Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

tesisUPV2624 PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 286

UNIVERSIDAD POLITECNICA DE VALENCIA

Departamento de Ingeniería de la Construcción y de Proyectos de


Ingeniería Civil

Estudio experimental y numérico de soportes de hormigón armado


reforzados con perfiles metálicos sometidos a esfuerzos de
compresión simple.

Tesis Doctoral presentada por :


D. Ester Giménez Carbó

Dirigida por:
Pr.Dr.D. Pedro A. Calderón García

Valencia (España), 2007


ÍNDICE

CAPITULO 1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS 1

1.1 Introducción .……………………………………………………………… 1


1.2 Objetivos .……...…………………………………………………………… 3
1.3 Estructura de la tesis ………………………..……………………………… 3

CAPITULO 2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO 5

2.1 Introducción .……………………………………………………………… 5


2.2 Tipos de refuerzos en pilares de hormigón armado ……………………… 7
2.2.1 Refuerzos con recrecidos de hormigón ……………………………… 8
2.2.2 Refuerzos con láminas de materiales compuestos ….……………… 10
2.2.3 Refuerzos con chapas de acero adheridas ……… ….……………… 13
2.2.4 Refuerzos localizados …………………………… ……… ….……………… 14
2.3 Pilares reforzados mediante angulares y presillas metálicas. Mecanismos
que intervienen en su comportamiento ……..……………………………… 16
2.3.1 Introducción …………………………………….……………………………… 16
2.3.2 Comportamiento del hormigón a compresión uniaxial y multiaxial ….… 17
2.3.3 Comportamiento del acero ……………………………… ….……………… 23
2.3.4 Interacción entre el soporte original y el acero del refuerzo ……………. 24
2.4 Diseño y construcción de refuerzos con angulares metálicos ……………... 34
2.5 Conclusiones ……………………………………… ……………………… 37

CAPITULO 3. PROGRAMA EXPERIMENTAL 39

3.1 Descripción metodológica …………………….…………………………… 40


3.2 Características del elemento a ensayar ……………..……………………… 43
3.2.1 Características del hormigón .……………….……………………………… 43
3.2.2 Características de la armadura ………………………………………….… 44
3.2.3 Características geométricas del soporte a reforzar …... ….……………… 45
3.2.4 Nivel de carga soportado en el momento del refuerzo ……………………. 45
3.2.5 Características del acero del refuerzo ………………..……………………. 46
3.3 Justificación de las variables a utilizar ……………..……………………… 48
3.3.1 Estado de carga del soporte de HA en el momento del refuerzo ………... 48
3.3.2 Tipo de capitel …………………….………………………………………….… 49
3.3.3 Número y disposición de presillas …………………..…... ….……………… 52
3.3.4 Tipo de adhesivo entre el hormigón y el acero del refuerzo ..……………. 54
3.4 Ensayos ……………………………………………..……………………… 55
3.4.1 Tipos de probeta ………………………………………………………...……... 57
3.4.2 Descripción del pórtico de ensayos ……………………………………….… 58
3.4.3 Instrumentación …………………...…………………..…... ….……………… 60
3.4.4 Resumen de ensayos ……………………………………………..……………. 70
CAPITULO 4. RESULTADOS DE LOS ENSAYOS EXPERIMENTALES 71

4.1 Carga-Acortamiento ……………………………………………………… 72


4.1.1 Resultado de los ensayos. Curvas carga-acortamiento ………………… 73
4.2 Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón .………………… 80
4.2.1 Elementos reforzados con 5 presillas por cada cara del soporte ..……… 81
4.2.2 Elementos reforzados con 7 presillas por cada cara del soporte ….……. 111
4.3 Deformaciones en presillas ………………..……………………………… 133
4.3.1 Probetas con cinco presillas por cada cara del soporte …………………. 134
4.3.2 Probetas con siete presillas por cada cara del soporte ….………………. 137
4.4 Axil-Deslizamiento ………………………..……………………………… 140
4.4.1 Pilares reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte ……… 141
4.4.2 Pilares reforzados con siete presillas por cada cara del soporte ….…… 145
4.5 Primeras Conclusiones……………………..……………………………… 148
4.6 Máxima resistencia a compresión. Eficacia, Incremento de axil y
Eficiencia del sistema de refuerzo …………………………………………. 150
4.6.1 Probetas con cinco presillas por cada cara del soporte …………………. 153
4.6.2 Probetas con siete presillas por cada cara del soporte ….………………. 154

CAPITULO 5. ANÁLISIS DE RESULTADOS 157

5.1 Introducción .……………………………………………………………… 157


5.2 Descripción del modo de comportamiento del pilar reforzado .…………… 158
5.2.1 Mecanismos resistentes del soporte reforzado ……………………………. 159
5.2.2 Mecanismos de transferencia de cargas del soporte reforzado …………. 171
5.3 Modos de rotura asociados a las distintas formas de funcionamiento del
refuerzo ……………………………………..……………………………… 176
5.3.1 Rotura del soporte reforzado por los extremos del tramo de pilar ……… 176
5.3.2 Rotura del soporte reforzado por el centro del tramo de pilar ……….… 179

CAPITULO 6. DISCUSIONES FINALES Y PROPUESTA DE UN MÉTODO


SIMPLIFICADO DE CÁLCULO DE REFUERZOS. 180

6.1 Introducción ………………………………….…………………………… 180


6.2 Método simplificado de cálculo de refuerzos .……..……………………… 180
6.2.1 Comportamiento como estructura mixta. Método de cálculo propuesto .. 181
6.2.2 Rotura próxima a los extremos en el caso de soportes reforzados sin
capitel …………………………………………………………………………… 182
6.2.3 Rotura próxima a los extremos en el caso de soportes reforzados con
capitel …... ….……………………………………………………………...…… 188
6.3 Comparación de resultados teóricos y experimentales ..…………………… 190
6.3.1 Soportes reforzados sin capitel …………………………………….………... 190
6.3.2 Soportes reforzados con capitel ……………………………………………… 198
CAPITULO 7. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN 208

7.1 Conclusiones ………..……………………………………………………… 208


7.2 Futuras líneas de investigación ………………………….………………… 211

CAPITULO 8. BIBLIOGRAFÍA 213

ANEJOS

ANEJO 1 Características del hormigón de los pilares ensayados


ANEJO 2 Cálculo del soporte y su refuerzo
ANEJO 3 Datos directos de los ensayos
ANEJO 4 Cálculo del axil último teórico
ANEJO 5 Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Importancia relativa de las diferentes partes de una estructura en sus


patologías (GEHO 1992)…………………………………………………… 2
Figura 2. Número de artículos publicados en función del tipo estructural y método de
refuerzo…….……………………………………………………………… 5
Figura 3. Recrecido de un pilar situado en zona símica (Regalado 1999)………….. 8
Figura 4. Refuerzo con láminas de fibra de carbono (www.sika.com)......……......….. 10
Figura 5. Refuerzo con angulares y presillas metálicas …………………....………… 14
Figura 6. Esquema y fotografía de un refuerzo localizado con acero (Ramírez y
Bárcena, 1993)……………………….....................………………………. 15
Figura 7. Esquema de refuerzos localizados con acero (Ramírez y Bárcena,
1993)……………………………………………....……………………..…. 16
Figura 8. Mecanismos de transferencia de cargas entre el hormigón y el acero (Río y
Ortiz, 1991) ……………………………………....………………………… 17
Figura 9. Curva tensión-deformación idealizada para el comportamiento del
hormigón en compresión según Código Modelo ……...…………………… 17
Figura 10. Tensión-Deformación del hormigón bajo compresión Uniaxial y
parámetros de deformación (Adaptación de Carpintero and Ingraffea 1984) 18
Figura 11. Evolución de las fisuras en el hormigón …………………………………… 19
Figura 12. Idealización del estado de tensiones alrededor de una partícula de árido
(Vile 1968) ………………………………..……………………………… 19
Figura 13. Tensión deformación para un cilindro en compresión triaxial (Johansson
2002) ……………………………………………………………………….. 20
Figura 14. Esquema de curva tensión-deformación para el hormigón confinado y no
confinado (Johansson 2002) …………………………………………….. 22
Figura 15. Diagrama tensión-deformación de un acero ……….…………………….. 23
Figura 16. Pilar reforzado con angulares metálicos empresillados. En la sección A-A
se comprueba el confinamiento del soporte original a la vez del incremento
de sección (Regalado 1999) ……………………….…………………….. 24
Figura 17. Mecanismos de transferencia de cortante, entre acero-mortero-hormigón
(Johannson 2002) ……………………………………………………….... 27
Figura 18. Efecto del confinamiento pasivo en un soporte de sección circular (Teng
J.G. et al. 2001) ……..………………………………………………….... 29
Figura 19. Efecto del confinamiento pasivo introducido por el refuerzo (Mander et al.,
1988; Cusson and Paultre, 1995; Johannson 2002) ………………………... 29
Figura 20. Equilibrio de fuerzas en el pilar empresillado ……………………………... 33
Figura 21. Área dónde se pueden aplicar cargas para que la formulación de Cirtek sea
válida (Cirtek L., 2001) ………………………..………………………... 36
Figura 22. Pilares testigo antes y después de la rotura …………..…………………... 41
Figura 23. Pilares reforzados con cinco y siete presillas (cotas en mm.) …..………... 42
Figura 24. Fabricación del hormigón de la primera fase de ensayos ………...………... 43
Figura 25. Dimensiones y características del pilar de hormigón armado…...………... 45
Figura 26. Sección del perfil L80 …………………………………………....………... 46
Figura 27. Jaula formada por el acero del refuerzo en el ensayo para determinar su
módulo de elasticidad …….……………………………………………...… 47
Figura 28. Curva Tensión-Deformación del acero que conforma el refuerzo 48
Figura 29. Esquema de final del tramo de pilar sin y con capitel ……......……......….. 49
Figura 30. Extremo final del soporte sin y con capitel ..………………....…………... 50
Figura 31. Detalle del capitel y su situación en la primera y segunda fase de ensayos .. 51
Figura 32. Detalle de espécimen sin capitel y con capitel ……………………………. 51
Figura 33. Distintos modos de colocar las presillas: sobre en angular o a tope ………. 52
Figura 34. Sección de pilares con 5 y 7 presillas ……………………………………... 54
Figura 35. Secuencia de colocación de los angulares metálicos ……………………... 55
Figura 36. Primera fase de Ensayos. …………………..………………………………. 56
Figura 37. Segunda fase de Ensayos …………………...……………………………… 56
Figura 38. Fotografías del pórtico de ensayos …………………………….…………... 58
Figura 39. Esquema del pórtico de ensayos …………………………………………... 59
Figura 40. Sistema de mantenimiento de carga ………..…………………………….... 60
Figura 41. Vista de la probeta dispuesta para ser ensayada ………………………….... 60
Figura 42. Instrumentación utilizada durante los ensayos …..………………………... 61
Figura 43. Numeración de secciones y presillas en soportes de 5 presillas ....……….... 62
Figura 44. Numeración de secciones y presillas en soportes de 5 presillas ....………… 66
Figura 45. Numeración de secciones y presillas en soportes de 7 presillas ....……….... 66
Figura 46. Esquema de situación de los LVDT´s utilizados para medir el acortamiento
del hormigón ……………………………………………………………….. 72
Figura 47. Colocación de los captadores en cada una de las secciones del soporte …... 72
Figura 48. Situación de los LVDT´s en la zona central de las pértigas …......………... 73
Figura 49. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas
y sin capitel de los soportes ensayados en la primera fase experimental ….. 74
Figura 50. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas
y con capitel de los soportes ensayados en la primera fase experimental …. 74
Figura 51. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas
y con capitel de los soportes ensayados en la primera fase experimental …. 75
Figura 52. Gráficos carga-acortamiento en todos los soportes reforzados en la primera
fase de ensayos …………………………………………………………….. 75
Figura 53. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas
y sin capitel de los soportes ensayados en la segunda fase experimental …. 76
Figura 54. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas
y sin capitel de los soportes ensayados en la segunda fase experimental.
Comparación de los soportes reforzados con cinco presillas ensayados sin
capitel …………………………………………………………………...…. 76
Figura 55. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas
en la segunda fase experimental …………………………………………… 77
Figura 56. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con siete presillas y
sin capitel de los soportes ensayados en la segunda fase experimental …. 77
Figura 57. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con siete presillas y
con capitel de los soportes ensayados en la segunda fase experimental …. 78
Figura 58. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados sin capitel en la
segunda fase experimental …………………………………………………. 78
Figura 59. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con capitel en la
segunda fase experimental …………………………………………………. 79
Figura 60. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados con siete presillas en la
segunda fase experimental ………………….……………………………… 80
Figura 61. Sección del soporte reforzado. Cotas en mm. ……………………………… 80
Figura 62. Secciones en que dividen al soporte las cinco presillas……………………. 81
Figura 63. Rotura del espécimen ADx por la sección 1 ..………………....…………... 83
Figura 64. Rotura del espécimen ADy por una de las cabezas ………………………... 83
Figura 65. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes AD primera fase experimental ...................................... 84
Figura 66. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADx 85
Figura 67. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADy 86
Figura 68. Rotura del espécimen ADx por la sección 1 y 4 ………………………….... 87
Figura 69. Rotura del espécimen ADy por la sección 1 y 4 ………………………….... 87
Figura 70. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes AD segunda fase experimental ….................................. 88
Figura 71. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADx 89
Figura 72. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADy 90
Figura 73. Rotura del espécimen ACx en las secciones 4 y 1. Detalle del acero del
angular estriado debido a las altas tensiones soportadas …………………... 91
Figura 74. Rotura del espécimen ACy en la sección 1 …..………………………….... 91
Figura 75. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes AC ……………………………..................................... 92
Figura 76. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ACx 93
Figura 77. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ACy 94
Figura 78. Espécimen BDx antes del ensayo y rotura por la sección 1 ……………… 95
Figura 79. Rotura del espécimen BDy por la sección 1 …..………………………….... 95
Figura 80. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes BD ……………………………..................................... 96
Figura 81. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BDx 97
Figura 82. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BDy 98
Figura 83. Rotura del espécimen BCx por la sección 4 …..………………………….... 99
Figura 84. Rotura del espécimen BCy por la sección 4 …..………………………….... 99
Figura 85. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes BC ……………………………..................................... 100
Figura 86. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BCx 101
Figura 87. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BCy 102
Figura 88. Rotura del espécimen MEADx por la sección 1 y 4 …..…………………… 103
Figura 89. Rotura del espécimen MEADy por la sección 1 y 4 …..…………………… 103
Figura 90. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes MEAD ………………………..................................... 104
Figura 91. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
MEADx …………………………………………………………………….. 105
Figura 92. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
MEADy …………………………………………………………………….. 106
Figura 93 Rotura de las cabezas del soporte MEBDx, antes de llegar al axil último
del tramo de pilar reforzado …………………………………………..…... 107
Figura 94 Rotura del soporte MEBDy por la sección 1 ..………………………..…… 107
Figura 95 Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes MEBD …………..…………….................................... 108
Figura 96. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
MEBDx ………………………………………………………………….. 109
Figura 97. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
MEBDy ………………………………………………………………….. 110
Figura 98. Secciones en que dividen al soporte las siete presillas ………………….... 111
Figura 99. Rotura del espécimen PADx por la sección 6 ..………………....………… 113
Figura 100. Rotura del espécimen PADy por las secciones 1 y 6 simultáneamente …… 113
Figura 101a. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PAD ……………………………................................. 114
Figura 101b. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PAD ……………………………................................. 115
Figura 102. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PADx ………………………………………………………………………. 116
Figura 103. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PADy ………………………………………………………………………. 117
Figura 104. Rotura del soporte PACx por la secciones 1-2 y 5-6 simultáneamente ….... 118
Figura 105. Rotura del soporte PACy por las secciones 5-6 ………………………….... 118
Figura 106a. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PAC ……………………………................................. 119
Figura 106b. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PAC ……………………………................................. 120
Figura 107. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PACx ………………………………………………………………………. 121
Figura 108. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PACy ………………………………………………………………………. 122
Figura 109. Rotura de las cabezas del soporte PBDx ……...………………………….... 123
Figura 110. Rotura del soporte PBDy por las secciones 3 y 4 ….…………………….... 123
Figura 111a. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PBD ……………………………................................. 124
Figura 111b. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PBD ……………………………................................. 125
Figura 112. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PBDx ……………………………………………………………………… 126
Figura 113. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PBDy ………………………………………………………………………. 127
Figura 114. Rotura del soporte PBCx por las cabezas ……………………….………… 128
Figura 115. Rotura del soporte PBCy por la sección 3 ………………………………… 128
Figura 116a. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PBC ………………………………..………………… 129
Figura 116b. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las
secciones. Soportes PBC ………………………………..………………… 130
Figura 117. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PBCx ………………………..………..……………..................................... 131
Figura 118. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte
PBCy ……...……………………………………………………………….. 132
Figura 119. Numeración de las presillas en los soportes con cinco ……………………. 133
Figura 120. Numeración de las presillas en los soportes con siete ……………………. 133
Figura 121. Alargamiento en presillas de soportes ADx de la primera fase de ensayos . 134
Figura 122. Alargamiento en presillas de soportes AD de la segunda fase de ensayos.
El trazo continuo corresponde al espécimen x y el discontinuo al y …….... 135
Figura 123. Alargamiento en presillas de soportes AC. El trazo continuo corresponde
al espécimen x y el discontinuo al y ……..................................................... 135
Figura 124. Alargamiento en presillas de soportes BDy ……………………………….. 136
Figura 125. Alargamiento en presillas de soportes BC. El trazo continuo corresponde
al espécimen x y el discontinuo al y ……..................................................... 136
Figura 126. Alargamiento en presillas de soportes MEAD. El trazo continuo
corresponde al espécimen x y el discontinuo al y ……................................. 137
Figura 127. Alargamiento en presillas de soportes MEBD. El trazo continuo
corresponde al espécimen x y el discontinuo al y ……................................. 137
Figura 128. Alargamiento en presillas de soportes PAD. El trazo continuo corresponde
al espécimen x y el discontinuo al y ……..................................................... 138
Figura 129. Alargamiento en presillas de soportes PAC. El trazo continuo corresponde
al espécimen x y el discontinuo al y ……..................................................... 139
Figura 130. Alargamiento en presillas de soportes PBD. El trazo continuo corresponde
al espécimen x y el discontinuo al y ……..................................................... 139
Figura 131. Alargamiento en presillas de soportes PBC. El trazo continuo corresponde
al espécimen x y el discontinuo al y ……..................................................... 140
Figura 132. Esquema y fotografía de la situación de los LVDT ……………………….. 140
Figura 133. Secciones del soporte de cinco y siete presillas …………………………… 141
Figura 134. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AD de
la primera fase ……………………………………..……………………… 141
Figura 135. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AD de
la segunda fase ……………………………………..……………………… 142
Figura 136. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AC .… 142
Figura 137. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes BD .… 143
Figura 138. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes BC .… 143
Figura 139. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes MEAD 144
Figura 140. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes MEBD 144
Figura 141. Secciones del soporte ……………………………………………………… 145
Figura 142. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PAD ... 146
Figura 143. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PAC ... 146
Figura 144. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PBD ... 147
Figura 145. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PBC ... 147
Figura 146. Geometría de las probetas A y B ………………………………………….. 157
Figura 147. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen ADx …………...…………………………………... 160
Figura 148. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen ACy …………...…………………………………... 160
Figura 149. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen BDx …………...…………………………………... 160
Figura 150. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen BCx …………...…………………………………... 160
Figura 151. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen PADx ………...…………………………………... 161
Figura 152. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen PACx ………...…………………………………... 161
Figura 153. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen PBDx ………...…………………………………... 161
Figura 154. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las
cabezas del espécimen PBCy ………...…………………………………... 162
Figura 155. Estado de plastificación del hormigón en el momento de la rotura ……….. 162
Figura 156. Alargamiento en presillas en los soportes reforzados utilizando 5 presillas
por cada cara del soporte. Resultados experimentales ……………………. 163
Figura 157. Deformada y estado de plastificación del acero del refuerzo en soportes
con cinco presillas según la tensión de Von Mises (MPa). Resultados
obtenidos a partir del modelo numérico de Adam et al. (2005) …................ 164
Figura 158. Alargamiento en presillas en los soportes reforzados utilizando 7 presillas
por cada cara del soporte. Resultados experimentales ….............................. 164
Figura 159. Deformada y estado de plastificación del acero del refuerzo en soportes
con siete presillas sin capitel y con capitel según la tensión de Von Mises
(MPa), para axiles totales de 2500 kN. Resultados obtenidos a partir del
modelo numérico de Adam et al. (2005) ………………………………….. 165
Figura 160. Secciones en soportes reforzados con 5 presillas ………………………… 166
Figura 161. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados
con cinco presillas y sin capitel al 90% de su axil máximo .......................... 167
Figura 162. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados
con cinco presillas y con capitel al 90% de su axil máximo ......................... 167
Figura 163. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen
al refuerzo. Soportes reforzados con 5 presillas y sin capitel ...…………… 168
Figura 164. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen
al refuerzo. Soportes reforzados con 5 presillas y con capitel ...………… 168
Figura 165. Secciones en soportes reforzados con 7 presillas ……………………….... 169
Figura 166. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados
con siete presillas y sin capitel al 90% de su axil máximo ……………...… 169
Figura 167. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados
con siete presillas y con capitel al 90% de su axil máximo ……………..… 169
Figura 168. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen
al refuerzo. Soportes reforzados con 7 presillas y sin capitel ……………... 170
Figura 169. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen
al refuerzo. Soportes reforzados con 7 presillas y con capitel …………….. 170
Figura 170. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de cinco presillas sin capitel ... 171
Figura 171. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de siete presillas sin capitel .... 171
Figura 172. Deslizamiento Hormigón-acero en las presillas cercanas a la cabeza en
soportes reforzados con cinco y siete presillas por cada cara del soporte y
sin capitel …………...…………………………………………………... 172
Figura 173. Transferencia de cargas a través del rozamiento Hormigón-Acero en
pilares reforzados con 5 y 7 presillas por cada lado del soporte …………... 172
Figura 174. Reparto de cargas del espécimen ADy de la segunda fase de ensayos, para
el 50% y 75% del axil de agotamiento del conjunto ………………………. 173
Figura 175. Reparto de cargas del espécimen PADy de la segunda fase de ensayos,
para el 50% y 75% del axil de agotamiento del conjunto …………………. 173
Figura 176. Reparto de cargas del espécimen BCy de la segunda fase de ensayos, para
el 50% y 75% del axil de agotamiento del conjunto ………………………. 174
Figura 177. Reparto de cargas del espécimen PBDx de la segunda fase de ensayos,
para el 50% y 75% del axil de agotamiento del conjunto …………………. 174
Figura 178. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de cinco presillas con capitel .. 175
Figura 179. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de cinco presillas con capitel .. 175
Figura 180. Deslizamiento Hormigón-acero en las presillas cercanas a la cabeza en
soportes reforzados con cinco y siete presillas por cada cara del soporte y
con capitel ………………………………………………………………… 175
Figura 181. Equilibrio de fuerzas en una rebanada diferencial del pilar de hormigón
reforzado …………………………………………………………………. 183
Figura 182. Transmisión de cargas a lo largo de la presilla ……………………………. 185
Figura 183. Relación entre qh, σc y Mp …………………………………………………. 186
Figura 184. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6 ……………. 193
Figura 185. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,3 ……………. 193
Figura 186. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,2 ……………. 193
Figura 187. Relación entre Nexp y Nteo en función del factor de forma ………………… 194
Figura 188. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6 ……………. 195
Figura 189. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6 ……………. 195
Figura 190. Relación entre Nexp y Nteo en función del factor de forma ………...………. 196
Figura 191. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la
plastificación del angular ………………………………………………….. 199
Figura 192. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la
plastificación de la presilla ………………………………………………… 200
Figura 193. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la
plastificación del angular ………………………………………………….. 200
Figura 194. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la
plastificación de la presilla ………………………………………………… 201
Figura 195. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte MBD suponiendo la
plastificación del angular ………………………………………………….. 201
Figura 196. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte MBD suponiendo la
plastificación de la presilla ………………………………………………… 202
Figura 197. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBD suponiendo la
plastificación del angular ………………………………………………….. 202
Figura 198. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBD suponiendo la
plastificación de la presilla ………………………………………………… 203
Figura 199. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBC suponiendo la
plastificación del angular …………………………………………………. 203
Figura 200. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBC suponiendo la
plastificación de la presilla ………………………………………………… 204
Figura 201. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la
plastificación del angular por el efecto local de abolladura del ala del
capitel ……………………………………………………………………… 205
Figura 202. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la
plastificación del angular por el efecto local de abolladura del ala del
capitel …………………………………………………………………….... 206
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Métodos de refuerzo de pilares de hormigón armado (GEHO 1994) ……… 6


Tabla 2. Ensayos sobre pilares reforzados con recrecidos de hormigón …….……… 9
Tabla 3. Ensayos sobre pilares reforzados con láminas de materiales compuestos … 11
Tabla 4. Ensayos sobre pilares reforzados con chapas metálicas …………………… 13
Tabla 5. Diferentes propuesta del valor de resistencia a compresión del hormigón
confinado …………………………………………………………………... 21
Tabla 6. Dosificaciones del hormigón utilizado en los ensayos …………………….. 44
Tabla 7. Características geométricas del perfil laminado L80.8 ………………...….. 46
Tabla 8. Probetas de la primera fase de ensayos …………..…………...………...….. 57
Tabla 9. Probetas de la segunda fase de ensayos ………………………………...….. 58
Tabla 10. Pilares testigo de la primera fase de ensayos ………………………………. 62
Tabla 11. Instrumentación de las probetas AD y BD de la primera fase de ensayos … 63
Tabla 12. Instrumentación de las probetas AC de la primera fase de ensayos ……….. 64
Tabla 13. Instrumentación de las probetas BC de la primera fase de ensayos……… 65
Tabla 14. Probetas Testigo de la segunda fase de ensayos …………………………… 66
Tabla 15. Instrumentación de las probetas AD de la segunda fase de ensayos ……… 67
Tabla 16. Instrumentación de las probetas MEAD y MEBD de la segunda fase de
ensayos ……………………………………………………………………... 68
Tabla 17. Instrumentación de las probetas PAD, PAC, PBD y PBC de la segunda
fase de ensayos …………………………………………………………….. 69
Tabla 18. Tabla resumen de todos los especimenes ensayados ……………………..... 70
Tabla 19. Características de los especimenes con cinco presillas por cada lado del
soporte ……………………………………………………………………… 82
Tabla 20. Características de los especimenes con siete presillas por cada lado del
soporte ……………………………………………………………………… 112
Tabla 21. Datos teóricos y experimentales de los soportes de cinco presillas ………... 153
Tabla 22. Datos teóricos y experimentales de los soportes de siete presillas ……….... 154
Tabla 23. Comparación de distintas formulaciones para obtener el incremento de axil
proporcionado por el refuerzo, y los resultados experimentales …………... 155
Tabla 24. Especimenes de 5 presillas sin capitel ……………………………………... 177
Tabla 25. Soportes de 5 presillas con capitel …………………………………………. 178
Tabla 26. Especimenes de 7 presillas sin capitel ……………………………………... 178
Tabla 27. Soportes de 7 presillas con capitel …………………………………………. 179
Tabla 28. Probetas ensayadas sin capitel ……..………………………………………. 190
Tabla 29. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes
reforzados sin capitel ………………………………………………………. 197
Tabla 30. Probetas ensayadas con capitel …………………………………………….. 198
Tabla 31. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes
reforzados con capitel ……………………………………………………. 204
Tabla 32. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes
reforzados con cinco presillas y con capitel, teniendo en cuenta el efecto
local de abolladura …………………………………………………………. 206
GLOSARIO DE TÉRMINOS Y SÍMBOLOS

Aang, As2 área del angular metálico lo longitud efectiva del pilar de
hormigón
Ae, Ac área total confinada del pilar de Nteo axil último del soporte reforzado
hormigón calculado según método simplificado
Ag, Aa área bruta del pilar de hormigón Nu,Nst,Nct máximo axil teórico del soporte
reforzado
As1 área de las armaduras del hormigón Nut máximo axil teórico soportado por los
cuatro angulares
Astr área de las presillas Nco máximo axil teórico del soporte de
hormigón armado
d diámetro del hormigón confinado en Nconf máximo axil teórico debido al
pilares cilíndricos confinamiento del pilar
a, h, b dimensiones de los lados de soportes Nexp axil de agotamiento del soporte
prismáticos reforzado medido en laboratorio
E Eficacia del refuerzo ∆N incremento de axil debido al refuerzo
Ea módulo de elasticidad del acero sfrp distancia vertical entre láminas de
estructural material compuesto
Ear módulo de los áridos del hormigón st Separación entre presillas
Ec módulo de elasticidad del hormigón tfrp espesor de la lámina de material
compuesto
Eci módulo tangente del hormigón Rc radio de esquina del pilar
Ep módulo de elasticidad de la pasta de ωw cuantía mecánica volumétrica del
cemento acero que produce confinamiento
etotal excentricidad total del pilar
α coeficiente de reducción de la
ea espesor de la presilla de acero resistencia a compresión del hormigón
según el Eurocódigo nº2
fc Resistencia característica del δ, ε deformación
hormigón
fco resistencia del hormigón a ρfrp radio volumétrico de la lámina de
compresión uniaxial material compuesto
fcc resistencia del hormigón confinado a ρsc área de acero de la armadura
compresión
fs resistencia característica del acero de ρsca cociente entre la sección del acero de
refuerzo la armadura y la sección bruta del pilar
de hormigón
fyk resistencia característica del acero de εa deformación del acero
las armaduras
fy límite elástico del acero εco,εc, εch deformación axial del hormigón
ffrp resistencia a tracción de lámina de εcc deformación axial del hormigón
material compuesto confinado
ic,min radio de inercia de la sección del pila εvol deformación volumétrica del
hormigón
k1 coeficiente de la eficacia del γc coeficiente de seguridad del hormigón
confinamiento
kg coeficiente de la separación de las γs1 coeficiente de seguridad del acero de
presillas las armaduras
ks coeficiente de factor de forma γs2 coeficiente de seguridad del acero del
ksl coeficiente de factor de esbeltez refuerzo
λg esbeltez geométrica del pilar σa Tensión en el acero
νc módulo de Poisson del hormigón σc, σl, σlat tensión debida al confinamiento del
hormigón
νa módulo de Poisson del acero σl´ tensión de confinamiento efectiva
µ coeficiente de rozamiento acero- σh Tensión en el hormigón
mortero
CAPITULO 1
INTRODUCCIÓN y OBJETIVOS

En este capítulo se justifica la realización del


trabajo de investigación, se exponen los objetivos a
los que se pretende llegar y la finalidad del
presente documento.
CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.

1 Introducción y Objetivos.
1.1 Introducción.

En los últimos años ha habido un interés creciente por todos los temas relacionados con la
rehabilitación y refuerzo de estructuras de hormigón armado. El motivo principal por el que se
desarrolla este campo de la ingeniería civil es por el inevitable envejecimiento de las
estructuras existentes, pero también intervienen otros factores de carácter económico,
medioambiental, o las variaciones de normativa provocadas por un mayor conocimiento del
medio.

El proceso de degradación de los materiales que componen las estructuras es difícil de frenar.
Con un buen mantenimiento se puede prolongar su vida útil, pero tal y como dice la guía del
GEHO-CEB, “Reparación y refuerzo de estructuras de hormigón” (GEHO 1994), hay que
desterrar la antigua idea de que lo construido es “para toda la vida” sin un adecuado
mantenimiento.

Las últimas investigaciones realizadas al respecto, estiman la vida de servicio de las


estructuras entre 70 y 100 años. Por otra parte, y debido a los ya mencionados problemas
económicos (Emmons and Vaysburd, 1995), (Emmons et al 1998) las administraciones
empiezan a tener restricciones en cuanto a nuevas construcciones, y empiezan a destinar sus
fondos a la conservación y reparación de estructuras construidas, ya sean edificios, puentes u
obras hidráulicas. En nuestro país SEOPAN (asociación de empresas constructoras de ámbito
nacional) afirma que la rehabilitación y el mantenimiento de edificios representa el 30% de la
actividad del sector de la construcción con tendencia al alza y se prevé que en los próximos
años el presupuesto destinado al refuerzo de estructuras, supere al destinado para nuevas
construcciones.

Para garantizar la seguridad y buen funcionamiento de cualquier estructura de hormigón


armado es necesario garantizar la capacidad resistente de los elementos que la forman, vigas y
pilares, ya que el fallo de una parte de la misma provocará un reparto imprevisto de tensiones
entre el resto de los elementos, y por lo tanto, el mal funcionamiento de la misma. Por ello, en
cuanto se detectan deficiencias de capacidad de carga de una parte de la estructura, hay que
intervenir. Esta necesidad de rehabilitar las estructuras de hormigón armado ha provocado el
desarrollo de líneas de investigación destinadas a estudiar el comportamiento de los elementos
estructurales reforzados con distintas técnicas (recrecido de los elementos estructurales, la
instalación de elementos pretensados y la adhesión y pegado de perfiles metálicos y chapas o
láminas de diferentes materiales en las zonas a reforzar). En general, el comportamiento de
estas técnicas aplicadas a elementos en flexión está bien caracterizado, tanto en lo que se
refiere al diseño como a la ejecución. Sin embargo, esto no es así en el caso de elementos a
compresión como los pilares, en los que, en general, no están claros los mecanismos que
intervienen en el comportamiento del elemento reforzado. Ello es así pese a que los soportes

1
CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.

son quizás, el elemento crítico en la estabilidad de una estructura y pese a que a su fallo, frágil
y sin posibilidad de redistribución de esfuerzos, se atribuye una gran mayoría de los colapsos
generalizados de estructuras de hormigón (Calavera 1999).

Figura 1. Importancia relativa de las diferentes partes de una estructura en sus patologías (GEHO 1992)

Por ello es frecuente, en intervenciones sobre estructuras existentes, proceder al refuerzo de


los pilares de una estructura si estos no tienen suficiente resistencia. No obstante, debido a la
escasa base científica de la mayoría de los refuerzos, los proyectistas optan por diseñar una
estructura paralela a la ya existente utilizando más recursos de los necesarios y que, por otro
lado, no siempre garantizan su correcto funcionamiento.

En la práctica existen varios métodos de refuerzos de pilares que se pueden clasificar según el
efecto que produce la mejora en, refuerzos por zunchado y refuerzos longitudinales. Estos
efectos se pueden conseguir con distintos materiales. Por ejemplo el zunchado del soporte, es
decir conseguir un aumento de la resistencia del mismo por efecto del confinamiento, se
puede realizar por recrecido de hormigón, por angulares metálicos empresillados, por
encamisado metálico e incluso mediante materiales compuestos (uno de los más utilizado es
el Fiber Reinforced Plastic).

En el caso de los refuerzos longitudinales, lo que se persigue es el aumento de la sección del


soporte para así incrementar su resistencia. Esto se suele realizar en obra con recrecidos de
hormigón o con la colocación de angulares metálicos empresillados. Por todo ello, el método
de refuerzo a base de angulares y presillas metálicas es uno de los más empleados en la
actualidad en nuestro país. Pese a lo habitual de su uso, los mecanismos que intervienen en su

2
CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.

comportamiento no son bien conocidos, recurriéndose para su proyecto a reglas empíricas que
no han sido probadas científicamente.

1.2 Objetivos.

El objetivo general de esta tesis es contribuir al conocimiento del comportamiento del


sistema de refuerzo constituido por perfiles y presillas metálicas en pilares de hormigón
armado. De forma más concreta, se pretende estudiar el comportamiento del refuerzo de un
tramo de pilar de reducida esbeltez sometido a compresión simple. Dada su especifidad no se
estudia en la presente tesis el comportamiento del nudo. Con esto se conseguirá extender
todavía más su uso en la reparación y refuerzo de estructuras y su correcta aplicación.

Para poder cumplir con el objetivo general de esta tesis se han propuesto los siguientes
objetivos específicos:

a) Realizar una investigación bibliográfica extensa para fundamentar esta tesis en


relación al estado del conocimiento de:

− Refuerzo de soportes de hormigón armado.

− Influencia del confinamiento en el incremento de resistencia a


compresión del soporte.

b) Desarrollar ensayos experimentales que permitan conocer y analizar el modo de


comportamiento de soportes reforzados.

c) Elaboración de un modelo conceptual de comportamiento verificando su


adecuación a los resultados obtenidos e, implementar las pertinentes
modificaciones para su aplicación general.

d) Verificación, validación y propuesta de métodos simplificados para el análisis de


soportes reforzados con perfiles metálicos, válidos para su aplicación en el diseño
y proyecto de rehabilitación y refuerzo de estructuras de hormigón armado.

e) Definición de recomendaciones de diseño y ejecución para obtener la eficiencia


óptima de la actuación.

1.3 Estructura de la Tesis.

La presente tesis doctoral está formada por 8 capítulos, incluyendo la introducción, las
conclusiones finales y las referencias bibliográficas.

3
CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.

En el capitulo 2, se muestra el estado del conocimiento relacionado con el refuerzo de


soportes de hormigón armado y en especial cuando el refuerzo está realizado con angulares y
presillas metálicas. Se presta especial atención a los temas mencionados en el punto (a) de los
objetivos específicos.

En el capítulo 3, se presenta el programa experimental. En el inicio se describe la metodología


utilizada durante los ensayos, se exponen las características tanto del pilar de hormigón
armado objeto del refuerzo como del refuerzo en sí. Se justifican las variables utilizadas en el
programa experimental y finalmente cada uno de los ensayos con su correspondiente
instrumentación.

Los principales resultados del programa experimental se reúnen en el capitulo 4. Se cumpliría


así el objetivo específico desarrollado en el apartado (b).

En el capitulo 5, se realiza un análisis de los resultados experimentales comparándolos con


formulaciones existentes hasta la fecha y se comprueba la adecuación de éstas a los resultados
experimentales (objetivo específico (c)).

En el capitulo 6 se propone un método de cálculo de este tipo de refuerzos y se verifica para el


caso de los soportes ensayados en el laboratorio (objetivo especifico (d)).

Las conclusiones finales, obtenidas a partir de la experiencia ganada en el transcurso de este


estudio, se recogen en el capítulo 7, así como distintas recomendaciones de diseño y ejecución
de este tipo de refuerzos (objetivo específico (e)). Además, se presentan algunas sugerencias
para realizar futuras líneas de investigación, dando así continuidad a este trabajo de
investigación

Por ultimo, en el capítulo 8, se muestran las fuentes bibliográficas citadas a lo largo de esta
tesis doctoral.

4
CAPITULO 2
ESTADO DEL CONOCIMIENTO

El capítulo presenta, a partir de una exhaustiva revisión de la


bibliografía existente sobre el tema, el estado de la cuestión. En la
primera parte se revisan los métodos de refuerzo más utilizados
en la reparación de soportes de hormigón armado, en función del
material utilizado haciendo especial hincapié en los trabajos
experimentales. La segunda parte del capítulo se centra en los
modos de comportamiento del hormigón y el acero que forman
los pilares reforzados con perfiles y presillas metálicas y se
analizan los mecanismos que intervienen en el funcionamiento
conjunto del elemento reforzado.
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

2 Estado del conocimiento.


2.1 Introducción.

El refuerzo de estructuras de hormigón armado, es un tema complejo y en su estudio


intervienen gran cantidad de variables que abarcan desde las relacionadas con el estado de la
estructura a reforzar, hasta los distintos materiales y técnicas que se emplean para realizar la
intervención.

Desde que se empezó a estudiar el tema, se ha optado por dividir la estructura en las distintas
unidades en que puede estar constituida; vigas (Maalej M, 2005; Pham H and Al-Mahaidi R.,
2004; Smith ST. And Teng, JG. 2002; Rabinoutch O. and Frostig K., 2001; Malek A.M. and
Saadatmanesh H., 1998), pilares (Wu Y.F. and Liu T. 2006; Cheng H.L. et al., 2002; Priestley
M. et al. 1994; Rodríguez M. and Park R., 1994; Xiao Y. and Wu H., 2005; Uy B., 2002;
Cirtek 2001), forjados y cimentaciones (Mosallam A.S. and Mosalam K, 2003; Hassan T. and
Rizkalla S., 2002), y existen grupos de investigadores en todo el mundo especializados en
cada uno de estos elementos (Oehlers, DJ., 2001). También se han realizado estudios sobre el
comportamiento en las uniones (Theodorakopoulos D. and Swamy N. 1993; Antonopoulos C.
and Triantafillou, T., 2002; Harajli M. et al., 2006) de los distintos elementos reforzados y
como se transmite el efecto del refuerzo a las distintas partes de la estructura.

Como ejemplo, en la siguiente figura se observan los datos relativos al número artículos
publicados desde 1945 según la Web of Science relacionados con los diferentes elementos
estructurales y los diferentes métodos de refuerzo. Se puede comprobar que el elemento
estructurar más estudiado son las vigas. En cuanto a los pilares la mayoría de artículos
publicados en que se utiliza como material de refuerzo el acero, este actúa como un
encamisado, habiendo encontrado únicamente 3 artículos en que el acero funciona como un
empresillado (además de estos tres artículos hay publicaciones de Ramírez y Bárcena en que
se trata este tipo de refuerzo comparándolos con otros sistemas de refuerzo).

Figura 2. Número de artículos publicados en función del tipo estructural y método de refuerzo.

5
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

El presente trabajo es una aportación al refuerzo de elementos sometidos a compresión simple


y en este capítulo se pretende realizar una revisión del estado del arte.

Los distintos tipos de refuerzos de pilares se pueden clasificar en función del efecto que
produce la mejora o bien en función del material empleado para su refuerzo según la siguiente
tabla:

Según el efecto que produce la mejora Según el material empleado


• Zunchado con recrecido de hormigón
Refuerzos por zunchado
• Zunchado con angulares metálicos empresillados
(confina la sección del pilar) • Zunchado con encamisado metálico
• Zunchado mediante materiales compuestos
• Refuerzo con recrecido de hormigón
Refuerzos longitudinales
• Refuerzo con angulares metálicos empresillados
(aumenta la sección del pilar)

Tabla 1. Métodos de refuerzo de pilares de hormigón armado (GEHO 1994).

En muchas ocasiones el refuerzo actúa combinando los efectos que producen la mejora en el
pilar original, fundamentalmente al utilizar recrecidos de hormigón o angulares y presillas
metálicas.

A continuación se revisaran los métodos de refuerzo más utilizados en la reparación de


soportes de hormigón armado, en función del material utilizado, haciendo especial hincapié
en los trabajos experimentales. Se ha realizado una exhaustiva recopilación de información
que aparece resumida en forma de cuadros (tablas 2, 3 y 4) dónde además de los autores de
los ensayos de laboratorio y el año de publicación de los distintos trabajos aparecen otras
variables que son:

− Estado del pilar original: la mayoría de ensayos realizados sobre pilares de hormigón
armado reforzado se hacen sin tener en cuenta el historial de carga previo que tiene un
soporte antes de ser reforzado. En este caso se considera que el pilar ha sido ensayado
“sin precarga”. Sin embargo en algunas investigaciones recientes este hecho se tiene
en cuenta y se somete al soporte a una precarga hasta que alcanza un cierto nivel de
deformación antes de proceder a realizar el refuerzo. En este otro caso se dice que el
estado del pilar original es “con precarga”.

− Carga aplicada: se refiere al tipo de carga a que se somete a la probeta durante el


ensayo. El más habitual es la compresión centrada, pero en las investigaciones
relacionados con pilares reforzados sometidos a sismo es necesario aplicar cargas
laterales dinámicas o distintos tipos de cargas cíclicas.

− Tipo y número de probetas: se citan el número de probetas ensayadas en las distintas


investigaciones así como sus dimensiones en cm.

6
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

La segunda parte del capítulo (apartado 2.3 y posteriores) se centrará en los modos de
comportamiento del hormigón y el acero que forman los pilares reforzados con perfiles y
presillas metálicas y se analizarán los mecanismos que intervienen en el funcionamiento
conjunto del elemento reforzado.

Todo ello con el objetivo de establecer el punto de partida del presente estudio, así como su
justificación.

2.2 Tipos de refuerzos en pilares de hormigón armado.

La bibliografía existente sobre el refuerzo de pilares de hormigón armado es mucho menor


que la correspondiente a vigas (ver figura 2), y esto parece debido a la menor frecuencia de
fallo de estos elementos estructurales frente a los sometidos a flexión, aunque por otra parte,
su rotura suele ser frágil y frecuentemente provoca el colapso de la construcción.

Al realizar este tipo de intervención en cualquier estructura, se modifica el esquema resistente


de la misma, variando la inercia y la ductilidad de alguno de los elementos que la componen,
y por tanto variando el comportamiento de misma.

