no más penas,
Tus cadenas romperás;
Y en el seno de tu Dueño
Por los siglos gozarás,
Gozarás, gozarás,
5
Alma mía, no delires
Ni suspires de dolor,
Sigue humilde hasta el cielo
Las pisadas del Señor.
Del Señor, del Señor.
Las pisadas del Señor.
P. Castro.
2
Dulce es volver los ojos hasta adentro,
3
Dulce es mirar atrás y ver mi nombre
Inscrito en el registro salvador;
Dulce mirar al frente, y ver que
heredo
Goces celestes que él me aseguro.
76
5
Dulce es sentirse firme en su justicia,
Que de segunda muerte nos libró;
Dulce es también sentir dia tras día
De su Espíritu aliento animador.
6
Dulce en su fiel promesa hallar des-
canso,
J. Mora.
Cristo, tu voluntad
Sea hecha siempre en mí;
Confiado en tu bondad
Ya resignado estoy.
En medio del dolor,
O en medio de la paz,
Me cercará tu amor
Y nada temeré.
2
Cristo, tu voluntad
liaré sin vacilar :
Líbrame de maldad,
Y clame sumisión.
Lloraste tú también,
Por eso a ti vendré:
¡ Oh Salvador ! mi bien,
Sé mi Consolador.
Cristo, tu voluntad,
Gustoso acataré;
Guardarla con lealtad
Hasta el fin desearé.
No quiero yo trazar
Mi senda, sino en ti
Sin cuitas descansar,
Y hacer tu voluntad.
siglos,
Nuestra esperanza en años venideros,
Nuestro refugio en hórrida tormenta,
Y nuestro hogar eterno.
3
En nuestra vida toda y en la muerte
En tu promesa nuestra fe ponemos;
siglos,
Nuestra esperanza en años venideros,
Sé tú nuestra defensa en esta vida,
Y nuestro hogar eterno.
77
¡ Oh Maestro y mi Señor !
Yo no quiero desmayar;
En tu gracia y en tu amor
Sólo quiero yo confiar.
2
Eres mi Profeta y Rey,
Mi divino Conductor;
Soy oveja de tu grey,
Eres tú mi buen Pastor.
3
Flaco y débil sé que soy,
Lo confieso, ¡ oh ! mi Señor ;
A tus pies rendido estoy,
Dame fuerzas y valor.
4
Dime tú lo que he de ser,
Las palabras que he de hablar ;
Lo que siempre debo hacer,
Cómo debo yo pensar.
5
Sólo así feliz seré
En mi vida espiritual ;
Sólo así morar podré
En la patria celestial.
H. B. Someillan.
Objeto de mi fe,
Divino Salvador,
Propicio sé.
Cordero de mi Dios,
Libre por tu bondad,
Libre de mi maldad,
Me quiero ver.
Consagra el corazón
Que ansia pertenecer
A ti no más.
Calmar, fortalecer,
(rracia comunicar,
Mi celo acrecentar
Te dignarás.
La senda al recorrer
Oscura y de dolor,
Tú me guiarás.
Así tendré valor,
Así podré vivir,
Así podré morir,
En dulce paz.
4
Pues el camino sé
De celestial mansión,
Luz y solaz;
Bendito Salvador,
Tú eres la verdad,
Vida, confianza, amor,
Mi eterna paz.
2
Aunque brame en derredor
La furiosa tempestad,
Siempre fiando en el Señor,
Nunca debo desmayar.
78
4
¡ Oh querido Eedentor !
No me dejes extraviar;
Aunque viva en el dolor,
Nunca quiero desmayar.
Epigmenio Velasco.
2
La fe que en ti tengo me salva, mi
Dios;
En ti yo confío, de ti voy en pos;
La duda me hacía vivir en el mal ;
Mas hoy es cambiada por fe espiritual.
3
Tú eres mi amparo, benigno Señor,
Me guías cual faro al puerto de amor ;
¡ Afán infinito ! tuviste por mí ;
Por esto, Dios santo, diríjome a ti.
Tito Rodríguez.
3
Tu mano quiero yo tomar
Jesús, y nunca vacilar,
Pues sólo a quien te sigue fiel
Se oyó decir: me guía él. — Coro.
4
Y mi carrera al terminar
2
Si caminando voy
Y de ansiedad
79
Me lleno al presentir
La oscuridad,
Aun mi sueño así
Me mostrará que estoy
Más cerca, ¡ oh ! Dios, de ti,
Más cerca, sí.
Y en ella tu bondad
Me sostendrá.
Y ángeles habrá
Que me conducirán
Después, al despertar,
Elevaré
Un nuevo y santo altar
De gratitud.
Si en vuelo celestial
Al cielo voy,
Dejando estoy,
Alegre entonaré
(Tr.) V. Mendoza.
¡ Oh Cristo ! mi deseo
A ti volando va ;
Mi fe y mi confianza,
Yo sé que tú sufriste
La muerte por lavar
La culpa de los hombres,
Dejándoles tu paz;
|| :Por eso en tí confio,
Cordero celestial. :||
3
¡ Oh cristalina fuente !
¡ Oh limpio manantial !
Bendito tú que brotas
Consuelo sin cesar ;
|| :Que sanas las heridas
Y quitas la maldad. :||
4
Jesús, ¡ oh Dueño mío !
Desciende, baja ya
En busca de los tuyos,
Que claman con afán
|| :Por su Pastor divino,
Eterno, celestial. :||
P. Castro.
80
2
Por auxilio clamé en vano,
Aunque lo busqué doquier;
Ni el amigo, ni el hermano
Me han podido socorrer.
Pero tú, Jesús, me invitas
Con cordial solicitud,
Simpatizas en mis cuitas,
Y me ofreces la salud.
3
Yendo por sombrío valle,
En rugiente mar hostil,
Antes y después del trance,
Cerca siempre te halle a ti;
|| : Junto a ti, junto a ti:||
Antes y después del trance,
Cerca siempre te halle a ti.
J. B. Cabrera.
2
No los bienes, no placeres,
Ni renombre busco aquí,
De cuidados y temor,
Libre, Salvo,
2
¡ Cuan dulce es vivir, cuan dulce es
gozar,
En los brazos de mi Salvador !
Quiero ir allí, siempre allí morar,
Siendo objeto de su tierno amor. —
Coro.
3
No habré de temer ni aun desconfiar
En los brazos de mi Salvador!
2
207. ¡ Paz ! ¡ Dulce Paz ! ^ tesoro yo tengo en la paz que me
Nos trae paz la sangre de Jesús. Tan segura que nadie quitarla podrá
4 Coro.
¡ Paz ! ¡ dulce paz ! si hay muerte en y en que el himno más dulce que alli
derredor he de cantar
65
venir : ves
quietud
Dirijo a ti mi petición ;
82
2
¿ A quién, Jesús, si no es a ti,
Por salvación acudiré?
Moriste tú en la cruz por mí,
3
Ya tú respondes a mi fe,
Me das, aquí, felicidad,
Y tu presencia gozaré
Por una larga eternidad.
Y en su amoroso pecho
Siempre reposaré.
Este es sm duda el eco
De celestial canción,
Que de inefable gozo
Llena mi corazón.
Coro. — Salvo en los tiernos brazos
De mi Jesús seré,
En su amoroso pecho
Siempre reposaré.
2
De sus amantes brazos
La gran solicitud,
Me libra de tristeza.
Me libra de inquietud.
Y cruzaré la noche
Lóbrega, sin temor,
Hasta que venga el día
De perennal fulgor.
Y en la mansión de gloria
Siempre con él reinar ! — Coro.
2
Vuelve tus amantes ojos
83
2
¡ Oh dulce, grata oración !
A quien escucha con bondad
Eleva tú mi corazón,
Al que nos ama con verdad.
Espero yo su bendición,
Perfecta paz y santidad,
Por Cristo que murió por mí,
Por él que me ha salvado aquí.
3
¡ Oh Padre mío, Dios de amor !
Escucha tú mi oración.
¡ Oh buen Jesús, mi Salvador !
