tesisUPV2624 PDF
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Dirigida por:
Pr.Dr.D. Pedro A. Calderón García
ANEJOS
Aang, As2 área del angular metálico lo longitud efectiva del pilar de
hormigón
Ae, Ac área total confinada del pilar de Nteo axil último del soporte reforzado
hormigón calculado según método simplificado
Ag, Aa área bruta del pilar de hormigón Nu,Nst,Nct máximo axil teórico del soporte
reforzado
As1 área de las armaduras del hormigón Nut máximo axil teórico soportado por los
cuatro angulares
Astr área de las presillas Nco máximo axil teórico del soporte de
hormigón armado
d diámetro del hormigón confinado en Nconf máximo axil teórico debido al
pilares cilíndricos confinamiento del pilar
a, h, b dimensiones de los lados de soportes Nexp axil de agotamiento del soporte
prismáticos reforzado medido en laboratorio
E Eficacia del refuerzo ∆N incremento de axil debido al refuerzo
Ea módulo de elasticidad del acero sfrp distancia vertical entre láminas de
estructural material compuesto
Ear módulo de los áridos del hormigón st Separación entre presillas
Ec módulo de elasticidad del hormigón tfrp espesor de la lámina de material
compuesto
Eci módulo tangente del hormigón Rc radio de esquina del pilar
Ep módulo de elasticidad de la pasta de ωw cuantía mecánica volumétrica del
cemento acero que produce confinamiento
etotal excentricidad total del pilar
α coeficiente de reducción de la
ea espesor de la presilla de acero resistencia a compresión del hormigón
según el Eurocódigo nº2
fc Resistencia característica del δ, ε deformación
hormigón
fco resistencia del hormigón a ρfrp radio volumétrico de la lámina de
compresión uniaxial material compuesto
fcc resistencia del hormigón confinado a ρsc área de acero de la armadura
compresión
fs resistencia característica del acero de ρsca cociente entre la sección del acero de
refuerzo la armadura y la sección bruta del pilar
de hormigón
fyk resistencia característica del acero de εa deformación del acero
las armaduras
fy límite elástico del acero εco,εc, εch deformación axial del hormigón
ffrp resistencia a tracción de lámina de εcc deformación axial del hormigón
material compuesto confinado
ic,min radio de inercia de la sección del pila εvol deformación volumétrica del
hormigón
k1 coeficiente de la eficacia del γc coeficiente de seguridad del hormigón
confinamiento
kg coeficiente de la separación de las γs1 coeficiente de seguridad del acero de
presillas las armaduras
ks coeficiente de factor de forma γs2 coeficiente de seguridad del acero del
ksl coeficiente de factor de esbeltez refuerzo
λg esbeltez geométrica del pilar σa Tensión en el acero
νc módulo de Poisson del hormigón σc, σl, σlat tensión debida al confinamiento del
hormigón
νa módulo de Poisson del acero σl´ tensión de confinamiento efectiva
µ coeficiente de rozamiento acero- σh Tensión en el hormigón
mortero
CAPITULO 1
INTRODUCCIÓN y OBJETIVOS
1 Introducción y Objetivos.
1.1 Introducción.
En los últimos años ha habido un interés creciente por todos los temas relacionados con la
rehabilitación y refuerzo de estructuras de hormigón armado. El motivo principal por el que se
desarrolla este campo de la ingeniería civil es por el inevitable envejecimiento de las
estructuras existentes, pero también intervienen otros factores de carácter económico,
medioambiental, o las variaciones de normativa provocadas por un mayor conocimiento del
medio.
El proceso de degradación de los materiales que componen las estructuras es difícil de frenar.
Con un buen mantenimiento se puede prolongar su vida útil, pero tal y como dice la guía del
GEHO-CEB, “Reparación y refuerzo de estructuras de hormigón” (GEHO 1994), hay que
desterrar la antigua idea de que lo construido es “para toda la vida” sin un adecuado
mantenimiento.
1
CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.
son quizás, el elemento crítico en la estabilidad de una estructura y pese a que a su fallo, frágil
y sin posibilidad de redistribución de esfuerzos, se atribuye una gran mayoría de los colapsos
generalizados de estructuras de hormigón (Calavera 1999).
Figura 1. Importancia relativa de las diferentes partes de una estructura en sus patologías (GEHO 1992)
En la práctica existen varios métodos de refuerzos de pilares que se pueden clasificar según el
efecto que produce la mejora en, refuerzos por zunchado y refuerzos longitudinales. Estos
efectos se pueden conseguir con distintos materiales. Por ejemplo el zunchado del soporte, es
decir conseguir un aumento de la resistencia del mismo por efecto del confinamiento, se
puede realizar por recrecido de hormigón, por angulares metálicos empresillados, por
encamisado metálico e incluso mediante materiales compuestos (uno de los más utilizado es
el Fiber Reinforced Plastic).
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CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.
comportamiento no son bien conocidos, recurriéndose para su proyecto a reglas empíricas que
no han sido probadas científicamente.
1.2 Objetivos.
Para poder cumplir con el objetivo general de esta tesis se han propuesto los siguientes
objetivos específicos:
La presente tesis doctoral está formada por 8 capítulos, incluyendo la introducción, las
conclusiones finales y las referencias bibliográficas.
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CAPITULO 1. Introducción y Objetivos.
Por ultimo, en el capítulo 8, se muestran las fuentes bibliográficas citadas a lo largo de esta
tesis doctoral.
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CAPITULO 2
ESTADO DEL CONOCIMIENTO
Desde que se empezó a estudiar el tema, se ha optado por dividir la estructura en las distintas
unidades en que puede estar constituida; vigas (Maalej M, 2005; Pham H and Al-Mahaidi R.,
2004; Smith ST. And Teng, JG. 2002; Rabinoutch O. and Frostig K., 2001; Malek A.M. and
Saadatmanesh H., 1998), pilares (Wu Y.F. and Liu T. 2006; Cheng H.L. et al., 2002; Priestley
M. et al. 1994; Rodríguez M. and Park R., 1994; Xiao Y. and Wu H., 2005; Uy B., 2002;
Cirtek 2001), forjados y cimentaciones (Mosallam A.S. and Mosalam K, 2003; Hassan T. and
Rizkalla S., 2002), y existen grupos de investigadores en todo el mundo especializados en
cada uno de estos elementos (Oehlers, DJ., 2001). También se han realizado estudios sobre el
comportamiento en las uniones (Theodorakopoulos D. and Swamy N. 1993; Antonopoulos C.
and Triantafillou, T., 2002; Harajli M. et al., 2006) de los distintos elementos reforzados y
como se transmite el efecto del refuerzo a las distintas partes de la estructura.
Como ejemplo, en la siguiente figura se observan los datos relativos al número artículos
publicados desde 1945 según la Web of Science relacionados con los diferentes elementos
estructurales y los diferentes métodos de refuerzo. Se puede comprobar que el elemento
estructurar más estudiado son las vigas. En cuanto a los pilares la mayoría de artículos
publicados en que se utiliza como material de refuerzo el acero, este actúa como un
encamisado, habiendo encontrado únicamente 3 artículos en que el acero funciona como un
empresillado (además de estos tres artículos hay publicaciones de Ramírez y Bárcena en que
se trata este tipo de refuerzo comparándolos con otros sistemas de refuerzo).
Figura 2. Número de artículos publicados en función del tipo estructural y método de refuerzo.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Los distintos tipos de refuerzos de pilares se pueden clasificar en función del efecto que
produce la mejora o bien en función del material empleado para su refuerzo según la siguiente
tabla:
En muchas ocasiones el refuerzo actúa combinando los efectos que producen la mejora en el
pilar original, fundamentalmente al utilizar recrecidos de hormigón o angulares y presillas
metálicas.
− Estado del pilar original: la mayoría de ensayos realizados sobre pilares de hormigón
armado reforzado se hacen sin tener en cuenta el historial de carga previo que tiene un
soporte antes de ser reforzado. En este caso se considera que el pilar ha sido ensayado
“sin precarga”. Sin embargo en algunas investigaciones recientes este hecho se tiene
en cuenta y se somete al soporte a una precarga hasta que alcanza un cierto nivel de
deformación antes de proceder a realizar el refuerzo. En este otro caso se dice que el
estado del pilar original es “con precarga”.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
La segunda parte del capítulo (apartado 2.3 y posteriores) se centrará en los modos de
comportamiento del hormigón y el acero que forman los pilares reforzados con perfiles y
presillas metálicas y se analizarán los mecanismos que intervienen en el funcionamiento
conjunto del elemento reforzado.
Todo ello con el objetivo de establecer el punto de partida del presente estudio, así como su
justificación.
La manera más frecuente de clasificar los distintos tipos de refuerzos en pilares de hormigón
armado es en función de la técnica elegida para realizar la operación, siendo las más
habituales el recrecido de hormigón alrededor del elemento a reforzar y la adhesión de chapas
metálicas o láminas de materiales compuestos en el exterior del soporte. Existen otros
métodos como realizar postesados en los elementos dañados, cosidos de fisuras, añadir
elementos supletorios a la estructura, pero en general su aplicación ha sido más particular y no
son métodos tan generalizados.
A continuación se van a presentar los estudios experimentales mas significativos que se han
realizado estudiando el comportamiento de soportes de hormigón armado reforzados con
distintas técnicas:
Se han realizado a modo de resumen unas tablas para cada tipo de refuerzo (tabla 2, tabla 3 y
tabla 4) en el que se recogen además de los autores y el año de publicación del estudio
correspondiente, otros datos; si el soporte ha estado precargado o no previamente a la
realización del ensayo, el tipo de carga aplicada (compresión simple, momentos flectores,
cargas cíclicas o cortantes) y las dimensiones y número de probetas ensayadas. A partir de
estos datos y de las ventajas y desventajas que presenta cada tipo de refuerzo se justifica la
elección del tipo de refuerzo objeto de la presente tesis doctoral.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Según la bibliografía existente ésta sería la técnica de refuerzo estructural más antigua de la
que tenemos constancia (Ramirez and Barcena 1975, Bett et al. 1988, Rodríguez and Park
1994, Abdullah 2001 ). Su funcionamiento es bastante intuitivo. Una vez localizado el soporte
a reforzar, aumentando su sección se conseguirá aumentar su resistencia a compresión. El
aumento de la sección se realiza añadiendo paneles prefabricados o realizando el recrecido de
la sección in situ tras sanear el soporte original. En este caso se colocan nuevas barras y
estribos en la parte exterior del pilar y esta armadura se recubre con hormigón colado o
proyectado.
En este tipo de refuerzo hay que cuidar especialmente la zona donde se produce la unión entre
el material antiguo y el nuevo, asegurando la transmisión de esfuerzos y estudiando los
límites de tensión y deformación en la superficie de contacto. Si se realiza el recrecido in situ,
se consigue un efecto zuncho al producirse la retracción del nuevo hormigón que mejora la
unión y transmisión de esfuerzo entre los dos materiales. Algunos de los trabajos mas
destacados con este tipo de refuerzo figuran en la tabla 2. En los últimos años se ha empleado
hormigón autocompactable para la realización del recrecido de hormigón. La utilización de
este material simplifica la puesta en obra del refuerzo aunque encarece el coste de material.
Como se ve en la citada tabla, los autores que proceden de Estados Unidos y Japón, centran el
estudio de este tipo de refuerzo en el comportamiento frente a sismo (cargas laterales),
mientras que en Europa los ensayos de los elementos reforzados se han centrado en soportes
sometidos a compresión simple.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
7 de 20x20x
Navarrete B. 2003 Sin precarga Compresión simple
(30-70)
Ventajas
Desventajas
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Los estudios y el uso de este tipo de refuerzo se desarrollaron principalmente a partir de los
años 90 y actualmente es el tipo de actuación más investigado. Su empleo se inició a
mediados de la década de los 80 de la mano del profesor U. Meier en Zurich. La primera
aplicación a escala real fue el refuerzo del puente Ibach (Meier U. et al., 1993) en Lucerna
(Suiza), en España la aplicación pionera fue en el puente del Dragó en Barcelona, al ser
necesario el refuerzo de una serie de vigas (Sobrino J. y Gómez D., 1998).
A pesar de su gran utilización tiene graves problemas aún no resueltos como su alto coste, su
despegue en el momento de la rotura que la convierten en totalmente frágil y su
comportamiento frente a fuego.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Los materiales compuestos utilizados para la ejecución de las láminas para reforzar son las
fibras de vidrio, las fibras orgánicas (aramida) y las fibras de carbono (Alarcón 2003)
Los ensayos en laboratorio más significativos con este tipo de refuerzo en soportes de
hormigón armado quedan recogidos en la siguiente tabla.
Demers M.
1999 Sin precarga Compresión simple 16 cilin Ø30 x120
and Neale K.
Purba B. and
1999 Sin precarga Compresión simple 3 cilin Ø19 x79
Mifti A.
Parvin and
2001 Sin precarga Compresión simple 11x11x30
Way
Compresión simple +
Wu Y. et al. 2003 Sin precarga 6 de 20x20x110
carga cíclica
Compresión simple +
Galal K. et al . 2005 Sin precarga 7 de 30x30x92
carga cíclica
Compresión
Hadi M.N.S. 2005 Sin precarga 6 cilin Ø20x93
excéntrica
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
− American Concrete Institute. ACI 440.2R “Guide for design and construction
of externally bonded FRP systems for strengthening concrete structures”.
2002.
A modo de resumen, se van ha exponer los principales beneficios y los inconvenientes de este
método.
Ventajas
Desventajas
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
• Eficaz con secciones de forma circular, pero esta eficacia se reduce considerablemente
en secciones cuadradas y rectangulares, habituales en obras de edificación.
Este método junto con el recrecido de hormigón, es el más antiguo. Se originó en Francia
donde l´Hemite (1967) y Bresson (1971) llevaron a cabo ensayos de refuerzo de vigas de
hormigón. Hay también informes de uso de este tipo de refuerzo en Sudáfrica (Dussek 1974).
En la actualidad se puede decir que el método se ha utilizado en todo el mundo, y en el caso
de España es de los más utilizados para reforzar soportes.
Sin embargo no hay suficientes datos experimentales que permitan sustentar científicamente
ningún método de diseño y cálculo de este tipo de refuerzo. Éstos se reducen, en la actualidad,
a una serie de recomendaciones de uso basadas en la intuición y en una experiencia empírica.
En el siguiente cuadro aparecen los ensayos sobre elementos a escala real que se han llevado a
cabo utilizando este tipo de refuerzo y que han aparecido publicados en los últimos años.
6 de 15x15x45
Uy B. 2002 Sin precarga Compresión simple 6 de 15x30x82
4 de 15x15x175
A modo de resumen, se van ha exponer los principales beneficios y los inconvenientes de este
método.
Ventajas
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Desventajas
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
aparcamientos subterráneos, etc.) Estando en alguna de estas situaciones se puede optar por
plantear una reparación localizada que no afecte a toda la longitud del pilar.
En estos casos se tiene que estudiar muy bien el área de influencia del refuerzo localizado y su
posición correcta. En España se han llevado a cabo estudios con este tipo de de intervención
en los laboratorios LABEIN, por parte de Ramírez y Bárcena (1993) que compararon la
eficacia de distintos tipos de refuerzos localizados. Por otra parte en el laboratorio
INTEMAC, se han llevado a cabo ensayos (Navarrete 2003) para estudiar la transferencia de
carga entre el pilar y el refuerzo a través de la superficie de contacto entre un soporte de
hormigón y su recrecido, analizando especialmente la influencia de la longitud de
transferencia de manera que se garantice que la carga sea efectivamente transferida.
Fig. 6. Esquema y fotografía de un refuerzo localizado con acero (Ramírez y Bárcena, 1993).
Uno de los refuerzos localizados consiste en angulares adosados con tornillos pretensados. El
esquema consiste en la colocación de cuatro angulares de acero con piezas perforadas
soldadas a sus alas, en las que se introducen tornillos de alta resistencia. Los angulares se
adhieren al pilar de hormigón con un mortero epoxídico y se aprietan controladamente los
tornillos.
Otros de los refuerzos localizados son con encamisados parciales con chapa de acero, bien
soldada en toda la superficie a reparar, o chapas y angulares pegados. El primero de ellos se
basa en la transferencia de esfuerzo por adherencia y fricción entre el hormigón original y el
encamisado realizado con dos chapas dobladas en L y soldadas longitudinalmente. Si queda
algún hueco entre la chapa y el hormigón se inyecta un material epoxídico en él.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
2.3.1 Introducción.
Para estudiar el comportamiento de una parte de una estructura compuesta por materiales
diferentes que se pretende que actúen conjuntamente, es necesario conocer el comportamiento
individual de cada uno de ellos así como su interacción.
− Transmisión directa de axil a través de la cabeza (1) figura 8. Este efecto será muy
significativo en los casos en que se coloquen capiteles para potenciarlo.
− Transmisión de cargas por esfuerzo rasante entre el pilar original y el refuerzo (2)
figura 8.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Además de recoger parte de las cargas que recibe el pilar, el refuerzo mejora la resistencia del
hormigón gracias al efecto de confinamiento introducido por las presillas y angulares (3)
figura 8.
Fig. 8. Mecanismos de transferencia de cargas entre el hormigón y el acero (Río y Ortíz, 1991).
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Si se ensayan por una parte los áridos que forman parte del hormigón y también aisladamente
la pasta de cemento, se obtendrían gráficas tensión-deformación lineal, y probablemente se
llegaría a mayores resistencias que el hormigón formado por ellos. Esto se sabe que es debido
a que cuando se estudia el hormigón como material compuesto por áridos y pasta de cemento,
se introducen los efectos locales de la interfaz de estos dos elementos. Los defectos que
aparecen en la interfaz son los que provocan una disminución de la resistencia, respecto de los
materiales estudiados individualmente.
En las siguientes figuras se puede ver la evolución de las fisuras en la masa del hormigón
sometido a compresión, así como la evolución de las deformaciones axiales, laterales y
volumétricas. El siguiente gráfico está adaptado de Carpinteri e Ingraffea (1984) y se obtiene
a partir de la rotura de una probeta cilíndrica de hormigón de 15x30cm.
Estas tensiones dentro de la matriz del hormigón no obtienen igual respuesta en los áridos que
en la pasta (figura 11), deformándose lateralmente esta última. Esta deformación de la pasta
de cemento, provoca las el aumento de las fisuras que se observan en (b). Si seguimos
cargando hasta alcanzar el 80-90% de la tensión máxima, las fisuras alrededor de las áridos
empiezan a propagarse principalmente en el sentido de aplicación de carga, y por los efectos
de cortante y tracción introducidos en la probeta (c). En este escalón de carga III, la no
linealidad de la deformación del hormigón es muy evidente y se produce la propagación y
unión de las fisuras con la abertura de estas. Este incremento en el grosor de las fisuras
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Antes de llegar a la carga máxima se puede decir que el proceso de fisuración es estable, esto
es, se necesita aumentar la tensión para que aumenten las fisuras. Sin embargo una vez
alcanzada la carga máxima se vuelve inestable, y por ello la tensión empieza a disminuir para
evitar el aumento descontrolado de la deformación lateral (Johansson 2002).
Con todo ello, y si observamos la figura 12 se ha comprobado que la rotura a compresión del
hormigón es una combinación de rotura por cortante y tracción.
Fig. 12. Idealización del estado de tensiones alrededor de una partícula de árido (Vile 1968)
Como se explicará en los capítulos siguientes, en los ensayos experimentales llevados a cabo
en la presente investigación, el hormigón previamente a ser reforzado sufrió una deformación
previa (una precarga del soporte original que provocó la aparición de deformaciones)
correspondiente al 65-70% de la carga de rotura. Por lo tanto se encuentra dentro de la zona
en que las fisuras son estables (II y parte baja de III).
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
En general el estado de tensión uniaxial en un soporte de hormigón representa sólo una de las
infinitas condiciones de tensión a que se ve sometida una parte de la estructura en toda su
historia (Kotsovos 1987). La respuesta del hormigón varía para los distintos estados de
tensión y es importante conocer su comportamiento.
En nuestro caso al reforzar la estructura y empezar a cargarla, las deformaciones que aparecen
son la respuesta a un estado uniaxial, hasta un determinado momento en que entra en
funcionamiento una tensión lateral (σlat) introducida por las presillas que zunchan el soporte.
Se puede decir que en las zonas del soporte ocupadas por presillas metálicas el hormigón está
sometido a una tensión triaxial.
Fig. 13. Tensión deformación para un cilindro en compresión triaxial (Johansson 2002)
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Aparte de esta fórmula, otros investigadores han estudiado el tema y han llegado a proponer
otras expresiones para determinar la carga de rotura del hormigón confinado. Resulta muy
interesante revisar la recopilación que efectuó A. Delibes (1993), de las diferentes propuestas
presentadas a lo largo del tiempo y que se incluyen en la siguiente tabla:
f cc = f co + 5 ⋅ σ lat
SEN
Parámetros dependientes de dosificación,
ZIMMERMAN humedad y tensiones.
f cc = f co + (3,34 a 5,0 ) ⋅ σ lat 0 < σ c < 1,8 a 2,3 ⋅ f co
f cc = (1,41 a 1,69 ) ⋅ f co + (1,99 a 2,73) ⋅ σ lat 1,8 a 2,3 ⋅ f co < σ c < 4 a 5 ⋅ f co
f cc = f co + 4 ⋅ σ lat σ c < 4 ⋅ f co
HANNANT Y
SENT
f cc = 1,75 ⋅ f co + 3 ⋅ σ lat 4 ⋅ f co < σ c < 8 ⋅ f co
Tabla 5. Diferentes propuesta del valor de resistencia a compresión del hormigón confinado.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Insistimos en que dentro de todas las expresiones mostradas, la más utilizada es la [2.1],
siendo curiosamente la de aparición más antigua.
f
ε cc = ε co ⋅ β1 ⋅ cc − β 2 [2.3]
f co
4,1 ⋅ σ lat
ε cc = ε co ⋅ β1 ⋅ 1 + − β 2 [2.4]
f co
Estos detalles se ampliaran en el apartado 2.3.4 del presente capitulo dónde se trata de la
interacción entre el soporte de hormigón y el acero del refuerzo y se especifican
formulaciones que aparecen en distinta normativa para tener en cuenta su efecto en el cálculo.