La manera más frecuente de clasificar los distintos tipos de refuerzos en pilares de hormigón
armado es en función de la técnica elegida para realizar la operación, siendo las más
habituales el recrecido de hormigón alrededor del elemento a reforzar y la adhesión de chapas
metálicas o láminas de materiales compuestos en el exterior del soporte. Existen otros
métodos como realizar postesados en los elementos dañados, cosidos de fisuras, añadir
elementos supletorios a la estructura, pero en general su aplicación ha sido más particular y no
son métodos tan generalizados.

A continuación se van a presentar los estudios experimentales mas significativos que se han
realizado estudiando el comportamiento de soportes de hormigón armado reforzados con
distintas técnicas:

− Con recrecidos de hormigón


− Láminas de materiales compuestos
− Chapas de acero adheridas
− Refuerzos localizados.

Se han realizado a modo de resumen unas tablas para cada tipo de refuerzo (tabla 2, tabla 3 y
tabla 4) en el que se recogen además de los autores y el año de publicación del estudio
correspondiente, otros datos; si el soporte ha estado precargado o no previamente a la
realización del ensayo, el tipo de carga aplicada (compresión simple, momentos flectores,
cargas cíclicas o cortantes) y las dimensiones y número de probetas ensayadas. A partir de
estos datos y de las ventajas y desventajas que presenta cada tipo de refuerzo se justifica la
elección del tipo de refuerzo objeto de la presente tesis doctoral.

7
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

2.2.1 Refuerzos con recrecidos de hormigón.

Según la bibliografía existente ésta sería la técnica de refuerzo estructural más antigua de la
que tenemos constancia (Ramirez and Barcena 1975, Bett et al. 1988, Rodríguez and Park
1994, Abdullah 2001 ). Su funcionamiento es bastante intuitivo. Una vez localizado el soporte
a reforzar, aumentando su sección se conseguirá aumentar su resistencia a compresión. El
aumento de la sección se realiza añadiendo paneles prefabricados o realizando el recrecido de
la sección in situ tras sanear el soporte original. En este caso se colocan nuevas barras y
estribos en la parte exterior del pilar y esta armadura se recubre con hormigón colado o
proyectado.

En este tipo de refuerzo hay que cuidar especialmente la zona donde se produce la unión entre
el material antiguo y el nuevo, asegurando la transmisión de esfuerzos y estudiando los
límites de tensión y deformación en la superficie de contacto. Si se realiza el recrecido in situ,
se consigue un efecto zuncho al producirse la retracción del nuevo hormigón que mejora la
unión y transmisión de esfuerzo entre los dos materiales. Algunos de los trabajos mas
destacados con este tipo de refuerzo figuran en la tabla 2. En los últimos años se ha empleado
hormigón autocompactable para la realización del recrecido de hormigón. La utilización de
este material simplifica la puesta en obra del refuerzo aunque encarece el coste de material.

Como se ve en la citada tabla, los autores que proceden de Estados Unidos y Japón, centran el
estudio de este tipo de refuerzo en el comportamiento frente a sismo (cargas laterales),
mientras que en Europa los ensayos de los elementos reforzados se han centrado en soportes
sometidos a compresión simple.

De modo general, y tras la verificación experimental, todos coinciden en la eficacia de este


método para mejorar la rigidez, ductilidad y resistencia de las estructuras de hormigón
armado, pero destacan la cantidad de medios, espacios y mano de obra necesaria para llevar a
cabo la operación.

Fig 3. Recrecido de un pilar situado en zona símica (Regalado 1999).

8
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Estado del pilar Tipo y número


Autores Año Carga aplicada
Original de probetas
Ramírez y 1975
Sin precarga Compresión simple 12 de 25x25x160
Bárcena 1977

1 con precarga Compresión simple +


Bett et al. 1988 3 de 30x30x92
2 sin precarga carga cíclica lateral

Rodríguez y 1991 2 con precarga Compresión simple +


4 de 35x35x142
Park 1994 2 sin precarga carga cíclica lateral

Ersoy, Tankut Compresión simple + 4 de 13x13x100


1993 Con precarga
y Suleiman momento flector 5 de 16x16x100

Fukuyama Compresión simple + 1 de 45x45x90


2000 Con precarga
et al. carga cíclica cortante 2 de 35x35x90

7 de 20x20x
Navarrete B. 2003 Sin precarga Compresión simple
(30-70)

Tabla 2. Ensayos sobre pilares reforzados con recrecidos de hormigón.

A continuación, se van ha exponer los principales beneficios y los inconvenientes de este


método extraídos de los estudios publicados.

Ventajas

• Los materiales utilizados y la técnica de aplicación son normalmente muy conocidos y


similares a cualquier trabajo de hormigón.
• Generalmente la transmisión de tensiones entre el elemento original y el refuerzo es
buena.
• El fallo por cortante en la unión del pilar con el forjado no es frecuente, ya que se
aumenta significativamente la sección del pilar original, y la carga se transmite tanto
de manera directa como por rozamiento y adherencia entre el pilar original y el
refuerzo. No se concentran cargas en la cabeza del pilar.

Desventajas

• El elemento reforzado no puede ponerse en carga hasta que el hormigón no haya


alcanzado sus resistencias de cálculo (cómo mínimo 28 días).
• Necesita una ejecución cuidada, con vibrado del hormigón o aplicando hormigón
proyectado.

9
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

• El incremento de las dimensiones y el peso propio de la estructura no son


despreciables. Al variar considerablemente la inercia y el área se requiere un recálculo
de toda la estructura. El aumento de rigidez puede afectar a los esfuerzos que deban
soportar las vigas y pilares contiguos.
• Los cambios en las secciones influyen también en la apariencia estética, y en el caso
de edificación en el espacio de las viviendas.

La complejidad de ejecución de este tipo de refuerzos en estructuras que están en servicio lo


desaconsejan en muchas ocasiones.

2.2.2 Refuerzos con láminas de materiales compuestos.

En el caso de refuerzos de soportes de hormigón armado con láminas de materiales


compuestos, la actuación consiste en enrollar el elemento a reforzar con una lámina de
material compuesto (normalmente fibra de carbono, con un límite elástico cercano a 2400
MPa), adherida al pilar original con resinas epoxídicas. Es como aplicar un vendaje al soporte
de hormigón armado aportando un gran confinamiento al elemento original.

Los estudios y el uso de este tipo de refuerzo se desarrollaron principalmente a partir de los
años 90 y actualmente es el tipo de actuación más investigado. Su empleo se inició a
mediados de la década de los 80 de la mano del profesor U. Meier en Zurich. La primera
aplicación a escala real fue el refuerzo del puente Ibach (Meier U. et al., 1993) en Lucerna
(Suiza), en España la aplicación pionera fue en el puente del Dragó en Barcelona, al ser
necesario el refuerzo de una serie de vigas (Sobrino J. y Gómez D., 1998).

Fig. 4. Refuerzo con láminas de fibra de carbono (www.sika.com).

A pesar de su gran utilización tiene graves problemas aún no resueltos como su alto coste, su
despegue en el momento de la rotura que la convierten en totalmente frágil y su
comportamiento frente a fuego.

10
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Los materiales compuestos utilizados para la ejecución de las láminas para reforzar son las
fibras de vidrio, las fibras orgánicas (aramida) y las fibras de carbono (Alarcón 2003)

Los ensayos en laboratorio más significativos con este tipo de refuerzo en soportes de
hormigón armado quedan recogidos en la siguiente tabla.

Estado del pilar Tipo y número


Autores Año Carga aplicada
Original de probetas
Aboutaha et al 1999 con precarga Lateral dinámica 11 de 25x25x125

Demers M.
1999 Sin precarga Compresión simple 16 cilin Ø30 x120
and Neale K.

Purba B. and
1999 Sin precarga Compresión simple 3 cilin Ø19 x79
Mifti A.

Fukuyama et Compresión simple + 1 de 41x41x90


2000 Sin precarga
al carga cíclica cortante 1 de 35x35x90

Parvin and
2001 Sin precarga Compresión simple 11x11x30
Way

Li G. et al 2003 Sin precarga Compresión simple 8 cilin Ø15 x61

Compresión simple +
Wu Y. et al. 2003 Sin precarga 6 de 20x20x110
carga cíclica

Xiao Y. and Compresión simple +


2003 Sin precarga 5 de 25x25x102
Wu H. carga lateral

Compresión simple +
Galal K. et al . 2005 Sin precarga 7 de 30x30x92
carga cíclica

Compresión
Hadi M.N.S. 2005 Sin precarga 6 cilin Ø20x93
excéntrica

Tabla 3. Ensayos sobre pilares reforzados con láminas de materiales compuestos.

En la actualidad hay un gran número de investigaciones en curso en todo el mundo con el


objetivo de estudiar el comportamiento de las estructuras reforzadas con láminas de
materiales compuestos (ej. Fardis and Khalili 1981, Ahmad et al.1991, Harmon and Slattery
1992, Demers and Neale 1999, Mirmiran et al. 1998, Miyauchi et al. 1999, Purba and Mufti
1999, Saafi et al. 1999, Toutanji 1999, Xiao and Wu 2003, etc.), aunque muchas de estas
investigaciones entran en contradicciones significativas (Casas 2004). Se puede decir que este
método se aplica con bastante frecuencia en elementos sometidos a flexión y también cuando
el objetivo de la reparación es hacer la estructura más resiste frente a sismo.

11
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

En el caso de los pilares, su efecto principal es proporcionar una tensión de confinamiento.


Este confinamiento será máximo en las columnas circulares y elípticas. En las envolturas
rectangulares, incluidas las cuadradas sólo proporcionan fuerzas internas en las esquinas,
aunque aportan un confinamiento significativo. Según distintos manuales como el Pliego de
Condiciones nº 26 de SIKA y el CC-1 de Constructions Chemicals, DEGUSSA, la envoltura
de columnas rectangulares o cuadradas estará limitada a aquellas cuya relación entre los lados
sea inferior a 1,5. Estas recomendaciones se basan en los siguientes documentos que han
aparecido en los últimos años:

− The Concrete Society. Technical Report nº 57 “Strengthening concrete


structures using fibre composite materials: acceptance, inspection and
monitoring”. 2003.

− American Concrete Institute. ACI 440.2R “Guide for design and construction
of externally bonded FRP systems for strengthening concrete structures”.
2002.

− CEB-FIB. “Externally Bonded FRP reinforcement for RC structures”.2001.

En estos casos no existe aumento de resistencia a compresión debido al aumento de la sección


del soporte reforzado y la ejecución en obra debe ser muy cuidadosa. Por otra parte, la
aparición de normativa indica lo avanzado del estado de su investigación.

A modo de resumen, se van ha exponer los principales beneficios y los inconvenientes de este
método.

Ventajas

• El método proporciona excelentes propiedades de fatiga a la estructura.


• El bajo peso de los materiales utilizados hace que sea muy manipulable en obra.
• No se modifica significativamente ni la sección ni la altura del elemento reforzado.
• Es un método de rápida aplicación.

Desventajas

• Si no se dispone de protección exterior el sistema no es resistente al fuego ni al


impacto.
• Es necesario que las superficies de los dos materiales a unir estén en perfectas
condiciones.
• Es muy difícil controlar el espesor de de la resina que se utiliza como adhesivo. Si la
capa colocada es demasiado gruesa (más de 1,25 mm.), pierde eficacia. (Fernández
Canovas 1981).

12
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

• Eficaz con secciones de forma circular, pero esta eficacia se reduce considerablemente
en secciones cuadradas y rectangulares, habituales en obras de edificación.

2.2.3 Refuerzos con chapas de acero adheridas.

Este método junto con el recrecido de hormigón, es el más antiguo. Se originó en Francia
donde l´Hemite (1967) y Bresson (1971) llevaron a cabo ensayos de refuerzo de vigas de
hormigón. Hay también informes de uso de este tipo de refuerzo en Sudáfrica (Dussek 1974).
En la actualidad se puede decir que el método se ha utilizado en todo el mundo, y en el caso
de España es de los más utilizados para reforzar soportes.

Sin embargo no hay suficientes datos experimentales que permitan sustentar científicamente
ningún método de diseño y cálculo de este tipo de refuerzo. Éstos se reducen, en la actualidad,
a una serie de recomendaciones de uso basadas en la intuición y en una experiencia empírica.

En el siguiente cuadro aparecen los ensayos sobre elementos a escala real que se han llevado a
cabo utilizando este tipo de refuerzo y que han aparecido publicados en los últimos años.

Estado del pilar Tipo y número


Autores Año Carga aplicada
Original de probetas
Ramírez y 1975
Sin precarga Compresión simple 12 de 25x25x160
Bárcena 1977

Fukuyama et 1 Sin precarga Compresión simple + 1 de 45x45x90


2000
al 1 Con precarga carga cíclica cortante 1 de 35x35x90

Cirtek 2001 Sin precarga Compresión simple 39 de 30x30x150

6 de 15x15x45
Uy B. 2002 Sin precarga Compresión simple 6 de 15x30x82
4 de 15x15x175

Tabla 4. Ensayos sobre pilares reforzados con chapas metálicas.

A modo de resumen, se van ha exponer los principales beneficios y los inconvenientes de este
método.

Ventajas

• Es un método pionero en el refuerzo de estructuras, bien conocido y con muchas


aplicaciones realizadas.
• Se consigue un gran incremento de la resistencia a compresión.

13
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

• Existe personal con experiencia en la realización de este tipo de refuerzo.


• Solución de una gran solidez.
• Económico frente a otros métodos de refuerzo.

Desventajas

• Es un método poco flexible, con una geometría muy marcada.


• La eficacia del refuerzo es muy variable dependiendo de la forma en que se ha
realizado la ejecución del mismo (Fernández Canovas, 1994)
• No existen métodos de cálculo contrastados que permitan su diseño utilizando la
cantidad óptima de acero para el refuerzo.

Fig. 5. Refuerzo con angulares y presillas metálicas.

Lo habitual de su uso y la carencia de conocimiento sobre su comportamiento señalan la


necesidad de desarrollar un programa de investigación experimental sobre este tipo de
refuerzo. A partir del estudio podría obtenerse formulaciones sencillas que permitan su
cálculo y dimensionamiento.

2.2.4 Refuerzos localizados.

En algunos casos pueden aparecer defectos localizados en soportes de hormigón armado


causados por la existencia de zonas con corrosión avanzada de armaduras y estribos, áreas con
hormigón de mala calidad, roturas por dilataciones anormales del material (incendios y
explosiones), zonas afectadas por choques de vehículos (pilas de puente y soportes de

14
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

aparcamientos subterráneos, etc.) Estando en alguna de estas situaciones se puede optar por
plantear una reparación localizada que no afecte a toda la longitud del pilar.

En estos casos se tiene que estudiar muy bien el área de influencia del refuerzo localizado y su
posición correcta. En España se han llevado a cabo estudios con este tipo de de intervención
en los laboratorios LABEIN, por parte de Ramírez y Bárcena (1993) que compararon la
eficacia de distintos tipos de refuerzos localizados. Por otra parte en el laboratorio
INTEMAC, se han llevado a cabo ensayos (Navarrete 2003) para estudiar la transferencia de
carga entre el pilar y el refuerzo a través de la superficie de contacto entre un soporte de
hormigón y su recrecido, analizando especialmente la influencia de la longitud de
transferencia de manera que se garantice que la carga sea efectivamente transferida.

Existen otras variantes de refuerzo localizado a realizar mediante elementos metálicos. A


continuación se describen algunas de ellas que fueron desarrolladas en 1993 en los
laboratorios de LABEIN.

Fig. 6. Esquema y fotografía de un refuerzo localizado con acero (Ramírez y Bárcena, 1993).

Uno de los refuerzos localizados consiste en angulares adosados con tornillos pretensados. El
esquema consiste en la colocación de cuatro angulares de acero con piezas perforadas
soldadas a sus alas, en las que se introducen tornillos de alta resistencia. Los angulares se
adhieren al pilar de hormigón con un mortero epoxídico y se aprietan controladamente los
tornillos.

La transferencia de esfuerzo entre angulares y hormigón, se hace en función del rozamiento


provocado por el tesado de los tornillos, además del efecto zuncho introducido por la
compresión lateral.

Otros de los refuerzos localizados son con encamisados parciales con chapa de acero, bien
soldada en toda la superficie a reparar, o chapas y angulares pegados. El primero de ellos se
basa en la transferencia de esfuerzo por adherencia y fricción entre el hormigón original y el
encamisado realizado con dos chapas dobladas en L y soldadas longitudinalmente. Si queda
algún hueco entre la chapa y el hormigón se inyecta un material epoxídico en él.

15
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Fig. 7. Esquemas de refuerzos localizado con acero (Ramírez y Bárcena, 1993).

En el segundo el planteamiento es similar, pero con la diferencia de que este no es continuo,


sino que está formado por piezas independientes pegadas entre sí. Las cuatro chapas están
adheridas a las caras del pilar y los angulares se adhieren a las chapas laterales, cerrando de
esta manera el encamisado.

El inconveniente de estos sistemas es que el proceso de colocación es laborioso.

2.3 Pilares reforzados mediante angulares y presillas metálicas.


Mecanismos que intervienen en su comportamiento.

2.3.1 Introducción.

Para estudiar el comportamiento de una parte de una estructura compuesta por materiales
diferentes que se pretende que actúen conjuntamente, es necesario conocer el comportamiento
individual de cada uno de ellos así como su interacción.

En el presente apartado se describe el comportamiento del hormigón bajo carga axial de


compresión centrada. También se estudiará el comportamiento del acero laminado y el efecto
del confinamiento sobre el comportamiento del hormigón.

Otro aspecto relevante en el estudio del comportamiento de este tipo de refuerzo lo


constituyen los mecanismos de transferencia de cargas entre los dos materiales, hormigón y
acero que se pueden dividir en los siguientes:

− Transmisión directa de axil a través de la cabeza (1) figura 8. Este efecto será muy
significativo en los casos en que se coloquen capiteles para potenciarlo.
− Transmisión de cargas por esfuerzo rasante entre el pilar original y el refuerzo (2)
figura 8.

16
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Además de recoger parte de las cargas que recibe el pilar, el refuerzo mejora la resistencia del
hormigón gracias al efecto de confinamiento introducido por las presillas y angulares (3)
figura 8.

Fig. 8. Mecanismos de transferencia de cargas entre el hormigón y el acero (Río y Ortíz, 1991).

2.3.2 Comportamiento del hormigón a compresión uniaxial y multiaxial.

El hormigón armado es el material de construcción más empleado en el mundo, por lo que el


estudio de su comportamiento está muy extendido. El hormigón es un material compuesto
principalmente por áridos, cemento y agua distribuido homogéneamente en toda su masa.
Sobre todo se utiliza en construcción por su gran resistencia a compresión y aunque en la
actualidad se pueden conseguir hormigones de más de 100 MPa, en nuestro trabajo se van a
emplear hormigones de baja resistencia, ya que son los que necesitan ser reparados. En la
gráfica siguiente se puede apreciar la curva tensión deformación de un hormigón de 20 MPa
sometido a compresión según el Código Modelo (1990). La relación tensión-deformación no
es lineal, y recordemos que en el hormigón cuanto más baja es su resistencia menor es su
rigidez y normalmente su rotura es más dúctil.

Fig. 9. Curva tensión-deformación idealizada para el comportamiento del hormigón en


compresión según Código Modelo.

17
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

• Mecanismos de rotura en el hormigón a compresión uniaxial.

Si se ensayan por una parte los áridos que forman parte del hormigón y también aisladamente
la pasta de cemento, se obtendrían gráficas tensión-deformación lineal, y probablemente se
llegaría a mayores resistencias que el hormigón formado por ellos. Esto se sabe que es debido
a que cuando se estudia el hormigón como material compuesto por áridos y pasta de cemento,
se introducen los efectos locales de la interfaz de estos dos elementos. Los defectos que
aparecen en la interfaz son los que provocan una disminución de la resistencia, respecto de los
materiales estudiados individualmente.

En las siguientes figuras se puede ver la evolución de las fisuras en la masa del hormigón
sometido a compresión, así como la evolución de las deformaciones axiales, laterales y
volumétricas. El siguiente gráfico está adaptado de Carpinteri e Ingraffea (1984) y se obtiene
a partir de la rotura de una probeta cilíndrica de hormigón de 15x30cm.

Fig. 10. Tensión-Deformación del hormigón bajo compresión Uniaxial y parámetros de


deformación (Adaptación de Carpintero and Ingraffea 1984)

En la primera zona de carga I, el comportamiento del material es prácticamente lineal y las


fisuras existentes por retracción no se propagan (a). Una vez superado este nivel de carga y
debido principalmente a las heterogeneidades del hormigón el comportamiento se vuelve no
lineal. Además y debido a la fuerza axial, la probeta empieza a deformarse lateralmente,
apareciendo tracciones.

Estas tensiones dentro de la matriz del hormigón no obtienen igual respuesta en los áridos que
en la pasta (figura 11), deformándose lateralmente esta última. Esta deformación de la pasta
de cemento, provoca las el aumento de las fisuras que se observan en (b). Si seguimos
cargando hasta alcanzar el 80-90% de la tensión máxima, las fisuras alrededor de las áridos
empiezan a propagarse principalmente en el sentido de aplicación de carga, y por los efectos
de cortante y tracción introducidos en la probeta (c). En este escalón de carga III, la no
linealidad de la deformación del hormigón es muy evidente y se produce la propagación y
unión de las fisuras con la abertura de estas. Este incremento en el grosor de las fisuras

18
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

provoca un incremento notable en la deformación lateral por lo que la deformación


volumétrica (εvol =εc + 2 εch) cambia de dirección.

Fig. 11. Evolución de las fisuras en el hormigón (Johansson 2002).

Antes de llegar a la carga máxima se puede decir que el proceso de fisuración es estable, esto
es, se necesita aumentar la tensión para que aumenten las fisuras. Sin embargo una vez
alcanzada la carga máxima se vuelve inestable, y por ello la tensión empieza a disminuir para
evitar el aumento descontrolado de la deformación lateral (Johansson 2002).

Con todo ello, y si observamos la figura 12 se ha comprobado que la rotura a compresión del
hormigón es una combinación de rotura por cortante y tracción.

Fig. 12. Idealización del estado de tensiones alrededor de una partícula de árido (Vile 1968)

Como se explicará en los capítulos siguientes, en los ensayos experimentales llevados a cabo
en la presente investigación, el hormigón previamente a ser reforzado sufrió una deformación
previa (una precarga del soporte original que provocó la aparición de deformaciones)
correspondiente al 65-70% de la carga de rotura. Por lo tanto se encuentra dentro de la zona
en que las fisuras son estables (II y parte baja de III).

19
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

• Mecanismos de rotura en el hormigón a compresión multiaxial.

Al reforzar pilares de hormigón armado con angulares y presillas y metálicas se incrementa la


resistencia del pilar original debido a dos factores principalmente. Por una parte se está
añadiendo acero laminado al elemento estructural, con el incremento de resistencia a
compresión que eso conlleva, y por otra parte se está confinando el soporte.

En general el estado de tensión uniaxial en un soporte de hormigón representa sólo una de las
infinitas condiciones de tensión a que se ve sometida una parte de la estructura en toda su
historia (Kotsovos 1987). La respuesta del hormigón varía para los distintos estados de
tensión y es importante conocer su comportamiento.

En nuestro caso al reforzar la estructura y empezar a cargarla, las deformaciones que aparecen
son la respuesta a un estado uniaxial, hasta un determinado momento en que entra en
funcionamiento una tensión lateral (σlat) introducida por las presillas que zunchan el soporte.
Se puede decir que en las zonas del soporte ocupadas por presillas metálicas el hormigón está
sometido a una tensión triaxial.

El comportamiento del hormigón en compresión triaxial principalmente se ha estudiado


ensayando probetas cilíndricas sometidas a una presión de confinamiento lateral, en células de
ensayo triaxial, dónde la presión de confinamiento se aplica alrededor del cilindro, mientras
que la tensión de compresión se incrementa hasta la rotura. Si la tensión que confina
lateralmente el hormigón en las dos direcciones es igual se llegará a graficas como las que
siguen, dónde se puede observar la influencia de la presión lateral de confinamiento.

Fig. 13. Tensión deformación para un cilindro en compresión triaxial (Johansson 2002)

Otro aspecto a remarcar es que el confinamiento del hormigón provoca un aumento en la


ductilidad. El hecho de que un hormigón confinado pueda alcanzar tensiones mayores que un
hormigón sin confinar, se comprueba al estudiar como se propagan las fisuras en el material.
Como se ha visto en la figura 12, una de las tensiones que provoca el aumento de las fisuras
en la tensión de tracción que aparece debido a la diferencia del módulo de elasticidad de los

20
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

áridos y de la pasta de cemento. La presión lateral de confinamiento es en la misma dirección


y sentido contrario a esta tracción, y por lo tanto la equilibra.

Los intentos por cuantificar el incremento de resistencia compresión por el efecto de


confinamiento datan de 1928, cuando Richard et al. propusieron la siguiente formula
empírica:

f cc = f co + 4,1 ⋅ σ lat [2.1]

dónde fcc: Resistencia a compresión del hormigón confinado


fco: Resistencia a compresión del hormigón sin confinar
σlat: Tensión horizontal debida al confinamiento.

Aparte de esta fórmula, otros investigadores han estudiado el tema y han llegado a proponer
otras expresiones para determinar la carga de rotura del hormigón confinado. Resulta muy
interesante revisar la recopilación que efectuó A. Delibes (1993), de las diferentes propuestas
presentadas a lo largo del tiempo y que se incluyen en la siguiente tabla:

AUTORES RELACIÓN COMENTARIOS

f cc = f co + (4,6 ± 0,1) ⋅ σ lat


HOBBS

f cc = f co + 5 ⋅ σ lat
SEN
Parámetros dependientes de dosificación,
ZIMMERMAN humedad y tensiones.
f cc = f co + (3,34 a 5,0 ) ⋅ σ lat 0 < σ c < 1,8 a 2,3 ⋅ f co
f cc = (1,41 a 1,69 ) ⋅ f co + (1,99 a 2,73) ⋅ σ lat 1,8 a 2,3 ⋅ f co < σ c < 4 a 5 ⋅ f co
f cc = f co + 4 ⋅ σ lat σ c < 4 ⋅ f co
HANNANT Y
SENT
f cc = 1,75 ⋅ f co + 3 ⋅ σ lat 4 ⋅ f co < σ c < 8 ⋅ f co

Tabla 5. Diferentes propuesta del valor de resistencia a compresión del hormigón confinado.

Dentro de la recopilación bibliográfica efectuada previamente a la redacción del presente


trabajo, se ha encontrado que la expresión más reciente que incluye el efecto del
confinamiento en el incremento de la resistencia a compresión del hormigón, corresponde a
Karbhari y Gao, y data del año 1997. En dicha expresión, se cambia el valor 4,1 que aparece
en [2.1] por el siguiente valor:
−0 ,13
σ 
k1 = 2,1 ⋅  lat  [2.2]
 f co 

21
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

La dificultad de aplicar este tipo de formulación es que, como se ve en la ecuación [2.2], el


valor de k1 depende de σlat, por lo que en refuerzos dónde la tensión lateral sea variable (el
confinamiento del soporte varíe al aumentar o disminuir el nivel de carga a que se somete al
elemento reforzado) es de difícil aplicación.

Insistimos en que dentro de todas las expresiones mostradas, la más utilizada es la [2.1],
siendo curiosamente la de aparición más antigua.

Para calcular la deformación correspondiente a la máxima tensión que soporta el hormigón


confinado, y volviendo a la formulación de Richard et al. se tiene que:

f 
ε cc = ε co ⋅ β1 ⋅  cc − β 2  [2.3]
 f co 

dónde εco es la deformación bajo carga máxima en un hormigón sin confinar, β1 = 5 y β2 =


0.8 y utilizando la ecuación [2.1] se puede deducir:

 4,1 ⋅ σ lat  
ε cc = ε co ⋅ β1 ⋅ 1 +  − β 2  [2.4]
 f co  

Otro aspecto importante que se detecta al confinar el hormigón, consiste en un apreciable


aumento de la ductilidad, pudiendo llegar a deformaciones de rotura cercanas al 10 ‰,
mientras que en un hormigón sin confinar se llega al 2 ‰ (Jiménez et al. 2000). Esto se
traduce en una considerable capacidad de aviso antes de que se produzca el agotamiento de la
sección.

Figura. 14. Esquema de curva tensión-deformación para el hormigón confinado y no


confinado (Johansson 2002).

Estos detalles se ampliaran en el apartado 2.3.4 del presente capitulo dónde se trata de la
interacción entre el soporte de hormigón y el acero del refuerzo y se especifican
formulaciones que aparecen en distinta normativa para tener en cuenta su efecto en el cálculo.

22
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

2.3.3 Comportamiento del acero.

Cuando el acero aparece en las estructuras de hormigón armado, normalmente lo hace para
soportar las tensiones de tracción que pueden aparecer, y por ello su utilización como
armadura es imprescindible en el caso de elementos estructurales sometidos a tracción o
flexión.

Sin embargo en el caso que nos ocupa, los perfiles laminados de acero se colocan en la parte
externa del soporte de hormigón con la finalidad de aumentar la resistencia a compresión del
mismo y por lo tanto trabajaran fundamentalmente a compresión.

Pero como veremos en siguientes capítulos, al iniciar la carga del soporte reforzado y debido
a la fuerza de compresión, el hormigón empezará a deformarse lateralmente lo que introducirá
en el acero del refuerzo tensiones horizontales además de la tensión de compresión.

• Mecanismos de rotura en el acero.

El acero es utilizado en la construcción por sus buenas resistencias mecánicas, tanto a


compresión como a tracción, así como por su buena ductilidad. Además se puede decir que su
curva tensión deformación se comporta de manera lineal hasta la tensión correspondiente a su
limite elástico (fy), dónde tras plastificar es capaz de soportar tensiones superiores hasta a
alcanzar la de rotura (Fig. 15).

Figura. 15. Diagrama tensión-deformación de un acero.

Las características de calidad del acero utilizado en construcción, normalmente se obtienen de


ensayos de resistencia a tracción, pero se consideran también validos para el caso de acero a
compresión, con la diferencia que al someter a un acero a compresión no tiene realmente una
tensión última de rotura. Lo que ocurre es que al someter al acero a compresión (normalmente
este material en construcción tiene secciones pequeñas) aparecen fenómenos de inestabilidad,
como pandeo que hacen que se reduzca la resistencia a compresión. En la zona en la que se

23
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

produce la rotura del acero aparece una variación de la sección. Normalmente cuando
sometemos al acero a una tracción, la sección se reduce, y al someterlo a compresión
aumenta.

En el caso que nos ocupa ya se ha comentado que el acero laminado estará sometido
principalmente y durante todo el ensayo a compresión centrada, pero además, debido al
confinamiento que ejerce sobre el hormigón a partir de una cierta deformación lateral de este,
empezará a “empujar” lateralmente al acero del refuerzo. Podremos conocer las tensiones (en
el rango elástico) en las dos direcciones principales a partir de las deformaciones utilizando la
ley de Hooke generalizada:

Ea
σ1 = (ε 1 + ν a ε 2 ) [2.5]
1 −ν a
2

Ea
σ2 = (ε 2 + ν a ε 1 ) [2.6]
1 −ν a
2

siéndo Ea el módulo de Young y νa el módulo de Poisson, en el tramo elástico.

2.3.4 Interacción entre soporte original y acero del refuerzo

La finalidad de la realización del refuerzo en el pilar de hormigón armado es mejorar la


resistencia a compresión del elemento estructural sin disminuir su ductilidad.

Fig. 16. Pilar reforzado con angulares metálicos empresillados. En la sección A-A se comprueba el
confinamiento del soporte original a la vez del incremento de sección (Regalado1999).

Este incremento de resistencia se va a conseguir por dos mecanismos diferentes. En primer


lugar el acero laminado como material de construcción es capaz de soportar elevadas

24
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

tensiones de compresión por lo que “ayudará” al hormigón al liberarle de parte de carga, y por
otra parte, el refuerzo introducirá esfuerzos de confinamiento (tensiones laterales), lo que
provocará un aumento de la resistencia a compresión del mismo.

Ahora queda conocer cómo se va a realizar la transferencia de cargas entre acero y hormigón
y si es posible (descargando la estructura previamente a la realización del refuerzo y
colocando un capitel en la zona de unión soporte-viga) conseguir que el perfil laminado entre
en carga inmediatamente.

Distintos autores han estudiado el tema (Ramírez y Bárcena, 1977; del Río, 1987; Regalado,
1999) y han concluido que la tensión que llega al acero lo hace principalmente por dos
mecanismos:

- Transmisión directa del axil a través de la cabeza del soporte

- Transmisión de cargas en toda la zona de contacto (angulares y presillas) de acero-


hormigón

Se van a revisar a continuación.

• Transmisión directa del axil, a través de la cabeza del soporte.

El tipo de refuerzo estudiado, consiste en cuatro perfiles de acero laminado adheridos (con
resina epoxídica o mortero de cemento) a las esquinas del pilar a reforzar y unidos mediante
presillas metálicas soldadas. Es habitual en las obras realizadas con este tipo de refuerzo, que
se favorezca la transmisión directa del axil que debe soportar el pilar, al elemento de refuerzo.
Esta ayuda se consigue con la elaboración de un capitel en la parte superior e inferior del
refuerzo, con el objetivo de compatibilizar parcialmente las deformaciones en cabeza de
soporte original y refuerzo, provocando cierta entrada en carga de éste último (Río y Ortiz,
1991).

Alfonso del Río, en su tesis doctoral (del Río 1987), insiste especialmente en la necesidad de
efectuar una adecuada concepción del capitel, dotando al mismo de una rigidez suficiente que
permita compatibilizar deformaciones en cabeza del soporte original y el refuerzo.

Aparte de las fuentes citadas, no se han encontrado publicaciones en las que aparezca
cuantificada la carga que se puede transmitir directamente a través de este elemento. Por otra
parte cabe resaltar y recordar que el estudio que nos ocupa se ha limitado a investigar el
comportamiento de soportes de hormigón armado reforzados sometidos a esfuerzos de
compresión simple. En el caso en que aparezcan otro tipo de esfuerzos la forma de
funcionamiento del capitel, así como su diseño, puede variar notablemente.

En caso de prescindir de este elemento, la transmisión de esfuerzos al acero del refuerzo se


realizará a lo largo de la longitud del pilar original, por esfuerzo rasante. También se logrará

25
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

incrementar la resistencia a compresión del soporte por el efecto de confinamiento que


introducen las presillas.

• Transmisión por rasante en la zona de contacto acero-hormigón.

Un mecanismo que tiene mucha importancia para la entrada en carga del refuerzo, es la
transmisión de los esfuerzos a través de la interfaz entre el hormigón del pilar original y el
acero del refuerzo. Entre estos dos materiales suele colocarse un adhesivo que en la mayoría
de ensayos es mortero de cemento y en otros mortero epoxídico. Los mecanismos de
transferencia por rasante entre el hormigón y acero serán la adherencia y la fricción de estos
dos materiales con el mortero. Al ser el mortero de cemento y el hormigón materiales de la
misma naturaleza, presuponemos (posteriormente se ha comprobado experimentalmente) que
no habrá deslizamiento entre el hormigón y el mortero, y consideraremos la unión entre estos
dos materiales totalmente solidaria.

El fallo más habitual de este tipo de refuerzo es por rotura del hormigón, y cuando esta se
produce, es decir, cuando el hormigón empieza a fisurar se observa una disminución de la
efectividad del adhesivo, lo que provoca que no todo el refuerzo entre en carga (no se han
podido transmitir los esfuerzos desde el hormigón a los angulares). Algunos autores han
estimado que el mecanismo de transmisión de cargas por adherencia sólo tienen lugar hasta
que el deslizamiento alcanza 0.01 mm. (Kennedy 1984). En este mecanismo también puede
introducir variaciones la aparición de fisuras por retracción del mortero de cemento.

Tras una búsqueda exhaustiva de la bibliografía disponible hasta la fecha se observa que la
cuestión de la transmisión de esfuerzos entre el elemento original (de hormigón armado) y el
refuerzo (perfil metálico) a través de la interfase (de mortero de cemento o más habitualmente
de morteros compuestas por resinas epoxídicas) está ampliamente estudiada en el caso de
elementos sometidos a flexión (vigas) (Van Gemert 1980, Fernández 1985, Tanaka 1996,
Hiroyuki y Wu 1997, Maeda et al 1997, Täjsten 1994, Chen and Teng 2001, etc.) pero de
manera insuficiente en soportes.

En el año 1987 aparece un modelo teórico de comportamiento en la tesis doctoral de Alfonso


del Río “Aportaciones al refuerzo de estructuras de hormigón armado de edificación”, y más
recientemente ha aparecido una publicación (Uy 2002) que, aunque trata sobre soportes de
hormigón reforzados con chapas metálicas, su filosofía es diferente al tema que nos ocupa, ya
que se trata de chapas adheridas ocupando toda la superficie del pilar.

En cualquier caso los valores de coeficiente de fricción entre acero y hormigón para
elementos de hormigón reforzados sometidos a compresión se han obtenido por medio de
otros ensayos, siendo el más habitual el Push-pull. En el año 1990 Baltay y Gjelsvik
obtuvieron con este ensayo el valor de µ= 0.47 como coeficiente de fricción y también
llegaron a la conclusión de que en algunos ensayos en los que la presión lateral era alta,
aparecían tensiones cortante elevadas sin deslizamiento significativo entre los dos materiales.

26
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Posteriormente en 1994 Olofsson y M. Holmgren estimaron el coeficiente de fricción entre


acero y hormigón como la constante µ=0,59 en ensayos realizados introduciendo un cilindro
de acero en el interior de un cilindro de hormigón y sometiéndolo a un giro acompañado de un
esfuerzo axial.

Fig. 17. Mecanismos de transferencia de cortante, entre acero-mortero-hormigón


(Johannson 2002).

Se puede decir que en la actualidad no se ha llegado a un valor unánime del coeficiente de


fricción por la cantidad de factores que intervienen en el mecanismo, como (Johannson 2002):

- Forma y dimensión de la sección compuesta hormigón-acero.

- Longitud de la interfase hormigón- acero.

- Esbeltez de la probeta.

- Centrado de la carga.

Hay que tener en cuenta que todo lo anterior es válido en los casos en que al aplicar cargas
sobre el elemento reforzado, el hormigón sea el que las recibe en primer lugar y las transfiere
al acero del refuerzo. En caso contrario, es decir que al aplicar las cargas sobre el elemento
reforzado sean los elementos metálicos los que las reciban en primer lugar, no se producirá la
transferencia de cargas y el refuerzo actuará de manera independiente como si fuera una jaula
vacía (Johansson 2002).

• Efecto del confinamiento introducido por el refuerzo.

Tal y como se comenta en el apartado 2.3.2 del presente capitulo, se puede decir que al
reforzar un soporte de hormigón armado con angulares y presillas metálicas, se está
introduciendo un confinamiento lateral pasivo en el pilar original, que provocará un aumento
significativo en la resistencia a compresión del hormigón (por encima de la esperada), así
como una mejora notable de su ductilidad (Richard et al 1928, Ahmad and Shah 1982,
Mander et al. 1988)

En los elementos de hormigón armado estructurales sometidos a compresión la finalidad de


las armaduras que se colocan, especialmente los estribos, es mejorar la ductilidad del

27
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

elemento y apenas intervienen en la resistencia a compresión del elemento por capacidad


resistente de la sección. La manera de funcionar de estos estribos de la armadura del soporte
de hormigón es introduciendo una presión de confinamiento cuando se produce la
deformación lateral del hormigón sometido a compresión. Con el incremento de la carga, la
expansión del hormigón aumenta, aumentando a su vez la tensión de confinamiento. Este
confinamiento retrasa los daños en la microestructura y evita que el hormigón se fisure y
rompa de manera frágil. Por lo que se puede afirmar que el hormigón confinado mejorará su
resistencia a compresión y su ductilidad.

Pues bien, el efecto del tipo de refuerzo que ocupa el presente trabajo en el confinamiento del
soporte de hormigón original, es similar a confinamiento pasivo inducido por los estribos.

La tensión lateral de confinamiento ha sido muy estudiada para el caso de tener elementos de
sección circular confinados con láminas continuas (chapas) de materiales compuestos (fibra
de carbono, materiales plásticos, etc.). En estos casos, tal y como se muestra en la figura 18, el
hormigón es sometido a un confinamiento uniforme, y la chaqueta de material compuesto
somete al hormigón a una máxima presión de confinamiento función del diámetro del soporte
de hormigón y de las características del material compuesto (resistencia a tracción y espesor).
Esta presión de confinamiento se puede escribir:

2 f frp t frp ρ frp f frp


σ lat = = [2.7]
d 2

donde;

σ lat , tensión de confinamiento lateral.

f frp , resistencia a tracción de la lámina de material compuesto en la dirección de los


estribos.

t frp , espesor de la lámina de material compuesto.

d , diámetro del hormigón confinado.

ρ frp , radio volumétrico de la lámina de material compuesto según la siguiente


π ⋅ d ⋅ t frp 4 ⋅ t frp
fórmula, ρ frp = =
π ⋅d2 4 d

En este tipo de pilares reforzados, la rotura se alcanzará al llegar a la máxima tensión de


tracción que puede soportar la lamina de material compuesto (Lam and Teng 2001).

28
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Figura 18. Efecto del confinamiento pasivo en un soporte de sección circular (Teng J.G. et al. 2001).

En el caso de los pilares de sección cuadrada o rectangular, la efectividad del confinamiento


es mucho mas reducida que en soportes circulares (Mirmiran et al. 1998). Esto es debido a su
forma, y por ello la presión de confinamiento no se distribuye uniformemente en toda la
sección y el volumen de hormigón que es eficazmente confinado es menor del que está en
contacto con el acero del refuerzo. De acuerdo con Cusson y Paultre (1995) y Mander et al
(1998), el hormigón confinado puede representarse como la figura 19.

Estudios realizados para el caso de acero que confina a hormigón (Mander et al., 1998,
Cusson and Paultre 1995) suponen que en pilares de sección cuadrada o rectangular el
hormigón confinado es el área sombreada en la figura 19, mientras que en el resto de la
sección el confinamiento es despreciable.

Figura 19. Efecto del confinamiento pasivo introducido por el refuerzo (Mander et al., 1988;
Cusson and Paultre, 1995; Johannson 2002).

29
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

En términos de sección completa, se puede definir la presión de confinamiento efectiva (σ´l)


como función de la forma de la sección mediante un coeficiente que se denominará factor de
forma (ks). En el caso de pilares cilíndricos reforzados con una chapa continua de cualquier
material resistente, este valor sería 1.

σ l′ = k s ⋅ σ lat [2.8]

A partir de la figura 19, Restrepo and de Vino (1996), Harries et al. (1998) and Chaallal and
Shahawy (2000) obtuvieron el factor de forma (ks) para pilares rectangulares con esquinas
redondeadas reforzados con chapas continuas de FRP, como el cociente entre el área efectiva
de confinamiento (Ae) y el área total confinada por la chaqueta de FRP (Ac) como:

ks = =
[ 2
]
Ae 1 − (b − 2 Rc ) + (h − 2 Rc ) / (3 Ag ) − ρ sc
2

[2.9]
Ac 1 − ρ sc

dónde Ag es el área bruta del pilar con las esquinas redondeadas, ρsc el área del acero
longitudinal utilizado como armadura y Rc el radio de esquina. La redondez de las esquinas
estará limitada por la presencia de armaduras en el pilar, por esta razón el valor de Rc suele ser
pequeño.

Mirmiran et al. (1998), definieron el factor de forma para el mismo caso (pilares rectangulares
con esquinas redondeadas reforzados con chapas continuas de FRP) como:

2 Rc
ks = [2.10]
h

Para el caso de soportes de sección cuadrada o rectangular reforzados con angulares y


presillas metálicas, este coeficiente ha sido cuantificado, obteniéndose valores entre 0.33 y
0.50 (Calavera 1999, Regalado 1999). Los autores citados proponen dichos valores en función
de la experiencia y de la relación existente entre la sección del soporte y el área efectiva de
confinamiento.

Por otra parte también hay que tener en cuenta que al realizar un refuerzo mediante angulares
y presillas metálicas el efecto del confinamiento del acero del refuerzo sobre el hormigón no
es continuo a lo largo de toda su longitud (como ocurre en la figura 19), por lo que habrá que
tener en cuenta la distancia entre presillas al evaluar el confinamiento del soporte.

Saadatmanesh et al. (1994) propusieron tener en cuenta este efecto a través del coeficiente kg
que evaluaron del siguiente modo para el caso de utilizar láminas de materiales compuesto en
lugar de acero y de tener pilares cilíndricos de hormigón:

30
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

kg =
(1 − s frp (2d )2 )
2

[2.11]
1 − ρ sca

dónde, s frp , distancia vertical entre láminas de material compuesto (entre presillas en el caso
que nos ocupa).

