Novena Al Padre Pio
Novena Al Padre Pio
Novena Al Padre Pio
1 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Primero
EL AMOR DEL PADRE PÍO HACIA DIOS: Dios es amor; Dios es un Padre bueno y misericordioso, lento
para la cólera y pronto al perdón.
Dios nos ama –decía el padre Pío- y una de las pruebas que nos ama es el hecho de que nos tolera en el
momento mismo en que lo ofendemos. Dios es Padre de todos; pero lo es, de modo especialísimo, para los
desgraciados y de modo todavía más singular lo es para ti
El padre Pío escribía a su director espiritual: “Me siento devorado por el amor de Dios. Dios está, para mí,
fijo en mi mente e impreso en mi corazón. Nunca lo pierdo de vista; admiro su belleza, sus sonrisas, sus
misericordias.
El principal atributo de Dios es la misericordia que perdona y remedia los pecados de sus creaturas. Él es
rico en misericordia. Su misericordia brota de su amor desinteresado y gratuito hacia los que no son
amables ni merecen ser amados.
Siento cada vez la imperiosa necesidad –decía el Santo- de entregarme con más confianza a la misericordia
divina y de poner sólo en Dios toda mi esperanza”. Y repetía: “Yo no deseo otra cosa que morir o amar a
Dios: o la muerte o el amor, pues la vida sin este amor es peor que la muerte.”
Recuerda –escribía a una hija espiritual- que el centro sobre el que gira la perfección es el amor; quien vive
del amor, vive en Dios, porque Dios es amor, como dijo el Apóstol”.
Oremos: Dios todopoderoso y eterno, a quien confiadamente invocamos con el nombre de Padre, intensifica
en nosotros el espíritu de hijos adoptivos tuyos, y concédenos por intercesión y ejemplo de san Pío de
Pietrelcina, que merezcamos entrar en posesión de la herencia que nos tienes prometida. Por Nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo. Amén.
1 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
NOVENA EN HONOR “AL PADRE PIO”
2 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Segundo
Reflexión: Quien ama a Dios, tiene que amar también al prójimo. El amor a Dios y el amor al hermano
forman un solo mandamiento.
“La caridad –decía el padre Pío- es la perla de las virtudes. Del mismo modo que las perlas se mantienen
unidas por el hilo, así las virtudes por la caridad. Y así como las perlas se caen si se rompe el hilo, de igual
modo, disminuye la caridad y las virtudes desaparecen”.
El padre Pío no podía soportar ni la crítica ni el hablar mal de los hermanos. La murmuración le daba
náusea. “Teniendo tantos defectos que criticar en nosotros, ¿para qué perdernos en contra de los
hermanos?. “
Movido por este amor para con los hombres sus hermanos, exclamaba ante Dios como Moisés: “¡O perdonas
a tu pueblo o bórrame del libro de la vida!. “
Su amor al hombre lo lleva a dar vida a dos grandes obras: la Casa Alivio del Sufrimiento y los grupos de
oración. Hablando de la Casa Alivio del Sufrimiento decía: “Háganla tan bonita como el paraíso, porque en
ella va a habitar Cristo enfermo“. A los médicos y enfermeros recomendaba: “Ustedes tienen la misión de
curar al enfermo; pero si no llevan amor al lecho de los enfermos, no creo que las medicinas sirvan de
mucho. Sean portadores de Dios para los enfermos; eso será más útil que cualquier otro cuidado“.
Los grupos de oración tenían que ser de apoyo a la Casa Alivio del Sufrimiento.
Oremos: Dios todopoderoso y eterno, escucha con bondad la oración de tus fieles, y por la intercesión de san
Pío de Pietrelcina, dígnate visitar con tu consuelo a nuestros hermanos enfermos y haz que recobren pronto
la salud y te den gracias en la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
2 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
3 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amé
Día Tercero
Reflexión: Uno de los deberes del sacerdote es la predicación de la Palabra de Dios. Los presbíteros, en
virtud del sacramento del Orden, han sido consagrados para predicar el Evangelio. El sacerdote está
acreditado oficialmente por la Iglesia para predicar la palabra como maestro.