Escucha tú mi oración.
¡ Espíritu Consolador !
Escucha tú mi oración.
Bendíceme ¡ oh Trinidad,
Que moras en la eternidad !
Estrella de Belén.
Xo te tardes, oh Señor;
Ven, oh Dueño de mi vidn,
|| :Mi Jesús, mi Salvador. :[|
2
A mi corazón, oh Dueño,
Ven y llena de tu amor,
Dale todo tu consuelo,
Xo perezca de dolor.
Cantaré yo cuando vuelva
A buscarme el Redentor:
"Ven, oh Dueño de mi vida,
|| :Mi Jesús, mi Salvador." :||
2
Por eso en el mundo a ti mi Señor,
La paz y el consuelo te debo pedir,
Cantando mil himnos con santo fer-
vor,
Que lleno de gracia sabrás recibir.
3
Pues tú me sustentas, mi Rey y mi
Dios,
Miseria y pecado retiras de mí,
Y me has prometido tu gracia y per-
dón,
Si vengo contrito v confiado hacia tí.
4
Por eso humillado, tu célica voz.
Tus tiernas promesas escucho yo aquí,
Constante esperando tu gracia y amor,
Para ir luego al cielo contigo a vivir.
Elias Amador.
84:
3
Aquellas horas de solaz
¡ Cuan caras aún me son !
Del mundo halagos no podrán
Suplir su falta; no!
4
Paloma Santa, vuelve a mí ;
Gran Paracleto, ven ;
Pues odio ya el pecado vil
Con que te contrarié.
2_
Se confunde mi razón,
Siento mi perplejidad,
Recelando en mi maldad
Elegir por bien el mal.
4
Mía- sea tu voluntad :
Guárdame de todo mal;
Haz que nunca caiga más
En error e iniquidad.
2
Riquezas mi deseo
Fuera de ti no alcanza ;
Tú sólo mi delicia,
Tú sólo mi esperanza.
Las joyas tan buscadas
Con ansiedad febril,
Son falsos dijes, vanos
Tesoros junto a tí.
3
Cuanto de bello y grande
Codicia mi deseo,
En tu bondad divina
De sobra lo poseo ;
No es cara ante mis ojos
85
4
Tu gracia bienhechora
Hizo en mi pecho estancia,
Y en él copiosamente
Esparce su fragancia;
El bálsamo más noble
A todo su dolor,
5
Las glorias de tu nombre
Proclamaré contento,
Mientras el suelo habite
Hasta exhalar mi aliento.
Entonces en tus brazos
Tendré vida eternal,
Pues eres de la muerte
Antídoto inmortal.
J. B. Cabrera.
Guarda mi pie;
Densa es la noche y áspero el camino ;
Mi guía sé.
2
Amargos tiempos hubo en que tu
gracia
No supliqué;
3
Guiando tú, la noche es esplendente,
Y cruzaré
J. B. Cabrera. (Tr.)
2
Salvador mi fiel Jesús
Cerca quiero estar de ti,
Ya que distes en la cruz
Sangre de expiación por mí.
Yo te pido tu sostén
Poderoso Salvador;
Dame tu precioso bien,
Te suplico mi Señor.
Estrella de Belén.
220. Más Santidad Dame.
86
2
Más prudente hazme,
Más sabio en él,
Más firme en su causa,
Más fuerte y más fiel;
Más recto en la vida,
Más triste al pecar,
Más humilde hijo,
Más pronto en amar.
3
Más pureza dame,
Más fuerza en Jesús,
Más de su dominio,
Más paz en la cruz;
Más rica esperanza,
Más obras aquí,
Más ansia del cielo,
Más gozo allí.
(Tr.) Mendoza.
222. Aviva Tu Obra, ¡Oh Dios!
2
Mucho tiempo el mal en mí
Ha reinado sin cesar,
Aviva tu labor;
Glorioso fruto dé;
Mediante el gran Consolador
Abunde nuestra fe.
La fuente espiritual,
Avive nuestro amor;
Será tu gloria sin igual
Y nuestro el bien, Señor.
87
223. Precepto es del Señor.
2
Ejemplo debo dar,
Mi vocación cumplir,
Y las potencias mías emplear
Por Cristo hasta el morir.
3
Celoso debo ser,
Pues a su vista estoy;
Su rostro llegue así a ver,
Contento a donde voy.
4
En oración velar,
Confiando sólo en él;
Si de él me hubiere de olividar,
Perdido me veré.
Carlos Wesley.
Señor.
Señor,
Limpíame de toda mi maldad;
Traigo a ti mi vida para ser, Señor,
Tuya por la eternidad.
3
Que mis labios al hablar
Hablen sólo de tu amor;
Que mis bienes ocultar
No los pueda a ti, Señor. — Coro.
4
Que mi tiempo todo esté
Consagrado a tu loor,
Y mi mente y su poder
5
Toma ¡ oh Dios ! mi voluntad,
F. R. Havergal. (Tr.) V. M.
225. PUENTA DE LA YlDA ETERNA.
2
De los cánticos celestes
Te quisiéramos cantar,
Entonados por las huestes
Que lograste rescatar;
3
Toma nuestros corazones
Llénalos de tu verdad,
De tu Espíritu los dones
Y de toda santidad.
Guíanos en obediencia,
Humildad, amor y fe ;
Nos ampare tu clemencia ;
Salvador, propicio, sé.
226. El Sembrador.
Brille o no el sol, verano o invierno
sea,
Recorre la montaña, el soto, el llano;
Cual Cristo la Palabra en Galilea,
Sembrar es tu misión, si eres cristiano.
2
Siembra doquiera la verdad divina,
Siémbrala con afanes, con dolores;
Que al soplo del Espíritu germina
Planta que al cielo da frutos y flores.
3
Quizás alguna vez tu planta herida
Sientas por las espinas del sendero;
¿No ves con ellas de Jesús ceñida
La frente augusta en el fatal madero ?
4
Siembra, no temas, en la peña dura,
Deja en la roca estéril caer el grano,
Que suele hallar la gracia una hendi-
dura
En el granito del orgullo humano.
6
En la región de dudas y de penas
Donde del Sol jamás llegó la llama,
7
Siembra, que no te arredre el egoísmo,
Siembra do la impiedad blasfemias
lanza,
En el camino, el fango, en el abismo,
Harás brotar la flor de la esperanza.
8
No importa, no, que el labrador su-
cumba,
Antes que la simiente rompa el suelo,
Que al despertar del sueño de la
tumba
Su mies guardada encontrará en el
cielo.
J. De Palma.
2
Para este gran deber
Mi Dios, poder llenar,
A tu servicio, hoy mi ser
Te quiero consagrar.
89
4
Ayúdame a velar,
Confírmame en la fe,
Que si en ti puedo siempre fiar
Por siempre viviré.
2
Quizá hay palabras de santo amor
Que Cristo me ordena hablar,
Y en los caminos do reina el mal
Algún pecador salvar.
bondad
Tus dones todos tendré;
Salvador a ti me rindo
Mi Guiador, mi Fortaleza
Todo encuentra mi alma en ti.
2
Te confiesa mi delito
El contrito corazón,
Oye, ¡ oh Cristo mi plegaria !
Quiero en ti tener perdón. — Coro.
3
A tus pies yo deposito
Mis riquezas, mi placer,
Que tu espíritu me llene
4
Tu bondad será la historia
Que predique por doquier,
Y tu amor inagotable
90
Cristo !
Cuánta paz a mi alma da.
Yo a su causa me consagro
Y su amor, mi amor será. — Coro.
A. R. Salas. (Tr.)
3
Y si mi vida a declinar llegare hoy,
Tu sacramento celestial dame, Señor.
Por el mañana, pues, a orar no voy,
mi Dios,
Dame tu amor, tu guía, tu paz, mas
para hoy.
(Tr.) J. Palacios.
3
Haz que crezca con tu gracia
Y tu rica bendición,
No la ahoguen las espinas
De congojas y aflicción.