ρ sca , cociente entre la sección del acero de la armadura y la sección bruta del pilar de
hormigón.
d, diámetro de la sección circular del pilar de hormigón

en el caso de soportes rectangulares reforzados con angulares y presillas metálicas, este


coeficiente (F. Regalado, 1999) se ha estimado como:
2
 s 
k g = 1 − t  [2.12]
 2⋅a

siendo
a: Lado menor del pilar
st: Separación entre presillas

y cuando se cumpla que:


a
st ≤ st ≤ 10 cm.
5

Manipulando las expresiones que recomiendan F. Regalado (1999) y P. Jiménez (2000) para
evaluar el incremento de resistencia debida al confinamiento, se puede estimar el valor del
parámetro ksl en función de la esbeltez geométrica de la siguiente manera:

Para λg< 5 se tiene ksl =1

Si 5<λg< 10, entonces 0< ksl<1

Así, considerando estos efectos (factor de forma ks, factor de separación entre presillas kg y
factor de esbeltez ksl) la tensión lateral de confinamiento efectiva (σ´e) que se impone a un
pilar de hormigón armado al reforzarlo con angulares y presillas metálicas como:

σ l′ = σ lat ⋅ k s ⋅ k g ⋅ k sl [2.13]

31
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Con todo ello se puede establecer como la resistencia del hormigón confinado de la siguiente
manera:

f cc = f co + k ⋅ K ⋅ σ l = f co + k ⋅ k g ⋅ k s ⋅ k sl ⋅ σ l [2.14]

siendo k un factor que varía de 2 a 5 según autores (ver apartado 2.3.1), siendo el valor más
habitual 4,1 (Richard et al. 1929)

Recapitulando se puede concluir que en caso de soportes cuadrados o rectangulares de


hormigón armado reforzados con angulares metálicos empresillados, existen diversos factores
que influyen en la eficacia del confinamiento, siendo posible considerar los mismos
multiplicando el valor de la tensión de confinamiento, por una serie de factores kg, ks y ksl:

- kg

Con este parámetro se tiene en cuenta la separación entre los elementos transversales que
confinan el pilar existente, en este caso las presillas del refuerzo. Se ha estimado su valor para
el caso de pilares cilíndricos y reforzados con materiales compuestos según la fórmula [2.11],
y para pilares rectangulares reforzados con angulares y presillas metálicas según [2.12].

En función del método empleado para el cálculo de la tensión límite de confinamiento será
necesaria su utilización o no, ya que en muchos casos la separación entre presillas se tiene en
cuenta al obtener lat, cómo en la ecuación [2.13].

- ks

Sería el factor de forma y tiene por objeto cuantificar la eficacia del confinamiento. Ya se ha
explicado anteriormente que en el caso de pilares cilíndricos su valor es la unidad, ya que al
confinar soportes con esta sección, toda el área de hormigón queda zunchada (figura 18),
pero esto no es así en el caso de pilares cuadrados o rectangulares (figura 19), dónde el valor
de ks oscilará entre 0.33 (Calavera 1999) y 0.50 (Regalado 1999).

- ksl

El último parámetro a tener en cuenta al considerar la eficacia del confinamiento es el debido


a la esbeltez geométrica del pilar (λg). Si λg es mayor que 10 no se considerará la mejora de
resistencia que estamos evaluando. Si es inferior a 5 se considera ksl = 1, interpolándose entre
estos dos valores para esbelteces intermedias.

32
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Por otro lado puede evaluarse la máxima tensión de confinamiento que es capaz de ejercer un
empresillado a partir del equilibrio de las fuerzas que afectan a una porción de sólido. Estas
ecuaciones se corresponden plenamente con las que consideran Hadi y Li (2004) en sus
investigaciones experimentales, y que ya habían sido previamente presentadas por Samaan,
Mirmirian y Shahawy (1998) en el estudio de pilares confinados por fibras de carbono.

T = 2 ⋅ Astr ⋅ f y b ⋅ s t ⋅ σ lat = 2 ⋅ f y ⋅ Astr

Figura. 20. Equilibrio de fuerzas en el pilar empresillado.

Obteniéndose:

2 ⋅ f y ⋅ Astr
σ lat = , [2.15]
b ⋅ st

siendo

σlat : Tensión lateral de confinamiento.

fy: Límite elástico del acero empleado

Astr: Área de la presilla

b: Lado del pilar

st: Separación entre presillas

33
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

2.4 Diseño y construcción de refuerzos con angulares metálicos


empresillados.

Cómo ya se ha visto en el apartado 2.2.3 del presente capitulo, el refuerzo de soportes de


hormigón armado con angulares metálicos empresillados es uno de los métodos más antiguos
que se utilizan.

A pesar de existir investigaciones sobre estos elementos desde el año 1975, no se ha llegado a
definir métodos y recomendaciones de cálculo fiables y que hayan sido verificados
experimentalmente.

Uno de los primeros investigadores que ofrecieron recomendaciones de ejecución a la hora de


abordar el refuerzo de pilares con angulares y presillas metálicas fue Fernández Canovas
(1994) que ya advertía de la gran dependencia entre la eficacia del refuerzo con la forma de
ejecución del mismo.

Este autor en ausencia de garantías que le permitieran comprobar el trabajo conjunto del
soporte de hormigón original y el empresillado que forma el refuerzo, recomienda proyectarlo
con la sección suficiente de acero del refuerzo capaz de absorber la totalidad de los esfuerzos
verticales que se transmiten a través del pilar.

Fernández Canovas (1994) basándose en los resultados obtenidos en los ensayos de Ramírez
y Bárcena (1975, 1977) remarca la importancia de la unión de los capiteles y bases,
suficientemente rígidas, de los pilares a las superficies del hormigón para conseguir un buen
reparto de cargas entre el refuerzo y el núcleo de hormigón. Además señalaba las ventajas
técnicas del refuerzo bien realizado, al proporcionar confinamiento al hormigón existente
debido a la compresión transversal creada por el efecto zuncho del refuerzo que aprieta al
pilar, y la fricción entre el refuerzo y el núcleo provocando una transmisión de cargas por
rozamiento.

En el año 1999 F. Regalado en su libro “Los pilares: criterios para su proyecto, cálculo y
reparación” propone calcular el axil último capaz de soportar el pilar reforzado como si de
una estructura mixta (Eurocódigo nº4) sometida a esfuerzos de compresión simple se tratara
según:

fc f yk f
N F = 0,85 ⋅ a ⋅ b + As1 ⋅ + 4 ⋅ As 2 ⋅ s [2.16]
γc γ s1 γ s2

siendo,

a, b dimensiones de la sección del pilar de hormigón original


fc, fyk, fs resistencia característica del hormigón, el acero de las armaduras y el
acero del refuerzo respectivamente.

34
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

As1, As2 sección de las armaduras del hormigón y del perfil metálico del
refuerzo adherido a las esquinas del soporte a reforzar.
γc, γs1, γs2 coeficientes de seguridad del hormigón, acero de las armaduras y acero
del refuerzo.

El autor posteriormente corrige el valor de NF, suponiendo que en el caso de soportes


reforzados se puede considerar que alcanza el 60% de su valor.

En el año 2001, L. Cirtek publicó varios artículos en los que muestra el resultado de los
ensayos sobre 39 pilares de 300x300x1500 mm. reforzados en algunos casos con angulares y
presillas metálicas (fully banded), y en otros únicamente con presillas rodeando al soporte en
algunas secciones de su longitud (partially banded). En ningún caso somete al pilar de
hormigón original a deformaciones antes de reforzarlo.

En su trabajo ya concluye que la restricción de deformación lateral del hormigón impuesto


por el acero del refuerzo, genera un estado triaxial de tensiones al someter al soporte a cargas
de compresión que incrementa de manera notable la resistencia del mismo.

En los trabajos publicados hasta la fecha por este autor, para simular la continuidad del tramo
de pilar, suelda las armaduras del pilar de hormigón en sus extremos a dos placas metálicas a
través de las que se va a proceder a cargar al soporte. La unión de los elementos metálicos al
hormigón se consigue con la utilización de mortero de cemento. Para garantizar la entrada en
funcionamiento del zunchado que proporcionan las presillas, las calienta durante su
colocación para que al contraerse al enfriarse presionen al hormigón.

Una vez analizados el resultado de los ensayos el autor (Cirtek L., 2001) enuncia las
condiciones que deben cumplirse para incrementar la resistencia de pilares de hormigón
armado reforzados con esta técnica. Por una parte las condiciones que debe presentar el
soporte de hormigón así como las condiciones de carga del mismo serán:

- El hormigón no debe presentar ninguna señal de fallo a compresión.

- Los pilares reforzados son de sección cuadra o rectangular y la relación entre sus lados
debe ser mayor o igual a 0,5.

- La calidad del hormigón debe encontrarse entre C12/15 y C25/30 según la nomenclatura
del Código Modelo (Código Modelo, 1990).

- El radio de esbeltez debe cumplir que: lo/ic, min<35,00, siendo lo la longitud efectiva del
pilar de hormigón según el Eurocódigo nº2 (1992), y ic,min el radio de inercia de la
sección del soporte.

- La excentricidad total (etotal, según ENV 1992-1-1) de la aplicación de la carga a


compresión, debe ser menor que la excentricidad límite según la figura 21.

35
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

- Para alcanzar la mayor eficacia posible con este tipo de refuerzo, las estructuras deben
ser descargadas durante la operación de empresillado de las mismas.

Figura 21. Área dónde se pueden aplicar cargas para que la formulación de Cirtek sea válida.
(Cirtek L., 2001)

Y las condiciones que deben cumplir los angulares y presillas que conforman el refuerzo:

- La resistencia carácterística de los angulares de acero será de 210 MPa y de las presillas
210 ó 240 MPa en función de la resistencia del hormigón.

- Los angulares de acero serán cuadrados, siendo las mínimas dimensiones permitidas
L50x50x5.

- Las características de las presillas dependerán de las dimensiones del soporte de


hormigón a reforzar , con la utilización del coeficiente β = 0,5 ⋅ (a + b ) .

- Distancia entre presillas st; 0,40β ≤ st ≤ 0,75β

- Área de las presillas Astr; Astr ≥ 0,004 β 2

- El grosor del acero de la presilla deber ser igual o inferior al del angular.

Con todo esto el autor cuantifica el incremento de axil proporcionado por el empresillado al
soporte de hormigón, como:

36
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

∆N Rd ,b = 0,85 ⋅ Ac ⋅ f co ⋅ α ⋅ (φ c − 1) [2.17]

donde,

Ac, fco la sección y la resistencia del pilar de hormigón.


α el coeficiente de reducción de la resistencia a compresión del hormigón,
según el Eurocódigo nº2 (entre 0,80 y 0,85).
Φc es el factor de cargas de los soportes reforzados según [2.18], siendo Φc≤1,65.

Este factor dependerá de la separación de las presillas (coeficiente Φar), de la calidad del
hormigón (ΨC), de la forma de la sección del pilar (Ψab), del tamaño de la sección del soporte
(Ψa), de la carga a que está sometido el hormigón previamente al empresillado (ΨN) y del
tamaño máximo del árido que contiene el hormigón (Ψdg).

φ c = φ ar ⋅ψ C ⋅ψ ab ⋅ψ a ⋅ψ N ⋅ψ dg [2.18]

Con todo esto L. Cirtek (2001) asegura que con esta técnica de refuerzo de pilares, se puede
conseguir aumentar la capacidad de carga de los soportes de hormigón en un 55%.

Más adelante, en el capitulo 4, se aplicará está formulación a los pilares ensayados en el


presente trabajo de investigación y se observará que, para los refuerzos realizados, se puede
calificar como de conservadora.

2.5 Conclusiones.

Tras la revisión bibliográfica queda claro que está plenamente justificado iniciar una
investigación experimental sobre soportes de hormigón armado con angulares y presillas
metálicas, ya que a pesar de su gran utilización, es grande el desconocimiento acerca de cómo
funciona este tipo de refuerzo.

En general las principales carencias encontradas en los estudios experimentales llevados a


cabo hasta la fecha son:

− Los elementos no se han ensayado a escala real, siendo muy difícil la


extrapolación a resultados válidos.

− En muy pocos ensayos se considera el historial de carga previo a la realización


del refuerzo. Los elementos se refuerzan sin presentar ninguna deformación.

− En algunos casos los refuerzos planteados son inviables en obra por su gran
elaboración o su coste.

37
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.

Además, pese a que algunos autores apuntan los componentes que intervienen en el
comportamiento del refuerzo, únicamente L Cirtek (2001) los integra para proponer un
método completo que evalúe su comportamiento mecánico. Aún así y tal como se verá en
capítulos posteriores la formulación propuesta por este autor es excesivamente conservadora.

En publicaciones recientes como “Fundamental principles that govern retrofitting of


reinforced concrete columns by steel and FRP jacketing” (Wu et al., 2006) donde se revisa
este tipo de refuerzo pero orientado a la mejora del comportamiento frente a sismo, también
se afirma que en el caso de soportes rectangulares o cuadrados reforzados con elementos
metálicos es muy difícil cuantificar el incremento de resistencia que proporcionan, debido a la
complejidad del problema y a todos los factores que influyen en el comportamiento del
elemento reforzado. Los autores concluyen que el modo en que se ejecuta el refuerzo en obra,
así como la unión entre el hormigón y el refuerzo metálico son factores críticos en el
comportamiento del mismo.

Por ello tras el análisis de los mecanismos de transferencia de cargas y los elementos que
provocan el aumento de resistencia a compresión del elemento reforzado que a priori parecen
tener influencia en su comportamiento, se plantea el trabajo experimental descrito en el
próximo capitulo. En todo momento se tendrá en cuenta que el trabajo desarrollado en el
laboratorio debe ser fácilmente trasladable a condiciones reales de obra.

En el presente trabajo se cuantificará el efecto de las variables que influyen en el


comportamiento de los soportes reforzados, llegando a formular recomendaciones en la
ejecución de las reparaciones estructurales y estimaciones de la cantidad de refuerzo
necesario.

38
CAPITULO 3
PROGRAMA EXPERIMENTAL

En este capítulo se presenta el programa de


investigación experimental. En él se describe tanto
los ensayos de caracterización de los materiales
utilizados como los ensayos realizados en los
pilares de hormigón armado reforzados con
angulares y presillas metálicas a escala real.
CAPITULO 3. Programa experimental

3 Programa Experimental
En este capítulo se presenta el programa de investigación experimental. En él se describe
tanto los ensayos de caracterización de los materiales utilizados como los ensayos realizados
en los pilares de hormigón armado reforzados con angulares y presillas metálicas a escala
real.

El capítulo se inicia con la descripción metodológica del programa experimental diseñado,


planteando sus objetivos y las condiciones y variables que se ha tenido en cuenta en su
formulación.

Consecutivamente se describen las características geométricas y de los materiales empleados


durante los experimentos, tanto del soporte de hormigón armado original como del acero
utilizado en el refuerzo.

El siguiente paso es justificar y definir aquellas características del diseño del refuerzo que se
han hecho variar para observar su influencia en el comportamiento del refuerzo:

− Estado de carga del soporte en el momento de refuerzo

− Capitel en el entronque del soporte con otros elementos estructurales.

− Número y disposición de presillas

− Tipo de adhesivo que une el pilar de hormigón con el acero del refuerzo

Una vez expuestas las variables a tener en cuenta, se pasa a describir los ensayos realizados en
las dos fases en las que se ha divido el programa experimental.

Además se describirá el pórtico metálico en el que han tenido lugar los ensayos de los
soportes de hormigón, la instrumentación utilizada durante toda la fase experimental, así
como los diferentes modos de transmisión y mantenimiento de carga empleados.

Todos los equipos y sistemas de adquisición de datos utilizados fueron facilitados por el
Laboratorio del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH) de la Universidad
Politécnica de Valencia.

39
CAPITULO 3. Programa experimental

3.1 Descripción metodológica.

El objetivo del programa experimental es observar como se comporta estructuralmente un


tramo de soporte de hormigón armado, sometido a compresión simple, que ha necesitado ser
reforzado. Es decir, se pretende conocer como se realiza la transmisión de cargas entre el
elemento original (soporte de hormigón armado) y el acero utilizado de refuerzo, así como la
influencia de las distintas variables que intervienen en el proceso. Este estudio se centra en el
comportamiento del tramo de pilar, quedando el estudio del comportamiento del nudo como
una futura e inmediata línea de investigación a desarrollar.

Los condicionantes que se siguieron en el momento de diseñar el programa experimental con


sus respectivas variables a ensayar fueron:

• Ante el desconocimiento generalizado del modo de funcionamiento de este tipo de


refuerzo, se optó por ensayos a escala real con el objeto de no descuidar u olvidar
ninguno de los efectos que tienen lugar cuando el soporte está en servicio.

• Todas las operaciones que se realizan sobre en el soporte para su refuerzo, tienen que
ser fácilmente reproducibles en condiciones de obra.

• Los soportes de hormigón armado que van a ser reforzados, deben ser lo mas similares
posibles a los que en realidad necesitan la reparación. Esto es, deben tener una baja
resistencia a compresión y tener un historial de cargas y deformaciones previo.

Atendiendo al diseño de este tipo de refuerzo, se estima que en su funcionamiento pueden


intervenir las siguientes variables: resistencia del hormigón del soporte original, tipo de
angular, dimensiones y espesor de las presillas, número de presillas, método y material de
unión entre los perfiles y las presillas con el hormigón, deformación y carga soportada por el
pilar previo al refuerzo, efecto de descargar el soporte durante la ejecución del refuerzo o
mantener la carga, la influencia de colocar un capitel metálico para mejorar la transmisión de
cargas o no, el tipo de capitel, etc.

Ante la imposibilidad de plantear ensayos para estudiar todas estas variables, se escogieron
aquellas cuya influencia sobre el refuerzo resultaba, a priori, menos conocida. El resto de
variables se fijaron teniendo en cuenta el modo habitual con que se realizan estas reparaciones
en obra.

Este planteamiento llevó al diseño de una primera fase experimental en que se fijaron los
valores de:

• La resistencia del hormigón, fc = 12 MPa y las dimensiones del tramo del soporte
2500x300x300 mm.

• El tipo de acero que constituía el refuerzo y sus dimensiones: acero S 275 JR, angular
L.80.8 y cinco presillas de 270x160x8 mm.

40
CAPITULO 3. Programa experimental

• El grado de deformación y de carga que soporta el pilar previo a la ejecución del


refuerzo: 65% de la carga de rotura.

• Tipo de adhesivo entre el acero del refuerzo y el soporte de hormigón armado: mortero
de cemento

Y las variables de las que se va a estudiar su efecto:

• Influencia de mantener el soporte cargado o descargado mientras se realiza la


operación de reparación.

• Influencia de la colocación de un capitel para mejorar la transmisión de cargas.

En esta primera fase se ensayaron 10 soportes de hormigón armado. Dos de ellos se llevaron a
rotura sin reforzar, para conocer su carga máxima (Figura 22).

Figura 22. Pilares testigo antes y después de la rotura.

41
CAPITULO 3. Programa experimental

Tras estudiar los resultados obtenidos en la primera fase experimental, se planteó la segunda
en la que se modificaron algunos de los valores fijos, introduciendo nuevas variables. En esta
segunda fase los condicionantes comunes a todos los especimenes fueron:

• La resistencia del hormigón, fc = 8 MPa y las dimensiones del tramo del soporte
2500x300x300 mm.

• El tipo de perfil laminado que constituía parte del refuerzo: L80.80

• El grado de deformación y de carga que soporta el pilar previo a la ejecución del


refuerzo: 65% de la carga de rotura.

Y las variables de las que se ha estudiado su efecto:

• Influencia de mantener el soporte cargado o descargado mientras se realiza la


operación de reparación.

• Influencia de la colocación de un capitel para mejorar la transmisión de cargas.

• Influencia del número, forma y disposición de las presillas: cinco o siete presillas
(figura 23)

• Influencia del tipo de adhesivo utilizado para unir el hormigón y acero del refuerzo:
mortero de cemento o mortero epoxídico.

En esta segunda fase se ha ensayado un total de 16 pilares, siendo dos de ellos los soportes
testigo.

Figura 23. Pilares reforzados con cinco y siete presillas (cotas en mm.).

42
CAPITULO 3. Programa experimental

Estas dos fases que constituyen el programa experimental se llevaron a cabo separadas
temporalmente 12 meses.

3.2 Características del elemento a ensayar.

En los ensayos se pretende simular las características de gran parte de los soportes que
necesitan ser reforzados en la actualidad. Muchos de ellos forman parte de estructuras
anteriores a la década de los 70 con hormigón de baja calidad, cuya resistencia, debido a una
mala ejecución, se encuentra frecuentemente en torno a 10 MPa. Por ello se fabricaron
soportes con hormigón en torno a 10 MPa de resistencia y con la armadura mínima
recomendada por la normativa en vigor en la época (EH-68).

Los datos relativos a las resistencias de los hormigones empleados en los ensayos están
recogidos en el anejo 1 del presente documento. Todos los cálculos justificativos de la cuantía
de armadura y características del acero del refuerzo se presentan en el anejo 2.

3.2.1 Características del hormigón.

La fabricación del hormigón de los pilares de la primera fase de ensayos tuvo lugar en el
laboratorio del Instituto ICITECH. Cómo se ha dicho anteriormente se pretendía simular las
características de los soportes que en la actualidad necesitan ser reforzados y por ello se
escogió una resistencia de 12 MPa.

Para la fabricación del hormigón se utilizó una auto-hormigonera modelo Mariner 25G. Cada
soporte estaba formado por hormigón proveniente de una misma amasada. La dosificación de
los componentes se realizó en peso controlando la humedad de la arena.

Figura 24. Fabricación del hormigón de la primera fase de ensayos.

43
CAPITULO 3. Programa experimental

Para la segunda fase de ensayos el hormigón fue suministrado por una planta de hormigón
preparado. Ambas dosificaciones aparecen en la tabla 6.

En ambos casos el hormigón tuvo una consistencia blanda. Se tomaron probetas de hormigón
cilíndricas de 15x30 cm., suficientes para controlar la resistencia del mismo a los 7 días, 28
días y en el día en que se procedía a la precarga del pilar de hormigón armado a ensayar. La
conservación de las probetas fue en condiciones análogas a las de los soportes de hormigón
fabricados.

Tabla 6. Dosificaciones del hormigón utilizado en los ensayos.

Se puede considerar una resistencia media del hormigón utilizado en la primera fase de
ensayos de 12 MPa y de la segunda fase de 8,3 MPa.

Sobre las probetas cilíndricas también se realizaron ensayos para conocer su módulo de
elasticidad, obteniendo un valor de 25.308 N/mm2.

Los resultados obtenidos de la rotura de probetas de hormigón aparecen en el anejo 1 del


presente documento.

3.2.2 Características de la armadura.

La armadura longitudinal de los pilares es de 4 barras de 12 mm. de diámetro de acero B400S


en las esquinas, con estribos realizados con alambres B500T de 6 mm. de diámetro cada 18
cm. Para lograr la simulación completa del elemento a ensayar hubiera sido necesario utilizar
barras de acero liso que era el empleado en España en los años 70, pero no fue posible
conseguirlo por estar totalmente en desuso.

44
CAPITULO 3. Programa experimental

En las cabezas se ha incrementado de manera significativa el armado ya que su


comportamiento no es objeto de estudio y su misión es ser lo suficientemente resistente para
transmitir el axil suministrado por el gato hidráulico al tramo de pilar, de la misma forma en
que el nudo pilar-viga transmite la carga del tramo superior de pilar al inferior.

3.2.3 Características geométricas del soporte a reforzar.

Para la elección de las características geométricas del soporte a reforzar, hubo que llegar a un
compromiso teniendo en cuenta que se pretendían realizar ensayos a escala real, luego los
soportes debían tener dimensiones similares a los que habitualmente se colocan en las
estructuras. Pero además debía ser posible su manipulación y ensayo en el laboratorio del
Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH).

Por ello se decidió realizar los ensayos situando al soporte horizontalmente, ya que el gálibo
del laboratorio era insuficiente para realizarlos en vertical.

Teniendo en cuenta estas limitaciones se estableció que la longitud del tramo de pilar sería de
250 cm. y su sección de 30x30 cm. Además era necesario rematar el soporte en dos cabezas
que simularan el entronque que tiene lugar en las estructuras, entre el pilar y otros elementos
(vigas, forjados, cimentaciones, etc.). Las dimensiones de estas dos cabezas son 30x60 cm.,
por lo que el elemento a ensayar tiene una altura total de 310 cm.

Figura 25. Dimensiones y características del pilar de hormigón armado.

3.2.4 Nivel de carga soportado en el momento del refuerzo.

En el capítulo anterior se ha hecho hincapié en el desconocimiento que existe en cuanto al


modo de comportamiento de este tipo de elementos reforzados con angulares y presillas
metálicas. Por ello en este estado inaugural de la investigación se decidió iniciar el estudio
sometiendo a los soportes a esfuerzos de compresión centrada sobre elementos reforzados a
escala real.

45
CAPITULO 3. Programa experimental

Además, una de las deficiencias que presentan los ensayos de este tipo de elementos
realizados hasta la fecha, es que no tienen en cuenta el historial de carga que ha sufrido esa
parte de la estructura en el momento de realizar el refuerzo (ver capítulo 2). Para solventar
este inconveniente todos los pilares que posteriormente se reforzarían y ensayarían en el
laboratorio, se sometieron a una precarga de aproximadamente el 65% del axil máximo de
rotura (obtenida al ensayar los soportes testigo). La finalidad de esta precarga es simular en
parte (no se carga durante el tiempo suficiente para que aparezcan efectos de fluencia) las
deformaciones que hay en el elemento en el momento en que necesita ser reparado.

3.2.5 Características del acero del refuerzo.

Los pilares de hormigón armado se reforzaron con cuatro perfiles metálicos L80.80 adheridos
en las esquinas con mortero de cemento o epoxídico y unidos con presillas de acero S 275 JR
en todas las caras del soporte. Estas presillas estaban también adheridas al hormigón del pilar
y unidas a los angulares mediante soldadura por hilo.

Figura 26. Sección del perfil L80.

Posición de los ejes


Dimensiones Sección Peso Referido a los ejes
cm.
(mm) A P
L Ix Wx ix Iξ Iη
cm2 kg/m c w u1 u2
b e r cm4 cm3 cm cm4 cm4
80x8 80 8 10 12.3 9.63 2.26 5.66 3.19 2.82 72.2 12.6 2.43 115 29.9

Tabla 7. Características geométricas del perfil laminado L80.8.

Para conocer el módulo de elasticidad y la resistencia del conjunto formado por los cuatro
angulares y sus presillas, se realizó una rotura a compresión de la “jaula” vacía, es decir, se

46
CAPITULO 3. Programa experimental

conformó el refuerzo sin que existiera pilar de hormigón y se sometió a esfuerzos de


compresión simple con los resultados que aparecen a continuación.

La jaula se instrumentó con cuatro galgas extensométricas, colocadas en los angulares del
tramo central, que midieron la deformación del acero.

Figura 27. Jaula formada por el acero del refuerzo en el ensayo para determinar su módulo de elasticidad.

La carga máxima alcanzada por la jaula fue de 1413 kN

Para calcular el módulo de elásticidad vamos a trabajar con los valores correspondientes a una
carga de 834 kN;

F 85000 Kg
σ = = = 172,764 N/mm ,
2

Ar 4 × 12,3cm 2

Según el gráfico (fig. 27) a una tensión de 173 N/mm2 le corresponde una deformación
unitaria de 0,083%, luego

σ 172,764
E= = = 208040,36 N/mm2
ε 0,830 ⋅ 10 −3

En todos los cálculos realizados a partir de los resultados experimentales se ha trabajado con
este módulo de elasticidad del acero, E=208040 N/mm2.

47
CAPITULO 3. Programa experimental

Figura 28. Curva Tensión-Deformación del acero que conforma el refuerzo.

3.3 Justificación de las variables a utilizar.

En el apartado anterior se han descrito las variables que se prefijaron antes de comenzar los
ensayos y que han permanecido constantes a lo largo de toda la fase experimental. Es ahora el
momento de definir las variables cuyo estudio es objeto del presente trabajo para ampliar el
estado del conocimiento en relación con el comportamiento de un tramo de pilar de hormigón
armado reforzado con perfiles y presillas metálicas.

3.3.1 Estado de carga del soporte de HA en el momento del refuerzo.

Como se ha comentado, todos los pilares que se van a someter a ensayo han soportado cargas
importantes antes de proceder al refuerzo (en torno al 65% de la carga de rotura). La variable
que se va a introducir es una cuestión que siempre aparece a la hora de ejecutar un refuerzo;
¿se mejorará el efecto del refuerzo si este se realiza con la estructura descargada? (Cobo et al.
1997, del Río 1991, Regalado 1999). La tarea de liberar de cargas una estructura en servicio
es difícil, y sólo estará justificada si con ello se consigue una mejora sustancial en el
comportamiento del elemento reforzado.

Para comprobar la influencia de esta variable, el refuerzo a los soportes de hormigón se


realizó de dos maneras diferentes: sin descargar y descargando el soporte antes de proceder al
refuerzo. En el primer caso una vez introducida la carga de 90 Tn (65% carga de rotura) en el
pilar de hormigón, ésta se mantenía durante tres días y posteriormente se reforzaba
manteniendo la carga. En el segundo caso, cuando el soporte original había soportado la carga
de 90 Tn, con las correspondientes deformaciones, se descargaba y se procedía a realizar el
refuerzo con el soporte descargado.

48
CAPITULO 3. Programa experimental

Los pilares que se refuerzan manteniendo la carga los señalaremos con la letra C (cargados), y
a los especimenes que se descargan tras la aplicación de la precarga con una D (descargados).

Se señala una vez más que el objetivo del estudio de esta variable, es conocer la posible
mejora en la eficacia del soporte reforzado si este se realiza con la estructura descargada.

3.3.2 Tipo de capitel.

Uno de los elementos que hay que vigilar a la hora de realizar operaciones de refuerzo de
estructuras de hormigón, es cómo se realiza la transmisión de cargas entre el elemento
original y el refuerzo. En el caso que nos ocupa, soportes de hormigón reforzados con perfiles
metálicos, hay que examinar cuidadosamente las zonas de unión del pilar con otros elementos
estructurales ya que sin duda, la disposición del refuerzo en estas zonas determinará su
comportamiento posterior (Regalado 1999), (del Río 1991) (Canovas 1994).

En los pilares de hormigón fabricados para la realización de los ensayos, la unión de este con
otros elementos estructurales está simulada con la presentación de dos cabezas de 30x60 cm.
en los extremos del soporte. Se ha estudiado como se comporta el elemento reforzado cuando
se facilita la entrada en carga del acero del refuerzo mediante la colocación de un capitel en la
cabeza y el pie del soporte, y también que ocurre si se prescinde de este elemento. La
disposición de esta variable se puede ver en la figura 29.

Figura 29. Esquema de final de tramo de pilar sin y con capitel.

Para que el conjunto de los cuatro angulares entren en carga antes de que el hormigón haya
llegado al estado límite o antes de que la deformación sea demasiado importante, hace falta
que durante el montaje se logre una perfecta y rígida unión en todo el conjunto de la base y
del capitel, al hormigón de las vigas, de los forjados o de la cimentación.

Si se prescinde de este elemento, se deja la transferencia de cargas a la interfase refuerzo-pilar


por medio de mecanismos de transmisión tangencial. Estudios existentes han demostrado (del
Río 1987) que en este caso el agotamiento de la junta de adherencia es previo al de la pieza

49
CAPITULO 3. Programa experimental

original, por lo que el incremento de resistencia que se podría dar en la columna sería
únicamente por efecto del confinamiento de la misma.

Figura 30. Extremo final del soporte sin y con capitel.

También hace falta una unión perfecta de la base y el capitel metálicos a las superficies
horizontales del hormigón. Para esto se necesita un material que tenga una alta resistencia a
compresión y que actúe como elemento intermedio, uniendo al acero con el hormigón y
creando un colchón rígido que transmita las cargas eliminando los contactos puntuales
(Fernández 1994).

Los parámetros que nos condicionaran la elección de un tipo de capitel serán; la rigidez y la
deformabilidad del mismo. La rigidez dependerá de; la disposición relativa del capitel,
características de la unión viga-pilar preexistente, el sistema de anclaje del refuerzo en el nudo
y de la existencia o no de un sobreempresillado en las inmediaciones del capitel. Por otra
parte, su deformabilidad dependerá a su vez de su rigidez, del valor de su modulo de
deformación. Cuanto mayor sea éste más compatibles serán las deformaciones y mayor será el
porcentaje de entrada directa en carga del refuerzo.

En publicaciones recientes (Regalado 1999), aparecen recomendaciones sobre la manera de


abordar la elaboración de los capiteles.

Para el estudio llevado a cabo se han construido capiteles formados por segmentos de angular
L80.8 de 270 cm. de longitud. Esta pieza se reforzaba colocando tres cartelas a lo largo de su
longitud para limitar su deformación en el momento de entrada en carga. Su colocación en los
soportes reforzados ha variado en las dos fases de ensayos.

En la primera fase, el capitel se soldaba en los extremos de los angulares de dos caras del
soporte reforzado, estando en contacto con la cabeza del soporte. En esta primera fase se
puede decir que en los dos lados del pilar en los que había capitel, se quitaban las dos presillas
de los extremos, quedando el soporte como se puede observar en las figuras 29, 30 y 31. Esto
hacía que el efecto del confinamiento en estos soportes se redujera con respecto a los soportes
sin capitel. De esta forma se ha pretendido aislar el efecto de la transmisión por capitel
prescindiendo del confinamiento.

50
CAPITULO 3. Programa experimental

En la segunda fase de ensayos se colocó el capitel justo encima de las presillas más próximas
a las cabezas del soporte. En este caso se añadía el capitel, no como en la primera fase en que
se sustituían las dos presillas próximas a las cabezas por capiteles.

De esta forma en esta segunda fase se observó el efecto conjunto de transmisión directa por
capitel más confinamiento en la cabeza.

Figura 31. Detalle del capitel y su situación en la primera y segunda fase de ensayos.

Para observar en los ensayos la transmisión de cargas únicamente por esfuerzo rasante, unido
al confinamiento en cabeza se han llevado a cabo ensayos a pilares sin ningún tipo de
conexión entre la cabeza y el cuerpo del pilar (el refuerzo se queda a 1cm.) frente a otros
pilares en los que se habrá colocado un capitel elaborado con angulares y cartelas.

De esta forma se aisla la influencia de los dos mecanismos supuestos de transmisión de cargas
del pilar de hormigón al refuerzo (figuras 29, 30 y 32):

− Directa a través del capitel (Probetas tipo B)

− Por esfuerzo rasante en aquellas probetas que no cuentan con capitel (tipo A)

Figura 32. Detalle de espécimen sin capitel y con capitel.

51
CAPITULO 3. Programa experimental

3.3.3 Número y disposición de presillas.

Uno de los objetivos del programa experimental, es determinar la distribución, dimensiones y


número de presillas a utilizar en el refuerzo para conseguir un resultado óptimo. Hasta la
fecha el único estudio realizado ha tenido lugar en “Brno University of Technology” por
L.Cirtek (Cirtek, 2001) dónde se estudió la disposición de estos elementos para lograr un
confinamiento óptimo. El autor estudia la influencia de las dimensiones y espaciado de las
presillas, el tamaño del angular metálico y la temperatura de calentamiento de la presilla en
soportes de hormigón armado sometidos a esfuerzos de compresión simple.

En el programa experimental se ha tratado que todo lo realizado en el laboratorio fuera


fácilmente transmisible a obra, y en muchas ocasiones en el momento de tomar una decisión
como el número de presillas por cara del soporte, se ha trasladado al laboratorio lo que con
mayor frecuencia ocurre en obra.

Por esta misma razón se ha preferido no estudiar la influencia de calentar las presillas en la
mejora del comportamiento del elemento reforzado, ya que es una variable difícil de controlar
en condiciones de obra.

Estudiando intervenciones realizadas en estructuras se observó que las presillas que unen los
angulares se acostumbran a colocar de dos maneras diferentes:

a) Sobre los angulares con un pequeño solape.

En este caso el espacio entre el soporte de hormigón original y la presilla viene marcado
por el espesor del angular y el espesor del adhesivo colocado entre el angular y el
hormigón. Es necesario rellenar este hueco si se quiere lograr el confinamiento del soporte
en esta zona

Figura 33. Distintos modos de colocar las presillas: sobre en angular o a tope.

52
CAPITULO 3. Programa experimental

b) A tope entre angular y angular.

Con este método la presilla descansa directamente sobre la superficie del hormigón del
pilar que debe ser totalmente plana.

En los ensayos realizados se ha optado por la colocación de las presillas sobre los angulares.

Este método permite pequeñas variaciones en las dimensiones de las presillas, que se pueden
dar por defectos del corte (en el caso de colocar la presilla a tope, si el acople no es perfecto,
sería necesario retocar las presillas antes de su colocación). Además se comprobó que la
colocación de mortero de cemento entre la presilla y el hormigón se puede realizar sin
dificultad previamente al soldado de las mismas sobre el angular. Al mismo tiempo, la
colocación del mortero sirve para eliminar defectos en la superficie del hormigón que pueden
provocar una mal acople en caso de colocar las presillas a tope.

En la primera fase experimental se colocaron 5 presillas equidistantes con dimensiones


270x160x8 mm. por cada cara del pilar, colocando mortero de cemento debajo de la presilla
para garantizar su perfecta unión, y el efecto de confinamiento sobre el hormigón.

Durante la ejecución de la primera fase de ensayos se observó un gran incremento de la


resistencia a compresión del soporte reforzado, y también que la rotura del elemento
reforzado siempre ocurría en las proximidades de la cabeza del elemento, entre la primera y
segunda presilla. Esto era previsible ya que si revisamos la bibliografía existente, muchos
autores recomiendan hacer “más robusto” (Canovas 1994) el refuerzo en la zona en la que
efectivamente se produjo la rotura del elemento.

Por ello en la segunda fase de ensayos, y con el objetivo de observar la influencia de aumentar
el confinamiento en las cabezas del pilar, se incrementó el número de presillas por cara del
soporte hasta siete, colocando los dos nuevos elementos entre las dos presillas más cercanas a
la cabeza como se puede ver en la figuras 23 y 34. Se pretendía de esta forma alcanzar un
valor próximo a la capacidad resistente máxima teórica del refuerzo (dada por la suma de la
capacidad del pilar de hormigón más la del refuerzo). Las dimensiones de estas nuevas
presillas eran 270x100x8 mm., mientras que las cinco restantes mantenían las mismas
dimensiones y situación que en la fase experimental previa.

De igual manera, se colocó mortero de cemento entre el hormigón y las presillas para
garantizar su unión. Esta operación se repetía incluso si el adhesivo utilizado para unir los
angulares con el pilar de hormigón era mortero epoxídico (ver el siguiente apartado 3.3.4), ya
que la cantidad de mortero bajo la presilla solía rebasar el centímetro de espesor, y con este
valor los morteros epoxídicos pierden su eficacia.

53
CAPITULO 3. Programa experimental

Figura 34. Sección de pilares con 5 y 7 presillas.

3.3.4 Tipo de adhesivo entre el hormigón y el acero del refuerzo.

El adhesivo más frecuentemente utilizado en este tipo de intervención es el mortero


epoxídico. Sin embargo este material presenta grandes inconvenientes como es su baja
resistencia a altas temperaturas, que pueden provocar el despegado del elemento de manera
brusca, o la precisión necesaria en su utilización, ya que si se colocan capas de este adhesivo
superiores a 1 mm. su eficacia baja notablemente (Fernández 1981).

Al plantear la investigación y estudiar los esfuerzos a los que va a estar sometido el pilar de
hormigón reforzado, se estimó que si bien la utilización de morteros epoxídicos estaba
justificada en el caso de elementos reforzados sometidos a esfuerzos de flexión (mejoran
notablemente el anclaje del elemento de refuerzo al elemento de hormigón), esto no era así en
el caso de elementos sometidos a compresión. Por el tipo de esfuerzos que van a soportar
tanto el pilar de hormigón como el acero del refuerzo, el conjunto se va a mantener unido
hasta que el acero deslice sobre el adhesivo, y este momento no va a ser crítico para el
incremento de resistencia que va a proporcionar el refuerzo (Teng et al 2002).

Por ello y por las ventajas que presenta el mortero de cemento sobre el mortero epoxídico
(bajo coste y fácil manipulación en obra), se plantearon la mayoría de ensayos con este
elemento como adhesivo.

Posteriormente se verificaron estas hipótesis realizando refuerzos utilizando mortero


epoxídico como adhesivo.

En ambos casos se controló que el acero del refuerzo quedaba totalmente adherido al soporte
de hormigón, tanto los angulares como las presillas (se ha comentado en el anterior apartado

54
CAPITULO 3. Programa experimental

que en ambos casos, el elemento de relleno utilizado bajo las presillas fue mortero de
cemento). En el caso del mortero epoxídico se vigiló que los espesores del material bajo los
angulares metálicos no fueran superiores a 1mm.

La colocación del adhesivo se puede ver en la siguiente secuencia de fotografías. En la


primera se observa el angular recubierto por mortero de cemento (A) (en caso de mortero
epoxídico el procedimiento es el mismo pero vigilando el espesor del adhesivo).
Seguidamente se sitúa el perfil de acero sobre el soporte de hormigón (B). A continuación se
sujeta los angulares mediante gatos hasta el soldado de las presillas (C). Finalmente se
muestra una vista con los cuatro angulares unidos al soporte de hormigón.

Figura 35. Secuencia de colocación de los angulares metálicos.

3.4 Ensayos

Una vez fijadas las características de los pilares de hormigón armado que iban a ser
reforzados, y seleccionadas las variables que se iban a estudiar, se diseñó una primera fase
experimental en que todos los soportes de HA se reforzarían con angulares metálicos y cinco
presillas por cada cara del soporte y el adhesivo utilizado para unir el acero del refuerzo con el
hormigón sería el mortero de cemento.

Las variables a estudiar en esta primera fase serían la influencia de colocar un capitel o no en
la unión del soporte con otros elementos estructurales y la influencia de la descarga de la
estructura antes de proceder al refuerzo.

55
CAPITULO 3. Programa experimental

En total se ensayaron un total de 10 pilares de 250 cm. de longitud de tramo de pilar de


sección cuadrada de 30 cm. de lado y rematados en dos cabezas de 30x60 cm.

Dos de los soportes ensayados fueron los pilares testigo. Además de estos se rompieron 4
tipos diferentes de soportes reforzados combinando las distintas variables, y ensayando dos
probetas por cada tipología. Todo esto queda resumido en la figura 36.

Figura 36. Primera fase de Ensayos.

En la segunda fase se rompieron 6 probetas realizadas con 5 presillas, para evaluar la


influencia de utilizar como adhesivo un mortero epoxídico (tres tipos diferentes de probetas, y
dos soportes por tipología). El resto de probetas se reforzaron con 7 presillas por cada lado
del soporte y utilizando como adhesivo mortero de cemento (cuatro tipos diferentes de
probetas y dos soportes por tipología). A continuación se puede observar el esquema que
resume los ensayos de la segunda fase (figura 37).

Figura 37. Segunda fase de Ensayos.

56
CAPITULO 3. Programa experimental

Todos los ensayos se realizaron en el laboratorio del instituto ICITECH, y todas las probetas
fueron sometidas a una carga del 65% de su carga de rotura, previamente a ser reforzadas.

La edad del hormigón en el momento de realizar las precargas osciló entre 57 y 106 días.

3.4.1 Tipos de probeta

A modo de resumen se va a presentar en las siguientes tablas los tipos de probetas ensayados.

En la primera fase de ensayos la resistencia del hormigón utilizado para fabricar los pilares
de hormigón armado fue de 12 MPa.

Primera fase de ensayos

Nº de Probetas Referencia Tipo de Adhesivo Capitel Precarga Nº de Presillas

2 Testigo Sin reforzar

2 AD Mortero de cemento No 90 Tn y descarga 5

2 AC Mortero de cemento No 90 Tn 5

2 BD Mortero de cemento Si 90 Tn y descarga 5

2 BC Mortero de cemento Si 90 Tn 5

Tabla 8. Probetas de la primera fase de ensayos

En la segunda fase de ensayos la resistencia del hormigón utilizado para fabricar los pilares
de hormigón armado fue de 8 MPa.