22
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Cuando el acero aparece en las estructuras de hormigón armado, normalmente lo hace para
soportar las tensiones de tracción que pueden aparecer, y por ello su utilización como
armadura es imprescindible en el caso de elementos estructurales sometidos a tracción o
flexión.
Sin embargo en el caso que nos ocupa, los perfiles laminados de acero se colocan en la parte
externa del soporte de hormigón con la finalidad de aumentar la resistencia a compresión del
mismo y por lo tanto trabajaran fundamentalmente a compresión.
Pero como veremos en siguientes capítulos, al iniciar la carga del soporte reforzado y debido
a la fuerza de compresión, el hormigón empezará a deformarse lateralmente lo que introducirá
en el acero del refuerzo tensiones horizontales además de la tensión de compresión.
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
produce la rotura del acero aparece una variación de la sección. Normalmente cuando
sometemos al acero a una tracción, la sección se reduce, y al someterlo a compresión
aumenta.
En el caso que nos ocupa ya se ha comentado que el acero laminado estará sometido
principalmente y durante todo el ensayo a compresión centrada, pero además, debido al
confinamiento que ejerce sobre el hormigón a partir de una cierta deformación lateral de este,
empezará a “empujar” lateralmente al acero del refuerzo. Podremos conocer las tensiones (en
el rango elástico) en las dos direcciones principales a partir de las deformaciones utilizando la
ley de Hooke generalizada:
Ea
σ1 = (ε 1 + ν a ε 2 ) [2.5]
1 −ν a
2
Ea
σ2 = (ε 2 + ν a ε 1 ) [2.6]
1 −ν a
2
Fig. 16. Pilar reforzado con angulares metálicos empresillados. En la sección A-A se comprueba el
confinamiento del soporte original a la vez del incremento de sección (Regalado1999).
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CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
tensiones de compresión por lo que “ayudará” al hormigón al liberarle de parte de carga, y por
otra parte, el refuerzo introducirá esfuerzos de confinamiento (tensiones laterales), lo que
provocará un aumento de la resistencia a compresión del mismo.
Ahora queda conocer cómo se va a realizar la transferencia de cargas entre acero y hormigón
y si es posible (descargando la estructura previamente a la realización del refuerzo y
colocando un capitel en la zona de unión soporte-viga) conseguir que el perfil laminado entre
en carga inmediatamente.
Distintos autores han estudiado el tema (Ramírez y Bárcena, 1977; del Río, 1987; Regalado,
1999) y han concluido que la tensión que llega al acero lo hace principalmente por dos
mecanismos:
El tipo de refuerzo estudiado, consiste en cuatro perfiles de acero laminado adheridos (con
resina epoxídica o mortero de cemento) a las esquinas del pilar a reforzar y unidos mediante
presillas metálicas soldadas. Es habitual en las obras realizadas con este tipo de refuerzo, que
se favorezca la transmisión directa del axil que debe soportar el pilar, al elemento de refuerzo.
Esta ayuda se consigue con la elaboración de un capitel en la parte superior e inferior del
refuerzo, con el objetivo de compatibilizar parcialmente las deformaciones en cabeza de
soporte original y refuerzo, provocando cierta entrada en carga de éste último (Río y Ortiz,
1991).
Alfonso del Río, en su tesis doctoral (del Río 1987), insiste especialmente en la necesidad de
efectuar una adecuada concepción del capitel, dotando al mismo de una rigidez suficiente que
permita compatibilizar deformaciones en cabeza del soporte original y el refuerzo.
Aparte de las fuentes citadas, no se han encontrado publicaciones en las que aparezca
cuantificada la carga que se puede transmitir directamente a través de este elemento. Por otra
parte cabe resaltar y recordar que el estudio que nos ocupa se ha limitado a investigar el
comportamiento de soportes de hormigón armado reforzados sometidos a esfuerzos de
compresión simple. En el caso en que aparezcan otro tipo de esfuerzos la forma de
funcionamiento del capitel, así como su diseño, puede variar notablemente.
25
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Un mecanismo que tiene mucha importancia para la entrada en carga del refuerzo, es la
transmisión de los esfuerzos a través de la interfaz entre el hormigón del pilar original y el
acero del refuerzo. Entre estos dos materiales suele colocarse un adhesivo que en la mayoría
de ensayos es mortero de cemento y en otros mortero epoxídico. Los mecanismos de
transferencia por rasante entre el hormigón y acero serán la adherencia y la fricción de estos
dos materiales con el mortero. Al ser el mortero de cemento y el hormigón materiales de la
misma naturaleza, presuponemos (posteriormente se ha comprobado experimentalmente) que
no habrá deslizamiento entre el hormigón y el mortero, y consideraremos la unión entre estos
dos materiales totalmente solidaria.
El fallo más habitual de este tipo de refuerzo es por rotura del hormigón, y cuando esta se
produce, es decir, cuando el hormigón empieza a fisurar se observa una disminución de la
efectividad del adhesivo, lo que provoca que no todo el refuerzo entre en carga (no se han
podido transmitir los esfuerzos desde el hormigón a los angulares). Algunos autores han
estimado que el mecanismo de transmisión de cargas por adherencia sólo tienen lugar hasta
que el deslizamiento alcanza 0.01 mm. (Kennedy 1984). En este mecanismo también puede
introducir variaciones la aparición de fisuras por retracción del mortero de cemento.
Tras una búsqueda exhaustiva de la bibliografía disponible hasta la fecha se observa que la
cuestión de la transmisión de esfuerzos entre el elemento original (de hormigón armado) y el
refuerzo (perfil metálico) a través de la interfase (de mortero de cemento o más habitualmente
de morteros compuestas por resinas epoxídicas) está ampliamente estudiada en el caso de
elementos sometidos a flexión (vigas) (Van Gemert 1980, Fernández 1985, Tanaka 1996,
Hiroyuki y Wu 1997, Maeda et al 1997, Täjsten 1994, Chen and Teng 2001, etc.) pero de
manera insuficiente en soportes.
En cualquier caso los valores de coeficiente de fricción entre acero y hormigón para
elementos de hormigón reforzados sometidos a compresión se han obtenido por medio de
otros ensayos, siendo el más habitual el Push-pull. En el año 1990 Baltay y Gjelsvik
obtuvieron con este ensayo el valor de µ= 0.47 como coeficiente de fricción y también
llegaron a la conclusión de que en algunos ensayos en los que la presión lateral era alta,
aparecían tensiones cortante elevadas sin deslizamiento significativo entre los dos materiales.
26
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
- Esbeltez de la probeta.
- Centrado de la carga.
Hay que tener en cuenta que todo lo anterior es válido en los casos en que al aplicar cargas
sobre el elemento reforzado, el hormigón sea el que las recibe en primer lugar y las transfiere
al acero del refuerzo. En caso contrario, es decir que al aplicar las cargas sobre el elemento
reforzado sean los elementos metálicos los que las reciban en primer lugar, no se producirá la
transferencia de cargas y el refuerzo actuará de manera independiente como si fuera una jaula
vacía (Johansson 2002).
Tal y como se comenta en el apartado 2.3.2 del presente capitulo, se puede decir que al
reforzar un soporte de hormigón armado con angulares y presillas metálicas, se está
introduciendo un confinamiento lateral pasivo en el pilar original, que provocará un aumento
significativo en la resistencia a compresión del hormigón (por encima de la esperada), así
como una mejora notable de su ductilidad (Richard et al 1928, Ahmad and Shah 1982,
Mander et al. 1988)
27
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Pues bien, el efecto del tipo de refuerzo que ocupa el presente trabajo en el confinamiento del
soporte de hormigón original, es similar a confinamiento pasivo inducido por los estribos.
La tensión lateral de confinamiento ha sido muy estudiada para el caso de tener elementos de
sección circular confinados con láminas continuas (chapas) de materiales compuestos (fibra
de carbono, materiales plásticos, etc.). En estos casos, tal y como se muestra en la figura 18, el
hormigón es sometido a un confinamiento uniforme, y la chaqueta de material compuesto
somete al hormigón a una máxima presión de confinamiento función del diámetro del soporte
de hormigón y de las características del material compuesto (resistencia a tracción y espesor).
Esta presión de confinamiento se puede escribir:
donde;
28
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Figura 18. Efecto del confinamiento pasivo en un soporte de sección circular (Teng J.G. et al. 2001).
Estudios realizados para el caso de acero que confina a hormigón (Mander et al., 1998,
Cusson and Paultre 1995) suponen que en pilares de sección cuadrada o rectangular el
hormigón confinado es el área sombreada en la figura 19, mientras que en el resto de la
sección el confinamiento es despreciable.
Figura 19. Efecto del confinamiento pasivo introducido por el refuerzo (Mander et al., 1988;
Cusson and Paultre, 1995; Johannson 2002).
29
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
σ l′ = k s ⋅ σ lat [2.8]
A partir de la figura 19, Restrepo and de Vino (1996), Harries et al. (1998) and Chaallal and
Shahawy (2000) obtuvieron el factor de forma (ks) para pilares rectangulares con esquinas
redondeadas reforzados con chapas continuas de FRP, como el cociente entre el área efectiva
de confinamiento (Ae) y el área total confinada por la chaqueta de FRP (Ac) como:
ks = =
[ 2
]
Ae 1 − (b − 2 Rc ) + (h − 2 Rc ) / (3 Ag ) − ρ sc
2
[2.9]
Ac 1 − ρ sc
dónde Ag es el área bruta del pilar con las esquinas redondeadas, ρsc el área del acero
longitudinal utilizado como armadura y Rc el radio de esquina. La redondez de las esquinas
estará limitada por la presencia de armaduras en el pilar, por esta razón el valor de Rc suele ser
pequeño.
Mirmiran et al. (1998), definieron el factor de forma para el mismo caso (pilares rectangulares
con esquinas redondeadas reforzados con chapas continuas de FRP) como:
2 Rc
ks = [2.10]
h
Por otra parte también hay que tener en cuenta que al realizar un refuerzo mediante angulares
y presillas metálicas el efecto del confinamiento del acero del refuerzo sobre el hormigón no
es continuo a lo largo de toda su longitud (como ocurre en la figura 19), por lo que habrá que
tener en cuenta la distancia entre presillas al evaluar el confinamiento del soporte.
Saadatmanesh et al. (1994) propusieron tener en cuenta este efecto a través del coeficiente kg
que evaluaron del siguiente modo para el caso de utilizar láminas de materiales compuesto en
lugar de acero y de tener pilares cilíndricos de hormigón:
30
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
kg =
(1 − s frp (2d )2 )
2
[2.11]
1 − ρ sca
dónde, s frp , distancia vertical entre láminas de material compuesto (entre presillas en el caso
que nos ocupa).
ρ sca , cociente entre la sección del acero de la armadura y la sección bruta del pilar de
hormigón.
d, diámetro de la sección circular del pilar de hormigón
siendo
a: Lado menor del pilar
st: Separación entre presillas
Manipulando las expresiones que recomiendan F. Regalado (1999) y P. Jiménez (2000) para
evaluar el incremento de resistencia debida al confinamiento, se puede estimar el valor del
parámetro ksl en función de la esbeltez geométrica de la siguiente manera:
Así, considerando estos efectos (factor de forma ks, factor de separación entre presillas kg y
factor de esbeltez ksl) la tensión lateral de confinamiento efectiva (σ´e) que se impone a un
pilar de hormigón armado al reforzarlo con angulares y presillas metálicas como:
σ l′ = σ lat ⋅ k s ⋅ k g ⋅ k sl [2.13]
31
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Con todo ello se puede establecer como la resistencia del hormigón confinado de la siguiente
manera:
f cc = f co + k ⋅ K ⋅ σ l = f co + k ⋅ k g ⋅ k s ⋅ k sl ⋅ σ l [2.14]
siendo k un factor que varía de 2 a 5 según autores (ver apartado 2.3.1), siendo el valor más
habitual 4,1 (Richard et al. 1929)
- kg
Con este parámetro se tiene en cuenta la separación entre los elementos transversales que
confinan el pilar existente, en este caso las presillas del refuerzo. Se ha estimado su valor para
el caso de pilares cilíndricos y reforzados con materiales compuestos según la fórmula [2.11],
y para pilares rectangulares reforzados con angulares y presillas metálicas según [2.12].
En función del método empleado para el cálculo de la tensión límite de confinamiento será
necesaria su utilización o no, ya que en muchos casos la separación entre presillas se tiene en
cuenta al obtener lat, cómo en la ecuación [2.13].
- ks
Sería el factor de forma y tiene por objeto cuantificar la eficacia del confinamiento. Ya se ha
explicado anteriormente que en el caso de pilares cilíndricos su valor es la unidad, ya que al
confinar soportes con esta sección, toda el área de hormigón queda zunchada (figura 18),
pero esto no es así en el caso de pilares cuadrados o rectangulares (figura 19), dónde el valor
de ks oscilará entre 0.33 (Calavera 1999) y 0.50 (Regalado 1999).
- ksl
32
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Por otro lado puede evaluarse la máxima tensión de confinamiento que es capaz de ejercer un
empresillado a partir del equilibrio de las fuerzas que afectan a una porción de sólido. Estas
ecuaciones se corresponden plenamente con las que consideran Hadi y Li (2004) en sus
investigaciones experimentales, y que ya habían sido previamente presentadas por Samaan,
Mirmirian y Shahawy (1998) en el estudio de pilares confinados por fibras de carbono.
Obteniéndose:
2 ⋅ f y ⋅ Astr
σ lat = , [2.15]
b ⋅ st
siendo
33
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
A pesar de existir investigaciones sobre estos elementos desde el año 1975, no se ha llegado a
definir métodos y recomendaciones de cálculo fiables y que hayan sido verificados
experimentalmente.
Este autor en ausencia de garantías que le permitieran comprobar el trabajo conjunto del
soporte de hormigón original y el empresillado que forma el refuerzo, recomienda proyectarlo
con la sección suficiente de acero del refuerzo capaz de absorber la totalidad de los esfuerzos
verticales que se transmiten a través del pilar.
Fernández Canovas (1994) basándose en los resultados obtenidos en los ensayos de Ramírez
y Bárcena (1975, 1977) remarca la importancia de la unión de los capiteles y bases,
suficientemente rígidas, de los pilares a las superficies del hormigón para conseguir un buen
reparto de cargas entre el refuerzo y el núcleo de hormigón. Además señalaba las ventajas
técnicas del refuerzo bien realizado, al proporcionar confinamiento al hormigón existente
debido a la compresión transversal creada por el efecto zuncho del refuerzo que aprieta al
pilar, y la fricción entre el refuerzo y el núcleo provocando una transmisión de cargas por
rozamiento.
En el año 1999 F. Regalado en su libro “Los pilares: criterios para su proyecto, cálculo y
reparación” propone calcular el axil último capaz de soportar el pilar reforzado como si de
una estructura mixta (Eurocódigo nº4) sometida a esfuerzos de compresión simple se tratara
según:
fc f yk f
N F = 0,85 ⋅ a ⋅ b + As1 ⋅ + 4 ⋅ As 2 ⋅ s [2.16]
γc γ s1 γ s2
siendo,
34
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
As1, As2 sección de las armaduras del hormigón y del perfil metálico del
refuerzo adherido a las esquinas del soporte a reforzar.
γc, γs1, γs2 coeficientes de seguridad del hormigón, acero de las armaduras y acero
del refuerzo.
En el año 2001, L. Cirtek publicó varios artículos en los que muestra el resultado de los
ensayos sobre 39 pilares de 300x300x1500 mm. reforzados en algunos casos con angulares y
presillas metálicas (fully banded), y en otros únicamente con presillas rodeando al soporte en
algunas secciones de su longitud (partially banded). En ningún caso somete al pilar de
hormigón original a deformaciones antes de reforzarlo.
En los trabajos publicados hasta la fecha por este autor, para simular la continuidad del tramo
de pilar, suelda las armaduras del pilar de hormigón en sus extremos a dos placas metálicas a
través de las que se va a proceder a cargar al soporte. La unión de los elementos metálicos al
hormigón se consigue con la utilización de mortero de cemento. Para garantizar la entrada en
funcionamiento del zunchado que proporcionan las presillas, las calienta durante su
colocación para que al contraerse al enfriarse presionen al hormigón.
Una vez analizados el resultado de los ensayos el autor (Cirtek L., 2001) enuncia las
condiciones que deben cumplirse para incrementar la resistencia de pilares de hormigón
armado reforzados con esta técnica. Por una parte las condiciones que debe presentar el
soporte de hormigón así como las condiciones de carga del mismo serán:
- Los pilares reforzados son de sección cuadra o rectangular y la relación entre sus lados
debe ser mayor o igual a 0,5.
- La calidad del hormigón debe encontrarse entre C12/15 y C25/30 según la nomenclatura
del Código Modelo (Código Modelo, 1990).
- El radio de esbeltez debe cumplir que: lo/ic, min<35,00, siendo lo la longitud efectiva del
pilar de hormigón según el Eurocódigo nº2 (1992), y ic,min el radio de inercia de la
sección del soporte.
35
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
- Para alcanzar la mayor eficacia posible con este tipo de refuerzo, las estructuras deben
ser descargadas durante la operación de empresillado de las mismas.
Figura 21. Área dónde se pueden aplicar cargas para que la formulación de Cirtek sea válida.
(Cirtek L., 2001)
Y las condiciones que deben cumplir los angulares y presillas que conforman el refuerzo:
- La resistencia carácterística de los angulares de acero será de 210 MPa y de las presillas
210 ó 240 MPa en función de la resistencia del hormigón.
- Los angulares de acero serán cuadrados, siendo las mínimas dimensiones permitidas
L50x50x5.
- El grosor del acero de la presilla deber ser igual o inferior al del angular.
Con todo esto el autor cuantifica el incremento de axil proporcionado por el empresillado al
soporte de hormigón, como:
36
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
∆N Rd ,b = 0,85 ⋅ Ac ⋅ f co ⋅ α ⋅ (φ c − 1) [2.17]
donde,
Este factor dependerá de la separación de las presillas (coeficiente Φar), de la calidad del
hormigón (ΨC), de la forma de la sección del pilar (Ψab), del tamaño de la sección del soporte
(Ψa), de la carga a que está sometido el hormigón previamente al empresillado (ΨN) y del
tamaño máximo del árido que contiene el hormigón (Ψdg).
φ c = φ ar ⋅ψ C ⋅ψ ab ⋅ψ a ⋅ψ N ⋅ψ dg [2.18]
Con todo esto L. Cirtek (2001) asegura que con esta técnica de refuerzo de pilares, se puede
conseguir aumentar la capacidad de carga de los soportes de hormigón en un 55%.
2.5 Conclusiones.
Tras la revisión bibliográfica queda claro que está plenamente justificado iniciar una
investigación experimental sobre soportes de hormigón armado con angulares y presillas
metálicas, ya que a pesar de su gran utilización, es grande el desconocimiento acerca de cómo
funciona este tipo de refuerzo.
− En algunos casos los refuerzos planteados son inviables en obra por su gran
elaboración o su coste.
37
CAPITULO 2. Estado del conocimiento.
Además, pese a que algunos autores apuntan los componentes que intervienen en el
comportamiento del refuerzo, únicamente L Cirtek (2001) los integra para proponer un
método completo que evalúe su comportamiento mecánico. Aún así y tal como se verá en
capítulos posteriores la formulación propuesta por este autor es excesivamente conservadora.
Por ello tras el análisis de los mecanismos de transferencia de cargas y los elementos que
provocan el aumento de resistencia a compresión del elemento reforzado que a priori parecen
tener influencia en su comportamiento, se plantea el trabajo experimental descrito en el
próximo capitulo. En todo momento se tendrá en cuenta que el trabajo desarrollado en el
laboratorio debe ser fácilmente trasladable a condiciones reales de obra.
38
CAPITULO 3
PROGRAMA EXPERIMENTAL
3 Programa Experimental
En este capítulo se presenta el programa de investigación experimental. En él se describe
tanto los ensayos de caracterización de los materiales utilizados como los ensayos realizados
en los pilares de hormigón armado reforzados con angulares y presillas metálicas a escala
real.
El siguiente paso es justificar y definir aquellas características del diseño del refuerzo que se
han hecho variar para observar su influencia en el comportamiento del refuerzo:
− Tipo de adhesivo que une el pilar de hormigón con el acero del refuerzo
Una vez expuestas las variables a tener en cuenta, se pasa a describir los ensayos realizados en
las dos fases en las que se ha divido el programa experimental.
Además se describirá el pórtico metálico en el que han tenido lugar los ensayos de los
soportes de hormigón, la instrumentación utilizada durante toda la fase experimental, así
como los diferentes modos de transmisión y mantenimiento de carga empleados.
Todos los equipos y sistemas de adquisición de datos utilizados fueron facilitados por el
Laboratorio del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH) de la Universidad
Politécnica de Valencia.
39
CAPITULO 3. Programa experimental
• Todas las operaciones que se realizan sobre en el soporte para su refuerzo, tienen que
ser fácilmente reproducibles en condiciones de obra.
• Los soportes de hormigón armado que van a ser reforzados, deben ser lo mas similares
posibles a los que en realidad necesitan la reparación. Esto es, deben tener una baja
resistencia a compresión y tener un historial de cargas y deformaciones previo.
Ante la imposibilidad de plantear ensayos para estudiar todas estas variables, se escogieron
aquellas cuya influencia sobre el refuerzo resultaba, a priori, menos conocida. El resto de
variables se fijaron teniendo en cuenta el modo habitual con que se realizan estas reparaciones
en obra.
Este planteamiento llevó al diseño de una primera fase experimental en que se fijaron los
valores de:
• La resistencia del hormigón, fc = 12 MPa y las dimensiones del tramo del soporte
2500x300x300 mm.
• El tipo de acero que constituía el refuerzo y sus dimensiones: acero S 275 JR, angular
L.80.8 y cinco presillas de 270x160x8 mm.