¡Ricos frutos, tú nos puedes con-
ceder. :||
Sembraremos la palabra
Con amor y profusión,
Esperando la cosecha
En la célica mansión.
¡Ricos frutos, tú nos puedes con-
ceder. :|l
91
232. Un Raudal de Bendiciones.
Un raudal de bendiciones,
Sed en tanto que viváis,
Animad los corazones
Por doquiera que vayáis.
Sed un sol para las vidas
Que en la duda y el temor,
Vagan tristes y afligidas
Por los mundos del dolor.
2
Un raudal de bendiciones
Sed al débil, al desear
De su vida las acciones
Hacia el bien encaminar.
Al sediento en su agonía
Fatigado en su labor,
Dadle el vaso de agua fría
Que mitigue su dolor.
3
Sed raudal de bendiciones
Por doquiera que paséis,
Impartiendo de los dones
Que por Cristo ya tenéis.
De la copa bendecida
Que apuráis, al mundo dad,
Que es Jesús para la vida,
El raudal de la verdad.
4
¡Un raudal de bendiciones
Ser al mundo pecador !
¡ Conducir los corazones
A Jesús el Salvador !
¡ De qué honor ¡ oh ! Dios me
vistes !
¡ Ser cual Cristo mi Señor !
Epigmenio Velasco.
Cristo.
2
Dejo el mundo y sigo a Cristo,
Paz y gozo en él tendré,
3
Dejo el mundo y sigo a Cristo,
Su sonrisa quiero ver
Como luz que mi camino
Haga aquí resplandecer. — Coro.
4
Dejo el mundo y sigo a Cristo
Aeojiéndome a su cruz.
Y después ir a mirarle
V. M. (Tr.)
92
2
Soy tuyo, Jesucristo,
Comprado con tu sangre;
Contigo haz que ande
En plena comunión. — Coro.
3
Espíritu Divino,
h. c. E
Cristo, mi piloto sé
En el tempestuoso mar;
Fieras ondas mi bajel
Van a hacerlo zozobrar,
Mas si tú conmigo vas
Pronto al puerto llegaré;
Carta y brújula hallo en ti,
¡ Cristo, mi piloto sé !
2
Todo agita el huracán
Con indómito furor,
Mas los vientos cesarán
Al mandato de tu voz ;
Y al decir: "que sea la paz
Cederá sumiso el mar.
De las aguas, tú el Señor,
¡ Guíame cual piloto fiel !
3
Cuando en la lucha falta la fe
E. A. Monfort Diaz.
93
2
Al cruzar el mundo, me fascinará
Con riquezas vanas y falaz placer,
Mas entonces, Cristo, mi alma a ti
vendrá
A buscar ayuda, gracia, luz, poder.
3
Si la prueba enviares a mi vida aquí,
El dolor, la pena, luto y aflicción,
Haz que nunca dude que vendrás a mí,
dición.
4
Cuando el fin de todo ya cercano esté
fué,
En tu paz eterna guárdame, Señor !
V. Mendoza^.
2
Jesús, el Rey del cielo,
Nos llama con afán,
Allá donde los santos
Con Dios el Padre están;
3
Jesús en esta lucha
Nos fortalecerá,
Su Espíritu potente
El triunfo nos dará;
Clamemos con fe viva,
Pidamos sin cesar,
Que Cristo victoriosos
Nos lleve a descansar.
4
Eterna gloria al Padre
Que tanto bien nos dio,
Loor a Jesucristo
Que ya nos rescató,
Y gloria al Paracleto
Que inflama nuestro amor,
Al Trino Dios, amigo
Del pobre pecador.
94
3
Amante, benigno y enérgico sé;
En Cristo tu amigo pon toda tu fe ;
Veraz sea tu dicho, de Dios es tu ser ;
Corona te espera, y vas a vencer. —
Coro.
Acrecienta tu temor.
Es el faro de la Cruz.
De él me quiero retirar,
¡Valor! ya no me hiere
La más grande aflicción,
Ni en tormentosa duda
Maquea mi razón.
No temo al mundo airado
Ni al padecer atroz
Si en todo me dirige
La voluntad de Dios.
Ya en aguas tempestuosas
O en mar tranquilo aquí,
Yo cifro mi esperanza
Señor, tan sólo en ti.
El ánimo contempla
Con gran felicidad
Anticipadamente
La eterna claridad.
Medina.
E .-FUERZO.
2
Fundados en su gracia
Podemos trabajar;
Su nombre confesando,
Luchando sin cesar;
Jamás nos abandona,
El es nuestro sostén,
Xos lleva a su morada,
Nos guarda el sumo bien.
3
Gozozos y entusiastas
Formemos su legión
Siguiendo su bandera
Con todo el corazón.
Por él es nuestro esfuerzo,
Le damos nuestro ser,
Y vamos adelante
Seguros de vencer.
pera ;
Seguid vuestra lucha constante y
tenaz.
Y muéstrela ufano del mundo a la Que vierte ese claro. Luciente fanal.
faz : — Coro.
96
J. B. Cabrera.
244. ¡ Trabajad !
de Dios;
Seguiremos la senda que el Maestro
trazó ;
Renovando las fuerzas con bienes que
da,
El deber que nos toca cumplido será.
¡ Esperad ! ¡ y velad !
(Tr.) T. M. Westrup.
3
Qué importan del demonio
Las iras espantosas,
Son almas victoriosas
Las que con Cristo van.
4
Velemos, y oremos,
Hasta que al fin nos diga :
Ya cese la fatiga
Del fuerte lidiador.
97
Nos fortalecerá,
Su Espíritu potente
247. No Te Dé Temor.
4
No te dé temor vivir por Cristo,
Esa vida que te da;
Si tan sólo en él por siempre fiares,
El con bien te sacará. — Coro.
5
No te dé temor morir por Cristo,
Vía, verdad y vida es él ;
El te llevará con su ternura
A su célico vergel. — Coro.
2
Despertad y bruñid vuestras armas,
Vuestros lomos ceñid de verdad,
98
P. Castro.
Levántate, cristiano,
Levántate y trabaja,
No dejes que tu vida
Se pase en la inacción.
El que en el ocio vive
Al Hacedor ultraja ;
No llena sus deberes
Ni cumple su misión.
2
Si quieres que la vida
Te ofrezca mil encantos,
Si quieres que la dicha
Te inspire paz y amor,
Trabaja tú por Cristo,
Y un cielo de ventura
Verás en tu redor.
3
Trabaja para el mundo,
Trabaja para el cielo,
Sembrando buenas obras,
Sembrando en profusión.
Virtud es el trabajo,
Alivio y fiel consuelo,
Y siempre en él se encuentra
De Dios la bendición.
D. M. H.
2
Pronto la noche viene,
Tiempo es de trabajar;
Para salvar al mundo
Hay que batallar,
Cuando la vida alcanza
Toda su esplendidez,
Cuando es el medio día.
De la madurez.
3
Pronto la noche viene,
Tiempo es de trabajar;
Si el pecador perece,
99
Idlo a rescatar,
Aun á la edad provecta,
Débil y sin salud,
Aun a la misma tarde
De la senectud.
Epigmenio Velasco.
En su poder fiad ;
Y desfallecerá.
Vestios la armadura,
Velando en oración,
Y do el pedigro os llame,
No os falte, no, el valor.
4
G. Calamita.
100
¡Alerta, centinela!
3
La lóbrega noche no os cause pavor,
Alcemos los ojos a Cristo el Señor,
4
El día de gloria va pronto a brillar;
En tanto, cristianos, debemos velar,
Y el enemigo no vencerá.
¡Alerta, centinela! — ¡Alerta está!
la altura,
Le grito en la noche, lo miro en la
luz.
2
¡ Cristianos leales ! os llama el Cau-
dillo :
Responda a sus voces la santa oración.
¿Tenéis su armadura? Que luzca su
brillo
Al rayo fulgente del vivido sol.
3
¡ Soldados de Cristo ! Sigamos sus
huellas ;
Libremos batallas, podemos vencer ;
Las armas de Cristo son armas muy
bellas ;
Ganemos luchando glorioso laurel.