Cuando el padre Pío llegó a San Giovanni Rotondo, el provincial lo encargó de la educación de unos treinta
muchachitos que se preparaban a la vida religiosa capuchina. El superior, el Padre Paulino, nos describe así
las ocupaciones en las que empleaba sus horas el padre Pío: “Se dedica a la lectura de libros espirituales, de
modo especial a la lectura de la Sagrada Escritura”.
Uno de los niños de aquel tiempo, el padre Manuel de San Marco escribió:
“La forma de hablar del padre Pío en las conferencias era tan expresiva y conmovedora, que superaba todo
lo imaginable, porque todo cuanto decía le salía de su misma vida, de su propio corazón. ¡Con qué dulzura
nos hablaba de Jesús, Camino, Verdad y Vida! ¡Con qué ternura se expresaba cuando citaba textualmente
las palabras del Señor!”
Todos los que conocieron al padre Pío y lo oyeron predicar, afirman que lo hacía con ardor y eficacia.
Oremos: Dios todopoderoso y eterno, escucha la oración de tu pueblo, da fuerza a cuantos predican el
Evangelio en el mundo y concédenos que así como san Pío de Pietrelcina fue en la tierra un ardiente y
humilde predicador de tu palabra, ahora en el cielo sea nuestro poderoso intercesor. Por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén.
3 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
4 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Cuarto
Reflexión: La Eucaristía es la acción de gracias por las maravillas que Dios ha hecho por nosotros con la
muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Jesús ha querido quedarse con nosotros real y sustancialmente
con su cuerpo, sangre, alma y divinidad como sacrificio, es decir, memorial de su muerte y como alimento
espiritual en la comunión sacramental.
Dios llamó al padre Pío a ser sacerdote y víctima. Gente de todo el mundo acudían a San Giovanni Rotondo
para ver de cerca al estigmatizado padre Pío celebrar la santa misa.
“Lo que más me hiere –escribe el padre Pío a su director espiritual- es el abandono en que se encuentra
Jesús en el Santísimo Sacramento. Mi corazón se siente como atraído por una fuerza superior antes de
unirme a él al comulgar. Siento tanta hambre y sed de recibirlo, que falta poco para que no muera de ansia.
A veces voy a recibirlo como con fiebre. Y esta hambre y sed en lugar de apagarse, después que lo he
recibido, se acrecientan siempre más en mí, al grado de decirle a Jesús: ¡Basta!, Porque no aguanto más. “
Oremos: Padre celestial, para la mayor gloria de tu santo nombre y por el mayor bien de las almas, te
suplicamos por intercesión de san Pío de Pietrelcina, que multipliques el número de tus sacerdotes. Derrama
sobre ellos tu divino Espíritu, enamóralos de la cruz y haz muy fecundo su apostolado. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén
4 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
NOVENA EN HONOR “AL PADRE PIO”
5 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Reflexión: Podemos resumir el ministerio sacerdotal del padre Pío, en dos polos luminosos: el altar y el
confesionario. En el altar se inmolaba con Cristo en la cruz y en el confesionario repartía la infinita
misericordia del Señor.
En el confesionario el padre Pío desempeñó su paternidad con fuerza y ternura. Era severo y exigente con
los penitentes curiosos e hipócritas. Era inflexible con los pecados contra la vida, los pecados de la blasfemia
y la trasgresión del precepto de la misa festiva. No era raro que cerrara la ventanilla del confesionario en las
narices de los penitentes o les gritara: ¡Fuera de aquí, desgraciado!.
Sus explosiones eran fuertes vibraciones de su espíritu para romper ciertas barreras y sacudir ciertos
corazones empedernidos.
“Aunque aquel singular confesor trataba a los peregrinos con aparente dureza, éstos, tomando conciencia de
la gravedad del pecado y sinceramente arrepentidos, volvían casi siempre para recibir el abrazo pacificador
del perdón sacramental”.
Un penitente tres veces despedido del confesionario y, finalmente absuelto, comentaba: “Ahora sí que he
llegado a comprender la gravedad de mis faltas. Hasta este momento nadie había sacudido mi indiferencia,
como ahora lo ha hecho el padre Pío. Ahora comprendo mejor y le agradezco a Dios que se haya servido
para ello del pulso firme y, al mismo tiempo, paternal del padre Pío<
¡Cuánto le costaban al padre Pío las confesiones! Solía decir: “¡Si supieran cuánto cuesta un alma!. Las
almas no se dan como regalo: se compran. ¡Ustedes no saben lo que le costaron a Jesús!. Ahora y siempre
hay que pagarlo con la misma moneda“.