Segunda fase de ensayos

Nº de Probetas Referencia Tipo de Adhesivo Capitel Precarga Nº de Presillas

2 Testigo Sin reforzar

2 MEAD Mortero epoxídico No 90 Tn y descarga 5

2 MEBD Mortero epoxídico Si 90 Tn y descarga 5

57
CAPITULO 3. Programa experimental

Nº de Probetas Referencia Tipo de Adhesivo Capitel Precarga Nº de Presillas

2 AD Mortero de cemento No 90 Tn y descarga 5

2 PAD Mortero de cemento No 90 Tn y descarga 7

2 PAC Mortero de cemento No 90 Tn 7

2 PBD Mortero de cemento Si 90 Tn y descarga 7

2 PBC Mortero de cemento Si 90 Tn 7

Tabla 9. Probetas de la segunda fase de ensayos

3.4.2 Descripción del pórtico de ensayos.

Debido a limitaciones de gálibo (se ha comentado en el apartado 3.2.3) del laboratorio del
ICITECH, los ensayos a escala real se llevaron a cabo con el pilar colocado horizontalmente
en un marco de acero (fig 38 y 39). Este elemento metálico está fabricado con acero y tiene
suficiente resistencia para proporcionar las reacciones a las cargas proporcionadas por el gato
hidraúlico y transmitidas al marco metálico a través del soporte a ensayar.

En el anejo 2 se ha calculado la excentricidad que provoca el peso propio del soporte de


hormigón armado, y se ha llegado a la conclusión de que es despreciable, por lo que es
factible la realización del ensayo en posición horizontal.

Las cabezas de los soportes se apoyan en dos rótulas que garantizaban el centrado de la carga
de compresión, proporcionada por un gato hidráulico. La carga máxima que puede suministrar
el gato hidráulico es de 500 Tn, y la carga se aplica con un desplazamiento controlado a una
velocidad de 0,5 mm/min.

Figura 38. Fotografías del pórtico de ensayos.

58
CAPITULO 3. Programa experimental

Las dimensiones del pórtico de ensayo y sus dimensiones aparecen en las siguientes figuras.

Figura 39. Esquema del pórtico de ensayos.

Como se ha comentado a lo largo del capítulo, uno de los hitos del presente programa
experimental, es evaluar la influencia de mantener el soporte cargado o descargado en el
momento de ejecutar el refuerzo.

En los especimenes en que el refuerzo se realizaba tras descargar el soporte de hormigón


original, éste se quitaba del pórtico una vez aplicada la precarga de 90 Tn, para proceder a la
ejecución del refuerzo de la manera más cómoda.

En los ensayos en que se debe mantener el pilar de hormigón armado cargado mientras se
realiza el refuerzo del mismo, se diseñó un sistema hidráulico alimentado por baterías que
proporcionaba la carga requerida independientemente del suministro eléctrico durante días.

En las siguientes fotografías se muestra el dispositivo utilizado.

59
CAPITULO 3. Programa experimental

Figura 40. Sistema de mantenimiento de carga.

3.4.3 Instrumentación.

El objetivo fundamental del programa de investigación es comprobar como se comporta el


tramo de pilar al ser reforzado, y cómo se realiza la transmisión de cargas entre el hormigón
del soporte y el acero del refuerzo. Para ello es necesaria una gran instrumentación en todos
los elementos que conforman la probeta y que a continuación se van a describir.

Figura 41. Vista de la probeta dispuesta para ser ensayada.

60
CAPITULO 3. Programa experimental

Básicamente la instrumentación ha consistido en una célula de carga para medir la carga


aplicada a las probetas durante el ensayo por el gato hidráulico, captadores de desplazamiento
(LVDT, “linear variable differential transducer”) para medir deformaciones en el hormigón y
deslizamientos entre en acero del refuerzo y el hormigón. Y finalmente galgas
extensométricas para medir las deformaciones del acero de refuerzo tanto en los angulares
como en las presillas.

La instrumentación colocada en cada elemento a ensayar varió ligeramente en cada uno de los
experimentos. Esto se debió fundamentalmente a la información que se iba recogiendo a
medida que avanzaba el desarrollo del programa experimental.

En el siguiente esquema queda recogido de manera general la situación de los distintos


elementos extensométricos utilizados durante los ensayos. En las tablas que aparecen a
continuación se detalla con mayor exactitud el número de los elementos de medida empleados
en cada espécimen, así como la medición realizada.

Figura 42. Instrumentación utilizada durante los ensayos.

61
CAPITULO 3. Programa experimental

• Primera fase de ensayos.

Durante la primera fase de ensayos, todos los soportes reforzados contaban con cinco presillas
por cada cara del soporte. Se puede decir que las presillas distribuían al soporte en cuatro
secciones tal como se ve en la figura 43. En la misma también se puede observar la
numeración utilizada para las presillas (Pnúmero).

Figura 43. Numeración de secciones y presillas en soportes de 5 presillas.

Pilares TESTIGO

Número Referencia Tipo Medición

1 LVDT HS1 Linear Variable Differential Deformación del hormigón en la S1


Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

Tabla 10. Pilares testigo de la primera fase de ensayos.

62
CAPITULO 3. Programa experimental

Probetas AD, BD

Número Referencia Tipo Medición

2 GP1 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 1


2 GP3 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 3

2 GP5 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 5

2 GAS1 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S1


2 GAS2 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S2

2 GAS3 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S3

2 GAS4 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S4

1 LVDT HS1 Linear Variable Deformación del hormigón en la S1


Differential Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

1 LVDT DS1 Linear Variable Deslizamiento entre acero del refuerzo y el


Differential Transducer hormigón en la S1

1 LVDT DS2 Ídem Ídem en la S2


1 LVDT DS3 Ídem Ídem en la S3

1 LVDT DS4 Ídem Ídem en la S4

1 LVDT G Linear Variable Recorrido del gato


Differential Transducer

Tabla 11. Instrumentación de las probetas AD y BD de la primera fase de ensayos.

63
CAPITULO 3. Programa experimental

Probetas AC

Número Referencia Tipo Medición

2 GP1 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 1


2 GP2 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 2

2 GP4 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 4

2 GP5 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 5

2 GAS1 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S1


2 GAS2 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S2

2 GAS3 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S3

2 GAS4 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S4

1 LVDT HS1 Linear Variable Deformación del hormigón en la S1


Differential Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

1 LVDT DS1 Linear Variable Deslizamiento entre acero del refuerzo y el


Differential Transducer hormigón en la S1

1 LVDT DS2 Ídem Ídem en la S2


1 LVDT DS3 Ídem Ídem en la S3

1 LVDT DS4 Ídem Ídem en la S4

1 LVDT G Linear Variable Recorrido del gato


Differential Transducer

Tabla 12. Instrumentación de las probetas AC de la primera fase de ensayos.

64
CAPITULO 3. Programa experimental

Probetas BC

Número Referencia Tipo Medición

4 GP1 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 1


2 GP2 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 2

2 GP4 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 4

4 GP5 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 5

8 GAS1 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S1


2 GAS2 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S2

2 GAS3 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S3

8 GAS4 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S4

1 LVDT HS1 Linear Variable Deformación del hormigón en la S1


Differential Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

1 LVDT DS1 Linear Variable Deslizamiento entre acero del refuerzo y el


Differential Transducer hormigón en la S1

1 LVDT DS2 Ídem Ídem en la S2


1 LVDT DS3 Ídem Ídem en la S3

1 LVDT DS4 Ídem Ídem en la S4

4 LVDT G Linear Variable Desplazamiento lateral entre el pórtico y el


Differential Transducer soporte reforzado

Tabla 13. Instrumentación de las probetas BC de la primera fase de ensayos.

65
CAPITULO 3. Programa experimental

• Segunda fase de ensayos.

Durante la segunda fase de ensayos, se realizaron elementos reforzados con cinco (AD,
MEAD, MEBD) y siete presillas por cada cara del soporte (PAD, PBD, PAC, PBC). En los
elementos con cinco presillas la numeración de las secciones y las presillas es exactamente
igual que en la primera fase de ensayos (Fig 44). En los elementos con siete presillas estos
datos aparecen en la figura 45.

Figura 44. Numeración de secciones y presillas en soportes de 5 presillas

Figura 45. Numeración de secciones y presillas en soportes de 7 presillas.

Pilares TESTIGO

Número Referencia Tipo Medición

1 LVDT HS1 Linear Variable Differential Deformación del hormigón en la S1


Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

2 LVDT P Ídem Acortamiento total del hormigón

Tabla 14. Probetas Testigo de la segunda fase de ensayos.

66
CAPITULO 3. Programa experimental

Probetas AD

Número Referencia Tipo Medición

4 GP1 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 1


2 GP2 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 2

2 GP4 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 4

4 GP5 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 5

8 GAS1 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S1


2 GAS2 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S2

2 GAS3 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S3

8 GAS4 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S4

1 LVDT HS1 Linear Variable Deformación del hormigón en la S1


Differential Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

1 LVDT DS1 Linear Variable Deslizamiento entre acero del refuerzo y el


Differential Transducer hormigón en la S1

1 LVDT DS2 Ídem Ídem en la S2


1 LVDT DS3 Ídem Ídem en la S3

1 LVDT DS4 Ídem Ídem en la S4

2 LVDT P Linear Variable Acortamiento total del tramo de pilar


Differential Transducer

Tabla 15. Instrumentación de las probetas AD de la segunda fase de ensayos.

67
CAPITULO 3. Programa experimental

Probetas MEAD y MEBD

Número Referencia Tipo Medición

2-4 GP1 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 1


2 GP2 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 2

2 GP4 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 4

2-4 GP5 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 5

7-8 GAS1 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S1


2 GAS2 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S2

2 GAS3 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S3

7-8 GAS4 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S4

1 LVDT HS1 Linear Variable Deformación del hormigón en la S1


Differential Transducer

2 LVDT HS2 Ídem Deformación del hormigón en la S2


2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3

1 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

1 LVDT DS1 Linear Variable Deslizamiento entre acero del refuerzo y el


Differential Transducer hormigón en la S1

1 LVDT DS2 Ídem Ídem en la S2


1 LVDT DS3 Ídem Ídem en la S3

1 LVDT DS4 Ídem Ídem en la S4

2 LVDT P Linear Variable Acortamiento total del tramo de pilar


Differential Transducer

Tabla 16. Instrumentación de las probetas MEAD y MEBD de la segunda fase de ensayos.

68
CAPITULO 3. Programa experimental

Probetas PAD, PAC, PBD yPBC

Número Referencia Tipo Medición

4 GP1 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 1


2 GP2 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 2

2 GP3 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 3

2 GP4 Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 4


Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 5
2 GP5
Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 6
2 GP6
Galgas extensométricas Deformación del acero de la presilla 7
4 GP7

2-3 GAS1 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S1


4-8 GAS2 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S2

2 GAS3 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S3

2 GAS4 Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S4


Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S5
4-8 GAS5
Galgas extensométricas Deformación del acero del angular de la S6
2-3 GAS6

1 LVDT HS2 Linear Variable Deformación del hormigón en la S2


Differential Transducer

2 LVDT HS3 Ídem Deformación del hormigón en la S3


2 LVDT HS4 Ídem Deformación del hormigón en la S4

1 LVDT HS5 Ídem Deformación del hormigón en la S5

1 LVDT DS2 Linear Variable Deslizamiento entre acero del refuerzo y el


Differential Transducer hormigón en la S2

1 LVDT DS3 Ídem Ídem en la S3


1 LVDT DS4 Ídem Ídem en la S4

1 LVDT DS5 Ídem Ídem en la S5

2 LVDT P Linear Variable Acortamiento total del tramo de pilar


Differential Transducer

Tabla 17. Instrumentación de las probetas PAD, PAC, PBD y PBC de la segunda fase de
ensayos.

69
CAPITULO 3. Programa experimental

3.4.4 Resumen de ensayos

Para completar el capitulo se muestra a continuación una tabla resumen de todos los pilares
ensayados durante el desarrollo del presente trabajo de investigación. La columna fc se refiere
a la resistencia del pilar de hormigón sin reforzar y su valor está expresado en MPa.

Fecha de
Probeta rotura nº presillas Capitel Adhesivo fc nº galgas nº LVDT

Tes 1 26-08-03 - - - 13.6 - 6


Tes 2 28-08-03 - - - 12.8 - 6
ADx 22-09-03 5 No M. Cemento 15.3 14 11
ADy 15-09-03 5 No M. Cemento 15.1 14 11
BDx 25-09-03 5 Sí M. Cemento 12.0 14 11
BDy 26-09-03 5 Sí M. Cemento 12.0 14 11
ACx 06-10-03 5 No M. Cemento 12.2 16 11
ACy 16-10-03 5 No M. Cemento 12.3 16 11
BCx 21-10-03 5 Sí M. Cemento 14.5 32 14
BCy 24-10-03 5 Sí M. Cemento 15.0 32 14

Tes 1 03-09-04 - - - 8.3 - 8


Tes 2 03-09-04 - - - 8.3 - 8
ADx 09-09-04 5 No M. Cemento 8.3 32 12
ADy 15-09-04 5 No M. Cemento 8.3 32 12
PADx 16-09-04 7 No M. Cemento 8.3 35 12
PADy 22-09-04 7 No M. Cemento 8.3 42 12
PBDx 14-09-04 7 Sí M. Cemento 8.3 42 12
PBDy 23-09-04 7 Sí M. Cemento 8.3 42 12
PACx 20-10-04 7 No M. Cemento 8.3 60 12
PACy 21-09-04 7 No M. Cemento 8.3 42 12
PBCx 29-09-04 7 Sí M. Cemento 8.3 41 12
PBCy 01-10-04 7 Sí M. Cemento 8.3 44 12
MEADx 28-09-04 5 No M. Epoxídico 8.3 26 12
MEADy 05-10-04 5 No M. Epoxídico 8.3 28 12
MEBDx 14-10-04 5 Sí M. Epoxídico 8.3 32 12
MEBDy 25-10-04 5 Sí M. Epoxídico 8.3 32 12

Tabla 18. Tabla resumen de todos los especimenes ensayados.

70
CAPITULO 4
RESULTADOS DE LOS ENSAYOS EXPERIMENTALES

En este capítulo se muestran los resultados


experimentales de manera gráfica. En primer lugar se
presentan las gráficas carga-acortamiento de cada uno
de los soportes ensayados. A continuación se pasa a
estudiar como se realiza el reparto de axil entre el
hormigón y el acero del refuerzo cuando se carga el
elemento hasta la rotura. También se estudia el progreso
de las tensiones soportadas por las presillas y el
deslizamiento entre los dos elementos. Por último se
establecen valores de máxima resistencia a compresión,
Eficiencia, Incremento de axil y Eficiencia del sistema
de refuerzo.
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4 Resultados de los ensayos experimentales


En el presente capítulo se muestra los resultados de los ensayos experimentales de manera
gráfica. Los valores registrados por cada uno de los trasductores (LVDT´s y galgas
extensométricas) se presentan en el anejo 3 únicamente en formato electrónico debido a su
extensión.

La organización de este apartado se realiza a partir de los distintos aspectos del


comportamiento de los elementos ensayados que han sido estudiados.

En primer lugar (sección 4.1.) se presentan las gráficas carga-acortamiento de cada uno de los
soportes ensayos. Aparece una curva por cada una de las probetas ensayadas.

Seguidamente se pasa a estudiar como se realiza el reparto de axil entre el hormigón del
soporte original y el acero del refuerzo, cuando se carga el elemento hasta la rotura (sección
4.2). Para ello se plantean dos tipos diferentes de información gráfica. Inicialmente se observa
como evoluciona el reparto de carga entre hormigón y acero en cada una de las secciones en
que divide al soporte las presillas. Posteriormente se aprecia este reparto de axil en todo el
soporte para distintos niveles de carga (0.5Nmax, 0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

La sección 4.3 nos revela el progreso de las tensiones soportadas por las presillas (tracciones)
mientras se carga al soporte reforzado hasta la rotura. Esta información nos muestra en que
zona/zonas el hormigón del pilar se encuentra más confinado.

Para entender el comportamiento del elemento reforzado es importante conocer en qué


momentos de su historial de carga y en qué secciones del pilar, el acero del refuerzo y el
hormigón trabajan conjuntamente y en qué zonas lo hacen de manera independiente
produciéndose un deslizamiento entre los dos elementos. Por ello, la sección 4.4 presenta el
deslizamiento entre los dos elementos, en las distintas secciones limitadas por las presillas.

Por último en la sección 4.5 se establecen valores de máxima resistencia a compresión,


Eficiencia, Incremento de axil y Eficiencia del sistema de refuerzo a partir de valores teóricos
y valores obtenidos experimentalmente.

71
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.1 Carga - Acortamiento

Para determinar las curvas carga-acortamiento de los soportes durante los ensayos de
laboratorio se han dispuesto captadores de desplazamiento de manera diferente en la primera
y segunda fase. En la primera se colocaron seis captadores de desplazamiento en el hormigón,
como se puede ver en la figura adjunta, en cada una de las cuatro secciones en que queda
divido el soporte. A partir de estos datos se calculó el acortamiento total del soporte del
siguiente modo:

δ total = δ1d1 + δ 2 d 2 + δ 3d3 + δ 4 d 4

Figura 46. Esquema de situación de los LVDT´s utilizados para medir el acortamiento del hormigón.

Figura 47. Colocación de los captadores en cada una de las secciones del soporte.

En la segunda fase experimental y con la experiencia adquirida se varió este modo de medida.
Se fabricaron dos pértigas que consistían en dos tubos cilíndricos huecos, con un solape en el
centro de la misma en dónde una parte de uno de los tubos quedaba en el interior del otro. De
este modo estas pertigas se colocarón a presión entre las dos cabezas del soporte de hormigón,
de manera que al comprimirse el pilar, se comprimirían de igual manera las pértigas. Se

72
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

colocaron captadores de desplazamiento en la parte central de las pertigas, de forma que


medían directamente el acortamiento total del soporte.

Además en esta segunda fase de ensayos, se siguieron colocando seis captadores de


desplazamiento directamente sobre el hormigón para medir la deformación en cada una de las
secciones en que se divide el soporte. Posteriormente se comprobó que el modo utilizado para
la medida del acortamiento del pilar en la primera fase de ensayos era totalmente válido.

Figura 48. Situación de los LVDT´s en la zona central de las pértigas.

4.1.1 Resultados de los ensayos. Curvas carga-acortamiento.

En las siguientes gráficas (de la figura 49 a la figura 60) se pueden observar las curvas carga-
acortamiento obtenidas en los pilares reforzados utilizando 5 ó 7 presillas por cada cara del
soporte ensayados en la primera y segunda fase experimental. En todos los casos y para
cualquier combinación de variables se mejora notablemente la ductilidad del soporte de
hormigón con el acero del refuerzo.

Las curvas correspondientes a los especimenes se ACy, BDx, BDy y BCy no se han obtenido
del modo expuesto anteriormente. Esto es debido a que los resultados recogidos no fueron
válidos ya que el sistema utilizado para recoger las deformaciones en el hormigón es muy
sensible a los giros o pequeñas flexiones que se dan en el soporte al alcanzar o incluso superar
las tensiones de rotura. Por ello se ha representado la curva carga-acortamiento proporcionado
por un captador situado en el gato hidráulico que medía su recorrido y que se comprobó para
todos los especimenes, coincidía con la deformación del soporte.

En la figura 49 se muestran los resultados obtenidos al ensayar los especimenes AD y AC de


la primera fase de ensayos. En trazo continuo se presenta el resultado correspondiente a los
especimenes x, y en trazo discontinuo a los especimenes y. No se disponen de resultados
correspondientes al espécimen ACy, y cabe recordar que el espécimen ADy no alcanzó la
carga esperada debido a la rotura de las cabezas. Esto impidió que se llegara al agotamiento
del tramo de soporte reforzado.

73
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 49. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y sin capitel de los
soportes ensayados en la primera fase experimental.

En la figura 50 se muestran los resultados obtenidos al ensayar los especimenes BD y BC de


la primera fase de ensayos. La figura 51 aúna todos los resultados para su mejor
comparación, y representa con trazo continuo los especimenes x, y con trazo discontinuo los
especimenes y.

No se aprecian discrepancias significativas con el hecho de descargar el soporte previamente a


la realización del refuerzo o ejecutarlo con el pilar cargado. Las diferencias que se observan
son debidas a la diferente resistencia entre los soportes de hormigón original de los
especimenes BD y BC (12 y 15 MPa).

Figura 50. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la primera fase experimental.

74
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 51. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la primera fase experimental.

La figura 52 muestra los resultados obtenidos en todos los especimenes ensayados en la


primera fase experimental. En trazo continuo se representan los especimenes x, y en trazo
discontinuo los especimenes y.

Figura 52. Gráficos carga-acortamiento en todos los soportes reforzados en la primera fase de ensayos.

Según el gráfico anterior se observa que para valores de carga máxima el acortamiento de los
soportes reforzados es muy similar y se sitúa entorno a 15 mm.

75
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Las figuras que aparecen a continuación (fig. 53 a fig. 60) muestran los resultados obtenidos
en los especimenes ensayados en la segunda fase de experimental. Como se ha comentado
anteriormente, debido a la experiencia adquirida se varió el modo de medida. Se colocaron
dos pértigas en los laterales del soporte reforzado con un captador de desplazamiento en la
parte central que medía directamente el acortamiento del elemento.

La figura 53 muestra los resultados obtenidos al ensayar soportes reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y sin capitel. La diferencia entre los especimenes AD y
MAD es el tipo de adhesivo utilizado para adherir la jaula de acero al soporte de hormigón
que es mortero de cemento y epoxídico, respectivamente.

Figura 53. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y sin capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental.

La figura 54 muestra los resultados obtenidos al ensayar soportes reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y con capitel. En esta segunda fase de ensayos este tipo de
refuerzo se realizó utilizando únicamente como adhesivo mortero epoxídico.

Figura 54. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental. Comparación de los soportes reforzados con cinco
presillas ensayados sin capitel.

En figura 54 derecha, aparece los gráficos carga-acortamiento de todos los especimenes


reforzados con cinco presillas sin capitel, ensayados en la segunda fase experimental. En los

76
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

soportes en que se ha utilizado mortero epoxídico como adhesivo se aprecia un acortamiento


del elemento ligeramente superior que en los pilares en que se utilizó mortero de cemento.

La figura 55 muestra las gráficas carga-acortamiento de todos los especimenes ensayados en


la segunda fase experimental y reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte, con y
sin capitel y utilizando como adhesivo mortero de cemento o epoxídico. En trazo continuo
aparecen los especimenes x y en trazo discontinuo los especimenes y. Se observa que en los
soportes con capitel el acortamiento es menor.

Figura 55. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas en la segunda fase
experimental.

Las figuras 56 y 57 muestran las gráficas carga-acortamiento de los pilares reforzados con
siete presillas por cada lado sin capitel (PAD y PAC) y con capitel (PBD y PBC).

Figura 56. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con siete presillas y sin capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental.

77
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 57. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con siete presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental.

En la figura 57 se observa que hay dos especimenes que no llegaron a su carga máxima
(PBDx y PBCx). Esto fue debido a la rotura de las cabezas de los soportes reforzados, por lo
que el ensayo concluyó antes de alcanzar la resistencia máxima del tramo de pilar reforzado.

Según las figuras 56 y 57, parece evidente que en el caso de soportes reforzados con siete
presillas, los especimenes ensayados sin capitel, es decir sin ningún tipo de conexión entre la
cabeza del soporte y el acero que refuerza el tramo de pilar, el acortamiento del soporte es
muy superior. Esta diferencia es menos acusada en el caso de soportes reforzados con cinco
presillas por cada cara del pilar.

Por otra parte en los soportes reforzados con siete presillas y capitel la carga última alcanzada
supera ligeramente la de los pilares reforzados con siete presillas y sin capitel.

Figura 58. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados sin capitel en la segunda fase experimental.

78
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

La figura 58 muestra las gráficas carga-acortamiento de todos los especimenes ensayados en


la segunda fase experimental en los que no se dispuso ningún capitel. Las características del
hormigón del soporte original fueron idénticas por lo que las diferencias que aparecen se
deben únicamente a la configuración del refuerzo.

Se aprecia una gran mejora en términos de resistencia y ductilidad en los especimenes en que
se han colocado siete presillas por cada lado del soporte (PAD y PAC).

Figura 59. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados con capitel en la segunda fase experimental.

La figura 59 muestra las gráficas carga-acortamiento de todos los especimenes ensayados en


la segunda fase experimental en los que se colocó un capitel para mejorar la transmisión de
cargas entre la cabeza del soporte y el tramo de pilar. Las características del hormigón del
soporte original fueron idénticas por lo que las diferencias que aparecen se deben únicamente
a la configuración del refuerzo.

En el caso de soportes con capitel, no se aprecian diferencias significativas en el acortamiento


del soporte reforzado, pero sí una mejora notable del aumento de resistencia de los soportes
en que se ha colocado siete presillas por cada lado (PBD y PBC).

La figura 60 muestra los resultados de todos los soportes reforzados utilizando siete presillas
por cada lado del pilar, sin capitel (PAD, PAC) y con capitel (PBD y PBC). En ella se observa
que el acortamiento de los soportes en que no se utiliza capitel es notablemente superior a los
soportes con capitel.

79
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Este fenómeno es más acusado que en los soportes reforzados con cinco presillas por cada
lado del pilar, tal y como se ha visto en los resultados obtenidos de la primera fase
experimental.

Figura 60. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados con siete presillas en la segunda fase experimental.

4.2 Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón.

Uno de los aspectos fundamentales del comportamiento del pilar reforzado es el del reparto
de cargas soportadas por el acero y el hormigón cuando se procede a cargar el elemento
reforzado. Para obtener esta información se colocaron galgas extensométricas en los angulares
metálicos y captadores de desplazamiento en el hormigón en las secciones intermedias entre
presillas. A partir de los resultados obtenidos en estos elementos de medida se puede conocer
el reparto de tensiones entre el pilar original y el material de refuerzo.

Figura 61. Sección del soporte reforzado. Cotas en mm

80
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

En el esquema anterior (fig. 61) se puede ver una sección del soporte reforzado y la
colocación de los angulares y presillas metálicas sobre el pilar. Los angulares están adheridos
al hormigón con una capa de mortero de cemento o epoxídico. El espacio entre las presillas
metálicas y el soporte se rellenó en todos los casos con mortero de cemento para asegurar el
total confinamiento del hormigón en las zonas de las presillas.

Una vez obtenida la lectura de las galgas extensométricas se obtiene la tensión soportada por
el acero según:

Axil en angulares = ε ∗ Ea ∗ Aang

siendo,

− ε, la deformación del angular medida por la galga extensométrica

− Ea, el módulo de elasticidad del acero obtenido de manera experimental ( Ea = 208040


N/mm2)

Aang, el área de los angulares en cada sección del soporte reforzado. En el caso que nos
ocupa al ser angulares L80.8, el área será igual a Aang= 4*12,3 10-2 mm2 = 49,2 10-2
mm2

A partir de los valores de la carga soportada por los angulares de acero, y como diferencia con
la carga proporcionada por el gato hidráulico, se obtiene el axil soportado por el hormigón del
refuerzo original. El valor de este axil estimado en el hormigón se compara con el deducido
de la deformación en el hormigón, medida con los LVDT.

El estudio de estos resultados es fundamental para entender como se realiza el reparto de


cargas entre ambos materiales y para poder pronosticar el modo de rotura. A continuación se
presentan los resultados obtenidos para cada tipo de soporte y en cada una de las secciones
intermedias, a medida que se incrementa el axil hasta la rotura.

4.2.1. Elementos reforzados con 5 presillas por cada cara del soporte.

En los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del mismo, éstas dividen al
espécimen en cuatro secciones diferentes según se aprecia en la siguiente figura.

81
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 62. Secciones en que dividen al soporte las cinco presillas.

A continuación las gráficas mostrarán la evolución en el reparto del axil, entre acero de
refuerzo y soporte de hormigón original en cada uno de los distintos especimenes. Se aprecia
que esta evolución varía a medida que se incrementa la carga hasta la rotura, y que depende
considerablemente de la proximidad de la sección a las cabezas del soporte. Se presentan los
resultados obtenidos en todos los especimenes reforzados ensayados. En la parte izquierda de
la página están las probetas x, y a la derecha las probetas y.

Con el objetivo de facilitar la visualización de la evolución de la distribución de tensiones


entre el acero y el hormigón a lo largo de todo el soporte, se presenta la progresión en el
reparto de axil para cuatro niveles de carga: carga máxima (Nmax), 90% de la carga máxima,
75% de la carga máxima y el 50% de la carga máxima.

Previamente a la presentación de los resultados obtenidos en los ensayos de manera gráfica, se


señala la sección del soporte donde se produjo la rotura del mismo.

Los especimenes ensayados combinan las distintas variables de diseño. La tabla 19 muestra
como se combinan en cada tipo de pilar.

Capitel Descarga Tipo de adhesivo

AD No Si Mortero de cemento

AC No No Mortero de cemento

BD Si Si Mortero de cemento

BC Si No Mortero de cemento

MEAD No Si Mortero epoxídico

MEBD Si Si Mortero epoxídico

Tabla 19. Características de los especimenes con cinco presillas por cada lado del soporte.

82
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte AD primera fase de ensayos

El soporte ADx se rompió por la sección 1, es decir entre las presillas más cercanas a la
cabeza en la que se produce la aplicación de la carga con el gato hidráulico.

Figura 63. Rotura del espécimen ADx por la sección 1.

Los resultados obtenidos con el espécimen ADy no son significativos ya que no se pudo
aplicar la carga correspondiente a la rotura del tramo de pilar. Esto fue debido a que este
elemento fue el primero en ser ensayado y presentó un fallo que posteriormente sería
subsanado en el resto de especimenes.

Dicho defecto consistía en la rotura de la cabeza del soporte, que al estar fabricada con el
mismo hormigón que el tramo de pilar y no estar reforzada, fallaba al llegar al axil de rotura
del hormigón, sin llegar a agotar el tramo de pilar reforzado. Para subsanar este inconveniente
se procedió a forrar con chapa de acero las cabezas del resto de especimenes. Esta operación
no interfería la investigación, ya que el objeto del presente trabajo es estudiar el tramo de
soporte reforzado.

Figura 64. Rotura del espécimen ADy por una de las cabezas.

83
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 65. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes AD.

84
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte ADx

Figura 66. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADx

En las zonas próximas a las cabezas (secciones 1 y 4) el hormigón está soportando un axil
muy superior a su axil de rotura (en este caso 1576 kN). Esto es debido al confinamiento que
ejerce la jaula de acero sobre el hormigón. Este efecto se empieza a apreciar para cargas
correspondientes al 75% del axil máximo y a medida que este aumenta se acentúa.

Es de suponer por tanto, que las presillas 1, 2, 4 y 5 estarán fuertemente traccionadas y que el
hormigón en las secciones 1 y 4 ejercerá un fuerte empuje a los angulares situados en las
esquinas (esto se corrobora en el apartado 4.3)

El empuje del hormigón sobre los angulares les impone un fuerte momento, llevándolos hasta
la plastificación (ver fig. 63). Aparentemente esta plastificación del acero marca el límite del
confinamiento en el hormigón y, por tanto, el de su capacidad portante. Este mecanismo
parece ser el responsable de la rotura de soportes reforzados con cinco presillas sin capitel, en
las proximidades de las cabezas del mismo.

85
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax). Se ha considerado el valor del Nmax del espécimen ADx.

Soporte ADy

Figura 67. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADy.

El soporte ADy fue el primer espécimen en ser ensayado una vez reforzado. Como se ha
comentado anteriormente los datos recogidos durante el experimento no se han tenido en
cuenta en los análisis posteriores, por el defecto aparecido durante el ensayo. En el capitulo
anterior se explica que en la primera fase de ensayos todos los pilares de hormigón armado
con sus correspondientes cabezas fueron fabricados en el laboratorio para garantizar las
condiciones de baja resistencia necesarias para simular situaciones reales de necesidad de
refuerzo. Al proceder a la precarga de los especimenes, refuerzo y someterles al ensayo, se
pensó que sería suficiente con un fuerte armado de las cabezas del soporte para que esta
aguantara al menos las cargas que producen el agotamiento del elemento reforzado. Esto no
fue así produciéndose la rotura de las cabezas sin llegar a obtener resultados significativos en
cuanto al comportamiento del tramo de pilar. Para subsanar este inconveniente se procedió al
refuerzo con chapas metálicas de las cabezas del resto de especimenes de manera que este no
interviniera en el comportamiento

86
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte AD segunda fase de ensayos

El hormigón empleado para fabricar los pilares de la segunda fase experimental tenían una
resistencia inferior al utilizado en la primera fase. Esta diferencia es la que provoca la rotura a
diferentes axiles, una vez reforzado, pero las pautas de comportamiento son similares a los
soportes AD ensayados en la primera fase.

La rotura del espécimen ADx ocurrió en las secciones 1 y 4 simultáneamente, y en la figura


68 se aprecia tanto las fisuras aparecidas en estas secciones de hormigón como el estriado del
acero debido a las tensiones soportadas.

Figura 68. Rotura del espécimen ADx por la sección 1 y 4.

Debido a la experiencia ganada en la primera fase de ensayos las cabezas de los especímenes
ADx y ADy de la segunda fase de ensayos fue realizada con hormigón de alta resistencia por
lo que no fue necesario reforzarla ni reprodujo la rotura de la misma.

La rotura del espécimen ADy también ocurrió por la sección 1 y 4 simultáneamente.

Figura 69. Rotura del espécimen ADy por las secciones 1 y 4.

87
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 70. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes AD.

88
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte ADx segunda fase experimental

Figura 71. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADx

En las zonas próximas a las cabezas (secciones 1 y 4) el hormigón está soportando un axil
muy superior a su axil de rotura (en este caso 946 kN). Esto es debido al confinamiento que
ejerce la jaula de acero sobre el hormigón. Este efecto se empieza a apreciar para cargas
correspondientes al 75% del axil máximo y a medida que este aumenta se acentúa.

El comportamiento de los soportes reforzados con cinco presillas por cada lado del pilar y sin
capitel, ensayados en la segunda fase experimental, tienen un comportamiento análogo a los
ensayados en la primera fase.

89
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte ADy segunda fase experimental

Figura 72. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADy.

El soporte ADy de la segunda fase experimental se comportó de manera muy similar al


espécimen ADx de la primera y segunda fase.

Se ha producido una transferencia de cargas mayor al acero, por lo que se ha alcanzado un


axil último de rotura mayor que en el soporte ADx.

90
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte AC

La rotura en el soporte ACx se produjo simultáneamente en las secciones 1 y 4. Visualmente


el hormigón estaba más fisurado en la sección 1. En el detalle de la figura 73 se puede
apreciar las estrías que aparecen en el acero al estar sometido a grandes esfuerzos.

Figura 73. Rotura del espécimen ACx en las secciones 4 y 1. Detalle del acero del angular estriado debido a las
altas tensiones soportadas.

La rotura del soporte ACy se produjo en la sección 1, es decir entre las dos presillas más
cercanas a la cabeza en que se proporciona la carga con el gato hidráulico. En este espécimen
se alcanzó la carga máxima en el límite de la carrera del gato hidráulico. En las fotografías
(fig. 74) se puede apreciar las grandes deformaciones que aparecieron en la jaula de acero en
la sección de rotura.

Figura 74. Rotura del espécimen ACy en la sección 1.

91
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte AC

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 75. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes AC.

92
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte ACx

Figura 76. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ACx

En el presente espécimen, ACx se repite el mismo mecanismo de rotura que en los soportes
AD. La diferencia más notable se debe al momento de inicio de transmisión de cargas del
hormigón a la jaula de acero, más tardía que en los soportes AD ya que la ejecución del
refuerzo se realiza con el pilar de hormigón cargado.

Una vez superado el 60% de la carga máxima, el hormigón está soportando axiles superiores a
su carga de rotura (1297 kN). Esto se atribuye una vez más al confinamiento a que está
sometido el pilar de hormigón.

Igual que en los soportes AD, el empuje del hormigón sobre los angulares les impone un
fuerte momento flector que los lleva a plastificar. Esto explica que en el momento de la rotura
los angulares de la sección 1 y 4 estén plastificados. Este mecanismo parece ser el responsable
de la rotura de soportes reforzados con cinco presillas sin capitel, en las proximidades de las
cabezas.

93
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte ACy

Figura 77. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ACy

En la probeta ACy, al igual que en la anterior, es muy difícil determinar en qué momento se
produce la rotura del elemento reforzado, ya que si bien el soporte es capaz de seguir
soportando mas carga (en este caso concreto, se detuvo el ensayo por la finalización de la
carrera del gato hidráulico), el acero del refuerzo está en algunas secciones plastificado,
produciéndose grandes deformaciones. En los dos casos ACx y ACy se podría considerar
como carga última la correspondiente al 90% de la carga de la que se disponen datos.

En los gráficos de la figura 77 este hecho se ve claramente, al mostrarse en el reparto de un


axil de 1983 kN el gran esfuerzo a que está sometido el hormigón en la sección 1, lo que le
provoca la rotura. Este hecho acompañado del empuje que produce el hormigón sobre la jaula
de acero hace que las galgas situadas en las secciones 1 y 4 muestran grandes deformaciones.
Esto unido a la metodología empleada para conocer los esfuerzos en el acero (Axil en angular
= ε ∗ E ∗ A ), induce a dibujar el último gráfico de la serie, correspondiente a un axil de 2207
kN, aunque no se puede asegurar que el reparto de cargas sea el correcto.

94
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte BD

La rotura en el soporte BDx se produjo en la sección 1. En la siguiente fotografía se puede


apreciar la flexión del acero del angular. La rotura del espécimen BDy también ocurrió en la
sección 1.

Figura 78. Espécimen BDx antes del ensayo y rotura por la sección 1.

Figura 79. Rotura del espécimen BDy por la sección 1.

Es importante remarcar que en los especimenes BD y BC se sustituyó la presilla más cercana


a la cabeza del soporte por el capitel (no se añadió el capitel sobre la presilla). Esto va a
provocar que el hormigón del pilar original esté menos confinado que en los casos anteriores
(AD y AC) ya que la anchura del capitel era de 80 mm frente a los 160 de la presilla. Este
detalle se aprecia claramente en las figuras 78 y 79.

Aparentemente, este hecho, que buscaba reducir el efecto del confinamiento sobre el
hormigón para separarlo mejor del de transmisión directa, ha producido un resultado no
deseado. En efecto, en las figuras 78 y 79 se observa cómo la rotura se produce por una
abolladura del angular cerca del capitel. El límite de carga en el acero viene dado por tanto
por este efecto local.

95
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte BD

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 80. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes BD.

96
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte BDx

Figura 81. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BDx

Como se puede apreciar en los gráficos anteriores la colocación de un capitel entre el acero
del refuerzo y la cabeza de hormigón, mejora notablemente el reparto de cargas entre los dos
elementos. El capitel facilita la entrada en carga del refuerzo de manera directa, en los
soportes sin capitel vistos hasta ahora, la transmisión de cargas entre acero y hormigón se
realizaba por transferencia de esfuerzos a través de las presillas.

Aunque en las secciones 1 y 4 el hormigón del pilar está sometido a cargas ligeramente
superiores a su axil último (1135 kN), el incremento de la carga última respecto del pilar sin
confinar es apenas significativo. Esto es debido a que la rotura se produce debido a un efecto
local de abolladura en el ala de los angulares. Esta rotura local limitó la carga absorbida por
los angulares y prácticamente eliminó su efecto de confinamiento sobre el hormigón.

97
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte BDy

Figura 82. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BDy

El espécimen BDy presenta el mismo comportamiento que su gemelo BDx, presentando una
pequeña asimetría entre los esfuerzos soportados en la sección 1 y 4 del elemento. Esta
asimetría puede estar provocada por un pequeño descentrado del elemento en el pórtico de
ensayo, pero no causa ningún perjuicio en el experimento, llegando a un axil máximo similar
al del soporte BDx.

En el tramo central del pilar, al igual que en todos los casos vistos hasta ahora, el hormigón y
el acero se deforman conjuntamente, como si se tratara de una sección mixta.

98
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte BC

La rotura en el soporte BCx se produjo en la sección 4. En la siguiente fotografía se puede


apreciar la flexión del acero del angular y las estrías que han aparecido en la superficie del
mismo.

Figura 83. Rotura del espécimen BCx por la sección 4.

La rotura en el soporte BCy se produce simultáneamente en la sección 1 y 4 registrándose


lecturas en las galgas extensométricas prácticamente iguales para valores de axil máximo. La
diferencia aparece en el momento en que los angulares de la sección 4 se abollan por el efecto
de rotura local. A partir de este momento estos angulares presentan una gran deformación, tal
y como muestran las siguientes fotografías.

Figura 84. Rotura del espécimen BCy por la sección 4.

99
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte BC

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 85. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes BC.

100
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte BCx

Figura 86. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BCx

Al igual que en los soportes BD, la colocación de un capitel entre el acero del refuerzo y la
cabeza de hormigón, mejora notablemente el reparto de cargas entre los dos elementos. En
este caso el efecto es menos acusado debido a que cuando el acero de refuerzo empieza a
recibir cargas el hormigón esta soportando un axil de aproximadamente 90 Tn.

El soporte BCx rompe por la sección 4 cuando el hormigón ha superado considerablemente su


resistencia característica debido al efecto del confinamiento. Este efecto se ve interrumpido al
producirse la abolladura de los angulares por el efecto local en su unión con el capitel. Esto
causa una disminución del confinamiento del hormigón, produciéndose la rotura del mismo
en esta sección.

101
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte BCy

Figura 87. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BCy

El comportamiento del soporte BCy es similar al de su gemelo BCx.

El soporte BCy también rompe por la sección 4 cuando el hormigón ha superado


considerablemente su resistencia característica debido al efecto del confinamiento. Este efecto
se ve interrumpido al producirse la abolladura de los angulares por el efecto local en su unión
con el capitel. Esto causa una disminución del confinamiento del hormigón, produciéndose la
rotura del mismo en esta sección.

102
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte MEAD

La rotura en el soporte MEADx se produjo simultáneamente en las secciones 1 y 4. En la


figura 88 se puede apreciar la fisuración en el hormigón, que soportó cargas superiores a las
correspondientes a su resistencia debido al confinamiento que ejerce la jaula de acero.

Figura 88. Rotura del espécimen MEADx simultáneamente por la sección 1 y 4.

El soporte MEADy también rompió por las secciones 1 y 4, pero de un modo diferente al
espécimen anterior. Como se aprecia en la figura 89, en el momento de la rotura, los angulares
estaban en contacto con la cabeza del hormigón. Este contacto provocó que hubiera
transmisión directa de cargas desde la cabeza del soporte a la jaula de acero. Este hecho
explica la diferencia de reparto de cargas entre el refuerzo y el pilar original existente entre el
soporte MEADx y el MEADy.

Figura 89. Rotura del espécimen MADy simultáneamente por la sección 1 y 4.

103
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte MEAD

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 90. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes MEAD.

104
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte MEADx

Figura 91. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEADx

Se puede decir que el soporte MEADx se comporta de manera similar al ADx. Recordemos
que la diferencia entre los especimenes AD y MEAD es el tipo de adhesivo utilizado para
pegar los angulares de acero en las esquinas del soporte de hormigón.

Al igual que en los soportes AD, en las zonas próximas a las cabezas (secciones 1 y 4) el
hormigón está soportando un axil muy superior a su axil de rotura (en este caso 946 kN). Esto
es debido al confinamiento que ejerce la jaula de acero sobre el hormigón. Este efecto se
empieza a apreciar para cargas correspondientes al 60% del axil máximo y a medida que
aumenta se acentúa.

El empuje del hormigón sobre los angulares les impone un fuerte momento, llevándolos hasta
la plastificación como pasaba en los especimenes AD. Aparentemente esta plastificación del
acero marca el límite del confinamiento en el hormigón y, por tanto, el de su capacidad
portante. Este mecanismo parece ser el responsable de la rotura de soportes reforzados con
cinco presillas sin capitel, en las proximidades de las cabezas del mismo.

105
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte MEADy

Figura 92. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEADy

Estudiando las gráficas correspondientes al espécimen MEADy se pueden apreciar diferencias


notables con respecto al espécimen MEADx.

Este se ha producido por la existencia de una ligera diferencia en la configuración del


refuerzo. La separación de los angulares con la cabeza del soporte era menor que en el caso
anterior, por ello en cargas correspondientes al 75% de la carga máxima ya se presenta una
diferencia de comportamiento.

Debido a la deformación del hormigón, el angular entra en contacto con el capitel (como se
puede apreciar en la figura 89). Esto provoca la entrada en carga del angular por transmisión
directa de esfuerzos y no únicamente por transferencia de esfuerzos por rasante en la zona
ocupada por la presilla. Por ello en niveles de carga inferiores al 90% del axil máximo el
reparto de cargas entre acero y hormigón es mas uniforme.

