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Deformaciones Elásticas y Plásticas

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Deformaciones elásticas y

plásticas, y su relación con los


anclajes
Ya estamos por aquí otra vez. Si eres nuevo por estos lares, decirte que llevamos
ya tres post dándole un poco de caña a esto del tensado de los anclajes. Hemos
estado viendo los aspectos fundamentales a tener en cuenta, las partes
principales que constituyen los anclajes y los fundamentos teóricos. Aquí te dejo
los enlaces:

 Tensado de un anclaje. Consideraciones generales.


 Elementos principales de un anclaje.
 Ley de Hooke y anclajes en muros.

El último del listado lo dedicamos a la Ley de Hooke y cómo nos ayuda a


entender el comportamiento de los anclajes durante su puesta en carga
(tensado). En el de hoy nos vamos a centrar un poco en una realidad que
podemos comprobar cuando tensamos un anclaje: la existencia de
deformaciones permanentes a pesar de estar dentro del “campo elástico”, es
decir en un rango de esfuerzos menores al límite elástico del acero, material del
que están construidos los cables.

Si ilustramos en un gráfico el alargamiento en el eje de abscisas y la presión


(Fuerza/Sección) en el eje de ordenadas, podremos comprobar que el material
se comporta de dos maneras distintas a partir de un determinado nivel de
alargamiento.

 Comportamiento elástico: Las deformaciones del material son


directamente proporcionales a la fuerza aplicada, siendo la deformación
producida reversible y no permanente. Es el comportamiento descrito por
Ley de Hooke.
De esta manera podemos definir el límite elástico como la tensión máxima que
un material puede soportar sin sufrir deformaciones permanentes. Debido a la
dificultad para localizarlo exactamente y con total fidelidad, ya que en los
experimentos la recta es difícil de determinar (existe una banda donde podría
situarse el límite elástico), en ingeniería se adopta un criterio convencional y se
considera como límite elástico la tensión a la cual el material tiene una
deformación del 0.2%, aunque la normativa suele tomar 0.1% para quedar del
lado de la seguridad (no está mal, un factor de seguridad de 2).

Como regla general nos vamos a fijar en que la pendiente de la recta sea
constante. Si tenemos cambios de pendiente en la gráfica, eso indicará de
entrada, que el anclaje se está comportando de manera distinta para distintos
niveles de carga. Por ejemplo, si entre 20 y 40Tn tenemos un alargamiento de
5mm, y entre 40 y 60Tn es el doble, es decir, de 10mm (15mm en acumulado),
eso indicará que o tenemos más longitud libre disponible (estamos arrancando
la cabecera del bulbo) o peor aún, que estamos trayéndonos el bulbo. Es un
ejemplo un poco exagerado pero quedaros con lo importante, una mala señal es
siempre que tengamos cambios de pendiente en la gráfica.

 Comportamiento plástico: Es un modo de deformación en que el


material no regresa a su forma original después de retirar la carga
aplicada. En este caso las deformaciones son no reversibles y
permanentes.

 Punto de rotura: Como su nombre indica, es el punto por encima del cual
el material no puede seguir deformándose más y pierde toda su capacidad
resistente.

En lo que respecta a los anclajes, nos interesa movernos siempre en el estado


elástico y por supuesto, por debajo del punto de rotura. La normativa lo soluciona
de la siguiente manera. La carga de trabajo del anclaje (carga nominal
mayorada), debe quedar limitada por el menor de estos dos valores:

1. 90% del límite elástico (anclajes provisionales)

85% del límite elástico (anclajes permanentes)

2. 80% del límite rotura (anclajes provisionales)

75% del límite rotura (anclajes permanentes)

Para un anclaje provisional típico arrojaría unos valores de:

1. 90% de 1670 MPa=1503 MPa≈15 Tn por cable.


2. 80% de 1860 MPa=1488 MPa≈15 Tn por cable.
Vemos que el límite elástico del acero es sólo 10% menor que el límite de rotura.

Para los casos normales, podremos considerar esas 15 Tn por cable, pero es
bueno quedarse con los porcentajes, ya que los valores del límite elástico y de
rotura pueden cambiar según la naturaleza y las dimensiones del cable.

Pero la realidad es bien distinta, ya que estas consideraciones se hacen sobre


supuestos teóricos, sin rozamientos y sin considerar otras variables

Cuando estamos tensando un anclaje, incluso en los primeros escalones de


carga, notaremos que si descargamos (soltamos los cables), los cables no
vuelven a su posición original. Queda una deformación que es permanente,
aunque estemos dentro de los límites del “mundo elástico”. En general se
considera a esta deformación permanente como “deformación plástica” aunque
en sentido estricto esto no es así ya que estamos siempre en rangos de fuerza
inferiores al 90% del límite elástico, pero por convenio (el convenio de “hablar
mal”) se le llaman así. El caso es que hay que tener cuidado.

Para hacer un análisis correcto habrá que diferenciar entre deformaciones


elásticas (las que nos interesan para conocer el comportamiento del anclaje) y
las que hemos llamado plásticas.

Por ejemplo, imaginemos que hacemos un ciclo de carga hasta 50Tn (T 1) desde
una carga de referencia (Ta) de 10Tn y luego descargamos de nuevo a Ta.
Analicemos la gráfica:

 En este ciclo, vemos que tenemos una deformación permanente de


1,2mm. La deformación elástica para T1 sería 7,2mm–1,2mm=6,0mm.
 Podemos observar en el escalón de 25 Tn que existe un cambio de
pendiente.
 Este gráfico es interesante para ver la evolución de la puesta en carga,
pero fundamentalmente nos va a interesar la deformación permanente
que queda tras llegar a la máxima tensión (50Tn) y descargar a la tensión
de referencia. Todos los escalones intermedios, tanto de subida como de
bajada hay que tomarlos como mera referencia. Hay que andarse con ojo
con esto.

En el siguiente gráfico hemos separado las deformaciones plásticas y las


elásticas.
Este último gráfico es el que más nos va a interesar, ya que es en el que
podremos analizar si el comportamiento es el correcto.

Visto lo visto, es siempre recomendable realizar el tensado de tal manera que


alcancemos la carga de trabajo del anclaje con alguna descarga de por medio,
ya que es la descarga la que nos informa de las características elásticas
reales del anclaje. Tal vez nos estemos alarmando mucho al ver determinados
alargamientos, que en términos de análisis, parte serían sustraídos si
consideramos las deformaciones plásticas.

No hay que tener miedo a los ciclos de carga y de descarga. Si el bulbo está bien
inyectado, podemos decir que no existe bulbo. El bulbo y el suelo es todo uno.
Así que siempre, siempre, al menos un ciclo de descarga. Es en la descarga
donde podemos encontrar mayor información sobre el comportamiento
elástico del anclaje.

Como podéis ver el tema da mucho de sí, y eso que lo estamos tratando con
mucha “alegría”. No sé yo si me estaré ganando alguna colleja de mis
maestros…Espero con esto no desanimarnos, sino todo lo contrario, que nos
anime a mantenernos despiertos y con la mente abierta.

En futuros post veremos más sobre este mundillo tan apasionante de los
anclajes.

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