4
Jesús nos anima, ¡ miradle radiante !
Sus labios nos dicen: "¡cristianos,
valor!"
Intrépidas huestes, seguid adelante,
Jesús es un noble, preclaro campeón.
5
Busquémosle adictos que adoren su
nombre ;
El triunfo nos toca, luchemos doquier :
Contemos su historia y el mundo se
asombre
Al ver que ha sabido la muerte vencer.
101
poder,
Trabajar quiero siempre y salvar
A las almas, y al fin, cual estrellas
saber
Que en mis sienes irán a brillar. —
Coro.
J. Mora.
mí
Vivas gemas poner a sus pies,
Y tener en mi frente corona que allí
Ornen joyas de tal brillantez ! — Coro.
(Tr.) V. Mendoza.
257. Mi Esperanza.
mejor temer
Y al hallarme en los cielos con Cristo Porque al fin de esta vida fugaz yo
_ el Señor, tendré
24
Cruz !
fin
De esta vida de pena y dolor, ^ 259. Yo Quiero Trabajar por el
Torturas sin cuento que el alma apuró. Nuestro Guía y nuestra Luz,
2
Altivo y asediado
De propia estimación,
Con paso vacilante
Por tus senderos voy.
Me falta ser humilde,
Me falta abnegación,
Me falta ardiente celo :
I Me los darás, Señor ?
3
Yo leo tu palabra,
La estudio con ardor,
Ilustro así mi mente,
Pero ¿ y mi corazón ?
Me falta aquella ciencia
Que da tan sólo Dios,
Me faltan luz y gracia:
i Me las darás, Señor ?
J. B. Cabrera.
Jesús, yo he prometido
Servirte con amor ;
Concédeme tu gracia,
Mi amigo y Salvador.
No temeré la lucha
Si tú a mi lado estás,
Ni perderé el camino
Si tú guiando vas.
2
El mundo está muy cerca,
Y abunda tentación;
Suave es el engaño
Y es necia la pasión :
Ven tú, Jesús, más cerca
Mostrando tu piedad,
3
Cuando mi mente vague
Ya incierta, ya veloz,
Concédeme que escuche,
Jesús, tu clara voz :
Anímame si paro;
Inspírame también :
Repréndeme, si temo
En tocio hacer el bien.
4
Jesús tú has prometido
A todo aquel que va
Siguiendo tus pisadas,
Que al cielo llegará.
Sostenme en el camino,
J. B. Cabrera.
262.
104
2
¿ Dó aquella paz está que conocía
Cuando al Señor llevé mi amor pri-
mero ?
¿ Dó aquel reposo está cuando buscaba
|| :En la palabra de Jesús consuelo ?:|l
2
Me falta hacia el pecado
Sentir honda aversión
Me falta ser perfecto:
¿Me lo darás, Señor?
3
Jesús, del hombre Hijo,
¡Bendito Salvador!
Ya ves cuanto me falta,
Ya ves cuan pobre soy.
4
A tu piedad me entrego,
De mí ten compasión.
Tú puedes darme todo:
Pues dámelo, Señor.
J. B. Cabrera.
264.
¡ Oh Señor ! Derrama en Mi
Alma.
Tu poder espiritual,
En Jesús mi Redentor,
No me dejes ¡ oh ! Señor.
2
Buen Pastor, tu oveja libra
De las garras de Satán.
105
3
Y la hora de la lucha
Con la vida mundanal
¡ Oh ! Jesús benigno escucha
Mi plegaria que a ti va,
Quita todas las maldades
De este pobre corazón,
Llegue yo por tus bondades
A la célica mansión.
A. M. Avellano.
V. Mendoza.
2
Humilde quiero siempre ser
Cual fuera mi Salvador,
No quiero glorias ni poder
Indignos de mi Señor. — Coro.
3
En todo quiero yo seguir
Las huellas de mi Señor,
4
Tu reino sea nuestra amada patria,
Tu voluntad la ley que veneremos,
Y tu Palabra la gloriosa enseña
Que tremolemos.
Patria en el cielo.
J. B. Cabrera.
106
De la Iglesia el fundamento
Es Jesús el Salvador;
Por la obra de su gracia
Le dio vida su Señor;
Para hacerla esposa quiso
De los cielos descender,
2
Aunque el mundo, combatida
Del error por el vaivén,
Y de cismas desgarrada
La contemple con desdén;
En vigilia están los santos
3
Al través de sufrimientos
Y fatigas y dolor,
Y perfecta su salud,
Entrará libre y triunfante
En la eterna beatitud.
(Tr.) J. B. Cabrera.
Firmes y adelante,
Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
Que Jesús nos ve.
Jefe soberano.
Y la regia enseña
Tremolando está;
2
Al sagrado nombre
De nuestro adalid,
Tiembla el enemigo
Y huye de la lid.
Nuestra es la victoria,
Dad a Dios loor,
Y óigalo el averno
Lleno de pavor. — Coro.
3
Muévese potente
La Iglesia de Dios;
De los ya gloriosos
Marchamos en pos;
Somos sólo un cuerpo,
Y uno es el Señor,
Una la esperanza,
4
Tronos y coronas
Pueden perecer;
De Jesús la Iglesia
Fiel habrá de ser;
Nada en contra suya
Prevalecerá,
Porque la promesa
Nunca faltara. — Coro.
J. B. Cabrera,.
107
269. Tu Reino Amo, ¡Oh! Dios.
2
Tu Iglesia, mi Señor;
Su templo, su ritual ;
La Iglesia que guiando vas
Con mano paternal.
3
Por ella mi oración,
Mis lágrimas de amor,
4
Un gozo sin igual
Me causa en ella estar ;
Por siempre allí tu comunión
Anhelo disfrutar.
5
Yo sé que durará,
Mi Dios, cual tu verdad ;
Y victoriosa llegará
Hasta la eternidad.
De la fe y de la verdad,
4
Uno solo es nuestro anhelo,
Trabajamos con tesón
Por hacer que el Rey del cielo
Reine en cada corazón. — Coro.
F. S. Montelongo.
2
De los montes en la cima,
En los valles y en el mar,
Que doquier el Evangelio
IIov se pueda proclamar. — Coro.
3
En los antros del pecado
108
V. Mendoza.
2
Úngelos, Padre, desde los cielos;
De ciencia y gracia sean colmados,
2
Ellos al mundo tus preciados dones
Enseñarán; proclamarán salud:
Dales tu gracia, da a sus corazones
Por ornamento, santa rectitud.
3
Cuando a los hombres con amor en-
señen
De tu Evangelio celestial verdad ;
Su ministerio santo desempeñen
Ardiendo el pecho en férvida piedad.
4
Sabiduría, mansedumbre y celo
De ti reciban, y sagrada unción,
De salvar almas incansable anhelo
Y el estimable don de la oración.
109
6
Brillen cual astros en tu diestra mano
Mientra en el mundo inoren del do-
lor;
Y al poseer tu reino soberano,
Coronas ciñan de inmortal fulgor.
J. B. Cabrera.
Me acordaré de tu dolor,
Y llegue a sucumbir,
J. B. Cabrera.
cuerpo
Clavado fué por mí,
Cordero del Señor, entonces puedo
Memoria hacer de ti.
3
Recuerdo tus dolores, tus bondades
De las que objeto fui ;
Por eso mientras viva en este mundo
Me acordaré de ti.
110
2
¡ Oh nuevo pacto del Señor,
En santa copa de salud!
Reconciliado el pecador,
Se acerca a Dios por tu virtud.
3
Hambrienta el alma, vengo a tí,
Mi buen Jesús, con viva fe ;
Tu mesa es franca para mí,
Y en humildad me acercaré.
4
Sé tú mi pan consubstancial
Que al alma nutra y dé vigor ;
J. B. Cabrera.
277. Obediente a Tu Mandato.
Obediente a tu mandato
Participa, hoy tu grey
De tu cena; y con gozo
Acercámonos con fe;
Lo que hiciste en el Calvario
Por el pobre pecador,
Anunciamos en tu nombre,
Recordando tu amor.