Pero por esta misma razón se produce la flexión del angular especialmente en la sección 1.
Esta gran deformación del angular provoca las graficas correspondientes al reparto de cargas
en la sección 1 para el axil máximo, por el sistema utilizado para el cálculo de tensiones ( Axil
en angulares = ε ∗ E ∗ A )

106
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte MEBD

La rotura en el soporte MEBDx se produjo en las cabezas del mismo sin que se llegara a
agotar el tramo de pilar reforzado. Aunque este soporte pertenece a la segunda fase de
ensayos y el hormigón de las cabezas es de alta resistencia, no pudo soportar la concentración
de tensiones en la zona de apoyo del capitel (coincide con el recubrimiento de hormigón).

Esto se debe en parte al hecho de que en la segunda fase de ensayos, todos los especimenes
ensayados con capitel tenían una presilla debajo del capitel como se aprecia en la figura 93.
Esto provoca un mayor confinamiento en el tramo de soporte.

Figura 93. Rotura de las cabezas del soporte MEBDx, antes de llegar al axil último del tramo de pilar reforzado.

Tras proceder al forrado con chapa de acero de la cabeza del soporte MEBDy se efectúo la
rotura. En ella se observó una pauta de comportamiento distinta a los BD ya que la rotura de
los angulares no se produjo por abolladura local.

La rotura se produjo en la sección 1, tras plastificar los angulares por una combinación axil-
momento.

Figura 94. Rotura del soporte MEBDy por la sección 1.

107
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte MEBD

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 95. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes MEBD.

108
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte MEBDx

Figura 96. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEBDx

Al igual que en los soportes en que se ha utilizado mortero de cemento como adhesivo entre el
acero del refuerzo y el hormigón del pilar, la colocación de un capitel mejora la transmisión
de cargas entre el soporte original y el refuerzo.

En el caso del espécimen MEBDx no se llego al agotamiento del tramo de pilar, ya que se
produjo la rotura de las cabezas del soporte. Aún así se aprecia que en la sección 4 y por la
flexión del angular, se obtenían lecturas de galgas correspondientes a deformaciones plásticas.

El valor del axil último obtenido en este ensayo no se ha tenido en cuenta en los cálculos
posteriores de comportamiento del pilar reforzado.

109
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte MEBDy

Figura 97. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEBDy

Como se verifica una vez más la colocación de un capitel entre el acero del refuerzo y la
cabeza de hormigón, mejora notablemente el reparto de cargas entre los dos elementos. El
capitel facilita la entrada en carga del refuerzo de manera directa.

En el caso del espécimen MEBDy el hormigón soporta únicamente el axil correspondiente a


su resistencia a compresión simple, sin apenas influencia del confinamiento del hormigón.
Esto es debido a que el acero de la jaula plastifica por efecto del axil, sin apenas dejar reserva
para un momento que contribuya a confinar el hormigón.

110
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.2.2. Elementos reforzados con 7 presillas por cada cara del soporte.

Una vez ensayados y analizados los soportes de cinco presillas por cada cara del soporte, y
comprobado que la rotura del elemento se produce siempre en las proximidades de las
cabezas, se tomó la decisión de rigidizar el refuerzo en la zona de rotura para así mejorar el
comportamiento en las cabezas, buscando alcanzar en ellas una capacidad próxima a la
máxima teórica que correspondería a su comportamiento como sección mixta. El refuerzo
consiste en colocar dos nuevas presillas en cada cara del soporte más estrecha que las
existentes (100 mm de anchura) entre las dos presillas más cercanas a las cabezas.

Con esta nueva disposición de siete presillas por cada cara del pilar, el soporte queda divido
en seis secciones diferentes según se aprecia en la siguiente figura.

Figura 98. Secciones en que dividen al soporte las siete presillas.

Al igual que en los soportes reforzados con cinco presillas, a continuación las gráficas
mostrarán la evolución en el reparto del axil, entre acero de refuerzo y soporte de hormigón
original en cada uno de los distintos especimenes con la combinación de variables a estudiar.
Se aprecia que esta evolución varía a medida que se incrementa la carga hasta la rotura, y que
depende considerablemente de la proximidad de la sección a las cabezas del soporte.

Se presentan los resultados obtenidos en todos los especimenes reforzados ensayados. En la


parte izquierda de la página están las probetas x, y a la derecha las probetas y.

Con el objetivo de facilitar la visualización de la evolución de la distribución de tensiones


entre el acero y el hormigón a lo largo de todo el soporte, se presenta la progresión en el
reparto de axil para cuatro niveles de carga: carga máxima (Nmax), 90% de la carga máxima,
75% de la carga máxima y el 50% de la carga máxima.

Previamente a la presentación de los resultados obtenidos en los ensayos de manera gráfica, se


señala la sección del soporte donde se produjo la rotura del mismo.

111
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Los especimenes ensayados combinan las distintas variables de diseño. La tabla 20 muestra
como se combinan en cada tipo de pilar.

Capitel Descarga Tipo de adhesivo

PAD No Si Mortero de cemento

PAC No No Mortero de cemento

PBD Si Si Mortero de cemento

PBC Si No Mortero de cemento

Tabla 20. Características de los especimenes con siete presillas por cada lado del soporte

112
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte PAD

La rotura en el soporte PADx se produjo en la sección 1-2. Es difícil de determinar


exactamente el lugar de la rotura, aunque el hormigón aparece más fisurado en la sección 1.

Figura 99. Rotura del soporte PADx por la sección 6.

La rotura del soporte PADy se produjo simultáneamente en las secciones 5-6 y 1-2. Al igual
que en el caso anterior es difícil de determinar exactamente el lugar de la rotura, aunque el
hormigón aparece más fisurado en la sección 6 y 1.

Figura 100. Rotura del soporte PADy por las secciones 1 y 6 simultáneamente.

113
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.

Soporte PAD

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Figura 101 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , en cada una de las secciones. Soportes PAD.

114
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Sección 4

Sección 5

Sección 6

Figura 101 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , en cada una de las secciones. Soportes PAD.

115
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.80Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PADx

lectura anómala

Figura 102. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , a lo largo del soporte PADx

Como se observa en las figuras anteriores, para cargas correspondientes al 80% de la carga
última, el hormigón de las secciones 1 y 6, ya ha superado su axil máximo (946 kN). La
rotura del elemento ocurre en las secciones 1-2.

El hormigón de las secciones 1-2 y 5-6 está fuertemente confinado hasta que en la presilla
adicionada de 100 mm de anchura, debido al empuje del hormigón, se llega a deformaciones
correspondientes a tensiones superiores a su límite elástico. En este momento se produce la
transferencia de esfuerzos entre el hormigón y el acero de los angulares, que incrementan
rápidamente la carga soportada hasta llegar también a plastificar.

Aparentemente, las altas deformaciones que alcanza el pilar cerca de la carga última provocan
anomalías de lectura en las galgas por lo que el gráfico correspondiente a N=Nmáx no resulta
representativo del reparto de axil.

116
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.80Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PADy

Figura 103. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , a lo largo del soporte PADy

El comportamiento del soporte PADy es similar al de su gemelo PADx.

Este espécimen se comportó de manera más simétrica, que provocó que la evolución del
reparto de cargas en las secciones del soporte fuera más regular que en el caso anterior.

Esta diferencia no es demasiado significativa y se observó que el mecanismo de rotura se


repetía. Inicialmente hay un fuerte confinamiento del hormigón en las secciones próximas a la
cabeza. El hormigón confinado ejerce un empuje lateral que provoca la plastificación de la
presilla de menor dimensión por tracción, y en ese momento el conjunto plastifica.

117
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte PAC

La rotura del soporte PACx se produjo, al igual que en los soportes PAD en las secciones 1-2
y 5-6 simultáneamente.

Figura 104. Rotura del soporte PACx por las secciones 1-2 y 5- 6 simultáneamente.

La rotura del soporte PACy se produjo en las secciones 5-6. La presilla que muestra más
deformación es la seis, y la sección en que se aprecia mayor fisuración del hormigón es la
cinco.

Figura 105. Rotura del soporte PACy por las secciones 5- 6.

118
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.

Soporte PAC

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Figura 106 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PAC.

119
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Sección 4

Sección 5

Sección 6

Figura 106 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PAC.

120
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PACx

Figura 107. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PACx

El comportamiento de los soportes PAC es similar al de los anteriores PAD. Recordemos que
la única diferencia entre estos dos tipos de especimenes, es que en los PAC el refuerzo de
acero se realiza mientras el soporte de hormigón esta cargado aproximadamente a 900 kN.
Los soportes PAD son reforzados tras descargar a los soportes después de haberles sometido a
una precarga.

Esta descarga parece influir en la resistencia alcanzada. De hecho, el axil último alcanzado es
ligeramente inferior al de los soportes PAD.

En las secciones centrales 3-4 la deformación del hormigón y del acero es conjunta (apartado
4.4), en esta zona el elemento reforzado se comporta como una estructura mixta.

121
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PACy

Figura 108. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PACy

En la rotura del soporte PACy, el axil último alcanzado fue ligeramente inferior que en los
casos anteriores.

Esto fue debido a agotamiento de la carrera del gato hidráulico que no permitió seguir
aplicando cargas al soporte reforzado.

Si se hubiera seguido cargando el pilar se hubiera provocado la plastificación de las presillas


de menor dimensión, y por lo tanto la transferencia de cargas a los angulares de acero.

Este valor no se ha tenido en cuenta para el cálculo de la Eficiencia, Eficacia e incremento del
Axil debido al refuerzo.

122
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte PBD

A pesar de tener la precaución de utilizar hormigón de alta resistencia para la elaboración de


las cabezas del soporte (esto no influye en el estudio realizado, ya que el objetivo del mismo
es el comportamiento del tramo de pilar reforzado), la resistencia no fue suficiente para
soportar las cargas aplicadas y se produjo la rotura de las mismas.

Esto ocurrió con el espécimen PBDx. Antes de ensayar su gemelo PBDy se procedió al
forrado de la cabeza de igual manera que en la primera fase experimental y se siguió con los
ensayos.

Figura 109. Rotura de las cabezas del soporte PBDx

La rotura del espécimen PBDy, ocurrió en el tramo central (secciones 3-4), tras la
plastificación de los angulares. De esta manera, colocando el capitel y presilla bajo el capitel,
se consiguió sincronizar la deformación del hormigón y del acero de la jaula, comportándose
el espécimen como una sección mixta.

Figura 110. Rotura del soporte PBDy por las secciones 3 y 4.

123
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.

Soporte PBD

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Figura 111 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBD.

124
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Sección 4

Sección 5

Sección 6

Figura 111 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBD.

125
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PBDx

Figura 112. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBDx

El comportamiento presentado por los soportes con siete presillas con capitel, sería el
deseable en todos los soportes reforzados.

El capitel, al igual que en el caso de los soportes con cinco presillas, provoca que el acero del
refuerzo entre en carga en el mismo momento de empezar a aplicar la carga sobre el pilar.

En el caso del soporte PBDx hubo que finalizar el ensayo antes de la rotura del espécimen por
la rotura de la cabeza, por lo que no se tuvo en cuenta el resultado en los análisis posteriores.

126
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte PBDy

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.80Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Figura 113. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBDy

En el soporte PBDy se produjo un defecto en la recogida de información, ya que las galgas


extensométricas situadas en la sección 1 del soporte no recogieron ninguna deformación del
acero. En las figuras anteriores se ha dibujado con una línea discontinua cual sería el reparto
de cargas entre el acero y el hormigón presumible, si se hubiera hecho la medida
correctamente.

Al estar repartida la carga, el empuje del hormigón sobre las presillas cercanas a la cabeza es
menor. Esto provoca la deformación conjunta del espécimen en toda su longitud,
comportándose como una sección mixta y trasladando la rotura al tramo central del elemento.
En las secciones 3-4 las deformaciones de los angulares corresponden a tensiones de
plastificación.

127
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Soporte PBC

Los soportes PBC se comportaron de manera similar a los PBD.

Se produjo la rotura del elemento PBCx por las cabezas del soporte, al no soportar el
hormigón las cargas aplicadas. Aún así se llego a valores muy altos de axil y el
comportamiento del elemento hasta el momento de la rotura fue similar al de los soportes
reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y con capitel.

Figura 114. Rotura del soporte PBCx por las cabezas.

La rotura del espécimen PBCy se produjo en la sección 3, por un efecto combinado de


agotamiento de hormigón y plastificación de los angulares de acero (al romper el hormigón se
transfiere la carga al acero que plastifica).

Figura 115. Rotura del soporte PBCy por la sección 3.

128
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.

Soporte PBC

Sección 1

Sección 2

Sección 3

Figura 116 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBC.

129
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Sección 4

Sección 5

Sección 6

Figura 116 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBC.

130
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PBCx

Figura 117. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBCx

El ensayo correspondiente al espécimen PBCx finalizó antes del agotamiento del tramo de
pilar reforzado debido a la rotura de las cabezas situadas en los extremos del soporte.

Además los datos recogidos durante el ensayo presentan una anomalía en las lecturas de
galgas situadas en la sección 3 del elemento. Esto puede ser debido a una mala colocación del
trasductor en el angular. Por esta razón los gráficos correspondientes a reparto de axil entre el
acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte recogidos en esta página, se dibujaron
a partir de los datos recogidos por los captadores de desplazamiento situados en la sección 3
del soporte.

131
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).

Soporte PBCy

Figura 118. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBCy

La forma de rotura del espécimen PBCy es similar a la presentada por los especimenes PBD.
La pequeña diferencia en el axil último soportado se debe a que cuando se realiza el refuerzo
del espécimen PBCy, el hormigón está cargado y presenta una cierta deformación.

En este caso la rotura se produce en la sección 3 del pilar, es decir en el tramo central tras el
agotamiento del hormigón e inmediatamente la plastificación de los angulares.

En todo el tramo del soporte reforzado se ha producido la deformación conjunta del acero y
hormigón sin que se haya presentado deslizamientos entre los dos materiales, y se puede decir
que el elemento rompe como si de una sección mixta se tratara.

132
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.3 Deformaciones en presillas

En los soportes de HA el hormigón está confinado debido al efecto que las armaduras
longitudinales y transversales ejercen sobre él. Al reforzar un soporte con algún elemento
exterior (en este caso perfiles y presillas metálicas) se está “sobreconfinando” al hormigón y
sin duda este factor hace que se incremente la resistencia a compresión que experimenta el
soporte reforzado. En el caso de refuerzos continuos con chapas metálicas o encamisados de
FRP, este efecto de confinamiento es continuo, pero en la investigación llevada a cabo, el
confinamiento se podría considerar discontinuo, siendo máximo en las zonas dónde se sitúan
las presillas.

Por ello, para conocer en que sección es mayor este efecto se puede estudiar el
comportamiento de las presillas, que estarán tanto más traccionadas cuanto mayor sea el
esfuerzo de confinamiento sobre el hormigón.

En las gráficas que aparecen a continuación, se presentan los resultados obtenidos en los
especimenes reforzados con cinco y siete presillas por cada cara del soporte. En cada gráfica
se incluyen los datos derivados de la rotura de dos probetas. El trazo continuo corresponde a
la probeta x, y el trazo discontinuo a la probeta y. El alargamiento soportado por cada presilla
se representa en el eje de abscisas en mm. En el eje de ordenadas aparecen valores de N/Nmax,
al ser valores relativos este eje se repite en la exposición de todos los resultados.

En los soportes con cinco presillas, la numeración de las presillas es la siguiente:

Figura 119. Numeración de las presillas en los soportes con cinco.

En los soportes con siete presillas, la numeración de las presillas es la siguiente:

Figura 120. Numeración de las presillas en los soportes con siete.

133
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.3.1 Probetas con cinco presillas por cada cara del soporte.

En las siguientes figuras se presentan los resultados obtenidos en cuanto la deformación, el


alargamiento, soportado en las presillas de los soportes reforzados con cinco presillas por
cada cara del soporte. En ellos se observa que en los soportes reforzados sin capitel este
alargamiento en presillas es considerablemente superior a las presentadas en los soportes
reforzados con capitel (más del doble en algunos casos).

Esta variable (colocación de un capitel o no) es la más importante frente al estado del soporte
en el momento de la realización del refuerzo (cargado o descargado), que apenas muestra
diferencias para el nivel de precarga ensayado. Aún así en los soportes reforzados mientras
estaban cargados, las deformaciones recogidas por las presillas son ligeramente superiores.

En todos los casos, las presillas más traccionadas han sido la 1 y la 5, es decir, las que están
situadas justo al lado de las cabezas. La presilla 3 muestra deformaciones, y por tanto
tensiones, despreciables. Además las secciones colindantes a esta presilla son aquellas en las
que el reparto de axil entre acero y hormigón es más equitativo, tal y como se ha visto en el
apartado 4.2, y en dónde va a aparecer un menor deslizamiento entre el hormigón y el acero
del refuerzo (apartado 4.4).

En los soportes reforzados sin capitel, las presillas de los soportes tipo C (refuerzo realizado
con el soporte cargado) estas presillas se muestran más traccionadas que en los tipos D.

En todas las gráficas se ha representado una línea vertical amarilla que corresponde al
alargamiento para el que la presilla plastifica. Todos los soportes reforzados sin capitel al
alcanzado este valor.

Figura 121. Alargamiento en presillas de soportes ADx de la primera fase de ensayos.

134
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 122. Alargamiento en presillas de soportes AD de la segunda fase de ensayos. El


trazo continuo corresponde al espécimen x y el discontinuo al y.

Figura 123. Alargamiento en presillas de soportes AC. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

En los soportes reforzados con capitel las presillas más traccionadas siguen siendo la 1 y 5
pero a niveles de tensión inferiores que en el caso de soportes sin capitel. Esto es debido a un
mejor reparto de cargas entre el acero del refuerzo y el hormigón a consecuencia de la
colocación del capitel entre el acero del refuerzo y la cabeza del soporte a reforzar para este
fin. Esto es debido a la transmisión de cargas del hormigón al acero es directa, y no
únicamente por transferencia de cargas por rasante.

135
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 124. Alargamiento en presillas de soportes BDy.

Figura 125. Alargamiento en presillas de soportes BC. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

En los soportes en que los angulares del refuerzo se han adherido con mortero epoxídico (fig.
126 y 127) el comportamiento es análogo a los especimenes en que se utilizó mortero de
cemento (AD y BD). Las mayores tensiones se recogen en las presillas 1 y 5 (a partir de las
medidas de las deformaciones) y estas son notablemente superiores en el caso de soportes sin
capitel.

Se recuerda que en este tipo de refuerzos el espacio existente entre las presillas y el pilar de
hormigón se rellenó con mortero de cemento igualmente, ya que su cometido era asegurar el
confinamiento del hormigón en estas zonas del espécimen.

136
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 126. Alargamiento en presillas de soportes MEAD. El trazo continuo corresponde


al espécimen x y el discontinuo al y.

Figura 127. Alargamiento en presillas de soportes MEBD. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

4.3.2 Probetas con siete presillas por cada cara del soporte.

En las siguientes figuras se presentan los resultados obtenidos en los pilares en que se ha
añadido dos presillas adicionales de menor anchura en cada una de las caras del soporte,
resultando un total de siete presillas. En ellos se observa que en los soportes reforzados sin
capitel, las deformaciones (alargamiento) en presillas son mucho mayores a las presentadas en
los soportes reforzados con capitel.

137
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Esta variable (colocación de un capitel o no) es la más importante frente al estado del soporte
en el momento de la realización del refuerzo (cargado o descargado), que apenas muestra
diferencias. Aún así en los soportes reforzados mientras estaban cargados, las deformaciones
recogidas por las presillas son mayores.

En todos los casos, las presillas más deformadas han sido las situadas en los extremos del
tramo de pilar (1-2 y 6-7), llegando a valores de alargamiento que provocan su plastificación
(275 N/mm2) en todos los soportes sin capitel. En el caso de los soportes reforzados con siete
presillas y con capitel este valor nunca se alcanza. El alargamiento que corresponde a la
tensión de plastificación se ha representado en cada gráfica con una línea vertical amarilla.

En los soportes reforzados con siete presillas sin capitel, existe una pequeña diferencia en las
deformaciones soportadas por las presillas en función del momento en que se realiza el
refuerzo, siendo ligeramente superior cuando la operación se realiza con el pilar descargado,
al contrario que en los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte.

Figura 128. Alargamiento en presillas de soportes PAD. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

En los soportes PAD, las presillas 1, 2, 6 y 7 en el momento de la rotura están soportando


alargamientos de presillas muy superiores a los que corresponden a la tensión de
plastificación de la presilla (275 N/mm2), mientras que en los soportes PAC esto sólo ocurre
para la presilla 2 del espécimen x y las presillas 6 y 7 de la probeta y.

138
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 129. Alargamiento en presillas de soportes PAC. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

En los soportes con siete presillas y capitel las presillas apenas sufren deformaciones.

Figura 130. Alargamiento en presillas de soportes PBD. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

En las figuras 130 y 131 se aprecia que en los especimenes PBD y PBC, las presillas más
deformadas, sufren un alargamiento inferior a 1 mm. Este valor es muy inferior al presentado
por los soportes reforzados sin capitel.

139
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

Figura 131. Alargamiento en presillas de soportes PBC. El trazo continuo corresponde al


espécimen x y el discontinuo al y.

4.4 Axil - deslizamiento

En el presente apartado se van a presentar los distintos resultados obtenidos en cada uno de
los soportes ensayados, del deslizamiento entre el acero del refuerzo y el pilar de hormigón
original.

Todos estos resultados se han obtenido a partir de las mediciones realizadas con captadores de
desplazamiento situados entre el acero del refuerzo y el hormigón en distintas secciones del
soporte. Al no tener refuerzo, no aparecen datos de las probetas testigo.

Figura 132. Esquema y fotografía de la situación de los LVDT.

A continuación se muestran los resultados del deslizamiento en los soportes reforzados con 5
presillas en cada lado del pilar. El adhesivo utilizado para pegar los angulares al soporte de
hormigón fue mortero de cemento o resina epóxidica. Estas cinco presillas dividían al soporte
en 4 secciones como se ve en la figura 133.

140
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

En todos los soportes reforzados con 7 presillas por cada cara, se utilizó mortero de cemento
como adhesivo. A efectos de nombrar las secciones, se mantiene la nomenclatura anterior tal
y como se aprecia en la figura 133, ya que por razones de espacio, no se pudo colocar más
captadores de desplazamiento en las proximidades de las cabezas que se habían rigidizado al
colocar una nueva presilla.

Figura 133. Secciones del soporte de cinco y siete presillas.

En las gráficas que aparecen a continuación aparecen con trazo continuo los datos referidos a
los especimenes x, y con trazo discontinuo los especimenes y.

4.4.1 Soportes reforzados con 5 presillas por cada cara del soporte

• Probetas AD

En este tipo de probetas empresilladas sin capitel, el refuerzo se ha realizado tras descargar el
soporte de hormigón y el adhesivo utilizado para pegar los angulares es mortero de cemento.
En la figura 134 se muestran los resultados del espécimen ADx de la primera fase
experimental. Los resultados del espécimen ADy no se presentan por la forma anómala de
rotura.

Figura 134. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AD de la primera fase.

141
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

La figura 135 muestra los resultados obtenidos al ensayar los especimenes AD de la segunda
fase experimental. La lectura del LVDT situado en la sección 1 del espécimen ADx fue
defectuosa y por ello no aparece en la gráfica.

Figura 135. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AD de la segunda fase.

• Probetas AC1

La diferencia de este tipo de probetas respecto al anterior es que el refuerzo se ha realizado


manteniendo la carga en el soporte de hormigón original.

Figura 136. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AC.

1
No se dispone de datos del espécimen ACy

142
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

• Probetas BD

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado tras descargar el soporte de hormigón


original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero de cemento. Se
elabora un capitel para favorecer la transmisión de cargas al acero del refuerzo. Las lecturas
correspondientes a las secciones 1 y 4 del espécimen BDx son defectuosas y por ello no
aparecen.

Figura 137. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes BD.

• Probetas BC

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado manteniendo la carga en el soporte de


hormigón original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero de
cemento. Se elabora un capitel para favorecer la transmisión de cargas al acero del refuerzo.

Figura 138. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes BC.

143
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

• Probetas MEAD2

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado descargando el soporte de hormigón


original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero epoxídico y no
posee ningún tipo de capitel. El refuerzo se ha realizado colocando cinco presillas de iguales
dimensiones y equidistantes, en cada lado del soporte.

Figura 139. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes MEAD.

• Probetas MEBD

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado descargando el soporte de hormigón


original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero epoxídico y se
colocan cinco presillas en cada lado del soporte. Se elabora un capitel para favorecer la
transmisión de cargas al acero del refuerzo.

Figura 140. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes MEBD.
2
No se disponen de datos referidos al espécimen MEADy

144
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

A la vista de los resultados obtenidos se puede observar que en todos los casos las zonas del
soporte donde es mayor el deslizamiento entre el acero del refuerzo y el hormigón del pilar
original son en los extremos (Secciones 1 y 4), mientras en que la zona central apenas desliza.

El comportamiento de las probetas MEAD es prácticamente idéntico al del tipo AD, y el de


las probetas MEBD es muy parecido al de las probetas BD.

Este efecto es más acusado en los soportes que no poseen capitel, dónde también es más
notable el efecto de descargar la estructura previamente a la ejecución del refuerzo. En los
soportes con capitel el hecho de descargar la estructura apenas aporta diferencias en el
deslizamiento.

4.4.2 Soportes reforzados con 7 presillas por cada cara del soporte

Se han ensayado ocho probetas con siete presillas por cada cara del soporte. Las variables que
se han estudiado, además del efecto de incrementar el número de presillas ha sido la
utilización o no de un capitel (tipo A sin capitel, tipo B con capitel) y el resultado de
descargar el soporte tras la precarga para la realización del refuerzo o ejecutar este con el
soporte cargado. (D, descarga; C refuerzo realizado manteniendo la carga)

En todos los soportes reforzados con 7 presillas por cada cara, se utilizó mortero de cemento
como adhesivo. A efectos de nombrar las secciones, se mantiene la nomenclatura anterior, ya
que por razones de espacio no se pudo colocar más captadores de desplazamiento en las
proximidades de las cabezas que se habían rigidizado al colocar una nueva presilla.

Figura 141. Secciones del soporte.

En los soportes realizados con siete presillas por cada lado del soporte se puede observar una
menor influencia en el hecho de descargar o mantener cargada la estructura cuando se realiza
el refuerzo sin capitel. Pero los resultados más significativos se obtienen en los pilares
reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y capitel, en donde las secciones con
mayor deslizamiento entre el acero del refuerzo y el hormigón son las centrales. Además este
deslizamiento se produce en el momento en que alcanza la carga máxima.

• Probetas PAD

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado descargando el soporte de hormigón


original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero de cemento y no

145
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

posee ningún tipo de capitel. El refuerzo se ha realizado colocando siete presillas en cada
lado del soporte.

Las lecturas correspondientes a la sección 1 del espécimen PADx muestran una


discontinuidad debida a un error durante su medida, por lo que su gráfica es irrelevante.

Figura 142. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PAD.

• Probetas PAC3

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado manteniendo la carga en el soporte de


hormigón original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero de
cemento y no posee ningún tipo de capitel. El refuerzo se ha realizado colocando siete
presillas en cada lado del soporte. Los resultados que aparecen a continuación corresponden al
espécimen PACy

Figura 143. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PAC.
3
No se dispone de datos del espécimen PACx

146
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

• Probetas PBD

En este tipo de probetas el refuerzo se ha realizado descargando el soporte de hormigón


original, el adhesivo entre el acero del refuerzo y el hormigón es mortero de cemento. Se
elabora un capitel para favorecer la transmisión de cargas al acero del refuerzo.

Figura 144. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PBD.

• Probetas PBC

La diferencia de este tipo de probetas respecto al anterior es que el refuerzo se ha realizado


manteniendo la carga en el soporte de hormigón original. En ambos casos el deslizamiento
entre acero y hormigón es muy pequeño.

Figura 145. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PBC.

147
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.5 Primeras Conclusiones

Conclusiones respecto a pilares reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte.

Del estudio de los resultados de los ensayos se pueden avanzar algunas conclusiones relativas
al comportamiento de los pilares reforzados con 5 presillas:

• Soportes tipo A (sin capitel): En ellos se observan diferentes pautas de comportamiento


entre los tramos próximos a las cabezas (donde se producen todas las roturas) y los tramos
centrales.

− En los tramos próximos a las cabezas se produce la transmisión de cargas del pilar
original al acero del refuerzo por rasante. De hecho, en las cabezas prácticamente
se descargan los angulares y se produce un fuerte deslizamiento entre hormigón y
acero. El principal efecto del refuerzo es, en este tipo de soporte y en esta zona del
pilar, el confinamiento del pilar de hormigón. En efecto, en estas zonas se aprecia
una fuerte tracción en las presillas y una flexión en los angulares.

− En los tramos centrales prácticamente desaparece el deslizamiento acero-hormigón


y los angulares toman la carga que les correspondería por su capacidad portante.
Las tracciones en las presillas prácticamente desaparecen. Podríamos decir que el
comportamiento es asimilable al de una sección mixta.

• Soportes tipo B (con capitel): Pese a que en ellos la transmisión de carga por rasante tiene
una influencia prácticamente despreciable, siguen observándose diferentes pautas de
comportamiento entre los tramos próximos a la cabeza y los tramos centrales.

− La rotura sigue dándose en los tramos extremos. En ellos sí se observa


(contrariamente a lo que ocurre en los soportes tipo A) que los angulares reciben
carga. Pese a ello se produce también un cierto deslizamiento entre hormigón y
acero y tensión en las presillas (aunque de cuantía muy inferior a la de los soportes
tipo A). El hormigón alcanza en rotura una carga similar a la que tiene sin
confinar. Aparentemente el grado de confinamiento que ejerce este tipo de
refuerzo es muy reducido ya que la plastificación de los angulares se produce
principalmente por efecto del axil, dejando poco margen para resistir momentos.
En los ensayos de este tipo de refuerzos (BC y BD) se ha producido la rotura de
los angulares por un efecto local de abollamiento de un ala ya que los capiteles no
se han colocado sobre presillas. Este hecho ha impedido que alcanzasen su
capacidad máxima. En aquellos ensayos en los que sí se colocó presilla bajo el
capitel (MEBD), los angulares sí alcanzaron prácticamente su axil máximo.

− En los tramos centrales las pautas de comportamiento observadas son en todo


similares a las de los tramos centrales de los soportes tipo A.

148
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

• En todos los casos ensayados aumenta notablemente la carga última del soporte,
aumentando también el acortamiento en rotura y la rigidez general del soporte.

• El comportamiento de aquellos especímenes en los que el adhesivo utilizado ha sido


resina epoxídica es prácticamente idéntico al de aquellos que se pegaron con mortero de
cemento.

• El hecho de realizar el refuerzo con el soporte cargado o descargado, no produce grandes


diferencias de comportamiento para el nivel de precarga ensayado (65% de Nmax).

• En general, las dos probetas x e y de un mismo tipo, manifiestan tendencias de


comportamiento muy similares.

Conclusiones respecto a pilares reforzados con siete presillas por cada cara del soporte.

A la vista de las gráficas y tras haber estudiado las curvas carga-acortamiento de cada uno de
los especimenes, ya se puede deducir algunas pautas de comportamiento de los soportes
reforzados con siete presillas por cada cara del soporte:

• La adición de dos presillas de menores dimensiones en las secciones cercanas a las


cabezas del soporte mejora considerablemente la resistencia y la ductilidad de los
elementos reforzados.

• Soportes tipo A: En estos soportes se sigue produciendo la rotura del pilar en las cabezas
aunque en este caso para niveles de axil superiores a los de soportes con cinco presillas.
La causa es el notable incremento de confinamiento que introduce la nueva presilla. De
hecho, su plastificación por tracción es el mecanismo que inicia la rotura del pilar. Por lo
demás, las pautas de comportamiento son muy similares a las de los soportes de 5
presillas.

• Soportes tipo B: El acero del refuerzo se carga en las secciones próximas a las cabezas.
Este hecho provoca la deformación conjunta del acero y el hormigón sin que aparezcan
deslizamientos entre los dos elementos en ninguna de las secciones del soporte (apartado
4.4 del presente capitulo). Por ello la rotura del espécimen reforzado tiene lugar en el
tramo central del soporte y se puede decir que estos elementos se comportan como una
estructura mixta.

• El hecho de realizar el refuerzo con el soporte cargado o descargado, no produce grandes


variaciones para el nivel de precarga ensayado (65% de Nmax del pilar).

• En general, las dos probetas x e y de un mismo tipo, manifiestan tendencias de


comportamiento muy similares. Esto no se ha podido comprobar totalmente en los
soportes con capitel, debido a la rotura de las cabezas de los especimenes x.

149
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.6 Máxima resistencia a compresión, Eficiencia, Incremento de axil y Eficacia del


sistema de refuerzo.

Las siguientes tablas (21 y 22) resumen los distintos valores obtenidos durante la fase
experimental para los elementos reforzados. A partir de los resultados logrados y
comparándolos con los teóricos se establecen valores de Eficiencia, incremento de axil debido
al refuerzo y la Eficacia del mismo.

La columna “resistencia del hormigón” (a), presenta los valores obtenidos al romper a 28 días
2 probetas cilíndricas de 15x30 cm. del hormigón utilizado para fabricar los soportes
originales.

A continuación se muestra el máximo axil teórico (b) que es capaz de soportar el conjunto
formado por los cuatro angulares L.80.8, obtenido según:

N ut = As 2 ⋅ f y = 4 ⋅12,3 ⋅102 ⋅ 275 = 1353000 N = 1353kN [4.1]

Los valores del máximo axil teórico del soporte original de hormigón armado (c) obtenido a
partir de la geometría, de la resistencia del hormigón y la armadura. Se han calculado sin
introducir ningún coeficiente de seguridad (sin tener en cuenta el efecto de confinamiento
introducido por las presillas), según la siguiente fórmula;

N co= b ⋅ h ⋅ f c + As1 ⋅ f y [4.2]

Siendo b y h las dimensiones de la sección de hormigón (30x30 cm.), fc la resistencia del


hormigón utilizado para fabricar el soporte, As1 la sección de las barras de acero B400S de 12
mm. de diámetro y fy su límite elástico.

Las seis columnas restantes, presentan valores relativos al soporte reforzado.

Nst (d), será la máxima resistencia teórica a compresión que tendrá el elemento reforzado,
suponiendo que tanto el acero del refuerzo como el hormigón trabajarán hasta su axil de
agotamiento. Esto es;

N st = N co + N ut [4.3]

El siguiente valor es el axil de agotamiento del elemento reforzado medido en laboratorio (e),
y se representa como Nexp.

A partir de estos valores teóricos y experimentales se ha definido una serie de parámetros


para poder evaluar la Eficiencia, la Eficacia y el incremento de resistencia a compresión
debido a la acción del acero del refuerzo.

150
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

La Eficiencia se define como el cociente entre el máximo axil soportado por el elemento
reforzado en ensayos de laboratorio y el máximo axil teórico obtenido al sumar el máximo
axil que soporte el pilar de hormigón armado y el máximo axil que puede soportar el acero del
refuerzo.

N exp
Eficiencia = ⋅100 [4.4]
N st

El incremento de la resistencia a compresión debido al refuerzo, será la diferencia entre el


máximo axil soportado por el elemento reforzado en ensayos de laboratorio, y el máximo axil
teórico que puede soportar el soporte de hormigón armado,

∆N = N exp − N co [4.5]

Esta variable tiene su importancia al valorar cuantitativamente en cuanto se incrementa la


resistencia a compresión del pilar por el efecto del refuerzo. Este incremento, como se discute
a lo largo del presente trabajo de investigación, se deberá a la resistencia a compresión del
acero que actúa de manera pasiva, y al efecto de confinamiento que introduce en el soporte
de hormigón armado.

La Eficacia se define como el cociente entre el incremento de resistencia a compresión


debido al refuerzo, y la máxima resistencia teórica a compresión que presentan los cuatro
angulares L.80.8

∆N
Eficacia = ⋅ 100 [4.6]
N ut

Se puede afirmar a la vista de los resultados que todos los elementos ensayados han
presentado una mejora considerable de la resistencia a compresión, así como un incremento
de la ductilidad. La rotura de los pilares reforzados ha ocurrido en los extremos del soporte
prácticamente simultáneamente en el caso de los elementos con 5 presillas. En los soportes
con 7 presillas por cada cara del soporte se ha desplazado hacia el centro la zona de rotura,
mejorando significativamente la resistencia del elemento.

En los resultados mostrados en las tablas 21 y 22 se aprecia que los soportes reforzados
incrementan considerablemente su resistencia a compresión.

En los soportes reforzados con 5 presillas por cada cara del pilar, se obtienen valores muy
interesantes de la eficiencia del refuerzo, entre el 77 y el 90%, sin que existan diferencias
notables entre las variables analizadas en el presente trabajo de investigación. Si observamos
los especimenes en que se ha utilizado mortero de cemento como adhesivo entre los angulares
y el pilar de hormigón se podría deducir que en los soportes sin capitel la eficiencia es mayor

151
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

(89 y 84% frente a 82 y 77% respectivamente). Sin embargo, es importante resaltar que en
los pilares tipo B, la rotura de los angulares (que es la que condiciona la rotura del pilar) se
produce por un efecto local de abolladura, por no colocar una presilla bajo el capitel, lo que
distorsiona la información. En aquellos pilares en los que sí se colocó presilla bajo el capitel
(MEBD), el comportamiento general del pilar mejoró notablemente alcanzando una eficiencia
del 90%.

El incremento de axil debido al refuerzo está influenciado por la resistencia del hormigón del
soporte original. En el caso estudiado varía entre 714 y 1034 kN. Se puede apreciar que este
incremento es porcentualmente mayor a menor resistencia del hormigón. Únicamente llega a
superar al axil que es capaz de soportar el pilar de hormigón original en el caso de probetas
tipo MEBD.

Sin embargo si nos fijamos en la eficacia del refuerzo, esta será mayor cuanto más incremento
de axil debido al refuerzo presente la probeta. Esto es así por que en todos los ensayos se ha
utilizado el mismo tipo de angular para configurar el empresillado que actúa como refuerzo.

En todos los casos se obtienen valores de eficacia del refuerzo superior al 50%.

152
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.6.1 Soportes de cinco presillas.

Número Tipo Resistencia Acero del Pilar de Pilares reforzados


de de hormigóna Refuerzo HA Nstd Nsee Nse/Nstf ∆Ng Eh
pilares capitel (MPa) Nutb(kN) Ncoc(kN) (kN) (kN) (%) (kN) (%)
Testigos 2 - 11.9 - 1252 - - - - -

Refuerzo realizado tras descargar al pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo
AD (1) 2 A 15.5 1353 1576 2929 2600 89 1024 76
AD (2) 2 A 8.3 1353 946 2299 1806 79 860 64
*
BD 2 B 10.6 1353 1135 2488 2045 82 910 67

Refuerzo realizado manteniendo la carga en el pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo

AC 2 A 12.4 1353 1297 2650 2231 84 934 69


*
BC 2 B 14.0 1353 1441 2794 2155 77 714 53

Refuerzo realizado tras descargar al pilar de hormigón armado y utilizando mortero epoxídico como adhesivo

MEAD 2 A 8.3 1353 946 2299 1768 77 822 61


MEBD 2 B 8.3 1353 946 2299 2080 90 1034 76

* Rotura producida por efecto local de abolladura en los angulares


Tabla 21. Datos teóricos y experimentales de los soportes de cinco presillas.
a
Obtenida de probeta cilíndrica de 15x30 cm.
b
Resistencia a compresión teórica del acero de los angulares, Nut= As2 fy.
c
Resistencia a compresión teórica del pilar de hormigón, sin coeficientes de reducción, Nco= b h fc + As1 fy.
d
Resistencia a compresión teórica del soporte reforzado según, Nst = Nco + Nut.
e
Máxima resistencia a compresión del soporte reforzado obtenido en los ensayos, Nexp
f
Eficiencia del refuerzo, Nexp/Nst
g
Incremento de axil debido al refuerzo, ∆N=Nexp-Nco
h
Eficacia del refuerzo, E=∆N/Nut

153
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

4.6.2 Soportes con siete presillas por cada cara del soporte.

Número Tipo Resistencia Acero del Pilar de Pilares reforzados


de de hormigóna Refuerzo HA Nstd Nsee Nse/Nstf ∆Ng Eh
pilares capitel (MPa) Nutb(kN) Ncoc(kN) (kN) (kN) (%) (kN) (%)
Testigos 2 - 7.9 - 910 - - - - -

Refuerzo realizado tras descargar al pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo

PAD 2 A 8.3 1353 946 2299 2442 106 1496 110

PBD 2 B 8.3 1353 946 2299 2600 110 1654 122

Refuerzo realizado manteniendo la carga en el pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo

PAC 2 A 8.3 1353 946 2299 2255 98 1309 97

PBC 2 B 8.3 1353 946 2299 2500 108 1554 115

Tabla 22. Datos teóricos y experimentales de los soportes de siete presillas.

a
Obtenida de probeta cilíndrica de 15x30 cm.
b
Resistencia a compresión teórica del acero de los angulares, Nut= As2 fy.
c
Resistencia a compresión teórica del pilar de hormigón, sin coeficientes de reducción, Nco= b h f + As1 fy.
d
Resistencia a compresión teórica del soporte reforzado según, Nst = Nco + Nut.
e
Máxima resistencia a compresión del soporte reforzado obtenido en los ensayos, Nexp
f
Eficiencia del refuerzo, Nexp/Nst
g
Incremento de axil debido al refuerzo, ∆N=Nexp-Nco
h
Eficacia del refuerzo, E=∆N/Nut

154
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

En los resultados mostrados en la tabla 22 se aprecia que los soportes reforzados con
siete presillas por cada cara del soporte incrementan espectacularmente su resistencia a
compresión.

Se puede decir que la Eficiencia del refuerzo alcanza el 100% en prácticamente todos
los ensayos.

El incremento de axil debido al refuerzo, es en todos los casos superior al axil que
puede soportar el pilar sin reforzar.

Los valores de Eficacia del refuerzo superan el 100%, por lo que se puede concluir que
la adición de pequeñas presillas en los extremos del soporte con la finalidad de rigidizar
esta parte del elemento reforzado es muy conveniente.

En la bibliografía existente hasta la fecha (Cirtek 2001), (Fernández Canovas 1994) y


(Regalado 1999) se han obtenido distintas formulaciones para determinar el incremento
de axil que proporciona el refuerzo al soporte de hormigón original. En la tabla 23 se
puede ver el resultado de aplicar estas fórmulas. Además se presentan en la citada tabla
los valores de incremento de axil para todos los casos de soportes de cinco y siete
presillas, y el valor porcentual respecto de estos valores de los incrementos obtenidos
con las citadas formulaciones (porcentaje respecto el incremento de axil en soportes con
5 presillas/ porcentaje respecto el incremento de axil en soportes con 7 presillas)

Valor medio de los Cirtek


resultados experimentales
Fernández Regalado
Refuerzo realizado Refuerzo realizado con Canovas Tesoro
5 Presillas 7 Presillas con el pilar cargado el pilar descargado

∆N = 469 kN ∆N = 485 kN ∆N= 101 kN ∆N= 633 kN


∆N = 976 kN ∆N=1411 kN
48,0 / 33,2 % 49,7 / 34,4 % 10,3 / 7,2 % 64,8/44,8 %

Tabla 23. Comparación de distintas formulaciones para obtener el incremento de


axil proporcionado por el refuerzo, y los resultados experimentales.

Para poder aplicar la formulación de Cirtek, ha sido necesario suponer una separación
de presillas de 225 mm, que es la máxima permitida por este autor (en realidad, la
separación entre ejes de presillas de los elementos ensayados fue de 575 mm.). Aún así
se puede observar que el incremento de axil conseguido en laboratorio es del orden del
doble que el previsto por esta formulación a pesar de la gran separación de las presillas,
por lo que se puede afirmar que, según los ensayos realizados, es excesivamente
conservadora. Este hecho unido a la dificultad de elaborar en obra refuerzos con tanta
cantidad de soldadura además del incremento de precio que esto supone, indica que la

155
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales

recomendación de diseño propuesta por Cirtek, a pesar de tener gran cantidad de


parámetros en cuenta, no representa bien el comportamiento de pilares reforzados en las
condiciones de la presente investigación.

Por otra parte Fernández Canovas aplica criterios muy conservadores y Regalado
Tesoro es el autor que más se aproxima a los resultados experimentales. Además este
último autor utiliza la formulación más sencilla, ya que se trata de evaluar cuanto
incremento de axil son capaces de soportar los angulares metálicos que conforman el
refuerzo, y posteriormente supone que tanto ellos como el pilar original trabajan a un
60% de su capacidad.

De aquí se puede concluir que ninguno de los métodos existentes en la actualidad


reproduce adecuadamente los resultados obtenidos en los ensayos. Por otro lado
ninguno de ellos contempla en su totalidad el comportamiento general del pilar
reforzado, interpretando, de forma razonada los posibles métodos de fallo.