40
CAPITULO 3. Programa experimental
• Tipo de adhesivo entre el acero del refuerzo y el soporte de hormigón armado: mortero
de cemento
En esta primera fase se ensayaron 10 soportes de hormigón armado. Dos de ellos se llevaron a
rotura sin reforzar, para conocer su carga máxima (Figura 22).
41
CAPITULO 3. Programa experimental
Tras estudiar los resultados obtenidos en la primera fase experimental, se planteó la segunda
en la que se modificaron algunos de los valores fijos, introduciendo nuevas variables. En esta
segunda fase los condicionantes comunes a todos los especimenes fueron:
• La resistencia del hormigón, fc = 8 MPa y las dimensiones del tramo del soporte
2500x300x300 mm.
• Influencia del número, forma y disposición de las presillas: cinco o siete presillas
(figura 23)
• Influencia del tipo de adhesivo utilizado para unir el hormigón y acero del refuerzo:
mortero de cemento o mortero epoxídico.
En esta segunda fase se ha ensayado un total de 16 pilares, siendo dos de ellos los soportes
testigo.
Figura 23. Pilares reforzados con cinco y siete presillas (cotas en mm.).
42
CAPITULO 3. Programa experimental
Estas dos fases que constituyen el programa experimental se llevaron a cabo separadas
temporalmente 12 meses.
En los ensayos se pretende simular las características de gran parte de los soportes que
necesitan ser reforzados en la actualidad. Muchos de ellos forman parte de estructuras
anteriores a la década de los 70 con hormigón de baja calidad, cuya resistencia, debido a una
mala ejecución, se encuentra frecuentemente en torno a 10 MPa. Por ello se fabricaron
soportes con hormigón en torno a 10 MPa de resistencia y con la armadura mínima
recomendada por la normativa en vigor en la época (EH-68).
Los datos relativos a las resistencias de los hormigones empleados en los ensayos están
recogidos en el anejo 1 del presente documento. Todos los cálculos justificativos de la cuantía
de armadura y características del acero del refuerzo se presentan en el anejo 2.
La fabricación del hormigón de los pilares de la primera fase de ensayos tuvo lugar en el
laboratorio del Instituto ICITECH. Cómo se ha dicho anteriormente se pretendía simular las
características de los soportes que en la actualidad necesitan ser reforzados y por ello se
escogió una resistencia de 12 MPa.
Para la fabricación del hormigón se utilizó una auto-hormigonera modelo Mariner 25G. Cada
soporte estaba formado por hormigón proveniente de una misma amasada. La dosificación de
los componentes se realizó en peso controlando la humedad de la arena.
43
CAPITULO 3. Programa experimental
Para la segunda fase de ensayos el hormigón fue suministrado por una planta de hormigón
preparado. Ambas dosificaciones aparecen en la tabla 6.
En ambos casos el hormigón tuvo una consistencia blanda. Se tomaron probetas de hormigón
cilíndricas de 15x30 cm., suficientes para controlar la resistencia del mismo a los 7 días, 28
días y en el día en que se procedía a la precarga del pilar de hormigón armado a ensayar. La
conservación de las probetas fue en condiciones análogas a las de los soportes de hormigón
fabricados.
Se puede considerar una resistencia media del hormigón utilizado en la primera fase de
ensayos de 12 MPa y de la segunda fase de 8,3 MPa.
Sobre las probetas cilíndricas también se realizaron ensayos para conocer su módulo de
elasticidad, obteniendo un valor de 25.308 N/mm2.
44
CAPITULO 3. Programa experimental
Para la elección de las características geométricas del soporte a reforzar, hubo que llegar a un
compromiso teniendo en cuenta que se pretendían realizar ensayos a escala real, luego los
soportes debían tener dimensiones similares a los que habitualmente se colocan en las
estructuras. Pero además debía ser posible su manipulación y ensayo en el laboratorio del
Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH).
Por ello se decidió realizar los ensayos situando al soporte horizontalmente, ya que el gálibo
del laboratorio era insuficiente para realizarlos en vertical.
Teniendo en cuenta estas limitaciones se estableció que la longitud del tramo de pilar sería de
250 cm. y su sección de 30x30 cm. Además era necesario rematar el soporte en dos cabezas
que simularan el entronque que tiene lugar en las estructuras, entre el pilar y otros elementos
(vigas, forjados, cimentaciones, etc.). Las dimensiones de estas dos cabezas son 30x60 cm.,
por lo que el elemento a ensayar tiene una altura total de 310 cm.
45
CAPITULO 3. Programa experimental
Además, una de las deficiencias que presentan los ensayos de este tipo de elementos
realizados hasta la fecha, es que no tienen en cuenta el historial de carga que ha sufrido esa
parte de la estructura en el momento de realizar el refuerzo (ver capítulo 2). Para solventar
este inconveniente todos los pilares que posteriormente se reforzarían y ensayarían en el
laboratorio, se sometieron a una precarga de aproximadamente el 65% del axil máximo de
rotura (obtenida al ensayar los soportes testigo). La finalidad de esta precarga es simular en
parte (no se carga durante el tiempo suficiente para que aparezcan efectos de fluencia) las
deformaciones que hay en el elemento en el momento en que necesita ser reparado.
Los pilares de hormigón armado se reforzaron con cuatro perfiles metálicos L80.80 adheridos
en las esquinas con mortero de cemento o epoxídico y unidos con presillas de acero S 275 JR
en todas las caras del soporte. Estas presillas estaban también adheridas al hormigón del pilar
y unidas a los angulares mediante soldadura por hilo.
Para conocer el módulo de elasticidad y la resistencia del conjunto formado por los cuatro
angulares y sus presillas, se realizó una rotura a compresión de la “jaula” vacía, es decir, se
46
CAPITULO 3. Programa experimental
La jaula se instrumentó con cuatro galgas extensométricas, colocadas en los angulares del
tramo central, que midieron la deformación del acero.
Figura 27. Jaula formada por el acero del refuerzo en el ensayo para determinar su módulo de elasticidad.
Para calcular el módulo de elásticidad vamos a trabajar con los valores correspondientes a una
carga de 834 kN;
F 85000 Kg
σ = = = 172,764 N/mm ,
2
Ar 4 × 12,3cm 2
Según el gráfico (fig. 27) a una tensión de 173 N/mm2 le corresponde una deformación
unitaria de 0,083%, luego
σ 172,764
E= = = 208040,36 N/mm2
ε 0,830 ⋅ 10 −3
En todos los cálculos realizados a partir de los resultados experimentales se ha trabajado con
este módulo de elasticidad del acero, E=208040 N/mm2.
47
CAPITULO 3. Programa experimental
En el apartado anterior se han descrito las variables que se prefijaron antes de comenzar los
ensayos y que han permanecido constantes a lo largo de toda la fase experimental. Es ahora el
momento de definir las variables cuyo estudio es objeto del presente trabajo para ampliar el
estado del conocimiento en relación con el comportamiento de un tramo de pilar de hormigón
armado reforzado con perfiles y presillas metálicas.
Como se ha comentado, todos los pilares que se van a someter a ensayo han soportado cargas
importantes antes de proceder al refuerzo (en torno al 65% de la carga de rotura). La variable
que se va a introducir es una cuestión que siempre aparece a la hora de ejecutar un refuerzo;
¿se mejorará el efecto del refuerzo si este se realiza con la estructura descargada? (Cobo et al.
1997, del Río 1991, Regalado 1999). La tarea de liberar de cargas una estructura en servicio
es difícil, y sólo estará justificada si con ello se consigue una mejora sustancial en el
comportamiento del elemento reforzado.
48
CAPITULO 3. Programa experimental
Los pilares que se refuerzan manteniendo la carga los señalaremos con la letra C (cargados), y
a los especimenes que se descargan tras la aplicación de la precarga con una D (descargados).
Se señala una vez más que el objetivo del estudio de esta variable, es conocer la posible
mejora en la eficacia del soporte reforzado si este se realiza con la estructura descargada.
Uno de los elementos que hay que vigilar a la hora de realizar operaciones de refuerzo de
estructuras de hormigón, es cómo se realiza la transmisión de cargas entre el elemento
original y el refuerzo. En el caso que nos ocupa, soportes de hormigón reforzados con perfiles
metálicos, hay que examinar cuidadosamente las zonas de unión del pilar con otros elementos
estructurales ya que sin duda, la disposición del refuerzo en estas zonas determinará su
comportamiento posterior (Regalado 1999), (del Río 1991) (Canovas 1994).
En los pilares de hormigón fabricados para la realización de los ensayos, la unión de este con
otros elementos estructurales está simulada con la presentación de dos cabezas de 30x60 cm.
en los extremos del soporte. Se ha estudiado como se comporta el elemento reforzado cuando
se facilita la entrada en carga del acero del refuerzo mediante la colocación de un capitel en la
cabeza y el pie del soporte, y también que ocurre si se prescinde de este elemento. La
disposición de esta variable se puede ver en la figura 29.
Para que el conjunto de los cuatro angulares entren en carga antes de que el hormigón haya
llegado al estado límite o antes de que la deformación sea demasiado importante, hace falta
que durante el montaje se logre una perfecta y rígida unión en todo el conjunto de la base y
del capitel, al hormigón de las vigas, de los forjados o de la cimentación.
49
CAPITULO 3. Programa experimental
original, por lo que el incremento de resistencia que se podría dar en la columna sería
únicamente por efecto del confinamiento de la misma.
También hace falta una unión perfecta de la base y el capitel metálicos a las superficies
horizontales del hormigón. Para esto se necesita un material que tenga una alta resistencia a
compresión y que actúe como elemento intermedio, uniendo al acero con el hormigón y
creando un colchón rígido que transmita las cargas eliminando los contactos puntuales
(Fernández 1994).
Los parámetros que nos condicionaran la elección de un tipo de capitel serán; la rigidez y la
deformabilidad del mismo. La rigidez dependerá de; la disposición relativa del capitel,
características de la unión viga-pilar preexistente, el sistema de anclaje del refuerzo en el nudo
y de la existencia o no de un sobreempresillado en las inmediaciones del capitel. Por otra
parte, su deformabilidad dependerá a su vez de su rigidez, del valor de su modulo de
deformación. Cuanto mayor sea éste más compatibles serán las deformaciones y mayor será el
porcentaje de entrada directa en carga del refuerzo.
Para el estudio llevado a cabo se han construido capiteles formados por segmentos de angular
L80.8 de 270 cm. de longitud. Esta pieza se reforzaba colocando tres cartelas a lo largo de su
longitud para limitar su deformación en el momento de entrada en carga. Su colocación en los
soportes reforzados ha variado en las dos fases de ensayos.
En la primera fase, el capitel se soldaba en los extremos de los angulares de dos caras del
soporte reforzado, estando en contacto con la cabeza del soporte. En esta primera fase se
puede decir que en los dos lados del pilar en los que había capitel, se quitaban las dos presillas
de los extremos, quedando el soporte como se puede observar en las figuras 29, 30 y 31. Esto
hacía que el efecto del confinamiento en estos soportes se redujera con respecto a los soportes
sin capitel. De esta forma se ha pretendido aislar el efecto de la transmisión por capitel
prescindiendo del confinamiento.
50
CAPITULO 3. Programa experimental
En la segunda fase de ensayos se colocó el capitel justo encima de las presillas más próximas
a las cabezas del soporte. En este caso se añadía el capitel, no como en la primera fase en que
se sustituían las dos presillas próximas a las cabezas por capiteles.
De esta forma en esta segunda fase se observó el efecto conjunto de transmisión directa por
capitel más confinamiento en la cabeza.
Figura 31. Detalle del capitel y su situación en la primera y segunda fase de ensayos.
Para observar en los ensayos la transmisión de cargas únicamente por esfuerzo rasante, unido
al confinamiento en cabeza se han llevado a cabo ensayos a pilares sin ningún tipo de
conexión entre la cabeza y el cuerpo del pilar (el refuerzo se queda a 1cm.) frente a otros
pilares en los que se habrá colocado un capitel elaborado con angulares y cartelas.
De esta forma se aisla la influencia de los dos mecanismos supuestos de transmisión de cargas
del pilar de hormigón al refuerzo (figuras 29, 30 y 32):
− Por esfuerzo rasante en aquellas probetas que no cuentan con capitel (tipo A)
51
CAPITULO 3. Programa experimental
Por esta misma razón se ha preferido no estudiar la influencia de calentar las presillas en la
mejora del comportamiento del elemento reforzado, ya que es una variable difícil de controlar
en condiciones de obra.
Estudiando intervenciones realizadas en estructuras se observó que las presillas que unen los
angulares se acostumbran a colocar de dos maneras diferentes:
En este caso el espacio entre el soporte de hormigón original y la presilla viene marcado
por el espesor del angular y el espesor del adhesivo colocado entre el angular y el
hormigón. Es necesario rellenar este hueco si se quiere lograr el confinamiento del soporte
en esta zona
Figura 33. Distintos modos de colocar las presillas: sobre en angular o a tope.
52
CAPITULO 3. Programa experimental
Con este método la presilla descansa directamente sobre la superficie del hormigón del
pilar que debe ser totalmente plana.
En los ensayos realizados se ha optado por la colocación de las presillas sobre los angulares.
Este método permite pequeñas variaciones en las dimensiones de las presillas, que se pueden
dar por defectos del corte (en el caso de colocar la presilla a tope, si el acople no es perfecto,
sería necesario retocar las presillas antes de su colocación). Además se comprobó que la
colocación de mortero de cemento entre la presilla y el hormigón se puede realizar sin
dificultad previamente al soldado de las mismas sobre el angular. Al mismo tiempo, la
colocación del mortero sirve para eliminar defectos en la superficie del hormigón que pueden
provocar una mal acople en caso de colocar las presillas a tope.
Por ello en la segunda fase de ensayos, y con el objetivo de observar la influencia de aumentar
el confinamiento en las cabezas del pilar, se incrementó el número de presillas por cara del
soporte hasta siete, colocando los dos nuevos elementos entre las dos presillas más cercanas a
la cabeza como se puede ver en la figuras 23 y 34. Se pretendía de esta forma alcanzar un
valor próximo a la capacidad resistente máxima teórica del refuerzo (dada por la suma de la
capacidad del pilar de hormigón más la del refuerzo). Las dimensiones de estas nuevas
presillas eran 270x100x8 mm., mientras que las cinco restantes mantenían las mismas
dimensiones y situación que en la fase experimental previa.
De igual manera, se colocó mortero de cemento entre el hormigón y las presillas para
garantizar su unión. Esta operación se repetía incluso si el adhesivo utilizado para unir los
angulares con el pilar de hormigón era mortero epoxídico (ver el siguiente apartado 3.3.4), ya
que la cantidad de mortero bajo la presilla solía rebasar el centímetro de espesor, y con este
valor los morteros epoxídicos pierden su eficacia.
53
CAPITULO 3. Programa experimental
Al plantear la investigación y estudiar los esfuerzos a los que va a estar sometido el pilar de
hormigón reforzado, se estimó que si bien la utilización de morteros epoxídicos estaba
justificada en el caso de elementos reforzados sometidos a esfuerzos de flexión (mejoran
notablemente el anclaje del elemento de refuerzo al elemento de hormigón), esto no era así en
el caso de elementos sometidos a compresión. Por el tipo de esfuerzos que van a soportar
tanto el pilar de hormigón como el acero del refuerzo, el conjunto se va a mantener unido
hasta que el acero deslice sobre el adhesivo, y este momento no va a ser crítico para el
incremento de resistencia que va a proporcionar el refuerzo (Teng et al 2002).
Por ello y por las ventajas que presenta el mortero de cemento sobre el mortero epoxídico
(bajo coste y fácil manipulación en obra), se plantearon la mayoría de ensayos con este
elemento como adhesivo.
En ambos casos se controló que el acero del refuerzo quedaba totalmente adherido al soporte
de hormigón, tanto los angulares como las presillas (se ha comentado en el anterior apartado
54
CAPITULO 3. Programa experimental
que en ambos casos, el elemento de relleno utilizado bajo las presillas fue mortero de
cemento). En el caso del mortero epoxídico se vigiló que los espesores del material bajo los
angulares metálicos no fueran superiores a 1mm.
3.4 Ensayos
Una vez fijadas las características de los pilares de hormigón armado que iban a ser
reforzados, y seleccionadas las variables que se iban a estudiar, se diseñó una primera fase
experimental en que todos los soportes de HA se reforzarían con angulares metálicos y cinco
presillas por cada cara del soporte y el adhesivo utilizado para unir el acero del refuerzo con el
hormigón sería el mortero de cemento.
Las variables a estudiar en esta primera fase serían la influencia de colocar un capitel o no en
la unión del soporte con otros elementos estructurales y la influencia de la descarga de la
estructura antes de proceder al refuerzo.
55
CAPITULO 3. Programa experimental
Dos de los soportes ensayados fueron los pilares testigo. Además de estos se rompieron 4
tipos diferentes de soportes reforzados combinando las distintas variables, y ensayando dos
probetas por cada tipología. Todo esto queda resumido en la figura 36.
56
CAPITULO 3. Programa experimental
Todos los ensayos se realizaron en el laboratorio del instituto ICITECH, y todas las probetas
fueron sometidas a una carga del 65% de su carga de rotura, previamente a ser reforzadas.
La edad del hormigón en el momento de realizar las precargas osciló entre 57 y 106 días.
A modo de resumen se va a presentar en las siguientes tablas los tipos de probetas ensayados.
En la primera fase de ensayos la resistencia del hormigón utilizado para fabricar los pilares
de hormigón armado fue de 12 MPa.
2 AC Mortero de cemento No 90 Tn 5
2 BC Mortero de cemento Si 90 Tn 5
En la segunda fase de ensayos la resistencia del hormigón utilizado para fabricar los pilares
de hormigón armado fue de 8 MPa.
57
CAPITULO 3. Programa experimental
Debido a limitaciones de gálibo (se ha comentado en el apartado 3.2.3) del laboratorio del
ICITECH, los ensayos a escala real se llevaron a cabo con el pilar colocado horizontalmente
en un marco de acero (fig 38 y 39). Este elemento metálico está fabricado con acero y tiene
suficiente resistencia para proporcionar las reacciones a las cargas proporcionadas por el gato
hidraúlico y transmitidas al marco metálico a través del soporte a ensayar.
Las cabezas de los soportes se apoyan en dos rótulas que garantizaban el centrado de la carga
de compresión, proporcionada por un gato hidráulico. La carga máxima que puede suministrar
el gato hidráulico es de 500 Tn, y la carga se aplica con un desplazamiento controlado a una
velocidad de 0,5 mm/min.
58
CAPITULO 3. Programa experimental
Las dimensiones del pórtico de ensayo y sus dimensiones aparecen en las siguientes figuras.
Como se ha comentado a lo largo del capítulo, uno de los hitos del presente programa
experimental, es evaluar la influencia de mantener el soporte cargado o descargado en el
momento de ejecutar el refuerzo.
En los ensayos en que se debe mantener el pilar de hormigón armado cargado mientras se
realiza el refuerzo del mismo, se diseñó un sistema hidráulico alimentado por baterías que
proporcionaba la carga requerida independientemente del suministro eléctrico durante días.
59
CAPITULO 3. Programa experimental
3.4.3 Instrumentación.
60
CAPITULO 3. Programa experimental
La instrumentación colocada en cada elemento a ensayar varió ligeramente en cada uno de los
experimentos. Esto se debió fundamentalmente a la información que se iba recogiendo a
medida que avanzaba el desarrollo del programa experimental.
61
CAPITULO 3. Programa experimental
Durante la primera fase de ensayos, todos los soportes reforzados contaban con cinco presillas
por cada cara del soporte. Se puede decir que las presillas distribuían al soporte en cuatro
secciones tal como se ve en la figura 43. En la misma también se puede observar la
numeración utilizada para las presillas (Pnúmero).
Pilares TESTIGO
62
CAPITULO 3. Programa experimental
Probetas AD, BD
63
CAPITULO 3. Programa experimental
Probetas AC
64
CAPITULO 3. Programa experimental
Probetas BC
65
CAPITULO 3. Programa experimental
Durante la segunda fase de ensayos, se realizaron elementos reforzados con cinco (AD,
MEAD, MEBD) y siete presillas por cada cara del soporte (PAD, PBD, PAC, PBC). En los
elementos con cinco presillas la numeración de las secciones y las presillas es exactamente
igual que en la primera fase de ensayos (Fig 44). En los elementos con siete presillas estos
datos aparecen en la figura 45.
Pilares TESTIGO
66
CAPITULO 3. Programa experimental
Probetas AD
67
CAPITULO 3. Programa experimental
Tabla 16. Instrumentación de las probetas MEAD y MEBD de la segunda fase de ensayos.
68
CAPITULO 3. Programa experimental
Tabla 17. Instrumentación de las probetas PAD, PAC, PBD y PBC de la segunda fase de
ensayos.
69
CAPITULO 3. Programa experimental
Para completar el capitulo se muestra a continuación una tabla resumen de todos los pilares
ensayados durante el desarrollo del presente trabajo de investigación. La columna fc se refiere
a la resistencia del pilar de hormigón sin reforzar y su valor está expresado en MPa.
Fecha de
Probeta rotura nº presillas Capitel Adhesivo fc nº galgas nº LVDT
70
CAPITULO 4
RESULTADOS DE LOS ENSAYOS EXPERIMENTALES
En primer lugar (sección 4.1.) se presentan las gráficas carga-acortamiento de cada uno de los
soportes ensayos. Aparece una curva por cada una de las probetas ensayadas.
Seguidamente se pasa a estudiar como se realiza el reparto de axil entre el hormigón del
soporte original y el acero del refuerzo, cuando se carga el elemento hasta la rotura (sección
4.2). Para ello se plantean dos tipos diferentes de información gráfica. Inicialmente se observa
como evoluciona el reparto de carga entre hormigón y acero en cada una de las secciones en
que divide al soporte las presillas. Posteriormente se aprecia este reparto de axil en todo el
soporte para distintos niveles de carga (0.5Nmax, 0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
La sección 4.3 nos revela el progreso de las tensiones soportadas por las presillas (tracciones)
mientras se carga al soporte reforzado hasta la rotura. Esta información nos muestra en que
zona/zonas el hormigón del pilar se encuentra más confinado.