2
Recordamos tus angustias
¡ Oh divino Redentor !
Y la copa de amargura
Que por todo pecador
En el Gólgota apuraste,
Despreciando tu dolor;
Te pedimos que constantes
Te sigamos con valor.
3
Gracias, ¡ oh ! Jesús, te damos,
Los unidos en tu amor,
Gracias mil, pues disfrutamos
Tu clemencia y tu favor.
Tuya fué la cruz, mas nuestra
Es la dicha y es la paz
Tuya sea la gloria toda
Tuya por siempre jamás.
M. N. H.
2
En memoria de su muerte,
3
Recordando las angustias
Que sufriera el Redentor,
Dividida está nuestra alma
Entre el gozo y el dolor.
4
Invoquemos la presencia
Del Divino Redentor,
Que nos mire con clemencia
111
En su cuerpo traspasado
Meditemos con piedad;
En banquete tan sagrado
Su memoria renovad.
3
Invocamos tu presencia,
Compasivo Redentor,
Que nos cubra tu clemencia
Concediéndonos tu amor.
J. B. Cabrera.
Y el cáliz de redención.
2
A tu dulce llamamiento
Acudimos, oh Señor ;
Que en tu comunión aumento
Tengan nuestra fe y amor.
3
En lugar de tantos dones
¡ Qué podemos ofrecer i
Toma nuestros corazones,
Nuestras almas, nuestro ser.
4
En tu mesa, prometemos
En tu santa lev vivir,
Dani.-l Hall.
112
2
Una mirada de bondad
Otórgales Jesús,
Infunde en ellos la piedad,
3
Su amor bendice, Dios de paz ;
Haz que se amen bien,
4
Sobre ellos haz, Señor, bajar
Tu santa bendición,
Para que puedan alcanzar
La eterna salvación.
Arriémonos, hermanos,
Con tierno y puro amor ;
Que un solo cuerpo somos,
|| :Y nuestro Padre es Dios. :||
2
Amémonos, hermanos ;
Lo quiere el Salvador,
Que su preciosa sangre
|| :Por todos derramó. :||
3
Amémonos, hermanos;
En dulce comunión;
Amémonos, hermanos;
Amémonos, hermanos ;
Y al mundo pecador
Mostremos cómo viven
6
Amémonos, hermanos;
Con todo el corazón:
Lo ordena el Dios y Padre,
|| :Su ley es ley de amor. :||
J. B. Cabrera.
Y alabanzas entonad.
Sólo del benigno Dios
Yiene la felicidad;
Si marchamos de él en pos,
Mostrarános su bondad.
2
Si temimos con razón
Algún tiempo al tentador,.
Hoy alienta al corazón
Cristo el gran libertador.
Lejos, pues Inrya el temor:
Cierta es ya la redención,
Mas pensemos con temblor
En la eterna salvación.
113
2
Por los montes afanoso
Nos buscaste con amor;
Para darnos el reposo
En tu seno, ¡ buen Pastor !
Al buen prado en que pacemos
Nos conduces con amor;
La voz tuya conocemos
Si nos llamas, ¡ buen Pastor !
3
Tú nos das el pasto sano
Y nos guardas con amor;
Las ovejas en tu mano
Nada temen, ¡ buen Pastor !
En tu aprisco reunidas
Nos contemplas con amor;
Y en tu seno adormecidas
Reposamos, ¡ buen Pastor !
4
Sólo en pos de tus pisadas,
Conducidas por tu amor,
Marchan todas las manadas
Al redil del buen Pastor.
Las ovejas celebramos
Del Pastor el grande amor.
Sólo en tí nos reposamos,
¡ Oh Jesús, nuestro Pastor !
2
Como un ejército del Dios viviente,
Su voz nos es forzoso obedecer;
Una parte ha cruzado ya el torrente
Y la otra parte cruzará después.
3
¡ Vedlo ! millares su inmortal morada
Van cada día alegres a buscar;
Nosotros ya llegamos a la orilla ;
Pronto tras ellos hemos de pasar.
4
¡ Señor Jesús ! sé siempre nuestro guía,
Aplaca de las olas el furor
Haznos al fin anclar allá en el ciclo
Como en el puerto de la salvación.
114
Al mundo publicad
Eterna redención.
2
A Cristo proclamad,
Decid que ya murió,
Y con su potestad
La muerte destruyó:
|| :"Este es el año de bondad, :||
Volved a vuestra libertad."
3
Vosotros que al favor
Del cielo despreciáis,
Ved que por el amor
De Cristo lo alcanzáis.
|| :"Este es el año de bondad, :||
Volved a vuestra libertad."
4
Llamadles con amor,
Decidles que en verdad
En Cristo el Salvador
Hay plena libertad.
|| :"Este es el año de bondad, :||
Volved a vuestra libertad."
Carlos Wesley. (Tr.) G. H. Rule.
Carvajal.
2
Si por tierras o por mares
No pudieres transitar,
Puedes encontrar hambrientos
En tu puerta que auxiliar;
Si careces de riquezas,
Lo que dio la viuda da;
Si por el Señor lo dieres,
El te recompensará.
3
Si como elocuente apóstol
No pudieres predicar,
Puedes de Jesús decirles
Cuánto al hombre supo amar;
Si no logras que sus culpas
Reconozca el pecador,
Daniel March.
De heladas cordilleras,
De playas de coral,
De etiópicas riberas
Del mar meridional,
Nos llaman afligidas
A darles libertad,
Naciones sumergidas
En densa obscuridad.
2
Nosotros, alumbrados
De celestial saber,
¿A tantos desgraciados
Veremos perecer '!
A las naciones demos
De Dios la salvación;
El nombre proclamemos
Que obró la redención.
3
Llevada por los vientos
La historia de la cruz,
Despierte sentimientos
De amor hacia Jesús :
Prepare corazones,
Enseñe su verdad
En todas las naciones
Según su voluntad.
Reginald Heber.
No más supersticiones;
116
Le ensalzarán en la canción
Que eternamente elevarán;
En nombre de él cada oración,
Cual un perfume suave harán.
3
Paganos mil traerán su don,
Delante de él se postrarán :
4
Propicio en tonces bajará
Rocío fertiliza dor ;
Del poderoso librará
Al que no tiene ayudador.
Y todo en El es bendición.
Isaac Watts.
3
Relatará su amor en dulce canto
Toda nación en toda humana lengua;
Será alabar sus pródigas mercedes
Primer esfuerzo de la infancia tierna.
4
Donde él está, la bendición abunda;
El preso rompe su cruel cadena,
Come el hambriento, duerme el afli-
gido,
Descanso eterno el fatigado encuentra.
5
La maldición, la muerte desaparecen
Donde él sus medios de curar de-
spliega,
Mora.
117
2f
Ya la aurora y el día esclarecen
De su santa palabra y verdad,
Arcadio Morales.
295. Oye Lo que la Voz Celeste
Dice.
3
Purificados de terrena mancha,
Dios los acoge en su benigno seno,
Mora.
2
Morir sólo es resucitar
Para el discípulo, que fiel
Sus huellas sigue fiando en él
Su porvenir, sin vacilar.
Sus obras no pudieran, no,
Salvarlo, nunca, o su virtud,
Pues sólo da eternal salud
Quien en la cruz por nos murió.
3
Morir sólo es resucitar
Para el que en ti creyó, Señor ;
hermano,
Por qué ante su tumba temblamos de
horror,
Si todos creemos que vive su alma,
Y Cristo la estrecha en sus brazos de
amor ?
o podía
tumba
El cuerpo que yerto dejamos allí;
Mas hoy recordamos que Cristo muri- 3
Eterno perfume dejó tras de sí. Tuya la misma vida que alentamos
4 # Cuando lo quieres.
De todos los suyos bendijo el sepulcro,
Los cuerpos que mueren ¿dó harán su Ensénanos, Señor, bajo tu sombra
55
nar,
119
3
Patria santa, hermosa y pura;
Entraré a ti, salvado por Jesús ;
Y gozaré siempre la ventura
Con él viviendo en refulgente luz. —
Coro.