156
CAPITULO 5
ANÁLISIS DE RESULTADOS

Tras la presentación de los resultados obtenidos en


la fase experimental, en este capítulo se interpreta
el comportamiento del pilar reforzado
identificando los mecanismos de transmisión de
cargas entre el pilar de hormigón original y el
acero del refuerzo
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

5 Análisis de resultados.
5.1 Introducción.

Tras la presentación de los resultados obtenidos en la fase experimental del presente trabajo
de investigación, y tras haber esbozado algunas pautas de conducta al comentar los distintos
gráficos elaborados, es el momento de interpretar el comportamiento del pilar reforzado
identificando los mecanismos de transmisión de cargas entre el pilar de hormigón original y el
acero del refuerzo.

Además de contar con los resultados experimentales, se han utilizado los datos obtenidos a
partir del modelo numérico desarrollado por José Miguel Adam, en el Instituto de Ciencia y
Tecnología del Hormigón (Adám et al. 2006), con el fin de visualizar las semejanzas o
desviaciones del modelo teórico de los datos obtenidos experimentalmente. Aún así el
presente estudio se centra principalmente en la interpretación de los ensayos experimentales y
no en el desarrollo de un modelo teórico de comportamiento, pero es muy interesante
comparar los resultados para verificar pautas de comportamiento que permita formulaciones
sencillas para diseñar este tipo de actuación.

Fig. 146. Geometría de las probetas A y B

La modelización numérica con la que se comparan los resultados experimentales ha sido


desarrollada planteando únicamente 5 tipos de probetas. En primer lugar se modelizó el
comportamiento de las probetas testigo, es decir, los soportes de hormigón armado sin
reforzar. Los otros cuatro tipos de probetas modelizadas son soportes reforzados con cinco y
siete presillas por cada cara del pilar y se diferencian en la conexión del refuerzo con la
cabeza del soporte. En las probetas tipo A (siguiendo la nomenclatura de este estudio) no
existe conexión entre el refuerzo metálica y la cabeza, finalizando los extremos del refuerzo
con unas presillas soldadas a los angulares. Para el caso de la probeta B, la conexión entre el
refuerzo metálico y la cabeza se resuelve con unos capiteles formados por perfiles metálicos

157
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

L80.8, sin disponer las presillas metálicas en la zona en la cual se coloca éste último. En la
figura 146 puede verse con más detalle la solución adoptada para resolver la zona de los
extremos del refuerzo metálico.

En la modelización numérica el elemento de unión entre el acero del refuerzo y el soporte de


hormigón original ha sido el mortero de cemento.

A la vista de todos los resultados presentados en el capitulo anterior se puede afirmar que el
modo de trabajo del soporte reforzado con angulares y presillas metálicas depende de:

• Configuración del refuerzo metálico


• Del estado y las características del soporte original.

A nivel experimental es inabordable el planteamiento de un estudio paramétrico que analice


todas las posibles variables englobadas en los dos enunciados anteriores (número de presillas,
tipo de angular metálico, configuración del capitel, nivel de deformación original del soporte
de hormigón, resistencia del hormigón, dimensiones del soporte, tipo de adhesivo, etc.).

Este estudio paramétrico se llevará a cabo en próximas investigaciones como se sugiere en


futuras líneas de investigación. En el presente trabajo, que sirve de punto de partida, se
analizará de manera individual cada disposición del acero del refuerzo ya que las
características del soporte original han sido similares para todos los casos estudiados y se
obviará la variable de estado de carga del soporte en el momento de la realización del
refuerzo, ya que para el nivel de precarga estudiado (65% de la carga de rotura) no se han
obtenido diferencias significativas.

5.2 Descripción del modo de comportamiento del pilar reforzado.

Tal y como se comentaba en el capitulo anterior, al interpretar alguno de los resultados


experimentales, los mecanismos resistentes que intervienen al realizar refuerzos compuestos
por perfiles metálicos empresillados son:

a. El confinamiento inducido por la jaula de acero sobre el hormigón

b. El aumento de resistencia del conjunto por la contribución del acero del


refuerzo (porque ha habido transferencia de cargas a este elemento).

Además, según los resultados obtenidos, se ha verificado que tal y como apuntan otros autores
que han estudiado el tema (del Río 1991, Fernández Canovas, 1984) los mecanismos de
transferencia de cargas que actúan al reforzar un soporte de hormigón armado reforzado
son:

158
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

a. La transferencia de cargas a través del rozamiento de la zona de contacto


Hormigón-Acero.

b. La transferencia de cargas por transmisión directa a través del capitel.

En los soportes sin capitel el único mecanismo que actuará será la transmisión de cargas a
través de la interfaz Hormigón-Acero, mientras que en los soportes con capitel, habrá una
superposición de efectos.

5.2.1 Mecanismos resistentes del soporte reforzado.

Tal y como se preveía en la presentación de la investigación planteada, los mecanismos


resistentes que entran en funcionamiento al reforzar un soporte de hormigón armado con
angulares metálicos empresillados son: el confinamiento inducido por la jaula de acero sobre
el hormigón y el aumento de resistencia del conjunto por la contribución del acero del
refuerzo.

• Confinamiento del pilar de hormigón por el refuerzo.

La restricción de la deformación del hormigón en sentido transversal proporcionada por la


jaula de acero, genera un estado de tensiones triaxiales en el pilar sometido a compresión
simple, que aumenta la resistencia a compresión del hormigón (Cirtek L., 2001).

Este hecho se ha verificado experimentalmente, ya que para estados de carga del soporte
reforzado próximos al 80% del axil de rotura, el pilar de hormigón original está soportando
tensiones superiores a su tensión de rotura cuando está sometido a compresión simple. Esto se
debe sin duda, a la limitación de deformación transversal impuesta por los angulares y
presillas metálicas que provoca el estado triaxial y aumenta la resistencia a compresión del
hormigón.

En las siguientes gráficas (fig. 147 a fig. 154) se pueden ver (para algunas de las probetas
ensayadas) los valores de axil total (marcados en rojo) para los que el hormigón está
soportando tensiones superiores a la resistencia teórica del pilar de hormigón . Este fenómeno
ocurre siempre en los extremos del soporte y para todos los especimenes ensayados. Se puede
observar como el incremento de resistencia es muy notable para pilares tipo A (sin capitel) y
tienen menor importancia relativa en pilares tipo B (con capitel).

Se muestra el comportamiento de los especimenes en las secciones que limitan con las
cabezas de hormigón que es dónde se produce este fenómeno.

159
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Fig. 147. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen ADx.

Fig. 148. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen ACy.

Fig. 149. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen BDx.

Fig. 150. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen BCx.

160
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Este fenómeno se acentúa en el caso de realizar el refuerzo con siete presillas por cada cara
del soporte, ya que los nuevos elementos se han dispuesto entre las dos presillas más cercanas
a las cabezas, con lo que se consigue un confinamiento aún mayor en esta zona del soporte.
Cómo se aprecia en las siguientes figuras la tensión que llega a soportar el hormigón del
soporte original es más del doble que el axil de agotamiento de un pilar de hormigón sometido
a compresión simple con sus características de resistencia y sección, 946 kN.

Fig. 151. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PADx.

Fig. 152. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PACx.

Fig. 153. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PBDx.

161
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Fig. 154. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PBCy.

En los soportes reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y con capitel, el
hormigón vuelve a soportar tensiones superiores a su tensión de rotura debido al efecto del
confinamiento. La diferencia con respecto a los soportes de siete presillas sin capitel, es que el
acero entra en carga por transmisión directa de esfuerzos a través del capitel, así que se
mejora el reparto de cargas entre el hormigón y el acero.

Una vez elaborado el modelo numérico y tras su calibración se observó que este efecto de
sobreconfinamiento del hormigón en los extremos del tramo de soporte por el efecto del
confinamiento impuesto por las presillas también se presentaba (Adam et al., 2005) tal y
como se aprecia en las siguientes figuras. Se ha representado únicamente la octava parte del
tramo de pilar que es la modelizada numéricamente y los gráficos corresponden al estado de
plastificación del hormigón en el momento de la rotura de pilares reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y sin capitel (Probeta A) y a pilares reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y con capitel (Probeta B).

Fig. 155. Estado de plastificación del hormigón en el momento de la rotura

El efecto del confinamiento se detecta también a partir de las tensiones de tracción de las
presillas originadas por la expansión transversal del hormigón. Este efecto se ha detectado a
partir de los resultados de los ensayos experimentales al comparar las tensiones soportadas
por cada una de las presillas que conforman el refuerzo, y también teóricamente a partir del
modelo numérico.

162
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

En la figura 156, se han presentado el alargamiento en presillas de los especimenes reforzados


con cinco presillas por cada cara del soporte. En trazo continuo se presenta el alargamiento
medio soportado por las presillas 1 y 5 (el comportamiento del elemento es simétrico). Con
trazo discontinuo se muestran el alargamiento medio soportado por las presillas 2 y 4. La
presilla central (número 3) apenas muestra deformaciones.

La deformación, por tanto el alargamiento soportado por las presillas correspondientes a los
soportes reforzados con cinco presillas y capitel, son menores en todos los casos. Esto es
debido a que el capitel mejora la transmisión de cargas al acero de los angulares. Los
especimenes ensayados con capitel fueron los BD y BC.

Fig. 156. Alargamiento en presillas en los soportes reforzados utilizando 5 presillas por
cada cara del soporte. Resultados experimentales.

Estos mismos resultados pero expresados como tensiones en presillas, se han obtenido en el
modelo teórico desarrollado tal y como se aprecia en la figura 157 que muestra que las
tensiones de tracción son mayores en las presillas de los extremos, sobre todo en los últimos
niveles de carga, y se van reduciendo a medida que nos acercamos a las presillas centrales (se
recuerda que únicamente se representa un octavo de la probeta).

Este efecto es menor en el caso de la probeta B, dónde la tracción de las presillas es


prácticamente despreciable. Se detecta incluso, que a partir de cierto nivel de carga, la primera
presilla de la probeta B presenta tensiones de compresión debido a la deformación de los
capiteles.

En los especimenes reforzados en los que se colocó capitel para mejorar la transmisión de
cargas de la cabeza al tramo del soporte, pero se eliminó la presilla bajo el capitel, aparece un
efecto local de abolladura que provocará la plastificación del angular de la sección más

163
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

cercana a la cabeza. Esta plastificación se producirá para cargas aplicadas al soportes


reforzado inferiores a las esperadas.

Fig 157. Deformada y estado de plastificación del acero del refuerzo en soportes con cinco presillas según la
tensión de Von Mises (MPa). Resultados obtenidos a partir del modelo numérico de Adam et al. (2005).

En la figura 158, se han presentado el alargamiento en presillas de los especimenes reforzados


con siete presillas por cada cara del soporte. En trazo continuo se presenta el alargamiento
medio soportado por las presillas 2 y 6 (el comportamiento del elemento es simétrico) que son
las más traccionadas. Con trazo discontinuo se muestra el alargamiento medio soportado por
las presillas 1 y 7, que soportan deformaciones similares a las anteriores. El alargamiento
soportado por las presillas 3 y 5 se muestran con un trazo más fino, y se observa que los
valores son mucho menores que las otras presillas. La deformación de la presilla central
(número 4) no se han representado al ser despreciables.

Fig. 158. Alargamiento en presillas en los soportes reforzados utilizando 7 presillas por cada cara del soporte.
Resultados experimentales.

164
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

En el caso de soportes reforzados con siete presillas por cada cara del pilar la diferencia en
cuanto a deformación en presillas de los especimenes con y sin capitel es mayor que en caso
de soportes reforzados con cinco presillas.

Esto es debido a que los elementos reforzados con la disposición de 7 presillas por cada cara
del soporte y con capitel, se comportan como si de una estructura mixta se tratara,
deformándose conjuntamente y con un adecuado reparto de cargas entre el hormigón y el
acero del refuerzo. Esto provoca que la deformación transversal del hormigón en los extremos
del pilar sea menor, y por lo tanto las presillas que confinan al hormigón en esta zona estén
menos traccionadas. Se recuerda que estos especimenes rompieron por la sección central del
elemento ensayado.

En el modelo numérico desarrollado por Adam et al. (2005), los soportes reforzados con siete
presillas por cada cara del soporte, alcanzaron valores de axil último superiores a los
obtenidos experimentalmente. La figura 159 muestra el estado tensional de la jaula de acero
para valores de carga a compresión de 2500 kN. En ella se observa estados tensionales
diferentes en cada uno de los casos.

Fig 159. Deformada y estado de plastificación del acero del refuerzo en soportes con siete presillas sin capitel y
con capitel según la tensión de Von Mises (MPa), para axiles totales de 2500 kN. Resultados obtenidos a partir
del modelo numérico de Adam et al. (2005).

Tal y como se aprecia en la figura 158 y 159, las presillas de menor dimensión en los soportes
que se han reforzado con 7 de estos elementos llegan a soportar tensiones superiores a su
límite elástico. Esto quiere decir que el material plastifica y como se vera más adelante, esto
provocará uno de los mecanismos de rotura observado durante los ensayos y al analizar los
resultados.

Por otra parte en los soportes de 7 presillas con capitel, los elementos sometidos a mayores
tensiones no son las presillas, sino los angulares.

165
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

• Aumento de la resistencia del conjunto por la contribución del acero del refuerzo.

Resulta evidente, que al adherir a un soporte de hormigón armado que necesita ser reforzado,
un elemento estructural de gran resistencia, el conjunto aumentará el axil máximo que es
capaz de soportar el elemento de hormigón aisladamente.

Esta es la premisa básica con que se abordan los refuerzos de elementos estructurales
sometidos a compresión, especialmente aquellos realizados con recrecidos de hormigón o con
perfiles de acero.

Durante la realización de los ensayos se ha comprobado que los angulares situados en las
esquinas de los pilares a reforzar están soportando cargas, su cuantía depende de cómo se
haya realizado la transferencia de cargas del elemento original al refuerzo.

Los mecanismos de transferencia de cargas entre el hormigón y el acero se estudiaran en el


siguiente apartado (5.2.2). A continuación se analizará la cantidad de carga soportada por el
refuerzo metálico según su disposición.

Durante la ejecución de los ensayos en laboratorio, todos los especimenes estaban


instrumentados, tal y como se ha explicado en el capitulo 3, y se dispusieron galgas
extensométricas en todas las secciones de la jaula de acero con el objetivo de conocer cual era
la fracción de carga soportada por este elemento para cualquier nivel de axil aplicado en el
conjunto.

La recolección de estos datos ha dado lugar a los gráficos; “Reparto de axil entre el refuerzo y
el hormigón en cada una de las secciones del pilar” y “Reparto de axil entre el acero del
refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte para distintos niveles de carga” mostrados para
todos los especimenes en el capitulo anterior. A continuación se muestra el reparto de axil
entre el acero y el hormigón para cada uno de los tipos de refuerzo ensayados al estar
sometidos al 90 % de su axil máximo.

Las secciones en que se divide los soportes reforzados con cinco presillas, queda reflejado en
la figura 160.

Figura 160. Secciones en soportes reforzados con 5 presillas.

Una de las diferencias que se observa al analizar las gráficas es que en todos los casos en los
soportes en que se ejecutó el refuerzo tras la descarga del pilar de hormigón (especimenes D)
los angulares metálicos soportan mayores axiles.

166
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Esto también se observa en los soportes reforzados situando un capitel para mejorar la
transmisión de cargas entre el soporte de hormigón y el refuerzo metálico. El capitel cumple
su cometido y en estos elementos (especimenes B) los angulares metálicos soportan mayores
axiles.

Fig 161. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con cinco presillas y sin
capitel al 90% de su axil máximo.

Fig 162. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con cinco presillas y con
capitel al 90% de su axil máximo.

A partir de las lecturas registradas por las galgas extensométricas situadas en los angulares de
las distintas secciones que las presillas dividen al refuerzo, se puede conocer la tensión a que
está sometido cada sección de angular.

En las siguientes figuras aparece en trazo continuo los resultados obtenidos para los
especimenes x, y con trazo discontinuo los resultados obtenidos en los especimenes y.

167
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Observando la figura 163 se ratifica una vez más que en los especimenes descargados
previamente a la ejecución del refuerzo (AD), los angulares metálicos soportan mayor carga
que los empresillados sin proceder a la descarga del soporte de hormigón original (AC).

En los soportes reforzados con cinco presillas sin capitel, los angulares situados en las
secciones 2 y 3 están sometidos a una mayor tensión

Fig 163. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 5 presillas y sin capitel.

También se deduce que los resultados recogidos por las galgas extensométricas situadas en los
angulares metálicos de la sección 4 del espécimen ADy, y secciones 1 y 4 del soporte ACx
son anómalos. Esto puede ser producido por el doblado del angular en estas secciones debido
al empuje del hormigón.

Fig 164. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 5 presillas y con capitel.

En el caso de soportes reforzados con cinco presillas y capitel (fig. 164) la tensión soportada
por los angulares es muy similar en el caso de ejecución del refuerzo tras la descarga del
soporte (BD). Esto es debido a la entrada en carga de los angulares metálicos en el momento
de cargar al elemento reforzado a causa del capitel.

En el caso de realizar el refuerzo sin descargar el soporte de hormigón (BC), los angulares
más comprimidos son los situados en las secciones 1 y 4 alcanzando incluso deformaciones
por encima de la de plastificación.

168
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

En el caso de soportes reforzados con siete presillas por cada cara del pilar, el aumento de la
resistencia del conjunto por la contribución del acero del refuerzo es similar a los refuerzos
con cinco presillas. La diferencia estriba en que la diferente configuración de las presillas
implica que la entrada en carga del refuerzo se realiza de diferente manera.

Las secciones en que se divide los soportes reforzados con siete presillas, queda reflejado en
la figura 165.

Fig 165. Secciones en soportes reforzados con 7 presillas.

Fig 166. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con siete
presillas y sin capitel al 90% de su axil máximo.

Fig 167. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con siete
presillas y con capitel al 90% de su axil máximo.

169
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Como se aprecia en las figuras 166 y 167, en los soportes con capitel, el reparto de cargas
entre acero y hormigón es más equitativo que en soportes sin capitel.

También existe una pequeña diferencia dependiendo del estado del pilar de hormigón en el
momento de ejecutar el refuerzo (descargado D, o cargado C). Tal y como se aprecia en las
figuras 166, 167, 168 y 169, la entrada en carga de los angulares se realiza para axiles
inferiores en el caso de realizar el esfuerzo tras descargar el soporte original.

En estos casos (soportes PAD y PBD), para axiles correspondientes al 80% de la carga
máxima, en las secciones centrales del refuerzo (sección 3 y 4) muestran tensiones
correspondientes al límite elástico. Esto también se produce en las secciones 2 y 5, para
valores de axil superiores al 80% de la carga máxima.

Fig 168. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 7 presillas y sin capitel.

Fig 169. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 7 presillas y con capitel.

170
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

5.2.2 Mecanismos de transferencia de cargas del soporte reforzado.

• Transferencia de cargas a través del rozamiento Hormigón-Acero.

Este mecanismo de transferencia de cargas es el único que actúa en los soportes reforzados a
los que no se ha colocado ningún elemento de unión entre el soporte y la cabeza del mismo
(soportes tipo A)

Para descubrir el nivel de transferencia de cargas entre el hormigón y el acero del refuerzo es
necesario conocer como se produce la deformación del conjunto para saber en cada sección
del elemento como se está comportando.

Para obtener este dato han sido de gran utilidad las gráficas que muestran el deslizamiento
relativo entre el hormigón y el acero en cada una de las secciones en que se divide el soporte,
y que en todos los casos muestran un mayor deslizamiento en las secciones contiguas a las
cabezas. En la siguiente figura se muestra a la izquierda el deslizamiento entre el hormigón y
el acero en las secciones 1 y 4 (1 trazo continuo, 4 discontinuo) para los especimenes
ensayados con cinco presillas sin capitel, y a la derecha en las secciones 2 y 3, siendo
claramente en todos los casos mayor en las secciones 1 y 4.

Fig. 170. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de cinco presillas sin capitel.

Este mismo comportamiento se repite en los soportes reforzados con siete presillas por cada
cara del soporte y sin capitel.

Fig. 171. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de siete presillas sin capitel.

171
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

En el modelo teórico desarrollado por Adam (Adam et al. 2006), también se aprecia este
fenómeno al llegar a axiles próximos al último. En la siguiente figura se aprecia a la izquierda
el deslizamiento entre el hormigón y el acero en la zona de la presilla cercana al extremo del
soporte, en refuerzos constituidos por perfiles metálicos y cinco presillas por cada lado del
pilar y sin capitel (AD, AC). El dibujo de la derecha es similar para soportes reforzados con la
misma configuración pero con siete presillas por cada cara del soporte (PAD, PAC).

Fig. 172. Deslizamiento Hormigón-acero en las presillas cercanas a la cabeza en soportes


reforzados con cinco y siete presillas por cada cara del soporte y sin capitel.

Con esto se puede deducir que los soportes sin capitel se pueden dividir en zonas tipo I y
zonas tipo II. Las primeras (zona I) corresponderían a la longitud de transferencia de carga, el
axil se transmite por rozamiento y el pilar reforzado incrementa su resistencia sobre todo, por
el efecto del confinamiento.

En la parte central del soporte reforzado (zona II), apenas hay deslizamiento entre el acero y
el hormigón. Esto quiere decir que el soporte reforzado se deforma de manera conjunta, es
decir se está comportando como si de un elemento mixto se tratara.

Fig. 173. Transferencia de cargas a través del rozamiento Hormigón-Acero en pilares


reforzados con 5 y 7 presillas por cada lado del soporte.

172
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Este comportamiento se ha verificado a la hora de estudiar el reparto de axil entre el acero y el


hormigón, a partir de las lecturas registradas en las galgas extensométricas situadas en las
distintas secciones en que las presillas dividen al soporte.

Sirva como ejemplo la figura siguiente en que se presenta el reparto de axil entre acero y
hormigón en uno de los soportes con cinco presillas, sin capitel y utilizando mortero de
cemento como adhesivo, ensayado en la segunda fase experimental. Para valores más
próximos al axil de agotamiento del conjunto, los resultados obtenidos a partir de las medidas
de las galgas, pueden inducir a error, ya que en muchos casos se produce la plastificación del
angular (próximamente se comentarán los mecanismos de rotura del espécimen),
registrándose grandes deformaciones en el acero.

Fig. 174. Reparto de cargas del espécimen ADy de la segunda fase de ensayos, para el 50% y
75% del axil de agotamiento del conjunto.

Fig. 175. Reparto de cargas del espécimen PADy de la segunda fase de ensayos, para el 50%
y 75% del axil de agotamiento del conjunto.

Con todo esto se puede afirmar que en la zona de transferencia de axil denominada I, el pilar
de hormigón reforzado incrementa sobre todo su resistencia por efecto del confinamiento,

173
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

mientras que en la zona II ya se ha concluido la transmisión de cargas, el conjunto funciona


como una sección mixta, y el aumento de resistencia del conjunto es debido a la contribución
del acero del refuerzo.

• Transferencia de cargas directa, a través del capitel.

En la mitad de los elementos ensayados se colocó un capitel en los extremos del soporte
reforzado con el objetivo de favorecer la transmisión directa de cargas entre el hormigón y el
acero. Por lo tanto, teóricamente, en los pilares empresillados y con capitel (tipo B) el acero
del refuerzo debía entrar en carga inmediatamente después del inicio del ensayo. Este efecto
sería más acusado en el caso de descargar el pilar de hormigón antes de proceder al refuerzo
del mismo.

Este efecto se superpone a la transmisión de axil por rozamiento, y provocará que en los
soportes con capitel el reparto de axil entre acero y hormigón sea más uniforme a lo largo de
toda su longitud.

Fig. 176. Reparto de cargas del espécimen BCy de la primera fase de ensayos, para el 50% y
75% del axil de agotamiento del conjunto.

Fig. 177. Reparto de cargas del espécimen PBDx de la segunda fase de ensayos, para el 50%
y 75% del axil de agotamiento del conjunto.

174
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Por otra parte y debido al mejor reparto de cargas, el deslizamiento entre el acero y el
hormigón en las secciones 1 y 4 del soporte será menor que en el caso de soportes sin capitel
y el hormigón presentará tensiones de confinamiento menores al producirse la rotura. Este
menor deslizamiento entre el hormigón y el acero queda reflejado en las figuras 178 y 179.

Fig. 178. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de cinco presillas con capitel.

Fig. 179. Deslizamiento Hormigón-acero en soportes de siete presillas con capitel.

Como se aprecia en los soportes reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y con
capitel, el deslizamiento entre acero y hormigón es despreciable. Este tipo de elementos
ensayados se deforman conjuntamente comportándose como una sección mixta.

Fig. 180. Deslizamiento Hormigón-acero en las presillas cercanas a la cabeza en soportes


reforzados con cinco y siete presillas por cada cara del soporte y con capitel.

175
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Este comportamiento se verificó con los resultados obtenidos en el modelo teórico de Adám
et. Al. (2006), como se aprecia en la anterior figura (Fig. 180).

5.3 Modos de rotura asociados a las distintas formas de funcionamiento


del refuerzo.

Según todo lo visto en el presente capitulo, se podría decir que los soportes de hormigón
armado reforzados con angulares metálicos empresillados trabajan de forma distinta según la
proximidad a los extremos del pilar:

- En los tramos próximos a las cabezas se produce la transmisión de cargas del pilar
original al acero del refuerzo.

- En los tramos centrales prácticamente desaparece el deslizamiento acero-hormigón y


su comportamiento sería asimilable al de una estructura mixta.

A continuación revisamos como se produce la rotura de cada uno de los elementos ensayados.

5.3.1 Rotura del soporte reforzado por los extremos del tramo de pilar.

En los casos en los que no se ha tratado adecuadamente la transmisión de cargas en los


extremos, la rotura tiene lugar en ellos. Cuando esto ocurre el soporte reforzado no se ha
deformado de manera conjunta y por tanto la transferencia de cargas del hormigón al acero se
realizará por dos mecanismos ya estudiados en el presente capitulo: transferencia de cargas a
través del rozamiento de la zona de contacto Hormigón-Acero y transferencia de cargas por
transmisión directa a través del capitel.

Esto, si no se trata adecuadamente, implica un menor rendimiento del soporte de hormigón y


del acero del refuerzo, ya que la rotura se produce sin que agotemos la capacidad máxima
teórica del pilar reforzado. Cuando esto se produce, los mecanismos de rotura son los
siguientes:

- Plastificación de un tramo de angular por flexión compuesta

- Plastificación de una presilla

Acompañando a estos mecanismos el agotamiento del hormigón.

En los especimenes ensayados durante la fase experimental del presente trabajo de


investigación este tipo de rotura se ha presentado en los especimenes de las tablas 24, 25 y
26.

176
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Estado del soporte de Tipo de adhesivo entre Nombre del


hormigón acero y hormigón espécimen

Primera fase experimental

Descargado Mortero de cemento ADx ADy

Manteniendo Carga Mortero de cemento ACx ACy

Segunda fase experimental

Descargado Mortero de cemento ADxbis ADybis

Descargado Mortero epoxídico MADx MADy

Tabla 24. Especimenes de 5 presillas sin capitel

En todos estos casos la rotura del espécimen en laboratorio ocurrió por la plastificación del
angular, prácticamente por flexión, que constituye la jaula de acero en las proximidades de las
cabezas de la probeta. Esta plastificación marcó el límite del confinamiento que el refuerzo
era capaz de ejercer por lo que, cuando se produjo, tuvo lugar el agotamiento del hormigón.

La rotura en los extremos del tramo de pilar reforzado también se da en los soportes
empresillados utilizando cinco presillas por cada cara del soporte y con capitel.

En este tipo de elementos reforzados el hormigón alcanza en rotura una carga similar a la que
tienen sin confinar. Aparentemente el grado de confinamiento que ejerce este tipo de refuerzo
es muy reducido ya que la plastificación de los angulares se produce principalmente por
efecto del axil, dejando poco margen para resistir momentos. En los ensayos de este tipo de
refuerzos se ha producido la rotura de los angulares por un efecto local de abollamiento de un
ala ya que los capiteles no se han colocado sobre presillas. Este hecho ha impedido que
alcanzaran su capacidad máxima.

Se ensayaron un total de 6 especimenes reforzados con angulares, cinco presillas metálicas


por cada cara del soporte y con un capitel en la zona de unión del tramo de pilar con la cabeza
(que simula el entronque del pilar con la viga en las estructuras reales) para mejorar la
transmisión de cargas entre el hormigón del soporte original y el acero del refuerzo.

En aquellos ensayos en los que sí se colocó presilla bajo el capitel (MEBD) los angulares sí
alcanzaron prácticamente su axil último.

Los elementos experimentados quedan recogidos en la siguiente tabla:

177
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

Estado del soporte de Tipo de adhesivo entre Nombre del


hormigón acero y hormigón espécimen

Primera fase experimental

Descargado Mortero de cemento BDx BDy

Manteniendo Carga Mortero de cemento BCx BCy

Segunda fase experimental

Descargado Mortero epoxídico MBDx MBDy

Tabla 25. Soportes de 5 presillas con capitel.

Una vez analizado los soportes de cinco presillas por cada cara del soporte, y comprobado que
la rotura se producía siempre en las proximidades de las cabezas del elemento reforzado
(entre las dos presillas más próximas a las cabezas), se tomó la decisión de rigidizar el
refuerzo en la zona de rotura para así conseguir un axil último mayor y desplazar la rotura
hacia la parte central del pilar, mejorando así su ductilidad.

Como se ha expuesto con anterioridad los elementos rigidizadores introducidos consisten en


dos nuevas presillas por cada cara del soporte. Estos elementos tienen un ancho de 100 mm. y
se disponen entre las presillas más cercanas a las cabezas del elemento.

Se rompieron un total de 4 especimenes con siete presillas por cada cara del soporte y sin
capitel, en la segunda fase experimental, cuyas características se reflejan en la siguiente tabla.

Estado del soporte de Tipo de adhesivo entre Nombre del


hormigón acero y hormigón espécimen

Segunda fase experimental

Descargado Mortero de cemento PADx PADy

Manteniendo Carga Mortero de cemento PACx PACy

Tabla 26. Especimenes de 7 presillas sin capitel.

Por los datos recogidos experimentalmente, la rotura de los especimenes reforzados con siete
presillas por cada cara del soporte y sin capitel, ocurrió en los extremos del soporte. Pero en
este caso, al contrario que en los soportes reforzados con cinco presillas, parece que el
mecanismo de rotura es la plastificación por tracción de la presilla que se introduce como

178
CAPITULO 5. Análisis de resultados.

elemento rigidizador. En este caso, es la rotura de la presilla la que marca el límite del
confinamiento que la jaula de acero es capaz de ejercer. Al alcanzarse este límite se produjo el
agotamiento del pilar de hormigón.

5.3.2 Rotura del soporte reforzado por el centro del pilar.

En caso de que la transmisión de cargas en los extremos se lleve a cabo adecuadamente la


rotura ocurrirá en el centro del tramo de pilar. Este tipo de rotura es el más deseable porque
representa que se aprovecha la capacidad resistente tanto del soporte de hormigón como del
enjaulado metálico que configura el refuerzo.

En este caso la transmisión directa de cargas a través del capitel, unida a un fuerte
confinamiento del hormigón en los extremos consiguen una correcta transmisión de cargas
que, permite agotar el límite teórico del pilar reforzado.

En los especimenes ensayados durante la fase experimental del presente trabajo de


investigación este tipo de rotura se consiguió en soportes reforzados con siete presillas por
cada cara del soporte y con capitel. Se rompieron un total de 4 especímenes cuyas
características aparecen reflejadas en la siguiente tabla.

Estado del soporte de Tipo de adhesivo entre Nombre del


hormigón acero y hormigón espécimen

Segunda fase experimental

Descargado Mortero de cemento PBDx PBDy

Manteniendo Carga Mortero de cemento PBCx PBCy

Tabla 27. Soportes de 7 presillas con capitel.

En el siguiente capitulo se abordarán diferentes métodos para obtener el axil ultimo teórico de
estos especimenes y su comparación con los resultados experimentales.

179
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

6 Discusiones Finales y Propuesta de un método simplificado


de cálculo de refuerzos.
6.1 Introducción.

En este punto de la tesis se tratará de conjugar toda la experiencia ganada a lo largo del
trabajo de investigación, tratando de dar respuesta a los interrogantes surgidos al iniciar el
estudio.

El análisis de los resultados obtenidos durante la etapa experimental ha permitido conocer el


modo de comportamiento de los soportes reforzados.

Este análisis nos permite plantear un método simplificado para el diseño y cálculo de este tipo
de refuerzos.

6.2 Método simplificado de cálculo de refuerzos.

En el momento de abordar el cálculo de un refuerzo se deberá diseñar una determinada


configuración del mismo y analizar los axiles últimos que soportará el elemento reforzado
atendiendo a los distintos modos de rotura que se pueden presentar y que han sido señalados
en el capitulo anterior.

Recordemos que en general se puede decir que la rotura del soporte reforzado puede tener
lugar:

− Por el centro del tramo de soporte

− Por los extremos del tramo de soporte.

En cada uno de los dos casos podemos contemplar diferentes mecanismos de rotura del
elemento y, por tanto, son varios los estados límite a considerar.

En el centro del tramo de pilar el elemento reforzado se comporta como una sección mixta, y
su capacidad última puede calcularse como tal.

Cuando la rotura tiene lugar en los extremos del soporte la rotura es debida a la combinación
de los siguientes efectos:

1. Plastificación de alguno de los elementos que forman la jaula de acero, a saber:

a. Rotura por tracción de alguna de las presillas.

b. Rotura por flexión compuesta de los angulares.

− En soportes sin capitel el axil es muy reducido

180
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

− En soportes con capitel el axil será elevado y el momento será


relativamente menor.

2. Agotamiento a compresión del pilar de hormigón. El límite del pilar depende a su


vez del grado de confinamiento que ejerza la jaula de acero. Así, para determinar
en qué momento se agota el pilar de hormigón es preciso conocer:

a. Cuanta carga axil es transferida a los angulares (descargando,


consecuentemente, el pilar de hormigón)

b. Cual es el límite de la presión de confinamiento que el conjunto presillas-


angulares es capaz de ejercer (según el efecto expuesto anteriormente).

A continuación se presentarán los métodos de cálculo elaborados y se comprobará su validez


al comparar los resultados obtenidos con los datos registrados durante la fase experimental.

En la parte central del elemento reforzado. Este se deforma conjuntamente como si de una
estructura mixta se tratara. En los extremos del elemento, sin embargo, será preciso introducir
un análisis en el que introduzcamos las mismas deformaciones a partir del momento del
refuerzo al pilar de hormigón y al acero del refuerzo. Este último estará sometido, además de
al axil, a un momento debido a la presión de expansión lateral del hormigón.

Por ello en los casos en que se utilice un capitel para mejorar la transmisión de cargas al
acero, se proponen los siguientes métodos simplificados para determinar el axil máximo que
puede soportar.

6.2.1 Comportamiento como estructura mixta. Método de cálculo propuesto.

Ya se ha comentado que en el centro del soporte reforzado, fuera de la zona de transmisión, el


conjunto se deforma simultáneamente y por tanto se comporta como sección mixta.

Al tratarse de un elemento que trabaja como una estructura mixta, para obtener el máximo
axil que puede llegar a soportar el pilar reforzado, basta con calcular la resistencia plástica a
compresión de la sección.

Este valor Nu, se obtiene sumando las resistencias de los materiales que componen la sección
mixta,

As 2 ⋅ f y Aa ⋅ f c As1 ⋅ f y
Nu = + + [6.1]
γ s2 γc γ s1

As2, Aa, As1 áreas de acero estructural, hormigón y armaduras, respectivamente

fy, fc, fy resistencias características respectivas (para los aceros se puede tomar su límite

181
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

elástico)

γs1 ,γc, γs2 coeficientes parciales de seguridad para Estados L¯mites œltimos.

Para realizar la comparaciµn con los ensayos de laboratorio, se prescinde de los coeficientes
de seguridad y se obtiene un axil teµrico de:

N u = As 2 ⋅ f y + Aa ⋅ f c + As1 ⋅ f y [6.2]

Se recuerda que para que se de este tipo de rotura es imprescindible que el soporte reforzado
se comporte como un único elemento, deformándose conjuntamente. El empresillado debe
estar calculado de acuerdo con los criterios habituales de estructura metálica de forma que no
aparezcan fenómenos de pandeo de los angulares que provoquen efectos de segundo orden.

6.2.2 Rotura próxima a los extremos en el caso de soportes reforzados sin capitel.

Tras analizar las roturas comentadas en los capítulos anteriores se observa que existen dos
mecanismos diferentes que provocan el agotamiento de la jaula de acero y por lo tanto del
conjunto: la plastificación de los angulares, o la plastificación de las presillas. A continuación
se establecen dos métodos de cálculo simplificados suponiendo estos mecanismos de rotura.

En ambos casos y al no existir capitel en la configuración del refuerzo, la transmisión de


cargas entre acero y hormigón se realiza en la zona de las presillas.

En los métodos de cálculo propuestos no se ha tenido en cuenta el efecto de descargar la


estructura previamente a la realización del refuerzo, ya que para los niveles de carga para los
que se ha realizado la precarga en el estudio experimental, no aparecen diferencias
significativas.

• Rotura por plastificación de un angular. Método de cálculo propuesto.

En caso de que la rotura del elemento reforzado se produzca al plastificar los angulares de una
de las secciones del soporte reforzado, habrá que calcular el axil total que provoca una carga
sobre los angulares de acero que causa su plastificación.

Este axil total, será la suma del axil soportado por los angulares de acero y por el soporte de
hormigón original:

N o = N u = N ut + N co [6.3]

182
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

El axil en el acero, Nut, será el trasmitido a través de la interfaz hormigón-acero en caso de


que el soporte no tenga capitel. Se presenta a continuación un método para determinar el axil
transmitido, con las siguientes hipótesis:

• Toda la transmisión de cargas entre el acero y el hormigón se realiza a través de las


presillas.

• No se produce transferencia de cargas en la zona entre presilla y presilla.

Para evaluar el axil transmitido en la zona I (extremos del soporte), y suponiendo que la
mayor transferencia de cargas entre el soporte de hormigón original y el acero del refuerzo, se
realiza a través de las presillas metálicas que confinan el hormigón, se puede plantear el
equilibrio de fuerzas en la rebanada diferencial del pilar de hormigón, obteniéndose:

Fig.181. Equilibrio de fuerzas en una rebanada diferencial del pilar de hormigón reforzado.

N − ( N + ∂N ) = ∂T

∂T = µ ⋅ σ c ⋅ ∂x ⋅ 4b

Siendo µ el coeficiente de rozamiento acero-mortero y σc la tensión de confinamiento del


hormigón.

− ∂N = µ ⋅ 4b ⋅ σ c ⋅ ∂x

Las deformaciones que presentaran el hormigón y el acero serán,

183
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

En el hormigón,

σz σx σ
εz = − νc − y νc
Ec Ec Ec

Siendo Ec y νc los módulos elástico y de Poisson del hormigón respectivamente.

σ z = σ y = −σ c

σc
σx =
N
, con lo que se puede decir, εz = (ν c − 1) + N2 ν c
− b2 Ec b Ec

En el acero,

σa σ c ⋅ ∂x ⋅ b b ⋅σ c
εz = = =
Ea 2 ⋅ ea ⋅ ∂x ⋅ Ea 2 ⋅ ea ⋅ Ea

Siendo Ea el módulo elástico del acero y ea el espesor de la presilla de acero.

Estableciendo la compatibilidad de deformaciones entre el pilar de hormigón y el acero del


refuerzo en las presillas, se obtendrá,

σc N ν σc ⋅b
− ⋅ (1 − ν c ) + 2 ⋅ c =
Ec b Ec 2 ⋅ ea ⋅ Ea

1 − ν c b  N νc
σc  + = ⋅
 Ec 2 ⋅ ea ⋅ Ea  b 2 Ec

2 ⋅ ea ⋅ Ea ⋅ν c ⋅ N νc N
σc = σc = ⋅ 2
b ⋅ ((1 − ν c ) ⋅ 2 ⋅ ea ⋅ Ea + b ⋅ Ec )
2
1 −ν c +
b ⋅ E c b
2 ⋅ ea ⋅ Ea

Volviendo al equilibrio en una rebanada diferencial del pilar de hormigón

− ∂N = µ ⋅ 4b ⋅ σ c ⋅ ∂x

luego,

µ ⋅ 4b ⋅ν c
− ∂N = ⋅ N ⋅ ∂x = k1 ⋅ N ⋅ ∂x
2 b ⋅ Eh 
b 1 − ν c + 
 2 ⋅ e a ⋅ E a 

integrando,
x x
− ∂N ∂N
= k1 ⋅ ∂x → −∫ = k1 ∫ ∂x
N 0
N 0

184
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

− [ln N ]x =0 = k1 ⋅ x ; − [ln N( x ) − ln N 0 ] = k1 ⋅ x
x

de lo que se obtiene: N ( x ) = N 0 ⋅ e − k1 x [6.4]

µ ⋅ 4 ⋅ν c
siendo k1 =
 b ⋅ Ec 
b ⋅ 1 − ν c + 
 2 ⋅ ea ⋅ Ea 

El valor máximo de x, será la anchura de la presilla que se denomina s según el siguiente


esquema. Con la anterior formulación se podrá conocer la transferencia de cargas al hormigón
a lo largo de la presilla.

Fig. 182. Transmisión de cargas a lo largo de la presilla.

Si realizamos las siguientes simplificaciones se podrá obtener el incremento de axil en la zona


del soporte reforzado entre presilla y presilla debido al confinamiento del hormigón:

• Toda la transmisión de cargas entre el acero y el hormigón se realiza a través de las


presillas.

• El reparto de cargas en la zona entre presilla y presilla se mantiene uniforme. El


incremento de axil en esta zona es debido únicamente al efecto del confinamiento.

Según lo anterior el axil que soportará el hormigón al finalizar la primera presilla (Nc1) será:

N c1 = N 0 ⋅ e − ks

185
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

y si llamamos N0 al axil proporcionado por la prensa, tendremos que el axil soportado por los
angulares de acero (Na1) contiguos a la primera presilla será:

N a1 = N 0 − N c1 = N 0 ⋅ (1 − e − ks )

En el momento que se produce la rotura del elemento reforzado, y como se ha visto en


capítulos anteriores, el hormigón está soportando tensiones superiores a su axil máximo,
debido al efecto de confinamiento que la jaula de acero ejerce sobre él. Por lo que:

N ct = N co + N conf [6.5]

N ct = Ac ⋅ f c + As1 ⋅ f y + N conf [6.6]

N ct = b ⋅ h ⋅ f c + As1 ⋅ f y + k ⋅ k g ⋅ ks ⋅ k sl ⋅ σ c ⋅ Ac [6.7]

La tensión de confinamiento en el hormigón, σc, será a su vez la que actúe sobre el angular
metálico provocando la plastificación del mismo, según la siguiente figura:

Figura 183. Relación entre qh, σc y Mp

Por lo que conocido el momento plástico correspondiente al axil soportado por cada angular,
se obtiene la carga repartida a lo largo del angular y que es la que confina al hormigón entre
presilla y presilla.

8× 2 2 1
Conocido Mp, q h = 2
× M p , en el sentido del confinamiento σ c = 2 ⋅ q h ⋅ ⋅
l 2 b

Y así quedaría evaluado el axil último.

186
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Los únicos valores que quedarían por definir serían kg, ks y ksl, constantes en las que se
integrarían factores a tener en cuenta como la separación entre presillas, el área efectivamente
confinada, o la esbeltez del elemento (capitulo 2, apartado 2.3.3.)

En el caso que nos ocupa se va a considerar kg=1, ya que la separación entre presillas se
considera al obtener qh (l, es la separación entre presillas), y ksl igualmente igual a 1 ya que no
se puede considerar el elemento entre presilla y presilla como esbelto.

Para conocer la validez de la enunciación así como los valores del coeficiente de forma ks y la
cohesión (µ) que mejor se adaptan a dicha formulación se presenta en el apartado 6.3.2 la
comparación con los resultados obtenidos experimentalmente.

• Rotura por plastificación de la presilla. Método de cálculo propuesto.

En caso de que la rotura del elemento reforzado se produzca por la plastificación de alguna de
las presillas, habrá que calcular el axil total que provoca una carga sobre las presillas de acero
que causa su plastificación.

Este cálculo es muy sencillo, ya que se conoce la tensión de plastificación del acero que
conforma las presillas y que es de 275 N/mm2.