71
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Para determinar las curvas carga-acortamiento de los soportes durante los ensayos de
laboratorio se han dispuesto captadores de desplazamiento de manera diferente en la primera
y segunda fase. En la primera se colocaron seis captadores de desplazamiento en el hormigón,
como se puede ver en la figura adjunta, en cada una de las cuatro secciones en que queda
divido el soporte. A partir de estos datos se calculó el acortamiento total del soporte del
siguiente modo:
Figura 46. Esquema de situación de los LVDT´s utilizados para medir el acortamiento del hormigón.
Figura 47. Colocación de los captadores en cada una de las secciones del soporte.
En la segunda fase experimental y con la experiencia adquirida se varió este modo de medida.
Se fabricaron dos pértigas que consistían en dos tubos cilíndricos huecos, con un solape en el
centro de la misma en dónde una parte de uno de los tubos quedaba en el interior del otro. De
este modo estas pertigas se colocarón a presión entre las dos cabezas del soporte de hormigón,
de manera que al comprimirse el pilar, se comprimirían de igual manera las pértigas. Se
72
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En las siguientes gráficas (de la figura 49 a la figura 60) se pueden observar las curvas carga-
acortamiento obtenidas en los pilares reforzados utilizando 5 ó 7 presillas por cada cara del
soporte ensayados en la primera y segunda fase experimental. En todos los casos y para
cualquier combinación de variables se mejora notablemente la ductilidad del soporte de
hormigón con el acero del refuerzo.
Las curvas correspondientes a los especimenes se ACy, BDx, BDy y BCy no se han obtenido
del modo expuesto anteriormente. Esto es debido a que los resultados recogidos no fueron
válidos ya que el sistema utilizado para recoger las deformaciones en el hormigón es muy
sensible a los giros o pequeñas flexiones que se dan en el soporte al alcanzar o incluso superar
las tensiones de rotura. Por ello se ha representado la curva carga-acortamiento proporcionado
por un captador situado en el gato hidráulico que medía su recorrido y que se comprobó para
todos los especimenes, coincidía con la deformación del soporte.
73
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Figura 49. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y sin capitel de los
soportes ensayados en la primera fase experimental.
Figura 50. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la primera fase experimental.
74
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Figura 51. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la primera fase experimental.
Figura 52. Gráficos carga-acortamiento en todos los soportes reforzados en la primera fase de ensayos.
Según el gráfico anterior se observa que para valores de carga máxima el acortamiento de los
soportes reforzados es muy similar y se sitúa entorno a 15 mm.
75
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Las figuras que aparecen a continuación (fig. 53 a fig. 60) muestran los resultados obtenidos
en los especimenes ensayados en la segunda fase de experimental. Como se ha comentado
anteriormente, debido a la experiencia adquirida se varió el modo de medida. Se colocaron
dos pértigas en los laterales del soporte reforzado con un captador de desplazamiento en la
parte central que medía directamente el acortamiento del elemento.
La figura 53 muestra los resultados obtenidos al ensayar soportes reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y sin capitel. La diferencia entre los especimenes AD y
MAD es el tipo de adhesivo utilizado para adherir la jaula de acero al soporte de hormigón
que es mortero de cemento y epoxídico, respectivamente.
Figura 53. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y sin capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental.
La figura 54 muestra los resultados obtenidos al ensayar soportes reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y con capitel. En esta segunda fase de ensayos este tipo de
refuerzo se realizó utilizando únicamente como adhesivo mortero epoxídico.
Figura 54. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental. Comparación de los soportes reforzados con cinco
presillas ensayados sin capitel.
76
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Figura 55. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con cinco presillas en la segunda fase
experimental.
Las figuras 56 y 57 muestran las gráficas carga-acortamiento de los pilares reforzados con
siete presillas por cada lado sin capitel (PAD y PAC) y con capitel (PBD y PBC).
Figura 56. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con siete presillas y sin capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental.
77
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Figura 57. Gráficos carga-acortamiento en los soportes reforzados con siete presillas y con capitel de los
soportes ensayados en la segunda fase experimental.
En la figura 57 se observa que hay dos especimenes que no llegaron a su carga máxima
(PBDx y PBCx). Esto fue debido a la rotura de las cabezas de los soportes reforzados, por lo
que el ensayo concluyó antes de alcanzar la resistencia máxima del tramo de pilar reforzado.
Según las figuras 56 y 57, parece evidente que en el caso de soportes reforzados con siete
presillas, los especimenes ensayados sin capitel, es decir sin ningún tipo de conexión entre la
cabeza del soporte y el acero que refuerza el tramo de pilar, el acortamiento del soporte es
muy superior. Esta diferencia es menos acusada en el caso de soportes reforzados con cinco
presillas por cada cara del pilar.
Por otra parte en los soportes reforzados con siete presillas y capitel la carga última alcanzada
supera ligeramente la de los pilares reforzados con siete presillas y sin capitel.
Figura 58. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados sin capitel en la segunda fase experimental.
78
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Se aprecia una gran mejora en términos de resistencia y ductilidad en los especimenes en que
se han colocado siete presillas por cada lado del soporte (PAD y PAC).
Figura 59. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados con capitel en la segunda fase experimental.
La figura 60 muestra los resultados de todos los soportes reforzados utilizando siete presillas
por cada lado del pilar, sin capitel (PAD, PAC) y con capitel (PBD y PBC). En ella se observa
que el acortamiento de los soportes en que no se utiliza capitel es notablemente superior a los
soportes con capitel.
79
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Este fenómeno es más acusado que en los soportes reforzados con cinco presillas por cada
lado del pilar, tal y como se ha visto en los resultados obtenidos de la primera fase
experimental.
Figura 60. Gráficos carga-acortamiento en soportes reforzados con siete presillas en la segunda fase experimental.
Uno de los aspectos fundamentales del comportamiento del pilar reforzado es el del reparto
de cargas soportadas por el acero y el hormigón cuando se procede a cargar el elemento
reforzado. Para obtener esta información se colocaron galgas extensométricas en los angulares
metálicos y captadores de desplazamiento en el hormigón en las secciones intermedias entre
presillas. A partir de los resultados obtenidos en estos elementos de medida se puede conocer
el reparto de tensiones entre el pilar original y el material de refuerzo.
80
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En el esquema anterior (fig. 61) se puede ver una sección del soporte reforzado y la
colocación de los angulares y presillas metálicas sobre el pilar. Los angulares están adheridos
al hormigón con una capa de mortero de cemento o epoxídico. El espacio entre las presillas
metálicas y el soporte se rellenó en todos los casos con mortero de cemento para asegurar el
total confinamiento del hormigón en las zonas de las presillas.
Una vez obtenida la lectura de las galgas extensométricas se obtiene la tensión soportada por
el acero según:
siendo,
A partir de los valores de la carga soportada por los angulares de acero, y como diferencia con
la carga proporcionada por el gato hidráulico, se obtiene el axil soportado por el hormigón del
refuerzo original. El valor de este axil estimado en el hormigón se compara con el deducido
de la deformación en el hormigón, medida con los LVDT.
4.2.1. Elementos reforzados con 5 presillas por cada cara del soporte.
En los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del mismo, éstas dividen al
espécimen en cuatro secciones diferentes según se aprecia en la siguiente figura.
81
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
A continuación las gráficas mostrarán la evolución en el reparto del axil, entre acero de
refuerzo y soporte de hormigón original en cada uno de los distintos especimenes. Se aprecia
que esta evolución varía a medida que se incrementa la carga hasta la rotura, y que depende
considerablemente de la proximidad de la sección a las cabezas del soporte. Se presentan los
resultados obtenidos en todos los especimenes reforzados ensayados. En la parte izquierda de
la página están las probetas x, y a la derecha las probetas y.
Los especimenes ensayados combinan las distintas variables de diseño. La tabla 19 muestra
como se combinan en cada tipo de pilar.
AD No Si Mortero de cemento
AC No No Mortero de cemento
BD Si Si Mortero de cemento
BC Si No Mortero de cemento
Tabla 19. Características de los especimenes con cinco presillas por cada lado del soporte.
82
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
El soporte ADx se rompió por la sección 1, es decir entre las presillas más cercanas a la
cabeza en la que se produce la aplicación de la carga con el gato hidráulico.
Los resultados obtenidos con el espécimen ADy no son significativos ya que no se pudo
aplicar la carga correspondiente a la rotura del tramo de pilar. Esto fue debido a que este
elemento fue el primero en ser ensayado y presentó un fallo que posteriormente sería
subsanado en el resto de especimenes.
Dicho defecto consistía en la rotura de la cabeza del soporte, que al estar fabricada con el
mismo hormigón que el tramo de pilar y no estar reforzada, fallaba al llegar al axil de rotura
del hormigón, sin llegar a agotar el tramo de pilar reforzado. Para subsanar este inconveniente
se procedió a forrar con chapa de acero las cabezas del resto de especimenes. Esta operación
no interfería la investigación, ya que el objeto del presente trabajo es estudiar el tramo de
soporte reforzado.
Figura 64. Rotura del espécimen ADy por una de las cabezas.
83
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 65. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes AD.
84
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte ADx
Figura 66. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADx
En las zonas próximas a las cabezas (secciones 1 y 4) el hormigón está soportando un axil
muy superior a su axil de rotura (en este caso 1576 kN). Esto es debido al confinamiento que
ejerce la jaula de acero sobre el hormigón. Este efecto se empieza a apreciar para cargas
correspondientes al 75% del axil máximo y a medida que este aumenta se acentúa.
Es de suponer por tanto, que las presillas 1, 2, 4 y 5 estarán fuertemente traccionadas y que el
hormigón en las secciones 1 y 4 ejercerá un fuerte empuje a los angulares situados en las
esquinas (esto se corrobora en el apartado 4.3)
El empuje del hormigón sobre los angulares les impone un fuerte momento, llevándolos hasta
la plastificación (ver fig. 63). Aparentemente esta plastificación del acero marca el límite del
confinamiento en el hormigón y, por tanto, el de su capacidad portante. Este mecanismo
parece ser el responsable de la rotura de soportes reforzados con cinco presillas sin capitel, en
las proximidades de las cabezas del mismo.
85
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax). Se ha considerado el valor del Nmax del espécimen ADx.
Soporte ADy
Figura 67. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADy.
El soporte ADy fue el primer espécimen en ser ensayado una vez reforzado. Como se ha
comentado anteriormente los datos recogidos durante el experimento no se han tenido en
cuenta en los análisis posteriores, por el defecto aparecido durante el ensayo. En el capitulo
anterior se explica que en la primera fase de ensayos todos los pilares de hormigón armado
con sus correspondientes cabezas fueron fabricados en el laboratorio para garantizar las
condiciones de baja resistencia necesarias para simular situaciones reales de necesidad de
refuerzo. Al proceder a la precarga de los especimenes, refuerzo y someterles al ensayo, se
pensó que sería suficiente con un fuerte armado de las cabezas del soporte para que esta
aguantara al menos las cargas que producen el agotamiento del elemento reforzado. Esto no
fue así produciéndose la rotura de las cabezas sin llegar a obtener resultados significativos en
cuanto al comportamiento del tramo de pilar. Para subsanar este inconveniente se procedió al
refuerzo con chapas metálicas de las cabezas del resto de especimenes de manera que este no
interviniera en el comportamiento
86
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
El hormigón empleado para fabricar los pilares de la segunda fase experimental tenían una
resistencia inferior al utilizado en la primera fase. Esta diferencia es la que provoca la rotura a
diferentes axiles, una vez reforzado, pero las pautas de comportamiento son similares a los
soportes AD ensayados en la primera fase.
Debido a la experiencia ganada en la primera fase de ensayos las cabezas de los especímenes
ADx y ADy de la segunda fase de ensayos fue realizada con hormigón de alta resistencia por
lo que no fue necesario reforzarla ni reprodujo la rotura de la misma.
87
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 70. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes AD.
88
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Figura 71. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADx
En las zonas próximas a las cabezas (secciones 1 y 4) el hormigón está soportando un axil
muy superior a su axil de rotura (en este caso 946 kN). Esto es debido al confinamiento que
ejerce la jaula de acero sobre el hormigón. Este efecto se empieza a apreciar para cargas
correspondientes al 75% del axil máximo y a medida que este aumenta se acentúa.
El comportamiento de los soportes reforzados con cinco presillas por cada lado del pilar y sin
capitel, ensayados en la segunda fase experimental, tienen un comportamiento análogo a los
ensayados en la primera fase.
89
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Figura 72. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ADy.
90
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte AC
Figura 73. Rotura del espécimen ACx en las secciones 4 y 1. Detalle del acero del angular estriado debido a las
altas tensiones soportadas.
La rotura del soporte ACy se produjo en la sección 1, es decir entre las dos presillas más
cercanas a la cabeza en que se proporciona la carga con el gato hidráulico. En este espécimen
se alcanzó la carga máxima en el límite de la carrera del gato hidráulico. En las fotografías
(fig. 74) se puede apreciar las grandes deformaciones que aparecieron en la jaula de acero en
la sección de rotura.
91
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte AC
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 75. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes AC.
92
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte ACx
Figura 76. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ACx
En el presente espécimen, ACx se repite el mismo mecanismo de rotura que en los soportes
AD. La diferencia más notable se debe al momento de inicio de transmisión de cargas del
hormigón a la jaula de acero, más tardía que en los soportes AD ya que la ejecución del
refuerzo se realiza con el pilar de hormigón cargado.
Una vez superado el 60% de la carga máxima, el hormigón está soportando axiles superiores a
su carga de rotura (1297 kN). Esto se atribuye una vez más al confinamiento a que está
sometido el pilar de hormigón.
Igual que en los soportes AD, el empuje del hormigón sobre los angulares les impone un
fuerte momento flector que los lleva a plastificar. Esto explica que en el momento de la rotura
los angulares de la sección 1 y 4 estén plastificados. Este mecanismo parece ser el responsable
de la rotura de soportes reforzados con cinco presillas sin capitel, en las proximidades de las
cabezas.
93
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte ACy
Figura 77. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte ACy
En la probeta ACy, al igual que en la anterior, es muy difícil determinar en qué momento se
produce la rotura del elemento reforzado, ya que si bien el soporte es capaz de seguir
soportando mas carga (en este caso concreto, se detuvo el ensayo por la finalización de la
carrera del gato hidráulico), el acero del refuerzo está en algunas secciones plastificado,
produciéndose grandes deformaciones. En los dos casos ACx y ACy se podría considerar
como carga última la correspondiente al 90% de la carga de la que se disponen datos.
94
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte BD
Figura 78. Espécimen BDx antes del ensayo y rotura por la sección 1.
Aparentemente, este hecho, que buscaba reducir el efecto del confinamiento sobre el
hormigón para separarlo mejor del de transmisión directa, ha producido un resultado no
deseado. En efecto, en las figuras 78 y 79 se observa cómo la rotura se produce por una
abolladura del angular cerca del capitel. El límite de carga en el acero viene dado por tanto
por este efecto local.
95
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte BD
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 80. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes BD.
96
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte BDx
Figura 81. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BDx
Como se puede apreciar en los gráficos anteriores la colocación de un capitel entre el acero
del refuerzo y la cabeza de hormigón, mejora notablemente el reparto de cargas entre los dos
elementos. El capitel facilita la entrada en carga del refuerzo de manera directa, en los
soportes sin capitel vistos hasta ahora, la transmisión de cargas entre acero y hormigón se
realizaba por transferencia de esfuerzos a través de las presillas.
Aunque en las secciones 1 y 4 el hormigón del pilar está sometido a cargas ligeramente
superiores a su axil último (1135 kN), el incremento de la carga última respecto del pilar sin
confinar es apenas significativo. Esto es debido a que la rotura se produce debido a un efecto
local de abolladura en el ala de los angulares. Esta rotura local limitó la carga absorbida por
los angulares y prácticamente eliminó su efecto de confinamiento sobre el hormigón.
97
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte BDy
Figura 82. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BDy
El espécimen BDy presenta el mismo comportamiento que su gemelo BDx, presentando una
pequeña asimetría entre los esfuerzos soportados en la sección 1 y 4 del elemento. Esta
asimetría puede estar provocada por un pequeño descentrado del elemento en el pórtico de
ensayo, pero no causa ningún perjuicio en el experimento, llegando a un axil máximo similar
al del soporte BDx.
En el tramo central del pilar, al igual que en todos los casos vistos hasta ahora, el hormigón y
el acero se deforman conjuntamente, como si se tratara de una sección mixta.
98
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte BC
99
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte BC
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 85. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes BC.
100
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte BCx
Figura 86. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BCx
Al igual que en los soportes BD, la colocación de un capitel entre el acero del refuerzo y la
cabeza de hormigón, mejora notablemente el reparto de cargas entre los dos elementos. En
este caso el efecto es menos acusado debido a que cuando el acero de refuerzo empieza a
recibir cargas el hormigón esta soportando un axil de aproximadamente 90 Tn.
101
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte BCy
Figura 87. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte BCy
102
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte MEAD
El soporte MEADy también rompió por las secciones 1 y 4, pero de un modo diferente al
espécimen anterior. Como se aprecia en la figura 89, en el momento de la rotura, los angulares
estaban en contacto con la cabeza del hormigón. Este contacto provocó que hubiera
transmisión directa de cargas desde la cabeza del soporte a la jaula de acero. Este hecho
explica la diferencia de reparto de cargas entre el refuerzo y el pilar original existente entre el
soporte MEADx y el MEADy.
103
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte MEAD
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 90. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes MEAD.
104
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte MEADx
Figura 91. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEADx
Se puede decir que el soporte MEADx se comporta de manera similar al ADx. Recordemos
que la diferencia entre los especimenes AD y MEAD es el tipo de adhesivo utilizado para
pegar los angulares de acero en las esquinas del soporte de hormigón.
Al igual que en los soportes AD, en las zonas próximas a las cabezas (secciones 1 y 4) el
hormigón está soportando un axil muy superior a su axil de rotura (en este caso 946 kN). Esto
es debido al confinamiento que ejerce la jaula de acero sobre el hormigón. Este efecto se
empieza a apreciar para cargas correspondientes al 60% del axil máximo y a medida que
aumenta se acentúa.
El empuje del hormigón sobre los angulares les impone un fuerte momento, llevándolos hasta
la plastificación como pasaba en los especimenes AD. Aparentemente esta plastificación del
acero marca el límite del confinamiento en el hormigón y, por tanto, el de su capacidad
portante. Este mecanismo parece ser el responsable de la rotura de soportes reforzados con
cinco presillas sin capitel, en las proximidades de las cabezas del mismo.
105
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte MEADy
Figura 92. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEADy
Debido a la deformación del hormigón, el angular entra en contacto con el capitel (como se
puede apreciar en la figura 89). Esto provoca la entrada en carga del angular por transmisión
directa de esfuerzos y no únicamente por transferencia de esfuerzos por rasante en la zona
ocupada por la presilla. Por ello en niveles de carga inferiores al 90% del axil máximo el
reparto de cargas entre acero y hormigón es mas uniforme.
Pero por esta misma razón se produce la flexión del angular especialmente en la sección 1.
Esta gran deformación del angular provoca las graficas correspondientes al reparto de cargas
en la sección 1 para el axil máximo, por el sistema utilizado para el cálculo de tensiones ( Axil
en angulares = ε ∗ E ∗ A )
106
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte MEBD
La rotura en el soporte MEBDx se produjo en las cabezas del mismo sin que se llegara a
agotar el tramo de pilar reforzado. Aunque este soporte pertenece a la segunda fase de
ensayos y el hormigón de las cabezas es de alta resistencia, no pudo soportar la concentración
de tensiones en la zona de apoyo del capitel (coincide con el recubrimiento de hormigón).
Esto se debe en parte al hecho de que en la segunda fase de ensayos, todos los especimenes
ensayados con capitel tenían una presilla debajo del capitel como se aprecia en la figura 93.
Esto provoca un mayor confinamiento en el tramo de soporte.
Figura 93. Rotura de las cabezas del soporte MEBDx, antes de llegar al axil último del tramo de pilar reforzado.
Tras proceder al forrado con chapa de acero de la cabeza del soporte MEBDy se efectúo la
rotura. En ella se observó una pauta de comportamiento distinta a los BD ya que la rotura de
los angulares no se produjo por abolladura local.
La rotura se produjo en la sección 1, tras plastificar los angulares por una combinación axil-
momento.
107
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte MEBD
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Figura 95. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes MEBD.
108
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte MEBDx
Figura 96. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEBDx
Al igual que en los soportes en que se ha utilizado mortero de cemento como adhesivo entre el
acero del refuerzo y el hormigón del pilar, la colocación de un capitel mejora la transmisión
de cargas entre el soporte original y el refuerzo.
En el caso del espécimen MEBDx no se llego al agotamiento del tramo de pilar, ya que se
produjo la rotura de las cabezas del soporte. Aún así se aprecia que en la sección 4 y por la
flexión del angular, se obtenían lecturas de galgas correspondientes a deformaciones plásticas.
El valor del axil último obtenido en este ensayo no se ha tenido en cuenta en los cálculos
posteriores de comportamiento del pilar reforzado.
109
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte MEBDy
Figura 97. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte MEBDy
Como se verifica una vez más la colocación de un capitel entre el acero del refuerzo y la
cabeza de hormigón, mejora notablemente el reparto de cargas entre los dos elementos. El
capitel facilita la entrada en carga del refuerzo de manera directa.
110
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
4.2.2. Elementos reforzados con 7 presillas por cada cara del soporte.
Una vez ensayados y analizados los soportes de cinco presillas por cada cara del soporte, y
comprobado que la rotura del elemento se produce siempre en las proximidades de las
cabezas, se tomó la decisión de rigidizar el refuerzo en la zona de rotura para así mejorar el
comportamiento en las cabezas, buscando alcanzar en ellas una capacidad próxima a la
máxima teórica que correspondería a su comportamiento como sección mixta. El refuerzo
consiste en colocar dos nuevas presillas en cada cara del soporte más estrecha que las
existentes (100 mm de anchura) entre las dos presillas más cercanas a las cabezas.