Estrella de Belén.
2
De pedrerías tu construcción,
Tu templo santo el Dios de amor,
Tu lumbre jaspe cristalizante,
Cual gloria eterna del Santo Dios.
Soy del Cordero, soy del Señor,
Madre benigna de hijos soy.
Son incontables los redimidos
Que con su sangre Cristo compró.
3
Es oro puro tu plaza ¡ oh ! Sión,
Tu luz eterna, el Salvador.
En cada puerta de tu mansión
Se encuentra un ángel fiel del Señor.
Allí está el trono del Dios de amor,
También sus siervos que a él llamó
Por siempre viven en perfección
Y escrito tienen, ''Santos de Dios."
120
3
Del mundo de dolor
|| :A1 cielo voy, :||
Con calma y valor,
|| :A1 cielo voy. :||
¡ Qué gusto me dará
A Cristo ver allá!
El es mi gozo ya;
|| :A1 cielo voy. :||
Estrella de Belén.
2
Caminar atribulados
Contemplando el porvenir ;
Es sombrío, duro y largo
En la soledad sufrir.
Mas la voz, " Venid, benditos,"
A las penas fin pondrá;
En la aurora allá reunidos,
Gozaremos claridad. — Coro.
3
Todos dicha rebozando,
Del gran soldio en derredor,
Entre amantes, entre amados,
Recta y santa comprensión,
Do los redimidos cantan
121
2
En las márgenes del río
Que frecuentan serafines.
Y embellecen querubines,
Da la dicha eterna Dios. — Coro.
3
El vergel que riega el río
De Jesús es la morada;
El mal nunca tiene entrada ;
Allí sólo reina Dios. — Coro.
4
Antes de llegar al río
Nuestra carga dejaremos:
Libres todos entraremos
Por la gracia del Señor. — Coro.
r-
Jerusalem la excelsa,
Gloriámonos en tí,
Perpetuo, caro ensueño,
De la grey tuya aquí;
La grey que ya tus glorias
En lontananza vé;
2
Jesús te está alumbrando
Y tú tributas loor
3
A íi dulce patria amada,
NXi gozo tú serás;
Feliz patria deseada,
l Contemplaré tu faz !
¡ Ten gozo, tú que gimes
122
2
Cantaremos con gozo a Jesús,
Al Cordero que nos rescató,
Y con sangre vertida en la cruz
Los pecados del mundo quitó. — Coro.
3
Para siempre en el mundo feliz,
Con los santos daremos honor
Al invicto, glorioso Jesús;
A Jesús, nuestro Rey y Señor. — Coro.
H. G. Jackson.
2
Vuelen al cielo los ecos santos
Que arranco alegre de mi laúd ;
Vuelen al cielo mis dulces cantos,
Mis dulces cantos de gratitud.
5
Llévame, oh Padre, para consuelo
Nada en la tierra yo espero ya;
Llévame al cielo, llévame al cielo,
Que allí tan sólo mi dicha está.
308. Buscamos la Patria' de Justos
y Santos.
2
Felices viajeros, alegres marchemos,
Allí Dios delicias eternas dará :
Que sobre collados de gloria andaremos
123
M. Cosido.
3
Cuánto gozo habrá con Cristo
Cuando no haya más dolor,
Cuando cesen los peligros
Y ya estemos en su amor. — Coro.
4
Cara a cara, ¡ cuan glorioso
Ha de ser así vivir !
Ver el rostro de quien quiso
Nuestras almas redimir ! — Coro.
V. Mendoza. (Tr.)
Y de ángeles millares
Te ciñen en redor.
2
Ciudad del Rey eterno,
De perlas son tus puertas,
Continuamente abiertas
Al mísero mortal ;
Y en tu recinto moran
Los que por fe se elevan
3
Felices moradores
En ti perenne canto
Profieren al Dios santo,
Que de ellos se apiadó;
Y pronto gozaremos,
Pasando tus umbrales,
Las dichas eternales
Del suspirado hogar.
124
¡ Oh ! quién en ti morara,
La celestial Sión,
Del redimido patria
Y alcázar de mi Dios!
Allí sin inquietudes,
Sería mi canción
Un Aleluya eterno
Al Rey mi Salvador.
2
¡ Oh ! quién allá morara !
Tu pronta aparición
Estrella matutina
Espero con ardor;
Tráeme alegres nuevas
Del día que en Sión
Veré en su plena gloria
Al Rey mi Salvador.
Y sube a la presencia
Del Rey, mi Salvador.
4
¡ Oh ! quién allá morara !
Mi agradecida voz
Alegre cantaría
Los himnos de Sión;
Y allá do resplandece
En día eterno el sol,
Vería en su hermosura
Al Rey, mi Salvador.
P. Castro.
2
Esperamos el gozo, la gloria,
La grandeza sin fin que tendrá
El mortal que ganó la victoria ;
Mas hallarnos allí ¿ qué será ? — Coro.
3
Anhelamos el día esplendente
Que en el santo país brillará,
Por Jesús el Cordero inocente ;
Mas hallarnos allí ¿ qué será ? — Coro.
4
Bien sabemos que llanto, ni duelo,
Ni pecados ni males habrá
En la casa de Dios en el cielo ;
Mas hallarnos allí ¿ qué será ? — Coro.
H. M.
125
313. La Siembra.
Segaré, segaré
2
Sembraré en corazones sensibles
La doctrina del Dios de perdón.
Sembraré sembraré mientras viva ;
Dejaré el resultado al Señor. — Coro.
3
Sembraré en corazones de mármol
La bendita palabra de Dios.
Sembraré sembraré mientras viva,
Dejaré el resultado al Señor. — Coro.
A. Fernandez.
314. Yo Guiaré.
2
Yo diré al que buscare la calma
Que se llegue al amante Jesús ;
A. Fernandez.
126
4
Reunido a los míos, seré
Mi carrera a su fin toca ya ;
En mi hogar celestial entraré
Do mi alma reposo tendrá. — Coro.
2
Cielo provisto de las delicias
De Jesucristo, cielo de amor ;
Los convidados cantan albricias,
Siendo llamados por el Señor.
3
Sitio sagrado do la ventura
Se ha conservado sitio del bien ;
Gloria inefable siempre segura
4
Los que aquí esperan, ¡Dios santo y
bueno !
Y te veneran, creen en ti
5
Nueva existencia, goces del alma,
Por tu presencia, tienen la paz ;
M. Cosido.
Yo espero la mañana
De aquel día sin igual,
De donde la dicha emana
Y do el goce es eternal.
2
Yo espero la victoria, —
De la muerte al fin triunfar, —
Recibir la eterna gloria
3
Yo espero ir al cielo
Donde reina eterno amor;
Peregrino soy, y anhelo
Las moradas del Señor. — Coro.
4
Pronto espero unir mi canto
Al triunfante y celestial,
Pedro Grado.
Yo consagro a ti mi vida
¡ Oh ! querido y buen Jesús,
Y tu mano bendecida
Llevaráme en clara luz.
127
2
Mil temores y mil dudas
Por doquier me asediarán;
Pero tú, Jesús, me ayudas
3
Con placer y amor me alisto
En las huestes de la fe,
Fortaleza me da Cristo
4
Obtendré feliz victoria :
Los soldados del Señor
Se verán llenos de gloria
De este mundo en derredor. — Coro.
Isabel P. Balderas.
128
estar.
2
En aquel día sin nieblas
En que muerte ya no habrá,
A su celestial hogar,
estar. — Coro.
3
Trabajemos por el Maestro
Desde el alba al vislumbrar ;
Siempre hablemos de su amor y fiel
bondad,
Cuando todo aquí fenezca
estar. — Coro.
(Tr.) J. J. Mercado.
Llegaremos al hogar
Que Jesús preparó,
Donde irán a descansar
Los que aquí redimió.
Llamaremos sin temor
Y a la puerta él estará;
Con ternura y con amor
Bienvenida dará.
