Ensayo de Adentro Hacia Afuera
Ensayo de Adentro Hacia Afuera
Ensayo de Adentro Hacia Afuera
Para generar cambios que posiblemente estén siendo obstáculos en nuestro crecimiento,
y mucho más importante, para hacer un cambio rápido y eficaz en la vida personal debe
entenderse que todo comienza en nuestra mente. Si no sabemos entender, los paradigmas que
han edificado nuestra forma de pensar, es muy posible que no podamos sacar nuestro
potencial, incluso afectando a nuestro entorno en su desarrollo emocional.
Para hacer un breve análisis de distintos temas que se habla en el texto, haré uso del
feminismo para el desarrollo de este ensayo.
Uno de los grandes desafíos que tenemos como personas y como sociedad es visibilizar
el machismo que se encuentra impreso en las sociedades. A través de la historia se nos ha
inculcado que es el hombre el que lleva el dinero a la casa, al que se le sirve primero, el que
es el “sexo fuerte” de nuestra sociedad. Lo anterior se traduce en que los tratos interpersonales
son los que nos determina negativamente como seres humanos, y que esta relación se
encuentra presente en todo tipo de formas de comunicación en la que los niños y niñas de
nuestro entorno se encuentran absorbiendo lo que los adultos les traspasan. Ante lo que esta
ocurriendo, todos debemos ponernos delante de un espejo, analizarnos y asumir los
privilegios sexistas/machistas existentes en nuestra sociedad por el simple hecho de ser
hombres y luego de ello, tener la capacidad de asumir la responsabilidad que tenemos dentro
de esta realidad. Las mujeres llevamos siglos planteándonos el lugar que tenemos en la
sociedad, un proceso que debemos hacerlo a nivel social, sin diferencias sexuales, en la que
los hombres (que son el “sexo” favorecido a nivel social) puedan replantearse la masculinidad
que se ha ido imponiendo desde que el ser humano tiene memoria, porque si el machismo ha
sido uno de los cimientos de nuestra historia es porque las personas en general han sido
cómplices de hacerlo perdurar. Las niñas desde pequeñas saben lo complejos de ser mujeres,
a diferencia de los hombres que, pensándolo friamente, los niños ignoran lo que es ser
hombres por lo que crecen cómodamente en el prospecto de modelo masculino de
competitividad y fuerza.
Es por lo anterior que necesitamos personas que cuestionen sus paradigmas, que tengan
la necesidad de nutrir la mente con nuevas formas de construir una sociedad. Como buen
comienzo, debemos analizar los principios que tenemos, estos “son directrices para la
conducta humana que han demostrado tener un valor duradero, permanente”. Algunos de
estos principios fueron mencionados en nuestro texto (Rectitud, Integridad, Dignidad
Humana, Servicio, Calidad o Excelencia, Potencial, Crecimiento, Paciencia, Educación y
Estímulo). En base a ello necesitamos nutrirnos de conocimientos, poner en la balanza cuales
son los pro y los contras del paradigma existente que en este caso es el “machismo”. De
acuerdo a este tema, nos encontramos insertos en el cambio, en que las mujeres y hombres
feministas se encuentran deconstruyendo el como hemos visto las cosas desde el nacimiento,
dándole otro enfoque a como vemos la sociedad en la que vivimos. Es urgente cambiar este
paradigma para convertirlo en un tema de análisis mucho más amplio e incluir, junto a los
esfuerzos de transformar la situación de la mujer, en un gran movimiento a favor de una
masculinidad alejada de roles machistas. “En esta crisis de la masculinidad machista, se está
pagando también un elevado precio por el más devastador de los mandatos de género, la
represión emocional, que convierte a muchos hombres en verdaderas armas destructivas y
autodestructivas. Uno puede imaginar al hombre que reprime sus emociones como una olla
de presión a punto de explotar, cubierta por la poderosa tapa ideológica del machismo.
Cuando las experiencias dolorosas y traumáticas se acumulan, puede que la explosión no
guarde proporción alguna con la situación detonante” (El nuevo Diario)