Con esta nueva disposición de siete presillas por cada cara del pilar, el soporte queda divido
en seis secciones diferentes según se aprecia en la siguiente figura.
Al igual que en los soportes reforzados con cinco presillas, a continuación las gráficas
mostrarán la evolución en el reparto del axil, entre acero de refuerzo y soporte de hormigón
original en cada uno de los distintos especimenes con la combinación de variables a estudiar.
Se aprecia que esta evolución varía a medida que se incrementa la carga hasta la rotura, y que
depende considerablemente de la proximidad de la sección a las cabezas del soporte.
111
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Los especimenes ensayados combinan las distintas variables de diseño. La tabla 20 muestra
como se combinan en cada tipo de pilar.
Tabla 20. Características de los especimenes con siete presillas por cada lado del soporte
112
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte PAD
La rotura del soporte PADy se produjo simultáneamente en las secciones 5-6 y 1-2. Al igual
que en el caso anterior es difícil de determinar exactamente el lugar de la rotura, aunque el
hormigón aparece más fisurado en la sección 6 y 1.
Figura 100. Rotura del soporte PADy por las secciones 1 y 6 simultáneamente.
113
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.
Soporte PAD
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Figura 101 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , en cada una de las secciones. Soportes PAD.
114
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Sección 4
Sección 5
Sección 6
Figura 101 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , en cada una de las secciones. Soportes PAD.
115
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.80Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PADx
lectura anómala
Figura 102. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , a lo largo del soporte PADx
Como se observa en las figuras anteriores, para cargas correspondientes al 80% de la carga
última, el hormigón de las secciones 1 y 6, ya ha superado su axil máximo (946 kN). La
rotura del elemento ocurre en las secciones 1-2.
El hormigón de las secciones 1-2 y 5-6 está fuertemente confinado hasta que en la presilla
adicionada de 100 mm de anchura, debido al empuje del hormigón, se llega a deformaciones
correspondientes a tensiones superiores a su límite elástico. En este momento se produce la
transferencia de esfuerzos entre el hormigón y el acero de los angulares, que incrementan
rápidamente la carga soportada hasta llegar también a plastificar.
Aparentemente, las altas deformaciones que alcanza el pilar cerca de la carga última provocan
anomalías de lectura en las galgas por lo que el gráfico correspondiente a N=Nmáx no resulta
representativo del reparto de axil.
116
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.80Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PADy
Figura 103. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón , a lo largo del soporte PADy
Este espécimen se comportó de manera más simétrica, que provocó que la evolución del
reparto de cargas en las secciones del soporte fuera más regular que en el caso anterior.
117
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte PAC
La rotura del soporte PACx se produjo, al igual que en los soportes PAD en las secciones 1-2
y 5-6 simultáneamente.
Figura 104. Rotura del soporte PACx por las secciones 1-2 y 5- 6 simultáneamente.
La rotura del soporte PACy se produjo en las secciones 5-6. La presilla que muestra más
deformación es la seis, y la sección en que se aprecia mayor fisuración del hormigón es la
cinco.
118
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.
Soporte PAC
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Figura 106 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PAC.
119
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Sección 4
Sección 5
Sección 6
Figura 106 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PAC.
120
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PACx
Figura 107. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PACx
El comportamiento de los soportes PAC es similar al de los anteriores PAD. Recordemos que
la única diferencia entre estos dos tipos de especimenes, es que en los PAC el refuerzo de
acero se realiza mientras el soporte de hormigón esta cargado aproximadamente a 900 kN.
Los soportes PAD son reforzados tras descargar a los soportes después de haberles sometido a
una precarga.
Esta descarga parece influir en la resistencia alcanzada. De hecho, el axil último alcanzado es
ligeramente inferior al de los soportes PAD.
En las secciones centrales 3-4 la deformación del hormigón y del acero es conjunta (apartado
4.4), en esta zona el elemento reforzado se comporta como una estructura mixta.
121
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PACy
Figura 108. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PACy
En la rotura del soporte PACy, el axil último alcanzado fue ligeramente inferior que en los
casos anteriores.
Esto fue debido a agotamiento de la carrera del gato hidráulico que no permitió seguir
aplicando cargas al soporte reforzado.
Este valor no se ha tenido en cuenta para el cálculo de la Eficiencia, Eficacia e incremento del
Axil debido al refuerzo.
122
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte PBD
Esto ocurrió con el espécimen PBDx. Antes de ensayar su gemelo PBDy se procedió al
forrado de la cabeza de igual manera que en la primera fase experimental y se siguió con los
ensayos.
La rotura del espécimen PBDy, ocurrió en el tramo central (secciones 3-4), tras la
plastificación de los angulares. De esta manera, colocando el capitel y presilla bajo el capitel,
se consiguió sincronizar la deformación del hormigón y del acero de la jaula, comportándose
el espécimen como una sección mixta.
123
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.
Soporte PBD
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Figura 111 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBD.
124
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Sección 4
Sección 5
Sección 6
Figura 111 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBD.
125
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PBDx
Figura 112. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBDx
El comportamiento presentado por los soportes con siete presillas con capitel, sería el
deseable en todos los soportes reforzados.
El capitel, al igual que en el caso de los soportes con cinco presillas, provoca que el acero del
refuerzo entre en carga en el mismo momento de empezar a aplicar la carga sobre el pilar.
En el caso del soporte PBDx hubo que finalizar el ensayo antes de la rotura del espécimen por
la rotura de la cabeza, por lo que no se tuvo en cuenta el resultado en los análisis posteriores.
126
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte PBDy
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.80Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Figura 113. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBDy
Al estar repartida la carga, el empuje del hormigón sobre las presillas cercanas a la cabeza es
menor. Esto provoca la deformación conjunta del espécimen en toda su longitud,
comportándose como una sección mixta y trasladando la rotura al tramo central del elemento.
En las secciones 3-4 las deformaciones de los angulares corresponden a tensiones de
plastificación.
127
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Soporte PBC
Se produjo la rotura del elemento PBCx por las cabezas del soporte, al no soportar el
hormigón las cargas aplicadas. Aún así se llego a valores muy altos de axil y el
comportamiento del elemento hasta el momento de la rotura fue similar al de los soportes
reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y con capitel.
128
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones del pilar.
Soporte PBC
Sección 1
Sección 2
Sección 3
Figura 116 (a). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBC.
129
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Sección 4
Sección 5
Sección 6
Figura 116 (b). Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, en cada una de las secciones. Soportes PBC.
130
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PBCx
Figura 117. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBCx
El ensayo correspondiente al espécimen PBCx finalizó antes del agotamiento del tramo de
pilar reforzado debido a la rotura de las cabezas situadas en los extremos del soporte.
Además los datos recogidos durante el ensayo presentan una anomalía en las lecturas de
galgas situadas en la sección 3 del elemento. Esto puede ser debido a una mala colocación del
trasductor en el angular. Por esta razón los gráficos correspondientes a reparto de axil entre el
acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte recogidos en esta página, se dibujaron
a partir de los datos recogidos por los captadores de desplazamiento situados en la sección 3
del soporte.
131
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Reparto de axil entre el acero del refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte (0.5 Nmax,
0.75Nmax, 0.90Nmax y Nmax).
Soporte PBCy
Figura 118. Reparto de axil entre el refuerzo y el hormigón, a lo largo del soporte PBCy
La forma de rotura del espécimen PBCy es similar a la presentada por los especimenes PBD.
La pequeña diferencia en el axil último soportado se debe a que cuando se realiza el refuerzo
del espécimen PBCy, el hormigón está cargado y presenta una cierta deformación.
En este caso la rotura se produce en la sección 3 del pilar, es decir en el tramo central tras el
agotamiento del hormigón e inmediatamente la plastificación de los angulares.
En todo el tramo del soporte reforzado se ha producido la deformación conjunta del acero y
hormigón sin que se haya presentado deslizamientos entre los dos materiales, y se puede decir
que el elemento rompe como si de una sección mixta se tratara.
132
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En los soportes de HA el hormigón está confinado debido al efecto que las armaduras
longitudinales y transversales ejercen sobre él. Al reforzar un soporte con algún elemento
exterior (en este caso perfiles y presillas metálicas) se está “sobreconfinando” al hormigón y
sin duda este factor hace que se incremente la resistencia a compresión que experimenta el
soporte reforzado. En el caso de refuerzos continuos con chapas metálicas o encamisados de
FRP, este efecto de confinamiento es continuo, pero en la investigación llevada a cabo, el
confinamiento se podría considerar discontinuo, siendo máximo en las zonas dónde se sitúan
las presillas.
Por ello, para conocer en que sección es mayor este efecto se puede estudiar el
comportamiento de las presillas, que estarán tanto más traccionadas cuanto mayor sea el
esfuerzo de confinamiento sobre el hormigón.
En las gráficas que aparecen a continuación, se presentan los resultados obtenidos en los
especimenes reforzados con cinco y siete presillas por cada cara del soporte. En cada gráfica
se incluyen los datos derivados de la rotura de dos probetas. El trazo continuo corresponde a
la probeta x, y el trazo discontinuo a la probeta y. El alargamiento soportado por cada presilla
se representa en el eje de abscisas en mm. En el eje de ordenadas aparecen valores de N/Nmax,
al ser valores relativos este eje se repite en la exposición de todos los resultados.
133
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
4.3.1 Probetas con cinco presillas por cada cara del soporte.
Esta variable (colocación de un capitel o no) es la más importante frente al estado del soporte
en el momento de la realización del refuerzo (cargado o descargado), que apenas muestra
diferencias para el nivel de precarga ensayado. Aún así en los soportes reforzados mientras
estaban cargados, las deformaciones recogidas por las presillas son ligeramente superiores.
En todos los casos, las presillas más traccionadas han sido la 1 y la 5, es decir, las que están
situadas justo al lado de las cabezas. La presilla 3 muestra deformaciones, y por tanto
tensiones, despreciables. Además las secciones colindantes a esta presilla son aquellas en las
que el reparto de axil entre acero y hormigón es más equitativo, tal y como se ha visto en el
apartado 4.2, y en dónde va a aparecer un menor deslizamiento entre el hormigón y el acero
del refuerzo (apartado 4.4).
En los soportes reforzados sin capitel, las presillas de los soportes tipo C (refuerzo realizado
con el soporte cargado) estas presillas se muestran más traccionadas que en los tipos D.
En todas las gráficas se ha representado una línea vertical amarilla que corresponde al
alargamiento para el que la presilla plastifica. Todos los soportes reforzados sin capitel al
alcanzado este valor.
134
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En los soportes reforzados con capitel las presillas más traccionadas siguen siendo la 1 y 5
pero a niveles de tensión inferiores que en el caso de soportes sin capitel. Esto es debido a un
mejor reparto de cargas entre el acero del refuerzo y el hormigón a consecuencia de la
colocación del capitel entre el acero del refuerzo y la cabeza del soporte a reforzar para este
fin. Esto es debido a la transmisión de cargas del hormigón al acero es directa, y no
únicamente por transferencia de cargas por rasante.
135
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En los soportes en que los angulares del refuerzo se han adherido con mortero epoxídico (fig.
126 y 127) el comportamiento es análogo a los especimenes en que se utilizó mortero de
cemento (AD y BD). Las mayores tensiones se recogen en las presillas 1 y 5 (a partir de las
medidas de las deformaciones) y estas son notablemente superiores en el caso de soportes sin
capitel.
Se recuerda que en este tipo de refuerzos el espacio existente entre las presillas y el pilar de
hormigón se rellenó con mortero de cemento igualmente, ya que su cometido era asegurar el
confinamiento del hormigón en estas zonas del espécimen.
136
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
4.3.2 Probetas con siete presillas por cada cara del soporte.
En las siguientes figuras se presentan los resultados obtenidos en los pilares en que se ha
añadido dos presillas adicionales de menor anchura en cada una de las caras del soporte,
resultando un total de siete presillas. En ellos se observa que en los soportes reforzados sin
capitel, las deformaciones (alargamiento) en presillas son mucho mayores a las presentadas en
los soportes reforzados con capitel.
137
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Esta variable (colocación de un capitel o no) es la más importante frente al estado del soporte
en el momento de la realización del refuerzo (cargado o descargado), que apenas muestra
diferencias. Aún así en los soportes reforzados mientras estaban cargados, las deformaciones
recogidas por las presillas son mayores.
En todos los casos, las presillas más deformadas han sido las situadas en los extremos del
tramo de pilar (1-2 y 6-7), llegando a valores de alargamiento que provocan su plastificación
(275 N/mm2) en todos los soportes sin capitel. En el caso de los soportes reforzados con siete
presillas y con capitel este valor nunca se alcanza. El alargamiento que corresponde a la
tensión de plastificación se ha representado en cada gráfica con una línea vertical amarilla.
En los soportes reforzados con siete presillas sin capitel, existe una pequeña diferencia en las
deformaciones soportadas por las presillas en función del momento en que se realiza el
refuerzo, siendo ligeramente superior cuando la operación se realiza con el pilar descargado,
al contrario que en los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte.
138
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En los soportes con siete presillas y capitel las presillas apenas sufren deformaciones.
En las figuras 130 y 131 se aprecia que en los especimenes PBD y PBC, las presillas más
deformadas, sufren un alargamiento inferior a 1 mm. Este valor es muy inferior al presentado
por los soportes reforzados sin capitel.
139
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En el presente apartado se van a presentar los distintos resultados obtenidos en cada uno de
los soportes ensayados, del deslizamiento entre el acero del refuerzo y el pilar de hormigón
original.
Todos estos resultados se han obtenido a partir de las mediciones realizadas con captadores de
desplazamiento situados entre el acero del refuerzo y el hormigón en distintas secciones del
soporte. Al no tener refuerzo, no aparecen datos de las probetas testigo.
A continuación se muestran los resultados del deslizamiento en los soportes reforzados con 5
presillas en cada lado del pilar. El adhesivo utilizado para pegar los angulares al soporte de
hormigón fue mortero de cemento o resina epóxidica. Estas cinco presillas dividían al soporte
en 4 secciones como se ve en la figura 133.
140
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En todos los soportes reforzados con 7 presillas por cada cara, se utilizó mortero de cemento
como adhesivo. A efectos de nombrar las secciones, se mantiene la nomenclatura anterior tal
y como se aprecia en la figura 133, ya que por razones de espacio, no se pudo colocar más
captadores de desplazamiento en las proximidades de las cabezas que se habían rigidizado al
colocar una nueva presilla.
En las gráficas que aparecen a continuación aparecen con trazo continuo los datos referidos a
los especimenes x, y con trazo discontinuo los especimenes y.
4.4.1 Soportes reforzados con 5 presillas por cada cara del soporte
• Probetas AD
En este tipo de probetas empresilladas sin capitel, el refuerzo se ha realizado tras descargar el
soporte de hormigón y el adhesivo utilizado para pegar los angulares es mortero de cemento.
En la figura 134 se muestran los resultados del espécimen ADx de la primera fase
experimental. Los resultados del espécimen ADy no se presentan por la forma anómala de
rotura.
Figura 134. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AD de la primera fase.
141
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
La figura 135 muestra los resultados obtenidos al ensayar los especimenes AD de la segunda
fase experimental. La lectura del LVDT situado en la sección 1 del espécimen ADx fue
defectuosa y por ello no aparece en la gráfica.
Figura 135. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AD de la segunda fase.
• Probetas AC1
Figura 136. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes AC.
1
No se dispone de datos del espécimen ACy
142
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
• Probetas BD
Figura 137. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes BD.
• Probetas BC
Figura 138. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes BC.
143
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
• Probetas MEAD2
Figura 139. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes MEAD.
• Probetas MEBD
Figura 140. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes MEBD.
2
No se disponen de datos referidos al espécimen MEADy
144
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
A la vista de los resultados obtenidos se puede observar que en todos los casos las zonas del
soporte donde es mayor el deslizamiento entre el acero del refuerzo y el hormigón del pilar
original son en los extremos (Secciones 1 y 4), mientras en que la zona central apenas desliza.
Este efecto es más acusado en los soportes que no poseen capitel, dónde también es más
notable el efecto de descargar la estructura previamente a la ejecución del refuerzo. En los
soportes con capitel el hecho de descargar la estructura apenas aporta diferencias en el
deslizamiento.
4.4.2 Soportes reforzados con 7 presillas por cada cara del soporte
Se han ensayado ocho probetas con siete presillas por cada cara del soporte. Las variables que
se han estudiado, además del efecto de incrementar el número de presillas ha sido la
utilización o no de un capitel (tipo A sin capitel, tipo B con capitel) y el resultado de
descargar el soporte tras la precarga para la realización del refuerzo o ejecutar este con el
soporte cargado. (D, descarga; C refuerzo realizado manteniendo la carga)
En todos los soportes reforzados con 7 presillas por cada cara, se utilizó mortero de cemento
como adhesivo. A efectos de nombrar las secciones, se mantiene la nomenclatura anterior, ya
que por razones de espacio no se pudo colocar más captadores de desplazamiento en las
proximidades de las cabezas que se habían rigidizado al colocar una nueva presilla.
En los soportes realizados con siete presillas por cada lado del soporte se puede observar una
menor influencia en el hecho de descargar o mantener cargada la estructura cuando se realiza
el refuerzo sin capitel. Pero los resultados más significativos se obtienen en los pilares
reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y capitel, en donde las secciones con
mayor deslizamiento entre el acero del refuerzo y el hormigón son las centrales. Además este
deslizamiento se produce en el momento en que alcanza la carga máxima.
• Probetas PAD
145
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
posee ningún tipo de capitel. El refuerzo se ha realizado colocando siete presillas en cada
lado del soporte.
Figura 142. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PAD.
• Probetas PAC3
Figura 143. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PAC.
3
No se dispone de datos del espécimen PACx
146
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
• Probetas PBD
Figura 144. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PBD.
• Probetas PBC
Figura 145. Deslizamiento entre acero y hormigón en las secciones de soportes PBC.
147
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Conclusiones respecto a pilares reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte.
Del estudio de los resultados de los ensayos se pueden avanzar algunas conclusiones relativas
al comportamiento de los pilares reforzados con 5 presillas:
− En los tramos próximos a las cabezas se produce la transmisión de cargas del pilar
original al acero del refuerzo por rasante. De hecho, en las cabezas prácticamente
se descargan los angulares y se produce un fuerte deslizamiento entre hormigón y
acero. El principal efecto del refuerzo es, en este tipo de soporte y en esta zona del
pilar, el confinamiento del pilar de hormigón. En efecto, en estas zonas se aprecia
una fuerte tracción en las presillas y una flexión en los angulares.
• Soportes tipo B (con capitel): Pese a que en ellos la transmisión de carga por rasante tiene
una influencia prácticamente despreciable, siguen observándose diferentes pautas de
comportamiento entre los tramos próximos a la cabeza y los tramos centrales.
148
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
• En todos los casos ensayados aumenta notablemente la carga última del soporte,
aumentando también el acortamiento en rotura y la rigidez general del soporte.
Conclusiones respecto a pilares reforzados con siete presillas por cada cara del soporte.
A la vista de las gráficas y tras haber estudiado las curvas carga-acortamiento de cada uno de
los especimenes, ya se puede deducir algunas pautas de comportamiento de los soportes
reforzados con siete presillas por cada cara del soporte:
• Soportes tipo A: En estos soportes se sigue produciendo la rotura del pilar en las cabezas
aunque en este caso para niveles de axil superiores a los de soportes con cinco presillas.
La causa es el notable incremento de confinamiento que introduce la nueva presilla. De
hecho, su plastificación por tracción es el mecanismo que inicia la rotura del pilar. Por lo
demás, las pautas de comportamiento son muy similares a las de los soportes de 5
presillas.
• Soportes tipo B: El acero del refuerzo se carga en las secciones próximas a las cabezas.
Este hecho provoca la deformación conjunta del acero y el hormigón sin que aparezcan
deslizamientos entre los dos elementos en ninguna de las secciones del soporte (apartado
4.4 del presente capitulo). Por ello la rotura del espécimen reforzado tiene lugar en el
tramo central del soporte y se puede decir que estos elementos se comportan como una
estructura mixta.
149
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Las siguientes tablas (21 y 22) resumen los distintos valores obtenidos durante la fase
experimental para los elementos reforzados. A partir de los resultados logrados y
comparándolos con los teóricos se establecen valores de Eficiencia, incremento de axil debido
al refuerzo y la Eficacia del mismo.
La columna “resistencia del hormigón” (a), presenta los valores obtenidos al romper a 28 días
2 probetas cilíndricas de 15x30 cm. del hormigón utilizado para fabricar los soportes
originales.
A continuación se muestra el máximo axil teórico (b) que es capaz de soportar el conjunto
formado por los cuatro angulares L.80.8, obtenido según:
Los valores del máximo axil teórico del soporte original de hormigón armado (c) obtenido a
partir de la geometría, de la resistencia del hormigón y la armadura. Se han calculado sin
introducir ningún coeficiente de seguridad (sin tener en cuenta el efecto de confinamiento
introducido por las presillas), según la siguiente fórmula;
Nst (d), será la máxima resistencia teórica a compresión que tendrá el elemento reforzado,
suponiendo que tanto el acero del refuerzo como el hormigón trabajarán hasta su axil de
agotamiento. Esto es;
N st = N co + N ut [4.3]
El siguiente valor es el axil de agotamiento del elemento reforzado medido en laboratorio (e),
y se representa como Nexp.
150
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
La Eficiencia se define como el cociente entre el máximo axil soportado por el elemento
reforzado en ensayos de laboratorio y el máximo axil teórico obtenido al sumar el máximo
axil que soporte el pilar de hormigón armado y el máximo axil que puede soportar el acero del
refuerzo.
N exp
Eficiencia = ⋅100 [4.4]
N st
∆N = N exp − N co [4.5]
∆N
Eficacia = ⋅ 100 [4.6]
N ut
Se puede afirmar a la vista de los resultados que todos los elementos ensayados han
presentado una mejora considerable de la resistencia a compresión, así como un incremento
de la ductilidad. La rotura de los pilares reforzados ha ocurrido en los extremos del soporte
prácticamente simultáneamente en el caso de los elementos con 5 presillas. En los soportes
con 7 presillas por cada cara del soporte se ha desplazado hacia el centro la zona de rotura,
mejorando significativamente la resistencia del elemento.