2
Vuestro hogar aquí no está,
Cuanto veis en redor,
A la nada volverá
A la voz del Señor.
Este mundo de maldad
Con su fausto y su placer,
Con su orgullo y vanidad,
Lo veréis perecer. — Coro.
3
No lloréis por el que fué
* Con Jesús a vivir,
Esperad teniendo fe,
Pronto a él vais a ir.
Junto al trono de Jesús
A los vuestros hallaréis,
129
Tendréis allí.
¡ Oh cuan feliz seré
Cuando a tu lado esté,
Bendito viviré
Morando en ti.
3
Eterno resplandor
Fulgura allí:
Eterno es el amor
Del Padre a mí.
Corramos pues allá;
Bello es aquel hogar,
Eterna luz sin par
Se mira allí.
3
Allí profetas miles hay
Que adoran a Jesús;
Apóstoles y justos, ya
Disfrutan de su luz.
(Tr.) S. Pascoe.
Dios!
Te viene a consagrar.
2
El cielo, el orbe, el hombre están
Diciendo tu poder:
La vida, el tiempo pasarán
Según sea tu placer.
3
Venírnoste hoy a prometer
En tu servicio ardor,
Un nuevo corazón, y un ser
Celoso de tu amor.
4
Demuéstranos la vanidad
De cuanto existe aquí;
Grandezas, bienes, potestad,
Perecerán al fin.
cia.
De la actual generación.
130
Y el descanso apetecido
Poco más se aproximó.
Gracias mil por tus mercedes
Hoy tu Iglesia, Dios, te da,
J. B. Cabrera.
2
Débil soplo es la existencia,
Breve, efímera cual flor;
|| :Y tan sólo tiene ciencia
Quien da al tiempo su valor. :|
4
¡ Necio el hombre que hallar quiere
Paz y bien del mundo en pos !
|| :¡ Hay del mísero que muere
Sin hallar su paz en Dios!:||
5
Por Jesús es bienvenida
La insondable eternidad.
|| :Sólo allí la vida es vida.
Esperad, velad y orad.
327.
J. B. Cabrera.
2
Que esta casa, que a ti te ofrecemos
Con ferviente cariño filial,
La destines por siempre al trabajo
De enseñar tu infinita verdad.
Que la santa y divina Escritura
Reverbere su espléndida luz,
131
3
Que el que sufre dolencias del alma
Halle bálsamo en ella ; tu amor,
suelo
Torne en gozo su grande aflicción.
Que podarnos ver fruto en la obra
En millares que acudan a ti,
2
i Cómo es que al mundo superior,
A aquella Sión sin par,
En donde todo es paz y amor,
Pudieron va llegar? — Coro.
3
Es que el Señor su sangre dio,
En precio de expiación;
Con ella los purificó
Por grande compasión. — Coro.
4
Buscaron ellos a Jesús,
Su nombre amando aquí;
5
Ropaje blanco de esplendor
Reviste cada cual;
Están allí con el Señor,
En dicha sin igual. — Coro.
132
¡ Oh Cristo mío !
Eres tú mi amigo fiel,
Seguro amparo
Sólo en ti tendré.
En mis aflicciones,
Buen Jesús, iré a ti
Y consuelo y dicha
Me darás a mí.
Cuando en la noche
Vea yo estrellas mil
Tu voz divina
3
Cuando esta vida
Tenga yo que abandonar,
Corona hermosa
Tú me ceñirás;
Y en tu santa gloria
Siempre moraré. — Coro.
2
Me vé de su alto asiento,
Mi nombre sabe, sí,
3
El mira a cada instante
Lo que hago, bien o mal,
Pues todo está delante
De su ojo paternal. .
Jesús,
Y bendice a los niños con amor,
133
2
Ver quisiera sus manos sobre mí re-
posar,
Cariñosos abrazos de él sentir,
Sus miradas disfrutar,
Las palabras escuchar:
"A los niños dejad a mi venir."
3
Mas aún a su estrado en oración puedo
Le veré y le escucharé
4
Los que son redimidos y salvados por
a,
5
¡ Cuántos hay que no saben de esa
bella mansión,
6
Yo espero aquel día venturoso sin
fin,
El más grande, el más lúcido, el
mejor,
S. Cruellas. (Tr.)
2
Angustias y muerte,
Y horrible aflicción
Costaron las joyas
Que amante compró. — Coro.
3
Su hermosa diadema
De eterno esplendor,
La adornan las joyas
Que amante compró. — Coro.
4
Los niños y niñas
Que van al Señor,
Son todos, las joyas
Que amante compró. — Coro.
5
Venid, pues, alegres
Al buen Redentor;
El quiere las joyas
Que amante compró. — Coro.
J. B. Cabrera.
134
2
¿Quién seguirle quiere
Con profundo amor,
Dándole la gloria,
Dándole el honor,
De su noble causa
Siendo defensor,
Y en su santa viña
Fiel trabajador? — Coro.
3
¿Quién seguirle quiere
Sin vacilación,
A su seno huyendo
De la tentación,
Sin dudar confiando
En su protección,
Y gozando siempre
De su bendición? — Coro.
(Tr.) J. S. Paz.
lid,
Luchad sin desmayo, pelead con
valor,
Seguid adelante y luchando decid:
¡Rendios a Cristo, él es el Señor!
marchad,
Llevando en las manos las armas de
luz;
Las almas perdidas con celo buscad
Y presto llevadlas a Cristo Jesús.
2
Pelead ¡ oh Cristianos ! la causa es de
Dios,
Seguid adelante, luchad por Jesús,
Sed siempre valientes y alzad vuestra
voz
Diciendo, que Cristo murió en una
cruz. — Coro.
3
La aurora se acerca del día final
En que han de premiarse la fe y el
valor,
Entonces Jesús galardón celestial
Dará a los que al mundo anunciaron
su amor. — Coro.
E. Martínez Garza.
Huestes redentoras,
Nunca desmayéis,
Si marcháis resueltas
Triunfos hallaréis.
Vuestra causa es noble,
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
135
2
Huestes de cristianos
Hoy debéis salir,
En las filas santas
Id a combatir:
Si la lucha es ruda,
No hay por qué temer,
Y peleando siempre
Óigase doquier : — Coro.
3
Huestes victoriosas,
Cristo os vé luchar,
No debéis por tanto
Vuestra lid dejar;
Renovad la lucha,
Triunfos adquirid,
E. Martínez Garza.
2
Dios hizo el cielo con su poder,
Hizo la tierra y el mar también ;
4
No al malo envidies, aunque tal vez,
Impune ostente gloria y poder,
Que allá en los cielos vive otro juez,
¡Buenos seamos! que Dios nos ve.
Señor.
cree.
Vengan trayendo ferviente canción
Niños y ancianos de Dios al altar.
Traigan a él su corazón,
Único don que podrá aceptar.
naciones,
zones,
Sirvan al Señor que vida y paz
siempre les da !
2
El es la fuente de toda bondad,
Es de la vida la luz y el calor,
136
Coro.
Vicente Mendoza.
339. Mi Anhelo.
2
Cual vela marina
Que asoma en el mar,
Y al náufrago triste
Acude a salvar,
Así, Dueño mió,
Vén tu sin tardar,
De muerte y pecado
Mi alma a librar.
3
Postrado te adoro,
Mi Dios y Señor,
Al ver que me llamas
Henchido de amor;
Por mí padeciste
La muerte de cruz.
Por mí derramaste
Tu sangre, Jesús.
4
Sedienta mi alma
Suspira por ti,
Pues sólo contigo
Desea vivir;
Invoco en la muerte
Tu ayuda y sostén,
Y espero en la gloria
Vivir a tus pies.
2
No hay aquí pueril recreo,
Ni es un frivolo solaz;
Arde en todos el deseo
De crecer en gracia y paz:
3
De su amor la tierna historia
Nos presenta la lección,
Que atesora la memoria
Y acaricia el corazón:
4
El nos habla y aprendemos
Lo que obró por nuestro bien ;
137
Y nosotros le adoramos,
Confesándole Señor;
Y a su nombre tributamos
Toda gloria, prez y honor,
Cual primicias de alabanza,
En la eterna bienandanza.