Por lo tanto, el axil que provoca la plastificación de la presilla será:

N = f s ⋅ As 2

Y la tensión de confinamiento que ejerce el acero sobre el hormigón en ese instante será:

2⋅ N
σc =
Astr

Tal y como se ha visto en el apartado anterior el axil soportado por la sección de hormigón
será el debido al que soporta como sección resistente incrementado en una cuantía notable
debido al efecto del confinamiento de la jaula sobre el pilar de hormigón:

N ct = N co + N conf [6.5]

N ct = Ac ⋅ f c + As1 ⋅ f y + N conf [6.6]

N ct = b ⋅ h ⋅ f c + As1 ⋅ f y + k ⋅ k g ⋅ ks ⋅ k sl ⋅ σ c ⋅ Ac [6.7]

Una vez conocido el axil soportado por la sección de hormigón en el momento de la


plastificación de la presilla, y utilizando la formula que nos permite conocer la cantidad de
axil transmitido a través de la presilla al acero y al hormigón, será inmediata la obtención del
axil último capaz de soportar el conjunto.

187
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

N h1 = N 0 ⋅ e − ks

Este axil total, será la suma del axil soportado por los angulares de acero y por el soporte de
hormigón original:

N o = N ct = N ut + N ct [6.3]

6.2.3. Rotura próxima a los extremos en el caso de soportes con capitel.

Si el soporte reforzado no rompe por la zona central es por la aparición de incompatibilidad


de deformaciones entre el hormigón del pilar original y el acero del refuerzo.

En estos casos y debido a la presencia del capitel, la jaula de acero que configura el refuerzo
entra directamente en carga al existir transmisión directa de axil. Puede suponerse que la
transmisión por rasante es despreciable.

Por ello, para obtener el axil último, bastará con sumar las curvas carga acortamiento del
soporte de hormigón y de la jaula de acero hasta que se produzca la plastificación de este
último. Estas curvas se ven alteradas por la interacción entre los dos materiales. En efecto, se
deberá tener en cuenta que el hormigón está confinado y, a su vez, que el acero soporta
además del axil, la presión de confinamiento del hormigón.

Para cada espécimen ensayado se ha dibujado la curva del hormigón confinado teniendo en
cuenta que la jaula de acero confina al hormigón hasta la plastificación del angular o hasta la
plastificación de la presilla.

La curva carga-acortamiento del hormigón sin confinar se ha obtenido a partir del diagrama
tensión-deformación para compresión axil que aparece en el Código Modelo (1990) y que se
aproxima mediante la expresión:
2
Eci ε c  ε c 
⋅ − 
Ec1 ε c1  ε c1 
σh = ⋅ f cm para ε c 〈 ε c ,lim
 Eci  εc
1 +  − 2 
 Ec1  ε c1

donde:

Eci = módulo tangente


σh = tensión de compresión (MPa)
εc = deformación unitaria de compresión
εc1 = -0,0022

188
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Ec1 = fc/0,0022 = módulo secante desde el origen a la tensión máxima de compresión fc.

La rama descendente del diagrama tensión-deformación obtenida mediante la ecuación


anterior, es válida únicamente para valores σ h f c ≥ 0,5.

La deformación unitaria c,lim correspondiente a h = -0,5 fc se puede calcular mediante la


siguiente ecuación;
1

  1  1 E ci 1
2
ε c,lim 1  1 Eci  2

=  + 1 +   + 1 − 
ε c1 2  2 Ec1   4  2 E c1  2

Por ello la rama descendente del diagrama carga-acortamiento del soporte de hormigón,
termina para valores de c,lim de -0,0089, -0,0064 y -0,0057 según el hormigón sea de 8, 12 o
15 MPa.

Para tener en cuenta el efecto de confinamiento que ejerce la jaula que compone el refuerzo
sobre el hormigón se ha tenido en cuenta la formulación que también aparece en el Código
Modelo, determinándose la tensión media de confinamiento que actúa lateralmente sobre el
hormigón con la expresión:

σc 1
= ⋅ ωw
f co 2

En la que ωw denota la cuantía mecánica volumétrica de acero que produce el confinamiento.

La relación entre la resistencia a compresión triaxial fcc* y la resistencia del hormigón no


confinado fcc, puede adoptarse como:

f cc = f co ⋅ (1,125 + 1,25 ⋅ α ⋅ ωw ) para σ c f co > 0,05

Dónde α = 0,3*0,85 para el caso que nos ocupa según el Código Modelo.

Por otra parte para poder dibujar la curva carga-acortamiento de la jaula de acero formada por
cuatro angulares L80-8, en la sección en que se produce la rotura el procedimiento seguido ha
sido el siguiente:

A partir de las deformaciones (εa) del acero, se calculaba su acortamiento y la tensión


soportada con:

Acortamiento= εa * st , siendo st la distancia entre presilla y presilla.

Tensión= σa = Ea * εa , siendo Ea el módulo de elasticidad del acero.

A partir de la tensión es inmediato obtener la carga que soporta la jaula de acero hasta el
momento de su plastificación;

189
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Carga = σa * 4 *Aang , siendo Aang el área del angular

La plastificación del angular tendrá lugar por un efecto combinado del axil suministrado por
la carga aplicada y el empuje que ejerce el hormigón al expandirse lateralmente.

6.3 Comparación de resultados teóricos y experimentales.

En el siguiente apartado se comprobará la validez de los métodos de cálculo propuestos, para


el caso concreto de los especimenes ensayados en laboratorio.

6.3.1 Soportes reforzados sin capitel.

Los especimenes ensayados sin capitel fueron los que aparecen en la siguiente tabla:

Estado del soporte fcm del Tipo de adhesivo Número de Nombre del
de hormigón hormigón entre acero y presillas espécimen
hormigón por lado

Primera fase experimental

Descargado 15 MPa Mortero de 5 ADx ADy


cemento

Manteniendo Carga 12 MPa Mortero de 5 ACx ACy


cemento

Segunda fase experimental

Descargado 8 MPa Mortero de 5 ADx ADy


cemento

Descargado 8 MPa Mortero 5 MADx MADy


epoxídico

Descargado 8 MPa Mortero de 7 PADx PADy


cemento

Manteniendo Carga 8 MPa Mortero de 7 PACx PACy


cemento

Tabla. 28. Probetas ensayadas sin capitel.

190
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Para cada uno de ellos calcularemos el axil último para los distintos modos de fallo estudiados
en el apartado 6.2.

En primer lugar se obtendrá el axil último en cada uno de los especimenes ensayados
suponiendo que el fallo del elemento reforzado se produce por plastificación del angular en
las secciones más próximas a las cabezas del pilar.

Para ello partiremos del máximo axil teórico que podría soportar el conjunto como sección
mixta y que en el caso del espécimen ADx de la primera fase es de 2884 kN.

A partir de este valor y aplicando N c max = N ∗ e − kl se podrá conocer el reparto de axil entre
el acero del refuerzo y el hormigón suponiendo que la transferencia a tenido lugar a lo largo
de la primera presilla siendo:

N = 2884 kN

l = anchura de la presilla = 160 mm.

µ ⋅ 4b ⋅ν c
y k= = 0,0001767 para el caso que nos ocupa considerando un
2 b ⋅ Ec 
b 1 − ν c + 
 2 ⋅ ea ⋅ Ea 
coeficiente de rozamiento de 0,2, un coeficiente de Poisson del hormigón de 0,2, una
resistencia del hormigón de 15 MPa, un módulo de Young de 210000 MPa y un espesor de la
presilla de 8 mm.

Con todo esto se obtiene que el axil soportado por el hormigón en la sección 1 y 4 es de 2800
kN y el de la jaula de acero de 83, 4 kN.

83,4
Esto quiere decir que cada angular metálico soporta N 1angular = = 20,85 kN
4

El momento plástico correspondiente a dicho axil es de 7,539 m*kN

8*2
Por lo que , qh = ∗ M p = 700,392 kN m , siendo s la distancia entre presillas.
s2

qh 2 2
σc = ⋅ = 3301,682 kN m 2
2 0,3

A partir de este valor ya se puede conocer el axil que soporta el hormigón debido al
confinamiento que la jaula ejerce sobre él, N conf = k ∗ k g ∗ k s ∗ k sl ∗ σ c ∗ Ac

Tal y como se ha visto en el apartado 6.2.2 el axil soportado por la sección del elemento
reforzado será el debido al que soporta como sección resistente el hormigón y el acero de la
jaula, incrementado en una cuantía notable debido al efecto del confinamiento de la jaula
sobre el pilar de hormigón:

191
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

N total = N jaula + N ct = N jaula + N co + N conf

N total = Aang ⋅ f s 2 + Ac ⋅ f c + As1 ⋅ f s1 + N conf

N total = Aang ⋅ f s 2 + b ⋅ h ⋅ f c + As1 ⋅ f s1 + k ⋅ k g ⋅ k s ⋅ k sl ⋅ σ c ⋅ b ⋅ h

Así quedaría evaluado el axil último a falta de definir los valores k, kg, ks y ksl.

En este caso concreto se considera kg =1, ya que la separación entre presillas se considera al
obtener qh (s es la separación entre presillas), y ksl igualmente igual a 1 ya que no se puede
considerar el elemento entre presilla y presilla como esbelto.

Para conocer la validez de la enunciación así como los valores del coeficiente de forma ks y el
coeficiente de rozamiento (µ) que mejor se adapta a dicha formulación es necesario realizar la
operación anterior para varios valores de k y µ..

El Código modelo aconseja tomar como valor de la cohesión entre el acero y el hormigón
µ=0,6, en el presente estudio se han obtenido valores para µ=0,6, µ=0,3 y µ=0,2. Del mismo
modo, en los siguientes gráficos se muestra la variación entre el Nexp y el Nteo en función de
los distintos valores de k que aparecen en la bibliografía (ver capitulo 2) siendo k=3 (es con el
que se consiguen mejores aproximaciones en modelos de elementos finitos), k=3,5 y k igual a
4,1 que es el más utilizado.

En las primeras aproximaciones no se ha tenido en cuenta la constante ks, que hace referencia
al área de hormigón realmente confinada y que sería 1 en caso de trabajar con soportes
cilíndricos.

En la gráfica de la izquierda se pueden observar los valores obtenidos para los distintos
soportes ensayados con cinco presillas y sin capitel. ADx (1) hace referencia a los soportes
ensayados en la primera fase de ensayos, mientras que ADx (2) a los soportes idénticos pero
ensayados en la segunda fase (con una menor resistencia del hormigón). No aparecen datos de
ADy(1), al romper estos especimenes por las cabezas, mucho antes de llegar al agotamiento
del hormigón en el tramo de pilar.

En la gráfica de la derecha se han obtenido las líneas de tendencia para cada valor de k con
resultados satisfactorios. Únicamente en caso de considerar k=4,1 se estará del lado de la
inseguridad, pero cabe recordar que todavía no se ha tenido en cuenta el factor del área
realmente confinada.

192
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 184. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6

Obtenemos los mismos valores para µ=0,3, para analizar la sensibilidad del modelo a cambios
en los valores del coeficiente de cohesión entre el acero del refuerzo y el hormigón:

Figura 185. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,3

para µ=0,2

Figura 186. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,2

Es el momento de introducir el factor del área efectiva confinada ya que las gráficas anteriores
sólo serían validas para el caso de soportes de sección circular.

193
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Según lo visto en el capítulo 2, apartado 2.3.3, en términos de sección completa, se puede


definir la presión de confinamiento efectiva ( σ l′ ) como función de la forma de la sección
mediante un coeficiente que se denominará factor de forma ( k s ).

σ l′ = k s ⋅ σ l

Este coeficiente ha sido cuantificado para el caso particular de soportes de sección cuadrada
obteniéndose valores entre 0.33 y 0.50 (Calavera 1999, Regalado 1999).

Sin embargo y tras el análisis de los resultados obtenidos durante la fase experimental se
descarta el valor de ks=0,33 por ser demasiado conservador. Se va a analizar la formulación
presentada para valores de de k=4,1, coeficiente de rozamiento entre acero del angular y
hormigón µ=0,6 y coeficientes de forma ks, igual a 0,4; 0,5 y 0,8 que sería el valor menos
conservador.

Se obtienen los siguientes resultados:

Figura 187. Relación entre Nexp y Nteo en función del factor de forma.

Se deduce a partir de la comparación de los resultados teóricos con los experimentales, que al
considerar el factor de forma del área de hormigón realmente confinada, se obtienen valores
muy buenos para ks=0,8. Los valores recomendados en la bibliografía existente hasta la fecha
se puede considerar como conservadores.

En caso que la rotura del elemento se produzca por la plastificación de la presilla, el modo de
proceder es similar, variando únicamente el modo de obtener la tensión soportada por el
hormigón debido al confinamiento, en el momento en que plastifica la presilla y que será:

N = 275 ∗ 160 ∗ 8 = 352000 N

2∗ N N
σc = = 4,08
300 ∗ 575 mm 2

Como σc en este caso es superior a la σc por plastificación de los angulares, en este caso no es
el mecanismo crítico, por lo que no es necesario desarrollar el cálculo.

194
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

En el caso de soportes reforzados empleando 7 presillas por cada lado del soporte, y por la
experiencia adquirida en laboratorio, la causa de la rotura del elemento reforzado será la
plastificación de la presilla de menor dimensión, situada entre las dos presillas más cercanas a
las cabezas del elemento. Para comprobar que teóricamente esto también es así se calculará la
relación entre Nexp y Nteo, en caso de suponer un coeficiente de rozamiento entre acero y
hormigón de 0,6 en ambos casos.

Plastificación del angular:

Figura 188. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6

Plastificación de la presilla.

Figura 189. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6

Los valores de axil último teórico obtenidos para el caso de plastificación de la presilla en este
tipo de soportes es menor, por lo que se completará el análisis teniendo en cuenta los factores
kg , separación entre presillas y ks factor de forma. El factor ksl será igual a 1 ya que no se
puede considerar el elemento entre presilla y presilla como esbelto.

Para el cálculo del coeficiente kg, se utiliza la formula que ya apareció en el capitulo 2,
propuesta por Regalado en 1999:
2
 s 
k g = 1 − t 
 2⋅a

195
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

siendo

a: Lado menor del pilar


st: Separación entre presillas

y cuando se cumpla que:

a
st ≤
5

st ≤ 10 cm.

Y que en nuestro caso concreto será:


2
 226 
k g = 1 − = 0,39
 2 ⋅ 300 

Fijaremos este valor y al igual que en el caso de soportes reforzados con cinco presillas por
cada lado del pilar, k=4,1 y coeficiente de rozamiento µ=0,6, y variaremos el coeficiente ks en
0,8, 0,5 y 0,4, obteniéndose los siguientes valores:

Figura 190. Relación entre Nexp y Nteo en función del factor de forma.

Al igual que ocurría en los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte
dónde el mecanismo de rotura se iniciaba al plastificar el angular, se deduce a partir de la
comparación de los resultados teóricos con los experimentales, que al considerar el factor de
forma del área de hormigón realmente confinada, se obtienen valores muy buenos para ks=0,8.
Los valores recomendados en la bibliografía existente hasta la fecha se podría considerar
como conservadores.

En la siguiente tabla aparecen los valores numéricos de axil último calculado en todos los
casos estudiados de soportes reforzados sin capitel. En todos los casos se ha utilizado un
coeficiente de valor de forma ks = 0,8, un valor de k=4,1 y un coeficiente de rozamiento
µ=0,6.

196
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Los valores de axil último en los soportes reforzados con cinco presillas corresponden a rotura
por plastificación del angular, y en el caso de pilares reforzados con siete presillas a rotura por
plastificación de la presilla de menor dimensión.

Valores teóricos Valores experimentales

Sección Plastificación Plastificación N exp


Axil último *100
mixta angular presilla N teo

ADx (1) 2884 kN 2507 kN 2856 2600 kN 104


ACx 2255 kN 101
2614 kN 2231 kN 2586
ACy 2207 kN 99
ADx (2) 1660 kN 89
2254 kN 1863 kN 2226
ADy (2) 1952 kN 104
MADx 1765 kN 95
2254 kN 1863 kN 2226
MADy 1770 kN 95
PADx 2432 kN 130
2254 kN 2206 kN 1869 kN
PADy 2451 kN 131
PACx 2256 kN 121
2254 kN 2206 kN 1869 kN
PACy 1961 kN 105

Tabla 29. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes reforzados sin capitel.

Una vez analizados los resultados experimentales obtenidos y verificado el modo de


comportamiento con el modelo numérico se puede afirmar que:

• El método empleado para determinar el axil en que se producirá la rotura de los soportes
N exp
reforzados sin capitel es muy efectivo, obtenido valores del cociente ∗ 100 que
N teo
oscilan entre 89 y 130.

• Este cociente, al que podríamos llamar bondad del ajuste, tiene valores máximos para los
especimenes PAD y PAC, en los que en todos los casos ensayados supera el 100%. Esto
índica que el método utilizado es válido y además está del lado de la seguridad.

197
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

6.3.2 Soportes reforzados con capitel.

Los especimenes ensayados con capitel fueron los que aparecen en la siguiente tabla:

Estado del soporte fcm del Tipo de adhesivo Número de Nombre del
de hormigón hormigón entre acero y presillas espécimen
hormigón por lado

Primera fase experimental

Descargado 12 MPa Mortero de 5 BDx BDy


cemento

Manteniendo Carga 15 MPa Mortero de 5 BCx BCy


cemento

Segunda fase experimental

Descargado 8 MPa Mortero 5 MBDx MBDy


epoxídico

Descargado 8 MPa Mortero de 7 PBDx PBDy


cemento

Manteniendo Carga 8 MPa Mortero de 7 PBCx PBCy


cemento

Tabla. 30.Probetas ensayadas con capitel.

Para cada uno de ellos calcularemos el axil último según 6.2.1.

Si el soporte reforzado se comporta como sección mixta, el axil último será:

N u = As 2 ⋅ f y + Ac ⋅ f c + As1 ⋅ f y

fc del hormigón 12 MPa:

N u = 4 ∗ 1230 ∗ 275 + 300 ∗ 300 ∗ 12 + 4 ∗ 113 ∗ 400 = 2613800 N = 2614 kN

fc del hormigón 15 MPa:

N u = 4 ∗ 1230 ∗ 275 + 300 ∗ 300 ∗ 15 + 4 ∗ 113 ∗ 400 = 2883800 N = 2884 kN

198
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

fc del hormigón 8 MPa:

N u = 4 ∗ 1230 ∗ 275 + 300 ∗ 300 ∗ 8 + 4 ∗ 113 ∗ 400 = 2253800 N = 2254 kN

En caso de que el soporte no rompa por la sección central, es decir no se comporte como
sección mixta y debido a que la tensión alcanzada en los ensayos experimentales es próxima a
la resistencia de cálculo, se ha simplificado el procedimiento de cálculo reduciéndose a la
suma de las gráficas carga-acortamiento del soporte de hormigón considerando el
confinamiento que le proporciona el refuerzo, y las de la jaula de acero.

Para cada espécimen ensayado se ha dibujado la curva del hormigón confinado teniendo en
cuenta que la jaula de acero confina al hormigón hasta la plastificación del angular o hasta la
plastificación de la presilla y la curva carga-acortamiento de la jaula de acero. En las
siguientes gráficas se muestran los resultados obtenidos.

En los soportes BD y BC se sustituyó las presillas cercanas a la cabeza de dos de los lados del
soporte por el capitel que era ligeramente más estrecho. Esto hace que en estos especimenes
se ha dibujado las curvas Carga-Acortamiento de una sección del elemento de 495 mm. que es
la separación entre el capitel y la segunda presilla.

Los soportes BD tienen una resistencia media del hormigón de 12 MPa. En caso de que la
rotura del mismo se produzca por plastificación del angular, y según la gráfica 191, se
alcanzará un axil último de 2597 kN.

Figura 191. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la plastificación del angular.

En caso de que la rotura del mismo se produzca por plastificación de la presilla, se alcanzará
un axil último de 2607 kN (fig. 192).

199
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 192. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la plastificación de la presilla.

Los soportes BC tienen una resistencia media del hormigón de 15 MPa. En caso de que la
rotura del mismo se produzca por plastificación del angular, y según la figura 193, se
alcanzará un axil último de 2900 kN.

Figura 193. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la plastificación del angular.

En caso de que la rotura del mismo se produzca por plastificación de la presilla, se alcanzará
un axil último de 2910 kN (figura 194).

200
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 194. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la plastificación de la presilla.

En los soportes MBD, PBD y PBC la resistencia del hormigón es de 8 MPa. Los especimenes
MBD tienen cinco presillas, y el capitel está colocado sobre las presillas próximas a las
cabezas del tramo de pilar en dos de los lados. Por ello las siguientes gráficas (Fig. 195 y 196)
de los especimenes MBD corresponden a una sección de 415 mm. que es la distancia entre las
dos presillas más próximas a las cabezas.

En caso de agotamiento por plastificación del angular, el axil último que alcanzará el conjunto
será de 2194 kN (Fig. 195)

Figura 195. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte MBD suponiendo la plastificación del angular.

En caso de agotamiento por plastificación de una presilla, el axil último que alcanzará el
conjunto será de 2196 kN (fig. 196).

201
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 196. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte MBD suponiendo la plastificación de la presilla.

En el caso de los especimenes PBD y PBC, que cuentan con siete presillas por cada lado del
soporte, la sección a que hace referencia los siguientes gráficos es la situada entre la segunda
(presilla de menor dimensión) y tercera presilla, ya que es aquí dónde se produce la rotura del
elemento. Las gráficas hacen referencia a una sección de 226 mm.

En los soportes PBD en caso de agotamiento por plastificación del angular (fig. 197), el axil
último que alcanzará el conjunto será de 2302 kN. En caso de agotamiento por plastificación
de la presilla será de 2204 kN (fig. 198).

Figura 197. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBD suponiendo la plastificación del angular.

202
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 198. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBD suponiendo la plastificación de la presilla.

Los soportes PBC tienen una resistencia media del hormigón de 8 MPa. En caso de que la
rotura del mismo se produzca por plastificación del angular, y según la figura 199, se
alcanzará un axil último de 2302 kN.

Figura 199. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBC suponiendo la plastificación del angular.

En caso de que la rotura del mismo se produzca por plastificación de la presilla, se alcanzará
un axil último de 2194 kN (fig. 200).

203
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 200. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBC suponiendo la plastificación de la presilla.

La siguiente tabla resume los resultados teóricos obtenidos, así como los resultados
experimentales de cada uno de los especimenes con capitel ensayados.

Para obtener la relación entre el axil último experimental y el teórico, se ha cogido el menor
teórico calculado ya que es la carga a la que se produciría la rotura del elemento.

Valores teóricos Valores experimentales

Sección Plastificación Plastificación N exp


Axil último *100
mixta angular presilla N teo

BDx 2020 kN 78
2614 kN 2597 kN 2607 kN
BDy 2069 kN 80
BCx 2104 kN 73
2884 kN 2900 kN 2910 kN
BCy 2206 kN 76
MBDy 2254 kN 2194 kN 2196 kN 2088 kN 95
PBDy 2254 kN 2302 kN 2204 kN 2648 kN 120
PBCy 2254 kN 2302 kN 2194 kN 2524 kN 115

Tabla 31. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes reforzados con capitel.

204
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

En la tabla anterior no se han presentado resultados pertenecientes a los especimenes MBDx,


PBDx y PBCx debido a su rotura anómala (rotura de la cabeza previa al agotamiento del
tramo de soporte reforzado).

Cómo se puede observar el método propuesto predice razonablemente bien los resultados de
los ensayos realizados, excepto los de los ensayos BC y BD donde el modelo predice
resistencias muy superiores a las alcanzadas en los ensayos.

El motivo de esto ya ha sido comentado en capítulos anteriores: la rotura se produce por un


efecto local de abolladura en el ala de los angulares, debido a que no se colocó presilla bajo el
capitel. Esta rotura local limita la carga que puede transmitirse al angular y prácticamente
elimina el efecto de confinamiento.

Para evaluar cual es el límite de carga que soportan los angulares se ha realizado un modelo
en ANSYS en el que se observa tanto el efecto como la carga que es transmitida a los
angulares. El planteamiento y resultado de este modelo se incluye en el anejo 5.

Esto nos permite volver a evaluar los resultados del modelo simplificado, considerando que el
axil transmitido a los angulares tiene el valor límite de 1100 kN ya que para estos valores de
carga se produce la plastificación del angular por el efecto local de abolladura del ala del
capitel.

Se puede considerar que en estos especimenes el hormigón no se encuentra confinado,


obteniéndose las siguientes gráficas.

Figura 201. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la plastificación


del angular por el efecto local de abolladura del ala del capitel.

205
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Figura 202. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la plastificación


del angular por el efecto local de abolladura del ala del capitel.

De los gráficos anteriores se deducen los siguientes valores:

Valores teóricos Valores experimentales

Sección Plastificación N exp


Axil último *100
mixta angular N teo

BDx 2020 kN 85
2614 kN 2365 kN
BDy 2069 kN 87
BCx 2104 kN 80
2884 kN 2635 kN
BCy 2206 kN 84

Tabla 32. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes reforzados con cinco presillas y con
capitel, teniendo en cuenta el efecto local de abolladura.

206
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.

Una vez analizados los resultados experimentales obtenidos y verificado el modo de


comportamiento con el modelo numérico se puede afirmar que:

• El método empleado para determinar el axil en que se producirá la rotura de los soportes
reforzados con capitel es muy efectivo en el caso de pilares en que el capitel se ha situado
sobre las presillas, obteniendo una bondad del ajuste del 95% para el caso de soportes
reforzados con cinco presillas y valores superiores al 100% para el caso de utilizar siete
presillas por cada cara del pilar (PBD y PBC).

• En los casos en que se ha suprimido la presilla situada bajo el capitel la bondad del ajuste
disminuye ligeramente obteniéndose valores entre el 80 y el 87%. Esto es debido a la
aparición del efecto local de abolladura del ala del capitel, que limita la carga que puede
transmitirse al angular y prácticamente elimina el efecto del confinamiento de la jaula
sobre el pilar de hormigón por lo que el soporte reforzado no alcanza la carga prevista.

207
CAPITULO 7
CONCLUSIONES

En este capítulo se exponen las conclusiones del


presente trabajo de investigación así como las
futuras líneas de investigación que sería interesante
desarrollar.
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.

7 Conclusiones y Futuras Líneas de Investigación.


A través de los distintos capítulos de los que se compone este trabajo de investigación, se
han realizado diversas observaciones, discusiones y comentarios importantes, los cuáles
tienen relación directa con los objetivos mencionados al principio de esta tesis. A
continuación se hará una recopilación de todas estas consideraciones con el propósito de
satisfacer tanto el objetivo general del que parte este estudio, como cada uno de los
objetivos específicos.

7.1 Conclusiones.

La organización de las conclusiones responde al mismo orden establecido en el capitulo


primero del presente trabajo al plantear los objetivos de esta tesis.

a) Se ha realizado una exhaustiva revisión bibliográfica en el campo de los soportes de


hormigón armado reforzados. Tras la revisión del estado del arte se ha manifestado la
ausencia de conocimiento en cuanto al modo de comportamiento de los refuerzos
formados por angulares y presillas metálicas, y por lo tanto la carencia de métodos
simplificados de cálculo que permitan abordar el diseño de estos elementos con
garantías de buen funcionamiento.

b) Se ha diseñado un ensayo experimental capaz de reproducir el comportamiento de


soportes de hormigón armado reforzados con angulares y presillas metálicas,
realizándose el refuerzo con el soporte original cargado o descargado y sometido a
esfuerzos de compresión simple.

b.1 Se han desarrollado ensayos experimentales sobre 26 elementos a escala real


que han permitido conocer el modo de comportamiento de los soportes
reforzados y la influencia de las distintas variables estudiadas (ausencia o
presencia de un capitel para mejorar la transmisión de cargas entre el hormigón
original y el acero del refuerzo, realización del refuerzo con el soporte de
hormigón cargado o descargado, tipo de adhesivo entre el hormigón y el acero
del refuerzo y número, geometría y disposición de presillas en el refuerzo).

c) Se han analizado de manera detallada los resultados obtenidos directamente de los


ensayos, de los que se ha podido deducir:

c.1 El refuerzo de pilares de hormigón armado con angulares y presillas metálicas


mejora tanto la resistencia como la ductilidad del elemento. El problema es
complejo y combina a lo largo de un mismo pilar, el efecto del confinamiento,
la transmisión de cargas a través de los capiteles (si los hay) y el
comportamiento como sección mixta, que se puede considerar una vez se ha

208
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.

transmitido las tensiones entre el pilar original y el refuerzo y ambos trabajen


conjuntamente.

c.2 Las formulaciones existentes hasta la fecha referidas al cálculo de este tipo de
refuerzos son incompletas, no comprenden bien el comportamiento globar de
este tipo de refuerzo y son por tanto, excesivamente conservadoras, provocando
infinidad de actuaciones sobredimensionadas, sin que este exceso de acero
mejore el comportamiento del elemento reforzado y sí aumente de manera
considerable el coste del refuerzo.

c.3 En los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte:

• En los extremos del pilar las cargas de la estructura original deben ser
transmitidas al refuerzo (de manera análoga a lo que ocurre a lo largo de la
longitud de anclaje de una barra). En estas zonas no se puede considerar que
el hormigón y el acero del refuerzo trabajan conjuntamente y los efectos
preponderantes serían el confinamiento y la transmisión de cargas a través
del capitel.

• En la parte central del pilar reforzado se puede considerar que hormigón y


acero se deforman conjuntamente y que el pilar reforzado se comporta
como un elemento mixto.

• En los pilares con capitel se redujo el confinamiento eliminando las


presillas que correspondían con los angulares del capitel (provocando que
fueran menos robustos). En estos pilares el hormigón rompe a su resistencia
característica y el incremento de resistencia se consigue gracias a los
angulares. Por otra parte, al trabajar de manera independiente hormigón y
acero al romper el primero se transfiere una gran parte de la carga que
soportaba al acero, provocando su rotura. No se alcanza por tanto una
resistencia igual a la suma de resistencias de ambos elementos.

• En los pilares sin capitel el efecto del confinamiento es preponderante


alcanzando el hormigón tensiones muy superiores a la resistencia
característica.

• La descarga del pilar previa al refuerzo parece mejorar su comportamiento,


aunque las diferencias no son muy significativas. Probablemente estas
diferencias serían mayores para un nivel de precarga superior al ensayado
(del 65% de la carga máxima).

• No se observan diferencias significativas de comportamiento por el uso de


un mortero epoxídico en lugar de un mortero de cemento como elemento
adhesivo entre el perfil del refuerzo y el soporte de hormigón. No se aprecia

209
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.

variación ni en el modo de comportamiento del refuerzo ni en el nivel de


carga alcanzado por el elemento reforzado.

c.4 En los soportes reforzados con siete presillas por cada cara del soporte:

• Se consigue un incremento notable de resistencia respecto de los soportes


reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte.

• Los soportes reforzados en los que se prescinde de la colocación del capitel,


la rotura se produce en los extremos del soporte, tras la plastificación de la
presilla que actúa como elemento rigidizador. En ese momento se transmite
bruscamente un aumento de carga al angular provocando la plastificación
de este también y la rotura del hormigón al alcanzar excesivas
deformaciones.

• En los pilares con capitel, y gracias al mejor reparto de cargas entre el


hormigón y el acero (hay transmisión directa a través del capitel a los
angulares metálicos) se consiguió que el elemento reforzado se comportara
como sección mixta, deformándose conjuntamente. Esto provocó el traslado
de la zona de rotura al centro del soporte mejorando tanto la resistencia
como la ductilidad de estos elementos respectos a los ejecutados sin capitel.

• El mejor comportamiento de los soportes con capitel de los elementos de 7


presillas, respecto a los soportes de con capitel de 5 presillas es debido a
que en la segunda fase experimental el capitel se situó sobre las presillas
más cercanas a la cabeza, y no se prescindió de ellas como en los elementos
ensayados en la primera fase.

• La descarga del pilar previa al refuerzo parece mejorar su comportamiento,


aunque las diferencias no son muy significativas. Probablemente estas
diferencias serían mayores para un nivel de precarga superior al ensayado
(del 65% de la carga máxima).

d) Se han propuesto métodos simplificados para el análisis y cálculo de soportes


reforzados con perfiles metálicos. Para generalizar su aplicación será necesario
completar el presente trabajo con un estudio paramétrico que nos permita establecer los
límites y los casos en que se debe aplicar cada uno de los métodos propuestos en
función de la resistencia que necesite el elemento reforzado.

e) En cuanto a la definición de recomendaciones de diseño y ejecución para obtener la


eficiencia óptima de la actuación se puede decir:

e.1 Es muy importante conseguir la perfecta y continua unión entre el acero del
refuerzo y el soporte de hormigón, ya que sólo así se conseguirá el

210
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.

confinamiento del hormigón, que como se ha visto tiene una gran importancia
en el incremento de axil conseguido por el elemento reforzado.

e.2 Si además de necesitar un incremento de resistencia de la estructura, queremos


dotarla de una mejor ductilidad, es necesario diseñar el refuerzo para conseguir
que el elemento resultante se comporte como una estructura mixta.

e.3 La utilización de mortero de cemento en lugar de mortero epoxídico como


adhesivo entre acero del refuerzo y el hormigón, facilita la ejecución del
refuerzo en obra (el espesor del adhesivo tiene mucha menor importancia)
además de abaratar su coste.

e.4 En caso de reforzar soportes utilizando un capitel para mejorar la transmisión


de cargas entre la viga y el soporte es necesario verificar la resistencia del nudo,
ya que la colocación del capitel puede provocar un aumento localizado de la
tensión en el hormigón de la viga provocar su rotura (es necesario, en futuras
investigaciones, realizar un estudio exhaustivo del comportamiento del nudo en
estructuras reforzadas).

7.2 Futuras líneas de investigación.

A lo largo de este trabajo de investigación se han realizado varios comentarios referentes a


futuras líneas de investigación que sería interesante desarrollar, dando así continuidad a
esta tesis doctoral. Se expondrán a continuación.

• Realización de un estudio paramétrico sobre los diferentes factores que intervienen en


el comportamiento de un soporte reforzado sometido a compresión centrada. Se
adoptaría un pilar reforzado tipo y se podrían estudiar las siguientes variables:

- Nivel de precarga: 60%, 75% y 90% del axil último.

- Influencia del calentamiento de las presillas: 150ºC y 300ºC

- Resistencia del hormigón del soporte original: 4, 12 y 20 MPa

- Sección del soporte de hormigón armado: 3000x3000 mm., 2500x4000 mm.

- Dimensiones de los angulares del refuerzo: L40.4, L80.8 y L12.12.

- Incremento del número de presillas a 7 presillas por cada cara del soporte.

- Separación entre presillas

- Efecto del mortero de la interfaz: µ=0.2, µ=0.4 y µ=0.6

- Dimensión de los capiteles: L80.8 y L12.12.

211
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.

• Tanto en el campo teórico como en el experimental sería necesario analizar el


comportamiento de soportes reforzados sometidos a flexocompresión. Para ello será
necesario analizar el nudo viga-soporte. Para desarrollar este trabajo será necesario al
menos:

- Diseñar un ensayo experimental que permita estudiar el nudo y aplicar cargas


de flexocompresión

- Desarrollar de forma numérica los mismos soportes ensayados en el laboratorio


para su calibración.

- Análisis de los mecanismos que intervienen en el comportamiento.

- Análisis de distintas tipologías de nudo (viga plana-pilar y viga descolgada-


pilar), con diferentes concepciones para la transmisión de cargas a través del
nudo.

- Plantar modelos de comportamiento y reglas de dimensionamiento del refuerzo.

• Estudio de estructuras de hormigón armado sometidos a sismo. Para ello habrá que
estudiar el efecto de cargas cíclicas a través de ciclos de histéresis.

Por último, se pueden realizar ensayos y simulaciones numéricas empleando otro tipo de
refuerzos (principalmente de materiales compuestos como FRP) que permitan comparar las
distintas actuaciones y predecir en que casos es recomendable un tipo de refuerzo frente a
otros.

212
CAPITULO 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

En el último capítulo se presentan todas las


referencias bibliográficas citadas en el texto y que
han sido consultadas para la realización del trabajo
de investigación.
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

8 Referencias Bibliográficas.
En el último capitulo se presentan todas las referencias bibliográficas citadas en el texto y
que han sido consultadas para la realización del trabajo de investigación.

Aboutaha,R.S., Engelhardt,M.D., Jirsa,J.O., & Kreger,M.E. (1999). Rehabilitation of


shear critical concrete columns by use of rectangular steel jackets. Aci Structural
Journal, 96, 68-78.

Adam, J.M., Ivorra S., Giménez E. & Calderón P.A. (2005). Estudio numérico de soportes
de HA reforzados con elmentos metálicos, III Congreso de ACHE de Puentes y
Estructuras, Zaragoza, España.

Adam, J.M., Ivorra S., Giménez E. & Calderón P.A. (2005). Estudio numérico sobre el
comportamiento estructural de soportes de hormigón armado reforzados mediante
angulares metálicos y presillas, sometidos a compresión simple, fib Simposio “El
Hormigón Estructural y el Transcurso del Tiempo, La Plata, Argentina.

Adam, J.M., Calderón P.A., Giménez E., Hidalgo C., &. Ivorra S., (2006) A study of the
behaviour of the cement mortar interface in reinforced concrete columns
strengthened by means of steel angles and strips, Structural Faults and Repair,
Edinburgh, Scotland.

Adam, J.M., Calderón P.A., Giménez E., &. Ivorra S., (2006) Estudio experimental y
numérico de soportes de hormigón armado reforzados mediante angulares y
presillas metálicas, Journal of Constructional Steel Research, (artículo en fase de
revisión).

Adam, J.M., Ivorra S., Giménez E., Moragues J.J., Miguel P., Miragall C., &.Calderón
P.A., (2007) Behaviour of axially loaded RC columns strengthened by steel angles
and strips, II Conferencia Ibérica de Usuarios

Adam, J.M., Giménez E. & Calderón P.A. (2007). Internal Report.

Ahmad,S.H., & Shah,S.P. (1982). Stress-Strain Curves of Concrete Confined by Spiral


Reinforcement. Journal of the American Concrete Institute, 79, 484-490.

Ahmad,S.H., & Shah,S.P. (1982). Complete Triaxial Stress-Strain Curves for Concrete.
Journal of the Structural Division-Asce, 108, 728-742.

Ahmad,S.H., Khaloo,A.R., & Irshaid,A. (1991). Behavior of Concrete Spirally Confined


by Fiberglass Filaments. Magazine of Concrete Research, 43, 143-148.

Ahmad,S.H., & Mallare M.P. (1994). A comparative study of models for confinement of
concrete by circular spirals. Magazine of concrete research, 46, 484-490.

213
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Alarcon López, A. (2003). Estudio teórico-experimental sobre la reparación y refuerzo de


puentes de dovelas con fibras de carbono. Tesis Doctoral de la Universidad
Politécnica de Cataluña.

American Concrete Institute (1997). Strength Evaluation of existing concrete buildings.


Reported by ACI Committee 437.

American Concrete Institute (1999). Guide for Evaluation of concrete structures prior to
rehabilitation. Reported by ACI Committee 364.

American Concrete Institute (2000). Cement and concrete terminology. Reported by ACI
Committee 116.

American Concrete Institute (2002). Building code requirements for structural concrete
and commentary. Reported by ACI Committee 318.

American Concrete Institute (2002). Guide for design and construction of externally
bonded FRP systems for strengthening concrete structures. ACI 440.2R.

ANSYS Inc. (2004). ANSYS Theory Reference 9.0.

Antonopoulos,C.P., & Triantafillou,T.C. (2003). Experimental investigation of FRP-


strengthened RC beam-column joints. Journal of Composites for Construction, 7,
39-49.

Aparicio,A.C., Ramos,G., & Casas,J.R. (2002). Testing of externally prestressed concrete


beams. Engineering Structures, 24, 73-84.

Assa,B., Nishiyama,M., & Watanabe,F. (2001). New approach for modeling confined
concrete. II: Rectangular columns. Journal of Structural Engineering-Asce, 127,
751-757.

Attard,M.M., & Setunge,S. (1996). Stress-strain relationship of confined and unconfined


concrete. Aci Materials Journal, 93, 432-442.

Balmer , C.G. (1949). Shearing strength of concrete under high triaxial stress-computation
of Moohr´s envelope as a curve. Structural research report SP-23.

Baltay P., & Gjelsvik A. (1990). Coefficient of friction for steel on concrete at high
normal stress. Journal of materials in civil engineering, 2, 46-49.

Barberá Ortega E. et al. (1993). Causas de la patología de las estructuras de hormigón


armado. Criterios y técnicas de inspección. Peritación. Intervención en estructuras
de hormigón armado. Jornadas de patología en la edificación, IECA Levanta,
Valencia.

Bellmunt R. et al. (2000). Manual de diagnosis e intervención en estructuras de hormigón


armado. Col.legi d´Aparelladors i arquitectes técnics de Barcelona.ISBN 84-
87104-43-6

Bett,B.J., Klingner,R.E., & Jirsa,J.O. (1988). Lateral Load Response of Strengthened and
Repaired Reinforced-Concrete Columns. Aci Structural Journal, 85, 499-508.

214
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Bresson J. (1971). Nouvelles recherses et applications concernant l´utilisation des collages


dan les structures. Beton plaque. Annales l´institute technique, nº 278.

Calavera, J. (1985). Concepto de Seguridad. Curso de rehabilitación de estructruras,


ISBN 84-85572-70-X, 9-17.

Calavera, J. (1999). Proyecto y cálculo de estructuras de hormigón: en masa, armado,


pretensado. INTEMAC, ISBN 84-887-64057.

Calderón P.A., Giménez E., Adam, J.M., & Ivorra S., (2005). Estudio experimental y
numérico de soportes de hormigón armado reforzados con perfiles metálicos
sometidos a esfuerzos de compresión simple, I Jornadas de Investigación en la
Construcción, Madrid, España.

Calderón P.A., Giménez E., Adam, J.M., & Ivorra S., (2006). Full scale testing of RC
columns strengthened with steel angles and battens, Structural Faults and Repair,
Edinburgh, Scotland.

Carpinteri A. & Ingraffea A.R. (1984). Fracture mechanics of concrete: material


characterization. Kluwer academia publishers group, The Hague.

Casas,J.R., Ramos,G., Diaz-Carrillo,S., & Guemes,J.A. (2002). Intelligent repair of


existing concrete structures. Computer-Aided Civil and Infrastructure Engineering,
17, 43-52.

Casas L. (2004). El proyecto y la ejecución de obras de refuerzo. Soluciones adoptadas.


XVI Curso de Estudios Mayores de la Construcción, Seminario S11. Instituto de
Ciencias de la Construcción Eduardo Torraja, Madrid.

CEB-FIB (2001). Externally bonded FRP reinforcement for RC structures.

Cedolin, L., Crutzen & Dei Poli (1977). Triaxial stress-strain relationships for concrete.
Journal of the engineering mechanics division-Asce, 103, 429-439.

Chen,J.F., & Teng,J.G. (2001). Anchorage strength models for FRP and steel plates
bonded to concrete. Journal of Structural Engineering-Asce, 127, 784-791.

Cheng,H.L., Sotelino,E.D., & Chen,W.F. (2002). Strength estimation for FRP wrapped
reinforced concrete columns. Steel & Composite Structures, 2, 1-20.

Cirtek,L. (2001). Mathematical model of RC banded column behaviour. Construction and


Building Materials, 15, 351-359.

Cirtek,L. (2001). RC columns strengthened with bandage - experimental programme and


design recommendations. Construction and Building Materials, 15, 341-349.

Código Modelo CEB-FIP (1990). Código modelo para hormigón estructural. Colegio de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid

Comité Euro-internacional del hormigón CEB (1983). Assesment of concrete structures


and desing. Procedures for upgrading (redesing). Boletín CEB nº 162.

215
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Cobo, A., González, M., & González, N. (1997). Sistemas de refuerzo de pilares de
hormigón armado: cálculo y puesta en obra. Anales de ingeniería mecánica, 11,
89-96.

Cusson D., & Paultre P. (1995). Stress-strain model for confined high-strength concrete.
Journal of Structural Engineering-Asce, 121, 468-477.

Delibes A. (1993). Tecnología y propiedades mecánicas del hormigón. INTEMAC, ISBN


84-88-764014.

Demers,M., & Neale,K.W. (1999). Confinement of reinforced concrete columns with


fibre-reinforced composite sheets - an experimental study. Canadian Journal of
Civil Engineering, 26, 226-241.

Demers,M., & Neale,K.W. (1999). Confinement of reinforced concrete columns with


fibre-reinforced composite sheets - an experimental study. Canadian Journal of
Civil Engineering, 26, 226-241.

Dussek,I.J. (1974). Strengthening of bridge beams and similar structures by means of


epoxy-resin-bonded external reinforcement. Transport and research record 785,
21-24.