En los resultados mostrados en las tablas 21 y 22 se aprecia que los soportes reforzados
incrementan considerablemente su resistencia a compresión.
En los soportes reforzados con 5 presillas por cada cara del pilar, se obtienen valores muy
interesantes de la eficiencia del refuerzo, entre el 77 y el 90%, sin que existan diferencias
notables entre las variables analizadas en el presente trabajo de investigación. Si observamos
los especimenes en que se ha utilizado mortero de cemento como adhesivo entre los angulares
y el pilar de hormigón se podría deducir que en los soportes sin capitel la eficiencia es mayor
151
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
(89 y 84% frente a 82 y 77% respectivamente). Sin embargo, es importante resaltar que en
los pilares tipo B, la rotura de los angulares (que es la que condiciona la rotura del pilar) se
produce por un efecto local de abolladura, por no colocar una presilla bajo el capitel, lo que
distorsiona la información. En aquellos pilares en los que sí se colocó presilla bajo el capitel
(MEBD), el comportamiento general del pilar mejoró notablemente alcanzando una eficiencia
del 90%.
El incremento de axil debido al refuerzo está influenciado por la resistencia del hormigón del
soporte original. En el caso estudiado varía entre 714 y 1034 kN. Se puede apreciar que este
incremento es porcentualmente mayor a menor resistencia del hormigón. Únicamente llega a
superar al axil que es capaz de soportar el pilar de hormigón original en el caso de probetas
tipo MEBD.
Sin embargo si nos fijamos en la eficacia del refuerzo, esta será mayor cuanto más incremento
de axil debido al refuerzo presente la probeta. Esto es así por que en todos los ensayos se ha
utilizado el mismo tipo de angular para configurar el empresillado que actúa como refuerzo.
En todos los casos se obtienen valores de eficacia del refuerzo superior al 50%.
152
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Refuerzo realizado tras descargar al pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo
AD (1) 2 A 15.5 1353 1576 2929 2600 89 1024 76
AD (2) 2 A 8.3 1353 946 2299 1806 79 860 64
*
BD 2 B 10.6 1353 1135 2488 2045 82 910 67
Refuerzo realizado manteniendo la carga en el pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo
Refuerzo realizado tras descargar al pilar de hormigón armado y utilizando mortero epoxídico como adhesivo
153
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
4.6.2 Soportes con siete presillas por cada cara del soporte.
Refuerzo realizado tras descargar al pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo
Refuerzo realizado manteniendo la carga en el pilar de hormigón armado y utilizando mortero de cemento como adhesivo
a
Obtenida de probeta cilíndrica de 15x30 cm.
b
Resistencia a compresión teórica del acero de los angulares, Nut= As2 fy.
c
Resistencia a compresión teórica del pilar de hormigón, sin coeficientes de reducción, Nco= b h f + As1 fy.
d
Resistencia a compresión teórica del soporte reforzado según, Nst = Nco + Nut.
e
Máxima resistencia a compresión del soporte reforzado obtenido en los ensayos, Nexp
f
Eficiencia del refuerzo, Nexp/Nst
g
Incremento de axil debido al refuerzo, ∆N=Nexp-Nco
h
Eficacia del refuerzo, E=∆N/Nut
154
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
En los resultados mostrados en la tabla 22 se aprecia que los soportes reforzados con
siete presillas por cada cara del soporte incrementan espectacularmente su resistencia a
compresión.
Se puede decir que la Eficiencia del refuerzo alcanza el 100% en prácticamente todos
los ensayos.
El incremento de axil debido al refuerzo, es en todos los casos superior al axil que
puede soportar el pilar sin reforzar.
Los valores de Eficacia del refuerzo superan el 100%, por lo que se puede concluir que
la adición de pequeñas presillas en los extremos del soporte con la finalidad de rigidizar
esta parte del elemento reforzado es muy conveniente.
Para poder aplicar la formulación de Cirtek, ha sido necesario suponer una separación
de presillas de 225 mm, que es la máxima permitida por este autor (en realidad, la
separación entre ejes de presillas de los elementos ensayados fue de 575 mm.). Aún así
se puede observar que el incremento de axil conseguido en laboratorio es del orden del
doble que el previsto por esta formulación a pesar de la gran separación de las presillas,
por lo que se puede afirmar que, según los ensayos realizados, es excesivamente
conservadora. Este hecho unido a la dificultad de elaborar en obra refuerzos con tanta
cantidad de soldadura además del incremento de precio que esto supone, indica que la
155
CAPITULO 4. Resultado de los ensayos experimentales
Por otra parte Fernández Canovas aplica criterios muy conservadores y Regalado
Tesoro es el autor que más se aproxima a los resultados experimentales. Además este
último autor utiliza la formulación más sencilla, ya que se trata de evaluar cuanto
incremento de axil son capaces de soportar los angulares metálicos que conforman el
refuerzo, y posteriormente supone que tanto ellos como el pilar original trabajan a un
60% de su capacidad.
156
CAPITULO 5
ANÁLISIS DE RESULTADOS
5 Análisis de resultados.
5.1 Introducción.
Tras la presentación de los resultados obtenidos en la fase experimental del presente trabajo
de investigación, y tras haber esbozado algunas pautas de conducta al comentar los distintos
gráficos elaborados, es el momento de interpretar el comportamiento del pilar reforzado
identificando los mecanismos de transmisión de cargas entre el pilar de hormigón original y el
acero del refuerzo.
Además de contar con los resultados experimentales, se han utilizado los datos obtenidos a
partir del modelo numérico desarrollado por José Miguel Adam, en el Instituto de Ciencia y
Tecnología del Hormigón (Adám et al. 2006), con el fin de visualizar las semejanzas o
desviaciones del modelo teórico de los datos obtenidos experimentalmente. Aún así el
presente estudio se centra principalmente en la interpretación de los ensayos experimentales y
no en el desarrollo de un modelo teórico de comportamiento, pero es muy interesante
comparar los resultados para verificar pautas de comportamiento que permita formulaciones
sencillas para diseñar este tipo de actuación.
157
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
L80.8, sin disponer las presillas metálicas en la zona en la cual se coloca éste último. En la
figura 146 puede verse con más detalle la solución adoptada para resolver la zona de los
extremos del refuerzo metálico.
A la vista de todos los resultados presentados en el capitulo anterior se puede afirmar que el
modo de trabajo del soporte reforzado con angulares y presillas metálicas depende de:
Además, según los resultados obtenidos, se ha verificado que tal y como apuntan otros autores
que han estudiado el tema (del Río 1991, Fernández Canovas, 1984) los mecanismos de
transferencia de cargas que actúan al reforzar un soporte de hormigón armado reforzado
son:
158
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
En los soportes sin capitel el único mecanismo que actuará será la transmisión de cargas a
través de la interfaz Hormigón-Acero, mientras que en los soportes con capitel, habrá una
superposición de efectos.
Este hecho se ha verificado experimentalmente, ya que para estados de carga del soporte
reforzado próximos al 80% del axil de rotura, el pilar de hormigón original está soportando
tensiones superiores a su tensión de rotura cuando está sometido a compresión simple. Esto se
debe sin duda, a la limitación de deformación transversal impuesta por los angulares y
presillas metálicas que provoca el estado triaxial y aumenta la resistencia a compresión del
hormigón.
En las siguientes gráficas (fig. 147 a fig. 154) se pueden ver (para algunas de las probetas
ensayadas) los valores de axil total (marcados en rojo) para los que el hormigón está
soportando tensiones superiores a la resistencia teórica del pilar de hormigón . Este fenómeno
ocurre siempre en los extremos del soporte y para todos los especimenes ensayados. Se puede
observar como el incremento de resistencia es muy notable para pilares tipo A (sin capitel) y
tienen menor importancia relativa en pilares tipo B (con capitel).
Se muestra el comportamiento de los especimenes en las secciones que limitan con las
cabezas de hormigón que es dónde se produce este fenómeno.
159
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Fig. 147. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen ADx.
Fig. 148. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen ACy.
Fig. 149. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen BDx.
Fig. 150. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen BCx.
160
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Este fenómeno se acentúa en el caso de realizar el refuerzo con siete presillas por cada cara
del soporte, ya que los nuevos elementos se han dispuesto entre las dos presillas más cercanas
a las cabezas, con lo que se consigue un confinamiento aún mayor en esta zona del soporte.
Cómo se aprecia en las siguientes figuras la tensión que llega a soportar el hormigón del
soporte original es más del doble que el axil de agotamiento de un pilar de hormigón sometido
a compresión simple con sus características de resistencia y sección, 946 kN.
Fig. 151. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PADx.
Fig. 152. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PACx.
Fig. 153. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PBDx.
161
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Fig. 154. Reparto de axil entre hormigón y acero en las secciones próximas a las cabezas del espécimen PBCy.
En los soportes reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y con capitel, el
hormigón vuelve a soportar tensiones superiores a su tensión de rotura debido al efecto del
confinamiento. La diferencia con respecto a los soportes de siete presillas sin capitel, es que el
acero entra en carga por transmisión directa de esfuerzos a través del capitel, así que se
mejora el reparto de cargas entre el hormigón y el acero.
Una vez elaborado el modelo numérico y tras su calibración se observó que este efecto de
sobreconfinamiento del hormigón en los extremos del tramo de soporte por el efecto del
confinamiento impuesto por las presillas también se presentaba (Adam et al., 2005) tal y
como se aprecia en las siguientes figuras. Se ha representado únicamente la octava parte del
tramo de pilar que es la modelizada numéricamente y los gráficos corresponden al estado de
plastificación del hormigón en el momento de la rotura de pilares reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y sin capitel (Probeta A) y a pilares reforzados con cinco
presillas por cada cara del soporte y con capitel (Probeta B).
El efecto del confinamiento se detecta también a partir de las tensiones de tracción de las
presillas originadas por la expansión transversal del hormigón. Este efecto se ha detectado a
partir de los resultados de los ensayos experimentales al comparar las tensiones soportadas
por cada una de las presillas que conforman el refuerzo, y también teóricamente a partir del
modelo numérico.
162
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
La deformación, por tanto el alargamiento soportado por las presillas correspondientes a los
soportes reforzados con cinco presillas y capitel, son menores en todos los casos. Esto es
debido a que el capitel mejora la transmisión de cargas al acero de los angulares. Los
especimenes ensayados con capitel fueron los BD y BC.
Fig. 156. Alargamiento en presillas en los soportes reforzados utilizando 5 presillas por
cada cara del soporte. Resultados experimentales.
Estos mismos resultados pero expresados como tensiones en presillas, se han obtenido en el
modelo teórico desarrollado tal y como se aprecia en la figura 157 que muestra que las
tensiones de tracción son mayores en las presillas de los extremos, sobre todo en los últimos
niveles de carga, y se van reduciendo a medida que nos acercamos a las presillas centrales (se
recuerda que únicamente se representa un octavo de la probeta).
En los especimenes reforzados en los que se colocó capitel para mejorar la transmisión de
cargas de la cabeza al tramo del soporte, pero se eliminó la presilla bajo el capitel, aparece un
efecto local de abolladura que provocará la plastificación del angular de la sección más
163
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Fig 157. Deformada y estado de plastificación del acero del refuerzo en soportes con cinco presillas según la
tensión de Von Mises (MPa). Resultados obtenidos a partir del modelo numérico de Adam et al. (2005).
Fig. 158. Alargamiento en presillas en los soportes reforzados utilizando 7 presillas por cada cara del soporte.
Resultados experimentales.
164
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
En el caso de soportes reforzados con siete presillas por cada cara del pilar la diferencia en
cuanto a deformación en presillas de los especimenes con y sin capitel es mayor que en caso
de soportes reforzados con cinco presillas.
Esto es debido a que los elementos reforzados con la disposición de 7 presillas por cada cara
del soporte y con capitel, se comportan como si de una estructura mixta se tratara,
deformándose conjuntamente y con un adecuado reparto de cargas entre el hormigón y el
acero del refuerzo. Esto provoca que la deformación transversal del hormigón en los extremos
del pilar sea menor, y por lo tanto las presillas que confinan al hormigón en esta zona estén
menos traccionadas. Se recuerda que estos especimenes rompieron por la sección central del
elemento ensayado.
En el modelo numérico desarrollado por Adam et al. (2005), los soportes reforzados con siete
presillas por cada cara del soporte, alcanzaron valores de axil último superiores a los
obtenidos experimentalmente. La figura 159 muestra el estado tensional de la jaula de acero
para valores de carga a compresión de 2500 kN. En ella se observa estados tensionales
diferentes en cada uno de los casos.
Fig 159. Deformada y estado de plastificación del acero del refuerzo en soportes con siete presillas sin capitel y
con capitel según la tensión de Von Mises (MPa), para axiles totales de 2500 kN. Resultados obtenidos a partir
del modelo numérico de Adam et al. (2005).
Tal y como se aprecia en la figura 158 y 159, las presillas de menor dimensión en los soportes
que se han reforzado con 7 de estos elementos llegan a soportar tensiones superiores a su
límite elástico. Esto quiere decir que el material plastifica y como se vera más adelante, esto
provocará uno de los mecanismos de rotura observado durante los ensayos y al analizar los
resultados.
Por otra parte en los soportes de 7 presillas con capitel, los elementos sometidos a mayores
tensiones no son las presillas, sino los angulares.
165
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
• Aumento de la resistencia del conjunto por la contribución del acero del refuerzo.
Resulta evidente, que al adherir a un soporte de hormigón armado que necesita ser reforzado,
un elemento estructural de gran resistencia, el conjunto aumentará el axil máximo que es
capaz de soportar el elemento de hormigón aisladamente.
Esta es la premisa básica con que se abordan los refuerzos de elementos estructurales
sometidos a compresión, especialmente aquellos realizados con recrecidos de hormigón o con
perfiles de acero.
Durante la realización de los ensayos se ha comprobado que los angulares situados en las
esquinas de los pilares a reforzar están soportando cargas, su cuantía depende de cómo se
haya realizado la transferencia de cargas del elemento original al refuerzo.
La recolección de estos datos ha dado lugar a los gráficos; “Reparto de axil entre el refuerzo y
el hormigón en cada una de las secciones del pilar” y “Reparto de axil entre el acero del
refuerzo y el hormigón a lo largo del soporte para distintos niveles de carga” mostrados para
todos los especimenes en el capitulo anterior. A continuación se muestra el reparto de axil
entre el acero y el hormigón para cada uno de los tipos de refuerzo ensayados al estar
sometidos al 90 % de su axil máximo.
Las secciones en que se divide los soportes reforzados con cinco presillas, queda reflejado en
la figura 160.
Una de las diferencias que se observa al analizar las gráficas es que en todos los casos en los
soportes en que se ejecutó el refuerzo tras la descarga del pilar de hormigón (especimenes D)
los angulares metálicos soportan mayores axiles.
166
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Esto también se observa en los soportes reforzados situando un capitel para mejorar la
transmisión de cargas entre el soporte de hormigón y el refuerzo metálico. El capitel cumple
su cometido y en estos elementos (especimenes B) los angulares metálicos soportan mayores
axiles.
Fig 161. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con cinco presillas y sin
capitel al 90% de su axil máximo.
Fig 162. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con cinco presillas y con
capitel al 90% de su axil máximo.
A partir de las lecturas registradas por las galgas extensométricas situadas en los angulares de
las distintas secciones que las presillas dividen al refuerzo, se puede conocer la tensión a que
está sometido cada sección de angular.
En las siguientes figuras aparece en trazo continuo los resultados obtenidos para los
especimenes x, y con trazo discontinuo los resultados obtenidos en los especimenes y.
167
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Observando la figura 163 se ratifica una vez más que en los especimenes descargados
previamente a la ejecución del refuerzo (AD), los angulares metálicos soportan mayor carga
que los empresillados sin proceder a la descarga del soporte de hormigón original (AC).
En los soportes reforzados con cinco presillas sin capitel, los angulares situados en las
secciones 2 y 3 están sometidos a una mayor tensión
Fig 163. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 5 presillas y sin capitel.
También se deduce que los resultados recogidos por las galgas extensométricas situadas en los
angulares metálicos de la sección 4 del espécimen ADy, y secciones 1 y 4 del soporte ACx
son anómalos. Esto puede ser producido por el doblado del angular en estas secciones debido
al empuje del hormigón.
Fig 164. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 5 presillas y con capitel.
En el caso de soportes reforzados con cinco presillas y capitel (fig. 164) la tensión soportada
por los angulares es muy similar en el caso de ejecución del refuerzo tras la descarga del
soporte (BD). Esto es debido a la entrada en carga de los angulares metálicos en el momento
de cargar al elemento reforzado a causa del capitel.
En el caso de realizar el refuerzo sin descargar el soporte de hormigón (BC), los angulares
más comprimidos son los situados en las secciones 1 y 4 alcanzando incluso deformaciones
por encima de la de plastificación.
168
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
En el caso de soportes reforzados con siete presillas por cada cara del pilar, el aumento de la
resistencia del conjunto por la contribución del acero del refuerzo es similar a los refuerzos
con cinco presillas. La diferencia estriba en que la diferente configuración de las presillas
implica que la entrada en carga del refuerzo se realiza de diferente manera.
Las secciones en que se divide los soportes reforzados con siete presillas, queda reflejado en
la figura 165.
Fig 166. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con siete
presillas y sin capitel al 90% de su axil máximo.
Fig 167. Reparto de axil entre hormigón y acero del refuerzo en soportes reforzados con siete
presillas y con capitel al 90% de su axil máximo.
169
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Como se aprecia en las figuras 166 y 167, en los soportes con capitel, el reparto de cargas
entre acero y hormigón es más equitativo que en soportes sin capitel.
También existe una pequeña diferencia dependiendo del estado del pilar de hormigón en el
momento de ejecutar el refuerzo (descargado D, o cargado C). Tal y como se aprecia en las
figuras 166, 167, 168 y 169, la entrada en carga de los angulares se realiza para axiles
inferiores en el caso de realizar el esfuerzo tras descargar el soporte original.
En estos casos (soportes PAD y PBD), para axiles correspondientes al 80% de la carga
máxima, en las secciones centrales del refuerzo (sección 3 y 4) muestran tensiones
correspondientes al límite elástico. Esto también se produce en las secciones 2 y 5, para
valores de axil superiores al 80% de la carga máxima.
Fig 168. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 7 presillas y sin capitel.
Fig 169. Tensión en angulares en las distintas secciones en que las presillas dividen al
refuerzo. Soportes reforzados con 7 presillas y con capitel.
170
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Este mecanismo de transferencia de cargas es el único que actúa en los soportes reforzados a
los que no se ha colocado ningún elemento de unión entre el soporte y la cabeza del mismo
(soportes tipo A)
Para descubrir el nivel de transferencia de cargas entre el hormigón y el acero del refuerzo es
necesario conocer como se produce la deformación del conjunto para saber en cada sección
del elemento como se está comportando.
Para obtener este dato han sido de gran utilidad las gráficas que muestran el deslizamiento
relativo entre el hormigón y el acero en cada una de las secciones en que se divide el soporte,
y que en todos los casos muestran un mayor deslizamiento en las secciones contiguas a las
cabezas. En la siguiente figura se muestra a la izquierda el deslizamiento entre el hormigón y
el acero en las secciones 1 y 4 (1 trazo continuo, 4 discontinuo) para los especimenes
ensayados con cinco presillas sin capitel, y a la derecha en las secciones 2 y 3, siendo
claramente en todos los casos mayor en las secciones 1 y 4.
Este mismo comportamiento se repite en los soportes reforzados con siete presillas por cada
cara del soporte y sin capitel.
171
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
En el modelo teórico desarrollado por Adam (Adam et al. 2006), también se aprecia este
fenómeno al llegar a axiles próximos al último. En la siguiente figura se aprecia a la izquierda
el deslizamiento entre el hormigón y el acero en la zona de la presilla cercana al extremo del
soporte, en refuerzos constituidos por perfiles metálicos y cinco presillas por cada lado del
pilar y sin capitel (AD, AC). El dibujo de la derecha es similar para soportes reforzados con la
misma configuración pero con siete presillas por cada cara del soporte (PAD, PAC).
Con esto se puede deducir que los soportes sin capitel se pueden dividir en zonas tipo I y
zonas tipo II. Las primeras (zona I) corresponderían a la longitud de transferencia de carga, el
axil se transmite por rozamiento y el pilar reforzado incrementa su resistencia sobre todo, por
el efecto del confinamiento.
En la parte central del soporte reforzado (zona II), apenas hay deslizamiento entre el acero y
el hormigón. Esto quiere decir que el soporte reforzado se deforma de manera conjunta, es
decir se está comportando como si de un elemento mixto se tratara.
172
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Sirva como ejemplo la figura siguiente en que se presenta el reparto de axil entre acero y
hormigón en uno de los soportes con cinco presillas, sin capitel y utilizando mortero de
cemento como adhesivo, ensayado en la segunda fase experimental. Para valores más
próximos al axil de agotamiento del conjunto, los resultados obtenidos a partir de las medidas
de las galgas, pueden inducir a error, ya que en muchos casos se produce la plastificación del
angular (próximamente se comentarán los mecanismos de rotura del espécimen),
registrándose grandes deformaciones en el acero.
Fig. 174. Reparto de cargas del espécimen ADy de la segunda fase de ensayos, para el 50% y
75% del axil de agotamiento del conjunto.
Fig. 175. Reparto de cargas del espécimen PADy de la segunda fase de ensayos, para el 50%
y 75% del axil de agotamiento del conjunto.
Con todo esto se puede afirmar que en la zona de transferencia de axil denominada I, el pilar
de hormigón reforzado incrementa sobre todo su resistencia por efecto del confinamiento,
173
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
En la mitad de los elementos ensayados se colocó un capitel en los extremos del soporte
reforzado con el objetivo de favorecer la transmisión directa de cargas entre el hormigón y el
acero. Por lo tanto, teóricamente, en los pilares empresillados y con capitel (tipo B) el acero
del refuerzo debía entrar en carga inmediatamente después del inicio del ensayo. Este efecto
sería más acusado en el caso de descargar el pilar de hormigón antes de proceder al refuerzo
del mismo.