J. B. Cabrera.
Y a su Hijo el Salvador.
2
Orar nos gusta unidos
Con santa devoción
A Cristo que nos haga
Aceptos en su amor,
i Cuan bueno es orar juntos !
i Cuan bueno loar a Dios !
La fiel Revelación,
En fe y adoración,
J. B. Cabrera.
Cristo bendito,
Yo, pobre niño,
Por tu cariño
Me llego a ti;
Para rogarte
Humildemente
Tengas clemente
Piedad de mí.
2
Quiero a tus plantas
Con alegría
Sentarme un día
Donde tú estás.
¡ Oh Cristo mío !
Quiero buscarte,
Anhelo amarte
Cada vez más.
138
Te loamos, te glorificamos,
Te confesamos, eterno Dios y Padre.
Toda la tierra con temor sagrado
Siempre te adora.
Y los cielos y los querubines
Todos te ensalzan con voces inter-
minables ;
Rey de los cielos
Las eternas huestes
Siempre te dicen:
4
Acudo a ti, Señor,
En mi debilidad;
Tú eres fuerte y tu poder
Es mi seguridad.
¡ Oh Redentor ! tu voz
Cual trueno sonará,
Y del pecado el yugo atroz
El alma depondrá.
No me deseches, Dios,
Escucha mi clamor;
Haz que yo venza la maldad
Del fiero tentador.
3
Jamás me rendiré,
Si tú me das poder,
Con el escudo de la fe
Sus fuerzas a vencer.
347. ¡ Hosanna !
139
2
Confortará mi alma ; guiaráme por
sendas de justicia por amor | de
su | nombre. || Aunque ande en
valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú
conmigo ; tu vara y tu
me infundi- I rán a- I
estaras
cayado
liento.
LECTURAS ANTIFONALES
LECTURA Núm. i.
Proverbios: 3:1-35.
141
142
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
LECTURA Núm. 2.
Proverbios 23.
LECTURAS ANTIFONALES
143
LECTURA Núm. 3.
144
LECTURA Núm. 4.
Isaías 55 y 35.
LECTURAS ANTIFONALES
145
LECTURA Núm. 5.
146
LECTURA Núm. 6.
Isaías 60.
LECTURAS ANTIFONALES
147
LECTURA Núm. 7.
Isaías 61.
148
LECTURA Núm. 8.
Malaquías 3:1-18.
LECTUKAS ANTIFONALES
149
LECTURA Núm. 9.
Salinos 1 y 32.
150
Salmos 2 y 24.
LECTURAS ANTIFONALES
151
LECTURA Núm. n.
Salmos 8 y 15.
152
Salmo 19.
LECTURAS ANTIFONALES
153
Salmo 27:1-12.
No me entregues a la voluntad de
mis enemigos: porque se han levantado
contra mí testigos falsos, y quien habla
calumnia.
Salmo :: l.
154
Salmo 40.
LECTURAS ANTIFONALES
155
Salmo 42.
saludes de su presencia.
156
Salmos 46 y 99.
tos ; has dado heredad a los que temen Los montes llevarán paz al pueblo : y
Días sobre días añadirás al rey: sus Juzgará a los afligidos del pueblo: Sal-
años serán como generación y genera- vara a los hijos del menesteroso, y que-
ción. brantará ai violento.
Así cantaré tu nombre para siempre, yerba cortada: como el rocío que destila
158
Salmo 84.
Cuan amables son tus moradas, oh
Jehová de los ejércitos!
Salino 85.
159
pon-
LECTURA Núm. 24.
Salmo 90.
160
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Salmo 91.
Salmo 92.
LECTURAS ANTIFONALES
161
neará: juzgará a los pueblos en justicia. Porque comQ Ja altura de log cielog
Regocíjese el campo y todo lo que en Cuanto está lejos el oriente del occi-
él está; entonces exultarán todos los ár- dente, hizo alejar de nosotros nuestras
vino a juzgar la tierra. Juzgará al mun- los hijos, tiene misericordia Jehová de
mis entrañas a su nombre santo. Que pasó el viento por ella, y pereció,
raciones. .
a todos los que padecen violencia. Bendecid a Jehová, sus ángeles va-
Sus caminos notificó a Moisés, y a los lentes de fuerza, que ejecutan su pa-
luengo de iras, y grande en misericordia, tos, sus ministros, que hacen su voluntad,
LECTÜEAS ANTIFONALES
163
Salmo 104.
164
Salmos 107:1-32.
LECTURAS ANTIFONALES
1G5
Salmo 115.
Mas nosotros bendeciremos a Jehová, Con mis labios lie contado todos los
desde ahora hasta siempre. Aleluya. juicios de tu boca.
hová.
ítem, los que no hacen iniquidad, an- J J uré >. ? . afirmé > de S uardar los J uicios
Tus estatutos guardaré: no me dejes nios para siempre; porque son el gozo
enteramente. de mi corazón.
¿ Con qué limpiará el mozo su cami- Mi corazón incliné a hacer tus estatu-
En mi corazón he guardado tus dichos, Alzaré mis ojos a los montes de donde
LECTURAS ANTIFONALES
167
168
Salmo 136.
__ . . dia.
Ensalzarte he, mi Dios y Rey; y ben- Sostiene Jehová a todos los que caen;
deciré a tu nombre por el siglo y para y levanta a todos los oprimidos,
siempre.
170
El que hace derecho a los agraviados, Los reyes de la tierra, y todos los
el que da pan a los hambrientos: Jehová pueblos: los príncipes, y todos los jue-
el que suelta a los aprisionados: ees do la tierra.
LECTURAS ANTIFONALES
171
Lucas 2:1-20.
172
BIENAVENTURANZAS.
Mateo 5:1-12.
Mat. 21:1-17.
LECTURAS ANTIFONALES
173
Marcos 16.
Y ellos fueron, y lo hicieron saber a los venía con ímpetu, el cual hinchió toda la
otros; mas ni aun a ellos creyeron. casa en donde estaban sentados.
ce, estando sentados a la mesa; y les za- como de fuego, y se asentó sobre cada
razón, que no hubiesen creído a los que Y fueron todos llenos del Espíritu
Y estas señales seguirán a los que ere- multitud; y estaban confusos, porque ca-
yeren: En mi nombre echarán fuera de- da uno les oía hablar su propia lengua.
nionios: hablarán nuevas lenguas: Y egtaban todog atóniio8 y maravilla _
Alzarán serpientes; y si bebieren cosa dos ' r diciendo los unos a los otros: He
mortífera, no les dañará: sobre los en- ac l lu > ¿ no son Gahleos todos estos que
fermos pondrán las manos, y sanarán. hablan .
a la diestra de Dios.
„ n ,. ■, ,. . j Partos, y Medos, y Elamitas, y los que
LECTURAS ANTIFONALES
175
Mateo G: 19-34.
176
Juan 15:1-17.
ii
Vosotros sois mis amigos, si hicierais
las cosas que yo os mando.
Juan 3:1-19.
reino de Dio.-.
y le dijo: ¿Có-
Respondió Xicodemo,
mo puede ser estol
Dícele Nieodemo: ¿Cómo puede el p ara que todo aquel que en él creyere,
hombre nacer, siendo viejo? ¿puede en- Q0 se p i er «ia, mas tenga vida eterna/
trar segunda vez en el vientre de su ma-
Respondió Jesús: De cierto, de cierto nito; para que todo aquel que en él ére-
te digo; que el que no renaciere de agua yere, no se pierda, mas tenga vida eterna.
178
LECTURAS ANTIFONALES
179
Romanos 12:1-17.
I Corintios 13.
180
No se comporta indecorosamente, no
busca lo que es suyo, no se irrita, no
piensa mal.
Efesios 6:1-18.
LECTURAS ANTIFONALES
181
Gantiago 1:12-27.
182
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
LECTURAS ANTIFONALES
183