EH-68 (1968). Instrucción para el proyecto y la ejecución de obras de hormigón en masa o


armado. Ministerio de Obras Públicas de España.

EHE (1999). Instrucción de hormigón structural EHE. Ministerio de Fomento de España.

Emmons,P.H., & Vaysburd,A.M. (1995). The total system concept-necessary for


improving the performance of repaired structures. Concrete International, 17, 31-
36.

Emmons,P.H., & Vaysburd,A.M. (1996). System concept in design and construction of


durable concrete repairs. Construction and Building Materials, 10, 69-75.

Emmons,P.H., Vaysburd,A.M. & Thomas J. (1998). Strengthening concrete structures,


Part I. Concrete International, 20, 53-58.

Endo, T. et al. (1984). Practices of seismic retrofit of existing concrete structures in


Japan. Proceedings of the eigth World Conference of Earthquake Engineering, 1,
469-476.

EHE (1999). Instrucción de hormigón estructural. Ministerio de Fomento. España.

Eurocódigo 4 (1995).Proyecto de estructuras mixtas de hormigón y acero. AENOR, Madrid

Erdem,I., Akyuz,U., Ersoy,U., & Ozcebe,G. (2006). An experimental study on two


different strengthening techniques for RC frames. Engineering Structures, 28,
1843-1851.

Ersoy,U., Tankut,A.T., & Suleiman,R. (1993). Behavior of Jacketed Columns. Aci


Structural Journal, 90, 288-293.

216
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Fardis,M.N., & Khalili,H. (1981). Concrete Encased in Fiberglass-Reinforced Plastic.


Journal of the American Concrete Institute, 78, 440-446.

Fardis,M.N., & Khalili,H.H. (1982). Frp-Encased Concrete As A Structural Material.


Magazine of Concrete Research, 34, 191-202.

Fernández Canovas (1981). Las resinas epoxi en la construcción. Instituto Eduardo


Torroja de la Construcción, Consejo superior de investigaciones científicas.
Madrid.

Fernández Canovas (1985). Refuerzo de elementos estructurales mediante encolado de


bandas de acero con resinas epoxídicas. Monografía del Instituto Eduardo Torroja
de la Construcción, nº 382-383. Madrid.

Fernández Canovas (1994). Patología y terapeútica del hormigón armado, 3ª Ed.


Publicación del Colegio de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. ISBN
8474932025.

Fukuyama,H., & Sugano,S. (2000). Japanese seismic rehabilitation of concrete buildings


after the Hyogoken-Nanbu Earthquake. Cement & Concrete Composites, 22, 59-
79.

Fukuyama,K., Higashibata,Y., & Miyauchi,Y. (2000). Studies on repair and strengthening


methods of damaged reinforced concrete columns. Cement & Concrete
Composites, 22, 81-88.

Fukuyama,K., Higashibata,Y., & Miyauchi,Y. (2000). Studies on repair and strengthening


methods of damaged reinforced concrete columns. Cement & Concrete
Composites, 22, 81-88.

Galal,K., Arafa,A., & Ghobarah,A. (2005). Retrofit of RC square short columns.


Engineering Structures, 27, 801-813.

Giménez E., Calderón P.A., & Serna P., (2004). Contribution to the study of the
strengthening of reinforced concrete columns using steel angles and steel battens,
5th International PhD Symposium in Civil Engineering, Delft, Holland.

Giménez E., Calderón P.A., Adam, J.M., & Ivorra S. (2005). Aportación al estudio de
soportes de HA reforzados con perfiles metálicos, III Congreso de ACHE de
Puentes y Estructuras, Zaragoza, España.

Giménez E. & Calderón P.A. (2005). Estudio experimental sobre elementos a escala real,
de soportes de hormigón armado reforzados con perfiles metálicos sometidos a
esfuerzos de compresión, fib Simposio “El Hormigón Estructural y el Transcurso
del Tiempo, La Plata, Argentina.

Giménez E., Adam, J.M., Calderón P.A., & Ivorra S. (2006). Numerical and experimental
study of the strengthening of reinforced concrete columns using steel angles and
strips, Proceedings of The Tenth East Asia Pacific Conference on Structural
Engineering & Construction (EASEC-10), Bangkok, Thailand.

217
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Giménez E., Adam, J.M., Ivorra S., Moragues J.J., &. Calderón P.A. (2006). Full-scale
testing of axially loaded RC columns strengthened by steel angles and strips,
Construction and Building Materials, (Artículo en fase de revision).

González Serrano, A. (1984). Patología 3. Reparación de pilares de hormigón mediante


zunchado. Hormigón y Acero nº153, 123-140.

González-Valle, E. (1985). Estructuras de hormigón aramdo: refuerzo mediante hormigón


y estructura metálica. Curso de Rehabilitación de la estructura, ISBN 84-85572-
70-X, 173-179.

González-Valle, E. (1999). Aplicabilidad de distintos métodos de refuerzo en estructuras


de edificación. Nuevas técnicas de evaluación estructural, rehabilitación y
refuerzo de estructuras, Grupo español del IABSE, 257-279.

Gould, N.C., & Harmon, T.G. (2002). Confined concrete columns subjected to axial load,
cyclic shear and cyclic flexure-Part II: Experimental program. ACI Structural
Journal 99, 42-50.

Griffith,M.C., Wu,Y.F., & Oehlers,D.J. (2005). Behaviour of steel plated RC columns


subject to lateral loading. Advances in Structural Engineering, 8, 333-347.

Grupo Español del Hormigón, GEHO (1992). Encuesta sobre patología de estructuras de
hormigón. Boletín GEHO nº10.

Grupo Español del Hormigón, GEHO (1994). Reparación y refuerzo de estructuras de


hormigón. Guía FIP de buena práctica. Boletín GEHO nº14.

Hadi,M.N.S. (2007). Behaviour of FRP strengthened concrete columns under eccentric


compression loading. Composite Structures, 77, 92-96.

Hadi,M.N.S. (2007). Using fibres to enhance the properties of concrete columns.


Construction and Building Materials, 21, 118-125.

Hadi,M.N.S. (2006). Comparative study of eccentrically loaded FRP wrapped columns.


Composite Structures, 74, 127-135.

Hadi,M.N.S. (2006). Behaviour of FRP wrapped normal strength concrete columns under
eccentric loading. Composite Structures, 72, 503-511.

Hadi,M.N.S. (2005). Helically reinforced HSC beams reinforced with high strength steel.
International Journal of Materials & Product Technology, 23, 138-148.

Hadi,M.N.S. (2005). Behaviour of high strength axially loaded concrete columns confined
with helices. Construction and Building Materials, 19, 135-140.

Hadi,M.N.S., & Li,J. (2004). External reinforcement of high strength concrete columns.
Composite Structures, 65, 279-287.

Harajli,M.H. (2006). Axial stress-strain relationship for FRP confined circular and
rectangular concrete columns. Cement & Concrete Composites, 28, 938-948.

218
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Harajli,M.H., Soudki,K.A., & Kudsi,T. (2006). Strengthening of interior slab-column


connections using a combination of FRP sheets and steel bolts. Journal of
Composites for Construction, 10, 399-409.

Harmon T.G. & Slattery K.T. (1992). Advanced composite confinement of concrete.
Advanced Composite Materials in Bridges and Structures, 299-306.

Hassan,T., & Rizkalla,S. (2002). Flexural strengthening of prestressed bridge slabs with
FRP systems. Pci Journal, 47, 76-93.

Hiroyuki Y. & Wu Z. (1997). Analysis of debonding fracture propierties of CFS


strengthened member subject to tension. Non-Metallic (FRP) Reinforcement for
Concrete Structures, Proc., 3rd Int. Symposium, Japan Concrete Institute, 287-294.

Islam,M.R., Mansur,M.A., & Maalej,M. (2005). Shear strengthening of RC deep beams


using externally bonded FRP systems. Cement & Concrete Composites, 27, 413-
420.

Iyengar, S.R., Desayi, P. & Reddy, K.N. (1970). Stress-Strain characteristics of concrete
confined in steel binders. Magazine of concrete research 21, 173-184.

Jiménez Montoya, P. García A., & Morán, F. (2000). Hormigón Armado. Ed. Gustavo
Gili, ISBN 84-252-1825-X.

Johansson, M. (2002). Composite action and confinemet effects in tubular steel-concrete


columns. Doctoral thesis, Chalmers University of Technology, Sweden.

Johansson, M. (2002). The efficiency of passive confinement in CFT columns. Steel &
Composite structures, 2, 379-396.

Karabinis,A.I., & Kiousis,P.D. (1994). Effects of Confinement on Concrete Columns -


Plasticity Approach. Journal of Structural Engineering-Asce, 120, 2747-2767.

Karbhari,V.M., & Gao,Y.Q. (1997). Composite jacketed concrete under uniaxial


compression - Verification of simple design equations. Journal of Materials in
Civil Engineering, 9, 185-193.

Kellogg,C.G., & Kotsovos,M.D. (1988). Consideration of Triaxial Stress Conditions in


Design - A Necessity - Discussion. Aci Structural Journal, 85, 233

Kennedy, S.J. (1984). End connection effects on the strength of concrete filled HSS Beam
columns. M.Sc. Thesis, Department of civil engineering, Edmonton, Alberta,
Canada.

Kotsovos,M.D., & Perry S.H. (1986). Behaviour of concrete subjected to passive


confinemet. Materials and Structures, 19, 259-264.

Kotsovos,G.M., Zeris,C., & Pavlovic,M.N. (2005). Improving RC seismic design through


the CFP method. Proceedings of the Institution of Civil Engineers-Structures and
Buildings, 158, 291-302.

219
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Kotsovos,G.M., Zeris,C., & Pavlovic,M.N. (2006). A new methodology for repairing and
strengthening RC members in seismic regions. Magazine of Concrete Research,
58, 63-77.

Lam,L., Teng,J.G., Cheung,C.H., & Xiao,Y. (2006). FRP-confined concrete under axial
cyclic compression. Cement & Concrete Composites, 28, 949-958.

L´Hemite, (1967). L´application des colles et resines dans la construction. Annales


l´institute technique, nº239.

Li G., Kidane S., Pang S., Helms J.E. & Stubblefield M.A. (2003). Investigation into FRP
repaired RC columns. Composite Structures, 62, 83-89.

Lu,Y.Q., & Kennedy,D.J.L. (1994). The Flexural Behavior of Concrete-Filled Hollow


Structural Sections. Canadian Journal of Civil Engineering, 21, 111-130.

Maalej,M., & Leong,K.S. (2005). Effect of beam size and FRP thickness on interfacial
shear stress concentration and failure mode of FRP-strengthened beams.
Composites Science and Technology, 65, 1148-1158.

Maeda T., Asano Y., Sato Y., Ueda T., & Kakuta Y. (1997). A study on bond mechanism
of carbon fiber sheet. Non-Metallic (FRP) Reinforcement for Concrete Struc.,
Proc., 3rd Int. Symp., Japan Concrete Institute,Sapporo,1, 279-285.

Malek,A.M., & Saadatmanesh,H. (1998). On the analysis and design of reinforced


concrete beams strengthened with FRP laminates. Arabian Journal for Science and
Engineering, 23, 167-182.

Malek,A.M., & Saadatmanesh,H. (1998). Analytical study of reinforced concrete beams


strengthened with web-bonded fiber reinforced plastic plates or fabrics. Aci
Structural Journal, 95, 343-352.

Malek,A.M., Saadatmanesh,H., & Ehsani,M.R. (1998). Prediction of failure load of R/C


beams strengthened with FRP plate due to stress concentration at the plate end. Aci
Structural Journal, 95, 142-152.

Malek,A.M., & Saadatmanesh,H. (1998). Ultimate shear capacity of reinforced concrete


beams strengthened with web-bonded fiber-reinforced plastic plates. Aci Structural
Journal, 95, 391-399.

Mander,J.B., Priestley,M.J.N., & Park,R. (1988). Theoretical Stress-Strain Model for


Confined Concrete. Journal of Structural Engineering-Asce, 114, 1804-1826.

Mander,J.B., Priestley,M.J.N., & Park,R. (1988). Observed Stress-Strain Behavior of


Confined Concrete. Journal of Structural Engineering-Asce, 114, 1827-1849.

Mander,J.B., Priestley,M.J.N., & Park,R. (1991). Observed Stress-Strain Behavior of


Confined Concrete - Closure. Journal of Structural Engineering-Asce, 117, 628-
629.

220
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Meier U., Deuring M., Meier H., & Schwegler G., (1993). CFRP bonded sheets. Fibre-
Reinforced-Plastic (FRP) Reinforcement for Concrete Structures: Properties and
Applications, edited by A. Nanni, Elsevier Science, Amsterdam, The Netherlands.

Meier U. (1995). Strengthening of structures using carbon fibre/epoxy composites.


Construction and Building Materials, 6, 341-351.

Mirmiran,A., & Shahawy,M. (1998). Behavior of concrete columns confined by fiber


composites - Closure. Journal of Structural Engineering-Asce, 124, 1095

Mirmiran,A., Shahawy,M., Samaan M., & El Echary H. (1998). Effect of column


parameters on FRP confined concrete. Journal of Composites for Construction-
Asce, 4, 175-185.

Morán-Cabré, F. (1994). Estimación de la seguridad residual en estructuras de hormgión


con problemas patológicos. Informes de la Construcción, 46, 39-51.

Mosallam,A.S., & Mosalam,K.M. (2003). Strengthening of two-way concrete slabs with


FRP composite laminates. Construction and Building Materials, 17, 43-54.

Mosalm,K.M., & Mosallam,A.S. (2001). Nonlinear transient analysis of reinforced


concrete slabs subjected to blast loading and retrofitted with CFRP composites.
Composites Part B-Engineering, 32, 623-636.

Navarrete B. (2003). Transferencia de carga en pilares de hormigón con encamisados del


mismo material. Un estudio experimental. Cuaderno INTEMAC nº50.

NBE-AE88 (1988). Acciones en la edificación. Ministerio de Fomento. España

NCSE-94 (1994). Norma de construcción sismorresistente. Ministerio de Fomento.


España

NSR-98 (1988). Norma colombiana de diseño y construcción sismorresistente. Ley 400 de


1997, decreto 33 de 1998. Asociación de Ingeniería Sísmica, Bogotá.

Oehlers,D.J. (2001). Development of design rules for retrofitting by adhesive bonding or


bolting either FRP or steel plates to RC beams or slabs in bridges and buildings.
Composites Part A-Applied Science and Manufacturing, 32, 1345-1355.

Olofsson,U., & Holmgren,M. (1994). Friction Measurement at Low Sliding Speed Using
A Servohydraulic Tension-Torsion Machine. Experimental Mechanics, 34, 202-
207.

Park,R., Priestley,M.J.N., & Gill,W.D. (1982). Ductility of Square-Confined Concrete


Columns. Journal of the Structural Division-Asce, 108, 929-950.

Parvin,A., & Wang,W. (2001). Behavior of FRP jacketed concrete columns under
eccentric loading. Journal of Composites for Construction, 5, 146-152.

Perera R., Recuero A., Diego A. & López C.. (2005). Confinamiento de pilares cuadrados
de hormigón armado con encamisado prefabricado de material compuesto.
Hormigón y Acero nº235, 43-52.

221
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Pham,H., & Al Mahaidi,R. (2004). Assessment of available prediction models for the
strength of FRP retrofitted RC beams. Composite Structures, 66, 601-610.

Pham,H., & Al Mahaidi,R. (2004). Experimental investigation into flexural retrofitting of


reinforced concrete bridge beams using FRP composites. Composite Structures,
66, 617-625.

Priestley, M.J., Verma, R. & Xiao Y. (1994). Seismic shear strength of reinforced concrete
columns. Journal of Structures Engineering, 120, 2310-2329.

Purba,B.K., & Mufti,A.A. (1999). Investigation of the behavior of circular concrete


columns reinforced with carbon fiber reinforced polymer (GFRP) jackets.
Canadian Journal of Civil Engineering, 26, 590-596.

Purba,B.K., & Mufti,A.A. (1999). Investigation of the behavior of circular concrete


columns reinforced with carbon fiber reinforced polymer (GFRP) jackets.
Canadian Journal of Civil Engineering, 26, 590-596.

Rabinovitch,O., & Frostig,Y. (2001). High-order approach for the control of edge stresses
in RC beams strengthened with FRP strips. Journal of Structural Engineering-
Asce, 127, 799-809.

Rabinovitch,O., & Frostig,K. (2001). Delamination failure of RC beams strengthened with


FRP strips a closed-form high-order and fracture mechanics approach. Journal of
Engineering Mechanics-Asce, 127, 852-861.

Rabinovitch,O., & Frostig,Y. (2002). High-order behavior of fully bonded and


delaminated circular sandwich plates with laminated face sheets and a "soft" core.
International Journal of Solids and Structures, 39, 3057-3077.

Rabinovitch,O., & Frostig,Y. (2002). High-order behavior of fully bonded and


delaminated circular sandwich plates with laminated face sheets and a "soft" core.
International Journal of Solids and Structures, 39, 3057-3077.

Rabinovitch,O., & Frostig,Y. (2003). Experiments and analytical comparison of RC


beams strengthened with CFRP composites. Composites Part B-Engineering, 34,
663-677.

Rabinovitch,O., & Frostig,Y. (2006). Fracture mechanics approach to geometrically


nonlinear debonding problems in RC beams strengthened with composite materials.
Advances in Structural Engineering, 9, 765-777.

Ramírez, J.L., & Bárcena, J.M. (1975). Eficacia resistente de pilares de hormigón armado
de baja calidad reforzados por dos procedimientos diferentes. Informes de la
construcción 272, 89-98.

Ramírez, J.L., Bárcena, J.M., & Feijó, J.M.(1977). Comparación resistente de cuatro
métodos de refuerzo de pilares de hormigón armado. Informes de la construcción
290, 57-68.

Ramírez, J.L., (1996). Ten concrete column repair methods. Construction and Building
Materials 10, 195-202.

222
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Ramírez, J.L., Bárcena, J.M., Urreta, J.I. & Sánchez J.A., (1997). Efficiency of short steel
jackets for strengthening square section concrete columns. Construction and
Building Materials 11, 345-352.

Ramos,G., Casas,J.R., & Alarcon,A. (2006). Normalized test for prediction of debonding
failure in concrete elements strengthened with CFRP. Journal of Composites for
Construction, 10, 509-519.

Regalado, F. (1999). Los pilares: criterios para su proyecto, cálculo y reparación.


Biblioteca Técnica de CYPE ingenieros, ISBN 84-930696-3-9.

Richard, F., Brandtzaeg, A., & Brown R.L. (1929). The failure of plain and spirally
reinforced concrete in compression. Urbane University of Illinois. Engineering
Experiment Station Bulletin, nº 190.

Río Bueno A., (1987). Aportaciones al refuerzo de estructuras de hormigón armado de


edificación. Tesis Doctoral de la Universidad Politécnica de Madrid.

Río Bueno A., & Ortiz Herrera J. (1991). Rehabilitación de estructuras de hormigón.
Madrid, ISBN 84-7878-035-1.

Rodriguez,M., & Park,R. (1991). Repair and Strengthening of Reinforced Concrete


buildings for earthquake resistence. Earthquake Spectra, 7, 439-459.

Rodriguez,M., & Park,R. (1994). Seismic Load Tests on Reinforced-Concrete Columns


Strengthened by Jacketing. Aci Structural Journal, 91, 150-159.

Saafi,M., Toutanji,H.A., & Li,Z.J. (1999). Behavior of concrete columns confined with
fiber reinforced polymer tubes. Aci Materials Journal, 96, 500-509.

Samaan,M., Mirmiran,A., & Shahawy,M. (1998). Model of concrete confined by fiber


composites. Journal of Structural Engineering-Asce, 124, 1025-1031.

Saatcioglu,M., & Razvi,S.R. (1992). Strength and Ductility of Confined Concrete.


Journal of Structural Engineering-Asce, 118, 1590-1607.

Sheikh,S.A., & Uzumeri,S.M. (1980). Strength and Ductility of Tied Concrete Columns.
Journal of the Structural Division-Asce, 106, 1079-1102.

Sheikh, S.A. (1982). A comparative study of confinement models. Aci Journal, 79, 296-
306.

Sheikh,S.A., & Uzumeri,S.M. (1982). Analytical Model for Concrete Confinement in Tied
Columns. Journal of the Structural Division-Asce, 108, 2703-2722.

Sheikh,S.A., & Uzumeri,S.M. (1983). Analytical Model for Concrete Confinement in Tied
Columns - Closure. Journal of Structural Engineering-Asce, 109, 2952-2954.

Sheikh,S.A., & Khoury,S.S. (1993). Confined Concrete Columns with Stubs. Aci
Structural Journal, 90, 414-431.

223
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Sheikh,S.A., & Khoury,S.S. (1997). A performance-based approach for the design of


confining steel in tied columns. Aci Structural Journal, 94, 421-431.

Sirvent Casanova, I. (1997). Tecnología y terapéutica del hormigón armado. Instituto


Técnico de la construcción ISBN 84-923016-1-9.

Smith,S.T., & Teng,J.G. (2002). FRP-strengthened RC beams. I: review of debonding


strength models. Engineering Structures, 24, 385-395.

Smith,S.T., & Teng,J.G. (2002). FRP-strengthened RC beams. II: assessment of


debonding strength models. Engineering Structures, 24, 397-417.

Sobrino J. & Gómez M.D. (1998). Refuerzo de las estructuras de hormigón con materials
compuestos con fibra de carbono. Aplicación al puente del Dragó, Barcelona.
Hormigón y Acero 201, 55-72.

Sugano, S. (1981). Seismic strengthening of existing reinforced concrete buildings in


Japan. Bulletin of the New Zeland National Society for Earthquake Engineering
14, 209-222.

Takiguchi,K., & Abdullah. (2001). Shear strengthening of reinforced concrete columns


using ferrocement jacket. Aci Structural Journal, 98, 696-704.

Täljsten, B., (1994). Plate bonding: Strengthening of existing concrete structures with
epoxy bonded plates of steel or fibre reinforced plastics. Doctoral thesis, Lulea
University of Technology, Sweden.

Täljsten, B., (1997). Strengthening of beams by plate bonding. Journal of Mateials in


Civil Engineering 9, 206-212.

Tanaka, T., (1996). Shear resisting mechanism of reinforced concrete beams with CFS as
shear reinforcement. Graduation Thesis, Hokkaido University, Japan.

Teng,J.G., Zhang,J.W., & Smith,S.T. (2002). Interfacial stresses in reinforced concrete


beams bonded with a soffit plate: a finite element study. Construction and Building
Materials, 16, 1-14.

Teng,J.G., Chen,J.F., Smith,S.T., & Lam,L. (2003). Behaviour and strength of FRP-
strengthened RC structrues: a state-of-the-art review. Proceedings of the Institution
of Civil Engineers-Structures and Buildings, 156, 51-62.

The Concrete Society (2003). Strengthening concrete structures using fibre composite
materials: acceptance, inspection and monitoring. Technical Report nº 57.

Theodorakopoulos,D.D., & Swamy,N. (1993). Contribution of Steel Fibers to the Strength


Characteristics of Lightweight Concrete Slab-Column Connections Failing in
Punching Shear. Aci Structural Journal, 90, 342-355.

Toutanji,H., & Saafi,M. (1999). Performance of concrete beams prestressed with aramid
fiber-reinforced polymer tendons. Composite Structures, 44, 63-70.

224
CAPITULO 8. Referencias bibliográficas.

Toutanji,H.A. (1999). Durability characteristics of concrete columns confined with


advanced composite materials. Composite Structures, 44, 155-161.

Toutanji,H.A. (1999). Stress-strain characteristics of concrete columns externally confined


with advanced fiber composite sheets. ACI Materials Journal, 96, 397-404.

Uy,B. (2002). Strength of reinforced concrete columns bonded with external steel plates.
Magazine of Concrete Research, 54, 61-76.

Van Gemert, D. (1980). Force transfer in epoxy-bonded steel-concrete joints. Int. Journal
Adhesion and Adhesives, 1, 67-72.

Valcuende, M.O. (1994). Reparación de elementos lineales de hormigón armado.


Comportamiento en servicio. Tesis doctoral de la Universidad Politécnica de
Valencia.

Wang,Y.C., & Restrepo,J.I. (2001). Investigation of concentrically loaded reinforced


concrete columns confined with glass fiber-reinforced polymer jackets. Aci
Structural Journal, 98, 377-385.

Wu,Y.F., Griffith M.C., & Oehlers,D.J. (2003). Improving the strength and ductility of
rectangular reinforced concrete columns through composite partial interation: test.
Journal of Structural Engineering, 129, 1183-1190.

Wu,Y.F., Liu,T., & Oehlers,D.J. (2006). Fundamental principles that govern retrofitting of
reinforced concrete columns by steel and FRP jacketing. Advances in Structural
Engineering, 9, 507-533.

Xiao,Y., & Wu,H. (2003). Compressive behavior of concrete confined by various types of
FRP composite jackets. Journal of Reinforced Plastics and Composites, 22, 1187-
1201.

Xiao,Y., & Wu,H. (2005). Retrofit of reinforced concrete columns using partially stiffened
steel jackets by Yan Xiao and Hui Wu - Closure. Journal of Structural
Engineering-Asce, 131, 365-366.

Yao, S., Geiker, M., & Faber M. (1999). Effective assessment of repairs. Concrete
International, 21, 46-48.

Yong,Y.K., Nour,M.G., & Nawy,E.G. (1988). Behavior of Laterally Confined High-


Strength Concrete Under Axial Loads. Journal of Structural Engineering-Asce,
114, 332-351.

Yazzar, S. (2000). Estudio de la ductilidad de elementos comprimidos fabricados con


hormigón de alta resistencia sometidos a cargas cíclicas de flexión: estudio de la
dosificación del hormigón, la influencia del confinamiento en su ductilidad y
comprobación experimental sobre elementos de verdadera magnitud. Tesis
doctoral de la Universidad Politécnica de Valencia.

225
ANEJOS
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.

ANEJO 1.
CARACTERÍSTICAS DEL HORMIGÓN DE LOS
PILARES ENSAYADOS.

a) Hormigón de la primera fase de ensayos.

El hormigón utilizado en la fabricación de soportes ensayados en la primera fase del


presente trabajo de investigación, se fabricó en el laboratorio del Instituto de Ciencia y
Tecnología del Hormigón (ICITECH).
A pesar de utilizar en todos los casos amasadas de 500 litros con la misma dosificación del
hormigón aparecen pequeñas diferencias en cuanto a los valores de resistencia a
compresión.

a.1. Dosificación del hormigón.

La dosificación de hormigón para 1m3 ha sido:

Grava 20/40 562 Kg.


Gravilla 10/20 427 Kg.
Gravilla 5/10 270 Kg.
Arena 830 Kg.
CEM II-32,5 200 Kg.
Agua 155 l.

Se hicieron un total de 10 amasadas, una por cada pilar ejecutado con los siguientes
resultados:

A1-1
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.

a.2. Resistencia a compresión y consistencia del hormigón.

AMASADA 1 AMASADA 2 AMASADA 3 AMASADA 4 AMASADA 5 AMASADA 6 AMASADA 7 AMASADA 8 AMASADA 9 AMASADA 10

Fecha de fabricación 1 de julio de 2003 7 de julio de 2003 8 de julio de 2003 10 de julio de 2003

Humedad de la arena 4,3 % 2,5 % 4,2 % 6,8 %

Resistencia 7 días 8 8 10,5 7,6 11,7 8,5 8,9 8,3 10,1 9,4
a
28 días 12 11,8 13,8 11 13,4 11,4 10,8 11 12,7 13
compresión
(MPa) Fecha de 26/08/03 28/08/03 03/09/03 12/09/03 04/09/03 01/10/03 13/10/03 15/09/03 16/10/03 20/10/03
la
precarga 13,6 12,8 15,3 12 15,1 12,2 12,3 12 14,5 15

Consistencia (cm.) 6 7 4 6 5 6 7 8 5 6

Espécimen HA-12X HA-12Y ADy BDx ADx ACx ACy BDy BCx BCy

A1-2
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.

a.3. Módulo de elasticidad del hormigón.

Se determinó el módulo de elasticidad en compresión de un hormigón fabricado en la


primera fase de ensayos con una resistencia de 12 N/mm2, según la norma UNE 83316,
obteniéndose el siguiente gráfico tensión-deformación y a partir de él el valor del módulo
de elasticidad.

4,3 − 0,05
E= = 24286 N/mm 2
0,000185 − 0,00001

b) Hormigón de la segunda fase de ensayos.

El hormigón utilizado en la fabricación de soportes ensayados en la segunda fase del


presente trabajo de investigación, fue suministrado por una planta de hormigón preparado,
tras diversas pruebas para conseguir un hormigón con las características deseadas.

Debido a la experiencia conseguida tras la realización de la primera fase de ensayos, se


fabricaron los especimenes con hormigón de distintas calidades. El tramo de soporte que es
dónde se centra el estudio estaba elaborado con hormigón de baja resistencia con la
dosificación que se presenta en el siguiente apartado. Este fué el hormigón suministrado

A1-3
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.

por la central. Sin embargo, y para evitar los problemas aparecidos en la primera fase de
ensayos (se tuvieron que reforzar todas las cabezas, para impedir la rotura de ésta previa al
agotamiento del tramo de soporte) las cabezas de los especimens, se fabricaron con
hormigón de alta resistencia (en torno a 55 MPa)

Todos los tramos de pilar que forman los especimenes de la segunda fase de ensayos,
fueron hormigonados el mismo día, con material procedente de la misma amasada para
garantizar su homogeneidad.

b.1. Dosificación del hormigón.

La dosificación de hormigón para 1m3 ha sido:

Gravilla 10/25 875 Kg.


Gravilla 6/12 225 Kg.
Arena 950 Kg.
CEM II-32,5 150 Kg.
Agua 177 l.

b.2. Resistencia a compresión y consistencia del hormigón.

Fecha de fabricación 29 de marzo de 2004

Resistencia a 7 días 4,4


compresión (MPa)
28 días 8,3

Consistencia 10

b.3. Módulo de elasticidad del hormigón.

Se determinó el módulo de elasticidad en compresión del hormigón empleado en la


segunda fase de ensayos con una resistencia de 8 N/mm2, según la norma UNE 83316,
obteniéndose el siguiente gráfico tensión-deformación y a partir de él el valor del módulo
de elasticidad.

2,5 − 0,05
E= = 21875 N/mm 2
0,000117 − 0,000005

A1-4
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.

Cómo era de esperar es ligeramente inferior al anterior, al tratarse de un hormigón con


menor resistencia a compresión.

A1-5
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.

ANEJO 2.
CÁLCULO DEL SOPORTE Y SU REFUERZO.

a) Cálculo del soporte de hormigón a ensayar.

En el presente anejo se va a justificar las dimensiones y características de los pilares de


hormigón armado que posteriormente se someterán a cargas de aproximadamente el 65%
de su carga última y posteriormente se reforzarán con angulares y presillas metálicas.

Para el cálculo de los elementos a ensayar se ha supuesto que se tenía en servicio un


hormigón de 12 MPa de resistencia característica.

a.1. Cálculo de la armadura.

Ármadura longitudinal.

En secciones sometidas a compresión simple o compuesta, las armaduras principales en


compresión A´S1 y A´S2 deberán cumplir las limitaciones siguientes según artículo 42.3.3 y
42.3.5 de EHE.

a) A´S fyc,d ≥ 0,05 Nd [1]


b) A´S fyc,d ≤ 0,5 fcd Ac [2]
c) Cuantía geométrica minima As > 4 ‰ Ac [3]

Tras comprobar distintas barras de acero corrugado B400S, se comprueba que las barras de
12 mm. de diámetro cumplen las limitaciones anteriores.
Ac (de 1 Ø12) = 1,13 cm2 → 4x1,13 = 4,52 cm2 = Ac

Según [3] As > 3,6 cm2


120
Se cumple [2] 4,52 × 4000 ≤ 0,5 × × 30 × 30 luego 18080 ≤ 36000
1,5
Y según [1] 361600 ≥ Nd → Máximo esfuerzo en compresión (mayorado)

Por lo que la armadura principal estará compuesta por 4 barras de 12 mm de diámetro.

A2-1
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.

Estribos. (art. 42.3.1 EHE)

a) Separación de los estribos: st ≤ 15 Ømin = 15 · 1,2 =18 cm


Además, st < mín (b,h) y st < 30 cm.
b) Øt ≥ ¼ Ømáx =1/4 ·12 =3 mm.

Se colocarán estribos de 6 mm. de diámetro cada 18 cm.


El recubrimiento de las armaduras según el artículo 37.2.4 de la EHE deberá ser igual o
superior al diámetro de la barra de la armadura principal y 0,8 veces el tamaño máximo del
árido. Por lo que se tendrán recubrimientos de 30 mm. de espesor.

a.2. Comprobación de la esbeltez del soporte.


Si se pretende obviar el pandeo local y los efectos de segundo orden, la esbeltez mecánica
debe ser inferior a 35, lo que equivale a una esbeltez geométrica menor que 10.
λ<35
βH β ⋅ 250
λ= 12 = 12 = 28,9 β
h 30

siendo β=1 ó β=0,5.


En cualquier caso λ<35, por lo que se pueden obviar los efectos de segundo orden.

a.3. Comprobación de la excentricidad provocada por el peso propio del pilar.


Como se ve en el trabajo de investigación al que pertenece el presente anejo, los ensayos
de laboratorio se han realizado colocando el pilar de hormigón en el interior del marco de
acero en posición horizontal.
Para poder hacer estos ensayos en posición horizontal sin que esto afecte al resultado, es
necesario evaluar la excentricidad máxima y considerar la necesidad de tenerla en cuenta o
despreciarla.
Si se considera el peso específico del hormigón armado como γh=2,5 Tn/m3.
El volumen del tramo de pilar : Vh= 2,5x0,3x0,3=0,225 m3
El peso propio del soporte de hormigón será: Peso =2,5x0,225=0,562 Tn= 5,52 kN.
Se puede considerar el peso propio del pilar de hormigón como una carga uniformemente
repartida en toda su longitud, de:
5,52 kN N
Peso por unidad de longitud = = 0,0022 = 2,2
2500 mm mm

A2-2
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.

Esta carga creará un momento máximo igual a:


p ⋅ l 2 2,2 ⋅ 2500 2
M max = = = 1719 kN ⋅ mm
8 8
M
Si definimos excentricidad como e = , y consideramos N el valor máximo del axil que
N
soporta el pilar de hormigón y que se obtiene experimentalmente al romper los pilares
testigo, se tiene que:
1719
e= = 1,25 mm.
1373
Por lo tanto se puede considerar la excentricidad como despreciable.

b) Características del acero del refuerzo

A continuación se van a mostrar datos relativos al acero del refuerzo. El tipo de angulares
utilizados como parte principal del refuerzo fueron perfiles L 80.8. Esta elección se debió
principalmente a su habitual utilización en obra. Por ello en el siguiente apartado se estima
el incremento de axil que va a poder soportar el pilar debido únicamente a la resistencia a
compresión que tiene este elemento.
Posteriormente se presentarán los cálculos realizados para estimar las dimensiones
mínimas de las presillas así como la soldadura necesaria.

b.1. Incremento de axil proporcionado por el refuerzo.

Tras el estudio de la manera habitual de realizar los refuerzos en obra se constata que la
mayoría de estas intervenciones se construyen con angulares L80.8 en las esquinas de los
soportes de hormigón armado. Posteriormente estos angulares adheridos al hormigón se
unen entre sí con presillas metálicas soldadas. Las dimensiones de las presillas en la
primera fase de ensayos son 270x160x8 (la obtención de las dimensiones mínimas de las
presillas, se encuentra en el siguiente apartado).
Para este tipo de refuerzo se va a estimar el incremento de resistencia a compresión en el
tramo de pilar sin tener en cuenta los efectos de zunchado.

∆N u = Ar ⋅ f r = 4 × 12,3 × 2100 = 103320 Kg.

En general se recomienda que se suponga una eficacia del refuerzo del 60% por lo que el
soporte de hormigón armado que ha sido reforzado tendrá un axil de agotamiento último
de:

A2-3
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.

f ck f
N u = 0,85 × Ac × + 4 × As × sk + 60% ⋅ Ar ⋅ f r =
1,5 1,15
120 4100
N u = 0,85 × 30 × 30 × + 4 × 1,13 × + 0,6 × 103320 = 139306 Kg.
1,5 1,15

b.2. Dimensiones y situación de las presillas.

Para el dimensionado y la disposición de presillas a lo largo del soporte se ha seguido la


norma EA-95, considerando que se está en el caso de unión de 4 angulares mediante
presillas metálicas para conformar una pieza compuesta (art. 3.2.1.2).
Las características de los angulares L80.8 según la EA-95 son:

A=12,30 cm2 Ix=72,2 cm4 y el rádio de giro mínimo iη=1,56 cm

Separación de presillas.
Según el artículo 3.2.1.3 de la EA-95 la separación entre ejes de presilla debe cumplir las
condiciones:
− El número de tramos en que se divida la pieza será igual o mayor que 3. Siempre que
sea posible, la longitud l1 de cada uno de los tramos será constante a lo largo de toda la
pieza.
− La longitud de todo tramo cumplirá la condición:
l1≤50iη dónde iη es el radio de giro mínimo de la pieza simple
considerada.
Figura 3.2.1.2.A de la EA pag 114
En el caso que nos ocupa iη=1,56, luego la separación máxima debe ser inferior a
78 cm.

En la primera fase de ensayos se decide colocar las presillas con una separación entre ejes
(l1) de 61,5 cm.

Dimensiones de las presillas.


Los enlaces de las piezas compuestas sometidas a compresión centrada se dimensionarán
para resistir las solicitaciones que en ellos provoca un esfuerzo cortante ideal ponderado
T*i, cuyo valor viene dado por la expresión:

A2-4
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.

σu
Ti ∗ = A η
80
σe
siendo σu la resistencia de cálculo según, σ u = dónde γa = 1 para los aceros
γa
con límite elástico mínimo garantizado.
Por todo ello σu = 2600Kg/cm2.
A = 12.3 x 4 = 49,2 cm2.
η=1
2600
Ti ∗ = 49,2 = 1599 Kg.
80

Este esfuerzo cortante origina en las presillas una solicitación de flexión, con esfuerzo
cortante T*p y momento flector M*p y cuyos valores son:

l1 61,5
T p* = Ti* = 1599 × = 1855,4 Kg.
ns 2 × 26,5
l1 61,5
M *p = Ti * = 1599 × = 24584,6 Kg.cm
2n 2×2

Fig 3.2.8.1 de EA

Suponiendo dimensiones de las presillas de 270x160x8 mm, y suponiendo que se


encuentran empotradas en la unión, se debe cumplir:

6 × M *p 6 × 24584,6
σ *
= = = 720,25 Kg/cm2 < σu
t×h 2
0,8 × 16 2
presilla
p

T p* 1588,4 σ
y τ máxima
*
= = = 124,09 Kg/cm2 < u = 1501,11
t × hp 0,8 × 16 3

En el caso del refuerzo utilizado, se cumple.

A2-5
Anejo 3. Datos Directos de los Ensayos.

ANEJO 3.
DATOS DIRECTOS DE LOS ENSAYOS.

Debido a la extensión de los resultados obtenidos de los ensayos de laboratorio, el presente


anejo se acompaña en formato CD-R.

A1-1
Anejo 4. Cálculo del axil último

ANEJO 4.
CÁLCULO DEL AXIL ÚLTIMO TEÓRICO.

A continuación se presentan los resultados obtenidos al calcular el axil último teórico que
corresponde a cada uno de los pilares ensayados suponiendo distintos mecanismos de
rotura que provocan el agotamiento del soporte, así como el axil último obtenido
experimentalmente.

Ha sido necesario evaluar el valor de coeficiente k obtenido en el capitulo 6 del presente


trabajo de investigación, según:

µ ⋅ 4 ⋅ν h
k=
 b ⋅ Eh 
b ⋅ 1 + ν h + 
 2 ⋅ es ⋅ E s 
donde:
µ coeficiente de rozamiento entre el hormigón y el acero
νh coeficiente de Poisson del hormigón
b ancho de la sección del pilar de hormigón
Eh módulo de elasticidad del hormigón, según el código modelo
Es módulo de elasticidad del hormigón obtenido experimentalmente
es espesor de la presilla

Y los valores obtenidos para hormigones de distintas resistencias y valores diferentes del
coeficiente de rozamiento son:

µ µ = 0,2 µ =0,3 µ = 0,6


f hormigón
8 N/mm2 0,0002052 0,0003078 0,0006157
12 N/mm2 0,0001865 0,0002798 0,0005596
15 N/mm2 0,0001767 0,0002651 0,0005301

Con estos valores del coeficiente k, se han obtenido los axiles teóricos que se muestran en
el presente anejo.

A1-1
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.

ANEJO 5.
LÍMITE DE CARGA EN SOPORTES REFORZADOS
CON CINCO PRESILLAS Y CAPITEL.

Para evaluar el límite de carga de que soportan los angulares de los soportes reforzados con
cinco presillas y con capitel, José M. Adam (Adam et al. 2007) miembro del equipo de
investigación, ha desarrolla un modelo en ANSYS en el que se observa tanto el efecto
como la carga que es transmitida a los angulares. Se ha simulado el comportamiento de un
octavo del espécimen debido a su simetría.

En este modelo se puede apreciar el efecto local de abolladura en el ala de los angulares,
especialmente y a menores cargas, en los soportes en que debajo del capitel se eliminó la
presilla (BD). Esta rotura local limita la carga que puede transmitirse al angular y
prácticamente elimina el efecto de confinamiento.

El módelo numérico únicamente se ha desarrollado para los especimenes que se someten a


rotura tras reforzarse, y en los que el refuerzo se ha ejecutado tras descargar el soporte de
hormigón armado de la precarga inicial (soportes BD y MEBD).

A continuación se muestran los resultados en cuanto a nivel de tensión soportado por el


angular, para distintos acortamientos de la jaula de acero. A la derecha aparece el
espécimen en el que no se coloca presilla debajo del capitel (BD) y a la izquierda los
especimenes en que se coloca la presilla debajo del capitel (MEBD).

Fig an5-1. Tensiones en angulares para un acortamiento de la jaula de 1 mm. Escala en MPa.

Se aprecia que para acortamientos de 2 mm. (Fig an5-2) empiezan a aparecer tensiones
correspondientes a la plastificación del acero en las proximidades del capitel y este efecto
es más acusado para acortamientos de 3 mm.(Fig an5-3)

A2-1
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.

Fig an5-2. Tensiones en angulares para un acortamiento de la jaula de 2 mm. Escala en MPa

Fig an5-3. Tensiones en angulares para un acortamiento de la jaula de 3 mm. Escala en MPa

En la figura an5-4, se presenta la curva fuerza-desplazamiento para los especimenes


MEBD (BO) y BD (B-sP).

Fig an5-4. Curva fuerza-desplazamiento para B0 y B-sP. Nivel de acortamiento en el que se evalúa el nivel
de plastificación de los elementos que forman el refuerzo

A2-2
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.

A la vista de la curva fuerza-desplazamiento, parece clave el momento en que el


acortamiento varía entre 2 y 4 mm

De todo lo anterior se puede concluir que en la zona de los angulares anexa al capitel, se
produce la plastificación localizada de los angulares (para ambas probetas). A la vista de
las curvas fuerza-desplazamiento, en el momento en que empiezan a plastificar los
angulares, la probeta B0 (especimenes MEBD) es más rígida, y por la tanto, permite una
transmisión de axil al tramo interior de angular (entre presillas 2 y 3). Esto no ocurre en el
caso de B-sP (especimenes BD), donde la transmisión relativa de axiles hormigón/acero es
menor.

Se incluye a continuación, un gráfico del reparto relativo de axiles para B0 (MEBD) y B-


sP (BD), para un nivel de carga del 50 y 100 % de la carga última de cada probeta (PMEF).

Además, se representa también la tensión del hormigón en el momento de la rotura. Desde


luego que, el confinamiento prácticamente no interviene, por lo que la única explicación,
radica en algún efecto localizado, que hace perder una cierta rigidez en el primer tramo de
angulares. Dicha perdida de rigidez sería menor en el caso de B0 (MEBD), donde se tiene
la contribución de la presilla adicional.

Fig an5-5. Reparto de carga entre el refuerzo (Ns) y el soporte de HA (Nc), relativos a la carga aplicada
(Pi). Carga aplicada del 50 y 100% de la carga última de cada una de las probetas

A2-3
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.

Fig an5-6. Tensión de compresión del hormigón en el momento de la rotura. Es similar para ambas probetas

A continuación se representa el ala del angular sobre el que descansa el captitel.

Fig an5-7. Modelo simplificado que pretende explicar la perdida de rigidez de este tramo, una vez empieza
a plastificar el acero

A2-4

También podría gustarte