Este efecto se superpone a la transmisión de axil por rozamiento, y provocará que en los
soportes con capitel el reparto de axil entre acero y hormigón sea más uniforme a lo largo de
toda su longitud.
Fig. 176. Reparto de cargas del espécimen BCy de la primera fase de ensayos, para el 50% y
75% del axil de agotamiento del conjunto.
Fig. 177. Reparto de cargas del espécimen PBDx de la segunda fase de ensayos, para el 50%
y 75% del axil de agotamiento del conjunto.
174
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Por otra parte y debido al mejor reparto de cargas, el deslizamiento entre el acero y el
hormigón en las secciones 1 y 4 del soporte será menor que en el caso de soportes sin capitel
y el hormigón presentará tensiones de confinamiento menores al producirse la rotura. Este
menor deslizamiento entre el hormigón y el acero queda reflejado en las figuras 178 y 179.
Como se aprecia en los soportes reforzados con siete presillas por cada cara del soporte y con
capitel, el deslizamiento entre acero y hormigón es despreciable. Este tipo de elementos
ensayados se deforman conjuntamente comportándose como una sección mixta.
175
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Este comportamiento se verificó con los resultados obtenidos en el modelo teórico de Adám
et. Al. (2006), como se aprecia en la anterior figura (Fig. 180).
Según todo lo visto en el presente capitulo, se podría decir que los soportes de hormigón
armado reforzados con angulares metálicos empresillados trabajan de forma distinta según la
proximidad a los extremos del pilar:
- En los tramos próximos a las cabezas se produce la transmisión de cargas del pilar
original al acero del refuerzo.
A continuación revisamos como se produce la rotura de cada uno de los elementos ensayados.
5.3.1 Rotura del soporte reforzado por los extremos del tramo de pilar.
176
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
En todos estos casos la rotura del espécimen en laboratorio ocurrió por la plastificación del
angular, prácticamente por flexión, que constituye la jaula de acero en las proximidades de las
cabezas de la probeta. Esta plastificación marcó el límite del confinamiento que el refuerzo
era capaz de ejercer por lo que, cuando se produjo, tuvo lugar el agotamiento del hormigón.
La rotura en los extremos del tramo de pilar reforzado también se da en los soportes
empresillados utilizando cinco presillas por cada cara del soporte y con capitel.
En este tipo de elementos reforzados el hormigón alcanza en rotura una carga similar a la que
tienen sin confinar. Aparentemente el grado de confinamiento que ejerce este tipo de refuerzo
es muy reducido ya que la plastificación de los angulares se produce principalmente por
efecto del axil, dejando poco margen para resistir momentos. En los ensayos de este tipo de
refuerzos se ha producido la rotura de los angulares por un efecto local de abollamiento de un
ala ya que los capiteles no se han colocado sobre presillas. Este hecho ha impedido que
alcanzaran su capacidad máxima.
En aquellos ensayos en los que sí se colocó presilla bajo el capitel (MEBD) los angulares sí
alcanzaron prácticamente su axil último.
177
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
Una vez analizado los soportes de cinco presillas por cada cara del soporte, y comprobado que
la rotura se producía siempre en las proximidades de las cabezas del elemento reforzado
(entre las dos presillas más próximas a las cabezas), se tomó la decisión de rigidizar el
refuerzo en la zona de rotura para así conseguir un axil último mayor y desplazar la rotura
hacia la parte central del pilar, mejorando así su ductilidad.
Se rompieron un total de 4 especimenes con siete presillas por cada cara del soporte y sin
capitel, en la segunda fase experimental, cuyas características se reflejan en la siguiente tabla.
Por los datos recogidos experimentalmente, la rotura de los especimenes reforzados con siete
presillas por cada cara del soporte y sin capitel, ocurrió en los extremos del soporte. Pero en
este caso, al contrario que en los soportes reforzados con cinco presillas, parece que el
mecanismo de rotura es la plastificación por tracción de la presilla que se introduce como
178
CAPITULO 5. Análisis de resultados.
elemento rigidizador. En este caso, es la rotura de la presilla la que marca el límite del
confinamiento que la jaula de acero es capaz de ejercer. Al alcanzarse este límite se produjo el
agotamiento del pilar de hormigón.
En este caso la transmisión directa de cargas a través del capitel, unida a un fuerte
confinamiento del hormigón en los extremos consiguen una correcta transmisión de cargas
que, permite agotar el límite teórico del pilar reforzado.
En el siguiente capitulo se abordarán diferentes métodos para obtener el axil ultimo teórico de
estos especimenes y su comparación con los resultados experimentales.
179
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
En este punto de la tesis se tratará de conjugar toda la experiencia ganada a lo largo del
trabajo de investigación, tratando de dar respuesta a los interrogantes surgidos al iniciar el
estudio.
Este análisis nos permite plantear un método simplificado para el diseño y cálculo de este tipo
de refuerzos.
Recordemos que en general se puede decir que la rotura del soporte reforzado puede tener
lugar:
En cada uno de los dos casos podemos contemplar diferentes mecanismos de rotura del
elemento y, por tanto, son varios los estados límite a considerar.
En el centro del tramo de pilar el elemento reforzado se comporta como una sección mixta, y
su capacidad última puede calcularse como tal.
Cuando la rotura tiene lugar en los extremos del soporte la rotura es debida a la combinación
de los siguientes efectos:
180
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
En la parte central del elemento reforzado. Este se deforma conjuntamente como si de una
estructura mixta se tratara. En los extremos del elemento, sin embargo, será preciso introducir
un análisis en el que introduzcamos las mismas deformaciones a partir del momento del
refuerzo al pilar de hormigón y al acero del refuerzo. Este último estará sometido, además de
al axil, a un momento debido a la presión de expansión lateral del hormigón.
Por ello en los casos en que se utilice un capitel para mejorar la transmisión de cargas al
acero, se proponen los siguientes métodos simplificados para determinar el axil máximo que
puede soportar.
Al tratarse de un elemento que trabaja como una estructura mixta, para obtener el máximo
axil que puede llegar a soportar el pilar reforzado, basta con calcular la resistencia plástica a
compresión de la sección.
Este valor Nu, se obtiene sumando las resistencias de los materiales que componen la sección
mixta,
As 2 ⋅ f y Aa ⋅ f c As1 ⋅ f y
Nu = + + [6.1]
γ s2 γc γ s1
fy, fc, fy resistencias características respectivas (para los aceros se puede tomar su límite
181
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
elástico)
γs1 ,γc, γs2 coeficientes parciales de seguridad para Estados L¯mites ltimos.
Para realizar la comparaciµn con los ensayos de laboratorio, se prescinde de los coeficientes
de seguridad y se obtiene un axil teµrico de:
N u = As 2 ⋅ f y + Aa ⋅ f c + As1 ⋅ f y [6.2]
Se recuerda que para que se de este tipo de rotura es imprescindible que el soporte reforzado
se comporte como un único elemento, deformándose conjuntamente. El empresillado debe
estar calculado de acuerdo con los criterios habituales de estructura metálica de forma que no
aparezcan fenómenos de pandeo de los angulares que provoquen efectos de segundo orden.
6.2.2 Rotura próxima a los extremos en el caso de soportes reforzados sin capitel.
Tras analizar las roturas comentadas en los capítulos anteriores se observa que existen dos
mecanismos diferentes que provocan el agotamiento de la jaula de acero y por lo tanto del
conjunto: la plastificación de los angulares, o la plastificación de las presillas. A continuación
se establecen dos métodos de cálculo simplificados suponiendo estos mecanismos de rotura.
En caso de que la rotura del elemento reforzado se produzca al plastificar los angulares de una
de las secciones del soporte reforzado, habrá que calcular el axil total que provoca una carga
sobre los angulares de acero que causa su plastificación.
Este axil total, será la suma del axil soportado por los angulares de acero y por el soporte de
hormigón original:
N o = N u = N ut + N co [6.3]
182
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Para evaluar el axil transmitido en la zona I (extremos del soporte), y suponiendo que la
mayor transferencia de cargas entre el soporte de hormigón original y el acero del refuerzo, se
realiza a través de las presillas metálicas que confinan el hormigón, se puede plantear el
equilibrio de fuerzas en la rebanada diferencial del pilar de hormigón, obteniéndose:
Fig.181. Equilibrio de fuerzas en una rebanada diferencial del pilar de hormigón reforzado.
N − ( N + ∂N ) = ∂T
∂T = µ ⋅ σ c ⋅ ∂x ⋅ 4b
− ∂N = µ ⋅ 4b ⋅ σ c ⋅ ∂x
183
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
En el hormigón,
σz σx σ
εz = − νc − y νc
Ec Ec Ec
σ z = σ y = −σ c
σc
σx =
N
, con lo que se puede decir, εz = (ν c − 1) + N2 ν c
− b2 Ec b Ec
En el acero,
σa σ c ⋅ ∂x ⋅ b b ⋅σ c
εz = = =
Ea 2 ⋅ ea ⋅ ∂x ⋅ Ea 2 ⋅ ea ⋅ Ea
σc N ν σc ⋅b
− ⋅ (1 − ν c ) + 2 ⋅ c =
Ec b Ec 2 ⋅ ea ⋅ Ea
1 − ν c b N νc
σc + = ⋅
Ec 2 ⋅ ea ⋅ Ea b 2 Ec
2 ⋅ ea ⋅ Ea ⋅ν c ⋅ N νc N
σc = σc = ⋅ 2
b ⋅ ((1 − ν c ) ⋅ 2 ⋅ ea ⋅ Ea + b ⋅ Ec )
2
1 −ν c +
b ⋅ E c b
2 ⋅ ea ⋅ Ea
− ∂N = µ ⋅ 4b ⋅ σ c ⋅ ∂x
luego,
µ ⋅ 4b ⋅ν c
− ∂N = ⋅ N ⋅ ∂x = k1 ⋅ N ⋅ ∂x
2 b ⋅ Eh
b 1 − ν c +
2 ⋅ e a ⋅ E a
integrando,
x x
− ∂N ∂N
= k1 ⋅ ∂x → −∫ = k1 ∫ ∂x
N 0
N 0
184
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
− [ln N ]x =0 = k1 ⋅ x ; − [ln N( x ) − ln N 0 ] = k1 ⋅ x
x
µ ⋅ 4 ⋅ν c
siendo k1 =
b ⋅ Ec
b ⋅ 1 − ν c +
2 ⋅ ea ⋅ Ea
Según lo anterior el axil que soportará el hormigón al finalizar la primera presilla (Nc1) será:
N c1 = N 0 ⋅ e − ks
185
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
y si llamamos N0 al axil proporcionado por la prensa, tendremos que el axil soportado por los
angulares de acero (Na1) contiguos a la primera presilla será:
N a1 = N 0 − N c1 = N 0 ⋅ (1 − e − ks )
N ct = N co + N conf [6.5]
N ct = b ⋅ h ⋅ f c + As1 ⋅ f y + k ⋅ k g ⋅ ks ⋅ k sl ⋅ σ c ⋅ Ac [6.7]
La tensión de confinamiento en el hormigón, σc, será a su vez la que actúe sobre el angular
metálico provocando la plastificación del mismo, según la siguiente figura:
Por lo que conocido el momento plástico correspondiente al axil soportado por cada angular,
se obtiene la carga repartida a lo largo del angular y que es la que confina al hormigón entre
presilla y presilla.
8× 2 2 1
Conocido Mp, q h = 2
× M p , en el sentido del confinamiento σ c = 2 ⋅ q h ⋅ ⋅
l 2 b
186
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Los únicos valores que quedarían por definir serían kg, ks y ksl, constantes en las que se
integrarían factores a tener en cuenta como la separación entre presillas, el área efectivamente
confinada, o la esbeltez del elemento (capitulo 2, apartado 2.3.3.)
En el caso que nos ocupa se va a considerar kg=1, ya que la separación entre presillas se
considera al obtener qh (l, es la separación entre presillas), y ksl igualmente igual a 1 ya que no
se puede considerar el elemento entre presilla y presilla como esbelto.
Para conocer la validez de la enunciación así como los valores del coeficiente de forma ks y la
cohesión (µ) que mejor se adaptan a dicha formulación se presenta en el apartado 6.3.2 la
comparación con los resultados obtenidos experimentalmente.
En caso de que la rotura del elemento reforzado se produzca por la plastificación de alguna de
las presillas, habrá que calcular el axil total que provoca una carga sobre las presillas de acero
que causa su plastificación.
Este cálculo es muy sencillo, ya que se conoce la tensión de plastificación del acero que
conforma las presillas y que es de 275 N/mm2.
N = f s ⋅ As 2
Y la tensión de confinamiento que ejerce el acero sobre el hormigón en ese instante será:
2⋅ N
σc =
Astr
Tal y como se ha visto en el apartado anterior el axil soportado por la sección de hormigón
será el debido al que soporta como sección resistente incrementado en una cuantía notable
debido al efecto del confinamiento de la jaula sobre el pilar de hormigón:
N ct = N co + N conf [6.5]
N ct = b ⋅ h ⋅ f c + As1 ⋅ f y + k ⋅ k g ⋅ ks ⋅ k sl ⋅ σ c ⋅ Ac [6.7]
187
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
N h1 = N 0 ⋅ e − ks
Este axil total, será la suma del axil soportado por los angulares de acero y por el soporte de
hormigón original:
N o = N ct = N ut + N ct [6.3]
En estos casos y debido a la presencia del capitel, la jaula de acero que configura el refuerzo
entra directamente en carga al existir transmisión directa de axil. Puede suponerse que la
transmisión por rasante es despreciable.
Por ello, para obtener el axil último, bastará con sumar las curvas carga acortamiento del
soporte de hormigón y de la jaula de acero hasta que se produzca la plastificación de este
último. Estas curvas se ven alteradas por la interacción entre los dos materiales. En efecto, se
deberá tener en cuenta que el hormigón está confinado y, a su vez, que el acero soporta
además del axil, la presión de confinamiento del hormigón.
Para cada espécimen ensayado se ha dibujado la curva del hormigón confinado teniendo en
cuenta que la jaula de acero confina al hormigón hasta la plastificación del angular o hasta la
plastificación de la presilla.
La curva carga-acortamiento del hormigón sin confinar se ha obtenido a partir del diagrama
tensión-deformación para compresión axil que aparece en el Código Modelo (1990) y que se
aproxima mediante la expresión:
2
Eci ε c ε c
⋅ −
Ec1 ε c1 ε c1
σh = ⋅ f cm para ε c 〈 ε c ,lim
Eci εc
1 + − 2
Ec1 ε c1
donde:
188
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Ec1 = fc/0,0022 = módulo secante desde el origen a la tensión máxima de compresión fc.
1 1 E ci 1
2
ε c,lim 1 1 Eci 2
= + 1 + + 1 −
ε c1 2 2 Ec1 4 2 E c1 2
Por ello la rama descendente del diagrama carga-acortamiento del soporte de hormigón,
termina para valores de c,lim de -0,0089, -0,0064 y -0,0057 según el hormigón sea de 8, 12 o
15 MPa.
Para tener en cuenta el efecto de confinamiento que ejerce la jaula que compone el refuerzo
sobre el hormigón se ha tenido en cuenta la formulación que también aparece en el Código
Modelo, determinándose la tensión media de confinamiento que actúa lateralmente sobre el
hormigón con la expresión:
σc 1
= ⋅ ωw
f co 2
Dónde α = 0,3*0,85 para el caso que nos ocupa según el Código Modelo.
Por otra parte para poder dibujar la curva carga-acortamiento de la jaula de acero formada por
cuatro angulares L80-8, en la sección en que se produce la rotura el procedimiento seguido ha
sido el siguiente:
A partir de la tensión es inmediato obtener la carga que soporta la jaula de acero hasta el
momento de su plastificación;
189
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
La plastificación del angular tendrá lugar por un efecto combinado del axil suministrado por
la carga aplicada y el empuje que ejerce el hormigón al expandirse lateralmente.
Los especimenes ensayados sin capitel fueron los que aparecen en la siguiente tabla:
Estado del soporte fcm del Tipo de adhesivo Número de Nombre del
de hormigón hormigón entre acero y presillas espécimen
hormigón por lado
190
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Para cada uno de ellos calcularemos el axil último para los distintos modos de fallo estudiados
en el apartado 6.2.
En primer lugar se obtendrá el axil último en cada uno de los especimenes ensayados
suponiendo que el fallo del elemento reforzado se produce por plastificación del angular en
las secciones más próximas a las cabezas del pilar.
Para ello partiremos del máximo axil teórico que podría soportar el conjunto como sección
mixta y que en el caso del espécimen ADx de la primera fase es de 2884 kN.
A partir de este valor y aplicando N c max = N ∗ e − kl se podrá conocer el reparto de axil entre
el acero del refuerzo y el hormigón suponiendo que la transferencia a tenido lugar a lo largo
de la primera presilla siendo:
N = 2884 kN
µ ⋅ 4b ⋅ν c
y k= = 0,0001767 para el caso que nos ocupa considerando un
2 b ⋅ Ec
b 1 − ν c +
2 ⋅ ea ⋅ Ea
coeficiente de rozamiento de 0,2, un coeficiente de Poisson del hormigón de 0,2, una
resistencia del hormigón de 15 MPa, un módulo de Young de 210000 MPa y un espesor de la
presilla de 8 mm.
Con todo esto se obtiene que el axil soportado por el hormigón en la sección 1 y 4 es de 2800
kN y el de la jaula de acero de 83, 4 kN.
83,4
Esto quiere decir que cada angular metálico soporta N 1angular = = 20,85 kN
4
8*2
Por lo que , qh = ∗ M p = 700,392 kN m , siendo s la distancia entre presillas.
s2
qh 2 2
σc = ⋅ = 3301,682 kN m 2
2 0,3
A partir de este valor ya se puede conocer el axil que soporta el hormigón debido al
confinamiento que la jaula ejerce sobre él, N conf = k ∗ k g ∗ k s ∗ k sl ∗ σ c ∗ Ac
Tal y como se ha visto en el apartado 6.2.2 el axil soportado por la sección del elemento
reforzado será el debido al que soporta como sección resistente el hormigón y el acero de la
jaula, incrementado en una cuantía notable debido al efecto del confinamiento de la jaula
sobre el pilar de hormigón:
191
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Así quedaría evaluado el axil último a falta de definir los valores k, kg, ks y ksl.
En este caso concreto se considera kg =1, ya que la separación entre presillas se considera al
obtener qh (s es la separación entre presillas), y ksl igualmente igual a 1 ya que no se puede
considerar el elemento entre presilla y presilla como esbelto.
Para conocer la validez de la enunciación así como los valores del coeficiente de forma ks y el
coeficiente de rozamiento (µ) que mejor se adapta a dicha formulación es necesario realizar la
operación anterior para varios valores de k y µ..
El Código modelo aconseja tomar como valor de la cohesión entre el acero y el hormigón
µ=0,6, en el presente estudio se han obtenido valores para µ=0,6, µ=0,3 y µ=0,2. Del mismo
modo, en los siguientes gráficos se muestra la variación entre el Nexp y el Nteo en función de
los distintos valores de k que aparecen en la bibliografía (ver capitulo 2) siendo k=3 (es con el
que se consiguen mejores aproximaciones en modelos de elementos finitos), k=3,5 y k igual a
4,1 que es el más utilizado.
En las primeras aproximaciones no se ha tenido en cuenta la constante ks, que hace referencia
al área de hormigón realmente confinada y que sería 1 en caso de trabajar con soportes
cilíndricos.
En la gráfica de la izquierda se pueden observar los valores obtenidos para los distintos
soportes ensayados con cinco presillas y sin capitel. ADx (1) hace referencia a los soportes
ensayados en la primera fase de ensayos, mientras que ADx (2) a los soportes idénticos pero
ensayados en la segunda fase (con una menor resistencia del hormigón). No aparecen datos de
ADy(1), al romper estos especimenes por las cabezas, mucho antes de llegar al agotamiento
del hormigón en el tramo de pilar.
En la gráfica de la derecha se han obtenido las líneas de tendencia para cada valor de k con
resultados satisfactorios. Únicamente en caso de considerar k=4,1 se estará del lado de la
inseguridad, pero cabe recordar que todavía no se ha tenido en cuenta el factor del área
realmente confinada.
192
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Figura 184. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6
Obtenemos los mismos valores para µ=0,3, para analizar la sensibilidad del modelo a cambios
en los valores del coeficiente de cohesión entre el acero del refuerzo y el hormigón:
Figura 185. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,3
para µ=0,2
Figura 186. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,2
Es el momento de introducir el factor del área efectiva confinada ya que las gráficas anteriores
sólo serían validas para el caso de soportes de sección circular.
193
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
σ l′ = k s ⋅ σ l
Este coeficiente ha sido cuantificado para el caso particular de soportes de sección cuadrada
obteniéndose valores entre 0.33 y 0.50 (Calavera 1999, Regalado 1999).
Sin embargo y tras el análisis de los resultados obtenidos durante la fase experimental se
descarta el valor de ks=0,33 por ser demasiado conservador. Se va a analizar la formulación
presentada para valores de de k=4,1, coeficiente de rozamiento entre acero del angular y
hormigón µ=0,6 y coeficientes de forma ks, igual a 0,4; 0,5 y 0,8 que sería el valor menos
conservador.
Figura 187. Relación entre Nexp y Nteo en función del factor de forma.
Se deduce a partir de la comparación de los resultados teóricos con los experimentales, que al
considerar el factor de forma del área de hormigón realmente confinada, se obtienen valores
muy buenos para ks=0,8. Los valores recomendados en la bibliografía existente hasta la fecha
se puede considerar como conservadores.