Oremos: Dios todopoderoso y lleno de bondad, que nos has dado en san Pío de Pietrelcina un modelo de
sacerdote consagrado al ministerio de la penitencia, concédenos, por su intercesión, convertirnos a ti de todo
corazón y recibir tu misericordia abundante. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
5 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
NOVENA EN HONOR “AL PADRE PIO”
6 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Sexto
Reflexión:Desde niño el padre Pío tuvo siempre una tierna, afectuosa y confiada devoción a la Virgen María.
Cuando sacerdote se consagró totalmente a ella y la consideró “Dulcísima Madre de los sacerdotes,
mediadora y dispensadora de todas las gracias”.
Cuando pasaba ante una imagen de la Virgen, decía: “Te saludo, María, saluda a Jesús de mi parte”.
Festejaba el mes de mayo con mucho fervor. Decía: “El mes de mayo para mí es el mes de las gracias.
Quisiera tener una voz poderosa para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen“.
Su amor a la Virgen era muy grande –cuenta un sacerdote-. Recuerdo que una vez le pedimos al padre Pío,
en la fiesta de la Asunción, que nos diera un pensamiento sobre la fiesta. Se le iluminó el rostro y sollozando
dijo: “Hijos míos, amemos a la Virgen, ella es nuestra Madre”. Se emocionó y se puso a llorar. También
nosotros nos pusimos a llorar, confundidos ante tanto amor.
Llamaba el rosario su arma preferida. Lo llevaba enrollado en la mano o en el brazo, como si fuera un arma
siempre empuñada.
Su devoción a la Virgen era concreta y profunda, que lo llevaba a Cristo. La Virgen Dolorosa lo llevaba al
misterio de la cruz, a embriagarse en los padecimientos de Jesús.
La Virgen lo introdujo también en el misterio eucarístico. Escribió: >¡Pobre madrecita, cuánto me quiere!
¡Con qué cariño me ha acompañado esta mañana hasta el altar! Me ha parecido que ella no tuviera ni
siquiera en quién pensar sino sólo en mí, al llenarme el corazón de santos afectos<.
Oremos: Dios omnipotente y eterno, que has hecho grandes maravillas en la Virgen María, madre de tu Hijo
y madre nuestra, por intercesión de san Pío de Pietrelcina, renueva en nosotros las maravillas del Espíritu
para que podamos bendecir eternamente tu nombre. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
6 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
NOVENA EN HONOR “AL PADRE PIO”
7 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Reflexión: Los ángeles de la guarda son seres espirituales que Dios envía a los hombres con la misión de
custodiarnos y protegernos física y espiritualmente.
“El ángel de la guarda no nos abandona nunca –decía el padre Pío-. Él es nuestro amigo más sincero y fiel“.
El padre Pío le tenía mucha confianza y familiaridad y con frecuencia le daba encargos especiales. A quien
iba a saludarlo antes de emprender un viaje, le decía: “El ángel de Dios te acompañe”.
A sus hijos espirituales repetía con frecuencia: “cuando me necesites y no puedas venir a verme, mándame a
tu ángel de la guarda con el mensaje”.
El padre Agustín, su confesor, escribió: “El padre Pío no conoce ni el griego ni el francés, su ángel de la
guarda le explica todo”.
En el libro Envíame a tu ángel de la guarda, el padre Alejo Parente nos cuenta este hecho asombroso: “Una
vez el padre Pío estaba en la terraza y parecía estar hablando con alguien, mientras que en realidad yo no
veía a nadie. Me acerqué a él para entregarle algunas cartas. El padre me dijo bruscamente: “¿No ves que
estoy ocupado?”.
Me quedé mortificado y me retiré un poco. Al poco tiempo, el padre Pío me llamó y me dijo: “¿No has visto
estos ángeles de la guarda que estaban alrededor? Eran los ángeles de la guarda de mis hijos espirituales que
venían a traerme sus mensajes. Debía yo darles las respuestas”.
El padre Pío no era un hombre que inventara extrañezas o fuera preso de fantasías neuróticas. Ahora que la
Iglesia ha reconocido su santidad, estas “extrañezas” se vuelven verdaderas enseñanzas para nosotros.