En caso que la rotura del elemento se produzca por la plastificación de la presilla, el modo de
proceder es similar, variando únicamente el modo de obtener la tensión soportada por el
hormigón debido al confinamiento, en el momento en que plastifica la presilla y que será:
2∗ N N
σc = = 4,08
300 ∗ 575 mm 2
Como σc en este caso es superior a la σc por plastificación de los angulares, en este caso no es
el mecanismo crítico, por lo que no es necesario desarrollar el cálculo.
194
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
En el caso de soportes reforzados empleando 7 presillas por cada lado del soporte, y por la
experiencia adquirida en laboratorio, la causa de la rotura del elemento reforzado será la
plastificación de la presilla de menor dimensión, situada entre las dos presillas más cercanas a
las cabezas del elemento. Para comprobar que teóricamente esto también es así se calculará la
relación entre Nexp y Nteo, en caso de suponer un coeficiente de rozamiento entre acero y
hormigón de 0,6 en ambos casos.
Figura 188. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6
Plastificación de la presilla.
Figura 189. Relación entre Nexp y Nteo para distintos valores de k y µ=0,6
Los valores de axil último teórico obtenidos para el caso de plastificación de la presilla en este
tipo de soportes es menor, por lo que se completará el análisis teniendo en cuenta los factores
kg , separación entre presillas y ks factor de forma. El factor ksl será igual a 1 ya que no se
puede considerar el elemento entre presilla y presilla como esbelto.
Para el cálculo del coeficiente kg, se utiliza la formula que ya apareció en el capitulo 2,
propuesta por Regalado en 1999:
2
s
k g = 1 − t
2⋅a
195
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
siendo
a
st ≤
5
st ≤ 10 cm.
Fijaremos este valor y al igual que en el caso de soportes reforzados con cinco presillas por
cada lado del pilar, k=4,1 y coeficiente de rozamiento µ=0,6, y variaremos el coeficiente ks en
0,8, 0,5 y 0,4, obteniéndose los siguientes valores:
Figura 190. Relación entre Nexp y Nteo en función del factor de forma.
Al igual que ocurría en los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte
dónde el mecanismo de rotura se iniciaba al plastificar el angular, se deduce a partir de la
comparación de los resultados teóricos con los experimentales, que al considerar el factor de
forma del área de hormigón realmente confinada, se obtienen valores muy buenos para ks=0,8.
Los valores recomendados en la bibliografía existente hasta la fecha se podría considerar
como conservadores.
En la siguiente tabla aparecen los valores numéricos de axil último calculado en todos los
casos estudiados de soportes reforzados sin capitel. En todos los casos se ha utilizado un
coeficiente de valor de forma ks = 0,8, un valor de k=4,1 y un coeficiente de rozamiento
µ=0,6.
196
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Los valores de axil último en los soportes reforzados con cinco presillas corresponden a rotura
por plastificación del angular, y en el caso de pilares reforzados con siete presillas a rotura por
plastificación de la presilla de menor dimensión.
Tabla 29. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes reforzados sin capitel.
• El método empleado para determinar el axil en que se producirá la rotura de los soportes
N exp
reforzados sin capitel es muy efectivo, obtenido valores del cociente ∗ 100 que
N teo
oscilan entre 89 y 130.
• Este cociente, al que podríamos llamar bondad del ajuste, tiene valores máximos para los
especimenes PAD y PAC, en los que en todos los casos ensayados supera el 100%. Esto
índica que el método utilizado es válido y además está del lado de la seguridad.
197
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Los especimenes ensayados con capitel fueron los que aparecen en la siguiente tabla:
Estado del soporte fcm del Tipo de adhesivo Número de Nombre del
de hormigón hormigón entre acero y presillas espécimen
hormigón por lado
N u = As 2 ⋅ f y + Ac ⋅ f c + As1 ⋅ f y
198
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
En caso de que el soporte no rompa por la sección central, es decir no se comporte como
sección mixta y debido a que la tensión alcanzada en los ensayos experimentales es próxima a
la resistencia de cálculo, se ha simplificado el procedimiento de cálculo reduciéndose a la
suma de las gráficas carga-acortamiento del soporte de hormigón considerando el
confinamiento que le proporciona el refuerzo, y las de la jaula de acero.
Para cada espécimen ensayado se ha dibujado la curva del hormigón confinado teniendo en
cuenta que la jaula de acero confina al hormigón hasta la plastificación del angular o hasta la
plastificación de la presilla y la curva carga-acortamiento de la jaula de acero. En las
siguientes gráficas se muestran los resultados obtenidos.
En los soportes BD y BC se sustituyó las presillas cercanas a la cabeza de dos de los lados del
soporte por el capitel que era ligeramente más estrecho. Esto hace que en estos especimenes
se ha dibujado las curvas Carga-Acortamiento de una sección del elemento de 495 mm. que es
la separación entre el capitel y la segunda presilla.
Los soportes BD tienen una resistencia media del hormigón de 12 MPa. En caso de que la
rotura del mismo se produzca por plastificación del angular, y según la gráfica 191, se
alcanzará un axil último de 2597 kN.
Figura 191. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la plastificación del angular.
En caso de que la rotura del mismo se produzca por plastificación de la presilla, se alcanzará
un axil último de 2607 kN (fig. 192).
199
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Figura 192. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BD suponiendo la plastificación de la presilla.
Los soportes BC tienen una resistencia media del hormigón de 15 MPa. En caso de que la
rotura del mismo se produzca por plastificación del angular, y según la figura 193, se
alcanzará un axil último de 2900 kN.
Figura 193. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la plastificación del angular.
En caso de que la rotura del mismo se produzca por plastificación de la presilla, se alcanzará
un axil último de 2910 kN (figura 194).
200
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Figura 194. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte BC suponiendo la plastificación de la presilla.
En los soportes MBD, PBD y PBC la resistencia del hormigón es de 8 MPa. Los especimenes
MBD tienen cinco presillas, y el capitel está colocado sobre las presillas próximas a las
cabezas del tramo de pilar en dos de los lados. Por ello las siguientes gráficas (Fig. 195 y 196)
de los especimenes MBD corresponden a una sección de 415 mm. que es la distancia entre las
dos presillas más próximas a las cabezas.
En caso de agotamiento por plastificación del angular, el axil último que alcanzará el conjunto
será de 2194 kN (Fig. 195)
Figura 195. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte MBD suponiendo la plastificación del angular.
En caso de agotamiento por plastificación de una presilla, el axil último que alcanzará el
conjunto será de 2196 kN (fig. 196).
201
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Figura 196. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte MBD suponiendo la plastificación de la presilla.
En el caso de los especimenes PBD y PBC, que cuentan con siete presillas por cada lado del
soporte, la sección a que hace referencia los siguientes gráficos es la situada entre la segunda
(presilla de menor dimensión) y tercera presilla, ya que es aquí dónde se produce la rotura del
elemento. Las gráficas hacen referencia a una sección de 226 mm.
En los soportes PBD en caso de agotamiento por plastificación del angular (fig. 197), el axil
último que alcanzará el conjunto será de 2302 kN. En caso de agotamiento por plastificación
de la presilla será de 2204 kN (fig. 198).
Figura 197. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBD suponiendo la plastificación del angular.
202
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Figura 198. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBD suponiendo la plastificación de la presilla.
Los soportes PBC tienen una resistencia media del hormigón de 8 MPa. En caso de que la
rotura del mismo se produzca por plastificación del angular, y según la figura 199, se
alcanzará un axil último de 2302 kN.
Figura 199. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBC suponiendo la plastificación del angular.
En caso de que la rotura del mismo se produzca por plastificación de la presilla, se alcanzará
un axil último de 2194 kN (fig. 200).
203
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Figura 200. Curva Teórica Carga-Acortamiento del soporte PBC suponiendo la plastificación de la presilla.
La siguiente tabla resume los resultados teóricos obtenidos, así como los resultados
experimentales de cada uno de los especimenes con capitel ensayados.
Para obtener la relación entre el axil último experimental y el teórico, se ha cogido el menor
teórico calculado ya que es la carga a la que se produciría la rotura del elemento.
BDx 2020 kN 78
2614 kN 2597 kN 2607 kN
BDy 2069 kN 80
BCx 2104 kN 73
2884 kN 2900 kN 2910 kN
BCy 2206 kN 76
MBDy 2254 kN 2194 kN 2196 kN 2088 kN 95
PBDy 2254 kN 2302 kN 2204 kN 2648 kN 120
PBCy 2254 kN 2302 kN 2194 kN 2524 kN 115
Tabla 31. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes reforzados con capitel.
204
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
Cómo se puede observar el método propuesto predice razonablemente bien los resultados de
los ensayos realizados, excepto los de los ensayos BC y BD donde el modelo predice
resistencias muy superiores a las alcanzadas en los ensayos.
Para evaluar cual es el límite de carga que soportan los angulares se ha realizado un modelo
en ANSYS en el que se observa tanto el efecto como la carga que es transmitida a los
angulares. El planteamiento y resultado de este modelo se incluye en el anejo 5.
Esto nos permite volver a evaluar los resultados del modelo simplificado, considerando que el
axil transmitido a los angulares tiene el valor límite de 1100 kN ya que para estos valores de
carga se produce la plastificación del angular por el efecto local de abolladura del ala del
capitel.
205
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
BDx 2020 kN 85
2614 kN 2365 kN
BDy 2069 kN 87
BCx 2104 kN 80
2884 kN 2635 kN
BCy 2206 kN 84
Tabla 32. Comparación de resultados teóricos y experimentales en soportes reforzados con cinco presillas y con
capitel, teniendo en cuenta el efecto local de abolladura.
206
CAPITULO 6. Discusiones finales y propuesta de un método simplificado de cálculo de refuerzo.
• El método empleado para determinar el axil en que se producirá la rotura de los soportes
reforzados con capitel es muy efectivo en el caso de pilares en que el capitel se ha situado
sobre las presillas, obteniendo una bondad del ajuste del 95% para el caso de soportes
reforzados con cinco presillas y valores superiores al 100% para el caso de utilizar siete
presillas por cada cara del pilar (PBD y PBC).
• En los casos en que se ha suprimido la presilla situada bajo el capitel la bondad del ajuste
disminuye ligeramente obteniéndose valores entre el 80 y el 87%. Esto es debido a la
aparición del efecto local de abolladura del ala del capitel, que limita la carga que puede
transmitirse al angular y prácticamente elimina el efecto del confinamiento de la jaula
sobre el pilar de hormigón por lo que el soporte reforzado no alcanza la carga prevista.
207
CAPITULO 7
CONCLUSIONES
7.1 Conclusiones.
208
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.
c.2 Las formulaciones existentes hasta la fecha referidas al cálculo de este tipo de
refuerzos son incompletas, no comprenden bien el comportamiento globar de
este tipo de refuerzo y son por tanto, excesivamente conservadoras, provocando
infinidad de actuaciones sobredimensionadas, sin que este exceso de acero
mejore el comportamiento del elemento reforzado y sí aumente de manera
considerable el coste del refuerzo.
c.3 En los soportes reforzados con cinco presillas por cada cara del soporte:
• En los extremos del pilar las cargas de la estructura original deben ser
transmitidas al refuerzo (de manera análoga a lo que ocurre a lo largo de la
longitud de anclaje de una barra). En estas zonas no se puede considerar que
el hormigón y el acero del refuerzo trabajan conjuntamente y los efectos
preponderantes serían el confinamiento y la transmisión de cargas a través
del capitel.
209
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.
c.4 En los soportes reforzados con siete presillas por cada cara del soporte:
e.1 Es muy importante conseguir la perfecta y continua unión entre el acero del
refuerzo y el soporte de hormigón, ya que sólo así se conseguirá el
210
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.
confinamiento del hormigón, que como se ha visto tiene una gran importancia
en el incremento de axil conseguido por el elemento reforzado.
- Incremento del número de presillas a 7 presillas por cada cara del soporte.
211
CAPITULO 7.Conclusiones y Futuras líneas de investigación.
• Estudio de estructuras de hormigón armado sometidos a sismo. Para ello habrá que
estudiar el efecto de cargas cíclicas a través de ciclos de histéresis.
Por último, se pueden realizar ensayos y simulaciones numéricas empleando otro tipo de
refuerzos (principalmente de materiales compuestos como FRP) que permitan comparar las
distintas actuaciones y predecir en que casos es recomendable un tipo de refuerzo frente a
otros.
212
CAPITULO 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
8 Referencias Bibliográficas.
En el último capitulo se presentan todas las referencias bibliográficas citadas en el texto y
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225
ANEJOS
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.
ANEJO 1.
CARACTERÍSTICAS DEL HORMIGÓN DE LOS
PILARES ENSAYADOS.
Se hicieron un total de 10 amasadas, una por cada pilar ejecutado con los siguientes
resultados:
A1-1
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.
AMASADA 1 AMASADA 2 AMASADA 3 AMASADA 4 AMASADA 5 AMASADA 6 AMASADA 7 AMASADA 8 AMASADA 9 AMASADA 10
Fecha de fabricación 1 de julio de 2003 7 de julio de 2003 8 de julio de 2003 10 de julio de 2003
Resistencia 7 días 8 8 10,5 7,6 11,7 8,5 8,9 8,3 10,1 9,4
a
28 días 12 11,8 13,8 11 13,4 11,4 10,8 11 12,7 13
compresión
(MPa) Fecha de 26/08/03 28/08/03 03/09/03 12/09/03 04/09/03 01/10/03 13/10/03 15/09/03 16/10/03 20/10/03
la
precarga 13,6 12,8 15,3 12 15,1 12,2 12,3 12 14,5 15
Consistencia (cm.) 6 7 4 6 5 6 7 8 5 6
Espécimen HA-12X HA-12Y ADy BDx ADx ACx ACy BDy BCx BCy
A1-2
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.
4,3 − 0,05
E= = 24286 N/mm 2
0,000185 − 0,00001
A1-3
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.
por la central. Sin embargo, y para evitar los problemas aparecidos en la primera fase de
ensayos (se tuvieron que reforzar todas las cabezas, para impedir la rotura de ésta previa al
agotamiento del tramo de soporte) las cabezas de los especimens, se fabricaron con
hormigón de alta resistencia (en torno a 55 MPa)
Todos los tramos de pilar que forman los especimenes de la segunda fase de ensayos,
fueron hormigonados el mismo día, con material procedente de la misma amasada para
garantizar su homogeneidad.
Consistencia 10
2,5 − 0,05
E= = 21875 N/mm 2
0,000117 − 0,000005
A1-4
Anejo 1. Características de hormigón de los pilares ensayados.
A1-5
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.
ANEJO 2.
CÁLCULO DEL SOPORTE Y SU REFUERZO.
Ármadura longitudinal.
Tras comprobar distintas barras de acero corrugado B400S, se comprueba que las barras de
12 mm. de diámetro cumplen las limitaciones anteriores.
Ac (de 1 Ø12) = 1,13 cm2 → 4x1,13 = 4,52 cm2 = Ac
A2-1
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.
A2-2
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.
A continuación se van a mostrar datos relativos al acero del refuerzo. El tipo de angulares
utilizados como parte principal del refuerzo fueron perfiles L 80.8. Esta elección se debió
principalmente a su habitual utilización en obra. Por ello en el siguiente apartado se estima
el incremento de axil que va a poder soportar el pilar debido únicamente a la resistencia a
compresión que tiene este elemento.
Posteriormente se presentarán los cálculos realizados para estimar las dimensiones
mínimas de las presillas así como la soldadura necesaria.
Tras el estudio de la manera habitual de realizar los refuerzos en obra se constata que la
mayoría de estas intervenciones se construyen con angulares L80.8 en las esquinas de los
soportes de hormigón armado. Posteriormente estos angulares adheridos al hormigón se
unen entre sí con presillas metálicas soldadas. Las dimensiones de las presillas en la
primera fase de ensayos son 270x160x8 (la obtención de las dimensiones mínimas de las
presillas, se encuentra en el siguiente apartado).
Para este tipo de refuerzo se va a estimar el incremento de resistencia a compresión en el
tramo de pilar sin tener en cuenta los efectos de zunchado.
En general se recomienda que se suponga una eficacia del refuerzo del 60% por lo que el
soporte de hormigón armado que ha sido reforzado tendrá un axil de agotamiento último
de:
A2-3
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.
f ck f
N u = 0,85 × Ac × + 4 × As × sk + 60% ⋅ Ar ⋅ f r =
1,5 1,15
120 4100
N u = 0,85 × 30 × 30 × + 4 × 1,13 × + 0,6 × 103320 = 139306 Kg.
1,5 1,15
Separación de presillas.
Según el artículo 3.2.1.3 de la EA-95 la separación entre ejes de presilla debe cumplir las
condiciones:
− El número de tramos en que se divida la pieza será igual o mayor que 3. Siempre que
sea posible, la longitud l1 de cada uno de los tramos será constante a lo largo de toda la
pieza.
− La longitud de todo tramo cumplirá la condición:
l1≤50iη dónde iη es el radio de giro mínimo de la pieza simple
considerada.
Figura 3.2.1.2.A de la EA pag 114
En el caso que nos ocupa iη=1,56, luego la separación máxima debe ser inferior a
78 cm.
En la primera fase de ensayos se decide colocar las presillas con una separación entre ejes
(l1) de 61,5 cm.
A2-4
Anejo 2. Cálculo del soporte y su refuerzo.
σu
Ti ∗ = A η
80
σe
siendo σu la resistencia de cálculo según, σ u = dónde γa = 1 para los aceros
γa
con límite elástico mínimo garantizado.
Por todo ello σu = 2600Kg/cm2.
A = 12.3 x 4 = 49,2 cm2.
η=1
2600
Ti ∗ = 49,2 = 1599 Kg.
80
Este esfuerzo cortante origina en las presillas una solicitación de flexión, con esfuerzo
cortante T*p y momento flector M*p y cuyos valores son:
l1 61,5
T p* = Ti* = 1599 × = 1855,4 Kg.
ns 2 × 26,5
l1 61,5
M *p = Ti * = 1599 × = 24584,6 Kg.cm
2n 2×2
Fig 3.2.8.1 de EA
6 × M *p 6 × 24584,6
σ *
= = = 720,25 Kg/cm2 < σu
t×h 2
0,8 × 16 2
presilla
p
T p* 1588,4 σ
y τ máxima
*
= = = 124,09 Kg/cm2 < u = 1501,11
t × hp 0,8 × 16 3
A2-5
Anejo 3. Datos Directos de los Ensayos.
ANEJO 3.
DATOS DIRECTOS DE LOS ENSAYOS.
A1-1
Anejo 4. Cálculo del axil último
ANEJO 4.
CÁLCULO DEL AXIL ÚLTIMO TEÓRICO.
A continuación se presentan los resultados obtenidos al calcular el axil último teórico que
corresponde a cada uno de los pilares ensayados suponiendo distintos mecanismos de
rotura que provocan el agotamiento del soporte, así como el axil último obtenido
experimentalmente.
µ ⋅ 4 ⋅ν h
k=
b ⋅ Eh
b ⋅ 1 + ν h +
2 ⋅ es ⋅ E s
donde:
µ coeficiente de rozamiento entre el hormigón y el acero
νh coeficiente de Poisson del hormigón
b ancho de la sección del pilar de hormigón
Eh módulo de elasticidad del hormigón, según el código modelo
Es módulo de elasticidad del hormigón obtenido experimentalmente
es espesor de la presilla
Y los valores obtenidos para hormigones de distintas resistencias y valores diferentes del
coeficiente de rozamiento son:
Con estos valores del coeficiente k, se han obtenido los axiles teóricos que se muestran en
el presente anejo.
A1-1
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.
ANEJO 5.
LÍMITE DE CARGA EN SOPORTES REFORZADOS
CON CINCO PRESILLAS Y CAPITEL.
Para evaluar el límite de carga de que soportan los angulares de los soportes reforzados con
cinco presillas y con capitel, José M. Adam (Adam et al. 2007) miembro del equipo de
investigación, ha desarrolla un modelo en ANSYS en el que se observa tanto el efecto
como la carga que es transmitida a los angulares. Se ha simulado el comportamiento de un
octavo del espécimen debido a su simetría.
En este modelo se puede apreciar el efecto local de abolladura en el ala de los angulares,
especialmente y a menores cargas, en los soportes en que debajo del capitel se eliminó la
presilla (BD). Esta rotura local limita la carga que puede transmitirse al angular y
prácticamente elimina el efecto de confinamiento.
Fig an5-1. Tensiones en angulares para un acortamiento de la jaula de 1 mm. Escala en MPa.
Se aprecia que para acortamientos de 2 mm. (Fig an5-2) empiezan a aparecer tensiones
correspondientes a la plastificación del acero en las proximidades del capitel y este efecto
es más acusado para acortamientos de 3 mm.(Fig an5-3)
A2-1
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.
Fig an5-2. Tensiones en angulares para un acortamiento de la jaula de 2 mm. Escala en MPa
Fig an5-3. Tensiones en angulares para un acortamiento de la jaula de 3 mm. Escala en MPa
Fig an5-4. Curva fuerza-desplazamiento para B0 y B-sP. Nivel de acortamiento en el que se evalúa el nivel
de plastificación de los elementos que forman el refuerzo
A2-2
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.
De todo lo anterior se puede concluir que en la zona de los angulares anexa al capitel, se
produce la plastificación localizada de los angulares (para ambas probetas). A la vista de
las curvas fuerza-desplazamiento, en el momento en que empiezan a plastificar los
angulares, la probeta B0 (especimenes MEBD) es más rígida, y por la tanto, permite una
transmisión de axil al tramo interior de angular (entre presillas 2 y 3). Esto no ocurre en el
caso de B-sP (especimenes BD), donde la transmisión relativa de axiles hormigón/acero es
menor.
Fig an5-5. Reparto de carga entre el refuerzo (Ns) y el soporte de HA (Nc), relativos a la carga aplicada
(Pi). Carga aplicada del 50 y 100% de la carga última de cada una de las probetas
A2-3
Anejo 5. Límite de carga en soportes reforzados con cinco presillas y capitel.
Fig an5-6. Tensión de compresión del hormigón en el momento de la rotura. Es similar para ambas probetas
Fig an5-7. Modelo simplificado que pretende explicar la perdida de rigidez de este tramo, una vez empieza
a plastificar el acero
A2-4