Oremos: Te pedimos, Señor, que tus santos ángeles, nos ayuden en el peregrinar de esta vida y nos
conduzcan después a la patria eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
7 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
NOVENA EN HONOR “AL PADRE PIO”
8 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Octavo
Reflexión: Ante el “Fenómeno” padre Pío, los fieles de todo el mundo llegaban a él en mayores grupos para
oír sus misas y confesarse con él.
Sin embargo, desde diferentes sectores de la misma Iglesia surgieron calumnias y falsos informes sobre su
vida y actividad, y hasta el mismo Santo Oficio de Roma le prohibió durante un tiempo celebrar en público y
confesar.
¿Cómo reacciona el padre Pío? Con humildad, silencio y oración. Nos cuenta un hermano suyo: “Al recibir
la noticia de la prohibición de celebrar y confesar en público, el padre Pío dejó entrever unas lágrimas y un
gesto de profundo dolor. Se retiró a la tribuna del coro y a los pies del crucifijo estuvo orando hasta la
medianoche”.
Luego él mismo dijo: “La Iglesia es una madre a la que hay que amar y más cuando nos pega“.
A un admirador e hijo espiritual que quería llevar una protesta públicamente, dijo: “Si en verdad me amas,
no debes continuar lo que estás haciendo por mí. No se puede amar al hijo, mortificando a la madre Iglesia”.
El padre Pío amaba al Papa como a Cristo en la tierra, y diariamente ofrecía su vida por él. “Mi primer
recuerdo de cada día en la oración de la mañana –decía- es por el Papa“.
La fundación de los grupos de oración tiene como primera y principal intención orar por la Iglesia y por el
Papa. “Yo quiero que mis grupos de oración –decía- oren siempre según las intenciones del Papa, a quien
amo tanto, tanto, como al mismo Jesucristo“.
Oremos: Oh Dios, nuestro refugio y fortaleza, escucha benignamente las oraciones de tu Iglesia y, por la
intercesión de san Pío de Pietrelcina, concédenos con abundancia cuanto te pedimos con fe. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.
8 santopadrepio23@gmail.com
Grupos de Oraciòn del Santo Padre Pio de Pietrelcina - Hispanoamèrica
NOVENA EN HONOR “AL PADRE PIO”
9 Oraciòn
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los
pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo
pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Noveno
Reflexión: El padre Pío repetía con frecuencia: “Se busca a Dios en los libros, pero se lo encuentra en la
oración. Si hoy no se cree, se debe a la falta de oración. Más se ora, más aumenta la fe y se encuentra a
Dios“.
El padre Gabriel Amorth, amigo e hijo espiritual del padre Pío, dijo: “El padre Pío, cuanto más avanzaba
en edad, más sentía la necesidad de aumentar la oración. La necesidad de la oración le era sugerida por la
conciencia de saberse indigno, se sentía un gran pecador, con el riesgo de poder perder la fe. Por ello ha sido
siempre un gran pedigüeño de oración. Yo sabía que sí quería verlo iluminado de gozo, no tenía más que
decirle: “Padre rezo por usted”.
El padre Pío se había definido a sí mismo: “Un fraile que ora“. Sus biógrafos lo definen como a san
Francisco de Asís. “Un hombre hecho oración”.
Los continuos llamados del Papa Pío XII a la oración para que terminara la guerra, encontraron en el padre
Pío una respuesta concreta. Él fundó sus ya famosos grupos de oración, que definió: “Semilleros de fe,
hornos de amor en los cuales Cristo mismo está presente cada vez que se reúnen para la oración bajo la guía
de sus directores espirituales”.
La oración principal que se reza en estos grupos, es el santo rosario y una breve reflexión sobre algún
mensaje espiritual, y los ejemplos de la vida santa del padre Pío se vuelven actos de caridad de los devotos.
Pronto tuvieron mucha difusión en Italia y en todo el mundo. El mismo Santo Padre, Juan Pablo II, dijo que
los grupos de oración son una de las herencias espirituales más preciosas que nos dejó el santo.
Oremos: Dios todopoderoso y eterno, que nos diste en san Pío de Pietrelcina un modelo insigne de oración,
haz que nuestra vida transcurra en una constante y ferviente unión contigo, que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
9 santopadrepio23@gmail.com